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LAS FIESTAS SOLEMNES DE CRISTO

LAS FIESTAS SOLEMNES DE CRISTO...............................................................................................................2


La incidencia de las fiestas........................................................................................................................3
EMPECEMOS A VER CON CIERTO DETALLE CADA UNA DE ESTAS SIETE FIESTAS SOLEMNES...................7
I. LA PASCUA..............................................................................................................................................7
LO RELATIVO A LA PASCUA...................................................................................................................9
II. LA FIESTA DE LOS PANES SIN LEVADURA............................................................................................19
El primer y el postrer día.....................................................................................................................20
Pormenorizando..................................................................................................................................20
III. LA FIESTA DE LAS PRIMICIAS..............................................................................................................22
Un sacrificio debía de ir por delante...................................................................................................23
La enseñanza de andar en sujeción a Dios.........................................................................................23
El anuncio del descanso de los creyentes...........................................................................................24
IV. LA FIESTA DE PENTECOSTÉS..............................................................................................................26
Cincuenta días después de la primera Pascua....................................................................................26
Las tres fiestas de reunión..................................................................................................................27
Ahora sí, los panes con levadura........................................................................................................28
Dos panes............................................................................................................................................29
Cincuenta días.....................................................................................................................................29
V. LA FIESTA DE LAS TROMPETAS...........................................................................................................30
Trompetas...........................................................................................................................................31
El Arrebatamiento...............................................................................................................................32
Trompetas...........................................................................................................................................33
Los toques de trompeta......................................................................................................................33
VI. LA FIESTA (Día) DE LA EXPIACIÓN......................................................................................................34
Sólo una vez al año..............................................................................................................................35
La vestimenta......................................................................................................................................36
VII. FIESTA DE LOS TABERNÁCULOS o SUKOT....................................................................................39
LAS FIESTAS SOLEMNES DE CRISTO

(Lv. 23: 1, 2) “Habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Las fiestas
solemnes de Jehová, las cuales proclamaréis como santas convocaciones…”

Las siete fiestas solemnes que Dios ordenó celebrar a Su pueblo, Israel, eran las festividades que dividen
el año en el calendario judío y declaran un cuadro perfecto de las dispensaciones de Dios hacia Israel,
teniendo todas, su cumplimiento cabal en el Mesías.

Las fiestas fueron dadas por Moisés a Israel, como santas convocaciones (miqra heb.), atisbo o muestra
de lo que Cristo iba a hacer, no sólo por Israel, sino por toda la humanidad, aunque principiando en su
pueblo escogido.

Dios entregó por medio de Moisés a Israel esas fiestas, que habría de observar siempre. Esto fue sombra
de lo que luego iba a venir, que fue Cristo. Cada fiesta tiene un significado concreto, y siempre refleja un
acto de Cristo.

Las fiestas son como un cuadro expositivo de la obra final y perfecta del Señor; Dios iba a
manifestarse en carne y cumplir con la gran obra de la redención que posteriormente ofrecería a todas las
naciones.

En el contexto del A.T., las fiestas eran exclusivas para Israel. Nadie que no perteneciera a esa nación,
podía aún acercarse al tabernáculo (y posteriormente al templo), para cumplir con ellas. De esta manera,
Dios estableció la separación que Él quiso entre los que pertenecían a la nación de Israel, respecto al resto
de las gentes (los gentiles), los que eran de otras naciones. Así fue durante todo el trascurso del A. T.

El apóstol Pablo, dirigiéndose a los recién convertidos de origen gentil de Éfeso, les dijo:

“En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la
promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo” (Efesios 2: 12)

Que los gentiles no tenían acceso a las cosas de Dios queda suficientemente claro en la Escritura. Vemos
lo que dice Números 3: 38;

“Los que acamparán delante del tabernáculo al oriente, delante del tabernáculo de reunión al este,
serán Moisés y Aarón y sus hijos, teniendo la guarda del santuario en lugar de los hijos de Israel; y el
extraño que se acercare, morirá”

Esto fue así en el periodo veterotestamentario, pero ya en esta nueva dispensación de la gracia, ¿Qué hay
respecto a la iglesia?

En esta nueva dispensación:

Primeramente, echemos un vistazo a lo que la Escritura dice.


(Efesios 2: 13-16) “Pero ahora en Cristo Jesús, vosotros que en otro tiempo estabais lejos, habéis sido
hechos cercanos por la sangre de Cristo. 14 Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno,
derribando la pared intermedia de separación, 15 aboliendo en su carne las enemistades, la ley de
los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo
hombre, haciendo la paz, 16 y mediante la cruz reconciliar con Dios a ambos en un solo cuerpo, matando
en ella las enemistades”
La Escritura nos muestra un antes y un después. Los que estábamos lejos de Dios, los gentiles,
condenados en nuestros delitos y pecados (2: 1), fuimos “hechos cercanos”. Nótese que no dice que nos
acercamos, sino que fuimos acercados.

No sólo ocurrió esto, respecto a nosotros, los gentiles, sino que el mismo Israel, también fue acercado,
porque de los dos pueblos hizo uno (V. 14).

Por tanto, no es que Dios nos hizo israelitas, ni a ellos gentiles, sino que, tanto a nosotros como a ellos,
nos hizo una nueva creación, esto es, a los llamados eficazmente a tal propósito. Esta es la Iglesia.

Fuimos sacados de nuestra gentilidad para ser transformados, así como los judíos, también, y
ambos constituimos una nueva realidad por Cristo, un nuevo hombre, un nuevo pueblo.

La incidencia de las fiestas

Entonces, desde nuestra posición en Cristo ¿Cómo nos afecta el asunto de las fiestas?
¿Debe cumplir la iglesia la observancia de las fiestas? ¿En qué beneficia estas fiestas a la iglesia?

Nos afecta mucho el asunto de las fiestas, aunque no es el propósito de Dios el que las observemos, como
sí las debía observar Israel, año tras año.

Las fiestas, o más bien el cumplimiento mesiánico de ellas, nos beneficia cabalmente, sin lugar a dudas.

Todas las fiestas se cumplen en Cristo. En todas y cada una de ellas el Señor realizó y realizará Su obra, y
por tanto eso repercute en la Iglesia, como no puede ser de otro modo.

Veremos en detalle esto, pero primeramente veamos cuáles son, y en qué lugar del calendario están.

Son siete, y las vemos referidas en Levítico capítulo 23:

(Lv.23: 4) “Estas son las fiestas solemnes de Jehová, las convocaciones santas, a las cuales
convocaréis en sus tiempos:

1. La Pascua:
(V. 5) “En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová”:

La Pascua o Pésaj. En el calendario judío, mes de Nisán día 14. Calendario Occidental: marzo-abril.

2. Panes sin levadura:

(Vv. 6-8) “Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete
días comeréis panes sin levadura. El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos
haréis. Y ofreceréis a Jehová siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa convocación;
ningún trabajo de siervo haréis”.

Los Panes sin levadura o Jag Ha-Matsot. En el calendario judío, mes de Nisán, días del 15 al 21.
Calendario Occidental: marzo-abril
3. Las primicias:

(Vv. 9-14) “9 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis
entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los
primeros frutos de vuestra siega. 11 Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis
aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá. 12 Y el día que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un
cordero de un año, sin defecto, en holocausto a Jehová. 13 Su ofrenda será dos décimas de efa de flor de
harina amasada con aceite, ofrenda encendida a Jehová en olor gratísimo; y su libación será de vino, la
cuarta parte de un hin. 14 No comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día,
hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios; estatuto perpetuo es por vuestras edades en
dondequiera que habitéis”

Las primicias o Primeros frutos o Bikurim. En el calendario judío, mes de Nisán día 16. Calendario
Occidental: marzo-abril.

4. Pentecostés:

(Vv.15-22), “Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en que ofrecisteis la gavilla
de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. 16 Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo
contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová. 17 De vuestras habitaciones
traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos décimas de efa de flor de harina, cocidos con
levadura, como primicias para Jehová. 18 Y ofreceréis con el pan siete corderos de un año, sin defecto, un
becerro de la vacada, y dos carneros; serán holocausto a Jehová, con su ofrenda y sus libaciones,
ofrenda encendida de olor grato para Jehová. 19 Ofreceréis además un macho cabrío por expiación, y
dos corderos de un año en sacrificio de ofrenda de paz. 20 Y el sacerdote los presentará como ofrenda
mecida delante de Jehová, con el pan de las primicias y los dos corderos; serán cosa sagrada a Jehová
para el sacerdote. 21 Y convocaréis en este mismo día santa convocación; ningún trabajo de siervos
haréis; estatuto perpetuo en dondequiera que habitéis por vuestras generaciones. 22 Cuando segareis la
mies de vuestra tierra, no segaréis hasta el último rincón de ella, ni espigarás tu siega; para el pobre y
para el extranjero la dejarás. Yo Jehová vuestro Dios”.
Pentecostés o Shavuot. En el calendario judío, mes de Siván, 50 días después de la cosecha. Calendario
Occidental: mayo-junio

5. Trompetas:

Fiesta de las Trompetas, o Yom Teruah, o Rosh Ha Shanah

(Vv.23-25) “Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes séptimo, al
primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una santa
convocación. Ningún trabajo de siervos haréis; y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová”.

En el calendario judío, mes de Tishri 1, 2. Calendario Occidental: Sept. Octubre

6. Expiación:

Expiación o Yom Kippur.

(Vv. 26-32) “También habló Jehová a Moisés, diciendo: A los diez días de este mes séptimo será el día
de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda encendida a
Jehová. Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para reconciliaros delante de
Jehová vuestro Dios. Porque toda persona que no se afligiere en este mismo día, será cortada de su
pueblo. Y cualquiera persona que hiciere trabajo alguno en este día, yo destruiré a la tal persona de
entre su pueblo. Ningún trabajo haréis; estatuto perpetuo es por vuestras generaciones en dondequiera
que habitéis. Día de reposo será a vosotros, y afligiréis vuestras almas, comenzando a los nueve días del
mes en la tarde; de tarde a tarde guardaréis vuestro reposo”.
En el calendario judío, mes de Tishri, 10. Calendario Occidental: Sept. Octubre

7. Tabernáculos:

(Vv.33-44) “33 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 34 Habla a los hijos de Israel y diles: A los quince días
de este mes séptimo será la fiesta solemne de los tabernáculos a Jehová por siete días. 35 El primer día
habrá santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. 36 Siete días ofreceréis ofrenda encendida a
Jehová; el octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; es fiesta,
ningún trabajo de siervos haréis. 37 Estas son las fiestas solemnes de Jehová, a las que convocaréis
santas reuniones, para ofrecer ofrenda encendida a Jehová, holocausto y ofrenda, sacrificio y libaciones,
cada cosa en su tiempo, 38 además de los días de reposo de Jehová, de vuestros dones, de todos vuestros
votos, y de todas vuestras ofrendas voluntarias que acostumbráis dar a Jehová. 39 Pero a los quince días
del mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días; el
primer día será de reposo, y el octavo día será también día de reposo. 40 Y tomaréis el primer día ramas
con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y
os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días. 41 Y le haréis fiesta a Jehová por siete días
cada año; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; en el mes séptimo la haréis. 42 En
tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos, 43 para que sepan
vuestros descendientes que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué
de la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios. 44 Así habló Moisés a los hijos de Israel sobre las fiestas
solemnes de Jehová”.

En el calendario judío, mes de Tishri 15 al 22. Calendario Occidental: Sept. Octubre.

La iglesia no ha de observar las fiestas, como sí lo tenían que hacer los judíos:

Como vemos, eran festividades que se realizaban una vez al año, conforme al calendario judío para los
judíos, pero cada una de ellas tenía un poderoso mensaje profético y espiritual, porque Dios en aquellos
tiempos habló a través de símbolos y figuras.

La ley de Moisés (incluidas las fiestas), fue la instrucción de Dios para llevarnos a Cristo:

(Gálatas 3:24-25) "De manera que la ley ha sido nuestro ayo (instructor), para llevarnos a Cristo, a fin
de que fuésemos justificados por la fe. Pero venida la fe, ya no estamos bajo ayo"

Pero la ley, en toda su dimensión, no podía cambiar el corazón del hombre:

(Hebreos 10:1) "Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros , no la imagen misma de las
cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que se ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a
los que se acercan".

Por tanto, estas Fiestas, siendo todo lo importantes que son, ya que señalan la actuación del Señor con
total precisión, y que por tanto, con toda justicia podemos decir que son las fiestas solemnes de Cristo, no
han de ser celebradas en el cristianismo como un ritual, ya que ese no fue el propósito de Dios.
La Fiestas señalan a Cristo, ese es el propósito de las mismas.

El apóstol Pablo en muchas ocasiones reprendió duramente a los judaizantes que se habían infiltrado en
las iglesias y pretendían continuar con la ley y sus ceremonias. Con una expresión de mucho pesar les
dice en Gálatas 4: 9-11 a los que insistían en proseguir guardando los días de las ceremonias
contempladas en la ley:

“Mas ahora, conociendo a Dios, o más bien, siendo conocidos por Dios, ¿cómo es que os volvéis de
nuevo a los débiles y pobres rudimentos, a los cuales os queréis volver a esclavizar? Guardáis los días,
los meses, los tiempos y los años. Me temo de vosotros, que haya trabajado en vano con vosotros”

Por lo tanto, claramente establece que esas festividades y celebraciones de días especiales no deben
existir en la iglesia, únicamente nos dejó el primer día de la semana para hacer memoria de Él.

Obviamente podemos sacar mucha enseñanza mirando retrospectivamente esas ceremonias del pasado, y
las tres que quedan por cumplir (Trompetas, Yom Kippur, Tabernáculos), pero esas "sombras" no pueden
compararse con la luz e imagen de la realidad misma de las cosas que nos reveló Dios a través de
la obra del verdaderoCordero de Dios, que nos presenta con exquisito esplendor el Nuevo Testamento,
una vez que llegó la Luz verdadera y las sombras quedaron atrás.//

EMPECEMOS A VER CON CIERTO DETALLE CADA UNA DE ESTAS SIETE FIESTAS
SOLEMNES
La primera, la Pascua o Pésaj.

I. LA PASCUA

(V. 5) “En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová”:

La Pascua o Pésaj. En el calendario judío, mes de Nisán día 14. Calendario Occidental: marzo-abril.

(Éxodo 12: 1-14) “Habló Jehová a Moisés y a Aarón en la tierra de Egipto, diciendo: 2 Este mes os
será principio de los meses; para vosotros será éste el primero en los meses del año. 3 Hablad a toda la
congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada uno un cordero según las familias
de los padres, un cordero por familia. 4 Mas si la familia fuere tan pequeña que no baste para comer el
cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno según el número de las personas;
conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero. 5 El animal será sin defecto,
macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras. 6 Y lo guardaréis hasta el día catorce de este
mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. 7 Y tomarán de la
sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en que lo han de comer. 8 Y aquella
noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán. 9
Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza con sus pies y sus
entrañas. 10 Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare hasta la mañana, lo
quemaréis en el fuego. 11 Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y
vuestro bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová. 12 Pues yo
pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito en la tierra de Egipto, así de
los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses de Egipto. Yo Jehová. 13 Y
la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no
habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto. 14 Y este día os será en memoria,
y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante vuestras generaciones; por estatuto perpetuo
lo celebraréis”.

Históricamente, la Pascua (Pésaj) conmemora la liberación de Dios de los hijos de Israel de la esclavitud
de Egipto, donde fueron esclavos de los egipcios. Éxodo 2:23-24; 6:5-8; 13:3,14.

El Egipto bíblico, era (y es) una figura del mundo y su sistema, la esclavitud en la que caen las personas
cuando viven de acuerdo a los caminos del sistema mundano, del pecado y la iniquidad, Juan 8:34.
Lo que vemos en Éxodo 12, es que aquellos hijos de Israel fueron liberados de su esclavitud
de Egipto, poniendo la sangre de un cordero en el dintel y los postes de las puertas de sus casas (12: 2,6,13).
La palabra “Pésaj” (Pascua), significa “pasar de largo”, “pasar por encima”.

El ángel de la muerte, al ver la sangre del cordero, pasaba de largo:

(Éxodo 12: 13) “Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y
pasaré de vosotros”.

Así es con nosotros los creyentes, los que estamos rociados con la sangre del Cordero (1 Pr. 1: 2). La
condenación ya no nos alcanza. La Pascua es el pasar de largo la condenación a todos aquellos que somos
de Cristo.

*foto

Espiritualmente, esto es un cuadro del Mesías y, cómo los que creen en Él, son liberados de la esclavitud
del pecado y del gobierno de Satanás en sus vidas.

Jesús es el Cordero de Dios (Juan 1:29). Cristo es también nuestra Pascua 1ª Corintios
5: 7. Los que siguen a Cristo, son la casa de Dios, Hebreos 3: 6; 1ª Pedro 2:5.

Los postes de la puerta son nuestros corazones. Solamente es por medio de confiar por la fe, en la
sangre derramada de Jesús, nuestra Pascua (Pésaj), que hemos sido liberados de la esclavitud del pecado
Gálatas 4:3-5,9; 2ª Pedro 2:19.

Es por eso que la sangre de Cristo, nos redime del pecado. Levítico 17:11; Efesios 1:7; Colosenses
1:14; 1ª Pedro 1:18-19; 1º Juan 1:18-19; 1ª Juan 1:7; Apocalipsis 1:5.

Instrucciones sobre la Pascua a Israel:

(Éxodo 12: 3, 6) “Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada
uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia… Y lo guardaréis hasta el día
catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes”

Durante la Pascua (Pésaj), el padre de cada familia tenía que tomar un cordero de un año, el día 10 del
primer mes, conocido como Nisán, y apartarlo hasta el día catorce. En la tarde del día catorce,
exactamente a las tres de la tarde, tenía que matar el cordero.

(Éxodo 12: 7, 8) “Y tomarán de la sangre, y la pondrán en los dos postes y en el dintel de las casas en
que lo han de comer. 8 Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con
hierbas amargas lo comerán”.

La sangre del cordero debía de ser rociada en el dintel y los dos postes de la puerta de la casa. El cordero
debía asarse al fuego, con hierbas amargas, y panes sin levadura, y toda la familia debía de festejarlo con
el cuerpo del cordero presente.

(Éxodo 12: 11) “11 Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro
bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová”
La gente fue instruida por Dios de comer el cordero con prisa, con sus ropas puestas y listos para salir de
Egipto a la medianoche. Esto sería el día quince de Nisán.

(Éxodo 12: 12, 13) “12 Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré a todo primogénito
en la tierra de Egipto, así de los hombres como de las bestias; y ejecutaré mis juicios en todos los dioses
de Egipto. Yo Jehová. 13 Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la
sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de
Egipto”.

A medianoche, el ángel de la muerte pasó sobre la tierra de Egipto. Toda casa que no tuviera la señal de la
sangre sobre los postes y el dintel de la puerta, sufrió el juicio de Dios.

La Pascua en el principio de los meses, el de Nisán:

Nisán es el primer mes del calendario religioso. El recibir a Jesús en nuestras vidas, es el principio de
una relación del Nuevo Pacto con Dios, (Jeremías 31: 31-33; Juan 3: 5- 7; Romanos 6:1-4; 2ª Corintios
5:17).

La Pascua es la primera de las fiestas. Asimismo, el arrepentimiento de nuestros pecados y el creer en la


sangre derramada de Jesús, es el primer paso para caminar con Dios.

LO RELATIVO A LA PASCUA

1. El cordero debía estar escondido por cuatro días:

(Éxodo 12: 3, 6) “Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada
uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia... 6 Y lo guardaréis hasta el día
catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes”

Cumplimiento Mesiánico: Dios ordenó a Israel que tomase un cordero el día 10 de Nisán y lo apartase
hasta el día 14 del mismo mes. Estos cuatro días fueron cumplidos por Jesús durante la semana de la
Pascua.

Recordemos que Jesús el Cordero de Dios (Jn.1:29), entró en Jerusalén, y se fue al Templo, que era la
casa de Dios entonces, y estuvo a la vista del público allí los cuatro días, del 10 al 14 de Nisán, (Mateo
21:1,9-12,17,18, 23; 24:1-3; 26:1-5).

Podríamos considerar también (según la tradición judía), que estos cuatro días en los que Jesús estuvo
“guardado”, se corresponderían con los 4.000 años (mil años es como un día) que pasaron desde la
creación de Adán hasta ese momento, como parte del plan de Dios de 7.000 años para la restauración de
todas las cosas.

Estos cuatro días son proféticos en cuanto a Jesús, que estuvo escondido del mundo sin venir a la tierra
por cuatro días o 4.000 años desde la creación de Adán. Se entiende que un día profético se considera
como 1.000 años, sobre la base del Salmo 90:4 y 2ª Pedro 3:8.
2. El cordero tenía que ser sin defecto:

(Éxodo 12:5) “El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras”

Cumplimiento Mesiánico: Jesús, el Cordero de Dios (Juan 1:29), sin mancha ni


defecto, 1ª Pedro 1:18-20.

Durante la semana de la crucifixión, Jesús fue examinado por muchos en cumplimiento de esta
Escritura, y entre ellos, se incluyen:

a) Los Principales Sacerdotes y Ancianos, Mateo 21:23.

b) Pilato, Mateo 27:1, 2,11-14,17-26.

c) Herodes, Lucas 23: 6-12.

d) Anás, el Sumo Sacerdote, Lucas 3:2; Juan 18:13,24.

e) Caifás, el Sumo Sacerdote, Juan 49-53; 13:13-14,19-24.

f) Judas, Mateo 27:3-10.

g) El Centurión, Mateo 27: 54.

h) El Ladrón Arrepentido, Lucas 23:39-43.

Cuando nosotros examinamos a Jesús, hemos de concluir también que no tenía ni mancha ni defecto,
ahora sí, en términos espirituales, como aquel cordero pascual lo debía ser en términos naturales.

3. El cordero, o en su defecto, el cabrito, debía ser macho:

(Éxodo 12:5) “El animal será sin defecto, macho de un año; lo tomaréis de las ovejas o de las cabras.

Fue por el pecado de un hombre que el pecado entró en el mundo, Romanos 5:12; 1ª Timoteo 2:12o14.
Porque Adán, el primer varón, pecó, así un varón, Jesús debía morir para expiar ese pecado, Romanos
5:17-19.

4. Es un cordero para una familia:

(Éxodo 12:3, 4) “3 Hablad a toda la congregación de Israel, diciendo: En el diez de este mes tómese cada
uno un cordero según las familias de los padres, un cordero por familia. 4 Mas si la familia fuere tan
pequeña que no baste para comer el cordero, entonces él y su vecino inmediato a su casa tomarán uno
según el número de las personas; conforme al comer de cada hombre, haréis la cuenta sobre el cordero”
La salvación es individual, y no necesariamente ligada, o, en dependencia de la familia natural. Eso es un
hecho. Pero la Pascua fue originalmente dada a Israel, según el trato de Dios hacia Su pueblo, y de ahí la
explicación de que toda la familia participase de la comida pascual.

No obstante, esto era sombra de lo que tenía que venir, que los verdaderos creyentes en Cristo viniésemos
a constituir una familia, la familia de la fe. Al creer y recibir a Jesús (Jn. 1: 12, 13), entramos a formar
parte de la familia de la fe, Gálatas 6:10; Efesios 2:19.

Si nos damos cuenta, en la Escritura hay una revelación progresiva del cordero. Primeramente, hay un
cordero para una casa, Éxodo 3, 4; en segundo lugar, un cordero para una nación, Juan 11:49-52; y
finalmente, un cordero para todo el mundo, Juan 1:29.

5. El cordero de Pascua tenía que ser sacrificado entre las dos tardes:

(Éxodo 12: 6) “Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación
del pueblo de Israel entre las dos tardes”.

Por cuanto el día se contaba a partir de la puesta del sol, el sacrificio de un cordero, se llevaba a cabo
antes de la puesta del sol, mientras era todavía el día 14 del mes primero.

“Entre las dos tardes”, se ha comprendido como significando, bien la hora entre la puesta del sol y el
comienzo de la oscuridad; bien como la bajada del sol hasta su puesta (que viene a ser lo mismo)

Más tarde, Moisés prescribió la hora del sacrificio como “por la tarde, a la puesta del sol” (Dt. 16: 6)

No obstante, según el historiador de la antigüedad, Tito Flavio Josefo, era costumbre en su época
sacrificar el cordero a las tres de la tarde (15 horas).

Cumplimiento Mesiánico: Cristo dio su vida justamente en ese momento, a la hora novena del día
(Mateo 27:45-50). Esto sería exactamente las 3 de la tarde (15: 00 horas). Es la hora novena contando a
partir de las 6 de la mañana (06: 00 horas)

6. Toda la congregación lo inmolará:

(Éxodo 12: 6) “Y lo guardaréis hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del
pueblo de Israel entre las dos tardes”

La congregación del pueblo de Israel debía inmolar el cordero. Los judíos inmolaron al Cordero:

(1 Tesalonicenses 2: 14, 15) “Porque vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de
Dios en Cristo Jesús que están en Judea; pues habéis padecido de los de vuestra propia nación las
mismas cosas que ellas padecieron de los judíos, 15 los cuales mataron al Señor Jesús y a sus propios
profetas, y a nosotros nos expulsaron; y no agradan a Dios, y se oponen a todos los hombres”
La Escritura ya decía proféticamente que los judíos matarían a su Mesías, el Cordero de Dios. Los judíos,
en primer lugar, mataron al Señor, como está escrito. Todos ellos fueron enemigos de Cristo, (junto con el
resto de los gentiles).

Paradójicamente, el dar muerte al Cordero, produjo vida y salvación a los escogidos, tanto de origen
judío, como gentil:

(2 Corintios 5: 14) “Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno
murió por todos, luego todos murieron”

Todos los que murieron en Cristo, reciben los beneficios de su muerte substitutiva. Escribe MacArthur:

“Con esta frase breve, Pablo definió el alcance de la expiación y limitó su aplicación. Esta declaración
completa el significado lógico de la frase precedente, y así establece que: “Cristo murió por todos los
que murieron en Él”

Los que morimos en Cristo para vivir eternamente, también matamos a Cristo, porque ese fue el motivo
por el que Jesús murió.

7. La sangre debía de ser rociada en el dintel y postes de la puerta:

(Éxodo12:7,13,22)

Como ya vimos, todos los que creen en el Mesías son la casa de Dios, Efesios 2:19; 1ª Timoteo 3:15;
Hebreos 3: 6. El único camino para entrar en la casa de Dios es a través de la sangre derramada de Jesús
el Mesías, quien es la Puerta, (Juan 10: 9) “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará,
y saldrá, y hallará pastos”

8. El cuerpo del cordero debía comerse entero:

(Éxodo 12: 8-10) “Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas
amargas lo comerán. 9 Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su
cabeza con sus pies y sus entrañas. 10 Ninguna cosa dejaréis de él hasta la mañana; y lo que quedare
hasta la mañana, lo quemaréis en el fuego”

Primero y principal, tanto el cuerpo como la sangre del cordero hablan del cuerpo y sangre de Jesús,

(Mateo 26: 26-28) “Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y
dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo. 27 Y tomando la copa, y habiendo dado gracias, les dio, diciendo:
Bebed de ella todos; 28 porque esto es mi sangre del nuevo pacto, que por muchos es derramada para
remisión de los pecados”.

Cristo utiliza la figura del cordero pascual, hacia sí mismo. Como el cordero pascual proporcionaba
alimento, Cristo como Cordero de Dios da alimento espiritual.

Es un símil.
Jesús les decía a sus discípulos que él iba a entregarse por todos ellos, y eso iba a ser determinante para
tener vida eterna, así como el pan y el vino, como alimentos, proporcionan vida natural.

Mediante aquella, la que fue la última Pascua, la definitiva, Cristo anunció el motivo de llegar a tener
vida: el tener comunión con Él. Ese es el verdadero alimento, representado por aquella Última Cena.

La Pascua produjo comunión con Dios, por medio de la fe.

a) Debía de comerse la misma noche; Jesús fue crucificado y muerto el mismo día.

“Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo
comerán” (Éxodo 12: 8)

b) Debía de comerse con panes sin levadura.

“…y panes sin levadura…” La levadura habla del pecado, 1ª Corintios 5: 6-8. El pan sin levadura
simboliza el no pecado. Como creyentes somos instruidos a que vivamos vidas santas (sin levadura)
delante de Dios, Levítico 11: 44; 19:2; 1ª Pedro 1:15-16.

c) Se debía comer con hierbas amargas;

Las hierbas amargas recordarían a los israelitas su sufrimiento y momentos amargos que vivieron en
Egipto, para no olvidar su pasado y poder contar a las generaciones futuras su historia.

Cumplimiento Mesiánico: Como sombra profética, estas hierbas amargas nos retrotraen a la imagen de
Jesús en Getsemaní aceptando la copa de amargura:

“Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo
la beba, hágase tu voluntad” (Mateo 26: 42)

Vemos como Jesús también comió las hierbas amargas, al experimentar en su cuerpo los sufrimientos
tanto físicos como emocionales.

Las hierbas amargas hablan del precio que Cristo pagó por nuestros pecados. Para Jesús, tener que morir
en una cruz, fue una experiencia amarga a causa de tener que pagar por nuestros pecados, habiendo
llevado él una vida sin pecado.

d) El cordero tenía que comerse asado al fuego.

(Éxodo 12: 9) “9 Ninguna cosa comeréis de él cruda, ni cocida en agua, sino asada al fuego; su cabeza
con sus pies y sus entrañas”
La primera acepción era la sanitaria. No se debía comer nada crudo por razones obvias. En cambio, los
pueblos de alrededor, paganos, en sus fiestas sagradas a menudo comían la carne cruda.

La segunda acepción es espiritual. El fuego habla de juicio y purificación. Nuestra fe es sometida a


prueba por el fuego para ser acrisolada y purificada para que salga como oro puro, (Zacarías13:9;
Santiago 1:12; 1ª Pedro 1:7; Ap.3:18)

El fuego aquí representa también la ira santa de Dios ejercitada en el juicio. Cuando Cristo estaba en la
cruz, el fuego santo de Dios cayó sobre él. Salmos 22: 14, 15 dice: “Mi corazón fue como cera,
derritiéndose en medio de mis entrañas. Como un tiesto se secó mi vigor, y mi lengua se pegó a mi
paladar”.

Dios vino en carne (Cristo), y pagó por nuestros pecados; la ira santa de Dios cayó en él mismo. Sólo así
se pudo redimir al hombre, haciéndose Dios hombre, y recibiendo el castigo destinado al hombre.

Comer el cordero crudo, implica un simple aceptar a Cristo sin Su sacrificio; un sólo considerar a Cristo
como un simple modelo o ejemplo que se puede imitar en su vivir humano, sin la cruz. Así son los
cristianos nominales, los no renacidos.

e) No se debía cocer en agua. “…


ni cocida en agua…”
Los hijos de Israel no debían comer el cordero hervido en agua (12:9). Comer a Cristo “hervido en agua”
significa considerar su muerte en la cruz no con miras a la redención, sino como sólo martirio.

Los que no creen que Cristo murió como Redentor, sólo le ven como un perseguido que murió como
mártir, sacrificándose por Sus enseñanzas. Aplicar la muerte de Cristo de esta manera equivale a comer el
cordero hervido en agua. Ser hervido en agua significa pasar por sufrimientos, pero no por el sufrimiento
del fuego santo. Este tipo de sufrimiento es simplemente la persecución, y no es redentivo.

El evangelio no debe ser nunca aguado.

f) La cabeza, las piernas y otras partes del cordero debía de comerse.

Aquellos que creen en Jesús deben de alimentarse en la mente de Jesús, tener su mente, Filipenses 2:5; 1ª
Corintios 2:16; Romanos 12: 2; Efesios 4:21-23; Hebreos 8:10. Las piernas hablan de nuestro caminar,
Colosenses 2:6.

¿Cómo deben andar los creyentes en Jesús? Debemos andar como Él anduvo. Véase: Romanos 6:4;
8:1,4; 2ª Corintios 5:7; Gálatas 5:16; Efesios 2:10; 5:2,8; Colosenses
1:10, 4:5; 1ª Tesalonicenses 4:1; 1ª Juan 1:7; 2ª Juan 6; 3ª Juan 4.

9. El cordero debía de comerse apresuradamente:

(Éxodo 12: 11) “Y lo comeréis así: ceñidos vuestros lomos, vuestro calzado en vuestros pies, y vuestro
bordón en vuestra mano; y lo comeréis apresuradamente; es la Pascua de Jehová”
Los israelitas debían apresurarse para salir de Egipto (el mundo) y dirigirse a la Tierra Prometida. Eso fue
de este modo, y fue enseñanza para así hacer en adelante. Salir apresuradamente de la condenación e ir a
la salvación. Correr hacia la vida que hay en el Mesías, como hizo Zaqueo (Lucas 19: 5, 6)

“Cuando Jesús llegó a aquel lugar, mirando hacia arriba, le vio, y le dijo: Zaqueo, date prisa,
desciende, porque hoy es necesario que pose yo en tu casa. Entonces él descendió aprisa, y le recibió
gozoso”

a) Debía de comerse ceñidos los lomos, Éxodo 12:11.

Ceñir quiere decir: Apretar, ajustar o rodear la cintura u otra parte del cuerpo con una prenda de vestir u
otra cosa. “Ceñirse los lomos” significaba recoger los extremos de las vestiduras en una faja para caminar
libremente y rápido.

Ceñir los lomos en la Biblia representa la actitud de estar listo, preparados para salir o actuar.

Por tanto, tener ceñidos nuestros lomos habla sobre el deseo ferviente de nuestro corazón de servir y
obedecer a Dios de forma voluntaria, diligente y cabal.

(1 Pedro 1: 13) “Por tanto, ceñid los lomos de vuestro entendimiento, sed sobrios, y esperad por completo
en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado”

(Efesios 6: 14) “Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de
justicia”

Nuestros lomos espirituales deben estar llenos y apretados con la verdad de la Palabra de Dios.

Las Escrituras que hablan sobre tener ceñidos nuestros lomos, incluyen: 1ª Reyes 18:46; 2ª Reyes
4:29; 9:1; Jeremías 1:17; Lucas 12:35; Efesios 6:14; 1ª Pedro 1:13.

b) El calzado en nuestros pies.

Éxodo 12:11 “…vuestro calzado en vuestros pies…”

El calzado en nuestros pies habla de nuestro caminar con Dios. Las Escrituras que hablan sobre llevar el
calzado en nuestros pies, incluyen: Isaías 52:7; Nahum 1:15; Romanos 10:15.

El apóstol Pablo nos hace un recordatorio de Éxodo 12: 11, cuando dice: “Estad, pues, firmes, ceñidos
vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia y calzados los pies con el apresto del
evangelio de la paz.” (Efesios 6: 14, 15)

c) El bordón debe ir en su mano.


Éxodo 12:11
El bastón se usa para caminar. Nos habla del carácter peregrino de Israel, que debía ponerse en
marcha, y dejando todo atrás, en Egipto, caminar hacia la tierra prometida.
La aplicación a la Iglesia es la misma. La Iglesia es extranjera y peregrina en este mundo (Fil. 3: 20, 21),
y la figura del bordón o bastón, da entender acerca del constante ir por este mundo como testigos de
Cristo, hasta llegar a la morada celestial, a la cual pertenecemos.

Las Escrituras que hablan sobre un bastón en nuestra mano, incluyen: Génesis 38:17o18; Éxodo14:16;
Jueces 6:21; 1ª Samuel 17:39, 40; 2ª Samuel 3:29; 2ª Reyes
4:29; 18:21; Salmo 23:4; Isaías 0:24; 14:5; Marcos 6:7, 8.

10. Por estatuto perpetuo:

(Éxodo 12: 14) “Y este día os será en memoria, y lo celebraréis como fiesta solemne para Jehová durante
vuestras generaciones; por estatuto perpetuo lo celebraréis”

Israel debía recordar ese día concreto, el de la salida de Egipto, y debían celebrarlo durante todas las
generaciones. Y así fue hasta que Cristo, nuestra Pascua, entregó su vida. Con el nacimiento de la Iglesia,
el nuevo pueblo de Dios, Israel fue apartado, y lo será hasta que la Iglesia haya sido sacada de esta tierra,
e Israel entonces se vuelva al Mesías.

(Mateo 23: 38, 39) “He aquí vuestra casa os es dejada desierta. Porque os digo que desde ahora no me
veréis, hasta que digáis: Bendito el que viene en el nombre del Señor”.

Cumplimiento mesiánico: Cristo la cumplió en sí mismo, y Él vino a ser nuestra Pascua.

La Pascua se cumplió una vez y para siempre, con el sacrificio del Cordero de Dios.

(1 Corintios 5: 7) “porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros”

11. Ningún hueso del cordero pascual debía ser quebrado:

(Éxodo 12: 46) “Se comerá en una casa, y no llevarás de aquella carne fuera de ella, ni quebraréis
hueso suyo”

Cumplimiento mesiánico: Al Señor no le quebraron los huesos;

(Juan 19: 33, 36) “Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas…
Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo”

12. Había de darse una explicación de la celebración pascual:

(Éxodo 12:25-27) “Y cuando entréis en la tierra que Jehová os dará, como prometió, guardaréis este
rito. 26 Y cuando os dijeren vuestros hijos: ¿Qué es este rito vuestro?, 27 vosotros responderéis: Es la
víctima de la pascua de Jehová, el cual pasó por encima de las casas de los hijos de Israel en Egipto,
cuando hirió a los egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró”
Cumplimiento Mesiánico: Jesús explicó cada parte de la Pascua mientras que Él mismo la celebraba en
aquella Última Cena a sus apóstoles, su familia de la fe:

(Lucas 22: 14-22) “Cuando era la hora, se sentó a la mesa, y con él los apóstoles. 15 Y les dijo: ¡Cuánto
he deseado comer con vosotros esta pascua antes que padezca! 16 Porque os digo que no la comeré
más, hasta que se cumpla en el reino de Dios. 17 Y habiendo tomado la copa, dio gracias, y dijo: Tomad
esto, y repartidlo entre vosotros; 18 porque os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta que el
reino de Dios venga. 19 Y tomó el pan y dio gracias, y lo partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que
por vosotros es dado; haced esto en memoria de mí. 20 De igual manera, después que hubo cenado, tomó
la copa, diciendo: Esta copa es el nuevo pacto en mi sangre, que por vosotros se derrama. 21 Mas he
aquí, la mano del que me entrega está conmigo en la mesa. 22 A la verdad el Hijo del Hombre va, según
lo que está determinado; pero
¡ay de aquel hombre por quien es entregado!”

13. Los egipcios fueron despojados en la salida Egipto de Israel:

(Éxodo 12:31-36) “E hizo llamar a Moisés y a Aarón de noche, y les dijo: Salid de en medio de mi
pueblo vosotros y los hijos de Israel, e id, servid a Jehová, como habéis dicho. 32 Tomad también vuestras
ovejas y vuestras vacas, como habéis dicho, e idos; y bendecidme también a mí. 33 Y los egipcios
apremiaban al pueblo, dándose prisa a echarlos de la tierra; porque decían: Todos somos muertos. 34 Y
llevó el pueblo su masa antes que se leudase, sus masas envueltas en sus sábanas sobre sus hombros. 35 E
hicieron los hijos de Israel conforme al mandamiento de Moisés, pidiendo de los egipcios alhajas de
plata, y de oro, y vestidos. 36 Y Jehová dio gracia al pueblo delante de los egipcios, y les dieron cuanto
pedían; así despojaron a los egipcios”

Cumplimiento Mesiánico: Cristo despojó en la cruz, y por la cruz a los “principados y a las potestades”,
los poderes diabólicos, triunfando sobre ellos:

(Colosenses 2:15) “anulando el acta de los decretos que había contra nosotros, que nos era contraria,
quitándola de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los principados y a las potestades, los
exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz”.

(Hebreos 2: 14) “Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo
mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo”

(Apocalipsis 1: 18) “…mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la
muerte y del Hades”

14. La Pascua debía ser sacrificada donde Dios dispusiera, no en cualquier lugar:

(Deuteronomio 16: 5, 6) “No podrás sacrificar la pascua en cualquiera de las ciudades que Jehová tu
Dios te da; 6 sino en el lugar que Jehová tu Dios escogiere para que habite allí su nombre, sacrificarás la
pascua por la tarde a la puesta del sol, a la hora que saliste de Egipto”
A partir de ese momento, las instrucciones del Señor dadas a Moisés fueron estas. La Pascua ya no podía
ser sacrificada por toda la familia en su casa; a partir de ese momento en adelante, los sacrificios de la
Pascua debían ser hechos en el lugar central y concreto de adoración, que acabaría siendo el templo de
Jerusalén, el lugar donde habitaba Su nombre.

Cumplimiento Mesiánico: No obstante, Cristo, el Cordero de Dios, fue sacrificado fuera de las murallas
de Jerusalén;

(Juan 19: 17, 18a) “Y él, cargando su cruz, salió al lugar llamado de la Calavera, y en hebreo, Gólgota;
y allí le crucificaron…”

Esto indica el rechazo de los judíos a la verdadera Pascua, que es Cristo. El Cordero de Dios que quita los
pecados del mundo, fue despreciado y desechado por el pueblo al que se le otorgaba el don de la
salvación, Israel, el cual lo rechazó.

Por eso, Cristo fue sacrificado afuera, y no fue aprovechado por los suyos, cumpliéndose así las palabras
del evangelista: (Juan 1: 11) “A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron”

Cumplimiento en nosotros: Sin embargo, sí es aprovechado por los elegidos:

(Hebreos 13: 10-12) “Tenemos un altar, del cual no tienen derecho de comer los que sirven al
tabernáculo. Porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre a causa del pecado es introducida
en el santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento. Por lo cual también Jesús,
para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta”

En nuestro altar (Cristo), no pueden comer los que siguen el sistema levítico (o seguían), por tanto, la
Pascua que es Cristo es el inicio de un Nuevo Pacto (Ef. 2: 14)

El sacrificio que justifica y salva, el de Jesús, realizado con su propia sangre, fue hecho fuera del templo,
fuera de la ciudad.

Ese sacrificio final y definitivo, esa Pascua, ya no fue hecha en el contexto de las posibilidades humanas
(el templo hecho por manos humanas, He. 17: 24; el Viejo Pacto) sino por obra de Dios, ya que fue
el Hijo de Dios el que se entregó por todos nosotros.

Se nos invita a salir del viejo sistema de obras, para entrar en el nuevo, como está escrito:

(Hebreos 13: 13) “13 Salgamos, pues, a Él, fuera del campamento, llevando su vituperio;
14
porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir”

Esta es la Iglesia, la que está fuera de aquella Jerusalén. En sentido figurado, los creyentes deben unirse a
Él fuera del campamento del mundo, ya que nuestra ciudadanía es celestial, como está escrito:
(Filipenses 3: 20, 21) “Mas nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al
Salvador, al Señor Jesucristo; el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea
semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas
las cosas”

Por tanto, así como la Pascua en el contexto veterotestamentario debía celebrarse en el lugar designado
por Dios, el templo de Jerusalén, en el contexto del nuevo pacto, fue sacrificada fuera de Jerusalén, el
Gólgota.

A partir de la destrucción del templo (70 d.C.), los judíos ya no han tenido lugar a lo largo de todos estos
siglos para sacrificar su Pésaj, y no lo han hecho. Es y está siendo, el tiempo de la Iglesia.//

II. LA FIESTA DE LOS PANES SIN LEVADURA

(Lv. 23: 6-8) “Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová;
siete días comeréis panes sin levadura. El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de
siervos haréis. Y ofreceréis a Jehová siete días ofrenda encendida; el séptimo día será santa
convocación; ningún trabajo de siervo haréis”.

Los Panes sin levadura o Jag Ha-Matsot. En el calendario judío, mes de Nisán, días del 15 al 21; siete
días.

Calendario Occidental: marzo-abril.

Una explicación más detallada de la Fiesta de los panes sin levadura, la encontramos a renglón seguido de
las instrucciones sobre la Pascua, en Éxodo 12.

(Éxodo 12: 15-20) “15 Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya
levadura en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo,
será cortado de Israel. 16 El primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis
una santa convocación; ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que preparéis lo que cada cual
haya de comer. 17 Y guardaréis la fiesta de los panes sin levadura, porque en este mismo día saqué
vuestras huestes de la tierra de Egipto; por tanto, guardaréis este mandamiento en vuestras generaciones
por costumbre perpetua. 18 En el mes primero comeréis los panes sin levadura, desde el día catorce del
mes por la tarde hasta el veintiuno del mes por la tarde. 19 Por siete días no se hallará levadura en
vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado, así extranjero como natural del país, será
cortado de la congregación de Israel. 20 Ninguna cosa leudada comeréis; en todas vuestras habitaciones
comeréis panes sin levadura”.

El día de comienzo de la celebración, era el 15 del mes de Nisán, es decir, el día después de la Pascua,
que vimos era el 14 de Nisán (Lv. 23: 5), e iba a prolongarse siete días.

Originalmente, esta fiesta relacionada con la Pascua, conmemoraba la apresurada partida de Israel de
Egipto (Ex.12: 15-20; 13: 3-10; Nm. 28: 17-25; Dt. 16: 3-8)
(Éxodo 12: 15) “Siete días comeréis panes sin levadura; y así el primer día haréis que no haya levadura
en vuestras casas; porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será
cortado de Israel”

El número “siete” indica perfección y cumplimiento. La fiesta duraba justamente siete días, lo que quería
resaltar que la vida del creyente debe ser una vida de panes sin levadura. “Siete días” significa una vida
entera.

“…y así el primer día haréis que no haya levadura en vuestras casas…”: Desde el primer día de la vida
del creyente, como creyente, no puede haber en su entorno ningún tipo de levadura espiritual, que pueda
alterar y denigrar su fe y obra.

“…porque cualquiera que comiere leudado desde el primer día hasta el séptimo, será cortado de Israel”

Comer leudado, es alimentarse de la iniquidad, y por tanto, es sinónimo de llevar una vida de pecado.
Cualquiera que se llame creyente, pero no viva de ese modo, es un apóstata.

El primer y el postrer día

(V. 16) “El primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una santa
convocación; ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que preparéis lo que cada cual haya de
comer”

El primer día de la vida del creyente, es decir, el día en que nace de Dios, es día de santa convocación; es,
o fue, el día que Dios fijó para que esa persona que antes no le conocía, naciera de nuevo para conocerle,
y seguir a lo largo de su vida sin leudo alguno, hasta el séptimo día, el día de su partida a la eternidad.
Este último día también es de santa convocación para el santo. Es el día escogido y fijado por Dios.

El no hacer ninguna obra en esos dos días, es obvio. Ninguna obra hicimos para venir al conocimiento de
Dios, y ninguna obra haremos para ir a Su presencia para siempre.

Pormenorizando

Como sabemos, el pan simboliza la Palabra de Dios y a su vez la levadura representa el pecado y la
maldad oculta en el corazón y su consiguiente obra, por tanto, ese pan sin levadura, nos expresa la
bendición de disfrutar plenamente de la comunión con Cristo, en santidad junto a nuestro Salvador.

De la misma manera en que la levadura corrompe el interior del pan y acelera su descomposición, el
pecado o maldad -cuyo símbolo es precisamente la levadura- corrompe el interior del hombre.

(1 Co. 5: 6) “No es buena vuestra jactancia. ¿No sabéis que un poco de levadura leuda toda la masa?”
A esta fiesta también nuestro Señor le dio cumplimiento pues tanto su testimonio como sus obras y
enseñanzas fueron puras y carentes de maldad oculta, ejemplo que igualmente nosotros su pueblo
debemos cumplir.

El cumplimiento espiritual de la Fiesta de los panes sin levadura lo encontramos por toda la Palabra.
Vamos a ver sólo unos cuantos de esos pasajes. Veamos el cumplimiento en Cristo, primeramente:

Cumplimiento Mesiánico:

(Mateo 26: 26) “Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y
dijo: Tomad, comed; esto es mi cuerpo”.

El Señor es el pan sin levadura que cayó del cielo, pero a diferencia del que comieron nuestros padres en
el desierto (el maná), este pan nos da vida eterna.

(Juan 6: 31-33) “Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les
dio a comer. 32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi
Padre os da el verdadero pan del cielo. 33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da
vida al mundo”

(Juan 6:35) “Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en
mí cree, no tendrá sed jamás”

El trigo y la cebada, con los que se hace el pan, brotan de la tierra igual que el hombre (Marcos 4:13-20;
Juan 12:24) que fue hecho de ésta (Génesis 2:7); sin embargo, el pan sin levadura, con el cual Jesucristo
se compara a Sí mismo, representa al postrer Adán, el Cristo, sin pecado.

(1 Co.15: 45) “Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el
postrer Adán, espíritu vivificante”

Bethlehem

Curiosamente, el Señor nació en Belén, cuyo significado proviene del término hebreo
Bethlehem o Casa del Pan. Es decir, Lugar donde nace el Pan. Esto fue profético.

(Juan 7:42) “¿No dice la Escritura que del linaje de David, y de la aldea de Belén (Bethlehem), de donde
era David, ha de venir el Cristo?”

En cuanto a los creyentes:

En los tiempos del Israel del A.T. después de sacrificar el cordero, y comerlo, la congregación debía
abstenerse por siete días de comer pan con levadura o cualquier cosa leudada.

La aplicación a nosotros es esta:


Después de la muerte del Señor Jesucristo, el Cordero de Dios, la congregación en torno a Él, la Iglesia,
participa ETERNA Y ESPIRITUALMENTE (que es el significado de los siete días) de los panes sin
levadura, tal como Pablo nos lo muestra;

(1 Co. 5: 7, 8) “Limpiaos, pues, de la vieja levadura, para que seáis nueva masa, sin levadura como sois;
porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada por nosotros. Así que celebremos la fiesta, no
con la vieja levadura, ni con la levadura de malicia y de maldad, sino con panes sin levadura, de
sinceridad y de verdad”

Si los israelitas debían celebrar durante sólo siete días la fiesta de los panes sin levadura, nosotros en
Cristo, nuestra Pascua, celebramos esa fiesta todos y cada uno de los días de nuestra vida, hasta que
partamos de este mundo.

Nuestros panes sin levadura están hechos de sinceridad y de verdad, es decir, de una vida sin práctica de
pecado.

Escribe John MacArthur: “A diferencia de la Pascua del AT que se celebraba cada año, los creyentes
celebran todo el tiempo “la fiesta” de la nueva Pascua que es Cristo mismo. Como los judíos que
celebraban la Pascua usaban pan sin levadura, los creyentes también celebran su Pascua continua a
través de una vida libre de pecado”

Es por Cristo, nuestra Pascua que podemos vivir vidas conforme al pan sin levadura, la fiesta
subsiguiente a la Pascua.

Los verdaderos creyentes, viven vidas sin doblez, sin malicia, sin la levadura pecaminosa que siempre se
encuentra en un corazón no regenerado.//

III. LA FIESTA DE LAS PRIMICIAS

(Lv. 23: 9-14) “9 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: Cuando hayáis
entrado en la tierra que yo os doy, y seguéis su mies, traeréis al sacerdote una gavilla por primicia de los
primeros frutos de vuestra siega. 11 Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis
aceptos; el día siguiente del día de reposo la mecerá. 12 Y el día que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un
cordero de un año, sin defecto, en holocausto a Jehová. 13 Su ofrenda será dos décimas de efa de flor de
harina amasada con aceite, ofrenda encendida a Jehová en olor gratísimo; y su libación será de vino, la
cuarta parte de un hin. 14 No comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día,
hasta que hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios; estatuto perpetuo es por vuestras edades en
dondequiera que habitéis”

(Números 28: 26) “Además, el día de las primicias, cuando presentéis ofrenda nueva a Jehová en
vuestras semanas, tendréis santa convocación; ninguna obra de siervos haréis”.

La Fiesta de las Primicias o Primeros frutos o Bikurim. En el calendario judío, mes de Nisán día 16.
Calendario Occidental: marzo-abril.

Recordatorio:
Fiesta de: Mes en el cal. judío: Día: Mes :

Pascua Nisán 14 marzo-abril

Panes sin levadura Nisán 15-21 marzo-abril

Primicias Nisán 16 marzo-abril

Las Primicias simbolizaban la consagración de toda la cosecha a Dios, y era un aval o garantía de toda la
siega que vendría:

(Romanos 11: 16) “Si las primicias son santas, también lo es la masa restante; y si la raíz es santa,
también lo son las ramas”

Era la fiesta de los primeros frutos de la siega. Esta fiesta dedicaba la porción inicial de la siega de la
cebada en el mes de Nisán (Marzo/Abril), y se celebraba el día después del día de reposo de la semana de
los panes sin levadura (por tanto, en domingo)

En este día - posterior a la Fiesta de panes sin levadura - se cortaba una gavilla o manojo de cebada
previamente seleccionada y se llevaba como primicia de los primeros frutos de la siega, al Templo, donde
se presentaba ante el Dios de Israel.

El manojo había sido minuciosamente examinado y seleccionado pues por ser para el Dios Altísimo,
debía ser el más perfecto y el más alto posible. El sacerdote mecía esa gavilla delante de Dios, el día
siguiente del día de reposo, que corresponde al primer día de la semana, es decir, el Domingo, y era
acompañada de la ofrenda de un cordero de un año que era sacrificado en ofrenda y libación.

Un sacrificio debía de ir por delante

(Lv. 23: 12) “12 Y el día que ofrezcáis la gavilla, ofreceréis un cordero de un año, sin defecto, en
holocausto a Jehová”:

Toda bendición de Dios a su pueblo, como era la que se esperaba respecto a la cosecha, debía ir precedida
de un sacrificio.

Nuestro sacrificio es Cristo. Sólo por Él tenemos acceso al Padre.

La enseñanza de andar en sujeción a Dios

(Lv. 23: 14) “No comeréis pan, ni grano tostado, ni espiga fresca, hasta este mismo día, hasta que
hayáis ofrecido la ofrenda de vuestro Dios…”:
Antes de celebrar la fiesta, y consagrar la cosecha a Dios, los israelitas no debían comer nada del
producto de la siega de ese año. Esto indica la importancia de no adelantarse a la bendición de Dios, sino
a andar en sujeción a Él en todos los aspectos.

El anuncio del descanso de los creyentes

(Números 28: 26) “Además, el día de las primicias, cuando presentéis ofrenda nueva a Jehová en
vuestras semanas, tendréis santa convocación; ninguna obra de siervos haréis”:

El no hacer obra de siervos da a entender que la fiesta simboliza la liberación de las cargas que entraña
vivir en este mundo, así como la constante lucha contra el pecado. Es un momento de libertad
manifestado en la fiesta, que tuvo su parangón en las palabras del Señor:

(Mateo 11: 27-29) “Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el
Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar. Venid a mí
todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y
aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas”

En Cristo, los creyentes vivimos en un constante descanso para nuestras almas, en nuestra fiesta de las
primicias constante, por la gracia de Dios, por la fe:

(Hebreos 4: 3) “Pero los que hemos creído entramos en el reposo…”

De esta manera se cumple en cierto modo la fiesta de las primicias en nosotros, los creyentes; entrando en
el reposo del Señor, que es el resultado de que a pesar de las aflicciones propias de la vida, podemos
andar en victoria: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en
toda oración y ruego, con acción de gracias” (Fil. 4: 6)

Hebreos 4: 10 “Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras…”

El afán es lo contrario al reposo.

Cumplimiento Mesiánico: El Tercer Día, el día de la Resurrección de Cristo:

(Lv. 23: 11) “Y el sacerdote mecerá la gavilla delante de Jehová, para que seáis aceptos; el día
siguiente del día de reposo la mecerá.”

El día de reposo al que se refiere el pasaje es la Fiesta de los Panes sin levadura, por lo que el día
siguiente que es la Fiesta de las Primicias es el primer día de la semana.

Ahora examinemos este otro pasaje:

(Mateo 28: 1) “Pasado el día de reposo, al amanecer del primer día de la semana, vinieron María
Magdalena y la otra María, a ver el sepulcro”
¡El primer día de la semana del que hablan los evangelios era la Fiesta de las Primicias! El Domingo.

(1 Corintios 15: 20) “Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es
hecho”.

Aquí se nos presenta una hermosa figura de la resurrección del Señor Jesucristo, la cual ocurrió el primer
día de la semana, el domingo. El cumplimiento mesiánico de la fiesta es sin lugar a dudas la Resurrección
de Cristo.

Cristo fue resucitó de los muertos, y fue la primicia, el primero. La Fiesta de las Primicias es la Fiesta del
Primer Resucitado.

En cuanto al que fue el tercer día, recordemos:

Día 14 de Nisán: Pascua.

Día 15 de Nisán: Panes sin levadura.

Día 16 de Nisán: Primeros frutos. (Tercer día)

La Fiesta de los primeros frutos ocurría al tercer día de la Pascua. Por lo tanto, acorde al mensaje
profético la Fiesta de las Primicias fue el día señalado para la resurrección de nuestro Señor Jesucristo.

“…diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que
sea crucificado, y resucite AL TERCER DÍA” (Lucas 24: 7)

“Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer
mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer
día” (Mateo 16: 21)

Simbólicamente el manojo mecido por el sacerdote, representa a nuestro Señor Jesucristo, el más
perfecto, y dada su estatura espiritual plena, nuestro modelo a seguir:

(Efesios 4:13) “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a
un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”

Cumplimiento espiritual de la Fiesta de las Primicias en nosotros:

(Romanos 6: 5) “Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así


también lo seremos en la de su resurrección”

(Romanos 4: 25) “el cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra
justificación”

La resurrección de Cristo, representada por la Fiesta de las Primicias, es la razón de ser de nuestra fe, y
de su resultado: la salvación. Sin la resurrección, no hay salvación.
Cristo fue el que primero resucitó de entre los muertos, las primicias de lo que luego ocurrirá a todos los
suyos que ya hayan partido con Él; también resucitarán de entre los muertos, para gloria eterna.

Por tanto, La Fiesta de las Primicias nos compete plenamente, porque en esa gavilla divina estamos
completamente representados.

Escribe Samuel Barruecos en su blog: “Por ser la fiesta que se celebraba al tercer día de la Pascua, la
Fiesta de las Primicias representa la resurrección del Señor, y también LA PROMESA DE HACERLO
ASÍ CON SUS SEGUIDORES. Esta fiesta nos dice que si bien tenemos que morir a este mundo, los que
sigamos a Jesucristo resucitaremos como lo hizo Él”

El grano de la gavilla mecida, representa el fruto para vida eterna, por previamente haber muerto la
semilla que dio lugar a la planta. Como lo expresó gráficamente el Señor:
“Jesús les respondió diciendo: Ha llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. De
cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere,
lleva mucho fruto” (Juan 12:23-24)
Jesús hablaba de la necesaria Pascua (la cruz), para anunciar el resultado final de la misma: la
resurrección.

(Romanos 6: 9) “sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no
se enseñorea más de él.

Así como Cristo que fue resucitado, ya no muere más, los que somos de Cristo, una vez resucitados o
transformados (1 Co. 15: 50-52), tampoco.//

IV. LA FIESTA DE PENTECOSTÉS

Pentecostés o Shavuot. En el calendario judío, mes de Siván, 50 días después de la cosecha.

Calendario Occidental: mayo-junio.

Cincuenta días después de la primera Pascua

(Deuteronomio 4: 12, 13) “Y habló Jehová con vosotros de en medio del fuego; oísteis la voz de sus
palabras, mas a excepción de oír la voz, ninguna figura visteis. Y él os anunció su pacto, el cual os
mandó poner por obra; los diez mandamientos, y los escribió en dos tablas de piedra”

Después de haber dejado Egipto en la noche de Pésaj (Pascua), los israelitas viajaron hacia el desierto del
Sinaí. Pentecostés o Shavuot conmemora el evento más importante en la historia judía: la entrega de la
Torá (la Ley) en el Monte Sinaí, cincuenta días después de la primera Pascua.
Esa fue la aplicación de la fiesta a Israel. El pueblo de Dios de entonces, recibió por mano de Moisés (tipo
de Cristo) de parte de Dios y de una manera absolutamente sobrenatural, los Diez Mandamientos.

Vemos que, en esa misma fiesta, Cristo dio a Su pueblo, la Iglesia, de una manera absolutamente
sobrenatural, Su mismo Espíritu, cumpliéndose así lo que estaba profetizado, que esas mismas tablas de
piedra –entregadas en el Sinaí– quedarían escritas en nuestros corazones mediante el Espíritu de Dios:

“Y les daré un corazón, y un espíritu nuevo pondré dentro de ellos; y quitaré el corazón de piedra de en
medio de su carne, y les daré un corazón de carne” Ezequiel 11:19

Así como las tablas de la Ley fueron entregadas cincuenta días después de la salida de Israel de Egipto, el
Espíritu Santo se comenzó a derramar sobre los seguidores del Señor Jesucristo como señal del inicio del
cumplimiento de la Promesa de un Nuevo Pacto. (Efesios 2:11-13 / Efesios 3:4-6 / Gálatas 6:16 /
Colosenses 1:25-27 / Romanos 16:25 /
Mateo 1:21 / Lucas 1:31-33 / Lucas 2:11 / Lucas 2:21).

De hecho, el Nuevo Pacto, o Nuevo Testamento, empezó aquel día de Pentecostés de Hechos 2, con el
nacimiento de la Iglesia, declarado por el mismo Señor en Mateo 16: 18;

“Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta Roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades
no prevalecerán contra ella”

Las tres fiestas de reunión

(Éxodo 34: 22, 23) “Tres veces en el año se presentará todo varón tuyo delante de Jehová el Señor, Dios
de Israel. También celebrarás la fiesta de las semanas, la de las primicias de la siega del trigo, y la fiesta
de la cosecha a la salida del año”:

La fiesta de Pentecostés era una de las tres fiestas anuales para las cuales la nación se reunía en
Jerusalén, de manera obligatoria, a saber:

1. La Fiesta de los Panes sin Levadura.


2. La Fiesta de las Semanas o Pentecostés.
3. La Fiesta de Tabernáculos o Sukot.

Lo vemos con más detalle:

(Éxodo 23: 14-17) “Tres veces en el año me celebraréis fiesta. 15 La fiesta de los panes sin levadura
guardarás. Siete días comerás los panes sin levadura, como yo te mandé, en el tiempo del mes de Abib,
porque en él saliste de Egipto; y ninguno se presentará delante de mí con las manos vacías. 16 También la
fiesta de la siega, los primeros frutos de tus labores, que hubieres sembrado en el campo, y la fiesta de la
cosecha a la salida del año, cuando hayas recogido los frutos de tus labores del campo. 17 Tres veces en
el año se presentará todo varón delante de Jehová el Señor”
La exigencia de que todo varón debía comparecer a las tres fiestas especificadas en un santuario central
(el templo), tenía un efecto unificador en lo social y espiritual en la nación de Israel.

Las tres fiestas eran ocasiones de gozo, y eran una conmemoración del éxodo: (la fiesta de los panes sin
levadura). Una expresión de gratitud a Dios por todo el trigo que había proveído: (la fiesta de
Pentecostés); y una acción de gracias por la cosecha final: (la fiesta de Tabernáculos)

De estas tres fiestas de reunión congregacional, vimos la primera, la de los Panes sin levadura, ahora
veremos la segunda, Pentecostés.

En hebreo Shavuot, es decir, “las semanas”. La Fiesta de las Semanas o Shavuot. La Fiesta de las siete
semanas, es decir, de los cincuenta días, ya que siete semanas son 49 días, y el día de la fiesta es el que
hace 50; por eso se llama, proveniente del griego, “Pentecostés”, que significa “quincuagésimo” (que
hace el número 50).

Se llama así, la Fiesta de las Siete Semanas, porque se celebraba cincuenta días después de la Fiesta de
los Primeros Frutos (la cebada): “Y contaréis desde el día que sigue al día de reposo, desde el día en
que ofrecisteis la gavilla de la ofrenda mecida; siete semanas cumplidas serán. Hasta el día siguiente del
séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces ofreceréis el nuevo grano a Jehová.” (Lv. 23:
15, 16)

También se la conocía por la fiesta de las primicias de la siega del trigo.

Mientras que la Fiesta de las primicias giraba en torno a la cebada, la Fiesta de Pentecostés tenía que ver
con la siega del trigo.

Tal como en la Fiesta de Primicias, en la que se llevaban manojos de cebada como primicias al Templo,
siete semanas o cincuenta días después se ofrendaban gavillas perfectas del trigo recién segado. Esto era
así porque la cebada maduraba antes que el trigo (Éxodo 9:31-32)

Ahora sí, los panes con levadura

Leamos la orden divina acerca de esta fiesta dada por Dios por medio de Moisés:

(Levítico 23:17) “De vuestras habitaciones traeréis dos panes para ofrenda mecida, que serán de dos
décimas de efa de flor de harina, cocidos con levadura, como primicias para Jehová”

Las tres primeras fiestas, a saber, Pascua, Panes sin levadura y Primeros Frutos, el protagonista sin
paliativos es el Señor Jesús, ya que siendo Él el Cordero pascual divino que quita los pecados del mundo,
y el pan, que representaba su cuerpo, sin levadura, es decir, sin pecado, y que resucitó en esa tercera
fiesta, cumple a la perfección el sentido espiritual de dichas conmemoraciones.

En cambio, la cuarta fiesta, la de Pentecostés, va mayormente dirigida a la exposición espiritual de su


pueblo, de la Iglesia en concreto. Veamos.
A diferencia de los días de la Pascua-Panes sin levadura-Primicias (Levítico 23:9-14), durante los cuales
ritualmente se comía panes SIN LEVADURA (Levítico 23:6), para Pentecostés se hacía lo propio con
panes de trigo CON LEVADURA (Levítico 23:20). El entendimiento espiritual de este mandato lo
encontramos en el siguiente pasaje:

“Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a Él mentiroso, y su palabra no está en nosotros” (1
Juan 1:10)
Entendamos mejor esto:
“Y mientras comían, tomó Jesús el pan, y bendijo, y lo partió, y dio a sus discípulos, y dijo: Tomad,
comed; esto es mi cuerpo” (Mateo 26: 26) Nótese, pan de cebada.

Mientras que el pan de cebada SIN levadura simbolizaba el cuerpo sin pecado de nuestro Señor
Jesucristo (Mateo 26:26), los panes CON levadura nos representan a nosotros, que aunque interiormente
hemos sido santificados por el Espíritu de nuestro Señor Jesucristo (Gálatas 4:6), aún habitamos en un
cuerpo que necesita ser reemplazado por otro puro y sin rastro alguno de corrupción (1 Corintios 15:42).
Y esa es la Iglesia, compuesta por seres humanos, por tanto, caídos, justificados por la fe en el Señor
Jesús (Ro. 5: 1)

Dos panes

(Levítico 23:17) “De vuestras habitaciones traeréis dos panes…”:

Eran dos panes porque el número dos significa el compañerismo y la fraternidad, es decir, la
congregación en torno al Señor. Por ello era que Jesucristo enviaba a los discípulos de dos en dos (Lucas
10: 1)

Cincuenta días

(Levítico 23:16) “Hasta el día siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces
ofreceréis el nuevo grano al Señor”.

Recordemos que el término griego pentecostés significa quincuagésimo. En los tiempos de los apóstoles a
esta fiesta se le conocía así, ya que a partir de que se ofrecían las primicias de la cebada en el Templo, se
contaban cincuenta días para ofrecer las primicias del trigo. El trigo representa a la Iglesia.

Antes de ir a la cruz, el Señor anticipó lo siguiente: “Pero yo os digo la verdad: Os conviene que yo me
vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviaré” (Juan
16: 7)

La promesa de la venida del Espíritu Suyo para morar en los cuerpos de los creyentes, se cumplió en la
fiesta de Pentecostés.

Después de resucitar, cuarenta días más tarde, el Señor fue ascendido a los cielos, y diez días más tarde, el
Espíritu Santo fue derramado sobre los discípulos, y así nació la Iglesia:
(Hechos 2: 1-4) “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2 Y de repente vino
del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban
sentados; 3 y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos.
4
Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les
daba que hablasen”

Si nos damos cuenta, las fiestas tienen un cumplimiento correlativo:

• La Pascua (muerte vicaria de Cristo)

• Los Panes sin Levadura (el cuerpo sin pecado de Cristo)

• Primeros Frutos (Su resurrección)

• Pentecostés (el nacimiento de la Iglesia, como cuerpo místico de Cristo) (El Espíritu de
Cristo, en la Iglesia)

Veremos que esa misma correlación tendrán el resto de las fiestas.//

V. LA FIESTA DE LAS TROMPETAS

Fiesta de las Trompetas, o Yom Teruah, o Rosh Ha Shanah

(Levítico 23: 23-25) “Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel y diles: En el mes
séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo, una conmemoración al son de trompetas, y una
santa convocación. Ningún trabajo de siervos haréis; y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová”.

En el calendario judío, mes de Tishri 1, 2. Calendario Occidental: Sept. Octubre

La fiesta de las Trompetas, es la primera de las tres últimas fiestas, las concernientes a la última
cosecha (septiempre/octubre)

“…En el mes séptimo, al primero del mes tendréis día de reposo…”: La fiesta de las Trompetas
consagraba el séptimo mes, como mes sabático.

La fiesta de las Trompetas, o ROSH HA SHANAH, Rosh en hebreo significa “jefe o cabeza” y shanah
significa “año.” Rosh Ha Shanah es el principio del año en el calendario civil.

Rosh Ha Shana se observa por dos días. Cae en el primer y segundo días del mes hebreo de Tishri
(generalmente en septiembre u octubre), que es el primer mes del calendario civil bíblico. El mes de
Tishri es el séptimo mes en el calendario bíblico religioso.

Rosh Ha Shanah, la fiesta de los días:

Rosh Ha Shanah es la única fiesta que se celebra por dos días en Israel. Como en todas las demás
festividades, siempre existía la incertidumbre en un calendario que dependía
de cuando era promulgada la luna nueva, designando la corte rabínica de Jerusalén en tiempos antiguos,
el comienzo de cada nuevo mes.

El problema de Rosh Ha Shanah se acentúa por el hecho de que cae en Luna Nueva (la luna no se ve), por
lo tanto, incluso en Jerusalén, habría sido difícil que todo el mundo supiese a tiempo de que había
comenzado el Nuevo Año. Para solventar este problema, en Israel se practicaba un Rosh Ha Shana de dos
días.

Al crear un Rosh Ha Shana de dos días se tenía también la intención de reforzar la observancia de cada
día; desde el punto de vista rabínico, los dos días se consideran como un Yoma arijtá, es decir, un día
largo.

Trompetas

Las Escrituras hablan muy poco acerca de esta fiesta. Es una fiesta que en sí misma mantiene cierto
misterio.

El aspecto más notable de esta fiesta es que, precisamente este día es apartado como un día para el son
de las trompetas:

“…una conmemoración al son de trompetas…” (Lv. 23: 24)

(Nm. 29: 1) “En el séptimo mes, el primero del mes, tendréis santa convocación; ninguna obra
de siervos haréis; os será día de sonar las trompetas”

El sonar de las trompetas es utilizado a lo largo de las Escrituras para convocar al pueblo de Dios.
Varios tipos de trompetas se utilizaban para llamar la atención de Israel, para reunirlos o invitarlos juntos,
para advertirles o anunciarles algo, o para llamarlos a la batalla.

El son de las trompetas durante la Fiesta de las Trompetas, fue entendida en la historia judía como un
llamado a volverse, a prepararse para el arrepentimiento, para prepararlos para el “Día” que había de
venir, es decir, para el Día de la Expiación (Yom Kipur), que sucede 10 días después, al que usualmente
se hace referencia simplemente como “El Día”.

Nada más sucedía en este día en particular, pero la idea era que no se podía realmente esperar beneficiarse
de experimentar la grandeza del Día venidero, si ellos primeramente no prestaban atención al
llamamiento de la trompeta y humillaban su corazón ante el Señor.

(Salmo 81: 3) “Tocad la trompeta en la nueva luna, en el día señalado, en el día de nuestra fiesta
solemne”

En Israel, en cada novilunio (luna nueva), se tocaba el shofar, pero en el novilunio séptimo del año, había
de hacerse con solemnidad extraordinaria, porque comenzaba a tocarse a la salida del sol y continuaba
hasta la puesta del sol. Esta era la Fiesta de las Trompetas.
Se dice que era una conmemoración porque este toque de trompeta era totalmente distinto de los toques
gozosos de otras fiestas y novilunios. Era una llamada al arrepentimiento y por ello un recuerdo del toque
de la trompeta cuando la ley fue promulgada en el monte Sinaí, acontecimiento que nunca debía ser
olvidado.

El cumplimiento profético de la Fiesta de las Trompetas:

Todavía no se ha realizado el cumplimiento profético de esta fiesta, a diferencia de las otras cuatro fiestas
previas, que sí han tenido su cumplimiento, las tres primeras directamente en Cristo (1. Pascua, 2. Panes
sin levadura – la perfección de Cristo – 3. Primicias - la resurrección de Cristo). Y la cuarta, Pentecostés
– el nacimiento de la Iglesia, por el Espíritu de Cristo.

Las fiestas previas tienen que ver con lo que Dios hace en lo personal con la gente que él llama y
escoge. Ciertamente, por Cristo nació la Iglesia, el cuerpo de Cristo, formada por sus miembros.

No obstante, después de 2.000 años de existencia física de la Iglesia en este mundo, nos hemos de
preguntar cuál será el siguiente acontecimiento.

El Arrebatamiento

El siguiente acontecimiento es el Arrebatamiento de la Iglesia, es decir, la resurrección de los muertos en


Cristo, y la transformación de los vivos en Cristo, para ir a encontrar al Señor en el aire (1 Ts. 4: 17)

Así como Pentecostés fue la fiesta designada por Dios para la creación de la Iglesia, es de esperar que la
siguiente fiesta, en este caso, las Trompetas, sea la designada para su arrebatamiento.

La Fiesta de las Trompetas sugiere ser la cita ideal para dicho acto, ya que sería la convocatoria del
pueblo de Dios actual por medio del toque de trompetas.

(1 Tesalonicenses 4: 14-17) “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con
Jesús a los que durmieron en él. 15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que
vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. 16
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del
cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. 17 Luego nosotros los que vivimos, los que
hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el
aire, y así estaremos siempre con el Señor”

Esta vez, la trompeta se tocará desde arriba, desde el cielo.

Si el evento que deberá producirse a continuación, es el Arrebatamiento de la Iglesia, y la siguiente fiesta


que ha de cumplirse, es la de las Trompetas, pues sólo debemos atar cabos.

Además, sabemos que para que Dios proceda a obrar con Israel para llevarle al reino milenial, la Iglesia
debe salir de este mundo.
Todas las fiestas hasta esta, han seguido un orden de cumplimiento absolutamente riguroso, no
deberíamos esperar nada diferente de aquí en adelante.

Trompetas

(1 Corintios 15: 50-52) “Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino
de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción. 51 He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos;
pero todos seremos transformados, 52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final
trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros
seremos transformados”.

“…en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta,
y…”: El apóstol Pablo nos habla del arrebatamiento aquí, haciendo una mención muy específica de las
trompetas, y otras cosas.

Pablo se estaba dirigiendo a aquellos judíos que vivían en Corinto, y que habían hecho profesión de fe en
Jesucristo y que eran parte de la iglesia de la ciudad, ¿Por qué decimos eso?, porque por la manera como
Pablo escribe, se ve que ellos entendían perfectamente lo que el apóstol les estaba diciendo, sin ningún
esfuerzo.

Ellos entendían lo del “abrir y cerrar de ojos” y que ahora veremos; lo de las trompetas, y lo del toque
final de la trompeta. Pablo parece estar hablándoles de la Fiesta de Rosh Ha Shanah, sin más.

“…52 en un momento, en un abrir y cerrar de ojos …”:

El crepúsculo, es llamado por los judíos un “abrir y cerrar de ojos”, puede ser en la tarde o en la
mañana, por lo tanto, la Escritura ya nos dice que será un acto inmediato, y que será presumiblemente en
el crepúsculo, cuando la luz del sol es tenue. Todo ello podría implicar que el Arrebatamiento no va a ser
tan extremadamente rápido como siempre habíamos pensado.

Sabemos por la Escritura que el arrebatamiento va a ser “en un momento”, lo que realmente significa que
va a ocurrir sin dilación, pero también que va a ocurrir en el crepúsculo, así que lo que Pablo escribió
aquí, parece decirnos todo: que ese día va a ocurrir en la final trompeta, cuando esa trompeta suene al
final de Rosh Ha Shana y que eso va a ocurrir al final del periodo de esos dos días, al final en la tarde
antes de que comience el siguiente día.

Los toques de trompeta

No se tocaba el shofar de cualquier manera, sino que había una manera de hacerlo. Fijémonos en los
sonidos de trompeta que los judíos hacían en esta fiesta de las Trompetas.

Los judíos tocan el shofar cien veces, hacen cien toques con esa trompeta o shofar, y tocan tres diferentes
sonidos o toques de trompeta, y cada uno de esos sonidos lo hacen 33 veces una, y otra, y otra vez
durante estos dos días, y al final hacen un toque, el que
se llama “Tekiah Gadolah”, ese es el toque número cien del shofar en ese día de Rosh Ha Shana.

Ese es el toque final, y la persona que lo va a hacer toma todo el aire que puede y hace el toque lo más
largo que puede, y cada vez más fuerte, y esto es conocido por los judíos como la final trompeta. Esto
es lo que ocurre en la Fiesta de las Trompetas, así concluye la Fiesta de las Trompetas.

El primer toque que se llama el “Tekiáh”, es el que se da al despertar, es un toque de tres notas
sostenidas.

El segundo es llamado el “Shevarim” son tres notas de un segundo que se elevan en tono
“shevarim”.

El siguiente es llamado el “Teruah” ese es cuando cae la noche son tres notas cortadas 1, 2, 3, 4, 5, 6,
7, 8, 9.

Los judíos hacen todos estos toques de trompeta 33 veces cada uno durante el periodo de estos dos días
de fiesta o “moeb” (cita con Dios) de esta fiesta de las trompetas, llamada “el día largo” y justo al final,
en el crepúsculo, en lo que ellos llaman “en un abrir y cerrar de ojos” hacen este último toque que se
llama “tekiah ha`Gadolah” el sonido que se llama la final trompeta.

Podríamos concluir, por tanto, que el Arrebatamiento tendrá que ver con la Fiesta de las Trompetas del
año que toque. Sería el motivo de la existencia de esta fiesta, cuyo cumplimiento profético todavía no se
ha producido.

Sólo se sabrá fehacientemente cuando ocurra, como no puede ser de otro modo.//

VI. LA FIESTA (Día) DE LA EXPIACIÓN

Expiación o Yom Kipur.

(Levítico 23: 26-32) “También habló Jehová a Moisés, diciendo: A los diez días de este mes séptimo será
el día de expiación; tendréis santa convocación, y afligiréis vuestras almas, y ofreceréis ofrenda
encendida a Jehová. Ningún trabajo haréis en este día; porque es día de expiación, para reconciliaros
delante de Jehová vuestro Dios. Porque toda persona que no se afligiere en este mismo día, será cortada
de su pueblo. Y cualquiera persona que hiciere trabajo alguno en este día, yo destruiré a la tal persona
de entre su pueblo. Ningún trabajo haréis; estatuto perpetuo es por vuestras generaciones en
dondequiera que habitéis. Día de reposo será a vosotros, y afligiréis vuestras almas, comenzando a los
nueve días del mes en la tarde; de tarde a tarde guardaréis vuestro reposo”.

En el calendario judío, mes de Tishri, el día 10. Calendario Occidental: Sept. Octubre.

El día primero de Tishri, Fiesta de las Trompetas, y diez días más tarde, el Día de la Expiación o Yom
Kipur.
El día de la Expiación, también conocido como Yom Kipur, era el día santo más solemne de todas las
fiestas y festivales israelitas, que ocurrían una vez al año. Prefiguraba al definitivo sumo sacerdote y al
perfecto Cordero sacrificado: Cristo.

Cristo es el Sacrificio (el Crucificado), y el que sacrifica a la vez (el Sumo Sacerdote), para beneficio de
la descendencia de Abraham, los elegidos para justificación y salvación:

(Hebreos 2: 16, 17) “Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia
de Abraham. Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y
fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo”

Levítico 16:

Ese día, el sumo sacerdote tenía que llevar a cabo rituales para expiar los pecados del pueblo, empezando
por los suyos propios. En Levítico 16:1-34, se describe el ritual de la expiación, que comenzó con
Aaron, para luego pasar a realizarlos los futuros sumos sacerdotes de Israel, que entraban al lugar
santísimo en lo sucesivo.

Donde se nos da mayor aportación de datos y detalles, es en el libro de Levítico capítulo 16 – el Día de la
Expiación – (comparar con: Ex. 30: 10; Lv. 23: 26-32; Nm- 29: 7-11;
He. 9: 1-28).

Este sacrificio global y definitivo, tenía el designio de cubrir todo pecado que hubiera quedado sin cubrir
a lo largo del año:

(Lv. 16: 33) “Y hará la expiación por el santuario santo, y el tabernáculo de reunión; también hará
expiación por el altar, por los sacerdotes y por todo el pueblo de la congregación”

(Hebreos 9: 7) “…sólo el sumo sacerdote una vez al año, no sin sangre, la cual ofrece por sí mismo y
por los pecados de ignorancia del pueblo”

Los pecados que se perdonaban, eran aquellos que se cometían por ignorancia, pecados de yerro, es decir,
de error.

El cubrimiento de pecados (expiación), era para aquellos con una verdadera fe y arrepentimiento, no para
los que sólo lo hacían de manera tradicional o ritual, sin más. Este perdón no lo proporcionaba ningún
sacrificio de animales, sino de aquel sacrificio prefigurado en todos los sacrificios: el Señor Jesucristo y
su perfecto sacrificio en la cruz (He. 10: 1-10)

En ese Día, el más importante del calendario religioso judío, se realizaba el cubrimiento de los pecados de
la nación, tanto corporativa como individualmente. Veremos que esto tendrá un cumplimiento profético.

Sólo una vez al año


(Lv. 16: 2) “Y Jehová dijo a Moisés: Di a Aarón tu hermano, que no en todo tiempo entre en el santuario
detrás del velo, delante del propiciatorio que está sobre el arca, para que no muera; porque yo
apareceré en la nube sobre el propiciatorio”

Dios destacaba la solemnidad de la jornada diciéndole a Moisés que advirtiera a Aarón de no entrar en el
lugar santísimo cada vez que quisiera, sino solamente en este día especial una vez al año, para que no
muriera (v. 2). Esta era una ceremonia que no había que tomarse a la ligera, y el pueblo tenía que entender
que la expiación por el pecado debía hacerse a la manera de Dios, en este caso era de año en año.

La provisión para el sumo sacerdote y su familia:

(Lv. 16: 3) “Con esto entrará Aarón en el santuario: con un becerro para expiación, y un carnero para
holocausto”

El sumo sacerdote debía entrar una vez al año, el 10 de Tishri (Yom Kipur) en el santuario, con dos
animales para ser sacrificados; un becerro y un carnero. Esta era la provisión para él y su familia.

La vestimenta

(V. 4) “Se vestirá la túnica santa de lino, y sobre su cuerpo tendrá calzoncillos de lino, y se ceñirá el
cinto de lino, y con la mitra de lino se cubrirá. Son las santas vestiduras; con ellas se ha de vestir
después de lavar su cuerpo con agua”

Se tenía que vestir el sumo sacerdote de una manera limpia, y más humilde que lo habitual, ya que ese
ropaje estaba mandado para el día de la Expiación, y por tanto debía ayudar a presentarse el sumo
sacerdote de una manera humilde; como el humilde siervo de Dios, él mismo necesitado de expiación.

El becerro para Aarón y su familia

Antes de entrar en el tabernáculo, Aarón tenía que lavar su cuerpo y colocarse la ropa especial ya descrita
(v. 4), luego, sacrificar un becerro como ofrenda por el pecado para él y su familia (v. 6, 11). La sangre
del becerro había que esparcirla en el arca del pacto.

(Vv. 6, 11) “Y hará traer Aarón el becerro de la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y
por su casa… Y hará traer Aarón el becerro que era para expiación suya, y hará la reconciliación por
sí y por su casa, y degollará en expiación el becerro que es suyo”

Por los pecados de la congregación:

(Vv. 5, 7-10) “Y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos machos cabríos para expiación, y
un carnero para holocausto… 7 Después tomará los dos machos cabríos y los presentará delante de
Jehová, a la puerta del tabernáculo de reunión. 8 Y echará suertes Aarón sobre los dos machos cabríos;
una suerte por Jehová, y otra suerte por Azazel. 9 Y hará traer Aarón el macho cabrío sobre el cual
cayere la suerte
por Jehová, y lo ofrecerá en expiación. 10 Mas el macho cabrío sobre el cual cayere la suerte por Azazel,
lo presentará vivo delante de Jehová para hacer la reconciliación sobre él, para enviarlo a Azazel al
desierto”

(Vv. 20-22) “Cuando hubiere acabado de expiar el santuario y el tabernáculo de reunión y el altar, hará
traer el macho cabrío vivo; 21 y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y
confesará sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus pecados,
poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto por mano de un hombre
destinado para esto. 22 Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las iniquidades de ellos a tierra
inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto”

Esta ofrenda de las expiaciones por el pecado, prefiguraba el sacrificio vicario de Cristo con el resultado
de que eran quitados los pecados del pecador. El cumplimiento profético de Azazel se realizó en el
Cristo que clamó desde la cruz: “Dios mío Dios mío,
¿Por qué me has desamparado? (Mt. 27: 46)

Resumiendo: se inmolaba un animal para exhibir la muerte vicaria (la muerte de uno por los otros), y el
otro animal se enviaba al desierto para exhibir la remoción del pecado. Esto en cuanto a los dos machos
cabríos. Ambos hechos se cumplieron en la cruz.

(V. 5) “…y un carnero para holocausto…”: En cuanto al carnero de la congregación, se debía ofrecer
como holocausto junto con el carnero del sumo sacerdote (V. 3)

(V. 8) “…y otra suerte por Azazel…”: Este macho cabrío (lit. Azazel o “macho cabrío de escape”),
representaba la actuación sustitutiva de llevar el pecado y la total remoción del mismo que serían
posteriormente realizadas plenamente por Jesucristo.

Aarón ponía sus manos sobre su cabeza y confesaba sobre él la rebelión y la maldad de los hijos de
Israel, y lo soltaba en el desierto por mano de un hombre destinado para esto (v. 21). El macho cabrío
llevaba sobre sí todos los pecados del pueblo, que eran perdonados por otro año (v. 30).

La Fiesta de Expiación cubría toda la provisión de perdón de pecados de todo el año sobre todos aquellos
que genuinamente se arrepentían, siempre mirando hacia a delante, hacia el Cordero de Dios que quita los
pecados del mundo.

La suficiencia de Cristo

La suficiencia y la totalidad del sacrificio de Cristo también se ve en los dos machos cabríos. La sangre
del primer macho cabrío se rociaba sobre el arca, en un ritual que apaciguaba la ira de Dios por otro año.
El segundo macho cabrío llevaba los pecados del pueblo al desierto donde eran olvidados y ya no se
aferraban al pueblo. El pecado se apaciguaba y se expiaba a la manera de Dios (sólo por el sacrificio de
Cristo en la cruz).

La propiciación es el acto de aplacar la ira de Dios, mientras que la expiación es el acto de reparar el daño
por el pecado y quitarlo del pecador. Ambas cosas se alcanzan eternamente por Cristo.

Cuando Él mismo se sacrificó en la cruz, aplacó la ira de Dios contra el pecado, tomando esa
ira sobre sí mismo:
(Gálatas 3: 13, 14) “Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque
está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero, para que en Cristo Jesús la bendición de
Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu”

(Romanos 5: 9) "Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira"

La eliminación del pecado por el segundo macho cabrío (Azazel) era una viva parábola de la promesa de
que Dios removería nuestras transgresiones de nosotros cuanto está lejos el oriente del occidente (Salmos
103:12) y que Él ya no los recordaría más (Hebreos 8:12; 10:17).

El sacrificio de Cristo en la cruz, es el total y absolutamente completo y perpetuo Yom Kipur, una vez y
para siempre. Por tanto, el cumplimiento mesiánico de esta fiesta fue la cruz, ya que Pascua (Pésaj) y
Yom Kipur van de la mano.

De cara a cada miembro de la Iglesia, su Yom Kipur fue momentos antes de nacer de lo Alto, ya que el
sacrificio que podía realizar ese milagro, lo hizo Cristo en la cruz.

De cara a los judíos, desde el año 70 d. C. cuando fue destruido el templo de Jerusalén, hasta hoy, la
Fiesta de Yom Kipur es un acto netamente simbólico, por dos motivos:

 El primero, porque no existe un lugar físico destinado para buscar la presencia de Dios para el
judío. En esta dispensación es la iglesia el templo del Espíritu Santo, de ahí a que cuando un
judío se convierte a Cristo, pasa a formar parte de la Iglesia.
 El segundo, porque Cristo es el Único que puede perdonar los pecados, y eso tampoco lo cree la
nación judía actual.

No obstante, aun hoy los judíos celebran el día anual de la expiación, que cae en diferentes días de cada
año, en septiembre y octubre, tradicionalmente guardando este día santo con un período largo de ayuno y
de intensa oración, a menudo, pasando la mayor parte del día en los servicios de la sinagoga…

Israel necesita pasar por el verdadero Yom Kipur.

Cumplimiento profético:

El cumplimiento profético de la Fiesta o el Día de la Expiación, o Yom Kipur, todavía tiene que tener
lugar, y evidentemente no puede ser de otra manera sino que ese cumplimiento se realice sobre Israel
como nación.

Así como Israel viene, en la medida de sus posibilidades, cumpliendo anualmente con Yom Kipur,
cuando haya entrado la plenitud de los gentiles en el evangelio, es decir, cuando hayan entrado
prácticamente todos gentiles en el evangelio (los que queden por entrar en la Gran Tribulación), ese
endurecimiento que ha caracterizado a los judíos por siglos, se disipará, y vendrán al conocimiento de
Cristo, su Mesías.

(Romanos 11: 25-27)


“Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no seáis arrogantes en cuanto a
vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya entrado la
plenitud de los gentiles; 26 y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el
Libertador, que apartará de Jacob la impiedad. 27 Y este será mi pacto con ellos, cuando yo quite sus
pecados”

Pablo cita Isaías 59: 20, 21 “Y vendrá el Redentor a Sion, y a los que se volvieren de la iniquidad en
Jacob, dice Jehová. Y este será mi pacto con ellos, dijo Jehová: El Espíritu mío que está sobre ti, y mis
palabras que puse en tu boca, no faltarán de tu boca, ni de la boca de tus hijos, ni de la boca de los hijos
de tus hijos, dijo Jehová, desde ahora y para siempre”

Nótese que esta escritura va dirigida, no a los creyentes en general, sino directamente al pueblo de Israel,
haciendo explícitamente la diferencia entre gentiles, y judíos.

Esto acontecerá en el Día de la Expiación, es decir, Yom Kipur, porque en ese día serán expiados los
pecados de la nación de Israel (la que haya quedado después de la G.T.), para entrar en el reino milenial.//

VII. FIESTA DE LOS TABERNÁCULOS o SUKOT

(Lv. 23: 33-44) “33 Y habló Jehová a Moisés, diciendo: 34 Habla a los hijos de Israel y diles: A los quince
días de este mes séptimo será la fiesta solemne de los tabernáculos a Jehová por siete días. 35 El primer
día habrá santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. 36 Siete días ofreceréis ofrenda encendida
a Jehová; el octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis ofrenda encendida a Jehová; es fiesta,
ningún trabajo de siervos haréis. 37 Estas son las fiestas solemnes de Jehová, a las que convocaréis
santas reuniones, para ofrecer ofrenda encendida a Jehová, holocausto y ofrenda, sacrificio y libaciones,
cada cosa en su tiempo, 38 además de los días de reposo de Jehová, de vuestros dones, de todos vuestros
votos, y de todas vuestras ofrendas voluntarias que acostumbráis dar a Jehová. 39 Pero a los quince días
del mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días; el
primer día será de reposo, y el octavo día será también día de reposo. 40 Y tomaréis el primer día ramas
con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y
os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días. 41 Y le haréis fiesta a Jehová por siete días
cada año; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; en el mes séptimo la haréis. 42 En
tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos, 43 para que sepan
vuestros descendientes que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué
de la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios. 44 Así habló Moisés a los hijos de Israel sobre las fiestas
solemnes de Jehová”.

En el calendario judío, mes de Tishri, del 15 al 22. Calendario Occidental: Sept. Octubre.

La fiesta de los Tabernáculos es la tercera y última de las tres Santas Convocaciones que el Señor.
Con Tabernáculos se acaba el ciclo de las Fiestas solemnes, que empezaron con la Pascua (Pésaj), Panes
sin levadura, Primeros frutos, Pentecostés, Trompetas, Yom Kipur.
La Fiesta de los Tabernáculos conmemoraba la liberación, protección y provisión de parte de Dios
durante la peregrinación del Éxodo en el desierto (Ex. 23: 16; Nm. 29: 12- 38; Dt. 16: 13-15)

Se la conoce también como la Fiesta de la Cosecha o de la Siega: “También la fiesta de la siega, los
primeros frutos de tus labores, que hubieres sembrado en el campo, y la fiesta de la cosecha a la salida
del año, cuando hayas recogido los frutos de tus labores del campo” (Ex. 23: 16)

En esos días de la Fiesta, el pueblo debía vivir en cabañas o chozas hechas de lo que pudieran encontrar
alrededor de materia vegetal, como ramas.

El ejemplo en el libro de Nehemías:

De cara a Israel, las tres últimas fiestas del año tienen una correlación bien clara, al igual que las tres
primeras fiestas, las de la primavera, también. Empezando con la Fiesta de las Trompetas, o Rosh
HaShanah, y siguiendo por Yom Kipur hasta desembocar en Tabernáculos.

Lo vemos claramente en lo ocurrido en tiempos de Nehemías (445 A.C.), cuando el sacerdote Esdras leyó
la Ley al pueblo, después de tanto tiempo: “Venido el mes séptimo, los hijos de Israel estaban en sus
ciudades” (Neh. 7: 73 b) Ese mes séptimo es el mes de Tishri (Sept.-oct)

Se juntó todo el pueblo como un solo hombre para que Esdras les leyera la Ley de Moisés (8: 1), y así
fue, “el primer día del mes séptimo” (V. 3), es decir, el día de la Fiesta de las Trompetas. Al oír el libro de
la Ley por primera vez, “se humillaron y adoraron a Dios inclinados en tierra” (V.6). En ese momento,
el pueblo de Dios tuvo su Yom Kipur, y al día siguiente “hallaron escrito en la ley que Jehová había
mandado por mano de Moisés, que habitasen los hijos de Israel en tabernáculos en la fiesta solemne del
mes séptimo; 15 y que hiciesen saber, y pasar pregón por todas sus ciudades y por Jerusalén, diciendo:
Salid al monte, y traed ramas de olivo, de olivo silvestre, de arrayán, de palmeras y de todo árbol
frondoso, para hacer tabernáculos, como está escrito. 16 Salió, pues, el pueblo, y trajeron ramas e
hicieron tabernáculos, cada uno sobre su terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios,
en la plaza de la puerta de las Aguas, y en la plaza de la puerta de Efraín. 17 Y toda la congregación
que volvió de la cautividad hizo tabernáculos, y en tabernáculos habitó; porque desde los días de Josué
hijo de Nun hasta aquel día, no habían hecho así los hijos de Israel. Y hubo alegría muy grande” (Vv.
14-17)

Allí tuvieron su Fiesta de los Tabernáculos. El relato de Nehemías, muestra con gran claridad la unión
entre las fiestas de otoño (Trompetas, Yom Kipur, Tabernáculos)

Tabernáculos:

“A los quince días de este mes séptimo será la fiesta solemne de los tabernáculos”
(Levítico 23:34)

(Exodo 23: 16) “… y la fiesta de la cosecha a la salida del año cuando hayas recogido del campo los
frutos de tus labores”
(Deuteronomio 16: 13-17) “La fiesta solemne de los tabernáculos harás por siete días, cuando hayas
hecho la cosecha de tu era y de tu lagar Y te alegrarás en tus fiestas solemnes, tú, tu hijo, tu hija, tu
siervo, tu sierva, y el levita, el extranjero, el huérfano y la viuda que viven en tus poblaciones. 15 Siete días
celebrarás fiesta solemne a Jehová tu Dios en el lugar que Jehová escogiere; porque te habrá bendecido
Jehová tu Dios en todos tus frutos, y en toda la obra de tus manos, y estarás verdaderamente alegre. 16
Tres veces cada año aparecerá todo varón tuyo delante de Jehová tu Dios en el lugar que él escogiere:
en la fiesta solemne de los panes sin levadura, y en la fiesta solemne de las semanas, y en la fiesta
solemne de los tabernáculos. Y ninguno se presentará delante de Jehová con las manos vacías; 17 cada
uno con la ofrenda de su mano, conforme a la bendición que Jehová tu Dios te hubiere dado”

Tabernáculos o Sukot (Cabañas), se celebraba cuando finalizaban las cosechas y las vendimias.

La comprensión del significado de las Cabañas/ Tabernáculos:

La palabra hebrea para tabernáculo es sukah. Quiere decir: “cabaña, barraca, cubierta, pabellón,
tienda”. Sukot es el plural de sukah.

La palabra griega skenos, similar fonéticamente, también quiere decir: “tienda, barraca o habitación”

Como leímos, Sukot normalmente traducido por “Tabernáculos” o la fiesta de las “Cabañas”, dura siete
días, desde el 15 al 21 de Tishri. Hay por lo tanto una rápida transición, a partir de la primera fiesta de
otoño, de llamada al arrepentimiento, a la fiesta del regocijo y celebración, que es Tabernáculos.

En principio, la fiesta de los Tabernáculos tenía por motivo el recordar que Dios hizo habitar en tiendas a
los hijos de Israel cuando los sacó de la tierra de Egipto (Lv. 23: 43), por tanto, debían morar por siete
días en tiendas, solamente los naturales de Israel (V. 42)

Esta fiesta se celebraba cinco días después de la fiesta de la Expiación (Yom Kipur), y era una de las tres
fiestas en la que todos los judíos varones estaban obligados a ir a Jerusalén a celebrarla. (Recordemos, las
tres fiestas: Pascua, Pentecostés, y Tabernáculos.) Esta fiesta duraba ocho días, en los cuales el primero y
el último eran considerados como día de reposo.

El holocausto incluya el sacrificio de 70 becerros. Trece el primer día, y después uno menos cada uno de
los días siguientes. Además, se sacrificaban dos carneros y catorce corderos cada día junto con los
becerros. También se ofrecía cada día un macho cabrío en expiación. (Números 29:12-34, Levítico 23:36
y Esdras 3:4)

Durante los siete primeros días todo el pueblo tenía que abandonar sus casas y habitar en cabañas o
enramadas. Habían de regocijarse en Jehová su Dios en todo este tiempo. Los judíos expresaban su
gozo danzando y cantando cánticos a Dios.

Entendimiento profético de Tabernáculos:


(Nehemías 8: 16) “Salió, pues, el pueblo, y trajeron ramas e hicieron tabernáculos, cada uno sobre
su terrado, en sus patios, en los patios de la casa de Dios, en la plaza de la puerta de las Aguas, y en
la plaza de la puerta de Efraín”

Cuando el templo fue construido, estas enramadas se erigían en las plazas de Jerusalén, sobre los techos,
terrazas, dentro de los patios de las casas, en los recintos del Templo, y fuera de los muros de la ciudad.

Así la cabaña o sukah era un lugar de morada temporal, era para recordar al pueblo de su salida de
Egipto según se describe en Levítico 23:42-43. Proféticamente la sukah apunta hacia la futura edad
mesiánica, el milenio. Espiritualmente, la sukah nos recuerda, como Iglesia, que somos peregrinos y
extraños en esta tierra:

(Hebreos 11:8-10) “Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de
recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. 9 Por la fe habitó como extranjero en la tierra
prometida como en tierra ajena, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma
promesa; 10 porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios”

La Fiesta de los Tabernáculos, proféticamente hablando muestra el tiempo de nuestro peregrinaje en la


tierra. Nosotros estamos de paso en esta tierra, como hemos leído, porque nuestra ciudadanía es celestial.

Pero de cara a Israel, la cosa es diferente. Israel fue, y será la nación de Dios sobre la tierra; su ciudadanía
es terrenal, de ahí que Israel esté esperando al Mesías y Su reino milenial.

Por tanto, Tabernáculos todavía no ha tenido su cumplimiento profético sobre Israel.

El regreso glorioso de Cristo:

Esperamos que Cristo regrese a la tierra en su segunda venida, en Tabernáculos, para que de ese
modo el cumplimiento profético cabal de la fiesta se realice. De ese modo Cristo redimió a los escogidos
por causa de la primera fiesta, Pascua, y Cristo se reunirá con su pueblo redimido en la última fiesta,
Tabernáculos.//

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