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La II Reforma agraria está en agenda 52 años después.

Los agricultores en todo ese periodo han


sido literalmente los esclavos del modelo socioeconómico instaurado. Ciudadanos de segunda
clase. Proveían alimentos a todos, siempre, sin parar, sin ahorrar, con precios de sobrevivencia.
Nunca se han detenido, aun en las peores crisis. Los habitantes de las ciudades han crecido a
costa de los campesinos y en especial de las propias comunidades campesinas que producen la
mayoría de los alimentos que consumen las ciudades.
“El desborde popular” pintado magistralmente por Matos Mar como crisis del Estado fue en
realidad la expresión más alta de la crisis del mundo rural. Y aun así, con una migración masiva
del campo a la ciudad, los agricultores peruanos de costa, sierra y selva, siguieron produciendo.
No cesaban de enviar alimentos aun cuando ahogaron las cooperativas creadas y sin apoyo
estatal, sin créditos ni asistencia tecnológica adecuada. Y seguían produciendo.
Todo el mundo rural resistió. La ausencia de Estado no le impidió alimentar a la población
urbana en constante crecimiento. Los productores rurales mejoraban por si mismos sus formas
de producción, casi a perdida estando la gran mayoría de distritos y comunidades campesinas
sin conectividad. Producían barato a los mercados reduciendo a cero su capacidad de ahorro
para sobrevivir y realizando con alto sacrificio humano con doble jornada de trabajo ante la
ausencia de los jóvenes y el despoblamiento rural generado.
Todos esos 52 años las políticas públicas para el campo, en especial las últimas décadas, se han
centrado en tener una mayor ingreso de divisas y no en la calidad y cantidad de alimentos para
la población. Y con ello se ha forzado el uso de tecnologías importadas, deterioro de suelos,
proletariado precario y dependencia de insumos y hasta semilla. Mas caro puede resultar la
lavada que la camisa.
Todos estos 52 años no se han potenciado iniciativas tecnológicas alternas, orgánicas, probadas
en el ámbito universitario que son más adecuadas a nuestra biodiversidad y tradición
agropecuaria.

La Reforma Agraria devolvió la dignidad al campesino y recuperaron sus tierras. La


contrareforma los dejó a su suerte, con puestos de salud sin recursos y con niños y jóvenes con
profesores a tiempo parcial. La resistencia campesina da un salto cuando llega al límite. “No hay
mal que dure cien años” y vino Pedro Castillo desde los propios andes, casi como
recordándonos la vigencia de la leyenda Inkarri.
Se abre paso a la II Reforma Agraria. Este es el tema de este número de la revista. No solo se
devolverá dignidad, sino tendrán poder los territorios rurales y capacidad de gestión pero
también, y sobre todo, capacidad de decisión. Los municipios no estarán centrados en el
desarrollo urbanístico serán cuidantes obligatorios de las cuencas y articuladores del
conglomerado social y cultural que la habita y que el territorio recobre vida, alegría, su
vistosidad paisajística y su potencia y su fuerza telúrica que acompañaba cada día a nuestros
ancestros y forman parte de su vida social y productiva. La restauración moderna de la
Pachamama.
La historia peruana debe dar un giro ahora. Y tiene que ser de 180 grados. El centro será los
andes, la amazonia y el norte y el sur rural, los habitantes y sus instituciones sociales y
culturales. Las comunidades campesinas constituirán la base social para iniciar un nuevo
modelo de gestión y organización productiva y cultural como debe ser: de abajo arriba, como lo
ha sido la gobernanza incaica.
La esperanza del desarrollo local, de cada territorio alrededor de cuenca o micro cuenca como
punto de partida del desarrollo nacional se abre paso como reivindicación histórica pero
también como base fundamental con la(s) comunidad(es) campesinas que la forman, el modelo
de organización institucional Estatal capaz de afrontar los urgentes retos de la
desccentralizacion, la justicia social y la democracia plena.
La tierra que les fuer nuevamente arrebatada Ya no será la tierra la que se devuelva Lo mas
importante en PeroLa seguridad alimentaria como prioridad estatal. La independencia
alimentaria como objetivo nacional.
Una mirada del proceso de desarrollo opuesta a la era de políticas neoliberales basado en una
gestión estatal aparentemente moderno pero cada vez más parecido al sistema colonial de
explotación: centralizado, de arriba abajo, elitista,.
Lo mas importante es que esta segunda Reforma Agraria los actores, ejecutores y protagonistas
serán los mismos agricultores, el mundo rural pero no solamente para velar por el buen trato a
la tierra parea que nos provea de mejores frutos sino para garantizar que la salud y la vida
entera sea feliz, en paz, con derechos y de plena realización humana.
Volvió Tupac Amaru y Tupac Katari Una revalorización de la sociedad rural
Es la retribución l milagro de sobrepasar todo Todo el presupuesto regional, en especial de las
stumbrabam a productores, Y no va a ser Solos han logrado el milagro de alimentar a la
población imagínense lo que pueden hacer i han logrado nuestros agricultores ImaginenTodo
el poder a los agriculNo como simples proveedores, les quito a sus hijos con promesas falsas de
mejoras,
al miniSalvase quien pueda En vez de extensión agraria, Desconectados todos La obsesión de
mirar al al norte norteamericano , el olvido del mundo andino que ha cobrado su factura
eligiendo hoy a un campesino para manejar el pais
¿Como lo han hecho? Se preguntaba Carlo Amat!recibidos que le permitían la sobrecasi
regalando su producción, sacrificando sus precios, Han dado de comer El campesinado Loa
agricultores, campesinos, organizaciones agrarias han sido los menos Todo ese periodo los
agricultores

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