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INTRODUCCIÓN

En el siguiente proyecto de titulación se analiza la economía del consumo de combustible y


emisiones del motor de encendido provocado a través de pruebas dinámicas IM-240 para
mostrar el comportamiento de cada una de estas variables y generar una línea base en ciudades
de altura (ciudad de estudio Quito), teniendo una altura de 2810 msnm. En esta ciudad los
vehículos son los que más contaminan el aire, el 52 % de emisiones contaminantes en la capital
provienen de esa fuente, el parque automotor que en los últimos 10 años ha tenido variaciones
anuales que oscilan entre el 5 % y 10 %, lo que ha significado la incorporación entre 15 000 y
35 000 vehículos por año, la tendencia permite estimar que para el año 2030 se tendría un
parque de aproximadamente de 1 150 000 vehículos [ CITATION Mov14 \l 3082 ].

El sector del transporte es uno de los más grandes emisores de Gases de efecto invernadero
(GEI) a pesar de los avances en el campo de la tecnología en los vehículos y las mejoras en la
calidad de combustible [ CITATION Emb16 \l 3082 ].  Este sector representó el 25.6 % del
consumo mundial de energía en 2015. Se espera que aumente un 1.1 % cada año hasta 2040

(Energy Information Administration, 2017) [ CITATION Leg20 \l 3082 ]. 

Todo motor de combustión interna funciona transformando energía química (combustible) a


energía de calor (potencia) a energía mecánica (movimiento) utilizada para proveer potencia a
una maquina o equipo. Esta energía provee de un beneficio al poner en movimiento el
automóvil, y también genera productos dañinos al medio ambiente (VELASCO, 2009).

El consumo de combustible está asociado a variables como las características del vehículo,
carga transportada y carretera por la que se circula, por lo que se considera dentro de la
estructura de costos de operación vehicular como una componente variable, representando entre
el 20 % y 60 % de estos costos. Para su cuantificación existen métodos directos e indirectos que
han permitido la creación de algunos modelos que predicen, con cierto grado de exactitud, el
consumo para condiciones particulares de operación de los vehículos, los cuales deben ser
adaptados a las condiciones particulares de cada lugar [ CITATION Pos13 \l 3082 ].

1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.

La contaminación ambiental es una problemática que afecta a todos los países alrededor del
mundo como resultado de esta contaminación se producen los fenómenos de cambio climático,
efecto invernadero, lluvia ácida, y enfermedades sobre el ser humano (Antamba Guasgua, Reyes
Campaña y Granja Paredes, 2016). Todo esto a llevado a un análisis y métodos que ayudan al
ser humano a hacer conciencia de mantener un ambiente amigable entre el parque automotor y
el medio ambiente.

También ha sido un problema el consumo del combustible en los vehículos ya que se ve


afectado por el modo de conducción y parámetros de altura, clima y entre otros. Sin embargo, el
rendimiento del vehículo se ve muy afectado por las condiciones del tráfico. Las con
simulaciones el tráfico y del vehículo en situaciones reales de la carretera pueden reflejar el
rendimiento de los vehículos en el mundo semi - real, teniendo en cuenta las condiciones del
tráfico (Gao et al., 2020).

La emisión de contaminantes relacionados con los hidrocarburos depende del tipo de


combustible utilizado (nafta, gasoil, etc.) y del consumo de las manufactureras de los vehículos
de mayor circulación (Revella et al., 2006).

1.1. Justificación.

1.1.1. Justificación teórica.

En el siguiente proyecto de investigación se realiza una evaluación a cerca de la economía del


combustible y factores de emisiones de gases que contaminan el medio ambiente de un vehículo
de encendido provocado a través de pruebas dinámicas IM 240 en ciudades de altura. En este
caso las respectivas pruebas de laboratorio se realizarán en la ciudad de Quito a una altura sobre
los 2810 msnm.

Según datos de la AEADE (2019), se tiene 132.208 unidades de vehículos vendidos durante el
año 2019, en todo el Ecuador. Para realizar las pruebas se utilizó el vehículo más vendido en los
últimos 4 años que es el Chevrolet Aveo obteniendo 1.346 unidades vendidas en la ciudad.
El consumo de combustible está asociado a variables como las características del vehículo,
carga transportada y carretera por la que se circula, por lo que se considera dentro de la
estructura de costos de operación vehicular como una componente variable, representando entre
el 20 % y 60 % de estos costos. Para su cuantificación existen métodos directos e indirectos que
han permitido la creación de algunos modelos que predicen, con cierto grado de exactitud, el
consumo para condiciones particulares de operación de los vehículos, los cuales deben ser
adaptados a las condiciones particulares de cada lugar (Posada Henao y González Claderón,
2013).

El sector del transporte es uno de los más grandes emisores de Gases de efecto invernadero
(GEI) a pesar de los avances en el campo de la tecnología en los vehículos y las mejoras en la
calidad de combustible (Guenter, 2016).  Este sector representó el 25.6 % del consumo mundial
de energía en 2015. Se espera que aumente un 1.1 % cada año hasta 2040 (US Energy
Information Administration (EIA), 2017; Leguísamo Milla, Llanes Cedeño y Rocha Hoyos,
2020). Hay dos tipos de medidas políticas para reducir las emisiones y el consumo de
combustible; las tecnológicas: desarrolladas por los fabricantes de vehículos, y operativas
(Bottiglione et al., 2014).

En esta ciudad los vehículos son los que más contaminan el aire, el 52 % de emisiones
contaminantes en la capital provienen de esa fuente, el parque automotor que en los últimos 10
años ha tenido variaciones anuales que oscilan entre el 5 % y 10 %, lo que ha significado la
incorporación entre 15 000 y 35 000 vehículos por año, la tendencia permite estimar que para el
año 2030 se tendría un parque de aproximadamente de 1 150 000 vehículos (MDMQ, 2014).

Según estudios realizados en Bogotá hasta en un 12% para CO, 13% para CO y HC y 24% para
NO x. Esto también representa posibles ahorros en el consumo de combustible de entre 35 y 85
millones de galones por año y beneficios económicos potenciales totales de hasta 1400 millones
de dólares por año (Rodríguez et al., 2016).

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