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DIPLOMADO EN PLANIFICACIÓN Y
DESARROLLO DE COMPETENCIAS
PROFESIONALES EN EDUCACIÓN SUPERIOR
(DPDCV-17)
MÓDULO: EVALUACIÓN
DECOMPETENCIASPROFESIONALES
Lucero 2021
Modulo. Planificación del desarrollo curricular de competencias profesionales
Mg. Sc Marco Antonio Viera Lucero
UNIDAD I
Contenido
Competencia específica
Actividades
6.- Desarrollar la actividad en plataforma del FORO, especificada para esta unidad en
la pestaña correspondiente.
Manos a la obra…
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PROPÓSITO
COMPETENCIA
“Se centra en los procesos de desarrollo del objeto de evaluación, para formular ajustes,
mejoras o modificaciones en el funcionamiento”
La definición y descripción de las condiciones reales que requieren los ajustes para llegar
a los estándares deseados.
La confrontación de las necesidades identificadas con los recursos disponibles.
La identificación de los factores por los cuales no se han satisfecho las necesidades.
La previsión de futuras deficiencias
2.1.3.1.1 Autoevaluación
Proceso de autoestudio realizado por la propia institución, facultad, departamento o
programa académico. Se usan criterios, objetivos, variables e indicadores definidos
previamente. El estudio contiene elementos descriptivos y analíticos que evidencian la
congruencia entre lo obtenido y lo esperado.
2.1.3.1.4 Coevaluación:
Diferentes sectores mutuamente se evalúan.
• Analizar los métodos de evaluación disponibles y focalizar aquellos que permiten una
evaluación directa a integrada.
• Elaborar una tabla donde se determine qué método evaluará qué competencia o
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componente de la competencia.
Evaluación Diagnóstica:
Una primera interpretación la define como aquella que se realiza con la intención de
obtener información precisa que permita identificar el grado de adecuación de las
capacidades cognitivas generales y específicas de los estudiantes, en relación con el
programa pedagógico al que se van a incorporar.
a. Modificar la programación impuesta tanto como sea posible para que haya una
mejor adecuación entre la capacidad cognitiva y el programa escolar.
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Dicho ajuste pedagógico, sin duda, permitirá que los alumnos, al ingresar al ciclo o
procesos de enseñanza, encuentren un grado mayor de significatividad psicológica y
lógica de los contenidos curriculares reorganizados, y que ello repercuta de forma
positiva en su rendimiento y aprendizaje escolar. Evidentemente, la decisión en este
caso es exclusivamente pedagógica porque las decisiones tomadas a partir de la
evaluación repercutirán sobre los procesos de aprendizaje de los alumnos.
Hay que recordar que para realizar lo anterior debe partirse de la idea de sostener una
postura flexible sobre la organización de los programas o planes de enseñanza para
hacer, en lo posible algunas modificaciones tratando de atender a la diversidad de los
alumnos (Onrubia, 1993).
Aun cuando no sea la mayoría de los alumnos sino más bien una minoría quienes no
posean los saberes prerrequisitos, pueden proponerse algunas actividades
adaptativas compensatorias (experiencias pedagógicas o ejercicios de recuperación
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y/o práctica sobre los prerrequisitos faltantes) sin necesidad obligada de incluir al
grupo- clase en su totalidad.
Hay que tener presente que los conocimientos previos que registren los alumnos al
inicio de un ciclo asumen las siguientes tres formas distintas:
Así, una tarea prioritaria para toda actividad de enseñanza radica en que el profesor
identifique la naturaleza de los conocimientos previos pertinentes (sin duda los más
útiles por su relación con los temas o contenidos nuevos) que poseen los alumnos
luego de diagnosticarlos (y activarlos) por medio de una técnica o instrumento
evaluativo sensible a ellos, y que luego estos conocimientos puedan ser recuperados
intencionalmente en el proceso de enseñanza para establecer relaciones significativas
con la información nueva a aprenderse (Miras, 1993).
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Evaluación diagnóstica puntual. Debe entenderse como una evaluación que se realiza
en distintos momentos antes de iniciar una secuencia o segmento de enseñanza
perteneciente a un determinado curso.
¿Qué y cómo hacer las evaluaciones diagnósticas? En primer lugar, como aclara Jorba
y Casellas (1998), los objetos de la evaluación diagnóstica inicial estarán determinados
por un análisis lógico de los contenidos (disciplina, asignatura, módulo, etcétera) del
programa de que se trate, y un análisis psicopedagógico de cómo y cuáles la mejor
manera de que éstos sean aprendidos. Así podrán identificarse para un determinado
programa escolar (o para varios dentro de una propuesta curricular amplia) cuáles son
los prerrequisitos (conocimientos y procedimientos previos, nivel de desarrollo
cognitivo, etcétera) sobre los que se habrá de dirigir la evaluación.
Para el caso de la evaluación diagnóstica puntual, el análisis será mucho menos formal
y correrá a cargo del docente, quien tiene la ventaja de interactuar directamente con
los alumnos, conociendo con cierta profundidad el programa.
En seguida se proponen seis pasos para realizar una evaluación diagnóstica formal
(véase Luchetti y Berlanda, 1998):
1. Identificar y decidir qué contenidos principales son los que se proponen para el
ciclo/unidad temática.
información:
Cabe señalar que la exploración realizada en los dos tipos de evaluación diagnóstica
no sólo debe ceñirse al caso de los conocimientos declarativos, sino que puede
extenderse también a otros tipos de saberes previos que poseen los alumnos, como,
por ejemplo: expectativas y metas previas, habilidades y estrategias previas, actitudes
previas, etcétera.
Por otro lado, pueden crear en los alumnos una serie de expectativas sobre lo que a
continuación se va a aprender (Shuell, 1988), lo cual, a su vez, contribuye
sensiblemente en proporcionarles un contexto (set) que repercuta de modo favorable
en la atribución del sentido de los aprendizajes que posteriormente irán consiguiendo.
No debe perderse de vista el hecho de que los resultados de las evaluaciones previas
muchas veces degeneran en prejuicios o expectativas negativas, que afecten
sensiblemente la forma de conducirse del profesor con determinados alumnos.
– Expectativas,
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– Intereses,
– Motivaciones,
– Experiencias laborales,
– Saberes,
En la evaluación formativa, también existe un interés por enfatizar y valorar los aciertos
o logros que los alumnos van consiguiendo en el proceso de construcción, porque se
considera que ello consolida el aprendizaje y le da al alumno la oportunidad de saber
qué criterios se están siguiendo para valorar su aprendizaje (criterios que
posteriormente podrá internalizarlos y aplicarlos por sus propios medios).
Regulación interactiva
Regulación retroactiva
Regulación proactiva
Por medio de los distintos intercambios y las estrategias discursivas que usan los
enseñantes en el aula (véase capítulo 5) es posible observar y dar seguimiento a
las representaciones construidas por los alumnos. El profesor observará e
interpretará lo que dicen y hacen los alumnos, decidirá el uso de ciertas estrategias
tales como confirmaciones, repeticiones, rechazos, elaboraciones; hará
recapitulaciones; propondrá ejemplos alternativos; o incluso decidirá el uso de
ciertas estrategias de enseñanza, para mejorar la organización de la información,
para mejorar la codificación, etcétera.
Este tipo de regulación se realiza principalmente mediante técnicas de evaluación
de tipo informal (observaciones, entrevistas, diálogos), ya sea por medio de la
evaluación, de la coevaluación con el profesor y, de la autoevaluación y la
evaluación mutua con otros compañeros.
A diferencia de la regulación interactiva, la retroactiva y la proactiva son formas
diferidas de proporcionar la regulación respecto a la situación inicial y al momento
de la evaluación.
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La figura 8.4 muestra una propuesta de Allal (1998, citado por Jorda y Casellas,
1997), donde se integran los tres tipos de evaluación formativa de una manera
esquemática.
Para proporcionar los distintos tipos de regulación se requiere del uso de formas
alternativas de evaluación. Los profesores muchas veces comentan que evaluar
formativamente es muy costoso y casi impracticable; sin embargo, Jorba y Casellas
(1997) aducen que deben tomarse en cuenta dos cuestiones:
Así, tomando como base las aportaciones de Nunziati (1990, citado por Coll y
Martín, 1996), la evaluación formadora consiste en ayudar a que el alumno aprenda,
desde la heterorregulación evaluadora del docente, a apropiarse de los criterios
para aprenden a autorregularse en su evaluación y en su aprendizaje. La evaluación
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La evaluación (...) ya no es, en esta concepción, la simple comparación del trabajo del
alumno con una norma previa. Es un esfuerzo de comunicación intersubjetiva, en
el que el maestro y el alumno se esfuerzan por analizar las representaciones de
la otra parte y comprenderlas para hacerlas converger. La corrección de los
ejercicios permite este intercambio acerca del objeto de estudio, que los “errores”
de los alumnos permiten analizan mejor (Cardinet, 1987, cit. Por Amigues y
Zerbato-Poudoy, 1999, p. 225, las cursivas son nuestras).
Lineamientos:
3. La información que resulte debe ser muy específica y detallada puesto que interesan
las características de los procesos que tienen lugar y no de los resultados del
aprendizaje.
Evaluación sumativa
Como ya lo han expresado varios autores, su fin principal consiste en verificar el grado
en que las intenciones educativas han sido alcanzadas. Por medio de la evaluación
sanativa el docente conoce si los aprendizajes estipulados en las intenciones fueron
cumplimentados según los criterios y las condiciones expresadas en ellas. Pero,
especialmente, esta evaluación provee información que permite derivar conclusiones
importantes sobre el grado de éxito y eficacia de la experiencia educativa global
emprendida.
Si bien debe reconocerse que la evaluación asume una importante función social, hay
que señalar de inmediato que la evaluación sumativa no necesariamente debe ser
sinónimo de acreditación.
Al finalizar un ciclo escolar o un cierto nivel educativo, la institución y el docente tienen
la responsabilidad y el compromiso de expedir ciertos juicios, para acreditar el grado y el
supuesto nivel de aprendizaje logrado en él. Por medio de calificaciones finales,
certificados o títulos, se pretende avalar que un aprendiz tiene la competencia necesaria
para acceder a otros grados o niveles educativos, o bien, para realizar una determinada
práctica de tipo técnico o profesional; sin embargo, por lo general lo que se enfatiza no
es eso, sino el grado de éxito o fracaso que tuvo el alumno en el curso o ciclo que finalizó.
Especialmente en el caso en que la evaluación sumativa tenga que hacerse para valorar
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Coll y Martín (1993) señalan que tan criticables son las posturas que intentan vincular y
confundir la evaluación sumativa con la acreditación, como aquellas otras que pretenden
lograr una total disociación entre ellas (a final de cuentas, la acreditación es necesariaen
el caso de la finalización de ciclos completos), de manera que puedan tomarse
decisiones sobre la acreditación a partir de instrumentos que evidentemente no evalúan
la significatividad de los aprendizajes.
La evaluación sumativa puede tener un sentido diferente cuando, por ejemplo, ser realiza
con el propósito de obtener información para saber si los alumnos serán o no capaces
de aprender otros nuevos contenidos (en un nuevo ciclo posterior) relacionados con los
ya evaluados (Coll, 1987) y, en caso necesario, buscar realizar ajustes pertinentes aun
cuando se trate de un curso nuevo, o bien, para derivar conclusiones sobre la eficacia
de las experiencias y estrategias pedagógicas propuestas en el proceso o ciclo
terminado. En el primer caso, las consecuencias, pueden recaer sobre los mismos
alumnos en el próximo ciclo; y en el segundo, los beneficios repercutirán no sobre los
alumnos evaluados sino sobre una generación nueva de alumnos que podrían
interactuar con un programa mejorado gracias a las conclusiones obtenidas en dicha
evaluación.
Coll y Onrubia (1999) señalan una serie de propuestas para recuperar y reforzar la
función pedagógica de la evaluación sumativa, a saber:
La evaluación sumativa, es aquella que se centra en los resultados finales mediante el uso
de instrumentos que implican respuestas observables y medibles. Los instrumentos que
utiliza son: - Exámenes escritos con retroactivo de preguntas cortas - Exámenes escritos
con retroactivo de preguntas largas - Exámenes retroactivos de opción múltiple -
Exámenes retroactivos de opción múltiple por casos, o problemas de respuestas múltiples
complejas.
Evaluación de Resultados:
Además, requiere de evidencias en las que se interrelacionan las capacidades requeridas, sobre
todo a través de situaciones integradoras que permitan al estudiante mostrarlas en su desempeño.
El siguiente cuadro ilustra los momentos y el tipo de evaluación recomendado para cada uno de
ellos, su función y su centro o foco de atención:
Conclusiones
La evaluación de competencias, es en realidad una sola evaluación con distintos fines, en distintos
momentos del proceso de enseñanza aprendizaje, que se enfoca en el desempeño mostrado en
contextos reales o muy similares a los que enfrentará el estudiante en su ejercicio profesional, donde
además de considerar los aspectos visibles de dicho desempeño, interesa también evaluar aquellos
elementos que lo sustentan.
Así, podemos identificar una evaluación que ocurre antes del inicio del proceso, otra que ocurre
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durante o en el transcurso del proceso, y, finalmente, otra evaluación que ocurre al final, al término
o después del proceso.
TAREAS…
Consigna 1. Presento en mis palabras una fundamentación de los tipos de
evaluación a ser utilizada acorde a la asignatura y área de especialidad del (la)
diplomante Justifico por qué seleccioné dichos tipos de evaluación.
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PROPÓSITOS
COMPETENCIAS
Las estrategias de evaluación deben ser consistentes (Bolívar, 2007) y para favorecer
una evaluación orientada al aprendizaje (el concepto inglés de assessment for learning
de Knight (1995)) deben estar alineadas constructivamente (Biggs, 2005). Una forma
eficaz de integrar la evaluación por competencias en el trabajo diario es considerar las
estrategias bajo los criterios de Fullerton (1995). Este autor propone trabajar de una
forma más inteligente, no más difícil (working smater no harder), es decir, combinar los
procedimientos, los enfoques y los agentes de una forma estratégica con la finalidad de
optimizar la evaluación (recoger evidencias relevantes con una menor cantidad de
trabajo).
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MÁS MÁS
Test s estandarizados / Examenes formales / Ensayos /
MÁS MÁS
INTELIGEN INTELIGEN
NECESIDADES
Atención
COLEGIOS al
Autoevaluació
lenguaj
Soluciones INFORMACI INFORMACIÓN
ÓN DISEÑO DE LA
modeladas DEL PROFESOR
DEL EVALUACIÓN
Cuestionarios (monitor del
ESTUDIAN ¿Qué se evalúa? ¿Por
Evaluación qué se evalúa? aprendizaje) Diarios/
por pares TE Portafolio
Informes, Entrevista
comentarios s
PROMOVER LA MOTIVACIÓN Trabajos
DE LOS
MÁS MÁS
En todos estos aspectos han contribuido tanto la investigación educativa, como los reportes de la
experiencia de los profesores y de las organizaciones profesionales.Adicionalmente, las tecnologías de
información de los últimos veinte años han modificado la forma y los contextos de los ambientes de
aprendizaje, introduciendo condiciones para que los alumnos tengan amplias posibilidades de
autorregular sus procesos de aprendizaje y aprovechar los crecientes recursos de información
disponibles en la red.
Para la evaluación, se diseñan deliberadamente los casos o problemas, tomados de la vida real o de forma
hipotética pero apegados lo más posible a la realidad, considerando las diferentes dimensiones que lo
definen, con la finalidad de que los evaluados demuestren en su resolución las competencias
adquiridas, y produzcan las evidencias necesarias para valorar el nivel de logro o avance.
La principal ventaja que ofrece este tipo de estrategia es la necesidad de integrar, en el proceso de las
habilidades para la resolución de casos, las estrategias para abordar el problema, los conocimientos teóricos
o conceptuales, el juicio crítico para la selección de alternativas y la aplicación de procedimientos para su
solución.
Sin embargo, para contar con evidencias de evaluación, se requiere no sólo la resolución de la situación,
sino también la explicitación de las hipótesis, argumentos y justificaciones.Para ello, la presentación escrita
extensa, la presentación oral y el debate complementan el conjunto de evidencias y dan cuenta de
competencias transversales, como son las de comunicación en medios profesionales. La aplicación de este
tipo de estrategia requiere de la posibilidad de controlar el ambiente de evaluación, ya sea por la
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presentación del caso de forma hipotética el planteamiento de situaciones en donde el evaluador pueda
seleccionar las variables que especifican el caso, o bien el uso de simuladores con un alto grado de
verosimilitud.
Los simuladores son herramientas tanto para el aprendizaje como para la evaluación. Permiten la
representación de situaciones reales simplificadas, en las que se pueden modificar los valores de las
variables y parámetros, y con ello probar diferentes hipótesis y condiciones del problema. Los simuladores
se pueden diseñar con la filosofía de los videojuegos, en los que los estudiantes enfrentan retos inciertos,
alcanzables, superables, e incluso divertidos.Los juegos se construyen en torno de la resolución de
problemas y sobre la base de las elecciones y acciones que los jugadores realizan para resolver
problemas.Los juegos requieren y evalúan de manera inherente un conjunto de habilidades. Además,
requieren que los jugadores resuelvan problemas de manera colaborativa junto con otras personas
(Gee & Shaffer, 2010).
Adicionalmente, los juegos le otorgan un valor agregado a la habilidad de los jugadores para crear,
innovar y producir.Con frecuencia, se exhorta a los jugadores a encontrar sus propias soluciones para los
niveles de mayor reto, y no sólo eso, sino que los juegos evalúan también si un jugador está preparado
para retos futuros, al recolectar información sobre los jugadores en muchas dimensiones y llevando un
registro de la información a lo largo del tiempo.Por esta razón, se puede afirmar que los juegos integran
el aprendizaje y la evaluación e, incluso, proporcionan información que los jugadores pueden utilizar para
mejorar en el juego.(Gee & Shaffer, 2010).
Los simuladores se utilizan desde hace mucho tiempo en áreas de Salud, Ingeniería y
Administración. Sin embargo, muchos de ellos son simplificaciones que no integran muchas de las
variables que se presentan en la vida real.Un criterio para la elección de simuladores, que sirva tanto para
el aprendizaje como para la evaluación, será aquella que cuente con los elementos clave de la
competencia y refleje la complejidad de la vida real.Si se incorporan elementos de reto e innovación,
al estilo de los videojuegos, las simulaciones resultan más interesantes y útiles para el aprendizaje.
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Los procesos de investigación implican todos los elementos de la resolución de problemas, desde el
planteamiento de la hipótesis o preguntas de investigación, la selección de información y marcos de
referencia, la justificación del proceso, la recolección de datos, incluyendo la observación, la entrevista,
la experimentación o prueba de hipótesis, y la presentación de resultados y su discusión.Es un proceso
que sirve tanto para el aprendizaje como para la evaluación, ya que se puede realizar en etapas que se
valoran y en las que se puede hacer una devolución a los estudiantes para que reformulen y avancen en
el proceso de investigación.El reto es plantear proyectos de investigación que requieran la ejecución de
las competencias que se desean evaluar y se definan, en cada momento del proceso, las evidencias, con
sus criteriosde calidad.Además, valela pena destacarquelapresentaciónde resultados de investigación,
tanto de forma escrita como oral, ofrece la oportunidad de evaluar las competencias transversales,
además de las propias de la profesión o disciplina.
• elegir aquellos problemas que tengan un alto contenido contextual, pues favorecen el desarrollo de pensamiento
complejo;
• realizar una presentación incompleta del problema, que requiera la exploración para su definición, ya que favorece la
integración de nuevos conceptos y su aplicación al problema: así, el estudiante, a partir de su propia ruta de
aprendizaje, comprende cómo se generan los conceptos;
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• preferir aquellos problemas que requieran un trabajo multidisciplinario o inter- disciplinario para su resolución, de manera
que puedan romperse las fronteras entre las disciplinas (Bernstein & Solomon, 1999).
La forma de trabajo en grupos de estudiantes favorece procesos de evaluación colectiva sobre el avance de
la investigación o resolución del proyecto.En esta situación, los estudiantes:
La evaluación está inmersa en las tareas de forma permanente.Los estudiantes pueden ir evaluando el propio
aprendizaje que se va reflejando en el pro ceso de completar la investigación o resolución del
problema.Por su parte, los profesores deben tener claridad sobre la medición del aprendizaje efectivo
y considerar, previamente a la presentación del problema, las competencias que se requieren para
resolverlo y las evidencias de un buen desempeño.La evaluación auténtica es una forma de constatar
que los conocimientos y habilidades adquiridos pueden aplicarse integradamente en la resolución de
un problema. Los instrumentos de medición y evaluación incluyen las bitácoras de trabajo, los reportes
intermedios y final, las listas de cotejo, las simulaciones, etc.
La forma más útil de realimentación es proporcionar a los estudiantes comentarios específicos sobre
sudesempeño y sugerencias de mejora, orientando la atención al proceso de resolución o ejecución
de las tareas.Además, ofrece a los estudiantes información y apoyos para cambiar sus prácticas y a
reconsiderar el tiempo que dedica al aprendizaje. La comunicación de las expectativas de logro al
término de la formación constituye un horizonte de atracción y un referente para orientar el
aprendizaje. Este tipo de estrategia de evaluación ayuda especialmente a los alumnos de bajo
desempeñoocondiferentesantecedentesacadémicos.
Algunos de los principios (Nicol, 2009) que se aplican en la evaluación formativa son:
Cada profesión o disciplina aborda diferentes problemáticas y situaciones, por lo que la aplicación dela
evaluación a lo largo del aprendizaje puede tener diferentesmodalidadesy énfasis.Enlaplaneación dela
evaluación formativa es necesario un replanteamiento de las actividades, dentro y fuera del aula, y
considerar el uso de las tecnologías como una alternativa potencial para la realimentación
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individual o en grupo.
La realimentación puede ofrecerse sobre el resultado de la ejecución, sobre el proceso, sobre las
habilidades de los estudiantes para llevar a cabo procesos de reflexión y metacognición.El objetivo de la
realimentación implica elaborar un per- fil de fortalezas y debilidades que servirán de base para
emprender acciones de mejora de los aprendizajes y desempeños.En estos procesos, el apoyo de los
profesores y expertos, tanto en la explicación de las estrategias que han seguido para resolver los
problemas, como en las sugerencias para mejorar la ejecución, es muy importante pues, al mismo
tiempo que conlleva una evaluación, modela y transfiere conocimientostácitosquelosprofesoreshan
adquiridoconla experiencia.
Con estas prácticas los alumnos desarrollan un sentimiento de control sobre su propio aprendizaje.A
una mayor participación e involucración de los alumnos, mayor es la ganancia que ellos obtienen del
acompañamiento y guía del profesor.Es por ello que la realimentación debe enfatizar los aspectos de
motivación positiva y la autoestima de los alumnos.La evaluación formativa, además, ayuda a
desarrollar, en los alumnos, las competencias de pensamiento reflexivo y la autoevaluación,
vinculadas con la metacognición.
Un elemento crítico en este proceso es la alineación de la evaluación final o sumativa con el proceso de
evaluación durante el curso.Los criterios y tipos de tareas en la evaluación final deberán guardar
semejanza con el trabajo que se ha desarrollado durante el curso y cumplir la función de ofrecer la
oportunidad de demostrar los aprendizajes logrados y permitir un espacio para la autoevaluación.En los
grupos de trabajo de Humanidades y Ciencias Sociales, así como de Arte, Arquitectura y Diseño, se
presentan ejemplos de acompañamiento y evaluación formativa durante el proceso de aprendizaje y la
importancia del desarrollo de las competencias reflexivas y creativas.
La resolución de problemas o ejecuciones permiten las acciones para obtener evidencias que
demuestren que se cuenta con la competencia. En las ejecuciones se puede contar con varias evidencias
que deberán ser valoradas.Para ello, el uso de las matrices de valoración, rejillas o rúbricas sirve para
explicitar los elementos a observar, los criterios de calidad y facilitan el proceso de
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evaluación.(Montgomery, 2002).
La importancia que ha cobrado el uso de estas herramientas, es la posibilidad de dar a conocer a los
estudiantes, con anticipación, los elementos y los criterios que se aplicarán en la evaluación.Las
rúbricas analíticas que contienen el desglose de los elementos a observar, sirven para identificar en cada
uno de ellos el nivel de logro y con ello establecer perfiles de fuerzas y debilidades para
realimentar a los estudiantes.(Moskai, 2003)
Para la evaluación de las competencias transversales es usual elaborar matrices de valoración que se
pueden utilizar en diferentes escenarios y profesiones. Sin embargo, se deberá analizar su
construcción a la luz de las características de las competencias concurrentes en la resolución o
ejecución del proyecto o profesión específica.
La descripción de las matrices, rejillas o rúbricas deberá estar en términos de fácil comprensión para los
evaluadores y los evaluados.Su análisis y discusión previa es una etapa que fortalece la calidad y
objetividad del proceso.
Los riesgos que se pueden presentar en el uso de matrices de valoración es que las descripciones
tengan inconsistencias entre los niveles de desempeño. Generalmente se utilizan tres escalas de
medida: cantidad, frecuencia e intensidad.El atributo de profundidad varía en términos de cantidad, la
precisión, en términos de frecuencia, y la relevancia y claridad, en términos de intensidad (ver Tabla 1)
(Aiken, 1996 y Rohrmann, 2003, citado por Tierney & Simon, 2004) Estos atributos corresponden y
tienen significado en el contexto del proyecto o ejecución. Cuando se construye una rúbrica se
recomienda verificar tres aspectos:
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• que todos los elementos de desempeño estén explícitos y representados enla rúbrica
• que cada elemento tenga explícito el atributo o evidencia que se observa
• que los atributos o evidencias de cada elemento tengan una descripción progresiva entreniveles
Escalas de medida
o variabilidad Atributo
1 Cantidad P rofundidad
2 Frecuencia Precisión
Tabla 1 - Atributos ysu variabilidad en el uso dematricesde valoración o rúbricas (Aiken & Rohrmann)
Esta estrategia de evaluación requiere mucho tiempo para su aplicación, sobretodo en grupos
grandes.En estos casos, la evaluación entre pares (co-evaluación) y la autoevaluación con base en
las rúbricas permite cubrir a todo el grupo.
Cuando las ejecuciones o problemas se resuelven de forma diferente, en función del contexto, las
matrices de valoración deberán describir esta condición y agregar elementos que representen las
implicaciones que se deberán reflejar en el desempeño.
Los reportes de las experiencias docentes de los profesores muestran la preferencia de disponer de
diferentes instrumentos de medición y evaluación para contar con información que permita inferir el nivel
de logro o dominio de competencias y el desarrollo de pensamiento complejo.
Las pruebas de ejecución auténticas pueden ser la prueba de juicio situacional (SJT, por sus siglas en
inglés), en donde el evaluado enfrenta la descripción de una situación real de la vida profesional y tiene
que escoger un posible curso de acción.Tanto la situación como los cursos de acción posibles se
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pueden presentar mediante una simulación.Este tipo de pruebas miden el saber hacer profesional en
situaciones críticas (Straetmans, 1998, citado por Sluijsmans, Straetmans, & Merriënboer, 2008). Otra
variante es la prueba de una muestra de trabajo (WST, por sus siglas en inglés) en un ambiente
simulado en donde se ejecuta la acción con las fuentes y herramientas que estarían a disposición en
el contexto real.Finalmente, también está la evaluación de desempeño en el trabajo (POJ, por sus siglas
en inglés), en donde el evaluado demuestra la competencia en el contexto real de trabajo y es
observado y evaluado por jueces.
Las evaluaciones diagnósticas, previas al curso, o para verificar que se dominan algunos elementos
requeridos para avanzar a niveles más altos de complejidad y desempeño, se construyen en
ocasiones con pocos elementos, pero al menos deben ser los suficientes para obtener información que
permita a los profesores adecuar o enfatizar los aspectos que aún requieren desarrollo.Algunos
ejemplos de estas evaluaciones utilizan la resolución de uno o dos problemas sencillos y una
explicación del proceso que pone de manifiesto su estrategia de razonamiento.
Las evaluaciones, a lo largo del proceso de formación, pueden ser diversas y combinar las
tradicionales para verificar el dominio de ciertos conceptos, las procedimentales que se valoran con listas
de cotejo y las de resolución de problemas o ejecuciones complejas que se valoran con
herramientas tales como las matrices de valoración y las evidencias recolectadas en portafolios de
trabajo o en bitácoras.
Los programas de formación que utilizan apoyos virtuales pueden habilitar las facilidades de
evaluación automática en pruebas de opción múltiple, la evaluación por jueces de respuestas
construidas cortas o extensas, que se comparten a través de foros.De esta forma la realimentación y
sugerencias que se ofrecen a los estudiantes se pueden compartir con todo el grupo, elevando con ello
las posibilidades de mejores desempeños en el grupo en su conjunto.
De acuerdo con el tipo de aprendizajes y competencias, la evaluación final se podrá integrar con base en
uno o varios instrumentos de medición y evaluación:
• resolución de un problema real típico conlas principales variables del contexto más complejo
• ejecución directa observada por jueces
• reporte escrito extenso con los elementos solicitados como evidencia
• examen estandarizado con base en problemas o casos reales
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Sin embargo, las evidencias del proceso de aprendizaje y los niveles de lo- gro se complementan con
los resultados de las evaluaciones intermedias y de tipo formativo.La recopilación de evidencias de todoel
proceso, no sólo ofrece a los estudiantes realimentación para reflexionar, sino que además constituyen
información que, junto con los resultados de la evaluación final, permiten tomar decisiones sobre la
calificación que se otorgará a los estudiantes.
La necesidad de contar con evidencias sobre las estrategias de pensamiento que siguen los evaluados
para abordar problemas, el pensamiento crítico para tomar decisiones, la capacidad de aprender de
forma autónoma y otras evidencias de aprendizajes, que están en la base del desarrollo de
competencias y pensamiento complejo, requieren de instrumentos de medición y recolección de
evidencias que, en su conjunto, permitan sustentar la valoración del nivel de logro. El portafolio de trabajo
ofrece la posibilidad de coleccionar los trabajos que cuenten la historia de esfuerzo, progreso y logro
en un área específica con un propósito definido.Esta colección debe incluir la participación del estudiante
en la selección del contenido del portafolios; los lineamientos para su selección; los criterios para juzgar
el mérito y la evidencia de la reflexión del estudiante.(Arter & Spandel, 1992)
Para que un portafolio cumpla con su función de apoyar la evaluación debe especificarse su
propósito.En los lineamientos para su elaboración deben describirse las evidencias y características que
deben tener para demostrar el aprendizaje logrado.Como parte constitutiva de la elaboración del
portafolio está la reflexión sobre la forma y logro del aprendizaje del estudiante con base en las
evidencias presentadas.Esta característica hace del portafolio un instrumento no sólo para la evaluación
sino para el aprendizaje.Para ello se requiere contar con los criterios de desempeño y de calidad contra
los cuales los estudiantes podrán seleccionar y reflexionar sobre las evidencias presentadas.Es
importante que los alumnos participen en la selección de las evidencias aplicando los criterios
proporcionados, para que no sea solamente una colección de trabajos.
El portafolio puede integrarse de forma que permita evaluar el desempeño gradual durante el
proceso de formación y contar con criterios que le den validez y confiabilidad.Para ello, se integran en el
portafolios, un protocolo de calificación del portafolios (PPS, por sus siglas en inglés) que sistematiza la
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forma de calificar cada tarea.De esta forma el portafolios es un conjunto de tareas con sus evaluaciones
que muestran el avanceen el logrode las competencias y sus elementos, ya sea de forma vertical u
horizontal y permite integrar una calificación final.La propuesta de desarrollar gradualmente un tipo de
tareas y su evaluación con criterios sistemáticos permite contar con evidencias del desarrollo completo
de la tarea (evaluación vertical) y también proporcionan información sobre el desarrollo gradual de los
elementos constitutivos de la competencia (evaluación horizontal) (Sluijsmans, Straetmans, &
Merriënboer, 2008) Los autores proponen tres criterios para mejorar la calidad de la evaluación y que se
cumplen con el protocolo para la calificación del portafolio: la precisión, la generalizabilidad y la
extrapolación:
El portafolio de trabajo también puede plantearse como una herramienta para coleccionar y
evidenciar el trabajo de un grupo.El portafolios no sólo sirve para la evaluación sino también para el
monitoreo de los avances.En el aprendizaje por investigación o elaboración de proyectos de largo
alcance, el portafolios o una variante de bitácora pueden servir para registrar, monitorear y
realimentar el avance. La diferencia con una bitácora de registro, es que esta última no incluye la
reflexión sobre los aprendizajes logrados y la devolución del profesor.
El protocolo de calificación del portafolios ofrece la oportunidad de integrar la evaluación en cada tarea de
aprendizaje, cumpliendo una función formativa y orientando la adaptación por parte de cada
estudiante de un plan personal de aprendizaje.
mismos, lo que los habilita para emprender un aprendizaje auto-dirigido y continuar con un
aprendizaje a lo largo de la vida. La evaluación compromete a los estudiantes con estándares y criterios
que los implican en juicios de valor sobre la calidad del trabajo y sobre cómo puede éste mejorarse
(Carless et al., 2007, citado por Padilla & Gil, 2008).
Cuando las evaluaciones se llevan a cabo de forma anónima, contrastando las soluciones con los
elementos y criterios de desempeño, los estudiantes asignan valoraciones más cercanas a las que
realiza el profesor.De esta forma se aprende a evaluar por evidencias más que por los individuos
involucrados.
En la valoración del trabajo en grupos, la coevaluación es una estrategia difícil de llevar a cabo por
diversas razones, entre las que se pueden mencionar la tendencia de los estudiantes a sobrevalorar
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a sus compañeros, por la incomodidad de valorarlos. Muchas veces consideran injustas las
valoraciones (Gammie & Matson, 2007) Sin embargo, se requiere trabajar con los estudiantes para
desarrollar habilidades para evaluar ‘objetivamente’ el desempeño y contribución en un equipo de
trabajo.
Además, las facilidades de comunicación a distancia, en tiempo real o asíncrona, favorecen que se
puedan llevar a cabo acciones de enseñanza – aprendizaje que el estudiante puede ejecutar a su ritmo,
evaluaciones formativas con realimentación y evaluaciones automáticas.Las posibilidades son múltiples
y complejas y aún se encuentran en experimentación.A partir de un proyecto financiado por el Comité
conjunto de sistemas de información se identificaron algunos elementos tecnológicos clave para el
desarrollo de ambientes de aprendizaje y evaluación formativa con tecnologías de
información (Daly, Pachler, Mor, & Mellar, 2010):
• Velocidad en la respuesta para la realimentación: es importante una respuesta pronta para que tenga efecto, lo que
facilita que el estudiante pueda reintentar resolver el problema más rápidamente.
• Capacidad de almacenamiento: el sistema deber tener capacidad para permitir el acceso a una gran cantidad de datos para
seleccionar automáticamente y proporcionar la realimentación apropiada, establecer nuevas propuestas de trabajo, o
mostrar ejemplos de acuerdo al patrón de aprendizaje que se construye con base en las evidencias de avance del
estudiante.
• Procesamiento: en algunas evaluaciones es necesario llevar a cabo un análisis automático de las respuestas del estudiante
que permitaseleccionar de forma automática su devolución al alumno.
• Comunicación: el sistema debe tener capacidad para establecer comunicación con diferentes audiencias, ya sea con un
individuo o con un grupo o grupos.En realimentaciones automáticas, algunos aspectos de la comunicación se
predefinen y capturan para que estén disponibles de forma semipermanente, como grabaciones de audio o video
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TARERAS…
Consigna 1. Presento en mis palabras las ideas o ejes temáticos que más llamaron mi
atención del tema, JUSTIFICANDO mi elección.
Consigna 2. Organizo toda la información del tema respectoa las Estrategias de Evaluación
en UN tipo de estrategia que promueven la comprensión mediante la organización de la
información, como es el mapa cognitivo de modelos comunes cuya tipología se encuentra
en el texto didáctico básico del módulo: Estrategias de enseñanza- aprendizaje.
Docencia universitaria basada en competencias de Julio Herminio Pimienta Prieto
que se encuentra en plataforma entre los textos de la semana (estos tipos de la estrategia se
encuentran de la pág.76 a la pág. 78).
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