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Software Libre para Maestros de Música: valores y usos.

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Igor Saenz Abarzuza


Universidad Pública de Navarra
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SOFTWARE LIBRE PARA MAESTROS
DE MÚSICA: VALORES Y USOS
Igor Saenz Abarzuza (Universidad Pública de Navarra –España–)

1. INTRODUCCIÓN
Si la primera brecha digital se originó por la dificultad de acceso a las TIC, la denomi-
nada segunda brecha digital la está causando un déficit en el aprovechamiento de las
TIC “por la falta de formación y conocimientos de los usuarios” (Rascón y Cabello,
2012: 325–326). Dentro de las posibilidades de elección del software, o “aquella parte
del ordenador a la que no le puedes dar una patada” (Gómez, 2003: 126), hay princi-
palmente dos alternativas: el Software Libre (SL) o el Software Privativo (SP). Mien-
tras que los programas más populares de la segunda opción se conocen y se usan de
manera generalizada, el SL no tiene tanta popularidad en muchos casos por falta de
información sobre su existencia.

2. VENTAJAS DEL SOFTWARE LIBRE


La seguridad es una de las bazas principales del SL, y no hay mayor seguridad que
conocer cómo funciona el programa y cómo se tratan los datos personales de los
usuarios. El acceso al código proporciona transparencia y protege estos datos, ya
que al ser programas donde se muestran sus entrañas sin restricciones, no hay posi-
bilidad de crear “puertas traseras” (Delgado y Oliver, 2006: 6) como ocurre con algu-
nos programas de SP. El acceso al código para cambiarlo es una posibilidad que se
puede ejercer o no, pero en todo caso, es legal hacerlo. Sin el acceso al código fuente,
la única elección que permite un programa de SP es ejecutarlo o no ejecutarlo, pero
no modificarlo.
La calidad de un producto no está ligado al secreto comercial, es más, cuanto
mayor es su accesibilidad y transparencia la corrección de errores es mayor. Si la
accesibilidad fuera un problema, los programas que ofrecen el código abierto serían
inoperativos por todas las personas que se han “entrometido” en su creación y
modificación del mismo. Según la Ley de Linus, “con muchas miradas, todos los erro-
res saltarán a la vista”: según la metodología de trabajo del SL, “alguien encuentra

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710 TIC actualizadas para una nueva docencia universitaria

el problema y otro lo resuelve”1, sin que tenga que ser necesariamente la misma per-
sona. Este “escrutinio público” al que está sometido el código fuente es beneficioso
no solo para el usuario, sino también para el propio programa, ya que muchos de
los errores son detectados por los colaboradores (Delgado y Oliver, 2005: 25 y Mas,
2005: 48). La comunidad del SL ha acertado al tratar a los usuarios no como clientes
sino como colaboradores del desarrollo del programa (Valverde, 2007: 58).
En los programas de SL, los usuarios tienen la libertad de “ejecutar, copiar, dis-
tribuir, estudiar, cambiar y mejorar el software” (Stallman, 2004: 45), pero no la
obligación de compartir sus cambios. Está permitida cualquier modificación privada
del programa “sin siquiera tener que mencionar su existencia” y sin tener que
notificárselo a nadie. No obstante, compartir las modificaciones es uno de los princi-
pales valores del SL, bajo la premisa de que “el intercambio de conocimientos genera
nuevos saberes” (Cobo, 2009: 2). La privatización del conocimiento no permite la
difusión del mismo, bien explicado por George Bernard Shaw en 1925:

“Si tú tienes una manzana y yo tengo una manzana y las intercambiamos,


entonces tú y yo seguiremos teniendo una manzana. Pero si tú tienes una
idea y yo tengo una idea e intercambiamos esas ideas, entonces cada uno de
nosotros tendrá dos ideas”.
(Rascón y Cabello, 2012: 328)

Los detractores del SL ven en el movimiento algo más que una serie de programas
informáticos, ya que el trasfondo ideológico con valores como solidaridad, coope-
rativismo, participación, libertad de uso, etc. chocan frontalmente con el modelo
de fomento de lo privado y con la lucha empresarial más agresiva con la que se ha
creado la industria multi-millonaria entorno a internet.
Por tanto, para evitar las restricciones que impone el SP la única opción es no
usarlo (Stallman, 2004: 120), ya que en estos programas “tú no controlas lo que haces;
no puedes estudiar el código fuente ni modificarlo” (Stallman, 2004: 118). Hoy en día,
es posible trabajar con alternativas de SL para la mayor parte de los programas de
uso común, además de algunos específicos donde el SL ha cogido la delantera como
Sonic Visualiser en investigación del audio.

3. LA ENTROPÍA EN EL MOVIMIENTO DEL SOFTWARE LIBRE


Hay numerosos colectivos organizados en el ámbito del SL. A pesar de los inten-
tos de ver el movimiento como una organización clásica en su conjunto, el modelo
organizativo es muy diferente y está cimentado casi exclusivamente en internet. Es
un movimiento caótico en cuanto a número de personas que trabajan y colaboran,
en la implicación de cada una de ellas e incluso el trasfondo de intereses que los
mueven a participar en el desarrollo de un programa. La ideología de los hackers, o

1 http://biblioweb.sindominio.net/telematica/catedral.html
Software Libre para Maestros de Música: valores y usos 711

“alguien que ama la programación y disfruta explorando nuevas posibilidades”


(Stallman, 2004: 16) es también muy diversa. Entre los miembros de los grupos de
trabajo virtuales que interactúan desde diferentes localizaciones, la motivación es
el elemento crucial (Konradt y Hertel, 2006: 460), y esta se produce por los cuatro
componentes que forman el acrónimo del modelo VIST: valence (valencia),
instrumentality (instrumentalidad), self-efficacy (auto-eficacia) y trust (confianza).
Stallman defiende que fundamentalmente se trata de un acto de amistad, donde entre
programadores se ven “a sus semejantes como amigos” (2004: 37).
La identidad de estos programadores, desarrolladores, colaboradores o hackers
queda diluida por alias, haciendo reportes de errores, modificando códigos o creando
programas de una manera altruista en su gran mayoría. Muchos de los hackers no
se conocen entre sí ni tampoco tienen ninguna pretensión de hacerlo. Hay miembros
de todas las edades y condiciones, pero para ellos no es un hecho transcendente. Las
motivaciones para participar en el desarrollo no son principalmente económicas:
pueden ser motivaciones sociales, participación por pura diversión, por la reputa-
ción, por convicción ideológica, por motivaciones tecnológicas, por querer resolver
un problema propio o por aprender, entre otras (Mas, 2005: 94–95).
Pero no solamente hay colaboradores o voluntarios trabajando. Hay empresas
importantes que están desarrollando Software Libre (Mas, 2005: 4), como Google
o Amazon, con sistemas construidos sobre GNU/Linux. De hecho, la mayor parte
de internet se basa en protocolos abiertos (Mas, 2005: 35). Para la mayoría de
programas de SL las opciones de sistema operativo suelen ser tres: Windows y
macOS como los sistemas operativos privados más usados, y GNU/Linux como la
alternativa libre.
Con un funcionamiento en perfecto equilibrio entre caos y orden, el colectivo
muestra diferentes tendencias ideológicas, lo que se puede ver en la terminología
usada. La Free Software Foundation (FSF) promulga de manera enérgica el uso del
término GNU/Linux en vez de Linux, ya que Linux lo constituye únicamente el núcleo
del programa, siendo la mayor parte de componentes programas GNU. La FSF se
fundó con el objetivo de crear un sistema operativo libre y por eso se defiende tanto
desde esta asociación el nombre de GNU/Linux. Con Richard Stallman a la cabeza,
es la más conocida. La Open Source Initiative (OSI) defiende que el término “Código
Abierto” es más deseable y con menos carga ideológica que “Software Libre”. Algu-
nos organismos como la UNESCO utilizan las siglas FOSS (Free and Open-Source
Software) o FLOSS, donde se introduce la palabra “libre” y que intenta aunar ambos
términos con una vocación de neutralidad ideológica. Ante las dos posibilidades de
escritura, Richard Stallman aboga por FLOSS (Free/Libre and Open-Source Soft-
ware), ya que al introducir la palabra “libre” queda más claro que la palabra “free” se
refiere a “freedom”2.

2 www.gnu.org/philosophy/floss-and-foss.html
712 TIC actualizadas para una nueva docencia universitaria

4. ¿POR QUÉ SOFTWARE LIBRE EN LAS INSTITUCIONES


PÚBLICAS?
La administración pública en su conjunto tiene que tener una vocación de consumo
responsable (Mas, 2005: 154). En Navarra, una comunidad autónoma que no está a
la cabeza en el ámbito de aplicación del SL3, la Ley Foral 11/2012, en su artículo 4.ñ,
promulga este consumo responsable mediante el principio de neutralidad tecnológica4:

“ñ) Principio de neutralidad tecnológica: La Administración Pública apostará


en su funcionamiento, por la utilización y promoción de software de código
abierto, así como por el uso de estándares abiertos y neutrales en materia tec-
nológica e informática, y favorecerá dichas soluciones abiertas, compatibles y
reutilizables, en la contratación administrativa de aplicaciones o desarrollos
informáticos”.

El valor principal que promulga la FSF es “proporcionar libertad a los usuarios”


(Stallman, 2004: 22), y de ahí las cuatro libertades básicas que dicta para que un pro-
grama pueda ser considerado libre. La educación pública y el SL comparten una serie
de valores como la “libertad de pensamiento y expresión, igualdad de oportunidades,
esfuerzo y beneficio colectivo”. De estos, la libertad es el más importante (Delgado
y Oliver, 2006: 8). Para Stallman, el SP no es más que un “pobre sustituto” del SL:
“promover el sustituto no es una manera lógica de conseguir lo que necesitamos”
(Stallman, 2004: 131).
Algunos de los valores como el de cooperación exigen que los profesores de
los centros educativos tengan un espíritu participativo. Esto requiere no solo que
compartan material, sino que sean capaces de crearlo y de creer en el valor de com-
partirlo. Es una manera muy eficiente de trabajo en equipo, ya que con los recursos
compartidos, un profesor puede recopilar mucha información y recursos creados por
otros profesionales y aportar nuevo material o modificar los contenidos de uno exis-
tente. Este proceso, entre otras ventajas, enriquece exponencialmente la cantidad de
recursos disponibles. Pero las colaboraciones no tienen por qué estar estructuradas:
en el desarrollo de los programas se ha visto que es posible desarrollar “grandes
productos de forma colaborativa entre grupos de personas poco organizados, con
intereses muy diferentes y geográficamente distantes” (Labra et al., 2006: 396).
Compartir material no se hace sólo por eficiencia. El valor de la solidaridad hace
que muchos profesionales cuelguen sus creaciones en internet de forma altruista, de
modo que usuarios que no tendrían acceso de ninguna otra forma a ese conocimiento
de esta manera pueden adquirirlo. El acceso público y libre al conocimiento, que ha
sido clave con las escuelas y bibliotecas públicas, se debe extender también al ámbito
de las TIC con programas libres que lo favorezcan.

3 www.gobiernoabierto.navarra.es/es/software-libre/apuntes-generales/en-navarra-que
4 Ley Foral 11/2012, de 21 de junio, de la transparencia y del gobierno abierto: www.lexnavarra.navarra.es/
detalle.asp?r=26314#Ar.4
Software Libre para Maestros de Música: valores y usos 713

Desde la Sociedad Max Planck se está promoviendo ya desde el 2003 el acceso


libre al conocimiento teniendo como base la Declaración de Berlín5. Las TIC han per-
mitido a muchos usuarios acceder a información y formarse en lugares donde hace
poco sería imposible de plantear sin el acceso a la red y así acercarse a nuevas áreas
del conocimiento, especialmente en los países en desarrollo. La solidaridad digital ha
sido parte fundamental en este proceso, y las universidades públicas son uno de los
pilares básicos de contribución mediante sus educadores, investigadores y alumnos
para promover y compartir el conocimiento con la comunidad. El concepto de soli-
daridad digital implica el acceso a la infraestructura que permite el uso de las TIC
y la entrada de contenidos digitales. Para lo primero se requiere de la participación
de instituciones gubernamentales y la industria específica, pero el segundo punto
es labor de los usuarios, donde los educadores de instituciones públicas deberían
liderarlo como parte de su función pública. Todos los estudiantes del mundo tienen
que tener derecho de acceso a las TIC, para que como miembros de la comunidad
de usuarios participen también en la difusión del conocimiento y en el desarrollo de
programas libres.
En lo relativo al acto de compartir, hay que aclarar que el reconocimiento de
la autoría de una obra no entra en conflicto con la accesibilidad y posibilidad de
compartir de la misma. Son dos conceptos que en muchas ocasiones se han unido,
creando una sobreprotección que no ha hecho más que perjudicar a la propia obra.
El altruismo que se muestra al compartir no quiere decir que su autoría quede difu-
minada ni mucho menos: para la protección de la propiedad, Copyleft se ha erigido
como lo contrario al Copyright, ya que frente a la protección de la privatización del
segundo se opone la preservación del software como libre del primero.
La universidad debe exigir al software que utiliza tres condiciones, al menos: la
“localización”, referido a que la lengua del software usado debe ser la del lugar donde
se va a usar este programa, la “perennidad”, donde se “debe poder garantizar el acce-
so a la información en todo momento, en el presente y en el futuro”, y la “seguridad”,
donde la protección de los datos y su uso han de quedar protegidos (Delgado y
Oliver, 2006: 4). Por tanto, si se quieren promulgar esos valores, desde la univer-
sidad pública no puede recomendarse el uso de un SP a no ser que no haya una
alternativa libre.
Las universidades deben alentar un “consumo responsable” no favoreciendo a
un fabricante frente a otro (Delgado y Oliver, 2006: 4) así como la independencia
del proveedor, con el fin de que el cliente no dependa del fabricante (Mas, 2005: 48).
Cuando se favorece el uso de un SP por parte de la universidad, muchos de los estu-
diantes y profesores que no están dispuestos a pagar el coste del programa optan por
piratearlo, problema que se solventa con el uso del SL. “Pero el software (y la ciencia)
despiertan la codicia en un gran número de gerentes universitarios: consideran los
programas como una potencial fuente de ingresos, y no como aportaciones al saber

5 https://openaccess.mpg.de/67627/Berlin_sp.pdf
714 TIC actualizadas para una nueva docencia universitaria

humano” (Stallman, 2004: 63). Es legítimo cuando se trata de instituciones privadas o


empresas, ya que el propósito de una empresa es hacer negocio, incluso con la edu-
cación. Pero en los centros públicos no debería de favorecerse a un programa frente
a otro, no por rechazar el negocio en general, sino por la libertad de elección que
debe tener cada persona en el ejercicio de su profesión. Por esto, los alumnos debe-
rían conocer, e incluso programar SL desde mucho antes de llegar a la universidad
(Cobo, 2009: 5). En definitiva, “considerar al alumnado como agente colaborador del
proceso innovador con TIC conduce a una mejora continua en la actividad docente”
(Valverde, 2007: 58).

5. LOS IDIOMAS MINORITARIOS


Una empresa privada no realiza cambios en un programa a no ser que le proporcione
beneficios económicos, como es razonablemente entendible. Todos los servicios
deficitarios que se justifican por el bien común los asume habitualmente el Estado
costeado por todos los ciudadanos.
El idioma de uso del programa no es un elemento menor. Es verdad que de un
futuro maestro se espera un dominio al menos básico del inglés como lengua inter-
nacional, y también un dominio del inglés de los términos técnicos de cada área del
conocimiento en el que esté especializado. Por tanto, un maestro de música debe
controlar el vocabulario básico en inglés de los términos musicales para poder mane-
jarse bien por la bibliografía y por internet en busca de recursos o información para
su ejercicio profesional. No está de más que también que los estudiantes españoles
manejen esta terminología musical en castellano como el idioma oficial de todo el
territorio español, pero en el caso de los estudiantes que realizan su titulación en
euskera, principalmente tienen una salida laboral en un centro educativo público o
privado donde el euskera es lengua vehicular y la docencia se imparte íntegramente
en este idioma, o parcialmente según el modelo educativo. Hoy en día en Navarra,
según la Ley Foral 4/2015, el ámbito de los estudios en euskera se extiende por todo
su territorio6.
El software tiene que estar adaptado al entorno donde se implementa mediante
dos premisas: la internalización, que consiste en “adaptar el software para que pueda
ser localizado”, y la localización, que consiste en la adaptación de los programas a las
especificidades del lugar, entre las que destaca el idioma (Delgado y Oliver, 2006: 5).
Lo que proporciona el SL mediante la publicación del código fuente es la posibi-
lidad de realizar una adecuación del idioma por parte de desarrolladores de manera
altruista, aunque la administración pública también puede contratar a programado-
res para que traduzcan un determinado SL y lo compartan con la comunidad. En todo
caso, contratar a personal para la realización de una traducción de un programa es

6 Ley Foral 4/2015, de 24 de febrero, de modificación parcial de la Ley Foral 18/1986, de 15 de diciembre,
del vascuence: www.lexnavarra.navarra.es/detalle.asp?r=35459
Software Libre para Maestros de Música: valores y usos 715

económicamente más rentable que pagar a una empresa para que traduzca su SP y
luego tener que comprárselo en miles de licencias de uso.
La traducción de un programa a otra lengua es un trabajo que exige no solo la rea-
lización de la propia traducción, sino mantenerla actualizada de manera constante.
Este seguimiento es costoso económicamente hablando. Los colaboradores del SL
hacen una labor crucial en este ámbito, ya que cualquier error detectado por un usua-
rio se puede o bien corregir por ellos mismos si tienen conocimientos para escribir
en el código fuente, o bien reportar el error para que un programador lo haga. La
experiencia de ya muchos años ha demostrado que este sistema ha funcionado bien.
Otro factor a tener en cuenta es que cuando se crea un recurso lingüístico y se ofrece
a la comunidad, también podrá ser usado en otras aplicaciones (Mas, 2005: 56).

6. PROGRAMAS LIBRES PARA MAESTROS DE MÚSICA


Si se trabaja con SL, el alumno puede llevarse el programa a casa, instalarlo y usarlo
legalmente. Así, adquirir el mismo software con el que trabaja en el aula de su centro
de educación pública no le va a suponer un coste económico a beneficio de una
empresa privada. Otra de las ventajas que se ha evidenciado es la menor cantidad
de virus en GNU/Linux frente a Windows, así como la seguridad de poder instalar
en casa el mismo programa usado en el trabajo o la escuela sin incurrir en prácticas
delictivas por las restricciones de uso del SP (Serrano y Narváez, 2010: 48–49).
Desde la Universidad Pública de Navarra, en el proyecto EnclaveMusical/UPNA,
ya se había trabajado en la creación de contenidos didácticos y divulgativos online
sobre los programas de abono de la Orquesta Sinfónica de Navarra preferentemente
con SL (Andrés, 2014), utilizando por ejemplo MuseScore para la visualización de
partituras o Sonic Visualiser para la visualización de características del sonido de la
música. Ante la buena acogida de este proyecto y la constatación de que el SL no resta
valor sino que suma, en la asignatura Gaur egungo metodo eta ereduak musika
hezkuntzan (Métodos actuales de investigación en educación musical) se abogó por
enseñar exclusivamente programas de SL para la creación de recursos y materiales
útiles para maestros de música. Se constató que los alumnos no usaban mayoritaria-
mente SL no porque encontraran más ventajoso el SP, sino porque no conocían los
programas de SL y sus ventajas aquí enumeradas.
A continuación se detallan algunos programas libres que tienen una aplicación
directa en el aula de música. Todos ellos están disponibles para los sistemas operati-
vos GNU/Linux, macOS y Windows.

6.1. MuseScore
La proyección de uso de MuseScore no es solo para el maestro, sino que puede
ser usado por los estudiantes desde Educación Primaria. Una de las opciones
que permite el SL mediante la modificación del código fuente es la posibilidad
716 TIC actualizadas para una nueva docencia universitaria

de adaptar o modificar un programa para crear una versión simplificada, opción no


permitida por el SP.
Para la elección de este programa frente a otros análogos de edición de partituras
se han tenido en cuenta cuatro criterios: que se trate de un SL, que esté en la lengua
vehicular, la facilidad en el manejo y la valía de la herramienta. Sobre estas dos últi-
mas cuestiones, para usuarios habituales de otros SP como Finale o Sibelius exige el
aprendizaje de los comandos y las características propias del programa. MuseScore
cumple con las necesidades del profesor en cuanto a la edición básica de partituras,
si bien la calidad del audio y los instrumentos virtuales no son tan buenos como en
Finale o Sibelius. Las herramientas principales para un maestro de música trabaja-
das por su utilidad en el aula de Educación Infantil y Educación Primaria han sido las
siguientes: transcripción, cifrado, colocación de una letra a la canción, creación de
una segunda línea melódica y la realización de arreglos para piano principalmente.
Como SL, la página web de MuseScore ofrece una pestaña donde reportar errores
o incidencias en su uso7 y así colaborar en la mejora del programa. Además del
propio software, en la sección de partituras8 muchos usuarios deciden compartir su
material con la comunidad.

6.2. Audacity
El editor de audio libre Audacity9 ofrece la posibilidad de trabajar con un audio pre-
existente, crear uno nuevo, o ambas cosas. La herramienta de grabación mediante
el micrófono del propio ordenador o con uno externo así como la grabación de un
audio de una web, permite tener una herramienta muy útil para el aula de Educación
Infantil y Primaria.
Además de las herramientas básicas, una de las funciones que tienen más interés
por su facilidad y rápida aplicación para crear recursos en el aula es la posibilidad de
quitar la voz de una canción. Para ello, los pasos son los siguientes: abrir o arrastrar
la pista de audio; dividir las pistas en estéreo; poner ambas en mono; seleccionar
la primera pista; invertir; seleccionar ambas pistas; mezclar y generar. El resultado
final depende de cómo esté mezclada la pista de audio, por lo que no en todas el
resultado es bueno. Esta función permite poder grabar un nuevo audio cantado por
los alumnos en otro idioma, con otra letra, etc.
Otra de las funciones básicas que debe conocer un maestro, teniendo en cuenta
que seguramente grabará a sus alumnos con el micrófono del ordenador y en la pro-
pia aula, es la reducción del sonido ambiente de la grabación. Para obtener el perfil
de ruido, primero hay que realizar una grabación en silencio para que el micrófono
detecte el sonido de ambiente. Aunque no sea evidente, siempre hay un ruido de
fondo que puede emborronar el resultado final. Posteriormente, se selecciona un

7 https://musescore.org/en/project/issues
8 https://musescore.com/sheetmusic
9 www.audacityteam.org/
Software Libre para Maestros de Música: valores y usos 717

fragmento de la pista, especialmente si en algún momento se ha detectado un ruido


ambiente de mayor intensidad, y se realizan los siguientes pasos: efecto; obtener
perfil de ruido. Luego, se selecciona toda la pista y se realizan los siguientes pasos:
efecto; reducción de ruido. La reducción de ruido hay que usarla con precaución, ya
que al reducir el ruido también se elimina la posibilidad de grabar ciertos registros.
Para una edición básica, Audacity trae una serie de efectos clásicos de edición
como la amplificación, cambio de tono, fade in y fade out, eco, ecualización y rever-
beración, entre otros. Sobre la exportación del audio, Audacity permite múltiples
formatos, pero para exportar en Mp3 es necesario instalar la librería LAME10.
La pestaña de “analizar” implementa otro uso más pensado para investigación
que por su proyección como recurso pedagógico. Aquellos plugins instalados en
Sonic Visualiser se pueden usar también en Audacity.

6.3. Sonic Visualiser


El programa libre Sonic Visualiser ha sido desarrollado por el Centro de Música
Digital de Queen Mary University de Londres, por dos razones principalmente: en
primer lugar, como un medio para obtener resultados útiles para los usuarios en
general así como para investigadores, especialmente los que se dedican al análisis
computacional. En segundo lugar, como plataforma de visualización para que los
investigadores de The AHRC Research Centre for the History and Analysis of Recor-
ded Music pudieran usarlo para su trabajo. Las aplicaciones del programa son en su
mayoría heredadas de la lingüística, y modificadas para el mejor uso posible en la
música. Sonic Visualiser permite una fácil integración de algoritmos creados para
la extracción de características de bajo y medio nivel de un audio musical (Cannam
et al., 2006: 324).
Su interfaz de usuario se asemeja a otros conocidos programas de edición de
audio, y dispone también de un conjunto de sistemas de visualización estándar y
el apoyo de los plugins adicionales que se pueden instalar para métodos de análi-
sis automatizados (Cannam et al., 2010: 1467). El software ofrece la posibilidad de
importar y exportar las anotaciones realizadas con estos plugins, además de otras
muchas posibilidades de análisis y anotación. Sonic Visualiser cuenta con desarro-
lladores de plugins y usuarios por todo el mundo.
La descarga del software se puede hacer desde la propia página y es comple-
tamente gratuita y sin limitaciones de uso11. Actualmente el programa está en la
versión 2.5, publicada el 22 de octubre de 201512. Desde la misma página, se pueden
descargar los plugins necesarios, así como el código del programa para poder hacer
cualquier modificación13.

10 http://manual.audacityteam.org/man/faq _installation_and_plug_ins.html#lame (instrucciones) y http://


lame.buanzo.org/#lamewindl (descarga y ayuda).
11 http://www.sonicvisualiser.org/download.html
12 Dato de agosto de 2016.
13 https://code.soundsoftware.ac.uk/projects/sonic-visualiser/files
718 TIC actualizadas para una nueva docencia universitaria

Una vez instalado el programa y los plugins, hay que añadir la pista de audio a
estudiar. Si se copia desde un CD, se puede usar el programa FreeRip (Cook y Leech-
Wilkinson, 2009) o cualquier otro que permita la importación del audio de un CD y de
opciones sobre la calidad de la misma. El formato WAV no tiene pérdida de calidad,
pero el Mp3 sí la tiene y por tanto no es interesante convertir el audio a este formato
si el objetivo es estudiar una grabación con la máxima calidad.
Si el audio con el que se quiere trabajar requiere alguna modificación y por tanto
debe ser editado, Audacity es el programa de SL que cumple con esa función a la
perfección (Cook y Leech-Wilkinson, 2009). Es importante colocar el audio en una
carpeta estable, ya que si posteriormente se modifica su ubicación, Sonic Visualiser
no puede encontrarlo por sí mismo y es necesario volver a buscarlo dentro del propio
ordenador.
Una vez abierto el programa, el archivo de audio se puede importar o arrastrar,
mediante File-Open o con el comando cmd-O. Una vez hecho, el programa muestra
la onda (waveform) separada en dos canales. Como no es relevante la separación de
canales para la mayor parte de usos en el aula de música, lo más cómodo visualmente
es trabajar con los canales L y R unidos para una mayor claridad de la información y el
análisis realizado. Una posibilidad opcional es la de mediante la función “Normalize
visible area”, ampliar la onda al máximo rango visible de pantalla para una mejor
visualización especialmente si la señal es débil.
Pero más allá de su uso para la investigación, Sonic Visualiser se puede utilizar
para extraer la armonía de una canción, con el plugin “Chordino: chord estimate”,
mediante la pestaña “transform” u otro análogo, y previamente instalando estos
plugins desde la página de descarga de vamp plugins14. Merece la pena instalar
todos los plugins y explorar las funciones que este programa puede ofrecer como
herramienta.
La otra función que tiene un uso directo para el aula es la opción de acelerar o
ralentizar que permite el programa sin alterar el tono. Para ello, se selecciona la
flecha para poder elegir aquella parte de la canción que se quiere ralentizar y buclear
para por ejemplo, escuchar lentamente las notas que suenan con el fin de transcribir-
las y que cuesta percibir a tiempo real, o para ralentizar una locución. A la derecha de
los botones de reproducción, hay un primer botón denominado “Constrain Playback
to Section” que hay que seleccionar, así como el siguiente botón denominado “Loop
Playback”. A continuación, con la rueda de velocidad situada en la parte inferior
derecha, se puede bajar la velocidad de reproducción hasta un máximo de –12,5%.

7. CONCLUSIONES
Se puede estar de acuerdo o no con todas las demandas de la FSF, pero lo que no
queda duda, más allá de las cuestiones terminológicas y éticas, es que en educación

14 www.vamp-plugins.org/download.html
Software Libre para Maestros de Música: valores y usos 719

pública el SL es la opción más acertada: da libertad al maestro de elegir el pro-


grama, le permite modificarlo para sus intereses y le autoriza a difundir los cam-
bios si lo considera oportuno. Permite además al alumno no tener que comprar
ningún programa adicional y trabajar en casa con el mismo software que usa en
la escuela.
Los programas libres de música tienen poco que envidiar a los programas priva-
dos para realizar funciones básicas; eso sí, para un uso profesional de un software
de grabación o de edición de partituras, los programas libres no pueden competir
con los privados todavía. Por ejemplo, para grabación profesional Logic Pro X o Pro
Tools son los que más prestaciones ofrecen, y en editores de partituras profesionales
para realizar tareas más complejas Finale y, especialmente, Sibelius son los progra-
mas más utilizados. Si se trabaja a nivel profesional, comprar una licencia es lo más
habitual, pero como docentes no es justo en educación pública pedir a los alumnos
adquirir costosos programas que podrían discriminar a unos de otros según el poder
adquisitivo de sus familias.
El primer paso es que los estudiantes universitarios tengan el conocimiento de la
existencia de estos programas para que puedan usarlos en el futuro. La razón por que
los alumnos de la asignatura revelaron que no usaban estos programas fue porque no
los conocían, y no los conocían porque nadie les había hablado de ellos. Como excep-
ción, usaban Mozilla Firefox, pero sin saber qué diferencia hay entre este navegador
y Safari, Chrome o Internet Explorer, por ejemplo.
El SL no puede competir ni por asomo en publicidad con el SP, porque no invierte
en esto. Es algo parecido a lo que pasa con los medicamentos genéricos: cuando
vamos a la farmacia y pedimos un medicamento por su nombre comercial, es el far-
macéutico el que nos informa sobre la existencia del mismo medicamento genérico,
lo que quiere decir que tiene el mismo principio activo pero no el nombre puesto por
la empresa farmacéutica privada que lo fabrica, distribuye y publicita. La labor del
profesor es parecida en este sentido, debe informar a los alumnos sobre la existencia
de un programa análogo de SL a otro que conocen de SP: Openoffice frente a Micro-
soft Office o Pages, Numbers y Keynote, GNU/Linux frente a Windows o macOS,
Mozilla frente a Internet Explorer o Safari, etc.
Pero los programadores de SL no se limitan a hacer programas “genéricos”, sino
que van mucho más allá: realizan mejoras, adecúan su contenido a unas necesidades
concretas, etc. Y sobre todo crean programas originales libres como Sonic Visualiser,
donde en investigación musical de grabaciones sonoras es uno de los programas más
potentes y sin rival en SP.
En el ámbito de educación universitaria, la información sobre las posibilidades
de uso y las utilidades que estos programas les pueden facilitar como herramienta
de trabajo, hace que estos alumnos posteriormente los vayan a implementar como
maestros, asegurando que las siguientes generaciones tengan el conocimiento de su
existencia, su filosofía y sus ventajas.
720 TIC actualizadas para una nueva docencia universitaria

8. BIBLIOGRAFÍA
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