Está en la página 1de 4

El caso del ciudadano X

En la película “Ciudadano X “se aborda el caso del asesino en serie Andrei Chikatilov,

ucraniano, nacido en 1936, hombre casado, sin hijos, que fue despedido de su puesto de maestro

porque le tocó los pechos a una niña, y que después fue reasignado a trabajos en una fábrica, en

la entonces Unión Soviética. Chikatilov es capturado el 19 noviembre de 1990, a la edad de 54

años. Se le condena por la muerte de 52 personas, de las cuales 35 eran niños de menos de 17

años. Ante la irrefutabilidad de sus actos es condenado y ejecutado, después de ser interrogado

por 10 días.

Andrei Chikatilov era una persona retraída, sin amigos, callado, con problemas laborales, que

era sometido a la vergüenza delante de sus compañeros de fábrica por hacer parar la línea de

producción con sus ausencias inexplicables. En su entorno familiar no existía camaradería, ya

que su esposa le despreciaba. Poseía problemas de tipo sexual puesto que tenía enormes

dificultades de erección, no pudiendo penetrar a su pareja, debiendo hacerse daño al

masturbarse para poder sentir excitación. Descubre que se puede excitar mucho cuando ve la

sangre y por ello usa las estaciones del tren de Rostov para abordar sus víctimas, que en su

mayoría eran adolescentes porque le gustaban muchísimo.

Chikatilov descubre que puede sentir emoción sexual cuando se coloca sentado sobre sus

víctimas, penetrando las niñas y eyaculándoles encima mientras las apuñala con saña, y están en

agonía. Más aún, seguía masturbándose después de estar la víctima muerta porque ver el

cadáver le emocionaba. Las desfigura para ver la sangre, porque le complementa el placer sexual

y tiene preferencia
Chikatilov, movido por la creencia que en los ojos de las víctimas moribundas quedaba su

imagen y que a partir de ella la policía podía identificarlo, les arranca los ojos, de manera que

un rasgo de su accionar criminal es sacarles los ojos. Además, siempre utiliza el puñal,

causándoles heridas en el pecho, siendo múltiples las heridas.

Los rasgos del criminal fueron consignados por el psiquiatra Bukarovski, incorporado al

equipo de investigación forense, a cargo del entonces teniente Burákov, en el denominado

Informe del Ciudadano X. Este documento es clave en la obtención de la confesión del

criminal, en el 27 de noviembre de 1990, diez días después de su captura.

El asesino serial había podido permanecer en libertad por varias razones. La primera era que

la investigación de sus acciones, a cargo de Burakov, investigador forense, y en la jurisdicción

del general Fésitov, era torpedeada constantemente por la burocracia del partido comunista

soviético. Las primeras investigaciones inician en 1982, y al año, en la primavera de 1983, los

resultados tendientes a identificar el asesino no han avanzado mucho. Sin embargo, el hallazgo

de un cadáver, hecho en el bosque por un niño, es un indicio de un caso grave. Burákov, con la

tenacidad que le caracteriza, en el año siguiente ha encontrado 6 cadáveres más y expone la

necesidad de desplegar recursos de mayor envergadura, pero como respuesta es retirado del caso

por razones políticas. Y se le ordena concentrarse en homosexuales, desviados sexuales, y

médicos que sean posibles sospechosos, dada la naturaleza de las heridas encontradas en las

víctimas.

Para la primavera de 1984, el hallazgo del cadáver de una mujer en el bosque, en las cercanías

de una estación del tren de Rostov, indica a Burákov que el asesino serial utiliza el tren para

transportarse y las estaciones para seleccionar a sus víctimas. Por ellos e concentra en las

estaciones de tren para realizar sus pesquisas. Es en ese año que Burákov ve a Chikatilov en una
estación y al verlo con un maletín, le interroga, encuentra una soga y un cuchillo, por lo cual le

detiene. Sin embargo, Chikatilov era miembro del partido comunista y por ello, las pruebas de

laboratorio sobre el semen y rastros de sangre encontrados en las víctimas y cotejados con los

fluidos de Chikatilov, salen negativos. Se alegó después que el tipo de sangre de Chikatilov en

su cuerpo era diferente del que se percibía en su semen, cosa totalmente inaceptable.

Para 1987, los asesinatos de Chikatilov incorporan el canibalismo y se hace necesario ensayar

un perfil del asesino, el que elabora el psiquiatra Bukarovski, documento que a la postre será

clave para la detención del asesino.

A la detención del criminal influye, además de la tenacidad del investigador Burakov, el

hecho que se cambia el rumbo político de la entonces Unión Soviética, puesto que en 1990,

durante el régimen de Gorbachov, se pone en marcha la Perestroika, por lo que , los cambios

en la cadena de mando burocrática hacen posible que sea nombrado el general Fesitov jefe de

la región de Rostov y éste reposiciona a la cabeza de la investigación Burakov, dándole todos

los recursos técnicos y humanos que este había solicitado hacia 7 años.

En consecuencia, Burakov puede ejecutar su plan de captura del asesino, consistente en colocar

soldados en las estaciones del tren de Rostov, excepto en tres de ellas, además de desplegar

personal de civil para que vigilara los bosques cercanos a ellas y se recopilaran informes de las

personas que se acercaban a adolescentes. Es precisamente en uno de los informes de uno de

estos vigilantes del bosque en los que se identifica a un hombre extraño que sale de él, llevando

un maletín, y que había dado una versión que venía de visitar a su madre en un determinado

lugar, de donde era oriundo el vigilante del bosque, quien apuntaba que el personaje no era por el

conocido.
Entonces, ante la descripción y el hecho de la anterior detención de Chikatilov, recordada por

Burakov. Se le detiene, y procesa como se ha dicho antes.

En conclusión, se puede percibir que, por un lado, la burocracia existente y el manejo político

del caso causó muertes innecesarias porque se había podido detener al criminal mucho antes. Por

otra parte, el manejo restringido de las profesiones forenses y de la psiquiatría en la ex unión

Soviética, permitan la negligencia en el manejo de estos casos y e impedían la colaboración con

los sistemas forenses de occidente, que a la postre fueron de ayuda. Más aún, cuando se despide

a Chikatilov, el mismo manejo inadecuado, la falta de asistencia psicológica para manejar su

problema, hicieron de él , de alguna manera que se tornara más peligroso para la sociedad,

terminando en un asesino en serie.

También podría gustarte