Se concluye que: en casos de accidentes laborales, cada profesional cuenta con una

guía de bioseguridad que sirve de ayuda para las prácticas que se realicen en
laboratorio o en el mismo centro de salud. Sin embargo, el personal de enfermería no
cuenta con la guía necesaria que ayude a evitar daños que perjudiquen la vida del
personal de salud. Por ejemplo, una de los ítems importantes e indiscutible es el
lavado de manos, puesto que, según a porcentajes obtenidos se dice que entre el
95.31% y el 97.66% siempre realizan este acto antes y después de estar en contacto
con el paciente. Al mismo tiempo, el uso de guantes tiene el mismo resultado positivo,
por lo que, de acuerdo a las estadísticas obtenidas, se determina que tanto en la
técnica de colocación como en la eliminación de los materiales de protección se
realizan de manera satisfactoria. En cuanto al estilo de vestimenta del personal de
enfermería, el 53.12% prioriza usar el cabello recogido dentro y fuera del
establecimiento de salud para minimizar la contaminación; el uso del cubre bocas,
gorros quirúrgicos y botas desechables lo usan de forma correcta, pero el uso de bata
lo descartan por ser un medio de contagio rápido. Por otro lado, todo el personal de
enfermería prefiere no usar lentes protectores el tiempo que realizan sus actividades
que requiere protección ocular. Es por ello, según la escala cualitativa no aplica. Cabe
resaltar, el uso de material quirúrgico es frecuente, ya que en repetidas ocasiones el
personal de enfermería practica el reencapsulado de agujas con una sola mano y el
desecho adecuado de material punzo cortante en sus envases de colores
correspondientes.