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Temor a Dios

Temor a Dios – El Principio de la Sabiduría

A través de las escrituras judías aprendemos que "el temor a Dios es el

principio de la comprensión de la sabiduría del conocimiento".

Ciertamente, el temor a Dios es un tema importante a través de todo el

Antiguo Testamento y como no, en el Nuevo:

El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, pero los insensatos

desprecian la sabiduría y la enseñanza (Proverbios 1:7).

El temor de Jehová es el principio de toda sabiduría; buen entendimiento

tienen todos los que practican Sus mandamientos (Salmo 111:10).

El temor de Jehova es el principio de la sabiduría, y el conocimiento del

Santísimo es la inteligencia (Proverbios 9:10).

Pero si Él determina una cosa ¿quién lo hará cambiar? Su alma deseó, e

hizo. Él, pues, acabará lo que ha determinado de mí, y muchas cosas

como éstas hay en Él. Por lo cual yo me espanto en su presencia. Cuando

lo considero, tiemblo a causa de Él. Dios ha enervado mi corazón; y me

ha turbado el Omnipotente (Job 23:13-16).


"¿A mí no me temeréis?" dice Jehová. ¿No os amedrentaréis ante mí?"

(Jeremías 5:22).

Servid a Jehová con temor y alegraos con temblor (Salmo 2:11).

El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre (Salmo 19:9).

Tema a Jehová toda la tierra; Teman delante de Él todos los habitantes del

mundo (Salmo 33:8).

Venid, hijos, oidme; el temor de Jehová os enseñaré (Salmo 34:11).

Enséñeme, oh Jehová tu camino, caminaré yo en tu verdad; Afirma mi

corazón para que tema tu nombre (Salmo 86:11).

El fin de todo discurso oído es este: Teme a Dios, y guarda sus

mandamientos, porque esto es el todo del hombre (Eclesiastés 12:13).

El Temor de Dios – El Verdadero Significado

En estas escrituras acerca del "Temor de Dios," la palabra "temor" es

derivada de palabras hebreas, tales como yirah (Proverbios 1:7; 9:10;

Salmo 2:11; 19:9; 34:11), yare’ (Salmo 33:8; 86:11; Jeremías 5:22;

Eclesiastés 12:13) y pachad (Job 23:15), las cuales en realidad significan

“miedo,” “terror,” o “pavor.” Aunque muchos maestros cristianos le


restarán importancia al "temor de Dios" y utilizan palabras para

reemplazarlo como "respeto," "reverencia," u "honor," el idioma hebreo

es bastante claro. Además, hay otras palabras hebreas que representan

significados más suaves, como kabad (Éxodo 20:12 – "Honra a tu padre y

a tu madre…" Proverbios 3:9 –"Honra a Jehová con tus bienes…")

Los sacerdotes para entrar a ofrecer al lugar santisimo tenian que hacerlo

con una cuerda atada en la cintura, por si acaso habian pecado, y tenian

que sacarlo de aquel lugar sin entrar.

El Temor de Dios – El Resto de la Historia

Las buenas noticias son que el temor de Dios es sólo el principio de la

sabiduría. ¡Tenemos que leer el resto de la historia! De hecho, la

grandiosa noticia es que el Amor de Dios, reflejado a través de Jesucristo

en las escrituras del Nuevo Testamento, ¡tiene el poder de desterrar este

temor y de hacernos libres!

En el amor no hay temor. Sino que el perfecto amor echa fuera el temor,

porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido

perfeccionado en el amor (1ra de Juan 4:18). Amados, amémonos unos a

otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama es nacido de Dios,

y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es

amor. En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros: En que Dios

envió a Su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por Él. En esto
consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que

Él nos amo a nosotros, y envió a Su Hijo en propiciación por nuestros

pecados. Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros

amarnos unos a otros. Nadie ha visto jamás a Dios; si nos amamos unos a

otros, Dios permanece en nosotros y su amor se ha perfeccionado en

nosotros (1ra de Juan 4:7-12). "Más Dios muestra Su amor para con

nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros

(Romanos 5:8). "Que os améis unos a otros, como yo os he amado. Nadie

tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos" (Jesús

le dice a Sus discípulos en Juan 15:12-13).

Temor de Dios – El Amor de Dios

¿Cómo podemos comprender las maravillosas Buenas Nuevas de

Jesucristo si no apreciamos primero el temor de Dios? Sin un total

sobrecogimiento, asombro, terror, pavor, reverencia, y respeto por un

Creador perfectamente santo y justo, ¿podemos verdaderamente apreciar

lo que Jesucristo, el Hijo de Dios, hizo por nosotros en la cruz del

Calvario?

En última instancia, se resume a perspectiva y posición. ¿Quién es Dios?

y ¿cuál es mi perspectiva acerca de Su naturaleza, poder, y justicia?

¿Quién soy yo? y ¿cuál es mi posición humana con respecto a este Dios

Todopoderoso?
Una vez que comprendemos y aceptamos toda la historia, podemos llevar

nuestras vidas con una especial apreciación de dos verdades coexistentes

-- el "Temor de Dios" y el "Amor de Dios."

Digan ahora los que temen a Jehová: "Que para siempre es su

misericordia" (Salmo 118:4).

Se complace Jehová en los que le temen, y en los que esperan en su

misericordia (Salmo 147:11).

Diciendo a gran voz: "Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su

juicio ha llegado. Adorad a aquél que hizo el cielo y la tierra, el mar y las

fuentes de las aguas" (Apocalipsis 14:7).

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