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Marx no era

Revista Realidad 140, 2014


marxista-leninista1
RICARDO RIBERA
Departamento de Filosofía
Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas”

Amigas y amigos, colegas, estudiantes, tengan todas y todos


muy buenas tardes. Por lo que se ve, Marx mantiene gran poder de
convocatoria, a juzgar por su presencia masiva en este auditorio,
2

Nos convoca para hablar de Marx y de sus ideas la excusa de


que este año se cumplen 170 de la escritura de sus apuntes, cono-
cidos como los , textos
que no fueron rescatados del olvido y publicados sino hasta 1932;
que, por lo tanto, no fueron conocidos por Lenin, este otro gigante
del pensamiento emancipatorio, del cual, por cierto, se cumplen 90
años de su muerte este 22 de enero de 2014.

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En estas Jornadas “Ignacio Ella- campesino, indígena, convocado y
curía”, dedicadas este año a Marx y organizado por el Partido Comu-
, bueno será nista, escribió una página de lucha
tomar en cuenta la recomendación en el libro de la historia, que trans-
- formó para siempre a la nación.
ción en el momento y en el lugar La intentona insurreccional duró
unos pocos días, pero la represión
permítanme leer la noticia de este se prolongó varios meses, convir-
día sobre el comienzo del Foro tiéndose en el primer genocidio
Económico Mundial, más conocido del país desde su independencia.
como el Foro de Davos. Según la Roque Dalton resumió poéticamente
nota de la agencia EFE, la reunión
es “para dar una nueva forma a nacimos medio muertos después
un mundo que está sumido en del 32”.
varias crisis, que hacen necesaria
Asimismo, hay que señalar
En otra noticia, 3
otra gesta histórica: la mayor mani-
recoge la posición del papa festación política de masas de la
Francisco: “No se puede tolerar historia del país, la que encabezó
que millones de personas mueran la Coordinadora Revolucionaria
cada día de hambre, máxime de Masas, CRM, que fue embrión
cuando existen cantidades ingentes del Frente Democrático Revolu-
de comida que, a menudo, son cionario, FDR, y que era resultado
sencillamente desperdiciadas”. El de la inicial confluencia de las
organizaciones revolucionarias de
nos pueden resultar indiferentes los
numerosos migrantes que van hacia de la izquierda marxista que culmi-
la muerte en viajes inhumanos”. naría con la fundación del Frente
Huelga decir que ni el citado Farabundo Martí para la Liberación
periódico ni el jerarca de la Iglesia Nacional, FMLN. Aquella marcha
católica son sospechosos de tener del 22 de enero de 1980 se asomó
al borde del inminente conflicto
armado; movilizó a unas trescientas
común con la de Marx. mil personas que pacíficamente
salieron a las calles pese al riesgo de
ser reprimidas y masacradas, como
por alto la fecha del día de hoy, 22 de hecho ocurrió.
de enero, aniversario importante
para la historia del pueblo salvado- Hace escasos seis días cele-
reño. Su evolución sigue marcada
por otro 22 de enero, el de 1932, del Acuerdo de Paz, que tras doce
cuando el levantamiento popular, duros años de guerra civil signi-

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ficó la salida político-negociada atención en cosas de estrategia y
un poco menos en las cuestiones
superación de más de medio siglo tácticas, para revisar el largo plazo
de dictadura y terrorismo de Estado. y ya no solo el corto plazo. Para
decirlo de otra manera: tenemos la
Esas son indispensables referen- mirada puesta en los pies, para no
cias para ubicar la oportunidad de tropezar, y el llamado es a levantar
la temática que hoy nos reúne acá, los ojos, para mirar hacia delante
en este espacio de la Academia. y ver para dónde vamos. Aquí voy
Nuestro presente actual de transfor- a intentar aportar en tal sentido
maciones y cambios en democracia con esta breve ponencia, cuyo
no se habría alcanzado sin escalar título puede parecer una tontería,
esos peldaños históricos, en el una , pero que sirve de
diferido ascenso del pueblo hacia provocación: Marx no era marxista-
el puesto de mando, ahí donde se .
toman las decisiones que pueden
Por un lado, es evidente que
Marx no era leninista, que no podía
Contrastante con las efemérides serlo; pero, por otro lado, el título
mencionadas es el momento por -
el que hoy atravesamos: a escasos rencias entre el marxismo de Marx
once días de las elecciones presi- y el de Lenin. Es obvio que Lenin
denciales, tras una larga y –hay que fue marxista, pero ¿qué tipo de
decirlo– poco motivadora campaña marxismo era el suyo? Ha habido y
electoral. Está en juego la posibi- hay varios marxismos. Ha habido y
lidad de un segundo gobierno de hay diferentes lecturas de la obra de
la izquierda que pueda profundizar Marx. ¿Cuáles son de más interés a
los cambios iniciados el 2009 o, de la altura de nuestra época? ¿Qué de
no darse, el retroceso a otro período Marx vuelve a ser actual? ¿En qué
de neoliberalismo y autoritarismo cosas Lenin nos sigue interesando y
conservador, caso de que regrese la en cuáles ya no?
derecha al control del poder ejecu-
tivo. La importancia de la coyuntura Por otro lado, ¿es marxismo ese
pareciera absorber energías y aten- -
ción ciudadanas en una medida mico, no comprometido con las
desmesurada, con el riesgo de que luchas políticas y con la aspiración
se pierda de vista la amplitud y los a la revolución y al socialismo? O,
alcances del proceso histórico en su dicho de otra manera, ¿se puede ser
conjunto. marxista sin ser revolucionario? Y la
pregunta indispensable, al menos en
Resulta un buen momento El Salvador: ¿se puede ser revolucio-
para, desde la Academia, poner la nario sin ser leninista?

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de experiencias prácticas y de
aunque mejor completemos la lista elaboraciones teóricas que habrá
con otras igual de imprescindibles: que asimilar y reelaborar. En este
¿cómo tomar el poder? O, si no sentido, es preciso un diálogo
se puede tomar, ¿cómo llegar al entre nuestra época y el siglo XX,
poder? Una vez ahí, ¿qué hacer con
él? Y asimismo: ¿cómo pensamos de conocimiento que, no solo
el socialismo?, ¿qué modelo nos las revoluciones victoriosas, sino
inspira? ¿Es solo un modo de también algunas de las experien-
producción diferente o de lo que cias derrotadas o fracasadas nos
se trata es de vivir de otra manera?4 brindan, si sabemos releer sus
renglones. No solo hay que poner a
Aunque resulta evidente que
la tarea revolucionaria consiste del siglo XIX llegan mensajes que
en “pensar lo nuevo”, que “el nos interpelan, ciertos pasajes
futuro hay que inventarlo” y que cobran hoy más relieve del que
se requiere “pensar con cabeza tuvieron en el siglo pasado. De ahí
propia”, nunca se parte de cero ni la actualidad de Marx y la de Lenin,
estamos desarmados teóricamente a los que nos ceñiremos acá, aun
ante los presentes desafíos. La sabiendo que no se agota en ellos la
historia nos ofrece todo un bagaje temática.

El diálogo del siglo XXI con el siglo XIX

Hay una serie de aspectos de con el consiguiente agotamiento de


la obra de Marx que seguramente recursos y el socavamiento de las
son más comprensibles hoy, al condiciones de supervivencia de la
leerlas en el siglo actual, que en la especie humana. Más claramente
época en que fueron escritos por su hoy, en nuestra centuria, que en
- el siglo XIX, la dialéctica invierte
ción de Marx. Es así en cuestiones dramáticamente los términos y,
relativas al desarrollo de la técnica tal como predijo Marx, las fuerzas
y de las fuerzas productivas en productivas se convierten en fuerzas
general, pero también en aspectos destructivas. Por eso, podemos
críticos como la alienación (en
el consumismo 5 por ejemplo) o época permite entender mejor a
la inadecuada relación hombre/ Marx, es válido también el aserto
naturaleza, que en el sistema contrario: el estudio de la obra de
capitalista lejos de ser armoniosa Marx permite comprender mejor las
pasa a adoptar el sello que le es contradicciones y la problemática
propio de explotación y dominio, de nuestros tiempos.

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Pero así como para captar haber estudiado completa la Lógica
a cabalidad la obra de Lenin es de Hegel. Lo cual no se compren-
imprescindible el estudio previo dería si tanto los como
de Marx, lo mismo puede decirse no hubieran tomado
de este con respecto a Hegel. Sin de Hegel más que unas vacías
un cierto conocimiento de su obra formulaciones metodológicas”.6
filosófica, difícilmente se van a
entender las formulaciones de Marx, El carácter humanizador y
su implícito diálogo con el sistema creativo del trabajo, el concepto
hegeliano, su utilización de la de “alienación” o “enajenación”,
dialéctica como método de análisis. e incluso muchos aspectos de la
crítica a la sociedad burguesa los
De otra parte, al igual que obtuvo Marx de Hegel.7 Es notable
el tiempo le ha dado la razón a el caso de la dialéctica entre el
ciertas tesis marxistas con mayor amo y el esclavo (
rotundidad que cuando fueron
formuladas, algo similar ocurre con obra marxiana. Por otra parte, hay
Hegel. El propio Marx, a pesar de aspectos de la obra de Hegel donde
haber iniciado su recorrido teórico nuestra época le ha dado la razón,
confrontando, rebatiendo y supe- matizando o neutralizando la crítica
rando la obra de Hegel, lo culmina de Marx.
reencontrándose con la misma y
recuperando aspectos que a la hora Hegel fue el primero en resaltar
de redactar le son útiles y la importancia que alcanzaría con el
a los que reconoce su validez. tiempo la clase media dentro de la
sociedad burguesa y su capacidad
Ellacuría, quien pese a no ser mediatizadora. Esto, no solo no lo
marxista conocía muy a fondo la aceptaba Marx, sino que viene a
obra de Marx, dejó explícito el contradecir en parte su tesis de la
siguiente apunte: “El 16 de enero tendencia a la polarización de la
de 1858, cuando Marx andaba sociedad moderna en dos clases
escribiendo ya su cuarto cuaderno contrapuestas, burguesía y proleta-
de notas [de los o riado. Ciertamente hay proletariza-
ción de una serie de profesiones u
]
escribía a Engels que en su método por los artesanos o eran el dominio
de trabajo le había sido de gran de las llamadas profesiones libe-
utilidad el haberse encontrado rales (médicos, abogados, etc.); sin
accidentalmente de nuevo con la embargo, qué duda cabe que el
Lógica de Hegel. Por algo advertía desarrollo y creciente papel de las
Lenin que es completamente impo- capas medias marcan el mundo
sible entender de Marx sin contemporáneo de tintes descono-

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cidos en la paleta con que pintaba nario de las máximas posibilidades
Marx a la sociedad moderna. Lejos de la libertad. La crítica de Marx es
precisa y contundente.
de clase tienden a volverse más
complejas en la llamada sociedad Marx tiene razón al reclamar
post-industrial. que el Estado es siempre Estado
de clase, que es neutral solo en
Algo parecido puede decirse de apariencia, que siempre está al
la tesis marxiana sobre la creciente servicio de la clase dominante y
pauperización de los trabajadores. que en eso consiste su esencia.
Es verdadera en ciertos aspectos No obstante, convendrá retomar
del mundo globalizado, en espe- la dialéctica entre esencia y
cial en las sociedades del llamado -
ciar la importancia de esta última.
anteriormente cuando citábamos al El propio Hegel la desarrolló: la
papa Francisco; pero, por otra parte, esencia niega a la apariencia.
resulta falseada por la amplitud de Resulta ser su opuesto. Las cosas
la “aristocracia obrera” o la pujanza no son como parecen, sino que
del sector terciario de servicios, con más bien son todo lo contrario.
sus empleados “de cuello blanco” No obstante, la apariencia es un
y sus empleadas con maquillaje momento indispensable: todo lo que
y zapatos de tacón. Es decir, la es, aparece, y todo lo que aparece
visión de Hegel del futuro resulta, lo hace bajo la forma de apariencia.
en algunos aspectos, más cercana a
una descripción de la realidad del En el caso que nos ocupa: el
mundo actual que la de Marx, muy Estado, siendo como es Estado de
anclada en las duras etapas de la clase, no puede dejar de presen-
acumulación primitiva de capital. tarse como neutral y de “aparentar”
estar al servicio de las distintas
Hegel también acierta en la clases por igual. La falsedad última
predicción sobre el advenimiento de la apariencia no la priva de su
de una “clase política” ligada al necesariedad ni hace que desapa-
aparato del Estado, así como la rezca o se disuelva en la esencia.
inevitable y perniciosa “burocra- La lucha política en el marco de
tización” del mismo, que entraría las democracias burguesas juega
en contradicción con su esencia. justamente con esta ambigüedad.
Marx le reprocha a Hegel presentar Si hay espacio para el juego político
como ideal al Estado real, haber precisamente es porque no todo se
idealizado al Estado burgués. Lo ha resuelve en lo que las cosas son
mostrado como culminación de la “en su esencia”, en este caso, en
evolución humana, como máxima el carácter clasista del Estado. La
realización del espíritu, como esce- crítica de Marx, aun siendo verda-

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dera, no agota de hecho las posibi-
lidades de lo real, ni supone toda la el marxismo de Marx ha cubierto
verdad de la realidad. Es más que -
una sutileza. tualización del Estado de Derecho.
Es un tema de mucha actualidad,
Volviendo sobre lo mismo desde a la vista de las experiencias del
otro ángulo: Marx ha planteado el llamado “Socialismo del siglo XXI”.
carácter ilusorio de las luchas que Sobre el mismo hallaremos muchos
se dan en el Estado y por el Estado. más elementos teóricos en Hegel,
Es su forma de refutar a Hegel e
invertir los términos. No es en el trata de un estadio de la historia, de
Estado, sino en la sociedad donde los más elevados en la evolución
se juega el destino de los pueblos. del espíritu, de la racionalidad y
Es la sociedad el escenario principal la libertad humanas. En la medida
de la historia. Es la lucha de clases el que nuestra centuria valora en
motor principal de la misma, y ella mayor medida la democracia y los
8
derechos humanos, planteándose el
por tanto de ilusorias, de irreales, socialismo como su ulterior desa-
las luchas en el marco del Estado, rrollo y expansión, y no como algo
las de los partidos, las que protago- a superar a nombre de no importa
nizan los políticos. Marx sienta con cuál dictadura, en dicha medida
ello las bases para una concepción resulta de interés el aporte de Hegel.
En especial, por darse su plantea-
propiamente la dota de herramientas miento fuera del marco teórico del
para el análisis histórico o para la liberalismo. Igual que la democracia
construcción de la historia como es anterior al capitalismo y no es
ciencia. Lo mismo ocurre con su un “producto” de ese modo de
tesis de que “son las masas las que producción, la racionalidad propia
hacen la historia”, en refutación a del derecho constitucional y las
Bruno Bauer, hegeliano de izquierda, normas que rigen el moderno Estado
quien había enfatizado exagerada- de Derecho desbordan el mundo de
mente el papel del protagonismo la burguesía.
individual. O sea, aun aceptando
las tesis del materialismo histórico
de Marx y su teoría de la lucha de lo que aparece, desaparece. Es la
clases, habrá que emprender el concepción sintetizada de Hegel,
análisis teórico y la praxis política de por la cual todo está en devenir,
las luchas concretas en el Estado y
por el Estado, a despecho de los cali- está llamado a desaparecer. Pero
Hegel pareciera olvidar aplicar su
La praxis histórica de los partidos propia receta al tema del Estado.
En esto Marx le corrige la plana. La

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verdadera libertad y la humanización Es un planteamiento que lo
plena se alcanzarán sobre las ruinas aproxima mucho al ideal anar-
del Estado, negándolo, haciéndolo quista, con una diferencia que
desaparecer. La realización de para Marx es sustancial: el camino
la historia como concreción de para llegar a tal meta es diferente
la libertad –tal como la concibió y, con ello, la propia meta cambia.
Hegel– debe interpretarse más bien Para poder destruir el Estado, para
como la historia de la liberación. poder “extinguirlo”, hace falta
Se trata de liberación y no solo de primero su conquista e incluso su
libertad. Liberación de todo lo que expansión. Solo desde la dialéctica
oprime y sojuzga al ser humano. cobra sentido la apuesta de Marx:
Liberación, por tanto, del Estado. la dictadura del proletariado, el
Para Marx, el comunismo será la Estado proletario, supone el tránsito
“sociedad autorregulada”. No solo para eliminar el Estado y alcanzar el
liberación “de”, también liberación comunismo, pero dicha transición
“para”. Liberación para hacer posible pasa por su reforzamiento temporal.
la vida plenamente humana.

El diálogo del siglo XXI con el siglo XX

Engels sintetiza en su obra Anti- más evolucionada, logre completar


estas ideas al respecto: su transición al socialismo”. Un
“El proletariado toma el poder año más tarde, en 1919, insistía:
estatal y comienza por convertir “Sabemos que al presente no
los medios de producción en podemos implantar el orden socia-
propiedad del Estado. Pero con lista y nos daríamos por satisfechos
este acto se destruye a sí mismo con que lo pusieran en práctica
como proletariado y destruye toda nuestros hijos y tal vez nuestros
diferencia y todo antagonismo de nietos”.9
clases y, con ello mismo, el Estado
como tal”. Lenin, en Lenin impulsó primero el
“comunismo de guerra”, que esta-

la destrucción del Estado, es decir, los comisarios políticos (de partido)


de toda violencia organizada y para enfrentar la necesidad de ganar
sistemática”. Pero, compelido a la guerra civil. Pero una vez resuelta
resolver en la práctica, por primera esta, concibió la NEP (Nueva
vez en la historia, los problemas Política Económica) que establecía
tras la toma del poder por la clase una suerte de economía mixta.
obrera, está claro que se trata de Buscaba con ello fortalecer la
un proceso largo: “Es probable que alianza obrero-campesina, innova-
ni siquiera la próxima generación, ción teórica y práctica con respecto

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lo previsto por Marx, indispensable los bolcheviques, que él encabeza,
a su criterio en un país básicamente con los mencheviques no residen
agrario como era Rusia.
revolución que está pendiente en
Lenin había estudiado a fondo Rusia. Así fue hasta 1917, el año de
la economía y estructura de clases la doble revolución rusa.
de su país. Lo hizo antes incluso
de haber sido fundado el partido, La decisión de no detenerse en
aprovechando su encarcelamiento el estadio burgués de la revolución,
en diciembre de 1895. Dedicó los alcanzado en febrero, la tomó Lenin
tres años de encierro a la prepara- justo al regreso de su exilio en Suiza,
ción de y sus argumentos aparecen en las
en Rusia, libro que publicó en . Muchos camaradas
1899. Está dedicado a “examinar quedaron atónitos. Su llamado a
la siguiente cuestión: ¿cómo se derrocar el gobierno provisional
forma el mercado interior para el surgido de la revolución que había
capitalismo ruso?”10 Estudia en tres derribado al zar, a entregar todo el
capítulos cómo se ha desarrollado la poder a los soviets y saltar a la revo-
industria capitalista en el país. Antes lución socialista, iba contra la línea
ha dedicado otros tres a examinar del partido y de lo que había soste-
la desintegración del campesinado, nido hasta entonces el propio Lenin.
la transición de la economía terra- -
teniente de tipo feudal a la forma ciones: Bogdanov caracterizó las Tesis
capitalista y, por último, las moda- como “el delirio de un loco”,
lidades de la agricultura mercantil y
capitalista.
hubiera perdido la razón”.12
A la altura de 1908, cuando
redacta el Prefacio para la segunda
edición de la obra, tiene totalmente -
claras las consecuencias políticas nista: “La lección fundamental del
que se derivan de su investigación: materialismo revolucionario es que
“Partiendo de esta base económica, la revolución debe golpear dos
se comprende que la revolución en veces”. Lo que falta a la primera
Rusia es, inevitablemente, una revo- revolución no es el contenido, sino
lución burguesa. Esta tesis marxista su forma misma: la idea de que la
es absolutamente irrefutable. No se libertad y la justicia pueden lograrse
la debe olvidar jamás. Siempre hay haciendo funcionar el aparato
que aplicarla al análisis de todas las estatal existente y sus mecanismos
cuestiones económicas y políticas democráticos. Es “la negación de
de la revolución rusa”.11 Está claro, la negación hegeliana: primero el
por tanto, que las diferencias de viejo orden es negado dentro de su

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propia forma ideológico-política; lismo realmente existente fue la
luego esta forma tiene que ser barbarie”.15 Es el juicio, después de
negada. Los que vacilan, que temen la caída del muro de Berlín y del
dar el segundo paso de superar la desplome de la Unión Soviética,
forma misma, son los que quieren tal vez demasiado severo, dadas las
una ‘revolución sin revolución”.13
bolcheviques enfrentaron.
Ya en 1905, al calor de las
luchas revolucionarias, Lenin había Manuel Sacristán 16 examinó,
adelantado algo de la doble revolu- de una manera más ponderada,
ción pendiente en las condiciones las relaciones entre leninismo y
rusas: “El proletariado debe llevar estalinismo y expuso sus diferen-
a término la revolución democrá- cias esenciales. Con Stalin sobre-
tica atrayéndose a la masa de los vino la concentración de poder,
campesinos para aplastar por la hasta convertirse en dictadura
fuerza la resistencia de la autocracia personal; la represión se convirtió
[dictadura zarista] y paralizar la en terror. Apoyó al nacionalismo
inestabilidad de la burguesía; el ruso. Repugna su cinismo ideoló-
proletariado debe llevar a cabo la gico. “Stalin canonizó como justo
revolución socialista atrayéndose la y acertado lo que no era más que
masa de elementos semi-proletarios el estado de necesidad: hambre,
para destrozar por la fuerza la resis- escasez, represión. Construyó teoría
tencia de la burguesía y paralizar la
inestabilidad de los campesinos y deformó conceptos. Como la idea
de la pequeña burguesía”.14 Lo que del socialismo en un solo país o
no se planteaba en tal momento es la de social-fascismo. La gran dife-
que fueran consecutivas, similar a la rencia: su pragmatismo ideológico”.

A partir del triunfo de la Revo-


Por otra parte, no puede lución rusa, muchos aspectos que
obviarse la tragedia de la deforma- -
ción estalinista y de sus crímenes: lados debieron desarrollarse y
“La constelación única de acon- concretarse. El leninismo surge en
tecimientos que posibilitó la toma otra época histórica que requiere de
revolucionaria del poder en octubre ideas nuevas; “el marxismo es algo
no puede separarse de su posterior 17

giro ‘estalinista. La famosa alterna- “El leninismo es el marxismo de la


tiva de Rosa Luxemburg (‘socialismo época del imperialismo”; no es solo
su aplicación a las condiciones
la identidad especulativa de las concretas de Rusia, sino que “es un
dos condiciones opuestas: el socia- desarrollo del marxismo”.18

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Las posibilidades del triunfo de y a la vez más heterodoxos de su


una revolución socialista en Rusia obra: su concepción o teoría del
las sitúa Lenin en el marco de la partido.
era del imperialismo: Rusia sería “el
eslabón más débil de la cadena de Está expuesta básicamente en el
países imperialistas”. Pero, por ello
mismo, por el atraso que caracteriza , libro
a su sociedad y al Estado zarista, las editado en marzo de 1902, que
condiciones para la lucha política desarrolla las ideas de un artículo
del proletariado presentan la gran anterior “¿Por dónde empezar?”,
publicado en Iskra, en mayo de
despótico y muy represivo. De ahí 1901. Expone un planteamiento
que Lenin desarrolle uno de los novedoso que parte de su crítica al
aspectos que resultan más originales economicismo.

21

22

Para Marx estaba muy claro cuencia de la idea de que “no es la


que el proletariado desarrolla su conciencia de los hombres la que
conciencia de clase. Es la conse- determina su ser; por el contrario,

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su ser social es lo que determina conciencia socialista es algo intro-
su conciencia”.23 El proletariado, ducido desde fuera en la lucha de
por serlo, es revolucionario. Pero la clases del proletariado y no algo que
teoría del partido que expone Lenin ha surgido espontáneamente dentro
da un giro completo a lo planteado de ella”. Pero mientras el social-
por Marx: “La emancipación de demócrata alemán lo argumenta
los trabajadores no es ya obra de por el papel que la ciencia y la
los propios trabajadores, sino del técnica, nacidas en la intelectualidad
instrumento que les representa y burguesa, juegan para el surgimiento
dirige. El partido no es la clase de la conciencia socialista, Lenin lo
organizada en y por la lucha de asume por las condiciones concretas
clases, sino el medio de esa lucha. existentes en Rusia, y desechará tales
La dialéctica de la clase transfor- concepciones cuando las condi-
mando la sociedad se convierte ciones cambien, por ejemplo en
ahora en una relación entre el coyunturas de auge revolucionario
partido de vanguardia y la clase que como las de 1905 y 1917. Él mismo
este representa”.24 es consciente de la exageración de su
postura cuando explica: “Los econo-
Para Lenin, los obreros tienden micistas torcieron el bastón hacia
a caer en el tradeunionismo y el un lado; para enderezarlo había que
torcerlo al lado opuesto y eso es lo
y lo cita en el : “La que yo he hecho”.25

Lenin en El Salvador

El triunfo de la revolución en preparar la revolución en condi-


Rusia enfatizó el papel protagónico ciones de dictadura y de represión.
de los bolcheviques y en especial idoneidad
del genio político de Lenin. Pero, en muchos lugares. Mientras en
además, su concepción de partido países de capitalismo desarrollado
de cuadros, de militantes, de revolu- el aburguesamiento y las tendencias
cionarios profesionales, encajó con reformistas predominaban, en los
las condiciones predominantes en países dependientes y subdesarro-
llados proliferaron organizaciones
a falta de condiciones objetivas
sobraban condiciones subjetivas con el marxismo-leninismo. Al
para intentar la revolución. El punto que este pasó a ser sinónimo
‘centralismo democrático’ de Lenin, de “izquierda revolucionaria”,
en el que resultaba enfatizado mientras que el calificativo de
el sustantivo “centralismo” y no “izquierda democrática” quedó
tanto el adjetivo “democrático”, para los partidos declaradamente
moldeó organizaciones creadas para reformistas y revisionistas.

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Escribía Lenin en el ¿Qué década, las movilizaciones en torno
: “Las organizaciones obreras a la lucha electoral, que entre 1972
para la lucha económica deben ser y 1977 impulsó la Unión Nacional
organizaciones sindicales (…) que Opositora, UNO. Pasar del simple
participe en la unión gremial todo hostigamiento guerrillero a una
obrero que comprenda la necesidad -
de la unión para la lucha contra los mente potente como para tomar el
patronos y contra el gobierno (…) carácter de una verdadera guerra
Y cuanto más amplias sean estas civil, sin esa base popular organi-
organizaciones, tanto más amplia zada no hubiera sido posible.
será nuestra influencia en ellas
(…). Pero, en una organización La guerra tampoco era posible
amplia, la clandestinidad rigurosa sin un proceso de unidad para una
es imposible. ¿Cómo conciliar esta mínima coordinación y garantizar
contradicción entre la necesidad de que las rivalidades entre las dife-
contar con efectivos numerosos y rentes organizaciones revolucio-
el régimen clandestino riguroso?”26 narias no fueran a degenerar en
Pues bien, esta interrogante práctica choques armados. Debía construirse
hecha por Lenin se resolvió de una un ejército revolucionario unifi-
manera creativa en El Salvador cado, único, o se corría el riesgo
en los años setenta. El movi- de luchas fratricidas. Eso ocurría
miento popular se estructuró en los en Colombia y era el ejemplo de lo
llamados frentes de masas (BPR, que debía evitarse. De ahí la nece-
FAPU, etc.), los cuales estaban sidad de dotarse de un programa
articulados con las organizaciones
revolucionarias. La difícil combina- un solo partido de vanguardia, a
ción entre un amplio trabajo polí- fusionar estructuras como FMLN.
tico de masas y la labor conspirativa
de una vanguardia revolucionaria, a Ante esta necesidad perentoria,
la que hacía referencia el dirigente el leninismo mostró entonces sus
bolchevique, se logró en El Salvador limitaciones, por lo menos el tipo de
de manera muy efectiva. lectura dogmática, estalinista, que se
tenía del leninismo. Posiblemente el
Es en dicha capacidad donde propio Lenin no hubiera incurrido
se evidencia con más claridad en el esquematismo fatal, pues
que la izquierda revolucionaria era muy consciente de interpretar
salvadoreña, que abrazó la lucha el marxismo como un medio de
armada desde 1970, se organizó orientación y no como un dogma
siguiendo lineamientos leninistas. La cerrado. “Innumerables errores
masividad del movimiento popular tienen como origen el hecho de
orientado por dichas organizaciones que las consignas y las medidas a
adoptar, justas en un momento dado

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y en una determinada situación, no encajaba en las condiciones
son mecánicamente aplicadas cambiantes del proceso revolucio-
en una situación histórica, una nario salvadoreño. Más bien condujo
relación de fuerzas y un estado de al fundador de las FPL a deforma-
cosas diferentes”.27 El problema es ciones y concepciones erradas, hasta
que no fue el leninismo de Lenin, incurrir en la conducta criminal que
sino más bien el de Stalin el que se en abril de 1983 llevó al asesinato
propaló por todas partes, incluido El de la comandante Ana María (Mélida
Salvador. Un leninismo fosilizado, Anaya Montes) y a su propia muerte,
esquemático, mecánico, dogmá- en condiciones que deshonraron su
tico y, lo peor, que podía llegar a legado histórico y político.
extremos brutales. En el transcurso
de la guerra, esa variedad de leni- Las posturas de Marcial en
nismo no estuvo a la altura de la diferentes temas son ortodoxa-
época, para decirlo en forma suave, mente leninistas. Así, a la altura de
y más bien mostró que en su defor- mediados de 1982, en los cuadernos
mación podía caer en lo criminal. reunidos bajo el título

Para expresar mi tesis de forma aborda la necesidad de que el


concreta y provocativa: Marcial fue proletariado se dote de su propio
el último leninista de El Salvador. partido, lo cual es diferente a
Decir eso me obliga, por un lado, la ideología difusa o pequeño-
a demostrar que Salvador Cayetano burguesa del FMLN. Las FPL serían
Carpio, Marcial, era efectivamente el germen de dicho partido de clase,
leninista. Por otro lado, a mostrar partido marxista leninista, verdadera
cómo ese leninismo, aplicado de vanguardia por lo tanto del pueblo
manera mecánica y dogmática, salvadoreño.

Más adelante concluye:

198 Marx no era marxista-leninista


Revista Realidad 140, 2014
28

Para Marcial, la vanguardia no es La intención de Marcial era


el FMLN, sino que han de ser las FPL; promover un acercamiento entre las
por eso, el concepto de ser el núcleo FPL y el PCS para formar un núcleo
marxista leninista dentro del Frente, de marxista en el seno del FMLN, siendo
vanguardia dentro de la vanguardia. que el resto de organizaciones del
Era una concepción sectaria y hege- Frente serían simples aliados tempo-
mónica que atentaba contra la unidad,
no solo entorpecía el proceso de otras ideologías:

el mantenimiento mismo del FMLN.

29

La diferencia de este leninismo la guerra popular de liberación. La


con el de Lenin es que este hacía
el sectarismo a un lado en los tema de la política de diálogo-nego-
períodos de auge en la lucha de ciación, vista por Marcial siempre
masas; el leninismo de Marcial
postura es maximalista:
vanguardia en pleno ascenso de

Marx no era marxista-leninista 199


Revista Realidad 140, 2014

30

Entre El Salvador y Vietnam los propios camaradas vietnamitas.


había otras diferencias esenciales Esos jefes militares regresaron con
que Marcial no percibe: allí la una concepción unificada de la
guerra de liberación nacional estrategia del FMLN con el nombre
asumió la forma de guerra patriótica de “guerra popular revolucionaria”,
de todo el pueblo, pues la lucha sin las adherencias maoístas de la
era directamente contra un ejército Guerra Popular Prolongada (GPP),
imperialista invasor. Ho Chi Minh que tan enfáticamente rechazaban
fue fundador del Partido Comu-
nista, pero este dirigía un amplio a Marcial, al que sus compañeros
abanico de organizaciones de llamaban “el Ho Chi Minh de
diversa naturaleza y distintas clases Centroamérica”, pero que ahora
sociales, pues la lucha fue primero resultaba descalificado justo en
contra los franceses, después los tierra vietnamita.
japoneses, otra vez los franceses
y por último los norteamericanos. Sus intentos desesperados por
Fue el objetivo de la negociación recuperar el control de la dirección
la retirada del invasor, para poste- de las FPL, por frenar el proceso
riormente terminar de aplastar
por la fuerza al Gobierno títere el avance del diálogo-negociación,
pro-colonialista. En segundo lugar, llevaron a Marcial al desencade-
la estrategia empleada nunca fue namiento de los fatídicos hechos
“guerra popular prolongada”, como de abril de 1983. No era primera
Marcial equivocadamente creía. Los vez en la historia que la izquierda
comandantes de las FPL y de las incurría en crímenes políticos fratri-
demás organizaciones del FMLN
vinieron a darse cuenta de esto en en México por órdenes de Stalin, o
sus estadías en Vietnam, de boca de el todavía más próximo de Roque

200 Marx no era marxista-leninista


Revista Realidad 140, 2014
Dalton por la dirigencia del ERP, con el apoyo y presión de la comu-
estaban muy vívidos en la memoria.
Sin embargo, el impacto para la la Organización de las Naciones
credibilidad del FMLN en conjunto Unidas).
fue muy grande, en especial en la
escena internacional. Ha sido toda una escuela polí-
tica la que hubo que pasar en las
Pero, a la larga, ayudó a conso- sucesivas etapas del proceso, hasta
lidar al FMLN como la única desembocar en la salida político-
vanguardia, a rebajar el tono ideo- negociada tras doce largos años de
logizado, a aprender a manejar contienda civil. Uno tiene la impre-
internamente las diferencias, a favo- sión de que si Marcial se hubiera
recer la coexistencia de corrientes impuesto en la pugna de 1983, ese
proceso hubiera descarrilado: o la
para tener la audacia de abrirse a izquierda se hubiera descompuesto
lo nuevo, incluido adentrarse en y liquidado en luchas intestinas,
un terreno desconocido como era o bien en el país aún seguiríamos
el del diálogo (desde 1984, por en guerra. Los mismos compañeros
iniciativa de Duarte) y el de la que proceden de las FPL parecieran
negociación después (desde 1990,

31

Con referencia al leninismo, la esquema de partido no es el modelo


visión de este dirigente revolucio- que necesitamos”. 33 La revisión
nario, conocido durante la guerra crítica del mencionado dirigente
con el nombre de Valentín,32 es la alcanza también al propio Marx:
siguiente: “La teoría leninista de “El marxismo hoy en día es princi-
partido fue muy útil en la lucha palmente una valiosa herramienta
contra el régimen autoritario (…) de análisis, una vertiente de las
pero ahora estamos en la posguerra, ciencias sociales (…) la pretensión
la situación tiende a ser otra y aquel de convertir al marxismo en una

Marx no era marxista-leninista 201


Revista Realidad 140, 2014
cosmovisión y además, casi divina Una voz posiblemente más
e infalible, es uno de los pecados autorizada, en el sentido de que
fundamentales de los marxistas siempre se mantuvo alejada de
ortodoxos (…) de convertir esa cualquier pragmatismo o concesión
teoría en una doctrina, más que
en una ideología, yo diría, una quien al respecto comentaba:
teología”.34

35

La sinceridad y solidez de los que venía impulsando Gorbachov,


planteamientos de este líder histó- a la vez puede entenderse como un
rico salvadoreño quedan de relieve reclamo por la indefensión en que
si tomamos en cuenta el momento dejó al socialismo; por otro lado,
en que fueron hechos: 1990. Es podría interpretarse como una justi-
decir, cuando todavía existía la
Unión Soviética, aunque era muy escéptica y crítica respecto de la
evidente la profunda crisis en que , pero también constituye
se había sumergido. Como destaca un recordatorio de la impostergable
necesidad de renovación.
en la introducción: “El socialismo
no se puede renovar sin defenderse, Respecto a la visión estratégica
ni se puede defender sin reno- de la izquierda y lo que se necesita
varse”.36 -
ciera una defensa de la son iluminadoras:

202 Marx no era marxista-leninista


Revista Realidad 140, 2014
-

37

Finalmente, con respecto al papel de la empresa privada, la postura del


viejo líder comunista es clara:

38

Gramsci en El Salvador

Las condiciones de la lucha que parecieran dictar los hechos


política en El Salvador de posguerra, económicos.

armado, ya superadas la persecu- En su famoso texto “La revolu-


ción y clandestinidad propias de ción contra El Capital”, este marxista
la dictadura, son más proclives italiano señala: “La revolución de
a la utilización de las categorías los bolcheviques (…) es la revo-
de Gramsci y menos a las del lución contra de Carlos
leninismo. Gramsci enfatiza la Marx. , de Marx, era en
importancia de lo ideológico-super- Rusia el libro de los burgueses más
estructural, relativizando mucho que de los proletarios. Era la demos-
el carácter determinante de lo tración crítica de la fatal necesidad
económico. Incluso su valoración de que en Rusia se formara una
–positiva– de la revolución bolche- burguesía, empezara una era capi-
vique la hace destacando los rasgos talista, se instaurase una civilización
de voluntarismo, a despecho de lo de tipo occidental, antes de que el

Marx no era marxista-leninista 203


Revista Realidad 140, 2014
proletariado pudiese pensar siquiera prosigue su exposición de cómo ve
en su ofensiva, en sus reivindica- al marxismo y a su fundador: “Marx
ciones de clase, en su revolución”.39 no ha escrito un credillo, no es un
Y concluye Gramsci: “Los hechos
han superado las ideologías”. sino también un hombre de acción;
es grande y fecundo en la acción
Más adelante profundiza en igual que en el pensamiento, y sus
la manera especial en que, a su libros han transformado el mundo
entender, los bolcheviques “no así como han transformado el
son marxistas”, pues reniegan pensamiento”.41
de algunas afirmaciones de
, pero no reniegan, por el La definición gramsciana de
contrario, “viven el pensamiento ‘crisis' caracteriza cabalmente
marxista, el que nunca muere (…) nuestra guerra civil: “Consiste en
[que] no sitúa nunca como factor que muere lo viejo, sin que pueda
máximo de la historia los hechos nacer lo nuevo”. En El Salvador caía
económicos en bruto sino siempre la dictadura, al darse el golpe de
el hombre, la sociedad de los Estado del 15 de octubre de 1979,
hombres, de los hombres que se pero no nacía la democracia sino
reúnen, se comprenden, desarrollan con el Acuerdo de Paz, el 16 de
a través de esos contactos (cultura) enero de 1992. Es un tiempo sin la
una voluntad social, colectiva, una ni la otra, tiempo de crisis.
y entienden los hechos econó-
micos, los juzgan, los adaptan La crisis, para Gramsci, se
a su voluntad hasta que esta se da cuando “la clase dominante
convierte en motor de la economía, ha perdido el consentimiento, o
en plasmadora de la realidad sea, ya no es ‘dirigente' sino solo
objetiva, la cual vive entonces, ‘dominante', detentadora de la mera
se mueve y toma el carácter de
materia telúrica en ebullición, las grandes masas se han despren-
canalizable por donde la voluntad dido de las ideologías tradicionales,
lo desee, y como la voluntad lo no creen ya en lo que antes creían,
desee”.40 etc”.42 Pareciera una prolongación

Así como valora al leninismo, Rousseau, el ideólogo de la lucha


valora asimismo al marxismo. por la independencia de las siete
Se pregunta, en un modo para colonias, de la que nacería Estados
nada ortodoxo: “¿Somos marxistas? Unidos, así como de la Revolución
- francesa. Decía el ginebrino: “Si es
pidez, eres eterna”. Y tras estas pala- la fuerza la que hace al derecho,
bras iniciales, que pueden haber ¿qué derecho es ése que perece
dejado perplejo a más de alguno, cuando la fuerza cesa?; si es preciso

204 Marx no era marxista-leninista


Revista Realidad 140, 2014
obedecer por la fuerza, entonces no bilidad del orden capitalista”.46 Por
es necesario obedecer por deber; la ello mismo puede resumirse que,
fuerza no constituye derecho, no se
está obligado a obedecer sino a los subordinación ideológica”. 47 La
poderes legítimos”.43
marxismo) tiene que esforzarse en
Gramsci caracteriza la “crisis generar una nueva hegemonía,
orgánica”. Esta consiste en “crisis socialista, y para ello deberá “crear
de hegemonía de la clase dirigente”, un nuevo sentido común”. Ello pasa
que se traduce en una “crisis de por generar “una voluntad colectiva
autoridad”, que deriva en una “crisis revolucionaria” y para llegar a
del Estado en su conjunto”. La la cual habrá que emprender “la
describe así: “Al llegar a un cierto crítica del sentido común”. Es decir,
punto de su vida histórica los grupos lograr que ciertas ideas de que son
sociales se separan de sus partidos portadoras las fuerzas del socialismo
tradicionales; es decir, los partidos se impongan en la sociedad con la
tradicionales dejan de ser recono- fuerza lógica de las cosas que “caen
cidos como expresión propia por por su propio peso”. En eso consiste
su clase o su fracción de clase”.44 la conquista del sentido común, que
Y sigue una advertencia que en su -
contexto probablemente iba referida cada al nivel de la comprensión de
al fascismo y a Mussolini, que en El las amplias masas.
Salvador bien podríamos aplicar al
Partido Demócrata Cristiano (PDC) La revolución será, entonces,
instrumentalizado por Reagan o a la consecuencia de haber logrado
ARENA, al mesiánico Napoleón cambiar la cosmovisión de las
Duarte o al escuadronero Roberto masas. “La revolución es la
d´Aubuisson. Advertía Gramsci lo conquista de las masas para una
siguiente: “Cuando se producen nueva voluntad práctica; es el
estas crisis, la situación inmediata producto de la irrupción de la
se hace delicada y peligrosa, porque conciencia y la voluntad en la
queda abierta a las soluciones de historia”.48 Implica nuevos valores
fuerza, a la actividad de potencias y nueva cultura; implica la reforma
oscuras, representadas por hombres intelectual y moral.
providenciales o carismáticos”.45
Esta concepción gramsciana se
En condiciones normales se desprende de su conceptualización
evitan los riesgos de desestabiliza- del poder en sociedades capitalistas
ción mediante un recurso de natura- de mayor complejidad. “El poder
leza ideológica. “Es la ascendencia no se encuentra solo en el Estado,
cultural de la clase dominante la sino que está difundido en muchos
que garantiza esencialmente la esta- centros de la sociedad”. De ahí

Marx no era marxista-leninista 205


Revista Realidad 140, 2014
que pueda ofrecer un listado de los velo recomendaba en su obra
‘aparatos de hegemonía' por cuyo . Su autor trataba de dotar
medio se ejerce la función hege- a Italia de una monarquía absoluta
mónica: medios de comunicación, como la que tenían potencias como
iglesias, instituciones educativas, Alemania, España o Francia, que
centros de cultura, etc.49 Funcionan asolaban la península itálica con
como otras tantas trincheras en la sus poderosos ejércitos. Gramsci lo
llamada ‘guerra de posiciones'. interpreta como el “fracaso sucesivo
en crear una voluntad colectiva
Gramsci realiza una fecunda nacional-popular”.51 Con otras pala-
analogía entre la guerra y el ejer- -
cicio de la política. Hay dos formas mentos de hegemonía dio como
de guerra, de movimiento y de posi- resultado la debilidad de la clase
ciones, o planteado de otra manera, dominante frente a los grupos subal-
guerra de maniobra y guerra de ternos y frente a poderes externos.
asedio. Pues bien, en la política, “La burguesía italiana no supo
en la lucha revolucionaria ha de
estar claro si se está en el primer o esta fue la causa de sus derrotas y de
en el segundo esquema. El primero la interrupción de su desarrollo”.52
supone la lucha frontal, el asalto a
la fortaleza enemiga. Fuera el caso En nuestra época, a diferencia
de la Revolución rusa, pero también del príncipe de Maquiavelo, “el
de la huelga general o de los movi- príncipe moderno no puede ser una
mientos insurreccionales. Es válido persona real, el mito-príncipe, un
frente a dictaduras. En cambio, individuo concreto; solo puede ser
el segundo escenario implica un un organismo (…) creado ya por el
enfrentamiento largo y paciente, la desarrollo histórico: es el partido
- político”. Y Gramsci lo describe
ciones y casamatas, el desgaste del así: “La primera célula en la que se
sistema organizativo e industrial del reúnen unos gérmenes de voluntad
territorio de la retaguardia. Donde colectiva que tienden a conver-
hay una robusta estructura de la tirse en universales y totales”.53 La
sociedad civil es imprescindible función del partido es básicamente
adoptar la estrategia de la ‘guerra intelectual y es complementaria
de posiciones', pues en tales casos de la labor que realizan los inte-
la pugna no se reduce al control lectuales individuales. Los que
del Estado, pues este es solo “una elaboran ideológicamente los inte-
trinchera de avanzada”.50 reses de la clase dominante son

Para alcanzar el triunfo en una los grupos subordinados deben


confrontación de tales características dotarse de sus propios ‘intelec-
se requiere proceder como Maquia- tuales orgánicos' individuales y

206 Marx no era marxista-leninista


Revista Realidad 140, 2014
colectivos, es decir, personalidades partido pueda pervivir, en condi-
ciones normales, deben confluir
común nuevo, al servicio de las tres elementos fundamentales:
masas populares, y el partido polí- primero, “un elemento difuso, de
tico que las conduce en la compleja hombres comunes, medios, cuya
lucha de la guerra de posiciones, participación está posibilitada por la
a la conquista de la hegemonía,
desplazando a la burguesía. se necesita el que los centralice,
organice y discipline, los “capi-
Gramsci puntualiza: “El prota- tanes” (“se habla de capitanes sin
gonista del nuevo Príncipe no puede ejército –dice Gramsci–, pero en
ser en la época moderna un héroe realidad es más fácil formar un
personal54 sino que debe ser el ejército que formar capitanes”); y
partido político”. Pero distingue unos tercero, “el elemento que articule
de otros. Así, explica: “Los partidos el primero con el segundo”, “que
orgánicos y fundamentales, por los ponga en contacto intelectual
razones de la lucha o por otra causa, y moral”, y este elemento es: “La
se han dividido en fracciones, cada convicción férrea de que es nece-
una de las cuales toma el nombre saria una determinada solución de
de partido e incluso de partido inde- los problemas vitales”.56 Este último
pendiente. Por esto, el Estado Mayor actúa como un fermento.
intelectual del partido orgánico a
menudo no pertenece a ninguna Es una concepción de partido
de estas fracciones sino que opera que tiene ciertos puntos en común
como si fuese una fuerza dirigente con la idea leninista, pero también
que se sostiene por sí misma, supe- grandes contrastes. Sin coincidir en
rior a los partidos y a veces conside- el concepto de partido de cuadros,
rada como tal por el público”.55 sin embargo la importancia que
Gramsci presta a “los capitanes”
Gramsci formula un interro- guarda cierto paralelismo. Si el
gante que es esencial: “¿Cuándo un partido perdiera sus bases, por la
partido se hace necesario históri- represión u otro motivo, podría
camente?” Y ofrece dos respuestas reconstruirse a partir del segundo
que son complementarias: “Cuando elemento. Así como Lenin ha consi-
se genera la convicción de que derado al “cuadro” como aquel
es necesaria determinada solu- militante revolucionario que él solo
ción de los problemas vitales”; es ya el partido, que en caso de
“cuando las condiciones de su quedar aislado fuera capaz, como
triunfo, de su indefectible conver- una célula en la metáfora biológica,
sión en Estado, están al menos en de reproducirse, lograr crecer y
vías de formación”. Para que un hacer nacer de nuevo al partido.

Marx no era marxista-leninista 207


Revista Realidad 140, 2014
Por otro lado, el “fermento” Similar a Mariátegui, Gramsci
de que habla Gramsci –la “leva- mira al marxismo básicamente como
dura” en la metáfora cristiana– es una ideología, como una fe, más
el tercer elemento, el “cemento” que como la ciencia que garantiza
ideológico que une al partido, alcanzar el socialismo o que asegura
desde la base hasta las estructuras que el capitalismo es inviable. Es
de dirección, que hace crecer sobre todo una guía para la acción;
“la masa” en la imagen bíblica efectiva si se actualiza y se renueva.
del pan de trigo, que fermenta la Requiere lectura, estudio, investiga-
leche hasta producir el yogur en ción, por parte de los dirigentes y
la metáfora turco-griega. Gramsci de las bases; también elaboración
pone lo ideológico en el centro de propia, creatividad. La praxis exige
la existencia del partido y de su que los dirigentes escriban, que
relación con las masas. también produzcan intelectualmente,
que den la batalla en el mundo de
la ideas.

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VV. AA.: , México, siglo XXI.
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Marx no era marxista-leninista 209


Notas
Revista Realidad 140, 2014

7 “En Hegel se puede encontrar casi todo


- Hegel,
curía”, organizadas por el Departamento Marx, Nietzsche

dedicado a Leer a Marx en la actualidad.


Por la forma de exposición oral como
nuestros días es la historia de la lucha
se presentó el material, el autor ha hecho
un importante trabajo de edición para su
y piedra
publicación como texto.
angular del materialismo histórico.

El leninismo, texto incluido en el tomo


butacas de capacidad. Se abarrotó el local
El gran debate
(1924-1926)
algunas se sentaron en el suelo y otras se
aglomeraron en ambas entradas.

El desarrollo del capitalismo en Rusia,


-
nidad”, El Diario de Hoy, 11 Ibidem, Prefacio a la segunda edición,

A propósito de Lenin

de tanta lectura es la cuestión política


Ibidem
de si la naturaleza del socialismo es
Los fundamentos del leninismo,

idem
Mien-
tras tanto
Mientras tanto
Manus-
critos Lenin marxista

opus cit.

La teoría de la enajenación en Imperialismo, fase superior del


Marx capitalismo La
cuestión del imperialismo en Lenin y Rosa
Luxemburgo
ECA
como Introducción en la edición de Ella-
Filosofía de la realidad histórica, Imperialismo, fase superior del capi-
talismo”
y 116.

210 Marx no era marxista-leninista


Revista Realidad 140, 2014
las organizaciones marxistas, fueran Antología

¿Qué hacer?, Progreso, Ibidem


opus cit.,
Prólogo a Contribución a la crítica
de la economía política
y crisis de autoridad”, opus cit.
Lenin, una biografía, El contrato social, citado

social [Para leer a Rousseau


Ibidem
opus cit.
La política y el Estado
opus cit. moderno
Nuestras montañas son las p. 117.
masas Ibidem.
Ibid. Gramsci y la construcción
del socialismo
Testamento político, en opus
cit.
Ibidem.
La fuerza emancipadora: de la
primera a la segunda utopía. Entrevista con Idem
Gerson Martínez Idem

moderno”, opus cit.


del programa de gobierno propuesto
- Ibid.

a serlo en la campaña presidencial del de las clases subalternas”, opus cit.,

Ibidem Notas sobre la política de


Ibidem Maquiavelo La política y el Estado moderno,
opus cit., p. 67.
El socialismo: ¿una alternativa
para América Latina?
entrevistado por Marta Harnecker -
y, en nuestra centuria actual, el
Ibidem
Ibid. La política y el Estado
moderno, opus cit
Ibid.
Antología, opus cit.

Marx no era marxista-leninista 211

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