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AMENAZA POR

INUNDACIONES Y ALUDES
GRUPO N° 03

Altamirano Irigoin Eric Joel


Flores Palacios Jilmer
Chapilliquén Llenque Marcos Gianpool
VIDEO INTRODUCTORIO

Las
Inundaciones
INTRODUCCIÓN

AMENAZAS NATURALES

Se definen como “aquellos elementos del ambiente biofísico que son peligrosos al hombre y que
están causados por fuerzas extrañas a él. Diferentes estudios revisados acogen y trabajan el
concepto de amenazas naturales como a todos los fenómenos atmosféricos, hidrológicos, geológicos
(especialmente sísmicos y volcánicos) y a los incendios que por su ubicación, severidad y frecuencia,
tienen el potencial de afectar adversamente al ser humano, a sus estructuras y a sus actividades”.
FENÓMENO POR
INUNDACIÓN

El fenómeno por inundación hace referencia a un cuerpo de agua


que ocupa una porción del terreno que, en condiciones normales,
permanece por encima del nivel de los cuerpos de agua que lo
rodean es decir cecas. El resultado implica posibles pérdidas
Suma
YLa importancia del ordenamiento territorial es que de acuerdo
con el uso que se les da a los terrenos cercanos a las llanuras
Resta
de inundación, las inundaciones podrían ser eventos controlados
y aprovechados por el hombre.
RESUMEN
Los desastres por avenidas torrenciales en varios países del
mundo se han convertido recientemente en una de las causas
más importantes de daños materiales y pérdidas humanas
causadas por conflagraciones hidrológicas de índole local, en
las zonas de piedemonte, con especial énfasis en la zona
tropical

La situación se torna más grave por cuanto los


habitantes de poblaciones en alto riesgo de avalanchas y
flujos de lodo carecen del conocimiento necesario sobre el tipo
de situaciones de flujo que se presentan en estos casos, y si
toman medidas de protección, tienden a hacerlo con el
conocimiento empírico adquirido de las avenidas en flujo lento,
con las cuales están mejor informados, pero cuyas
consecuencias tienden a ser muy diferentes y en general
menos agresivas sobre las estructuras y zonas de inundación
TIPOS DE AVENIDAS
Los cauces de los ríos no tienen siempre capacidad para llevar
todos los caudales que pueden ocurrir en la cuenca hidrográfica
al influjo de los volúmenes de escorrentía de la misma. En
realidad, se ha establecido, por investigaciones realizadas en
muchos ríos, particularmente en zonas áridas y semiáridas, que
los ríos aluviales raras veces generan canales que puedan llevar
un caudal más alto que el que estadísticamente tiene un periodo
de retorno mayor de 1.5 años.

Este caudal es inferior al caudal máximo que puede ocurrir en un


sector dado una vez al año, el cual tiene un periodo estadístico de
retorno de 2.33 años. Por esta razón, un puede esperar que, en
ríos de naturaleza aluvial, los ríos se desborden, así sea con poca
intensidad, por lo menos una vez cada 2.5 años. Claramente, los
caudales con periodo de retorno más altos pueden generar
inundaciones mucho más intensas que estas avenidas “normales”.
TIPOS DE AVENIDAS
No todas las avenidas de los ríos son del mismo
tipo; lo mismo que no todos los ríos tienen un
funcionamiento similar. En general es bueno
diferenciar entre avenidas en régimen lento, y
avenidas torrenciales

Las avenidas en régimen torrencial se denominan


también “avalanchas”, o “flujos de lodos”, porque
una de sus características principales es el
abundante transporte de sedimentos de grano
grueso y fino que, en suspensión en el agua, se
denominan “lodos”, estas avenidas además son de
carácter direccional y de alta velocidad, por lo que
se asocian con una gran capacidad destructiva,
pudiendo demoler construcciones y arrasar las
planicies aluviales, dejándolas cubiertas de
material sólido a manera de escombros
SISTEMA DE DRENAJE CONTRIBUTIVO

Un sistema de drenaje es el conjunto de canales


interconectados que conforman una cuenca hidrográfica. Dado
que todo el sistema está contribuyendo a evacuar las aguas y
los sedimentos de la parte alta de la cuenca hacia la parte baja
al influjo de la gravedad, la mayoría de los sistemas de drenaje
en cuencas hidrográficas normales son “contributivos”,
significando que las diferentes subcuencas contribuyen su
caudal al sistema principal y todos los ríos subsidiarios son
afluentes a canales cada vez más grandes, que finalmente
conducen el agua y los sedimentos hacia el canal principal.
IV. SISTEMAS DISTRIBUTIVOS

A pesar de que la mayoría de los sistemas de drenaje son


“contributivos”, hay excepciones que deben ser reconocidas
particularmente en la zona tropical, donde muchas ciudades y
poblaciones importantes se han localizado en zonas de
piedemonte donde el clima y la disponibilidad de agua corriente
y agua subterránea son óptimas para el desarrollo de las
comunidades. Estas zonas de piedemonte, dan origen a cuencas
o segmentos de cuencas, que generan por naturaleza sistemas de
drenaje de tipo distributivo, donde los canales subsidiarios son
singularmente difluentes en lugar de afluentes, Figura 1-B.

Régimen torrencial, Río Otún, Pereira, Colombia


V. AVENIDAS EN RÉGIMEN BAJO:

CARACTERÍSTICAS
La pendiente de los canales es menor que el 0.5 por mil
Los niveles del agua en el canal principal y las zonas de desborde son
iguales
El cálculo de los niveles no es muy sensible a la distribución del flujo a
lo ancho del canal
La velocidad en la planicie inundable es siempre inferior a la velocidad
en el canal.
La concentración de sedimentos rara vez pasa del 5% en volumen
CONSECUENCIAS
Destrucción total de residencias e infraestructura en la zona de flujo
Pérdida de vidas humanas por trauma directo, enterramiento y
ahogamiento
Pérdida total de infraestructura, semovientes y campos agrícolas por
arrasamiento
Pérdida total de productividad por necesidades de reconstrucción y
relocalización
VI. SISTEMAS DE PROTECCIÓN CONTRA AVENIDAS
RÉGIMEN BAJO
Embalses aguas arriba para regulación de caudales
Diques de protección para periodos de recurrencia bajos
Ordenamiento de la planicie aluvial y de la ronda del río
Protección directa de viviendas y obras de infraestructura
Sistemas de alerta temprana de tiempo prolongado de reacción
Seguro contra inundaciones
REGIMEN ALTO
Planes de manejo de cuencas
Diques direccionales robustos, y estructuras de contención de alta resistencia,
Figura 4.
Reconocimiento, delimitación y desocupación de las zonas de flujo
Sistemas de alerta temprana de corto tiempo de reacción

Figura 4. Estructura de contención de avalanchas, Estado Vargas, Venezuela


VII. CARÁCTER DESTRUCTIVO EL RÉGIMEN TORRENCIAL

En general, en régimen lento las velocidades del agua son bajas y


también lo es la velocidad de las ondas de avenida; de esta manera la
sección transversal en un tramo de llanura se va llenando lentamente
y el resultado es simplemente la inundación producida por los altos
niveles, si bien en las vecindades del canal las corrientes pueden
también arrastrar personas, animales o cosas.
En régimen torrencial no solo son altas las velocidades del agua, sino
que hay una gran concentración de sedimentos y partículas de gran
tamaño, que se mueven igualmente a alta velocidad; la onda de
avenida además presenta un frente singular similar al de un resalto
hidráulico móvil, y el llenado de la sección es instantáneo
constituyendo más una transgresión del flujo que un llenado
ascensional del nivel de agua.
Con relación a la velocidad, el flujo torrencial se caracteriza como casi-crítico; esto
implica que el llamado “número de Froude” (1), tiene un valor superior a 0.55, con
lo cual la velocidad está en el límite de la mayor velocidad que puede adquirir el
agua en un canal abierto, (Figura 5).
La figura 5 muestra un gráfico tomado de la referencia 1, en el cual dos geólogos
ingleses han registrado las máximas velocidades y profundidades de flujo conocidas
en canales abiertos, bien sea por medición directa en canales existentes, o por
determinación indirecta en el caso de paleocanales de ríos antiguos.

Figura 5. Máxima velocidad de flujo en canales abiertos


Fuente: Construcción del autor sobre un gráfico original de Baker y Costa, (Ref. 1)
Dado que los datos originales de Baker y Costa presentan velocidad y
profundidad, el autor ha calculado los números de Froude, comprobando
que en la naturaleza no se dan flujos realmente supercríticos, dado que
se ha demostrado que el flujo casi crítico se extiende bien hasta el F=2.0.
Iniciando en F= 0.5 a 0.55. El flujo casi-crítico tiene las mismas
propiedades del flujo crítico, y en realidad es prácticamente imposible
conocer con exactitud el número de Froude del flujo en ese rango.
La principal característica del flujo crítico, consiste en la dificultad de
definir su altura, con lo cual presenta una gran fluctuación de nivel,
como se aprecia en el esquema de la figura 6:

Figura 6. Inestabilidad de superficie en los flujos casi-críticos. (Ref. 2)


La figura 7 muestra el fenómeno de inestabilidad superficial en dos
avenidas torrenciales de récord, en el río Piraí en Bolivia, 1983, y en el
río Otún en Pereira, Colombia en 2011.

Figura 7. Ejemplo de Avenidas Torrenciales


LA CONCENTRACIÓN DEL FLUJO
Además de la alta velocidad, la concentración de sedimentos
y la fluctuación de niveles, el problema más notorio de los
flujos torrenciales es la tendencia mayor, (a la de los flujos lentos,
que ya es alta), a no expandirse fácilmente, y por el contrario
presentar una fuerte tendencia a la concentración.
El autor ha mostrado esta característica, (Ref. 2), mediante el uso
de la ecuación de Manning en una forma trasformada, en la cual,
en lugar de usar los parámetros usuales de velocidad y
profundidad del flujo, (ara canales anchos), se utilizan el caudal
por unidad de ancho “q”, y el número de Froude “F”; las
ecuaciones 1 y 2 son como se puede demostrar equivalentes:

𝑞 1
En la ecuación (2), el subíndice F del caudal 𝑉= = ∗ 𝑅 2Τ3 ∗ 𝑆 1Τ2 1
por unidad de ancho significa simplemente 𝑦 𝑛
que si el flujo tiene esa concentración por
unidad de ancho, el número de Froude será 𝑔5 𝑛9
𝑞𝐹 = 4.5 ∗ 𝐹10 2
exactamente F. 𝑆
El autor también ha demostrado, que para cualquier tipo de
régimen, bajo o alto, la máxima concentración del flujo en la
sección se puede expresar por la ecuación (3):
𝑞𝑚á𝑥 = 𝑎 ∗ 𝑞 𝑛 3

Y que en esa sección de máximo flujo el número de Froude se


puede estimar con la expresión (4):
𝐹𝑚 = 𝑏1 ∗ 𝐹 + 𝑏2 4

Donde a, b1, b2 y n son coeficientes y exponentes que se pueden expresar


por la tabla 1 para diferentes valores de F, de acuerdo con el análisis de un
número superior a 200 aforos líquidos en estaciones principales del
IDEAM, en Colombia.
Tabla 1.- Valores de coeficientes y exponentes de las ecuaciones
(3) y (4)

FROUDE a1 n b1 b2
F < 0.40 1.551 0.984 0.85 0.01
F > 0.40 1.271 1.271 0.71 0.10
Figura 8. Concentración del flujo en un canal recto a medida que
aumenta el caudal medio

9000
8000
7000
6000
5000
4000
3000
2000
1000
0
Item 1 Item 2 Item 3 Item 4 Item 5 Item 6 Item 7

Régimen alto Régimen bajo


El resultado de la concentración del flujo, es doblemente
peligroso.

Por un lado, la inercia del


flujo de alta velocidad y su
capacidad para remontar Por otro lado, la fuerza de
obstáculos, característica impacto de la corriente sobre
fundamental del régimen la orilla en la porción
• Haga clic para modificar los estilos de texto del patrón
supercrítico y también del exterior de la curva, produce
efectos erosivos muy
casi-crítico, hace que la
• Segundo nivel
corriente pueda en caso de importantes sea la orilla
una curva pronunciada del rígida o blanda, como se
• Tercer
cauce, invadir una margen del nivel aprecia en el esquema de la
río sin extenderse a la•otra Cuarto nivel derecha, en la figura 9.
margen, como se puede ver
por las huellas de flujos • Quinto nivel
torrenciales sobre la margen
izquierda del río Piraí en
Bolivia, Figura 9.
EL CARÁCTER DIRECCIONAL DE LA CORRIENTE

Las fotos de la Figura 10,


corresponden a dos avalanchas
mayores en el Río Lagunilla, un
pequeño afluente del Río
Magdalena en Colombia, que en
1985 destruyó la ciudad de
Armero, de unos 50,000
habitantes, causando la muerte
de casi la mitad de la población. A
la derecha se ve el trazo de la
avalancha de 1985, y a la
izquierda la reconstrucción por
geólogos, (Ref. 6), de otra aún
más grande ocurrida en 1595.
.
ZONAS DE
PELIGRO
DURANTE
AVALANCHAS Y
FLUJOS DE LODO
La secuencia de figuras que se presenta a
continuación muestra las trazas de
Figura 11. Zonas de Amenaza por flujos Torrenciales en Labranza Grande, Casanare, fenómenos recientes de flujos
Colombia torrenciales devastadores, que han
ocurrido recientemente en Colombia. La
figura 13, por ejemplo, indica el alcance
de la zona devastada por el reciente
turbión de Mocoa, en el sur de Colombia,
en tanto que las figuras 11y 12 muestran
el alcance potencial de avalanchas
similares que podrían ocurrir en dos
ciudades del piedemonte llanero
colombiano, Labranza Grande y Yopal en
Figura 12. Zonas de Amenaza por flujos Torrenciales en Yopal, Casanare, Colombia el departamento del Casanare.
Figura 13. Zonas de Amenaza por flujos Torrenciales en Mocoa, Putumayo, Colombia
Conclusiones
Las avenidas torrenciales ocurren en ríos de montaña y son
01 especialmente destructivas en el piedemonte del trópico.

Las avenidas normales de régimen lento ocurren en ríos de


02 planicie aluvial, con bajas pendientes..

Las características esenciales del flujo, en cada tipo de


03 avenidas, son totalmente diferentes.

Las consecuencias previsibles de los dos tipos de avenida y sus


04 niveles de amenaza son también muy diferentes.

Las avenidas torrenciales son más graves por sus peores


05 consecuencias y por la mayor dificultad de contenerlas.

La amenaza de avenidas torrenciales y sus medidas de control


06 deben ser evaluados e implementados sin demora.

La amenaza por avenidas torrenciales implica casi siempre el


abandono de las zonas de peligro y su ordenamiento para
07 actividades temporales, diferentes a la vivienda.

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