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La Sirenita de Oro de Escuintla

Por: Rigoberto Roldán


Blanca Jeanette Morales Massella fue una niña que nació en la Ciudad de
Guatemala en febrero de 1970 en el hogar formado por la Señora Blanca Estela
Massella Hernández y el Dr. Rolando Arturo Morales.
Para Morales Massella su niñez fue muy linda rodeada de muchos amigos y
bastante deporte; a los 5 años la trasladaron hacia Escuintla, ya que su papá fue
nombrado director general del Hospital Nacional de la Ciudad.
El Balneario Aguas de Zarza, Quintas Aguas Vivas, Las Piscinas del Hotel Texas y
en algunas ocasiones las del Hotel Sarita y Complejo Deportivo Fraterno Vila
fueron testigos de sus primeras zambullidas y prácticas de natación cuando
estudiaba en el Colegio Escuintleco Bilingüe con tan solo nueve años de edad.
Morales empezó a practicar esta disciplina deportiva con el Prof. Eddy Ardón;
quien era su maestro de Educación Física en el Colegio mencionado, donde fue
alumna por toda su vida escolar y con él fue con quien empezó a escribir su
historia en el agua; sin embargo, fue por un corto tiempo.
Por cuestiones del destino su papá la entrenó un día de emergencia, debido a que
el Prof. Eddy no llegó; a partir de entonces su padre decidió entrenarla,
aprovechando que era una persona con amplio conocimiento de anatomía.
Ser médico y genio para las matemáticas, le sirvió para poner en práctica ambos
talentos; enfocándose en cada uno de los entrenos, hasta que finalmente terminó
siendo su entrenador personal.
Sus compañeros inseparables de entreno fueron sus hermanos Karlita, Miguel y
Rolando, con quienes entrenaba constantemente; además Mario Peña, y Sergio
Lima. Blanca tenía que entrenar con los hombres, porque eran con quienes más
podía competir; no obstante, sus hermanos y otros compañeros también se
desarrollaron como buenos atletas.
Cuando tenía 11 años logró romper su primer Récord Nacional en 50 metros
Mariposa Categoría Infantil “A” que fue una hazaña super increíble, ya que nunca
antes, un atleta de un departamento había roto un récord nacional; fue así como
Morales empezó a elevar como las golondrinas el nombre de Escuintla.
Ese sería el primer capítulo de su historia en la Natación, hasta seguir acumulando
récords, entre quebrar o romper más de 100 Récords Nacionales a lo largo de su
carrera deportiva en muchos estilos y categorías; de hecho, los últimos 100 y 200
metros mariposa estuvieron vigentes por 30 años, hasta ser superados en el 2015
por Valerie Gruest una joven con proyección, para quien Morales fue un ejemplo
en esta disciplina.
Sin duda alguna esta Delegación Departamental de nadadores escuintlecos marcó
una época impresionante; varios de ellos rompieron récords nacionales;
encabezados por Blanca, sus tres hermanos, como también Patty Bonilla, Mario
Peña, Karina Guzmán, Alba Noguera, Glenda Colindres, Antonio Jiménez, Eddy
Girón, Engelberth Colindres, entre otros; que conformaron este selecto grupo
escuintleco de natación guiados por el entrenador Dr. Rolando Morales junto a su
asistente Luis Ramos, en ese entonces, ratifica la nadadora.
Los periódicos de la época bautizaron a Blanca Morales como: La Sirenita de Oro
de Escuintla; por su destreza y porque a su corta edad desarrolló sin límite alguno,
el poder dentro del agua en todos los estilos para nadar, incluyendo el combinado
individual que son los 4 estilos; siendo su preferido el Mariposa Libre, también 50
libre.
La Sirenita de Oro no practicó natación en el mar; en sí compitió en el mar y se ríe
al comentar que una vez con sus compañeros compitió contra los salvavidas del
puerto; de hecho, ella era la única mujer que competiría contra todos; por lo que
hubo alguien que dijo a su papá que no la dejara nadar ahí; al final de cuentas
Morales les ganó a todos.
La constancia y logros alcanzados a nivel local y Nacional había sido solo el
principio, porque a una corta edad y con tan solo 14 años y días se convertiría en
ser la atleta guatemalteca más joven en participar en los Juegos Olímpicos de Los
Ángeles 1984.
Para La Sirenita de Escuintla estas olimpiadas fue un sueño hecho realidad,
debido a que conoció y compitió con los mejores atletas del mundo, no solo
nadadores sino también de las otras disciplinas deportivas.
Lo que más recuerda Morales de esas olimpiadas es la ceremonia de apertura, la
cual fue un acto inolvidable y emotivo para ella, porque era una niña inmersa entre
tanta gente.
La prioridad principal para Morales siempre fue poner en alto el nombre de
Escuintla y Guatemala; en cada competición lo hizo con el corazón en sus brazos,
dando lo mejor de sí. Además, siempre trató y logró ser la mejor latinoamericana
en el 200 o 100 metros Mariposa, cosa que se convirtió en su mayor satisfacción
en cada competición.
Otra satisfacción fue haber podido ser inspiración de muchos niños; para que
hicieran deporte, lo cual es bueno para la salud física y mental, al punto de crear
mucha disciplina, dedicación y perseverancia que es bueno no solo para el
deporte, sino para el resto de la vida de cada ser humano.
En los XV Juegos Deportivos Centroamericanos y del Caribe de República
Dominicana en 1986 fue la única guatemalteca que logró ganar las medallas de
oro en 200 y 100 metros Mariposa.
En 1986 en el mundial de España logró clasificar como la décima octava mejor del
mundo, por lo que para ella sigue siendo un orgullo haber estado entre las 20
mejores nadadoras del planeta en 200 metros Mariposa y, sobre todo la mejor
latinoamericana.
En los Juegos Panamericanos de Indianápolis en 1987 quedó cuarta, en los 200
metros Mariposa, donde solo las americanas y una canadiense le ganaron, por
ende, fue la mejor latinoamericana en ese entonces.
Para la experta Mariposista escuintleca; ver las olimpiadas detrás de un TV o
Redes Sociales es motivante y nostálgico, porque la transporta a esa época
cuando fue una Atleta de Alto Nivel.
Los Ángeles 1984 que fue su primera experiencia olímpica siendo una niña como
ya describimos al principio de esta nota.
Los juegos Olímpicos de Seúl Corea en 1988 donde tuvo su mejor participación
quedando en la vigésima primera posición en 200 metros Mariposa y siendo a la
vez, la mejor latinoamericana.
Fue en esta olimpiada donde compitió con su contrincante más fuerte
latinoamericana, una mexicana con quien siempre se daban taco a taco en los
juegos centroamericanos y del caribe a quien en esta instancia finalmente le ganó
el hit.
Los Juegos Olímpicos de Barcelona en 1992, fue la cima de su vida como atleta
asegura Morales; porque fue su última competencia Internacional así de fuerte.
Cada olimpiada fue distinta para Morales; en la primera estaba bien pequeña y no
hablaba inglés; en la segunda ya estaba un poco más grande, pero fue en Corea y
no entendía, sin embargo, fue una olimpiada muy linda y ceremoniosa asegura la
atleta.
En Barcelona 1992 sería su tercera y última olimpiada fue increíble para Morales,
debido a que ya estaba mucho más grande, con 22 años; obviamente en España
la comunicación fue mejor, ya hablaba inglés, por lo que pudo comunicarse con
mucha más gente.
Uno de los personajes a quien tanto admiró Morales fue a la Norteamericana Mary
T. Meagher, una extraordinaria atleta que tuvo los récords mundiales de 100 y 200
metros Mariposa por más de 20 años.
Su fructífera carrera deportiva en general y todo lo que le aportó a Guatemala
sirvió para que le ofrecieran una beca completa para nadar en la Universidad del
Estado de Lousiana, por lo que dejó su carrera en Guatemala y se fue a nadar por
la Universidad, donde también tuvo muchísimos éxitos.
En esta otra etapa llegó a ser la mejor mariposista durante los años que nadó en
este centro educativo superior en equipo y ayudó mucho a que la Universidad
estuviera muy bien; eso le cambió la vida por completo porque eventualmente
terminó quedándose a vivir en Estados Unidos.
Mientras estuvo nadado para la U de Lousiana, estudió una carrera en Ciencias
del Medio Ambiente; al terminar su carrera deportiva y al graduarse sacó una
Maestría en Horticultura, especializándose en floricultura, por lo cual después la
Compañía Ball Horticultura la contrató en la división de PanAmamerican Seed
cerca de Illinois West Chicago que es la compañía más grande de distribución de
semillas de flores en el mundo y eventualmente yo logro tener la posición de
agente de ventas para toda Latinoamérica.
En esta compañía puso en práctica sus conocimientos sobre las plantas y flores
durante 8 años; una experiencia super especial, porque sirvió para estrechar
nuevamente los lazos con Latinoamérica y a Guatemala por su cargo.
Después de trabajar para dicha compañía formó su familia con Matt Satre con
quien procreó a sus hijos; Lola de 14 y Mac Sebastián de 11 años; eso fue
determinante para dejar su trabajo, porque viajaba casi más del 50 por ciento
fuera de Estados Unidos por Latinoamérica.
Para Morales Massella, Escuintla es de lo mejor que hay; la lleva en el corazón y
donde sea dice con orgullo: “Soy Escuintleca” por lo que se siente super orgullosa
de este departamento.
Escuintla significa mucho para Morales; es el lugar donde tejió muchas memorias
increíbles; es el lugar, donde se crió como niña, se desarrolló como adolescente y
siempre la llevará en un lugar especial de su corazón afirma.
Sus amigos más cercanos siguen siendo los mismos, con quienes forjó fuertes
lazos de amistad desde pequeños, ya sea por la natación o por estudios a quienes
considera parte de su familia.
Nancy Gonzales es una de ellas con quien creció desde los 5 años; Sabi Lima
Hernández que conoció por la natación; la Nana Elizabeth Domínguez del Rancho
Guadalupe, que por cuestiones del deporte se hicieron muy amigas a pesar de
que ella jugaba Básquet y Morales natación, con quienes sigue siendo buenas
amigas.
Además, Mario Peña y Sergio Lima, compañeros de hazañas en la natación; a
todos ellos los quiere mucho y cada vez que viene a Guatemala trata de verlos,
aunque sea un rato.
La Piscina Olímpica del Complejo deportivo de Escuintla fue bautizada con su
nombre, para exaltar los logros obtenidos a lo largo de su carrera deportiva.
Morles Massella asegura que la clave del éxito es tener las metas bien claritas de
lo que uno quiere ser; la dedicación y perseverancia son imprescindibles en todos
los deportes, agrega que para poder llegar a ser un atleta olímpico se necesita
tener muchísimas ganas, dedicación, mucha disciplina, tener las condiciones
físicas, horas de entreno y sacrificio.
Con respecto a la participación de Luis Carlos Martínez en los recientes Juegos
Olímpicos de Tokyo; la Atleta escuintleca expresa: “Me pareció una participación
increíble y de admirar, cuando lo vi nadar; grité se me erizó la piel y, emocioné al
ver que un compatriota estaba nadando tan bien; se ve que es un joven que ha
trabajado muchísimo y es de admirar el trabajo de él, su familia y sus
entrenadores. “Felicitaciones” puntualiza.
Actualmente, La Sirenita de Oro de Escuintla se dedica a los Bienes Raíces, una
labor que empezó a ejercer un poco antes de formar su familia, lo que sirvió para
estar más cerca de ellos, desde donde les envía saludos a todos sus amigos,
familia y conocidos de su amada Escuintla.
Agradecimientos a Rolando Morales y a Blanca para construir el Retrato Biográfico
de una de las mejores atletas que ha puesto en alto el nombre de Escuintla y
Guatemala a Nivel Mundial.
Foto: Blanca Morales.
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