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I EVENTO CIENTÍFICO VIRTUAL INTERNACIONAL

MedicMay 2021

GENERALIDADES DE LA SANGRE.

(BLOOD GENERALITIES).

AUTORES:

Denny Ernesto Pérez Morgado, estudiante de segundo año de la


Universidad de Ciencias Médicas de Ciego de Ávila,
dperezmorgado1@gmail.com, +53 59026474.

Luis Ángel Prieto Chao, estudiante de Segundo Año de la Universidad de


Ciencias Médicas de Cienfuegos, drdennyperez@gmail.com, +53 52031844.

María Rosa Cancio Melendres, estudiante de segundo año de la Universidad de


Ciencias Médicas de Ciego de Ávila, lidia.melendres@nauta.cu, +53 54518387.

Ariel Toledo Piloto, estudiante de segundo año de la facultad de ciencias


médicas de Mayabeque, dennydpm@nauta.cu, +53 53450418.
INTRODUCCIÓN

La sangre ha ocupado un lugar muy especial en la historia de la humanidad.


Desde los tiempos remotos se le ha otorgado una vital importancia y un místico
concepto. A pesar de ser un tejido de fácil acceso, resistió por muchas centurias a
los esfuerzos de los investigadores por descubrir su verdadero significado
fisiológico. En el siglo pasado empezaron a entenderse los secretos de sus
procesos patológicos. La sangre, además, es el tejido que más ha motivado la
inventiva literaria, es el más vinculado con procesos religiosos y el que más
(1)
impacto tiene en el pensamiento popular.

La sangre es un tejido conectivo líquido, que circula por capilares, venas y arterias
de todos los vertebrados. Su color rojo característico es debido a la presencia del
(1)
pigmento hemoglobínico contenido en los glóbulos rojos.

Es un tipo de tejido conjuntivo especializado, con una matriz coloidal líquida y


una constitución compleja. Tiene una fase sólida (elementos formes), que incluye
a los eritrocitos (o glóbulos rojos), los leucocitos (o glóbulos blancos) y las
plaquetas, y una fase líquida, representada por el plasma sanguíneo. Estas fases
son también llamadas partes sanguíneas, las cuáles se dividen en componente
(1)
sérico (fase líquida) y componente celular (fase sólida).

Su función principal es la logística de distribución e integración sistémica, cuya


contención en los vasos sanguíneos (espacio vascular) admite su distribución
(circulación sanguínea) hacia prácticamente todo el organismo. La sangre era
denominada humor circulatorio en la antigua teoría grecorromana de los cuatro
(1,2)
humores. El proceso de formación de sangre se llama hematopoyesis.

Entre sus propiedades más importantes se destacan su color que varía según la
sangre venosa (rojo oscuro) y la sangre arterial (rojo brillante). Además posee un
olor característico y un sabor ligeramente salado, su temperatura es de 37 0C, su
volumen es de aproximadamente 5 L, presenta gran viscocidad y densidad por los
factores de concentración de glóbulos rojos, hemoglobina y proteínas plasmáticas.
Los hematíes de la sangre constituyen su función primaria y estos se caracterizan
por ser un disco bicóncavo, anucleado, presenta un citoplasma acidófilo
homogéneo y una membrana semipermeable y flexible, su diámetro varía de 6-8
m; cuando es menor de 6 se denominan microcitos y cuando es mayor de 8 se
denominan macrocitos.(2)

La producción de eritrocitos o eritropoyesis se regula por un mecanismo de


retroalimentación negativa que involucra a la médula ósea y los riñones y se
desencadena por la hipoxia (falta de oxígeno). Cuando se produce hipoxia el riñón
libera la hormona llamada factor eritropoyético renal o eritropoyetina de vital
importancia en este ciclo vital la cuál viaja por sangre hasta la médula ósea donde
se estimula la formación de eritrocitos, cuya concentración en sangre aumenta,
incrementando la capacidad de transporte de oxígeno a los tejidos con lo que se
corrige la hipoxia cerrándose el circuito de retroalimentación. (3)

Los eritrocitos además de tener una vida media e 120 dias los eritrocitos son
destruidos en el hígado, bazo y médula ósea, por los macrófagos y no en la
sangre. En la destrucción eritrocítica la molécula de hemoglobina se desdobla en
hematina y globina. De la hematina se separa el hierro, que es utilizado de nuevo
o almacenado y la bilirrubina que es secretada por el hígado con la bilis. (3)

En la actualidad la sangre es utilizada para transfusiones y otros fines médicos


que constituye una parte esencial de los servicios de salud modernos, usada
correctamente puede salvar vidas y mejorar la salud, sin embargo, la transmisión
de agentes infecciosos por la sangre y componentes sanguíneos ha enfocado una
(4)
particular atención a los riesgos potenciales de la transfusión.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) desarrolla estrategias integradas para


promover la seguridad sanguínea mundial y minimizar los riesgos. Cada año en el
mundo los productos sanguíneos contribuyen a salvar millones de personas,
incrementan la esperanza y la calidad de vida de pacientes con enfermedades
mortales y apoyan los procedimientos médicos y quirúrgicos complejos;
desempeñan un papel fundamental en la atención materno-infantil, los desastres
(4)
naturales y los artificiales provocados por el ser humano.

En el año 1962 en Cuba se creó por primera vez una organización para la
donación de sangre donde se elevó a gran escala al ser humano siendo la sangre
(4)
para nuestro país de gran utilidad y muy preciada para la humanidad.

Justificación del Estudio: La sangre es un tejido altamente especializado y


complejo, constituido por elementos formes y el plasma que circula por todo el
organismo, siendo un factor integrador realizando diversas funciones. Por tanto se
necesita describirla de modo general para integrar y obtener los conocimientos
necesarios comprendiendo sus distintas características y factores.

Objetivo: Describir las generalidades de la sangre.


MÉTODO

Se realizó una revisión bibliográfica utilizando el método del nivel teórico


descriptivo. Para ello se revisaron un total de 22 referencias bibliográficas en
español e inglés teniendo en cuenta las bases de datos PubMed, ScieELO,
Medline, Cochrane, Lilacs mediante EndNote. Se consideraron para la revisión,
artículos originales, revisiones a texto completo, así como artículos de opinión.
DESARROLLO

La sangre es una variedad de tejido conectivo especial, de origen mesodérmico


cuya sustancia intercelular es líquida y se denomina plasma el que está
constituido fundamentalmente por agua, proteínas, compuestos orgánicos y en el
cual se encuentran en suspensión los elementos celulares que reciben el nombre
(5)
de elementos formes y son: eritrocitos, leucocitos y plaquetas.

La sangre circula a través de un sistema de tubos cerrados, denominados vasos


sanguíneos. En el adulto sano el volumen de la sangre es de 5 L y constituye
aproximadamente el 8 % del peso corporal. La sangre actúa manteniendo la
composición adecuada y casi constante de los líquidos corporales, los que
(5)
permiten la nutrición, el crecimiento y la función de las células del organismo.

La sangre está compuesta por una parte líquida, el plasma sanguíneo, en el que
se encuentran elementos formes (las células sanguíneas) en suspensión. El
plasma sanguíneo es un líquido amarillento claro constituído por un 95% de agua
y el 5% restante por diversas sustancias en solución y suspensión. Estas
sustancias incluyen: iones minerales (sodio, potasio, calcio, cloro), pequeñas
moléculas orgánicas (aminoácidos, ácidos grasos y glucosa) y proteínas
plasmáticas (albúminas, fibrinógeno....). (6)

En condiciones normales, las proteínas del plasma constituyen el 7-9% del plasma
(6-8 g/100 ml), destacando tres grandes grupos de proteínas: albúminas que
participan en el transporte y presión coloidosmótica del plasma, globulinas
importantes principalmente en la defensa de la sangre y factores de la coagulación
como el fibrinógeno y la protrombina. (6)

Las albúminas son las más pequeñas y abundantes y representan el 60% de las
proteinas del plasma. Las sintetiza el hígado y actúan como transportadoras de
lípidos y hormonas esteroides en la sangre, siendo responsables de la mayor
parte de la presión osmótica (presión oncótica) que regula el paso de agua y
solutos a través de los capilares.(7)

Las globulinas representan el 40% de las proteinas del plasma. Se dividen en α-


globulinas, β globulinas y γ-globulinas. Las α y β -globulinas se sintetizan en el
hígado y transportan lípidos y vitaminas liposolubles en la sangre. Las γ-globulinas
(gammaglobulinas) son anticuerpos producidos por las células plasmáticas y
resultan fundamentales en la defensa del organismo frente a las infecciones. (7)

El fibrinógeno es un importante factor de la coagulación. Es sintetizado por el


hígado y representa el 2-4% de las proteínas del plasma.Normalmente, la
composición del plasma se mantiene siempre dentro de unos límitesseguros
desde un punto de vista biológico, gracias a diversos mecanismos homeostáticos
(homeostasia = equilibrio).(6,7)

Existen tres tipos de células en la sangre constituyendo los elementos formes:


Glóbulos rojos, eritrocitos o hematíes. Glóbulos blancos o leucocitos: Granulocitos
o leucocitos granulares (neutrófilos, eosinófilos y basófilos) y agranulocitos o
(6,7)
leucocitos agranulares (linfocitos y monocitos). Plaquetas o trombocitos.

Entre las propiedades de la sangre se encuentran: la densidad que es una masa o


peso específico de la sangre por unidad de volumen y depende de la
concentración de glóbulos rojos, del contenido de hemoglobina y de la
concentración de proteínas plasmáticas. (Rango de variación: 1,048 a 1,066.
Hombre: 1,057 y Mujer: 1,053).

El volumen conocido también como volemia (aproximadamente de 5 litros) y varía


según el sexo, siendo para el hombre entre 5 a 6 litros y para la mujer entre 4 y 5
litros. La viscosidad que es una fricción que se produce entre las moléculas que
lo componen, siendo un obstáculo al movimiento de fluir o deformarse (en sangre
total: 4,5 a 5,5). (8)
Se destacan otras propiedades como la velocidad de eritrosedimentación que es
una medida de la estabilidad en suspensión de los glóbulos rojos en sangre y
depende de la diferencia de cargas entre el glóbulo rojo y las proteínas del
plasma, y su velocidad en formar pilas de monedas. Se acelera en varias
situaciones como infecciones, tumores malignos, inflamación y anemias. También
la coagulabilidad que constituye el paso de la sangre de su estado líquido al
sólido, existen diversos elementos que lo favorecen y otros factores que lo evitan.
Además su temperatura es de 370C.(8)

Entre las propiedades físicas de la sangre tenemos a su color que varía entre el
rojo oscuro para la sangre venosa al rojo brillante en la sangre arterial en
dependencia de la concentración de bióxido de carbono y oxígeno
respectivamente. Posee un olor característico y un sabor ligeramente salado. Su
pH oscila entre 7,35 para la sangre venosa y 7,45 para la sangre arterial,
diferencia debida al contenido de bióxido de carbono que le confiere acidez. (8)

La sangre es un vehículo líquido de comunicación vital, entre los distintos tejidos


del organismo. Entre sus funciones se destacan: distribución de nutrientes desde
el intestino a los tejidos, intercambio de gases en el que transportan oxígeno
desde los pulmones hasta los tejidos y transporta dióxido de carbono en sentido
inverso. Transporta productos de desecho (urea, creatinina, ácido úrico) y
hormonas desde las glándulas endocrinas hasta los tejidos diana. Es importante
en la protección frente a microorganismos invasores (presencia de leucocitos) y a
hemorragias. (9)

Otras de las funciones de la sangre son que participa en el intercambio entre el


medio externo y los tejidos corporales y además es portadora de hormonas y de
otras sustancias biológicamente activas, que regulan el funcionamiento de
órganos como el hígado, la médula ósea y las glándulas endocrinas. (9)
La función primaria de los hematíes de la sangre es la de mantener en circulación
una elevada concentración de hemoglobina, esencial para el transporte del
oxígeno y CO2. Los leucocitos participan en el sistema de defensa del organismo,
ya sea por medio de la respuesta celular inespecífica o por la respuesta
inmunitaria inespecífica. (9)

En investigaciones realizadas se ha demostrado que los virus son potentes


inductores del interferón (alfa) leucocitario humano, el cual tiene propiedades
antivirales y antitumorales, por lo que también actúan en la defensa del organismo.
Las plaquetas son elementos formes o figurados de la sangre y participan en la
prevención de las hemorragias a través de los mecanismos de la coagulación y en
(9)
el mantenimiento de la integridad del endotelio vascular.

Existen pocas dudas de que los elementos formes de la sangre (hematíes,


granulocitos, monocitos, plaquetas y linfocitos) se originan de una misma célula
madre hematopoyética pluripotencial. De este precursor común proceden las
células madre linfoides y las células madre medulares (con capacidad para
diferenciarse en tres líneas celulares), encargadas de generar los linfocitos y las
células mieloides, respectivamente. Ocurriendo así el proceso de hematopoyesis
en la tercera semana.(10)

La hematopoyesis es el proceso de formación, maduración y paso a la circulación


sistémica de las células de la sangre. Los 3 tipos de células sanguíneas no se
originan en la sangre sino que solamente la emplean para realizar sus funciones o
para desplazarse de un lado a otro. En realidad, proceden de un precursor común
o célula madre que se origina en el tejido hematopoyético de la médula ósea y que
es pluripotencial porque puede diferenciarse en cualquier tipo de célula sanguínea.
(10)
En la vida embrionaria la hematopoyesis tiene lugar en el hígado, bazo y ganglios
linfáticos. En la última parte del embarazo y después del nacimiento tiene lugar en
la médula ósea de todos los huesos. A partir de los 20 años, la médula ósea de los
huesos de las extremidades es invadida por células adiposas (médula amarilla) y
la médula ósea activa persiste en algunos huesos como son las vértebras, el
esternón, las costillas, los huesos planos de la pelvis y los extremos del húmero y
el fémur. A medida que pasan los años la médula ósea de estas zonas se va
(11)
haciendo también menos productiva.

Las células madres hematopoyéticas pluripotenciales (CMHP) pueden sufrir dos


procesos: Autoproliferación, por el que se multiplican y convierten en células
iguales que las originales, por la acción de proteínas inductoras del crecimiento y
el proceso de Diferenciación en células madres comprometidas para el desarrollo
(10)
de una línea celular concreta.

De las células madre comprometidas, proceden las células progenitoras que no


son capaces de autoproliferar y dan lugar a células más específicas. Algunas
células progenitoras son conocidas como unidades formadoras de colonias (UFC).
Las células de la siguiente generación ya son las células precursoras o blastos.
Las células madres comprometidas linfoides dan lugar directamente a las células
(11)
precursoras o linfoblastos: los linfoblastos B y los linfoblastos T.

Las células madres comprometidas mieloides dan lugar a: las unidades de células
progenitoras formadoras de colonias eritrocíticas (UFC-E), de donde derivan los
eritrocitos; las unidades de células progenitoras formadoras de colonias
granulocitos-monocitos (UFC-GM) de donde derivan los granulocitos neutrófilos y
los monocitos; las unidades de células progenitoras formadoras de colonias de
megacariocitos (UFC-MEG) de donde derivan las plaquetas y, directamente, a las
células precursoras llamadas mieloblastos eosinofílicos, de donde derivan los
(10,11)
eosinófilos, y mieloblastos basofílicos, de donde derivan los basófilos.
Los glóbulos rojos, eritrocitos o hematíes son el tipo de célula más numerosa de la
sangre ya que constituyen el 99% de los elementos formes de la sangre. En
realidad no son verdaderas células porque no tienen núcleo ni otras organelas y
su tiempo de vida es limitado (unos 120 días). Tienen forma de discos bicóncavos,
con un diámetro medio de 8 micras, son muy finos y flexibles y pueden deformarse
para circular a través de los capilares más estrechos. En el hombre normal su
número es de unos 5,200,000/mm 3 (5x1012 /litro ó 5 billones de hematíes por litro
de sangre) y en la mujer 4,700.000/mm 3 (4,7x1012 /litro) de sangre. (12)

Los hematíes tienen la función de transportar la hemoglobina y, en consecuencia,


llevar oxígeno (O2) desde los pulmones a los tejidos y dióxido de carbono (CO 2)
desde los tejidos a los pulmones. La hemoglobina (Hb) es la responsable del color
rojo de la sangre y es la principal proteína de los eritrocitos (hay unos 15 g/dl de
sangre). Cada molécula de Hb está formada por 4 subunidades y cada subunidad
consiste en un grupo hemo (que contiene 1 átomo de hierro) unido a una globina.
La fracción con hierro de la Hb se une de forma reversible al O 2 para formar
oxihemoglobina. (12)

Una vez que pasan a la circulación, los eritrocitos tienen una vida media de unos
120 días antes de ser destruidos. Las células envejecen, su membrana se vuelve
frágil y algunos se rompen al pasar por los lugares estrechos y tortuosos de la
circulación como sucede en el bazo, con lo que la hemoglobina (Hb) liberada de
los eritrocitos lisados pasa a la circulación en donde se une a una proteína
transportadora que se llama haptoglobina. La Hb unida a la haptoglobina y
muchos eritrocitos viejos son fagocitados por los macrófagos en el bazo, el hígado
o los ganglios linfáticos. (12,13)
.
En los macrófagos, la Hb se separa en la parte proteica (globina) y el grupo hemo.
La globina es catabolizada a aminoácidos y el grupo hemo es escindido en hierro
libre (Fe+++) y un pigmento llamado biliverdina. La biliverdina posteriormente es
transformada en bilirrubina, que pasa a la sangre y es transportada por la
albúmina (bilirrubina no conjugada) hacia el hígado en donde es conjugada por los
hepatocitos y después transportada por la bilis al intestino delgado (bilirrubina
conjugada).(13)

La eritropoyesis es el proceso de formación y maduración de los eritrocitos y dura,


aproximadamente, una semana. A partir de las unidades de células progenitoras
formadoras de colonias eritrocíticas (UFC-E) se forma la primera célula precursora
de la serie roja: el proeritroblasto. Los proeritroblastos se dividen y forman distintos
(14)
tipos de eritroblastos que van madurando y sintetizando hemoglobina (Hb).

Una vez se ha llenado el citoplasma de estas células con hemoglobina, el núcleo


se condensa y es expulsado de la célula, dando lugar al reticulocito (forma joven
de hematíe), que pasa al interior de los capilares sanguíneos para circular por la
sangre. En el plazo de 1 a 2 días, cada reticulocito se transforma en un hematíe. A
causa de su vida breve, la concentración de los reticulocitos, en condiciones
(14)
normales, es un poco menor del 1% de todos los hematíes circulantes.

Hay dos factores reguladores de la producción de hematíes, que son la


eritropoyetina y la oxigenación tisular para mantener regulada, dentro de límites
muy estrechos, la masa total de eritrocitos en el sistema circulatorio. Siempre hay
un número adecuado de eritrocitos disponibles para proporcionar el suficiente
oxígeno (O2) a los tejidos, sin que sea excesivo para dificultar la circulación de la
sangre. (14)

La eritropoyetina es el principal factor estimulador de la producción de hematíes.


Es una hormona circulante que se produce en los riñones en su mayor parte (80-
90%) y, el resto, en el hígado, lo que explica que, cuando enferman los 2 riñones
se produzca una anemia muy importante ya que la eritropoyetina formada en el
(15)
hígado solo es suficiente para producir la ⅓ parte de los hematíes necesarios.
El efecto de esta hormona consiste en estimular la diferenciación de las células de
las UFC-E a proeritroblastos y el resto de células hasta llegar al eritrocito y
acelerar la maduración de las mismas. Cuando la médula ósea produce glóbulos
rojos con gran rapidez, muchas de las células pasan a la sangre en su fase
inmadura así que el porcentaje de reticulocitos puede ser un 30-50% de los
hematíes circulantes. (15)

La oxigenación tisular es el otro gran factor regulador de la producción de


hematíes. Cualquier situación que provoque una disminución en el O 2 transportado
a los tejidos, aumenta la formación de eritrocitos, a través de la estimulación de la
producción de eritropoyetina. En el caso de una anemia aguda producida por una
hemorragia (gran disminución del número de eritrocitos) o en la exposición crónica
a grandes alturas (en que hay una disminución de la concentración de oxígeno en
el aire atmosférica). (15)

La vitamina B 12 cianocobalamina y el ácido fólico, son vitaminas necesarias para


la maduración de hematíes en fase proeritroblástica, para la formación del ADN. Si
faltan se produce una anemia de hematíes grandes o megaloblastos que tienen
una membrana débil y frágil con lo que se rompen con facilidad, siendo su período
de vida menos de la mitad de lo normal. Por tanto, el déficit de vitamina B12 o de
ácido fólico causa una anemia por un fallo en la maduración de los eritrocitos.
(14,15,16)

El principal componente de los eritrocitos es la hemoglobina (Hb) que es una


proteína globular, cuya función es transportar oxígeno de los pulmones a los
tejidos y el dióxido de carbono, en sentido inverso. Además se encarga del
transporte de O2 del aparato respiratorio hacia los tejidos periféricos; y del
transporte de CO2 y protones (H+) de los tejidos periféricos hasta los pulmones
para ser excretados. Los valores normales en sangre son de 13 – 18 g/ dl en el
hombre y 12 – 16 g/dl en la mujer. (16)
La hemoglobina es una proteína con estructura cuaternaria, es decir, está
constituida por cuatro cadenas polipeptídicas: dos α y dos β (hemoglobina adulta-
HbA); dos α y dos δ (forma minoritaria de hemoglobina adulta- HbA 2 - normal
2%); dos α y dos γ (hemoglobina fetal- HbF). En el feto humano, en un principio,
(16)
no se sintetizan cadenas alfa ni beta, sino zeta (ζ ) y epsilon (ξ) (Hb Gower I).

También la Hb está constituída por una parte proteíca (globina) y el grupo hemo,
que en su centro contiene un átomo de hierro. Cada molécula contiene 2 pares de
cadenas polipeptídicas α y dos pares de cadenas β, cada cadena está unida a un
grupo hemo.(17)

El hierro es un componente esencial de la hemoglobina (Hb) porque es necesario


para que ésta sea sintetizada. El organismo de un varón adulto contiene, en total,
4.5 gr de hierro, de los cuales alrededor de un 75% se encuentra dentro de la Hb,
en los hematíes. Aproximadamente, otro 5% esta dentro de la mioglobina (proteina
muscular) y diferentes enzimas y el resto se almacena en forma de ferritina,
(18)
principalmente en el hígado pero también en el bazo y la médula ósea.

El hierro que se ingiere en una dieta normal es de unos 15-20 mg al día. Es


absorbido a través de las paredes del intestino delgado en cantidades que
dependen de las necesidades del organismo (aproximadamente, un 10%) de
modo que aunque se ingieran alimentos muy ricos en hierro solo se absorberá el
necesario al interior del organismo y el restante será eliminado en las heces. (18)

Una vez absorbido, el hierro pasa a la sangre y se combina de inmediato con una
proteína del plasma llamada apotransferrina, dando lugar a la transferrina con la
que es transportado hacia las partes del cuerpo donde se necesita, como la
médula ósea. (19)

La transferrina se une de forma muy fuerte a unos receptores situados en la


membrana de las células y los complejos transferina-receptor son interiorizados
por la célula y, una vez en el interior celular, el hierro es incorporado al grupo
hemo (si se trata de un eritroblasto) o almacenado combinándose con la proteína
apoferritina, situada en el citoplasma celular, para dar lugar a la ferritina. Este
(19)
hierro almacenado en la ferritina se llama hierro de depósito.

La ferritina puede almacenar diferentes cantidades de hierro en función de las


necesidades, de modo que cuando la cantidad de hierro en el plasma disminuye
mucho, el hierro se libera de la ferritina de forma fácil, sale al exterior celular y
(20)
puede ser transportado por la transferrina hacia las células que lo necesitan.

Otra proteína de almacenamiento, la hemosiderina, parece derivarse de la


ferritina. Su estructura todavía no se ha definido bien y la disponibilidad del hierro
es menor que la de ferritina. En condiciones fisiológicas, la ferritina es la principal
proteína de almacenamiento de hierro, mientras que la hemosiderina se acumula
sólo en pequeñas cantidades en el bazo y las células del SRE. En condiciones de
sobrecarga de hierro, especialmente hemocromatosis hereditaria y talasemia, la
proporción de hierro almacenado en forma de hemosiderina aumenta. (20)

Los varones excretan cada día cerca de 1 mg de hierro, principalmente por las
heces o por descamación de las células de la piel y del intestino. Las mujeres
pierden cantidades adicionales de hierro por la menstruación, hasta 2 mg/día. La
cantidad de hierro obtenida cada día con la dieta debe ser, por lo menos, igual a la
perdida por el organismo. (19,20)

Además de las sustancias necesarias para la formación de los eritrocitos y el


metabolismo del hierro son vitales el aporte adecuado de Vitamina B12 y ácido
fólico, por el papel que juegan ambas vitaminas en la síntesis de proteínas. La
vitamina B12 es fundamental en la formación de los glóbulos rojos porque estos
son los encargados de transportar el oxígeno a todas las células del organismo.
Cuando su cantidad es escasa o se fabrican mal (anemia), los hematíes no
(21)
pueden realizar correctamente su función.

El ácido fólico es una vitamina esencial para la formación de eritrocitos y


leucocitos en la médula y en su maduración, por la acción que tiene como
transportador de carbono único en la formación del grupo hemo. Su deficiencia es
causa de anemia megaloblástica y otros trastornos hematológicos (principalmente
en recién nacidos). El consumo elevado de ácido fólico reduce los niveles de
(21)
homocisteina, aminoácido tóxico que puede ocasionar daño cardiovascular.

La concentración de ácido fólico en eritrocitos es estable y está considerado un


indicador de almacenamiento tisular, razón por la cual es recomendable cuantificar
estos niveles y no los séricos que oscilan según la dieta. La determinación de
ácido fólico en eritrocitos está recomendada en individuos con niveles séricos
reducidos de hierro y folato. (21)

La concentración normal de hemoglobina es en el hombre de 130-175 g/L y en la


mujer de 120-165 g/L; considerando que los valores inferiores a estos indican
anemia según edad, sexo y etapa de crecimiento por una disminución en la
(22)
cantidad de glóbulos rojos en la sangre o de su contenido de hemoglobina.

Los rangos normales de Glóbulos Rojos en el hombre varía de 4.7 a 6.1 millones
de células por microlitro (células/mcL) y en la mujer de 4.2 a 5.4 millones de
células/mcL. Existe otra forma muy útil de expresar la concentración de eritrocitos
en la sangre, el valor hematocrítico de la misam que se obtiene al centrifugar a
alta velocidad una muestra de sangre colocada en un tubo de ensayo milimetrado,
haciendo que los hematíes se concentren en el fondo. De esta forma se obtiene
una lectura de la proporción porcentual de células sanguíneas contenidas en la
muestra. (22)

El valor hematocrítico normal de la sangre del hombre oscila entre el 40-50%,


mientras que el de la mujer varía entre el 37-45%. El hematocrito sufre
modificaciones y es que ocurre anemia cuando los valores en el hombre están por
debajo de 0,39 y en la mujer por debajo de 0,36. Además ocurre policitemia
(22)
cuando el valor de hematocrito sobrepasa 0,52.
CONCLUSIONES

La sangre es un tejido altamente especializado y complejo, constituido por


elementos formes y el plasma que circula por todo el organismo, siendo un factor
integrador, realizando diversas funciones. La hematopoyesis es el proceso de
formación de los elementos formes de la sangre. El hierro es importante para la
formación de hemoglobina y otras sustancias como las vitaminas B12 y ácido
fólico. La hemoglobina al igual que el hematocrito sufren modificaciones al estar
disminuidas ocasionan anemia. En el hematocrito se provoca una policitemia al
sobrepasar 0,52.
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