Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Mariana Alvarado
necesidades, afecciones. En este sentido era imposible, para Gaos, hacer una historia
de las ideas en sí, por sí solas, ajenas a lo humano. Las ideas se presentan concretas
en los hombres que las piensan. Las ideas son humanas, afectan humanamente y
sus efectos son corporizados. “Todos los hombres son sujeto de ideas”, de allí que
hayan “sujetos profesionales de las ideas”, “los pensadores”, “los especialistas de
ideas”. Este detalle no es menor puesto que en este marco quienes hacen historia
de las ideas, no son historiadores, tampoco filósofos, son pensadores ocupados
en ideas humanas (Gaos, 1969). Cabe, esta misma línea advertir sobre el sistema
sexo–género y visibilizar, como lo hago en el cuerpo del escrito, que hombre ha
referido –ya aún refiere– a varón blanco, heterosexual, intelectual y con privilegios;
y que si bien Gaos pretende ampliar esa materialidad haciendo espacio a las voces
de otros varones, “pensador” supone varón. Aun así, la misma argumentación gao-
siana –radicalizada–, permite incorporar el cuerpo de la mujer como pensadora.
2 Para ampliar puede consultarse Alvarado, Mariana “La educación superior en clave
descolonial” en: Algarrobo–MEL.com.ar / a4–n4–2015.
on line: http://revistas.uncu.edu.ar/ojs/index.php/mel/article/viewFile/645/397
Fragmentos y episodios / Adriana María Arpini (compiladora) 23
… luchan, día a día, hora tras hora, para producir el libro, el folleto,
el periódico, encarnados en el ideal del progreso femenino […] Con la
planta herida por los abrojos del camino y la frente iluminada por los
resplandores de la fe en los destinos humanos, ellas, las obreras del
pensamiento, continuarán laborando. (Matto de Turner, 1902, p. 252).
7 Nombres, trayectorias y textos a ser rescatados del archivo en donde pueden ser
localizadas las formas en que estas escritoras abordaron el sistema sexo–género, la
clase, la etnia. Nombres como los de rosario orrego de Uribe (Chile, 1834–1879),
Teresa González de Fanning, Margarita Práxedes Muñoz, Lastenia Larriva de Llona
(Perú, 1848–1924) y la que escribió por y para la mujer, Josefina Pelliza de Sagasta
(Argentina, 1848–1888). Es posible con ellas pensar el sistema sexo–género, la clase,
las diferencias étnicas en geografías diferentes en un mismo recorte temporal; armar
un mapa de contradicciones y paradojas que atribuyen usos de distinto signo a fic-
ciones alternativas a la de la madre, las del ángel o la belleza cargada de dulzura, la
modesta. En Aves sin nido de Clorinda, por ejemplo, “blanquea” a la protagonista
indígena. La integra, sin alusión a su diferencia o a sus orígenes, en su familia de
adopción, criolla y de buena posición económica. Ante la pregunta dónde ubicar a la
otra en el proyecto nacional, la posibilidad desprovista de impulsos revolucionarios
que propone Aves sin nido es la del borramiento de la diferencia, la de la asimi-
lación del yo y de los quechuaparlantes. Clorinda se instala, incluso luego, con su
“La obrera y la mujer” (1904) en un feminismo liberal reformista no revolucionario
ni subersivo. Un colonialismo que enfatiza la criollización y se sostiene con la tra-
ducción al quechua del Evangelio de San Lucas y los Hechos de los Apóstoles como
un aporte para las tareas de evangelización entre los pueblos andinos.
34 Mujeres de América latina… / Mariana Alvarado
9 Despertar en Cuyo tiene a los obreros de una bodega, a los empleados del trust Daneri
como personaje principal. Un sujeto colectivo imbricado en el proceso de toma de
conciencia social como nodo sobre el que se teje la trama entre clases y afectos.
En este texto estamos buscando la construcción de una anécdota regionalizada en
la que sería posible leer los vínculos entre un socialismo y un feminismo en una
provincia argentina.
10 En 1946 Florencia Fossati solicita a la Dirección General de Escuelas que se re-
considere, en conformidad a la Ley 2476 (Estatuto del Docente de la Provincia de
Mendoza), la medida a la que se opuso la Federación de Educadores Católicos. Su
cesantía fue tratada en la Cámara de Diputados de la Provincia de Mendoza en la
sesión del 6 de mayo de 1936. La reposición de Florencia Fossati fue apoyada por el
Sindicato del Magisterio, la Agrupación Maestros Democráticos de la Capital Federal,
36 Mujeres de América latina… / Mariana Alvarado
13 Florencia fue una mujer que contaba con trayectoria y títulos académicos. Egresó
de la Escuela Normal de Mujeres de Mendoza en 1909. A los diecisiete años era
maestra. En 1912 egresó de la Facultad de Filosofía y Humanidades de La Plata.
Pudo ocupar cargos de conducción hasta el momento en que tomó parte de las
huelgas del magisterio. Fue Subinspectora de Escuelas (1913–1915), Inspectora de
Bibliotecas Populares y Escolares (1915–1917) e Inspectora de Escuelas (1917–1918).
Al ser expulsada de su cargo por motivos ideológicos en 1921 centró su actividad
en la Escuela Normal Tomás Godoy Cruz (Cfr. Lacoste, 1993, pp. 120–121 y roig,
2007, pp. 251–252).
40 Mujeres de América latina… / Mariana Alvarado
docente; pero sobre todo del modo en el que la lucha de los docentes
fue la lucha de las docentes.
Un segundo artículo, de 1930, se refiere a la personalidad de Adolfo
Ferriere14 el “hombre de ciencia” creador de conceptos, técnicas y teorías
que dieron forma al movimiento de la Escuela Activa o renovada o Nueva
Educación15. No cabe en este lugar atender específicamente al contenido
del artículo. Sí, nos interesa aludir al modo particular en el que Florencia
visibiliza la vida del profesor ginebrino, quien fue para ella “el dueño
de la técnica de investigación sin cuya práctica la pedagogía es apenas
algo más que aquel cajón de sastre de otras ciencias”. Fossati se sitúa
en los antecedentes (Ellen Key, María Montessori, ovide Decroly y John
Dewey) de la experiencia escolar, en la práctica docente, en la acción
transformadora y en su institucionalización. El Bureau International des
Escoles Nouvelles fue la fundación en la que Ferriere aspiró a establecer
relaciones pedagógicas entre las diferentes escuelas nuevas, a centralizar
y contactar docentes que podían estar interesados y, a poner en valor las
experiencias conformando un archivo.
Esa mirada con la que presenta la biografía de Adolfo Ferriere apa-
rece nuevamente, unos meses después, en el mismo año, al momento de
presentar la Escuela Experimental Nueva Era16. El Centro nada tenía que
14 Algunos de los títulos de sus obras destacan no sólo sus intereses sino su posición
pedagógica: La coéducation de sexes (1926, La ley biogenética (1915), La Escuela
Activa (1922), L´activité spontanée chez l´enfant (1922), La libertad del niño en la
escuela activa (1928).
15 En la figura de C. N. Vergara y la experiencia en la Escuela Normal de Mercedes,
hacia 1890, se reconoce un inicio para el movimiento renovador en la república
Argentina que le tocó dirigir a Florencia Fossatti según se apunta en una carta
presentada osvaldo Silvio Borghi, el Director General de Escuelas hacia 1959. En
esa misma carta se señala a la Escuela Activa como una alternativa a la Escuela
sarmientina: laica y popular. Como tendencias que luego, se sincronizan (Fossati,
1959, pp. 47–48)
16 En 1924 se insinúa una línea de trabajo que en 1927 se consolida, en Mendoza, con
un grupo heterogéneo de intelectuales que pondría en marcha la línea renovadora
Fragmentos y episodios / Adriana María Arpini (compiladora) 41
Bibliografía