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CRIMEN Y CASTIGO

La materia prima del escritor es su propia vida, sin bien la frase nos puede
sonar hecha, resulta cierta en casos como el de Dostoievsky, Mosc? 1821-
1881. Es la ?poca de los zares, del imperio ruso que gracias a Pedro el
Grande, hab?a salido de su aislamiento para incorporarse a la Europa
reformista. Los enciclopedistas franceses, eran la lectura obligada de las
juventudes rusas con hambre de cambiar las estructuras feudalistas, que
manten?an a la inmensa mayor?a de la poblaci?n sumida en la miseria y la
desesperaci?n. Sin embargo la reforma francesa devino en una revoluci?n que
cost? la vida al Rey Sol y a su s?quito. Catalina la Grande, temiendo una suerte
similar en su vasto imperio, implant? un r?gimen autocr?tico. Cuando
Dostoievsky habr?a cumplido cuatro a?os, Rusia era gobernada por el zar
Nicol?s I quien hab?a descubierto una conspiraci?n en su contra. La situaci?n
interna del pa?s se hab?a vuelto insostenible. El zar respondi? con censura y
represi?n. A partir de ah?, y con la consecuente sucesi?n de zares que
negaban el avance al pueblo ruso, el caldo de cultivo que antecede a los
cambios sociales se expand?a por todos los territorios del pa?s. Crimen y
Castigo, fue madurada por su autor, durante su cautiverio en Siberia.
Dostoievsky fue acusado de conspirador y cumpli? condena en las remotas
tierras de castigo del zar. La primera parte se public? en el Mensajero Ruso en
1866. El extremo realismo conseguido por Dostoievsky en su descripci?n
social, pero sobre todo interna, sino es que ?ntima de los personajes, s?lo lo
pudo reproducir luego de experimentar en carne propia la m?s radical pobreza.

La novela nos cuenta un crimen. Un crimen cometido por un joven y su


subsecuente lucha interna con sus emociones y delirios. La madre y hermana
del asesino, tan pobres o m?s que ?l, se debaten entre la duda y la
desesperaci?n.

Un dudoso pretendiente de la hija, y su antiguo patr?n, conformaran una acci?n


f?sica dentro de la novela sin perder un ?pice de su contenido psicol?gico. Los
hechos se muestran sin ning?n tipo de enjuiciamiento. El autor deja ser a los
personajes pues sabe que la credibilidad se logra con la honestidad. El flujo de
conciencia de Raskolnikov a lo largo de la novela, es una prueba de ello.

RESUMEN

Primera parte, cap?tulo I

Raskolnikov acude con una vieja usurera, de nombre Aliona Ivanovna, a


empe?ar las ?nicas prendas de valor que posee. La anciana, envilecida por la
codicia presta una peque?a cantidad de rublos -pues se cobra por
adelantado los intereses- y despide al joven quien tiene que aceptar el
miserable trato. En el camino, Raskolnikov piensa en el lugar donde guardar?
el dinero. Una taberna se cruza por su camino y decide entrar y beber una
cerveza.

Cap?tulo II

Raskolnikov reflexiona sobre su pr?xima integraci?n a la sociedad. Piensa en


su condici?n de estudiante que tuvo que salirse de la escuela por falta de
dinero. De la misma manera, tiene que “fugarse” de su cuarto para no ser
visto por la casera pues debe rentas atrasadas. Marmeladov, un funcionario
de gobierno se acerca y le habla pues lo cree un colega. Raskolnikov lo
desenga?a y siente al principio deseos de hablar con ?l; al instante, extra?a
de nuevo su soledad. Marmeladov le habla de su esposa Catalina, de su hija
Sonia, de las otros hijos de Catalina y del pasado aristocr?tico que alguna
vez tuvieron. El desenfrenado gusto por la bebida de Marmeladov lo llevaron
a la ruina. Catalina no aceptaba a su hijastra al principio, quien pronto tuvo
que trabajar. Catalina fue despedida de su trabajo. Los ahorros fueron
tomados por el propio Marmeladov quien no tard? en beb?rselos.
Marmeladov invita a Raskolnikov a su casa. Al llegar encuentra a Catalina
cuyo aspecto era demacrado pues, aparte de la miseria, padec?a de
tuberculosis y los hijos de ?sta jugando entre la mugre. Catalina rega?a a su
esposo y corre a Raskolnikov quien se va pensando al respecto.

Cap?tulo III

El cuartucho de Raskolnikov le recordaba permanentemente su condici?n. Al


amanecer Raskolnikov se encuentra en el mismo. Anastasia, -?nica sirviente
de la casa- lo despierta con t? y una carta. La carta es remitida por la
madre de Raskolnikov quien al enterarse de que su hijo dej? la escuela por
falta de medios, reuni? algunos rublos que manda anexo. M?s adelante, la
madre le escribe sobre Dunia, hermana de Raskolnikov, quien pas?
innumerables infortunios y que adem?s, fue corrida de su trabajo luego de
que la se?ora sospech? que manten?a amor?os con su esposo, La humillaci?n
fue profunda. Pero al poco tiempo, contin?a relatando la madre, La se?ora
Marta Petrovna descubri? una carta que demostraba su completa inocencia
y que se trataba de uno m?s de los deslices de su esposo. Posteriormente, la
madre relata que durante el ?nterin, Dunia inici? relaciones con Don Pedro
Petrovich Lujin, consejero del tribunal, y que el enlace ser? pronto. La
madre se disculpa de no haberlo tomado en cuenta al respecto, pero conf?a
en el buen coraz?n de su Rodion. La madre anuncia a su hijo que Lujin va
rumbo a San Petersburgo y espera que lo reciba como merece un se?or de
su rango. La madre escribe sobre el futuro promisorio que est? uni?n
significa y que sin duda las sacara de su miseria pues seguro regresas a la
escuela y terminas trabajando para ?l. Para finalizar, La madre escribe
sobre su llegada y la de Dunia a San Petersburgo en laspr?ximas horas.
Raskolnikov cierra la carta aturdido y sale de su casa.

Cap?tulo IV

Raskolnikov se hab?a resuelto a no permitir esa boda pues, adem?s de no


haberlo consultado, algo misterioso y digno de desconfiarse, hab?a le?do
“entre l?neas” en las frases de su madre. Durante el camino, Raskolnikov
defiende a una muchacha ebria, y le da dinero a un polic?a para que la lleve a
su casa. El camino lo dirige hac?a la casa de su amigo Razumikhin a quien no
obstante, ha fingido no verlo para no entablar conversaci?n con ?l.
Cap?tulo V

Raskolnikov hace cuentas del dinero mandado por su madre y se percata que
una considerable suma, la ha regalado. Desv?a su camino y entra a un bosque
donde duerme en la hierba. Sue?a con su padre y una yegua que es golpeada
salvajemente por varios hombres. El ni?o Raskolnikov se precipita a ayudar a
la yegua pero es detenido por su padre. Raskolnikov despierta ba?ado en
sudor. Raskolnikov duda de sus planes; la vieja usurera duerme tranquila, tal
vez no por mucho tiempo. Raskolnikov sale a la calle y se topa con Isabel, la
joven hermana de la vieja. La casualidad se presta y escucha que la vieja
Aliona se encontrar? completamente sola a determinadas horas.

Cap?tulo VI

Raskolnikov no cree en casualidades sino en “signos del destino”, se pregunta


el trasfondo que implica el haber salido de su casa y escuchar precisamente
las horas ideales para realizar su plan. En otra taberna escucha la mala fama
de do?a Aliona y sobre todo la desp?tica forma con la que trata a su propia
hermana Isabel. En suma, Aliona Ivanovna era una arp?a cuya muerte era
deseada por m?s de alguno por su avaricia y crueldad. Raskolnikov regresa a
su casa y duerme en su sill?n desecho. A la ma?ana siguiente es despertado
por la criada quien es corrida por el inquilino. Consigue un hacha de una obra
cercana y dirige sus pasos a casa de Aliona.

Cap?tulo VII

Aliona Ivanovna es asesinada por Raskolnikov. De inmediato coge algunos


prendedores y una bolsa. Busca la llave que resguarda el dinero. Escucha
ruidos. Entra Isabel quien perpleja contempla la escena. Raskolnikov,
sorprendido por lo inesperado, reacciona y la mata. Limpia el hacha. El
sonido de unos hombres que tocan a la puerta lo alerta. Al no obtener
respuesta se marchan sospechando algo. Raskolnikov toma lo robado, baja
unas escaleras y entra aun cuarto vac?o que est? siendo pintado. Escucha a
los hombres y al portero subir y aprovecha para huir. Nadie lo vio salir y
nadie lo vio dejar el hacha donde fue encontrada. Raskolnikov llega a su
cuarto y se deja caer al sill?n.

Segunda parte, cap?tulo I

Raskolnikov despierta abruptamente. Reacomoda una y otra y otra vez las


prendas robadas al tiempo que sospecha, que la locura se ha instalado en su
ser. Se contradice en sus pensamientos hasta que alguien llama a la puerta.
Anastasia le trae un citatorio. El citatorio, es ordinario pero Raskolnikov
experimenta una extrema paranoia que lo hace dudar sobre su asistencia. Al
retirase la sirvienta, Raskolnikov advierte que se trata de una demanda
emprendida por su casera por pagos no efectuados. Finalmente asiste, y
haciendo gala de un extremo cinismo, se enfrenta al comisario de polic?a. Al
resolver el asunto de la casera, escucha las primeras investigaciones sobre
los asesinatos de la anciana usurera y su joven hermana. Siente deseos de
confesarlo todo, pero se calla. De regreso a su casa, el presentimiento de
que se ha traicionado con sus palabras lo invade.
Cap?tulo II

Raskolnikov llega a su min?sculo cuarto convencido de que las


investigaciones han iniciado y seguramente ya llegaron hasta su domicilio.
Todo lo encuentra tal y como lo dej?. Incluido las prendas robadas. ?D?nde
guardarlas? La inseguridad le ordena cambiar constantemente de soluci?n.
Finalmente decide esconder lo robado para usarlo tiempo despu?s. Hecho lo
anterior, Raskolnikov deambula por las calles. Sus pasos lo llevan de nuevo a
la casa de su amigo Razumikhin. Entra y a los pocos minutos se despide.
Razumikhin lo invita a quedarse m?s tiempo y calmar un poco su ansiedad.
Raskolnikov se va sin hacer caso de su amigo y pensando que nada ni nadie
existe y cosas por el estilo. Una vez en la calle, una se?ora le ofrece una
limosna; entonces, se percata de su miserable aspecto. Se pone enfrente de
unos caballos que tiraban un carruaje, vaga sin rumbo todo el d?a y regresa
a su casa a dormir profundamente. Las pesadillas lo despiertan y vuelve a
despertar de un mal sue?o.

Cap?tulo III

Los delirios acompa?aron a Raskolnikov durante su sue?o. Al despertar


encuentra a Anastasia, Razumikhin, y un empleado de gobierno que le trae
dinero en correspondencia a una solicitud hecha por su madre. Raskolnikov
duda en firmar y es persuadido por Razumikhin. La criada y el amigo le
reclaman el terrible descuido en el cual se encontraba. Razumikhin le pide
que no se preocupe tanto y le avisa que interceder? por ?l con la casera,
luego, aprovechando otro sue?o de Raskolnikov, Razumikhin, le compra ropa
y le da el dinero restante. La visita del medico los interrumpe.

Cap?tulo VI

Zossimov, medico amigo de Razumikhin, atiende a Raskolnikov y lo invita a


una reuni?n de amigos. Durante la platica, Raskolnikov descubre que un
pintor –que trabajaba en el cuarto donde se escondi?- es el principal
sospechoso de los asesinatos recientemente cometidos, y que ?l y su
ayudante fueron arrestados. La discusi?n de los dos amigos y las preguntas
de Raskolnikov fueron entonces interrumpidas por la llegada de un
inesperado visitante.

Cap?tulo V

Pedro Petrovich Lujin, majestuoso y un tanto soberbio pregunta por


Raskolnikov. Raskolnikov se presenta y trata con iron?a y desd?n al
prometido de su hermana. Lujin trata de mantener un buen ambiente que no
existe y se extra?a del fr?o recibimiento del muchacho. Sin desanimarse,
Lujin les platica de sus planes y que se aloja en un departamento compartido
con su amigo Andr?s Semionovich sin embargo sus intentos fueron en vano.
Zossimov y Razumikhin continuaron platicando de los asesinatos y
Raskolnikov se mantuvo lejano y agresivo. Finalmente, Lujin es corrido por
Raskolnikov.

Cap?tulo VI

Cuando estuvo de nuevo solo, Raskolnikov se marcha de nuevo a la calle con


el dinero que hab?a recibido. Se interna por las calles y por la noche se
mete a una taberna. Ah? se encuentra con un amigo de Razumikhin y ambos
hablan sobre los asesinatos. De manera ir?nica, Raskolnikov le “confiesa” el
lugar donde escondi? el dinero. Al salir se encuentra con Razumikhin, sin
embargo, Raskolnikov, presa de sus contradicciones, lo corre de su lado.
Todos coinciden en los continuos delirios de Raskolnikov. ?ste por su parte,
visit? el lugar del crimen. Ah? encontr? a unos trabajadores. Raskolnikov
pregunta por las manchas de sangre y muestra una actitud sospechosa. Los
trabajadores lo echan y Raskolnikov se encuentra vagando de nuevo hasta
que un grito le llama la atenci?n.

Cap?tulo VII

Raskolnikov llega a un accidente. Un borracho se lanz? frente a un coche.


Raskolnikov lo recuerda: es Marmeladov. R?pidamente se presta a llevarlo a
su casa y paga los gastos. Por segunda ocasi?n, Raskolnikov llega a casa de la
t?sica Catalina y sus hijos. La mujer lo recibe angustiada y recrimina a su
esposo por sus interminables borracheras, sin embargo el accidente fue
fatal y todos notaron que Marmeladov agonizaba. La madre manda a una de
sus hijas por Sonia –la primera hija de Marmeladov- un m?dico y un
sacerdote. Catalina cuestiona duramente los “designios” del se?or. Se muere
su esposo que s?lo le ha tra?do malestares y miseria. Marmeladov muere y
Raskolnikov le obsequia a Catalina el dinero que posee para los gastos
funerarios. Sonia se percata del gesto del joven y llora la muerte de su
padre. Al retirarse Raskolnikov, es interceptado por una media hermana de
Sonia para preguntarle su nombre y direcci?n. M?s seguro de s?,
Raskolnikov se dirige a casa de Razumikhin y encuentra a su amigo bebiendo
con otros m?s, entre ellos al m?dico quien le recomienda reposo. B?
sicamente, Zossimov considera que Raskolnikov est? loco y por ellos lo
atiende –seg?n le confes? Razumikhin- Raskolnikov se despide y es acompa?
ado por Razumikhin, borracho, a su casa. Cuando llegaron encontraron a dos
mujeres esperando a Raskolnikov: Su madre y su hermana. Raskolnikov se
desmaya de la impresi?n.

Tercera parte, cap?tulo I

Pulkeria Alejandrovna y Abdocia Romanovna (Dunia) se encuentran frente a


Raskolnikov quien pasa de una emoci?n a otra. Le dice a su hermana que
corri? a su pretendiente, que jam?s permitir? el enlace y que no quiere que
se case y sacrifique su vida por ?l. La madre y la hermana no reconocen del
todo a su hijo. Es obvio que una enfermedad se ha apoderado de su mente.
Razumikhin las convence de dejarlo solo y se ofrece a acompa?arlas al lugar
donde se aposentan. La madre se niega a dejar a su hijo pero termina
cediendo. En el camino, Razumikhin les dice que ira por su amigo m?dico y en
cuanto tenga su diagnostico, las ir?a a visitar. Les promete no abandonar a
Raskolnikov y apoya su postura contra el presumido pretendiente, sobre
todo cuando llega al cuarto de mala muerte que hab?a alquilado para su novia
y futura suegra. La belleza de Dunia lo impresiona. Razumikhin cumple con
todo e impresiona a las mujeres.

Cap?tulo II

A la ma?ana siguiente, Razumikhin amaneci? crudo y arrepentido de varias


cosas que hab?a dicho por su avanzado estado de ebriedad. Raskolnikov
duerme. Al visitar a Dunia y a su madre y ser recibido como todo un h?roe
se reconforta su ego. Razumikhin reconoce que su pobreza es evidente. La
madre le ense?a a su salvador, una carta de Pedro Petrovich en la cual se
disculpa por no haberlas ido a recoger y les informa la indignante forma en
que Raskolnikov lo echo, adem?s de presenciar como daba el dinero a una
mujer de dudosa re****ci?n, –se refiere a Catalina, esposa de Marmeladov
cuando muri?- que con tantos sacrificios le mandaba. La madre romp?a en
llantos. Dunia propone visitar a Raskolnikov y cuenta la noticia de la muerte
de Marta Pretovna (La se?ora que la corri? de su casa pues cre?a que
sosten?a idilio con su esposo y que despu?s redimi? p?blicamente) Cuando
llegaron encontraron al m?dico atendi?ndolo.

Cap?tulo III

Raskolnikov se sent?a mucho mejor. El medico le sugiere –aprovechando su


lucidez- que piense en su rehabilitaci?n. Una reconciliaci?n familiar sucede,
Raskolnikov le pide perd?n a su madre por haber regalado el dinero que le
envi? y platica lo sucedido. La noticia de la muerte de Marta Pretovna
resurge y se comenta que su esposo Aracadio Svidigrailov la golpe? la noche
que muri?. Raskolnikov se irrita y surge otra discusi?n familiar. La madre
ense?a la carta de Lujin a Raskolnikov y ?ste sospecha m?s de aquel
personaje radicalizando su postura. Lujin no es un abogado, es un farsante.
Ma?ana habr? una reuni?n familiar a la que asistir? Lujin; Raskolnikov y
Razumikhin –invitado por Dunia-.

Cap?tulo IV

Sonia llega imprevistamente. Raskolnikov la desconoce de momento y luego


la invita a pasar. Sonia llega con el prop?sito de invitarlo a los servicios
funerarios de su padre y a una comida en honor a ?l que su madrastra
Catalina ofrece. La joven se deshace en elogios. Dunia y Pulkeria invitan por
su parte a Razumikhin a comer y parten de ah?. Una vez solos, Raskolnikov
pregunta a su amigo, que si conoce al juez Porfirio Petrovich –quien trabaja
en el caso de los asesinatos- pues quiere recuperar las prendas que un d?a
antes empe??. Razumikhin asiente. Sonia y los amigos bajan y entonces un
personaje que pasaba por ah?, al escuchar el nombre de Raskolnikov, mir? r?
pidamente el lugar y se puso a seguir a Sonia. El burgu?s de alrededor de
cincuenta a?os que segu?a a Sonia, lo hac?a con pleno convencimiento de
conocerla. Sonia siente su presencia y al llegar a su casa el burgu?s la saluda
pues vive en el mismo edificio, en el departamento de al lado.

De camino a casa de Porfirio Petrovich, Raskolnikov siente indecisi?n sobre


lo contraproducente de ir y levantar sospechas. Pero en el camino, al notar
que Razumikhin se hab?a esmerado en su arreglo personal, y sospechando
que la raz?n era su hermana, comenz? a burlarse sin piedad.

Cap?tulo V

El juez Porfirio Petrovich los recibe con gusto y cuestiona –siempre con
agudeza, siempre certero- a Raskolnikov. Para Raskolnikov no hay duda:
Porfirio Petrovich sospecha de ?l considerando que el mismo Petrovich
conservaba un art?culo de su reciente ?poca de estudiante, donde
Raskolnikov cuestionaba la moral del asesino con respecto a personas
indeseadas y la misi?n que algunos llevan acuestas. Porfirio es sagaz y
platica con doble sentido con Raskolnikov. Se despiden y Porfirio lo cita para
ma?ana y ver el asunto de las prendas.

Cap?tulo VI

Raskolnikov se despide de Razumikhin y le jura sentirse bien. En su cuarto


duerme un poco bajo el cuidado de Anastasia. Las pesadillas se vuelven a
presentar. Al despertar, un hombre que no conoc?a lo miraba con atenci?n.

Cuarta parte, cap?tulo I

El hombre se present? Arcadio Svidrigailov. Raskolnikov no puede creer que


el recientemente viudo de Marta Pretovna y antiguo jefe de su hermana
estuviera ah?. En efecto, Arcadio fue a conocerle y a pedir que intercediera
por ?l para un nuevo encuentro con Dunia. El cinismo de Arcadio con
respecto a sus pretensiones con Dunia y acusaciones sobre los golpes que
propin? a Marta la noche de su muerte, sorprende a Raskolnikov. Su
reciente llegada a San Petersburgo tiene varios fines ofrece dinero para
impedir la boda entre Lujin y Dunia pues no le conviene y sus propias nupcias
con una joven novia. Arcadio se despide con la noticia de que su difunta
esposa dej? dinero para Dunia. Al despedirse se encuentra con Razumikhin.

Cap?tulo II

Raskolnikov y Razumikhin caminan rumbo al hospedaje de su madre, en el


camino, Raskolnikov le platica a su amigo los antecedentes de Arcadio. Al
llegar encontraron a Lujin quien mantuvo su actitud de indignaci?n.
Raskolnikov le dice a Dunia que su antiguo patr?n se encuentra en la ciudad y
Razumikhin le ofrece su apoyo pues la joven teme a las intenciones del viejo.
Lujin desprestigia a Arcadio pues, adem?s de haber golpeado a Marta
Pretovna, sabe que estuvo implicado en el suicidio de otra jovencita. Nuevas
dis****s familiares pasan. Lujin y Raskolnikov se enfrentan. Lujin termina
por contrariarse constantemente y sale corrido ahora por Dunia. En el
camino piensa en su venganza.

Cap?tulo III

La familia platica sobre las ofertas de Arcadio. La madre se alegra del


dinero dejado por la se?ora Petrovna. Todos temen sin embargo, con la
llegada de Arcadio. Durante la platica, Razumikhin ofrece empezar un
negocio de ediciones con ese dinero y parte que pedir? prestado. Los ojos
de Dunia brillan ante la propuesta. Raskolnikov siente contrariados sus
emociones y parte de ah? ante la sorpresa de todos. Razumikhin lo sigue a
pesar de que Raskolnikov lo trata con extrema agresividad. Le pide que no lo
siga y entonces, con una ****trante mirada, Razumikhin comprende que su
amigo est? implicado de alguna manera en los asesinatos. Razumikhin
regresa con la madre y hermana y las calma diciendo que lo mejor para
Raskolnikov en estos momentos, es estar solo.

Cap?tulo IV

Raskolnikov llega a casa de Sonia y se entera de que un peque?o apartado de


la casa le es rentado. La joven lo recibe con entusiasmo pero Raskolnikov
llega con el prop?sito de despedirse. La joven lo nota turbado y lo trata de
calmar. Sonia platica de Catalina y sus continuos desvar?os a causa de la
tuberculosis. Raskolnikov es cruel y le contesta que los d?as de Catalina
est?n contados por su avanzada enfermedad y que ella tendr? que cuidar a
sus hermanastros. Sonia se asusta pues su pobreza es extrema. Raskolnikov
besa los pies de Sonia y muestra su aspecto m?s esc?ptico. Raskolnikov le
pide huir con ?l. Sonia se siente confundida. Raskolnikov se despide con la
promesa de regresar ma?ana y decirle quien fue el asesino de su amiga
Isabel. Del otro lado de la pared, un hombre escucha con atenci?n la pl?tica:
Arcadio Svidrigailov.

Cap?tulo V

Raskolnikov regresa con Porfirio Petrovich para el asunto de sus prendas.


Porfirio Petrovich lo recibe y platica con Raskolnikov sobre su pasado de
estudiante. Raskolnikov se convence de que Porfirio sospecha de ?l y le
extra?a su extrema amabilidad. Se exaspera y le exige que lo interrogue si
es preciso. Porfirio contesta siempre con sarcasmo y risas. Su ambiguo
discurso desconcierta y desarma a Raskolnikov sobre todo por qu? sabe que
visit? el lugar del crimen y pregunt? sobre las manchas de sangre. Porfirio
no considera sospechoso –de momento a Raskolnikov- y lo invita con su
habitual iron?a a retirarse.

Cap?tulo VI

Una inesperada visita interrumpe la entrevista. EL pintor sospechoso de


haber matado a las mujeres entra de pronto declar?ndose culpable. Porfirio
se muestra nervioso y hace sacar al enloquecido obrero. Despide a
Raskolnikov que se va convencido, de que fue torturado para hacerlo
confesar.

Quinta parte, cap?tulo I

Pedro Petrovich compart?a la casa con Andr?s Semionovich Lebeziatnikov


quien tiempo atr?s consider? a Pedro en la m?s alta estima. Pedro meditaba
en el error que consisti? en alquilar aquella pocilga para alojar a novia y
suegra. Su intenci?n de encontrar una esposa que lo viera como su eterno
salvador se desvanec?a pero no se rindi?. Andr?s era otro invitado m?s a la
comida que Catalina Ivanovna ofrec?a en honor a su reci?n fallecido esposo.
De igual forma Pedro estaba invitado. Andr?s interrumpe sus pensamientos
y ambos platican sobre la comida a la que ninguno piensa asistir. Los otrora
amigos, se hab?an terminado por enemistarse en secreto. Andr?s se
acercaba m?s a ideas progresistas –pseudo revolucionarias- que irritaban el
car?cter burgu?s de Pedro. Se habla de Sonia, pues es amiga de Andr?s, y
Pedro se interesa en hablar con ella. Andr?s va por Sonia quien turbada
responde las preguntas de Pedro. Petrovich se muestra cort?s y pide
disculpas por no acudir al funeral. Promete ayudarlas y le obsequia a la joven
diez rublos y pide guardar su nombre en secreto.

Cap?tulo II

Catalina Ivanova destin? parte del dinero dado por Raskolnikov en enterrar
a su esposo y en ?sta comida de despedida. Su avanzada tuberculosis le hac?
a vomitar sangre constantemente y los complejos y turbaciones, tornaron en
agudos delirios. Su obsesi?n por un inventado pasado aristocr?tico se hizo
m?s presente que nunca. Catalina hablaba durante los preparativos, de los
ilustres personajes que acudir?an, sin embargo, los pordioseros y borrachos
fueron los primeros en llegar. Raskolnikov lleg? y se disculp? por no llegar al
entierro. Catalina y Sonia lo reciben con gusto. La locura hac?a estragos en
la imaginaci?n de Catalina quien pronto comenz? a pelar con la casera y
algunos invitados. Sonia llega y dice que Lujin no llegar?. Catalina pelea en
medio de borrachos cuando de repente, Pedro Petrovich Lujin llega de
improviso.

Cap?tulo III

Catalina la recibe como a un viejo conocido –era la segunda vez que se ve?
an- Lujin la mira con frialdad y acusa a Sonia de haberse robado cien rublos
de su casa. La joven se asusta de la afirmaci?n y niega el hecho. Lujin se
mantiene firme. Catalina defiende a su hijastra y dice que su hija es incapaz
de robar. Catalina esculca por ella misma las bolsas de su blusa y saca un
papelito que arroja a la cara de Lujin. Lujin toma el papelito, lo extiende y
ense?a un billete de cien rublos. Una sorpresa generalizada invadi? el lugar.
Catalina defend?a con m?s frenes? a Sonia quien por su parte continuaba
muda de la sorpresa. Raskolnikov se hab?a ech? a un lado, y contemplaba en
silencio el avance de los hechos. Catalina se deshac?a en llanto y
sufrimiento; la pus de su boca le brotaba al gritar. Lujin la tranquiliza y dice
que no proceder? en contra de alguien que movido por el hambre roba. En
eso, otro inesperado invitado llega: Andr?s Semionovich quien desmiente a
Lujin diciendo que el mismo vi? cuando, de forma por completo
imperceptible, introduc?a el billete en el vestido de la joven. Lujin trata de
defenderse pero no pudo con el peso de la verdad. Su plan de reinvindicarse
ante los ojos de Raskolnikov y recuperar a Sonia, se fue por completo. Lujin
huye del lugar. Sonia regresa a su casa aturdida, seguida por Raskolnikov.

Cap?tulo IV

Raskolnikov encuentra llorando a Sonia. Su sarcasmo se mezcla con su lado


m?s humano. Sonia no entiende los discursos de Raskolnikov. El muchacho se
vierte en la crueldad y le recuerda que hoy le dir?a quien hab?a matado a su
amiga Isabel. Sonia se pasma de la confesi?n e invita a Raskolnikov a que
busque la expiaci?n. Andr?s Semionovich toca la puerta de repente.

Cap?tulo V

Catalina Ivanovna se hab?a refugiado finalmente en la locura. Andr?s le dice


a Sonia que su madre estaba incontrolable. Sonia sale en su encuentro.
Raskolnikov, turbado por su confesi?n, regresa sin notarlo a su casa.
Pensaba en el por qu? hacer sufrir a Sonia cuando recibe la visita de Dunia.
La hermana pide disculpas por su inesperada visita, y cuenta a su hermano
que Razumikhin le ha contado todo. Raskolnikov palidece. Dunia continua y
dice que pronto ser? aclarado todo y ser? absuelto de toda sospecha.
(desde luego el amigo no le cont? todo) Raskolnikov se limita a decir que
Razumikhin es un buen hombre. Dunia se retira angustiada. Raskolnikov sale
a la calle y es alcanzado por Andr?s quien llega diciendo que Catalina ha
perdido por completo la raz?n. Caminan a un puente donde, Catalina obligaba
a sus hijos a bailar mientras ella tocaba un balde como percusi?n. Catalina
dec?a a la gente que su familia de pasado aristocr?tico hab?a sido enga?ada.
Sonia ve?a estupefacta la escena y pide ayuda para llevarla a su casa. En
casa de Sonia muere Catalina Ivanovna, entre los curiosos que hab?an
llegado se encontraba Arcadio Svidrigailov quien se presta a ayudar a la
joven en desgracia. Raskolnikov se extra?a de la gentileza de Aracadio y ?
ste le contesta con una frase pronunciada por Raskolnikov en esa misma
habitaci?n y que lo implicaba directamente con los asesinatos. Raskolnikov
se sorprende. Aracadio le cuenta vivir precisamente al lado de Sonia y que
reci?n escuch? una conversaci?n muy interesante.

Sexta parte, cap?tulo I

A partir de ese instante, Raskolnikov tiene miedo por Aracadio que sin
embargo, ayud? efectivamente a Sonia y mand? a los ni?os a casas de hu?
rfanos. Raskolnikov recibe en su casa a Razumikhin quien le pide visitar a su
madre pues ha enfermado. Adem?s Razumikhin cuenta que Porfirio
Petrovich le dijo que ya ten?an al asesino confeso de la usurera y su
hermana. Antes de despedirse, Razumikhin le cuenta que Dunia recibi? una
carta que la turb? mucho. Raskolnikov s?lo se limit? a decir que era un buen
hombre. De nuevo solo, Raskolnikov piensa en Porfirio Petrovich que le dio
suficientes pruebas como para que sospechara de ?l. Al salir de su casa
resuelto a “resolverlo todo” se topa nada menos que con el propio juez
Porfirio Petrovich.

Cap?tulo II

Raskolnikov lo invita a pasar pues el juez manifest? su deseo de visitarlo.


Porfirio le habla de su pasi?n por la psicolog?a y de todos los cabos sueltos
que uni? desde que tom? el caso de las mujeres asesinadas. Las sospechas
que pudo haber guardado se hab?an disuelto pues ten?a a una persona
confesa. El doble discurso de Porfirio confunde a Raskolnikov. Una acusaci?n
indirecta se escucha durante todo su discurso. Al final remata diciendo que
esa persona no pudo haber matado a esas mujeres. Enseguida afirma que “el
asesino es usted Rodion Romanovich”. Porfirio aprecia en realidad a
Raskolnikov y le sugiere que se entregue y que por su parte no proceder?,
por lo pronto, en su contra. Raskolnikov ni lo niega ni lo afirma. Los hombres
discuten sin hablar de manera clara. Ambos se enfrascan en una serie de
cuestionamientos y afirmaciones. Porfirio se despide amablemente y le pide
a Raskolnikov que piense en todas las ventajas que gozar?a si ?l mismo se
entrega. Porfirio parte dejando a Raskolnikov m?s confundido que nunca.

Cap?tulo III

Raskolnikov descarta que Arcadio le haya denunciado pues sabe bien que
otros planes tiene. Deambula por la ciudad sumido en sus reflexiones y
encuentra a Arcadio en una taberna. Ambos se evitan al principio.
Raskolnikov acude al llamado de Arcadio. Su pl?tica es evasiva al principio
hasta que Raskolnikov le advierte que si intenta algo contra Dunia lo matara.
Arcadio no pierde su iron?a y le recuerda a su interlocutor que se casar? en
breve. Hablan sobre Marta Pretovna, y la chica que se suicido. Arcadio se
deslinda a medio camino entre el cinismo y la burla. Raskolnikov se
sorprende de la inteligencia y pragmatismo de Aracadio.

Cap?tulo IV

M?s adelante, Arcadio platica de Dunia. El libertino de Aracadio le narra sus


secretos y habla de los intentos de Dunia –cuando trabajaba para ?l- de
llevarlo por el camino correcto pues el mismo Arcadio reconoce que las
mujeres en general, son su debilidad. Su pr?xima boda con una joven de 16
a?os lo entusiasma. Raskolnikov repara que se encuentra frente al hombre
que desinteresadamente, ayudo a Sonia y a sus hermanastros.

Cap?tulo V

Arcadio se despide y Raskolnikov sospecha que trama algo contra Dunia y se


decide a seguirlo. Luego abandona su empresa al ser enga?ado por Aracadio.
Arcadio ten?a una cita con Dunia y la lleva a su casa. La joven acudi? pues
Arcadio le escribi? sobre un secreto que ah? confesar?a. Al llegar a casa,
Aracadio le confiesa a Dunia que su hermano Raskolnikov es el asesino de la
usurera. Dunia no lo cree. Aracadio le dice que no se preocupe y que puede
conseguirle un pasaporte a Raskolnikov y sacarlo del pa?s. Dunia no lo cree.
Arcadio le ense?a el lugar donde escuch? la platica fatal y presa del frenes?
y del deseo se abalanza sobre Dunia. La joven saca un revolver –mismo que
es reconocido por Aracadio pues Dunia se lo llev? la noche que muri? Marta-
y luego lo acusa de haber matado a su esposa. Arcadio se acerca. Dunia
dispara. Aracadio se acerca m?s. Dunia tira el arma pues se sabe capaz de
matarle. Aracadio le pregunta si lo ama al no obtener respuesta la deja ir.
La pistola del suelo es recogida por Aracadio quien apresurado sale a la
calle.

Cap?tulo VI

Luego de vagar, Aracadio regresa a su casa y visita a Sonia, le da m?s dinero


para sus hermanastros y se despide pidiendo que no se preocupe. Despu?s
visit? a la familia de su novia y dijo que por razones oficiales tenia que salir
de San Petersburgo. En un hotel de mala muerte, sue?a con una suicida. En
la madrugada, frente a un soldado, Aracadio Svidrigailov saca una pistola y
dispara en su sien.

Cap?tulo VII

Raskolnikov visita a su madre, al cerciorarse de la ausencia de Sonia, se


despide efusivamente. Pulkeria llora por su hijo. De nuevo en casa,
Raskolnikov encuentra a Dunia quien con su mirada le dice todo. Raskolnikov
se despide de Dunia y se sume en sus reflexiones.

Cap?tulo VIII

Sonia recibe a Raskolnikov. No acepta su despedida y sigue a Raskolnikov


quien entra a la polic?a. Ah? se entera del suicidio de Aracadio. Raskolnikov
sale y vuelve a entrar. Finalmente, Raskolnikov confiesa haber asesinado a
Aliona Ivanovna y a su hermana Isabel

Ep?logo I

Raskolnikov fue condenado a trabajos forzados en Siberia durante un lapso


de 8 a?os. La sentencia no fue del todo excesiva pues: nunca uso del dinero
robado, –de hecho no sab?a con exactitud el monto del bot?n- Cometi? los
asesinatos con la puerta abierta, narr? absolutamente todo sin omitir nada y
lo m?s importante, se confeso culpable cuando un obrero –de probados
desequilibrios mentales- lo hab?a hecho. Se dictamin? que hab?a matado por
demencia moment?nea. Y se usaron los testimonios de Razumikhin y su amigo
el doctor. Al preguntarle a Raskolnikov sobre el m?vil; contest? con absoluta
franqueza. La extrema miseria que lo hab?a sacado de la escuela de derecho
fue la punta del desastre. Al ser cuestionado sobre su raz?n para confesar
simplemente dijo por arrepentimiento.

La madre enferm? desde el inicio del proceso y fantaseaba con frecuencia


de que su hijo era muy poderoso y que por eso se encontraba lejos. Dunia y
Razumikhin se casaron y ambos junto con Sonia, visitaron a Raskolnikov. La
muerte de Pulkeria fue sabida por Raskolnikov tiempo despu?s a pesar de
que Sonia –quien lo hab?a seguido hasta Siberia- se escrib?a con frecuencia
con ellos.

II

Raskolnikov se hab?a sumido en la m?s profunda indiferencia. Todo le


importaba poco o nada. Las frecuentes visitas de Sonia eran lo ?nico que lo
reconfortaba. Sin embargo, al tener la joven que trabajar, comenz? a
reducir sus visitas. Raskolnikov resiente su ausencia. Una tarde que tuvo que
trabajar al aire libre, la encontr? de frente a ?l. Sonia le tom? las manos y
Raskolnikov llor? por esos siete a?os que todav?a tendr?an que transcurrir.
Pero alguien lo estar?a esperando. A partir de la ma?ana siguiente,
Raskolnikov no volver?a a ser el mismo.

PERSONAJES

Rodion Raskolnikov. 24 a?os, estudiante de derecho que tuvo que dejar la


escuela debido a la extrema pobreza que padec?a. Raskolnikov es un
pensador nato. Inteligente pero oscuro. En el fondo cree ser un
predestinado. S?lo tiene que conseguir dinero para seguir adelante. No hay
manera de tener el suficiente sino matando a la persona indicada, es decir, a
la no deseada. El hambre y la falta de perspectivas acabar?n por enfermar a
Raskolnikov. Su mejor amigo lo encuentra: taciturno, sombr?o, orgulloso,
altanero, suspicaz e hipocondr?aco.
Razumikhin. Compa?ero de Raskolnikov. Agradable desde el primer
encuentro. Parlanch?n y simp?tico. Su amistad con Raskolnikov se vera a
prueba por los desvar?os de ?ste. Enamorado secreto de Dunia.

Abdocia Romanovna. Dunia es la hermana menor de Raskolnikov. Ama


profundamente a su madre y hermano, y es bien sabido que sacrificar?a
todo por ellos. Su relaci?n con Pedro Petrovich se ve felizmente desecha,
pero su antiguo patr?n: Aracadio Svidrigaiolv ha quedado secretamente
obsesionado con ella. El haber descubierto el crimen de Raskolnikov le
mueve oscuros planes que llevar a cabo

Pedro Petrovich Lujin. Pretendiente de Dunia. Burgu?s obsesionado con


encontrar a una mujer que lo vea como su m?ximo salvador. Urdir? un plan
para convencer a Raskolnikov –principal opositor- de que es el mejor partido
de su hermana.

Sonia. Hija de Marmeladov quien se volvi? a casar con Catalina y sus peque?


os hijos. La sorpresiva muerte de su padre la pone en contacto con
Raskolnikov. Le teme y por alguna raz?n le quiere. Sonia es una prostituta
que amar?, a pesar de todo, a aquella persona.
RESUMEN
Primera parte, capítulo I

Raskolnikov acude con una vieja usurera, de nombre Aliona Ivanovna, a empeñar las únicas
prendas de valor que posee. La anciana, envilecida por la codicia presta una pequeña cantidad
de rublos -pues se cobra por adelantado los intereses- y despide al joven quien tiene que
aceptar el miserable trato. En el camino, Raskolnikov piensa en el lugar donde guardará el
dinero. Una taberna se cruza por su camino y decide entrar y beber una cerveza. 

Capítulo II

Raskolnikov reflexiona sobre su próxima integración a la sociedad. Piensa en su condición de


estudiante que tuvo que salirse de la escuela por falta de dinero. De la misma manera, tiene
que “fugarse” de su cuarto para no ser visto por la casera pues debe rentas atrasadas.
Marmeladov, un funcionario de gobierno se acerca y le habla pues lo cree un colega.
Raskolnikov lo desengaña y siente al principio deseos de hablar con él; al instante, extraña de
nuevo su soledad. Marmeladov le habla de su esposa Catalina, de su hija Sonia, de las otros
hijos de Catalina y del pasado aristocrático que alguna vez tuvieron. El desenfrenado gusto por
la bebida de Marmeladov lo llevaron a la ruina. Catalina no aceptaba a su hijastra al principio,
quien pronto tuvo que trabajar. Catalina fue despedida de su trabajo. Los ahorros fueron
tomados por el propio Marmeladov quien no tardó en bebérselos. Marmeladov invita a
Raskolnikov a su casa. Al llegar encuentra a Catalina cuyo aspecto era demacrado pues,
aparte de la miseria, padecía de tuberculosis y los hijos de ésta jugando entre la mugre.
Catalina regaña a su esposo y corre a Raskolnikov quien se va pensando al respecto.

Capítulo III

El cuartucho de Raskolnikov le recordaba permanentemente su condición. Al amanecer


Raskolnikov se encuentra en el mismo. Anastasia, -única sirviente de la casa- lo despierta con
té y una carta. La carta es remitida por la madre de Raskolnikov quien al enterarse de que su
hijo dejó la escuela por falta de medios, reunió algunos rublos que manda anexo. Más adelante,
la madre le escribe sobre Dunia, hermana de Raskolnikov, quien pasó innumerables infortunios
y que además, fue corrida de su trabajo luego de que la señora  sospechó que mantenía
amoríos con su esposo, La humillación fue profunda. Pero al poco tiempo, continua relatando la
madre, La señora Marta Petrovna descubrió una carta que demostraba su completa inocencia y
que se trataba de uno más de los deslices de su esposo. Posteriormente, la madre relata que
durante el ínterin, Dunia inició relaciones con Don Pedro Petrovich Lujin, consejero del tribunal,
y que el enlace será pronto. La madre se disculpa de no haberlo tomado en cuenta al respecto,
pero confía en el buen corazón de su Rodion. La madre anuncia a su hijo que Lujin va rumbo a
San Petersburgo y espera que lo reciba como merece un señor de su rango. La madre escribe
sobre el futuro promisorio que está unión significa y que sin duda las sacara de su miseria pues
seguro regresas a la escuela y terminas trabajando para él. Para finalizar, La madre escribe
sobre su llegada y la de Dunia a San Petersburgo en las próximas horas. Raskolnikov cierra la
carta aturdido y sale de su casa.

Capítulo IV

Raskolnikov se había resuelto a no permitir esa boda pues, además de no haberlo consultado,
algo misterioso y digno de desconfiarse, había leído “entre líneas” en las frases de su madre.
Durante el camino, Raskolnikov defiende a una muchacha ebria, y le da dinero a un policía
para que la lleve a su casa. El camino lo dirige hacía la casa de su amigo Razumikhin a quien
no obstante, ha fingido no verlo para no entablar conversación con él.  

Capítulo V

Raskolnikov hace cuentas del dinero mandado por su madre y se percata que una considerable
suma, la ha regalado. Desvía su camino y entra a un bosque donde duerme en la hierba.
Sueña con su padre y una yegua que es golpeada salvajemente por varios hombres. El niño
Raskolnikov se precipita a ayudar a la yegua pero es detenido por su padre. Raskolnikov
despierta bañado en sudor. Raskolnikov duda de sus planes; la vieja usurera duerme tranquila,
tal vez no por mucho tiempo. Raskolnikov sale a la calle y se topa con Isabel, la joven hermana
de la vieja. La casualidad se presta y escucha que la vieja Aliona se encontrará completamente
sola a determinadas horas.

Capítulo VI

Raskolnikov no cree en casualidades sino en “signos del destino”, se pregunta el trasfondo que
implica el haber salido de su casa y escuchar precisamente las horas ideales para realizar su
plan. En otra taberna escucha la mala fama de doña Aliona y sobre todo la despótica forma con
la que trata a su propia hermana Isabel. En suma, Aliona Ivanovna era una arpía cuya muerte
era deseada por más de alguno por su avaricia y crueldad. Raskolnikov regresa a su casa y
duerme en su sillón desecho. A la mañana siguiente es despertado por la criada quien es
corrida por el inquilino. Consigue un hacha de una obra cercana y dirige sus pasos a casa de
Aliona.

Capítulo VII

Aliona Ivanovna es asesinada por Raskolnikov. De inmediato coge algunos prendedores y una
bolsa. Busca la llave que resguarda el dinero. Escucha ruidos. Entra Isabel quien perpleja
contempla la escena. Raskolnikov, sorprendido por lo inesperado, reacciona y la mata. Limpia
el hacha. El sonido de unos hombres que tocan a la puerta lo alerta. Al no obtener respuesta se
marchan sospechando algo. Raskolnikov toma lo robado, baja unas escaleras y entra aun
cuarto vacío que está siendo pintado. Escucha a los hombres y al portero subir y aprovecha
para huir. Nadie lo vio salir y nadie lo vio dejar el hacha donde fue encontrada. Raskolnikov
llega a su cuarto y se deja caer al sillón.

Segunda parte, capítulo I

Raskolnikov despierta abruptamente. Reacomoda una y otra y otra vez las prendas robadas al
tiempo que sospecha, que la locura se ha instalado en su ser. Se contradice en sus
pensamientos hasta que alguien llama a la puerta. Anastasia le trae un citatorio. El citatorio, es
ordinario pero Raskolnikov experimenta una extrema paranoia que lo hace dudar sobre su
asistencia. Al retirase la sirvienta, Raskolnikov advierte que se trata de una demanda
emprendida por su casera por pagos no efectuados. Finalmente asiste, y haciendo gala de un
extremo cinismo, se enfrenta al comisario de policía. Al resolver el asunto de la casera,
escucha las primeras investigaciones sobre los asesinatos de la anciana usurera y su joven
hermana. Siente deseos de confesarlo todo, pero se calla. De regreso a su casa, el
presentimiento de que se ha traicionado con sus palabras lo invade.
 

Capítulo II

Raskolnikov llega a su minúsculo cuarto convencido de que las investigaciones han iniciado y
seguramente ya llegaron hasta su domicilio. Todo lo encuentra tal y como lo dejó. Incluido las
prendas robadas. ¿Dónde guardarlas? La inseguridad le ordena cambiar constantemente de
solución. Finalmente decide esconder lo robado para usarlo tiempo después. Hecho lo anterior,
Raskolnikov deambula por las calles. Sus pasos lo llevan de nuevo a la casa de su amigo
Razumikhin. Entra y a los pocos minutos se despide. Razumikhin lo invita a quedarse más
tiempo y calmar un poco su ansiedad. Raskolnikov se va sin hacer caso de su amigo y
pensando que nada ni nadie existe y cosas por el estilo. Una vez en la calle, una señora le
ofrece una limosna; entonces, se percata de su miserable aspecto. Se pone enfrente de unos
caballos que tiraban un carruaje, vaga sin rumbo todo el día y regresa a su casa a dormir
profundamente. Las pesadillas lo despiertan y vuelve a despertar de un mal sueño.    

Capítulo III

Los delirios acompañaron a Raskolnikov durante su sueño. Al despertar encuentra a Anastasia,


Razumikhin, y un empleado de gobierno que le trae dinero en correspondencia a una solicitud
hecha por su madre. Raskolnikov duda en firmar y es persuadido por Razumikhin. La criada y
el amigo le reclaman el terrible descuido en el cual se encontraba. Razumikhin le pide que no
se preocupe tanto y le avisa que intercederá por él con la casera, luego, aprovechando otro
sueño de Raskolnikov,  Razumikhin, le compra ropa y le da el dinero restante. La visita del
medico los interrumpe.

Capítulo VI

Zossimov, medico amigo de Razumikhin, atiende a Raskolnikov y lo invita a una reunión de


amigos. Durante la platica, Raskolnikov descubre que un pintor –que trabajaba en el cuarto
donde se escondió- es el principal sospechoso de los asesinatos recientemente cometidos, y
que él y su ayudante fueron arrestados. La discusión de los dos amigos y las preguntas de
Raskolnikov fueron entonces interrumpidas por la llegada de un inesperado visitante.

Capítulo V

Pedro Petrovich Lujin, majestuoso y un tanto soberbio pregunta por Raskolnikov. Raskolnikov
se presenta y trata con ironía y desdén al prometido de su hermana. Lujin trata de mantener un
buen ambiente que no existe y se extraña del frío recibimiento del muchacho. Sin desanimarse,
Lujin les platica de sus planes y que se aloja en un departamento compartido con su amigo
Andrés Semionovich sin embargo sus intentos fueron en vano. Zossimov y Razumikhin
continuaron platicando de los asesinatos y Raskolnikov se mantuvo lejano y agresivo. 
Finalmente, Lujin es corrido por Raskolnikov.

Capítulo VI

Cuando estuvo de nuevo solo, Raskolnikov se marcha de nuevo a la calle con el dinero que
había recibido. Se interna por las calles y por la noche se mete a una taberna. Ahí se encuentra
con un amigo de Razumikhin y ambos hablan sobre los asesinatos. De manera irónica,
Raskolnikov le “confiesa” el lugar donde escondió el dinero. Al salir se encuentra con
Razumikhin, sin embargo, Raskolnikov, presa de sus contradicciones, lo corre de su lado.
Todos coinciden en los continuos delirios de Raskolnikov. Éste por su parte, visitó el lugar del
crimen. Ahí encontró a unos trabajadores. Raskolnikov pregunta por las manchas de sangre y
muestra una actitud sospechosa. Los trabajadores lo echan y Raskolnikov se encuentra
vagando de nuevo hasta que un grito le llama la atención. 

Capítulo VII

Raskolnikov llega a un accidente. Un borracho se lanzó frente a un coche. Raskolnikov lo


recuerda: es Marmeladov. Rápidamente se presta a llevarlo a su casa y paga los gastos. Por
segunda ocasión, Raskolnikov llega a casa de la tísica Catalina y sus hijos. La mujer lo recibe
angustiada y recrimina a su esposo por sus interminables borracheras, sin embargo el
accidente fue fatal y todos notaron que Marmeladov agonizaba. La madre manda a una de sus
hijas por Sonia –la primera hija de Marmeladov- un médico y un sacerdote. Catalina cuestiona
duramente los “designios” del señor. Se muere su esposo que sólo le ha traído malestares y
miseria. Marmeladov muere y Raskolnikov le obsequia a Catalina el dinero que posee para los
gastos funerarios. Sonia se percata del gesto del joven y llora la muerte de su padre. Al
retirarse Raskolnikov, es interceptado por una media hermana de Sonia para preguntarle su
nombre y dirección. Más seguro de sí, Raskolnikov se dirige a casa de Razumikhin y encuentra
a su amigo bebiendo con otros más, entre ellos al médico quien le recomienda reposo.
Básicamente, Zossimov considera que Raskolnikov está loco y por ellos lo atiende –según le
confesó Razumikhin- Raskolnikov se despide y es acompañado por Razumikhin, borracho, a su
casa. Cuando llegaron encontraron a dos mujeres esperando a Raskolnikov: Su madre y su
hermana. Raskolnikov se desmaya de la impresión.      

Tercera parte, capítulo I

Pulkeria Alejandrovna y Abdocia Romanovna (Dunia) se encuentran frente a Raskolnikov quien


pasa de una emoción a otra. Le dice a su hermana que corrió a su pretendiente, que jamás
permitirá el enlace y que no quiere que se case y sacrifique su vida por él. La madre y la
hermana no reconocen del todo a su hijo. Es obvio que una enfermedad se ha apoderado de su
mente. Razumikhin las convence de dejarlo solo y se ofrece a acompañarlas al lugar donde se
aposentan. La madre se niega a dejar a su hijo pero termina cediendo. En el camino,
Razumikhin les dice que ira por su amigo médico y en cuanto tenga su diagnostico, las iría a
visitar. Les promete no abandonar a Raskolnikov y apoya su postura contra el presumido
pretendiente, sobre todo cuando llega al cuarto de mala muerte que había alquilado para su
novia y futura suegra. La belleza de Dunia lo impresiona. Razumikhin cumple con todo e
impresiona a las mujeres.

Capítulo II

A la mañana siguiente, Razumikhin amaneció crudo y arrepentido de varias cosas que había
dicho por su avanzado estado de ebriedad. Raskolnikov duerme. Al visitar a Dunia y a su
madre y ser recibido como todo un héroe se reconforta su ego. Razumikhin reconoce que su
pobreza es evidente. La madre le enseña a su salvador, una carta de Pedro Petrovich en la
cual se disculpa por no haberlas ido a recoger y les informa la indignante forma en que
Raskolnikov lo echo, además de presenciar como daba el dinero a una mujer de dudosa
reputación, –se refiere a Catalina, esposa de Marmeladov cuando murió- que con tantos
sacrificios le mandaba. La madre rompía en llantos. Dunia propone visitar a Raskolnikov y
cuenta la noticia de la muerte de Marta Pretovna (La señora que la corrió de su casa pues creía
que sostenía idilio con su esposo y que después redimió públicamente) Cuando llegaron
encontraron al médico atendiéndolo.  

Capítulo III

Raskolnikov se sentía mucho mejor. El medico le sugiere –aprovechando su lucidez- que


piense en su rehabilitación. Una reconciliación familiar sucede, Raskolnikov le pide perdón a su
madre por haber regalado el dinero que le envió y platica lo sucedido. La noticia de la muerte
de Marta Pretovna resurge y se comenta que su esposo Aracadio Svidigrailov  la golpeó la
noche que murió. Raskolnikov se irrita y surge otra discusión familiar. La madre enseña la carta
de Lujin a Raskolnikov y éste sospecha más de aquel personaje radicalizando su postura. Lujin
no es un abogado, es un farsante. Mañana habrá una reunión familiar a la que asistirá Lujin;
Raskolnikov y Razumikhin –invitado por Dunia-.

Capítulo IV

Sonia llega imprevistamente. Raskolnikov la desconoce de momento y luego la invita a pasar.


Sonia llega con el propósito de invitarlo a los servicios funerarios de su padre y a una comida
en honor a él que su madrastra Catalina ofrece. La joven se deshace en elogios. Dunia y
Pulkeria invitan por su parte a Razumikhin a comer y parten de ahí. Una vez solos, Raskolnikov
pregunta a su amigo, que si conoce al juez Porfirio Petrovich –quien trabaja en el caso de los
asesinatos- pues quiere recuperar las prendas que un día antes empeñó. Razumikhin asiente.
Sonia y los amigos bajan y entonces un personaje que pasaba por ahí, al escuchar el nombre
de Raskolnikov, miró rápidamente el lugar y se puso a seguir a Sonia. El burgués de alrededor
de cincuenta años que seguía a Sonia, lo hacía con pleno convencimiento de conocerla. Sonia
siente su presencia y al llegar a su casa el burgués la saluda pues vive en el mismo edificio, en
el departamento de al lado.

De camino a casa de Porfirio Petrovich, Raskolnikov siente indecisión sobre lo


contraproducente de ir y levantar sospechas. Pero en el camino, al notar que Razumikhin se
había esmerado en su arreglo personal, y sospechando que la razón era su hermana, comenzó
a burlarse sin piedad.    

Capítulo V

El juez Porfirio Petrovich los recibe con gusto y cuestiona –siempre con agudeza, siempre
certero- a Raskolnikov. Para Raskolnikov no hay duda: Porfirio Petrovich sospecha de él
considerando que el mismo Petrovich conservaba un artículo de su reciente época de
estudiante, donde Raskolnikov cuestionaba la moral del asesino con respecto a personas
indeseadas y la misión que algunos llevan acuestas. Porfirio es sagaz y platica con doble
sentido con Raskolnikov. Se despiden y Porfirio lo cita para mañana y ver el asunto de las
prendas.

Capítulo VI

Raskolnikov se despide de Razumikhin y le jura sentirse bien. En su cuarto duerme un poco


bajo el cuidado de Anastasia. Las pesadillas se vuelven a presentar. Al despertar, un hombre
que no conocía lo miraba con atención.
 

Cuarta parte, capítulo I

El hombre se presentó Arcadio Svidrigailov. Raskolnikov no puede creer que el recientemente


viudo de Marta Pretovna y antiguo jefe de su hermana estuviera ahí. En efecto, Arcadio fue a
conocerle y a pedir que intercediera por él para un nuevo encuentro con Dunia. El cinismo de
Arcadio con respecto a sus pretensiones con Dunia y acusaciones sobre los golpes que
propinó a Marta la noche de su muerte, sorprende a Raskolnikov. Su reciente llegada a San
Petersburgo tiene varios fines ofrece dinero para impedir la boda entre Lujin y Dunia pues no le
conviene y sus propias nupcias con una joven novia. Arcadio se despide con la noticia de que
su difunta esposa dejó dinero para Dunia. Al despedirse se encuentra con Razumikhin. 

Capítulo II

Raskolnikov y Razumikhin caminan rumbo al hospedaje de su madre, en el camino,


Raskolnikov le platica a su amigo los antecedentes de Arcadio. Al llegar encontraron a Lujin
quien mantuvo su actitud de indignación. Raskolnikov le dice a Dunia que su antiguo patrón se
encuentra en la ciudad y Razumikhin le ofrece su apoyo pues la joven teme a las intenciones
del viejo.  Lujin desprestigia a Arcadio pues, además de haber golpeado a Marta Pretovna,
sabe que estuvo implicado en el suicidio de otra jovencita. Nuevas disputas familiares pasan.
Lujin y Raskolnikov se enfrentan. Lujin termina por contrariarse constantemente y sale corrido
ahora por Dunia. En el camino piensa en su venganza.

Capítulo III

La familia platica sobre las ofertas de Arcadio. La madre se alegra del dinero dejado por la
señora Petrovna. Todos temen sin embargo, con la llegada de Arcadio. Durante la platica,
Razumikhin ofrece empezar un negocio de ediciones con ese dinero y parte que pedirá
prestado. Los ojos de Dunia brillan ante la propuesta. Raskolnikov siente contrariados sus
emociones y parte de ahí ante la sorpresa de todos. Razumikhin lo sigue a pesar de que
Raskolnikov lo trata con extrema agresividad. Le pide que no lo siga y entonces, con una
penetrante mirada, Razumikhin comprende que su amigo está implicado de alguna manera en
los asesinatos. Razumikhin regresa con la madre y hermana y las calma diciendo que lo mejor
para Raskolnikov en estos momentos, es estar solo.

Capítulo IV

Raskolnikov llega a casa de Sonia y se entera de que un pequeño apartado de la casa le es


rentado. La joven lo recibe con entusiasmo pero Raskolnikov llega con el propósito de
despedirse. La joven lo nota turbado y lo trata de calmar. Sonia platica de Catalina y sus
continuos desvaríos a causa de la tuberculosis. Raskolnikov es cruel y le contesta que los días
de Catalina están contados por su avanzada enfermedad y que ella tendrá que cuidar a sus
hermanastros. Sonia se asusta pues su pobreza es extrema. Raskolnikov besa los pies de
Sonia y muestra su aspecto más escéptico. Raskolnikov le pide huir con él. Sonia se siente
confundida. Raskolnikov se despide con la promesa de regresar mañana y decirle quien fue el
asesino de su amiga Isabel. Del otro lado de la pared, un hombre escucha con atención la
platica: Arcadio Svidrigailov.

 
Capítulo V

Raskolnikov regresa con Porfirio Petrovich para el asunto de sus prendas. Porfirio Petrovich lo
recibe y platica con Raskolnikov sobre su pasado de estudiante. Raskolnikov se convence de
que Porfirio sospecha de él y le extraña su extrema amabilidad. Se exaspera y le exige que lo
interrogue si es preciso. Porfirio contesta siempre con sarcasmo y risas. Su ambiguo discurso
desconcierta y desarma a Raskolnikov sobre todo por qué sabe que visitó el lugar del crimen y
preguntó sobre las manchas de sangre. Porfirio no considera sospechoso –de momento a
Raskolnikov- y lo invita con su habitual ironía a retirarse. 

Capítulo VI

Una inesperada visita interrumpe la entrevista. EL pintor sospechoso de haber matado a las
mujeres entra de pronto declarándose culpable. Porfirio se muestra nervioso y hace sacar al
enloquecido obrero. Despide a Raskolnikov que se va convencido, de que fue torturado para
hacerlo confesar.

Quinta parte, capítulo I

Pedro Petrovich compartía la casa con Andrés Semionovich Lebeziatnikov quien tiempo atrás
consideró a Pedro en la más alta estima. Pedro meditaba en el error que consistió en alquilar
aquella pocilga para alojar a novia y suegra. Su intención de encontrar una esposa que lo viera
como su eterno salvador se desvanecía pero no se rindió. Andrés era otro invitado más a la
comida que Catalina Ivanovna ofrecía en honor a su recién fallecido esposo. De igual forma
Pedro estaba invitado. Andrés interrumpe sus pensamientos y ambos platican sobre la comida
a la que ninguno piensa asistir. Los otrora amigos, se habían terminado por enemistarse en
secreto. Andrés se acercaba más a ideas progresistas –pseudo revolucionarias- que irritaban el
carácter burgués de Pedro. Se habla de Sonia, pues es amiga de Andrés, y Pedro se interesa
en hablar con ella. Andrés va por Sonia quien turbada responde las preguntas de Pedro.
Petrovich se muestra cortés y pide disculpas por no acudir al funeral. Promete ayudarlas y le
obsequia a la joven diez rublos y pide guardar su nombre en secreto.

Capítulo II

Catalina Ivanova destinó parte del dinero dado por Raskolnikov en enterrar a su esposo y en
ésta comida de despedida. Su avanzada tuberculosis le hacía vomitar sangre constantemente y
los complejos y turbaciones, tornaron en agudos delirios. Su obsesión por un inventado pasado
aristocrático se hizo más presente que nunca. Catalina hablaba durante los preparativos, de los
ilustres personajes que acudirían, sin embargo, los pordioseros y borrachos fueron los primeros
en llegar. Raskolnikov llegó y se disculpó por no llegar al entierro. Catalina y Sonia lo reciben
con gusto. La locura hacía estragos en la imaginación de Catalina quien pronto comenzó a
pelar con la casera y algunos invitados. Sonia llega y dice que Lujin no llegará. Catalina pelea
en medio de borrachos cuando de repente, Pedro Petrovich Lujin llega de improviso.

Capítulo III

Catalina la recibe como a un viejo conocido –era la segunda vez que se veían- Lujin la mira con
frialdad y acusa a Sonia de haberse robado cien rublos de su casa.  La joven se asusta de la
afirmación y niega el hecho. Lujin se mantiene firme. Catalina defiende a su hijastra y dice que
su hija es incapaz de robar. Catalina esculca por ella misma las bolsas de su blusa y saca un
papelito que arroja a la cara de Lujin. Lujin toma el papelito, lo extiende y enseña un billete de
cien rublos. Una sorpresa generalizada invadió el lugar. Catalina defendía con más frenesí a
Sonia quien por su parte continuaba muda de la sorpresa. Raskolnikov se había echó a un
lado, y contemplaba en silencio el avance de los hechos. Catalina se deshacía en llanto y
sufrimiento; la pus de su boca le brotaba al gritar. Lujin la tranquiliza y dice que no procederá
en contra de alguien que movido por el hambre roba. En eso, otro inesperado invitado llega:
Andrés Semionovich quien desmiente a Lujin diciendo que el mismo vió cuando, de forma por
completo imperceptible, introducía el billete en el vestido de la joven. Lujin trata de defenderse
pero no pudo con el peso de la verdad. Su plan de reinvindicarse ante los ojos de Raskolnikov
y recuperar a Sonia, se fue por completo. Lujin huye del lugar. Sonia regresa a su casa
aturdida, seguida por Raskolnikov.

Capítulo IV

Raskolnikov encuentra llorando a Sonia. Su sarcasmo se mezcla con su lado más humano.
Sonia no entiende los discursos de Raskolnikov. El muchacho se vierte en la crueldad y le
recuerda que hoy le diría quien había matado a su amiga Isabel. Sonia se pasma de la
confesión e invita a Raskolnikov a que busque la expiación. Andrés Semionovich toca la puerta
de repente.

Capítulo V

Catalina Ivanovna se había refugiado finalmente en la locura. Andrés le dice a Sonia que su
madre estaba incontrolable. Sonia sale en su encuentro. Raskolnikov, turbado por su confesión,
regresa sin notarlo a su casa. Pensaba en el por qué hacer sufrir a Sonia cuando recibe la
visita de Dunia. La hermana pide disculpas por su inesperada visita, y cuenta a su hermano
que Razumikhin le ha contado todo. Raskolnikov palidece. Dunia continua y dice que pronto
será aclarado todo y será absuelto de toda sospecha. (desde luego el amigo no le contó todo)
Raskolnikov se limita a decir que Razumikhin es un buen hombre. Dunia se retira angustiada.
Raskolnikov sale a la calle y es alcanzado por Andrés quien llega diciendo que Catalina ha
perdido por completo la razón. Caminan a un puente donde, Catalina obligaba a sus hijos a
bailar mientras ella tocaba un balde como percusión. Catalina decía a la gente que su familia
de pasado aristocrático había sido engañada. Sonia veía estupefacta la escena y pide ayuda
para llevarla a su casa. En casa de Sonia muere Catalina Ivanovna, entre los curiosos que
habían llegado se encontraba Arcadio Svidrigailov quien se presta a ayudar a la joven en
desgracia. Raskolnikov se extraña de la gentileza de Aracadio y éste le contesta con una frase
pronunciada por Raskolnikov en esa misma habitación y que lo implicaba directamente con los
asesinatos. Raskolnikov se sorprende. Aracadio le cuenta vivir precisamente al lado de Sonia y
que recién escuchó una conversación muy interesante.

Sexta parte, capítulo I

A partir de ese instante, Raskolnikov tiene miedo por Aracadio que sin embargo, ayudó
efectivamente a Sonia y mandó a los niños a casas de huérfanos. Raskolnikov recibe en su
casa a Razumikhin quien le pide visitar a su madre pues ha enfermado. Además Razumikhin
cuenta que Porfirio Petrovich le dijo que ya tenían al asesino confeso de la usurera y su
hermana. Antes de despedirse, Razumikhin le cuenta que Dunia recibió una carta que la turbó
mucho. Raskolnikov sólo se limitó a decir que era un buen hombre.  De nuevo solo,
Raskolnikov piensa en Porfirio Petrovich que le dio suficientes pruebas como para que
sospechara de él. Al salir de su casa resuelto a “resolverlo todo” se topa nada menos que con
el propio juez Porfirio Petrovich.
 

Capítulo II

Raskolnikov lo invita a pasar pues el juez manifestó su deseo de visitarlo. Porfirio le habla de su
pasión por la psicología y de todos los cabos sueltos que unió desde que tomó el caso de las
mujeres asesinadas. Las sospechas que pudo haber guardado se habían disuelto pues tenía a
una persona confesa. El doble discurso de Porfirio confunde a Raskolnikov. Una acusación
indirecta se escucha durante todo su discurso. Al final remata diciendo que esa persona no
pudo haber matado a esas mujeres. Enseguida afirma que “el asesino es usted Rodion
Romanovich”. Porfirio aprecia en realidad a Raskolnikov y le sugiere que se entregue y que por
su parte no procederá, por lo pronto, en su contra. Raskolnikov ni lo niega ni lo afirma. Los
hombres discuten sin hablar de manera clara. Ambos se enfrascan en una serie de
cuestionamientos y afirmaciones. Porfirio se despide amablemente y le pide a Raskolnikov que
piense en todas las ventajas que gozaría si él mismo se entrega. Porfirio parte dejando a
Raskolnikov más confundido que nunca.

Capítulo III

Raskolnikov descarta que Arcadio le haya denunciado pues sabe bien que otros planes tiene.
Deambula por la ciudad sumido en sus reflexiones y encuentra a Arcadio en una taberna.
Ambos se evitan al principio. Raskolnikov acude al llamado de Arcadio. Su platica es evasiva al
principio hasta que Raskolnikov le advierte que si intenta algo contra Dunia lo matara. Arcadio
no pierde su ironía y le recuerda a su interlocutor que se casará en breve. Hablan sobre Marta
Pretovna, y la chica que se suicido. Arcadio se deslinda a medio camino entre el cinismo y la
burla. Raskolnikov se sorprende de la inteligencia y pragmatismo de Aracadio. 

Capítulo IV

Más adelante, Arcadio platica de Dunia. El libertino de Aracadio le narra sus secretos y habla
de los intentos de Dunia –cuando trabajaba para él- de llevarlo por el camino correcto pues el
mismo Arcadio reconoce que las mujeres en general, son su debilidad. Su próxima boda con
una joven de 16 años lo entusiasma. Raskolnikov repara que se encuentra frente al hombre
que desinteresadamente, ayudo a Sonia y a sus hermanastros. 

Capítulo V

Arcadio se despide y Raskolnikov sospecha que trama algo contra Dunia y se decide a
seguirlo. Luego abandona su empresa al ser engañado por Aracadio. Arcadio tenía una cita
con Dunia y la lleva a su casa. La joven acudió pues Arcadio le escribió sobre un secreto que
ahí confesaría. Al llegar a casa, Aracadio le confiesa a Dunia que su hermano Raskolnikov es
el asesino de la usurera. Dunia no lo cree. Aracadio le dice que no se preocupe y que puede
conseguirle un pasaporte a Raskolnikov y sacarlo del país. Dunia no lo cree. Arcadio le enseña
el lugar donde escuchó la platica fatal y presa del frenesí y del deseo se abalanza sobre Dunia.
La joven saca un revolver –mismo que es reconocido por Aracadio pues Dunia se lo llevó la
noche que murió Marta- y luego lo acusa de haber matado a su esposa. Arcadio se acerca.
Dunia dispara. Aracadio se acerca más. Dunia tira el arma pues se sabe capaz de matarle.
Aracadio le pregunta si lo ama al no obtener respuesta la deja ir. La pistola del suelo es
recogida por Aracadio quien apresurado sale a la calle.

 
Capítulo VI

Luego de vagar, Aracadio regresa a su casa y visita a Sonia, le da más dinero para sus
hermanastros y se despide pidiendo que no se preocupe. Después visitó a la familia de su
novia y dijo que por razones oficiales tenia que salir de San Petersburgo. En un hotel de mala
muerte, sueña con una suicida. En la madrugada, frente a un soldado, Aracadio Svidrigailov
saca una pistola y dispara en su sien.

Capítulo VII

Raskolnikov visita a su madre, al cerciorarse de la ausencia de Sonia, se despide


efusivamente. Pulkeria llora por su hijo. De nuevo en casa, Raskolnikov encuentra a Dunia
quien con su mirada le dice todo. Raskolnikov se despide de Dunia y se sume en sus
reflexiones.

Capítulo VIII

Sonia recibe a Raskolnikov. No acepta su despedida y sigue a Raskolnikov quien entra a la


policía. Ahí se entera del suicidio de Aracadio. Raskolnikov sale y vuelve a entrar. Finalmente,
Raskolnikov confiesa haber asesinado a Aliona Ivanovna y a su hermana Isabel

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