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Resumen de "El príncipe" de Nicolás Maquiavelo

El príncipe
La razón para escribir el libro fue para regalárselo a Lorenzo de Medicis un
príncipe de Italia.
Comienza explicando las clases de principados y como se adquieren pueden ser
hereditarios, nuevos o agregados a un hereditario (mixto).
Se pueden adquirir mediante las armas propias o por las ajenas, por la suerte o
por la virtud.
Los principados hereditarios son más fáciles de conservar según Maquiavelo ya
que el pueblo está acostumbrado a vivir bajo una dinastía se necesita hacer todo
lo posible por no alterar el orden preestablecido o contemporizarlos a los cambios
y por ser los príncipes naturales es más fácil ser amado por los suyos y por el
pueblo.
Los principados mixtos lo son porque el príncipe es hereditario en su lugar de
origen y cuando adquiere un nuevo estado se convierte en príncipe nuevo para
este dándole un carácter mixto, cuando se adquiere por inconformidad del pueblo
con los gobernantes anteriores el conservarlos se hace más difícil ya que el
tampoco podrá contentarlos entonces estos se unen a los ofendidos por la entrada
del príncipe para derrocarlo.
Los factores que hacen que un príncipe pueda conservar esa clase de principado
cuando se comparte elementos como la lengua, la religión y costumbres es
preciso solamente eliminar la familia del anterior príncipe y mantener lo más
parecidas las leyes anteriores.
Cuando los pueblos son de costumbres, religión y lengua diferentes es preciso
poner las reglas antes expuestas y debe irse a vivir por lo menos por
algún tiempo allí para que el pueblo lo conozca y él pueda conocer a este y
controlar los desórdenes que se pueda presentar también se puede colonizar para
no gastar tanto dinero y solo se afecta a los que se despoja es importante dejarlos
imposibilitados para vengarse y tratar bien a los demás para que no se sientan
perjudicados se debe ayudar a los vecinos menos poderosos y hacerse temer de
los que tienen más poder y expulsar a los extranjeros poderosos porque si no se
cuida de ellos podrían quitarle el reino.
Los desórdenes deben controlarse cuando aún son pequeños porque si se les
deja crecer se hacen grandes e incorregibles resalta las formas en que se pueden
gobernar los principados: por medio de ministros o rodeados de nobles
exponiendo que los ministros son servidores del príncipe y el amor del pueblo es
para él también puede reemplazarlos a su antojo(Turquía) .con los noble es
diferente que tienen sus propios súbditos apoyan al príncipe solo si es conveniente
y además pueden dominar al pueblo individualmente y no los puede reemplazar
cuando quiere(Francia).
Para conquistar ambos principados se hace más difícil conquistar el primero pero
luego es fácil conservarlo.
Es difícil conquistarlo porque los súbditos se encuentran en mora y esclavitud con
el príncipe es raro que se pueda sobornar a alguien pero el pueblo no sigue a los
traidores aquí es fundamental guerrear y dejarlo en tal condición que no se pueda
recuperar, eliminar la familia real, no hay que cuidarse del pueblo ya que esta
acostumbrado a ser dominado
En cambio en el otro caso es fácil conquistarlo y difícil conservarlo si se atrae
nobles descontentos fácil será entrar y conquistar pero cuando se aburren los que
apoyan y se cansan los que oprimes no es suficiente matar a la familia real porque
los nobles se hacen cabecillas de los movimientos y se pierde el poder en la
primera oportunidad.
Las ciudades que está acostumbrada a regirse por sus propias regla es mejor
arrasarlas y luego reconstruirlas ya que estas ciudades no son como las otras y si
se les conquista las rebeliones estarían al orden del día por eso el autor reitera
que es mejor destruirlas o mudarse a ellas ya que sus habitantes son amantes de
la libertad y no estarán bien hasta ser libres.
Aborda por fin los principados nuevos conquistados por las armas propias y el
talento o la virtud personal aconsejando seguir el ejemplo de los grandes hombres
o por lo menos asemejarse en sus virtudes.
Expresa la que la dificultad de conservar un principado nuevo varía según las
virtudes del príncipe no debe dejar nada al azar para conservar el poder, facilita el
no tener más estados y establecerse en lo conquistado y encontrar la ocasión
precisa y los méritos adquiridos le permitan alcanzar la gloria, la fama y el poder.
Los que sigue están instrucciones llegan al poder con dificultades y lo conservan
sin sobresaltos se empieza implantando nuevas leyes para fundar su estado y
proveerse seguridad pero he aquí un problema ya que se echa de enemigos a los
beneficiados con las antiguas leyes, se expone a la incredulidad de los hombres
que confían en las nuevas leyes porque le temen a lo nuevo solo hasta que no ven
sus resultados si se presentan incidentes el príncipe debe imponer la nuevas leyes
por la fuerza ya que quien tiene las armas tiene el poder.
Debe buscar nuevas amistades y un nuevo ejército para hacerlos sus fieles
servidores para mantenerse en el poder por el amor del pueblo "lo que es difícil
conseguir es fácil de conservar".
Aborda el tema de los principados conseguidos por las armas y fortuna ajenas
Se hicieron príncipes por suerte pero les hace falta mucho esfuerzo para
conservarlos porque se obtuvieron por un regalo, compra, nombramiento, por los
soldados, corrompiendo a las gentes.
El problema es que no se tienen las fuerzas para llegar al poder y se carece de
armas y fortuna propias se debe desordenar el estado de las cosas, buscar otros
poderosos para buscar el apoyo de sus ejércitos, comprar los nobles o ganárselos
por medio de obsequios y una vez en el poder concederles administraciones.
Si los nacionales intentan rebelarse se debe buscar ayuda de los extranjeros para
controlar y cuando se consiga de nuevo la autoridad es necesario reconquistar por
medio de favores a los rebelados, eliminar a los jefes y convertir a sus partidarios
en amigos luego hay que buscar el bienestar del pueblo pero cuando se presentan
desordenes hay que ser severos para establecer el orden y la paz cuando se es
muy severo hay que saber fingir que no fue uno el que los maltrato si no un
ministro malvado entonces debe hacer leyes que favorezcan al pueblo y los hagan
sentir importantes.
Cuando se llega a ser príncipe por medio de crímenes es importante hacer buen
uso de la crueldad que si solo es para llegar al poder se deben cometer todos los
crímenes de una vez ya que si duran menos hieren menos y para conservarse es
conveniente volverse beneficioso para los súbditos los beneficios se deben otorgar
lentamente para que el pueblo los asimile mejor ya que no es fácil recibir bien de
quien solo esperaban mal.
Cuando se llega ser príncipe por medio de los ciudadanos, el principado lo puede
implantar tanto el pueblo como los nobles, según la ocasión se presente.
Cuando los nobles no pueden controlar al pueblo concentran la autoridad en uno
de ellos y lo hacen príncipe, cuando el pueblo no puede con los nobles escogen
uno de ellos y lo hacen príncipe.
Resulta que cuando se llega al principado por los nobles se mantiene con
dificultad que cuando se llega al poder por medio del pueblo porque los nobles se
creen sus iguales no los puede mandar como quiere en cambio en el pueblo no
hay nadie que no disponga obedecerlo si se los mantiene contentos es cierto que
no se puede tener a los dos bandos contentos entonces es mejor tomar partido
por el más numeroso y cuidarse de los nobles según su naturaleza si son
pusilánimes no son peligrosos pero si son ambiciosos hay que considerarlos
enemigos de por vida.
La amistad del pueblo es algo que no se puede perder por eso hay que procurar
que siempre necesiten del príncipe.
Los principados que quieran ser independientes deben ser fuertes y no depender
de otros cuando se presenta una guerra debe formar un ejército fuerte que no
tema guerrearle a nadie. Si no debe fortificar la plaza con artillería, comida, con
que encender el fuego y oficios para desarrollar para un año ya que no hay
príncipe tan ocioso como para sitiar una plaza durante un año teniendo muros y
fosos adecuados.
Solo falta por explicar los principados eclesiásticos son felices y seguros por
naturaleza para llegar a ellos se pasa por todas las dificultades pues se adquieren
por suerte o por valor y se mantienen solos porque se basan en
viejas instituciones.
Tienen estados y no los defienden tienen súbditos y no los gobiernan están
indefensos y no le son arrebatados porque son gobernados por leyes superiores.
El papel de los hombres cobro importancia desde Sixto IV en adelante pero fue
Alejandro quien recaudo gran cantidad de dinero para engrandecer a la iglesia.
Las tropas con las que un principado se defiende pueden ser propias, mixtas,
auxiliares y mercenarias.
Dice Maquiavelo que las tropas mercenarias son inútiles porque están con el
príncipe por la paga se hacen famosas por su bravura y cuando es hora de
demostrarla fallan y llevan el príncipe a la ruina
Sin contar con que los capitanes siempre quieren tener el poder por eso es mejor
tener milicias propias dirigidas por el príncipe en persona o por un ciudadano con
aptitudes para la guerra.
Cuando se piden tropas auxiliares a otro príncipe se corre el riesgo de perder la
guerra o si gana puede que dar prisionero de ellas ya que solo les son útiles a sus
amos
En suma a las mercenarias hay que temerles por las derrotas y a las auxiliares por
los triunfos es por eso que un príncipe prudente prefiere perder sus tropas en una
guerra que ganar la guerra con armas ajenas ya que no es una victoria
propiamente dicha y aunque este en tiempos de paz debe ocuparse en los
asuntos militares, ejercitarse en conocer su comarca, aprender a
crear estrategias y estudiar historia papa prepararse para un accidente
Un príncipe también debe aprender a utilizar la maldad en momentos necesarios
que le ayuden a conservar el estado y dejar a un lado otras que por debilidad le
hagan perder el estado.
Considera que la progalidad es conveniente cuando lo que se gasta no es lo del
estado como lo adquirido de las conquistas para no gastar los dineros de estado y
si no se tienen dichas posiciones es mejor ser considerado tacaño que prodigo
para no oprimir al pueblo y que luego este le derroque.
La clemencia debe usarse en momentos de paz pero si es tiempo de caos no
debe guardarse de cometer actos crueles para restablecer el orden por eso es
mejor ser temido que amado cuando no se pueden reunir las dos virtudes.
Tratar siempre de evitar el odio y no ofender a sus súbditos y disciplinarlos solo si
es necesario.
Se debe aparentar ser bueno y tratar de serlo pero para pasarse al mal no hay que
dudarlo y cuando se hable se debe parecer bueno aunque haga el mal debe
mantener contento al pueblo y no ofenderlo constantemente.
Mostrarse hábil guerrero a los soldados para ganarse su aprobación pero su
prioridad es mantener contento al pueblo.
Cuando se encuentra al pueblo desarmado debe armarlo o en su defecto armar a
los que tienen más deberes también debe organizar un ejército nuevo para su
nuevo principado. Pero cuando se encuentra al pueblo armado debe desarmarlo
con excepción de los que se mostraron sus partidarios desde el principio y a los
otros es preciso debilitarlo, relegarlos a la inactividad y arreglárselas para que el
ejército del estado este compuesto por su él ejecito antiguo.
Debe saber el motivo de porque lo ayudaron a subir al poder por descontento el
tampoco podrá contentarlos y si fue por afecto natura le será fácil conservarlo
Las fortalezas se deben construir cuando el príncipe teme más al pueblo que a los
extranjeros y se deben destruir cuando se le teme más a los extranjeros que al
pueblo pero considera que la mejor fortaleza es el no ser odiado por el pueblo ya
que no hay fortaleza que lo salve cuando el pueblo lo odia.
Para ser estimados debe parecer grande e ilustre en sus actos y cuando cualquier
súbdito haga algo notable bueno o malo debe descubrir como premiarlo o
castigarlo que de amplio tema de conversación.
Debe ser valiente para escoger un partido y no permanecer neutral para ayudar a
su favorito a ser el vencedor.
Se mostrara amante de las virtudes y apoyara a los que se destaque en las artes
dar seguridad a los ciudadanos para que realicen sus profesiones en el comercio o
a la agricultura para engrandecer la ciudad. Debe prestar atención a los gremios y
reunirse con ellos.
Debe buscar ministros que no piensen en ellos si no en el príncipe que haría como
lo haría para engrandecerlo, recodarle las cosas que le pertenecen y por eso el
príncipe debe colmarlos de honores, cargos y deberes.
Como consejeros debe escoger hombre con juicio que no teman decirle la verdad
cuando el príncipe les pregunte y el príncipe debe hacer lo acordado y ser
obstinado hasta realizarlo. Si se deja llevar por los aduladores y cambia de
parecer es tenido por menos.
El no obedecer las reglas antes expuesta fue lo que hizo a los príncipes de Italia
perder sus estados porque tuvieron al pueblo por enemigo y no se cuidaron de los
nobles así se pierden los estado con dinero suficiente para costease un buen
ejercito de campaña porque no hicieron como Filipo no el de macedonia el que fue
vencido por tito quincio aunque tenía un ejército reducido, tuvo al pueblo por
amigo y contuvo a los nobles poseía virtudes guerreras para reinar muchos años.
Dicen que la fortuna es juez de nuestros actos y los sabotea pero Maquiavelo dice
que la fortuna es juez de la mitad de nuestros actos deben los príncipes con
virtudes oponerse a la fortuna para que no haga desastres en su principado se
debe ser dúctil en esas circunstancias adversas.
Por último exhorta a los italianos a liberarse de los barbaros ya que las
circunstancias están a favor de que un nuevo príncipe prudente y virtuoso pueda
instaurar un nuevo gobierno y dar felicidad a sus súbditos y redimir la crueldad de
los barbaros rodeándose de armas propias, nuevas estrategias y el amor de
pueblo.
"la virtud empuñara las armas contra el atropello y el combate ser breve pues el
antiguo valor no ha muerto en los corazones italianos".
Petrarca.
 
Daniel Conejo

Dante Alighieri, la monarquía

Biografía: Poeta italiano, sus padres, pertenecían a la burguesía güelfa florentina,


Dante aseguró siempre que procedía de familia noble. Durante sus años de
estudio Dante Alighieri coincidió con el poeta Guido Cavalcanti, unos quince años
mayor que él, con quien intimó y de quien se convirtió en discípulo. En 1274 vio
por primera vez a Beatriz Portinari, cuando ella contaba ocho años y él tan sólo
uno más; el apasionado y platónico enamoramiento de Dante tendría lugar al
coincidir de nuevo con ella nueve años más tarde. En 1285 Dante tomó parte en el
asedio de Poggio di Santa Cecilia, defendido por los aretinos, y dos años más
tarde se trasladó a Bolonia, quizás a estudiar, si bien se tienen dudas en lo
referente a su paso por la universidad de dicha ciudad. Sí hay pruebas, en cambio,
de su participación, en calidad de feritore de a caballo, en la batalla de
Campaldino, en la cual se enfrentó a los gibelinos de Arezzo. En 1290 murió
Beatriz, y un año más tarde Dante contrajo matrimonio con Gemma di Manetto,
con quien tuvo cuatro hijos. En 1295 se inscribió en el gremio de médicos y
boticarios, y a partir del mes de noviembre empezó a interesarse por la política
municipal florentina; entre mayo y septiembre del año siguiente fue miembro del
Consejo de los Ciento, y en 1298 participó en la firma del tratado de paz con
Arezzo. En 1300, y en calidad de embajador, se trasladó a San Gimignano para
negociar la visita de representantes de la Liga Güelfa a Florencia, y entre el 15 de
junio y el 14 de agosto ocupó el cargo de prior, máxima magistratura florentina. En
octubre de 1301, y tras oponerse al envío de tropas para ayudar al papa Bonifacio
VIII, Dante fue designado embajador ante el pontífice, a quien ofreció un tratado
de paz. El Papa, sin embargo, lo retuvo en Roma en contra de su voluntad, con la
intención de ayudar en Florencia a la facción güelfa opuesta a la de Dante, sector
que a la postre se hizo con el control de la ciudad y desterró a sus oponentes.
Acusado de malversación de fondos, Dante fue condenado a multa, expropiación y
exilio, y más tarde a muerte en caso de que regresara a Florencia. A partir de esta
fecha Dante inició un largo exilio que iba a durar el resto de su vida: residió en
Verona, Padua, Rímini, Lucca y, finalmente, Ravena, ciudad en la cual fue
huésped de Guido Novello de Polenta y donde permaneció hasta su muerte.

Resumen: el autor intenta resolver las disputas entre el poder espiritual y el poder
temporal y su incidencia conflictiva al poner en cuestión la legitimidad del ejercicio
de poder de los distintos soberanos. La primera cuestión que desarrolla es el
deber de los intelectuales en hacer público su entendimiento sobre lo político
como contribución a los pueblos. A través de saber/deber, se introduce en la
descripción de la Monarquía, institución de gobierno que caracteriza como
“Imperio, Principado Único”. El hombre, criatura especializa con una propiedad de
género encuentra  su máximo desarrollo en la felicidad que garantiza le orden de
la paz. Siguiendo a Aristóteles, entiende que la universalidad humana pertenece a
su universo, por un principio de unicidad, representado en la figura del Monarca.
Este monarca ejercitaría su función política por características personales de
virtud, carisma y un ejercicio de poder de hecho. La mejor disposición de los
súbditos y la necesidad de encauzar los litigios entre partes, ameritarían la acción
de este representante a la finalidad de, otorgar bienestar, ordenar a un fin y evitar
la división. Esta situación favorece el mejoramiento humano debido a que es
perfecto e imita la ejemplaridad, favoreciendo el goce de la libertad al asegurar la
concordia y la paz. Dante guarda una visión peyorativa hacia la democracia, la
oligarquía y la tiranía, considerándolos regímenes tortuosos que “mantienen en la
servidumbre al género humano” por obra de “políticos tortuosos”. Por el contrario,
reyes y aristócratas gobernarían haciendo que el género humano “vive por sí y no
por gracia de otro”, haciendo “pueblos celosos de la libertad”. Seguidamente,
Dante expone las razones que han favorecido el protagonismo histórico del pueblo
romano, en una legitimidad fundada en al “lumbre de la razón humana” y “rayo de
la divina autoridad”. En principio al pueblo romano, por ser el más noble, le
correspondería gobernar sobre los otros. El obrar de los romanos ha sido virtuoso
y suficientemente demostrado en Cincinato, Fabricio, Camilo, de Brito y Marco y
de Mucio. El pueblo romano, al someter el mundo, persigue el bien público al
establecer el derecho, aspecto que otorgaría legitimidad a la conquista. La
naturaleza ordena las cosas, interviniendo una serie de operaciones necesarias y
multitud de agentes. El juicio de Dios puede entenderse por revelación simple,
comprendiendo la “decisión espontánea de Dios” o “por ruegos”. Otra forma de
expresión de la voluntad divina es la revelación pro combate puede darse “por
suerte” o “por certamen”. El pueblo romano predominante sobre los otros pueblos
conquistadores, en pugna por ejercer el Imperio, adquiere sus posesiones por
duelo, cuidándose de obrar con justicia tal como lo recomiendan los tratadistas
militares Tulio y Vegecio. Una evidencia de la legitimidad divina dada a Roma
estaría dada en la inscripción por edicto de Cristo como hombre al nacer y en la
aceptación del castigo administrado en la jurisdicción romana de Pilatos. La
legitimidad de la jurisdicción exclusiva universal es la temática inspiradora que se
aborda de lleno en el “Tercer libro. Que el cargo de la monarquía o Imperio
depende inmediatamente de Dios”.  Comienza con una cita de Daniel, la frase se
introduce para retomar la vinculación entre naturaleza y plan divino,
considerándola ajustada a un fin ¿Podría entonces el Imperio nacer, perdurar y
consolidar una superioridad de fuerzas frente a cualquier otra forma de poder sin
una jurisdicción divina? El problema radicaría, según el autor, en la negación
obstinada del Sumo Pontífice, sensualistas hombres de la Iglesia y decretalistas,
quiénes “por la niebla de la codicia o la pasión, no disciernen la faz divina de la
elección humana”. Unas argumentaciones son citadas una a una y cuestionadas.
El ser de las cosas, la falsedad de la autoridad de nacimiento, la legitimidad
especialísima de los excepcionales casos de mandatarios de Dios, la confusión
entre la autoridad de Cristo y la de Pedro y sus sucesores y la interpretación de la
espadas como símbolo de defensa de la fe en el mundo terrenal son algunos de
los argumentos con que se dan por refutadas. La autoridad del Imperio es
independiente entonces, por principio, del poder espiritual. La expresión de la
Iglesia militante representada en Cristo evidenciaría la autoridad del Mesías
únicamente en el reino de los cielos. El hombre, punto medio entre lo corruptible y
lo incorruptible, ha sido destinado por la Providencia en una “doble dirección”: ser
guiado por la verdad revelada hacia la vida eterna por la Iglesia y la de vivir en la
paz y libertad forjada por el Imperio. Ello no implicaría que el Monarca cercenara o
atacara la potestad del Romano Pontífice, sino que la propuesta final es la
reverencia al último de modo  que la virtud irradie sobre el orbe terrestre. La
edición contiene una valiosa exposición de Juan Llambías de Acevedo. La obra
aborda un tópico recurrente de la Edad Media referido al imperium
unviversalis pero cuyo aspecto esencial continúa irresoluble y plenamente vigente:
la determinación de la legitimidad de una jurisdicción universal en un contexto de
disputa.
Enfoque marxista de las Relaciones Internacionales

¿Qué es?

El marxismo se caracteriza tanto en otros campos como en las Relaciones


Internacionales como una visión muy particular en el mundo, los hombres y la
vida. Como el Estado no es más que una superestructura, Marx no reconoce que
la sociedad internacional sea la yuxtaposición de Estados.

¿Cómo analiza las Relaciones Internacionales?

La concepción marxista de las Relaciones Internacionales entiende que se fundan


en el antagonismo de clases llevado a la escala mundial, lo cual es una
extrapolación externa de su teoría interna. Ese mismo razonamiento lo lleva a
sostener que hay que situarse en medio de las relaciones de producción para
entrever los conflictos, y que pretender que la lucha por un mundo mejor esté en
manos de los Estados, es un anacronismo ridículo.

El marxismo en RRII acentúa el significado de soberanía westfaliana, el cual es un


acuerdo institucional basado en dos principios: territorialidad y exclusión de
actores externos de las estructuras de autoridad internas. Esta soberanía se viola
cuando actores externos influyen sobre, o determinan, las estructuras de autoridad
internas a través de acciones coercitivas, voluntarias, intervención o invitación

La visión evolutiva de Marx, que según muchos teóricos domina todo su sistema
de relaciones internacionales, es que la revolución mundial debe surgir luego de
que el capitalismo se haya universalizado y que se enfrente a contradicciones
tremendas, entre los que poseen la fuerza de la producción y aquellos que
detentan la fuerza del trabajo. La universalidad hacia la cual tiende sin cesar el
capitalismo encuentra límites inmanentes a su naturaleza, los cuales a un cierto
grado de su desarrollo lo hacen aparecer como el obstáculo más grande a esa
tendencia y lo empujan a su autodestrucción.

¿De qué trata?

La tradición marxista en RRII resalta el clivaje Norte-Sur entre los Estados y las
relaciones de desigualdad o dependencia en el sistema internacional. Este clivaje
es consecuencia de la expansión capitalista que reproduce entre los países las
desigualdades que genera al interior de los Estados.
Dada la vinculación de economías que presentan diversos grados de
diferenciación del sistema productivo y ocupan posiciones distintas en la
estructura global del sistema capitalista se genera la diferenciación entre países
desarrollados y subdesarrollados. Por lo tanto, existe una diferencia de etapa y de
función o posición dentro de la estructura económica internacional de producción y
distribución, lo que supone una estructura definida de relaciones de dominación.
Para los autores de esta tradición, los Estados subdesarrollados están en una
condición de inferioridad y dependencia debido a las características intrínsecas al
capitalismo que, como consecuencia del proceso de acumulación, genera
ganadores y perdedores. Los países industrializados del Norte, por su parte,
beneficiarios de este sistema desigual, tienden a reforzar estas relaciones a través
de sus políticas exteriores.

La ayuda internacional que reciben los países del Sur es un fenómeno que surge
de las jerarquías materiales existentes entre los Estados, así sean político-
militares o socioeconómicas. Según la tradición marxista, la vida económica de las
naciones más débiles está penetrada por los intereses de las naciones poderosas,
incluso en aquellas regiones donde la práctica imperialista ha desaparecido
todavía existen relaciones jerárquicas y de imposición de las relaciones actuales
entre el Norte desarrollado y el Sur subdesarrollado pueden ser entendidas en
clave de neo-imperialismo, como la explotación de los países subdesarrollados por
parte de los centrales.

Esta explotación no desapareció con el fin del imperialismo sino que se


reconfiguró por otro lado, para la teoría de la dependencia, el poder del centro se
manifiesta a través de las desiguales condiciones de intercambio en el comercio
internacional y en la presencia de multinacionales.

Por último, es necesario e importante destacar el enfoque complejo creado por el


marxismo, de carácter no estatocéntrico, con los siguientes aspectos definitorios:

 La clase social es el actor principal en la consideración del medio


internacional.

 Existe un esfuerzo por realizar una visión total.izadora y globalizadora en el


análisis.

 El estudio se realiza desde una perspectiva dinámica y crítica del sistema


internacional.

 Existe una superación del elemento estatal, subordinado éste a relaciones


de dominación

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