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Índice

Prólogo����������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������������� 9

Democratización de la educación superior:


políticas, actores e instituciones
Raúl Perdomo......................................................................................................................17

La universidad pública en la
democratización de la educación superior
Rodrigo Arocena.................................................................................................................25

Di­se­ño de ta­pa: Luciano Tirabassi Progreso y democratización de la


ciencia y la tecnología en la Argentina
© Los autores, 2018 Marcelo Caballé..................................................................................................................33
© Edi­to­rial Bi­blos, 2018
Pa­sa­je Jo­sé M. Giuf­fra 318, C1064ADD Bue­nos Ai­res Políticas y prácticas de la extensión
info@e­di­to­rial­bi­blos­.com / ww­w.e­di­to­rial­bi­blos­.com.ar universitaria a la luz de la democratización de la educación superior
He­cho el de­pó­si­to que dis­po­ne la ley 11.723 Jerónimo Pinedo y Candela Victoria Díaz.....................................................................49
Im­pre­so en la Ar­gen­ti­na
Disyuntivas de la democracia,
No se per­mi­te la re­pro­duc­ción par­cial o to­tal, el al­ma­ce­na­mien­to, el al­qui­ la democratización y la extensión universitaria
ler, la trans­mi­sión o la trans­for­ma­ción de es­te li­bro, en cual­quier for­ma Carlos Carballo...................................................................................................................61
o por cual­quier me­dio, sea elec­tró­ni­co o me­cá­ni­co, me­dian­te fo­to­co­pias,
di­gi­ta­li­za­ción u otros mé­to­dos, sin el per­mi­so pre­vio y es­cri­to del edi­tor.
Su in­frac­ción es­tá pe­na­da por las le­yes 11.723 y 25.446.
La democratización de la educación superior en el Uruguay:
el caso del Instituto Superior de Educación Física
de la Universidad de la República
Es­ta pri­me­ra edi­ción
Paola Dogliotti.....................................................................................................................75
se ter­mi­nó de im­pri­mir en Imprenta Dorrego,
avenida Dorrego 1102, Bue­nos Ai­res,
Universidad y democratización del saber
Re­pú­bli­ca Ar­gen­ti­na,
Ricardo Crisorio..................................................................................................................97
en XXX de 2018.
Universidade e democracia: um comentário
Alexandre Fernandez Vaz.............................................................................................. 109

La universidad, el saber y los saberes Prólogo


Raumar Rodríguez Giménez......................................................................................... 117

Tensiones en las relaciones entre enseñanza


y extensión en la democratización del conocimiento
Jorge Rettich...................................................................................................................... 135

Democracia y acción
Marcelo G. Giles............................................................................................................... 159

Universidad, democracia y sociedad: notas


sobre derechos, cultura y saber Entre el 22 y el 26 de junio de 2015, la Facultad de Humanidades y
Cecilia Seré Quintero...................................................................................................... 165 Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata fue
sede del coloquio “Democratización de la educación superior: polí­
Democratização do acesso ao ensino superior no Brasil:
ticas, actores e instituciones. La extensión universitaria: políticas y
o enfrentamento de uma herança de distinção e exclusão
Marcus Aurelio Taborda de Oliveira........................................................................... 187 prácticas en los planes de estudio para la formación de profesores y
licenciados en Educación Física”, previsto en el marco de una inves­
Las prácticas de enseñanza, tensiones al adquirir experiencias tigación sobre dicho tema llevada adelante con el apoyo de la Secre­
María Lucía Gayol........................................................................................................... 201 taría de Políticas Universitarias (spu) a través de su Programa Núcleo
de Estudios e Investigaciones en Educación Superior del Mercosur.
Notas para pensar la investigación en la formación Dicha investigación reunió investigadores de Brasil, Uruguay y Ar­
superior de Educación Física
gentina con el objeto de indagar la relación entre democracia y uni­
Valeria Emiliozzi y Eduardo Galak.............................................................................. 215
versidad. La articulación entre políticas, actores e instituciones se jus­
tifica en la pertinencia que tiene no reducir la democratización de la
Extensión universitaria y Educación Física
Nicolás Viñes y Aldo Román Cesaro........................................................................... 233 universidad a la mera ampliación de las instancias de participación e
igualdad de todos los actores que la integran, ni a asegurar el derecho
Educación Física y prácticas corporales en territorio a organización de estudiantes, graduados, docentes y no docentes. Esto
Norma Beatriz Rodríguez.............................................................................................. 241 es, no reducir la democratización a la participación en la administra­
ción institucional, o la elección de las autoridades, sino extenderla al
Prácticas corporales expresivas: educación inclusiva proyecto de enseñanza, investigación y extensión. Por otra parte, la in­
Gloria Campomar............................................................................................................ 253
vestigación no se redujo a pensar en ampliar el acceso a la universidad,
sino estudiar y discutir los modos de apoyo a la permanencia y egreso,
principalmente de los sectores más desfavorecidos. Finalmente, se dis­
cutió la extensión universitaria y su curricularización.

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Todas estas consideraciones revisten importancia en cualquier Este libro procura reunir y ampliar varios de los debates y reflexio­
campo disciplinar. Sin embargo, adquieren una trascendencia toda­ nes que en aquella instancia se presentaron respecto de la democrati­
vía mayor en el campo de las prácticas corporales y de la educación zación de la educación superior, de forma tal que la cuestión sobre la
del cuerpo, en el cual todavía impera una impronta y la consecuente relación entre universidad y democracia continúe inscribiéndose en
idea de que es preciso “saber hacer” –dominar las destrezas y habi­ la actualidad de nuestra cultura. Dieciocho capítulos componen este
lidades– para enseñar. libro. Desde diferentes enfoques todos procuran poner en discusión
En suma, este proyecto se propuso estudiar modos de democratiza­ las relaciones entre universidad y democracia.
ción de la formación en Educación Física procurando atender no solo El texto de Raúl Perdomo, con el cual se inicia este libro, presen­
a las cuestiones de acceso y de gobierno a/de las universidades, sino ta aspectos clave de la gestión que lleva adelante la Universidad
también a las cuestiones relativas a la permanencia y egreso de los Nacional de La Plata respecto al desarrollo de líneas estratégicas
estudiantes, posibilidades de intercambio, de reconocimiento de tra­ para la democratización de la universidad. El ingreso y la retención
mos de estudio entre universidades, en términos de lo que podríamos de estudiantes, la función de la investigación en la Universidad, la
llamar la “microfísica” de esas cuestiones en la instrumentación de evaluación de los investigadores y la extensión universitaria son
los diseños curriculares; no solo a las facilidades de acceso al cursado introducidos por el autor a partir de elementos presentados en una
y a los exámenes, sino también a los regímenes de correlatividades serie de jornadas realizadas en aquella institución.
dispuestas en los currículos y a las racionalidades que las justifican; Por su parte, Rodrigo Arocena presenta la cuestión de la demo­
no solo a la ampliación del ingreso, sino también a las tasas de egreso, cratización de la educación superior a partir de la relación entre la
sobre todo de los sectores más desfavorecidos; no solo a las políticas democratización del conocimiento y el desarrollo humano. El autor
abiertamente relacionadas con la democratización de la universidad destaca la importancia de la generalización de la educación avanza­
sino también a las políticas insertas en los diseños curriculares, al tipo da como estrategia para revertir las brechas de desigualdad basadas
de relaciones y situaciones que favorecen o dificultan el tránsito de los en el conocimiento, cuya particular dinámica confluye en que los
estudiantes, la amplitud de su formación en relación con los reque­ más favorecidos en la distribución continuarán siendo los que más
rimientos de nuestras sociedades; no solo a las variables vinculadas beneficios obtengan. De allí que las tres funciones universitarias
con la enseñanza y la investigación sino también a los modos que la confluyan equilibradamente a conformar una Universidad para el
extensión universitaria adopta y puede adoptar en las instituciones Desarrollo, que es el objeto de análisis de su texto.
de educación superior. El trabajo de Marcelo Caballé presenta la orientación de las políticas
Esto implica estudiar la democratización de la institución univer­ argentinas respecto del desarrollo de la ciencia, la tecnología y la inno­
sitaria, tomando como caso particular las carreras de Educación Fí­ vación productiva, que según el autor han recibido un importante apoyo
sica, pero sin limitarse estrictamente a ellas, y analizando no solo las a partir de 2003.
variables habituales sino estableciendo relaciones entre las políticas, El diagnóstico de la situación actual respecto a la extensión universi­
los actores, las instituciones y los currículos que proponen para la taria en la Universidad Nacional de La Plata constituye el tema del texto
formación, tanto en cuanto a la retención, contención y egreso de las de Jerónimo Pinedo y Candela Díaz. Los autores analizan específicamen­
distintas capas de la población, como en cuanto a la amplitud y modos te la extensión universitaria en la Facultad de Humanidades y Ciencias
con que aborda la participación de los estudiantes en las distintas de la Educación de dicha universidad, con el propósito de pensar la de­
esferas que caracterizan a la institución universitaria, con particular mocratización de la educación superior a partir de la función de exten­
énfasis en las políticas y prácticas de extensión universitaria. sión, problematizando la inserción social de la actividad universitaria.

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El texto de Carlos Carballo apunta, en primer lugar, a presentar universidad, y abre el debate respecto de los efectos de las políticas
diferentes nociones de democracia, que luego articula con los pro­ llevadas adelante hasta el momento.
blemas y las decisiones que se enfrentan en la educación superior, El trabajo de Raumar Rodríguez Giménez propone una reflexión
presentando algunos de los caminos recorridos tanto a nivel del Mi­ crítica sobre la relación entre la universidad, el saber y los sabe­
nisterio de Educación y la Secretaría de Políticas Universitarias de res. Procura mostrar un desplazamiento del saber a los saberes en
Argentina, como a nivel de la Universidad Nacional de La Plata y es­ el ámbito universitario, fenómeno que se contrastaría empírica­
pecíficamente de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Edu­ mente con el desarrollo de ciertas políticas universitarias de los
cación (donde se encuentra el Departamento de Educación Física). últimos años. El texto destaca la distinción que debe mantenerse
Para finalizar, el autor orienta su presentación hacia ciertos desafíos entre universidad y sociedad, así como entre el ámbito del saber, la
respecto al lugar de la extensión universitaria en el debate sobre la dimensión epistemológica y el espacio de la política, asegurando,
democracia. de esta forma, la dedicación de la universidad al saber.
El texto de Paola Dogliotti problematiza la democratización de El texto presentado por Jorge Rettich procura abordar las ten­
la educación superior en Uruguay a partir del caso del Instituto siones que se producen entre una universidad al servicio de la so­
Superior de Educación Física (isef-Udelar). Considera los vínculos ciedad y una universidad al servicio del saber, entre la enseñanza
entre la educación media y superior y la estratificación social. Pos­ en función del conocimiento y la enseñanza en función del apren­
teriormente se orienta al análisis de los debates y argumentos que dizaje, entre la producción de conocimiento por el conocimiento y
surgieron en el isef en torno a la liberación de la matrícula para la su producción para la resolución de problemas sociales. Estas ten­
formación superior en Educación Física. Presenta los procesos y las siones se presentan y analizan bajo la hipótesis del autor de que su
etapas de desarrollo de la prueba de ingreso y reflexiona, finalmen­ resolución, en principio, podría no tener mayor sentido o, incluso,
te, sobre la función de la extensión universitaria en dicho instituto. llegar a ser un imposible.
En su texto, Ricardo Crisorio propone pensar la cuestión de la de­ El texto de Marcelo Giles analiza las relaciones de la Educación
mocratización en relación con una democratización política y una Física con el saber, específicamente con el saber hacer predomi­
epistémica, entendida la episteme en términos de saber. En relación nante dentro del carácter “práctico” de este campo. Se establece un
con la democratización política, Crisorio sostiene que la Universi­ vínculo entre el privilegio de la acción y la dimensión de lo “físico”
dad Nacional de La Plata (unlp) ha avanzado mucho en los últimos que reduce el cuerpo a una sustancia del individuo. El texto proble­
años, sin embargo, señala que es preciso reflexionar respecto de la matiza las relaciones entre el cuerpo y su educación más allá de los
función de la universidad y el desarrollo técnico y tecnológico. El modelos de orientación positivista, proponiendo pensar el cuerpo
autor nos invita entonces a una reflexión respecto de las funciones como pensamiento, acción y palabra, y ampliando la noción de prác­
universitarias y de la articulación entre enseñanza e investigación. ticas a las formas de hacer, pensar y decir.
Como lo indica su título, el texto de Alexandre Fernandez Vaz Por otro lado, el texto de Cecilia Seré Quintero pone en considera­
presenta, en forma de comentario, elementos sobre universidad y ción, bajo la forma de notas, algunos comentarios críticos sobre las
democracia. Inicia su texto señalando que es apenas en la experien­ relaciones entre universidad, democracia y sociedad. El texto presen­
cia histórica de la modernidad donde la universidad se vincula con ta cuestiones implícitas en los debates sobre la democratización de
el pensamiento democrático, relativizando ciertas perspectivas fre­ la universidad y sus vínculos con lo social. Indaga algunos supuestos
cuentes en este tipo de análisis. El autor considera específicamente subyacentes en los debates sobre la democratización de la educación
el caso de Brasil en relación con el acceso de ciertos sectores a la superior, procurando poner en evidencia ciertas naturalizaciones.

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El trabajo de Marcus Taborda de Oliveira aborda la democrati­ pensar una intervención programada, sistemática y articulada en el
zación del acceso a la enseñanza superior en Brasil, analizando el campo de la Educación Física y las prácticas corporales en el contex­
enfrentamiento entre una herencia de distinción y otra de exclu­ to de la extensión universitaria.
sión. Presenta un panorama de las políticas de democratización del Finalmente, el texto de Gloria Campomar analiza el caso de una
acceso a las universidades en los gobiernos de los últimos veinte práctica corporal expresiva como práctica para la inclusión edu­
años y discute algunos aspectos de este proceso, tanto respecto a la cativa en el marco de un programa de extensión de la Universidad
historia de la enseñanza superior pública en Brasil, como al caso Nacional de La Matanza (Argentina). Visualiza las prácticas corpo­
particular de la Universidad Federal de Minas Gerais. rales expresivas como posibilidad para abordar las problemáticas
El capítulo de María Lucia Gayol muestra ciertas situaciones que de género y la inclusión, indagando las posibilidades y dificultades
atraviesa un “alumno practicante” en la carrera de Profesorado en de la formación de profesores de Educación Física en el tema.
Educación Física en la Universidad de La Plata cuando se enfrenta a
las prácticas de enseñanza en establecimientos educativos de nivel
secundario. Indaga en las tensiones que emergen en las prácticas de
enseñanza de dicha formación en Educación Física, tensiones que
conjugan el derecho a aprender, la adquisición de experiencias y las
obligaciones académicas de la disciplina en cuestión.
Eduardo Galak y Valeria Emiliozzi analizan las nociones de “in­
vestigar” presentes en el Plan de Estudios de 2000 de las carreras
de Profesorado y Licenciatura en Educación Física en la unlp. Se
identifican, presentan y analizan cuatro reducciones respecto a la
investigación, a partir de las cuales se proponen pensar de una for­
ma diferente las prácticas de investigación, promoviendo un análi­
sis que no se oriente a su comprensión como técnica, sino que tome
en cuenta su carácter de proceso intelectual.
El texto de Nicolás Viñes y Aldo Román Cesaro aborda la extensión
universitaria en las carreras del Departamento de Educación Física de
la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación (unlp). Presen­
ta la extensión en el marco de la integralidad de las funciones univer­
sitarias, e indaga en la función de extensión como forma de “poner en
práctica” los saberes construidos de la Educación Física. Asimismo se
plantea la importancia de problematizar las nociones de teoría y prác­
tica a partir de las relaciones que se establecen entre ambas.
El trabajo de Norma Rodríguez analiza la Educación Física y las
prácticas corporales “en territorio”. Se toman las acciones desa­
rrolladas por la unlp a partir de la articulación entre las tareas de
extensión y la formación profesional, y se reúnen elementos para

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Democratización de la educación
superior: políticas, actores e instituciones
Raúl Perdomo
Universidad Nacional de La Plata, Argentina

Durante 2014 se inició en la Universidad Nacional de La Plata


(unlp) una “nueva gestión”; en realidad, una continuación de lo que
se estaba haciendo en diversas líneas que consideramos estratégicas
de cara al siglo xxi. En función del tema planteado en este libro, resul­
ta sencillo encontrar la estrecha vinculación con esas líneas.
Con el fin de recoger distintas visiones y lograr que el conjunto
de la comunidad pueda expresarse en relación con tales líneas
estratégicas, organizamos tres jornadas de discusión hacia el in­
terior de la Universidad.
La primera de ellas tuvo que ver con la educación superior, en
ella el foco de la discusión estuvo en el ingreso y la retención; más
claramente, cómo aumentar el ingreso y al mismo tiempo cómo
retener a los estudiantes a lo largo de la carrera, pero con foco en
el primer año. Se trata, por un lado, de encontrar un diagnóstico
correcto y, por otro, de cómo nos hacemos cargo del problema que
se oculta detrás de las estadísticas.

– El ingreso en la unlp es irrestricto y no depende de ningún siste­


ma de selección (con la sola excepción de la Facultad de Medici­
na, amparada por un absurdo artículo 50 de la Ley de Educación
Superior). No obstante esta facilidad, el ingreso libre no garanti­
za el acceso igualitario de todos los sectores sociales. Los sectores
más desprotegidos ni siquiera se plantean que sus hijos puedan

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ir a la universidad, ni conocen que la unlp dispone de una impor­ En segundo lugar, realizamos unas jornadas sobre investigación,
tante batería de ayudas para que el factor económico no sea una en la que pusimos énfasis en la evaluación de los investigadores:
limitante para estudiar en la universidad. El problema es enton­
ces cómo logramos que todos conozcan que existe esta voluntad – El paradigma de la investigación y la evaluación de los investiga­
inclusiva y cómo facilitamos la llegada de todos los jóvenes a los dores ha sido mayormente impuesto por la investigación básica
estudios universitarios. en disciplinas como las ciencias exactas, naturales y de la salud.
– Con frecuencia se critica este sistema de ingreso porque se supo­ Otras disciplinas que se adaptaron a esta “cultura” han sido igual­
ne reñido con la calidad o la excelencia. Para ello las facultades mente exitosas, mientras que otras han sufrido retrasos inacepta­
tienen diferentes estrategias de nivelación y recorridos curricu­ bles porque sus modos de trabajo, publicación y objetos de estu­
lares alternativos para que todos los ingresantes alcancen antes o dio no se adaptan a los parámetros clásicos de la evaluación.
después el mismo nivel de calidad. Esto supone “hacernos cargo” – Por otro lado, ha sido el propio investigador (y su entorno) quien
de las eventuales diferencias de formación y hacer lo posible por define sus propios temas de trabajo y/o encuentra dichos temas en
nivelar durante el ingreso y los primeros meses de carrera cual­ la literatura internacional, y eso, naturalmente, va llevando a un
quier deficiencia de formación en el nivel medio. distanciamiento entre la investigación y los problemas reales que
– Del mismo modo, cuando analizamos la retención, seguramen­ tiene la sociedad.
te durante el primer año del ciclo universitario son los jóvenes – Pero si todas las herramientas de evaluación de los investigadores
que vienen de los sectores más carenciados los que tienen más se han orientado hacia esa clase de investigación, es bastante difí­
dificultades para sostenerse dentro del sistema, ya sea porque cil pensar que un investigador se va a apartar de ese camino segu­
han tenido una formación secundaria regular, o tienen dificul­ ro para hacer alguna actividad diferente, como una investigación
tades económicas para viajar y sostenerse durante el día, o sim­ orientada a resolver algún problema concreto, social, productivo
plemente porque el ámbito universitario les resulta poco ami­ o de salud pública, si eso no va a redundar en una publicación in­
gable. En el caso de las dificultades económicas, es posible que ternacional o algún parámetro objetivo que le permita crecer en su
en muchos casos no lleguen a conocer los distintos programas carrera y agregar una línea valiosa en su currículum.
universitarios que podrían resolver el problema. Si el ámbito – La unlp ha puesto el tema en manos de la Comisión de Investi­
universitario resulta expulsivo, entonces tenemos un problema gaciones de la Universidad, que es una comisión definida por
que resolver con todos los miembros de la comunidad: docentes el estatuto de la Universidad. Y la primera tarea que hemos
que se hagan cargo de nivelar deficiencias previas, no docentes encomendado a esa comisión, donde están representadas to­
que nos ayuden a hacer más amigables los trámites y estudian­ das las unidades académicas, es que trabajen sobre pautas de
tes que cooperen siempre con sus compañeros. Todos debemos evaluación de investigación orientada. En este sentido, tanto el
hacernos cargo de contener, escuchar, comprender, ayudar. Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, como el Consejo
– De tal manera que nuestra primera jornada en temas acadé­ Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y el
micos o de formación tuvo eje en la inclusión, entendiendo in­ Consejo Interuniversitario Nacional (cin) han hecho aportes va­
clusión por democratizar el ingreso y mejorar la retención. Las liosos en la misma dirección.
conclusiones nos permitieron elaborar un programa de apoyo al – El objetivo final de este trabajo debe culminar en la aprobación
primer año que buscaremos implementar paulatinamente. por el Consejo Superior de la unlp de un conjunto de pautas de
evaluación de investigaciones orientadas a la solución de pro­

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blemas concretos que modifique las ordenanzas de evaluación cial suficiente para impactar positivamente sobre el problema a
de mayores dedicaciones y de concursos docentes. No se trata considerar.
de reemplazar las clásicas pautas de evaluación de la investi­ – Los dos programas seleccionados por el Consejo Social son el trata­
gación básica, se trata de incorporar otras que resulten equi­ miento de los residuos sólidos urbanos y la construcción de vivien­
valentes e igualmente válidas para evaluar otras actividades, das sustentables. En ambos casos, los programas deben resolver
como las aplicaciones concretas del trabajo de investigación. problemas tecnológicos y también sociales. Los beneficiarios deben
ser parte de las soluciones para que estas sean eficientes. La parti­
Otra iniciativa en el área de ciencia y técnica que sigue la misma cipación de distintos sectores académicos, sociales y de gobierno,
dirección es el Observatorio de Datos Ambientales para la ciudad de cada uno con distintos saberes, se integra naturalmente, y el proce­
La Plata, que tiene como objetivo principal que los datos ambienta­ so conduce a un crecimiento del conocimiento de todas las partes.
les que se generen en la región se depositen en un único repositorio – En políticas sociales, se llevan adelante importantes iniciativas
de acceso abierto. El acuerdo de creación fue suscripto entre la unlp, para vincular la Universidad con la sociedad. La “escuela de ofi­
el Conicet y la Comisión de Investigaciones de la Provincia de Bue­ cios” es una de ellas. La unlp tiene un potencial enorme para con­
nos Aires (cic), organismos con los cuales se ha logrado establecer tribuir con la formación de ciudadanos en oficios que son cada
una política concertada en esta materia. vez más requeridos. Es una actividad que nos acerca a sectores
La tercera jornada tuvo como eje la extensión universitaria. Con de nuestra sociedad con muchas necesidades insatisfechas, y co­
satisfacción hemos visto el crecimiento extraordinario de diversas laborar con ellos para facilitar su acceso al mercado laboral es sin
formas de extensión en la Universidad de La Plata. Una política sos­ duda muy trascendente.
tenida a lo largo de más de diez años para favorecer la extensión, con
subsidios, programas, becas y otras herramientas similares, ha pro­ Finalmente, cabe reflexionar sobre los distintos espacios acadé­
ducido resultados importantes. En ese marco, nuevos instrumentos, micos en los que participa la Universidad de La Plata y qué papel
como el Consejo Social, han permitido a la extensión universitaria pensamos que nos corresponde en cada uno de ellos. En el ámbito
vincularse efectivamente con actores sociales que aportan significa­ internacional, nuestra universidad trabaja con intensidad y voca­
tivamente a la construcción de una agenda pertinente. ción latinoamericanista en la Asociación de Universidades Grupo
Montevideo (augm). Sin duda, es una asociación exitosa en muchos
– El Consejo Social está integrado por organizaciones sociales, re­ programas y una herramienta potente para la integración regional
presentantes de los municipios de la región, de los organismos del en educación superior. Sus programas de intercambio de estudian­
gobierno provincial y otros espacios que pueden ser convocados tes de grado, posgrado, docentes y gestores de políticas de relaciones
especialmente para el tratamiento de temas diversos. La expe­ internacionales permiten la movilidad de centenares de universita­
riencia ha sido muy positiva. rios entre una treintena de universidades de Brasil, Uruguay, Para­
– Solo para mencionar un ejemplo de metodología novedosa re­ guay, Bolivia, Chile y Argentina.
sultante del trabajo en el Consejo Social, hemos modificado me­ La unlp continuará trabajando para que augm se encamine firme­
canismos tradicionales, como convocatorias que resultaban en mente a impulsar el desarrollo de proyectos de interés estratégico
múltiples pequeños proyectos subsidiados, a seleccionar solo para la región y que nos permita actuar solidariamente para que
dos programas y trabajar para que la mayoría de los pequeños el conjunto pueda aportar a la solución de problemas de nuestras
proyectos se sumen a un programa multidisciplinar y con poten­ naciones y mejorar el nivel de vida de nuestros pueblos.

20 21
Y de igual forma dentro de nuestro país. Tenemos un sistema muy son los de estudiar y aprender, habremos dado un paso importante
desigual, con universidades muy grandes y otras más pequeñas que a hacia la retención.
veces tienen dificultades para llevar adelante procesos, como investi­ Actitudes de respeto, de humildad, de apertura mental deben es­
gación y posgrados, pero que cumplen una importante función social tar presentes también a la hora de hacer investigación orientada
acercando la Universidad a sectores sociales con muchas necesida­ a resolver problemas concretos. Tales problemas, su naturaleza y
des. Del mismo modo, las universidades que están en zona de fronte­ las variables múltiples que hay que considerar para su tratamiento
ra, con muchas dificultades y una tradición académica en formación, necesitan de nosotros que sepamos escuchar, discutir las posibles
cumplen una misión de innegable importancia geopolítica. soluciones con los beneficiarios y con los actores gubernamentales
Si nos pensamos como país, tenemos que tener una actitud que correspondan.
proactiva con el sistema, pensar al conjunto universitario argenti­ De manera que consideramos que, además de definir actividades
no como un sistema en donde hay falencias, fortalezas y debilida­ concretas tendientes a tener una universidad más inclusiva, más
des, y cada uno debe ser capaz de poner un granito de arena para comprometida con el medio, necesitamos reafirmar una nueva ac­
mejorar la situación del conjunto. titud universitaria.
Debemos facilitar la asociación, para llegar con un saber de ca­ Todas las señales de estos tiempos nos indican que vamos por el
lidad y pertinencia a cada rincón del país, posibilitar que todas las buen camino.
universidades puedan asumir compromisos en sus territorios y sean
capaces de intervenir en este, y, si requieren algún soporte técnico,
lo busquen primero en otras universidades del mismo sistema.
Hace unos días escuché a un colega hablar sobre la relación de la
Universidad con otros actores sociales importantes, entre ellos los
gobiernos locales, provinciales y nacional. Puso especial énfasis en
el concepto de humildad, es decir, la necesidad de tener una actitud
humilde para relacionarse con el otro.
Ese concepto vale para cada una de las acciones que acabamos
de mencionar: para las relaciones institucionales, para la docencia,
para la investigación, para la extensión. En el último caso, es eviden­
te que las actividades de extensión obligan a una actitud humilde,
predispuesta a escuchar y ayudar, planteado desde una posición de
igualdad, reconociendo saberes, conocimientos, realidades en otros
interlocutores que nos brindan elementos nuevos que de una u otra
forma terminan impactando favorablemente en toda la actividad
académica.
Esa actitud debe aplicarse también a nuestra relación con los es­
tudiantes que vienen a nuestra universidad especialmente durante
el primer año. En la medida en que seamos capaces de tener una
actitud de respeto, de reconocimiento de derechos básicos, como lo

22 23
La universidad pública en la
democratización de la educación superior
Rodrigo Arocena
Universidad de la República, Uruguay

Este breve texto elabora una presentación realizada el 23 de junio


de 2015 en el coloquio “Democratización de la educación superior:
políticas, actores e instituciones”, organizado por el Núcleo de Estu­
dios e Investigaciones en Educación Superior del Sector Educación
del Mercosur en la Universidad Nacional de La Plata. Vuelvo a agra­
decer la invitación de los organizadores del evento. Una elaboración
más pausada de gran parte del temario considerado a continuación y
referencias pueden encontrarse en mi trabajo “La universidad para
el desarrollo y la generación de conocimientos”, en el volumen del
congreso de la Organización de Estados Iberoamericanos (oei) de
2014 en Buenos Aires, publicado en octubre de 2015.1

La democratización del conocimiento como


una estrategia para el desarrollo humano

La democratización del conocimiento se plantea como un inmen­


so desafío del siglo en curso. En efecto, el conocimiento avanzado

1. R. Arocena, “La universidad para el desarrollo y la generación de conocimiento”,


en Horizontes y desafíos estratégicos para la ciencia en Iberoamérica, Congreso Ibe­
roamericano de Ciencia, Tecnología, Innovación y Educación, Buenos Aires, Organi­
zación de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, 2015.

25
ha llegado a constituirse en la base fundamental de las relaciones Semejante tendencia, que se comprueba en los hechos, constitu­
sociales de poder. Eso es, ante todo, lo que implica la tan mentada ye un obstáculo mayor para el desarrollo humano, normativamente
“sociedad del conocimiento”. caracterizado à la Amartya Sen por la expansión de las capacidades
Esa sociedad es una realidad en parte del planeta pero no en su y las libertades de la gente para vivir vidas que tengan motivos para
totalidad, aunque ninguna región escapa a su gravitación. La condi­ considerar valiosas. Pocas posibilidades de vivir así tienen los grandes
ción periférica, analizada ayer en profundidad por el pensamiento contingentes humanos que se encuentran en los peldaños inferiores
latinoamericano sobre el desarrollo, se define hoy ante todo por la de las divisorias sociales prevalecientes, incluyendo las divisorias del
especialización en la producción de bienes y servicios con bajo valor aprendizaje; en los países pobres son la mayoría y no son por cierto
agregado de altas calificaciones y conocimiento avanzado. Tal espe­ pocos incluso en los países más ricos. Más que conocer la expansión
cialización entraña una inserción subordinada en la economía glo­ de capacidades y libertades, suelen ser víctimas de la explotación y
bal, que dificulta la mejora sistemática de la calidad de vida de los la dominación.
países periféricos. Hace un cuarto de siglo Fernando Fajnzylber titulaba un trabajo
El conocimiento avanzado ha posibilitado muy concretos be­ fundamental, escrito para la Cepal, “Educación y conocimiento: eje de
neficios: basta pensar en el notable incremento de la esperanza la transformación productiva con equidad”. Intentaba elaborar una
de vida. Pero tales beneficios no solo van acompañados de per­ propuesta global para dejar atrás la condición periférica por caminos
juicios, sino que además están muy desigualmente distribuidos. que también combatieran la exclusión social.
El conocimiento es un recurso productivo que, a diferencia de las Cabe afirmar que las perspectivas de Sen y Fajnzylber conver­
materias primas, cuanto más se usa, más se tiene. Las personas y gen para respaldar una estrategia de desarrollo que tenga entre
los grupos sociales que logran acceder a una educación avanzada sus claves la multiplicación del acceso a la educación así como la
de calidad disponen de oportunidades seguramente mayores a las expansión de la generación y uso de conocimientos, apuntando pri­
de los demás para seguir aprendiendo a alto nivel, estudiando y mordialmente a fortalecer las capacidades productivas en general y
sobre todo trabajando en ámbitos no rutinarios. Los países y las a colaborar en la solución de los problemas que afectan a los secto­
regiones donde la producción tiene alto nivel técnico disponen de res sociales más postergados, involucrándolos tanto en la definición
las mejores oportunidades para seguir incrementando ese nivel. como en la implementación de las políticas.
Entre favorecidos y desfavorecidos en tales procesos –personas, Esta estrategia para un desarrollo de tipo inclusivo merece el
sectores sociales, naciones– se configuran brechas que cabe deno­ nombre de democratización del conocimiento, en especial porque
minar divisorias del aprendizaje. apunta a beneficiar a los desfavorecidos a la vez que a contribuir a
En la sociología de la ciencia, Robert Merton denominó “efecto que ellos sean los protagonistas de la mejora de la calidad de vida
Mateo” el proceso por el cual los grupos de investigación más exi­ material y espiritual de la comunidad. Tal objetivo resalta el pa­
tosos en la competencia por recursos tienden a ampliar sus ven­ pel de la generalización de la educación avanzado. Así entendida,
tajas respecto a los otros; la denominación evoca un versículo del la democratización del conocimiento se vincula naturalmente con
Evangelio según Mateo según el cual “al que ya tiene se le dará y la afirmación fundamental de Sen según la cual la expansión de
tendrá en abundancia, pero al que no tiene se le quitará aun lo que las capacidades y las libertades no constituye solo la meta ética del
tiene”. Podríamos pues denominar efecto Mateo generalizado a la desarrollo, sino también la principal herramienta para la construc­
poderosa tendencia contemporánea a la desigualdad basada en el ción de propuestas, viendo a la gente no como pacientes sino como
conocimiento. agentes.

26 27
La universidad para el desarrollo conocimientos con la tradición de compromiso social cuyo principal
inspirador ha sido el Movimiento de la Reforma Universitaria.
En la estrategia para el desarrollo esbozada recién, la universidad El ideal de universidad forjado por ese movimiento apunta a ir
puede y debe ser un actor relevante. Probablemente su contribución más allá del proyecto humboldtiano, pues reivindica el cultivo con­
más gravitante sea la que haga a la generalización de la educación su­ junto de las misiones universitarias de enseñanza, investigación y
perior. Esta es una reforma mayor que apunta a dejar definitivamente extensión. Hacerlo es difícil en sí mismo. Más complicado resulta
atrás la vieja divisoria entre élites privilegiadas que acceden a la for­ debido a varios enfrentamientos internos.
mación avanzada y mayorías privadas de ese beneficio. Por allí pasa la Tanto los sistemas de evaluación académicos prevalecientes como
expansión de las capacidades y libertades de la gente. Como lo muestra las concepciones propias de los investigadores hacen que muchos de
la experiencia internacional, la transformación productiva con nivel al ellos subestimen a la extensión. A la inversa, entre quienes la reivin­
alza requiere que grandes contingentes de la población accedan a la dican se registra a veces una actitud que descalifica a otras labores
enseñanza de tipo terciario y sigan aprendiendo siempre. y no acepta como formas de la extensión a actividades valiosas que,
Se aprende por supuesto estudiando, sobre todo en ambientes vin­ eventualmente con mayor elaboración y profundización, pueden con­
culados a la creación. También se aprende investigando. Se aprende tribuir a la colaboración entre actores internos y externos a la univer­
asimismo trabajando en ámbitos donde sistemáticamente se requie­ sidad en procesos interactivos donde cada uno aprende de los demás
ra resolver problemas. y aporta sus saberes específicos. Superar esa contraposición con vo­
La universidad es potencialmente un espacio fecundo para im­ cación plural es imprescindible para que transformaciones potencial­
pulsar esa combinación de aprendizajes. La historia ha confirmado mente removedoras, como la expansión de la extensión universitaria
la validez extraordinaria del llamado “proyecto humboldtiano” de y su curricularización –vale decir, su incorporación a las actividades
combinar enseñanza e investigación como característica definitoria curriculares previstas en todos los planes de estudio–, hagan un aporte
de lo que es una universidad. La incorporación temprana de activi­ efectivo a un nuevo ciclo de reformas.
dades de investigación a las actividades curriculares de la enseñan­ Vincular la enseñanza con la investigación y la extensión contri­
za universitaria avanza en esa dirección. Enseña a “estudiar con buye a fomentar la enseñanza activa, caracterizada por asignar el
espíritu de investigación”, que es decisivo para aprender lo único principal protagonismo en los procesos de aprendizaje a quienes
que se puede aprender de manera definitiva: seguir aprendiendo. aprenden, considerados como los primeros agentes en la expansión
En América Latina las universidades públicas son las principa­ de sus capacidades. El ideal de la enseñanza activa debe orientar la
les generadoras de conocimiento. Esta es una contribución, al me­ generalización de la educación superior. Esta ha de ser impulsada
nos potencialmente, de primera magnitud al desarrollo de carácter en variados ámbitos y desde instituciones de diverso tipo. Pero ello
integral, que exige investigación nacional de calidad internacional no debe ser pretexto para reproducir la divisoria clasista de antaño
con vocación social. Un ejemplo entre otros de lo que ello significa entre educación manual y educación intelectual, ahora a nivel ter­
lo ofrece la emergencia de políticas de Investigación e Innovación ciario contraponiendo instituciones universitarias e instituciones
orientadas a la Inclusión Social, de la cual se registran ejemplos en no universitarias, de modo tal que solo alguna gente pueda acceder
diversos lugares. Las universidades públicas latinoamericanas cons­ a las primeras. La diversidad de trayectorias ofrecidas a los estu­
tituyen terrenos fértiles para que crezca la investigación necesaria, diantes debe colaborar, no a la estratificación del sistema educativo
ya que en ellas se combina –en magnitudes y proporciones variadas terciario, sino a sus interconexiones para que todos puedan seguir
por cierto– la ya destacada actuación en materia de generación de aprendiendo siempre, “sin techo”, al más alto nivel posible. Así en­

28 29
tendida, la generalización de la educación superior ha de ser vía dependientes del contexto geográfico y social. Se necesitan pautas
principal para enfrentar a la desigualdad. de evaluación más plurales y diversificadas de la labor de investi­
Llamamos “universidades para el desarrollo” a las que, por vías gación, que incluyan entre los aspectos a valorar la contribución al
como las antes evocadas y varias otras, contribuyen en medida sig­ desarrollo en sentido integral.
nificativa a la democratización del conocimiento como estrategia Más necesarias todavía son pautas de evaluación que fomenten
para el desarrollo humano. la conexión entre enseñanza, investigación y extensión, entendida
esta última en sentido amplio como colaboración interactiva con la
sociedad. Esa conexión puede favorecer a la propia investigación;
Sobre políticas y actores: evaluación, por ejemplo, enriqueciendo su agenda, ampliando su respaldo so­
autonomía y convocatoria cial, multiplicando el número de personas capaces de realizarla o
de usar sus resultados. La misma conexión es imprescindible para
¿Cuáles son las políticas y los actores que pueden impulsar la la extensión como proceso de diálogo entre saberes en el cual a la
contribución universitaria al desarrollo y, en especial, a la democra­ universidad le corresponde aportar el conocimiento académico del
tización de la educación superior? Al respecto formularemos aquí mayor nivel posible. Y, por supuesto, la conexión entre extensión,
tres breves comentarios, uno sobre el “adentro” de la universidad, investigación y enseñanza es fundamental para que esta última se
otro acerca de la relación entre el “adentro” y el “afuera”, y un ter­ expanda cuantitativa y cualitativamente, llegando a cada vez más
cero relativo al “afuera”. gente e interesándola cada vez más.
Ya se hizo alusión a las pautas predominantes para la evalua­ Nuevas políticas de evaluación se requieren para que los sectores
ción del desempeño académico de los docentes universitarios. Esta académicos puedan ser actores gravitantes del desarrollo. Las pau­
es una de las varias cuestiones cruciales que en estas páginas solo tas de evaluación tienen, en especial, que fomentar la colaboración
se pretende abordar de manera muy sintética. En ese sentido, que entre la universidad y otros actores, segunda cuestión de la que nos
implica obviar matices y relativizaciones, cabe afirmar que las men­ ocupamos en esta sección, encarándola desde el punto de vista de
cionadas pautas (1) valoran la investigación en desmedro de la ense­ la autonomía.
ñanza y, bastante más, de la extensión, y (2) evalúan la investigación Los intereses particulares de ciertos grupos universitarios y las
de manera demasiado parcial. inercias organizacionales impulsan a las universidades en la di­
Evitemos todo equívoco: una universidad que quiera contribuir rección de la autarquía. Los intereses de “poderes fácticos” exter­
al desarrollo debe fomentar la investigación del más alto nivel po­ nos, económicos y políticos, impulsan a las universidades hacia la
sible y la publicación de sus resultados en contextos sometidos a subordinación, desdichadamente ilustrada en América Latina por
exigentes críticas, incluyendo las llamadas revistas “de corriente tantas experiencias dictatoriales. La contribución de la universi­
principal”. Pero eso no es lo mismo que subvalorar toda otra forma dad al desarrollo integral exige libertad para crear, criticar y pro­
de producción de conocimientos. Hacerlo así equivale a dejar pri­ poner, espacio amplio para ensayar e innovar, vínculos estrechos,
mordialmente en manos de las revistas académicas del norte la defi­ voluntarios y horizontales para forjar cultura y resolver problemas
nición de nuestras agendas de investigación. Eso es potencialmente colectivos. Tanto la autarquía como la subordinación agravan “el
dañino para todas las disciplinas –pues no fomenta la emergencia problema de las interacciones” cuya centralidad destacó Jorge Sa­
de líneas autónomas de reflexión original– y tremendamente dañi­ bato hace cuarenta años en relación a la cuestión ciencia-tecnolo­
no para las disciplinas donde problemas y resultados son altamente gía-desarrollo-dependencia. Se requiere una autonomía conectada

30 31
de la universidad con el conjunto de la sociedad, para contribuir a
la confluencia de actores en pro del desarrollo.
Esa confluencia necesaria pero siempre difícil lleva a la tercera
observación, breve por obvia pero al mismo tiempo capital: poco Progreso y democratización de la
pueden hacer las universidades en pro del desarrollo si a nivel na­ ciencia y la tecnología en la Argentina
cional y aun regional no se afirman proyectos de largo aliento que
tengan a la democratización del conocimiento como uno de sus jalo­
Marcelo Caballé
Universidad Nacional de La Plata, Argentina
nes. Tales proyectos precisan de la capacidad de convocatoria de los
gobiernos legítimamente electos y de la existencia real de sistemas
de innovación que involucren a múltiples actores.
En suma, las universidades para el desarrollo solo pueden afir­
marse en el marco de sistemas nacionales de innovación con orien­
tación inclusiva. Y, en un marco semejante, la democratización de la
educación superior es tarea que requiere la estrecha colaboración La ciencia y la tecnología en la Argentina han registrado un pro­
entre el adentro y el afuera de las universidades. greso destacable a partir de 2003, como consecuencia de un fuerte
apoyo estatal sustentado en el reconocimiento de su importancia
para el desarrollo del país.
El concepto de democratización en el marco de la educación su­
perior puede ser abordado desde diferentes miradas: la represen­
tación de los diferentes estamentos en el cogobierno universitario,
las políticas en favor de la igualdad de oportunidades de ingreso y
permanencia de los estudiantes, la existencia de diversos cuerpos
colegiados para la toma de decisiones y muchos otros aspectos de la
vida universitaria que tienen como característica primordial la par­
ticipación y el debate de ideas. No es tan sencillo –o tan directo–, en
cambio, referirse a las políticas y actividades en ciencia y tecnología
en relación con la democratización.
No obstante, si se analizan las estrategias de promoción de la
ciencia y la tecnología que vienen operando en la Argentina desde
hace algo más de una década, se pueden apreciar importantes avan­
ces, no solamente en materia de financiamiento e inversión, sino
también en el valor que los actores políticos les dan a la ciencia y la
tecnología y en el reparto más federal y democrático de los recursos.
En este sentido pueden mencionarse algunos aspectos destacables:

32 33
1) Hoy la ciencia, la tecnología y la innovación forman parte de años permite observar una sensible mejora en varios aspectos, in­
planes de gobierno a largo plazo, como es el caso del Plan 2020, cluida la democratización y socialización de las políticas en cien­
constituyéndose en una política de Estado. cia y tecnología, sobre la base de algunos hechos destacables. Entre
2) La investigación científica y el desarrollo tecnológico están pre­ ellos cabe señalar: 1) la jerarquización de la ciencia y la tecnología
sentes en las agendas políticas. dentro de la estructura de gobierno nacional; 2) nuevas formas de
3) Existe una relación entre ciencia y política en términos de ase­ promoción de proyectos en respuesta a necesidades sociales y pro­
soramiento para la toma de decisiones y en la definición de po­ ductivas; 3) la incursión del Consejo Interuniversitario Nacional
líticas públicas. (cin) en el financiamiento de actividades de I+D, y 4) el aumento del
4) Se han diversificado los instrumentos de financiamiento prove­ presupuesto universitario.
niente de diferentes fuentes.
5) Se tiene en cuenta la perspectiva federal y regional entre los
criterios de distribución de financiamiento para investigación Jerarquización de la ciencia y la tecnología
y desarrollo.
6) La distribución de los recursos entre las instituciones y entre los Hasta 2003 las políticas en materia científica y tecnológica a nivel
equipos de investigación científica y tecnológica en más equitativa. nacional dependían de la Secretaría de Ciencia y Tecnología, en la
7) El apoyo a la investigación alcanza a todas las disciplinas del co­ esfera del Ministerio de Cultura y Educación; a partir de dicho año el
nocimiento, sin considerarse la antigua y falsa disyuntiva entre área en cuestión ascendió al máximo rango con la creación Ministe­
ciencias “básicas y aplicadas” o “duras y blandas”. rio de Educación Ciencia y Tecnología, pero fue en 2007 cuando ad­
8) Se manifiesta claramente un creciente reconocimiento y apoyo quirió su mayor jerarquía y autonomía con la creación del Ministerio
a la investigación en ciencias sociales y humanas. de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (mincyt). Estas mo­
9) La reciente creación de varias universidades públicas en sitios dificaciones en la estructura de gobierno, y especialmente la última
geográficos estratégicos abre posibilidades a nuevos de grupos de ellas, ponen de manifiesto un fuerte reconocimiento político a la
de investigación, además de facilitar el acceso masivo de jóve­ importancia que tienen la investigación, el desarrollo y la innovación
nes a los estudios superiores. tecnológica para el desarrollo y el crecimiento de la Nación. Estos
10) Acciones tendientes a la divulgación y popularización de la cambios impactaron en el incremento de las inversiones y llevaron a
ciencia, como es, entre otras, la puesta en marcha de Tecnópo­ diversificar la oferta de financiamiento, tanto desde el punto de vista
lis, acercan el mundo científico a la sociedad. regional como disciplinar, en correspondencia con el objetivo gene­
11) El fomento a temas de investigación de alto impacto social y pro­ ral del Ministerio de apoyar la ciencia y la tecnología en beneficio del
ductivo da respuesta a necesidades y problemas de la población. desarrollo económico y social del país.
12) La utilización de los criterios de pertinencia, relevancia y de­ En la órbita del mincyt resulta importante mencionar la existen­
manda en la evaluación de proyectos pone de relieve la respon­ cia del Consejo Interinstitucional de Ciencia y Tecnología (cicyt) y
sabilidad social y la búsqueda del bienestar de la comunidad. del Consejo Federal de Ciencia y Tecnología (cofecyt). El primero
constituye un espacio de articulación de los distintos organismos
Esto no ha sido siempre así. En su historia reciente la Argenti­ del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, orientado
na ha pasado por períodos de mayor y menor apoyo a la Investi­ al diseño de políticas comunes y a lograr una mayor relación con
gación+Desarrollo+innovación (I+D+i). La evolución en los últimos la sociedad en general y el sector productivo en particular. El cita­

34 35
do Sistema Nacional está integrado por los organismos científicos y Proyectos de I+D destinados a necesidades
tecnológicos de propósito particular, como la Comisión Nacional de sociales y productivas
Energía Atómica, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria,
la Comisión Nacional de Investigaciones Espaciales, etc., y también Los Proyectos de Desarrollo Tecnológico y Social (pdts) pueden
por instituciones de propósito general como el Consejo Nacional de ser definidos, en pocas palabras, como aquellos que tienen como ob­
Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) y las universidades. jetivo central la resolución de problemas o necesidades de carácter
La presencia de las instituciones universitarias en el Sistema Na­ práctico, sean estos del ámbito productivo o social. No están justifi­
cional constituye un reconocimiento a la destacada actividad en cados en la mera curiosidad científica, el avance del conocimiento
investigación y desarrollo que ellas realizan. La importancia del disciplinar o la solución de incógnitas teóricas, sino en necesidades
sistema universitario en la materia también se pone de manifiesto o problemas concretos enmarcados en la sociedad, la política o la
en la constitución del cicyt: la máxima autoridad de cada uno de los economía. Su objetivo debe estar justificado en un interés de alcan­
organismos de propósito particular y el sistema universitario repre­ ce nacional, regional o local, sea por acciones estatales o privadas, y
sentado por siete rectores, uno por cada región del cin. debe identificar una o más organizaciones públicas o privadas que
El cofecyt está integrado por las autoridades de las provincias y estén en capacidad de demandar o adoptar los resultados obtenidos.
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con competencia en temas de La idea de estos proyectos comenzó en 2011, cuando la Secretaría
ciencia, tecnología e innovación productiva. Tiene como objetivos la de Articulación Científico-Tecnológica del mincyt realizó el “Primer
elaboración, el asesoramiento y la articulación de políticas y priorida­ taller de evaluación del personal científico y tecnológico para una
des nacionales y regionales, persiguiendo el desarrollo armónico de Argentina innovadora”. El objetivo principal de este taller fue dise­
las actividades científicas, tecnológicas e innovadoras en todo el país. ñar políticas tendientes a fortalecer el desarrollo de proyectos de
También en la esfera del mincyt cabe destacar la labor de la Agen­ investigación y desarrollo que promuevan innovaciones tecnológi­
cia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica y del Conicet. La cas de acuerdo a las demandas sociales, en correspondencia con las
primera tiene a su cargo diferentes líneas de financiamiento de I+D+i. transformaciones producidas en la Argentina en los últimos años.
Varios de sus instrumentos proveen fondos destinados específica­ El Consejo Interuniversitario Nacional tuvo activa participación en
mente a proyectos de desarrollo tecnológico e innovación producti­ las discusiones y actividades que, a partir de aquel momento, deri­
va, no aplicables masivamente a los investigadores, pero mediante el varían en la gestación de los pdts. A partir de aquí se creó la Comi­
Fondo para la Investigación Científica y Tecnológica (foncyt) se apo­ sión Asesora sobre Evaluación del Personal Científico y Tecnológico,
yan proyectos de investigación destinados a la generación de nue­ que funciona bajo la coordinación de la Secretaría de Articulación
vos conocimientos, en convocatorias más masivas y sin restricciones Científico-Tecnológica y está integrada por representantes de todos
disciplinares o de aplicabilidad. El Conicet, por su parte, desarrolla los organismos del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Inno­
una importante función a través de su carrera del investigador cien­ vación Productiva, incluyendo siete representantes regionales del
tífico y tecnológico, sus numerosos centros e institutos (muchos de cin, en su mayoría responsables de ciencia y técnica de institucio­
ellos de doble dependencia con universidades nacionales) y su fuerte nes universitarias públicas. Con el objetivo inicial de fortalecer las
contribución en la formación de recursos humanos en investigación políticas tendientes a la búsqueda de soluciones a necesidades o
científica y tecnológica mediante su sistema de becas. En los últimos problemas de la sociedad, uno de los primeros planteos de la comi­
años el Conicet ha diversificado la oferta de financiamiento y descen­ sión tuvo que ver la necesidad de implementar cambios profundos
tralizado sus actividades en todo el territorio argentino. en las estrategias de evaluación del personal dedicado a I+D. Los

36 37
cambios deben perseguir una ponderación más equilibrada entre la En 2009, en la búsqueda de fortalecer el vínculo entre las univer­
ciencia básica y la transferencia o las actividades de investigación sidades y la sociedad, el cin puso en vigencia un primer instrumento
orientadas al desarrollo tecnológico, considerando pautas y crite­ de promoción, los Proyectos de Investigación Científico-Tecnológica
rios que logren superar el esquema de medición tradicional basado Orientados (picto - cin), que fueron cofinanciados con la Agencia Na­
en el modelo lineal de producción de conocimiento. Para evaluar la cional de Promoción Científica y Tecnológica.
producción de quienes se desempeñan en proyectos de desarrollo Con el fin de identificar líneas prioritarias, la Comisión de Ciencia,
tecnológico no es pertinente la aplicación de los mismos criterios Técnica y Arte del cin organizó siete talleres regionales de discusión
que son empleados para la evaluación de los investigadores dedi­ entre investigadores, tecnólogos e integrantes de instituciones públi­
cados a la ciencia básica, basados principalmente en fundamentos cas, eligiéndose preliminarmente las siguientes áreas: tics/Educación,
bibliométricos. El empleo de esta forma de evaluación condiciona la Indicadores de sustentabilidad, Sistemas agroalimentarios, Margina­
labor de los investigadores y desalienta su dedicación a temas apli­ ción social, Medio ambiente y cambio climático, Energía y Salud.
cados, pues los resultados son difícilmente publicables en revistas Los temas prioritarios surgidos de los talleres y luego establecidos
científicas, especialmente en las de alto impacto. En el transcurso de por la Comisión de Ciencia, Técnica y Arte del cin para la convocatoria
las deliberaciones de la comisión asesora fueron definidos los pdts fueron:
y creados los procedimientos para la incorporación de estos al Ban­
co Nacional de Proyectos del mincyt. Esto fue plasmado en sendos – Indicadores de sustentabilidad aplicados a producciones de inte­
documentos de la comisión denominados “Hacia una redefinición rés regional.
de los criterios de evaluación del personal científico y tecnológico”, – Acceso a la Justicia, realidades regionales, mapa de problemas
el primero, y el segundo “Precisiones acerca de la definición y los de accesos diferenciales.
mecanismos de incorporación de los Proyectos de Desarrollo Tec­ – Gestión y tratamiento de residuos.
nológico y Social (pdts) al Banco Nacional de Proyectos del mctip ”. – Pequeñas centrales de producción de energía.
Hoy el banco de pdts contiene información sumaria de unos 150 – Repositorios digitales de acceso abierto.
proyectos aplicados a problemáticas socioproductivas, la mayoría – Enfermedades transmitidas por alimentos: a) prevención y control
de los cuales tienen sede en universidades públicas. en el sistema alimentario, y b) epidemiología y control sanitario.

En forma conjunta con la anpcyt, en 2010 se realizaron dos con­


Políticas de promoción de I+D del Consejo vocatorias (picto - cin i y ii) para la presentación de proyectos en
Interuniversitario Nacional los temas prioritarios seleccionados, propiciando la integración
de redes interdisciplinarias e interuniversitarias de alcance regio­
El Consejo Interuniversitario Nacional (cin) tiene funciones esen­ nal, lo mismo que entre universidades y organismos nacionales,
ciales de coordinación, consulta y propuesta de políticas y estra­ provinciales y regionales. La evaluación de los proyectos no solo
tegias de desarrollo universitario y promoción de actividades de consideró su calidad intrínseca (objetivos, metodología, plan de
interés para el sistema público de educación superior, además de trabajo, capacidad del grupo responsable, etc.), sino también su
ser órgano de consulta obligada en la toma de decisiones de trascen­ pertinencia, especialmente en referencia al abordaje de problemas
dencia para el sistema universitario. Actualmente lo constituyen 57 concretos y la posibilidad de aplicación directa de los resultados.
instituciones públicas de educación superior de la Argentina. Fueron financiados 39 proyectos, distribuidos en universidades de

38 39
las siete regiones del cin. Los resultados obtenidos fueron satisfac­
torios, tanto en términos de asociatividad institucional como de su
aplicabilidad.

Los Proyectos de Desarrollo Tecnológico y Social


del Consejo Interuniversitario Nacional

A partir de la experiencia de los picto - cin, de las conclusiones


de dos talleres realizados para debatir la problemática de los pdts
(Vaquerías y Catamarca) y de los documentos i y ii de la Comisión
2. Distribución regional de las ip seleccionadas.
Asesora sobre Evaluación del Personal Científico y Tecnológico, el
cin decidió financiar pdts propios sobre la base de la propuesta de
su Comisión de Ciencia, Técnica y Arte. Posteriormente se sumó el En marzo de 2015 se convocó a las ip aprobadas para la presen­
Conicet a la iniciativa, pasando a ser el programa cogestionado y tación de los proyectos definitivos. Se postularon 255 pdts, cada uno
cofinanciado entre ambas instituciones. Se realizó una convoca­ con la participación de dos o más universidades y el compromiso
toria en dos fases: la primera mediante la presentación de Ideas de una o más instituciones públicas o privadas demandantes/adop­
Proyecto (ip), para luego de ser estas evaluadas y seleccionadas tantes. La evaluación de los proyectos se realizó mediante la cons­
pasar a la fase de presentación de los pdts definitivos. titución de comités de pares disciplinarios expertos en actividades
En la primera fase (junio/septiembre de 2014) se presentaron 457 aplicadas. En la evaluación se tuvieron en cuenta los atributos clá­
ip provenientes de todas las regiones del país y de las más variadas sicos de los proyectos de I+D (antecedentes del equipo, metodología,
disciplinas científicas. Realizada la evaluación fueron seleccionadas medios disponibles, etc.) y además, especialmente, los criterios de
267 ip, cuya distribución se detalla en las figuras 1 y 2. novedad u originalidad local en el conocimiento, relevancia de los ob­
jetivos planteados, pertinencia para la resolución de una necesidad
o un problema determinado y demanda/compromiso de adopción de
uso de los resultados alcanzados para la atención de una necesidad,
problema o propósito de aplicación. La calidad de las propuestas
recibidas se pone de manifiesto con la existencia de 150 proyectos
calificados entre 80 y 100 puntos (sobre un máximo de 100 posibles).
Con el fin de dar respuesta a tantas propuestas calificadas y lograr
una distribución equilibrada entre las regiones y entre las áreas del
conocimiento, el cin logró una asociación con otras instituciones (spu
y mincyt), lo cual permitió alcanzar el financiamiento de 105 pdts, lo
que representa el 54% del total aprobado (con 60 o más puntos sobre
100). El sistema de distribución tiene una parte federativa, que asegu­
1. Distribución de las ip seleccionadas de acuerdo con las áreas del conocimiento
ra una cantidad mínima de proyectos con sede en universidades de

40 41
cada región, y otra que considera las áreas de conocimiento (Ciencias ese año y 2015 aumentó más del 1.700%. Debe mencionarse, sin em­
Médicas y de la Salud, Ingeniería y Tecnología, Ciencias Naturales y bargo, que los fondos destinados a la función Ciencia y Técnica de cada
Exactas, Ciencias Agrícolas, Ciencias Sociales y Humanidades) en for­ universidad han crecido a un ritmo mucho menor que el resto de las
ma proporcional a la cantidad de proyectos aprobados en cada una partidas y con ello los fondos específicos para inversión en I+D siguen
de ellas, siempre considerando el orden de méritos establecido según siendo insuficientes. No obstante, aquellas universidades que deciden
los puntajes de la evaluación. promover más fuertemente la ciencia y la tecnología pueden incremen­
Cabe destacar que a partir de este programa, próximamente las tar las inversiones en esta materia mediante transferencias o haciendo
universidades incorporarán un centenar de nuevos proyectos al uso de recursos propios, por ejemplo con aportes provenientes de ser­
Banco Nacional de pdts. vicios a terceros. Esto ha permitido fortalecer las actividades de I+D al
interior de numerosas universidades. Por otra parte, debe tenerse en
cuenta que los equipos de investigación universitarios no solamente
Becas de Estímulo a las Vocaciones Científicas pueden concursar por los recursos de su propia universidad; también
del Consejo Interuniversitario Nacional lo pueden hacer por los que ofrece la Agencia Nacional de Promoción
Científica y Tecnológica, el cin y otros organismos provinciales, nacio­
Este programa del cin es destacable en lo que se refiere a la de­ nales o internacionales. En general los proyectos de mediana o gran en­
tección y al fomento de vocaciones tempranas para la investigación vergadura son financiados total o mayoritariamente a través de fuentes
científica y tecnológica. Se trata de becas para estudiantes universi­ externas, en ocasiones con contrapartes de las universidades.
tarios de grado avanzado que demuestren capacidad inicial y voca­
ción para incorporarse a proyectos de I+D acreditados por las ins­
tituciones universitarias públicas. En la última convocatoria (2015) El caso de la Universidad Nacional de La Plata
fueron otorgadas 1500 becas de este tipo, de acuerdo con un sistema
de reparto que favorece, como en las convocatorias anteriores, a La unlp es una institución grande y compleja. Para tomar dimen­
las universidades más pequeñas –en general las más nuevas– y que sión de ello ténganse en cuenta algunos datos:
tiene un fuerte componente regional. De un total de 45 instituciones
universitarias que presentaron postulantes en 2015, en las 22 consi­ – 17 facultades
deradas “más pequeñas” obtuvieron becas la totalidad de sus aspi­ – 160 títulos de grado
rantes que aprobaron la evaluación; en 8 instituciones “medianas” – 180 títulos de posgrado
ingresaron entre el 85% y 95% de sus postulantes aprobados y en – 120.000 alumnos en carreras de grado
las 15 “más grandes” el porcentaje de becas obtenidas fue del 50% – 20.000 alumnos de posgrado
al 45% de sus aspirantes con evaluación satisfactoria. – 4.500 investigadores (de las más variadas disciplinas científicas,
tecnológicas y artísticas)
– 900 becarios de posgrado (252 del sistema propio)
Incremento del presupuesto universitario – 750 proyectos de I+D

El presupuesto del sistema público de educación superior de la Ar­ Entre 2005 y 2015 el presupuesto de la unlp se multiplicó aproxi­
gentina se viene incrementando en forma sostenida desde 2003. Entre madamente diecisiete veces, de unos 156 millones de pesos a apro­

42 43
ximadamente 2.656 millones de pesos. Los fondos correspondientes – Subsidios para Viajes y Estadías.
a la función Ciencia y Técnica determinados anualmente en la Ley – Subsidios para Gestión de Calidad de Laboratorios.
Nacional de Presupuesto, en cambio, son exiguos y aumentaron muy – Subsidios para adquisición de Pequeños Equipamientos.
poco en el mismo período, tal como ocurre con las otras universida­
des. En el ejercicio 2015 se asignó a la unlp en este rubro 12,8 millones La política de distribución de fondos entre los equipos de inves­
de pesos, lo que representa 0,48% del presupuesto total (2.656 millo­ tigación de las diecisiete unidades académicas, y por lo tanto entre
nes de pesos). Sin embargo, dentro de sus competencias y de acuerdo disciplinas, se realiza a través de un sistema que persigue equilibrio
con su política de promoción de la ciencia y la tecnología, la unlp y equidad. Es así como la mayoría de los instrumentos, en particular
viene incrementando fuertemente dichos fondos en los últimos años. aquellos de mayor dimensión económica, establecen un piso iguali­
Es así como la distribución presupuestaria aprobada por el Consejo tario para cada facultad, es decir que todas ellas pueden acceder a
Superior en 2015 fijó a los programas de Ciencia y Técnica algo más una parte del financiamiento, por supuesto previa evaluación de las
de 38 millones de pesos (tres veces lo asignado por el presupuesto de postulaciones. En la figura 3 se consignan estas bases distributivas,
ley) y se prevé invertir un total de más de 40 millones de pesos por además de reflejarse la gran importancia que la unlp da a la forma­
agregado de fondos de servicios especializados a terceros, lo que re­ ción de recursos humanos. En 2015 el 48,5% de la inversión total de
presenta entonces un 1,5 del total del presupuesto de la universidad. ciencia y técnica es destinado al Programa de Becas de I+D para pos­
Los instrumentos de financiamiento en ciencia y técnica depen­ graduados. Si se suman aportes específicos de otros instrumentos
dientes de la administración central de la unlp son los siguientes: el 58% del total impacta en beneficio de los jóvenes investigadores.

– Becas de Investigación y Desarrollo para Posgraduados de la


unlp (tipo A, tipo B y de Retención de Recursos Humanos).
– Becas para Posgraduados cofinanciadas con la Comisión de In­
vestigaciones Científicas de la Provincia de Buenos Aires (cic).
– Becas de Estímulo a las Vocaciones Científicas (adicionales a las
del cin).
– Subsidios para Proyectos de Grupos Consolidados.
– Subsidios para Proyectos de Jóvenes Investigadores.
– Subsidios para Proyectos de Investigación, Innovación y Transfe­
rencia en Áreas Prioritarias (piitap).
– Subsidios para Proyectos Promocionales de Investigación y Desa­
rrollo (ppid).
– Subsidios para Proyectos de Investigación Orientados (pio) cofi­
nanciados con el Conicet.
– Subsidios para Reuniones Científicas.
– Subsidios de apoyo a la Edición de Revistas Científicas de la unlp.
– Premio a la Labor Científica Tecnológica y Artística de la unlp. 3. Instrumentos de promoción de I+D de la unlp y su forma de reparto entre las faculta-
des. Las porciones de distribución son proporcionales al presupuesto total.
– Premio a la Innovación.

44 45
Conclusiones cultades, atienden la diversidad disciplinar y apoyan fuertemente
la formación de los jóvenes investigadores.
Desde 2003 se manifiesta en la Argentina un fuerte apoyo a la
ciencia y la tecnología, reconociéndose su gran importancia para el
desarrollo económico y social del país. Se observa un marcado pro­ Referencias bibliográficas
greso en la materia, consecuencia de mayores inversiones y políti­
cas activas de promoción, incluyendo estrategias de distribución de Documento i de la Comisión Asesora sobre Evaluación del Personal
recursos que llegan a centros de I+D de todo el territorio nacional. Científico y Tecnológico del mincyt, disponible en www.mincyt.gob.
Las acciones del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación ar/adjuntos/archivos/000/024/0000024284.pdf.
Productiva han contribuido significativamente a la jerarquización Documento ii de la Comisión Asesora sobre Evaluación del Personal
y regionalización (descentralización) de las actividades de I+D+i. El Científico y Tecnológico del mincyt, disponible en www.mincyt.gob.
apoyo alcanza a todas las áreas del conocimiento y tanto a la inves­ ar/adjuntos/archivos/000/031/0000031881.pdf).
tigación básica como al desarrollo tecnológico.
La mirada de la ciencia y la tecnología en relación con la pro­
ducción y el bienestar social es compartida por la totalidad de los
organismos que componen el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnolo­
gía e Innovación, dentro del cual las universidades nacionales son
reconocidas por su destacado desempeño.
El Consejo Interuniversitario Nacional ha jugado un rol impor­
tante en la creación de los Proyectos de Desarrollo Tecnológico y
Social, y se ha transformado en una nueva fuente de financiamiento
de este tipo de proyectos. Su política de promoción se dirige a todas
las áreas del conocimiento y a todas las regiones del país, propician­
do redes interdisciplinarias e interuniversitarias.
Tanto el mincyt como el cin llevan adelante diferentes formas de
consulta, debate y búsqueda de consenso entre la comunidad cien­
tífica, previamente a resolver y adoptar sus estrategias de apoyo a
la ciencia y la tecnología.
La cooperación interinstitucional (mincyt-anpcyt- cin-spu-Coni­
cet) ha permitido coordinar acciones e incrementar las oportunida­
des de financiamiento en materia de ciencia y tecnología.
La Universidad Nacional de La Plata posee variados instrumen­
tos de promoción de la investigación científica, tecnológica y artís­
tica. Sus políticas en Ciencia y Técnica persiguen una distribución
del financiamiento equilibrada y equitativa entre sus diecisiete fa­

46 47
Políticas y prácticas de la extensión
universitaria a la luz de la democratización
de la educación superior
Jerónimo Pinedo y Candela Victoria Díaz
Universidad Nacional de La Plata, Argentina

En este capítulo nos proponemos hacer un diagnóstico sobre la


situación actual de la extensión universitaria en la unlp, prestando
especial atención a la extensión desarrollada en la fahce. A partir de
una batería de preguntas que formulamos, ensayaremos una serie
de respuestas siguiendo el eje del coloquio del que resultó este libro,
con el propósito de realizar una evaluación de nuestra extensión
que posibilite formular propuestas para transitar el futuro.
En primer lugar, desarrollaremos la primera parte de este eje.
¿Qué entendemos por democratización de la educación superior? O
dicho más precisamente, cómo puede encararse desde la extensión
universitaria esta interrogación y bocetar a partir de ella una res­
puesta provisoria.
Partimos de la idea de que la democratización de la educación
superior puede tener sentidos polisémicos y polémicos. En ese sen­
tido, en este capítulo no nos referiremos a las formas de gobierno
de la universidad o al acceso popular a la educación superior, dos
maneras posibles de comprender la relación entre universidad y
democracia, la primera en función de las formas de ciudadanía y
participación en el cogobierno universitario, la segunda en fun­
ción del derecho que tienen todos los ciudadanos del país a recibir
en tanto tales una formación universitaria garantizada por el Esta­
do. Ambos son aspectos fundamentales tanto desde la democracia
universitaria como desde la democratización del derecho. Si en el

49
primer sentido se interpela la ciudadanía, en el segundo se interro­ fuerte impulso a través de la creación de políticas orientadas por la
ga sobre los modos de enseñar en la universidad. Sin embargo, en Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de
esta ocasión nos referiremos en cambio a un tercer aspecto que en­ la Nación hacia la extensión universitaria, como lo son los volunta­
tendemos está asociado a la cuestión de la democratización cuan­ riados, los proyectos de extensión spu y numerosas convocatorias
do consideramos la característica peculiar de la extensión, que es de proyectos que proponen formas especiales de vinculación con
la de pensar la universidad extramuros. En este sentido, abordar el medio social y productivo. Un segundo factor, sin duda interno
la universalización de la educación superior desde la extensión a la historia de la unlp, fue la histórica decisión política de encarar
nos presenta el desafío de reflexionar sobre el tipo de relaciones, una reforma del estatuto en 2008 que consagra definitivamente la
intercambios y flujos que la universidad pública puede establecer función extensión en pie de igualdad (al menos en las normas re­
con la sociedad. Y cuando decimos sociedad estamos pensando en glamentarias) con las otras funciones de la universidad, y al mismo
el modo en que la universidad se intersecta con determinadas po­ tiempo, se inicia un proceso de reforma del área de extensión que
líticas, actores e instituciones. implicó el desarrollo de nuevas formas de trabajo extensionista que
En este tercer sentido que tomaremos de democratización, nos pa­ no habían sido exploradas con antelación.
rece que la extensión universitaria, no cualquier tipo de extensión, Si bien estas reformas incluyeron muchos aspectos, podríamos
sino la que se viene practicando desde hace ya algunos años en mu­ destacar tres. En primer lugar, un mayor reconocimiento institu­
chos espacios de la unlp, en fuerte sintonía con los cambios ocurridos cional de la actividad extensionista, que a su vez permitió cobijar
en el Estado nacional en la última década y en la propia universidad, y ampliar procesos de reconocimiento institucional que ya se es­
puede aportar no solo una mirada más comprometida con la reali­ taban desarrollando en las unidades académicas, como es el caso
dad social, sino también ciertos modos de trabajo, y con ello hacemos de esta facultad. En segundo lugar, el surgimiento y la ampliación
referencia a enfoques, conceptos y metodologías, que pueden contri­ de espacios de diálogo y trabajo con una diversidad de actores so­
buir a producir interfaces de trabajo productivas y positivas entre la ciales, políticos, institucionales que posibilitan hoy la construcción
universidad, los actores sociales y los organismos del Estado. conjunta de agendas, generando escenarios de ampliación de de­
Ahora bien, ¿cuál es la situación actual de la extensión univer­ rechos y horizontes que incluyen el compromiso social y político
sitaria en la unlp y en la fahce? Cuando analizamos en qué contex­ de la universidad con sectores populares o grupos vulnerados en
to nos encontramos con respecto a la extensión universitaria en la sus derechos. En tercer lugar, se multiplicaron los instrumentos de
unlp, dos grandes factores históricos son los que tenemos en cuenta realización y de evaluación de la extensión universitaria, desde los
para pensar la favorable situación en la que nos encontramos ac­ tradicionales proyectos hasta los programas, comisiones temáticas
tualmente los extensionistas. Un primer factor, externo a la univer­ del consejo social, los centros comunitarios de extensión universi­
sidad, pero de un enorme impacto en ella, es el impulso que desde taria, capacitaciones técnicas para la formulación y evaluación de
2003 el Estado nacional les da a las universidades nacionales tanto la extensión, así como en determinadas unidades académicas, como
en el nivel material presupuestario como en el nivel simbólico, ya la nuestra, se pudo ampliar la existencia de proyectos y programas
que el gobierno deja de constituirse en un verdadero agresor de la propios, desde los Proyectos de Extensión fahce a la consolidación
vida universitaria para pasar a reconocer el papel fundamental que de programas como el Programa de Educación Permanente para
deben cumplir las universidades en el proceso de reconstitución de Adultos Mayores (pepam), la creación de proyectos especiales como
lo público, de los derechos y de la producción del conocimiento. En Carpetas Docentes de Historia del Mundo Contemporáneo o el salto
ese marco, el capítulo específico de la función extensión recibió un organizativo de un programa de la larga data de acción territorial

50 51
con enfoque de derechos como lo es el hoy Centro Comunitario de producir materiales útiles para el trabajo común con los actores en
Extensión Universitaria de los barrios Unión y el Mercadito. En la el medio social. Creemos que de esta manera podremos ampliar los
actualidad, los diferentes equipos de extensión de la facultad están públicos interpelados por la actividad extensionista y generar ins­
ejecutando treinta y dos proyectos que trabajan temáticas diversas tancias de mayor reflexividad.
como: acceso a derechos (educación, salud, identidad, diversidad
cultural), prácticas corporales y deportes, historia y memoria, dere­
chos humanos, violencia institucional en jóvenes, violencia de géne­ ¿Qué objetivos? ¿Qué políticas, qué
ro, soberanía alimentaria, niñez en contextos de encierro, economía actores, qué instituciones?
social y productiva, cooperativismo, alfabetización, enseñanza de
las prácticas del lenguaje, química y matemáticas en el nivel prima­ La práctica extensionista que venimos llevando adelante hace
rio y secundario, promoción de la salud, hábitat, etcétera. ya algunos años busca impulsar un modo de vinculación con la so­
Esta situación favorable en sus diversos aspectos posibilitó la ciedad que tiene por objetivos el diálogo, la reflexión, intervención
consolidación de la práctica extensionista de algunos proyectos y y producción de saberes en forma conjunta con la sociedad, aten­
programas que motorizan hoy un modelo de extensión universi­ diendo a sus demandas, intereses y necesidades con el propósito
taria que pretendemos seguir desarrollando, y asimismo facilitó el de contribuir al tratamiento de diversas problemáticas sociales,
surgimiento de nuevas experiencias extensionistas que realizan sus así como de generar instancias de sensibilización de aquellos ac­
acciones en escenarios diversos, desde comedores populares hasta tores que tienen injerencia en la toma de decisiones.
organizaciones sociales, pasando por movimientos sociales, escue­ Un objetivo central de trabajo que atraviesa las distintas lógicas
las, unidades penitenciarias, espacios virtuales, fábricas, sindicatos, y prácticas propias de la actividad extensionista de los proyectos en
bibliotecas populares, etcétera. los diversos escenarios (escuelas, barrios, clubes, entornos virtuales,
Una arista de este rico proceso se ve reflejada en la prolifera­ fábricas, cárceles, bibliotecas populares, etc.) en los que desarrollan
ción de materiales producidos por los proyectos con el objetivo de sus actividades es el tratamiento del acceso a derechos o su obstacu­
difundir sus actividades, reflexionar sobre sus prácticas o plantear lización en aquellos sectores más vulnerados de la sociedad. Dentro
modelos posibles de intervención-transformación-cooperación. En de esta línea encontramos dos ejes comunes en torno a los cuales
general esos materiales diseñados y producidos por los equipos se construye el modelo de extensión que llevamos adelante y que
cuentan con un radio de difusión circunscripto a las redes y lazos de creemos necesario para contribuir por medio de la extensión una
comunicación con los que puede contar el proyecto o el equipo in­ transformación social de la realidad. Un primer eje es la interven­
volucrado en la difusión de ese material, así como, eventualmente, ción extensionista a partir de una construcción de saberes compar­
puedan darse a conocimiento en algún tipo de actividad de difusión tidos con otros. Un segundo eje lo conforma la integralidad de las
de la extensión universitaria. funciones de la Universidad (docencia, investigación y extensión). La
A partir de ese cúmulo de producciones, desde la Secretaría pro­ extensión que caracteriza a los equipos de esta unidad académica es
pusimos la colección Andamios para publicar libros de extensión la coproducción y la construcción colectiva del conocimiento junto a
universitaria orientada a las ciencias humanas y sociales, con los los actores sociales.
objetivos de consolidar la actividad extensionista de los diferentes En este sentido, la reflexividad de la propia práctica, su conceptua­
actores de la facultad, contribuir a su formación y expansión, es­ lización y definición de su metodología junto con aquellos con quie­
timular reflexiones teórico-metodológicas, difundir experiencias y nes realizamos nuestras actividades extensionistas orientan nuestro

52 53
horizonte de trabajo. Las trayectorias, experiencias y logros alcan­ En tercer lugar, hacemos referencia al Consejo Social como un
zados por los proyectos de la fahce nos presentan un momento de espacio al cual atender desde las facultades para el desarrollo de
consolidación de la actividad extensionista que llevamos adelante y propuestas extensionistas, ya que se conformó como un ámbito
el desafío de construir una práctica articulada entre proyectos que donde la construcción colectiva resulta una metodología para la in­
trabajan distintas temáticas (una extensión en red). En este sentido, tervención pública, favoreciendo la acción continua de acceso de
nuestra acción se propone promover la interdisciplinariedad de la los movimientos sociales a la universidad donde en tanto actores
intervención territorial, de modo que se pongan en diálogo los di­ sociales interpelan a la universidad y se establecen agendas de pro­
versos saberes que se componen en nuestra facultad y la formación blemas, la construcción de estrategias y diseños de planes de acción
extensionista de docentes, no docentes, estudiantes, graduados, in­ para atender las diversas problemáticas.
vestigadores. A nivel particular, esta facultad promueve la participación tanto
en la convocatoria general de universidad como en convocatorias
específicas para trabajar sobre problemáticas particulares, como las
¿Con qué instrumentos de política extensionista contamos? convocatorias de Secretaría de Políticas Universitarias del Ministe­
rio de Educación de Nación o como las de Centros Comunitarios de
En la unlp contamos con una serie de instrumentos que posibilitan Extensión Universitaria dependiente de la Prosecretaría de Políti­
el desarrollo de la extensión en formatos diversos. En primer lugar, cas Sociales de unlp. Además, desde hace unos años la secretaría de
tenemos los proyectos de extensión de un año de duración para los extensión de la fahce viene impulsando la Convocatoria Abierta a
cuales la universidad ha venido desarrollando capacitaciones para su Proyectos de Extensión fahce.
formulación y evaluación con el propósito de fortalecer esta moda­
lidad que ya ha acumulado una trayectoria como uno de los modos
de inserción de la universidad en el medio social. Sin embargo, nos ¿Cómo hacemos extensión? ¿Qué metodologías aplicamos?
parece que como universidad todavía tenemos el desafío de generar
una diversidad de instrumentos que abarquen las diferentes formas Desde nuestra perspectiva, la extensión se compone de una hete­
de hacer extensión. En segundo lugar, desde 2010 contamos con la rogeneidad de actores, de saberes y de escenarios donde podemos
convocatoria a proyectos específicos para Centros Comunitarios de encontrar estrategias comunes, modos comunes de accionar que ha­
Extensión Universitaria que se propone establecer lazos más sólidos, cen posible el trabajo interdisciplinario en conjunto con otros pro­
de mayor duración en el tiempo, con los actores sociales a partir de la yectos. Entre ellas podemos mencionar la importancia de la planifi­
generación de proyectos en función de la demanda de los territorios. cación de actividades, los registros de campo y reuniones de equipo
Los Centros Comunitarios de Extensión Universitaria en diversos ba­ que van imprimiendo la direccionalidad de la acción extensionista.
rrios del Gran La Plata permiten nuclear y articular las diversas pro­ Al mismo tiempo, este es un proceso que permite desarrollar la in­
puestas en territorio al mismo tiempo que posibilitan el diálogo entre vestigación-acción en la práctica extensionista donde ir al campo es
los diferentes equipos extensionistas. Si bien este ámbito de acción ha el inicio de un trabajo que requiere relevar la situación de las orga­
adquirido mayor desarrollo en los últimos años, aún requiere una je­ nizaciones, del barrio y de las personas, y elaborar un diagnóstico
rarquización de la práctica y de un mejoramiento en sus procesos de en diálogo con la voz de los actores para luego sistematizar y anali­
evaluación que permita institucionalizar este modo acción conjunta zar dicho acervo de conocimiento y proponer cómo llevar adelante
entre la universidad y la sociedad. la actividad extensionista. En este sentido, entendemos que un ele­

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mento esencial al desarrollo de la extensión resulta la reevaluación rural a lo urbano, desde el nivel inicial al secundario. También he­
y reconstrucción del objeto de la práctica extensionista a partir de mos podido vincularnos con el ámbito sindical, así como con otros
los aportes del trabajo con otros. espacios comunitarios como las bibliotecas populares, los clubes
Una particularidad del desarrollo de extensión en esta facultad barriales, las fábricas recuperadas, los movimientos sociales urba­
es nuestro perfil extensionista conformado por docentes e investi­ nos y rurales, el movimiento de derechos humanos, etcétera.
gadores, lo cual implica que muchos de nuestros extensionistas tra­ Por otro lado, creemos que también como extensionistas he­
bajan en el territorio con un acervo de conocimiento científico espe­ mos podido participar e incidir en la construcción de las agendas
cífico sobre la temática que abordan desde la extensión y nutren su de derechos de los sectores populares y vulnerables, promover la
formación a partir de las experiencias construidas en la práctica con coconstrucción de los problemas sociales y sus abordajes a partir
los actores sociales con los que trabajan realizando aportes tanto a de la elaboración de la demanda social hacia la universidad, in­
la docencia como a la investigación. cluyendo la participación de los actores sociales y políticos en la
Otro aspecto que consideramos de relevancia en la modalidad producción de las agendas universitarias, vinculando esa agenda
de extensión que realizamos es la tarea de fortalecimiento territo­ con la agenda social y política. También, este florecimiento del ex­
rial de las organizaciones sociales y de la acción colectiva popular tensionismo contribuyó al reconocimiento de las especificidades
a través del trabajo sostenido en el tiempo y el acompañamiento a de la extensión universitaria sin perder de vista la integralidad
dichas organizaciones en sus propios espacios y en la tramitación de la articulación entre esta, la docencia y la investigación.
de demandas a través de la articulación interinstitucional. En este
sentido, entendemos que la articulación con otros actores como las
organizaciones sociales y las instituciones estatales resultan de im­ ¿Qué aspectos de la extensión universitaria habría
portancia tanto para la elaboración de documentos e informes de que profundizar para mejorarla y articularla
diagnóstico sobre diversas vulneraciones de derechos, como para con la docencia y la investigación?
la toma de posición política de los equipos extensionistas que con
el apoyo de la facultad acompañan la demanda por el acceso o la Varios son los aspectos que consideramos en este punto. Por una
ampliación de derechos de las clases populares. parte, entendemos que un modo de jerarquizar, retribuir y mejo­
rar la calidad de nuestras intervenciones y acciones es profundizar
el trabajo en el reconocimiento de la especificidad extensionista,
¿Cuál es la contribución de la extensión universitaria? pero también son aspectos importantes la evaluación continua de la
práctica extensionista en diálogo con los actores sociales y la soste­
Consideramos que todo lo desarrollado anteriormente ha con­ nibilidad en el tiempo en el modo de intervención de nuestra prác­
tribuido a favorecer la inserción social y territorial de la activi­ tica extensionista. Por otra parte, creemos relevante para mejorar
dad universitaria. Y en el caso específico de esta facultad que tiene la extensión universitaria, la inclusión y participación de los actores
como una de sus misiones centrales formar profesores, también sociales e institucionales en la definición de los problemas aborda­
nos ha permitido articularnos con otros niveles educativos. Hay un dos desde la extensión universitaria con el propósito de promover
número importante de proyectos que se han desarrollado o se es­ el empoderamiento y la autonomía de los actores sociales en pos de
tán desarrollando en esta facultad que se orientan al apoyo de los generar procesos que faciliten la apropiación y la utilización comu­
procesos de mejoramiento de las prácticas de enseñanza, desde lo nitaria de los saberes universitarios.

56 57
¿Cómo apuntar a la integralidad? social hacia la universidad, de sus metodologías que permiten una
mayor integración, apropiación y utilización de saberes múltiples,
Desde la extensión entendemos que es posible desarrollar esa de la búsqueda política de generar convergencias entre las agendas
integralidad por una doble vía. Por un lado, a través del reco­ universitarias y las agendas sociales y políticas.
nocimiento institucional, la jerarquización, la ampliación de fi­ Al mismo tiempo, es un desafío para los extensionistas intensi­
nanciamientos y la construcción de instrumentos múltiples que ficar la reflexividad en torno a sus prácticas, promover el interés
favorezcan el crecimiento, el mejoramiento y la diversificación de los diferentes actores universitarios en el desarrollo de activida­
del extensionismo. Por otro lado, inducir procesos de reflexión y des de extensión, ampliar la formación extensionista de nuestros
autorreflexión de los extensionistas que permitan desde sus ex­ estudiantes, facilitar la producción de investigación en ámbitos y
periencias acumuladas generar un salto en la calidad de las accio­ problemas estructurados a partir de las prácticas de extensión, fa­
nes y una mayor profundidad en el desarrollo de sus conceptos y vorecer la formación de perfiles universitarios integrales y apuntar
metodologías. Si en el primer caso son la Universidad y el Estado a la creación de áreas de investigación asociadas o incluidas dentro
los que tienen la capacidad y responsabilidad de realizar acciones de experiencias de extensión universitaria consolidadas e imaginar
tendientes a la ubicación de la extensión universitaria en un pie nuevos escenarios para desarrollar la actividad extensionista.
de igualdad con la docencia y la investigación, en el segundo caso
son los extensionistas los que a partir de repensar su trabajo pue­
den nutrir nuestras prácticas universitarias de nuevas relaciones
con la docencia y la investigación que apunten a la integralidad,
de manera tal que la extensión pueda interrogar y dialogar con la
docencia, la investigación y las profesiones universitarias.

¿Cómo puede la extensión universitaria contribuir


a ampliar la democratización de la universidad?

Creemos que algunos de los ejes que hemos señalado a lo largo de


nuestra exposición pueden ser retomados para transitar el futuro
de esa democratización. Se puede tener en cuenta la contribución
que la extensión hace desde el punto de vista de la inserción so­
cial y territorial de la actividad universitaria, de su incidencia en la
construcción de las agendas de derechos de los sectores populares
y vulnerables, de su apelación a la coconstrucción de los problemas,
los abordajes y acciones en torno a esos problemas con los actores
sociales, de su siempre buscada articulación institucional con las
políticas públicas orientadas a la ampliación de derechos y al desa­
rrollo con inclusión social, de la apertura de espacios de demanda

58 59
Disyuntivas de la democracia,
la democratización y la extensión universitaria
Carlos Carballo
Universidad Nacional de La Plata, Argentina

Advertencia inicial

Entiendo que mi participación en esta mesa está directamente


vinculada con mi propia experiencia en la gestión del Departamento
de Educación Física desde mayo de 2010 hasta octubre de 2015 (y, tal
vez, en otros pasos anteriores que he dado en la gestión universita­
ria). Y entiendo también que eso es lo que tenemos en común Laura,
Paola y yo: ocupar espacios en la gestión en la universidad pública.
Este lugar desde el cual soy convocado representa un problema a la
hora de la escritura: lo que guía las líneas que siguen son reflexiones
sobre mi experiencia y no indagaciones teóricas a partir del análisis
de ciertas fuentes.
¿Por qué digo que esto es un problema? Porque la escritura aca­
démica reclama citas y referencias, y no digo esto con sorna ni in­
tentando deslegitimar el conjunto de manners and morals univer­
sitarios. Las tradiciones pueden y suelen tener aspectos opacos,
rigideces innecesarias, solemnidades vacuas y ocultar variadas for­
mas de mediocridad y conservadurismo; no obstante, las tradicio­
nes –la escritura académica, entre ellas– también suelen ser formas
que cristalizan modelos que han demostrado su eficacia, su solidez
y, por lo tanto, su autoridad. No soy un iconoclasta: al menos, creo
que la energía necesaria para derribar algo, en ciertas ocasiones,
debería ser aplicada a empresas más valiosas.

61
Tampoco quiero maquillar las reflexiones con referencias biblio­ do hablábamos de democracia en la medida que ella –fuera lo que
gráficas al canto, tratando de orlar convenientemente el texto para fuese– era el pasaporte para salir de la dictadura.
que parezca más académico. Todos se darían cuenta de esta treta de Se trata de una construcción por oposición –y un tanto pueril– del
baja monta (¡pero cuán frecuente en los estrados universitarios!). Al término democracia: por un lado, están los totalitarismos, los au­
grano: se trata de un texto muy despoblado de esas referencias y su toritarismos, las dictaduras (y con la última de ellas, su principal y
única autoridad descansa en la honestidad intelectual que el even­ más siniestro atributo: el terrorismo de Estado); por otro, la libertad,
tual lector esté dispuesto a asignarme. Ese despojamiento de citas el derecho, las instituciones, el voto. Pero esta manera de comenzar
no es motivo de orgullo y es, en cambio, signo de cierta endeblez a entender la democracia nos desliza a una segunda acepción.
argumentativa. Sepa el lector detectar estas debilidades y comple­
tarlas con sus propias referencias, reflexiones y análisis.
Segunda aproximación: democracia en sentido liberal-republicano

El debate profundo en torno a la El horror de los crímenes contra la humanidad no impactó del mis­
democracia y la democratización mo modo, con la misma intensidad y al mismo tiempo en la mayoría de
la población. En cambio, podría decirse que las capas sociales medias
En esta primera parte, me propongo intentar abrir el debate en fueron sintiendo, a lo largo de los años, de manera más o menos gene­
torno a la democracia, en el entendimiento que el término ha sido ralizada, la asfixia que producía la atmósfera de falta de libertad propia
y es utilizado de un modo amplio, no del todo preciso y con finali­ de la dictadura. No en vano una de las primeras reacciones “democráti­
dades muy diversas. También recurriré, ilustrativamente, a algunas cas” fueron las expresiones conocidas como “destape” (sexual). Así, lle­
expresiones propias de la jerga política y social, presentes en el len­ gamos a pensar que lo más importante de la democracia es “el respeto
guaje cotidiano y en marchas y manifestaciones. por la opinión del otro”, la preservación de sus derechos y libertades.
Nada mal: votar cada dos años; tener un parlamento; bancarse el di­
senso; respetar las decisiones de las mayorías; renovar periódicamen­
Primera aproximación: democracia en sentido amplio te las autoridades; garantizar igualdad de “oportunidades”; propender
a la “equidad”; sostener el Estado de derecho; recuperar la “república”
“Se va a acabar, se va a acabar, la dictadura militar”. Con esa con­ (en el doble sentido de cosa pública y de independencia de los poderes).
signa, entre otras, comenzamos a salir a la calle allá por 1982. La trá­ Es decir, accedimos a lo que podríamos llamar la democracia formal o
gica aventura de Malvinas le quitó el último atributo de autoridad la democracia como procedimiento. Si bien esto representa un avance,
(ilegítima) al gobierno de la dictadura cívico-militar (1976-1983), no parece resolver la cuestión sustantiva: la igualdad del demos.
y algunos, varios, muchos, nos envalentonamos recién entonces;
había pasado mucho tiempo desde que aquel puñado de mujeres
tocadas de pañuelos blancos diera vueltas en torno a la Pirámide Tercera aproximación: democracia en sentido social-colectivo
de Mayo para reclamar por la suerte de sus hijos y nietos. Como
sea, quedaba claro en esos cánticos qué era lo que queríamos dejar El camino a recorrer para ver sentada “en el trono a la noble igual­
atrás. La experiencia argentina (y sudamericana) es clave para en­ dad” es largo y muy difícil sin los atributos de la democracia procedi­
tender esta perspectiva: no importa tanto de qué hablábamos cuan­ mental o formal (excepto que se opte por la vía revolucionaria). Acep­

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tado que la cuestión de fondo de la democracia es la búsqueda de la – Enseñanza y evaluación en contextos de masividad: revisión de los
igualdad, habría que plantearse de qué igualdad estamos hablando. métodos o modalidades de enseñanza y evaluación que atiendan el
La igualdad republicana ante la ley es necesaria, pero no es suficiente contexto de masividad y que, no por eso, despersonalicen vínculos.
(no todos tienen acceso a servicios jurídicos de calidad). La igualdad – Articulación graduado-comunidad: lo cual representa privile­
de oportunidades también es imprescindible, pero del mismo modo giar el retorno colectivo (el beneficio social) antes que individual
insuficiente (resulta imposible percibir una oportunidad si se carece y, para ello, la consideración acerca de la implementación de un
del capital cultural que, justamente, permita verla). Caminamos de amplio programa de residencias.
este modo hacia un concepto de democracia en el cual lo importante – Difusión del conocimiento: clave de la democratización del saber,
es la ampliación de derechos y su efectivo ejercicio; en principio, para la extensión universitaria y la divulgación deben correr las fronte­
reducir desigualdades, estrategia válida pero solo transitoria: en la ras de los destinatarios a partir de las investigaciones y de la capa­
democracia “absoluta” se trata de eliminar toda desigualdad. cidad instalada; esta idea es clave si se persigue el fin de empoderar
Y entonces, vamos por más: ampliar la base de derechos; contem­ crecientemente a sectores cada vez más amplios de la población.
plar a las minorías (de etnia, de género, de clase); impulsar la igual­ – Carreras alternativas: sin descuidar, desmerecer o desjerarqui­
dad de posiciones (no solo de oportunidades); ampliar el acceso a zar a las carreras tradicionales, resulta indispensable pensar en
los bienes básicos (educación, salud, vivienda, trabajo) y a otros con­ carreras alternativas con nuevos objetos/problemas que inter­
sumos culturales (arte, literatura, deporte, turismo). A diferencia de preten los nuevos tiempos. Los formatos y la duración de estas
aquella democracia formal o procedimental, nos referimos aquí a carreras deberían ser más asequibles para un sector de la pobla­
una democracia profunda y de contenido igualitario. ción que no tenía en su horizonte los estudios superiores.
– Democratización interna: ampliar la “ciudadanía universitaria”
es incorporar a la condición de sujeto político a todos los sectores
Qué significa esta última acepción en que componen la institución; más allá de las reivindicaciones y
términos de educación superior la atención de demandas, esto tiene un alto valor “pedagógico”:
la universidad misma, en su organización y funcionamiento co­
Intentando construir un mínimo inventario de los problemas y tidiano, es una escuela de democracia.
las decisiones a los que nos enfrenta esta última posición respecto
de la democracia, deberíamos mencionar:
La posición a asumir como universitarios
– Acceso irrestricto: ausencia de exámenes eliminatorios, ausen­
cia de cupos o números clausus y, en forma correspondiente, ele­ La posición del universitario es compleja pues, en tanto “intelec­
vación de la calidad del nivel educativo medio o secundario. tual colectivo”,1 su función es la de la crítica; y como parte de una
– Condiciones de permanencia y egreso: gratuidad de la enseñan­ gestión, el sostenimiento de una determinada política institucional
za superior de grado, oferta de becas de manutención, oferta de
servicios que faciliten los trayectos formativos (comedor, alber­
gue, asistencia jurídica, médica y psicológica, transporte gratuito
1. La expresión corresponde a Antonio Gramsci y refiere a la misión del partido políti­
o de bajo costo, etc.), oferta de pasantías o becas de experiencia co; pero yo la he tomado de un artículo periodístico de José Luis de Diego, “La univer­
laboral o preprofesional. sidad como intelectual colectivo”, publicado en el diario Hoy, el 16 de marzo de 2004.

64 65
de la cual es parte. No obstante, intentaré hacer confluir estas dos tos democratizadores. Por una parte, la reforma del estatuto en 2008
vertientes en una síntesis, tentativa, provisional e inestable. que incorporó nuevos actores al rango de ciudadanos universitarios
de pleno derecho (los no docentes, los docentes del sistema de pre­
grado), o la conformación de un Consejo Social para dar voz a los
Primera posición: el ejercicio de la crítica sistémica representantes de la comunidad. Por otra, una política sumamen­
te activa en el área de bienestar estudiantil, tendiente a ampliar y
Los modelos implementados en la universidad respecto a la mejorar las condiciones a través del desarrollo de programas de
profundización de la democratización suelen resultarnos bastante salud (médica, odontológica y psicológica), el aumento de plazas en
insuficientes y generalmente tardíos, pues son paliativos: una vez el albergue universitario, el mejoramiento de la frecuencia, la cali­
implementados, la realidad se modificó y se complejizó. Solemos dad y el costo del transporte (incluso, propiciando su gratuidad) o la
verlos como parches que no alcanzan a transformar la realidad. concesión de bicicletas, la incorporación de nuevos comedores con
Siempre dispuestos a ser críticos con el contexto social y cultural, menús económicos y adecuados nutricionalmente, con el aumento
político y económico, desarrollamos muchas veces la tendencia a de becas, etcétera.
poner el problema por fuera de la universidad (lo cual es en gran Finalmente, en la dimensión micro se encuentra la Facultad de
medida cierto), pero les “quitamos el cuerpo” a nuestras propias Humanidades y Ciencias de la Educación y el Departamento de
responsabilidades. El problema, así, está en el modelo social: en la Educación Física. Aquí pueden observarse prácticas complementa­
pobreza, en la exclusión, en la desigualdad. Sin embargo, al exa­ rias a las desarrolladas en la unlp por el conjunto de la comunidad
minar nuestras prácticas encontramos numerosos ejemplos que no universitaria: la flexibilización (sin pérdida de calidad) de los siste­
dependen de ese contexto: la ciudanía universitaria o los regímenes mas de enseñanza, de evaluación y de promoción; el desarrollo de
de enseñanza no dependen de condiciones externas. estrategias para incorporar estudiantes provenientes de unidades
penitenciarias o del patronato de liberados; las becas de traslados
para facilitar el acceso a las clases que se dictan en espacios ale­
Segunda posición: la defensa de un modelo de gestión jados de la facultad; la atención de casos especiales, en particu­
lar, de aquellos estudiantes que habiendo sufrido algún retraso o
En la dimensión que llamaré macro se encuentra el Estado nacional, abandono de su carrera intentan retomarla; la multiplicación de
el Ministerio de Educación y la Secretaría de Políticas Universitarias. En los modos de inserción de los estudiantes en la vida académica (a
este “renglón”, el juego de ataque y defensa de una gestión es bastante través de adscripciones a cátedras, o colaboraciones en equipos de
complejo: encontramos numerosas cosas a favor, como la creación de investigación), etcétera.
nuevas universidades que posibilitan el acceso a jóvenes que sin esa
proximidad territorial ni siquiera soñarían con ingresar a la universi­
dad; las becas para completar estudios; las facilidades en el transporte, Posible síntesis: relevamiento del debe y del haber
etc. Pero también vemos cierta demora en el tratamiento de una nueva
ley de educación superior que mejore los instrumentos financieros y Un rápido relevamiento nos indica que se pudo avanzar en
políticos (existen proyectos “atascados” en el Parlamento nacional). políticas democratizadoras o con efectos democratizadores si se
En el plano intermedio, está la propia Universidad Nacional de toma en consideración: a) la reforma del estatuto; b) la confor­
La Plata; aquí podemos observar una doble acción política con efec­ mación del Consejo Social; c) las acciones en materia de bienes­

66 67
tar estudiantil (albergue, comedor, becas, salud, transporte); d) Segundo desafío: la agenda de la extensión
la reforma del Régimen de Enseñanza y Promoción (rep) de la
fahce ; e) los modos de inserción (investigación, adscripciones); Hace poco más de un año, en oportunidad de compartir una mesa
f ) la atención de casos especiales, entre otros. en la Universidad Nacional de Río Cuarto, sostenía que “los proyec­
En este inventario aún falta: a) la aprobación de una nueva ley tos de extensión y voluntariado […] fueron expresión de resistencia
de educación superior; b) la asignación de presupuesto para estu­ en los años 90 a los embates del ajuste estructural neoliberal; y en
diantes con dificultades; c) la creación de un programa de fortale­ los últimos diez años, una forma de participación política […] que
cimiento de los primeros años; d) la creación de un programa de recoge aquella experiencia de resistencia, pero esta vez, alentada
residencias para graduados noveles, y e) la plena equiparación de desde el Estado” (Carballo, 2014).
la extensión con la investigación, etcétera. En tal sentido, la agenda de la extensión actual debe ser el resul­
tado de una articulación con un Estado presente (al cual podríamos
llamar, para evitar excesos de optimismo, posneoliberal o contrací­
El lugar de la extensión universitaria en el contexto clico). Es decir, esa agenda ya no puede eludir un horizonte concep­
del debate sobre democracia, crítica y gestión tual de igualdad, inclusión e integración. Pero debemos ser enfáti­
cos en la idea de articulación: las secretarías de extensión no pueden
Quizás todo lo dicho hasta aquí no sea más que un prólogo exce­ ni deben reemplazar ni competir con las secretarías de desarrollo
sivamente largo que permita definir el contexto en el cual se desen­ social (como sí sucedió en los 90).
volverán los desafíos específicos de la extensión.

Tercer desafío: la extensión en la formación


Primer desafío: definir la extensión
De todo lo expuesto, queda por abordar un problema, al cual solo
La extensión ha descripto una trayectoria a lo largo de casi cien se lo mencionará a grandes rasgos, dejando la discusión para las
años en los que ha variado sustantivamente su concepción. Así, en comisiones que analicen los planes de estudio de las carreras uni­
un comienzo, no fue más que una especie de dádiva cultural: la uni­ versitarias. Se trata de la manera en la cual la extensión aparece en
versidad “caritativa” ofrecía sus conocimientos a una comunidad la formación (de grado).
carente de ellos, a través de conciertos, muestras, conferencias, mu­ En tal sentido, solo puedo aportar que las dos líneas dominantes
seos, galerías. En pleno desarrollismo, la extensión se fundió con en la escena del debate serían las siguientes: incorporar a la exten­
la idea de transferencia y servicios a terceros: la universidad “con­ sión como espacio curricular, es decir, como una asignatura más o
tratista” incorporó recursos a través de la venta de su know how a menos clásica o como un seminario o taller (lo cual reproduciría el
empresas públicas y privadas. modelo de la investigación, a su imagen y semejanza); o bien, resca­
En la actualidad estamos transitando un periplo en el cual la ex­ tar a la extensión como experiencia de formación dentro del grado en
tensión es entendida como una acción conjunta y recíproca entre la tanto práctica (con cierto parecido a las prácticas de enseñanza en el
universidad y la comunidad, tanto de los conocimientos necesarios ámbito escolar o con asignación de créditos). El debate está abierto y
para resolver problemas y demandas sociales, como de la propia existen experiencias acumuladas en ambos sentidos por otras carre­
agenda de esos problemas. ras y unidades académicas que habrá que analizar detenidamente.

68 69
Palabras finales –tanto en sus objetos y problemas como en su duración– constituye
una invitación interesante para la nueva generación de jóvenes, con
Soy consciente de que, más que un análisis, apenas hice una mo­ sus nuevos códigos de comunicación y sus nuevas formas de inser­
desta contribución por identificar algunos elementos que no debe­ ción en la cultura.
rían estar ausentes del necesario análisis al que nos convoca esta
jornada. No obstante, en el repaso de este sucinto inventario co­
mienzo a reconocer un par de situaciones sobre las cuales hacer las Lecturas recomendadas
últimas consideraciones.
En primer lugar, invito a pensar que la tarea de los universitarios Para revisar el concepto de democracia, recomiendo dos lecturas
es la de redoblar el esfuerzo por la crítica. Flaco favor haríamos a la clásicas, las cuales, a su vez, incorporan numerosas referencias:
comunidad si nos contentáramos con la incorporación de la demo­
cratización, la inclusión, la integración y la igualdad en la agenda Bobbio, N., N. M atteucci y G. Pasquino (1998), Diccionario de política,
pública y nos desentendiésemos de la disputa permanente en torno México, Siglo xxi.
a sus significados. Tal como nos advierte Kessler (2011), podrían dar­ Di Tella , T. et al. (1989), Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas.
se situaciones de mayor inclusión sin modificar las condiciones de Buenos Aires: Puntosur.
desigualdad. Vaya un ejemplo en Educación Física: pensemos en el
llamado “deporte social”, desarrollado preferentemente en el entor­ Para la discusión de temas ligados a la inclusión-exclusión y a
no de políticas municipales. Es probable que más niños, niñas y jó­ la igualdad-desigualdad, sugiero el repaso de textos plurales, para
venes participen de la experiencia del deporte; pero se trata muchas abrir la discusión:
veces de un “deporte de segunda”: un deporte que muy difícilmente
lleve a esos sujetos a la posibilidad de destacarse en esa disciplina, Dubet, F. (2011), Repensar la justicia social. Contra el mito de la igualdad
pues esa práctica no supera los límites que impone el objetivo de la de oportunidades, Buenos Aires, Siglo xxi.
“contención” social (indispensable, pero nunca suficiente). K essler , G. (2011), “Exclusión social y desigualdad ¿nociones útiles
En segundo lugar, me parece prudente abandonar los modelos para pensar la estructura social argentina?”, Lavboratorio. Revis-
rígidos de tratamiento del problema de la extensión y la democra­ ta de estudios sobre cambio estructural y desigualdad social, Nº 24.
tización. Parecería saludable abordar un tema complejo desde una Disponible en publicaciones.sociales.uba.ar/index.php/lavboratorio/
perspectiva idénticamente compleja y plural, sin por eso entregarse article/view.
a los cantos de sirena del eclecticismo. Una materia en el currícu­ Sen, A. (1995), Nuevo examen de la desigualdad, Madrid, Alianza.
lum que se denomine “Extensión” no asegura buenas experiencias y – (2010), La idea de la justicia, Buenos Aires, Taurus.
prácticas en ese sentido; pero tampoco la imposición de trabajos co­
munitarios: la solidaridad y la sensibilidad social tampoco se apren­ En relación con los temas ligados a extensión propongo incorpo­
den por esta vía. Quizás convenga abrir la mirada y estar atentos a rar un par de lecturas generales relativas al devenir del concepto:
las propuestas que los propios estudiantes puedan hilvanar y, para­
lelamente, mantener una oferta de experiencias para aquellos que Carballo, C. (2014), “Afrontando desafíos en el campo de la investiga­
no tengan la suficiente imaginación o posibilidades creativas. Del ción en Educación Física”, conferencia dictada en VII Jornadas de
mismo modo, habrá que pensar si la oferta de carreras “clásicas” Investigación en Educación Física y II Congreso Argentino de Educa­

70 71
ción Física del Centro del País, Universidad Nacional de Río Cuarto. natorios u otros mecanismos de exclusión resultan contradicto­
– y H. A driani (2015), “Extensión”, en C. Carballo (comp.), Diccionario rios con el espíritu de la norma.
Crítico de la Educación Física Académica: rastreo y análisis de los 2. En otro pasaje del texto se caracterizó al ciclo político de ese
debates y tensiones del campo académico de la educación física en momento como “posneoliberal o contracíclico”. Queda claro
Argentina, Buenos Aires, Prometeo. que con el cambio de autoridades nacionales ocurrido en di­
ciembre de 2015 ese ciclo concluyó ya que estamos en presen­
Update: He preferido dejar el texto tal como se presentó en su cia de una restauración conservadora.
oportunidad, aquel jueves 25 de junio de 2015. No obstante, entre
aquellas jornadas y la publicación definitiva del volumen, han me­
diado algunas circunstancias históricas que conviene señalar.

1. En un par de pasajes del texto se reclama una nueva Ley de


Educación Superior. No obstante, es necesario recordar que la
Ley de Educación Superior (LES 24.521, sancionada y promul­
gada parcialmente en 1995) sufrió varias modificaciones: en
2002 (ley 25.573), en 2003 (ley 25.754), en 2005 (ley 26.002) y en
2006 (ley 26.206). Pero el más significativo de todos los cambios,
de cara al tema del coloquio y a mi propia presentación, fue
el ocurrido en octubre de 2015, apenas cuatro meses después
del coloquio. Con la ley 27.204 se profundizó el respaldo al pro­
ceso de avance en la garantía de la educación superior como
derecho universal que se venía dando por aquellos años. En tal
sentido, el nuevo texto jurídico explicitaba que las carreras de
grado en las universidades públicas son gratuitas y prohíbe es­
tablecer “cualquier tipo de gravamen, tasa, impuesto, arancel o
tarifa”. Asimismo, se afirma que “el Estado Nacional es el res­
ponsable de proveer el financiamiento, la supervisión y fiscali­
zación de las Universidades Nacionales, así como la supervisión
y fiscalización de las Universidades Privadas”. Además, se afir­
ma que es responsabilidad indelegable del Estado “garantizar
la igualdad de oportunidades y el acceso, la permanencia y la
graduación, y promover políticas de inclusión con perspectiva
de género en el marco de la integración latinoamericana”. Por
su parte, se deja en claro que el acceso a la universidad es libre
e irrestricto para todas las personas que aprueben la educación
secundaria y se remarca que la existencia de exámenes elimi­

72 73
La democratización de la educación superior
en el Uruguay: el caso del Instituto Superior de
Educación Física de la Universidad de la República
Paola Dogliotti
Universidad de la República, Uruguay

Presentación

El presente trabajo propone una breve problematización sobre la


democratización de la educación superior en nuestro país, específica­
mente para el caso del Instituto Superior de Educación Física (isef) de
la Universidad de la República (Udelar). El isef ha tenido una reciente
inclusión en la Udelar, su presencia data de 2006, esto ha llevado a
un lento proceso de inserción que en los últimos dos años ha sido
un tanto vertiginoso en términos de aumento de estudiantes y de la
demanda social en torno a su ingreso.
Por primera vez, en 2015, la selección de su cupo de ingreso se
realizó mediante un sorteo que eliminó todo tipo de prueba de se­
lección, lo que ha llevado a nuevos debates y conquistas en relación
con la inclusión social y la discapacidad, ya que por primera vez
en la historia de la institución, creada en 1939, pudieron ingresar
personas con diversas discapacidades.
El artículo propone, en primer lugar, un breve recorrido por las
principales discusiones en torno a la democratización de la edu­
cación superior en el Uruguay y la región, y específicamente en la
Udelar. Luego se desarrollan algunas reflexiones sobre este asunto
para el caso del isef, mostrando las principales argumentaciones en
torno a la liberación de la matrícula y los procesos y las etapas por

75
los que ha pasado el isef en torno a los tipos de prueba de ingreso principales desafíos y estudios en torno a los problemas de aprendi­
hasta su eliminación. zaje, en virtud de esto, se desarrolló fuertemente la psicopedagogía.
En una tercera parte del trabajo se presentan algunas reflexiones Un tercer momento en las décadas de 1980 y 1990, donde las princi­
en torno a la función de la extensión en el isef, sus principales reco­ pales políticas giraron en torno a la equidad-calidad de la educación y
rridos y desafíos actuales. en el cual se implementaron en la región programas compensatorios
en el marco de las políticas focalizadas basadas en la construcción di­
ferencial de ciertas poblaciones o gestión diferencial de poblaciones.
La democratización de la educación Un cuarto momento que se inscribe desde la década de 2000 hasta la
superior en el Uruguay y Udelar actualidad, en donde se aplicaron los llamados “Programas de nueva
generación” a raíz de la extensión de serios problemas de exclusión
La enseñanza media y la universidad cumplieron históricamente educativa. La inclusión educativa, en este entramado, ha generado
en nuestras sociedades una función de clasificación y estratificación relevancia en el discurso público aunque es necesario precisar que
social. Los estudios que abogan por una tesis reproductivista del pa­ el discurso de la inclusión es mucho más antiguo.
pel de la educación han sido en la década de 1980 pioneros en pro­ A continuación, se muestra un cuadro con una síntesis de lo de­
nunciar la contribución de los sistemas educativos modernos en la sarrollado precedentemente que ubica cada uno de los cuatro mo­
reproducción y mantenimiento de las clases sociales. Luego en la dé­ mentos de los programas de políticas de equidad en Latinoamérica:
cada de 1990 nuevos estudios de la sociología de la educación han
cuestionado estos presupuestos y han señalado también la capacidad Cuadro 1. La evolución en la definición del problema de la
transformadora de la educación. En este sentido, nos parece que: inequidad educativa en América Latina
Momento histórico Discurso Definición del Estrategias de
El tema, por tanto, no sería la discusión conducente a si problema intervención
Años 40 y 50 Educación común Acceso universal Asistencialismo
la educación transforma o reproduce, sino el punto central
universal (comedor universal,
se ubica en establecer con la mayor claridad posible a favor
vestimenta, útiles)
de qué sectores sociales produce estas funciones, en contra de Años 60 y 70 Educación común Acceso universal Psicopedagogismo
quién y cómo se alteran situaciones que no favorecen proce­ universal y problemas de (gabinetes, grados
sos de expansión del derecho a la educación […] [Esto] requie­ aprendizaje de nivelación)
re reformular perspectivas teóricas, generar nuevas prácticas Años 80 y 90 Calidad con equidad Inequidad en logros Programas
y reconocer también nuevos actores. (Martinis, 2014: 188) de aprendizaje compensatorios
Segundo lustro de Inclusión educativa Exclusión educativa Programas de nueva
años 2000 generación
Por esto, partimos por indicar cuatro momentos de las políticas
Fuente: Mancebo y Goyeneche (2010) a partir de Reimers (2000) y Aguerrondo (2008).
pro equidad en América Latina (Mancebo y Goyeneche, 2010) que
pueden ayudarnos a tener una mirada más amplia sobre este tema.
Un primer momento, en las décadas de 1940 y 1950, donde la búsque­ Nos parece relevante politizar la discusión sobre la noción de in­
da de la equidad estuvo centrada en el acceso universal en la escuela clusión social, vinculándola a debates más amplios y no meramente
primaria. Un segundo momento, en las décadas de 1960 y 1970, se técnicos –en relación con la cobertura adecuada y el método de en­
basó en el acceso a la escolaridad básica y en la emergencia de los señanza pertinente–, sino mostrando las relaciones de fuerza que

76 77
están por detrás de los procesos de producción de la desigualdad: saron casi un 44% más de estudiantes (21.444) que en 2000. Este
formas de distribución de la riqueza y de construcción de una ciuda­ crecimiento ha sido más acelerado en el interior: mientras en Mon­
danía sin exclusión. Por lo tanto, las políticas no deberían llamarse tevideo los ingresos crecieron un 30%, en el interior los ingresos se
de inclusión educativa sino de justicia o reconocimiento (Martinis, multiplicaron por más de 5 (Udelar, 2015).
2014). Esto necesariamente necesita repensar el concepto de igual­ A nivel de la Comisión Sectorial de Enseñanza (cse) se implemen­
dad desarrollado en la configuración de los sistemas educativos mo­ taron programas dirigidos a la disminución del abandono: el Pro­
dernos en el que estaba asociado e implicaba la homogeneidad de grama de Respaldo al Aprendizaje (progresa), programas de becas,
los sujetos educativos, y por el contrario, pensar la igualdad articu­ Flor de Ceibo,2 entre otros. En 2014 el conjunto de los Entornos Vir­
lada con el concepto de diferencia. tuales de Aprendizaje (eva) de la Udelar ha alcanzado los 100.180
Existe una seria dificultad en alcanzar la democratización de la registrados, se ubica así entre los 5 Moodle con más usuarios del
educación superior en el Uruguay ya que vivimos un profundo es­ mundo, contribuyendo a la diversificación de las modalidades de
tancamiento en la universalización de la educación media básica enseñanza (Udelar, 2015).
y superior desde hace más de tres décadas. La investigación de De En los últimos años el número de egresos ha crecido significati­
Armas y Retamoso (2010) sostiene que completar la educación me­ vamente, alcanzando en 2011 una cifra histórica, que sobrepasó los
dia es diez veces mayor en el quintil de mayores ingresos que en el cinco mil egresados, lo cual ratificó un ritmo de crecimiento que se
más bajo. Por otra parte, este estudio sostiene que el 70% del quintil venía observando en los últimos cinco años (Udelar, 2015).
más rico accede a la universidad frente al 7% del quintil más pobre. A nivel de la Comisión Sectorial de Investigación Científica (csic),
Cada 100 niños que ingresan a la escuela, 97 terminan primaria, 69 a partir de 2008 se lanzó el Programa de Investigación e Innovación
terminan ciclo básico y 37 terminan bachillerato. Orientadas a la Inclusión Social dentro del fondo universitario para
Estos datos son más que evidentes y desafían a la universidad a aportar a la comprensión pública de temas de interés general. Esto
preguntarse por: ¿cómo trabajar para revertir esta situación? En contribuyó al desarrollo de investigaciones que dieran cuenta so­
este sentido, la Udelar ha desarrollado en los últimos ocho años una bre esta problemática y que permitieran desarrollar políticas para
serie de políticas democratizadoras entre las que destacamos su lograr la permanencia y la conclusión de los estudios en los diversos
integración al Sistema Nacional de Enseñanza Terciaria Pública a niveles de enseñanza, y diseñar estrategias para enfrentar los pro­
partir de la promulgación de la Ley de Educación de 2008 (18.437). blemas vinculados a la deserción, repetición, extraedad, permanen­
En este marco se diseñaron e implementaron programas conjun­ cia indefinida, etcétera.
tos con la Administración Nacional de Educación Pública (anep)1 de Por otra parte, a nivel de la Unidad de Capacitación y Educación
pregrado (carreras técnicas y tecnólogos), grado (licenciatura en Permanente (ucep) se desarrollaron una serie de programas de for­
Educación Física) y posgrado. Se ampliaron las ofertas de carreras mación mediante fondos concursables que pemitieran promover la
de grado propias de la Udelar, que pasó de ofrecer 66 carreras de formación y capacitación permanente de los que están en el mundo
grado y 133 de posgrado en 2004 a 99 y 230 respectivamente nueve
años después. El ingreso a la Udelar sigue creciendo, en 2014 ingre­
2. Programa que busca contribuir a la formación de un estudiante universitario com­
prometido activamente con la realidad de su país y acompañar la puesta en funcio­
namiento del Plan Ceibal (Proyecto de Conectividad Educativa de Informática Básica
1. Ente autónomo que se encarga de la Educación Básica: primaria, secundaria y para el Aprendizaje en Línea, primera experiencia mundial de cobertura total: se dota
preparatoria. a todos los niños y maestros de las escuelas públicas de una computadora personal).

78 79
del trabajo pero fuera del sistema educativo formal. La pregunta que recientemente creado y que tendría pocos años de existencia, has­
guió estas políticas fue: ¿cómo reconocer como sujetos de una posible ta su transformación en 2005 en Ministerio de Turismo, Deporte y
enseñanza superior a actores sociales que no cumplen los requisitos Juventud; luego se transforma en Ministerio de Turismo y Deporte,
que formalmente están pautados para acceder a la enseñanza supe­ dentro del cual se creó la Dirección Nacional de Deportes. El 1 de
rior o sea que no culminaron el bachillerato? Esto llevó a la Udelar a enero de 2006, luego de un largo proceso que se inició en la década
la implementación de procesos de validación de conocimientos por de 1990, el isef ingresa formalmente a la Udelar.
fuera del sistema educativo formal. Amparándose en el capítulo 39 La democratización de la educación superior en el isef es una
de la nueva ley de educación 18.437, reglamentó el artículo 34 de la aspiración que no ha podido materializarse aún. Existe una limita­
Ordenanza de Estudios de Grado que atiende esta situación y permite ción importante en el cupo de ingreso desde su creación en 1939. A
la validación de trayectorias laborales para el acceso a la educación continuación se presenta un cuadro comparativo entre el número
superior de personas que no culminaron el bachillerato. de inscriptos y el cupo a la licenciatura en Educación Física en cada
A nivel de la Comisión Sectorial de Extensión y Actividades en el uno de los departamentos donde se dicta desde 2009 hasta 2015.
Medio (cseam) se han implementado diversas propuestas que apuntan
a otro modo de relacionamiento e interacción de la Udelar con la so­ Cuadro 2. Comparativo inscriptos/cupo estudiantes
ciedad. Entre ellas, se destaca el establecimiento del Programa Integral licenciatura en Educación Física isef 2009-2015
Metropolitano (pim),3 las propuestas de curricularización de la exten­ 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015
Montevideo 350/70 392/70 334/70 364/110 416/140 678/176 1313/400
sión y el desarrollo de Espacios de Formación Integral (efi), entre otros,
Maldonado 109/70 139/70 147/70 161/70 151/70 226/70 276/100
estos últimos serán desarrollados en la última parte de este trabajo. Paysandú 98/70 118/70 161/70 150/70 161/70 136/70 169/100
Cerro Largo --- --- --- --- --- 120/120 ---
Total 557/210 649/210 642/210 675/250 728/280 1160/436 1758/600
La democratización de la educación superior Fuente: Bedelía isef.
en el isef: una aspiración incumplida
De la lectura del cuadro se puede señalar que la mayor necesidad
El Curso de Profesores de Educación Física, años más tarde trans­ de aumento de cupos se presenta en el departamento de Montevi­
formado en Instituto Superior de Educación Física (isef), fue creado deo, donde en el presente año se dejó sin la posibilidad de estudiar
el 3 de mayo de 1939, en el ámbito de la Comisión Nacional de Educa­ a 913 jóvenes, que representan el 70% del total de aspirantes del
ción Física (cnef) por decreto del Poder Ejecutivo (específicamente, departamento. Mientras que en Maldonado se dejaron afuera a 176
en la órbita del Ministerio de Instrucción Pública y Previsión Social). jóvenes que representan el 64% del total de aspirantes del departa­
En 2000, el isef pasa a la órbita del Ministerio de Deporte y Juventud, mento y en Paysandú se dejaron afuera a 69 aspirantes que repre­
sentan el 41% del total de aspirantes del departamento. Si nos re­
mitimos a los números totales, en el isef en 2015 se inscribieron un
3. Se desarrolla desde inicios de 2008 en zonas de la región este de Montevideo. Se total de 1758 jóvenes y tan solo hubo cupo para 600 de ellos, lo que
trata de un programa con abordaje territorial que integra las funciones de ense­
ñanza y aprendizaje, extensión e investigación y procura la inserción curricular de implicó dejar sin la posibilidad de estudio a 1158 estudiantes, que
materias, disciplinas y cursos de las distintas facultades y escuelas universitarias representa el 66% del total de estudiantes que aspiraba a ingresar
en su plataforma de trabajo de campo. Los principales ejes de este programa son
el aprendizaje por problemas, diálogo de saberes, gestión participativa, trabajo en
en nuestra casa de estudios. Esta cantidad de excluidos del sistema
red y procesos de enseñanza aprendizaje inclusivos (www.pim.edu.uy/institucional). universitario es realmente alarmante si tenemos en cuenta que hay

80 81
una gran necesidad de puestos de trabajo en el campo de la Educa­ blece por primera vez una prueba teórica múltiple opción. Am­
ción Física, el deporte y la recreación en nuestro país (isef, 2015a). bas pruebas ranquean.
Es importante destacar que cuando se libere la matrícula si bien – Etapa teórica: prueba práctica sencilla y la prueba teórica (déca­
será una conquista importante en la historia del isef en términos de da de 2000): centralidad en lo teórico, ya que es la única prueba
democratización de la educación superior, esto no será suficiente, ya que ranquea.
que se tendrá que trabajar en mejorar los índices de permanencia y – Etapa arbitraria: implementación del sorteo (en 2014 se sustitu­
egreso de nuestros estudiantes y en el acceso de vastos sectores so­ yó la prueba teórica por el sorteo y en 2015 solo se implementó
ciales excluidos hoy en día del sistema de educación media. En este el sorteo como único mecanismo de selección de los aspirantes).
sentido, el isef ha contribuido y trabajado en el diseño de algunos pro­
gramas de inclusión educativa en educación media básica, como lo es En relación con la primera etapa médico-higienista, a continua­
el programa Formación Profesional Básica (fpb) en Deporte, y en edu­ ción se cita parte del decreto ley de creación del Curso de Profesores
cación media superior, en el Bachillerato Tecnológico en Deporte y Re­ de Educación Física de 1939, específicamente parte de los requisitos
creación, ambos programas desarrollados en el Consejo de Educación de ingreso exigían, según artículo 9, lo siguiente:
Técnico-Profesional (cetp) de la anep. Estos programas han tenido una
muy buena receptividad en la población y han permitido la amplia­ e) presentar certificado de salud y aptitud, expedido por
ción del acceso a la educación media básica y superior: la Formación la Oficina Médica de la Comisión Nacional, f) Ajustarse a
Profesional Básica en Deporte abarca a marzo de 2015 a 1990 alumnos las normas, del punto de vista físico, que para el ingreso
del ciclo básico y apunta a la reinserción estudiantil de jóvenes de ba­ establecerá la Sección Técnica y la Oficina Médica de la Co­
jos recursos que tienen dificultades en la realización de este ciclo de misión Nacional. (cnef, 1939: 32)
estudios; el Bachillerato Tecnológico en Deporte y Recreación en 2015
alberga entre los tres años de estudio a seis mil estudiantes activos. El cuerpo médico de la cnef no solo expedía certificados de sa­
Estudios sobre historia de las pruebas de ingreso en el isef (Mar­ lud sino de aptitud física; esto le daba una jerarquía superior y un
tínez et al., 2015) y sobre la formación de docentes de Educación Fí­ mayor poder de decisión que la del propio cuerpo técnico de la cnef
sica en el Uruguay (Dogliotti, 2012) dan cuenta de una configuración sobre el campo de la Educación Física. En el informe elevado el 6
médico-higienista en el campo de la Educación Física y al interior de febrero de 1939 por la Oficina Médica y la Sección Técnica a la
del isef, destacándose como el principal factor de exclusión de los cnef, según lo dispuesto en el inciso f) del proyecto que se mantuvo
aspirantes junto al rendimiento físico. idéntico en el decreto, señala:
A modo de hipótesis primaria podemos establecer cinco etapas
en los modos de exclusión/selección de los aspirantes: El aspirante a profesor de Educación Física debe no so­
lamente gozar de excelente salud sino también presentar:
– Etapa médico-higienista: examen médico y prueba física (1939 un verdadero estado de robustez, un equilibrio funcional de
hasta la reapertura democrática). todos los aparatos del organismo, un físico vigoroso y antro­
– Etapa física: prueba física (década de 1980): centralidad en lo fí­ pométricamente no ser inferior a los considerados valores
sico, ejecución de marcas. medios del biotipo nacional. Deberá poseer un cuerpo: sin
– Etapa físico-teórica: prueba física y prueba teórica (década de imperfecciones de importancia, con un desarrollo armónico
1990): comienza a perder fuerza el rendimiento físico y se esta­ de sus partes, exento de toda debilidad congénita y taras he­

82 83
reditarias, sin deformaciones de tórax, sin desviaciones de sin sintomatología alguna de etilismo e intoxicaciones por
la columna vertebral, sin asimetrías notorias, con los miem­ estupefacientes. Además, deberá poseer una inteligencia
bros presentando su eje en dirección rectilínea en toda su bien desarrollada, sin debilidad mental ni dificultad alguna
longitud, sin que sus segmentos acusen ángulos o abertura de la palabra, sabiendo expresarse clara y correctamente.
externa, o interna, con pies de bóveda plantar normal, con Sistemáticamente deberán realizarse a todo aspirante una
una talla no inferior a 163 cm para los varones y 158 cm reacción Wassermann en la sangre, un análisis completo de
para las mujeres; con circunferencia toráxica no inferior a la orina, una radiografía de tórax y un estudio completo del
80 cm en los varones y a 70 cm en las mujeres, a la altu­ aparato digestivo. (cnef, 1939, en Lodeiro, 1990: 15-17)
ra de la base de la apófisis xifoides esternal; con expansión
respiratoria no inferior a 0,06 cm en los varones y a 0.056 El énfasis puesto en la medición de estos atributos da cuenta de que
cm en las mujeres, a la misma altura; sin merecer clasifica­ el cuerpo al que se aspiraba a llegar y, por lo tanto, medir y cuantificar,
ción morfológica de ultrabrevilíneo o ultralongilíneo; mere­ era el cuerpo orgánico, fisiológico. Las funciones que se medían se dis­
ciendo una clasificación favorable en la mayor parte de los tanciaban de otras cualidades como la creatividad, la expresividad, lo
siguientes índices: segmento antropométrico de Bouchard, artístico. La normación y normalización ejercida por la Oficina Médica
fórmula Broca-Brugsch, coeficiente toráxico de Amar, índi­ de la cnef, que evaluaba y medía a cada uno de los cuerpos individua­
ce esqueletal de Manouvrier (descartándose los hiperbra­ les de los aspirantes y al mismo tiempo esos cuerpos eran comparados
quicélicos y los hipomacrocélicos), índice de Pignet, índice según criterios de aptitud estandarizados para toda la población a par­
de Dreyer; sin cicatrices viciosas o muy pronunciadas, sin tir de los cuales se excluía a muchos de la posibilidad de ser profesor
deformaciones consecutivas a intervenciones quirúrgicas de Educación Física, fue una práctica instituida durante largos años en
u otras enfermedades; sin abdomen prominente que seña­ la cnef. Detrás de estas prescripciones médicas se establece un ideal
le una pared abdominal de escasa resistencia o un aparato de cuerpo no solo orgánico sino moral y social, que conducía a un tipo
digestivo de funcionamiento anormal; que pueda realizar único y determinado de estética. La “robustez”, el “vigor físico”, “sin
amplia y perfectamente todos los movimientos propios de imperfecciones”, “sin cicatrices viciosas o muy pronunciadas” o “esca­
la cabeza, del tronco y de los miembros; con elasticidad en so número de dientes”, la “precisión de los movimientos”, dan cuenta
todas sus articulaciones y agilidad, coordinación y precisión del cuerpo que se aspiraba excluyendo otras estéticas y prohibiendo
de sus movimientos; sin hernias; sin várices ni úlceras de determinadas conductas. El cuerpo médico excedía en gran medida
los miembros inferiores; sin uñas encarnadas; sin enfer­ su campo de actuación orgánica e invadía en forma infinitesimal el
medades crónicas de la piel y cuero cabelludo y afecciones ámbito de la vida privada de los sujetos, sus costumbres, prescribiendo
agudas recidivantes; sin enfermedades de las glándulas ge­ no solo un “biotipo nacional” ideal sino una “inteligencia bien desarro­
nitales y sin envolturas, sin hemorroides, fístulas o prolap­ llada” y los modos de expresarse “clara y correctamente”.
sos anales; sin enfermedades crónicas de ojos, nariz, faringe Hacia mediados de la década de 1980, con la reapertura demo­
y oídos; con permeabilidad nasal normal; sin caries den­ crática, el examen médico dejó de tener relevancia y la ejecución
tarias ni escaso número de dientes, con agudeza auditiva técnica según marcas fue el único mecanismo de selección de los
normal, con agudeza visual no menor a 1/2 en un ojo y 1/3 aspirantes. La oficina médica dejó de intervenir a través del examen
en el otro, sin corrección; sin afecciones óseas y articulares; riguroso detallado anteriormente y son los profesores de Educación
sin disfunciones endócrinas; sin enfermedades venéreas; Física del isef los que ocupan ese lugar.

84 85
En la década de 1990, el ranking establecido para acceder a los pos en la licenciatura en EF, 3. en el entendido que este me­
cupos limitados a través de las marcas alcanzadas en las pruebas canismo de prueba escrita es apenas un débil dispositivo
prácticas fue complementado con otro ranking a través de una prue­ para una fuerte invisibilización de la competencia desigual
ba teórica de múltiple opción. Lo físico lentamente fue perdiendo la por un lugar en la educación superior, 4. con la necesidad
centralidad en la selección, y la formación teórica comenzó a ocupar de dar discusión sobre la pertinencia de una prueba prác­
un lugar de mayor relevancia. tica de aptitud física y motriz en relación con los requeri­
En la década de 2000 la prueba teórica ocupa un lugar destacado mientos de la formación de grado, 5. los docentes de isef
sobre la práctica, siendo la primera la única que establece un ran­ entienden que es necesario eliminar la prueba de ingreso
king en la selección de los aspirantes. La prueba práctica se torna y realizar un sorteo para acceder a los cupos entre todos
cada vez menos exigente. los inscriptos para cursar la licenciatura en Educación Físi­
En 2013, la comisión directiva del isef resolvió que en 2014 “de ca. 6. Finalmente, es imprescindible destacar que el sorteo
tener en el futuro que restringir el ingreso a las carreras de isef: el de cupos de ninguna manera resuelve (ni contribuye a re­
mismo [formato de prueba de ingreso] se definirá por sorteo (con solver) los problemas estructurales del sistema educativo,
o sin prueba previa)” (res. 10 de Sesión Extraordinaria del 26 de pero entendemos que disminuye el peso de las variables
julio de 2013). Los argumentos que fundamentaron esta decisión culturales y sociales con las cuales un joven se enfrenta a
por parte del orden docente, esgrimidos en Comisión Directiva en una prueba de conocimientos para acceder a la educación
su momento, fueron: superior. (Documento Orden Docente, isef- cd, 2013)

Cuando los aspirantes llegan a rendir la prueba, ya han El principal argumento se centra en la capacidad que tenían las
pasado por todos los filtros culturales y sociales que im­ pruebas de invisibilizar la competencia desigual por un lugar en la
pone el sistema educativo. Luego, debemos decir que la educación superior. El sorteo logra visibilizar y poner al desnudo
prueba de ingreso no hace más que sumar un nuevo filtro, este problema, disminuir el peso de las variables culturales y so­
un nuevo escollo para acceder a la educación superior. Si ciales, y centrar la responsabilidad de la exclusión en el Estado, la
seguimos la hipótesis fundamental, hemos de suponer que universidad y el isef. Esto es explicado enfáticamente por el orden
quienes están en mejores condiciones para tener éxito en estudiantil en el siguiente extracto del documento presentado en
la prueba son aquellos que por sus antecedentes cultura­ 2013 para argumentar a favor de la eliminación de las pruebas y de
les y sociales cuentan con más y mejores herramientas. La la selección por sorteo:
única manera de eliminar ese escollo es asumir que, según
está pautado en nuestro sistema educativo, todo estudiante La realización de un sorteo echa por tierra años de una
que culmine el bachillerato está habilitado para acceder a profunda carga a nivel social, donde se cree o se piensa
estudios terciarios y universitarios. Eso implicaría elimi­ que para ingresar al instituto se necesita un alto rendi­
nar la restricción de cupos. Sin embargo, 1. habiendo va­ miento físico, propio de una élite que estuvo estrecha­
lorado la imposibilidad de la eliminación inmediata de los mente vinculada a los clubes deportivos. Si bien hace unos
cupos, 2. con la certeza de que una prueba escrita (examen años que la realidad dicta otra cosa, lamentablemente esa
de “múltiple opción”) no representa un criterio válido para idea sigue encarnada en el imaginario. Pone además toda
establecer un orden de prelación (ranking) para ocupar cu­ la responsabilidad de la exclusión en la institución, en la

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Universidad, en el Estado y no, como hasta el día de hoy restringido, ha contribuido, a lo largo de las últimas décadas en el
que se insiste en hacer creer que la responsabilidad por Uruguay, a la privatización del campo, tanto en la formación de gra­
acceder a un derecho que nos corresponde radica en uno do como de posgrados y educación permanente. Datos proporciona­
y es fruto del esfuerzo individual despegado de cualquier dos por el Primer Relevamiento Nacional de Egresados de 2014 (isef,
condicionamiento social. Si usted entró es porque se habrá 2015b) muestran claramente la privatización del campo en la oferta
esforzado mucho, y amigo, si usted no entró, es porque o de cursos de posgrado y educación permanente. Al ser consultados
usted no es digno de ingresar o usted debe esforzarse más sobre dónde realizaron estos cursos, la gran mayoría respondió en
que en la próxima tal vez lo logre. Esta posición basada en Uruguay (94%). A su vez, la amplia mayoría de quienes realizaron
concepciones individualistas, no toma en cuenta todos los los cursos en nuestro país lo hicieron en instituciones privadas
condicionamientos culturales, sociales y económicos que (74%), frente al isef (17%) y otros servicios de la Udelar (9%).
puede haber a la hora de rendir la prueba. (Documento Or­
den Estudiantil, isef- cd, 2013)
La extensión universitaria en el isef
El giro es clave: el sorteo permite pasar de una responsabilidad y
culpabilización individual a una social y colectiva. Los argumentos En el documento de sistematización, elaborado por la Unidad de
anteriormente desarrollados fueron presentados nuevamente, en Apoyo a la Extensión en 2012 (isef-UAEx, 2012) se establecen tres
un nuevo documento presentado por la dirección del isef en 2014 momentos bien definidos de la extensión en el isef. Un primer mo­
a la comisión directiva del isef. El documento recuperaba los argu­ mento comprendido entre 1995 y 2005, coincidentes con la crea­
mentos desarrollados en 2013 y agregaba, entre otros: ción y el desarrollo del Departamento de Extensión, en donde la
extensión era entendida como actividades en el medio y lugar de
6º- La prueba práctica genera un mercado paralelo de relacionamiento del isef con otras instituciones. En este período la
preparación de la misma por parte de algunas empresas extensión no figura explícitamente en los planes de estudio del isef.
y/o clubes deportivos, esto agudiza lo explicitado en el pun­ Es recién en el Plan 2004 cuando la extensión aparece no explícita­
to 3 en tanto aumenta el peso de las variables culturales y mente nombrada en la práctica docente en la comunidad, desarro­
sociales con las cuales un joven se enfrenta a una prueba llada en el cuarto año de la licenciatura en Educación Física.
para acceder a la educación superior. (Documento Direc­ Un segundo momento, comprendido entre 2005 y 2007, enmarca­
ción, isef-cd, 2014) do en el momento de ingreso a la Udelar, período donde se conforma
la Comisión de Emergencia Social y la Comisión de Extensión Provi­
La prueba práctica, entre otros aspectos, contribuía a fomentar soria. En 2005, a partir de un convenio con el Ministerio de Desarrollo
un mercado privado para su preparación. Este argumento, junto Social (mides) se financian una serie de proyectos comunitarios. Se
al resto, fue clave para suprimir por primera vez en la historia del desarrolla el Programa de Atención a la Emergencia Social a través
isef, por resolución Nº 2 del 8 de agosto de 2014 de la Comisión de la Comisión de Emergencia Social. En este contexto, lo comunita­
Directiva, la prueba práctica como mecanismo de discriminación rio se entiende por encima o de igual jerarquía que la extensión. La
del ingreso. extensión no se integra al currículum sino que se centra en el trabajo
La imposibilidad de la democratización de la educación superior voluntario de los estudiantes y se presenta con una clara desvincula­
en el ámbito de la Educación Física en el Uruguay, con un cupo tan ción de los planes de estudio del isef.

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En este momento, a través de la extensión, se comienzan a poner Educación Física para higiene de columna. En cierta medida, estos
en tensión los saberes tradicionales del campo de la Educación Fí­ proyectos, por ser los primeros en desarrollarse en el isef, servicio
sica, se cuestiona lo técnico, mecánico y biológico, y es considerada universitario con una gran tradición profesionalista, son concebi­
una vía para la transformación del campo. dos desde una concepción de la extensión asistencialista.
A partir de 2006 se crea la Comisión de Extensión Provisoria, que En octubre de 2009 el Consejo Directivo Central (cdc) de la Ude­
permite una revisión crítica de la extensión al ingreso del isef a la lar aprueba una propuesta de creación de Espacios de Formación
Udelar, durante el rectorado de Arocena. En este contexto se presen­ Integral (efi) e Itinerarios de Formación Integral en el marco del
ta una concepción de “extensión crítica”: documento de curricularización de la extensión y renovación de la
enseñanza. A partir de aquí la extensión se configura como diálogo
Tiene su origen en una visión crítica de la estructura de saberes, interdisciplina e integración de funciones.
social. Estas prácticas comienzan a implementarse, funda­ Los efi y la curricularización de la extensión son pensados como
mentalmente, a posteriori del modelo clásico y promueven propuestas donde el centro de la integralidad está en la figura del do­
prácticas que apuntan a modificar la base estructural de cente, en su capacidad de articulación de las tres funciones universita­
la sociedad y/o las limitaciones estructurales de los actores rias. La integralidad es concebida como espacio de preguntas recípro­
con los cuales trabajan. (Tommasino,4 2006: 122-123) cas, “implica preguntas que la enseñanza le hace a la investigación, que
la investigación le hace a la extensión, y que la extensión le realiza a
En este momento comienza a emerger con fuerza una extensión cualquiera de las otras dos funciones. Asimismo todas las funciones se
que se piensa a sí misma como trabajo con otros servicios de la Ude­ formulan preguntas a sí mismas y a todas las demás” (Sutz, 2011: 52).
lar, entre los órdenes y se comienza a desarrollar una acumulación A partir de este momento comienza a configurarse una tensión
teórica en torno al territorio. entre los programas integrales de investigación, extensión y ense­
En un tercer momento, desarrollado entre 2007 y 2011, se crea la ñanza, y las propuestas de proyectos aislados de cada una de las tres
Unidad de Extensión y como principal desafío se plantea fortalecer funciones. Estos últimos habían sido promovidos por los sucesivos
la extensión como parte de la “formación integral”. En 2007, en el prorrectorados anteriores, en los cuales, los llamados a proyectos
marco de la Segunda Reforma Universitaria, la Comisión Sectorial concursables eran ejecutados en forma autónoma y aislada por
de Extensión y Actividades en el Medio (cseam) de la Udelar abre por cada una de las comisiones sectoriales que atienden estas funciones.
primera vez, llamados a los diferentes servicios para la creación y Los efi, si bien fueron liderados por la cseam, intentaban poner en el
consolidación de Unidades de Apoyo a la Extensión (UAEx) otorgan­ centro la discusión de la articulación de las tres funciones, su modo
do a cada una un presupuesto propio. Esto permite la creación de la de interacción y relacionamiento. Entre los principales desafíos que
uae en el isef y la postulación a los llamados centrales de la cseam. En planteaban era el cuestionamiento a la figura del “aula” como único
este marco se financian cuatro proyectos en el marco de la unidad espacio de enseñanza y aprendizaje. “La idea de «espacios de for­
que permiten un diálogo entre la enseñanza y la extensión: lavico mación» resulta más potente porque nos permite empezar a pensar
50, calidad de vida, Educación Física adaptada a la discapacidad y otros espacios de aprendizaje que no sean específicamente los es­
pacios de enseñanza más tradicionales asociados al aula” (Romano,
2011: 87-88). En este sentido se planteaba que “el aula como forma­
4. Prorrector de la Comisión Sectorial de Extensión y Actividades en el Medio
to, como «espacio», no debería ser el único lugar donde se pone en
(cseam) de la Udelar en el período 2006-2014. juego el conocimiento” (91). En este escenario uno de los riesgos que

90 91
se corría era el de asimilar las prácticas de extensión a los formatos difícil aspirar a un mayor crecimiento académico sin tejer en forma
ya existentes y que perdieran su potencia para producir cambios. simultánea el aumento de matrícula hasta llegar al ingreso libre. No
Específicamente en el isef, un servicio nuevo que recién daba sus se podría competir por mayores recursos económicos para investi­
primeros pasos a la interna de la Udelar, sucedía que las cargas ho­ gación y extensión, frente a otros servicios, donde el de menor ta­
rarias de los docentes eran muy bajas, con una única tarea que era la maño duplica o triplica al isef en número de estudiantes y docentes.
enseñanza, lo que dificultaba la implementación de los programas Por una parte, nos parece central continuar con el paulatino tra­
de formación integral. Se había configurado lo que se estila en lla­ siego de proyectos de investigación y extensión desarrollados al in­
mar el “profesor taxi”, y para revertir esta situación era necesario terior de las unidades o departamentos específicos de cada una de
mayor presupuesto y formación en investigación y extensión que las funciones a los departamentos académicos. Es aquí donde deben
permitiera articular las tres funciones. confluir equipos docentes liderando programas que articulen las
A partir de diversas experiencias de formación integral comen­ tres funciones. Las unidades trabajan en forma transversal aseso­
zaba a emerger la figura de la tutoría en territorio, que permitie­ rando y promoviendo a cada uno de los equipos docentes enmarca­
ra realizar el puente entre las demandas de los cursos y la de los dos en los departamentos académicos.
proyectos anclados en el territorio. Esto permitía generar nuevos Por otra parte, se deberá mejorar el vínculo del isef con la so­
dispositivos de evaluación y más flexibles, mediante la realización ciedad, ya que es un servicio que todavía tiene un escaso grado de
de trabajos de pasaje de cursos en el contexto de los proyectos de desarrollo a nivel de las tres funciones, en número de estudiantes
extensión e investigación enmarcados en una experiencia concreta. y docentes y en términos de impacto sobre la realidad social en la
Las experiencias desarrolladas fueron muy potentes para permitir articulación de las tres funciones. Para ello será necesario el cambio
valerse de la estructura curricular ya existente en las facultades e en las modalidades de estructuración de las prácticas profesionales:
institutos sin necesidad de crear nuevos espacios curriculares. El pasar de un modo de práctica endogámico, donde el isef es quien
quid estaba en cómo agregar salidas al territorio en el marco de los aporta los docentes tutores en las escuelas donde se desarrolla la
cursos existentes en cada plan de estudio sin necesidad de generar práctica a una modalidad donde los profesores de las diversas ins­
cursos específicos que atendieran a la extensión y que reafirmaran tituciones del campo educativo (preescolar, primaria, secundaria,
su aislamiento de la enseñanza y la investigación. secundaria profesional) realicen las tutorías a los estudiantes. Esto
permitiría tener otro diálogo e impacto sobre el campo profesional,
vinculándose de otro modo con el profesor que pertenece a la es­
Consideraciones finales: desafíos actuales para el isef cuela y logrando nuevas modalidades de inserción en el territorio.
Por otra parte, será necesario establecer convenios perdurables
A partir de lo desarrollado hasta aquí nos parece importante ce­ con diferentes organismos estatales que impacten en el diálogo en­
rrar el artículo planteando brevemente algunos desafíos que el isef tre lo profesional y lo académico, y la resolución de problemas del
deberá recorrer para lograr una mayor inserción en la dinámica campo. Entre posibles convenios de investigación, extensión y en­
universitaria. El desarrollo académico que deberá transitar no de­ señanza, queremos destacar algunas instituciones claves, como la
biera verse contrapuesto a la aspiración de larga data de liberación Secretaría Nacional del Deporte,5 las federaciones deportivas, las in­
de la matrícula. Entendemos que ambos desafíos están íntimamente
entrelazados, sobre todo en un contexto universitario de país, el de
la Udelar, donde todos los servicios tienen ingreso libre, sería muy 5. Recientemente creada en el ámbito de la Presidencia de la República, para dotar

92 93
tendencias, los ministerios, en especial el mides, la Junta Nacional de ceso de gestación de la Unidad de Apoyo a la Extensión en el isef 1999-
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producción de conocimiento, inherente al funcionamiento de la te y del orden estudiantil relativo al examen de ingreso.
ciencia y desde allí articular la extensión y la enseñanza. La ense­ – (2014), Resolución de Comisión Directiva (cd) Nº 2 del 8 de agosto de
ñanza y la extensión como efecto de las dinámicas de investigación 2014. Documento de dirección relativo a la eliminación de la prueba
y producción de conocimiento. Y la investigación tensionada por las práctica y solo sorteo como mecanismo de selección de ingreso.
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Udelar (2015), Informe cualitativo de la gestión 2014. Aprobado por la
Comisión Programática Presupuestal el 11 de mayo de 2015 y por Mi participación en el coloquio fue, por distintas razones, bas­
resolución Nº 9 del Consejo Directivo Central el 12 de mayo de 2015, tante irregular. De modo que mi percepción de él tiene la forma
Nº Exp. 011000-001510-15, Montevideo. de un conjunto, más o menos articulado, de momentos, de flashes,
como se usa decir ahora. Antes que ninguna otra cosa quiero, una
vez más, siempre serán pocas, felicitar a Liliana Rocha Bidegain
por haber tenido la idea de realizarlo y la determinación y la ener­
gía para organizarlo. Quiero agradecer también la disposición de
todos los disertantes para compartir sus ideas sobre el problema
que planteamos. Seguramente, cuando pueda detenerme a orga­
nizar mejor estas percepciones dispersas, separadas, tendré una
idea más acabada y por ende más potente para pensar el problema
que nos ocupa, el de la democratización de la universidad.
En tanto, lo que pude configurar a partir de esos flashes a que alu­
día me deja dos sensaciones. Una refiere a la cantidad de temas que se
disparan alrededor del problema de la democratización: el hecho de
que cada panelista lo haya pensado desde un lugar diferente y de un
modo diferente, da cuenta de la complejidad del objeto de la reflexión
y de la cantidad de cuestiones con las que se relaciona. La otra está
ligada a la pertinencia, que afirmo, del proyecto de la red, de su eje
orientador, vertebrador, porque es, o percibo que es, un tema poco
tratado, poco pensado, en relación con la democratización de la uni­
versidad. Y siempre es bueno para una investigación hurgar en las
cuestiones que suelen estar debajo de las más evidentes.

97
Alexandre Fernandez Vaz1 plantea una dicotomía, muy pertinen­ de extensión, etc. Todo eso está muy bien, creo, y si no le doy más
te, entre democratización interna y externa. Quisiera agregar otra, lugar en mi reflexión es porque, por un lado, como he dicho, se está
que es la que articula el proyecto de la red, entre una democratiza­ haciendo, y por el otro entiendo que debería ir de suyo, que es lo que
ción política y la que voy a permitirme llamar epistémica, entendida debe hacerse, aunque sé que no es lo que ocurre o se hace en todas las
la episteme en términos de saber. Quiero decir: agregar a un ejercicio universidades de la región ni en los distintos sistemas universitarios.
igualitario del poder, dado que cada claustro está representado en En esta última instancia, sin embargo, y en las anteriores, pero
las instancias de gobierno en las unidades académicas y en la uni­ en esta particularmente, las prioridades residen en las dimensiones
versidad misma (ejercicio en el que últimamente se han ajustado las política y técnica. Más aún, creo que hay una tendencia de los sis­
representaciones claustrales y al que se ha incorporado el claustro temas universitarios, quizás en el mundo, pero principalmente en
no docente), un ejercicio igualitario del saber, sometido, en cualquier nuestra región, a considerar más importantes la acción política y la
caso, apenas a la diferencia que señalara Humboldt entre el tiempo resolución técnica que el pensamiento científico. Es un error, en mi
que un profesor y un estudiante dedican a la investigación. opinión, confundir el pensamiento científico con el técnico, e inclu­
Cuando esa democratización política se ha pensado, en estos úl­ so considerarlos y enunciarlos sin solución de continuidad. Coinci­
timos años, se ha avanzado mucho, por lo menos en la Universidad do con Alexandre Koyré (1994: 115) en que es preciso distinguir el
de La Plata, sin lugar a dudas, en las cuestiones que hacen a la re­ pensamiento científico del pensamiento técnico, pues este último no
cepción y estancia de los estudiantes en la Universidad, las cuales, se coincide con el primero ni lo continúa necesariamente (Koyré dis­
sabe, pesan siempre más sobre los estudiantes de menores recursos tingue incluso la tecnología, en tanto herramental que tiene por fin
económicos y culturales.2 Se ha construido un albergue que resuelve auxiliar el progreso de la ciencia, como las lentes de los telescopios,
el problema del hábitat para muchos estudiantes; se ha recupera­ por ejemplo, de la técnica, en tanto medio o modo de solucionar
do el comedor, que resuelve el problema de la alimentación; se ha problemas de distinta índole). Por eso, me parece preciso rechazar
recobrado un ingreso sin restricciones, se ha trabajado mucho para la idea de que la universidad se sienta realizada en la producción
mejorar las condiciones de vida y estudio de los estudiantes; se han técnica e, incluso, tecnológica, en lugar de empeñarse en la creación
mejorado las bibliotecas, los recursos audiovisuales, comunicacio­ de saber. Muchas veces parece que la universidad olvida que fue la
nales. Todo esto es cierto, es palpable, se puede poner en números. elaboración de las leyes de la gravedad –y la evolución técnica– lo
Incluso, cuando esa democratización política se ha pensado hacia que permitió que aparatos de 84 toneladas de peso volaran, y que
afuera, en las relaciones entre la universidad y la sociedad, la nuestra detrás de los ordenadores y celulares actuales están el álgebra de
creó un Consejo Social, con una amplia representación de distintos Boole, la lógica simbólica, la aritmética binaria.
actores de la comunidad, a los cuales escucha, y escucha atentamen­ Fernandez Vaz puso sobre el tapete, y discutió con excelentes ar­
te, además de intensificar la dimensión extensionista y articularla gumentos, tres cuestiones que entiendo importantes y que me per­
más efectivamente en el territorio mediante la creación de centros mitiré tomar un poco por mi cuenta.
La primera es que la expansión de la matrícula, la ampliación
del acceso, no significan necesariamente más democracia. Refirió
1. Cf., en este mismo libro: Alexandre Fernandez Vaz, “Universidade e democracia: que la dictadura cívico-militar brasileña produjo una expansión de
um comentario”.
la universidad pública pero que lo hizo de un modo tecnocrático
2. En el momento de publicar este escrito, la unlp ya hace mucho ha conseguido que el
Congreso de la Nación reforme el articulado de la Ley de Educación Superior que ampa­
y reaccionario. Quizás tecnocrático y reaccionario constituyan un
raba la restricción del ingreso en nuestra Facultad de Medicina. pleonasmo.

98 99
La segunda se relaciona con la tarea de exigir al Estado el cumpli­ egreso, de enseñanza, investigación y extensión, de relación con la
miento de su papel de agente democrático y distributivo, acuñado sociedad y con la comunidad en la que se inserta.
en el ideal mismo de la sociedad liberal, tanto como con la de recu­ Lo que encuentro ausente en este debate no es eso, sino la pues­
perar el espacio público y reorganizarlo frente al avance del Estado ta en cuestión del marco en el que se desarrolla, del discurso que
y lo privado. lo establece, que fija los puntos de partida. Por ejemplo, la idea de
La tercera refiere a la posición inclaudicable que la universidad sistema científico-tecnológico, pensado así, como un continuo, sin
pública debe tener respecto de la censura de cualquier conocimien­ interrupciones, en los hechos tiende a orientar todo el sistema hacia
to o corriente de pensamiento propuesto en línea con la tradición el segundo término.
académica o en su contra, siempre, como él aclara, en los marcos de Esto pone de algún modo a la universidad en situación de producir
la razón y en oposición al oscurantismo. Eso incluye, claro, la resis­ soluciones concretas de problemas concretos, utilizando saberes de­
tencia a confundir universidad y gobierno, lo que a mi ver indica terminados en lugar de problematizar la realidad para crear nuevos,
no solo, como él advierte, una débil consolidación de la democracia, de producir objetos o acciones en vez de pensamiento, técnica en lu­
sino también una frágil constitución de la universidad misma. La gar de teoría. El discurso y la práctica que promueven la producción
universidad, como dice Fernandez Vaz, no puede y no debe ser man­ técnica y la acción territorial tienen, por lo menos, dos efectos, quizás
dataria de ningún gobierno, partido o movimiento, aunque deba sin inintencionados pero no por ello menos apreciables: el ejercicio de
duda relacionarse deliberadamente con la sociedad y representar cierta censura sobre la investigación teórica y la preeminencia de las
los intereses sociales. “demandas sociales” sobre las incumbencias de la universidad.
Resalto estas cuestiones porque creo que estamos frente a todas Como señalé antes, el problema de confundir el pensamiento téc­
y cada una de ellas. Por un lado, la política científica actual supe­ nico con el pensamiento científico ha sido puesto de relieve hace
dita a la universidad, por la vía de la financiación selectiva, más a ya tiempo por Koyré (1994: 116) y la sumisión a la demanda suele
la producción técnica que a la creación de saber, a la solución de dar malas respuestas, o insuficientes: interfiere la toma de distancia
problemas que a la problematización de la realidad. Por otro, más necesaria incluso para leerla, interpretarla, ponerla en relación con
que en condiciones de exigir al Estado el cumplimiento de su papel el pensamiento.
de agente distributivo democrático, la universidad está sujeta, vía Sortear estos obstáculos no implica aislarse ni desentenderse de la
presupuesto, a la distribución decidida por el gobierno. Finalmen­ sociedad sino hacer lo que la universidad puede hacer en ella, crear
te, la universidad es, en la medida en que no fija su propia política conocimiento: insisto en que los concretos ordenadores de hoy son
científica, mandataria o tributaria del gobierno, lo que limita sus posibles por los desarrollos abstractos de la lógica matemática de los
relaciones con la sociedad y sus posibilidades de representar los años 30 del siglo pasado, del mismo modo que los pesados aviones ac­
intereses sociales. tuales se elevan sobre leyes físicas del siglo xvii. Por otra parte, pensar
Y, sin embargo, bien o mal, estas cuestiones son pensadas, for­ no impide actuar; antes bien, el pensamiento puede considerarse “la
man parte del debate. Del mismo modo que se discute si la restric­ forma misma de la acción” (ver Foucault, 1994: 579-580).
ción de la matrícula genera excelencia o no en la formación, o si su Si las prácticas universitarias deben corresponderse, como creo,
expansión es o no sinónimo de empobrecimiento de esta, la univer­ con la creación, enseñanza y difusión del saber, deben hacerlo bajo
sidad argentina disputa el espacio público, se organiza en el Conse­ ciertas condiciones. La primera de ellas, a mi ver fundamental, la
jo Interuniversitario Nacional (cin), emite sus declaraciones, toma libertad teórica, se pierde o se estrecha una vez cuando se confunde
sus decisiones, traza, dentro de lo posible, sus políticas de ingreso y el pensamiento teórico con el pensamiento técnico y otra vez cuando

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se la somete a demanda. Y otra vez aun si consideramos, con Hum­ [para] elevarse hasta la ciencia que hasta entonces le había
boldt, que la universidad debe “elaborar la ciencia en el sentido más sido mostrada, por decirlo así, solo de lejos.
profundo y más amplio de la palabra”, suministrar un material que,
aunque no sea elaborado para la formación de los ciudadanos, resul­ Según esto, las funciones de la escuela y de la universidad son
ta apropiado para ello; no porque sea un material pedagógico, sino radicalmente distintas. Y, aun matizando el exceso de idealismo, que
porque ofrece los contenidos que sirven para esa formación. siempre criticarán las mentes falsamente realistas que sostienen la
La universidad es, en primer lugar, una institución científica; su existencia de una realidad “objetiva”, independiente, que nos ex­
objetivo principal es la elaboración de ciencia (saber, no conocimien­ cluye, la escuela, en efecto, debe preparar para entrar en la uni­
to),3 no en un sentido reducido o especializado, sino en el sentido más versidad, en la mayoría de edad.4 Me parecen superfluos tanto los
amplio. Es, en fin, pienso, un espacio de desarrollo de la actividad teó­ trayectos escolares vinculados a la preparación para el trabajo, sean
rica y de empeño en la verdad. Esto no quiere decir, quede claro, que técnicos o “profesionales”, que disfrazan una educación diferencia­
pretendo negar la importancia del desarrollo técnico y tecnológico. da de antemano para los distintos estratos sociales, cuanto los inten­
Pero sí advertir que el primero no es sino la aplicación del saber cien­ tos de la universidad por suturar las fallas de la escuela mediante
tíficamente creado y el segundo tiene sentido si sirve a su creación. dispositivos pedagógicos y didácticos basados en la recuperación
Pero hay dos problemas, íntimamente articulados, que me in­ de contenidos, con la consecuente minorización de los estudiantes,
teresa tratar aun en relación con el tema de la democratización. A sometidos a volver hacia saberes no aprendidos y supuestamente
principios de 1810, decía Humboldt: necesarios para asimilar nuevos saberes.
Esto no hace lugar al hiato, quizás indefectible, entre la escuela y
[L]a esencia de estas instituciones científicas consiste la universidad, entre la educación y la formación, señalado por mu­
internamente en conectar la ciencia objetiva con la forma­ chos autores, desde Humboldt, y últimamente con detalle y acierto
ción subjetiva [y] externamente en conectar la enseñan­ por un grupo de investigadores en la Facultad de Humanidades y
za que ya se ha completado en la escuela, con el estudio Ciencias de la Educación (Udelar).5 La enseñanza en la educación
que el estudiante comienza a guiar por sí mismo, o más escolar no puede ser sino general, así como en la formación univer­
bien consiste su esencia en efectuar el tránsito de lo uno sitaria no puede ser sino específica.
a lo otro […] el paso de la escuela a la universidad supone En la universidad es indispensable articular la enseñanza y la
un corte en la vida del joven, de modo que la escuela, si investigación para que el saber avance. No conozco un modo de bus­
ha desarrollado su tarea exitosamente, coloca al joven en car la verdad y producir saber sin afrontar, por un lado, el objeto de
una pureza tal, que puede ser abandonado física, moral e estudio, y sin exponer, por el otro, los resultados de las pretensiones
intelectualmente a la libertad y a la autonomía de acción de saber y verdad ante “otros”. En el caso particular de las discipli­
nas, una política general de la verdad resulta altamente específica.
Sin embargo, como ya advertía Humboldt ¡en 1810! la libertad en

3. Diferencio, con Lacan (2001), y también con Bordoli y Behares (2013), entre cono­
cimiento y saber. El conocimiento es lo que se conoce, lo que ya se sabe, un conjunto 4. Para todo esto, ver Wilhelm Von Humboldt (2005: 283-291). El texto fue probable­
de representaciones que nos vienen dadas, no necesariamente válidas, no necesa­ mente escrito entre abril y mayo de 1810.
riamente verdaderas; el saber, en cambio, está en el lugar de la verdad como falta, 5. Luis Behares, Raumar Rodríguez, Ana María Fernández, Eloísa Bordoli, Cecilia
como lo que no se sabe. Blezio, Paola Doggliotti, Cecila Ruegger, Ana Torrón, Cecilia Seré, entre otros.

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el modo de operar no solo se ve amenazada por el Estado, “sino […] la reflexión moral, del conocimiento científico, del análisis
por las instituciones mismas que, en cuanto comienzan a funcionar, político, etc.).
asumen un cierto espíritu y tienden a ahogar el surgimiento de otro”
(Humboldt, 2005). La universidad argentina posdictadura cívico-mi­ Este punto, que refiere a la posición de profesores y estudiantes
litar no solo se ha visto amenazada por el Estado. Se ha instalado en en relación con el saber, es hondamente decisivo en términos de
ella, poco a poco, particularmente en las carreras de profesorado, política y de democracia, particularmente en la universidad, si es
pero también en carreras científicas tradicionales y profesionalis­ que en ella se sustituye definitivamente la asimetría que es constitu­
tas, la idea de una organización de los planes de estudio y de los tiva de la educación, por la igualdad que es propia de la formación
programas, basada en criterios pedagógicos y didácticos (existe in­ científica en su sentido más amplio.
cluso en la unlp una carrera docente para enseñar a los científicos Este punto es el que pienso que no está siendo pensado. Y pienso
a enseñar su ciencia), que tiende a hacer de la enseñanza el objeto que pensarlo permitiría contribuir doblemente a la consolidación
a enseñar, desplazando el objeto de estudio disciplinar. de una sociedad democrática, en tanto habilita una actitud experi­
Nuestra carrera, por ejemplo, que es una de las dos más anti­ mental respecto de una democracia interna verdadera y una posibi­
guas de Educación Física creadas en la Universidad, ha sido ganada, lidad de pensar la democracia en sí, en tanto sistema político.
sin embargo, por un fuerte espíritu “normalista”, no universitario, Para terminar, quisiera tocar brevemente un tema que se ha tra­
con una consecuente carga de humanismo, de centramiento en un tado ya: el de la formación de élites. Por una parte, creo que la de­
sujeto entendido como individuo, es decir, unificado, equiparable fensa de la formación de élites parte del mismo supuesto que discutí
y normal (ver Eidelsztein, 2001: 31) y una idea del profesor como antes: que a menor cantidad de estudiantes hay una mayor calidad
mediador entre el alumno y el saber. Esto, me parece, no puede de la enseñanza porque hay una mayor cercanía de estos con los
sino agravarse en una universidad que separa la investigación de profesores. Aunque hay también argumentos que me parecen más
la enseñanza y destina buena parte de sus esfuerzos a formar en atendibles, relacionados con el espacio, con el tamaño de las institu­
saber hacer y a responder a las demandas de la sociedad. Un giro, ciones, los lugares de investigación y enseñanza, las bibliotecas, la
digamos, “napoleónico”. magnitud de los presupuestos, etc., no por ello resultan inobjetables.
El presupuesto de la universidad humboldtiana, en cambio, es Por otra parte, aún sin poner en duda que algunas élites y aris­
que en la universidad no hay alumnos sino estudiantes, y que los tocracias hayan cumplido papeles relevantes en la historia, ya para
profesores no estamos para ellos sino ambos para el saber. Desde los países ya para el saber, hay que recordar, respecto de las últimas,
este punto de vista, la enseñanza puede pensarse como un “inves­ que ellas mismas designan qué es ser mejor (como muestra la célebre
tigar en conjunto”, como una “problematización”, en el sentido de genealogía nietzscheana de aristoi) y en cuanto a las primeras, que
Foucault (1991: 231-232): las mejores han sido las que se conformaron a través de procesos
históricos más o menos aleatorios, o inintencionados, mientras que
Problematización no quiere decir representación de un las que se formaron por designio, o intencionadamente, han caído
objeto preexistente, ni tampoco creación por medio del casi invariablemente en dogmatismos, despotismos, o en dogmatis­
discurso de un objeto que no existe. Es el conjunto de las mos despóticos.
prácticas discursivas y no discursivas lo que hace entrar También es cierto que no se es más democrático por estar contra
a algo en el juego de lo verdadero y de lo falso y lo consti­ los cupos o números clausus y a favor del ingreso libre a la univer­
tuye como objeto de pensamiento (ya sea bajo la forma de sidad. Pero quiénes y de qué modo decidirían y, sobre todo, instru­

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mentarían la formación de una élite, cómo se seleccionarían esos ción profundamente democrática. En este punto creo que el empeño
sesenta profesores de Educación Física, con qué criterios, respecto debe estar puesto en la verdad, en el saber, en la problematización
de ellos y de la misma Educación Física, qué incluiría, qué implica­ de la realidad más que en su resolución. Es en este punto, creo, en
ría, esa formación, qué obligaciones, que derechos, tendría esa élite, el que todas estas cuestiones confluyen.
respecto de qué otros y de qué Educación Física, qué garantías y de Afirmar que quien pasa por la universidad debe necesariamente re­
qué ofrecerían esa élite y esa formación, cómo se determinaría la cibirse de algo (y en un tiempo determinado) es un retroceso, es volver
calidad de una y otra. a un pensamiento según el cual todo tiene que tener un cierto resul­
Finalmente, la idea de que una proporción reducida en la rela­ tado, esto es, a un pensamiento eficientista, instrumental y tecnicista.
ción profesores estudiantes garantiza una formación de calidad (en En mi opinión se trata, en cambio, de presentar a los estudiantes
el sentido de que garantizaría que esa élite produciría más y mejor un pensamiento riguroso, atento al detalle, de presentar estas prác­
conocimiento) esconde la suposición de una proporción en la rela­ ticas y este juego, de no “repetir el lenguaje” (Foucault, 1995: 56) y de
ción entre enseñanza y aprendizaje. procurar que no lo repitan, de reemplazar en la enseñanza la polari­
Cuando nos planteamos el problema de pocos o muchos no esta­ dad entre el bien y el mal por el juego de lo verdadero y de lo falso.
mos pensando en enseñar, creo, sino en que aprendan. Si estuvié­ Se trata de despertar en los estudiantes el deseo, de poner una ob­
ramos pensando en enseñar no nos plantearíamos el problema: el sesión en su camino, de enseñarles la “fecundidad de la ignorancia”,
problema se plantea porque pensamos en que aprendan. Nos acucia como proponía Lacan. Y en esa dirección, una “clase magistral”, una
entonces el problema de los años 90 del siglo pasado en la Argentina, tutoría, un seminario, una consulta, hasta una conferencia, pueden
el problema de la evaluación, del costo/beneficio, ¿cuánto les cuesta provocar un proceso de incertidumbre, de indagación, pueden in­
al Estado, a los contribuyentes, cada estudiante en la universidad; cluso generar una atmósfera saturada de tensiones alegres. Tensión
cuánto tiempo va estar cada uno en ella sin devolver nada a la socie­ y alegría, según Huizinga (2005), caracterizan el juego.
dad? E inmediatamente vinculamos el problema con la aspiración En definitiva, si no hay proporción entre la enseñanza y el apren­
comeniana de “enseñar todo a todos”. Es cierto que es imposible en­ dizaje, no me asustaría proponer un ingreso libre: no creo que eso
señar todo a todos pero ese no es el problema, porque la formación perjudique al saber como no creo que la élite lo asegure, Con mu­
universitaria es específica y elude a la vez el “todo” y el “todos”; y chos o con pocos me preocupa, como dije, asegurar la libertad teóri­
aun así, todo no se puede y todos tampoco. ca en la producción del saber y la publicidad en su circulación, tanto
El problema que nos impuso Comenio –y que procuramos resol­ como reconocer a los estudiantes la mayoría de edad epistemológica
ver pese a todo– es el de hallar un método universal con el que y no solo política, todo lo cual me parece imprescindible al funcio­
todos aprendan todo. No encuentro objeciones a la aspiración de namiento democrático de la universidad y de la sociedad.
enseñarles todo (lo que cabe en la formación inicial) a todos (los
que podamos interesar), a condición de saber que no hay un método
universal que asegure que todos aprendan lo que enseñamos y que Referencias bibliográficas
esa imposibilidad reconduce el problema a tratar de que cada uno,
que ya no son todos sino cada uno, aprenda algo. Behares, L. (2013), “Sobre la ética de lo imposible y la enseñanza”, en
No me preocupa si todos son muchos o pocos –lo que hace que M. Southwell y A. Romano (comps.), La escuela y lo justo. Ensayos
me incline por muchos–, sino producir saber y ponerlo a circular, acerca de la medida de lo posible, Buenos Aires, Unipe, Editorial Uni­
en clases, libros, revistas, diarios, redes, etc.: esa me parece una ac­ versitaria.

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Bordoli, E. (2013), “Revisitando la enseñanza y lo curricular. Apuntes
para pensar la igualdad”, en M. Southwell y A. Romano (comps.), La
escuela y lo justo. Ensayos acerca de la medida de lo posible, Buenos
Aires, Unipe, Editorial Universitaria. Universidade e democracia: um comentário*
Eidelsztein, A. (2001), Las estructuras clínicas a partir de Lacan, Bue­
Alexandre Fernandez Vaz
nos Aires, Letra Viva.
Universidad Federal de Santa Catarina, Brasil
Foucault, M. (1991), Saber y Verdad, Madrid, Ediciones de la Piqueta.
– (1994), Dits et écrits, vol. IV, París, Gallimard.
Para Ricardo Crisorio, segundo o qual, na Uni-
– (1995), Nietzsche, Freud, Marx, Buenos Aires, El cielo por Asalto.
versidade é preciso que tenhamos “más empeño
Huizinga , J. (2005), Homo ludens, Buenos Aires, fce. por la verdad, más cariño por el saber, más ideas
Humboldt, W. von (2005), “Sobre la organización interna y externa de vinculadas con la impersonalidad del saber”.
las instituciones científicas superiores en Berlín”, LOGOS. Anales del
Seminario de Metafísica, vol. 38, pp. 283-291.
Koyré, A. (1994), “Los filósofos y la máquina”, en Pensar la ciencia, Bar­ I. À Universidade, esta instituição quase milenar, se demanda que
celona, Paidós, pp. 71-116. cumpra, no Ocidente, um papel importante no que se refere à de­
Lacan, J. (2001), “Subversión del sujeto y dialéctica del deseo en el in­ mocracia. Se a concepção de Universidade é anterior ao que conven­
consciente freudiano” (1960) y “La ciencia y la verdad” (1965), en cionamos chamar de modernidade, é apenas no âmbito dessa ex­
Escritos, t. 2, México, Siglo xxi, pp. 773-807 y 834-856. periência histórica que ela se vincula ao pensamento democrático,
quando esta surge como questão política e ética para as sociedades
que se fundam em ideais como racionalidade, progresso, igualdade,
universalidade. Em meio a esta isso, da Universidade se espera um
diálogo que supere seus muros e diga algo da, e para a, sociedade
em que se encontra, que a produz e é produzida por ela. Isso nem
sempre acontece.
De tempos em tempos a atuação da Universidade em relação à
construção da democracia eleva-se e se desenvolve de forma mais
ou menos destacada, na mesma medida ou quiçá com mais frequ­
ência, encolhe. Em diferentes situações, a Universidade foi não ape­
nas conivente, mas também apoiou diferentes ditaduras e mesmo
estados em forma totalitária, como é o famoso caso da relação entre
Martin Heidegger, um dos mais importantes filósofos do século vin­
te e reitor da Universidade de Heidelberg no final nos anos 1930, e
o nazismo. Pudera, já que mesmo a ciência foi um foco de apoio im­

* Agradeço a Jaqueline Conceição da Silva e Michelle Carreirão Gonçalves, pela lei­


tura e considerações. Sem responsabilidade.

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portante a ditaduras e experiências totalitárias. Se ficaram famosas possam ser chamadas, exatamente, de democráticas1 –, o acesso à
as participações de médicos em campos de concentração e extermí­ Universidade, como mostra o seminal estudo de Pierre Bourdieu
nio na vigência do nacional-socialismo e nas câmaras de tortura das e Jean-Caude Passeron (1985), Os herdeiros, é seletivo. São muitas
ditaduras latino-americanas, não foram tão poucos os filólogos que as barreiras que se vão impondo ao acesso ao ensino superior, es­
justificaram a condição superior de um povo em suas origens míti­ pecialmente às carreiras mais “nobres” e socialmente valorizadas,
cas materializadas na “língua pura”, dando sustentáculo ideológico para aqueles cujo capital social e ou cultural é, na origem, mais bai­
para regimes que, gostaríamos, tivessem sido de exceção. xo. Também na Alemanha, país em que as tradições liberal e social­
Se não foi sempre que a Universidade se encontrou com a demo­ democrata impõem uma agenda igualitária e uma proteção social
cracia, isso também se deu e se dá em seu destino como instituição bastante avançadas, o acesso ao ensino superior não está ao alcance
transmissora e produtora de conhecimento. Tal tensão pode talvez de todos. Com uma escola pública de alta qualidade e bem distribu­
ser, esquematicamente, sintetizada pela confrontação entre uma vo­ ída por todo o país, os diferentes rumos ao qual são destinados os
cação de formação das elites – sejam elas econômicas e ou intelec­ jovens que saem do primeiro nível de escolarização parecem coinci­
tuais, planos que em grande medida se superpõem, em especial no dir, em parte, com as origens sociais das respectivas famílias. Desta
Brasil – e outra que seria mais vinculada à sua expansão e alcance de forma, frequentar uma escola que leve à possibilidade da formação
um número maior de pessoas. Esta tensão permanece no contempo­ universitária (Gymnasium), à de um curso superior não universitá­
râneo, ainda que nossas expectativas digam respeito à combinação rio (Realschule), ou à de um aprendizado profissional (Hauptschule),
de qualidade com expansão e acesso. O problema, no entanto, não se tende a corresponder às origens sociais, o que inclui, malgrado im­
esgota neste esquema que, aliás, pode mesmo mostrar-se limitado. portantes, mas insuficientes, políticas de integração, a situação de
Expansão e acesso mais amplo não significam necessariamente grandes contingentes migratórios.
mais democracia, assim como certa elitização, se tomada em sentido
específico, pode representar um avanço para os processos demo­ II. Também no Brasil essas questões se colocam com muita força. É
cráticos. Afirmo isso, mesmo com reservas, sublinhando, para esta provável que a democracia entre nós sempre tenha sido um “mal
questão, os termos em que a coloca, por exemplo, Ortega y Gasset, -entendido”, como destacava na primeira metade do século passa­
que em seu conservadorismo, o que não significa ser reacionário, do um de nossos grandes intérpretes, Sérgio Buarque de Holanda
pode nos dizer algo. Não é automático o alinhamento entre promo­ (1993), e isso também se coloca, e com muita força, em uma institui­
ção de elites intelectuais como tarefa da Universidade e falta de de­ ção tão promotora de distinção, como é a Universidade.
mocracia. Um país precisa de elites intelectuais, ensina, entre tan­ Nos anos da ditatura civil-militar (1964-1988, em periodização
tos, Roberto Mangabeira Unger – para o qual no Brasil ela há de ser possível) que nos aterrorizou durante mais de vinte anos, houve
mestiça –, fruto da mobilidade social que faça destinar o acesso à uma expansão importante do ensino universitário público brasilei­
Universidade para todos e não apenas para aqueles oriundos dos ro, mas isso foi feito de forma tecnocrática e reacionária, ajudando
extratos econômicos superiores da sociedade. É preciso democrati­ a aprofundar as desigualdades sociais enormes que pesam sobre o
zar o acesso, mas para isso é fundamental que a sociedade como um país como se fora uma condenação histórica.
todo, evidentemente, se democratize.
Não é tarefa das mais fáceis. Mesmo em países em que a demo­
cracia é frequentemente uma profissão de fé, como no caso da Fran­ 1. Vale, para o caso das ex-colônias e a democracia, o instigante livro de Buck-Morss
ça – embora as práticas internas e com suas ex-colônias nem sempre (1989).

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De lá para cá, avançamos em nossa imperfeita democracia, como afirmativa incidem sobre o vestibular e também sobre novas formas
mostra a experiência do presente, ainda que, a seguir a importante de ingresso no nível superior, como o Exame Nacional do Ensino Mé­
interpretação de Schwarcz e Starling (2015), estejamos a dever muito dio (enem), cuja nota pode ser classificatória para várias instituições.
nos termos do republicanismo. O sistema público de ensino superior Recentemente o Supremo Tribunal Federal considerou constitu­
expandiu-se nos últimos vinte anos no Brasil, ainda que, em um pri­ cional as políticas de ação afirmativa, colocando um freio na onda de
meiro momento que mais ou menos podemos localizar nos anos 1990, questionamentos que parte da mídia e das camadas médias superiores
mais na direção da educação superior privada, na esteira de outra fazem a elas, arguindo o respeito à igualdade de chances no acesso aos
expansão, a do ensino médio. Mais brasileiros e brasileiras passaram serviços públicos. Políticas de ação afirmativa foram e são implementa­
a concluir a escolarização formal, pressionando por vagas no ensino das em muitos países do mundo, procurando dirimir desigualdades ét­
superior, que na falta de ampliação do sistema púbico, abriu espaço nicas, de gênero, de condição relacionada à deficiência etc. São práticas
para todo tipo de curso privado, algo muito potencializado também da democracia liberal e é sintomático que em um país como o Brasil, em
pelo surgimento e consolidação da educação à distância. que as elites sempre tenham sido beneficiadas pelo Estado, haja tanta
Na primeira década deste século pudemos ver uma importante contestação em relação a um dispositivo que tenta corrigir, ainda que
expansão do sistema público superior, com novas instituições, mui­ minimamente, desigualdades históricas e endêmicas. Dito tudo isso,
tas delas descentralizadas, além do aumento de vagas e da criação não se pode esquecer, no entanto, que tais políticas são insuficientes e
de novos cursos. Isso foi combinado com a ampliação do número que diminuir a desigualdade de acesso e permanência na Universidade
de professores, mesmo que insuficiente, e com uma nem sempre não resolve a extensão dos problemas sociais enfrentados pelos axiais
correspondente infraestrutura. Mas foi um importante avanço. processos de marginalização no Brasil. Há críticos das ações afirmati­
Outro exemplo interessante de crescimento na Universidade vas com cujo diagnóstico concordo, principalmente quando dizem de
brasileira são as recentes políticas de ação afirmativa destinadas a sua insuficiência para a correção de rota democrática. Racismo e divi­
negros e indígenas e a candidatos oriundos da escola pública, que são de classe não são resolvidos com elas. Mas não posso estar de acordo
no país, salvo exceções, é frequentada por filhos de famílias empo­ com aqueles que esgrimem contra as políticas o brado da igualdade de
brecidas, principalmente em grandes centros urbanos. Ter filhos em chances, já que não vivemos em uma sociedade em que ela prevaleça,
escolas privadas é, para além da procura familiar por uma melhor senão como ideologia. Numa sociedade dividida por classes, por ques­
formação, marcante fator de distinção social no Brasil. A Universida­ tões étnicas e de gênero, mesmo que muitas vezes clandestinas e silen­
de brasileira não foi concebida para camadas mais baixas da popula­ ciadas, precisa reconhecer suas fraturas. O conflito é expressão dessas
ção, tampouco para negros, dois grupos sociais que frequentemente fraturas, não sua causa. Tendencialmente, seria ótimo que pudéssemos,
coincidem na posição social. As políticas de ação afirmativa trazem algum dia, prescindir das ações afirmativas, o que, em se mantendo a
diversidade ela, provocando também tensões que, segundo penso, fa­ ordem “civilizatória” capitalista, parece impossível.
zem emergir problemáticas frequentemente encobertas, como o mito De certa forma, esses movimentos, e as tensões que eles car­
da igualdade de chances em sociedades liberais ou ainda os precon­ regam, expressam certo deslocamento da luta de classes no con­
ceitos raciais e de classe, que no Brasil são parte da construção da temporâneo.2 Ela segue no âmbito das relações de trabalho mais
nação. Tradicionalmente, o ingresso na Universidade brasileira se dá
pelo concurso vestibular, uma prova para a qual estão habilitados
todos que terminaram ou estão por terminar o ensino médio, com­ 2. Inspiro-me, em sentido amplo, nas assertivas de Gramsci (1977) e em uma obser­
pletando a escolarização antes do nível superior. As políticas de ação vação feita por Singer (2016).

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diretas, mas também na disputa pelo Estado, por transforma-lo em Tomo o caso como paradigmático, pela eloquência e importân­
agente distributivo e democrático, no interesse em alcançar, pelo cia da questão, mas este tipo de posicionamento não está restrito
menos, uma das marcas fundamentais da sociedade liberal. Eclip­ ao universo das instituições privadas. Uma universidade pública
sada do horizonte a possibilidade de uma transformação radical tampouco deve, sob o risco de afrontar a democracia, censurar
da sociedade e desacreditada a utopia de abolição do Estado, em qualquer tipo de conhecimento que esteja vincado na tradição aca­
sociedades com o grau de complexidade como as nossas o espaço dêmica – ou que a critique e proponha sua superação, sempre nos
público segue em disputa – e, com ele, o Estado e seus aparatos, marcos da razão e na contracorrente do obscurantismo. Isso inclui a
em especial em uma sociedade como a brasileira, em que ele foi, necessária resistência a confundir Universidade e governo. É extre­
já na sua concepção, projetado como sustentáculo dos interesses mamente sedutor deixar-se escorregar de instituição de Estado para
das elites econômicas de políticas. Reorganizar o espaço púbico, representação de governo, algo mais comum em democracias pouco
amplia-lo nos termos republicanos, parece ser uma das lutas polí­ consolidadas. A Universidade não é e não pode ser mandatária de
ticas centrais do contemporâneo, e isso passa pela democratização um governo, tampouco de um partido ou de um movimento. Deve,
radical da Universidade. por outro lado, ser não apenas permeável, mas relacionar-se delibe­
radamente com a sociedade e representar, sim, os interesses sociais.
III. Há outros aspectos que dizem respeito à relação entre democra­
cia e Universidade, ou, formulado de outra maneira, à democrati­ IV. Se a Universidade deve estar submetida aos interesses sociais, é
zação desta. Um caso recente em uma grande instituição brasileira, porque seu caráter público – para além do financiamento estatal – deve
com muitos serviços prestados ao conhecimento, pode ser elucida­ prevalecer. A Universidade não pode ficar encarcerada em si mesma,
tivo. Há poucos meses, a Pontifícia Universidade Católica (puc) de mas precisa ajudar a construir uma cultura democrática. Para tanto,
São Paulo recusou-se a instituir uma cátedra com o nome de Michel a permeabilidade, que não signifique submissão, é muito importante.
Foucault, requisito para que fosse uma das poucas instituições no Atenho-me a dois aspectos, mais para pontua-los e menos para desen­
mundo a receber material importante vinculado a cursos ministra­ volvê-los, o que não tenho condições, ao menos neste momento, de fa­
dos pelo filósofo francês. Para tanto, a outrora tão combativa puc, zer. O primeiro se refere a uma participação mais efetiva da sociedade
que com frequência opôs-se corajosamente à ditadura de generais e na dinâmica universitária. Como ambiente muito ensimesmado, a Uni­
empresários entre os anos 1960 e 1980, arguiu seu catolicismo, con­ versidade brasileira diz o que quer ou o que pode sobre a sociedade,
siderado incompatível com uma homenagem de tal monta a uma fi­ mas não dá muito ouvidos ao que esta mesma sociedade diz sobre ela.
gura como Foucault. Objetivamente, o pensamento e a crítica de um Sem que se perca a especificidade do trabalho a ser desenvolvido nas
dos grandes intelectuais do século vinte foram censurados. Se, como instituições, para os quais servidores professores ou técnicos, assim
anotei sobre o episódio em outro texto (Vaz, 2015), a existência de como estudantes, estão, em tese, preparados, destaco que a atuação
uma Universidade católica não chega a ser um contrassenso, não se política e social da Universidade precisa estar sob a visada da socieda­
pode esquecer que antes de sua confissão religiosa, ela representa, de. A instituição não está para servir seus membros internamente, mas
ou deve representar, uma tradição: primar pela transmissão e pelo para ser serviço público, de fato. O que se chamou certa vez de socieda­
pleno desenvolvimento e guarda do conhecimento secular, estético, de civil organizada – e não necessariamente o mercado, que é parte da
científico, enfim, acadêmico, com interesse intrínseco em relação a sociedade, mas não coincide com ela, mesmo sob o capitalismo – deve
temas e objetos de estudo, ao mesmo tempo que isso se ancora em ter força na determinação das políticas universitárias, assim como ór­
demandas sociais mais amplas. Não foi o que a puc fez. gãos como o Ministério Público têm o dever de proteger os interesses

114 115
da população também internamente aos campi. Daí a importância da
permeabilidade, sem que sua autonomia seja ferida. Autonomia uni­
versitária não significa autocracia, tampouco indiferença em relação
àqueles que a sustentam, mesmo estando fora dela. La universidad, el saber y los saberes
Um outro ponto se refere ao compromisso com os interesses so­
Raumar Rodríguez Giménez
ciais. Em uma sociedade dividida, não é fácil identificar quais são
Universidad de la República, Uruguay
eles. A democracia exige estratégias de equidade social e de parti­
cipação política, a desigualdade reinante em um país como o Brasil
Una Universidad es un lugar en el que se enseña
dá o tom do que há que ser feito. Operar no sentido de coletividade, la ciencia por encima de todas las diferencias reli-
respeito e emancipação de minorias políticas, pela distribuição de giosas y nacionales; donde se realizan investigacio-
chances e de recursos, resistir a interesses privatistas sem que isso nes, donde se intenta mostrar a los hombres hasta
signifique estagnação tecnológica, entre tantas outras práticas, são qué límite comprenden el mundo que los rodea y
hasta qué punto pueden someterlo a su acción.
elementos que precisam estar alicerçados no ensino, na pesquisa e
Sigmund Freud, Moisés y la religión monoteísta
na extensão universitárias. y otros escritos sobre judaísmo y antisemitismo.

V. A Universidade é um patrimônio do Ocidente. A democracia tam­ Si el discurso de la Universidad manifiesta trope-


bém. Defendamo-las, tratemo-las bem. zar por ahora –no vayan a creer que está debilitado–
con curiosas dificultades, es porque el discurso del
amo se muestra cada vez más de forma extremada-
mente desnuda.
Referências Jacques Lacan, El seminario de Jacques Lacan.
Libro 17. El reverso del psicoanálisis (1969-1970).
Bourdieu, P. e J.-C. Passeron (1985), Les Héritiers. Les étudiants et la cul-
ture, Paris, Editions de Minuit. Presentación
Buarque de Holanda , S. (1993), Raízes do Brasil, 25 ed., Rio de Janeiro,
José Olympio. En las páginas que siguen se presenta un trabajo de reflexión críti­
Buck-Morss, S. (2009), Hegel, Haiti, and Universal History, University of ca acerca de la universidad en su relación con dos palabras a las cua­
Pittsburgh. les ella está históricamente vinculada, de hecho o de derecho: saber
Gramsci, A. (1977), Quaderni del cárcere, Torino, Einaudi. y saberes.1 Me refiero a dos palabras para no utilizar las expresiones
Schwarcz, L.M. e H. Starling (2015), Brasil: uma biografia, São Paulo, clásicas (nociones, categorías o conceptos), porque parte de las consi­
Companhia das Letras.
Singer , A. (2016), “Agenda classista”,Folha de São Paulo, 20/02/2016, p. 2
(www1.folha.uol.com.br/colunas/andresinger/2016/02/1741351-agen- 1. Este trabajo se inscribe en la Línea de Investigación “Enseñanza universitaria”
(ie-fhce-Udelar) y en la Línea de Investigación “Cuerpo, educación y enseñanza”
da-classista.shtml). (gpepi-isef-Udelar), ambas incorporadas al Programa de Políticas Educativas del nepi-
Vaz, A. (2015), “Universidade e obscurantismo”, Pensar a Educação em augm. Con pequeñas diferencias, fue publicado anteriormente en Políticas Educati­
vas (Revista del Programa Políticas Educativas del Núcleo Educación para la Inte­
Pauta, Belo Horizonte, pp. 1-2, 26/06/2015 (www.pensaraeducacao-
gración de la Asociación de Universidades Grupo Montevideo), vol. 8, Nº 2, pp. 59-71.
empauta.com/#!alexandre-vaz-26jun/c231o). Disponible en seer.ufrgs.br/index.php/Poled/article/view/56220/34804.

116 117
deraciones aquí realizadas remite a las posibles formas de nombrar a: renovación de la enseñanza, integralidad de las funciones, curri­
el saber y los saberes, según el campo que ocupen y la función que cularización de la extensión. En muchos casos se explicita el esfuer­
cumplan. zo por acercar la universidad a la sociedad. En ese acercamiento,
El objeto del texto responde a dos elementos: por un lado, se hace se le asigna a la función extensión un papel fundamental, en la me­
presente la idea de una “Universidad sin condiciones”, expresión dida en que esta podría orientar el trabajo docente y la formación
de Derrida (2003) cuya ambivalencia resume de modo inmejorable académica y profesional de los estudiantes hacia un mayor y más
la situación en la que se encuentra la Universidad contemporánea: profundo diálogo con la sociedad, orientados por un criterio de for­
siendo una institución cuyo rasgo político fundamental ha sido el mación integral.
estar eximida de condiciones externas, se encuentra en los últimos
años sin condiciones para tal exención. Por otro lado, en íntima re­
lación con ese “sin condiciones”, el segundo elemento radica en la Las antinomias del ternario universitario
necesidad de analizar el desplazamiento del saber a los saberes.2
Junto con estos elementos, se agregan otros que surgen de las Más allá de la discusión sobre el ternario, podría decirse que la
políticas universitarias de los últimos años y que sirven de contraste Universidad tiene dos cometidos fundamentales: producir conoci­
o de referencia empírica para un análisis que es, fundamental y ne­ miento y formar profesionales. De esta manera, la investigación y la
cesariamente, teórico. Dentro de estos elementos se destaca la idea enseñanza son sus ejes. Desprovista de investigación, la enseñanza
de integralidad de funciones universitarias que, según se explicita es solo “formación profesional”; en el caso contrario, se prescinde
en diversas ocasiones, propone una articulación más o menos equi­ del motor fundamental del conocimiento. Muchas universidades
librada de la enseñanza, la investigación y la extensión, funciones han cumplido una función meramente profesionalista, y esta es
también conocidas como “ternario universitario”. una de las características de las universidades latinoamericanas.3
Varias universidades de la región, especialmente de Argentina, La oposición entre formación académica y profesional es parte de la
Brasil y Uruguay, han puesto en su agenda la revisión de los equi­ historia de nuestras universidades, oposición que, coincidiendo con
librios del ternario, lo cual implica, finalmente, una revisión de los Ribeiro (1982), puede calificarse de falso dilema.4 De cualquier for­
modelos de Universidad. En esa revisión juega un papel fundamen­ ma, parece necesario reconocer que la relación entre la producción
tal la indefinición sobre la función principal de aquella: ¿es la ense­ de conocimiento y la sociedad debe ser problematizada.
ñanza?, ¿la investigación?, ¿la extensión? Para dar una respuesta, La universidad no es el saber, dice Milner (2008: 32), “pero sí
cabría toda una extensa discusión sobre modelos de universidad, su sede social por excelencia”. Y dice más: las universidades “no
especialmente a partir de aquellos que, francamente opuestos entre están hechas para reconciliar saber y sociedad […] por eso, justa­
sí, han ejercido un fuerte influjo en los debates universitarios: los mente, pueden jactarse de deber su legitimidad al saber y a ninguna
modelos conocidos como berlinés y napoleónico. Podemos desta­ otra cosa” (33). Kant adoptó esta posición cuando fue cuestionado
car, sí, algunos elementos de ese debate regional. Aunque aparezcan por Federico-Guillermo II, o mejor dicho, cuando la Aufklärung fue
nombrados de diferentes modos, estos remiten fundamentalmente

3. Véanse Gómez Oyarzún (1976) y Ribeiro (1982).


2. Para un análisis de la situación de la enseñanza universitaria frente al “declive 4. Anteriormente, desarrollé algunas consideraciones sobre saber y conocimiento
del saber”, véase Voltolini (2010). en la docencia universitaria. Véase Rodríguez Giménez (2010).

118 119
cuestionada: el saber se autoriza por sí mismo, fue la respuesta. La colocar a la universidad bajo el enunciado aglutinante de “sistema
Universidad no es más que la institucionalidad destinada a asegurar nacional de educación”.8
la transmisión de un saber. Si la Universidad aspira a ser indistin­ Pero volvamos a la cuestión del saber en la dirección que propo­
guible de la sociedad, entonces, desaparece; por eso no se puede ne Jean-Claude Milner.9 Primero, desde el punto de vista de la repre­
someter el saber a lo educativo.5 sentación más que de la epistemología, podemos decir que hay un
Con Milner podemos decir que las universidades no siempre se saber, disyunto de todo adjetivo. Luego, que hay una materia espe­
ocupan del saber, a veces ceden a la cultura, y con ello a la pedago­ cífica, unos objetos por la cual se conforma una ciencia o disciplina,
gía o a la política.6 Por eso se puede suponer sin problemas que “al que son ya formas institucionalizadas del saber. Esta línea argu­
margen de las circunstancias históricas, hay que interesarse más mentativa, que Milner toma de Max Weber, no admite el plural: se
bien en las determinaciones estructurales de la figura del saber” trata del saber, no de los saberes. Son los objetos los que proliferan;
(Milner, 2008: 15). Muy discutible es la relación entre saber y políti­ el saber es uno, es el ideal del saber, como el ideal de la ciencia.10 Ese
ca, especialmente si el foco de la mirada es la relación saber-poder. saber no tendrá nada que ver con el sujeto (ni con el individuo), a no
Sin embargo, tratándose de Universidad, más problemática todavía ser que este es un medio del saber, dice Milner (2008: 48). Introducir
es la indistinción entre educación y enseñanza. En la homonimia pe­ la idea de una “formación integral” en relación con el saber es su­
dagógica entre política y saber hay un equívoco, y la figura del maes­ poner que no hay diferencia entre el saber (o las teorías) y las prác­
tro está involucrada en ello (Milner, 1996). Por eso es doblemente ticas, es eliminar esa diferencia específica. Para que haya prácticas,
compleja la apuesta por una universidad educadora, la apuesta por tiene que haber sentido, y el saber es indiferente al imaginario, a
una lectura pedagógica de los fenómenos de la enseñanza superior.7 no ser en su carácter subjetivo. Puesto en estos términos, es preciso
Algunas consignas del tipo “educación a lo largo de toda la vida” o elegir: el saber o las prácticas; dicho de un modo más próximo a la
“educación de adultos” tornan todavía más confuso el asunto. En discusión que aquí se propone, la ciencia o la intervención social.
Uruguay, por un proceso que probablemente tuvo consecuencias Antes de espantar a los más comprometidos políticamente con lo
no previstas, se estableció una división radical: se instauraron dos social: los universitarios deben elegir entre ciencia o intervención
tradiciones distintas y distinguibles, la normalista y la universitaria, social, pero no para renunciar a una de las dos cosas, sino para de­
consagradas definitivamente hacia mitad del siglo xx. La Ley Gene­ cidir qué elemento da estructura y definición a la especificidad de
ral de Educación aprobada en 2008 tiende a disolver esta división, al la Universidad. Luego, todo cientista podrá trabajar políticamente, y
todo militante social podrá trabajar como cientista. La posición que
se enuncia es, por lo tanto, que la politización del trabajo universi­
tario no debe confundirse con la actividad propiamente científica.
5. La idea es una paráfrasis de Milner (2003: 101, 112), quien afirma que en Francia
la Universidad es “un segmento del aparato de Estado” y que “si el Estado aspira
a ser indistinguible de la sociedad, si presta consideración a los diversos poderes
espirituales, entonces todo se deshace, enteramente”. 8. Se trata de la ley 18.437. Véase Uruguay (2008).
6. Anteriormente realicé algunas consideraciones analíticas acerca de las tensiones 9. El análisis de Milner (2008) compromete toda una densa y compleja relación en­
entre las tradiciones normalista y universitaria en Uruguay. Véase Rodríguez Gimé­ tre saber, lengua y Estado que apenas será evocado aquí.
nez (2013).
10. Luego, con la ciencia ideal, en su carácter imaginario (Milner, 1996, 2012), se
7. Para un análisis crítico de la noción de enseñanza superior y su relación con desplegarán las representaciones posibles de ese ideal de la ciencia. Esas repre­
las ideas de Universidad y de educación, véase Behares (2014, 2012, 2011a, 2011b, sentaciones son las que dicen lo que debe ser la ciencia. Por eso no es lo mismo el
2011c). Véase también Torrón (2009). “cientificismo” del ideal de la ciencia que el de la ciencia ideal.

120 121
Son necesarias las dos, podrá decirse, pero son dos, y diferentes. didáctica” (Behares, 2004) como lo real, olvidando su carácter de
Vale decir que la “indiferencia en política” no es lo mismo que la fantasía. La enseñanza, para mantener su carácter universitario, no
“indiferencia a la política” (Milner, 1992: 159). debe olvidar su vínculo estructural con un real, no debe resignarse
Se puede hablar de funciones universitarias una vez comenzada la a lo puramente fantasmático, aunque lo representable de un saber
deriva que va del saber a los saberes. Las funciones no son el punto de sea lo que hace posible una enseñanza, aunque todo lo que deman­
partida, sino la consecuencia, el efecto, el nombre que se les da a unas da un sujeto es que una representación sea posible (Milner, 2012).
prácticas, en ocasión de la institucionalización de la práctica científi­ Que los saberes y no el saber sea el asunto explica la preocupa­
ca o humanística. Tal vez la emergencia de lo social, claramente dibu­ ción que hace foco en las relaciones de poder, es decir, por qué se
jada tras las revoluciones del siglo xviii, sea el principal antecedente ubica en la cuestión de la relación saber-poder. La cuestión tiene su
de dicha deriva. Y esto porque, en términos factuales, la Universidad legitimidad política, sin dudas. Pero tal vez sea políticamente ne­
es anterior a lo social, como es anterior a la pedagogía y a la didáctica cesario que la Universidad se pregunte no solo a qué relaciones de
modernas. Ceder a las demandas de lo social es recostarse más en poder responde una verdad, sino también por qué un poder, para
la República, que en la Universidad. Como la Universidad siempre ser eficaz, necesita de la verdad, lo que no es otra cosa que la pre­
estará en deuda con lo social, estará doblemente en deuda con el sa­ gunta por la legitimidad de la Universidad como institución social
ber. Ceder a las demandas pedagógicas o didácticas es abdicar de la al servicio del saber.12 De lo contrario, tenemos que asumir definiti­
idea de transmisión. Cierta psicologización de la enseñanza no hace vamente, como dice Milner (2008: 127), que “el saber es la entidad a
más que insistir en los procesos cognitivos y afectivos a través de los cuyo respecto es preciso aceptar siempre que hay algo más potente
cuales un individuo comunica un conocimiento a otro en el espacio que ella”. El diagnóstico es terminante: “En ninguna parte se erige
de la representación. No hay saber allí, a no ser que se admita que al saber en posición de omnipotencia” (125).
su transmisión depende enteramente de atenerse estrictamente a la Un apunte más, todavía, sobre el uso de la expresión saberes,
teoría, sin considerar como centrales los procesos subjetivos, indivi­ en plural. Al respecto, cabría toda una discusión que remite a la
duales, personales, o como quiera que se denominen. relación, propia de la ciencia moderna, entre lo universal y lo par­
En tanto sustituible, el profesor no es más que lo que representa ticular. La discusión excede las posibilidades de este breve texto,
al saber para un estudiante. Es un “medio del saber”, en términos de pero todo parece indicar que el giro al plural procede más de un
Jean-Claude Milner. El desplazamiento del saber al aprendizaje es cuestionamiento político a las representaciones de la ciencia ideal,
concomitante a otro desplazamiento: el de la teoría a las prácticas; que a la propia ciencia, a secas. El multiculturalismo ha sido parti­
por eso se abandona la cuestión epistemológica, la preocupación cularmente inquisidor en este asunto, y tal vez por eso no sea fútil la
por el carácter verdadero o falso de una teoría, por el carácter de distinción entre cultura y saber. Por otra parte, nunca está del todo
lo correcto o incorrecto de unas prácticas. Ese desplazamiento es el claro si cuando se critica a la ciencia se critica la idea de ciencia o
que marca el abandono de la posición de científico (y de enseñante) una forma específica de ella, como fue por ejemplo la orientada por
para adoptar la de pedagogo.11 En este caso, adoptará la “fantasía la filosofía positivista, especialmente el positivismo lógico. Desde
este punto de vista, en principio, no parece justificable que desde la

11. En el mejor de los casos, lo pedagógico se apoya en postulados filosóficos. Pero


hay que tener en cuenta que hay pedagogías enteramente apoyadas en la psicolo­
gía y la sociología, lo cual oscurece aún más el asunto, por tratarse de “pedagogías 12. En parte, esta pregunta está basada en la inversión que realiza Núñez (2012:
científicas” o apoyadas en postulados científicos. 105) respecto de la pregunta foucaultiana sobre la relación saber-poder.

122 123
cuestión epistemológica, es decir, teórica, lo que habitualmente se ción de la famosa expresión de Protágoras, el sofista: “El hombre
denomina “saber popular” sea equiparable al “saber de la ciencia”. es la medida de todas las cosas”, quien fue criticado por Platón y
Eso no quiere decir, a priori, que uno es mejor que el otro. Se puede, Aristóteles, expresión que, por otra parte, en los últimos años reco­
incluso, proclamar la defensa política e ideológica de los saberes po­ ge muy bien la apuesta del multiculturalismo. Esta expresión, cabe
pulares; pero sin la distinción teórica, toda discusión es imaginaria, recordarlo, procede del humanismo griego, como señala Jaeger
es decir, dependiente de las subjetividades y, en última instancia, (2001). Por esta razón no es difícil entender de qué se trata el anti­
de las voluntades o del “ego patrocinante”, según la expresión de humanismo de varios filósofos modernos (por ejemplo, Heidegger
Behares (2014).13 o Althusser). Y cabe recordar también, de nuevo con Jaeger, que
Es curioso que tras la crítica al antropocentrismo (y con ella, la una de las cosas que Platón cuestionó severamente de los sofistas
crítica feminista al carácter patriarcal y “machista” de la ciencia, o fue el relativismo epistemológico. Una vez más, desde el punto de
la crítica antirracista a una ciencia que se habría construido según vista político, ideológico o incluso moral, la expresión de Protágo­
los ideales del ario europeo, entre otras), se redoble la apuesta: se ras merece ser tenida en cuenta,14 como también merece ser tenido
trata de una radicalización del antropocentrismo, en la medida en en cuenta quien afirma que la proliferación de las particularida­
que la ciencia, en lugar de lo universal sin cualidades, debería ser des se reúne bajo la promesa de la recompensa de lo universal, es
lo múltiple singular, debería contener la marca de todos y cada uno decir, la promesa de la igualdad (Milner, 2008: 154).
de los rasgos antropológicos. Expresiones como “epistemología del Por otra vía, o más bien, en otra variante de la comparecencia del
sur” o “epistemología feminista” son, sencillamente, absurdas. Lo saber ante la pluralidad de saberes, se puede recaer en lo que Balibar
absurdo no está en la pretensión política que se pueda suponer tras (2004b: 66) llama subjetivismo relativista: “La diversidad de las posi­
estas expresiones, sino en la idea de que una epistemología deba ciones teóricas remite a la diversidad histórica, sociológica o psicoló­
tener el rasgo de una cosmovisión, una división política del mundo gica de los sujetos del conocimiento”; remite, en fin, a la diversidad.
o de una división de géneros, razas, etnias o cualidades cualesquiera Cabe decir: no es lo mismo el conocimiento de los efectos políticos o
de este tipo. Luego, lo que resta es que habrá tantas epistemologías ideológicos del conocimiento que todo conocimiento es efecto de las
como divisiones políticas del mundo y como rasgos que definen gru­ políticas y las ideologías o, incluso, que no haya distinción posible en­
pos sociales, luego individuos. tre saber e ideología.15 Las políticas científicas sí pueden haber tenido
Al final, si se lleva a extremos la proposición: habrá tantas epis­ todas esas características, es decir, las características propias de las
temologías como individuos, si se supone que cada uno de los in­ prácticas sociales, pero no la ciencia, no la teoría. Las políticas sí, en la
dividuos es singular e irrepetible, y por lo tanto puede (y debe) medida en que componen disposiciones institucionales de distribución
reivindicar la posibilidad de un conocimiento a su medida y que de recursos, impulso al desarrollo de ciertos temas en detrimento de
defienda sus intereses. Se trata, tal vez, de una especie de realiza­ otros, ciertos vínculos entre ciencia y tecnología o entre ciencia y mer­
cado, entre otras cosas. Para decirlo de otra manera: no es lo mismo
la antropología, la sociología o la psicología que la antropologización,

13. La expresión “ego patrocinante” refiere a una “construcción conceptual e ideo­


lógica, el ego, que patrocina toda una visión de lo social y lo humano, en todos sus
componentes (el pensamiento, la voluntad y el lenguaje incluidos), a partir de la
estabilidad de los individuos, detentores de las claves necesarias a su propia jus­ 14. Véase Solana Dueso (1994).
tificación” (Behares, 2014: 117). Según Behares, incluso las políticas de enseñanza 15. Dentro de las varias referencias posibles respecto de la relación ciencia e ideo­
universitarias están afectadas por la jerarquización del ego patrocinante. logía, véanse Badiou (2009, 2014) y Derrida (2012).

124 125
sociologización o psicologización del saber; probablemente la segunda dad. Dentro de ellas se destaca la que existe entre episteme antigua
vía lleve a confundir el objeto-que-habla con el habla-del objeto. y ciencia moderna, a la cual se le llamó “corte mayor” (Milner, 1996:
85). Foucault, que ha sido evocado aquí a propósito de la relación
saber-poder, no fue ajeno a ese lenguaje. No es “seguro que haya
De la discusión epistemológica a la “sociología” aceptado el axioma de la existencia de cortes”, dice Milner (1996:
de la actividad universitaria 83), pero si lo aceptó, fue para disolverlo en una “familia de proble­
mas”: ¿qué es un corte?, ¿a qué responde?, ¿cómo se reconocen? Con
La discusión política y sociológica sobre el saber o sobre el co­ eso, Foucault supuso una tipología de los cortes, a riesgo de ubicarse
nocimiento parece haber sustituido la propiamente epistemológica. más allá de todo corte, como se diría de un metalenguaje en relación
Esta última puede asumir varias posiciones; veamos la de Gastón con el lenguaje.18 Eso desbarataría toda la empresa foucaultiana.
Bachelard, aunque más no sea por el peso de la novedad que intro­ Pero no es el asunto que nos interesa aquí, ahora. Foucault (2008b)
dujo en el campo de las ciencias, con una influencia que va de Louis supuso que no existe “el corte”, un corte mayor que organice todos
Althusser a Michel Foucault, pasando por Pierre Bourdieu e Yves los otros posibles; sino que, arqueología mediante, existen cortes,
Chevallard.16 Para Bachelard, simplemente no hay “conocimiento multiplicidad de ellos, sin jerarquía ninguna, sin homologías posi­
vulgar” o común, este sería una “no-ciencia”. “Un conocimiento que bles ni sincronías. Al no haber cortes, la “decisión política” tampoco
no sea científico no es conocimiento”, dice (citado por Balibar, 2004a: puede valerse de ellos. Esto quiere decir que, finalmente, es difícil
15). Una analogía con la relación entre saber popular y científico no salir del callejón en el cual “en última instancia” todo se explica por
es descabellada; más allá de algunos matices, desde el punto de vis­ las relaciones de fuerza.
ta estructural se trata de la misma relación. Pero antes de que esta En su trabajo sobre las prisiones, de acuerdo con la lectura de Mi­
analogía nos amedrente, hay que recordar, a la vez y con atención, lner (1996: 88-89), Foucault buscó “sacar a la luz por las vías de la
que para Bachelard no se trata de una división social del conoci­ indagación más rigurosa, un objeto empírico […] que despertara el
miento, mucho menos de una distinción institucional. La distinción punto de intolerancia en aquellos que tomaban conocimiento de él
planteada por el epistemólogo no pone a los sabios del lado de la –el juicio, anterior a todo enunciado, de que eso, eso que se ve, no es
Universidad y a los ignorantes o profanos del lado de lo popular.
La ignorancia frente al saber es estructural, y ninguna institución
discusión, pero también sin olvidarla, nos interesa aquí en la medida en que la
ni división social del trabajo nos pone a resguardo de ella. Para no
expresión “corte epistemológico” indica por lo menos una solución de continuidad
dejarlo implícito: ante el saber, son tan ignorantes el científico uni­ entre el conocimiento y la realidad.
versitario como un niño que todavía no fue a la escuela, pero que ya 18. Dentro de las posiciones teóricas e ideológicas de su época, y sobre todo en con­
puede formularse “teorías”, según la conocida fórmula freudiana. traste con Althusser, pero también con muchos otros, hay por lo menos un corte que
Foucault no aceptó: el que se habría establecido con Marx. Para Foucault (2003: 256),
El lenguaje de Bachelard, o más ampliamente el lenguaje de los “en el nivel profundo del saber occidental, el marxismo no ha introducido ningún
años 60, era el del “corte”.17 Ello supone, básicamente, discontinui­ corte real”. Por otra parte, para Foucault las “ciencias humanas” no son ciencias, sin
embargo eso no les daría un estatus menor o las colocaría en una posición de impos­
tura, porque las configuraciones epistemológicas no se ubican solamente en la cien­
cia. Por eso Foucault, en una posición que no deja de evocar a Bachelard, pero para
16. Para un análisis de la relación entre el saber de la ciencia y la transposición refutarlo, dice: lo que hace que una figura epistemológica no sea una ciencia “no es la
didáctica en Chevallard, véase Fernández (2004). presencia de un obstáculo”, por lo tanto, “no debe ser tratada como un fenómeno ne­
17. Sobre el concepto de “corte”, su relación con la ciencia, el estructuralismo, el gativo”. Estas figuras epistemológicas, “al lado de las ciencias y sobre el mismo suelo
marxismo althusseriano y “mayo del 68”, véase Milner (2003). Sin avanzar en esa arqueológico”, constituyen “otras configuraciones del saber” (355).

126 127
tolerable–. La única máxima ética del intelectual es proferir los enun­ Ante esto, las universidades pueden plantearse el nobilísimo
ciados capaces de dar nacimiento a ese juicio en quienes nada profie­ cometido de democratizar el saber, de democratizar el acceso a la
ren”. Esa operación, que puede suponerse política, implica ubicarse enseñanza universitaria, de hacer de la Universidad un lugar demo­
más allá de otro corte. ¿Significa eso que, finalmente, el corte mayor crático. Pero nada de eso tiene que ver con el ideal de la ciencia, tal
para el saber es la política? ¿El “programa” que permite la distinción vez sí con cierta deriva de la ciencia ideal en los últimos años. Pos­
entre “erudición y saberes sometidos” es algo distinto de esto?19 En tular un ideal de la ciencia disyunto de toda cualidad social, cultural
este punto, conviene recordar que para Foucault (2008a: 22), en tanto y política no es intentar preservar corporativamente el privilegio
acople del “saber erudito y el saber de la gente”, “las genealogías son, de los científicos; es, muy por el contrario, intentar preservar la dis­
muy precisamente, anticiencias”. cusión epistemológica propiamente dicha, incluso las representa­
Podrá plantearse, claro, una cuestión ética, política o ideológica; ciones del saber, aunque eso incluya, si se quiere, toda la discusión
mas no científica, o si se prefiere, no en términos de conocimiento. La sobre la relación saber-poder, desde Condorcet a Foucault, pasando
orientación que supone un “diálogo de saberes” es ético-política, no por Kant.22
epistemológica, irrumpe en el campo de la representación del saber. El riesgo es evidente: tras un noble ideal democrático, puede
Si hay una dimensión política y social que afecta a la ciencia, es en desconocerse la especificidad de la cuestión epistemológica, que es
calidad de “condiciones exteriores”, en tanto condiciones que afectan esencialmente teórica, incluso la autonomía relativa de la activi­
la dinámica de las instituciones científicas, ante lo cual la producción dad científica, que es esencialmente práctica. De cualquier forma,
de conceptos no puede responder como si se respondiera a una de­ es preciso resaltar que no sería deseable establecer una polariza­
manda (social).20 Si en las prácticas es tan difícil este discernimiento, ción entre dos posiciones del tipo “impostura cientificista” versus
tal vez sea porque la letra, que anuda al RSI, sirve tanto para la ciencia “ideología social”; esa polarización pone fin a cualquier discusión
como para la política, y la demanda social se acomoda fácilmente en posible. Pero es preciso tener en cuenta que no se puede pasar, sin
esa indistinción.21 más, sin advertir el pasaje, de la lógica a la historia, de la epistemo­
logía a las prácticas de los científicos, o, para decirlo con Weber, de
la ciencia a la política.23 Será preciso, sin embargo, no olvidar que
19. Véase Foucault (2008a). Por alguna razón, Michel Foucault se vio obligado a acla­ hay políticas para el desarrollo de la ciencia. Esa es la discusión
rar en 1984, ya sobre el final de su vida, que su posición no supone que los “juegos
de verdad” no son más que relaciones de poder; lo que le interesa es “saber cómo los
propiamente política, donde tiene su lugar la tensión saber-poder
juegos de verdad pueden ponerse en marcha y estar ligados a relaciones de poder” en toda su extensión.24
(Foucault, 1994: 133). Tras ese razonamiento, y poniendo como ejemplo a la psiquia­
tría, Foucault afirma que las “prácticas de poder” no anulan la “validez científica”
(134). Con el ejemplo de las matemáticas quedará más claro aún: no se trata del saber,
sino de las instituciones; “lo que uno no puede en todo caso decir es que los juegos
de verdad no son más que juegos de poder” (134). Juego, para Foucault, refiere a las otras se dispersen (Milner, 1996: 147), lo mismo para el ternario universitario,
“un conjunto de reglas de producción de la verdad” (1994: 135). Pero la ambigüedad cuando las funciones se nombran de modo aislado y se les confiere positividad a
persiste: finalmente, ¿la verdad es una construcción? “Eso depende: existen juegos partir de una cierta autonomía.
de verdad en los que la verdad es una construcción y otros en los que no lo es” (136). 22. En Althusser (2007) está reseñada la preocupación de Condorcet respecto de lo
20. Véase Balibar (2004). que aquí se nombra como relación saber-poder. Véase también Kant (2002).

21. Se podría decir incluso, jugando con las analogías, que el rsi es un ternario (que 23. Con todo, puede destacarse que, para el sujeto, política y saber coinciden en
algo: ambos dependen de una falta.
remite al ternario lacaniano “real, simbólico e imaginario”), tanto como lo es inves­
tigación, enseñanza y extensión. Si para el rsi rige la indisolubilidad, porque si para 24. No estoy dejando de lado la idea foucaultiana que supone que el saber implica
el nudo borromeo del rsi basta que una de las instancias se desprendan para que relaciones de poder.

128 129
Es curioso que lo que toda una tradición de cuño explícitamente de sus dimensiones singulares (saber) y sus presentaciones desin­
marxista intentó separar, ideología y ciencia, se procure reunir a gularizadas (conocimiento)”.
propósito de una reivindicación que evoca al pueblo (saber popular, Un ejercicio posible, como el que se ha hecho aquí, pasa por dis­
saber de la gente). O no tan curioso: según Milner (2008) el marxis­ tinguir entre las representaciones del saber, la dimensión episte­
mo vaciló siempre entre el saber, a secas y absoluto (Wissenschaft), mológica y la política. En ocasiones es imposible la distinción, pero
y la lucha de clases. El periplo del estructuralismo francés da cuen­ de eso trata el ejercicio, de sostener el supuesto que propone una
ta de ello.25 El par ideología-teoría ha sido uno de los núcleos pro­ diferencia, aunque en la práctica y en la realidad todo se disuelva,
blemáticos, como indica Étienne Balibar (2004b). Puede decirse, sin como todo lo sólido se desvanece en el aire. En este sentido, cabría
embargo, que las ideas, las teorías, los conceptos, no son activos en decir que el imperativo de democracia es político e ideológico, no
sí mismos, sino bajo formas ideológicas. Por eso, del mismo modo científico. Por eso, en la práctica se pueden articular el trabajo cien­
puede decirse que si los intelectuales deciden estar junto al pueblo, tífico y el político, pero a condición de no reducirlos el uno al otro.
al modo del intelectual orgánico gramsciano, es por un lazo social, Finalmente, para que no haya dudas, diré: la mejor manera de que
y no por el saber. la Universidad esté junto al pueblo es dedicarse al saber. Luego,
hacer todos los esfuerzos políticos posibles para que el poder no
se interponga. Luego, todavía, no abandonar el noble ideario que
Consideraciones finales supone una categoría política fundamental: el lazo social que esta­
blece el pensarse como trabajador.
De lo expuesto hasta aquí, es preferible no sacar conclusiones
apresuradas sobre el ternario universitario y las políticas que se
proponen para consolidar una u otra forma de articulación entre Referencias bibliográficas
investigación, enseñanza y extensión. Aun sin conclusiones sobre
el ternario, de acuerdo con Behares (2011a: 88), “investigación, en­ Althusser, L. (1992), El porvenir es largo. Los hechos, Barcelona, Destino.
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y extensionistas, sino como un saber que se produce en el vaivén – (2014), Filosofía y política: una relación enigmática, Buenos Aires,
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Balibar , É. (2004a), “El concepto de «corte epistemológico» de Gastón
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25. Dentro de los varias referencias posibles, me remito a dos: Balibar (2004) y Al­
thusser (1992). La figura de Althusser fue central, y justamente por eso fue blanco de res, Nueva Visión, pp. 9-48.
las principales críticas al estructuralismo, sobre todo desde el punto de vista político: – (2004b), “¡Vuelve a callarte, Althusser!”, en Escritos por Althusser,
“Por todas partes dentro del mundo del estructuralismo me acusaron de justificar la Buenos Aires, Nueva Visión, pp. 49-74.
inmovilidad de las estructuras dentro del orden establecido, y la imposibilidad de
la práctica revolucionaría” (Althusser, 1992: 247). Para una discusión respecto de la Behares, L. (2004), “Enseñanza-aprendizaje revisitados. Un análisis de
relación del estructuralismo con la ciencia así como de la distinción “ciencias natura­ la fantasía didáctica”, en L. Behares (dir.), E. Bordoli, A.M. Fernán­
les” y “ciencias humanas” (o sociales, del hombre, de la sociedad, etc.) y el papel de la
dez y O. Ros, Didáctica mínima. Los acontecimientos del saber, Mon­
doxa en esa distinción, véase Milner (2003). En esa misma obra de Milner se discute
sobre los usos políticos de la polarización entre ambos “tipos de ciencia”. tevideo, Psicolibros, pp. 11-30.

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132 133
Tensiones en las relaciones entre enseñanza
y extensión en la democratización del conocimiento
Jorge Rettich
Universidad de la República, Uruguay

Introducción

Para dar inicio a esta presentación, diré que el objetivo de este


trabajo es caminar por el espacio de las tensiones que hoy genera
la relación entre: una universidad al servicio de la sociedad o al
servicio del saber, la enseñanza en función del conocimiento o en
función del aprendizaje, la producción de conocimiento por el cono­
cimiento o para la resolución de problemas sociales.
Evidentemente, estas polaridades que aquí nombro no son tales
en la práctica, sino que aquello que vulgarmente se llama realidad
muestra un entramado mucho más complejo donde esta separación
analítica parece escasa y poco relevante.
Sin embrago, la intención aquí es resaltar justamente la tensión.
Tensión que está puesta ya en la denominación de este coloquio,
“Democratización de la educación superior”. La idea de que hay que
democratizar algo que en principio tendría que ser de acceso a todos
por igual ya implica un problema. Si hay que democratizar, ya sea
su acceso, su producción, su alcance, etc. es porque hoy la educación
superior parece no ser democrática, con todas las ambigüedades y
polisemias que esta noción, la de democratización, pueda tener. En
este sentido, habría que revisar a futuro si este término representa
lo que realmente se quiere significar.
Asimismo, la enseñanza y su relación con la investigación y la ex­ Un posicionamiento desde una teoría de
tensión entran en este mismo campo de tensión. Si bien la llamada la enseñanza centrada en el saber2
“Universidad Latinoamericana” tiene como una de sus caracterizacio­
nes la integración de este ternario de funciones, esta no es exenta de Para comenzar a hablar de la relación entre enseñanza y exten­
controversias y pujas de distinta índole. sión, entiendo pertinente definir a qué me refiero con enseñanza.
En este sentido, partiré de una premisa que me acompañará a lo Comenzaré por realizar una diferenciación sobre la que me posi­
largo de este trabajo. La resolución de tales tensiones, en principio, cionaré y que tiene como base los postulados de Luís Behares; la
podría no tener mayor sentido o llegar a ser un imposible. Quizás enseñanza centrada en el saber se diferencia de la didáctica como
sea en el asumir la tensión misma donde podamos pensar las accio­ constitución moderna de la enseñanza.
nes posibles para tal democratización. Ceder fuerzas hacia uno de Se puede inferir que la enseñanza, en el transcurso de la Antigüe­
los polos que tensiona podría implicar claudicar a una de ellos y, en dad y la Edad Media, estaba orientada por una teoría que tenía en
cierta medida, a la posibilidad de revisión crítica a la que la tensión su punto angular la idea de relación con el conocimiento. La ense­
nos somete en forma continua. En algún punto, lo mismo implicaría ñanza estaba centrada en el saber, no se tenía en cuenta el aprendi­
pensar en una reconciliación absoluta. En cambio, entenderlas en zaje. De Magistro, de San Agustín de Hippona, mostraba una forma
una relación dialéctica, no en el sentido de búsqueda de una sínte­ posible de entender la enseñanza. Siendo esta, heredera de la teoría
sis superadora, sino de crítica a una positividad que se toma como del signo de Crisipo, durante la Antigüedad y la Edad Media se desa­
dada,1 podría aportar a la comprensión del tema en cuestión desde rrollaba como una posible teoría de la enseñanza (Behares, 2005).
un lugar menos simplista. Ingresando a la era de la Modernidad, Comenio, con su Didáctica
El eje propuesto para este análisis será principalmente la rela­ Magna en 1627, postula la idea de “enseñar todo a todos”, estable­
ción entre enseñanza y extensión, en este caso, en la Universidad ciendo en cierta manera la preocupación por el estudio del método.
de la República, especialmente en lo que se dio en llamar “Segunda De esta forma se origina un quiebre con la tradición respecto a la
Reforma” y que refiere entre otras cosas a la renovación de la ense­ enseñanza y en cierta medida se inaugura la didáctica.
ñanza y la curricularización de la extensión. La preocupación por los métodos encuentra asiento en el marco
del desarrollo del empirismo, con lo cual, el avance de la didáctica
va a desplazar al saber del centro de atención (el qué enseñar) por
la forma de hacer (el cómo enseñar). De esta manera, se diferencian
una teoría de la enseñanza que se centra en el saber, y la didáctica
que se desarrolla como una tecnología de la enseñanza que se cen­
tra en el método (Behares, 2004).
Ya entrada la Modernidad, y con el auge de la ciencia positivista,
1. En este entendido, me refiero a la dialéctica negativa de Adorno, que como plan­ la escuela irá tornándose depositaria del conocimiento empírica­
tea Barahona (2006: 205): “Ante todo, dialéctica negativa significa para Adorno la
no afirmación de la identidad entre razón y realidad, entre sujeto y objeto, entre
este y su concepto. Afirmar la identidad equivale a anular las diferencias, reducir
la multiplicidad a la unidad, lo dado particular y concreto al pensamiento, para así 2. El siguiente punto tiene como referencia la ponencia titulada “Experiencia y en­
poder dominarlo. Adorno rechaza por esto la dialéctica hegeliana, porque afirma la señanza. Una revisión crítica a la noción de práctica profesional en la Universidad
reconciliación del espíritu con su opuesto en un sistema cerrado y, por tanto, encu­ de la República (Uruguay), presentada en el 11º Congreso Argentino y 6º Latinoame­
bre la verdad de la alienación, de la discordancia entre razón y realidad histórica”. ricano de Educación Física y Ciencias, unlp.

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mente positivo. De este modo la “fantasía didáctica” como plantea Para la lógica universitaria, esta afectación de la didáctica no es
Behares (2004) será posible, en tanto en la escuela el saber dispuesto menor. Esta preocupación didáctica que años atrás tenía su epicen­
es el saber sabido. tro en los niveles primario y secundario del sistema educativo, hoy
Esta fantasía está representada en la idea de que el conocimien­ ingresa al nivel terciario y se presenta con carácter renovador en
to es posible de ser transmitido en forma transparente, donde el la Universidad. La consecuencia de esto puede encontrarse en el
que no sabe podrá interpretar en forma acabada el saber que le es corrimiento del saber del eje de la enseñanza.
transmitido pudiendo dar cuenta de él. Esto se complementa con la Dogliotti plantea con claridad este problema en el análisis del
posibilidad de evaluar al que aprende, ya que se genera un proceso dispositivo de las “configuraciones didácticas” (cd) de Edith Litwin.
controlable y por tanto posible de ser sometido a evaluación. Así, Dogliotti (2009: 10) somete a una crítica epistémica tal dispositivo y
el mejoramiento del método y de los andamiajes que posibiliten la plantea que “el dispositivo de las cd se desplaza de un nivel analíti­
transmisión, por tanto de la tecnología disponible para esto, es el co a un nivel prescriptivo de las prácticas de enseñanza, haciendo
objeto de estudio de la didáctica, más que el conocimiento en sí. énfasis en una perspectiva de la didáctica de la mediación”.
A este planteo se suma que la preocupación durante el siglo xx En ese sentido, y quizás se podría decir como síntoma de esto,
sufre un desplazamiento más. Con la intervención de la psicología podemos ver en ciertas afirmaciones de Camilloni (2012) que para
en el campo educativo, el método es pensado en función de cómo se la didáctica el centro de la enseñanza no está tanto en el saber, sino
aprende, más que en el qué se va a enseñar. Según Behares (2008b: en la idea de intervención, de mediar entre el saber y el estudiante.
122): “Con el desarrollo de la psicología […] la teorización sobre la
enseñanza va progresivamente siendo derivado hacia el aprendizaje, Entonces, nuestro punto de partida es, y debemos pun­
ante el cual la enseñanza no es sino un instrumento de intervención”. tualizarlo, que la enseñanza es una acción social de interven­
Desde una afectación del psicoanálisis lacaneano, se puede in­ ción, por lo cual, en la faz que corresponde a la acción del
ferir que no hay lugar para la falta, el equívoco no tiene cabida en profesor y en la otra faz que atañe a los alumnos, quienes
la escuela. Entender al hombre en una relación imperfecta con la igualmente deben realizar acciones, ya no de enseñanza sino
“cosa”, con asiento en el “lenguaje”, es pararse en línea contraria a de aprendizaje, las situaciones didácticas se inscriben en el
la lógica que se ha construido con la Modernidad (Behares, 2008b). marco de una teoría de la acción social, en la que se compren­
La reducción de la enseñanza al estudio del método trae como de y se explica el sentido de la actividad humana. Por ende,
revés la no preocupación central por el saber, dejando de un lado esta constituye un referente basal de la didáctica. (19)
quienes lo producen y del otro quienes se especializan en su trans­
misión. De este modo, se desarticula la enseñanza del momento de En esta transformación de la noción de enseñanza, también su­
producción del conocimiento, por tanto del interés por el saber. fre cambios la idea y función que se le adjudica al docente. Para la
didáctica, el docente es capaz de generar una comunicación fluida,
La didáctica pudo de esta forma presentarse, por lo me­ es quien sabe y debe lograr transmitir el conocimiento dado. Para
nos exteriormente, como la Ciencia de la Mediación, cuyo una teoría de la enseñanza que se centra en el saber, el docente debe
objeto es la relación enseñanza-aprendizaje, detrás de la su diferencia con el discente por su mayor relación con el saber,
cual se esconde más o menos bien su carácter de teoría de más que por ser un especialista en los métodos de transmisión. El
un método. (Behares, 2004: 16) docente centrado en el saber no se preocupa por el método de trans­
misión y evaluación, sino por acercar o ingresar al otro al espacio

138 139
de producción del conocimiento. En pocas palabras y de acuerdo Un documento del rectorado de 2010 dice:
con los planteos de Behares (2008a), la enseñanza implica poner en
funcionamiento las cadenas de significado. En este sentido, la extensión entendida como un proce­
Este posicionamiento respecto a la enseñanza es clave, ya que, so dialógico y bidireccional redimensiona a la enseñanza,
como plantearé más adelante, no entender que el centro en la en­ al aprendizaje y a la investigación […] La extensión y las
señanza es el saber lleva a un modelo de universidad distinto, y en actividades en el medio pueden ser de muy variado tipo.
ese sentido, la relación con la extensión es muy diferente. Si la ense­ Todas sus formas ofrecen en mayor o menor grado opor­
ñanza se entiende centrada en el saber, la relación con la extensión tunidades para cultivar lo que es la idea definitoria de la
debería estar marcada por el saber y en ese sentido la extensión se extensión: la búsqueda de una colaboración entre actores
podría definir respecto a este también. En cambio, si la enseñanza se universitarios y otros actores, en un pie de igualdad, dia­
la entiende en términos didácticos, como una tecnología, la relación logando y combinando sus respectivos saberes al servicio
con la extensión estará marcada por la configuración didáctica, por de objetivos socialmente valiosos, con prioridad a los pro­
el método que implicaría la extensión, volviéndose esta una técnica blemas de los sectores más postergados. (15)
o modelo de enseñanza.
Junto con la idea de definir qué se entiende por extensión, se
instala la preocupación por su incorporación en los planes de es­
La extensión y su curricularización tudio. Es así como en 2009, el Consejo Directivo Central de la Ude­
lar aprueba un documento que busca guiar, en cierta medida, un
Para empezar debo hacer una salvedad; la elaboración respecto proceso nombrado como “curricularización de la extensión”. Dicho
al concepto de extensión que he podido rastrear en la Udelar es del documento significativamente se denomina: “Para la renovación de
orden básicamente prescriptivo, no habiendo mayor teorización so­ la enseñanza y la curricularización de la extensión y las actividades
bre él, sino más bien un anclaje en el deber ser de la extensión. En en el medio” (Arocena, 2014; Rectorado, 2010). Esta idea de curricu­
este sentido, en general, las consideraciones que sobre este hacen larizar la extensión se puede dar por lo menos en dos sentidos: por
los autores son de un registro más cercano a lo vivencial y lo que la acreditación de proyectos de extensión en los que participan es­
debería ser la extensión. tudiantes, o por la transformación de propuestas de enseñanza cu­
En esta última década, desde el rectorado y desde el pro rectora­ rriculares ya existentes, en un ámbito de desarrollo de la extensión.
do de extensión se ha intentado definir qué es extensión y difundir­ En concordancia con este movimiento, se van estructurando es­
la. Esto es parte de un movimiento donde “un componente funda­ pacios que tienden a la renovación de la enseñanza y la inclusión
mental del programa de la Segunda Reforma en la Univesidad de la de la extensión como un eje central. Es así como surgen los Espacios
República es la incorporación efectiva de la extensión al conjunto de Formación Integral (efi). Estos espacios de formación buscan la
de actividades definitorias de nuestra institución” (Arocena, 2011: integración por igual de las tres funciones universitarias: la investi­
10). Estos intentos de definición se han desarrollado tanto a partir gación, la enseñanza y la extensión. A su vez, en estos espacios se pre­
de recabar la tradición al respecto, levantada de trabajos como el tende también el trabajo interdisciplinario y un diálogo de saberes,3
de Bralich (2006), que recoge las experiencias desde mediados hasta
fines del siglo pasado, como desde lo recolectado o sistematizado
desde la propia práctica de extensión. 3. Por diálogo de saberes se entiende la posibilidad de encuentro en un sentido dialó­

140 141
siendo estas sus principales características. Concomitante con esto dizaje integrales a través de la idea de enseñanza activa, la ecología
es la delineación de los llamados Itinerarios de Formación Integral de saberes y el aprendizaje por problemas, (Rectorado, 2010).
(ifi). Estos itinerarios responden a una propuesta de flexibilización De alguna forma, la discusión en torno a la extensión y la integra­
curricular, que facilita que el estudiante pueda desarrollar su propio lidad, se va volcando a la idea de una forma de enseñanza. Parece
camino a través de la acreditación de trayectos optativos por su pro­ ser que encuentra en esa noción la legitimidad de ser integrada al
pia facultad, otras o por programas centrales. La idea central es que el currículo y de renovar la enseñanza, transformándose así en un mo­
recorrido sea especialmente a través de los efi que se puedan ofrecer delo de enseñanza: “la extensión concebida de la manera que la es­
en cada centro, generando un itinerario que tiene como base la idea tamos presentando, al ser introducida en el acto educativo normal,
de integralidad expuesta anteriormente. se convierte en un aliado para transformar el modelo pedagógico”
(Rodríguez y Tommasino, 2011: 32).
La extensión, como función que propicie las prácticas Ver la extensión como una posible metodología de enseñanza,
integrales, deberá consolidarse a todos los niveles de la ins­ ya que la transforma al poner al estudiante en un rol más activo
titución. Así se contribuirá a ofrecer una formación inte­ y al despojar, supuestamente, el poder del docente respecto del
gral en la cual los estudiantes sean el centro mismo de los conocimiento por la intervención en este acto de la comunidad
procesos de aprendizaje […] La incorporación de las prácti­ como un agente enseñante más, implica el riesgo de entenderla
cas integrales […] en la currícula de las distintas carreras o como método didáctico y a los efi como dispositivos de ese método
formaciones profesionales requiere de la consideración de (Rodríguez y Tommasino, 2011). En relación con esto, y con lo ma­
diferentes instancias en donde se concretarán. La primera nifestado en el apartado respecto a cómo entender la enseñanza,
son los Espacios de Formación Integral (efi), que permiti­ podríamos decir que la extensión vista como método sería parte de
rán la curricularización de este tipo de actividades a nivel una nueva tecnología de la educación. Si bien seguramente los ac­
de los diferentes ciclos de las carreras. La segunda es la de tores que buscan la jerarquización de la extensión no se plantean
los Itinerarios de Formación Integral (ifi), que asegurarán esta como tecnología, el discurso puesto en ella colabora para que
la continuidad de los procesos a lo largo de la trayectoria quienes quieran entenderla como metodología de la enseñanza
formativa de los estudiantes. (Rectorado, 2010: 17-19) puedan ensayarla a través de la implementación de un efi como
un nuevo modelo didáctico.
De este modo los efi son espacios caracterizados por: la integra­ Para situarnos en el problema que puede surgir al didactizar la
ción de las funciones, la interdisciplinariedad, el desarrollo de prác­ extensión, pondré un ejemplo donde seguramente quienes participan
ticas transformadoras que entiendan a los otros como sujetos4 en un de los efi se puedan ver por lo menos en algún punto relfejados. En un
diálogo de saberes, por la concepción de una enseñanza y un apren­ efi la evaluación al estudiante se intenta proponer integrada, donde
haya una única evaluación que sirva para todas las disciplinas que
se integren al efi y que integre la evaluación por parte de actores no
universitarios (Rectorado, 2010: 21). Aquí emerge un problema fun­
gico y horizontal, de los saberes de los universitarios con los saberes que traen las ins­ damentalmente didáctico, en una única evaluación general: ¿cómo se
tituciones y organizaciones sociales. Para saber más a qué hace referencia esta idea
de “diálogo de saberes”, se puede consultar Kaplun (2013). También Arocena (2011).
evalúa la relación con el conocimiento específico de la disciplina esta­
4. La utilización del sujeto aquí como sujeto individuo se diferencia notoriamente
blecida por parte del estudiante? Si la lógica de la evaluación es pensar
de la idea de sujeto presentada por Behares desde una perspectiva lacaniana. en el espacio común creado por todas las disciplinas, por definición lo

142 143
propio5 quedaría afuera. Si en la evaluación se quiere integrar lo es­ en contra de la interdisciplina, pero sí del dogma que considera que
pecífico y se piensa a partir de lo que cada disciplina aporta de propio, todo es mejor si se hace interdisciplinariamente, sin revisar esto desde
en la evaluación debería haber tantos docentes involucrados como una posición racional objetiva que determine para qué y por qué es o
disciplinas, y la propuesta evaluativa debería integrar lo propio de no es necesaria la interdisciplina, de lo contrario, salvando las distan­
cada una, teniendo todos los estudiantes que responder a su discipli­ cias y haciendo un paralelismo con Adorno y Horkheimer (1998), la
na y las otras involucradas. De lo contrario, si se responde solo a lo interdisciplina se vuelve una creencia y se transforma en mito.
específico, no será integrada. A su vez, si la evaluación pasa por dar Por otro lado, en caso de que el estudiante se incorpore al efi a
cuenta del lugar común, que no le es propio a nadie, ¿qué se evalúa?, partir de un curso ya curricular, por ejemplo un espacio conforma­
¿qué sucede con la disciplina específica?, ¿no debería ser evaluado do por tres prácticas profesionales curriculares de tres disciplinas
ese conocimiento? Esto torna complejo el aparato de una evaluación diferentes, la coordinación de los requerimientos de cada curso im­
integrada. Esto no significa que no puedan existir evaluaciones inter­ plica un trabajo no menor y en algunos casos incompatible. Esta
disciplinarias, el tema aquí es que cuando el foco está puesto en la incompatibilidad o dificultad se puede dar por: duración distinta
necesidad de evaluar curricularmente la relación del estudiante con de los tiempos de cada curso, corrientes o lógicas para la acción
el conocimiento de la disciplina, el foco no está puesto en el proyecto, sobre el problema diferentes, consideraciones epistémicas dispares,
sino en el estudiante. Otra cosa es evaluar un proyecto para su mejo­ horarios diferentes de disposición para la tarea tanto por parte de
ra o reformulación, ya sea de extensión o investigación. Abordar un estudiantes como de docentes, etc. Si bien se podría decir que es rica
proyecto interdisciplinariamente es una cosa, abordar la enseñanza la diversidad, consensuar una manera, más allá que sea un aprendi­
interdisciplinariamente es otra. Los objetos son claramente distintos zaje valioso para el estudiante, puede implicar relegar los objetivos
y la rigurosidad que hay que tener es la de no confundirlos. Esto no va y objetos del propio curso. Para que esto no suceda debería pensarse
un efi donde los cursos que se integren tengan un marco similar que
les permita un consenso abarcativo de todos los cursos.
5. Roberto Espósito (2003) plantea claramente, en el estudio de la etimología de la
palabra “communitas”, que lo común se define justamente por lo contrario a lo pro­
Todo esto no implica ver estos espacios como imposibles, sino
pio o la propiedad. Lo común no es la suma de propiedades, ni compartirlas, ni una que deben ser pensados con la misma rigurosidad académica que
propiedad en común, sino todo lo contrario; es la expropiación, la no propiedad es cualquier otro espacio curricular. Y en el caso de que esos espacios
lo que define lo común. “El primer significado que los diccionarios registran del
sustantivo communitas, y del correspondiente adjetivo communis, es, de hecho, el impliquen la conjunción de dos unidades curriculares o más de di­
que adquiere sentido por oposición a «propio». En todas las lenguas neolatinas, y no ferentes facultades, sería prudente pensar la forma de planificar en
solo en ellas, «común» (commun, comune, common, kommun) es lo que no es pro­
conjunto la posibilidad de ese espacio.
pio, que empieza allí donde lo propio termina: Quod commune cum alio est desinit
esse proprium (Quint. Inst., 7, 3, 24). Es lo que concierne a más de uno, a muchos o Pero lo más significativo en la posible discusión que acabo de
a todos, y que por lo tanto es «público» en contraposición a «privado», o «general» presentar no es cómo solucionarla, sino que el problema de la ex­
(pero también «colectivo») en contraste con «particular»” (25-26). Este punto no lo
considero menor, porque si la interdisciplina se piensa desde la idea de un punto tensión se corrió de foco, ya no es la problemática social, sino cómo
común, o donde hagan comunión las disciplinas, ese punto podría ser el de la falta acreditar un proceso de esta índole, o cómo hacer para que sea in­
de lo propio o específico de cada una. Esto pone en cuestión la posibilidad de pensar tegral. Se podrá dar más o menos importancia al tema de la evalua­
la enseñanza de lo propio de la disciplina en la interdisciplina. Por tanto, quizás la
interdisciplina tendría sentido para enseñar respecto a lo propio de lo que implica ción, pero la curricularización de la extensión a través de los efi no
la interdisciplina, no tanto así para enseñar lo propio de una disciplina. Otro tema tiene opción a no dar este tipo de discusión, que en general pueden
distinto es pensar en el abordaje de un problema en forma interdisciplinaria, ya
que eso es distinto al objetivo de la enseñanza de una disciplina en el camino de
ser del orden didáctico más que propios de la enseñanza en relación
formación del estudiante. al saber, pero que hacen al problema de la acreditación.

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Seguramente, semejante posibilidad lleva a revisar los riesgos realidad, con diversos actores sociales y con la solución de
para la extensión en la actual coyuntura de tensión. Respecto a esto, problemas concretos, lo que suele involucrar a diversas dis­
el planteo de Romano (2011: 93-94) es muy conducente: ciplinas. Ello ha de contribuir además a la formación ética
del estudiantado, ofreciendo vías para canalizar las dispo­
Entonces, la idea de integralidad en cuanto a la formación siciones solidarias en general y, en especial, el deber de co­
pasa por los propios dispositivos. Los formatos de alguna ma­ laborar con la sociedad que tienen quienes pueden ejercer
nera se imponen y tienden a definir su lógica y capturan las efectivamente el derecho a una educación universitaria que
consignas en el marco de esas gramáticas que los reformatean es financiada por la comunidad. (Arocena, 2014: 22)
[…] Si uno piensa la curricularización de la extensión el peli­
gro que se corre es que, para darle legitimidad a la extensión Cerrando este apartado, la idea puesta en él no es la no curriculari­
debemos incluirla en alguno de los formatos académicos exis­ zación de la extensión, ni la no renovación de la enseñanza, sino, por
tentes; es decir, tenemos que darle un lugar en el currículo. medio de alguna ejemplificación con todo lo que un ejemplo siempre
puede tener de contradictorio, mostrar la tensión que esto implica
Este planteo no apunta a promover que la extensión no sea incor­ y de la cual generalmente no se discute. Resumidamente, la tensión
porada a la currícula, pero su inserción no es, ni puede ser, un sim­ está dada en que, con la curricularización, la extensión pierda su au­
ple acto administrativo o la influencia de una voluntad política. Si la tonomía y su finalidad, y se instrumentalice y transforme en medio
curricularización de la extensión se convierte en una consigna que para otros fines, a la vez que por otro lado su no jerarquización y su
hay que reproducir para jerarquizarla, sin cuestionarla, corremos alejamiento de las otras dos funciones pueden contribuir en cierta
el riesgo de un efecto totalmente contrario: su desjerarquización. Se medida al abandono de la universidad pública de los problemas so­
la puede fácilmente instrumentalizar y subordinar a la enseñanza. ciales, sobre los cuales, si bien no se debe como fin último, es un actor
Pierde su legitimidad como función independiente a las demás. Es fundamental para dar respuestas. Su rol allí, como institución finan­
sabido que la lógica curricular implica, en algún punto al menos, ciada y legitimada por cada ciudadano, no puede ser dar las espaldas.
que cualquier elemento de la cultura, al ingresar en el currículo de Se puede afirmar en cierto modo que la enseñanza cuenta con
una formación, de una u otra manera sufre un proceso de pedagogi­ otros elementos distintos, ni mejores ni peores, cuando está en
zación, de recorte de su propiedad para transformarse en contenido relación con la extensión. De eso dan cuenta las diferentes siste­
en el mejor de los casos, en metodología en el peor. matizaciones de las prácticas de extensión cuando se relacionan
Si bien es importante que los estudiantes de cualquier universidad con la enseñanza y que son recogidas por los documentos hasta
pública, sostenida por cada ciudadano, transiten por los entendidos aquí presentados y otros estudiados. Pero esto no puede recaer
que la extensión tiene para ofrecerles, hay que tener resguardo de en la tecnologización de la extensión. La universidad pública, al
que no se la banalice. Este pequeño descuido puede dar pie a la inter­ margen de la enseñanza y de la investigación, siempre se deberá
pretación de una extensión al servicio de la enseñanza. En cierta me­ un espacio donde ponga en juego la relación entre conocimiento y
dida en el siguiente pasaje se puede leer entre líneas que la extensión sociedad, no la solidaridad asistencialista para la cual están conce­
no es el fin en sí, sino la posibilidad de renovar la enseñanza: bidas otras organizaciones e instituciones estatales y no estatales,
sino para disponerse al compromiso social con quien posibilita su
La conexión de la extensión con la enseñanza apunta a existencia en nuestros días, y ese compromiso solo puede estar
que esta sea más activa y rica, a través del vínculo con la mediado por el conocimiento.

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Extensión y democratización del conocimiento es menor plantear esta tensión cuando hablamos que la democrati­
zación del conocimiento aporta al desarrollo de la sociedad, ya que
Sin lugar a dudas, proclamar la democratización del conocimien­ en una actualidad donde la demanda social se encuentra tensionada
to parece ser procedente por donde se lo mire. No obstante, dicha por la demanda del mercado, el riesgo de una universidad al servi­
proclama parece licuarse fácilmente en decir que tal cosa es simple­ cio de la empresa parece cada vez más latente.
mente hacer accesible el conocimiento a todos. Por esta razón, en Esto no implica claudicar a la idea endogámica de que la univer­
lo que sigue me propongo observar desde el discurso del rectorado sidad cierre filas sobre sí misma, pero un camino de reforma no
saliente de la Udelar qué se dice acerca de la democratización del puede estar desatento a estas tensiones.
conocimiento en su vinculación con la extensión. Haciendo nuevamente foco sobre la democratización del cono­
Rodrígo Arocena (2014: 11), quien dejó recientemente un rectora­ cimiento, es importante observar cómo en el impulso dado por el
do de dos períodos consecutivos, plantea que: “Ampliar el acceso de rectorado de Arocena (2014: 22), la idea de democratización viene
las mayorías a los beneficios y a las decisiones que se vinculan con atada en forma significativa, aunque no únicamente, de la noción
el conocimiento es democratizarlo”. Esto, bajo la clave de la genera­ de integralidad y de extensión. “Lo que la Universidad puede con­
lización de una enseñanza avanzada y permanente. tribuir a este respecto se vincula con una de las «ideas fuerza» del
Esta preocupación tiene su anclaje más profundo en la idea de Movimiento Latinoamericano de la Reforma Universitaria: la es­
una universidad para el desarrollo. Arocena (2014) cimienta su plan­ trecha integración de las funciones de enseñanza, investigación y
teo en los postulados de Amartya Sen, quien entiende el desarrollo extensión universitaria”.
como la expansión de las capacidades y libertades que todos los ciu­ Desde esta perspectiva del rectorado, se puede observar que la
dadanos deben tener para elegir las formas de vida que entiendan extensión, junto con las otras funciones, es entendida como parte
valiosas de ser vividas. De este modo, según Arocena, plantearse la importante en un proceso de democratización ya que es el espacio
democratización del conocimiento no puede correr por separado de de articulación entre la universidad y la sociedad, donde la investi­
una idea de universidad que apuntala el desarrollo de la sociedad gación se redimensiona a partir de la búsqueda de producir conoci­
en su conjunto. Es una universidad “que cultiva integradamente y mientos para la solución de los problemas sociales, orientándose su
con alto nivel académico la enseñanza, la investigación, la extensión generación y utilización, y la enseñanza se renueva al enfrentarse
y en general la vinculación con la sociedad, teniendo como finalidad a la realidad de estos mismos problemas.
orientadora la de contribuir al desarrollo en sentido integral priori­ De este modo, una forma de acceso al conocimiento puede ser
zando la inclusión social” (16). vista a través de esta función, tanto porque se produce de acuerdo
Si bien el economista Sen realiza un planteo del desarrollo vin­ a lo que la sociedad necesita, como porque también esta accede a
culado al aumento de las libertades para la toma de decisión y esto él, más allá de quienes ingresan a formarse en la universidad. “En
implica sin lugar a dudas el conocimiento, cabe preguntarse ¿cómo suma, la democratización del conocimiento en las periferias incluye
mediar entre una universidad que mantenga una autonomía que le la expansión del conocimiento en todas las áreas así como la mul­
permita pensar críticamente la sociedad así como recorrer caminos tiplicación de sus aplicaciones valiosas en todos los ámbitos de la
por fuera de una razón únicamente instrumental o mercantilista, y sociedad” (Arocena, 2014: 16).
una contextualización que permita una relación de retroalimenta­ En este caso la extensión parece no estar enfocada en un sub­
ción entre sociedad y universidad para el desarrollo del conjunto? sidio a la enseñanza, sino que manifiesta una dimensión que en
A esto debemos sumarle ¿qué modelo de desarrollo se pretende? No cierta medida ha caracterizado a la propia función desde sus ini­

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cios; buscar el relacionamiento con la sociedad a través del cono­ esto podría ser; partiendo de la idea común de que la centralidad en
cimiento. Poder pensarla como un espacio de democratización del el conocimiento permite la mayor expansión de este en términos de
conocimiento es seguramente hacer eje en los postulados que ya generar más conocimiento ¿puede esto combinarse con el acceso al
emergían en la Reforma de Córdoba y que han caracterizado a las conocimiento por parte de todos? Si la respuesta fuera no, ¿qué re­
universidades latinoamericanas. nuncias implicaría y qué sociedad se estaría construyendo en torno
Bajo los postulados de la propia ley orgánica de 1958 de la Udelar, al conocimiento?
para la Universidad el conocimiento no es algo a ser encerrado en Por otro lado, la preocupación puesta en el aprendizaje segura­
una corporación, sino que debe ser, no solo de acceso a todos, sino mente se pregunta primero ¿cómo aprende el individuo? La preocu­
de manejo de todos. Es su misión protegerlo, acrecentarlo y divul­ pación en principio no estaría puesta en el conocimiento, sino en la
garlo. psicología del individuo. De acuerdo con esto se verá luego ¿cómo se
Evidentemente podemos ver que la extensión puede tener una debe enseñar? y por último entonces, ¿qué para ese individuo? Uno
conexión directa con la idea de democratización del conocimiento, a priori podría decir que esto posibilitaría pensar una forma para
más allá de esto, no debemos instituirla como la solución al proble­ que todos accedan al conocimiento, pero las preguntas que podrían
ma, sino como un elemento importante en la colaboración por dicha problematizar aquí esa linealidad en el pensamiento podrían ser;
democratización. partiendo de la idea común de que pueden haber múltiples formas
de aprender, que es un proceso no controlable en forma exacta,
que depende del capital cultural que el que aprende traiga previa­
Algunas problematizaciones sobre la relación entre mente y que influye considerablemente el contexto socioeconómico
enseñanza, extensión y aprendizaje que se ponen en tensión ¿qué sucede con el conocimiento en ese sentido? Si es recortado,
reconfigurado, resignificado, decodificado al modo o posibilidades
Un riesgo que se corre en este escenario de la integralidad de fun­ del individuo que aprende, ¿qué del conocimiento aprende? ¿Cómo
ciones es que en la preocupación por el aprendizaje del estudiante, se relaciona con él? ¿Se democratiza el conocimiento si lo que se
este se torne en el foco absoluto de atención de la universidad y enseña ya no guarda mayor relación con lo que se produce, por ser
que se pueda estar perdiendo el centro tradicional del sentido de la transpuesto a lo posible de ser aprendido?
universidad: el conocimiento y el saber. La idea de que el centro es Los caminos de entrada al problema acá son muy distintos, pero
el aprendizaje del estudiante (Arocena, 2014), o más aún, el propio la pregunta puede ser la misma: ¿es posible democratizar el cono­
estudiante, o que el centro es la sociedad o más aún sus problemas, cimiento? O, mejor aún, ¿qué significaría democratizar el conoci­
genera que el conocimiento sea pensado solo en función de estos y miento? No pretendo que estas preguntas nos animen a alcanzar
no en la relación que pueda establecer con estos. una respuesta por sí o no, y cómo una u otra opción serían posibles.
En este sentido, las tensiones se podrían establecer quizás del si­ La función que les pretendo a estas preguntas no es buscar la res­
guiente modo. Por un lado, la preocupación puesta en la enseñanza puesta, sino que interfieran permanentemente en la estabilidad y
podríamos decir que se preguntaría primero por el conocimiento; continuidad positiva que cualquier respuesta pretenda dar. Puede
¿por qué y qué del conocimiento debe ser puesto en funcionamiento ser la pregunta que constantemente e indefinidamente nos lleve a
para posibilitar la enseñanza? luego podrá venir la pregunta por revisar que algo siempre falta saber sobre esto, que no es posible
cómo ponerlo a funcionar de manera tal que todos los que partici­ alcanzar la verdad última al respecto y eso es lo que nos puede di­
pen puedan relacionarse con él. La pregunta para problematizar ferenciar como universidad, no solo la búsqueda de las respuestas,

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sino la búsqueda de las preguntas. Y por tanto, relacionado con la las demandas del mercado, complejiza aún más esta situación. Más
pregunta anterior, nos podemos preguntar ¿es posible democrati­ aún, la idea de diálogo de saberes y de construcción de la demanda
zar la educación superior? es muy ambivalente en toda esta perspectiva de la extensión. ¿Por
En principio me inclinaría por no creer que haya o pueda haber qué los actores sociales necesitan a la universidad para construir
respuestas claras ni soluciones contundentes y definitivas a estos la demanda? ¿Qué les falta para necesitarla? ¿Cómo se ve afectada
problemas. Por el contrario, si entendemos esta tensión (retomando la autonomía de estos actores al necesitar a otro para darse cuenta
la idea que propuse al principio de caminar por la tensión) como po­ respecto a su verdadera demanda? ¿Por qué los universitarios no
sibilidad de andamiaje sobre el cual reflexionar a la hora de tomar construimos nuestra demanda junto a los actores sociales? ¿Por qué
decisiones, de pensar las funciones universitarias, esto nos permi­ estos no colaboran con nosotros en la elaboración de nuestros planes
tirá no llegar a un equilibrio, sino pensar y revisar los constantes y propuestas de enseñanza? ¿Por qué no construyen junto al estu­
desequilibrios que hacen al acontecer cotidiano de la universidad. diante cuál es su verdadera demanda de aprendizaje, su verdadero
Otro punto a problematizar en los planteos de la extensión como interés y por tanto cuál debería ser su itinerario de estudio?
orientadora de la investigación es la idea de producir conocimiento Es evidente que la universidad no puede partir de lo que vie­
útil o socialmente útil (Arocena, 2011, 2014). Esta puede ser una idea ne demandado por la sociedad sin someterlo a una revisión crítica,
de instrumentalización del conocimiento que, haciendo un paralelis­ pero en el marco de la idea de horizontalidad cuasi bondadosa im­
mo con los planteos de Horkheimer (2010: 45) en su obra Crítica de la pulsada en la noción de diálogo de saberes,6 esta situación puede
razón instrumental, es funcional a la época moderna y a la razón sub­ entrar en contradicción. El problema aquí no es la contradicción,
jetiva de ver todo en términos de utilidad: “El hombre medio dirá que sino la imposibilidad de verla. En los discursos que podemos ver
las cosas racionales son, evidentemente, cosas útiles […] Esta clase de en los distintos documentos que hablan al respecto, generalmente
razón puede ser llamada razón subjetiva”. Así todo se instrumenta­ se construye una idea de diálogo sin conflictos. Esto no implica que
liza y se vuelve objeto o medio de un fin que no guarda verdaderos los actores no universitarios no tengan conocimiento sobre algo y
rasgos de racionalidad, ya que la racionalidad es entendida solo en que se pueda poner en diálogo, sino que la búsqueda no sea cumplir
función de la eficacia y eficiencia de un medio para lograr su objetivo. con la consigna y que por tanto todo lo que venga del actor social es
En este sentido, si hay algo que se desprende del discurso de la validado como su saber o como un saber, sin poner en cuestión si se
extensión, es la utilidad del conocimiento puesto en función de solu­ trata realmente de un saber.7
cionar los problemas sociales. Si bien la idea de que el conocimiento A su vez, un contrapunto a estas ideas para establecer la ten­
sea útil en términos de servir a los problemas sociales o de poder ser sión. La idea de una autonomía absoluta, de una universidad de
aprovechado por los actores sociales es lógico, y hasta necesario en espaldas a la sociedad sin asumir la responsabilidad que esta le de­
estos tiempos de dominio de una razón instrumental, la posibilidad
de pensar la relación con el conocimiento sin un orden de utilidad
no puede quedar de lado. Es seguramente en esta última forma de
6. Cuando el término saber se utiliza en la expresión “diálogo de saberes”, no se
entender la relación con el conocimiento donde el mismo se priorice utiliza en un sentido restricto a la idea del saber, sino a la designación de los cono­
y no se convierta en medio a otros fines, los cuales además general­ cimientos que una y otra parte pueden tener y que ponen en juego en un plano de
horizontalidad.
mente no son demasiado problematizados.
7. Nuevamente es necesario aclarar que la utilización del término saber aquí no se
Por otra parte, esta idea de solucionar los problemas sociales don­ corresponde con la idea de relación con el saber presentada en el apartado respecto
de muchas veces es complejo diferenciar los reclamos sociales de a la enseñanza centrada en el saber.

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posita como institución pública, u omnipotente y autoritaria en la lo cual no quita la posibilidad de que se produzca conocimiento con
colaboración con los problemas y el desarrollo de la sociedad, es el tal fin.
signo que ha caracterizado a buena parte de la universidad, y que Como cierre y a modo de ejemplo de las tensiones manifiestas
quizás respalda un elitismo que ha sostenido en la justificación de anteriormente, pensando ahora en el campo de la Educación Física
preservar y privilegiar el conocimiento, su propio statu quo. particularmente en el Uruguay, ante la idea de que el conocimien­
Además, para continuar problematizando esta defendida idea de to y la demanda de la oferta de enseñanza se construye con otros,
autonomía, cuando se cuestiona que la autonomía es debilitada por como se propone desde la extensión, se corre el riesgo de mante­
la extensión al proponerse el trabajo conjunto con actores sociales nerse en la noción instrumental de la Educación Física, que como
¿no se debería cuestionar más la influencia del mercado en una uni­ plantean Rodríguez Giménez (2011) y Dogliotti (2009) la tradición de
versidad que produce conocimiento que es rápidamente capitaliza­ la Educación Física ha respondido a la higienización del individuo
do por el mismo, y esto estimula a sostener esa vía? Y la formación y la educación moral de los cuerpos. De hecho, la idea de cuerpo
profesionalizante reclamada por un campo laboral ¿no hace mella con la que generalmente nos encontramos, tanto en la sociedad y
en la universidad? Esto no implica cuestionar que es necesaria la organizaciones estatales, como a la interna universitaria cuando
autonomía, sino cuestionar qué autonomía tenemos hoy realmente. articulamos con otras disciplinas, es el cuerpo como organismo,
Como se puede visualizar en estos comentarios, la relación entre la y la demanda generada es la de una propuesta de enseñanza que
universidad y la sociedad, ya sea en materia de extensión como de parta de ese entendido y vuelva a él. Salir o romper con esta natu­
producción de conocimiento, no está exenta de una tensión puesta ralización del campo, al menos en nuestra particularidad, ha sido
sobre la autonomía y su posibilidad de realización. fundamentalmente introduciendo en forma crítica la producción
En este mismo sentido, pero pensando ahora en la relación in­ de conocimiento (especialmente en la interacción con las ciencias
vestigación y enseñanza, la investigación no investiga lo “enseña­ sociales y humanas).
ble”, no investiga lo soluble para la sociedad, es más, gracias a la Esto no limita la posibilidad de pensar con los actores sociales o
deriva en la que a veces puede ingresar una investigación, es que se producir con ellos, pero esto no puede darse sin una postura crítica
puede llegar a alcanzar el conocimiento que de otra manera sería frente a esta posibilidad, en tanto comprometido con el conocimien­
imposible. Objetivamente, la investigación es limitada cuando se la to, es necesario partir de una concepción teórica respecto al campo
prescribe. Esto en ningún momento limita la posibilidad de definir del saber. Ya que como dice Rodríguez Giménez (2011: 11):
políticamente, ya no científicamente, el poner parte de las apuestas
de la investigación a resolver problemas socialmente valiosos. Qui­ La escena en la cual tienen lugar la educación y la ense­
zás se le podría hacer una analogía con lo que la didáctica significa ñanza, en su pura empiricidad, no nos devuelve un objeto
para la enseñanza. Si bien la enseñanza se puede pensar en función claro y delimitado, nos devuelve un conjunto de hechos
del saber, la didáctica en su imperativo de transmisión clara de un más o menos indeterminados: para decir algo de ellos se
aprendizaje posible se hace una ficción necesaria para la reproduc­ precisa de la teoría. Incluso para quien dice “lo que impor­
tividad de la cultura en la actualidad. Del mismo modo, se podría ta es la práctica” es necesaria la teoría.
pensar que la investigación que tiene como centro la producción de
conocimiento puede ser una herramienta efectiva para la solución Para terminar con este ejemplo, en la práctica docente del isef,
de problemas sociales. Todo lo cual no quiere decir que la solución especialmente en aquellas prácticas en ámbitos comunitarios, a
de problemas sociales sea su función, ni su sentido primordial, todo partir de diferentes sistematizaciones de los estudiantes, se puede

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observar con claridad que la demanda es de una Educación Físi­ respuestas?”, en L.E. Behares y S. Colombo de Corsaro (orgs.), En-
ca para la salud orgánica o la formación en valores. Deconstruir señanza del Saber - Saber de la enseñanza, Montevideo, Facultad de
esto implica un trabajo de desnaturalización del conocimiento que Humanidades y Ciencias de la Educación.
circula en forma funcional al modelo de cuerpo construido his­ – (2008a), “De un cuerpo que responda a la palabra. Un retorno a la
tóricamente por la biología y la medicina, o más acá en el tiem­ «teoría antigua» de la enseñanza”, en L.E. Behares y R. Rodríguez
po, a la idea instalada de potencialidad pedagógica del deporte. Giménez (orgs.), Cuerpo, lenguaje y enseñanza, Montevideo, Univer­
Esto implica también necesariamente el ingreso de la teoría en la sidad de la República.
práctica, más que la construcción teórica a partir de la práctica. – (2008b), “«… sed nonne tibi videtur aliud esse loqui, aliud docere?»
De lo contrario aceptaríamos sin más que “deporte es salud”, que Sobre el signo, el habla y la concepción de la enseñanza en Agustín”,
el “deporte construye valores”, que “la actividad física mejora la en Voces relegadas del mundo grecolatino. Actas de las iii Jornadas
calidad de vida”, que “mente sana en cuerpo sano”. Ninguna de Uruguayas de Estudios Clásicos, Montevideo, Unión Latina-fhce.
estas clásicas referencias son postulados o enunciados teóricos, Bralich, J. (2006), La extensión universitaria en el Uruguay. Anteceden-
sino construcciones desde el campo práctico que transcurren sin tes y desarrollo en la Universidad de la República desde sus inicios
cuestionamientos hasta encontrarse con una reflexión crítica. La hasta 1996, Montevideo, Comisión Sectorial de Extensión y Activi­
universidad no puede estar ajena a esta reflexión y, mucho menos, dades en el Medio, Udelar.
reproducir sin más estas conjeturas desde el sentido común. Camilloni, A. (2012), “Situaciones, tareas y experiencias de aprendizaje
en las didácticas de las disciplinas”, Actualidades Pedagógicas, Nº 59,
enero-junio, Bogotá, Universidad Lasalle, pp. 15-32.
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Extensión y Actividades en el Medio, Universidad de la República.

Pensar el tema de la acción me llevó al diccionario de la Real Aca­


demia Española, allí dice que es el ejercicio de la posibilidad de hacer
o el resultado de hacer. Primero quiero referirme a la cuestión del
saber hacer. El problema de la Educación Física es que suele conside­
rarse que la práctica es solo el hacer, es decir, la práctica se reduce a
la acción, al saber hacer. Este mismo problema aparece a lo largo de
todos los planes de estudio, ya que se considera que para saber de una
práctica corporal hay que saber ejecutar, hacer los movimientos que
supone esa práctica. Incluso en el campo disciplinar es muy valorado
el profesor práctico, el que tiene voz de mando, el que conduce, el
que tiene buen dominio de la voz, el que es líder de los grupos que
coordina. Hay una concepción instalada en la Educación Física, en la
que el hacer está por encima de lo que se piensa y de lo que se dice.
Es más, qué se piensa y cómo se lo piensa, lo que se dice y cómo se lo
dice, es una cuestión menor. Esta visión acotada de la práctica ha sido
instalada por todas las corrientes de pensamiento a las que la disci­
plina ha dado lugar desde su nacimiento, a finales del siglo xix, hasta
nuestros días. Si bien es cierto que la educación físico-deportiva, la
educación psicomotriz, la educación físico-pedagógica y la educación
físico-crítica plantean teorías y discursos, la cuestión del hacer, de
ejecutar, “de la práctica”, parece ser la forma del verdadero saber.
Esto se debe a que todas se han empeñado en sostener la dimensión
de lo “físico”, lo “natural”, como sustento de sus propuestas y, aun

158 159
cuando se proponen un profesional que comprenda la influencia de cada acción. Pero aun así, estos tres ejes pueden y deben analizarse
la cultura y la sociedad en la formación del ciudadano o que el cuerpo en cada práctica. La investigación muestra que es preciso estudiar
es una construcción social, no se abandona la idea de que la cons­ los acontecimientos para saber cómo hemos llegado a hacer, decir y
trucción es a partir de una naturaleza dada, en este caso el cuerpo, pensar cómo lo hacemos y no a buscar estructuras o formas univer­
que se convierte así en la sustancia del “individuo” que luego será sales. Estas investigaciones histórico-críticas son extremadamente
influenciado por el medio social y por procesos de adaptación edifi­ específicas sobre un corpus de determinados discursos o formas
cará su existencia. Esto repite la mirada positivista que las corrientes de hacer, pero al mismo tiempo ellas tienen una cierta generalidad
que se presentan como novedosas critican, con poca profundidad, porque tratan problemas de relación, como la cuestión de la edu­
en sus análisis. Esta mirada no admite jamás, no puede hacerlo, la cación del cuerpo, que se constituye en una forma particular de
idea de que las palabras construyen las cosas y menos que el cuerpo problematización, que establece una forma de pensar los objetos,
es palabra, pensamiento antes que materia. Esto hace que muchas que promueven ciertas reglas que deben seguirse, que establecen
veces los conocimientos de esas disciplinas o de la antropología y la formas de relación con los otros. Estas investigaciones permiten
sociología se vean sobrevalorados en el campo, volviendo a retardar pensar cómo han sido las cosas en una determinada disciplina para
la aparición de una teoría más verdadera. Es así como pensar y decir habilitar otras formas de decir, hacer y pensar distintas, novedosas,
se encuentran poco analizados y poco desarrollados en la formación sobre todo respecto del cuerpo y de la educación del cuerpo.
inicial, desvirtuando el concepto de práctica que se puede definir Más allá de este tema, me surgen otras preguntas vinculadas a
como las formas de hacer, pensar y decir. Poner el acento solo en el la cuestión del cuerpo. El hecho de que se postergue el estudio de
saber hacer como si fuera solo una cuestión de ejecución no habilita la gimnasia, el deporte, la danza, la vida en la naturaleza y el juego,
a pensar que las prácticas son sistemas complejos de acción que su­ y que se impartan saberes vinculados a las disciplinas ya estable­
ponen discursos y por ende, pensamientos. cidas, hace que, por ejemplo, no se estudie el papel que juegan los
La investigación realizada muestra que la anatomía y la fisiolo­ conocimientos anatómicos descriptivos y funcionales, habituales
gía sostienen la teoría y la investigación de la educación físico-de­ en todas las carreras de grado, ya que se refieren al cuerpo inerte,
portiva, la neurología y la psicología experimental fundamentan la inmóvil, incluso muerto, muy distinto del cuerpo de la acción, del
educación psicomotriz, y la antropología y las corrientes pedagógi­ lenguaje, de la cultura que aparece en la práctica de los deportes,
cas naturalistas cimientan la educación físico-pedagógica. Si bien la la gimnasia, los juegos, la danza o las prácticas en la naturaleza.
educación físico-crítica se aparta de los discursos tradicionales de la En el caso del análisis de los programas de la formación aparece
disciplina, su insistencia en no abandonar la denominación que le claramente que la necesidad de vivenciar con el cuerpo no va a des­
dieron los fundadores hace sospechar que sus estudios mantienen vanecerse en el campo, porque la Educación Física piensa el cuerpo
cierto núcleo duro, respecto de una relación individuo-medio, pro­ como un cuerpo que nace desde lo orgánico, de lo físico, de lo natural,
pios del siglo xix , y de una epistemología empírico-analítica. incluso en la teoría crítica, que postula la cultura corporal como objeto
Ahora bien, ¿podríamos pensar que las prácticas se relacionan de estudio, se sigue pensando el cuerpo a partir de la materia, a partir
siempre con tres niveles de dominio? El vínculo con las cosas, las del concepto de individuo como el concepto central del cual partir
acciones sobre los otros y las relaciones con uno mismo. Los tres ni­ para pensar cada práctica corporal. Sin materia, para la Educación
veles se encuentran vinculados, el dominio sobre las cosas, el saber Física no hay cuerpo. A lo sumo, en los discursos sobre la construcción
está intervenido por las relaciones con los otros, y las relaciones social del cuerpo, primero está la materia y por influencia de la cultu­
con los otros nos imponen tener en cuenta las cuestiones éticas de ra y en relación con ella se edifica el cuerpo. Vuelve siempre esa idea

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de que hay un individuo, o sea, algo que es indivisible, dado, natural, un cuerpo biológico del deporte pensado como salud, un cuerpo del
que se relaciona con la cultura y por influencia social o ambiental, desarrollo de las capacidades motoras y perceptivas de la gimnasia,
cual estímulo externo, produce el cuerpo. Para la Educación Física no un cuerpo influenciado por el ambiente de la vida en la naturaleza, un
es posible pensar que hay cuerpo cuando hay palabra, que el cuerpo cuerpo libre y espontáneo del juego y un cuerpo natural y bello de la
está hecho por las palabras. De la misma manera invitaría a pensar danza. Es decir, todos los discursos refieren a la creencia de una natu­
el concepto de prácticas a partir de que no hay ninguna naturaleza raleza biológica o lo que es decir una naturaleza humana. En el caso
humana. A partir de pensar que las prácticas son las formas de hacer, de los programas de gimnasia, casi siempre presentada en su versión
pensar y decir, y todas las formas de hacer, pensar y decir le pertene­ deportiva, o sea, pensada como deporte o el cuerpo es entendido como
cen a la cultura, al capital cultural. Si pensamos el concepto desde allí, un organismo neurológico que a partir de la vivencia de ejercicios
no hay ninguna naturaleza humana, ni en el cuerpo, ni en el sujeto ni aprende y se desarrolla. En el caso de los programas de deporte se su­
mucho menos en la enseñanza. Ahora bien, una vez establecido que es pone que el solo hecho de aprender sus técnicas, permitirá mejorar el
posible pensar el cuerpo, desde otra perspectiva, ¿podríamos pensar organismo y alcanzar una vida saludable. En el caso de los programas
que el cuerpo es primero pensamiento, acción, palabra? de Vida en la Naturaleza, la simple relación del alumno con el ambien­
El concepto de prácticas supone que las prácticas anteceden te, del organismo con el medio ambiente, resultará en una mejora de
al sujeto practicante, esto es que las prácticas nos piensan. Es de­ la calidad de vida. En el caso de la danza, se supone que el dominio de
cir, las prácticas no tienen materia, sustancia ni son mensurables la técnica clásica, para cualquier tipo de danza, mejora el rendimiento
como suele entenderlo la Educación Física. Si las prácticas son y perfecciona la belleza natural del cuerpo y sus movimientos.
anteriores al sujeto y constituyen al sujeto, también son anterio­ Como se ve en todos los casos se podría pensar que el fundamen­
res al cuerpo, o sea, no se produce el cuerpo desde lo biológico. El to último del cuerpo en todas las prácticas corporales es biológico,
cuerpo se va creando en sus acciones en el contexto de una prác­ es decir un cuerpo pensado desde la biología, orgánico e indivisible,
tica. El cuerpo se encuentra entonces en las formas de hacer, de evolutivo y moldeable a partir de estímulos.
decir y de pensar que la cultura crea sobre él. La Educación Física Democratizar el saber en la Universidad también supone po­
instaló, instala e instalará un cuerpo natural, orgánico, estimula­ der pensar estos problemas en clave de una Educación Corporal
ble, moldeable porque nace en una época en la que la fisiología y y abandonar el camino propuesto por la Educación Física, ya que
la anatomía eran las encargadas de organizar la vida, nace de la evidencia su marca de origen, darle prioridad a lo supuestamente
unión del Estado, de la política con la ciencia dominante, la cien­ natural y normal por sobre las formas que la cultura les ha dado a
cia natural. Entonces si hemos pensado el cuerpo desde lo orgáni­ sus prácticas. Pero me gustaría precisar un poco el término demo-
co o sin poder desprendernos de la carga biológica es porque así cracia; de nuevo, el diccionario de la Real Academia Española dice
lo piensa la disciplina. Pensar lo biológico primero nos hace decir sobre ella: doctrina política favorable a la intervención del pueblo
lo que decimos y hacer lo que hacemos. Ahora pensar el concepto en el gobierno o predominio del pueblo en el gobierno político de
de prácticas, formas de hacer, decir y pensar que nos anteceden y un Estado. ¿Pero qué queremos decir cuando decimos democratizar
nos conforman como cuerpo de la acción y como sujetos. Es una el saber? Hasta donde ha llegado nuestro desarrollo teórico en la
propuesta a olvidar el orden biológico que causa o da origen y del Educación Corporal, el saber tiene que estar a disposición de todos,
cual se desprendería el movimiento humano. fundamentalmente por su carácter público, pero también para ga­
La investigación muestra que los programas de las materias espe­ rantizar que el pueblo, los ciudadanos, puedan ejercer el derecho
cíficas, aquellas donde se enseñan las prácticas corporales, suponen a decir la verdad, a juzgar y oponerse a aquello que consideren.

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La Universidad tiene varias desventajas para democratizar el saber
en nuestras sociedades ya que una parte muy pequeña llega a sus
aulas y por más que difunda por todos los medios sus producciones
y las ponga a disposición de alguna gente, nunca podría, quizás no Universidad, democracia y sociedad:
quiera, llegar a todos. Además, forma parte del Estado moderno que notas sobre derechos, cultura y saber
se caracteriza por haber establecido una división de clases sociales
estática que convierte a la población en desigual. Casi siempre esa
Cecilia Seré Quintero
Universidad de la República, Uruguay
diferencia es explicada con razones que la misma ciencia determina
en las universidades y que responden a formas de pensar caracte­
rizadas por creer en una naturaleza humana, el concepto de disca­
pacidad y la proliferación de asignaturas y contenidos sobre ella
en los planes de estudio, son un ejemplo. Sumado a esto, el Estado
moderno y sus instituciones han crecido a partir de disciplinar a
sus componentes para poder sostener la libertad en economía, y ese Presentación
control resulta cada vez más coercitivo. La Universidad no escapa
a esta lógica y no solo disciplina a través del propio conocimiento Este capítulo tiene por objetivo presentar algunos elementos que
disciplinar, sino que por su estructura piramidal está siempre cla­ contribuyan con los debates actuales respecto a la democratización
sificando a profesores y estudiantes. Por último, el Estado moder­ de la Universidad así como a la relación que esta establece con la
no y sus instituciones se erigen sobre la base de tener la suma del dimensión social. Las notas aquí presentadas tienen como punto de
poder de represión, pudiendo así ejercer la violencia de una clase partida los debates ocurridos en el coloquio “Democratización de la
sobre otra. En la Universidad esa violencia se ve cuando el cuerpo educación superior: políticas, actores e instituciones. La extensión
de profesores fundamenta con juicios sobre los estudiantes y sus universitaria: políticas y prácticas en los planes de estudio para la
trayectorias anteriores en la escuela el fracaso de su enseñanza, sin formación de profesores y licenciados en Educación Física”, reali­
pensar nunca en revisar su concepción de enseñanza, poniendo al zado en la ciudad de La Plata (Argentina) entre el 22 y el 26 de junio
aprendiz y al aprendizaje por delante de su práctica. de 2015.1
Si pretendemos democratizar el saber, debemos considerar que Este trabajo recoge algunos de los debates allí surgidos y pro­
la adición de todos los factores enunciados conspira fuertemente cura analizar críticamente ciertos elementos que frecuentemente
contra ello y no habría que sumarle prácticas de negación de grupos funcionan implícita o explícitamente para sustentar argumentos a
o discursos disonantes como suele hacerse, para mantener la domi­ favor de la universalización de la Universidad, la mayoría de las ve­
nación o la explotación de unos sobre otros. ces puestos en términos de lo que habitualmente se considera “polí­
Enseñar e investigar estos conceptos en cada práctica corporal ticamente correcto”. El camino metodológico por momentos será el
sería contradecir no solo las formas modernas de gobierno, sino de tensar los argumentos al punto tal que las cosas se presenten “ne­
también las teorías que avalan y refuerzan esas ideas, lo cual supo­
ne un avance en la democratización del saber.
1. Asimismo, se inscribe en la línea Cuerpo, Educación y Enseñanza del Grupo Polí­
ticas Educativas y Políticas de Investigación en Educación Física (gpepi-isef-Udelar).

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gro sobre blanco”. Sabemos que la realidad es más compleja que el configuración particular para la modernidad, no tienen una única
contraste nítido que esta figura genera. La opción realizada procura acepción, aspecto que dificulta la delimitación de los vínculos que
alimentar una tensión que, lejos de resolverla, pretende mantenerla se pueden establecer entre la Universidad y la sociedad ante la cual
articulada en una lectura crítica. esta se posiciona.
Entre la cultura y el saber, las opciones de modelos universitarios Se plantean a continuación seis breves notas que procuran poner
muestran sus diferencias, así como sus efectos sobre los vínculos en perspectiva las relaciones que se han establecido o pretendido
que esta institución establece con la sociedad. Analizamos aquí al­ establecer entre la Universidad, la democracia y la sociedad, tenien­
gunos de estos elementos a partir del análisis de las implicancias do como objetivo el análisis crítico y la promoción del debate de esta
de la proclamación de la Universidad como derecho del individuo y compleja conjunción.
como institución al servicio de la igualdad social. Lejos de pretender
ir a contramano de las defensas por la educación superior pública Democracia: de libertades a derechos. La democracia moderna se
y de calidad tal como se viene defendiendo en diversos ámbitos de inscribe como denominador común en la historia del capitalismo.
los países latinoamericanos, se procurará dar cuenta de que en sus Como si el tiempo no pasara, el emblema democrático se yergue
fundamentos se encuentra la afirmación de la primacía del indivi­ en todos los tiempos. Pareciera que la ley de la mayoría diera las
duo y los principios intrínsecos a la formación social capitalista, de­ garantías necesarias para el carácter imperecedero de esta forma
rivando en una mercantilización del saber, una profesionalización política, aunque no por ello sea posible reducir la categoría “demo­
de la universidad, cuando no en una equiparación a los modelos cracia” a la conjunción entre “número” y “poder” (Milner, 2003).
normalistas de administrar la enseñanza. A la emergencia del número como fundamento de la dominación,
Finalmente, por obvio que resulte, es necesario destacar que los se le adhiere a la democracia una economía capitalista, o en todo
aspectos aquí colocados no pretenden funcionar como la totalidad caso, como dice Žižek (2010), la democracia moderna es ese “adjunto
de los argumentos posibles de esgrimirse sobre el tema, así como político natural del capitalismo”. Es en el capitalismo donde reina
tampoco se presentan como conclusiones acabadas, sino como ejer­ la contraposición constante de intereses privados individuales, in­
cicios de pensamiento en pro de contribuir a los debates sobre la tereses que confluyen en torno al fenómeno de la acumulación, de
Universidad, la democracia y la sociedad. lo cual se podría deducir que el capitalismo se presenta como una
forma económica que supone la civilización del “todos contra todos”
hobbesiano bajo la utopía del “todo para todos” del mercado. Es allí,
Sobre la democracia en el horizonte de la Universidad en el mercado, donde el hombre se debruza en la lucha contra la
muerte, es ahí donde pierde sus libertades y adquiere sus derechos
Pensar la democratización de la Universidad como apuesta polí­ (de propiedad).
tica requiere por un lado analizar el concepto de democracia (prin­ La democracia moderna, capitalista, se instala bajo un presu­
cipalmente a la luz de los modelos contemporáneos), y por otro lado puesto: la igualdad de condiciones frente al capital, y la desigualdad
definir un modelo de Universidad o al menos considerar que la Uni­ real de su acceso. Para ello es necesaria la producción de condicio­
versidad no puede ser, al igual que la democracia, definida unívo­ nes para el ejercicio de libertades individuales y sobre todo la afir­
camente, de una vez y para siempre. Por lo tanto, la cuestión de la mación de la propiedad privada, cuyos fundamentos se originan en
democratización de la Universidad se enfrenta ante una primera la propiedad que cada uno tiene de sí mismo. Luego, un Estado ase­
dificultad: la polisemia propia de dos nociones que, si bien tiene una gurará que los principios de tal democracia capitalista se cumplan,

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y pondrá en marcha los dispositivos que garanticen las condiciones de grandes amenazas. Pareciera que fuese necesaria la presencia de
de seguridad propias de esta formación económico-política. crímenes de lesa humanidad para reivindicar derechos humanos
Los últimos treinta años del Cono Sur han mostrado un desplaza­ como derechos del colectivo, y ya no del individuo.2
miento de una lucha por una democracia de libertades a la reivindi­ No es tarea de este texto, por tanto, esbozar los principios de una
cación de una democracia de derechos. Ello principalmente porque organización democrática. Sin embargo, se espera dar cuenta de
la democracia dejó de ser una utopía a alcanzar ante las amenazas que la afirmación de una relación entre la democracia y la Univer­
de los gobiernos dictatoriales, y pasó, con las recuperaciones de­ sidad no puede desconocer estos principios de libertad, igualdad y
mocráticas a partir de la década de los 80, a ser una meta parcial­ seguridad, todos ellos organizados sobre el imperativo primero de
mente lograda y que precisa de su desarrollo y potencialización. la propiedad privada, y específicamente sobre la afirmación de la
Luego de finalizados los regímenes dictatoriales se afianzó lo que propiedad de sí mismo. A la luz de estos elementos serán analizadas
Balibar (2012) ha llamado una “democratización de la democracia”, las reivindicaciones que reclaman una sociedad más justa e iguali­
en tanto lucha o convergencia de luchas que tienen como objetivo taria a partir de la intervención de la Universidad.
último una (o varias) ideas de democracia como forma política. La
democracia poco a poco dejó de ser la contracara de una amenaza Una sociedad justa e igualitaria. La posición frecuentemente esgrimi­
a la libertad, el grito colectivo que se levantaba contra el uniforme da sobre la contribución de la Universidad a la construcción demo­
camuflado de militares autoritarios, y pasó a consagrarse como un crática de una sociedad se basa en la afirmación de que la formación
espacio para la afirmación y el desarrollo de derechos individuales. superior hará que aquellos históricamente menos favorecidos pue­
Así se pasó también de la lucha por la libertad de un “pueblo”, a la dan finalmente formarse y competir en igualdad de condiciones en
afirmación de las libertades del individuo. Se pasó de la reivindica­ un mercado de trabajo que se valoriza bajo los parámetros de la me­
ción de los derechos de la humanidad lacerados por la dictadura, al ritocracia. Bajo este presupuesto se defiende en diversas ocasiones
reclamo de derechos del individuo que parece golpear las puertas la masificación de la Universidad y el acceso universal a esta institu­
del Estado como si se tratara prácticamente de una oficina de aten­ ción. En primer lugar, sería importante preguntarnos: ¿corresponde
ción al cliente. discutir la masificación de la Universidad si nos encontráramos por
Sabemos que esta forma de posicionar la democracia, que sin caso con una sociedad justa e igualitaria?3 A ello podemos incorporar
dudas precisa de un análisis más profundo, es simplemente un ejer­
cicio, tal vez políticamente incorrecto, de pensar las formas en que
se articula la sociedad, el individuo y el Estado en una formación 2. Ello no supone desconocer que los regímenes autoritarios, principales autores de
capitalista. Este modo de presentar los argumentos no es más que la tales crímenes cuando pensamos en América Latina, también atentaron contra las
libertades del individuo (de reunión, de circulación, etc.). Lo que interesa mostrar
producción de una tensión que procura mostrar el núcleo que ani­ es que la expresión que designa a los “crímenes de lesa humanidad” supone una
ma y fundamenta cierta formación de la política contemporánea. aberración mayor a la sumatoria de crímenes cometidos contra la totalidad de las
No se trata, cabe aclarar, de menospreciar los reclamos de derechos individualidades implicadas, principalmente porque allí no se pone en juego la in­
dividualidad de cada uno sino un ataque a cierta condición de una población que
afirmados por las democracias de las últimas décadas. Se trata de supone una injuria contra la humanidad en su conjunto.
dar cuenta de que estos derechos están más inclinados a la afirma­ 3. Esta interrogante surge a partir de las discusiones presentadas por Alexandre
ción del individuo, consumidor de libertades individuales, cliente Fernandez Vaz durante el desarrollo del coloquio “Democratización de la educación
superior: políticas, actores e instituciones. La extensión universitaria: políticas y
que reclama promesas no cumplidas, que al colectivo que lo excede. prácticas en los planes de estudio para la formación de profesores y licenciados en
Pareciera que la humanidad solo se pone en juego cuando es objeto Educación Física” que dio lugar a este libro.

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las siguientes cuestiones: ¿a qué responden las tentativas de introdu­ de acceso a esa y a cualquier formación. Pero una cosa es generar
cir al “todos” en la Universidad?, ¿cuáles son los efectos, en una de­ las condiciones mediante las cuales pueda poner en ejercicio sus li­
mocracia capitalista, de tender a la universalización de la formación bertades individuales y otra muy diferente es condicionar su interés.
universitaria?, ¿a quién y a qué corresponde ese deseo? Esta última Sería favorable para una cultura y una sociedad que la Universidad
cuestión es la que generalmente pasa desapercibida, pues pareciera esté en el horizonte de posibilidades de todos, indistintamente de sus
que la “verdad” de los universitarios pudiese determinar qué es me­ particularidades individuales, pero no por ello debe imponerse que
jor para los no universitarios. Es decir, existe una operación implícita esté en el horizonte universal de las voluntades. Sería preferible ge­
en las tentativas de introducir al “todos” en la Universidad, que pasa nerar todas las condiciones para que aquel que deposite su interés
por el condicionamiento del interés, generalmente el interés de los en la Universidad pueda acceder y permanecer allí, a pesar de sus di­
pobres. Parece como si existiese una culpa pequeñoburguesa que ya ficultades económicas, sociales o incluso culturales, a pretender que
no solo se procura que el “pobre” tenga posibilidad de acceder a tal o todos depositen homogéneamente en la Universidad sus intereses
cual bien o servicio, sino que el paso maquiavélico de tal operación es individuales.
el mecanismo por el cual se pretende que el pobre “quiera” hacerlo. Si consideramos que la Universidad es la sede social por excelen­
Una cosa es imponer la obligatoriedad legal de la educación prima­ cia del saber, tal como la definía Milner (2008), no podemos suponer
ria o secundaria (incluso podría incluirse la terciaria), otra cosa muy que el interés universal esté en hacer de ese saber-en-falta el objeto
diferente es imponer la obligación moral de acudir a centros univer­ de una formación universal, aun cuando este saber sea constitutivo
sitarios de formación.4 Claro que podemos compartir la posición en del sujeto, tal como Freud nos enseñaba con sus “teorías sexuales
la que se apuesta a que el mentado “pobre” tenga las condiciones infantiles”. Es ampliamente compartida la apuesta a una sociedad
más culta, procurando poner la cultura y lo mejor de la Universi­
dad al alcance de todos. Pero para ello los argumentos no pueden
4. Este tema dio lugar a diversas polémicas en Uruguay a partir de las declaraciones ponerse por el lado de la economía, por la gestión de intereses, por
del rector de la Universidad de la República, Dr. Roberto Markarián, en una entre­
vista que realizara el periodista Ricardo Scagliola en el programa Primera vuelta,
la administración de voluntades según las posibilidades del mer­
emitido en Tevé Ciudad el 27 de julio de 2015 (disponible en www.youtube.com/wat- cado. Aunque eso cuente, porque se trata de la Universidad en una
ch?v=Lob_OT0vujg&index=1&list=PLST4zdr192bk0BlvNNp7iLzdm9FSDk04s). Allí el formación social capitalista, habría que considerar dónde se hace
rector reafirmó su idea de que la educación superior no es para “todo el mundo” y
apuntó a una formación terciaria diversificada para todos, refiriéndose a un “pro­ la apuesta. La operación no puede ser la disolución de la política en
ceso natural de selección” para ingresar a la Universidad, que derivó en diversos el gobierno, del saber en la técnica, de la cultura en el mercado; por
cuestionamientos, incluso del propio entrevistador, asociándolo con una especie de
ello siempre es necesario el ejercicio de distinguir y no subordinar
“darwinismo universitario”. No interesa aquí discutir sobre el mencionado “pro­
ceso natural de selección”, pues en todo caso deberíamos considerar los aspectos a priori la condición parlante a la condición económica, por com­
culturales, económicos y sociales que hacen desconfiar que “naturalmente” los plejo que eso sea en las condiciones de la democracia capitalista.
sectores más pobres sean los que raramente cuenten con formación universitaria.
Interesa considerar que es parte de la dinámica social la diversificación de forma­ Tal como afirma Rodríguez Giménez (2015: 69), “el imperativo de
ciones y ocupaciones, los intereses y las posibilidades de cada uno. Que ello derive la democracia es político e ideológico, no científico”, por tanto no
en irrisorias desigualdades económicas es un aspecto que debería distinguirse de debemos apresurarnos en las pretensiones de una especie de esco­
las apuestas políticas, no para desconocerlas, sino para no hipostasiar una y otra en
una reminiscencia propiamente neoliberal. Entonces una vez más reafirmamos, no larización universitaria. De lo contrario, tal vez no haríamos más
es lo mismo democratizar la Universidad generando las condiciones para que todo que contribuir con la reproducción de “almacenes universitarios”,
el mundo pueda eventualmente acceder, a pretender que todo el mundo finalmente
acceda. Debemos además distinguir las pretensiones de acceso a la Universidad de
según la expresión de Behares (2010), lugares de venta de conoci­
aquellas destinadas a la formación terciaria no necesariamente universitaria. miento-mercancía en pro de incrementar el capital económico de

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un individuo. Si la universidad se constituye como una institución solo ha organizado económicamente nuestras sociedades, sino in­
cuya identidad está definida por el saber, no habría necesidad de cluso, o sobre todo, nuestras formas de pensamiento). Sin embargo,
antemano de suponer la necesidad de su masificación, siempre y no pocas veces el saber queda acríticamente incluido en la dinámica
cuando no se pretenda universalizar la función del científico dentro del consumo, y no pocas veces el hombre es asimilado a la categoría
de la sociedad. Lo mismo tal vez podría pensarse cuando se trata de de “capital”. ¿No estaremos cediendo a la tan cuestionada “teoría
la formación profesional. No se trata de recusar todos los intentos del capital humano”? Parece que cuando se trata de “formación”, la
de hacer una Universidad más democrática, una sociedad más justa, fórmula aparentemente neutra sea, por excelencia, el “todo a todos”
una democracia más igualitaria, sino de analizar críticamente las comeniano.
reivindicaciones, sus postulados, sus bases teóricas, ideológicas y Nuevamente cabe la aclaración. No se trata de desvalorizar las
políticas y sobre todo, sus consecuencias. tentativas de extender la Universidad hacia los sectores que gene­
ralmente están relegados en este tipo de formaciones. No se trata
La universidad en masa. Efecto de la modernidad, una sociedad se de desconocer la importancia, para el desarrollo de cierta forma de­
organiza sobre el imperativo del “todos”. La universalidad es con­ mocrática, de incrementar los niveles de población con formación
dición de la sociedad moderna, y las formaciones liberales son las terciaria y superior. Se trata, en todo caso, más que de imponer una
que mayormente han demostrado que el “uno” vale para “todos”, masificación de la Universidad, de asegurar las condiciones para
principalmente cuando se trata de “servicios” del Estado. Habría que todos puedan acceder a esta institución, algo muy diferente de
que preguntarse qué solidaridades de conjunto se establecen entre pretender que todos “quieran” hacerlo. La Universidad no puede
una sociedad de masas y una Universidad que procura masificarse. estar ajena a las brechas económicas, culturales y sociales, pero no
Habría que poner en duda hasta qué punto no se introduce la lógica puede ser esa su principal apuesta, sobre todo si postulamos la in­
del consumo en la planificación de la formación del individuo y se dependencia relativa que esta debe mantener con lo social si quiere
espera que sea “todo para todos”, tal como el mercado espera hacer preservar el saber.
de sus productos. Evidentemente no se puede desconocer que los
reclamos por una universalización de la Universidad generalmen­ La universidad, el saber, la cultura. No es lo mismo procurar que una
te vienen de las orientaciones denominadas “progresistas”, incluso sociedad incremente sus niveles culturales que proclamar un ideal
“de izquierda”. Puede deducirse de allí, tal vez un tanto ingenua­ donde todos y cada uno de los individuos se definan como universi­
mente, que no hay pretensiones similares a las del mercado cuando tarios. Si la intención es la primera opción, la pretensión debe sus­
se trata de una orientación política de este tipo. Podríamos suponer tentarse en una cultura de base, en el desarrollo de un Estado culto,
que si se trata de izquierda entonces las orientaciones políticas no es decir, en un Estado en el cual el “sobretiempo” de los asalariados,
están organizadas partiendo del imperativo económico. Sin embar­ o sea el tiempo que excede el tiempo de trabajo y el de la necesaria
go precisamos, tal vez ahora más que nunca, de un análisis crítico recuperación (fisiológica), sea un tiempo que se dedique a la cultura
de la forma democrática capitalista que organiza (neo)liberalmente (al uso, consumo y producción de obras). Ello es radicalmente dis­
una sociedad de consumidores, y donde el saber parece no ser más tinto de un Estado que se defina como “cultural”. Si en el primero la
que una mercancía cuya relevancia se remite a su valor de cambio. dedicación a la cultura no forma parte del trabajo asalariado sino
No debemos suponer de antemano que la izquierda o el progresis­ precisamente de su suspensión, en el Estado cultural, por el con­
mo puedan ser ajenos a la lógica del capital. No en vano contamos trario, la creación de obras es una actividad remunerada, el Estado
con varios siglos de capitalismo en nuestro acervo histórico (que no compra obras ya realizadas y hace de la fuerza de creación de obras

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un trabajo asalariado.5 Allí el control de la producción cultural es cultura en todos los ámbitos de la vida pública; por la utilización de
inevitable, por eso Milner (2003) afirma que un Estado cultural no los medios estatales en pos de un mejor vínculo con los patrimonios
puede ser un Estado libre. de la humanidad.
Es preciso, por tanto, distinguir. Si la apuesta de la Universidad es Deberíamos considerar que en una sociedad meritocrática la
al saber, entonces se deben suspender, al menos provisoriamente, universalización de la Universidad solo va a atrasar el punto de
los reclamados vínculos con la sociedad, pues solo en tal suspen­ diferenciación de individuos, o solo va a contribuir con la dispo­
sión la universidad puede entregarse a su función de producción nibilidad de herramientas para participar mejor de la competen­
de conocimiento. Allí la sociedad solo ingresa como objeto del saber, cia por un lugar en el mercado de trabajo. Sabemos, y nuevamen­
como una ocasión para este. De ahí que toda discusión sobre la(s) te la claridad de Milner (2003) facilita la cuestión, que un extra
función(es) universitaria(s) deba ser una discusión a la luz de sus de salario tiene en gran parte su causa en esa enseñanza que se
tradiciones, así como a las determinaciones estructurales de la idea sobreañade a la educación obligatoria (aquellas que se originan
de saber, tal como lo expone Milner (2008). No hay ninguna natura­ sobre la base de la formación de ciudadanos). Si un salario pro­
lidad en la idea de que la Universidad deba ser para todos, pues la letario coincide con el mínimo de enseñanza indispensable por
ciencia no tiene por qué ser socialmente universal, el trabajo cientí­ una nación, solo mediante una sobreenseñanza puede justificar­
fico no tiene por qué ponerse en el horizonte de toda una población. se un sobresalario (Milner, 2003: 87). Por tanto, si la estrategia
Sí puede estarlo la cultura, pero allí la apuesta debe pasar por la con­ para pretender la igualdad social es universalizar la Universidad,
formación de un Estado culto, donde se incremente el sobretiempo los efectos serán una elevación de los niveles de distinción. Sin
dedicado al consumo y producción de obras. Sin embargo, parece embargo, esta persistirá. Como mucho dejará de presentarse en
que la operación está sistemáticamente orientada al sometimiento los “estudios universitarios” y pasará a destacarse en “estudios
de la cultura a lo cultural, del saber a lo educativo de la ciencia a de posgrados”, “estudio de idiomas”, “viajes al extranjero”. Las
la tecnología (Milner, 2003: 112). Deberíamos preguntarnos cuáles clases altas siempre van a tener su refinamiento. Por eso siempre
son los sacrificios en términos de saber que puede suponer la im­ es problemático establecer políticas (sean educativas, sociales,
posición de la formación universitaria. Deberíamos preguntarnos culturales) en pos de la igualdad. Habría que preguntarse si más
también si no hay mejores apuestas en términos de conformación que una sociedad de iguales no es prioritaria una sociedad que
de una sociedad abocada a la cultura y al despliegue de sus condi­ rinda homenaje al patrimonio de la humanidad, a su cultura, a
ciones políticas que la universalización de la Universidad. su saber, sin ponerlo en términos de “igualdad”, que siempre es,
En este sentido, si afirmamos que un Estado debe apostar a la en última instancia, un término de competición. Allí toda singu­
cultura, el envite no puede realizarse únicamente en las institucio­ laridad se desvanece. Se trata de números, se trata de la catego­
nes educativas, aun cuando en la educación primaria y secundaria rizar las particularidades, se trata de lidiar con la cuantificación
se juegue gran parte de la cuestión. La apuesta a la cultura pasa de seres hablantes reducidos a entidades numéricas. Solo ante
por favorecer la dedicación a la obras en su independencia con la la igualdad de condiciones (tal vez también ante la igualdad de
actividad laboral; pasa por la utilización de los medios de comunica­ oportunidades) la victoria del más fuerte será justamente reco­
ción a favor de una cierta difusión cultural; por la promoción de la nocida. Porque solo reconociendo al otro como igual es posible
su comparación. Sin embargo, sigue siendo una victoria, sigue
siendo del “más fuerte”, sigue requiriendo la aniquilación del
5. La distinción se la debemos a Milner (2003). otro, del débil, de aquel que, incluso teniendo las condiciones (y

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oportunidades) para llegar a ser el mejor, no lo fue, y ocupó el individuo. El todos allí no se compone de la unidad de la humani­
segundo lugar en el podio. dad. No es el todos que se afirma cuando se declaran por ejemplo
En suma, la apuesta a la Universidad (muy necesaria) no debe la libertad (en singular) o el derecho, el derecho humano en su con­
tener entre sus fundamentos primarios la “igualdad” o la “justi­ junto. Lo que se afirma allí sobre todo, y ello no supone que detrás
cia”, aunque ello suene políticamente incorrecto. Si la apuesta es a de tal afirmación no haya buenas intenciones, es una primacía del
la Universidad, es al saber y a la cultura, según las tradiciones más individuo, es un derecho de tipo liberal y burgués, tal como aquel
a uno que a otro. Y si allí se realiza la jugada, entonces la inversión que denunciaba Marx cuando planteaba sus críticas respecto a la
difícilmente tenga entre sus consecuencias una sociedad más igua­ Cuestión Judía. Claro que todos tienen derecho a estudiar, claro
litaria. La igualdad que otorga la formación de grado tarde o tem­ que es un derecho que hay que defender. Pero ¿cuál es el precio
prano se va a desmoronar con nuevas propuestas que solo serán que se está dispuesto a pagar, en términos de colectivo, para afir­
accesibles para algunos. La distinción es inherente a una sociedad mar la primacía individual del acceso a la formación superior o a
capitalista, y tal vez allí resida algo de los orígenes democráticos. cualquier otro derecho?
Cabe considerar en este sentido que la Universidad no es una La apuesta debe ser que la Universidad ponga lo mejor de sí al
institución para individuos, aun cuando ellos sean indispensables alcance de la mayor cantidad posible de individuos.6 Pero ello no
para su funcionamiento cotidiano, permanentes constructores de supone que se privilegie acríticamente el individuo al punto tal que
universos lógicamente estabilizados, reguladores de proposiciones la Universidad deba sacrificar aquello por lo cual existe: el saber. Y
lógicas. En tanto sujetos parlantes, esos “principitos de la universi­ ello exige que tengamos una Universidad abierta, sin restricciones,
dad”, parafraseando a Lacan, suponen saber de lo que hablan, pero sin límites de ingreso ni exclusiones, porque en esa apuesta lo que
también, si todavía queda alguna institución que albergue a este se privilegia no es el individuo, sino el colectivo que en conjunto se
conjunto de sujetos, ellos saben que no saben. Es allí donde la Uni­ dispone a formarse en la articulación entre lo académico y lo profe­
versidad tiene lugar. Donde se reconoce la precariedad de las con­ sional. Tensión siempre presente en la formación universitaria, la
sistencias lógicas y donde no es el individuo el que dirige la cuestión, división entre la formación académica y la profesional está sincro­
sino el no-saber que lo pone a funcionar. Es allí donde la Universi­ nizada con la tensión que se establece entre la apuesta al individuo
dad cobra su sentido, está allí su punto de distinción con cualquier o la apuesta al colectivo. Solo en una formación profesional el indi­
otra institución que pueda venir a formar individuos. La Universi­ viduo se pone en el centro, toma las riendas de su formación pues
dad no es una institución de formación individual, si bien en este esta acaba cuando acumula los conocimientos necesarios para salir
punto deberían considerarse sus diferentes tradiciones y sobre todo a ocupar un lugar en el mercado de trabajo. Solo en una formación
el ascenso y privilegio de la formación profesional. Solo una Uni­ académica el colectivo se entrega a una tarea común que tiene en su
versidad que dispensa del saber como motor de su funcionamiento núcleo el saber, en tanto falta-saber, y allí no importan ni individuos
puede depositar en el individuo, e incluso en la “causa social”, las ni acumulaciones de conocimientos. Ahí el individuo y su índice de
justificaciones de su existencia. Solo allí se puede hablar de igual­ contenidos incorporados solo cuentan cuando se hace de la forma­
dad. Porque para el saber, todos son iguales en tanto no saben, y la ción académica un mérito a ser evaluado en el mercado laboral.
reivindicación de la “igualdad” se torna innecesaria.

Derecho a la universidad. El derecho a la educación es un derecho


de todos. Hay en esa afirmación una ambivalencia. El todos y el 6. Tomo de Rodríguez Giménez esta idea.

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Entonces, cuando afirmamos el “derecho a estudiar” debemos cual se desarrolla, pero eso no es motivo suficiente para ponerse a
preguntarnos antes que nada de qué derecho se trata, ¿del dere­ su servicio. No por casualidad la Universidad es autónoma, aunque
cho del individuo o del derecho de la colectividad?, ¿cuál derecho la connotación del término no se reduzca únicamente a tal aspecto.
prima, el del individuo sobre sus posibilidades de ocupar un lugar Insistimos, esto no supone que la Universidad no tenga nada que
competitivo en el mercado de trabajo o el de la colectividad humana hacer con las “problemáticas” sociales, políticas, culturales o eco­
respecto a la producción de conocimiento?, ¿el de la formación para nómicas. Tiene mucho que hacer, incluso cuando no se presentan
“uno” bajo la insignia del “todos tienen derecho a estudiar” o el del como “problemáticas”. Tiene mucho que hacer, pero no puede estar
patrimonio del “todos” bajo la defensa de un acervo colectivo que se condicionada por ellas. Ya lo decía Derrida (2001) en su Universidad
produce en la Universidad, aunque también fuera de ella? sin condición. Solo una universidad sin condiciones puede poner en
Más allá de reivindicar acríticamente que la Universidad como práctica (y en teoría) una libertad académica, de cuestionamiento
institución social es para todos, deberíamos someter a cuestiona­ y de proposición.
miento qué tipo de operación desencadena esa reivindicación bajo Esto es de importancia en tanto nos encontramos en un proceso de
la forma de derecho. ¿Es una operación política que apunta a la uni­ “sociologización” de las instituciones públicas.7 En tal proceso la Uni­
versalización de cierta formación, a homogeneizar al colectivo bajo el versidad no pasó indiferente, y también fue objeto de pensamiento
imperativo del “todos”?, ¿es una operación académica en tanto busca desde la óptica de su contribución a una sociedad más justa, iguali­
incrementar los vínculos individuales con el saber, y cuyo objetivo taria y democrática. Lo mismo ha ocurrido con la escuela, donde es
último se posiciona más del lado de este último que del primero?, ¿es más evidente su carácter de “servicio social” que de institución de
una operación social que apunta a la igualdad, de oportunidades, de enseñanza.8 Obviamente la cuestión es complicada cuando se trata
condiciones, igualdad siempre que se mide en términos de posibili­ de la asistencia de servicios básicos a miles de niños a los que de
dades de compraventa en el mercado (que incluye también la venta otra forma no accederían. Pero no por ello debería suspenderse la
de sí)?, ¿es una operación económica que se afirma y justifica a par­ crítica, el análisis profundo de las transformaciones institucionales
tir de la ecuación oferta-demanda, y que se estructura sobre la base que han derivado en una disminución radical de las instancias de
del derecho individual liberal, aquel que Marx calificaba de derechos enseñanza y una profundización del asistencialismo pedagógico. Que
del hombre egoísta organizados sobre la afirmación de la propiedad para el caso de la escuela eso sea una condición de necesidad, puede
privada (que incluye la propiedad de sí mismo) y sobre los cuales se ser aceptable, aun cuando el sacrificio en términos de saber no sea
organiza la desigualdad social? despreciable. Sin embargo, cuando eso se piensa en la Universidad,
la cuestión es más compleja, y resulta más difícil ceder al imperativo
La universidad al servicio de la sociedad. Este ha sido uno de los de “sociologización” que atraviesan las instituciones modernas. Ello
temas de discusión de los últimos años en la Universidad, principal­ en tanto la Universidad, para ser tal, para mantener su identidad de
mente a través del ingreso de la extensión como eje importante de Universidad, debe suspender, al menos provisoriamente el impera­
las funciones universitarias. Pero no solo por esa vía se problemati­ tivo social. La Universidad exige que la necesidad sea temporalmen­
za la relación de la Universidad con la sociedad, y su configuración
en términos de “servicio”. Cabe aclararlo de forma tajante: la Uni­
7. Este tema también fue analizado por Rodríguez Giménez (2015).
versidad no es un servicio, y si se pone al servicio de algo no puede
8. La distinción entre enseñanza y educación no es menor, y si a la primera corres­
serlo más que del saber. No por ello es ajena al conjunto de condi­ ponde el saber, y es en torno a este que se organiza, a la segunda es afectada y se
ciones sociales, políticas o económicas propias de la coyuntura en la organiza, fundamentalmente, por la cultura.

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te suspendida. O incluso más: la Universidad solo empieza cuando En términos de saber, esta sociologización constituye a la Uni­
la necesidad no es una urgencia. Por eso la Universidad deja de ser versidad en una institución funcional a la formación de individuos,
Universidad cuando se aboca a satisfacer necesidades básicas de los sobre todo si caemos en la dicotomía entre formación académica
menos favorecidos. Que hay que atenderlas, no hay duda. Pero no po­ y formación profesional. El privilegio de la segunda ha instalado
demos poner a todas las instituciones públicas a cumplir con las más a la Universidad como una institución al servicio de los intereses
primarias de las necesidades. No podemos hacer que todas las institu­ del mercado, de quienes compran y de quienes venden su fuerza
ciones se transformen en anexos de un aparato de Estado, brazos de laboral. Transforma así a los individuos en clientes de la Universi­
sus políticas sociales. De lo contrario, haríamos de la Universidad una dad, en consumidores de conocimientos, habilidades, técnicas, y los
institución anexa a un Ministerio de Desarrollo Social. Una vez más: reduce a un receptáculo de capacidades (“competencias” en la jerga
la satisfacción de las necesidades básicas es una tarea prioritaria de neoliberal) que les permita ir a reclamar un mejor salario. El saber
un Estado, pero allí no puede detenerse el horizonte de aspiraciones se reduce a una mercancía que se intercambia en la Universidad,
de una colectividad humana. y la formación se pone al servicio de una salida laboral mejor que
Si como dijimos anteriormente es necesario que la Universidad aquella que puede obtenerse sin formación universitaria. El saber
ponga lo mejor de sí a favor del colectivo, ello tiene como condición aquí será valorado por su contribución a la producción de un salario
que la Universidad se organice para producir eso que la funda como que supere las posibilidades de sobrevivir, pero en tal acto, como
institución. Pero para poner lo mejor de sí, primero debe tenerlo, dice Milner (2003: 88), “lo sujeta a un fin que no tiene nada que ver
debe producirlo, debe abocarse a la producción de saber, a la for­ con él”.
mación académica y profesional de sus estudiantes. De lo contrario
dispondrá de elementos mediocres que solo contribuirán con la per­
petuación de las condiciones desiguales de una sociedad. Porque si Consideraciones finales
se tratara de poner en juego el saber en los ámbitos privilegiados
de valorización del conocimiento, vamos con lo mejor de la Uni­ La situación de la Universidad, sus concesiones realizadas en oca­
versidad, con conocimientos de primera. Ahora, cuando se trata de sión de las demandas sociales, de las necesidades de democratizar
“los pobres”, necesitamos algo más que el “diálogo de saberes”, por la sociedad, de los imperativos de justicia e igualdad tan necesarios
mucho que este pueda aportar.9 en el mundo contemporáneo, no es exclusiva únicamente de esta
institución. Nos encontramos en un momento de desvalorización
social del conocimiento, “declive del saber” en términos de Voltolini
(2010), producto de un desmedido ascenso de la formación profesio­
9. La noción “saberes populares” supone en este aspecto una dificultad. Si se trata nalizante que se le exige a la Universidad en respuesta a las deman­
de pensar el lugar de los “saberes populares” en la Universidad y se considera la
posición en la cual la Universidad es antes que nada una institución abocada al sa­ das del mercado. Esta profesionalización tiende sus lazos de solida­
ber-en-falta, entonces los “saberes populares” no tienen allí su lugar a no ser como ridad con la primacía de un pensamiento “muerto”, que se dispone
fuentes de investigación. No se trata de una jerarquía, o una desvalorización de eso para ser “consumido” y puesto al servicio del “confort” (Voltolini,
que viene de lo “popular”. En todo caso habría que considerar que si los “saberes
populares” entran a la Universidad dejan, por definición, de ser “populares”. Asi­ 2010). El fenómeno también ha sido catalogado como “crisis del sa­
mismo debe considerarse que la operación epistémica de la actividad de investiga­ ber” (Behares, 2011), considerando que el saber se ha transformado
ción tiene en su centro al saber, sin plurales ni adjetivos, pues allí lo que se pone
en juego es una falta, no una estabilidad imaginaria de conocimiento. Sobre este
en “contenido y mercancía” abandonando toda dimensión de pen­
aspecto, véase el texto de Rodríguez Giménez, en este mismo libro. samiento. No faltará también, en este sentido, considerar la crisis de

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la autoridad, las crisis de la educación, las crisis de la tradición, tal que lo que los iguala, lo que los pone en términos de igualdad, al
como denunciaba Arendt (1996) ya hace más de medio siglo. menos provisoriamente lo que suspende sus condiciones sociales,
El ocaso del saber deriva entonces en su reificación como con­ culturales y económicas, es que ante el saber ellos se definen por su
tenido de la ciencia, la cual se posiciona como condición para la ignorancia, sin excepción. En el saber no hay diferencia de clases. Y
técnica que a su vez será condición de la ganancia salarial.10 La Uni­ es allí donde debe operar el interés por el estudiante, en su posición
versidad parece en este sentido ser una institución a favor del mer­ frente al saber.
cado, donde lo que prima es el individuo. Cuando ante esta situación Finalmente, una aclaración metodológica. Este texto procuró ten­
emergen otras posiciones que procuran analizar este fenómeno de sar argumentos que no siempre se presentan de forma tan polariza­
mercantilización de la formación universitaria, con lo que nos en­ da. La intención fue rasurar los matices que tornan más complejo
contramos es con la aspiración a una Universidad que suspenda sus este panorama ya complejo, y dar cuenta de ciertas tensiones que
intenciones de estar al servicio del mercado para ponerse al servicio lejos de disolverse requieren un análisis crítico de sus implicancias,
de la sociedad, de sus problemáticas condiciones de desigualdad. Lo sus fundamentos tácitos y sus consecuencias. A veces las denun­
que procuramos mostrar es que, si bien la cuestión debe ser anali­ cias requirieron un tono un tanto “políticamente incorrecto”. Es así
zada a partir de las tradiciones universitarias, el saber pasa prácti­ como esperamos dar cuenta de que la primacía del individuo sesga
camente inadvertido cuando se pone a la Universidad en relación ciertas lecturas, aun cuando las intenciones puedan ser loables. El
con lo social. ejercicio, para el debate, para el pensamiento, es el de poner a juicio
Entonces una vez más, la Universidad debe permanecer al res­ ciertas naturalizaciones, el de suspender, al menos provisoriamen­
guardo de los problemas sociales, aunque no indiferente a ellos. te, las concesiones.
No puede someterse a la urgencia de la necesidad, así como tam­
poco a las exigencias del mercado. Ni la necesidad ni el mercado
pueden ser los rectores de sus orientaciones, pues de lo contrario Referencias bibliográficas
perderíamos el último reducto ajeno a los imperativos de una or­
ganización democrático-capitalista. Asimismo, la Universidad debe Arendt, H. (1996), “La crisis en la educación”, en Entre el pasado y el fu-
ponerse al resguardo de sus estudiantes, no puede estar al servicio turo. Ocho ejercicios sobre la reflexión política, Barcelona, Península,
de ellos, aunque no por ello debe desconsiderar sus condiciones. pp. 185-208.
Una Universidad de puertas abiertas debe ser capaz de contener Balibar , E. (2012), “Los dilemas históricos de la democracia y su rele­
las divergencias estudiantiles, las desiguales condiciones que lleva vancia contemporánea para la ciudadanía”, Enrahonar. Quadernos
más a ricos que a pobres a ingresar en la institución del saber. Y sin de Filosofia, Nº 48, pp. 9-29.
duda debe hacer todos sus esfuerzos para favorecer la permanencia Behares, L. (2010), Saber y terror de la enseñanza, Montevideo, Psicoli­
de aquellos que han elegido a la Universidad y al saber entre sus bros Waslala.
intereses. Aunque en términos económicos haya ricos y pobres en – (2011), “Para além dos «encaixamentos»: a noção de ensino universi­
la Universidad, justamente allí las desigualdades se superan, por­ tário afetada pela teoria psicanalítica”, Estilos da Clínica, São Paulo,
vol. 16, Nº 2, pp. 368-391.
Derrida , J (2001), Universidad sin condición, Madrid, Trotta.
10. Esta relación de condiciones entre ciencia, técnica y ganancia es tomada de Milner
Milner , J.-C. (2003), El salario del ideal. La teoría de las clases y de la
(2003). cultura en el siglo xx, Barcelona, Gedisa.

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– (2008), El judío del saber, Buenos Aires, Manantial.
Rodríguez Giménez, R. (2015), “La Universidad, el saber, los saberes”,
Revista Políticas Educativas, vol. 8, Nº 2, Porto Alegre, pp. 59-71.
Voltolini, R. (2010), “O ensino universitário na época do declínio dos Democratização do acesso ao ensino superior no
saberes. Didáskomai”, Revista de Investigaciones sobre Enseñanza, Brasil: o enfrentamento de uma herança de
Nº 1, Montevideo, Universidad de la República. Facultad de Huma­ distinção e exclusão
nidades y Ciencias de la Educación, pp. 25-40.
Žižek , S. (2010), “De la democracia a la violencia divina”, en G. Agam­ Marcus Aurelio Taborda de Oliveira
Universidade Federal de Minas Gerais, Brasil
ben, A. Badiou et al. Democracia ¿en qué estado?, Buenos Aires, Pro­
meteo, pp. 105-124.

A título de introdução

As políticas de democratização do ensino superior no Brasil, es­


pecificamente do acesso às universidades públicas, certamente é
um dos temas mais instigantes e delicados na sociedade brasileira,
hoje, bem como, uma das mais efetivas ações dos governos brasi­
leiros nos últimos vinte anos. Digo governos porque ainda esperam
por estabilização institucional para que possam ser consideradas
como parte de uma política de Estado que supere os estreitos limi­
tes de siglas ou programas partidários de ocasião. Por outro lado, e
se tomarmos de empréstimo a noção de Estado ampliado de Anto­
nio Gramsci, talvez pelo que tenha conseguido produzir de efeitos
em amplos segmentos populares ligados aos movimentos sociais,
o acesso ao ensino superior provavelmente possa ser considerado
uma conquista irreversível – e das mais exitosas – nas últimas déca­
das, no Brasil, mesmo com os seus profundos limites e com algumas
contradições.
Este texto, que pretende apenas situar o leitor pouco familiari­
zado com a realidade brasileira, procurará discutir alguns aspectos
desse processo recente, partindo de exemplos específicos da Uni­
versidade Federal de Minas Gerais, mas percorrendo aspectos da
história do ensino superior como signo de uma sociedade cravada
nos princípios da distinção pela educação, e do direito como uma

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concessão dos grupos dominantes, aspectos que muito têm marcado A chegada da família real produziria, entre outros efeitos de gran­
a nossa história. Ele não se atém especificamente aos cursos supe­ de relevância para a organização da cultura – a vinda de cientistas e
riores de Educação Física, mas trata do acesso ao ensino superior pensadores portugueses e estrangeiros, além da chegada do acervo
público como um todo. Simplesmente porque as iniciativas recen­ da Biblioteca Real, hoje a Biblioteca Nacional, uma das mais impor­
tes, no Brasil, não foram setoriais, mas afetaram as mais diferentes tantes do mundo, são apenas dois exemplos. A nova sede do Reino
carreiras universitárias, inclusive as ligadas à Educação Física. precisava de um choque de progresso e as primeiras iniciativas de
estudos superiores com alguma organização se efetivaram através
da oferta dos cursos de Engenharia pela Escola Politécnica e dos cur­
Breves notas históricas: do ensino superior sos de Medicina das Faculdades do Rio de Janeiro e da Bahia, soma­
burocrático à universidade tardia dos à renovação dos estudos do Direito em São Paulo e Pernambuco.
Assim, com forte acento utilitário com vistas a construir no Brasil
A criação mesmo da ideia de uma universidade, quiçá de ensino a possibilidade de estabelecimento da Coroa, essas primeiras ini­
superior, no Brasil, pode ser considerada tardia se considerarmos as ciativas cumpririam o papel de dotar o país de uma infraestrutura
experiências regionais da Universidad San Marcos (1551), no Peru, mínima para o adventício processo de desenvolvimento.
da Universidad Nacional de Córdoba (1613), na Argentina ou da Uni­ Não é difícil compreender que aquela forma de ensino superior,
versidad Nacional Autónoma de Mexico (1551). Apenas na década destinada quase exclusivamente para as elites, tinha como pressu­
de 1930 o Brasil conheceria uma iniciativa de grande monta para a posto a criação de quadros para a burocracia estatal, aspecto bas­
criação da instituição universitária, ainda que regionalmente algu­ tante sintomático da assimilação pelo Estado dos filhos das elites,
mas iniciativas sejam consideradas pioneiras.1 No entanto, a história processo que no seu nascedouro caracterizaria a sobreposição entre
do ensino superior no Brasil pode ser localizada em 1808, quando o público e o privado na nossa tradição política, de forte acento cen­
a família real portuguesa transfere a Coroa para terras brasileiras, tralizador, logo, excludente e que, já nos seus fundamentos, contri­
fugindo das hostes de Napoleão. Naquele momento, a então Colô­ buiria para definir que o acesso ao ensino superior seria um fator de
nia conhecia algumas iniciativas educacionais que definitivamente profunda clivagem social. No entanto, aquelas primeiras iniciativas,
não davam margem aos ensinos superiores, nem mesmo ao que se talvez justamente pelo seu caráter de estudos científico-literários
poderia chamar de ensino secundário. Fundado nas Aulas Régias, desinteressados – porque o interesse maior era a política – talvez
na aprendizagem de ofícios e nas formas não institucionalizadas tenham impedido o desenvolvimento mais significativo, no país, de
de transmissão da cultura após a expulsão da Companhia de Jesus uma instituição que parecesse, de fato, com uma universidade, nos
pelo Marques de Pombal em 1759, o Brasil apenas engatinhava no moldes que era conhecida praticamente em todo o mundo. Ou seja,
que poderia vir a ser considerada uma oferta regular de instrução seguindo algumas ponderações de Roque Spencer Maciel de Bar­
(Fonseca, 2006, 2009, 2010). ros (1959), no Brasil a universidade e os ensinos superiores não se
constituíram um interesse político, econômico ou cultural de relevo.
Ou seja, a universidade não foi para a elite política brasileira, um
1. A Universidade Federal do Paraná registra nas suas páginas de memória a sua projeto, uma prioridade, um desejo.2
fundação em 1922, em Curitiba. Também a Universidade Federal de Minas Gerais
costuma comemorar a sua fundação em 1927. Embora aqui não seja o melhor lugar
para essa discussão, não considero que essas iniciativas tenham configurado, de
fato, instituições similares ao que hoje entendemos como uma universidade. 2. Já no final do século xix José Francisco da Rocha Pombo havia formulado um

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Somente na década de 1930 é produzido no Brasil o Estatuto das Humanidades, com forte ênfase na Sociologia, cursos de formação
Universidades Brasileiras, o qual fomentaria a criação de, agora de professores, inclusive de Educação Física, amplia-se o entendi­
sim, um conjunto de instituições de forte conotação universitária. mento do que é Ciência e da necessidade do seu desenvolvimento
No interregno de tempo entre a criação dos três primeiros cursos para o Brasil.
superiores e o Estatuto, floresceram aqui e ali algumas outras inicia­ Entre as décadas de 1930 e 1960, com forte destaque para o perí­
tivas com cursos de Odontologia, Veterinária, Agronomia, sempre odo após a ii Grande Guerra Mundial, o Brasil passaria por um pro­
em caráter bastante pragmático e com a estrutura organizacional de cesso de expansão do ensino superior, em primeiro lugar, e da afir­
escolas isoladas, que não configuravam, definitivamente, uma insti­ mação da Universidade como uma instituição importante na vida
tuição universitária. À exceção do Direito, a presença de quaisquer cultural do país. A maior parte das universidades, salvo algumas
domínios dos conhecimentos que não fossem afeitos ao desenvolvi­ poucas exceções confessionais religiosas e iniciativas regionais/es­
mento econômico ou do aparelho burocrático estatal simplesmente taduais, foram criadas pelo Estado Nacional, e muitas iniciativas
não era considerado. É o caso de tudo que hoje poderíamos enfei­ regionais, públicas ou privadas, foram “federalizadas”, criando um
xar sobre o epítome Ciências Humanas. Assim, o ensino superior no amplo sistema público e estatal de ensino superior. É da década de
Brasil se caracterizou até a década de 1930 como um ensino para as 1950, por exemplo, a criação tanto da capes, que nasceu com o nome
elites, de forte acento distintivo de poder, voltado para as questões de Campanha de Aperfeiçoamento do Pessoal do Ensino Superior e
prementes da economia ou da formação da burocracia estatal que pretendia formar os professores das universidades, quanto do cnpq,
perpetraria os interesses dos grupos políticos e econômicos domi­ chamado inicialmente de Conselho Nacional de Pesquisas, com o
nantes. fito de impulsionar a produção científica brasileira. Também é des­
Com o Estatuto das Universidades muitas instituições foram cria­ se período um conjunto de reivindicações pela modernização da
das, e mais importante, o país conheceu uma expansão – tímida, universidade, as quais clamavam por um ensino mais prático e útil
mas ainda assim significativa – da oferta do ensino superior sob a e menos retórico e bacharelesco, conforme lembrou Sérgio Paulo
responsabilidade do Estado. São do período as primeiras iniciativas Rouanet (1987). Segundo o ensaísta, aquele conjunto de reivindica­
de construção de um sistema de ensino superior que teria no seu ções capitaneado pelos estudos universitários da época, acabaria
vértice as preocupações do Estado. Com isso a ideia de universi­ sendo parcialmente incorporado pela Reforma Universitária da Di­
dade se afirmava nos moldes mais tradicionais como um conjunto tadura Civil-Militar, de 1968, expressa na Lei 5.540. Para os formu­
de possibilidades de formação integral e universal. Diversificam as ladores das políticas do período ditatorial, conforme bem lembra
ofertas e, em alguma medida, o acesso, ainda que o ensino superior Rodrigo Patto Sá Motta (2014), a universidade era um aspecto muito
tenha seguido como privilégio de poucos. Mas esse não é um fator sensível e importante do projeto de desenvolvimento perpetrado
de estranhamento quando sabemos que ainda hoje nem mesmo a pelos governos militares. Não por acaso foi nesse período que foi
escola básica está universalizada no Brasil.3 Ali surgem cursos de erigido o Sistema Nacional de Pós-Graduação, um dos mais robustos
do mundo, e a pesquisa ganhou grande impulso, no Brasil, inclusive
com um conjunto de intercâmbios internacionais de largo alcance.
projeto de universidade a ser instalado em Curitiba, no Estado do Paraná, ao sul do
Brasil. No entanto, sem apoio e sustentação política, o projeto de Rocha Pombo foi
simplesmente abandonado e caiu no esquecimento. Ver Campos (2008).
primeiros anos deste ciclo contam com uma quase universalização do acesso, em
3. A escola básica no Brasil compreende um ciclo que se inicia na educação infan­ relação ao ensino médio observa-se que aproximadamente 40 % dos adolescentes e
til e é finalizado ao final do ensino médio, que antecede o ensino superior. Se os jovens destinados a este nível de ensino não tem acesso garantido à escola pública.

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Diferentemente do que se viu até a década de 1940, aproximada­ Direito è educação superior
mente, nos anos 50, com a pujança do ciclo desenvolvimentista e a
mudança no perfil do capitalismo brasileiro, um número cada vez A constituição de 1988, chamada por alguns eufemisticamente
maior de estudantes oriundo dos estratos médios da população bra­ de Constituição Cidadã, foi o primeiro dispositivo jurídico a fazer
sileira chegava às portas da Universidade sem, contudo, conseguir menção à obrigatoriedade da educação em todos os seus níveis, con­
nela entrar, uma vez que o sistema não comportava aquele novo e figurando a noção de um direito subjetivo que é dever o Estado. Ali,
amplo contingente de jovens que procuravam no ensino superior no seu Art. 208, podemos confirmar a menção, ainda que imprecisa,
uma alternativa para a tradição de seguir os planos traçados pela da “garantia de acesso aos níveis mais elevados do ensino” (Brasil,
família para o seu desenvolvimento profissional. Naquele período 1988). Na esteira das suas definições a Lei de Diretrizes e Bases da
a universidade brasileira passava a se configurar como uma possi­ Educação Nacional – ldb, Lei 9394 de 1996, no seu Art. 43 também
bilidade real de ascensão social para os filhos das camadas médias dispõe sobre o acesso e a permanência no ensino superior. Nos dois
da população. A impossibilidade de todos terem acesso aos bancos dispositivos está garantida a atuação da iniciativa privada na oferta
universitários provocaria uma das principais crises educacionais educacional, reafirmando uma longa tradição na qual o Estado ape­
do período da ditadura, a chamada crise dos excedentes (Braghini, nas parcialmente se incumbe deste direito. Isso é importante para,
2014), que serviria de mote para o Estado autoritário expandir as posteriormente, discutimos alguns dos problemas e dos limites da
vagas no ensino superior pelo fomento e incentivo da iniciativa pri­ democratização do ensino superior no Brasil. De todo modo, pela
vada, o que permitiu que surgissem alguns dos principais grupos primeira vez na história da educação brasileira o ensino superior
privados de oferta de “serviços educacionais” ainda hoje atuantes foi tratado como um direito, mesmo que a sua definição legal ainda
no Brasil, e com grande poder de definir políticas, financiamentos, fosse imprecisa.
currículos etc., como veremos na sequencia.4 Na ditadura militar de Não devemos esquecer que aquela Constituição, a primeira após
alguma forma o Estado afirmou o seu lugar como gestor do ensino o fim do regime de arbítrio imposto pelos militares e pelo grande
superior, com forte centralização, mas se desobrigou da expansão empresariado nacional e internacional, foi o resultado de um con­
quantitativa e qualitativa do sistema, inclusive em termos de desti­ junto de debates e disputas nas quais muitos movimentos sociais
nação de recursos, reforçando a histórica ambiguidade em relação se fizeram presentes e com voz ativa. Ou seja, pelo menos nesse
ao entendimento do que era uma educação superior pública, a qual aspecto é possível afirmar que o fim da ditadura devolveu a dife­
não era ainda tratada como um direito de todos, algo que só aconte­ rentes grupos sociais o seu potencial de participação na definição
ceria com a Constituição de 1988. dos rumos das políticas nacionais. No caso da educação, diferentes
movimentos atuaram em defesa de uma educação pública e de qua­
lidade, garantida pelo Estado, e que incluísse todos os estratos so­
4. Muitos grupos privados disputam com o Estado desde a oferta de vagas até con­
cepções de educação. Alguns desses grupos criaram verdadeiros conglomerados ciais. Não é demais relembrar que mesmo a educação básica ainda
educacionais que parecem shopping centers sendo, hoje, algumas nas maiores uni­ hoje não está universalizada no Brasil, o que permite entendermos
versidades brasileiras em número de alunos. Muitas delas foram criadas no perío­ parte dos motivos pelos quais a educação superior recentemente
do da ditadura civil-militar. Outros grupos, na forma de fundações, têm interferido
sistematicamente na definição de políticas públicas pela sua forte presença em ór­ foi saudada como uma conquista dos mais pobres. Assim, diferen­
gãos de deliberação, gestão e fiscalização. Amigos da Escola, Todos pela Educação, temente do que vimos em momentos anteriores da nossa história,
Fundação Lemann, Fundação Airton Senna entre tantos outros, têm produzido re­
presentações as mais difusas sobre a sentido e a qualidade da educação oferecida
um direito fundamental era requisitado como tal, e não como uma
no Brasil. benesse dos donos do poder, algo que, conforme as manifestações

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de raiva recentemente observadas em frações da classe média e nos sobretudo no que se refere aos cursos de formação de professores.
estratos mais ricos da população brasileira, parece não ter sido acei­ No mesmo Censo, observamos que quase 5,4 milhões de alunos es­
to por esses grupos. Entre alguns argumentos que apenas reforçam tudam na rede privada de ensino superior.
o preconceito em relação aos mais pobres, no Brasil, está aquele que O reuni , que foi objeto de muitas controvérsias quando da sua
defende que com a política de cotas a universidade brasileira teria implantação, foi um programa destinado especificamente para a
a sua “qualidade” rebaixada. expansão e a democratização do acesso às Universidade Federais
Mas como se deu a constituição jurídica desse esforço de demo­ brasileiras. Pretendia ampliar a oferta de vagas e inovar no que
cratização do ensino superior no Brasil? Um documento assinado se refere às modalidades de cursos oferecidos.6 O projeto do reu-
em 2015 pelos reitores das Universidades Federais Brasileiras ar­ ni teve solução de continuidade e muitos projetos ficaram a meio
gumenta: caminho. Mais importante, no entanto, foi o fato de o Governo Fe­
deral não ter cumprido um conjunto significativo de compromis­
Em relação ao ensino superior público, houve, na úl­ sos assumidos com as Universidades, tais como a contratação de
tima década, um movimento de expansão, iniciado, em professores, a expansão da infraestrutura física etc. Mas como boa
2003, e estendido, em 2007, com o Programa de Apoio a parte das universidades aderiu ao Programa, o que se viu foi, em
Planos de Reestruturação e Expansão das Universidades parte, o aumento da precariedade nas atividades do dia-a-dia, na
Federais (Reuni). No entanto, cinco anos depois, em 2012, medida em que novos cursos foram criados, novos alunos chega­
o atendimento público em nível superior continuou tími­ ram e as Universidades se viram com problemas estruturais sérios
do: dos 7,2 milhões de alunos matriculados em cursos de (entre eles, o da necessidade de contratação de um contingente
graduação, 73,4% estavam em instituições privadas; 15,2% expressivo de professores em caráter precário).
em federais, 8,8% em estaduais e 2,6% em municipais. (As­
sociação Nacional dos Dirigentes das Instituições Federais Os desafios da democratização do acesso à educação su­
de Ensino Superior, 2015) perior de qualidade ainda estão longe de serem alcança­
dos. Uma das metas do atual Plano Nacional de Educação é
Em 2013, de um total de 7,3 milhões de matrículas, o Brasil con­ a de elevar a taxa de matrícula para 33% da população de
tava com pouco menos de 2 milhões de alunos matriculados nas 18 a 24 anos e assegurada a qualidade da oferta e expansão
instituições públicas de ensino superior, 1,1 milhão especificamente para, pelo menos, 40% das novas matrículas, no segmento
nas Universidades Federais, segundo o Censo da Educação (Smaili, público. (Brasil, 2005)
2013).5 Mas certamente poderia atender muito mais. Isso porque
a maior parte dos recursos destinados à educação superior, inde­
pendentemente do momento atual de crise econômica, boa parte
dela provocada pela crise política e moral que assola há bastante 6. Por exemplo, na ufmg foi criado o curso de Educação Física no período noturno,
tempo a “classe” política brasileira, é destinada a iniciativa privada, uma novidade que é fruto dessa política de expansão do acesso. O curso e distin­
gue dos outros dois ofertados (Bacharelado em Educação Física e Licenciatura em
Educação Física) pela proposta curricular significativamente inovadora na qual,
pelo projeto pedagógico, haveria uma maior integração entre os diferentes campos
5. O percentual restante se refere não a universidades, mas a outras modalidades de do conhecimento. Ainda na ufmg, mas na Faculdade de Educação, foram criados os
educação superior tais como Centros Universitários, Faculdades, Institutos Federais cursos de Licenciatura em Educação do Campo – lecampo e o Curso de Educação
ou Centros Federais de Educação Tecnológica, todos eles públicos. Básica Indígena: formação intercultural de professores – fiei. Ver www.fae.ufmg.br.

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Um dos efeitos positivos daquela expansão foi a criação de um orçamentários muito elevados no Ministério da Educação, um dos
número significativo de novas universidades federais de caráter primeiros efeitos foi a diminuição de recursos destinados ao Fun­
regional, o que contribui para redistribuir a concentração de uni­ do de Financiamento Estudantil (fies), programa de financiamento
versidades e cursos em relação às regiões mais economicamente dos alunos que buscam vagas nas universidades privadas. Imedia­
desenvolvidas do país. Esse é, certamente, um fator de acesso e de­ tamente as universidades de manifestaram com a ameaça de demis­
mocratização, na medida em que a presença da Universidade acaba são de professores e extinção de vagas, como se o Governo tivesse
incrementando o desenvolvimento econômico e científico de regi­ obrigação de financiá-las. Óbvio que com um programa que repassa
ões que ficam à margem do mapa de distribuição do ensino supe­ de forma praticamente direta recursos públicos para os negócios
rior brasileiro, muitas delas largadas à sorte de cursos privados de privados, é claro que a margem de risco dos empresários é nenhu­
qualidade abaixo de quaisquer críticas. ma! Logo, aquilo que poderia ser entendido como um fomento para
De alguma maneira, como que para contrabalançar os efeitos os jovens que precisam de apoio financeiro para estudar foi toma­
do abandono do reuni, o Governo Federal criou uma mecanismo do como um dever do Estado em relação à manutenção de escolas
de acesso ao ensino superior denominado Programa Universidade privadas. Por sua vez esse fenômeno escancarou o fato que muitas
para Todos (prouni). A diferença do primeiro programa está no fato instituições que recebem dinheiro público mantêm cursos de pés­
da atual iniciativa se basear em parcerias com universidades priva­ sima qualidade, sem a devida fiscalização por parte dos órgãos de
das. Negando ampliar o número de vagas nas instituições públicas governo o que, de alguma maneira, suscitou algum debate na mídia
de ensino superior, o Governo brasileiro estabeleceu convênios com nacional especializada.
instituições privadas que recebem recursos públicos para ofertar Se este é o um problema que estamos longe de ver solucionado,
vagas para estudantes que não entraram nas instituições públicas. até porque mesmo hoje, no Brasil, a educação não é um ponto im­
Trata-se, claramente, da transferência de recursos públicos que po­ portante na agenda política, e cada vez mais se converte em uma
deriam ajudar a fomentar a expansão do ensino superior público e prestação de serviços para imensos conglomerados empresariais, é
estatal, justamente um dos maiores reclamos dos reitores reunidos preciso voltar a lembrar que a organização dos movimentos sociais
em maio de 2015, em São Paulo. Enquanto depois de um rápido ciclo permitiu a entrada nas universidades de contingentes que jamais
de expansão as universidades públicas brasileiras se veem mergu­ teriam essa oportunidade há 20 anos atrás. Muito controversa, a
lhadas em uma crise em função dos imensos cortes orçamentários Lei de Cotas, como ficou conhecida, garantiu a reserva de vagas nas
feitos no último ano, instituições privadas multiplicam os seus lu­ instituições públicas para alunos negros, pobres e indígenas. Desde
cros com dinheiro que vem dos cofres públicos, muitas vezes para 2012, s universidades federais devem garantir 50% do total das suas
oferecer cursos medíocres. Assim, se configura uma reafirmação da vagas para alunos oriundos de escola pública, sendo que deste total
histórica distorção entre o Estado e a iniciativa privada no que se re­ 50% é para negros e indígenas.7 Isso alterou de alguma maneira a
fere ao ensino superior “público”: o Estado, ao invés de ampliar va­
gas, investir em infraestrutura, contratar novos quadros, se isenta
de se responsabilizar pela expansão do sistema de ensino superior 7. A Lei Nº 12.711/2012, “garante a reserva de 50 % das matrículas por curso e turno
nas 59 universidades federais e 38 institutos federais de educação, ciência e tecno­
público e transfere uma quantidade absurda de recursos públicos logia a alunos oriundos integralmente do ensino médio público, em cursos regu­
para os cofres das instituições privadas. lares ou da educação de jovens e adultos. Os demais 50 % das vagas permanecem
para ampla concorrência […] As vagas reservadas às cotas (50 % do total de vagas da
Talvez o maior exemplo desse descompasso tenhamos assistido instituição) serão subdivididas – metade para estudantes de escolas públicas com
no início deste ano. Quando se anunciou que seriam feitos cortes renda familiar bruta igual ou inferior a um salário mínimo e meio per capita e me­

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configuração da Universidade brasileira. Como vimos, o ensino su­ dade pública brasileira, na medida em que um contingente abso­
perior foi destinado primeiramente às elites, depois à classe média. lutamente distinto daquele que já a frequentava produz novas de­
Com políticas como essas, a Universidade chegou a todas as cama­ mandas e novas formas de organização gestão. Como a maior parte
das da população, ainda que esteja longe de atingir os 33 pontos dos alunos pode ser caracterizado como economicamente carente,
percentuais em relação à população, desejados pelos reitores das não basta trazê-la para a universidade. É preciso criar condições
universidades federais. para mantê-los no seu interior, o que demanda uma nova e mais
robusta política de assistência estudantil. Não é incomum nos depa­
rarmos com alunos que necessitam desde alimentação, creche até
O abandono dentro da universidade: assistência recursos para o transporte, uma vez que não dispõem de recursos
estudantil, currículos e um novo perfil de para enfrentar os desafios da universidade. Isso, no caso da ufmg,
produção e gestão do conhecimento. por exemplo, representou um desafio que gerou a necessidade de
criação de um órgão específico de apoio aos estudantes, a Pró-Rei­
O fies é apenas um dos grandes problemas que devemos enfren­ toria de Assuntos Estudantis. Mesmo dispondo de residência estu­
tar.8 Na verdade, a expansão das oportunidades de acesso a alunos dantil transporte gratuito no Campus, restaurantes universitários,
pobres, negros e índios produz uma mudança radical na universi­ muito precisa ser feito na Universidade para que os novos alunos
que chegam pelas vias da inclusão possam, de fato, usufruir do que
a universidade oferece. Sem uma política clara e efetiva para esse
tade para estudantes de escolas públicas com renda familiar superior a um salário
contingente de alunos, pouco mudará no perfil da universidade no
mínimo e meio. Em ambos os casos, também será levado em conta percentual míni­
mo correspondente ao da soma de pretos, pardos e indígenas no estado, de acordo que se refere à permanência dos alunos oriundos dos estratos mais
com o último censo demográfico do Instituto Brasileiro de Geografia e Estatística pobres da população.
(IBGE).mínimo correspondente ao da soma de pretos, pardos e indígenas no estado,
de acordo com o último censo demográfico do Instituto Brasileiro de Geografia e
Mas a questão não é apenas econômica. A chegada de alunos de
Estatística (ibge)”. Ver portal.mec.gov.br/cotas. grupos sociais menos favorecidos historicamente produz, também,
8. “O Fundo de Financiamento Estudantil (fies) é um programa do Ministério da uma mudança naquilo que é o sentido último da universidade, o seu
Educação destinado a financiar a graduação na educação superior de estudantes fazer acadêmico. Sendo uma instituição com uma vocação bastante
matriculados em cursos superiores não gratuitas na forma da Lei 10.260/2001. Po­
dem recorrer ao financiamento os estudantes matriculados em cursos superiores específica, normalmente há um choque entre aqueles que defen­
que tenham avaliação positiva nos processos conduzidos pelo Ministério da Edu­ dem a tradição, e que demandam que os recém chegados devem
cação.Em 2010, o fies passou a funcionar em um novo formato: a taxa de juros
apenas adaptar-se à vida universitária, e aqueles que defendem
do financiamento passou a ser de 3,4% a.a., o período de carência passou para 18
meses e o período de amortização para 3 (três) vezes o período de duração regular uma reformulação total do próprio ethos universitário, na medida
do curso + 12 meses. O Fundo Nacional de Desenvolvimento da Educação (fnde) em que os novos alunos seriam portadores de experiências e sabe­
passou a ser o Agente Operador do Programa para contratos formalizados a partir
de 2010. Além disso, o percentual de financiamento subiu para até 100% e as inscri­ res pouco conhecidos pela universidade, mas com os quais ela teria
ções passaram a ser feitas em fluxo contínuo, permitindo ao estudante o solicitar muito que aprender. Este é um debate aberto, mas é evidente que a
do financiamento em qualquer período do ano. A partir do segundo semestre de universidade está passando por um amplo processo de mudança, e
2015, os financiamentos concedidos com recursos do Fies passaram a ter taxa de
juros de 6,5% ao ano com vistas a contribuir para a sustentabilidade do programa, não temos condições de avaliar, ainda, os efeitos qualitativos dessas
possibilitando sua continuidade enquanto política pública perene de inclusão so­ transformações. Por ora é preciso reconhecer que a universidade
cial e de democratização do ensino superior. O intuito é de também realizar um
realinhamento da taxa de juros às condições existentes no ao cenário econômico e
se expande e atende grupos até então marginalizados, o que certa­
à necessidade de ajuste fiscal”. Ver sisfiesportal.mec.gov.br/fies.html. mente é um resultado expressivo das políticas recentes. Também

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parece que ao travar contato com outras formas de organização da to, a cultura, a sua produção, disseminação e transformação. Sem
cultura a universidade pode se renovar e ver abaladas um pouco isso, os esforços de expansão das oportunidades educacionais no
daquelas estruturas rigidamente estabelecidas, pode ser um pouco que se refere ao ensino superior público brasileiro correm o risco
mais arejada e democrática, seja do ponto de vista da sua gestão e de se tornarem inócuos se a expansão for meramente quantitativa.
política superior, seja do ponto e vista do diálogo com os movimen­ Aumentar vagas e facilitar o acesso às universidades públicas re­
tos sociais e a sociedade em geral, seja, por fim, valorizando outras presenta um desafio de criar condições para que aqueles que che­
formas de conhecimento e saber normalmente ignorados como sen­ gam possam ficar, cursar e sair da universidade sem pesados ônus,
do “não científicos”. sem alimentar um assustador índice de abandono. Não se trata de
Na outra ponta desse argumento é preciso ficar atento aos riscos apenas abrir vagas, sejam diretas ou indiretas, como tem preferido
de um apagamento do sentido da universidade para a construção o Governo Brasileiro. Isso é pouco para falar em democratização
de uma sociedade mais justa, democrática e inclusiva. Isso porque do acesso ao ensino superior. É preciso desenvolver políticas de
toda sorte de retórica populista e demagógica pode ser apropriar de Estado que vão além dos interesses de grupos políticas e sejam
conquistas recentes para desqualificar aquilo que a universidade reconhecidas como a realização de um direito que pode beneficiar
tem de melhor no que se refere à produção de conhecimento. Ne­ a todos, de fato. Políticas compensatórias, algo que se tornou regra
gar este aspecto seria um erro no medida em que o quê se produz no Brasil, quando deveria ser exceção, não estabilizaram a possi­
na universidade não é melhor ou pior do que aquilo quê se produz bilidade de acesso como um direito. Essas políticas passam pela
em outros espaços e tempos sociais. Mas é diferente! E a diferença ampliação e modernização da infraestrutura das universidades
entre distintas formas de produção do conhecimento deve impul­ públicas, pela valorização dos seus quadros técnicos especializa­
sionar um esforço de diálogo para que aquilo que existe de melhor dos e dos seus docentes, pelo reconhecimento que universidade é
na universidade seja preservado sem prejuízo das novas manifesta­ um lugar de produção de conhecimento de ponta, pela destinação
ções culturais, da novas experiências que adentram os seus muros. e recursos que possam viabilizar as suas atividades fim. Tudo isso
Transformar a universidade e democratizá-la não pode ser confun­ aliado com políticas pontuais de acolhimento desses novos contin­
dido com a destruição de tudo aquilo de relevante que ela produziu gentes de jovens de baixa renda que, sem que isso se afirmo como
e vem produzindo. mais um tipo de política assistencial de cada governo de plantão.
Assim, um desafio importante nesse momento de tentativa de O desafio parece ser o da construção de um novo perfil de univer­
reconfiguração da universidade pública brasileira passa até mes­ sidade, no Brasil, que não obscureça aquilo que é o fim último desta
mo pela forma de organização curricular, por exemplo. Especialis­ instituição, mas que permita que ela se encontre com outras formas
tas acostumados a definir sem muito diálogo aquilo que deve ser de produção e crítica cultural.
ensinado segundo a tradição de cada área de conhecimento, agora
se deparam com o questionamento da validade daqueles mesmos
conhecimentos, simplesmente porque mudou o perfil – portanto, Referências
os interesses, a expectativas e as necessidades – do público alvo ao
qual eles se destinam. O argumento da “tradição” ou a “validade” Barros, R.S.M. (1959), A ilustração brasileira e a ideia de universidade
de uns conhecimentos em relação a outros só são sustentáveis se (Tese Livre Docência), Faculdade de Filosofia, Ciências e Letras da
a universidade brasileira for capaz de produzir formas de diálogo Universidade de São Paulo.
e convivência entre diferentes formas de conceber o conhecimen­ Braghini, K.M.Z. (2014), “A história dos estudantes «excedentes» nos

198 199
anos 1960: a superlotação das universidades e um «torvelinho de
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Graduação em História, Faculdade de Filosofia e Ciências Humanas, plimentar con las prácticas de la enseñanza en los establecimientos
Universidade Federal de Minas Gerais, Belo Horizonte, pp. 175-188. educativos en el nivel secundario. Hechos y circunstancia que lo
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Horizonte, Autêntica. materia. A partir del análisis y la descripción de ciertas situaciones
Motta , R.P. (2014), As universidades e o regime militar: cultura política coyunturales, que impregnan el recorrido del alumno por ese tipo
brasileira e modernização autoritária, Rio de Janeiro, Zahar. de institución durante el período de prácticas, también se exponen
Rouanet, S.P. (1987), As razões do Iluminismo, São Paulo, Companhia das distintos formatos de organización que se han ido implementando
Letras. desde la cátedra Observación y Prácticas de la Enseñanza en Edu­
Smaili, S. (2013), Educação Superior Pública: em busca do direito. Re­
cuperado de www.cartacapital.com.br/educacao/educacao-superior * Trabajo presentado en el coloquio “Democratización de la educación superior. Po­
líticas, actores e instituciones”, Taller 2 Enseñanza: sobre prácticas de la Enseñan­
-publica-em-busca-do-direito-7563.html. za. Las prácticas como el lugar en el que hacer experiencia-tensiones. cices -idihcs/
Conicet-fahce-unlp. Junio 2015.

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cación Física 2. Propuestas de organización que se elaboran y for­ a tomar en forma conjunta, cediendo posturas al respetar las voces y
malizan con la finalidad de amenguar aspectos que configuran el el derecho de los “otros” y tener que ajustarse a pautas y normas que
panorama que se describe. regulan el recorrido para ser transitados sin grandes sobresaltos y
alteraciones. De resultas se establece un camino que se hace al andar,
como menciona el poeta. Y al ser un camino que se hace al andar, más
Democratización-tensión de las veces se generan conflictos, discrepancias y tensiones.
Pensando en la educación superior y contextuando esta reflexión a
Al aceptar esta invitación, lo primero que hice fue analizar la una carrera de Formación Docente como es la que nos convoca, voy a
denominación del taller y destaqué de su título enseñanza, prácti­ poner en cuestión las propuestas de enseñanza por considerar que son
cas, experiencia y tensiones. Con la libertad que me concede estar instancias en las que se brinda la oportunidad de ostentar, en prin­
aquí delante, di vuelta los términos y titulé mi trabajo “Las prácticas cipio, el derecho a aprender y adquirir experiencias, sin desconocer
de enseñanza, tensiones al adquirir experiencias”. Considero estas su liga a requisitos establecidos como obligaciones académicas, para
prácticas en los establecimientos educativos a cargo de un alumno aprobar las distintas materias para que ese derecho se efectivice. Dicho
del profesorado, un campo1 complejo a recorrer, por tanto expongo de otra manera, tiempos, momentos e instancias en los que en un mis­
las razones que me llevaron a esta decisión. mo espacio socio-histórico se entrecruzan los usos de la propia voz, en
Tuve en cuenta dos categorías de análisis: democratización, tí­ particular las de los alumnos, que claman por derechos y las que pro­
tulo del coloquio que da lugar a este evento, y tensión. Encuentro ceden de las exigencias y obligaciones instituidas desde el mismo Plan
en democratización el referente que le da significado y sentido a la de Estudios y el Régimen de Enseñanza y Promoción. Distintas expec­
segunda categoría. tativas, intereses, orientaciones y normas que se vinculan y que oca­
Al pensar en democratización pienso en un “estado de derecho a sionalmente, se oponen, generando tensión. Luz alerta que convoca a
vivenciar con otros”, en el que se tiene la oportunidad de llevar a cabo detenerse, analizar e intervenir, al observar que algo está perdiendo la
acciones y tareas con libertad e igualdad y también cumplir con obli­ sintonía necesaria para que ese interjuego de relaciones se despliegue
gaciones. Se conjugan en ese ámbito derechos de todos y cada uno de sin mayores oposiciones en el camino a recorrer. Escenario problemá­
los que por él transitan y obligaciones que devienen de las relaciones tico y complejo para actuar que se le plantea a un alumno practicante
que se van estableciendo en forma conjunta. Ámbito que contempla (ap) al cursar Observación y Prácticas de la Enseñanza en Educación
distintas voces a ser escuchadas, en el que circulan y convergen lo Física 2, desafiando a los integrantes de la cátedra al momento de orga­
que se piensa y lo que piensan los otros; revela distintas opiniones, nizar y diseñar esos recorridos con la intención de disminuir y atenuar
puntos de vista, expectativas e intereses, que se enlazan con obliga­ estados de tensión.
ciones, dando como resultado un entramado de relaciones que confi­
guran un ámbito de inclusión y respeto por la diferencia. Trayectos e
itinerarios que requieren el establecimiento de acuerdos y decisiones Campo problemático a recorrer por el alumno practicante

La lectura del diccionario fue un valioso aliado para encontrar


1. Se toma el concepto de campo, acuñado por Bourdieu (2007: 144) al que presenta claridad a estas reflexiones.
como interjuego de relaciones de fuerzas y poder, entre aquellos que lo ocupan y
en el que se puede “captar la particularidad en la generalidad, la generalidad en la
Según el diccionario de la rae, tensión es un vocablo de origen
particularidad”. latino que deriva de tensio, estirar, estado de oposición entre dos

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lugares, uno en el que se está y otro hacia el que se intenta llegar. Y al ir a la escuela. Conocimientos y saberes incipientes, que se pon­
desde aquí entonces, la presencia del alumno cursante al comenzar drán en acción al entrar al establecimiento educativo.
con sus prácticas de la enseñanza en las escuelas, en principio, con Algunos autores que analizan la problemática de la formación
la finalidad de culminar con sus compromisos y responsabilidades (Contreras, 1987; Kemmis, 1988; Diker y Terigi, 2003; Gimeno Sacris­
académicas, aprobar la materia y acceder al título profesional do­ tán y Pérez Gómez, 1992) ponen en foco de atención para el análisis la
cente para el que se está formando. “personalidad” del ap devenida de su historia personal, de vivencias
También el diccionario me permitió distinguir, entre otras acep­ y experiencias, que han ido incidiendo en percepciones, imaginarios
ciones, aquella que pone el acento en un estado emocional cuyas y maneras de entender la profesión de enseñar en el ámbito escolar.
señales podrían llegar a ser, entre otras, inquietud, inseguridad e Trayectorias de vida que le han posibilitado configurar, consciente e
impaciencia. Nuevamente la presencia del ap vulnerable e inesta­ inconscientemente, opiniones y representaciones acerca de qué es
ble, ante los cambios que las mismas prácticas2 le ofrecen. la enseñanza de la Educación Física y qué el aprendizaje de los ob­
Continuando con mi análisis, comencé a visualizar algunos vín­ jetos propios de la disciplina. Huellas que se fueron acuñando a lo
culos entre ambas acepciones del término tensión y es desde este largo de la escolarización y de su pasaje por distintos ámbitos en los
lugar desde donde traigo a las prácticas de la enseñanza a cargo que tuvo oportunidad de concretar prácticas corporales. Instancias y
del ap para desde allí analizar, en particular, estados de tensión al momentos que fueron constituyendo matrices de aprendizaje3 que,
adquirir experiencias. muchas veces al desempeñarse en la escuela como “enseñantes”, ofi­
Una rápida mirada a distintos planes de estudio en una carre­ cian como matrices de enseñanza ocasionando resistencia y tensión,
ra docente de nivel superior me permite observar que, en líneas al desafiar la “realidad” en la que le toca desempeñarse.
generales, se inscriben al cierre de un trayecto iniciado cuando se Un alto porcentaje de estos futuros colegas abandonaron la es­
comenzó a estudiar, por tanto se las visibiliza como síntesis y con­ cuela, como promedio, cinco años antes a su ingreso a la carrera y,
clusión de conocimientos construidos durante los años de forma­ en general, la analizan desde lo que evocan de sus épocas escolares.
ción de grado. Escuela que, como toda organización social, va cambiando acorde
En nuestro caso, los alumnos de quinto año de la carrera que con los tiempos y que, últimamente ha cambiado de manera ver­
cursan esta materia en todo ese tiempo fueron testigos directos de tiginosa ampliando el escenario de cuestiones a atender. Espacio
distintas concepciones teórico-conceptuales acerca de Educación Fí­ “simbólico”, como lo concibe Nicastro (2011: 144-145), de entrecru­
sica, Educación Física escolar, aprendizaje y enseñanza. Con otras zamiento de sentidos y significados que se van amalgamando entre
palabras, durante el período de formación, este futuro docente fue los sujetos que la habitan y, como dice la autora, para hacerlo “ha­
partícipe de la exposición de variadas perspectivas teóricas e inter­ bitable”. Establecimiento escolar que, dando cuenta del accionar de
pretaciones acerca de la disciplina como también de aspectos que sus “habitantes”, como los concibe la autora, presenta un espacio
caracterizan al “sujeto de aprendizaje” con el que se va a encontrar configurado por habitus, rutinas, obligaciones y climas distintos a

2. Se entiende por prácticas, siguiendo a Foucault, a los “sistemas de acción […] 3. Concepto acuñado por Ana Quiroga (2014: 34-35), que pone el acento en “la mo­
habitados por el pensamiento […] que tienen un carácter sistemático en el que con­ dalidad con la que cada sujeto organiza y significa el universo de su experiencia, su
fluyen saber, poder y ética, y un carácter general, recurrente, y que por ello consti­ universo de conocimiento… constituyen una estructura en movimiento, susceptible
tuyen una «experiencia»” (citado por Castro, 2011: 315-316). de modificación”.

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los que aquel alumno ha vivido y que, en la mayoría de los casos, al también a los planteos e hipótesis con los que estuvo trabajando a lo
comenzar a transitarla, lo abruman y tensionan. largo de su proceso formativo. Cotidianidad en la que se entrecruzan
Establecimiento educativo dinámico, heterogéneo, diverso y y convergen en simultaneidad cuestiones inherentes a la enseñanza
cambiante que también oficia de instancia formadora. Cuando este de la Educación Física enclave a problemáticas coyunturales. Estado
“incipiente enseñante” ingresa a la escuela, Marta Marucco men­ de situación que le plantea el dilema de resolver ante lo contingente,
ciona que “la escuela modeliza su actuación […] va constituyendo inadvertido e impensado, al momento de desplegar su tarea.
las características de su estilo profesional, desdibujando el impacto Con otras palabras, a esa multiplicidad de voces a la que hacía
de las teorías aprehendidas durante los años de formación acadé­ referencia y que abruman al ap se adiciona un acontecer imprede­
mica” (citado por Diker y Terigi, 2003: 135). En este mismo sentido, cible de toda circunstancia y que lo llevan a reconocer que lo que ha
Terhart señala que “la formación que se desarrolla en el lugar de planificado y programado es siempre provisorio y más de las veces
trabajo”, en nuestro caso la escuela, el patio, el gimnasio, el campo debe ser ajustado, modificado o bien reemplazado.
de deportes, se constituye en una “fase decisiva de formación”, que Frente a este panorama, el ap comenzará a desempeñarse y ad­
tiene tanto peso como la formación de grado y, en muchos casos, la quirir experiencias. Inicio y comienzo del ejercicio de un distinto
“transforma” (citado por Diker y Terigi, 2003: 132). rol, el de enseñantes, que produce un corrimiento al de alumno que
Compartiendo con ambos autores, expreso que ese saber que se hasta ese momento venía ostentando y ejerciendo.
va construyendo durante el período de prácticas no solo responde Cuando el ap ingresa al establecimiento educativo, según sus pro­
a lo que se aprende y aprehende en las aulas de la facultad y en el pias palabras, “la práctica supera a la teoría y en muchos casos la
campo de deportes, sino que deviene de un “aprender haciendo”. contradice”. Es el momento en el que para su actuación y desem­
La mayoría de los ap de nuestro profesorado se encuentran por peño, entran en tensión teoría y práctica; práctica y teoría, y el ap
primera vez en una escuela con grupos de niños y adolescentes. Gru­ también. Esta carga emocional, que a veces lo turba y desorienta,
po clase, que apela a su intervención para aprender y, fundamen­ le resta autonomía y seguridad, llevándolo en forma metafórica “al
talmente, para cumplimentar con exigencias de asistencia a clase y borde de un ataque de Prácticas” como titula uno de su textos Gon­
promoción de la materia. Grupos de alumnos que también hacen zález Cuberes (1993).
oír sus voces, manifestando gustos e intereses, agrados y desagrados Variedad de discursos acerca de la enseñanza de la Educación Fí­
ante lo que el practicante propone. Situación que en algunos casos sica acuden a su decisión. Como decía anteriormente, los que tuvo
al ap lo desestabilizan, generando inseguridad y tensión. oportunidad de escuchar y compartir durante el proceso formativo
Conjuntamente, al tener a cargo los procesos de enseñanza, cuya incluidos los que proceden de esta cátedra, los que proceden de los
particularidad es la de ser situacionales y situados, lo instan a re­ profesores de los cursos a los que fue asignado, los que tuvo oportuni­
solver ante lo imprevisto y emergente. Nuevamente estado de si­ dad de escuchar durante su propia vida escolar y los que emergen del
tuación que, en algunos casos, genera angustia e inquietud. Proceso establecimiento escolar al que arriba. Polifónico escenario, a veces
complejo el de la enseñanza, que si bien es deliberado e intencional, desafinado y turbulento, que impregna de significados y sentidos las
de allí que bosqueja su propuesta de intervención, al ser una prác­ prácticas que tendrá que asumir y construir. “Pluralismo profesio­
tica pedagógico-social, está signada por las circunstancias por tanto nal” y “barullo de voces”, como expresan los autores (Schön, 1998:
fluctuante e incierta, supeditada al momento en que se concreta. 28), a veces contrapuestos, que connotan una situación de oposición y
La realidad de la cotidianidad escolar excede y supera las repre­ opción a las que se debe enfrentar al momento de resolver el qué
sentaciones que a lo largo de su historia fue construyendo, como y cómo hacer. Multiplicidad de voces concurrentes para configurar

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su libreto y que a veces le confunden, desorientan y le dejan escaso recorrido con un final posible y, al mismo tiempo, que regule y re­
margen de libertad y autonomía. pare por el cumplimiento con los requisitos que implica aprobar la
Esta sucinta descripción y enclave al título de este coloquio, el materia en atención a la reglamentación específica.
interrogante a plantear es ¿cómo hacer para que este espacio de A lo largo de los años en que hemos estado a cargo de las prácti­
intervención del ap, connotado y denotado por una incipiente res­ cas de la enseñanza, analizando sus condiciones y los efectos de la
ponsabilidad pedagógica, histórica, cultural y político-social, sea un misma en el desempeño de los practicantes, hemos ido proponiendo
espacio democrático de actuación, facilitador de nuevas experien­ distintos formatos de cursada. Entendimos, y seguimos sosteniendo,
cias? ¿Cómo hacer para que esta instancia, reconociendo y valoran­ que es un espacio de aprendizaje, que a partir de saberes portan­
do expectativas, preocupaciones y obligaciones, atenúe y contenga tes, se constituye en un espacio de construcción de nuevos saberes
ese estado de situación? y por tanto debe evitar lo más posible la presencia de tensiones y
frustraciones. Y lo expreso en plural al reconocer el valioso aporte,
dedicación responsable y acompañamiento de los integrantes de la
Las prácticas de la enseñanza a cargo cátedra. Continúo.
del alumno practicante De inicio, la implementación de las prácticas fue en forma in­
dividual. Formato tradicional y clásico en el que cada alumno era
Responder a los interrogantes planteados en el párrafo anterior no asignado durante cuatro horas semanales a una escuela, profesor y
es tarea sencilla puesto que va más allá del tratamiento de tal o cual curso, en un espacio de tiempo académico, en concordancia con la
contenido, ya que lo que se ha puesto en juego es justamente el diseño reglamentación vigente. Nuestro acompañamiento y el del profesor
de un espacio a recorrer facilitador de la construcción de experiencias del curso, al que éticamente reconocemos y valoramos como favo­
y estas, las experiencias, “dependen” de cada sujeto aprendiz: de sus recedor, resultaba insuficiente ante la variabilidad y complejidad
historias personales, de sus expectativas, de su capacidad para solu­ del campo de actuación.
cionar problemas, aun los no previstos, y de su capacidad para aceptar Aquí una aclaración. Tanto el profesor del curso como nosotros
la disidencia, entre otros aspectos concurrentes. los profesores de la cátedra somos especialistas “experimentados”,
Compleja instancia para la elaboración e implementación de una como mencionan algunos autores, y contamos con un caudal de “he­
propuesta de enseñanza, que me llevan a tomar palabras de Edgar rramientas” para encontrar soluciones lo más adecuadas posibles,
Morin (2003). El autor expresa que la complejidad es un “tejido […] ante las circunstancias que la práctica de la enseñanza plantea. He­
de constituyentes heterogéneos inseparablemente asociados: pre­ rramientas que este joven aprendiz de enseñante está adquiriendo
senta la paradoja de lo uno y lo múltiple […] tejido de eventos, accio­ al ir aprendiendo a leer la realidad para intervenir, por tanto, está
nes, interacciones, retroacciones, determinaciones […] se presenta construyendo un accionar que, como decía anteriormente, se cons­
con los rasgos […] de […] la ambigüedad, la incertidumbre”. Y el truye haciendo y que requiere revisiones y ajustes devenidos de
autor continúa expresando: “De allí la necesidad […] de poner orden análisis e intervención ante los resultados que se van obteniendo.
en los fenómenos […] de quitar ambigüedad, clarificar, distinguir, Es dable mencionar que en las instancias de pe, el ap cuenta con
jerarquizar” (32). poco margen temporal para ese análisis y para construir su saber
En ese “poner orden” al que nos insta Morin, la preocupación de enseñante, limitando su posibilidad de ensayo-error.
desde la cátedra fue y sigue siendo sistematizar e implementar una Si bien intercambiaba con los profesores, ex profeso o sin in­
propuesta que contemple el derecho a transitar armónicamente un tención, direccionábamos su actuación hacia lo que nosotros en­

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tendíamos que “debía ser”, postergando lo que él entendía como creativas. Concebimos este formato como un espacio que brindaba
solución posible. Las razones de esta detención se centraban en la oportunidad de adquirir experiencias desde la visualización de
tener presente que ambos profesores, los de la cátedra y los de la una actuación profesional docente más variada, rica e integradora.
escuela, tenemos como delegación que los alumnos del grupo clase Esta exigente concurrencia les permitió no solo el abordaje de lo es­
continúen aprendiendo aun transitando con las propuestas de este pecifico de su práctica de enseñante, sino también “vivir” la escuela
“principiante” profesor. De allí esa limitación a la propuesta e inter­ desde dentro, sus climas, sus rutinas, su dinámica, sus coherencias
vención del ap. y por qué no, expresar sus contradicciones.
En la mayoría de los casos las dudas, dificultades y preocupacio­ Desde el punto de vista pedagógico-didáctico, recuperando las
nes de los alumnos procedían de tener que decidir a qué cuestión palabras de los mismos alumnos, los resultados de esta propuesta
atender primero: a lo que tenían diseñado y planificado; al recreo fueron “altamente positivos”. Sin embargo, desde el punto de vista
diferido que impedía la continuidad de la clase; a las malas condi­ de su viabilidad no pudimos hacerla extensiva. La carga horaria
ciones en que ese día se encontraba el lugar de trabajo; a la ausencia semanal asignada era muy extensa, al alumno le limitaba el tiempo
de alumnos que hacía que tuviera que reordenar los grupos, según para cursar otras materias y, también debo mencionar que desde el
las actividades de aprendizaje que tenía previstas; qué actividades punto de vista organizativo, la cantidad de profesores no nos alcan­
de aprendizaje planificadas debía desestimar, por haber comenza­ zaba para la distribución de la matrícula cursante.
do la clase veinte minutos más tarde de lo programado y una varie­ En esta búsqueda permanente de soluciones, propusimos prác-
dad mayor de cuestiones que se van presentando al concretar una ticas con ayudantía. De inicio el alumno concurría a la escuela a
clase de Educación Física en el nivel secundario. Estoy segura de que observar la clase del profesor y al curso seleccionado. Pasadas dos
ustedes podrán ampliar esta descripción. o tres clases, colaboraba con el profesor teniendo a cargo el desa­
Reconociendo el dilema que presenta a la intervención la reseña rrollo y la conducción de un juego o bien una parte de la clase y,
planteada, reparamos en la “soledad” en que se encontraba el ap, cuando se sentía “seguro”, comenzaba a hacerse cargo de toda la
aun contando con nuestro acompañamiento. propuesta. En líneas generales este formato fue evaluado como
Luego de evaluar con los mismos alumnos nuestra propuesta, negativo por parte de los profesores por considerar que sus pro­
con la intención de mitigar en parte esta soledad que veníamos pios alumnos se atrasaban en sus aprendizajes. Por otra parte y
observando, a título experimental propusimos un formato de in­ desde nuestra visión, las pocas semanas reales de prácticas de la
tervención que llamamos prácticas intensivas. De inicio, el ap, que enseñanza por la falta de continuidad4 limitaba el desarrollo de la
voluntariamente accedió a la ella, fue asignado a una escuela, a un capacidad reflexiva contando con poco margen para analizar re­
profesor en toda su carga horaria semanal con distintos cursos y, en sultados de sus propias intervenciones. Los alumnos mencionaban
algunos casos, en doble turno. Además de asumir la responsabilidad que “cada clase era un volver a empezar”.
de tener a cargo las clases de Educación Física, con el consentimien­ De resultas, a partir del primer cuatrimestre de 2008, comen­
to del profesor concurría a todas las obligaciones que este cumpli­ zamos a trabajar con el diseño de Prácticas en parejas. Dos ap
mentaba en el establecimiento: compartía las charlas informales
entre “clase y clase” con otros profesores, participaba de reuniones
de departamento, de capacitación y de padres. En algunos casos y 4. Téngase en cuenta que las clases de Educación Física para este nivel de la ense­
ñanza se realizan en contra turno y en el 90% de los casos, en espacios al aire libre.
en atención a la programación del profesor, tenía la oportunidad Consideración esta última que derivaba en suspensiones de clase por cuestiones
de concurrir a campamentos, encuentros deportivos y jornadas re­ climáticas.

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eran asignados a un mismo profesor con dos grupos de alumnos positiva al reconocer que en la complejidad que significa cursar las
en una misma escuela. Uno de los dos practicantes con uno de prácticas se diluyen y atenúan instancias de tensión al adquirir ex­
los grupos era el responsable de la clase; su compañero, pareja periencias.
pedagógica, observaba y registraba lo que sucedía, destacando Debo relevar como debilidad el tiempo que les demanda a am­
aspectos relevantes y cuestiones que, a su entender, podrían ser bos practicantes elaborar sus propuestas en forma conjunta y la
objeto de intercambio y revisión. Al hacerse presente el otro gru­ complejidad organizativa que se nos presenta, al tratar de conci­
pos clase, cambiaban los roles. Ambos ap, asesorados y guiados liar el mismo horario destinado para las pe de dos ap con un mismo
por los integrantes de cátedra y el profesor del curso, analizaban profesor, en una misma escuela.
la tarea sugiriendo y proponiendo ajustes dando lugar al estable­
cimientos de acuerdos para elaborar la propuesta siguiente. Si
bien la cantidad de pe por cada ap se reducía a la mitad, entendi­ A título de cierre. Haciendo una pausa para seguir
mos que ese aprender haciendo y el desarrollo de la capacidad de pensando en la posibilidad de una nueva apertura
observación y crítica también se ven beneficiados cuando quien
interviene es un par que, en el mismo espacio sociohistórico, vive Retomando el hilo conductor de este trabajo, que en sintonía con
los mismos sucesos que ofrece la realidad escolar al momento de la denominación del coloquio pone en cuestión Democratización en
enseñar Educación Física. Sin embargo, aunque reconocimos tan­ el nivel superior, los integrantes de la cátedra a lo largo de estos años
to nosotros como los mismos alumnos los efectos positivos de esta hemos elaborado distintos tipos de organización de la cursada, con
manera de abordar las pe , observamos la escasa participación del la finalidad de colaborar en la formación de un docente práctico,
alumno observador, entonces y a partir de 2012, realizamos un reflexivo, que sea capaz de atender los hechos y circunstancias que
ajuste a este formato, y el alumno observador pasó a oficiar de se presentan al momento de tener a cargo las prácticas de la en­
ayudante del ap a cargo de la clase y propusimos que las tareas señanza de la Educación Física en el ámbito escolar. Organización
previas se diseñaran en forma conjunta; elaborando el proyecto de propuestas que devienen de visibilizar las prácticas de la ense­
destinado al período de clases y el de cada una en particular. Al ñanza como instancias facilitadoras para desempeñar un nuevo rol
sostener que no hay recetas mágicas para enseñar ante la situa­ que hasta ese momento no se había ejercido en forma sistemática
ción de tener que resolver el problema que la práctica presenta, y que se encuentra atravesado, fundamentalmente, por situaciones
este formato de trabajo les posibilita reconocer y aceptar otras imposibles, y no deseables, de planificar y prever en todos sus tér­
opiniones, elaborar propuestas de enseñanza en forma coopera­ minos, puesto que devienen de emergentes que se generan durante
tiva y comenzar a compartir decisiones e intercambiar puntos de el propio acontecer y del reconocimiento de la “individualidad” que
vista. Como agregado, lo mencionado en último término derivó, y identifica a los alumnos. Hemos intentado y continuamos por esa
deriva, en investigación bibliográfica para sostener argumentos. senda, proponiendo a este futuro profesor instancias que faciliten
También es dable mencionar que desde el punto de vista afectivo la configuración de un rol comprometido con su compleja tarea de
el ap no se siente tan solo en esta nueva tarea, al aceptar el im­ enseñar que admita la necesidad de su actualización permanente,
previsto y compartir decisiones. con la capacidad suficiente para el autoaprendizaje y portante de un
En esta instancia estamos. Los resultados obtenidos hasta el accionar con originalidad y juicio crítico ante los cambios vertigi­
momento nos llevan a pensar que vamos por buen camino. Tanto nosos del mundo de hoy, siendo el primer evaluador de sus propias
nosotros como los mismos alumnos valoran esta propuesta como prácticas y que esté dispuesto a asumir esos cambios, realizando los

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ajustes pertinentes y generando propuestas de enseñanza variadas,
convocantes y placenteras a sus alumnos.
A título de síntesis, entendemos las prácticas de la enseñanza
como un escenario complejo para actuar, signado por tensiones e Notas para pensar la investigación en la
incertidumbre de distintos orden y distinta naturaleza. También formación superior de Educación Física
entendemos que las prácticas de la enseñanza son solo un hito
en ese camino hacia la construcción de la profesión docente en la
Valeria Emiliozzi y Eduardo Galak
Universidad Nacional de La Plata, Argentina
escuela; con fuerte impacto en la dimensión afectiva del ap por las
tensiones que provoca, de allí nuestra observación atenta acerca
de nuestra propuesta, ya que esta oficia de instancia para comen­
zar a adquirir experiencias.

Referencias bibliográficas Palabras preliminares

Bourdieu, P. (2007), Cosas dichas, Buenos Aires, Gedisa. El presente escrito tiene como objetivo analizar la formación
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Diker , G. y F. Terigi (2003), La formación de maestros y profesores: hoja tas y potenciales caminos a tomar antes que respuestas que se con­
de ruta, Buenos Aires, Paidós. viertan en fórmulas, este texto retoma una serie de consideraciones
Gimeno Sacristán, J. y A. Pérez Gómez (1992), Comprender y transfor- acerca de lo que se entiende por investigar en el Plan de Estudios de
mar la enseñanza, Madrid, Morata. 2000 para las carreras de profesorado y licenciatura en Educación
González Cuberes, M.T. (1993), Al borde de un ataque de prácticas, Bue­ Física de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación
nos Aires, Aique. (fahce) de la Universidad Nacional de La Plata. Este documento cu­
K emmis, S. (1988), El curriculum: más allá de la teoría de la reproduc- rricular resulta clave como recurso para abordar esta problemática
ción, Madrid, Morata en tanto constituye un documento público que establece patrones
Morin, E. (2003), Introducción al pensamiento complejo, Barcelona, Gedisa. de relación, un campo posible de acción, objetos con los que debe
Nicastro, S. (2011), Revisar la mirada sobre la escuela. Exploraciones interactuar en su práctica y, sin desconocer otros, legitima sentidos
acerca de lo ya sabido, Rosario, Homo Sapiens. disciplinares dominantes.
Quiroga , A. (2014), Matrices de aprendizaje. Constitución del sujeto en el Partiendo de comprender que este Plan de Estudios conforma
proceso de conocimiento, Buenos Aires, Cinco. una práctica que no se restringe a las letras de la normativa, sino
Schön, D. (1998), El profesional reflexivo, Barcelona, Paidós. que opera en un sistema de acción en el cual las instituciones y los
docentes desarrollan el ejercicio de la educación superior, este tex­
to interpela lo que identificamos como cuatro reducciones que (co­
múnmente) se hacen de la investigación: a la teoría como distinta de

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la práctica, a la metodología como ajena de la epistemología, y a los pasan las reflexiones teóricas características de la disciplina, como
posgrados y a la extensión como instancias académicas de reflexión las problemáticas atinentes a la tensión entre naturaleza y cultura, al
teórica e interpelación de las prácticas independientes respectiva­ cuerpo como objeto social, a la historia disciplinar, a la relación entre
mente de lo que ocurre en los estudios de grado y “fuera” de las oficio y mercado, entre otras.
Universidades. En este sentido, la razón de este texto es identificar Ahora bien, este modo de concebir la formación disciplinar en
vacíos epistemológicos y teóricos que se presentan en el documento Educación Física conlleva una serie de cuestiones entretejidas que
curricular, con el explícito objeto de romper con ciertas prenocio­ quisiéramos poner a consideración. En principio, la separación de
nes propias del campo de la Educación Física, respecto de la inves­ aquello que le corresponde a la teoría de aquello que le corresponde a
tigación y de la formación superior (en investigación). la investigación supone una manera de reducir el carácter sistemáti­
co y metódico que conlleva toda indagación (colectiva o individual,
de grado o posgrado, institucionalizada o no-institucionalizada).
Reducción de la investigación a la teoría Como es sabido, teorizar sobre un objeto no implica necesariamen­
te que se lo haya investigado, en tanto que investigar –en cuanto
El Plan de Estudios 2000 para las carreras del Departamento de práctica– supone siempre relacionalmente a la teoría. De allí que
Educación Física de la Universidad Nacional de La Plata divide su ac­ distinguir curricularmente en dos instancias académicas separadas
ción curricular en lo que denomina como “Trayectos de Formación”, confunde investigar con la mera aplicación de técnicas metódicas
cinco conjuntos temáticos que desglosan la enseñanza superior en o que la teorización de una práctica reemplaza su interpelación re­
asignaturas articuladas entre sí a partir de establecer entre ellas una flexiva epistemo-metodológica. Si bien volveremos sobre estos pun­
correlación administrativa argumentada en criterios académicos: el tos más adelante, entendemos que este posicionamiento hace que se
Trayecto de Formación “Biológica”, “General”, “Pedagógica”, “en In­ obture la posibilidad de pensar la investigación como una práctica,
vestigación” y “Teórico-Práctica en Educación Física”. Precisamente sin que ello implique reducir la tarea del investigador a un “hacer”
respecto a esta última es sobre la que queremos comenzar a desarro­ (en tanto aplicación de fórmulas o técnicas de recolección de datos),
llar una serie de consideraciones acerca de lo que implican las prác­ a la interpretación de que indagar implica “meterse en el barro”.
ticas investigativas, entendiendo que este Trayecto ocupa un lugar A su vez, este modo de organización del Plan de Estudios ge­
preponderante en el Plan, no solo porque insume cuantitativamente neró en el devenir de su desarrollo una separación de la prácti­
un mayor tiempo de cursada comparado con los otros, sino principal­ ca y la teoría como dos instancias plenamente diferenciables. Si
mente porque representa cualitativamente el núcleo básico de las ca­ bien reunidas holísticamente por el marco que supuso el Trayecto
rreras de licenciatura y profesorado al agrupar las materias centrales de Formación –y articuladas por el gesto administrativo-univer­
de la formación superior disciplinar. Constituyen esta instancia aca­ sitario de la correlatividad–, esta distinción curricular legó para
démica dos conjuntos de asignaturas: por un lado, las denominadas las “Educación Física” la responsabilidad de la primera y para las
“Educación Física”, las cuales distribuidas anualmente en los cinco “Teoría de la Educación Física”, como su nombre lo indica, la de la
años de ambas carreras, concentrando la enseñanza de los grandes segunda. De hecho, resulta común esta asociación a partir de que
contenidos disciplinares (juegos, gimnasias, deportes, vida en la na­ se piensa que la “Educación Física” se desarrolla mayoritariamen­
turaleza) y, por el otro, las “Teoría de la Educación Física”, repartidas te en el campo de los deportes, moviéndose de manera “práctica”,
semestralmente en los primeros cuatro años del profesorado y de la haciendo, en tanto que la “Teoría de la Educación Física” se lleva
licenciatura, con objeto de constituirse en el eje curricular por el cual a cabo en las aulas de los edificios de la Universidad, sentados,

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pensando. Más aún, este posicionamiento de (di)visión1 implicó, lacional que las vincula, hace de los potenciales saberes producto de
por un lado, que el ejercicio curricular obligatorio de desarrollar investigación una compartimentación del conocimiento –caracterís­
una experiencia en el Sistema Educativo público sea comúnmente tica de la disciplinarización científica moderna hiperespecializado­
denominado como “las prácticas” y que, por el otro, la “Teoría” se ra–. Si el propósito es la formación universitaria de investigadores,
arrogue no solo el desarrollo teórico de los saberes disciplinares, esta formación no significa simplemente la vivencia de la técnica
reduciendo el problema a tan solo una de sus aristas (si se quiere, ni la mera reflexión especulativa, sino que implica establecer rela-
como demarcación de la contraposición con la práctica), sino que cionalmente una caja de herramientas que opere en el campo, que
también supuso, sin tematizarla, la teorización de la Educación antes de pretender encontrar respuestas (totales) puedan producir
Física, y con ello su investigación. En efecto, estas asignaturas, sin (nuevas) preguntas, teorías que operen, que desnaturalicen.
pretenderlo explícitamente, a partir de desarrollar contenidos que
refieren a cuestiones relativas a la ciencia y a conceptos teóricos
socioculturales, acabaron por delimitar los ejes por los que debe­ Reducción de la investigación a la
rían atravesar las investigaciones del campo de la Educación Físi­ metodología (no-epistemológica)
ca, por lo menos en lo que respecta al grado.2
Entendemos que concebir dicotómicamente la práctica y la teo­ Los interrogantes sobre cómo pensar las prácticas de investiga­
ría reproduce en un punto cierto sentido científico tradicional que ción y una formación en investigación nos permiten ir construyendo
produjo históricamente la acepción de que la disciplina (o lo que es una relación entre lo que se investiga y lo que se piensa o se pretende
lo mismo, el ejercicio de su oficio) es eminentemente práctica, y que de la Educación Física. Dicho de otro modo, la manera de pensar la
en todo caso el aspecto teórico es adyacente, producido por fuera y construcción del objeto de investigación condiciona no solo la inves­
aplicado. Antes bien partimos de concebir que las prácticas ya están tigación misma, sino también refleja el posicionamiento que se tiene
habitadas por el pensamiento, que en todo caso tal distinción es solo sobre ese objeto. En este sentido, disciplina e investigación se constru­
posible a efecto de ejercicios analítico-reflexivos y que la relación yen recíprocamente la una a la otra. Más aún, sostenemos la tesis que
entre teoría y práctica es relacional (Bourdieu, 1997). indica que los modos de pensar “cómo investigar” un objeto dicen de
En definitiva, entendemos que el posicionamiento respecto de las maneras de concebirlo, o, más directamente, cómo se investiga un
la relación entre teoría e investigación, así como la asociación en­ objeto que interpela la Educación Física habla de cómo se forma en
tre teoría y práctica, tiene, valga la redundancia, efectos prácticos y Educación Física. Entonces, ¿qué maneras de pensar la investigación
teóricos. Pensarlas como polos dicotómicos, olvidando el sentido re­ se han construido en los últimos años en el contexto universitario
platense?, ¿cómo se viene pensando la investigación en el marco de
la Educación Física? Esto es, en definitiva, ¿qué Educación Física?3
1. La referencia aquí es al juego de palabras que desarrolla Pierre Bourdieu en La En el marco del Plan de Estudios de 2000 la investigación forma
dominación masculina, en la doble acepción de (di)visión como “división” de temas parte de un eje transversal junto con la enseñanza y la extensión –lo
pero también que conlleva “dos visiones” del mundo que tal separación supone, y
que hace dos operaciones distintas y distintivas. cual es un gesto característicamente universitario academicista–, al
2. Baste ver en este sentido las temáticas que mayoritariamente abordan las tesinas
de la Licenciatura en Educación Física. Esta referencia vale para la investigación
que se desarrolla en el ámbito de la docencia: distintos son los casos de aquello que
sucede en la extensión, en los posgrados y en las instancias universitarias propia­ 3. Estas preguntas intentan profundizar las consideraciones realizadas por Ricardo
mente de investigación, tal como se desarrolla en los párrafos siguientes. Crisorio en su texto inédito “¿Qué investigar? ¿Para qué Educación Física?”.

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mismo tiempo que explicita un Trayecto de Formación “en investi­ No basta que el investigador escuche a los actores, regis­
gación”, compartido por el profesorado y la licenciatura en Educa­ tre fielmente sus palabras y razones para explicar su con­
ción Física, y compuesto por las asignaturas “Estadística Aplicada a ducta y aun las justificaciones que proponen, al hacer esto
la Educación Física”, y “Metodología de Investigación en Educación corre el riesgo de sustituir lisa y llanamente a sus propias
Física”. Resulta importante remarcar que estas materias ponen un prenociones por las prenociones de quienes estudia.
fuerte énfasis en la descripción de las técnicas de recolección de da­
tos y construyen un sentido de la investigación ligada a la puesta en El problema que planteamos es que las decisiones que se llevan a
práctica de entrevistas, encuestas, observaciones, etcétera. De este cabo en la investigación no se basan en las competencias técnicas de
modo, entendemos que se presenta una doble reducción paralela de, cómo se aplica un método, ni tampoco en la exitosa “experiencia” de
por un lado, la metodología a las técnicas de recolección de datos y, un investigador –en tanto “expertiz”–, sino que están condicionadas
por el otro, la investigación al método empleado, en la medida en que por cuestiones epistemológicas. En este sentido, la postura epistemo­
saber investigar pareciera ser saber preguntar, observar, encuestar. lógica –que es, desde nuestra perspectiva, epistemo-metodológica– es
La formación de investigadores queda circunscripta entonces a constituida por un conjunto de enfoques, procedimientos y herra­
la adquisición de competencias técnicas, y a su vez, a la elección y mientas que hacen al método y determinan que en la teoría se hallen
aplicación de ciertas técnicas “legitimadas” para el campo de la Edu­ las cuestiones de método. Este punto de vista nos permite crear el
cación Física (como la estadística en el campo del entrenamiento, la objeto, y en el mismo gesto rechazar el empirismo que reduce el acto
entrevista y la observación en el ámbito socioescolar y el análisis científico a una mera constatación de la realidad de un objeto.
de documentos en el marco de la historia de la disciplina). De esta Para saber construir un objeto y al mismo tiempo conocer el ob­
manera, la práctica de la investigación se somete a la ejecución de la jeto que se construye, hay que ser consciente de que todo objeto
técnica para la consecución del dato, y las preguntas de indagación científico se construye deliberada y metódicamente, y es preciso
quedan sesgadas por este pensamiento. Por ejemplo, las preguntas saber todo ello para preguntarse sobre las técnicas de construcción
por qué estrategias de enseñanza llevan a cabo los docentes en una de los problemas planteados al objeto (Bourdieu, Chamboredon y
determinada escuela, o cómo se organiza la gestión deportiva de de­ Passeron, 2008: 79).
terminado club, se responden a partir de observaciones y entrevis­ La posición epistemológica es constituida por un conjunto de
tas que nos revelen los hechos, que definan el dato como descriptivo, enfoques, procedimientos y herramientas en torno al objeto –en
empírico y real. En otras palabras, los interrogantes que gobiernan nuestro caso respecto de la Educación Física, pero también el cuer­
el trabajo de campo quedan condensados a las respuestas de sus po, los deportes, las prácticas corporales, etc.–, lo cual condiciona
actores: la palabra del objeto es, entonces, sintetizada como el objeto la elección y aplicación del método, a la vez que determina que del
mismo. posicionamiento teórico resulten las cuestiones de método. Cada
Por el contrario, entendemos que una investigación no es el pro­ proyecto de investigación, sea individual o colectivo, instituciona­
ducto de la aplicación de la suma de técnicas de intervención, sino lizadamente académico o programa de políticas, despliega una ma­
que implica un proceso que se construye a partir de un sistema nera de desentrañar un objeto y de construir un método de análisis
de relaciones mediado por una vigilancia epistemo-metodológica. de este en relación con cierta teoría.
Como sostienen Bourdieu, Chamboredon y Passeron (2008: 57) en El modo de conceptualizar método y técnica tiene una importancia
El oficio de sociólogo: central en las relaciones que conforman la construcción del objeto de
estudio, y en la construcción del problema a investigar. De esta manera,

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la relación entre los posicionamientos teóricos y las particularidades de manera tal que se desnaturalice lo evidente a través de un cuestio­
los datos disponibles marca los límites de la práctica investigativa, cap­ namiento crítico. Lo cual supone una interrogación constante sobre
turada así entre el aparato conceptual y las posibilidades del método. qué se puede ver, decir y pensar en el campo disciplinar, qué se
Por ello, como expresan Marradi, Archenti y Piovani (2007: 65), “teoría puede hacer, a qué se puede oponer resistencias, qué se está dispu­
y método conforman una unidad constitutiva del quehacer científico, tando, cómo se ha llegado a ser de determinada manera, cómo se
donde la primera establece el marco conceptual dentro del que se desa­ puede ser y pensar de forma distinta. En definitiva, si partimos de
rrolla el segundo, y este fija el horizonte de aplicabilidad de la primera”. concebir que la formación en investigación se reduce a la elección,
En este sentido, pretendemos presentar la construcción del proble­ aplicación y eficacia de técnicas, obturamos la potencialidad políti­
ma de investigación como un proceso no lineal, en el que para cons­ ca de investigar, operamos en contra de las posibilidades emancipa­
truir el objeto a indagar es preciso desarrollar una problematización doras, transformadoras e interpeladoras de formar(se).
del tema seleccionado, desde un enfoque epistemológico claro y sólido
tendiente a definir o construir aspectos del objeto que se tiene interés
de estudiar e interpelar. Reducción de la investigación a la extensión, y viceversa
Ahora bien, lo hasta aquí esbozado constituye un punto de vista
para pensar el objeto de investigación, cualquiera sea su tipo, lo Según lo establece el Plan de Estudios de las carreras de Educa­
cual, frente a la problemática propuesta, nos lleva a preguntarnos ción Física, los Trayectos de Formación organizan el conocimiento
por cómo encarar esta problemática desde la formación superior en en torno a distintas disciplinas “que constituyen unidades de do­
investigación en el marco de un Plan de Estudios para la titulación cencia, investigación y extensión” (2000: 52). Estas unidades han
en Educación Física. En este sentido, enfocar el objeto desde otro constituido un ternario conformado por tres grupos de acciones
ángulo implica la construcción de preguntas nuevas y cuestionarse académicas caracterizadas por su gestión, organización y conduc­
por problemas distintos con herramientas teóricas y metódicas dife­ ción de maneras independientes entre sí, estableciendo claras dis­
rentes: en otras palabras, el posicionamiento que presentamos con­ tinciones en los alcances y las tareas que le corresponden a cada
lleva, como primer ejercicio epistemo-metodológico, romper con grupo. Precisamente lo que pretendemos explicitar es que esta vi­
prenociones características de los posicionamientos tradicionales sión que desglosa la docencia, la investigación y la extensión como
dominantes en la disciplina. Cambiar la forma de pensar las prácti­ prácticas diferentes –e incluso ajenas– conlleva un posicionamiento
cas de investigación y efectuar un desplazamiento de la búsqueda que produce efectos prácticos desarticuladores. En este sentido, es
del dato y la formación enfocada en las técnicas hacia la construc­ posible identificar, por un lado, una postura que sostiene una suerte
ción a partir de las relaciones epistemo-metodológicas nos lleva a de enseñanza pura, de investigación aplicada y de extensión verti­
cambiar los objetos de investigación, y por ende la Educación Física. calista descendente que “extiende” el brazo universitario a la socie­
Implica establecer una caja de herramientas que operen en el cam­ dad, generalmente a través de usos meramente tecnológicos, razón
po, generando preguntas, construyendo otras relaciones y concep­ por la cual se concibe que la Universidad se propone como objetivo
tos que, en líneas generales, desnaturalicen las propias prácticas la utilidad social del conocimiento para contribuir a la mejora de la
que hacen a la formación del profesor en Educación Física –o por lo “calidad de vida”. Por otro lado, puede señalarse un posicionamien­
menos a lo que tradicionalmente se entiende por ello–. to contrario que reconceptualiza el mencionado ternario, apoyán­
En síntesis, la formación en investigación implica interrogar el dose en que la investigación es aquello que hacen los investigadores
juego de las instituciones que aparentan ser neutras, e indagarlas de en virtud del sello constitutivo de la disciplina que practican, que

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la extensión es lo que realizan los extensionistas en nombre de la Esta manera de concebir las prácticas nos permiten pensar ambas
extensión y que la enseñanza es aquello que producen los docentes experiencias, investigación y extensión, como prácticas históricas,
en su rol de enseñantes. En tanto, ambos sentidos que tradicional­ sociales y políticas, las cuales se materializan en formatos institu­
mente conviven en el campo universitario reflejan la conformación cionales, se dispersan, se reproducen y se articulan en dispositivos
de un funcionamiento aislado entre investigación-docencia-exten­ que establecen una acción del discurso –que es, específicamente, la
sión, la propuesta que guía los párrafos que siguen es distinguirlos producción de verdad–. Esta posición enlaza investigación y exten­
no ya como campos de acción desarticulados, sino como espacios sión, no a partir de una aplicación de conocimientos generados en
relacionados relativamente autónomos unos de otros. la universidad hacia la sociedad, ni viceversa, sino a partir de una
Ahora bien, afirmado nuestro posicionamiento, al respecto de la actitud que interroga los límites de cada práctica. Como es sabido,
investigación identificamos un solapamiento con la extensión a partir generalmente las prácticas de extensión emergen de determinadas
de dos dimensiones: de la investigación a la extensión porque se con­ demandas sociales propias de ciertos contextos, lo cual puede con­
funde que ser extensionista es sinónimo de realizar trabajo de campo ducir a alimentar sentidos nativos y naturalizar tradiciones caracte­
investigativo, y de la extensión a la investigación porque se reduce rísticas, haciendo de la extensión una intervención que reproduzca
intervenir prácticamente sobre “la realidad” con construir un objeto las condiciones sociales que motivaron la práctica: en efecto, pare­
de estudio, indagarlo y de ese modo interpelar esa “realidad”. En este ciera existir una extensión para pobres y una para ricos, así como
sentido, desde la perspectiva que nos convoca, que es la de pensar tal cosa como un deporte social o un deporte competitivo.
la investigación académica, resulta preciso realizar una afirmación Justamente, proponemos una actitud reflexiva que tome posi­
tajante: hacer extensión no necesariamente es hacer investigación. ción con respecto a la verdad, lo cual coloca al extensionista-inves­
La forma en que comúnmente se desarrolla la extensión no establece tigador como crítico de las condiciones de poder que atraviesan sus
necesariamente una reflexión sistemática de la práctica, a la vez que prácticas y también de aquellas con las que opera. Esta posición “no
no toma las prácticas desarrolladas como una forma de pensamiento, trata de liberar la verdad de todo sistema de poder, lo cual sería una
ya que, como se explicitó, se reduce la dimensión del pensar a la cien­ quimera porque la verdad en sí misma es poder, sino de separar el
cia o a una formulación teórica, es decir, a la investigación. poder de la verdad de las formas hegemónicas (sociales, económi­
Por el contrario, el problema que planteamos es que las formas de cas, culturales)” (Foucault, citado por Castro, 2011: 391). La crítica
pensamiento pueden ser definidas en la forma misma de la acción consiste entonces en determinar en qué situaciones y con cuáles
y la práctica como “sistemas de acción en la medida en que están efectos se ejerce una verdad, e implica considerar el discurso no
habitados por el pensamiento” (Castro, 2011: 316). En este sentido, ligado a una verdad, sino en un juego de veridicción,5 en el efecto
las prácticas de extensión pueden ser analizadas como formas de de las luchas a nivel de los discursos que conforman determinados
pensamiento que acontecen en todas las maneras de decir, de hacer, tipos de prácticas. Ello nos permite establecer otra relación con la
de conducirse, en las que los individuos se manifiestan.4 verdad y con la naturalización de ciertos pensamientos que consti­

4. Claramente, esta manera de pensar las prácticas debe su fundamento al pensa­ 5. En el sentido que le otorga Michel Foucault, “veridicción” refiere a que los orde­
miento de Michel Foucault (1996), cuando las refiere como formas de racionalidad namientos de los discursos acontecen como efectos que penetran en las prácticas
que determinan las maneras de hacer, pensar y decir, que tienen su sistematicidad históricas, sociales y políticas, las cuales se materializan en formatos instituciona­
(relaciones de dominio sobre las cosas, sobre los otros y sobre uno mismo), y su les, se dispersan, se reproducen, y se articulan en dispositivos. Hay entonces una
forma históricamente singular. acción del discurso y esta es, específicamente, la producción de verdad.

224 225
tuyen las prácticas, en nuestro caso de la Educación Física, así como En definitiva, pensar la extensión de esta manera no solo rechaza
a nosotros mismos. A su vez, este movimiento teórico condiciona la fragmentación de que la investigación es aquello que hacen los
la manera de hacer extensión universitaria al buscar intervenir e investigadores y la extensión es lo que hacen los extensionistas, sino
interpelar los modos de pensar, de hacer, de decir, que confluyen que además habilita la posibilidad de hacer extensión y prácticas crí­
en las prácticas desarrolladas. En este sentido, siguiendo en esto a tico-reflexivas que sistemáticamente interpelen esas prácticas, per­
Foucault (2013: 36), la tarea consiste en hacer yo mismo, e invitar a mitiendo construir una nueva relación con la práctica disciplinar.
otros a hacer conmigo, a través de un contenido histórico determi­
nado, una experiencia de lo que somos, de lo que es no solo nuestro
pasado sino también nuestro presente, una experiencia de nuestra Reducción de la investigación al posgrado
modernidad de tal modo que salgamos de ella transformados.
Seguir un posicionamiento teórico de este tipo nos lleva a construir Cuando el 11 de septiembre de 1932 Enrique Romero Brest, repu­
un vínculo distinto entre la formación en investigación y la extensión, tado como el padre de la curricularización de la disciplina en la Ar­
no solo porque la práctica misma de la extensión puede ser objeto de gentina, decía en su discurso de despedida como director del Instituto
estudio, sino además porque sin investigación y producción de cono­ Nacional de Educación Física que anhelaba que algún día tengamos
cimiento la prolongación del accionar universitario en la comunidad un “Doctorado en Educación Física”, expresaba incipientemente la
puede convertirse en una práctica de mero asistencialismo.6 Forma­ idea de que los estudios superiores no terminan en la titulación de
ción distinta que, sin desconocer las especificidades de las prácticas grado, sino que esta es tan solo una etapa del proceso formativo. Si
del investigador y del extensionista, se sitúe en los márgenes del ha­ bien claramente Romero Brest pensaba la posibilidad de tener pos­
cer, del pensar y del decir de la investigación y la extensión. grados disciplinares en los términos en que la medicina piensa un
En efecto, el trabajo en y con la práctica de extensión debe confor­ “doctor”, cierto es que los primeros posgrados en la Argentina ligados
marse como un espacio de interrogación hacia el problema emer­ en sentido estricto a la educación del cuerpo y a las prácticas corpo­
gente y hacia su modo de ser histórico y su relación con el presente. rales fueron la Maestría en Deportes y la de Educación Corporal, ade­
La actitud crítica y la apuesta constante de generar preguntas debie­ más de la Especialización en Fisiología del Ejercicio,7 tres programas
ra ser un motor y una característica de ambas prácticas. En este sen­ de posgrado que ofrece la Facultad de Humanidades y Ciencias de la
tido, concordamos con Luis Behares (2011: 82) cuando afirma que Educación de la Universidad Nacional de La Plata desde 2001, y que
investigación, enseñanza y extensión pueden ser pensadas como son consecuencia directa del Plan de Estudios de 2000.
instancias de la producción de saber, no como prácticas objetivas En efecto, este Plan configura definitivamente la posibilidad de
desconectadas, no como actos volitivos seccionales de investigado­ investigar como oficio disciplinar a partir de expresar explícitamen­
res, enseñantes y extensionistas, sino como un saber que se produce te que la reforma “prevé la apertura de especializaciones, maestrías
en el vaivén de sus dimensiones singulares (saber) y sus presenta­ y doctorado en el campo disciplinar” (fahce, 2000: 49). Además de
ciones desingularizadas (conocimiento). esta declaración de principios, el Plan extiende la obligatoriedad de
cursado de cuatro a cinco años para así garantizar el requisito acadé­

6. Cabe sumar a este razonamiento a la docencia, y recordar en este sentido que sin
investigación la enseñanza se torna un espacio de reproducción de saberes genera­
dos en otras áreas y contextos, gesto por demás alienante y conservador del orden 7. Actualmente tiene por nombre “Especialización en Programación y Evaluación
dominante. del Ejercicio”.

226 227
mico-administrativo que permita a los egresados realizar posgrados, ción: por un lado, que al explícitamente expresar la necesidad de or-
lo cual habilita a los estudiantes a perfilar su carrera como becarios ganizar las alternativas de posgrado rubrica que la titulación es tan
o miembros de instituciones científicas y técnicas –como la propia solo una instancia en la formación y no el final, y, por el otro, que en
Universidad, pero también aquellas orientadas específicamente a la el devenir de su trayectoria esta currícula permitió definitivamente
investigación, como el Conicet o la cic para la provincia de Buenos considerar la investigación no solo como oficio sino también como
Aires–, así como reducir los obstáculos para estudiar en el exterior. profesión con dedicación exclusiva. Entendemos que estas dimen­
Si bien esto supuso una instancia innovadora respecto a la tradi­ siones curriculares transforman las prácticas disciplinares, y que en
ción del campo disciplinar, es posible identificar del mismo modo todo caso una reforma de este Plan de Estudios debiera tener como
una contradicción dentro del Plan cuando afirma que el profesor faro la posibilidad de extender la investigación hacia instancias de
de Educación Física no tiene “formación específica para el trabajo doctorado, y así poder continuar profundizando la investigación
de investigación científica” (fahce, 2000: 59), a diferencia de lo que como gesto político democratizador.
ocurre con la Licenciatura o con potenciales estudios de posgrados.
Si bien esta distinción choca con otros pasajes del Plan que expre­
san que los estudiantes universitarios se forman para la docencia, Consideraciones finales
investigación y extensión –y con varias de las argumentaciones es­
bozadas hasta aquí–, entendemos que no es lo mismo presentar a La preocupación por la formación universitaria en investigación
los estudiantes recursos metodológicos o indagaciones realizadas es una inquietud epistemológica que no solo responde a cuestiones
en diferentes contextos que formar investigadores. pedagógicas o didácticas, sino a formas de pensamiento que articu­
Volviendo a los efectos de este Plan, quisiéramos destacar que en lan modos de hacer, decir y pensar. Siguiendo este posicionamiento,
la propuesta de reforma se postuló el cambio de nombre de “Educa­ la apuesta entonces es pensar las prácticas investigativas de otra
ción Física” por el de “Educación Corporal”, cuestión que los evalua­ manera, y por ende un renovado modo de concebir la formación
dores en 1997 rechazaron argumentando “razones de oportunidad superior ligada a la enseñanza, dispuesta relacionalmente con la
pero no de sentido” (Crisorio, 2015: 8). Este gesto curricular, que investigación y la extensión. Se trata entonces de tomar las tres ins­
excede la mera revisión de denominación, resultó la piedra funda­ tancias como modos de pensamiento que ponen en movimiento una
mental sobre la cual se construyó una Maestría que titula en ese sen­ práctica, un sistema de acciones, distinguibles analíticamente entre
tido, con un perfil innovador respecto a su propuesta, lo cual esboza sí pero confluentes en el ejercicio formativo universitario.
el carácter de trascendencia que supuso el Plan para la disciplina, En este marco, se conforma un objetivo clave en la formación en
al mismo tiempo que, aun reduciendo en parte la investigación a investigación, que no refiere a una aplicación de conocimientos –en
la teoría, a la metodología y a la extensión, abrió la posibilidad de tanto objetos cognoscibles– en las prácticas, sino a un saber en relación
nuevos estudios y de nuevos objetos de estudio. con el lenguaje que funciona como acto de transformación, como un
Si bien la instancia de posgrado supone un objeto de reflexión proceso por el cual el sujeto experimenta una modificación en la tarea
particular que excede las posibilidades de estas líneas –lo cual de­ que efectúa por conocer, y en el cual el investigador-extensionista-en­
biera incluir la problemática de que las especializaciones, maestrías señante se constituye en un rol crítico-problematizador sobre los lími­
y doctorados en la Argentina son pagas, a diferencia del grado que tes del discurso y las potencialidades del posicionamiento que sostiene.
es público y gratuito–, no queríamos dejar de abordar el hecho de De allí que propongamos la formación de investigadores desde
que el Plan supone una doble causalidad respecto de la investiga­ un análisis sobre los límites de las prácticas y la reflexión sobre ellos,

228 229
lo cual nos lleva a pensar contenidos ligados a los procesos de un Foucault, M. (1996), ¿Qué es la ilustración?, Madrid, La Piqueta.
trabajo intelectual, y no a las técnicas de recolección de datos. Esto – (2013), La inquietud por la verdad: Escritos sobre la sexualidad y el
es, postulamos una currícula de formación en Educación Física re­ sujeto, Buenos Aires, Siglo xxi.
gulado por principios dotados de validez y aplicabilidad general,8 de M arradi, A., N. A rchenti y J. Piovani (2007), Metodología de las Ciencias
técnicas de trabajo intelectual en el haz de relaciones epistemo-me­ Sociales, Buenos Aires, Emecé.
todológicas que producen no solo un punto de vista de las prácticas
indagadas, sino también sobre la Educación Física misma. Lo cual
no significa construir un sistema de pensamiento autónomo, sino
de organizar el currículum a partir de instrumentos del quehacer
y de finalidades particulares de la disciplina, que se desprendan de
conceptos que intenten romper con las prenociones características
del quehacer investigativo disciplinar de la Educación Física.

Referencias bibliográficas

Behares, L.E. (2011), Enseñanza y producción de conocimiento. La no-


ción de enseñanza en las políticas universitarias uruguayas, Monte­
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– (2000), La dominación masculina, Barcelona, Anagrama.
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tos epistemológicos, Buenos Aires, Siglo xxi.
Castro, E. (2011), Diccionario Foucault. Temas, conceptos y autores,
Buenos Aires, Siglo xxi.
Crisorio, R. (2015), “Educación Corporal”, en Ideas para pensar la edu-
cación del cuerpo, La Plata, edulp, pp. 8-13.
– (s/f), “¿Qué investigar? ¿Para qué Educación Física?”, inédito.
fahce (2000), Plan de estudios. Profesorado y Licenciatura en Educación
Física, Universidad Nacional de La Plata.

8. En este punto seguimos el posicionamiento de Pierre Bourdieu en “Principios


para una reflexión sobre los contenidos de la enseñanza” (1998).

230 231
Extensión universitaria y Educación Física
Nicolás Viñes y Aldo Román Cesaro
Universidad Nacional de La Plata, Argentina

La idea de la extensión universitaria (eu) está claramente articula­


da con la investigación y con la enseñanza; al menos así fue pensada
en el marco de los talleres que dieron lugar a esta publicación. De
hecho, en el marco del coloquio “Democratización de la educación
superior: políticas, actores e instituciones”, los espacios de discusión
abiertos involucraron la reflexión de las tres prácticas en un intento
de articulación conceptual, dando lugar a pensarlas en términos de
integralidad; es decir, profundamente imbricadas.
En el contexto de la Universidad Nacional de La Plata, la eu tiene
una función primordial, junto con la enseñanza y con la investiga­
ción. El estatuto de la Universidad, en su Preámbulo expresa que
“será el principal medio de la Universidad Nacional de La Plata para
lograr su función social, contribuyendo al tratamiento de los pro­
blemas que afectan al bienestar de la comunidad, la reconstrucción
del tejido social, el desarrollo económico sustentable y el fortaleci­
miento de la identidad cultural” (unlp, 2009: 1). Del mismo modo y
en línea con lo expresado anteriormente, el artículo 17 plantea que
“la Universidad reconoce como una de sus funciones primordiales
la extensión universitaria, entendida como un proceso educativo no
formal de doble vía, planificada de acuerdo con intereses y necesida­
des de la sociedad, cuyos propósitos deben contribuir a la solución
de las más diversas problemáticas sociales, la toma de decisiones
y la formación de opinión, con el objeto de generar conocimiento

233
a través de un proceso de integración con el medio y contribuir al investigación. Y es de esa alternancia de donde surge el cruce con la
desarrollo social” (5). enseñanza en la formación de los profesionales de la Educación Fí­
Teniendo en cuenta estos marcos conceptuales que de algún modo sica. Interpelar cotidianamente esas articulaciones entre extensión
regulan y delimitan las prácticas de extensión en el marco de la unlp, e investigación nos ha permitido pensar y repensar innumerables
es posible y necesario poder analizar las lógicas de la extensión en veces las tradiciones ortodoxas de la enseñanza y reformular con
el marco de las carreras del Departamento de Educación Física de la autocrítica nuestras intervenciones.
Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Al menos en
las experiencias de desarrollo de proyectos y programas de extensión
de quienes escribimos este capítulo, esta siempre ha sido pensada en Proyecto de extensión “La escuela en juego”
términos de integralidad1 y territorialidad. Integralidad en el sentido
de pensar la extensión necesariamente ligada a la enseñanza y a la Para dar cuenta de lo anterior, valga el ejemplo de un caso espe­
investigación. De este modo, la ejecución de los proyecto de extensión cífico: ambos autores fuimos parte y gestores del proyecto de exten­
nos ha permitido poner en práctica, en uso, los saberes que la educa­ sión “La escuela en juego” durante cuatro años. El objetivo de este
ción del cuerpo ha ido construyendo en los últimos años. proyecto era poder mostrar y enseñar, mediante talleres, diferentes
De esta manera, los avances y las rupturas conceptuales logrados formatos de juegos que habitualmente no son enseñados en la lógi­
a partir de la investigación han permitido poner en tensión en el te­ ca escolar, a saber: juegos populares y tradicionales, juegos de los
rritorio los saberes construidos conceptualmente; y justamente, fue pueblos originarios, juegos alternativos y fabricación de juguetes.
y es posible ponerlos en tensión porque no se los ha pensado como La propuesta se desarrolló durante todo el proceso, en el patio de
saberes instituidos e inmodificables. Estos saberes solo pueden ser una escuela primaria, los sábados a la mañana. En el proyecto ori­
llevados a cabo en contextos particulares, en situaciones de acuer­ ginal, de 2007, decíamos:
dos constantes donde se desarrollan las prácticas, donde los actores
y el territorio permiten y delimitan el escenario público, y en esa Los niños y jóvenes que viven en este contexto barrial
red de vínculos los extensionistas construimos y reconstruimos las aparecen como el emergente de un largo proceso históri­
perspectivas sobre el mundo social que habitamos. co-político que ha dejado profundas cicatrices en sus es­
Ha sido parte del discurso académico corriente una relación dico­ tructuras familiares estos años de exclusión sistemática,
tómica entre teoría y práctica, para nosotros esta relación la pensa­ produjo agotadoras presiones sociales y económicas, que
mos sistemáticamente como una relación de relevos, donde la teoría generaron una inigualable pauperización de la forma de
y la investigación permiten revisar las prácticas de extensión; y las vida de adultos, niñas y niños, empujando a todos a solven­
prácticas de extensión permiten poner en tensión los saberes de la tar la subsistencia de diversas maneras, ocupando para tal
fin gran parte del tiempo en tareas laborales. Como conse­
cuencia de lo anterior, se observa cierto abandono de las
1. La idea de integralidad surge de la llamada Segunda Reforma Universitaria en la prácticas lúdicas (que en otros tiempos formaban parte de
República Oriental del Uruguay. Si bien en esta perspectiva, se hace referencia a la
articulación entre la investigación, la enseñanza y la extensión; esto se profundiza la cotidianidad de los sujetos), y esto produjo una transfor­
no solo en la interacción intersectorial con las diversas políticas públicas, sino tam­ mación de la cultura lúdica, modificando las posibilidades
bién y necesariamente con la curricularización de la extensión. En el marco de este
de interacción y socialización que el juego promueve. Esti­
documento, al hablar de la “integralidad”, haremos referencia exclusivamente a la
articulación de las tres prácticas de la universidad. mamos que esto ha llevado, entre otras cosas, a potenciar

234 235
mecanismos de individualización, atentando contra los los destinatarios no lograron comprender, sobre todo por
vínculos comunales y los lazos sociales. (Giles y equipo de falta de continuidad, la propuesta que pretendíamos; sin
extensión, 2007: 3) embargo, aquellos que pudieron asistir encontraron en el
patio escolar nuevas formas de pertenencia, y en eso cree­
Se podrá apreciar que el punto de partida y análisis es conceptual mos que funcionamos como un nexo para establecer nue­
y descontextualizado, producto de análisis escasamente situados. vos diálogos, con la escuela, con el barrio y sobre todo con
Posición que pudo ser analizada y revisada en el informe final de sus propias experiencias lúdicas. (11)
ese primer año:
Esta continua relación de ida y vuelta entre investigación y exten­
Constatamos las dificultades de llevar adelante una pro­ sión, entre teoría y práctica, nos permitió construir nuevos saberes
puesta de carácter social, con anclaje en una realidad cam­ y propuestas propias y específicas en torno a la enseñanza de juego
biante y cargada de imprevistos, permitiéndonos ser parte como práctica corporal y el jugar como un saber a ser enseñando.
de una rica experiencia empírica y de replanteos teóricos. Pero no solo hacia el interior del proyecto de extensión, sino que
Aquí coincidimos en que: suponer el juego como conteni­ dio lugar a nuevos modos de pensar la enseñanza en la formación
do educativo lo ubica en una lógica que no es ni buena ni de profesores, en este caso, en los ejes que abordan estas temáticas
mala en sí misma, sino que diferente. Nuestra pretensión hacia el interior del profesorados, es decir, nos permitió pensar la
de establecer prácticas lúdicas distintas a las propuestas enseñanza. Esa enseñanza que aparece en miradas simplistas y su­
escolares respondía a cierta idealización teórica. Si bien el perficiales como la primera y única función de la universidad como
debate no está resuelto, estimamos establecer nuevas for­ institución social, en nuestro caso, está profundamente atravesa­
mas de abordaje en lo relacionado al juego, el aprendizaje, da por la extensión y la investigación. Es indisociable en nuestras
la enseñanza, la escolaridad y el tiempo libre. (5) prácticas de enseñanza cotidianas con los estudiantes del profeso­
rado en Educación Física de la unlp, la articulación conceptual con
Es claro en la lectura del párrafo anterior que la puesta en mar­ las otras dos prácticas. Una como insumo teórico que dar lugar a
cha de un proyecto de extensión, como parte de un proceso colectivo nuevas ideas, la otra como experiencia territorial que nos permite
de intervención territorial, dio lugar a una interpelación conceptual poner a prueba esos nuevos saberes.
a todos y cada uno lo del integrantes del equipo. Interpelación que
habilitó a nuevas saberes, a nuevas indagaciones. Quizá no con la
formalidad de una investigación, pero sí en el esquema de nuevas Qué se enseña en extensión universitaria
preguntas ante nuevas experiencias e interrogantes.
Es interesante profundizar, aunque sea brevemente, sobre el
Sostenemos una vez más que como experiencia la ex­ concepto de enseñanza, porque si bien venimos hablando de la “en­
tensión fue muy positiva en términos de aprendizaje, señanza” como práctica constitutiva de la universidad en tanto que
sobre todo porque escapa a las lógicas de la práctica do­ cumple una función primordial, es necesario ampliar el análisis ha­
cente, y se presenta como una instancia de acción que si cia las prácticas de la enseñanza del juego y del jugar, al menos en
bien cuenta con algunos elementos de un rapport de inves­ el campo profesional de la Educación Física. El eje de la enseñanza
tigación, es una práctica totalmente diferente. Muchos de en este análisis, entonces, no remite solamente a la formación do­

236 237
cente; sino también a la posibilidad que nos dio el diseño, la ejecu­ dicional de la extensión universitaria, puesto que hemos
ción y la evaluación de los diversos proyectos de extensión, para logrado que nuestras percepciones y certezas para cons­
pensar conceptualmente la enseñanza de juego como contenido, y truir nuevos significados a partir de estas construcciones
el jugar como práctica, en tanto saberes específicos. En este sentido, cotidianas en el patio de la escuela más seguras, pero más
hemos podido analizar, profundizar y proponer conceptualmente permeables. (Giles y equipo de extensión, 2008: 2 y 3)
dinámicas de enseñanza lúdicas con nuestros estudiantes del pro­
fesorado y la licenciatura, completamente alejadas de las lógicas de Los debates al interior del equipo de extensión fueron sistemá­
aplicación tecnicistas, justamente a partir de haber podido desarro­ ticamente profundizándose. De ello pueden dar cuenta los poste­
llar propuestas de investigación-enseñanza-extensión a partir de la riores informes anuales y proyectos que dieron continuidad a la
enseñanza del juego. En la actualidad, nos resulta muy difícil pen­ experiencia relatada. No es intención en este artículo mostrar los
sar la enseñanza en el grado universitario sin esta vinculación a la avances en la formación del equipo de extensión como tal; sino sim­
investigación y la extensión. plemente mostrar cómo fuimos construyendo colectivamente nue­
Estas tensiones y debates que se presentaron en el proyecto e in­ vos sentidos a las prácticas, a partir de errores y aciertos, a partir de
forme final del primer año del proyecto dieron lugar, inicialmente, algunos extractos de los documentos de trabajo.
a reformulaciones conceptuales al interior del equipo de extensión,
que quedaron plasmadas en un nuevo proyecto (en este caso de
voluntariado universitario), como continuación del anterior y en el Conclusiones
que se pudo dar cuenta de esos mismos debates:
Por último, y en sintonía con el planteo que venimos desarrollan­
La posibilidad que nos dimos como voluntarios universi­ do, es necesario destacar que estos debates al interior del equipo de
tarios, de confrontar aquellos saberes adquiridos en la for­ extensión se dieron en el marco de discusiones más amplias en el
mación y las nuevas propuestas surgidas en las discusiones seno de la Secretaría de Extensión de la Facultad de Humanidades
cotidianas y en las reuniones programadas (en torno a la pla­ y Ciencias de la Educación. A instancias de la Secretaría, hubo re­
nificación o las acciones concretas), es la que nos ha permitido uniones periódicas de los equipos, que hacían eje en estos temas y
movernos del habitual lugar de poseedores de “conocimien­ discusiones, con un carácter de doble vía. Los temas discutidos en
tos” que iban al barrio a enseñar, para establecer nuevas rela­ esos espacios fueron llevados a las discusiones de los diferentes equi­
ciones de diálogo, nos referimos a los niños del barrio, como pos, y las conclusiones volvían a ese espacio más amplio, para avan­
así también quienes formamos parte de este grupo de trabajo. zar y profundizar colectivamente los debates. En un documento ela­
Nuestra posición había sido la de generar nuevos signifi­ borado en conjunto, decíamos que “los trabajos de extensión podrían
cados de nuestros saberes a partir de ponerlos en práctica, tener un fuerte impacto en la formación de grado y posgrado y en
y a la vez, tratar de que los niños y niñas que participan la investigación, ya que brindan aprendizajes, un importante caudal
del espacio que proponemos puedan resignificar en algunos de insumos empíricos, que, reflexionados y analizados, permitirían
casos, y significar en otros, las prácticas y los saberes que visualizar nuevas prácticas, situaciones, relaciones, así como formu­
circularon como propuestas lúdicas. laciones (y restricciones) teóricas dirigidas a comprender la realidad,
Las prácticas que en este tiempo y espacio hemos pro­ estimulando reflexiones y replanteos sobre las prácticas de enseñan­
puesto cobraron un sentido diferente a la perspectiva tra­ za y promoviendo líneas de investigación” (Eguia et al., 2008: 2).

238 239
Algunas de las conclusiones provisorias que surgieron nos per­
miten enunciar las siguientes proposiciones: a) el trabajo territorial
debe tener en cuenta las dinámicas institucionales, el contexto y las
culturas locales; b) el trabajo en extensión universitaria se sostiene Educación Física y prácticas corporales en territorio
a partir del compromiso por el cambio y la transformación social
Norma Beatriz Rodríguez
en poblaciones vulnerables y a partir del ejercicio del derecho de
Universidad Nacional de La Plata, Argentina
ciudadanía y su emponderamiento; c) la eficacia de las acciones so­
ciocomunitarias en extensión universitaria se corresponden con el
nivel de compromiso de los participantes; d) la puesta en acción del
trabajo territorial en extensión universitaria interpela las catego­
rías teóricas académicas, y e) el trabajo realizado nos invita a pensar
que su replicabilidad es posible en la medida en que su acción im­
plique participación horizontal y democrática con todos los actores
intervinientes. Antecedentes y propuesta1

Esta propuesta se inscribe en el proyecto transversal “Educación


Referencias bibliográficas Física y prácticas corporales en territorio”.2 Elaborado de forma con­

Eguia, A., M. Giles, S. Ortale, L. Peiro, E. R ausky y N. Viñes (2008), “Re­


flexiones, debates, consensos y discrepancias. Experiencias de los 1. Un antecedente de este texto fue presentado en el 11º Congreso Argentino y 6º La­
tinoamericano de Educación Física y Ciencias, elaborado a partir del proyecto con
Proyectos de Extensión Facultad de Humanidades y Ciencias de la el mismo nombre, aprobado y financiado por la Prosecretaría de Políticas Univer­
Educación de la unlp ”, inédito. sitarias de la unlp (congresoeducacionfisica.fahce.unlp.edu.ar/publicaciones-11ocon-
Giles M. y equipo de extensión (2007), Proyecto de extensión “La escuela greso/Mesa%2002_Rodriguez.pdf/view?searchterm=None).

en juego”. Convocatoria específica de la Secretaría de Extensión Uni­ 2. Directora: Norma Beatriz Rodríguez. Coordinadores territoriales: Javier Orlan­
doni, Jorge Nella, Andrea Rodríguez. Integrantes: María Lucia Gayol, María Euge­
versitaria de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. nia Villa, Lucía Severa, Emanuel Sosa, Maria Oltolina, Cecilia Taladriz, Jorge Aldao,
– (2007), Informe final proyecto de extensión “La escuela en juego”. Ariel Martínez, Andrea Elizabeth Mirc, Federico Mosquera, Ariel Benavídez, Blas
Cadierno, Hernán Miguel López, Martín Edgardo Fosque, Federico Silveiro, Tomás
Convocatoria específica de la Secretaría de Extensión Universitaria
Conti Troccoli, Lourdes Marina Díaz, Juliana Bosco Urbina, Dante Giuliano Bisac­
de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. cia, Sofía Dios, Brian Angel Gabriel Castagno, Manuel Santos Gómez, Adriana Inés
– (2008), Proyecto de Voluntariado Universitario “La escuela en juego”. Apphesberho, Carola Inchaurregui, Macarena Soledad Fallecen, Franco Agustín
Horfferlen, Evangelina de la Luz Cagni, Ignacio Agustín Chiberry, Rocío Gala De
Convocatoria 2008, Programa Nacional del Voluntariado Universita­ Pedro, Francisco De Tomás, María Soledad Ferrando, José Damiani, Franco Jorge
rio, Secretaría de Políticas Universitarias. Ministerio de Educación Avecilla, Remo David Tilloy, Catriel Arias, Lucas Bergero Trpin, Trinidad García Ri­
de la Nación. zoli, Virginia Bonggi, Jonatan David Barrientos Maciel, Juan María Génova, Santia­
go Gordon Granda, Emanuel Betoño, Juan Ignacio Tozzi, Damián Musicco, Agostina
unlp (2009), Estatuto. Reformado en 2008. Universidad Nacional de La María Maillo, Agustina Moya, Alan Emanuel Aidar, César Ignacio Godoy, Alejandro
Plata. Recuperado de www.unlp.edu.ar/uploads/docs/estatuto_2008_ Cossani, Emilio Bolaño Ahumada, Evelyn Macarena Davies, Tabatha Victoria Gama­
rra, María Florencia Escudero, Tomás Elías Ruscitti, Ríos Hernández, Maia Vogel,
final.pdf.
Agustina Boyezuk, Pamela Deschi. Unidad ejecutora: Facultad de Humanidades y
Ciencias de la Educación. Período 2015-2016.

240 241
junta con la Prosecretaría de Políticas Sociales, la Dirección General tes, graduados, no docentes interesados en llevar adelante
de Deportes, la Secretaría de Extensión de la Facultad de Humani­ proyectos, acciones de extensión o prácticas académicas.
dades y el Departamento de Educación Física de la Universidad Na­ Los cceu constituyen un dispositivo de trabajo en red en el
cional de La Plata (unlp), fue aprobada y financiada a partir de 2015 cual se contemplan como espacios de acción las organiza­
por la Prosecretaría de Políticas Sociales de la unlp. Confeccionada ciones e instituciones barriales tales como escuelas, salas
a través de una planificación estratégica participativa, a partir de de salud, cic, jardines de infantes, comedores, bibliotecas,
un relevamiento sistemático que se realizó en los Centros Comuni­ clubes, así como espacios informales y propios de cada ba­
tarios de Extensión Universitaria (cceu) y tomando como referencia rrio. (unlp, 2014)3
el Plan Estratégico de la unlp, el propósito fue elaborar políticas en
común en beneficio de la comunidad, que articulen las tareas de El Plan Anual de Intervención surge de un trabajo conjunto de
extensión tanto como de formación profesional de nuestra alta casa las facultades y el territorio a partir de un diagnóstico participativo
de estudios. que releva los principales problemas a ser abordados en un ámbito
La Universidad Nacional de La Plata ha definido en su plan estra­ de cogestión territorial. En este proceso, se ha detectado que una
tégico la necesidad de “avanzar en la articulación interinstitucional de las áreas de vacancia es la de la Educación Física en particular
con los Municipios e Instituciones de la región para que en sus ám­ y la de las prácticas corporales en general (unlp, 2014). En conse­
bitos funcionen Centros Comunitarios de Extensión Universitaria” cuencia, decidimos no solo abordar la especificidad histórica de la
(unlp, 2010: 4), siendo uno de sus objetivos “garantizar espacios de Educación Física tomando como referencia aquellos contenidos que
trabajo en organizaciones comunitarias para los distintos proyectos le dan identidad al campo, sino también considerar un conjunto de
y grupos de trabajo de la unlp con presencia en la región del Gran prácticas corporales que se inscriben en este tiempo histórico y po­
La Plata, implementando los Centros Comunitarios como un dispo­ lítico, y dan cuenta de representaciones de niños y niñas, jóvenes y
sitivo coordinador de la política extensionista en el territorio” (203). adultos. Por esta razón, este trabajo no solo se inscribe en un estudio
En ese marco, y tomando como referencia el trabajo realizado, la realizado dando respuesta específica a la necesidad del territorio,
propuesta articula un programa general que se propone reunir un con­ sino que avanza a partir del diagnóstico efectuado en la planifica­
junto de actores sociales que permitan garantizar una intervención ción de una serie de proyectos que reconocen las particularidades
programada, sistemática y articulada en el campo de la Educación Fí­ de cada cceu y resulta de una planificación en el marco de un traba­
sica y las prácticas corporales, en los cceu. jo de cogestión territorial. Para hacerlo partimos entonces del Plan
Estratégico de la Universidad Nacional de La Plata y del conjunto de
Los Centros Comunitarios de Extensión Universitaria Programas que se están desarrollando desde el Ministerio de Edu­
son espacios de cogestión entre la universidad y la comu­ cación de la Nación que tienen como principal objetivo articular los
nidad donde se implementan acciones que abordan los barrios y la Universidad, con el fin de avanzar en los procesos de
problemas y necesidades de un territorio determinado. democratización.
Son el resultado de las demandas manifestadas por las or­
ganizaciones o actores de ese espacio particular y la resig­
nificación que se hace desde la universidad, como un actor
3. Centros Comunitarios de Extensión Universitaria. Planes Anuales de Interven­
que integra las perspectivas de los equipos de las unidades
ción 2014. Dirección General de Políticas Sociales. Secretaría de Extensión. Univer­
académicas participantes. Involucra a docentes, estudian­ sidad Nacional de La Plata.

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Por otra parte, entre los problemas específicos que intentamos Si bien este proyecto rescata dicha problemática como vertebral,
atender se encuentra el de la democratización de los saberes de también se podrá identificar su incidencia en otras áreas expuestas
las prácticas corporales, en tanto sostenemos que la educación del en el Taller, como a) dificultad de los niños en la comprensión y
cuerpo es un derecho. La creación de más alternativas orientadas a realización de tareas escolares; b) falta de inclusión de niñas en acti­
atender demandas heterogéneas genera condiciones para ampliar vidades del cceu; c) falta del fortalecimiento de lazos sociales en pos
el acceso e incorporar a sectores sociales tradicionalmente ausen­ de una identidad barrial; d) los jardines de infantes no cuentan con
tes. Sin embargo, y más allá del avance que significa planear esta espacios que fomenten áreas de lectoescritura, como así también
preocupación, la ampliación de oportunidades, aunque mejore las estimulación socio-afectiva; e) falta de herramientas en docentes
posibilidades de ingreso de distintos grupos sociales, no constituye para trabajar con niños “hiperactivos”; f) la presencia de los niños
por sí misma una garantía de democratización, si definimos este trabajando con los padres afectando la permanencia en espacios
proceso en términos de reducción de las desigualdades sociales. educativos; g) alto porcentaje de deserción por parte de niños y ni­
En este sentido, el proyecto transversal surge como un plan de ñas que participan en actividades del cceu con dificultad para ga­
acción específico para dar continuidad a la línea de trabajo que en rantizar permanencia; h) fortalecimiento del colectivo como actor
los cceu se viene desarrollando, abordando los problemas y las nece­ de decisión; i) poca articulación entre las diferentes experiencias
sidades manifestadas por las organizaciones o actores de diferentes de la universidad en el barrio; j) ausencia de la unlp en las mesas
espacios particulares y la resignificación de la Universidad como técnicas; k) insuficiente oferta de actividades alternativas para ni­
un actor que integra las perspectivas de los equipos de las unidades ños y jóvenes; l) precariedad de espacios físicos para el desarrollo
académicas participantes. de actividades; m) la plaza no tiene juegos, y n) dificultades de co­
Por otra parte, en el III Taller de Planificación Estratégica4 que se municación, integración y diálogo entre comunidad educativa y las
desarrolló el 18 de marzo de 2014 por los cceu5 se dimensionó, ana­ familias de los niños que asisten a la escuela.8
lizó y consensuó dentro de los problemas relevantes y pertinentes Por otra parte, la propuesta adhiere a la concepción de extensión
para el abordaje de la Universidad, a un común denominador de los promovida por el estatuto de la unlp, como “un proceso de educa­
cinco cceu6 y los cinco territorios en proceso de construcción,7que es ción no formal (nosotros agregamos, de formalidades diferentes)
la “vulneración del derecho del niño respecto a escasez o ausencia de de doble vía, donde quien lleva adelante el proyecto o programa
espacios de juego, creatividad y actividades recreativas” (unlp, 2014). modifica las condiciones de existencia de grupos con derechos vul­
nerados, pero estos a su vez también lo hacen con los actores univer­
sitarios” (unlp, 2009), por lo cual la representatividad de la Univer­
sidad en el territorio no está exclusivamente marcada por acciones
de intervención en la problemática, sino también por las prácticas
4. Se define Plan Estratégico al conjunto de políticas que orientan la acción de in­
tervención territorial en cada período de gobierno con el sentido de garantizar la de grado9 y de investigación de las distintas unidades académicas.
inclusión social de sectores de la población con sus derechos vulnerados.
5. www.unlp.edu.ar/uploads/docs/planes_anuales_de_intervencion_2014.pdf.
6. Los cinco cceu son El Retiro (160 entre 49 y 50), Mesa intersectorial Villa Castells
(490 y 11), Arroz con Leche (518 y 209, Abasto), El Mercadito (119 y 519), Nº 7 Villa
Elvira (600 y 117). 8. Ver Plan Anual de Intervención 2014.
7. Puente de Fierro (28 y 90), Altos de San Lorenzo (17 y 85), barrio El Molino (5 y 14 Vi­ 9. Facultad de Bellas Artes, Periodismo y Comunicación Social, Trabajo Social, Psico­
lla Rubencito-Punta Lara), barrio Malvinas (36 e 150 y 151), barrio Ringuelet (520 y 11). logía, Odontología, entre otras.

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Por todo lo expuesto, estamos trabajando en la consolidación de – Participar en experiencias de abordaje de problemas específicos en
un espacio participativo que intente dar respuestas específicas a las el área de la Educación Física, en un ámbito de cogestión territorial.
demandas de los diversos actores de todos los cceu en el ámbito de – Fortalecer la promoción y protección de los derechos de los niños
la Educación Física y de las prácticas corporales. Se trata de trabajar y niñas.
en la ejecución, diseño, organización y desarrollo de las diferentes – Visibilizar, jerarquizar y acompañar con recursos materiales y
actividades de prácticas corporales, ludomotrices, deportivas y ex­ humanos las actividades que se realizan bajo la denominación
presivas; efectuando su intervención desde un trabajo en red e in­ de extensión universitaria.
terdisciplinariamente. En términos generales, hemos organizado la – Instalarnos territorialmente como proyecto transversal y partici­
propuesta en algunos ejes programáticos que solo intentan ilustrar par en conjunto con los cceu en su construcción e implementación.
posibles ejemplos de abordaje de cada una de las áreas. – Lograr proximidad desde una propuesta de la universidad con
situaciones de emergencia y vulnerabilidad por las que transitan
las vidas de los niños, niñas y familias del barrio.
Ejes programáticos – Comprometer la participación de todos los actores barriales po­
sibles, generando lazos de cooperación y articulación con orga­
En su origen, la propuesta contempla la participación de diversos nizaciones estatales (nacionales, provinciales y municipales) y
actores de la comunidad en un trabajo de planificación colectiva y organizaciones sociales no gubernamentales.
democrática. En este sentido, intenta dar un lugar de referencia a los – En este marco se han priorizado los siguientes ejes de desarrollo:
múltiples proyectos específicos se desarrollan en los cceu, enmarca­ Juegos, Deportes y Gimnasias.
dos en este proyecto general que prioriza los siguientes objetivos:
Juegos. Las siguientes acciones y actividades forman parte de la pro­
– Fortalecer las instancias de acuerdos sobre las acciones de la puesta general en el área de juego:
unlp en el territorio, implementando gradualmente Centros Co­
munitarios con Programas planificados entre diversos actores. – Se proponen encuentros semanales de dos horas cada uno en
– Promover la utilidad social del conocimiento y la práctica solida­ las que se recuperen los juegos tradicionales y los juegos con los
ria y formativa, contribuyendo a la mejora de la calidad de vida cuales niños y niñas se identifican y disfrutan de jugar. Procu­
de la población, la reconstrucción del tejido social, el desarrollo rándose el armado de juegotecas teniendo como experiencia los
económico sustentable y el fortalecimiento de la identidad cultu­ proyectos que se están desarrollando en Altos de San Lorenzo y
ral (PE: unlp, 2010-2014) en Los Hornos.
– Promover la utilidad social del conocimiento y la práctica solida­ – Se destinó un lugar específico para el desarrollo de las activida­
ria y formativa en el ámbito de las prácticas corporales, aportan­ des dependiendo de los espacios que se gestionaron en los ba­
do a mejorar la calidad de vida de la población. rrios en donde se encuentran los cceu.
– Incrementar la asistencia, prevención, capacitación, difusión e – Se destinó un espacio para el guardado de materiales.
intercambio de saberes con los múltiples actores sociales institu­ – Se incluyeron talleres para la “invención” de juegos y juguetes.
cionales y comunitarios. – La propuesta involucra actividades y juegos que podrán realizar
– Fortalecer actividades promotoras de los derechos humanos y de de manera conjunta, niños y niñas, incluyendo jóvenes y adultos.
integración de las minorías.

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Deportes. La propuesta consiste en las siguientes actividades y acciones: – Las gimnasias permiten la inclusión de personas de diferentes
grupos etarios.
– Llevar adelante jornadas de enseñanza de algún deporte elegido – Se puede considerar el trabajo a partir de ejercicios básicos pro­
por los niños, niñas y jóvenes que participan del cceu. Se propo­ pios de las gimnasias formativas.
nen encuentros semanales de dos horas cada uno. – Prácticas que permitan mejorar y corregir la postura y lograr
– En el transcurso del año se pueden experimentar por tempora­ mejores desempeños en la vida cotidiana, evitando dolores, le­
das diversas experiencias deportivas. Es decir, en un mismo año siones y fatiga.
se podrían practicar por ejemplo tres meses de fútbol, tres meses – Considerando la posibilidad de construcción colectiva de coreo­
de básquetbol y tres meses de vóleibol. grafías de acuerdo a las particularidades de los grupos que asis­
– Para desarrollar esas prácticas será necesario acondicionar al­ tan y se reúnan.
gún espacio (abierto o cerrado) o gestionar el uso de ese espacio – Resulta de primordial importancia la consideración de un espa­
en alguna institución cercana (escuela, club, parroquia, ong). cio para la práctica gímnica en embarazadas y en mujeres en
– Del mismo modo, será necesario armar un pequeño depósito de situación de posparto.
materiales (construidos, comprados, donados), los cuales no solo – La inclusión de caminatas aeróbicas para trabajar con todos los
estarán a disposición de los participantes en las sesiones organi­ grupos etarios incluidos los adultos mayores.
zadas por profesores y estudiantes de Educación Física, sino en – Como en los casos anteriores se necesitarán materiales específi­
otros momentos de la semana. cos y un lugar donde poder guardarlos.
– Esto lleva a la necesidad de formar líderes que, en principio se – En etapas sucesivas se prevé lograr cierta autonomía y autoges­
encarguen de la administración de esos espacios y materiales, tionar otros espacios de encuentro para la práctica.
pero que, con el tiempo, se vayan transformando en verdaderos
animadores de los grupos y referentes en el territorio.
– La propuesta incluye actividades inter-cceu, no con el habitual Etapas de concreción
formato competitivo (un cceu versus otro), sino con una lógica
más integradora. La propuesta se localiza en: cceu Nº 7 Villa Elvira (600 y 117); ba­
– En etapas más avanzadas, podrá pensarse en la posibilidad de rrio Malvinas (36 e 150 y 151); Altos de San Lorenzo (17 y 85); Villa
tender un puente entre los sujetos y las instituciones deportivas, Arguello (62 y 126).
si el interés despertado en él encuentra en el deporte formal una Se espera que a medida que avancen las actividades se puedan
vía de realización. Esto no es importante por el logro en sí, sino incorporar el resto de los cceu, en un proceso que se estima de al
por la posibilidad de que un participante encuentre que no exis­ menos dos años de trabajo sostenido, articulando a su vez con los
te para él tan solo un deporte “de segunda” y, si así lo desea, pue­ proyectos que se desarrollan en estos cuatro centros y en el resto
da integrarse a otras instancias de la práctica que antes estaban de los cceu de manera paulatina y progresiva. Este proceso permi­
reservadas solo para otros grupos sociales. tiría ir concretando en diferentes etapas el espíritu general de la
propuesta que se inscribe en el desarrollo de actividades ligadas a
Gimnasias. La propuesta incluye las siguientes actividades y suge­ la Educación Física y las prácticas corporales y en ese marco, poder
rencias: trabajar en al menos dos encuentros anuales en donde participen
todos los niños y jóvenes que forman parte del proyecto. Esos en­

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cuentros podrían realizarse en el campo de deportes de la unlp y además con la colaboración y participación de representantes de
permitirían desarrollar un espacio de intercambio, socialización y todas los sitios que forman parte de la organización y desarrollo de
encuentro real, en donde se puedan compartir experiencias de jue­ la presente propuesta.
gos, deportes, gimnasias y otras propuestas para ese fin. Siendo un
criterio general que todos y todas puedan participar, sin distinción
alguna, en equipos mixtos, interbarriales, etcétera. Referencias de indicadores de impacto

Al cabo de un año de intervención, se espera que un grupo de


Convocatoria a proyectos y propuestas al menos treinta niños, niñas y jóvenes concurran dos veces por
semana a cada cceu con una asistencia estable (+/- 15%); habrán
En el marco del presente proyecto se espera que los diferentes participado a su vez, de al menos dos encuentros con otros cceu, pu­
especialistas de las áreas involucradas se integren a partir de la diendo esas actividades ser desarrolladas en el campo de deportes
presentación de proyectos de extensión en las diversas convoca­ de la Universidad Nacional de La Plata, con la coordinación general
torias sean abiertas o específicas. Para hacerlo, se contará con la del director de Deportes de la unlp.
participación del Departamento de Educación Física y con otros Así también se espera que las diferentes propuestas que conten­
departamentos que deseen sumarse para la elaboración de pro­ gan el proyecto transversal articulen con los trabajos que se vienen
puestas puntuales que permitan el desarrollo del trabajo en los desarrollando en cada cceu y con los diferentes actores que partici­
cceu. Se espera que las propuestas se articulen y trabajen de ma­ pan de cada espacio territorial.
nera vinculante respetando el espíritu de la especialidad, en tanto, Se realizará un seguimiento y evaluación de todos los proyectos en
no podría limitarse solamente a una actividad en un Centro, sino curso, relevando la participación activa de la población a la que está
también al espacio de socialización, sea recreativo o recreativo destinada y acompañando y atendiendo las situaciones emergentes.
competitivo, propio de las prácticas corporales. Para hacerlo, la
Dirección de Deportes de la Universidad Nacional de La Plata par­
ticipará en el diseño y la planificación de propuestas concretas que Consideraciones finales
permitan acciones específicas de encuentros recreativos, deporti­
vos, gímnicos y otros afines que se incorporen. Como hemos señalado, el proyecto transversal surge como un
En este sentido, las propuestas que contemplen el presente pro­ plan de acción específico para dar continuidad a la línea de trabajo
yecto transversal como referencia contarán con espacios de trabajo que en los cceu se viene desarrollando, atendiendo situaciones con­
colectivo con diferentes actores que forman parte de la comunidad cretas que fueron planteadas por las organizaciones o actores de
y tomarán como principal referencia el relevamiento que la Prose­ diferentes espacios particulares. En esta primera etapa trabajamos
cretaría de Políticas Universitarias realiza a partir de las solicitudes en dos sentidos. El primero en la consolidación del diálogo con los
de los principales protagonistas. Por otra parte, los directores de los diferentes actores territoriales interiorizándonos en el proceso de
proyectos específicos se comprometerán a participar de reuniones construcción de la “mesa territorial” y en los intereses específicos
sistemáticas con los otros coordinadores de propuestas y con los que los nuclean, abarcando en ello lo propio y lo ajeno, es decir,
coordinadores del presente proyecto transversal, para diseñar, or­ yendo más allá de las problemáticas propias que se pueden dar en
ganizar, realizar y evaluar acciones conjuntas concretas, contando el ámbito de las prácticas corporales.

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Por otra parte, avanzamos en un proceso de capacitación de los
extensionistas en tres sentidos: a) en los significados y sentidos de
la extensión en el marco de la unlp; b) en las características de cada
barrio y de los cceu en los que vamos a intervenir, y c) en la forma­ Prácticas corporales expresivas: educación inclusiva
ción en prácticas específicas del área y en el abordaje teórico.
Gloria Campomar
En este momento, el desafío es habitar el territorio y emerger a
Universidad Nacional de La Matanza, Argentina
un espacio de prácticas que como tal, nos interpela en los marcos
de un tiempo y un espacio donde la intervención toma un registro
de lo territorial trascendiendo las fronteras de los programas y pro­
yectos. Aquí, la situación nos devendrá, en un incierto que debe ser
previsto, organizado y diseñado, para poder intervenir en el cambio
de aquellas situaciones que hagan posible el acceso a las prácticas
corporales como derecho.
Hace ya algunos años, nos hacemos algunas preguntas al respec­
to de una práctica corporal que no resulta tan cotidiana en las clases
Referencias bibliográficas de Educación Física, como lo es el deporte, la gimnasia o la vida en
la naturaleza, para algunos denominada práctica corporal expresiva
unlp (2009), Estatuto. Reformado en 2008. Universidad Nacional de La (Ferreira, 2002; Ré, 2012; Campomar, 2014).Ya hemos expresado, en
Plata. Recuperado de www.unlp.edu.ar/uploads/docs/estatuto_2008_ varias oportunidades, nuestra inquietud en dar un espacio para el
final.pdf. debate y la discusión de estos contenidos, sin embargo en esta oca­
– (2014), “Centros comunitarios de extensión universitaria. Planes sión, y a través de los insumos aportados por un estudio1 que se lleva
anuales de intervención 2014”. Documento de trabajo. Dirección a cabo en un programa de extensión universitaria en la Universidad
de Políticas Sociales, Secretaría de Extensión, Universidad Nacional Nacional de La Matanza (unlam), se podría inferir que las prácticas
de La Plata. Recuperado de www.unlp.edu.ar/uploads/docs/planes_ corporales con intención expresiva proponen una actividad supera­
anuales_de_intervencion_2014.pdf. dora del problema de género y resultan altamente inclusivas, parti­
cularmente en contextos de vulnerabilidad social.
Se sabe que con los procesos de democratización del sistema edu­
cativo surgidos a mediados del siglo pasado, pero tratados con mayor
profundidad en las últimas décadas, se propone una ampliación de
la educación. Es decir, estas políticas tienen por finalidad facilitar
los procesos de diversificación y extensión de la educación con una
marcada búsqueda de igualdad de oportunidades para toda la pobla­
ción. Así, en los últimos años, en la sociedad argentina y de la región,

1. Proyecto proince 55A/181 (Tuñón et al., 2015).

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se ha construido un amplio consenso respecto de la necesidad de ga­ determinan un contexto social. Desde esta perspectiva, y según los
rantizar a los niños, las niñas y los adolescentes, especialmente por conceptos actuales, es que toda práctica se piensa como acciones
su condición particular de desarrollo, como sujetos de derecho a la que solo pueden ser observadas, indagadas dentro de un contexto
ciudadanía plena. Tanto es así, que en 2005 la ley 26.061 de Protección o red social que las construya y signifique. De este párrafo se des­
Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes convirtió prende que el hacer del hombre, en tanto transforma una materia
los postulados de la Convención sobre los Derechos del Niño en plena­ mediante una práctica, no solo produce un objeto real, sino que ade­
mente exigibles para el Estado, la sociedad y la familia (Tuñón, 2011). más produce su subjetividad y se objetiva en el mundo; es a través
Enmarcados dentro de estas políticas y contextos sociales, es que de la praxis que el hombre conoce su mundo y le otorga sentido.
se reflexiona acerca de las necesidades actuales de la formación Con el fin de relacionar las prácticas con el cuerpo, Galak (2010)
del profesor, que sin duda y tal como sostiene la Declaración de la encuentra su explicación en lo que Bourdieu denomina sentido
Conferencia Regional de Educación Superior en América Latina y práctico. Tener un oficio, un saber, no es más que tener un dominio
el Caribe (cres, 2008), se lo reconoce como actor fundamental para práctico y un habitus. Es decir, para Bourdieu (1980: 123-124), “pen­
garantizar la anunciada transformación educativa. sar una práctica social es pensar una práctica corporal que tenga en
Por lo tanto, en relación con el campo específico de la forma­ cuenta las acciones, las teorías de esas acciones sociales, los contex­
ción de un profesor de Educación Física, surgen las siguientes inte­ tos en lo que estas se produzcan y las historias de estos contextos”.
rrogantes: ¿cuáles son las prácticas que favorecen o aseguran una En suma, las prácticas son pensadas como un hacer y un decir, in­
adecuada ampliación educativa en la Educación Física?, ¿estamos separable del mundo social, en definitiva como una práctica social,
preparados para llevar a cabo una práctica inclusiva, basada en la significativa y representativa de cada contexto. Así, los jóvenes se
equidad e igualdad de oportunidades? construyen como sujetos en relación con el sistema de representa­
ciones que otorgan el sentido a sus prácticas, socialmente elabora­
das y compartidas, según su historia y lógica; “aun algo tan íntimo
Prácticas corporales en la adolescencia como la experiencia del propio cuerpo se construye con represen­
taciones de un grupo social” (Mora, 2010: 220). Un claro ejemplo
Partiremos con Pierre Bourdieu, quien se ha dedicado a estudiar de esta afirmación es la música, la danza, que funciona en los di­
los sistemas simbólicos representados en la sociedad, estableciendo ferentes grupos como un modo de vida significativo, con valores
el concepto de práctica como un mediador entre el habitus2 y el concretos que tienen vigencia en un determinado tiempo y espacio,
cuerpo. Bourdieu sintetiza que toda práctica social puede analizarse entendido como un producto de procesos históricos puntuales, de
como la resultante de la relación entre las estructuras objetivas ex­ relevancia para el grupo, integrado a los esquemas de representa­
ternas y las estructuras objetivas internalizadas, es decir, que toda ciones vigentes, objetivado y naturalizado.
práctica remite a la posición que ocupa cada agente en su campo de Estas prácticas se constituyen como puntos de apoyo para la
pertenencia y al habitus que ha incorporado. Por lo tanto, asume las construcción de una determinada visión de sí mismos, otorgando
acciones de los sujetos siempre en relación con los mediadores que cierta identidad, cuya construcción social se encuentra en estrecha
relación con la imagen que se tiene de sí, y su clasificación, categori­
zando, según modos de hacer y de expresarse, según criterios orde­
2. “El habitus no es otra cosa que esa ley inmanente, lex insita inscripta en el cuer­
po por las historias idénticas, que es la condición no solo de la concentración de las
nadores de clase. En otras palabras, como un habitus corporal, que
prácticas sino también de las prácticas de concertación” (Bourdieu, 1980: 96). engrana al individuo en una determinada trama social y política,

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instalando en el cuerpo los principios de interpretación simbólica la Convención de los Derechos del Niño, deja explícito el derecho de
de cada orden social que los representa. todo niño al deporte y al juego recreativo.
Por otro lado, pensar en una práctica corporal que favorezca la En este marco, ya hace algunos años, se implementan programas
inclusión educativa en territorio, tal como propone el programa es­ nacionales, provinciales y municipales en todo el territorio argenti­
tudiado, requiere repasar el concepto y los múltiples significados de no, tales como Juegos Nacionales Evita, Argentina Nuestra Cancha,
una verdadera ampliación educativa que asegure la inclusión de to­ Actividad Física en Familia o, más recientemente, Jugar en Equipo; y
dos los sujetos participantes, en este caso jóvenes adolescentes. Por en todos ellos la unlam, al igual que otras instituciones de educación
lo tanto, y siguiendo a Terigi (2012), básicamente toda práctica edu­ superior, se han involucrado desde el comienzo hasta la actualidad,
cativa que pretenda ser inclusiva debería estar pensada, en primer tanto con alumnos extensionistas de la carrera a cargo de las clases,
lugar, para todos, sin distinción de clases, sexos o capacidades; ase­ como así también, nombrando coordinadores destinados a facilitar
gurando, además, una propuesta de mejora en la calidad de vida de las acciones e integrar a las instituciones participantes.
los sujetos, esto es, que el aprendizaje aporte un saber pensado para Todos estos programas están anclados a los marcos normativos
el fortalecimiento de las capacidades y potencialidades individuales que promueven la participación activa del Estado y de la sociedad
sociales. Además, el concepto de inclusión también está vinculado a en la generación de acciones en torno a los derechos de los niños,
una adecuada formación compartida; otorgando derecho a una for­ niñas y adolescentes, tal como anuncia la mencionada ley, a la re­
mación independiente del origen de los sujetos o su crianza. Para creación, el juego, el esparcimiento, a realizar deportes, participar
comprender la dificultad en una propuesta pensada para todos los de la vida cultural y artística a través del acceso a la información,
grupos sociales, la autora explica que aun hoy es común escuchar como sujetos de derecho.
“con estos pibes para qué enseñar arte”, como si fuera un exceso res­ Sin duda, pensar en una práctica educativa que atienda a estos
pecto de todas sus necesidades, olvidando sus valores y posibilidades. requerimientos, pensados a partir de una política de transforma­
Básicamente, y en línea con las ideas de Bourdieu, una caracterís­ ción que promueve fundamentalmente la democratización en todo
tica principal que suponen estas prácticas es que deberían respetar el sistema, pone en jaque al saber pedagógico tradicional. Nos pre­
las singularidades, lo que se reconoce como las diferentes culturas guntamos entonces: ¿pueden las prácticas tradicionales dar res­
locales, construidas a partir del conocimiento y la comprensión en puesta a las necesidades educativas actuales?
el interés de los otros, no como una única cultura autorizada a trans­ John Passmore (1983: 28) afirma:
mitir, sino pensada sin condicionamientos sobre lo que los sujetos
son, aceptando las particularidades de cada contexto social. La filosofía de la enseñanza no dirá al maestro qué pro­
cedimientos de enseñanza adoptar, tal como la filosofía
de la ciencia no dirá al científico qué procedimientos de
Los programas y la investigación investigación adoptar. Tan solo esclarecerá la cuestión si­
guiente: mediante qué criterios juzgará el maestro si una
En la Argentina, desde la creación de la Ley Nacional del Deporte forma de enseñar tuvo éxito, o el científico si una forma de
de 1975 (ley 20.655), se ha avanzado en la valoración y el reconoci­ investigar lo tuvo.
miento de la actividad física, el deporte y la recreación a través de
diferentes instrumentos legales como un derecho humano y social Lo seguro es que hay un modo de plantear el problema, hacer
que involucra a toda la población. Por su parte, la onu en 1989, en las preguntas y de encontrar las respuestas, denominado método

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científico; por tanto, y paralelamente a las acciones de extensión “Jugar en equipo”
universitaria en la unlam, se ha conformado una línea de investiga­
ción que se desarrolla desde 2011 y continúa con equipos de inves­ En el período 2014-2015 se plantea como objetivo fundamental
tigación abocados a la observación y reflexión de dichos proyectos. realizar una evaluación de tipo cualitativa del proceso de imple­
Sus estudios están enfocados en el desarrollo y la evolución de las mentación del programa de extensión universitaria “Jugar en equi­
acciones realizando observaciones sistemáticas de las actividades, po”, del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, y que cuenta
así como también entrevistas en profundidad y grupos focales a in­ con la participación del Departamento de Humanidades y Ciencias
formantes claves involucrados de modo directo en su implementa­ Sociales, siendo la Carrera de Educación Física la encargada de de­
ción. El análisis de los datos y el entrecruzamiento entre el enfoque sarrollar las actividades desde un enfoque sociorrecreativo en los
teórico y metodológico de los estudios resultaron de gran aporte territorios, a través de una capacitación específica de estudiantes
para enunciar los aciertos y las dificultades más significativas de los avanzados. Con una clara intención de cogestión, a partir de esta
programas. A partir de estos estudios se observan dos cuestiones a investigación se espera, por un lado, avanzar con los objetivos de
considerar: transferencia que permitan definir mejor los alcances de progra­
mas sociales en el campo de la recreación, el deporte y la actividad
1) De los niños y jóvenes participantes: si bien hoy la actividad fí­ física, y en particular en su orientación a poblaciones infantiles y
sica y el juego son derechos esenciales para el desarrollo huma­ juveniles, y por el otro, contribuir al lineamiento de objetivos cu­
no y social en la niñez, desde una perspectiva de género siguen rriculares para la formación específica del profesor de Educación
existiendo desigualdades: las prácticas deportivas mantienen y Física en el campo de la educación no formal.
refuerzan estructuras de poder de los hombres sobre las muje­ Por su parte, el programa “Jugar en equipo” fue pensado para
res. Así, los niños ocupan los espacios y se sienten motivados, acercar a los participantes y a los diferentes ámbitos de implemen­
por ejemplo para “jugar fútbol”, quedando las niñas solo como tación, herramientas útiles a través de actividades sociorrecreativas
espectadoras de las prácticas. que se destaquen por su clara intención de integración. Esta pro­
2) De los alumnos universitarios participantes de los programas: puesta está centrada fundamentalmente como una estrategia con
a través de sus relatos se reconoce la importancia de realizar un sentido amplio de inclusión educativa, que contenga diversas
prácticas en Territorio dentro de su formación, desde un en­ actividades para los diferentes géneros, asegurando y garantizando
foque interdisciplinario, que les acerque más herramientas y la integración de las distintas comunidades culturales. “La posibi­
conocimiento para facilitar su futura intervención. lidad de jugar juntos, el desafío de hacerlo en equipo, y la tarea de
encaminar esto a la construcción colectiva de un país con inclusión
En esta ocasión, y a partir de los aportes realizados por el estudio social y trabajo son la motivación y el horizonte de esta propuesta”
antes mencionado, se analiza y reflexiona acerca de los criterios (Ministerio de Desarrollo Social, 2014). Claramente a través de sus
para juzgar el conocimiento que requieren los estudiantes en su objetivos, el Programa propone fortalecer la organización colectiva
formación para enfrentar satisfactoriamente, o con el mayor éxito a través de la recreación, el juego y la cultura como herramientas
posible, una práctica corporal inclusiva en territorio, mientras que de inclusión social, favoreciendo el desarrollo en espacios sociorre­
al mismo tiempo se pone en discusión cuáles son esas prácticas. creativos. Además, señala la importancia de lograr que los jóvenes
y adolescentes de los barrios se constituyan como agentes multipli­
cadores de espacios sociorrecreativos en la comunidad.

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Las acciones se desarrollan en cinco espacios, barrios del Partido Este párrafo, expresado por los observadores, pone en duda el pro­
de La Matanza, en los que se realizaron observaciones participan­ pósito del programa, y cuestiona sus objetivos. Los docentes-técnicos,
tes, focus groups con docentes-técnicos y referentes barriales. Asi­ a cargo de las actividades, se convierten en árbitros de fútbol y se
mismo, se registraron las actividades desarrolladas, características la considera una actividad similar a la que realizaban en forma es­
de infraestructura y participantes, su interacción entre pares y con pontánea antes de implementar el programa, donde los participantes
adultos referentes. De las observaciones presentadas en el Informe son los más habilidosos, entran en competencia, por momentos con
de Avance del proyecto (Tuñón et al., 2015), se relatan tres situacio­ demostraciones de violencia y se presenta como una actividad difícil
nes muy diferentes entre sí, relacionadas con prácticas muy distin­ de mediar por los estudiantes dado su grado de formación, convir­
tas desarrolladas para el mismo programa, vinculadas al saber de tiéndose en una práctica visiblemente excluyente, muy marcada para
los docentes a cargo, acordes a las posibilidad que brindaba cada los menos habilidosos y en especial para las mujeres.
espacio, y características de los participantes.
Así, en los barrios de San Cayetano, Antenas y Aldo Bonzi, don­
de las actividades fueron recreativas, deportivas (juego con pelotas, El caso del barrio San Pedro
cestos, aros, entre otros), la adhesión fue más marcada en los niños
que en los adolescentes, quienes no adhirieron a la propuesta y para Muy distinta experiencia se observó en este barrio. A través de los
quienes con mayor énfasis estaba pensado el programa: relatos de los jóvenes participantes, quienes expresan sus percepcio­
nes en relación con una práctica con una clara intención expresiva,
Observación 1. En el caso de los otros grupos, los docentes recono­ se sabe que ha resultado altamente inclusiva, en comparación con los
cen limitaciones para desarrollar actividades más vinculadas a los otros barrios involucrados en el mismo programa. En esta ocasión, y
objetivos de tipo recreativos en el campo de la cultura y las artes por motivación de un docente-técnico, el contenido estuvo relacio­
por su formación en el campo del deporte. Es así como las activida­ nado con una actividad expresiva a través de una danza, la Bachata.
des se encuentran más orientadas al deporte social. Probablemente,
por las características de la oferta es que estos grupos han logrado Observación 3. Se destaca como muy positivo el desarrollo de esta
mayor participación de niños y no tanto de adolescentes, que es la última experiencia porque justamente una de las evidencias del es­
población objetivo prioritaria del programa” (Tuñón et al., 2015: 6). tudio previo sobre el programa Actividad Física en Familia fue la
Esta situación fue muy diferente comparada con Kiosco Juvenil, vacancia de una propuesta más recreativa en el campo de las artes
en donde la actividad fue fútbol. y la cultura que estuviera en mejor sintonía con las inquietudes ju­
veniles y en particular de las adolescentes mujeres. También cabe
Observación 2. Mientras que en el caso del Kiosco Juvenil se reco­ señalar que en este caso se destaca la formación del recurso hu­
noce una suerte de adaptación de la propuesta a la impronta de los mano, docente destinado a la actividad que ha sido evaluado muy
jóvenes varones participantes. Es así como la actividad prioritaria satisfactoriamente por los observadores expertos. Existió entre los
es jugar al fútbol. Cabe preguntarse si esta actividad no era ya antes observadores consenso en torno a que es una de las experiencias
de la existencia del programa una actividad informal en este espacio mejor logradas en términos de la recepción de la propuesta por par­
residencial. Cuál ha sido el rol del programa en este marco es una de te de los participantes y en la forma en que esta se desarrolla.
las preguntas sobre las que cabe seguir trabajando en términos de los De esta cita textual, extraída de las observaciones de los investi­
objetivos del programa. gadores, se infiere que, por un lado y en este caso, la actividad elegi­

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da para llevar adelante el programa con jóvenes adolescentes basa­ No es que cuando vos mirás a las pibas te dan ganas de
da en una práctica corporal expresiva ha sido una decisión acertada bailar con las chicas. Llega el momento que lo tenés que ha-
y exitosa, a la cual han adherido la mayor parte de los participantes, cer y decís: qué emoción.
cumpliendo con el propósito de realizar una práctica recreativa, e
inclusiva para los jóvenes. B. Encuentran en estas prácticas otra forma de relacionarse, donde
Al mismo tiempo, se deduce que el docente, alumno avanzado de el diálogo, el respeto, son valores que destacan. Esto esta expresado
la Carrera de Educación Física de la unlam, propuso un saber que con comentarios tales como:
él había construido fuera de la formación,3 sin embargo, a través de
sus acciones y la didáctica adecuada, ha sabido transmitir el cono­ Divertirse, aprender cosas nuevas, conocer otras perso-
cimiento en forma exitosa. Esta situación podría confirmar que esta nas, ser amigos, cambiar el ambiente entre uno y a medi-
práctica resultó ser significativa y representativa para este grupo da que va pasando el tiempo, cada persona va cambiando,
de jóvenes, en concordancia con sus gustos e identidad grupal, en como que cambia su manera de ser, viene con otra actitud
definitiva, en sintonía con su habitus corporal. más contento, rebien, más cuando el profesor tiene algunas
Asimismo, y luego de cruzar las observaciones de los investiga­ dificultades por no venir, nosotros nos ponemos entre todos
dores con los relatos de los jóvenes participantes de estas prácticas, los compañeros y damos la clase nosotros, entonces todos
surgen las siguientes ideas para poner en discusión: apoyan al que está dando la clase, todo el tiempo de compa-
ñerismo y compartir todas las cosas.
A. Las prácticas corporales con intención expresiva en los adolescen­
tes promueven la inclusión educativa. A modo de ejemplo, esta afir­ A mí lo que más me gusta es la compañía, los compañe-
mación se ve reflejada a través de algunos de los relatos registrados: ros, no criticar a los demás cómo bailan. No, me gusta si uno
se equivoca, el otro le digan mirá, es así…
Yo me entere a través de mi compañera que nos invitó
para que vengamos a probar una clase y nos empezó a gus- Y el compromiso significa que tengo que venir todas las
tar y empezamos a venir, y nos gustó el ambiente, como se clases, tengo que estar temprano.
tratan los unos a los otros.
C. Finalmente, descubren en ellos el deseo de aprender y encuen­
Yo era muy dura y no me gustaba ni que me toquen las tran la motivación para continuar estudiando. Este concepto es ex­
manos, con decirte eso. presado en frases como:

Yo creo que el hombre tiene que llevar a la mujer pero acá Llegar a ser el día de mañana alguien. Como el profe-
la mujer lleva al hombre, ahora todas las mujeres saben y sor es un bailarín, un profesor profesional de bachata, nos
nosotros no sabemos. transmite la enseñanza a nosotros y de ahí nosotros vamos
aprendiendo y pasamos etapas. Y el día de mañana podemos
llegar a ser alguien, bailarines u otra clase de personas.
3. Se dice fuera de la Formación porque en particular los alumnos varones de la
carrera de Profesorado en Educación Física de la unlam no cuentan con la materia
Expresión Corporal, como obligatoria dentro de su trayecto.

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Por tanto, del análisis de todos los relatos registrados realizados Finalmente, se espera continuar con la discusión, procurando in­
a la totalidad de los entrevistados, de la observación y comparación vestigaciones asociadas a la educación del cuerpo y su posibilidad
de las acciones realizadas en el programa “Jugar en equipo”, del expresiva, con la intención de pensar una práctica educativa más
Ministerio de Desarrollo Social, y llevadas a cabo por los alumnos justa y equitativa. Temas tales como: el cuerpo expresivo, creativo y
de Educación Física de la unlam, en cinco barrios del Conurbano bo­ comunicativo, el cuerpo de la Danza en la Educación Física, requiere
naerense, se concluye que la actividad propuesta que presentó más un análisis de mayor profundidad, particularmente por considerarla
adhesión por parte de los jóvenes adolescentes ha sido la práctica una práctica que atiende la diversidad, favorece la inclusión educa­
vinculada con las posibilidades expresivas de cada sujeto. Es decir, tiva, y que puede ser pensada como una estrategia superadora del
en estas prácticas han participado más cantidad de jóvenes que en problema de género, acorde con los objetivos que propone toda pro­
las relacionadas con el deporte o la gimnasia, y que a través de ellas, ceso educativo que pretenda enmarcarse dentro de una política de
los participantes se relacionaron de una forma más solidaria, me­ democratización.
nos competitiva, denotando una actitud respetuosa de las capacida­
des individuales, más allá de su género o condición.
Referencias bibliográficas

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cas, se conjetura que para estos adolescentes la actividad propuesta cres (2008), Conferencia Regional de Educación Superior en América
relacionada con una práctica corporal expresiva, alejada de las prác­ Latina y el Caribe, Colombia, iesalc.
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vo para ese grupo que tan visiblemente adhirió a la propuesta. Nacional de La Plata. Recuperado de www.memoria.fahce.unlp.edu.
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