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Descargar Libros Gratis, Libros PDF, Libros OnlineHeredero de la gran tradicién norteamericana en narrativa de terror, que
nace con E, A. Poe y pasa por H. P. Lovecraft, Stephen King ha logrado con
sus obras una difusién jamas alcanzada por ningin otro autor en éste
género.
Danza macabra (1981) es un IUcido y divertido ensayo, lleno de referencias
a multitud de obras y jugosas anécdotas biograficas, que pretende dar
respuesta a la paradoja esencial del aficionado a la fic de terror: «éPor
qué hay personas dispuestas a pagar a cambio de sentirse extremadamente
incémodas?».
Y para abordar tan complejo asunto, King se vale de un doble recorrido,
historico y personal, a través de la literatura y el cine de terror modernos
(1950-1980), «con un par de salidas al margen para explorar las raices del
género».
«El buen cuento de horror —reflexiona King— avanza bailando hasta
alcanzar el centro de la vida del lector, donde encontrara la puerta secreta a
esa estancia que usted creia que nadie mas conocia». Tras sugerir que la
ficcién de terror remueve los temores sociales mas inconfesos, y que esta
sujeta por tanto a cambios histdricos, argumenta a propdsito de su
pervivencia que «aunque los suefios inquietos del inconsciente colectivo
puedan cambiar de década en década, la tuberia que se hunde en ese pozo
de suefios permanece constante y vital».
«Este libro es Unicamente mi paseo por todos los mundos de la fantasia y
el horror que me han complacido y aterrorizado», explica su autor, al
tiempo que nos recomienda: «vaya mordisqueandolo de vez en cuando o
devorelo de cabo a rabo, pero disfriitelo».L=LIBROS
Stephen King
Danza macabraAlgunas precisiones con respecto a la presente edicién digital.
Sobre el texto:
Esta edicién digital corresponde fielmente a la traduccién oficial de Danza
Macabra de Stephen King, contenida en la edicién ilustrada, tapa dura, publicada
en espafiol en el afio 2006. Cabe aclarar que la primera edicién de esta obra en
inglés, Danse Macabre, data del 20 de abril de 1981.
Sobre las imagenes:
Con la finalidad de que las imagenes de esta edicién digital tuvieran la mejor
calidad de resolucién, no estan escaneadas. Provienen de la red, Por ello se buse6
en todo momento que correspondieran exactamente y hasta donde fue posible,
con las incluidas en la edicién impresa del libro. Objetivo que, en su mayor parte,
se cumplis,
Cuando no pudo localizarse una imagen especifica, se opté por incluir la mas
parecida, lo que significa que tiene algunas variaciones menores ya sea en el
Angulo de la camara o en las actitudes de los personajes, Sin embargo algunas
imagenes definitivamente no pudieron encontrarse por lo que en su lugar se
incluye aquella que es més cercana tanto a la original incluida en la edicion
impresa, como al tema objeto de la ilustracién. Estas imagenes (que son las
menos) pueden identificarse con facilidad porque al pie de las mismas aparece
un asterisco (*).
Ademas, esta edicién digital incluye algunas imagenes adicionales que a
juicio del editor contribuy en a mejorarla. Al pie de ellas aparecen dos asteriscos
(con
Sobre el autor:
Como datos curiosos, Ia fotografia del autor es la misma que aparece en la
primera edicién de Danse Macabre de 1981. De la misma forma la informacion
que se incluye en este apartado es la que circulaba sobre el autor en esa época.
Sobre las notas:La edicién impresa de Danza macabra, cuenta con un apartado de notas que,
en su totalidad, parecen ser notas del traductor.
En la misma edicién, todas las notas que aparecen a pie de pagina son del
autor, Stephen King.
En esta edicién digital, todas las notas se han agrupado en el apartado del
mismo nombre y aquellas que corresponden al escritor incluyen al final la
aclaracién Nota del autor para su oportuna identificacién.Publicada originalmente en 1980 [sie], Danza macabra es una de las escasas
incursiones de Stephen King en el terreno del ensayo. Ya que en varias ocasiones,
principalmente en los prologos de otras obras de King publicadas en castellano, se
identificaban erréneamente las referencias a La danza de la muerte (en realidad
el primer titulo con el que se publics en Espafia la edicién abreviada de
Apocalipsis —The Stand—), quiz convenga incidir en el hecho de que se trata de
una obra completamente distinta, inédita en castellano hasta la fecha.
Tal y como podra comprobar el lector, el abanico de citas y referencias
desplegado por King es sencillamente abrumador, y éste es el método que hemos
seguido a la hora de buscar sus equivalencias: las peliculas estrenadas en Espaiia
aparecen citadas por su titulo castellano (indicando entre paréntesis el titulo
original, el nombre del director y el afto de produccién); las peliculas que no han
legado a estrenarse en Espafia, sin embargo, estan referenciadas tnicamente por
su titulo original; de igual modo, los libros y relatos editados en Espaiia aparecen
directamente citados con su titulo castellano, mientras que aquellos que
permanecen inéditos conservan su titulo original; en el caso de aquellos libros
considerados especialmente relevantes por King, el lector encontrara también los
datos de la edicién espafiola en una nota, En el caso de series de televisién, se ha
intentado seguir el mismo método, si bien en algunos casos se ha tendido a utilizar
el nombre con el que mas asociada esté la serie actualmente a pesar de que no
coincida con su titulo original en castellano (por ejemplo La conquista del espacio
aparece mencionada como Star Trek).
Gracias a Paco Mateo, José Alboreca y José Antonio Navarro por la
aportacién de materiales y a David Muiioz por sus meditados comentarios.
Oscar Palmer.Si tiene usted este libro entre las manos es gracias a una llamada telefénica que
recibi en noviembre de 1978. En aquel entonces me dedicaba a ensefiar eseritura
creativa y daba un par de cursos de literatura en la Universidad de Maine, en
Orono, a la vez que trabajaba, aprovechando todo el tiempo libre que podia
araiiar, en el iltimo borrador de una novela, Ojos de fuego, que a estas alturas ya
se habra publicado. La lamada era de Bill Thompson, editor entre 1974 y 1978
de mis cinco primeros libros (Carrie, El misterio de Salem's Lot, El resplandor, El
umbral de la noche y Apocalipsis). Mas importante aim: Bill Thompson, a la sazin
editor en Doubleday, fue la primera persona relacionada con las altas esferas del
mundillo editorial neoyorquino en leer mis primeros trabajos con interés y
simpatia. Fue ese importantisimo primer contacto que todos los escritores esperan
y anhelan... pero que muy pocos encuentran.
Doubleday y yo separamos nuestros caminos a partir de Apocalipsis, y Bill
también hizo lo propio pasando a ser editor jefe de Everest House. Ya que en el
transcurso de nuestros afios de asociacién habiamos acabado siendo amigos
ademas de colegas, mantuvimos el contacto, quedando ocasionalmente para
comer... y también para una que otra farra alcohélica, La mejor de todas fue,
quizi, una que nos corrimos en julio de 1978, el mismo dia que se celebraba el
All-Star de béisbol, que vimos en una pantalla gigante, mientras tomabamos
innumerables cervezas en un pub irlandés de Nueva York Sobre la barra habia un
cartel que anunciaba una HORA FELIZ PARA MADRUGADORES DE 8 A 10
DE LA MANANA, con todas las consumiciones a 50 centavos. Cuando le
pregunté al camarero qué tipo de clientela entraba a las ocho y cuarto de la
majiana para tomarse un Ron Collins 0 un Gin Rickey, me dedicé una sonrisa
siniestra, se limpié las manos en el delantal, y me dijo:
—Universitarios... como usted.
Esa noche de noviembre de la que estoy hablando, poco después de
Halloween, Bill me llamo y me dijo:
—(Por qué no escribes un libro sobre todo el fenémeno del horror desde tu
punto de vista? Libros, peliculas, radio, television, todo. Lo haremos juntos si
quieres
El concepto me intrigaba y me aterrorizaba a la vez Me intrigaba porque a
menudo me han preguntado por qué escribo lo que escribo, por qué quiere leerlo
Ia gente y por qué va al cine para verlo. La paradoja al parecer es la siguiente:
qpor qué hay personas dispuestas a pagar dinero a cambio de sentirse
extremadamente incémodas? Ya habia dado charlas acerea de la materia ante
varios grupos y habia escrito suficientes folios sobre el tema (incluyendo una
introduccién més bien extensa para mi coleccién de cuentos Zl wnbral de la
noche) como para que me resultara atractiva la idea de realizar un alegato final.A partir de ahora podria desembarazarme de los curiosos diciendo: « Si quiere
saber lo que pienso sobre el horror, aqui tiene este libro que escribi al respecto.
Léalo, Es todo lo que tengo que decir acerca de los entresijos del relato de
horror» .
Me aterrorizaba porque intuia que la tarea podia alargarse durante afios,
décadas, siglos. En caso de que pretendiera uno empezar a partir de Grendel y su
madrel!] incluso la versién condensada del Reader's Digest ocuparia cuatro
volimenes
La sugerencia de Bill fue que intentara limitarme a los tilimos treinta aiios,
con un par de salidas al margen para explorar las raices del género. Le dije que
me lo pensaria, y eso hice. Pensé en ello largo y tendido. Nunca habia intentado
abordar un proyecto de no ficcién de tanta envergadura y la idea me intimidaba.
Ya solo pensar en tener que contar la verdad me resultaba intimidante. La
ficcién, después de todo, no es sino una sucesién de mentiras... y ése es el motivo
de que los puritanos nunca consiguieran dejarse arrastrar por ella. En una obra de
ficcién, si te quedas atascado, siempre puedes inventarte algo o retroceder unas
cuantas paginas y cambiar lo que sea necesario. En el ensayo, tiene uno la
molesta obligacién de asegurarse de que los datos sean los correctos, que las
fechas coincidan, que los nombres estén correctamente deletreados... y lo peor
de todo, implica adelantarse hasta la primera fila. El novelista, después de todo,
es una criatura anénima; al contrario que el musico o el actor, puede pasear por
las calles sin ser reconocido. Sus creaciones son las marionetas que ocupan el
escenario mientras él permanece oculto entre las sombras. El escritor de
ensay os, sin embargo, es demasiado visible.
Aun asi, Ia idea tenia sus atractivos. Empecé a comprender como deben
sentirse los Iunaticos que predican en Hyde Park («los chalados», como los
Haman nuestros primos briténicos) en el momento de colocar sus cajas en
posicién, preparandose para subir a ellas. Reflexioné acerca de la perspectiva de
disponer de paginas y mas paginas para poder desarrollar mis filias favoritas...
«iY que encima me paguen por ello!» grité frotindome las manos y riendo
como un demente. Pensé en una clase de literatura que tenia que dar el siguiente
semestre, fitulada «Temas en la Literatura Sobrenaturaby. Pero, sobre todo,
pensé que se me estaba ofreciendo la oportunidad de hablar sobre un género que
amo, una oportunidad, que a muy pocos escritores de literatura popular se les
suele presentar.
En cuanto a mi curso sobre « Temas en Ia Literatura Sobrenatural» , aquella
noche de noviembre que recibi la Hamada de Bill me hallaba sentado frente ala
mesa de la cocina con una cerveza, intentando pergefiar un plan de estudios... y
reflexionando en voz alta para que me oyera mi mujer acerca de la cantidad de
tiempo que iba a tener que pasar en breve hablando frente a un montén de
personas sobre un tema en el que hasta entonces sélo me habia manejadoinstintivamente, como un ciego. Aunque en la actualidad muchos de los libros y
peliculas tratados en las siguientes paginas son material de estudio habitual en las
universidades, yo lei los libros, vi las peliculas y legué a mis propias
conclusiones, principalmente por mi cuenta, sin textos ni tesis de ningiin tipo que
guiaran mis pensamientos. Parecia que dentro de poco iba a tener Ia oportunidad
de ver el verdadero color de mis ideas por primera vez
Quiza esta frase le haya parecido extraiia. En un capitulo posterior de este
libro, he puesto de manifiesto mi creencia de que nadie esta exactamente seguro
de lo que opina sobre un tema en concreto hasta que ha plasmado sus idea sobre
el papel; de igual modo, creo que en realidad tenemos muy poca comprensién de
Jo que hemos pensado mientras no presentemos esa opiniones o ideas ante otros
si, la
perspectiva de tener que presentarme en aquella aula de Barrows Hall me ponia
nervioso y aquel aiio pasé demasiado tiempo de unas por lo demas encantadoras
vacaciones en St. Thomas, dandole vueltas y mas vueltas al uso del sentido del
humor por parte de Stoker en Dracula y al cociente de paranoia en Los ladrones
interlocutores como minimo tan inteligentes como nosotros. De modo que
de cuerpos de Jack Finney.
En los dias que siguieron a la lamada de Bill, comencé a autoconvencerme
progresivamente de que si mi serie de charlas (no tengo los santos cojones de
lamarlas conferencias), sobre el campo del horror/lo sobrenatural/lo gético,
parecian bien recibidas (tanto por mi como por mis alumnos), quizi desarrollar
un libro sobre el mismo tema cerraria el circulo. Finalmente llamé a Bill y le dije
que intentaria escribirlo. Y como pueden ver, lo hice.
Todo este preambulo es un modo de darle las gracias a Bill Thompson, ya que
fue él quien creé el concepto de este libro. La idea era y sigue siendo buena. Sile
gusta el libro que encontrara a continuacién, agradézeaselo a Bill, fue a él a quien
se le ocurrié, En caso contrario, culpe al autor, que fue quien lo echo a perder.
También es un reconocimiento al centenar de alumnos de Eh-90 que me
escucharon pacientemente (y en ocasiones compasivamente) mientras daba
forma a mis ideas, Después de aquel curso, ya ni siquiera puedo reclamar
muchas de ellas como propias, puesto que fueron modificadas, desafiadas y, en
muchos casos, cambiadas durante nuestras discusiones en clase.
También durante el curso, un profesor de lengua inglesa de la Universidad de
Maine, Burton Hatlen, vino un dia a dar una conferencia sobre el Drécula de
Stoker y, como podra usted comprobar, sus penetrantes ideas sobre el horror
como parte importante de la laguna de los mitos en la que todos nos bafiamos
comunalmente, también han acabado formando parte de la columna vertebral de
este libro. De modo que... gracias, Burt.
Mi agente, Kirby McCauley, aficionado al horror y a la fantasia y un
minnesotano empedernido, también merece un agradecimiento por haber leido
este manuserito, seiialando errores de bulto, discutiendo las conclusiones... ysobre todo por acompafiarme durante toda una memorable noche de borrachera
en el Hotel U. N. Plaza de Nueva York y ayudarme a confeccionar la lista de
peliculas de horror recomendadas, producidas entre 1950-1980, que forman el
Apéndice 1 de este libro. A Kirby le debo mas que eso, mucho mas, pero por
ahora esto tendra que bastar.
También he recurrido a muchas fuentes externas durante el proceso de
redaccién de Danza macabra, y he intentado, en la medida de lo posible,
acreditarlas todas en sus lugares respectivos, pero debo mencionar un par en
conereto que me han resultado invaluables: An Illustrated History of the Horror
Film, la obra seminal de Carlos Clarens acerea del cine de horror; el cuidadoso
estudio, episodio por episodio, de The ‘vilight Zone aparecido en Ia revista
Starlog:; The Science Fiction Encyclopedia, editada por Peter Nichols,
particularmente valiosa a la hora de poner en orden (0 por lo menos intentarlo) la
obra de Harlan Ellison y la serie de television The Outer Limits; ¢ incontables
caminos desconocidos por los que, por casualidad, acabé transitando.
Por tilimo tengo que agradecer Ia colaboracién de los escritores: Ray
Bradbury, Harlan Ellison, Richard Matheson, Jack Finney, Peter Straub, y Anne
Rivers Siddons, entre otros, fueron tan amables como para responder a mis eartas
y proporcionar informacién sobre la génesis de las obras aqui tratadas, Sus voces
otorgan a este trabajo una dimensin de la que, de otro modo habria carecido
miserablemente.
Supongo que eso es todo... excepto que no quisiera dejarle ni mucho menos
con Ia idea de que lo que va a encontrar a continuacién se acerea siquiera a la
perfeccién, Sospecho que, a pesar de un riguroso cotejamiento, todavia quedan
muchos errores; sélo puedo esperar que no sean demasiado graves, ni
numerosos. Si encuentra alguno, espero que me eseriba y me los indique, de
modo que pueda corregir futuras ediciones. Y, bueno, espero lo pase bien con
este libro. Vaya mordisqueandolo de vez en cuando 0 devérelo de cabo a rabo,
pero disfrittelo. Como cualquiera de mis novelas, esta pensado para eso. Quizis
encuentre en estas paginas algo que le haga pensar, o reir o que sencillamente le
cabree. Cualquiera de esas reacciones me complaceria. Que se aburriera, sin
embargo, me pareceria desastroso.
Para mi, escribir este libro, ha sido una tarea exasperante a la vez que un
sumo placer, una dura obligacién en segun qué dias y una labor de amor en otros.
Como resultado, supongo que encontrara el trayecto que esta a punto de iniciar
irregular y leno de baches. Sélo puedo esperar que también descubrira, tal y
como he hecho yo, que el viaje no carece de compensaciones.
STEPHEN KING
Center Lovell, Maine—{Qué es lo peor que has hecho nunca?
—Eso no 0s lo voy a decir, pero os contaré lo peor que me
ha pasado jams... lo mas terrible.
PETER STRAUB, Fantasm as
Well we'll really have a party but we gotta post a guard outside
[Sera toda una fiesta, pero tenemos que dejar a alguien de guardia...]
EDDIE COCHRAN, « Come On Everybody»Para mi, el terror, el terror auténtico, en oposicién a los monstruos y demonios
cualesquiera que pudieran estar viviendo en mi imaginacién, comenzé una tarde
de octubre de 1957, Acababa de cumplir diez afios. Y resulta apropiado poder
decir que estaba en un cine: el Stratford Theater, situado en el easco antiguo de
Stratford, Connecticut.
La pelicula de aquel dia era y es una de mis favoritas de toda la vida, y el
hecho de estuvieran pasando ésa (en vez de un western de Randolph Scott o una
peli de guerra de John Wayne) también resulta de lo mas apropiado. La sesion
matinal de aquel sibado en el que empez6 el auténtico terror consistia en La
tierra contra los platillos voladores (Earth vs. The Flying Saucers, Fred E
Sears, 1956), protagonizada por Hugh Marlowe, en aquel momento conocido
principalmente quizi por su papel como el rechazado y furibundamente
xenofobo novio de Patricia Neal en Ultimatun a la tierra (The Day the Earth
Stood Still, Robert Wise, 1951), una pelicula de ciencia ficcién ligeramente
anterior y sin duda mucho més racional.
En Ultimatum a la tierra, un alienigena Uamado Klaatu (Michael Rennie
vestido con un chéndal intergalactico de un blanco destumbrante) aterriza en The
Mall], en Washington, D. C., en un plato volante que, al activarse, brilla como
uno de aquellos Jesuses de plastico que solian regalar en las catequesis de verano
si memorizabas los versiculos de la Biblia. Klaatu desciende a grandes zancadas
por la pasarela y se detiene a los pies de su nave, concentrando las miradas
horrorizadas de los curiosos y los caftones de varios cientos de armas del ejército.
Es un memorable momento de tensién, un momento en retrospectiva
entrafiable... esa clase de momento que convierte a personas como yo en
amantes del cine de por vida. Klaatu empieza a trastear con un misterioso ingenio
(sino recuerdo mal, se parecia ligeramente a una desbrozadora) y un soldadito
de gatillo alegre le dispara en el brazo sin pensirselo dos veces. Por supuesto,
resulta que el aparato era un regalo para el Presidente. Nada de rayos de la
muerte; sélo un seneillo comunicador interestelar.
Esto era en 1951. Aquella tarde de sabado en Connecticut, unos seis afios mas
tarde, los ocupantes de Los platillos volantes tenian un aspecto y se comportaban
de un modo mucho menos amistoso. Lejos de la noble y en cierto modo triste
pero atractiva apariencia de Michael Rennie como Klaatu, los extraterrestres de
La tierra contra los platillos voladores traian consigo rayos de Ia muerte,
destruccién y, en iiltima instancia guerra a escala total. Todo esto (y
particularmente la destruccién de Washington, D. C.) aparecia representado con
maravilloso realismo, gracias a los efectos especiales de Ray Harryhausen, un
tipo que de nifio solia ir al cine con un colega lamado Ray Bradbury.Klaatu viene a nuestro planeta para extender la mano de la amistad y la
fraternidad. Ofrece a los pueblos de la tierra pasar a formar parte de una especie
de Naciones Unidas interestelares... siempre y cuando seamos capaces de
abandonar nuestra desgraciada costumbre de masacrarnos unos a otros. Los
extraterrestres de La tierra contra los platillos voladores, sélo vienen para
conquistar; la lima armada de un planeta moribundo, viejo y avaricioso, en
busca no de paz, sino de saqueo.
Ultimatum a la tierra forma parte de un pufiado selecto... las auténticas
peliculas de ciencia ficcién. Los ancianos alienigenas de La tierra contra los
platillos voladores son emisarios de una variedad mucho mas comin de
pelicula... el espectaculo de horror. Aqui no encontraremos regalos para el
Presidente ni tonterias por el estilo; estos tipos sencillamente descienden sobre el
Proyecto Skyhook de Hugh Marlowe, en Cabo Cafiaveral y empiezan a destruirlo
todo.
La tierra contra los platillos voladores
Y en mi opinion, es en el espacio entre estas dos filosofias donde el terror
echa sus raices. Si existe una linea de fuerza entre dos ideas tan nitidamente
opuestas, entonces el terror crecié ahi con casi plena certeza.
Porque, justo cuando los platillos volantes estaban preparando su ataque
contra la capital de nuestra nacién, en el titimo rollo de la pelicula, todo se detuvo
repentinamente, La pantalla quedé en negro. El cine estaba leno de chavales,
pero asombrosamente apenas hubo protestas. Si recuerda usted las sesiones
matinales de los sabados de su propia juventud descarriada, sabra que un montén
de crios en el cine tienen varias maneras de expresar su descontento ante lainterrupeién de la pelicula o un retraso excesivo: aplausos ritmicos; ese grandioso
tribal infantil de « /Que empiece ya que el ptiblico se va! ;Que empiece ya que el
puiblico se val» ; envoltorios de dulces que salen volando hacia la pantalla; cajas
de palomitas que se convierten en trompetas... Si algin chaval guarda todavia en
el bolsillo un petardo marca Black Cat desde el pasado cuatro de julio, aprovecha
esta oportunidad para sacarlo y pasearlo entre sus amigos, para que éstos
muestren su aprobacién y admiracién; luego lo encendera y lo lanzaré por
encima del paleo.
Nada de esto sucedié aquel dia de octubre. La pelicula no se habia
estropeado; sencillamente alguien habia apagado el proyector. Y a continuacién
las luces de la sala comenzaron a encenderse; algo completamente inaudito.
Permanecimos alli sentados, mirando a nuestro alrededor parpadeando ante las
luces como si fuéramos topos
El encargado salié y se situ frente a la pantalla levantando las manos
(innecesariamente) para pedir silencio. Seis afios mas tarde, en 1963, recordé
este momento cuando, un viernes de noviembre por la tarde, el conductor del
autobiis que nos llevaba a casa desde la escuela nos dijo que habian disparado al
presidente en Dallas.Si hay alguna verdad 0 mérito en la danza macabra es sencillamente que las
novelas, peliculas, series televisivas o radiofénicas, ¢ incluso los tebeos que tratan
el horror, siempre funcionan a dos niveles.
Por encima esta el nivel de la repugnancia: cuando Regan vomita en la cara
del sacerdote o se masturba con un crucifico en #1 exorcista (The Exorcist,
William Friedkin, 1973), 0 cuando el monstruo terriblemente organico de burda
apariencia. que aparece en Profecia__maldita. (Prophecy, John
Frankenheimer, 1979) muerde la cabeza del piloto del helicéptero como si fuera
un chupa-chups. La repugnancia puede aleanzarse mediante grados variables de
pericia artistica, pero siempre esta presente.
Sin embargo, a otro nivel mas poderoso, el trabajo de horror es realmente
como una danza, una biisqueda ritmica y sinuosa, Y lo que busca es ese lugar en
el que usted el espectador o lector, vive a su nivel mas primitive. La obra de
horror no esta interesada en el amueblamiento civilizado de nuestras vidas. Una
obra asi atraviesa bailando estas habitaciones que hemos amueblado pieza tras
pieza, cada una de ellas expresando (jo eso esperamos!) nuestro caracter
socialmente aceptable y agradablemente ilustrado, Muy al contrario, busca otro
lugar, un cuarto que en ocasiones quizi se parezea a la camara secreta de un
caballero victoriano, en otras a una cémara de tortura de la Inquisicién espafiola,
pero quizi con més frecuencia y eficacia, al sencillo y brutalmente arido
agujero de un morador de las cavernas en la Edad de Piedra.
Gs arte el horror? A este segundo nivel, la obra de horror no puede ser otra
cosa; aleanza el nivel de arte simplemente porque esta buscando algo mas alla
del arte, algo que precede al arte. Esta buscando lo que yo llamo los puntos de
presidn fébica. El buen cuento de horror avanza bailando hasta aleanzar el centro
de su vida y encontrar la puerta secreta a esa estancia cuya existencia creia
usted que nadie mas conocia. Tal y como han puesto de manifiesto tanto Albert
Camus como Billy Joel, El Extrajero nos pone nerviosos... pero nos encanta
hacerle muecas a la cara en seereto.
{Le aterrorizan las arafias? Estupendo. Tendremos arafias, como en Tarantula
(Tarantula, Jack Arnold, 1955), £l increible hombre menguante (The Incredible
Shrinking Man, Jack Arnold, 1957) y Tardntula! (Kingdom of The Spiders, John
Cardos, 1977). gY qué me dice de las ratas? En la novela homénima de James
Herbert, puede sentir como se arrastran por encima de su cuerpo... hasta
devorarle vivo. {¥ que hay de las serpientes? ;Temor a los espacios cerrados? (A
las alturas? 0... lo que sea.
Como los libros y las peliculas son medios de masas, en los iiltimos treinta
afios el campo del horror ha sido capaz de conseguir algo mas que explotar estos
temores personales, Durante ese periodo (y, en menor medida, en los setenta y