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Carino, amor y ejemplo Las bases de una buena comunicacién fami- liar son el amor, el carifio entre los miembros de la familia y el ejemplo de los padres. Para conseguir tener cada vez, una mejor comuni- cacién familiar se deben cuidar tres pilares: Confianza. Sinceridad. Libertad. Si no existe confianza entre padres e hijos, no habré una buena comunicaci6n. Si no existe sinceridad, no aumentaré la confianza, 39 CAPITULO 3 ——————— BRUNO BLANC ——— Una buena autoridad facilita la libertag Dé sonal. La obediencia es consecuencia de una buena autoridad. Los principales problemas de comunicacign entre padres e hijos y entre los mismos hijos se presentan en la adolescencia y empiezan a surgir a partir de los 11 0 12 afios. La preven. cién juega un importante papel, y antes de es- tas edades tenemos que ganarnos su con- fianza, mantener con ellos conversaciones privadas y frecuentes. Si dejamos pasar esta etapa, los hijos tenderan a distanciarse y cada vez nos costaré més trabajo que confien en nosostros. Confianza La confianza nunca se puede imponer por mandato. Algunos padres han regafiado a un hijo diciéndole: «jdebes confiar en nosotros!», como si asi fueran a conseguir algo. La con- fianza de cualquier Persona, también de un hijo, hay que ganarsela: es como un regalo que se da a las personas que se lo merecen., 40 CARINO, AMOR Y EJEMPLO. Los padres deben hacerse dignos de la con- fianza de sus hijos. El primer paso es, evidentemente, dedicarles tiempo, mucho tiempo. Un nifio en torno a los diez afios valora si sus padres le atienden 0 no. No comprende atin casi nada del mundo de los adultos ni de las exigencias de la socie- dad ni del trabajo. Solo sabe una cosa: si sus padres estan junto a él o no. Si, por cualquier causa, por mas justificada que sea, el nifio llega a pensar que estorba a sus padres, su confianza en ellos puede recibir un golpe muy fuerte. Han de sentirse acogidos siempre con todo el carifio del mundo, darse cuenta de que no existe nada ni nadie més im- portante para sus padres. Quiza lo unico que puede anteponerse a esto, con cuidado y me- dida, es el carifio entre los esposos: si se hace bien, un nifio esté encantado con que sus padres se quieran entre si... y que ambos le quieran a él. ¢Cémo ganarse la confianza de un nifio de 9 a 11 afios? Muchos padres la dan por supuesta... y no &S verdad. Un pequefio confia instintivamente en 41 CAPITULO 3 BRUNOBLANG sus padres... mientras es pequefio, Cuando llega la adolescencia, si solo tenia la confianza instintiva, esa confianza desaparece también instintivamente. Bastantes padres tienen, en este aspecto, una ingenuidad grande. Piensan, quiza por no complicarse la vida, que sus hijos son siempre buenos y que tienen una gran confianza con ellos. Es frecuente que, cuando converse ese hijo con su preceptor, terminen con la frase: «pero, por favor, sobre todo... jno se lo digas a mis padres!», Esa confianza mas profunda y seria, que puede ayudar a contar los proble- mas de fondo, no es innata: hay que ganér- sela. Cuando un nifio llega a la adolescencia, se encuentra inmerso en una fuerte tormenta, de la que a veces no eg plenamente consciente, Pero que le zarandea en direcciones muy va- ntro de esa crisis, el sc ala Principal ancla de salvacién en el trato confiado con sus Padres, Si, gracias a Dios yal esfuerzo de los esposos un chico mantiene la Confianza en ellos, serd 42 —_——_--_e—eee CARINO, AMOR MPLO. mas facil poder ayudarle durante ese compli- cado perfodo de su vida. Pero la confianza debe haberse ganado antes. Si un niffo llega a la adolescencia sin confiar verdaderamente en sus padres, cuando co- mience la crisis, la confianza puede desapare- cer casi totalmente. No olvidar la afirmacién de que es mucho mas eficaz alabar el esfuerzo positivo que re- criminar los errores: la educacién, evidente- mente, no puede basarse en las correcciones, sino en ir ensefiandoles el valor de hacer las cosas bien hechas. Aparte de la mayor eficacia educativa, alabar las cosas buenas, con mode- racién para que no se envanezcan, es un modo sencillo y eficaz de ganarse su gratitud y su confianza. Sinceridad La confianza reclama siempre una virtud que la acompaiia y precede: la sinceridad. Sin esta virtud, la intimidad es imposible. Es ne- cesario, por tanto, esforzarse por educar a los nifios, desde muy pequefios, en la virtud de la 43 CAPITULO 3 BRUNO BL e— veracidad. Y esto exigira, como en tantas otras cosas, el ejemplo de los padres, Para que un hijo sea sincero con los Padres, es fundamental que los padres sean siempre muy sinceros con los hijos. Si un nifio piensa que sus padres, por cualquier causa, no son claros con él 0 que de algtin modo le engafian, no tendra el més minimo reparo en engaiiar- les él también. En no pocas familias, los pe- quefios aprenden a mentir fijandose en sus padres. Conviene resaltar que un nifio pequeiio tiende con bastante facilidad a mentir. Quiza por in- fluencias del ambiente, de sus compafiros, 0 por pequefios miedos a las regafiinas, puede caer en la tentacion de engafiar. Para los padres, cada mentira que descubran en su hijo es una ocasién mas para educarle, recordandole la im- portancia de la sinceridad y de la confianza. Es el momento preciso para hacerle ver, sin trage- dias, con serenidad y carifio, que es un error desconfiar de sus padres. Si lo hacen bien, sera una gran leccién para el pequefio, que apren- der asi a confiar mas en ellos. 44 CARINO, AMOR Y EJEMPLO Libertad. Un punto decisivo para ganarse la confianza de un hijo en la preadolescencia es la adminis- tracién de su libertad por parte de los padres, Una elemental reflexion sobre la confianza nos indica que no existe si no es mutua. No podemos confiar en alguien que desconfia de nosotros. Lo mismo con un nifio: para que confie en sus padres, debe notar que estos conffan en él. A un nivel correspondiente a su edad y en las cosas posibles, pero que vea que confian. E] punto mas claro en donde los hijos notan si sus padres conffan en ellos o no es la liber- tad que les dejan. Una de las principales tareas educativas de los padres es ensefiar a sus hijos, por muy pe- quejios que sean, la importancia de hacer las cosas bien, de hacer el bien, no lo que les guste o apetezca. Para esto es conveniente en- frentarles a su propia responsabilidad, ha- ciendo que sean ellos mismos los que tomen las decisiones: es una de las razones que obli- gan a hablar seriamente con los hijos. 45 CAPHVULOS _ BRUNO BLANC — Sirva como ejemplo el horario de Conviene que los nifios tengan, ya a sa edad un tiempo fijo dedicado al estudio, Pero é mejor si el horario no le viene impuesto por sus padres, sino que estos hablen con él, ha. ciéndole ver la necesidad de que sea responsa. ble en su estudio, y preguntandole cuanto tiempo le parece que debe estudiar y en qué horario. La administracion de la libertad en los ado- lescentes es, con seguridad, el punto més con- flictivo de su educacién. Es importante, por eso, que los padres se acostumbren a tratar ese tema con su hijo preadolescente, sin ten- siones ni enfados. Han de hablarlo con tran- quilidad y, cuando haya que decirle que noa algo, deben explicarle bien sus decisiones, de tal modo que el nifio entienda que ese «no» no es un coartar su libertad ni manifiesta descon- fianza por parte de los padres. Es bueno que los nifios, desde pequeiios, se sientan libres y responsables. Es decir, que no pueden utilizar su libertad para hacer el mal, sino el bien. Ha- blando con precisi6n, la «educacién en liber- &studig 46 “AMOR Y EJEMPLO tad» es educar la responsabilidad. Si un nifio va aprendiendo a ser responsable en sus co- sas, 0 en los encargos que se le dan, se le po- dra dar mucha mayor libertad. De hecho, el grado de libertad tendria que estar en funcién de su responsabilidad. Para «educar en libertad», la regla general mas importante es hablar mucho con ellos, desde pequeiios, haciéndoles razonar y correr el riesgo de la libertad. Si un nifio se siente li- bre, preguntandole después con carifio, con- tara sin miedos todo lo que ha hecho, con fre- cuencia, estando orgulloso de ello. Asi se le puede seguir facilmente la pista. Si se le res- tringe demasiado la libertad, llegar4 un mo- mento en que se la tomar por su cuenta y no diré nada a nadie, ni en donde ha estado ni lo que ha hecho. 47 La convivencia familiar La comunicaci6n con los hijos ¢Como empezar? Es conveniente salir al encuentro, buscarles y abrirles las puertas de la amistad generando un ambiente de confianza, en donde ellos se sientan seguros para abrir la mente y el cora- zn con sus padres. Esta confianza les permi- tird a los hijos abrirse fntimamente con sus padres, antes que a otras personas. La familia es el tnico lugar en donde un hijo es aceptado por lo que es, independiente- mente de lo que hace 0 posea; consecuente- mente, hemos de: 49 CAPE re BRUNO Aceptarlo tal cual es para tratarle como ci remos que sea. “ Respetarlo como persona, dando un recono. cimiento a lo que hace bien, sin humillarle porque lo hace mal. Manteniendo la autoridad con fortaleza y con respeto, siendo justos y también flexibles, Confiando en ellos, sin dudas ni temores, son capaces de mucho, si les permitimos que nos lo demuestren. Permitiéndoles participar en el proyecto fa- miliar para que lo conozcan y lo vivan como propio. Fomentar y apoyar la iniciativa de los hijos, ensefdndoles a ser responsables de las deci- siones que tomen. La amistad verdadera se consigue con amor, dando: — Tiempo — Dedicacion — Atencion — Carifio — Formacién Debemos estar atentos a los hijos cuando 50 ellos nos buscan para hablar. Muchas veces, esas oportunidades se presentan cuando nos piden realizar una actividad, solicitar algtin objeto, comprar ropa, y es quizd en el mo- mento menos esperado, cuando los padres es- tan realizando alguna tarea que requiere aten- cion; es allf donde, en ocasiones, debemos aplazar lo que estamos haciendo y prestar atencién a los hijos. El cuando de la comunicacién con los hijos Todos los dias son adecuados para la comu- nicacién con los hijos, sin embargo, en la vida familiar se dan momentos de un mayor inter- cambio familiar, como los fines de semana, dfas de fiesta y las vacaciones; en estos dias aumenta la convivencia y, por tanto, facilita esta comunicacién. Los hijos captan y toman como suyos los modos de comportamiento de sus padres. Todo lo asimilan en su esfuerzo por aprender, y lo van imitando. Los hijos captan el lenguaje hablado, las expresiones, los gestos, las postu- ras, adquiriendo asf un estilo de familia. 5t Los mensajes tu/yo Técnica de los mensajes (YO). Los mensajes (YO) facilitan la comprensig entre las personas. Los mensajes (TU) 5, a nen echar en cara la falta cometida, culparte directamente, y producen una reaccién de de. fensa que tiende a cortar la comunicacién, y no lleva al arrepentimiento. . Ejemplo con dos reacciones similares de una madre ante una hija de dieciséis afios, que llega tarde a casa. Los mensajes «YO» MADRE: Me alegro de verte (YO). He estado preocupada por el retraso (YO). HIJA: Es que el autobus... MADRE: Pensé que podria haber ocurrido algo (YO). HIJA: No me paso nada. MADRE: Estaba a punto de telefonear a tu amiga (YO). MADRE: Son las once y te esperaba a las diez (YO). HIJA: Otra vez llegaré a la hora, no te preo- cupes, mama. Dame un beso, 52 TIVENCIA FAMILIAR La madre ha lanzado cinco mensajes positi- vos (YO). La hija ha comprendido que ha co- metido una falta. Su voluntad no ha sido de rechazo, sino de aceptacién y de arrepenti- miento real. Si la persona admite su culpa, tender a rectificar, y si no rectifica, se debera probar alguno de los sistemas mas tradiciona- les, todo menos no hacer nada. Los mensajes «TU»: MADRE: Has llegado una hora tarde (TU). HIJA: Es que tuvimos que... MADRE: Eres una desobediente, siempre haces igual (TU). HIJA: Lo hacen todos, nadie vuelve tan pronto. MADRE: ;Calla! |No contestes! Hay normas y debes cumplirlas! (TU). HIJA: Si, pero... MADRE: Nada de peros, si lo repites, no sal- dras mas (TU). Esta conversaci6n inspira mas desconfianza. Hay enfrentamiento y es mas dificil que exista arrepentimiento que lleve a no repetir la accin. El resultado es una consecuencia légica. 53 CAPITULO 4 BRUNO BLANC — - Una buena comunicacion en la familjg P fundamental para educar. 8 Comunicar bien es un arte que necesita ser aprendido y practicado. La aceptacién de los hijos Una cosa es que «los padres acepten a sus hijos» y otra muy diferente es que «los hijos se sientan aceptados» y esto es para todas las edades. Es importante diferenciar entre los actos y las personas que cometen esos actos pero, cuando los nifios son muy pequeiios, les es dificil distinguir entre su ser, como persona, y la accién que acaban de hacer ellos. Y, hasta que se hacen mayores, nifo y accion estan unidos. Debemos aprovechar sus cosas positivas para alabarles, quizd comentando con otras personas y ellos pueden oirlo. Conviene no juzgarles y siempre «salvar la intencidén»: ¢ A tino te gusta mentir. Me gusta verte limpio. 54

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