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Acto de echar la mano, poner la mano encima de una persona como símbolo de apoderamiento. Hubo dos clases, la manus
iniectio procesal y la extraprocesal. La manus iniectio procesal es el procedimiento ejecutivo que tenía lugar a través de la
legis actio per manus iniectionem.
Se habla de manus iniectio extraprocesal en el procedimiento de legis actiones, cuando el demandado ante el pretor al ser
citado por el demandante no quiere acudir, entonces el demandante puede echarle la mano, asirle por la fuerza, salvo si
llega a una transacción o presenta un fiador.
nEXUM
El Nexum era la figura contractual en el derecho Romano vigente durante el período de la República Romana.
Parece que, por ese compromiso, el llamado nexum, el deudor o nexi cedía legal (e incluso con fórmulas rituales) poder de
dominio sobre su persona al acreedor, fuera de efectos inmediatos o aplazados hasta el momento de quedar incumplida la
deuda. Los nexi eran ciudadanos empobrecidos, en general plebeyos en tanto que carecían de otras redes de contención,
que así se habían dado ellos mismos en prenda de acreedor. El compromiso implicaba dominio, incluyendo la posibilidad de
que el acreedor lo vendiera como esclavo, le diera cárcel o incluso muerte. Gradualmente atenuado (con medidas de
garantes, contra la usura, etc.) solo con la Ley Poetelia Papiria se pondría fin al nexum en el año 326 a.C.
Ley romana expedida en el año 285 antes de Cristo, en la que se equiparaban los plebiscitos con las leyes Romanas.
08 07
22 07
Peligrosista: Colombia era un Estado débil, pretendía garantizar nuevas industrias, promovió el capital en ciertos sectores.
Intervención: Da garantías, pero controla y fiscaliza. El Estado interviene como comerciante. Se analiza la quiebra y el qué
hacer. Se dan los concordatos como acuerdos para afrontar la situación de quiebra. Hubo c
Aperturista: Orientada de la apertura económica donde se dio un fortalecimiento previo del mercado y apertura al
gobierno.
Si la empresa da 500 y la banca 500 empleos y se debilitan, el legislador estableció con esta ley esos ejes. La protección
empresarial es la viabilidad de la empresa.
Ambas leyes son onerosas, 1216 y CGP Para persona natural no comerciante.
222 Cesación de pago que tenga más de 90 días. Con dos o más procesos ejecutivos y que superen más del 10% del pasivo
general de la empresa.
Si un sujeto es sociedad se rige por supersociedades, y destinó a los jueces civiles del circuito para cuando se trata sobre
persona natural comerciante. El legislador dio facultad jurisdiccional a SuperSociedades en procesos donde el sujeto sea
una sociedad y excepcionalmente donde no exista un comerciante natural será el Juez civil del Circuito. Las fundaciones se
manejarán según la excepción.
-12 agosto
La empresa produce activos al Estado, su primer eje es la vinculación tributaria al este. Además, genera bienestar al dar
empleo. También requiere protección de crédito y toda la actividad bancaria; esto es un andamiaje.
La solvencia es la liquidez; posibilidad activa de ingresos. La ley está para quien tenga dinero representado en algo. A través
de un acuerdo con el acreedor se avalúa.
Reorganización Se pretende llegar a acuerdos de pago, fechas, para preservar la empresa viable y lograr que tenga una
relación de crédito y relaciones comerciales. Busca restructuración empresarial; todos los procesos operacionales,
administrativos y el tratamiento del patrimonio.
Personas naturales comerciantes y las jurídicas no excluidas que realicen negocios permanentes privados o mixtos,
estarán sometidos a estos procesos. Además, también podrán sucursales extranjeras y patrimonios autónomos que
permitan ser adeptos de actividad empresarial.
LAS ESAL Entidades sin ánimo de Lucro están pendientes de aplicar a este régimen. Respuesta jurisprudencial. ¿A qué
régimen de insolvencia y liquidación están sujetas?
La ley establece que para el caso, de persona natural comerciante conocerá el juez civil del circuito. Ley 1116 de 2006.
Competencia de Super para lo unipersonal, sucursales y de forma preventiva cuando se trate de deudores y personas
comerciantes. Las demás serán del Juez Civil del Circuito.
Consulta: Cuáles son los principios que rigen el derecho concursal en Colombia desde los concordatos hasta la Ley actual.
1. Cuando se vaya a respaldar el crédito con garantías sobre sus propios sobre los cuales no recaiga
ningún gravamen
2. Cuando se vaya a otorgar un gravamen de segundo grado sobre los activos previamente gravados con
garantía
3. Cuando se vaya a otorgar una garantía de primer grado sobre bienes previamente gravados, para lo
cual se requiere el consentimiento previo del acreedor garantizado. En caso de que el acreedor no
otorgue su consentimiento, el juez del concurso podrá autorizar la creación de la garantía de primer
grado siempre que al acreedor original se le otorgue una protección razonable. Por protección
razonable se refiere a implementar medidas que protegen la posición del acreedor garantizado, tales
como la realización de un pago anticipado total o parcial de las obligaciones garantizadas, la
sustitución del activo objeto de la garantía por uno equivalente, la realización de pagos periódicos, etc.
Los principios del concurso desde el Concordato
Estableció como requisito para acceder al trámite concursal, la imposibilidad para el cumplimiento de las
obligaciones patrimoniales e introdujo principios sobre beneficios para el deudor.
En el proyecto de ley podemos ver que se recogen una serie de principios constitucionales; se le dio un
importante desarrollo al principio constitucional de buena fe, presumiéndola en toda actuación que
adelanten los particulares. Concretamente podemos ver este desarrollo al consagrar mecanismos
recuperatorios para el comerciante de buena fe cuya situación encaja en los supuestos de trámite de
quiebra, figura consagrada en el Código de Comercio de 1971 y que se suprimió en la Ley 222 de 1995. Lo
anterior permitió que en lugar de entrar a liquidar inexorablemente a la empresa por cuanto se reúnen los
supuestos de la quiebra sin entrar a estudiar otros aspectos como es la buena fe del comerciante, se abre
la posibilidad al empresario de que presente una formula junto con sus acreedores, buscando la
recuperación de la empresa y su continuación en el tráfico mercantil.
Otro principio del proyecto de ley es la unificación del trámite concursal con la que se busca eliminar las
diferencias en el tratamiento de los distintos tipos de deudores, puesto que se establece un solo trámite
que se inicia en forma común para las empresas que se pueden recuperar y para aquellas que por
diferentes razones deben liquidarse; de esta forma se ahorran grandes esfuerzos, pues anteriormente se
veían en la obligación de acudir a procesos diferentes y ante autoridades distintas, esto es, en el caso de
concordato debían dirigirse a la Superintendencia de Sociedades y en caso de quiebra ante el juez,
mediando entre uno y otro un período largo que deterioraba aún más la situación económica del deudor,
haciendo que en muchas oportunidades fuera nugatorio el derecho de los acreedores y terceros en el
proceso.
Los principios más importantes de los procesos concursales son el de universalidad e igualdad entre acreedores,
también conocido como par conditioomnium creditorum. De acuerdo con el primer principio, todos los bienes del
deudor conforman una masa patrimonial que se constituye en prenda general de garantía de los acreedores;
correlativamente, los acreedores establecen una comunidad de pérdidas, lo que significa que sus créditos serán
cancelados a prorrata, o en proporción a las posibilidades económicas, una vez realizada la venta de los bienes del
deudor. El principio de igualdad entre acreedores, por su parte, establece que todos los interesados deben
hacerse parte dentro del proceso concursal, respetando de forma rigurosa los procedimientos, recursos y cargas
previstas por el legislador para la participación en el concurso. Es evidente que todos los procedimientos legales
deben ser respetados, en virtud del carácter general y abstracto de la ley; sin embargo, en el caso de los concursos
de acreedores, esta exigencia hace parte de la naturaleza del proceso, pues si se toma en cuenta la limitación
patrimonial que se enfrenta al iniciarse una liquidación obligatoria, la posibilidad de que algunos acreedores
persigan sus intereses por vías privilegiadas, o la flexibilidad en cuanto al cumplimiento de los términos
procesales, implicaría una afectación del conjunto de acreedores, particularmente de los más vulnerables, que
suelen ser trabajadores y pensionados. T-079 de 2010.
La universalidad
El procedimiento de ejecución patrimonial del derecho romano clásico comprende todos los bienes del
deudor; de allí que el embargo reciba el nombre de missio in bona, es decir, en los bienes de una persona, sin
otra especificación.
Lo mismo en relación con la venta propiamente tal, que recae en todos los bienes y se llama bonorum
venditio. Quizá el hecho de que sean todos los bienes de una persona los que se encuentren sometidos a
embargo y posterior venta, pueda responder a los principios arcaicos de la ejecución, que se vinculaban a la
persona del deudor. Más tarde, aunque superada esta forma de ejecución, es, de todos modos, el patrimonio
entero de la persona el que está afecto a responsabilidad, entendiendo así que éste representa a la persona
del deudor. Es por esto que en caso de no resultar suficiente para satisfacer todos los créditos, el deudor
continuaba vinculado a sus acreedores por los saldos insolutos, y no asumía nunca esa responsabilidad el
comprador de los bienes (bonorum emptor).
La concursalidad:
Aunque en derecho romano no se hace la distinción entre ejecución singular y ejecución colectiva, suponemos
que el procedimiento concursal clásico, realizado bajo la forma de una bonorum venditio, se aplicaba, en
general, a casos en que existían varios acreedores. Esta suposición se basa en la observación de las normas
edictales que regulan el procedimiento, de las cuales se puede deducir claramente la concurrencia; al
establecerse las facultades que tienen los acreedores para revisar las cuentas del deudor y para hacer un
bosquejo de inventario, tarea que pueden delegar en uno de ellos.
Jurisdicción:
En el derecho romano el procedimiento concursal en la forma de bonorum venditio, que se encontraba
regulado minuciosamente por el edicto del pretor, se iniciaba por un decreto del magistrado competente,
cuando se daba alguna de las causas que permitían solicitar su apertura. Estas causas, además, tienen una
relación con el proceso; se configuraban, ya sea como un modo de ejecutar una condena impaga o de forzar al
pago de una deuda confesada y de liquidar un patrimonio cedido por el deudor, ya sea como una sanción a
ciertas actitudes que obstaculizaban la marcha del proceso, como era la indefensión y el ocultamiento.
Las ESAL acceden a los beneficios establecidos en la Ley 1116 del 2006. Al respecto, la Superintendencia de
Sociedades, ha señalado que las corporaciones y otras especies de entidades sin ánimo de lucro, no se
encuentran excluidas del régimen de insolvencia establecido por la Ley 1116 de 2006, sin embargo, la
competencia le corresponde a los jueces civiles del circuito que conocen de los procesos concursales de las
personas jurídicas diferentes de las sociedades y empresas unipersonales, es decir, asociaciones,
corporaciones y fundaciones.
Con la expedición del Decreto Ley 560 del 15 de abril de 2020, por medio del cual se determinaron Medidas
Transitorias Especiales en Materia de Procesos de Insolvencia, existe hoy la siguiente opción:
Procedimiento de recuperación empresarial en las cámaras de comercio. Es un mecanismo expedito ante las
cámaras de comercio, o sus centros de conciliación, en donde se negocia la fórmula de recuperación
empresarial para su posterior validación judicial por la Superintendencia de Sociedades, o el juez civil del
circuito, según corresponda.
Este procedimiento tendrá una duración máxima de tres (3) meses. Desde el inicio del procedimiento hay unos
beneficios para el deudor, entre ellos, la suspensión de procesos de ejecución, cobro coactivo, restitución de
tenencia y ejecución de garantías, respecto a todos los acreedores.
Los jueces civiles del circuito conocerán de los procesos concursales de las personas jurídicas diferentes de las sociedades y
empresas unipersonales, es decir, asociaciones, corporaciones y fundaciones - Oficio 220-154885 Del 21 De Diciembre de
2010- Como puede colegirse de lo expuesto, las personas jurídicas no comerciantes, tales como las corporaciones y otras
especies de entidades sin ánimo de lucro, no se encuentran excluidas del régimen de insolvencia establecido por la Ley 1116
de 2006; no obstante, cuando estas deban someterse a un régimen especial de liquidación deberán estarse al mismo y en
este evento, tal como se planteó en el numeral 9.° antes citado, se entenderán excluidas de los procesos contemplados en
la mencionada Ley 1116