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Terapia de sonido con cuencos tibetanos

¿Qué es la terapia de sonido con cuencos tibetanos?


Son unos cuencos metálicos que están realizados artesanalmente en una aleación de varios
metales y tienen una forma y un temple especiales que les permite sonar al ser frotados en
su borde con una vaqueta de madera. Producen una gama de sonidos armónicos o
sobretonos (un sonido fundamental del cual se desprenden otros más agudos que guardan
una relación armónica entre sí) ytienen una sonoridad que perdura por largo tiempo
expandiéndose por todo el ambiente, cambiando la vibración de su entorno.

¿En qué se basa la terapia de sonido con cuencos


tibetanos?
La terapia del sonido se fundamente en este principio de "resonancia en simpatía o
solidaria". El término resonancia se refiere al índice vibratorio de un objeto, y la resonancia
solidaria o en simpatía se refiere al hecho de que un objeto vibrante provoca una vibración
acompasada en otro; dicho de otro modo, el índice de vibración de un objeto se iguala al
índice de vibración de otro objeto. Así es como actúa la cimática, y a esto se debe también
el hecho de que algunas cantantes de ópera sean capaces de romper objetos de cristal con
sus voces, o de que el ruido de los vehículos en circulación provoque el traqueteo de sus
muebles. Ya hemos demostrado que cada parte del cuerpo y sus campos están vibrando. Es,
pues, lógico que cada parte del cuerpo, se trate de un órgano o de un chakra, tenga una
frecuencia (índice de vibración) óptima, sana. Cuando estamos enfermos, se debe a que
alguna parte de nosotros no está vibrando en armonía consigo misma, con las demás partes
o con el entorno. Esta disonancia o enfermedad puede sanarse con sonido y voluntad
(intención)‚ devolviendo a las partes enfermas su frecuencia sana.

¿En qué nos puede ayudar la terapia de sonido con


cuencos tibetanos?
Los cuencos tibetanos tienen un inconfundible efecto sobre las personas. Debido a esto, se
utilizan cada vez más con fines terapéuticos ya que al dirigir el sonido correcto hacia
nosotros mismos, o hacia la persona que desea ser curada, podremos regresar a una
vibración óptima, sana.
Algunos de los modos en que el sonido puede ayudar en la sanación:

• Alivio del estrés y la ansiedad.


• Mejora de la concentración.
• Mejora de la creatividad.
• Mejora de la visión (física, mental y espiritual).
• Equilibrio de los hemisferios cerebrales.
• Restablecimiento del equilibrio del sistema endocrino mediante la vibración de la
hipófisis o pituitaria.
• Alivio de la sinusitis y los dolores de cabeza.
• Estímulo de la actividad de las ondas alfa o meditación profunda.
• Aumento de la energía por medio de la estimulación del líquido cefalorraquídeo
(posiblemente la forma física de la energía kundalini).
• Equilibrio y limpieza de los chakras y del aura (y los órganos y glándulas
correspondientes).
• Limpieza del entorno.
• Fácil acceso a la intuición y a la conciencia superiores.

Origen e Historia de la terapia de sonido con cuencos


tibetanos
El concepto del sonido como medio capaz de transportar el espíritu humano a un estado
diferente de conciencia es tan antiguo como la propia humanidad. Es un concepto que se
puede observar en cualquier parte, en todo momento, no sólo en el hombre sino también en
animales. Los sonidos sin palabras transmiten mensajes que van acompañados por estados
que se extienden desde la tensión a la relajación, inquietud por el sentido de bienestar.

Los animales pueden atraerse o ahuyentarse los unos a los otros, tranquilizándose o
asustándose entre sí con sonidos. El hombre no es diferente. Toda madre está familiarizada
con la comunicación entre ella y su nuevo hijo recién nacido. Responde inmediatamente al
llanto del niño y su suave tarareo arrulla al niño al sueño. Esto no es nuevo; es un hecho de
la naturaleza que todos podemos utilizar si tenemos la habilidad de producir sonidos. Lo
que puede ser nuevo es que algunas personas, como también algunos animales, pueden
producir sonidos utilizando objetos en vez de los órganos de sus propios cuerpos. Para
empezar, el cuerpo produce muchos otros sonidos: latido del corazón, circulación,
digestión.
Objetos exteriores al cuerpo también pueden producir sonidos, ya sea por sí solos o cuando
los utiliza el hombre. Se pueden lanzar, agitar, golpear, soplar o frotar entre sí. Cada uno de
estos sonidos tiene un efecto específico: te pueden poner la carne de gallina o simplemente
producir un sentimiento placentero. Hacen aparecer sentimientos y también imágenes.

Autor: Ignasi Alcalde


Terapeuta de sonido

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