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El Hombre y La Máquina 0121-0777: Issn: Maquina@uao - Edu.co
El Hombre y La Máquina 0121-0777: Issn: Maquina@uao - Edu.co
ISSN: 0121-0777
maquina@uao.edu.co
Universidad Autónoma de Occidente
Colombia
Resumen
Este artículo está dedicado
DXQWHPDIXQGDPHQWDOGHODÀ-
losofía moral: la verdad moral y
su relación con el juicio político.
No se trata de una generalización
teórica sino de un ejercicio crítico
interpretativo de uno de los pasa-
jes que a propósito de la verdad
ha sido más frecuentemente
FLWDGRHQODOLWHUDWXUDÀORVyÀFD
política, jurídica y religiosa en
Occidente: el juicio de Jesús en
la escritura neotestamentaria.
Esta exposición asume una labor
interpretativa frente al enigma de
la verdad planteado paradigmáti-
camente por el evangelista Juan
en boca del gobernador Poncio
Pilatos. En su desarrollo son
cuestionadas las interpretaciones
que ofrecen Gadamer (1994) y
Kelsen (1977) de la postura de
Pilatos en el juicio la cual han
*
jagchavarriaga@gmail.com Magíster en Filosofía del Lenguaje – Licenciado en Filosofía (Universidad del Valle) Profesor Asociado del Departamento de Filosofía
de la Universidad del Valle Investigador del Grupo Hermes (Universidad del Valle) y miembro del Centro de Estudios de Bioética (Universidad del Cauca). Es autor
GHORVOLEURV(YLGHQFLDLQWXLFLyQ\PtVWLFD/DLQYHQFLyQWpFQLFD8QGHEDWHHQWRUQRDODFRQFLHQFLDGXDOLVPR\HSLIHQRPHQDOLVPR/HMRV
GHODQRFKH\FRDXWRUGH(OFDEDOOHURGHODWULVWHÀJXUDHQSUHQVD&XDGHUQRVGHHSLVWHPRORJtD,&XDGHUQRVGHHSLVWHPRORJtD,,\,,,3HUV-
SHFWLYDVGHLQYHVWLJDFLyQSDUDHO&DXFD8QDFRQVWUXFFLyQLQWHUGLVFLSOLQDULDVREUHODWHFQRORJtD\VXLPSDFWRHQHOHQWRUQR6REUHFLHQFLDWpFQLFD\VRFLHGDG
)LORVRItDHQWLHPSRUHDO(QWUHVXVDUWtFXORVVHGHVWDFDQ´8QDpWLFDSDUDODWHFQRORJtDµHQ%ROHWtQ95,´0LVWHULRYLWDO\VHQWLPLHQWRWUiJLFR
en Unamuno” en Intersticios (2007), “Verdad y fortuna en la enunciación” en Revista de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad
GHO&DXFD´4XpVLJQLÀFDVHJXLUHVWXGLRVGHÀORVRItDµHQ+XPDQLGDGHV´/DHYROXFLyQGHODWHRUtDFDXVDOGHOVLJQLÀFDGRµHQ3UD[LV\´8QD
WLSRORJtDGHODUDFLRQDOLGDGµHQ+XPDQLWDV
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40 (O+RPEUH\OD0iTXLQD1R(QHUR-XQLRGH
La verdad cuestionada por Pilatos.
John Alexander Giraldo Chavarriaga Una cuestión procesal entre el relativismo moral y el absolutismo jurídico
sento mi idea central: que el juicio cual cualquiera puede ser un testigo
asistido por Pilatos es la expresión sin privilegios. La verdad adquiere
de un escepticismo decadente que DTXt VLJQLÀFDFLRQHV ÀORVyÀFDV \
FRQÀJXUD XQ VXEMHWLYLVPR PRUDO teológicas. Finalizo el artículo con
en la forma de un relativismo moral la citación de algunas recreaciones
degradado. Relativismo que en la OLWHUDULDVHQODVTXHODÀFFLyQSUH-
administración pública conlleva al tende suplir a posteriori el forzado
absolutismo jurídico, desfavorable silencio de Jesús frente a preguntas
a la democracia y a sus principios de Pilatos. Quedará abierta al lector
rectores de libertad, tolerancia e la posibilidad de recrearse en estos
igualdad. VLJQLÀFDWLYRV LQWHQWRV SRU UHGLPLU
En tercer lugar, bajo el acápite aquel espaldarazo político a la elo-
/DYHUGDGDFDOODGDGH-HV~VUHOL cuencia del discurso moral. Creo
JLRVLGDGGHFDUDDOMXLFLRSROtWLFR, que el camino hasta aquí trazado
controvierto el fallo sedimen- SHUPLWLUiODPHMRULGHQWLÀFDFLyQGH
tado históricamente, de un Pilatos las tesis defendidas y la elaboración
moralmente neutral en su senten- de los juicios conclusivos a los que
cia. Reconstruyo el marco legal haya lugar.
y religioso de la administración
de la pena capital por rebelión o
conspiración y por blasfemia (como La pregunta por la verdad
OD DÀUPDFLyQ GH PHVLDQLVPR VLQ
aporte de pruebas contundentes) /D SUHJXQWD SRU HO VLJQLÀFDGR
respectivamente, para mostrar el de la palabra “verdad” ha ocupado
inadecuado tratamiento procesal a OD PHQWH GH ORV ÀOyVRIRV GHVGH HO
Jesús. Planteo así la hipótesis de PLVPRPRPHQWRHQTXHODÀORVRItD
un juicio político “conveniente” buscó la forma de validación del co-
que buscó satisfacer la ira de algu- nocimiento del mundo y del hombre
nos judíos y enfocó las acciones mismo. Sin embargo, las referencias
imperiales contra un solo hombre, a lo verdadero son aún más antiguas
como dispositivo de control social TXH OD ÀORVRItD /D FDOLÀFDFLyQ GH
so pretexto de sedición. En cuarto algo como verdadero o falso tiene
lugar, bajo el título /DYHUGDGSUR lugar en el lenguaje cuando se des-
FHVDO HQ FXHVWLyQ \ ODV IDQWDVtDV cubre la posibilidad de la mente de
DEVROXWRULDVGHODSRVWHULGDGexa- representarse el mundo inadecuada-
minaré las respuestas de Jesús en el mente o la capacidad del habla para
juicio como intentos dialécticos de enunciar lo que no ha tenido lugar;
defensa y desenmascaramiento de es decir, cuando el ser humano se en-
la falta de autonomía y de los inte- cuentra ante la posibilidad de engaño
reses que alientan el interrogatorio a través del lenguaje o del pensa-
de Pilatos. Su actuación abierta en miento. Sabemos que el pensamiento
el espacio público, la calumnia de no pueda darse sin un lenguaje que
los testimonios de sus acusadores lo articule y que el lenguaje expresa
y la disociación de las nociones la posibilidad de lo que es pensable.
mundano-extramundano, sustentan Esta doble y recíproca relación entre
esta defensa, asegurándolo de no una instancia mental y otra lingüís-
haber hecho nada a espaldas del tica es en esencia la expresión tanto
Estado. Reprueba que cualquiera interna como externa de una misma
pueda ser testigo en el juicio y limita realidad de la racionalidad humana.
las implicaciones de sus acciones al La verdad aparece como el marcador
ámbito estrictamente religioso. En de una relación compleja y no del
este diálogo Jesús subraya el ca- todo clara, entre lo que se dice y lo
rácter abierto de la verdad frente al que se cree o entre lo que se cree y
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La verdad cuestionada por Pilatos.
John Alexander Giraldo Chavarriaga Una cuestión procesal entre el relativismo moral y el absolutismo jurídico
“Tú lo dices. Yo para eso he nacido ción del poder entre el “rey” judío y
y para eso he venido al mundo: para el gobernador romano sería la clave
dar testimonio de la verdad. Todo de tal equilibrio. Si consideramos
el que es de la verdad escucha mi estas apreciaciones desde un punto
voz”. Pilatos le dijo: “¿Y qué es la de vista crítico, encontramos que no
YHUGDG"µ'LFKRHVWRVDOLyIXHUDRWUD hubo tan paradigmático equilibrio
vez y dijo a los judíos: “Yo no en- en la difícil situación política y re-
cuentro en él culpa alguna” (Jn 18, ligiosa de Judea bajo el segundo go-
1RVRQSRFRVORVÀOyVRIRV bierno imperial. Pese a ser ley que
que han prestado atención a este el imperio respetaría las creencias
interrogatorio. Mencionaré solo al- religiosas y las prácticas culturales
gunos: Voltaire, luego de citarlo en de las provincias ocupadas, eran
VX'LFFLRQDULRÀORVyÀFRFRPHQWD frecuentes los levantamientos de la
con un poco de ironía que es “una comunidad judía contra el Estado,
lástima para el género humano que ya por su política tributaria, ya por
Pilatos se fuera sin esperar la con- la ofensa que las acciones romanas
testación de Jesús porque si hubiera representaban para las tradiciones
tenido paciencia, sabríamos lo que hebreas, especialmente por la for-
es la verdad”1. Nietzsche conside- ma peculiar judía de administrar la
raba que este era el único pasaje justicia en relación con las obliga-
del Nuevo Testamento que valía ciones morales de orden religioso.
la pena, justamente por el “razo-
Aunque la situación excep-
nable” escepticismo de un Pilatos
cional de tolerancia y libertad que
que encara al fanatismo. Más cerca
evoca Gadamer no haya existido
de nuestro tiempo, Gadamer anotó
realmente en aquel contexto, la
que la pregunta por la verdad, “en el
conclusión general que extrae de
sentido en que la formuló Pilatos si-
la situación política es correcta:
gue presidiendo hoy nuestra vida”2.
debido a las repercusiones políti-
La interpretación que ofrece cas de la búsqueda de la verdad,
Gadamer en un artículo de 1957, el “investigador” –quien busca la
titulado ¢4XpHVODYHUGDG" centra verdad– se ve tentado a aceptar y
la atención en la postura de Pila- enunciar como verdadero lo que le
tos calificándola como liberal y dicta la opinión pública o los inte-
tolerante. Para este hermeneuta la reses estatales. Este serio problema
SUHJXQWD GHO SURFXUDGRU VLJQLÀFD para la búsqueda objetiva de la
TXH´ORDÀUPDGRFRPRYHUGDGSRU verdad y para su reconocimiento de
un hombre como Jesús no afecta la misma en el discurso de quienes
al Estado para nada”. Sobre este la anuncian, es constante en la vida
significado el filósofo construye pública. Afecta no sólo el ámbito
la idea de un Estado imperial to- de la opinión sino también el de la
lerante, VXLJHQHULV, que ha podido ciencia, pero es en el terreno políti-
alcanzar un equilibrio político en co donde se debate. Gadamer, con
el ejercicio de la libertad, sobre sus conceptos de libertad y toleran-
todo de la libertad de expresión. cia, cae en una ilusión semejante a
Esta condición especial se debería la que cegara al gran exponente del
a la existencia de dos poderes en la positivismo jurídico: Hans Kelsen,
situación política y jurídica de las a propósito de su concepción de la
FRORQLDVURPDQDVGRQGHODÁXFWXD- democracia. En su obra Esencia
92/7$,5('LFFLRQDULRÀORVyÀFR7RPR,,,(GLWRULDO$UDXMR%XHQRV$LUHVS
*$'$0(5+DQV*HRUJ´¢4XpHVODYHUGDG"µHQ9HUGDG\0pWRGR,,(GLFLRQHV6tJXHPH6DODPDQFDS
,EtG
46 (O+RPEUH\OD0iTXLQD1R(QHUR-XQLRGH
La verdad cuestionada por Pilatos.
John Alexander Giraldo Chavarriaga Una cuestión procesal entre el relativismo moral y el absolutismo jurídico
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+HJHO*HRUJ:LOKHOP)ULHGULFK/DFLHQFLDGHODOyJLFD(GLFLRQHV6RODU%XHQRV$LUHVHGLFLyQ
(O+RPEUH\OD0iTXLQD1R(QHUR-XQLRGH 47
La verdad cuestionada por Pilatos.
John Alexander Giraldo Chavarriaga Una cuestión procesal entre el relativismo moral y el absolutismo jurídico
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evangelios, pero que Mateo incluye por su familiaridad con las costumbres judías, ya que no con las romanas. ASIMOV, Isaac. *XtDGHOD%LEOLD. 1XHYR7HVWDPHQWR
3OD]D -DQpV(GLWRUHV6$%DUFHORQDS
(VWRFRQFXHUGDFRQ/XFDV
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La verdad cuestionada por Pilatos.
John Alexander Giraldo Chavarriaga Una cuestión procesal entre el relativismo moral y el absolutismo jurídico
que este partidismo de los evange- Para ser efectiva o legal ésta debía
listas a favor del poder imperial, (el ser impuesta por la justicia romana
mismo que perseguiría al cristianis- que se reservaba el derecho de ad-
mo primitivo) o es revelador de una ministrar la pena capital (LXVJODGLL)
excesiva ingenuidad política o bien en las provincias sometidas al impe-
oculta alguna intencionalidad. Hay rio, entre ellas, Judea. Para esto, el
quienes han explicado este apoyo juicio religioso por blasfemia debía
D OD ÀJXUD GHO JREHUQDGRU FRPR convertirse en un juicio político por
un intento de recargar la culpa en rebelión o conspiración. En cuanto
el pueblo judío, cuya ortodoxia no al juicio religioso, que fue llevado
aceptaba el espíritu reformista del a cabo por el Sanedrín, se sabe que
cristianismo; recordemos al evan- en la época, según las leyes judías,
gelista: “todo el pueblo respondió: OD DÀUPDFLyQ GH PHVLDQLVPR VLQ
que su sangre caiga sobre nosotros aporte de pruebas contundentes era
y sobre nuestros hijos” (Mt 27, 25). considerada un delito grave cuyo
Esta declaración, construida por el castigo era la muerte. En el Levítico
evangelista, logró su estatus de ver- VHHVWDEOHFHTXHODPXHUWH
dad y se convirtió en una verdadera por lapidación debía ejecutarla toda
condena para muchas generaciones la asamblea a quien blasfemare en
de judíos. Si el Evangelio de Mateo, nombre de Yavhé. Pero las leyes
como asegura Asimov adquiere este cambiaron bajo la administración
talante por la tendencia del evange- romana que prohibió la ejecución
lista a “interpretar y describir todas de la pena capital por las propias
las cosas de acuerdo con las profe- manos judías. Aunque las escrituras
cías, liturgia y lenguaje del Antiguo son enfáticas en querer mostrar que
Testamento”8, podríamos decir que la condena de Jesús es parte de una
en contraste, el cuarto evangelio conspiración del Sanedrín, motiva-
fue escrito como una apologética da por la envidia y por el sentimien-
romana, al menos en el pasaje es- to de desautorización de los sumos
tudiado. En esos tiempos ganarse el sacerdotes ante la nueva prédica, el
favor imperial era fundamental para carácter mesiánico de Jesús se va
la supervivencia del cristianismo, SHUÀODQGRHQODVYLYHQFLDVFRQORV
especialmente porque los gentiles9, apóstoles según la narración de los
más que los judíos de quienes los evangelios sinópticos y es un signo
cristianos se habían separado irre- constante en el cuarto evangelio.
vocablemente, eran los llamados a Las pruebas a favor del mesianismo
la hermandad de Cristo. eran básicamente los milagros, y se
En torno a la pasión hay un sabe que los testimonios al respecto
enfrentamiento velado, quizá in- fueron tomados por las autoridades
advertido por los mismos evange- judías como pruebas de actos con
listas, entre dos concepciones de la mediación demoníaca y no divina.
verdad: la de Cristo, a la que se le Es probable que Herodes Antipas,
ha negado su aclaración discursiva, tetrarca de Galilea, a quien Pilatos
y la de Pilatos, que se hace patente remitió el reo por haber nacido en
en la conducción del juicio. Con su jurisdicción, esperara que Jesús
referencia al juicio, correspondía al obrara ante su presencia algún
procurador decidir o no la condena a milagro para poder absolverlo en
muerte de Jesús, ya que la sentencia consideración de la ley judaica (Lc
del tribunal judío era la pena mayor. GHPRGRTXHQRREWHQLHQGR
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La verdad cuestionada por Pilatos.
John Alexander Giraldo Chavarriaga Una cuestión procesal entre el relativismo moral y el absolutismo jurídico
10 Voltaire, Op.citS
3DUDHOHVSHFLDOLVWD)HOLSH)HUQiQGH]5DPRVHVFODURTXHHOMXLFLRDQWH3LODWRVWLHQHXQDFRQÀJXUDFLyQGUDPiWLFDWHDWUDOHQODTXHVHGHÀQHQGRVHVFHQDULRVHOLQWHULRU
GHOSUHWRULR\VXH[WHULRU(QHOLQWHULRUWLHQHOXJDUHOGLiORJRHQWUH-HV~V\3LODWRV\HQHOH[WHULRUHOGH3LODWRV\ORVMXGtRV&IU1RWDD-QHQLa Biblia
SDUDHOSXHEORGH'LRV(GLFLyQWRWDOPHQWHUHQRYDGD(GLFLyQ(GLWRULDO6DQ3DEOR%RJRWiS3DUD)HUQiQGH]-HV~V\HOFULVWLDQLVPRHQWUDQHQ
FRQIURQWDFLyQFRQ5RPDHQODSHUVRQDGHOSURFXUDGRUSHURHVDFRQIURQWDFLyQQRVHPDQLÀHVWDHQQLQJXQRGHORVGLiORJRVQHRWHVWDPHQWDULRVTXHUHJLVWUDQHOMXLFLR
0iVDGHFXDGRVHUtDGHFLUTXHODMXVWLFLDURPDQDHQODSHUVRQDGHOSURFXUDGRULQWHQWDPHGLDUXQFRQÁLFWRUHOLJLRVRSDUDWHUPLQDUFRQYLUWLpQGRVHHQLQVWUXPHQWRGH
ORVÀQHVGHODSDUWHDFXVDGRUD(VWDSRVLFLyQPHGLiWLFDGH3LODWRVHVLJXDOPHQWHWHDWUDOYDGHXQHVFHQDULRDRWURGHODFXVDGRDORVDFXVDGRUHV\HQQLQJ~QFDVR
SDUHFHREWHQHUGHHOORVORTXHHVWDUtDPiVFRQIRUPHFRQVXYROXQWDG6LQHPEDUJR3LODWRVQRVHPDQWHQGUtDSRUPXFKRWLHPSRHQHOSRGHU\DTXHKDFLDHODxR
fue depuesto de su cargo por las continuas trifulcas que se presentaban entre samaritanos y judíos.
&IU.DQW,PPDQXHO´¢4XpHVOD,OXVWUDFLyQ"µHQ)LORVRItDGHODKLVWRULD)&(%RJRWi'&SS
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La verdad cuestionada por Pilatos.
John Alexander Giraldo Chavarriaga Una cuestión procesal entre el relativismo moral y el absolutismo jurídico
público y privado, puede ser vista Jesús. Esto último debía tener un
como una aberración en casos como mayor interés para un romano cuya
este: una declaración pública de la función principal era mantener la
inocencia del reo, acompañada de estabilidad del poder imperial en
una sentencia privada de muerte. ODFRORQLDMXGtDDOÀQGHFXHQWDV
Pilatos preludia el desenlace fatídi- como lo manifestaron los sumos
co, por eso pregunta retóricamente: sacerdotes: “todo el que se hace rey
´¢\ TXp HV OD YHUGDG"µ GDQGR OD va contra el César” (Juan 18, 12).
espalda a su único interlocutor y
Pilatos parece abstraerse mo-
aprestándose a cumplir su papel
mentáneamente de la naturaleza
como facilitador de la voluntad
real del problema que le ha llegado
de los acusadores. Para Pilatos,
desde la casa de Caifás. No impugna
para los judíos14 y para los mismos
cristianos que esperaban el cumpli- a Jesús burlándose de su respuesta.
miento de las escrituras, ODYHUGDG Tampoco trata de explorar el senti-
FRPRLOXVLyQKDWULXQIDGR. do metafórico de su reinado. Y en
cuanto a la verdad, no esgrime un
Volvamos a la pregunta. Una argumento DGKRPLQHQ diciéndole,
parte de la respuesta que da Jesús por ejemplo: ¿y quien eres tú para
al ser interrogado por Pilatos sobre GDUWHVWLPRQLRGHODYHUGDG"7DP-
ODDWULEXFLyQGHOKRQRUtÀFRHVWDWXV poco plantea una generalización de
de rey de los judíos, involucra la este argumento diciendo, por ejem-
verdad como algo de lo que puede plo, ¿Quién puede decir lo que es la
darse testimonio, pero también YHUGDG" 1R QDGD GH HVWR 3LODWRV
como algo que es objeto de adhe- centra su atención en la Verdad (con
sión: “(...) he venido al mundo: para mayúscula inicial) como si quisiera
dar testimonio de la verdad. Todo evidenciar que no es posible una
el que es de la verdad escucha mi GHÀQLFLyQVDWLVIDFWRULDGHODPLVPD
voz”. Hablar con verdad (ser ve- o que es imposible concebirla de
raz)15 y adherir a la verdad son, de manera absoluta. En este diálogo,
hecho, las principales acciones que la verdad aparece desde la pers-
median las relaciones de interlocu- pectiva de los evangelistas como
ción en torno a la verdad. Y dichas la categoría más representativa, al
acciones las fomentaba Jesús en DGTXLULU VLJQLÀFDFLRQHV ÀORVyÀFDV
el espacio público, al subrayar el y teológicas. Este aspecto ha sido
carácter abierto de la verdad, frente subrayado en la importante novela
al cual cada quien se convierte en de Jesús Capo sobre Jesús de Naza-
un testigo sin privilegios. Pero
reth, en la que tras la respuesta de
Pilatos se desplaza de este ámbito
Jesús a la pregunta por su identidad
DXQRPiVDEVWUDFWRHOTXHFRQÀ-
real, se expone que Pilatos preguntó
gura la esencia de la verdad. Así, ha
qué es la verdad, “tratando de cap-
puesto el énfasis en la verdad, más
tar la clave de la frase, aunque a él
SUHFLVDPHQWHHQODGHÀQLFLyQGHOD
OD ÀORVRItD GH DTXHO JDOLOHR OH HUD
verdad, cuando bien podría haber
indiferente”.17
preguntado sobre los pretendidos
derechos regios declarados por Ninguno de los evangelios
6LQHPEDUJR3LODWRVQRVHPDQWHQGUtDSRUPXFKRWLHPSRHQHOSRGHU\DTXHKDFLDHODxRIXHGHSXHVWRGHVXFDUJRSRUODVFRQWLQXDVWULIXOFDVTXHVHSUHVHQWDEDQ
entre samaritanos y judíos.
14 La referencia general a los judíos y, por lo tanto, la responsabilidad del pueblo judío por la condena de Jesús, se desprende del tratamiento sin distinciones que les
da el evangelista Juan como relator tardío en una época en que cristianos y judíos están bien diferenciados. En consecuencia, Juan no distingue entre la comunidad
judía a los reales opositores de Jesús: fariseos, saduceos y escribas.
15 Por la dimensión ontológica que cobra el sentido de la verdad cristiana, Dios es mencionado en el evangelio de Juan como “el que es veraz” (Jn 7, 28).
&IU-Q
17 Capo, Jesús. (OKLMRGHOFDUSLQWHUR(GLWRULDO*ULMDOER6$6DQWLDJRGH&KLOHS
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La verdad cuestionada por Pilatos.
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&IU0W0U\/F
19 Platón, Apología de Sócrates. en Diálogos. T. I. Editorial Gredos. Madrid, 1985.
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DMHQDV\ODFRQÀDQ]DHQHQFRQWUDU
la verdad en el interlocutor por su
propia cuenta, siempre que éste
logre despojarse de los prejuicios.
El punto aquí es la distinción entre
lo falso y lo cierto; entre lo verda-
dero y lo aparente. La calumnia
está del lado de lo falso y se vale
de un relato verosímil para hacer
pasar una apariencia por algo ver-
dadero. Jesús emplea como táctica
argumentativa la disociación de las
nociones mundano-extramundano
para mostrar cómo las falsas acu-
saciones se fundan en la apariencia
de sus testimonios públicos, pero no
en la verdad de su mensaje.
Según las Escrituras, los que
prendieron a Jesús en el huerto de
Getsemaní, los maestros de la ley,
los sumos sacerdotes, los ancianos ésta del dominio de aquel. Por otra
y el Tribunal supremo en pleno, SDUWHDOYLQGLFDUHOVLJQLÀFDGRQR
reunidos en presencia del sumo literal o metafórico busca atribuir a
sacerdote Caifás, piden la muerte la expresión “rey de los judíos” un
de Jesús por haber blasfemado al sentido espiritual, no como admi-
declarar que era el hijo de Dios, nistrador de los bienes terrenales del
el Mesías (y con ello el rey de Is- pueblo de Judea, sino como pastor y
rael)20. En efecto, en un contexto liberador de almas, como autoridad
religioso durante la conformación sobre los bienes espirituales del
de su discipulado, Jesús aceptó ser pueblo. De este modo, al desvalorar
reconocido como rey de Israel (Jn, lo aparente como falso y mostrarlo
1, 49-50), y ahora, en el contexto como base de las acusaciones, Jesús
jurídico, en calidad de acusado ante intentaría mostrar la improcedencia
el procurador romano, se ve en la de un juicio político en su contra.
necesidad de reconocer el uso me- En contraposición, al manifestar la
tafórico del lenguaje que caracteriza naturaleza trascendental de su reino,
su prédica. Al decir enfáticamente Jesús buscaría limitar las implica-
que su reino no es de este mundo ciones de sus acciones al ámbito
y argumentar que si fuera de este
estrictamente religioso. Invirtamos
mundo sus V~EGLWRVOXFKDUtDQSDUD
la frase: “A Dios lo que es de Dios”
TXHQRIXHUDHQWUHJDGRDORVMXGtRV
y “Al César lo que es del César”.
-Q-HV~VLQWHQWDUtDSRUXQD
SDUWHDWULEXLUDOVLJQLÀFDGROLWHUDO Como ya anoté, también Jesús
de la expresión “rey de los judíos” ofrece una línea argumental de de-
un sentido aparente, del cual se deri- fensa al invocar su actuación en el
varía la lectura política de su predica espacio público: la verdad que ha
en términos de disputar al imperio pregonado la ha pregonado abier-
romano el poder sobre la provincia tamente21. Esto tiene al menos dos
de Judea o de ambicionar liberar a implicaciones: la primera, que no
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&IU-Q
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3RXODLQ-DTXHV/DDSXHVWDSRUODYHUGDG&UtWLFDGHODUD]yQSUDJPiWLFD(GLWRULDO([WUHPR2FFLGHQWH6DQWLDJRGH&DOL
1LHW]VFKH)ULHGULFK´0iVDOOiGHOELHQ\HOPDOµHQ2EUDV,QPRUWDOHV7RPR(GLFLRQHV7HRUHPD6$$UJHQWLQDS
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9ROWDLUH2SFLWS
,ELGSS
.D]DQW]DNLV1LNRV/D~OWLPDWHQWDFLyQ. Editorial Debate S.A. Madrid, 1997. p. 488.
(OHYDQJHOLRGH-XDQHVHO~QLFRTXHPHQFLRQDDHVWHIDULVHRPDHVWURGH,VUDHO\ORKDFHHQWUHVRFDVLRQHV-QTXHFRQVWLWX\HQORVWUHVPRPHQWRV
claves del relato: la conformación del discipulado, la conspiración de los fariseos y la muerte de Cristo. En la segunda de ellas, Nicodemo les invoca la ley a los
fariseos para reprocharles sus intenciones de prender a Jesús y condenarlo sin haberlo escuchado y conocer qué ha hecho.
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