La construcción de la URSS

Eliminada la democracia liberal, el nuevo gobierno bolchevique hubo de dar respuesta

a los problemas derivados de la revolución y a las reivindicaciones de su programa
político. Tras la caída del gobierno sin apenas resistencia y sin sangre se reunió, al día
siguiente el II Congreso de los Soviets de mayoría bolchevique designó un nuevo
gobierno denominado Consejo de Comisarios del Pueblo, que estaba presidido por
Lenin. Trotski, creador del Ejército Rojo fue puesto al frente de Asuntos Exteriores y
Stalin en Nacionalidades.
Las primeras medidas intentaban dar satisfacción a los lemas que habían caracterizado
la movilización revolucionaria, de forma que el Consejo aprobó cuatro decretos de gran
trascendencia. El primero establecía la paz a partir de un pacto con Alemania.
Formalmente el 5 de diciembre de 1917 se firmó el armisticio al que siguió el Tratado
de Paz de Brest-Litovsk que impuso a Rusia el abandono de amplios territorios (Países
Bálticos, Polonia, Finlandia y Ucrania), un alto precio a cambio de la paz que el nuevo
gobierno consideraba imprescindible para consolidar la revolución. En segundo lugar,
un decreto sobre la tierra abolía las grandes propiedades y ponía las bases para el
reparto de la tierra, que era la principal reivindicación de los campesinos pretendiendo
así ampliar los apoyos. Mediante otro decreto, no menos esperado, los complejos
industriales pasarían a estar bajo el control de los delegados obreros. Una disposición
sobre las nacionalidades determinaba las relaciones entre los pueblos, con el derecho de
constituirse en Estados autónomos.
La organización de las instituciones quedó plasmada en la Constitución de 1918, que
estaba precedida de una Declaración de los Derechos del Pueblo Trabajador. Quedaba
reconocida una República de los Soviets de Diputados Obreros, Soldados y Campesinos
y se fundaba sobre la unión de naciones libres como federación de repúblicas soviéticas.
El máximo órgano era el Congreso Pan Ruso de los Soviets, que designaba al Comité
Ejecutivo y éste, al Consejo de Comisarios del Pueblo.Los sectores opuestos a la
revolución impidieron que la paz fuera una realidad. Los apoyos del zarismo, dirigidos
por generales blancos con la ayuda rápida de Gran Bretaña, EEUU, Francia y Japón
extendieron la guerra civil entre rojos (el gobierno salido de la revolución soviética) y
blancos (incluía a toda la oposición, tanto zarista como liberal).