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ILUMINA TU HOGAR

APORTA BIENESTAR A TU
VIVIENDA
Amplia tu vivienda creando ambientes de luz
La iluminación es fundamental para dar un ambiente agradable a tu hogar. A lo
largo del día es fundamental aprovechar la luz natural al máximo ya que es la
forma más sostenible, tanto desde el punto de vista ecológico como
económico. Además, con ello conseguirás darles a tus espacios la luz más
confortable que existe. Sin embargo, una vez se pone el sol, es importante
pensar en iluminar cada habitación en función de las actividades que vayas a
desarrollar en ellas, teniendo en cuenta que las luces de mayor intensidad
deben estar en las zonas de mayor actividad.
Escogiendo una iluminación general con la intensidad adecuada en tu vivienda,
conseguirás ampliar tus habitaciones. Ahora bien, es importante acompañar
esta luz general, que crea ambientes planos (percibiéndose las dimensiones
reales de la habitación) con luminarias adicionales con las que conseguirás
esta sensación de amplitud.
Por esta razón necesitarás mayor número de luminarias para conseguir este
efecto. Por ejemplo, en un espacio como el salón puedes combinar hasta seis
puntos de luz distintos, de forma que se creen ambientes dinámicos: luces
puntuales para zonas concretas como librerías, coloca algunos puntos de luz
con el haz hacia el techo o las paredes donde coloques cuadros o deja una
zona amplia en sombra para disimular las medidas pequeñas de la estancia
como son los espacios en esquina.
De modo general debes tener en cuenta que si se instalan varios tipos de luces
según las zonas que quieras enmarcar dentro de un mismo espacio, deberás
contar con diferentes pulsadores y orientar las luces en diferentes sentidos ya
que es mejor no abusar del número de lámparas y recurrir a modelos
versátiles. 
 

ELIJE TUS LUMINARIAS


CREA AMBIENTES
ACOGEDORES
Iluminar cada estancia con la intensidad y el tono de luz que nuestro cuerpo
necesita influye positivamente en nuestra salud y bienestar. Si tu intención es
crear zonas para actividades distintas, es importante delimitar las zonas, pero
es aconsejable no saturar el espacio en más de tres zonas. Para conseguir
esta sensación, lo ideal es combinar luz ambiental con luz puntual:
Luz ambiental: ilumina de forma general la estancia. Esta iluminación se debe
lograr con diferentes puntos de luz a través de luminarias que actúan como luz
general y que reproduzcan de manera fiel la luz natural para crear esa
sensación de bienestar.
Si colocas puntos de luz con el haz dirigido hacia el techo o las paredes, se
crearán zonas de sombras que disimularán el tamaño de la habitación creando
una sensación de mayor amplitud.
Luz puntual: si tu vivienda tiene falso techo, las fuentes de luz deben quedar
ocultas a modo de downlights (luces encastradas). En caso contrario habrá que
colocar luminarias de superficie tipo plafón.
Lo que se consigue con estas fuentes de luz orientables, que se instalan en
paredes y techos, es iluminar habitaciones dando sensación de amplitud.
Puede ser en una librería de forma puntual, destacando un cuadro, etc. Es
importante procurar no iluminar objetos grandes de manera unificada (librerías,
sofás, etc.) ya que al darle tanto protagonismo reducimos el espacio
visualmente.
Otra opción son los apliques de pared que, a diferencia de las lámparas de pie,
no ocupan espacio en tu decoración y cumplen la misma función.
Lo ideal es que estos dos tipos de iluminación se puedan encender de manera
individual ya que así conseguirás ahorrar energía en base a la actividad que
estés desarrollando en ese momento.
CARACTERÍSTICAS DE LAS
LÁMPARAS
AHORRA ENERGÍA EN BASE A
TUS NECESIDADES
Cuando realices una reforma en tu vivienda deberás tener en cuenta qué
bombilla se adapta mejor a tus necesidades, permitiéndote un ahorro
energético y económico.
Antes de decidirte por un tipo de tecnología (incandescente, fluorescente,
halógena o LED), tendrás que estudiar y valorar los siguientes aspectos:
temperatura de color de la luz, vida útil, eficiencia, durabilidad, potencia
lumínica, rapidez de encendido y ángulo de apertura.
Temperatura de color: El tipo de luz se expresa en grados Kelvin (K) y puede
ser amarilla (cálida) o blanca (fría). Cuanto más elevada es la temperatura de
color, la luz será más fría (azul). En cambio, cuanto más baja sea, la luz será
más cálida y acogedora. Podemos decir, en términos generales, que existen
tres tipos de luces en función de su temperatura de color: luces
cálidas(<3.500k), luces neutras (entre 3.800k y 4.500k) y luces frías(>5.000k).
Por ejemplo, la luz cálida ofrece una luz de ambiente recomendada para zonas
de estancia como comedores o salones, mientras que la luz fría se aconseja
para lugares que necesiten mucha luz, pero donde no se necesite crear un
ambiente acogedor, como pueden ser garajes, trasteros y oficinas.
Vida útil: La cantidad de veces que se puede apagar y encender una bombilla
se determina por ciclos. Has de tener en cuenta que, dentro de las tecnologías
disponibles para las bombillas, la tecnología LED es la que resiste mejor a los
encendidos y apagados sin reducir su rendimiento.
Eficiencia: Se mide en vatios (W) y deberás tener en cuenta que cuantos
menos vatios tengas, mayor ahorro en tu factura.
Durabilidad: Es el número de horas de emisión de luz que tiene una bombilla, a
mayor número de horas, mayor durabilidad. Dentro de toda la gama de
alternativas disponibles, la bombilla LED es la que mayor vida útil tiene (de
15.000 a 50.000 horas), seguidas de las fluorescentes (de 10.000 a 20.000
horas) y las halógenas (de 2.000 a 5.000 horas).
Potencia lumínica: Se refiere a la intensidad de la bombilla, que es equivalente
a la cantidad de luz que emite expresada en lúmenes (lm). Cuantos más
lúmenes tenga la bombilla, más intensidad tendrá de luz. Para realizar una
instalación que cumpla con tus necesidades, tienes que tener en cuenta no
sólo la potencia de la bombilla, sino cuántas fuentes de luz existen en esa
misma estancia.
Rapidez de encendido: Es tiempo que tarda una bombilla en encenderse
completamente. Las halógenas y led se encienden instantáneamente; las
fluorescentes son progresivas y pueden llegar a tardar hasta 60 segundos en
encenderse completamente.
Ángulo de apertura: Se refiere a la apertura del haz de luz de la bombilla. Esto
quiere decir que cuanto menor sea el ángulo, más focalizada quedará la luz.
Por lo que un ángulo menor (40º), conseguirá un efecto “foco” para iluminar un
espacio menor y más localizado, mientras que un ángulo más abierto tiene más
capacidad de iluminar el espacio (son las comúnmente usadas para iluminar
una habitación).
TIPOS DE LÁMPARAS
LA ELECCIÓN ACERTADA
Es fundamental en tu elección que seas consciente de que, a pesar de tener la
misma intensidad de luz, según el tipo de bombilla, se consumen distintos
vatios (W). Por esta razón deberás elegir la tecnología que más te conviene en
base a tus necesidades. Existen cuatro grandes grupos entre los que podrás
elegir que a grandes rasgos son:
Incandescentes: Tienen un gran consumo ya que se desaprovecha
prácticamente toda la energía en forma de calor., su vida útil es muy corta y
son muy frágiles.
Fluorescentes: Las que más extendidas son las compactas de bajo consumo.
Suponen un ahorro de hasta un 80% frente a las incandescentes.
Halógenas o dicroicas: Su vida útil es un poco superior a las incandescentes,
pero resultan más caras, además de que el tipo de luz es siempre de aspecto
cálido.
LED (Light Emitting Diode): Si bien es la opción más cara, es importante saber
que su vida útil es altísima y que en la actualidad podemos conseguir distintas
temperaturas de color gracias a la evolución que está sufriendo el mercado.
Estas bombillas se diferencian, entre otras cosas, en la cantidad que LEDs que
contienen: pueden ser desde 3, hasta series de 20. También, en el material del
que estén realizados estos LED: cuanta más densidad de material activo, más
eficiente y cara es la bombilla (da más luz).  Actualmente, el modelo más
extendido está entre los 3 y 5 LED, pero de alta densidad, que ofrecen la
suficiente cantidad de luz para un uso doméstico medio. Para hacernos una
idea, una bombilla LED de 12W, equivale a unos 850 lúmenes, y sustituiría a
una bombilla de 60W.
APLÍCALO EN TU DÍA A DÍA
PLANIFICA LA ILUMINACIÓN
DE TU VIVIENDA
Con los conceptos adquiridos y con la ayuda de los profesionales de
Securibath podrás planificar la iluminación de tu vivienda con el objetivo de
conseguir satisfacer tus necesidades estéticas y económicas.
Una de las premisas que deberás tener en cuenta es que se requiere un tipo de
luz distinta para cada necesidad, bien sea en una misma habitación o en
distintas estancias.
Un ejemplo claro es el salón, una de las estancias más importantes de tu hogar
debido a que pasas en ella una gran parte del tiempo que estás en casa.
Te recomendamos que busques una luz difusa lo más parecida posible al
espectro solar para darle naturalidad y sensación de vitalidad, evitando luces
cenitales como los plafones o lámparas colgadas que dejan en penumbra
esquinas, empequeñeciendo el espacio. Una alternativa para conseguir este
efecto de amplitud espacial, sería con una faja de luz perimetral (que se puede
añadir en caso de carecer de falso techo) o mediante focos de gran abertura
(60º) alrededor del techo si tu vivienda tiene falso techo. Evita colocar
halógenos en zonas dónde te puedan deslumbrar (justo encima de las sillas del
comedor, del sofá, etc.) Los focos orientables son una gran alternativa.
Una vez tengas clara la iluminación general, aporta personalidad y utilidad a tu
espacio, enmarcando las zonas que desees destacar (estanterías, cuadros,
etc.) con luces puntuales. De esta manera ganarás calidez, creando zonas
dónde relajar la mente. Te recomendamos circuitos independientes para cada
zona, permitiendo mantener encendidas solamente las luces que estemos
utilizando lo cual también te ayudará a ahorrar energía.
Por último, debes saber que los expertos consideran que en el salón es
necesaria una intensidad de luz de unos 150 lux (lx), lo que equivale a 150
lumens/m2 (potencia de bombilla).
Otra estancia fundamental, que refleja el estilo de tu casa, ya que es el espacio
por el que entras en tu vivienda, es el recibidor. Ilumina las paredes con dos o
tres líneas de luz perimetrales en el techo hacia las paredes, pero procura no
saturar el techo de focos halógenos que deslumbren, ya que esto crea una
sensación muy incómoda. Por esta razón son ideales los focos de gran
abertura o colocar lentes difusoras en los focos que ya tengas instalados. Con
esto conseguirás difuminar más la luz, creando un espacio mucho más
agradable. Ten en cuenta que, en espacios pequeños, no hay que sobrecargar
la estancia con lámparas o con demasiado volumen lumínico.
Igual que en salón, si multiplicas los puntos de luz en
los dormitorios conseguirás mayor amplitud visual de estos espacios.
Te recomendamos instalar apliques en las paredes para crear una cortina
lumínica que ilumine de forma general y agrande los espacios. Como
iluminación de apoyo te aconsejamos colocar LED a ambos lados del cabecero
puesto que no deslumbran y dan una luz más agradable para leer al recrear
con mayor fidelidad el espectro solar. Podrías incluso instalar luces en una faja
perimetral en el suelo con una luz muy tenue y cálida que aporte personalidad
a tus habitaciones.
Ten en cuenta que la luz general de los dormitorios, exceptuando las luces
puntuales de las zonas de trabajo o lectura, debe ser una luz cálida (entre
2.000 y 3.000 ºK) que tienda a naranja y rojizo, ya que es una estancia de
descanso. En este sentido son ideales las halógenas de rosca, ya que su luz es
más sana (sin campos electromagnéticos que puedan alterar el sueño).
Una buena opción son los reguladores de intensidad de luz o bien de los
nuevos sistemas de iluminación que imitan las variaciones tanto de intensidad
como de la gama cromática de la luz en base a nuestras necesidades a lo largo
del día.
En cambio, en un dormitorio infantil la actividad principal es jugar, por esta
razón la iluminación tiene que ser más general y uniforme, lo cual se consigue
con un plafón de techo que irradie la luz en todas las direcciones. Refuerza la
luz en la zona de estudio mediante un flexo sobre la mesa o con unas
luminarias suspendidas a unos 70 cm sobre la mesa son una opción
estupenda.
Para zonas de trabajo una buena iluminación es vital para mantener la mente
activa: se estima que son necesarios entre 800 y 1.000 lux (zonas de lectura y
trabajo) para conseguir dicho objetivo.
En cuanto a la calidad de la luz deberá ser fría, entre 5.500 y 10.000 grados
kelvin (ºK) ya que para mantener la mente activa deberá estar entre estos
valores. Por lo que respecta al Índice de Reproducción Cromática de la
luminaria, asegúrate de que es superior al 90% de manera que reproduzca lo
más fielmente posible el espectro electromagnético solar ya que relaja la vista y
aumenta la productividad.
Es importante que planifiques bien dónde colocar los enchufes a la hora de
afrontar una reforma ya que te evitará sobrecargas con ladrones o enchufes
múltiples.
El siguiente paso que debes afrontar es la iluminación artificial de
tu cocina: debe ser eficiente, ya que las luminarias pasan varias horas
encendidas, y adecuadas a todas las distintas zonas de trabajo. Por ejemplo, la
zona de la encimera donde trabajas y manipulas los alimentos necesita una luz
potente (entre 600 y 800 lux), mientras que para la iluminación general (200-
300 lux) lo más habitual es optar por downlights (lámparas fluorescentes de
bajo consumo). Una inversión inteligente serían los leds ya que reproducen
bien el espectro solar, con lo que fatigan menos la vista, además que
compensan su precio con su larga duración.
Si tenemos una isla aislada en la cocina o barra americana, es importante
respetar una distancia de entre 70 y 80 cm entre la lámpara y la encimera, para
evitar deslumbramientos, y apostar por una luz más cálida que en el resto
(unos 4.000 ºK).
Para la iluminación de los baños te recomendamos que pinches en el siguiente
enlace dónde te explicamos con detenimiento el proceso que deberás seguir en
tu planificación: Iluminación en baños.
Lâmpadas LED: como a
temperatura das cores
influenciam o ambiente
JUN 2015

Lámparas LED: como a temperatura das


cores influenciam o ambiente
Existem variadas tonalidades de cor ao se iluminar um ambiente. Lâmpadas de LED, incandescentes ou
fluorescentes emitem grades de cor diferentes. Essa grade é classificada como temperatura de cor, medida
em Kelvin.

 
Ao falarmos em temperatura, não criamos uma relação com o calor emitido pelas lâmpadas, mas
simplesmente por sua variação de cor. As lâmpadas de LED comuns são encontradas em três tons:
Azulado, branco natural e amarelado.
 
Estes três tons simbolizam bem a escala Kelvin. O azulado se aproxima do topo, gerando entre 6.000K e
6.500K. A luz branca natural é considerada neutra, gerando cerca de cinco mil Kelvins, e o tom amarelo
gera entre 3.000K a 3.500K. Compare com outros itens na escala abaixo:

Cuando hablamos de temperatura, no


creamos una relación con el calor emitido por
las lámparas, sino simplemente debido a su
variación de color. Las lámparas LED
comunes se encuentran en tres tonos:
azulado, blanco natural y amarillento.   Estos
tres tonos simbolizan bien la escala Kelvin. El
color azulado se aproxima a la parte
superior, generando entre 6,000K y 6,500K.
La luz blanca natural se considera neutral,
genera alrededor de cinco mil Kelvins, y el
tono amarillo genera entre 3.000 K y 3.500 K.
Compare con otros artículos en la escala a
continuación:

Este estudio de las temperaturas es


importante al decorar el medio ambiente.
Cada variación de tono tiene ventajas y
desventajas, por lo que el estudio,
combinado con el gusto personal, puede
generar buenos resultados.   Dónde usar
cada tono   Cuanto más frío (azulado), más
denso y brillante será. Por lo tanto, las
lámparas azuladas son ideales para entornos
de trabajo, donde se concentra más en las
actividades que realiza, como oficinas,
cocinas, aulas, garajes, entre otros.   La
sensación de calor que emana de las
lámparas amarillentas provoca comodidad y
tranquilidad, ideal para ambientes
acogedores, como dormitorios, salas de
estar, pasillos, vitrinas y salas de espera.  
Generado por lámparas LED, el blanco
natural de las lámparas neutras se puede
utilizar como segunda opción en ambos
casos. Además, no cambia el color de los
objetos que ilumina, siendo recomendado en
escaparates, gimnasios, galerías, clínicas y
salones de belleza.

Combinando el tono correcto de la lámpara


con el entorno, los resultados pueden ser
increíbles. Su productividad puede mejorar
en la oficina, su insomnio puede dejar de ser
tan frecuente y tendrá entornos que estén
bien iluminados.   Vea hermosos ejemplos de
iluminación bien planificada:
 

Este estudo de temperaturas é importante na hora de decorar o ambiente. Cada variação de tom possui
vantagens e desvantagens, por isso o estudo, aliado ao gosto pessoal, pode gerar bons resultados.

 
Onde usar cada tom
 
Quanto mais fria (azulada), mais densa e brilhante ela será. Portanto, as lâmpadas azuladas são ideais para
ambientes de trabalho, onde você dá um foco maior às atividades que está desempenhando, como
escritórios, cozinhas, salas de aula, garagens, dentre outros.

 
A sensação de calor emanada pelas lâmpadas amareladas causam conforto e calma, ideais para ambientes
de aconchego, como quartos, salas de estar, corredores, vitrines e salas de espera.

 
Gerada pelas lâmpadas LED, o branco natural das lâmpadas neutras pode ser usado como segunda opção
em ambos os casos. Além disso, ela não altera a cor dos objetos que ilumina, sendo recomendada em
vitrines, academias, galerias, clínicas e salões de beleza.
 

Combinando o tom certo da lâmpada com o ambiente, os resultados podem ser incríveis. A sua
produtividade pode melhorar no escritório, sua insônia pode deixar de ser tão frequente e você terá
ambientes iluminados da maneira adequada.

 
Veja belos exemplos de uma iluminação bem planejada:

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