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Evolucion Restauadora
Evolucion Restauadora
El 23 de mayo de 1899 se inició desde Colombia una invasión a Venezuela liderada por Cipriano Castro,
la cual tuvo como finalidad derrocar el gobierno del presidente Ignacio Andrade. Dicha campaña militar
conocida como la Revolución Liberal Restauradora, Revolución Restauradora o la «invasión de los
60», representó la primera participación masiva de los andinos en la política nacional y la finalización de
la hegemonía del Liberalismo Amarillo. Previo a su participación en este alzamiento, Cipriano Castro
estuvo exiliado durante 7 años en Colombia (1892-1899), desde donde esperaba para asaltar el poder. En
este sentido, la crisis política experimentada por el liberalismo tradicional y el régimen de Ignacio
Andrade, permitió el desarrollo cabal del movimiento revolucionario castrista. Desde mediados de 1898
el partido castrista del Táchira había iniciado una gran actividad y se convierte en una célula conspirativa,
al observar la fragilidad del gobierno. Por su parte, Castro intenta entonces formar una alianza con otro
caudillo tachirense exiliado en Colombia, Carlos Rangel Garbiras, con el objeto de coordinar una
insurrección; pero, el fracaso de las conversaciones sobre el particular lo lleva a la determinación de
llevar a cabo la invasión con sus fuerzas, en las que figuraban personajes tales como Juan Vicente Gómez,
Manuel Antonio Pulido, José María Méndez, Emilio Fernández, Jorge Bello y Pedro María Cárdenas. En
definitiva, Castro logra juntar un contingente de unas 60 personas que invaden por la frontera colombiana
el 23 de mayo de 1899, acusando al gobierno de Ignacio Andrade de haber violado la Constitución
Nacional de 1893, la cual restauraría el movimiento castrista.
El 24 de mayo de 1899, Castro lee su primera proclama revolucionaria y organiza un ejército de 1.500
hombres con el objeto de marchar hacia San Cristóbal, plaza que defendía el general Juan Pablo Peñalosa.
Como una maniobra destinada a impedir la llegada de refuerzos a la capital de la sección de Táchira,
Castro decidió enfrentarse en primer lugar a las tropas de que se dirigían hacia ella, dando como resultado
3 triunfos consecutivos a las tropas castristas en los combates de Toconó (24.5.1899), Las Pilas
(27.5.1899) y El Zumbador (9.6.1899). Luego de esto, sitia a San Cristóbal durante 20 días (23.6-
12.7.1899), pero abandona esta posición cuando se entera de la proximidad de un poderoso ejército de
5.000 hombres al mando del general Antonio Fernández. A pesar de lo numeroso del ejército
gubernamental, Castro logra derrotarlo en el combate de Cordero (28.7.1899), gracias a su conocimiento
de la región y a las dificultades que ofrecía el terreno a soldados procedentes del centro del país. Tras esta
importante victoria, Castro toma la decisión de marchar hacia Caracas por la ruta de Mérida y Trujillo.
Sin embargo, antes de salir de los Andes sale victorioso en un enfrentamiento con el general Rafael
González Pacheco en Tovar (6.8.1899), y toma Valera (15.8.1899) donde no encontró mayor resistencia.
El Gobierno de Juan Vicente Gómez favoreció ampliamente a las inversiones extranjero en el país,
concentrándose la mayoría de ellas en el sector petrolero que comenzaban a desarrollarse. En ese sentido,
durante el régimen gomecista se definió un marco legal por medio del cual se entrega gran parte del
territorio nacional en concesiones, de acuerdo a los intereses de los consorcios petroleros internacionales.
Las inversiones extranjeras en el país que se habían iniciado en la época de Guzman Blanco, y que
tuvieron tropiezos durante el Gobierno de Cipriano castro, resultaron generosamente favorecidas por el
régimen Gomecista.
En efecto, desde la llegada de Gómez al poder, una de sus principales preocupaciones fue la de
restablecer el crédito Internacional paralizado en tiempos de su predecesor, para lo cual volvió a otorgarle
a la compañía americana New York and Bermúdez, la concesión por cincuenta años de la explotación de
asfalto que había suspendido Castro. Además de lograr regenerar la confianza del mundo exterior en
Venezuela, y de restablecer las relaciones diplomáticas rotas por Castro, la actitud benevolente de Gómez
hacia las inversiones extranjeras perseguía aumentar los Ingresos Fiscales para hacerle frente a las
obligaciones internas y externas por los gobiernos anteriores.
Durante la presidencia del General Eleazar López Contreras tuvo lugar una huelga Petrolera iniciando el
11 de diciembre de 1936 duró cuarenta y tres días, hasta el 22 de enero de 1937, a la cual puso fin y
aunque lo conseguido por los huelguistas de los campos petroleros del Zulia y Flacón fue muy poco en
relación con lo solicitado, sin embargo, este enfrentamiento de los obreros de la industria petrolera con las
compañías concesionarias extranjeras sentó un precedente en la historia laboral del país.
Los obreros petroleros del Zulia que eran los mas numerosos, vivían en condiciones infrahumanas y
recibían un trato discriminatorio por parte de los capataces extranjeros. Ante tal situación, los sindicatos
de la zona decidieron presentar a la Inspectoría del Trabajo sendos pliegos conflictivos en los que
solicitaban entre otras cosas, la fijación del Salario Mínimo, aumentos de sueldo, descanso semanal
remunerado, mejoras de las viviendas, prestación de servicios médicos y eliminación de las cercas
alambradas que rodeaban las zonas residenciales de los obreros.
Ante el desconocimiento de las compañías petroleras de estas justas peticiones, se fueran parando los
trabajadores de Falcón y del Zulia, hasta que toda la producción petrolera del occidente del país estuvo
completamente paralizada. La organización que mostraron los líderes sindicales les permitió resistir
varios intentos de la compañías petroleras por romper el paro, lo que unido al apoyo nacional que
recibieron los obreros petroleros, hizo que la huelga petrolera durara durante cuarenta y tres días, desde el
11 de diciembre de 1936, hasta el 22 de enero de 1937.
En esta ultima fecha el Presidente López Contreras decreto la reanudación inmediata de las actividades
paralizadas de la industria petrolera y un incremento de un bolívar diario para los trabajadores que
devengaran siete, ocho y nueve bolívares, así como un bolívar adicional sobre este aumento para los
trabajadores que no ocuparan habitaciones de las empresas en conflicto.
Los precios del café y el cacao, y el valor de las exportaciones de estos frutos,
alcanzaron sus niveles más altos. Tales circunstancias externas coincidieron con el
largo período de paz interna del gobierno gomecista. A partir de 1920, el incremento de
la producción petrolera y los crecientes ingresos que proporcionaba al gobierno,
produjo la dislocación de la economía tradicional. Comenzaron a descender las
exportaciones de productos tradicionales y algunos de ellos desaparecieron del renglón
de los productos exportados. Venezuela dejó de ser un país agropecuario y se
transformó en un país esencialmente minero.
A causa de la Segunda Guerra Venezuela tuvo que enfrentarse a un difícil y repentina tormenta de
naturaleza económica; el año 1941 fue de muy buen prospecto para el país, pues el petróleo le dio la
inimaginable suma de 228 millones de barriles de petróleo.
Fue un movimiento cívico militar que se mostró abiertamente en rebeldía contra el gobierno legitimo de
la república. La Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Romulo Betancourt rigió los destinos del
país desde el 18 de octubre de 1945, hasta el 15 de febrero de 1948, fecha esta ultima en la que asumió la
Presidencia de la República el novelista Romulo Gallegos, electo por voto universal, directo y secreto.
Entre los logros de la Junta Revolucionaria de Gobierno en ese agitado periodo de la Historia de
Venezuela, se destaca la reforma petrolera de 1945, la creación de la Corporación Venezolana de
Fomento y el Estatuto Electoral de 1946, así como la promulgación de la Constitución Nacional de 1947.
Una de las mas importantes medidas tomadas por la Junta Revolucionaria de Gobierno fue la establecida
por el Decreto N.-112 del 31 de diciembre de 1945, por medio del cual se modificaban los porcentajes a
pagar por concepto de Impuesto Sobre La Renta. En esta forma se lograba una mas adecuada
participación del fisco en los beneficios generados por la industria petrolera hasta alcanzar el cincuenta
por ciento de los mismos, por lo que se denomino al resultado de esa política, el régimen del 50-50 (Fifty-
fifty) en materia petrolera.
Don Romulo Gallegos se juramento el día 15 de febrero de 1948. El panorama político del país se mostró,
como en el gobierno de la Junta Revolucionaria, totalmente respetuoso de las libertades publicas. Resalta
de esta gestión gubernamental una abundancia de excelentes medidas de tipo educacional, económico,
asistencial, laboral, etc.
Enumerando lo mas resaltante de este breve periodo de gobierno, encontramos los siguientes aspectos:
* Logrose en esta administración con una bien planificada política petrolera, una duplicación de las
entradas al fisco, por conceptos de renta petrolera.
Las razones dadas por la Junta Militar de Gobierno para derrocar al presidente Romulo Gallegos, por
medio del movimiento conocido como "Revolución de 1948", fueron expuestas por las Fuerzas Armadas
a la nación, el 25 de noviembre de 1948.
Según esa exposición, los militares habían decidido asumir plenamente el control de la situación del país
ante la incapacidad del Gobiernos Nacional para resolver la crisis existente, así como por la intromisión
de grupos extremistas en la vida nacional que promovían una huelga general de consecuencias
incalculables.
Marcos Pérez Jiménez es el autor del proyecto de Nación denominado Nuevo Ideal Nacional.
Argumentaba que en Venezuela existía una ausencia de un ideal apropiado que integrara la mística
nacional, la convicción conjunta y el empeño colectivo en servicio de la patria.
Las bases de la superación, como Ideal Nacional se arraigan en la tradición, recursos naturales, situación
geográfica de la Nación, en cuya función Venezuela debe tener un IDEAL NACIONAL, y la finalidad
suprema de este ideal es: Lograr para Venezuela un puesto de honor entre las naciones y hacer una Patria
cada día más próspera, digna y fuerte. Los objetivos del Ideal Nacional son la transformación progresiva
del medio físico y el mejoramiento integral (material, moral e intelectual) de los habitantes.
El Ideal Nacional genera una DOCTRINA: la del Bien Común La Doctrina genera PLANES que
proponen la realización de los objetivos. Los Planes generan OBRAS sometidas al criterio de la Doctrina.
Plan de Gobierno expuesto a la nación venezolana por el presidente Eleazar López Contreras, el 21 de
febrero de 1936. El mismo fue la respuesta de Contreras ante el clima de inestabilidad política y social
que se experimentaba en Venezuela tras la muerte de Juan Vicente Gómez (17.12.1935). En tal sentido,
el 14 de febrero de 1936 la población, con el liderazgo de miembros de la llamada generación de 1928,
se lanzó a las calles a manifestar en contra de los vestigios del régimen gomecista y a favor de una
mayor apertura política del recién inaugurado gobierno de Eleazar López Contreras. Lamentablemente
esta manifestación tuvo un desenlace fatal, cuando algunos miembros de la policía reprimieron a la
población de manera violenta. En estas circunstancias, López Contreras decide presentar este programa
de Gobierno, en el que hacía un diagnóstico de las áreas problemáticas del país y de las soluciones que
el régimen consideraba como convenientes para enfrentarlas. Uno de los puntos más importantes
propuestos por este plan, era el de la promulgación de una nueva Constitución Nacional más acorde con
las nuevas fuerzas políticas y sociales que estaban emergiendo en el país. Por tanto, en dicho
documento se establecía la reorganización de la administración de Justicia y el reconocimiento de las
libertades y derechos relativos al trabajo, mediante la creación de una Oficina Nacional del Trabajo.
La Soberanía es uno de los elementos más representativos del Poder del Estado, y es el pueblo, tan
mencionado en los ordenamientos jurídicos quien lo detenta y ejerce por medio de los órganos
destinados para tal fin. El estudio de la Soberanía implica el conocimiento de una serie de elementos
que permitan su fácil comprensión, así que se debe comenzar por saber de dónde se origina.
El papel sustancial del Estado en la sociedad actual es el de asegurar la obtención de los beneficios de las
empresas, permitiendo la acumulación de capital por parte de unas pocas personas (en comparación a la
gran masa trabajadora) y el conservarlo privadamente con tranquilidad. Como estos beneficios deben ser
constantemente ampliados por la repetición del circuito de producción descrito en capítulos anteriores, el
Estado debe asegurar las condiciones para que exista un crecimiento económico suficiente para lograr
este objetivo. A esto se refieren los economistas actuales con la expresión “crear un ambiente de
negocios”, un entorno social e institucional que favorezca la existencia de excedentes y les posibilite su
retención en manos privadas. En lenguaje empresarial un sistema donde se garantice la propiedad privada
de los medios de producción, las reglas de juego (leyes, decretos, políticas económicas) sean claras y con
relativa permanencia, la justicia proteja lo que entienden sus derechos (la apropiación del excedente) y
exista una cultura empresarial desarrollada.
Desde este punto de vista, no es posible considerar el sistema actual como un sistema
económico únicamente privado. Esto no significa que no se cumplan los análisis y tendencias que hemos
descrito con anterioridad, por el contrario no se puede explicar las fluctuaciones de la economía de la
sociedad actual sin estas leyes. Pero sí significa que la economía capitalista basada en unidades
empresariales no coordinadas no se podría sostener sin las actividades de protección, estimulación y
socialización que realiza el Estado. Baste nombrar en cada caso y a manera de ejemplo no taxativo el
aseguramiento de los derechos de propiedad en sus diversas formas (para asegurar al empresario la
apropiación de los excedentes creados por el trabajador), las actividades de investigación básicas y
aplicadas (contribuyendo al progreso técnico tan necesario al capitalismo, realizando el Estado estas
actividades no rentables en sí mismas) y la educación de la población (para reproducir la fuerza de
trabajo en condiciones adecuadas al grado de progreso técnico alcanzado.)