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Sandra García Olivas

4ºQ

MODELO ESCOGIDO PARA LA ENSEÑANZA DE LAS CIENCAS

Desde mi punto de vista, el modelo que más efectivo veo es el de la enseñanza por
explicación y contrastación de modelos. El porqué de elegir este modelo, es que por una
parte se consigue acercar el conocimiento específico de las ciencias a experiencias y
conocimientos previos del alumno, lo que permite crear vínculos y relaciones entre
ambos conocimientos. Esta conexión sin duda es fundamental y desde mi experiencia
como alumna, creo que gracias a través de esto se obtienen resultados muy positivos a la
hora de llevar a cabo un aprendizaje, ya que cuando se integra con algo personal, se
relaciona automáticamente la experiencia (ya adquirida) con el concepto (aún por
adquirir). Por otra parte, está la contrastación, que permite al alumno ver la diversidad
de teorías y modelos científicos que existen. Además, ayuda a poder ver similitudes y
diferencias entre teorías, lo que favorece o complementa al proceso de explicación
mencionado anteriormente. Pienso que cuando una persona puede observar todo un
abanico de opciones, le es más fácil diferenciar en cuál está centrado y por tanto
conocerlo más a fondo.

Respecto al docente, me resulta muy positivo la idea de que aparte de que sea quien
imparta el temario y los conocimientos, sea el guía que orienta y dirige a la clase. Para
mí es fundamental esto ya que los alumnos, durante la adquisición de un conocimiento,
deben ser estimulados, motivados y ayudados por el maestro, así como deberían tener
un vínculo que les permitiese tener confianza y no diese espacio a la vergüenza. A la
hora de impartir clase, es esencial no ver al docente como alguien lejano a nosotros y
que solo está para dar el temario. Además, en este modelo no se ve al profesor como
una persona que sigue una explicación vacía o que desarrolla un monólogo, si no que
mantiene una conversación con sus alumnos, haciéndoles a su vez también partícipes de
esta y dando cabida a debates. Esto hace que los alumnos tengan un papel más activo en
el aula, así como permite forjar un vínculo entre docentes y discentes que favorece el
ambiente en la clase, el intercambio de visiones y el interés por la materia.

En mi opinión, estos debates e interacciones con alumnos y entre alumnos, generan un


enriquecimiento global de la clase, pues a través de esto se comparten distintas visiones
y formas de entender algo en concreto.
Por el lado contrario, el modelo que menos me ha gustado ha sido el tradicional, que es
el que por desgracia hoy en día sigue siendo utilizado en muchas aulas de este país.
Encuentro a este un modelo frío y carente de comprensión y empatía hacia el alumnado.
Por experiencia propia, que la clase se base en un emisor que aporta información
objetiva a un receptor, no es ni didáctico ni útil. Cuando un concepto no se hace
interesante para los alumnos o no se muestra el sentido que puede tener en su vida, hace
que directamente pierda el interés y que, por tanto, los alumnos desconecten de la clase.
Asimismo, el papel del docente y el alumnado, donde uno tiene el papel de poder y otro
de sumisión, no aporta nada al aprendizaje y sigue contribuyendo a que este no sea
interesante. Es un modelo que se ha observado que en la actualidad no funciona, es
decir, que se ha quedado obsoleto. Aún así, pienso que seguirá instaurado en las aulas
hasta que se produzca un cambio en el pensamiento de los docentes.

Es un método sencillo a la hora de preparar y llevar a cabo, pero sin duda, si la intención
del maestro es conseguir un aprendizaje satisfactorio y un buen clima en el aula, no es el
método adecuado.

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