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Título Original: Génesis III

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Luna Blanca
Génesis III
El Eterno Presente
—Daniel Lapazano—

Libro 9
Introducción

Esta es la tercera parte de la trilogía llamada Génesis, que habla


del universo, de cómo se creó, de la forma en que es percibido y
del papel del hombre dentro del universo virtual.

En las dos primeras secciones hemos mostrado cómo, de la


investigación llevada a cabo por Malanga en el campo de la
abducción alienígena, los demonios y los dioses de la mitología no
son más que los extraterrestres de hoy. Hemos vinculado también
a los dos árboles de la Cabalá con el universo virtual y la diversa
fauna alienígena, mostrando cómo este sistema nos ayuda a
interpretar nuestra existencia de “granja humana”. Los mitos nos
dan una imagen del pasado, presente y futuro, mientras que la
historia nos da una visión parcial de cómo fue el pasado y cómo
puede ser el futuro. El mito, a diferencia de la historia, representa
la imagen del eterno presente, donde las funciones de onda del
pasado y del futuro colapsan en un único presente continuo.

Génesis l y ll se enfrentaron al problema del hombre con una


mirada hacia el pasado, mostrando cómo el universo no es más
que un holograma virtual donde el concepto que prevalece es
el “dual”. Génesis III, en cambio, aborda el problema del eterno
presente, basándose en los datos obtenidos del estudio de la
abducción alienígena (hipnosis regresiva, simulaciones mentales,
TCT, FMS, Simbad y otros), y de los datos que se puedan obtener
de la física cuántica y otras áreas del saber. También se hará un
profundo examen del Génesis III de Corrado Malanga, donde,
al igual que en mis anteriores trabajos, haré la crítica pertinente.

Mi experiencia personal me permite formular un panorama


completo de la realidad virtual en la que estamos inmersos, lo
que nos permite a mí y a los demás obtener la clave para poder
gestionarla, ya que, como vengo diciendo, somos, indirectamente,
los autores de la propia Creación.

Por una cuestión de “ahorro de tiempo”, me he permitido


reproducir con exactitud varios párrafos del texto original de
Corrado Malanga (Génesis III), así que el lector no se sorprenda
si mucho de lo que hay aquí es un “calco perfecto” de lo que
está en su obra. La intención de esta modalidad de trabajo no
fue en absoluto la de querer “plagiar” la obra del profesor, sino
la de dejar intacto aquellos conceptos en la cual yo coincido
plenamente. No tiene sentido querer decir lo mismo con distintas
palabras para que suene “diferente”. Mi intención no ha sido
la de hacer un ejercicio literario, como ocurre con una novela,
buscando afanosamente la “singularidad”, sino la de ofrecerle al
lector los conocimientos necesarios para que entienda las ideas
de Malanga y las mías, ya que, pese a las discrepancias teóricas
tenidas con el profesor (y como se verá), Corrado y yo caminamos
por la misma senda paradigmática en la búsqueda del saber.

El autor
“El hombre propone y la mujer dispone”
Refrán popular

“Eva comió de la fruta prohibida.


¿Estará ahora escupiendo los pedazos?”
DL
Génesis III † 11

Los Tres Ejes de la Virtualidad

En trabajos anteriores habíamos mostrado cómo el universo


puede ser considerado como un holograma tetra tridimensional
(4D), no sólo porque existe, dimensionalmente, la altura, la
anchura y la longitud, sino debido a que a estas tres dimensiones
podrían sumarse la coordenada tiempo. Pero el universo virtual
tiene además un cierto nivel de energía, por lo que podríamos
agregar un eje más a estas cuatro dimensiones mencionadas, y
este eje sería el de la energía.

Así, dos cuerpos pueden ocupar el mismo espacio y el mismo


tiempo si tienen niveles de energía diferentes.

Esto significa que el concepto de universo holográfico (cuya


unidad o mónada es el fractal), nos dice que lo que sucede en el eje
del espacio, del tiempo y de la energía, en una pequeña parte del
todo, contiene el todo mismo, sólo que menos definido.

Luego tenemos que el modelo de ser humano que habíamos


propuesto se relacionaba con su contenedor, o cuerpo, y que tenía
tres dimensiones de espacio, de tiempo y de energía. En cambio,
los otros tres componentes del hombre, al que le dimos el nombre
de Alma, Mente y Espíritu, se relacionaban con tres descripciones
Génesis III † 12

que no eran iguales para todos. El Alma se relaciona con el espacio,


la energía y la Conciencia, el Espíritu con el tiempo, la energía y la
Conciencia, y la Mente con el espacio, el tiempo y la Conciencia.

Tie Mente
mp o
o aci
Esp

Espíritu ANIMA
Energía

Habría que recordar que, mientras que el espacio, el tiempo y la


energía, son parámetros virtuales que podrían ser modificados,
la Conciencia (Alma, Gnosis y Fuerza) es un parámetro real y por
lo tanto inmutable.

En el caso de la Conciencia humana, Gnosis y Fuerza son


representados por Mente y Espíritu, ya que el humano es una
criatura limitada en el universo virtual (posee un fractal de la
Conciencia absoluta).

En este contexto también sabemos que la física moderna, en su


modelo de universo, no toma en cuenta a la Conciencia. Para los
Génesis III † 13

físicos el universo debe ser comprendido como algo puramente


“material”. Sin embargo la Conciencia se manifiesta, pues su
inferencia puede detectarse, por lo que los físicos llaman a estas
misteriosas inferencias con el término de “parámetros ocultos”.

Un ejemplo de las contradicciones de la física puede verse en el


estudio de la dualidad onda-partícula, ya que en el estado actual
de dicha ciencia nadie sabe cuál es la relación que vincula la idea
de onda al comportamiento de las partículas. El problema que
tienen los físicos es que ellos no entienden que el universo fue
creado por la Conciencia, y que ella es la que ha establecido que
el concepto de “onda” sea diferente del concepto de “partícula”.

Existe un sustrato gnóstico en todo fenómeno físico.

De esta forma no tiene porqué existir simultaneidad espacio-


temporal entre un fenómeno y el otro (o sea la de medir al mismo
tiempo la velocidad y la posición de una partícula) ya que esta
simultaneidad espacio-temporal está sujeta a ciertas condiciones
físicas específicas, vinculadas siempre a lo que la Conciencia
quiera experimentar. A nivel macroscópico sería absurdo que
la simultaneidad onda-partícula no se cumpliera, pero a nivel
cuántico o subatómico la simultaneidad puede (y tal vez deba)
incumplirse.

El dilema del misterio “onda-partícula” no se resuelve en el


laboratorio sino en la Mente del mismo físico, quien no quiere
aceptar que su Conciencia, como observador, está involucrada en
los fenómenos que estudia y no es algo que existe “fuera” de él.
Génesis III † 14

En la investigación sobre el fenómeno de la interferencia


alienígena nos dimos cuenta de que las tres partes principales
que ocupan el cuerpo humano son: Alma, Mente y Espíritu.
También descubrimos que hay “humanos” que sólo tienen
dos componentes (Mente y Espíritu); los desalmados. En estos
descubrimientos reveladores hay que destacar, por sobre todo,
los trabajos del profesor Malanga, quien luego de décadas de
investigación nos dieron una visión del hombre como la de un
ser triple. Tal vez el mejor aporte de Malanga haya sido la de
relacionar, de una forma muy precisa, estos componentes de
la Conciencia con la geometría física del universo, ya que este
invalorable saber nos permite comprende fenómenos fascinantes
como la reencarnación y todo tipo de curaciones “milagrosas”.

De acuerdo a nuestro esquema descriptivo, el Alma mostró


poseer diferentes contenedores en el eje del tiempo, todo ellos
simultáneamente, estado que encaja con el viejo concepto de
reencarnación que describe el psiquiatra Brian Weiss en sus obras.
Weiss utilizó la técnica de la hipnosis regresiva para el tratamiento
de naturaleza psicológica de sus pacientes, haciéndoles revivir
el trauma que desata la psique. A menudo, ese trauma no se
encontraba en la vida actual del paciente sino en una vida pasada
o futura.

Weiss no está en condiciones de poder comprender este


extraño fenómeno, por lo que no sabe que el tiempo no existe
en términos reales sino ilusorios (es decir que todas nuestras
vivencia suceden ahora mismo en un presente continuo), por lo
que considera que la hipnosis regresiva es en realidad un sistema
Génesis III † 15

que habla con el inconsciente profundo del paciente estando este


subconsciente en el presente. Según Weiss, la hipnosis regresiva
serviría como herramienta para revivir los recuerdos anidados
en el subconsciente, incluidos los de otras existencias “pasadas”,
colocados todos ellos en el eje del tiempo y en lugares diferentes
al actual. En cambio, los conceptos del universo holográfico que
sostenemos Malanga y yo nos llevan a un modelo nuevo de
universo en donde el tiempo no es algo real sino que es “percibido”
como tal (es un fenómeno de la Mente, no de la Física). Esto
significa que no hay vidas pasadas o futuras (como se cree), sino
que todas ellas se producen simultáneamente al mismo tiempo.

Si esto es así, en la hipnosis, el sujeto no revive un pasado estático


ya sucedido, sino que determina lo que está sucediendo “ahora”
en su pasado dinámico, incluso siendo capaz de cambiarlo a su
voluntad.

A medida que la conciencia de la parte anímica es siempre


la misma a través del tiempo, y como el auto-conocimiento es
el mismo en todos los puntos de la línea virtual del tiempo, el
trauma que produce la psique al sujeto analizado por Weiss
puede ser reconocido en cualquiera de estos puntos y se resuelve
automáticamente a lo largo de la línea temporal. En otras palabras,
el trauma es experimentado y entendido siempre de una manera
diferente en la Mente de los diferentes sujetos o “contenedores”
que conforman la línea de tiempo, todos ellos en forma de pseudo
vidas pasadas. De esta manera siempre existe el mismo generador
de trauma que repercute en todas las sucesivas vidas.
Génesis III † 16

Por poner un ejemplo didáctico; si el sujeto tiene miedo en una de


sus existencias de ser abandonado por su pareja, en otra vida, él
será el que abandone a su pareja, y en otra existencia, va a trabajar
para no desprenderse nunca de su pareja, es decir experimentará
el trauma de la separación y el abandono en todas sus diferentes
modalidades.

Por esta razón, y esto ya lo hemos visto en algunas hipnosis del


doctor Weiss, nuestra existencia o parte de ella (por ejemplo una
enfermedad incurable) podría ser cambiada a través de un acto
de voluntad de la conciencia anímica. El hecho de que el Alma
puede habitar varios contenedores en el mismo espacio pero en
diferente tiempo es lo que permite esto.

Según las reconstrucciones hipnóticas realizadas por el profesor


Malanga, el sujeto, en estado de hipnosis, se encuentra en un
estado de dicotomía, donde la parte anímica, aislada de su
contexto, no comprende la situación en la que se halla. En este
caso, el Espíritu y la Mente se comportan como sus dos socios,
Génesis III † 17

con diferentes características de conciencia respecto de la


parte anímica. Así fue posible resolver algunos problemas de
psiquismos incorrectos de los no abducidos, haciéndolos revivir,
en cualquier punto del universo virtual, sus traumas en la hipnosis
regresiva, reprogramando ese punto de conflicto con las técnicas
de Programación Neurolingüística (PNL).

Los trabajos de Corrado Malanga han puesto de manifiesto el


hecho de que reprogramar la Conciencia con la intención de
cambiar el pasado o el futuro con un acto de voluntad en el
presente, crea cambios en todas las partes de la línea de tiempo
del sujeto, curando ese trauma, borrándolo y transformándolo.
Así, mediante esta técnica, el trauma nunca existió.

El aparente “milagro” de este fenómeno se debe a que lo que se


cambió fue la visión de la realidad virtual del espacio, tiempo y
energía en la que se encontraba el paciente hipnotizado, ya que
esta realidad física es completamente editable.

Este aspecto llevaba al sujeto a olvidar, no sólo su trauma, sino


también el haberlo sufrido alguna vez. Sin embargo, el sujeto no
perdía el conocimiento de ese estado traumático ya que se veía
beneficiado por este nuevo estado de Conciencia.

Este valioso conocimiento adquirido en las sesiones de hipnosis


permitió al profesor Malanga experimentar esta técnica descrita
entre los abducidos, dejando claro, para la persona abducida, la
virtualidad de su experiencia, y verificando si en algún momento
de su futuro sería re-abducido de nuevo…
Génesis III † 18

En algunos casos este sistema funcionó y en otros no, por lo que


al principio el profesor no entendía la causa de estos resultados
diversos.

La solución a este extraño problema lo abordaremos más


adelante. Por el momento, continuemos describiendo el universo
holográfico del Alma, de la Mente y del Espíritu...
Génesis III † 19

Espíritu y Mente

El Espíritu se encuentra determinado por las coordenadas del


espacio y la energía, lo que significa que tiene limitaciones en
el eje del tiempo. En la práctica esto implica que un espíritu
puede extenderse por el espacio todo lo que quiera, abarcando
varios contenedores a la vez. La energía no debería representar
un problema para el Espíritu siempre y cuando pueda obtenerla
de algún lugar del universo. De ser así, el Espíritu crecerá y se
preservará. Cada contenedor ocupado por un mismo Espíritu
posee una energía espiritual que tiene una durabilidad limitada
en el tiempo, por lo que, si esta energía no se repone, el Espíritu
irremediablemente se extinguirá.

La energía es el combustible vital que hace vivir y fortalecer al


Espíritu.

Si este espíritu tiene una mente (por ejemplo el espíritu humano),


la pérdida de la energía hará que esta mente deje de focalizarse
en la experiencia que está teniendo el espíritu hasta convertirse
en un puñado de ideas que no estarán asociadas a nada concreto,
es decir que las ideas, como ideas mismas, no van a morir (van a
seguir existiendo dentro del universo virtual al que pertenecen)
pero no llevarán el “recuerdo” de aquél que algún día las llevó…
Génesis III † 20

Está claro que es cierta la frase que dice que “las ideas no mueren”,
ya que éstas son impersonales, pero sí mueren las criaturas que
algún día enarbolaron esas ideas.

Así, cuando un “espíritu mental” va perdiendo gradualmente su


energía hasta llegar a un nivel muy bajo, padece un debilitamiento
físico que hace que se le vaya borrando la memoria, hasta que
el espíritu, llegado a un punto crítico, queda “desmentalizado”
y por ende desconectado del universo virtual al que pertenece:
el espíritu ya no recuerda quién era, ni en lo espacial, ni en lo
energético, ni en lo temporal. Es decir que literalmente ha muerto.

La muerte es exactamente eso: no la pérdida del “contenedor”


(como predica la ignorancia popular) sino el olvido absoluto de
uno mismo como criatura singular y única (Pedro; hijo de Andrés,
nacido en México y casado con Juana).

Cuando uno muere, lo que ocurre es que queda como una


Conciencia pura disociada de toda experiencia física (Ain Sof), ya
que la Conciencia pura, al ser real, no puede morir jamás.

Retomando el tema del Espíritu, habíamos dicho que éste


puede ocupar, ocasionalmente, varios contenedores. Digo
“ocasionalmente” porque bien podría ocupar uno solo. Cuando
el Espíritu ocupa varios contenedores a la vez, lo que hace es
crear “fractales”. Cada fractal hace su experiencia por separado,
pero pueden conectarse entre sí y almacenar su información en
la Mente, lo que hace que cada conciencia individual sepa lo que
está haciendo la otra.
Génesis III † 21

En Génesis III de Corrado Malanga, el profesor relata este curioso


suceso:

“Un día, me encontré con un guitarrista toscano que


me dijo que desde siempre experimentaba como un
flash mental, que le hacía vivir una situación muy
especial: se veía en un contexto diferente, se podía
ver claramente como si fuese una chica, cantante,
residente en una ciudad extranjera; vio claramente
que las situaciones correspondían a otro contenedor,
colocado en el momento actual, pero en un espacio
diferente, sin especificar.

Un día, nuestro guitarrista, entra en una tienda de


discos a comprar un CD de su cantante favorita.
En el CD observó por primera vez la fotografía de
esta cantante. De pronto, reconoce en esa chica, al
contenedor con el que compartió la brutal experiencia,
incluyendo todas las experiencias corporales, como
si su conciencia fuera identificada por una cámara
colocada en el cuerpo de otro. Cuando esta famosa
cantante viene a Italia para un concierto, el chico
acude al evento y trata de entrar en el vestuario de
la cantante, sin saber para nada lo que pasará. Al fin,
tiene éxito en su intento y le sucede lo imprevisible.
¡La chica lo reconoce! Ella también tenía el mismo
flash mental, pero sintió que era un varón y tenía los
pedazos de vida que pertenecen a nuestro guitarrista,
que ella experimentaba como visiones internas.”
Génesis III † 22

El profesor, en este informe, propone que la conexión inter-


espacial viene dada por la Conciencia espiritual mientras que
la conexión inter-temporal, o de “vidas pasadas”, viene dada
por la Conciencia anímica. De esta forma el guitarrista toscano
conecta, espiritualmente, con la chica cantante, mientras que a
nivel anímico lo hace con alguien de una vida pasada; un artista
medieval por ejemplo.

No digo que esta idea esté “mal”, ya que responde al modelo


propuesto, sino que en la conexión entre ambos músicos
(guitarrista y cantante) interviene también la parte de la Mente.

¿Cómo recuerda el guitarrista toscano que “estuvo” en el


contenedor de la cantante “luego”de regresar a su contenedor?
(obsérvese que hay una línea de tiempo)

Si el guitarrista, luego de estar en el contenedor de la cantante,


olvidara haber estado dentro de ella, no podría haber sabido nunca
que compartía su espíritu con la colega. De esto se desprende
que debe existir una conexión mental, aparte de espiritual, entre
ambos músicos.

Si unimos la Mente con el Espíritu tenemos, virtualmente, a


Ánima.

Digo “virtualmente” no porque Mente + Espíritu “sumen”


Ánima, sino porque al unir la experiencia mental con la espiritual
se obtienen las tres coordenadas virtuales que permiten describir
el universo (que no es lo mismo que “comprenderlo”, desde
luego, por eso es importante tener Ánima).
Génesis III † 23

Esto significa que si ambos músicos compartieran la misma Ánima


(dos fractales separados espacialmente pero vinculados a un
mismo nodo) en vez del mismo Espíritu, como propone Malanga,
también podrían tener esta misma conexión “espiritual” ya que
la Mente les recordaría perfectamente haber estado en el otro
contenedor, cada uno haciendo cosas distintas.

En verdad que esto que digo ocurre realmente en el universo,


aunque no seamos conscientes de ello, ya que todas las Ánimas
son una sola, sin importar en qué espacio y tiempo estén.

Meditando sobre esto, me di cuenta que el modelo de Malanga


(la de creer que ambos músicos tenían el mismo Espíritu) parece
un tanto “dudoso” pues lo que permite saber si ambos músicos
comparten el mismo Espíritu o no, no es la de haber compartido
el mismo flash mental (que puede estar presente, también, en
otros estados o niveles de conciencia) sino la de comparar ambos
espíritus y ver qué similitud tienen.

En efecto; si ambos músicos poseen, supongamos, un espíritu


“fuerte”, “temperamental” o “emprendedor”, que busca el
liderazgo en el espacio profesional en que estén, podemos
suponer que comparten, como dice Malanga, el mismo espíritu.
Si esta condición no se cumple (un espíritu es “fuerte” y el otro
“flemático”) no podemos afirmar que comparten el mismo
espíritu, y el vínculo debe explicarse por el lado de la Mente o el
Ánima.

De la misma manera, si ambos músicos tienen un Ánima con


Génesis III † 24

el mismo grado de madurez y Conciencia, a tal punto de que


sienten casi lo mismo ―como si hubiesen tenido experiencias
semejantes pero en distintos contenedores―, podemos afirmar
que compartan la misma Ánima aunque sus espíritus sean
diferentes; uno flemático y el otro sanguíneo.

También puede ocurrir que ambos músicos tengan el mismo


espíritu y la misma ánima a la vez. O la misma mente y diferente
ánima y espíritu, por lo que el flash mental igual se produciría
pues la Mente, al igual que Espíritu, también tiene la coordenada
espacio, pudiendo estar en dos puntos distintos del espacio y del
tiempo a la vez, almacenando información. Las posibilidades a
barajar son varias. Lo que no se discute es que ambos músicos
tienen un fuerte vínculo de Conciencia.

Personalmente pienso que los espíritus de las personas son


bastantes parecidos, pudiendo ser más o menos enérgicos, y lo
que diferencia a los distintos espíritus, la que los “modula”, es la
propia Mente. La Mente es la que orienta, como hace un jinete con
su caballo, al Espíritu. Al menos debería ser así. Muchas personas
son cobardes porque su comprensión de las cosas es limitada.
Cuando cambia la perspectiva mental tanto en el consciente como
en el subconsciente, el espíritu cambia también pues se adapta a
la nueva situación.

Esto no quiere decir que la Mente siempre “domine” al Espíritu.


A menudo ocurre que el Espíritu y la Mente están desconectados
(en código Malanga “desintegrados”), por lo que el Espíritu (como
un caballo salvaje) hace lo que quiere y no sigue a la Mente. Esto
Génesis III † 25

es lo que se produce cuando no hacemos lo que pensamos y no


nos movemos en el sentido que marcan nuestras creencias.

Todos los espíritus humanos están integrados a un “gran espíritu”,


quien representa “el espíritu de la humanidad”. Este “espíritu de
la humanidad” no es otro que el Hombre Primigenio.

El Hombre Primigenio no tiene Ánima (la perdió al comer de


la fruta prohibida), por lo que las acciones de las personas no
responden a lo que quiere Ánima. Ánima quiere vivir en un
tipo de mundo más agradable, pero las personas han decidido
construir un mundo distinto.

Hablamos del Espíritu y su relación con el espacio pero debemos


destacar el rol de la Mente (aunque ya adelantamos un poco). La
Mente, a diferencia de Espíritu y Ánima, no tiene límites en la
coordenada energía. Esto significa que la Mente puede acceder a
todos los niveles de potencial energético existentes.
Génesis III † 26

Esta capacidad única de la Mente es muy importante pues es lo


que permite que las hipnosis funcionen. Aunque Ánima y Espíritu
estén limitados en cuanto a acceder a los niveles más altos de la
Conciencia (a nivel energético), Mente trepa a esos niveles como
un gato lo hace sobre el tronco de un árbol.

¡Mente es de gran ayuda!

Esta facultad de la Mente nos permitió, felizmente, reconstruir la


imagen del universo, aunque al principio nos costó bastante pues
desconocíamos las potencialidades de Ánima.

Nosotros sabíamos, al principio, que Mente interactuaba con


Espíritu, y como Espíritu se mueve libremente por el espacio,
podíamos comprender una región importante del universo. Así,
pudimos descubrir lo que había más allá de nuestro pequeño
planeta (astrofísica) como lo que ocurre en el nivel subatómico,
dominio de la física cuántica.

Los diversos niveles de energía no sólo abarcan a las pequeñas


partículas sino a los cuerpos macroscópicos como los humanos y
los alienígenas, por lo que gracias a la tanatología y a las técnicas
de hipnosis pudimos descubrir el gradiente energético de nuestra
especie. El cuerpo humano está dividido en capas que poseen
distintos niveles de energía, siendo la parte más sutil de ellas la
que se desprende del cuerpo y viaja a otros mundos…

Ocurre que Espíritu tiene poco recuerdo de lo que ocurrió en el


pasado de la humanidad, y sabe menos de lo que ocurrirá en el
futuro, por lo que el mapa de nuestro universo estaba bastante
Génesis III † 27

incompleto.

Al descubrir nuestra parte anímica, Mente comprendió que


ésta no tiene limitaciones en el eje del tiempo, por lo que podía
comunicarse con ella y pedirle información sobre nuestros
orígenes. Así, la parte anímica empezó a desplazarse hacia atrás
en la línea de tiempo, y la Mente pudo conocer quiénes eran
nuestros creadores y manipuladores.

Allí apareció la importante figura del Hombre Primigenio; el Adam


Kadmon de la que habla la Cabalá y que es el molde con la cual
fueron construidos los humanos.

El descubrimiento de la parte anímica cambió el cuadro de la


situación, pues la imagen del universo que obtuvimos era muy
diferente a esa imagen “estática” o “materialista” que muestra la
ciencia. El universo se nos fue revelando (y esto ya lo avizoraban
los modelos de la física moderna) como un holograma virtual
que interactuaba con nuestra Conciencia. El universo, lejos de ser
inmutable, resultaba ser una suerte de jaula energética que podía
ser modificada. A esa jaula virtual se le llamó “Matrix”, que en
nuestro idioma significa matriz.

Resulta que lo que mostraba la película “The Matrix” de los


hermanos Wachowsky no estaba tan alejado de la realidad como
muchos creían.
Génesis III † 28

Una teoría de la Inconciencia

Antes de adentrarnos al libro, es necesario hacer un breve repaso


a los conceptos centrales de Malanga respecto a la Conciencia y
al origen del universo, para que así puedan entender los míos. En
su Génesis III el profesor escribe:

“Uno podría suponer que la dualidad se encuentra


en la toma de una decisión o en no tomar la decisión
y morir todos juntos. Esto no es —de nuevo— un
concepto dual. De hecho, el “no hacer” es identificable
con el no ser.

En este contexto, se produjo la pregunta de por qué


la conciencia había decidido construir el espejo.
La pregunta, de hecho, no tiene sentido porque la
conciencia es porque es. Si no se hubiera hecho bien,
si no se hubiera manifestado a través de su acción,
no habría existido ya que no se habría dado cuenta
de que existe... Tú eres porque existes. Si no fueses,
no existirías. Así que no hay dualidad en tomar o no
tomar decisiones: no hay dualidad en la adopción de
una de las dos formas aparentes porque en realidad
son una sola.
Génesis III † 29

Por un lado se comprende ahora que la conciencia


ES solo si realiza una experiencia, y ES solo si
MANIFIESTA, a través de la acción o el ACTO DE
VOLUNTAD.

La voluntad se convierte en una expresión de la


existencia y adquieres la capacidad para entender lo
que eres. En este contexto, está claro que si haces las
cosas a medias, a media serán: pero si haces que la
experiencia sea toda, la experiencia será total.

Así que el ser angelical del plano superior —que no


quiere experimentar—, es un ser evolucionado sólo a
medias, mientras que nosotros somos los que hemos
decidido descender y terminar el trabajo.

Por tanto, somos más conscientes que ellos.”

Malanga divide al universo virtual en 7 planos de densidad,


ubicando a la Conciencia en el primero (densidad 0) y a nosotros
en el último. Según él, el mayor nivel de Conciencia se encuentra
abajo, en el plano material 3D, siendo el primer plano (densidad
0) el de menor Conciencia.

“La diferencia que existe entre la conciencia,


nosotros y todos los seres de los planos intermedios,
está vinculada a la conciencia del ser: cuanto más
profundo se llegue, más se experimentará y más se
entenderá lo que somos.”
Génesis III † 30

El error fundamental de la teoría de Malanga (y esto ya lo mencioné


en mi primer Génesis) radica en la definición de la Conciencia.
Piensa que la Conciencia creó el Universo con el único objeto de
conocerse a sí misma. Dado que la Conciencia no sabía de qué
estaba hecha —no era Consciente de sí— debió crear el universo
para poder observar sus componentes internos (que sabemos que
son Mente, Ánima y Espíritu).

El universo es algo virtual y por ende deformador de la realidad,


pero esa suerte de espejo defectuoso es —para el profesor
Malanga— necesario para que ella se conozca y la única vía para
hacerlo. Así que tenemos, en la base de su modelo, dos situaciones
“curiosas”. La primera es que la Conciencia “no era consciente
de sí”. Y la segunda es que para conocerse necesita recurrir a un
artificio que no le devuelve su verdadera imagen: el espejo.
Génesis III † 31

No parece difícil comprender que si la Conciencia no era


“consciente de sí”, no era ella una verdadera Conciencia sino
todo lo contrario: una Inconciencia.

¿Cómo podemos definir a una Inconciencia?

No lo sabemos, pero vamos a definirla como un “ente”, una


“cosa”, un “algo”. Esta “cosa” (que Malanga se empeña en
llama “Conciencia”) crea un espejo para mirarse. Pero ese
espejo no le devuelve su verdadera imagen sino una proyección
engañosa, falsa, totalmente distorsionada de sí misma, donde los
componentes internos que la componen aparecen disociados y
dispersos.

Dada que la imagen que recibe es engañosa, este “ente”, que


desconoce quién es y que está en la base de la realidad virtual,
comienza a experimentar con sus criaturas errando en sus
primeros intentos. Crea así un universo loco en donde todos se
matan y se engañan entre sí por las razones más diversas, y en
donde no existe respeto por nada pues hasta el respeto parece
ser algo falso y contraproducente para la supervivencia. Mientras
todo este horror cósmico se produce, ese “ente primordial y
supremo” continúa afanoso en la búsqueda del “saber”. Igual que
un recién nacido que está frente a un montón de extraños juguetes,
descabeza muñecos y destripa carros, para intentar comprender
su funcionamiento. Luego de varios intentos, descubre que las
ruedas sirven para “rodar”, y los brazos para “abrazar”. Que si
pone un ojo en el culo de la muñeca, la muñeca no va a poder
“mirar”, salvo que le baje la bombacha y pueda mirar por entre
Génesis III † 32

las piernas… Así —según Malanga—comprendemos que una


mujer “necesita ser violada” para entender qué es una violación,
y un niño “necesita ser sacrificado” en un altar de sacrificios
(como hacían los aztecas) para entender el real significado del
sufrimiento. Aquí no hay “víctimas ni victimarios” sino una
“cosa” que busca conocerse. Una “cosa” más grande que el
universo entero.

Luego de millones de años de sufrimientos, esa “cosa”, al fin,


sabe quién es. Descubre que es una “Conciencia” que tiene un
Alma, una Mente y un Espíritu. Pero también descubre que ha
pasado mucho tiempo desconociéndose a sí misma. Rompiendo
muñecos como hacen los niños. Destripándose la panza como un
carnicero loco.

¿Se sentirá culpable por lo que hizo? No lo sabemos porque el juego


de romper muñecos y destripar carros todavía no ha terminado.
Al universo le falta mucho para extinguirse y no sabemos qué
va a pasar… pero básicamente esa es la teoría de Malanga. No
una teoría de la “conciencia” sino una teoría de la “inconciencia”.
De cómo lo “inconsciente” se vuelve “consciente”. Es decir,
traducido a un lenguaje filosófico, de cómo el “caos” se convierte
en “orden”, la “materia” en “espíritu”, la “incertidumbre y la
congoja” en “felicidad”, y el “egoísmo más atroz” en “altruismo
supremo”. Todo eso en un proceso largo que duró millones de
años.

¡Madame Blavatsky, reina del culto teosófico y satanista, diría —


si estuviera viva— que Malanga le plagió su teoría!
Génesis III † 33

Yo, a diferencia del profesor, no voy a partir del supuesto de que


la Conciencia creó el universo para “conocerse a sí misma” ya
que, como más adelante veremos, esta idea cosmogónica es un
engaño sutil que el Hombre Primigenio le ha metido a Malanga
en su cerebro. Todo ello con la esperanza de engañar a la parte
anímica otra vez.

No me caben dudas de que la intención del profesor es buena.


Descarto que él, en la difusión de su teoría, esté actuando de “mala
fe”. Malanga parece convencido de estar ayudando a los humanos
a liberarse de cualquier tipo de parasitación interdimensional
(incluyendo a los Creadores 1 y 2). Sin embrago sería un error
aferrarse ciegamente a su teoría, por lo que debemos encauzar
su trabajo en la dirección correcta para extraerle todos sus frutos.
Hombre Primigenio no puede vencernos ya que el Anima Mundi,
gran Diosa Suprema, madre de todo lo creado, está con nosotros.

De más está decir que es falso que, en este nivel de existencia


(plano material 3D) los humanos seamos más conscientes que
aquellos que viven en los planos “superiores”. Las Experiencias
Cercanas a la Muerte (en la cual yo escribí un libro) demuestran
que el conocimiento de uno mismo y del universo es superior,
por lejos, cuando el humano está fuera del plano material a que
cuando está en él. Prueba de ello es que muchos de los conceptos
míos y de Malanga han sido adquiridos por personas después
de haber tenido una ECM, habiendo sido ignorantes de ellos
mientras vivían en el plano material.

El plano material es un plano de Inconciencia donde el humano


Génesis III † 34

vive ignorando su naturaleza divina, mientras los planos


“superiores” permiten una claridad de conciencia y conocimientos
mucho mejor. Los de “arriba” saben mucho más de nosotros y
de nuestras desgracias que nosotros de ellos, quienes vivimos en
la Tierra como cucarachas y siendo la base de alimento de los
lagartos.
“La Conciencia”, según Malanga
“El universo es el espejo que creó
la Conciencia para poder mirarse y
saber cómo es”

Corrado Malanga
Génesis III † 37

Eva y la fruta prohibida (parte 1)


“La duda de Ánima”

La parte anímica no sólo sirvió para que accediéramos a nuestro


pasado, sino que nos dio una sorpresa que casi nadie esperaba:
es la protagonista principal de toda esta tragedia cósmica. Para
aquellos que están al tanto de los trabajos míos y de Malanga,
sabrán que la parte anímica, en este universo virtual, es “invi-
tada” a bajar a Nehemoth (plano material). Lógicamente, la parte
anímica es engañada para que baje, ya que los alienígenas tienen
interés en explotarla.

Según Corrado Malanga, aproximadamente el 80% de los hu-


manos carecen de la parte anímica. Personalmente creo que
ese número se eleva, como mínimo, al 90%, salvo que exista un
número de individuos anímicos (10%) que estén muy parasita-
dos, por lo que la tasa de individuos anímicos podría estar en la
cifra de Malanga.

Hay que tener en cuenta que un individuo anímico parasitado,


si no resuelve su parasitación en vida, corre el riesgo de perder
su parte anímica tarde o temprano y volverse mortal. Es por eso
que yo digo que un anímico parasitado es casi lo mismo que un
Génesis III † 38

desalmado. Así, un individuo 100% anímico es aquél que no sólo


tiene Ánima sino que es consciente de tenerla (como yo). Tener
Ánima y no ser consciente de ella, es casi lo mismo que no tenerla.
Técnicamente, es un “desalmado” (antropoide).

¿Qué significa que el 80 o 90 por ciento de los humanos no tengan


Ánima?

Significa que, al crearse un contenedor biológico, el componente


anímico que tiene que bajar para ocupar el contenedor desiste de
hacerlo.

¡Los alienígenas “iluminados” no pudieron convencerla!

Al meditar profundamente sobre este fenómeno me di cuenta de


lo siguiente. Reflexioné que este 80 o 90 por ciento de Ánimas
que se niegan a encarnar en sus cuerpos no era una cuestión de
entenderlo en términos “estadísticos”, como hace un científico.
La cifra quiere decir otra cosa. Esto es así porque la parte anímica
de la Conciencia es una sola, no muchas.

Cuando nosotros afirmamos que el 90% de las Almas se han


negado a bajar, estamos queriendo decir que, del 100% de
experiencias terrenales que Ánima podría haber tenido, sólo
eligió el 10% de ellas, desestimando el resto.

No es (como dice Malanga) que el Hombre Primigenio “pone sus


partes anímicas en contenedores”, como si Ánima fuera una torta
de chocolate que se corta en pedazos y se pone en platitos. Mucho
menos que existen “muchas ánimas haciendo cola esperando
Génesis III † 39

encarnar”, como si fueran un grupo de mujeres que hacen


cola para entrar al supermercado, expectantes de lo que van a
encontrar. No es ni una cosa ni la otra. Ánima es una sola y tiene
miles de experiencias terrenales para hacer o no hacer.

Por lo tanto, ¿Qué significa que, si Ánima es una sola, sólo elige el
10 o 20 por ciento de todas las experiencias disponibles?

Sólo puede significar una cosa: que Ánima no está muy


convencida en bajar a la Tierra para tener experiencias. Y, como
no está convencida, desestima la mayoría de las “ofertas” que le
hacen los alienígenas. No parece muy difícil entenderlo.

Según el mito bíblico, Eva comió de la fruta prohibida y fue


expulsada, junto a su esposo, del Paraíso. Si el mito está en lo
cierto, ahora todos deberíamos estar en Nehemoth (me refiero a
los que tienen Ánima). Pero no es cierto que “todas” las ánimas
han elegido bajar. La mayoría de las almas se siguen negando a
tener experiencias en la materia. Y no sólo se siguen “negando”
sino que, en algunos casos, hasta intentan convencer a sus
“hermanas” de que desistan en bajar aquí.

Para las almas que ya “bajaron”, estas almas no encarnadas, cuando


ven que un ser anímico adquirió cierto grado de Conciencia, se le
presentan en sueños o introspecciones para convencerlo de que
regresen con ellos.

Estas almas que están intentando convencer a sus pares de que


se nieguen a encarnar, o, en caso de que ya hayan encarnado, de
que regresen a vivir con ellos en un mundo mucho mejor (o sea
Génesis III † 40

que ya no reencarnen), Malanga les llama “ángeles protectores o


anunciadores”.

Este tipo de almas (que Malanga reconoció en algunos ex


abducidos) yo ya los conocía por mis estudios de tanatología. En
el libro de la doctora Helen Wambach, “La Vida antes de la Vida”,
quien hipnotizó a más de 750 personas para indagar acerca de la
reencarnación, aparecen estas almas que intentan convencer a sus
pares del peligro de bajar a la Tierra.

«Sí, elegí nacer, pero tenía mucha prisa y no estaba


seguro de mi elección. Cuando preguntó si me
ayudaron a elegir, me di cuenta de que alguien, no sé
muy bien quién, me hizo una advertencia, pero sentí
que tenía que hacer algo y resolver alguna cosa.»
(Caso A-209.)

«Sí, yo mismo elegí nacer. Cuando preguntó si me


ayudaron a elegir, me di cuenta de que alguien
trataba de impedirme nacer. Me hacían una serie de
advertencias. Mis sentimientos ante la perspectiva
de la vida futura eran de que anhelaba venir aquí
a jugar. Pero después del nacimiento sentí que era
muy duro. El ambiente de aquí abajo, de la tierra,
resultaba muy duro. Esperaba jugar, pero todo era
conmoción y estaba deseando regresar al espacio,
donde todo era liviano.» (Caso A-339.)

«Sí, está claro que elegí nacer. Algunos entes trataban


Génesis III † 41

de advertirme, pero no escuché. Estaba impaciente


por concluir algo que había empezado.» (Caso
A-320.)

«Sí, elegí nacer, pero en medio de un gran revuelo.


No fue una decisión sosegada. Cuando preguntó
si alguien me ayudó a nacer, me di cuenta de la
presencia de unos guías que parecían grandes rayos
de luz, que me aconsejaban que no naciera ahora
—pero yo ya había tomado una decisión—. Mis
sentimientos ante la perspectiva de la vida venidera
eran de que yo la deseaba, y sabía que mi madre
no estaba preparada y que esta familia no era la
apropiada. Pero tenía cosas que hacer y era necesario
que completara tres viajes kármicos.» (Caso A-493.)

En algunas de estas hipnosis realizadas por la doctora Wambach


aparece la figura del Hombre Primigenio:

«Cuando preguntó si elegí nacer, vi que no había


querido, pero me convenció un consejero de que
necesitaba ayudar esclareciendo cosas. El hombre
que me ayudó a elegir parecía tener barba blanca y un
bastón, y era una especie de guía espiritual. Cuando
preguntó por la perspectiva de vivir esta vida, me
di cuenta perfectamente de que yo no deseaba nacer
y de que estaba más que remiso. Incluso supe que
había intentado abortar mientras me encontraba en
Génesis III † 42

el útero.» (Caso A-434.)

«Creo que estuve remiso cuando me hablaron de


volver a nacer. Un hombre sabio al que yo respetaba,
obedecía y amaba ayudó a convencerme de que sería
bueno para mí venir a esta vida ahora. Era un hombre
cariñoso y amable, pero firme. Mis sentimientos ante
la perspectiva de vivir esta vida fueron casi de terror,
pero sabía que mi propósito sería en cierto modo el
de ayudar... No tuve la impresión de elegir mi sexo.»
(Caso s/n).

«Se me ofreció la oportunidad de nacer, y la acepté en


una especie de conferencia importante. Parecía haber
allí un anciano de barba blanca que era el “jefazo”.
Quería tener otra vez un cuerpo, por eso me alegró
la perspectiva de vivir una vida, y sonreí. Lo que no
me hizo gracia fue volver a ser mujer. Eso me dio
como rabia; pero de todas formas elegí venir.» (Caso
A-316.)

Dado que las almas son una sola, independientemente de si


encarnaron o no, esta reticencia de ese 80-90 porciento de almas
que siguen estacionadas “arriba” se está contagiando a ese 20-
10 por ciento de almas que están estacionadas aquí “abajo”,
padeciendo todo tipo de avatares. Dado este despertar de la
Conciencia que se está dando en todas partes del mundo, en gran
parte gracias a Internet, muchas almas están comprendiendo que
esta existencia material tiene poco sentido (si es que tiene algo)
Génesis III † 43

y de que, si están sufriendo aquí, no es porque “eligieron sufrir”


sino porque fueron engañadas.

Así, hay gente que cree que el despertar de la Conciencia, en el


planeta, es producto de Internet (¡vendito Internet!) cuando en
verdad la aparición de Internet es producto del despertar de
la Conciencia (todo lo contrario), por eso la Elite no ha podido
impedirlo.

¡Nuestra existencia no es más que un truco!

Así que tenemos que “allá arriba” las almas están haciendo
“fuerza” para que volvamos todos a casa, mientras que las que
están “aquí abajo”, Internet mediante, están empezando a decir,
cada vez más: ¡dejemos de encarnar!

La reencarnación está dejando de verse como un camino de


“adquisición de Conciencia” (la propuesta de las religiones) y
está viéndose, cada vez más, con una trampa de los arcontes para
cosechar nuestra energía.

Ya habíamos dicho que el tiempo es un presente continuo y además


que se puede cambiar. Esto significa dos cosas: que el destino está
determinado, pero igualmente puede cambiarse.

Determinado no significa definitivo.

Por lo tanto debemos entender que Eva, si bien al principio comió


de la fruta prohibida (si damos por cierto el mito bíblico), vio
pronto, como una “revelación”, todo el infierno que iba a padecer,
por lo que asustada tiró la fruta al piso y empezó a escupir todos
Génesis III † 44

los pedazos, consciente del veneno que tenía.

¡Eva, ahora mismo, está rechazando a la serpiente!

El mito del fin del Mundo

Los mitos relatan el pasado y también lo que está por venir. En


ese punto está muy claro que el mundo material se acabará,
llevándose a todos los demonios al abismo. Es importante tener
en cuenta que cuando hablamos del fin del mundo, no tenemos
que pensar que ese evento tiene una fecha estimada en el tiempo
de los mortales (por ejemplo en el 2050). El mundo no se va a
acabar ni en el 2050, ni en el 2300. Tampoco en el 3400. El mundo,
probablemente, continuará existiendo varios miles de años más…

¿Entonces, cuándo se acabará el mundo? ¿Cuándo se terminará


esta “tortura”?

La clave para entender los mitos es que existe más de una línea
de tiempo. El tiempo es como si fuera una grilla. En esa grilla,
una coordenada es la que almacena nuestras experiencias; las
pasadas y las venideras, como si habláramos de una novela. En
esa coordenada no sabemos, con exactitud, cuándo dejaremos
de existir. En el otro eje del tiempo se almacenan los cambios
de todas nuestras novelas, ya que el eje del tiempo cambia
permanentemente como si fuera una regla saltarina.

Este segundo eje del tiempo (que bien podría ser la coordenada
energía) sólo es accesible desde un nivel de Conciencia más alto.
Génesis III † 45

Es interesante destacar, que así como la coordenada tiempo


puede ser considerada como una segunda coordenada espacial
más, donde la Conciencia guarda todos los fotogramas de
nuestras vidas, la coordenada energía también puede ser
considerada —¿y por qué no?— como una tercera dimensión
espacial, como ocurre con el tiempo, pero que guarda esta vez los
distintos cambios de vibración energética de los cuerpos (o sus
diversos grados de densidad) a medida que éstos van mutando o
degradándose... Pero dado que estos cambios operan a modo de
“registro” o “archivo akáshico” —y aquí viene lo interesante—
esta coordenada energética estaría haciendo a su vez el rol de una
segunda coordenada temporal, ya que el tiempo no es otra cosa
que un “cambio de estado”, sin importar cuál sea su naturaleza.

Para poder acceder a esas líneas de tiempo pretéritas es necesario


abrir un portal espacio-temporal, por ejemplo, en un punto
arqueológico determinado. La tecnología no sirve de nada porque
los portales se abren con la Conciencia. Mediante la práctica de la
meditación o una hipnosis profunda, la Conciencia podrá ingresar
por esos nodos del espacio-tiempo y acceder a esas civilizaciones
míticas donde otrora vivía la humanidad. Allí encontraremos
gente que llevan sus vidas como nosotros llevamos la nuestra.

En base a esto, cuando los mitos dicen que el final del mundo está
“cerca”, lo dicen en esa segunda línea de tiempo, no en la nuestra.
Y allí se entiende cuando esas visiones del fin del mundo son
anunciadas desde la época del Cristianismo hasta ahora, pasando
por la Edad Media.
Génesis III † 46

“¡Se viene el fin del mundo!” “¡Estamos en el apocalipsis!” “¡La


humanidad agoniza!” “¡Los tiempos se acaban!”

Es lo mismo que cuando derrapamos con el auto y chocamos


contra un muro, pero de “costado”, no de frente. Si miramos a
través del parabrisas no parece que vamos a chocar (la visión del
escéptico que piensa que esas profecías son una tontería), pero si
miramos por alguna de las ventanas vemos que tenemos el muro
a 20 metros.

Así está la humanidad ahora. A punto de chocar. Pero de costado.

Tiempo eventual (T1)


Era
s
del
Tie
mp
o (T
2)

“Fotogramas dispuestos sobre un plano”

Una vez que hemos entendido que vamos a chocar de “costado”,


comprendemos que el mundo no va a cambiar (en nuestra línea de
tiempo) porque la dirección que determina nuestra Conciencia, a
Génesis III † 47

lo largo de las eras, es equivocada.

(Obsérvese que dije ES, no FUE.)

Las utopías de las ideas socialistas o del movimiento feminista


(que prometen un futuro mejor para los trabajadores explotados
y las mujeres dominadas) son parte de este juego perverso en
donde los humanos anímicos son llevados hacia un callejón sin
salida.

Desde luego que las ideas capitalistas no son mejores que las otras
ya que ellas creen que el mundo puede ser mejor olvidándose del
otro.

Así, la parte anímica del ser humano está en la disyuntiva de querer


cambiar el mundo u olvidarse literalmente de él para regresar al
origen. Los seres anímicos son altruistas y siempre están pensando
en el otro. Los alienígenas, junto con los gobiernos, despliegan
distintas estrategias que van desde infundir el miedo hasta llevar
a cabo políticas que apuntan, supuestamente, a mejorar nuestras
condiciones de vida. Es la vieja idea del “progreso”.

Allí surge el concepto de “progresismo”, que es el viejo ideal


burgués disfrazado de “nueva izquierda”.

Los ángeles anunciadores

Si bien la parte anímica es cada vez más reacia a reencarnar (cada


día nacen menos humanos anímicos), el profesor Malanga opina,
en su Génesis III, que las almas tienen que bajar igualmente a la
Génesis III † 48

Tierra…

Esta posición filosófica del profesor, hasta donde yo sé, se sigue


manteniendo hasta hoy. Según él, el sufrimiento humano es
necesario porque forma parte del proceso de adquisición de
“conciencia”.

La reacción de muchos seguidores y admiradores de Malanga no


se hizo esperar y empezó a surgir una nueva “ola” de reacción
contra el controvertido “paradigma Malanga”.

“¿Qué es eso de que tenemos que sufrir?” “¿Cómo es eso de que


no hay que ayudar al prójimo y dejarlo solo, abandonado a sus
problemas?” “¿Cómo es eso de que tenemos que ver al alienígena
como una herramienta para adquirir conciencia y no como
nuestro enemigo?” “¿Por qué el conocimiento de uno mismo tiene
que estar vinculado al sufrimiento y no al disfrute de la vida?”

Dado este inesperado cambio del Malanga “combativo” al


Malanga “comprensivo con los aliens”, muchos admiradores de
Malanga vieron en él una sospechosa parasitación alienígena.

En lo personal, yo también me sentí sorprendido por su inesperado


cambio filosófico, ya que el trabajo del profesor, en sus bases
iniciales, era brillante. Luego, al conocer un poco más sobre la vida
personal de Malanga y otras experiencias personales mías, me di
cuenta que el profesor, desgraciadamente, fue interferido por los
alienígenas (más precisamente por el Hombre Primigenio).

Veamos lo que dice Malanga sobre las almas que han rechazado
Génesis III † 49

el plan alienígena de hacer experiencias en la Tierra (las negritas


y los subrayados son míos):

“Nos habíamos dado cuenta de que los abducidos


que se habían liberado del problema de abducción,
habían adquirió un cierto nivel de conciencia, y
estaban sujetos a ciertos fenómenos colaterales.

Algunos veían o pensaban que ellos percibían, figuras


angelicales en forma de pseudo protectores que
dentro de las simulaciones mentales autoinducidas
o de los sueños, a menudo los observaban en
silencio, dando información, a veces, a la persona
supuestamente ex abducida, en lo que debía hacer.

Estos ex abducidos estaban empezando a venir


a nosotros, reportando estos eventos. Al mismo
tiempo, otros no abducidos, pero que habían seguido
el camino de la autoconsciencia, parecían tener las
mismas advertencias. El ángel Miguel y Rafael o
cualquier otro así, se les mostraban, con alas. A veces
era una figura sencilla y luminosa que te miraba con
simpatía y al que si le preguntabas sobre quién era,
al parecer, en ese punto, te prescribía la receta de la
vida.

Siempre nos quedamos decididamente dudando


sobre estos eventos, porque creíamos que ninguno
en el universo pretendía ayudarnos, y si lo hacía,
Génesis III † 50

era porque le convenía. Quién quiere ayudar decide


no interferir con nosotros, porque si lo hiciera nos
impediría comprender ese acto de adquisición
de conciencia, que es y seguirá siendo un acto
muy personal. Sólo la presencia de un proyecto
común, significa que los esfuerzos del grupo no
están dirigidos a objetivos personales, sino que le
pertenecen a la sociedad del futuro.

¿Quién quiere ayudarte a menudo te recomienda y te


da consejos que parecen servirle a él y no a ti?

Podemos verlo en docenas de ejemplos en la historia


del arte contemporáneo, desde la voluntad política
pidiendo el voto, y pareciendo que lo haga por usted,
aquel gerente que quiere contratarte y te quiere hacer
ver que te hace un favor, el sacerdote que quiere
confesarte, porque está feliz si vas con él al reino de
los cielos...

La figura de estos pseudo ángeles se le aparecía a la


gente con un cierto nivel de conciencia, y no a todos.

Te señalan el camino, pero te dicen que eres superior


a los demás, que eres bueno, que mereces más y, para
ello ‒a continuación‒, quieren que vayas a “ellos”,
hacia una especie de premio de lugar, una residencia
de oro en la que estarías con tus compañeros y no en
este valle de lágrimas, porque por tu comportamiento
mereces “subir” al siguiente nivel superior.
Génesis III † 51

Las mentes más experimentadas no suelen caer


en esta trampa porque sienten que hay alguna
nota discordante en todo esto, pero la mayoría de
las conciencias anímicas que se encuentran poco
integradas, lo hacen por así decirlo, desde el talle de
su ego y tienden a caer en esta trampa.

El sujeto de este tipo, a menudo abducido liberado del


problema alienígena, es engañado y decide escuchar
la voz del ángel o entidad buena de apariencia
juvenil, que no les obliga a hacer nada, pero que se
encara ferozmente si tratan de expresar disidencia.

Hace unos años empecé a registrar en las experiencias


de los abducidos ‒tanto en sueños como en hipnosis‒,
actitudes permisivas hacia estos seres extraños ‒que
al inicio de nuestra investigación cuando se sabía
poco o nada del Hombre Primigenio, el arconte
de Pistis Sophia‒, que tuvimos que cambiar por
su voluminosa presencia. De hecho, destaco una
vez más, que en estas visiones la mente actúa de
traductor de arquetipos y nunca se equivoca al
señalar determinadas cosas, según la sensación
arquetípica que el alma o el espíritu le proponen.

El Hombre Primigenio o UP, como habíamos


identificado en la primera parte de esta investigación,
siempre se presenta con ciertas características
totalmente diferentes de este “ángel bueno”.
Génesis III † 52

Además en estas apariciones, el buen ángel se


presentaba como aquellos que lo veían: en el
ambiente mental en el que aparecía, esto siempre
se cumplía. Aparecía igual a ti, vestido igual, con tu
misma altura, tú eras como él o sino es que eran más
de uno.”

Me veo tentado a seguir con mi trabajo, pero creo que sería útil
señalar el error conceptual de Malanga respecto a esta idea de
“no ayudar”, error que es fácil de refutar pues los ejemplos los
tenemos a la vista (no es que tengamos que investigar o leer
demasiado). Transcribamos la frase en donde el profesor se opone
a la idea de ayudar al otro, que yo señalé en negritas:

“porque creíamos que ninguno en el universo


pretendía ayudarnos, y si lo hacía, era porque le
convenía”

Malanga plantea aquí la falacia de creer en la “solidaridad”: la


acción solidaria no existe.

Es necesario aclarar que la solidaridad debe ser entendida en


términos de “acción”. La solidaridad es una acción que se ejerce
con la intención de cambiar, para bien, la situación de alguien.
Así, la “solidaridad pasiva” propuesta por Malanga no existe
pues, si yo pienso que al “no ayudar” dejo las cosas como están,
aunque sea para bien, dicha situación benéfica no es causada por
mi “inacción” sino por la acción de otros “agentes” que están
interfiriendo en la persona (por ejemplo: su Conciencia).
Génesis III † 53

Retomando el tema de Malanga y aclarado esto, ninguna persona


que está en sus cabales puede pensar que “nadie”, en la vastedad
del universo, puede pretender ayudarnos, como si fuera
razonable negar absolutamente la existencia de la solidaridad,
salvo que juzgue la conducta o naturaleza de las criaturas desde
una óptica puramente ideológica o teórica, ajena a lo que siente
el alma humana.

Según la psicología (y en este punto sí coincido con ella), un sujeto


que niega rotundamente la existencia de la solidaridad y por ello,
ni se deja ayudar por nadie ni ayuda a nadie, abandonando al
prójimo a su propia suerte (la propuesta de Malanga) adolece,
probablemente, de cierto nivel de psicopatía.

Para la psicología, ser solidario como ser, a veces, egoísta, es lo


que hace a la naturaleza humana. Malanga parece negar eso.

¿Cómo es que me atreví a vincular la afirmación de Malanga con


la mentalidad del psicópata (mentalidad psicopática producto,
seguramente, de una parasitación alienígena)?

Porque el rasgo central de la psicopatía (según la psicología) es


la carencia absoluta de empatía por el otro, lo que impide cosas
como la “solidaridad” y la consecuente creencia en ella.

Un defensor de Malanga diría que el profesor sí tiene empatía


por el otro y por lo tanto no es un psicópata ni un parasitado.
Pero para la psicología, la empatía se demuestra, no es sólo una
cuestión “discursiva”. Si yo le digo a mi psicólogo (evocando a
Malanga) que no creo en la solidaridad y que por eso no ayudo a
Génesis III † 54

nadie, por más que el otro la esté pasando mal o esté sufriendo lo
indecible, él va a pensar (según su saber académico) que adolezco
de cierto “problema mental”. El hecho de que yo sea querido y
admirado por mucha gente (como lo es el profesor Malanga) no
va a convencer al psicólogo de pensar lo contrario. De hecho que
los psicópatas, como bien ha corroborado la ciencia, suelen ser, en
ocasiones, muy populares.

Un caso famoso fue Hitler en la Alemania nazi.

¿Tiene realmente Malanga empatía por el ser humano?

En realidad, si uno conoce bien esta “nueva filosofía” de Malanga


(no la “vieja”, donde él sí quería y defendía al ser humano),
comprenderá que el profesor no tiene empatía alguna por el ser
humano como tal… como ese ser bípedo que camina por la tierra
y sufre, sino que tiene empatía por la Conciencia absoluta que
existe en el humano. ¡Y eso es muy diferente!

Esa Conciencia absoluta tiene poco que ver con nosotros porque
es una conciencia impersonal, atemporal y totalmente metafísica
(Ain Sof).

El error del profesor radica en que confunde, dada la parasitación


que padece, al “ser humano concreto” (abducido por el alienígena)
con la “Conciencia real y absoluta” (que obviamente está presente
en los humanos y en menor grado en los alienígenas). Por eso
Malanga no se cansa de decir que “nosotros” somos los creadores
de nuestra realidad cuando es evidente que no lo somos.
Génesis III † 55

El ser humano, limitado y mortal, no ha creado el universo.

No es mi intención ridiculizar la teoría del profesor, pero si


seguimos la teoría de Malanga a pie de puntillas, deberíamos
decir que las hormigas y los sapos también son los creadores de
la realidad, por el sólo hecho de tener Conciencia.

Pero hay más para analizar, pues esto recién empieza.

Si vamos a criticar esta insólita idea de Malanga desde la


psicología o la filosofía tal vez nos quedemos corto, por lo que
voy a hilar mucho más “fino” para que al lector de Malanga no le
queden dudas.

Malanga defiende la idea de que el proceso de adquisición


de conciencia debe, forzosamente, hacerse solo, ya que si
alguien quiere ayudarnos, va a interferir en el proceso y eso
va a perjudicarnos. Lo vemos en la siguiente frase del profesor
mostrado anteriormente:

“Quién quiere ayudar decide no interferir con


nosotros, porque si lo hiciera nos impediría
comprender ese acto de adquisición de conciencia,
que es y seguirá siendo un acto muy personal.”

¿Cuál es la falla básica de esta afirmación? (digamos que su talón


de Aquiles)

Muy simple. Es que no existe ningún ser humano que, estando en


este universo material llevando a cabo algún tipo de experiencias,
Génesis III † 56

o en el plano “celestial” esperando encarnar, no esté interferido


por alguien o por algo.

Siempre estamos interferidos porque siempre estamos


interconectados. Somos una conciencia colectiva. ¿O es que
estamos “aislados” en el cosmos como si fuéramos autistas?

Así, no existe ninguna decisión del ser humano que no responda,


en cierta medida, a alguna idea o acción o suceso de alguien o
algo que existió en el pasado, que existe en el presente o que está
actuando, a lo lejos, en algún otro plano dimensional.

Vemos que las almas que vienen a la Tierra son interferidas por
algún “anciano sabio”, “familiar” o “comité de decisión” (como
en las hipnosis de Weiss, Wambach o Grifasi). Luego, cuando
el alma nace, es interferido por sus padres, que lo condicionan
con su afecto y cuidados. Cuando crece, el alma sigue interferida
por sus padres, que le inculcan los valores que creen conveniente,
pero también es interferido por sus maestros cuando asiste al
colegio, que le inculcan sus “teorías” y “visión del mundo” para
adaptarlo a la sociedad.

Ese joven crece y se rodea de amigos, que consciente o


inconscientemente lo interfieren:

“Ché, ¿no viste la serie esa…?” “¿Todavía no tienes novia?”


“¿Nunca fumaste marihuana?” “¡Esas zapatillas no están de
moda, man!”

Y entonces esa alma humana fuma marihuana y se viste a la moda


para no ser discriminada por su grupo.
Génesis III † 57

Si un día enciende el televisor y ve a un pastor evangelista


hablando, éste también lo interfiere con cosas como: “Si cometes
pecado ¡te irás al infierno!”

Luego un conductor de radio lo interfiere diciéndole: “Ponte


la vacuna contra el coronavirus sino morirás o contagiarás a
alguien… ¡Sé responsable!”

Los científicos también se suman a la interferencia: “Descubrimos


que el hombre no proviene de Dios sino del mono; la Biblia está
equivocada”

Y un día, en una reunión de amigos, el alma dice un chiste para


mandarse la parte y una mujer le contesta, enojada: “¡Eres un
machista por decir eso!”, lo que hace que esa alma se sienta
avergonzada y arrepentida por sus dichos misóginos.

Nueva interferencia.

Así, el alma va asimilado todo lo que escucha y experimenta


(es decir pasa a estar interferido) porque, al no tener la gnosis,
no es capaz de tener una visión propia y exclusiva de las cosas.
Y esto ocurre porque ningún alma, cuando viene a la Tierra,
nace sabiendo. Todas sus ideas y conductas las construye
colectivamente.

Finalmente viene el alienígena, lo sube a un platillo y también lo


interfiere.

Si piensas que esta historia acaba aquí, te equivocaste.


Génesis III † 58

El sujeto, luego de la abducción, como no conoce la teoría de


Malanga o la mía, va a un psicólogo y le cuenta, en el diván,
su terrorífica experiencia: ¡Doctor, todas las noches viene a mi
dormitorio un pequeño gris, me paraliza con su mente y me mete
una sonda por el culo! ¿Qué hago? ¡Ayúdeme!

Y el psicólogo (que también está interferido) le dice: “Mire, usted


tiene un conflicto con la parte paterna originada en la infancia.
Tome una foto de su padre, dibújele un corazón rosa, vaya
al arroyo más cercano, arroje la foto al agua y diga: Padre ¡te
perdono! Ya no más alienígenas…”. Y el sujeto se vuelve a la casa
contento creyendo que se liberó del alienígena.

¿Te pusiste a pensar, lector, cómo pensarías hoy sin esos libros que
leíste, sin esas noticias que escuchaste, sin esa mujer u hombre
que conociste o amaste, sin la educación que te dieron tus padres
y las cosas que aprendiste en la escuela?

Seguramente no serías lo que eres hoy.

Una vez que hemos comprendido esto, nos damos cuenta de la


falacia de la propuesta de Malanga respecto a que las personas
no tenemos que ayudarnos los unos a los otros (incluyendo
esas almas que vienen de los planos superiores) pues, si nos
negamos a ayudar-interferir (como propone el profesor), el
humano forzosamente va a quedar ubicado en otro plano de
interferencia, con entidades humanas o no humanas que tal
vez no tengan buenas intenciones para con él. De esta forma
se deduce que la única elección que tienen las almas, mientras
vivan en el universo, es el grado de interferencia que quieran o no
Génesis III † 59

quieran tener, no otra cosa. Entonces, ¿a quién le conviene que los


humanos no nos ayudemos los unos a los otros, o que las almas
no se ayuden mutuamente?

La respuesta no se hace esperar: a los alienígenas.

Corrado Malanga le está facilitando, con su falaz idea, el trabajo


a los aliens. (En parte esto no debería sorprendernos, pues si
Malanga cree que el alienígena es una herramienta necesaria o
indispensable para adquirir Conciencia, es lógico que les esté
facilitando, con su filosofía, la labor de secuestro…)

Pero sigamos destruyendo esta idea de Malanga, esta vez con


una “argumentación lógica”. Esta argumentación se basa en
las siguientes premisas (axiomas), sostenidas, claro está, por el
mismo Malanga:

1_El Alma es una sola y la Conciencia es una sola, por lo que


no existen “conciencias separadas” o “almas separadas” sino
una única Conciencia y una sola Alma que tiene millones de
experiencias a la vez.

2_La idea de la “separación” es originada por la mente dual.


En realidad, todas las personas son la misma, incluyendo el
“malvado” alienígena, que aparece en el universo virtual como
resultado de la mente dual del abducido.

3_El alienígena desaparee de la existencia humana cuando el


humano comprende que la dualidad es falsa; que sólo él es real.
Génesis III † 60

4_Dado que la Conciencia está teniendo experiencias por


separado, pues eligió ese camino para adquirir conocimiento
de sí, el ayudar al otro implicaría interferir en el proceso de
adquisición de Conciencia, que siempre es individual.

5_La mejor manera de ayudar al otro (si es que queremos ayudar)


es ayudándose a un mismo, pues, como la Conciencia es una
sola, lo que aprenda cada uno individualmente lo aprenderá el
resto tarde o temprano. Esto se debe a que todos los fractales de
Conciencia están unidos a una sola Conciencia no dual. Así, toda
la información que llega a esta Conciencia no dual se distribuye
al resto de los fractales individuales como si se tratara de una red
informática o Internet cósmica. De esta manera todos los humanos
nos beneficiamos de lo que aprende cada uno individualmente.

Corrado Malanga y sus seguidores piensan que estas “premisas”


no se contradicen entre sí. Y como no se contradicen, hay
que sostenerlas como un “dogma”. Pero yo he encontrado
contradicciones que pasaré a compartir con ustedes.

La contradicción radica en no comprender la inevitable


interferencia que existe entre todos los fractales de Conciencia
establecidos en los axiomas 1 y 2. Interferencia que se produce
justamente por ese nodo en común que las une a todas: la
Conciencia no dual. En efecto: Si mi experiencia individual se
está trasmitiendo, vía Conciencia no dual, al resto de los fractales,
esto significa que la adquisición individual de Conciencia de los
otros está condicionada, en parte, por la mía. Así, si mi proceso
de adquisición de Conciencia (a nivel individual) es más rápido
Génesis III † 61

que el de los otros, las otras Conciencias aprenderán más


rápido (a nivel individual) ayudadas por la información que les
estoy pasando. Inversamente, si mi proceso de adquisición de
Conciencia (a nivel individual) es más lento, las otras Conciencias
también se retardarán pues dependen de mí, en lo individual,
para poder avanzar (recordemos que las Conciencias están todas
interconectadas).

Lo mismo ocurre si el proceso de adquisición de Conciencia


del colectivo se acelera enormemente. Yo, por más perezoso
que sea en cuanto al deseo de evolucionar como ser consciente,
inevitablemente aprenderé como el resto pues seré arrastrado
por esa avalancha de información que me viene de la “red
cósmica”. En consecuencia, tarde o temprano me veré “forzado”
a evolucionar con el resto.

Luego tenemos la cuestión de la exteriorización de ese proceso


evolutivo de la Conciencia. Por ejemplo, si cada vez más personas
toman conciencia de la realidad extraterrestre, participando en
redes sociales, congresos y debates públicos, hasta el punto en que
ese grupo se transforma en “mayoría”, yo ya no podré convivir
con mis pares negando tozudamente la realidad alienígena, pues
correré el riesgo de quedarme “aislado” y ser tratado como un
“bicho raro” o “imbécil”.

Quiera o no quiera me veré obligado a replantearme la realidad


alienígena, y con ello mi propio sistema de creencias, si es que
quiero mantener intactos los vínculos que me unen a mi entorno
social.
Génesis III † 62

Inversamente, si son pocas las personas que toman conciencia


de la realidad alienígena, por desidia, escepticismo o lo que
sea, estando la mayoría ajena al fenómeno, yo podré mantener
mi escepticismo respecto de los aliens pues el entorno social me
favorece ya que no amenaza mi paradigma personal.

De esta manera se comprende que es falso que todo verdadero


aprendizaje es “puramente individual”, como sostiene Malanga:
el aprendizaje del individuo (en términos de Conciencia) mejora
o empeora a la par del aprendizaje del colectivo (o sea de sus
congéneres). Esto fue siempre una verdad de Perogrullo.

Aquí aplicamos el “axioma 1” del paradigma Malanga que dice:

1_El Alma es una sola y la Conciencia es una sola, por lo que


no existen “conciencias separadas” o “almas separadas” sino
una única Conciencia y una sola Alma que tiene millones de
experiencias a la vez.

Y también el “axioma 2” (reducido) que dice:

2_La idea de la “separación” es originada por la mente dual.

Uniendo ambos axiomas concluimos que tenemos que ayudar al


otro porque:

Primero: es inevitable en todo proceso de adquisición de


Conciencia.

Segundo: Si ayudamos al otro, también me ayudo a mí mismo,


pues yo y el otro somos lo mismo y todo lo que beneficia al otro
me beneficia a mí también.
Génesis III † 63

Tercero: Si me niego a ayudar al otro, mi proceso de adquisición


de Conciencia se retrasa, pues todo lo que retrasa al colectivo
social, de una u otra forma me retrasa a mí también (no existe el
éxito individual: yo gano cuando ganamos TODOS).

Cuarto: No existe diferencia sustancial entre “ayudar al otro” y


“ayudarse a uno mismo”, porque yo y el otro somos lo mismo.

De estas 4 conclusiones deducimos que, plantear la idea de que


“ayudar al otro no es ayudarlo realmente porque querer hacer
eso es un acto egoísta que sólo beneficia a uno mismo” (la idea de
Malanga) es caer en una mentalidad dualista, porque olvida que
el otro y el uno son lo mismo.

Esta mentalidad dualista en la que cayó el propio Malanga (que


tanto pregonaba por la “integración”) hace que sus axiomas 4 y 5
se contradigan con sus axiomas 1 y 2.

Si pasamos en blanco estas conclusiones axiomáticas a la que


llegamos nos queda:

1_”Sólo hay que ayudarse a uno mismo y dejar al otro abandonado


a su suerte (la propuesta egoísta pregonada por Malanga).
Resultado: Conciencia dual / falsa.

2_”Hay que ayudar al otro, aunque eso implique sacrificarse a


uno mismo” (la propuesta altruista del Cristianismo). Resultado:
Conciencia dual / falsa

3_”Hay que ayudar al otro sin olvidarse de uno mismo. Si debo


Génesis III † 64

elegir entre yo y el otro, dejo que mi Conciencia anímica (la más


sabia) me indique cual es la mejor opción”. Resultado: Conciencia
integrada / verdadera

Cuando uno tiene la Conciencia integrada, se sale de la lógica


de la mentalidad dualista (o “yo” o el “otro”, no existe tercera
opción) pues comprende que la situación del otro es, en otro
nivel de Conciencia, la situación de uno mismo. Por ende, evalúa
sabiamente si conviene ayudarlo o no (examina, primero, su nivel
de Conciencia, o sea si está preparado para recibir la ayuda que
necesita) y luego, una vez hecha la evaluación, elige libremente
el ayudarlo o no ayudarlo (y se hace cargo de las consecuencias
de hacerlo, como todo ser integrado, pues ayudar al otro implica
entrar en otro nivel de interferencia para lo cual hay que estar
preparado).

Todo ser integrado no caería nunca en la falsa lógica dualista de


que “no hay que ayudar porque cada uno debe aprender por
separado”. Al final, la trasmisión de información se dará siempre
en todos los niveles, tanto horizontal (el ayudar al otro) como
el vertical (ayudarse a uno mismo) ya que la red de Conciencia
es una estructura triangular y cerrada, o sea circular: toda la
información, de una u otra forma, terminará en el mismo punto y
todos saldremos beneficiados.
Génesis III † 65

Eva y la fruta prohibida (parte 2)


“La rebelión de Ánima”

Corrado Malanga, cuando dio con estas Almas de los planos


superiores gracias a la información que le otorgaron algunos ex
abducidos, no podía comprender quiénes eran estos seres y en qué
mapa del territorio estaban. Tardó un tiempo en darse cuenta de
que estas entidades peculiares no eran alienígenas corrientes sino
seres anímicos que vivían en otro nivel. La clave para entender
esto la encontró en su propio modelo teórico, que vincula, con
detalle, cada parte de la Conciencia con cada eje del plano físico
(gráfico de la página 12).

Fue así como el profesor Malanga “descubrió” que esos niveles


superiores no eran otra cosa que los distintos planos, o nichos,
donde estaban ubicados los otros “yos” del sujeto anímico, es decir
sus partes subconscientes. Lo hace público en esta declaración, en
su Génesis III:

“Cabe destacar que estos sujetos, ambos ex


abducidos, dijeron que fueron a buscar a los ángeles
pero no tuvieron éxito. Otros sujetos nos dijeron
Génesis III † 66

que estas figuras aparecían en sus meditaciones o


en sus simulaciones mentales, a veces sonriendo y
otras veces sin decir nada pero ejerciendo una atenta
función de aparente control…

Algún sujeto no abducido nos dijo que se recordaba


estar intrigado, y decidió ir a ver a los extraños
interlocutores, a donde vivían. La impresión que se
recordaba era que —en aquel entorno—, él era casi
igual a ellos, con una especie de cuerpo luminoso
semi-transparente claro.

Quién había reportado esta experiencia sostenía que


el “comité de bienvenida” —si se le puede llamar
así—, estaba compuesta por diversos sujetos con
un número que era de cinco a siete elementos. La
actitud de estos ángeles estaba caracterizada por un
comportamiento de aparente amistad, que tendía a
emitir discursos relacionados al ensalzamiento del
ego del sujeto.

“Eres un ser especial, no eres como los demás, eres como


nosotros, tienes que venir a nosotros porque has adquirido
conciencia y debes ascender a nuestro nivel, dejando en
su momento, este valle de lágrimas que no es para ti”

Pero cuando algún interlocutor humano trataba


de hacer preguntas aparentemente indiscretas, o
cuando se negaban a adherirse a la visión angelical,
Génesis III † 67

se hacía bastante patente la oscuridad, y acababan


acusando a los pobres de traición humana. “Algo que
hizo que yo no confiara en ellos y me fui de allí “....,
declaró sobre lo que experimentó en esta extraña
experiencia, el sujeto.”

Luego, más adelante dice:

“Debido a que muchas de estas personas, incluyendo


todas aquellas a las que hemos escuchado, no eran
para nada locos y las historias dadas por los ángeles
eran similares a las de nuestra investigación, y no solo
eso, sino también iguales a algunas declaraciones de
la parte anímica del sujeto abducido registradas en
los últimos diez años.

En este punto nos dimos cuenta de que había una


explicación simple, que proporcionaba una clave
de lectura clarísima, capaz de colocar el fenómeno
en el lugar correcto, en el contexto de la abducción
alienígena. En otras palabras, sólo había un mapa del
territorio.

De hecho, si volvemos por un momento a la


interpretación de lo universal: alma, mente y espíritu
tienen tres conciencias diferentes de la realidad,
colocadas en tres ejes diferentes, y no conmutables
entre ellas, pero solo ahora nos dábamos cuenta de
que mientras examinábamos el alma y el aspecto
Génesis III † 68

espiritual, ni siquiera habíamos arañado la parte


mental. El tercer eje, por tanto, aquello de la energía
¿qué cosa escondía?

Si nuestro modelo anímico espiritual era consistente


con el tercer eje de la energía, teníamos que postular
la presencia de planos existenciales “superiores” a los
nuestros, colocados en diferentes niveles energéticos
(el eje de la mente es aquello de la energía potencial).
Estos planos tendrían que estar poblado por seres
que, junto con nosotros, compartirían la parte
mental. En pocas palabras, si el alma se mueve en
diversos contenedores del eje del tiempo y el espíritu
comparte diversos contenedores en el eje del espacio,
la mente, tendría que compartir otros contenedores
en el eje de la energía.

A partir de esta hipótesis era posible pensar que como


nuestra alma se iba a dar un paseo por el eje del tiempo
en diferentes contenedores —proporcionando los
datos a los que Brian Weiss llama “erróneamente” las
vidas pasadas y futuras—, entonces la mente, podía
pasearse por los “planos superiores”.

Cabe señalar que cuando esto le sucedió al viajero,


se convirtió —estéticamente— igual a los sujetos
del nivel angelical, aparentando ser —en ese lugar,
al menos estéticamente—, uno de ellos. De hecho, el
‘ángel’, dijo esto: “Ustedes son como nosotros”. ”
Génesis III † 69

Me sorprendió que Malanga “descubriera” la existencia de estos


niveles de energía (como si habláramos de una “gran revelación”)
cuando el propio modelo teórico creado por él se lo mostraba
claramente.

Si la Mente no tiene limitaciones en la energía, significa que puede


moverse en ese eje sin restricciones. Y si el universo virtual fue
creado con un “gradiente energético” para que cada nivel de la
Conciencia establezca su sede o avatar allí (Conciencia real, Primer
Creador, Hombre Primigenio, alienígenas, hombre segundo…),
habiendo sido la hipnosis (una técnica mental) la herramienta
para descubrir eso; uniendo una cosa con la otra no parece difícil
darse cuenta que pueden existir entidades inteligentes en otros
niveles de energía y que la Mente es el único vehículo para poder
llegar a ellos.

Si a eso le sumamos que la Conciencia se puede integrar (y para


ello no es necesario un TCT), no es difícil darse cuenta también
que hasta la parte anímica y espiritual puede “ascender” o
“descender” sobre ese eje energético… Lo que explica estas
“comunicaciones angélicas” tan vívidas y la posibilidad de ser
interferido por entidades de un nivel superior (el Creador) o
inferior (los alienígenas demonios).

Me di cuenta, leyendo a Malanga, que él no tenía muy claro los


conceptos teóricos que utilizaba. Si bien parecía bastante bueno
en su labor de “hipnotizador” (labor que le permitió encontrar
mucha información sobre los alienígenas), su nivel de especulación
era pobre y por eso sus esquemas teóricos eran defectuosos.
Génesis III † 70

Yo, cuando incorporé el modelo de Conciencia de Malanga en mi


propio esquema del universo (consciente del potencial que tenía),
ya había arrancado “desde el vamos” con empezar a particionar
la Conciencia en distintos niveles de energía, por lo que no
necesitaba tener “datos” de estos seres superiores para saber que
existían…

De hecho que, según mi modelo, el mismo Hombre Primigenio


se ubica en una de estas particiones energéticas (no en el mismo
nivel de las ánimas sino en otro diferente). Y, desde ese nivel
energético, Hombre Primigenio parasita a los humanos, metiendo
implantes a lo loco y reprogramando la mente de los grandes
dirigentes del mundo (empresarios, políticos, banqueros…) para
tener el control de la Matrix.

Es por eso que me parecían insólitas las indagaciones y pesquisas


de Malanga respecto a eso de si el Hombre Primigenio tenía un
contenedor propio o no, o qué “tipo” de contenedor podría llegar
a tener (si es que lo tenía) y en qué lugar del universo lo podría
tener “guardado”.

Hombre Primigenio no tiene un contenedor propio por la simple


razón que no lo necesita. Hombre Primigenio es un nivel de
Conciencia que nos usa a nosotros para hacer experiencias (somos
sus conejillos de indias). El universo virtual en el que vivimos,
para Hombre Primigenio, es como un disco rígido en donde
él puede acceder todas las veces que quiera. Entra y sale del
universo virtual por portales dimensionales que los alienígenas,
sus siervos, desconocen. Si quiere viajar en jate, Primigenio ocupa
Génesis III † 71

el contenedor de un magnate millonario y navega por el mar junto


a bellas prostitutas. Luego de follárselas, se mete en el cuerpo de
un príncipe europeo y encabeza una reunión secreta del grupo de
los 13 illuminati.

¿Para qué quiere tener un cuerpo si nosotros somos sus


“terminales”?

Por supuesto que a él le conviene que nosotros creamos que


tiene un “contenedor”, como parece sugerir Malanga. Si tiene un
“contenedor”, probablemente tenga también tecnología y viva
en un lugar parecido al nuestro pero mucho más sofisticado,
lleno de pantallas y robots súper inteligentes, donde el muy
pillo maquina sus conspiraciones contra la humanidad y los
alienígenas, tomando algún refresco proteico refrigerado con
cubitos plasmáticos que funcionan con nanotecnología.

Si creemos esta tontería jamás venceremos a Hombre Primigenio.

Siguiendo con estos “ángeles” que vinieron de los planos


“superiores” y que tanto llamaron la atención de Malanga, se
observa claramente como ellos reflejan, en un nivel diferente de
energía y Conciencia, las dudas de los ex abducidos respecto a si
tiene sentido seguir teniendo experiencias en la Tierra o no.

No importa si esa duda existencial se manifiesta en la mente


del sujeto como una pregunta del tipo: “¿Tiene sentido que siga
teniendo experiencias en la Tierra?”, o no. Eso es irrelevante. Lo
importante es que el sujeto, en su nivel más hondo, y una vez
adquirida mayor Conciencia, comienza a sentirse incómodo con
Génesis III † 72

este universo desamorado y cruel.

Esta duda existencial del ex abducido se manifiesta (en estos


casos) por medio de sus “yo superiores” que bajan y le dicen: “Tú
eres una persona valiosa y noble, no mereces seguir sufriendo
aquí”.

Está claro que esta expresión compasiva es una autovaloración


que la Conciencia se hace usando al universo virtual como un
espejo: la imagen reflejada en el espejo representa al ex abducido
(que vive en el plano material y falso) y el que se está mirando es
el “yo superior o profundo” (que vive en un nivel energético más
cercano a la Fuente Primordial o Ain Sof).

En mi caso personal, nunca me pasó eso de ver “ángeles


anunciadores” que me llaman a “ascender a un nivel superior”,
pero sí me ocurre que mi parte anímica, cada día que pasa, y
mientras más conocimiento acumulo, siente mayor aversión por
este universo de baja frecuencia.

Luego (continuando con los “ángeles”), como el ex abducido


ha sido puesto al tanto de la agenda alienígena y del sistema
de “granja humana” (ya que ha comprendido y superado su
situación de secuestro), sus “yo superiores” sienten que su “yo
terrenal” ya está en condiciones de efectuar la ascensión, por
lo que bajan y le hablan a su par de que su triunfo sobre los
alienígenas representará el triunfo de todas las almas sobre ellos.

Por “todas las almas” me refiero tanto a las que están en la Tierra
como a las que no han descendido.
Génesis III † 73

Así, el alma que está en la Tierra adquiere conciencia de que


debe luchar contra los alienígenas, en el tiempo en que dure su
existencia terrenal, y romper posteriormente con la cadena de
reencarnación (samsara) una vez que abandone definitivamente
su contenedor.

Habrá comprendido el lector que este diálogo entre el “yo


terrenal” con los “yo celestiales” (diálogo no exento de ciertos
desacuerdos, como hemos podido ver) es un autodiálogo o
monólogo en donde la Conciencia, desdoblada en dos niveles,
intenta decidir qué hacer o no hacer consigo misma.

Aquí no existen “manipuladores” o “engañadores” como supone


erróneamente Malanga. Tampoco una lucha por obtener las
“llaves del universo”. Mucho menos “cobardes” o “valientes”
que deciden bajar o quedarse arriba, como los paracaidistas que
se tiran de un avión. Los de “arriba” no pueden bajar porque
llevan su existencia en otro nivel. Y aunque decidieran bajar a la
Tierra, lo harían por medio de un “fractal de ánima” que siempre
se desdobla en dos partes iguales pero con distintos niveles
de energía, por lo que una parte de él siempre se queda arriba
mientras que la otra parte hace su experiencia abajo.

¿Qué significa esto que para el lector resultará extraño?

Que no importa cuántas Ánimas bajen a la Tierra (o a dónde les


toque experimentar) pues siempre la Conciencia va a quedar
compartimentada en distintos niveles de energía, como debe ser.

Malanga desconoce esto porque no tiene una teoría de fractales


Génesis III † 74

de Conciencia como la tengo yo.

El tema de los fractales de Conciencia y su relación con el universo


dual será tratado en mi libro “Fractales de Conciencia y dualidad”
(que está en preparación).

Si el Génesis II de Malanga es un Frankenstein mítológico bastante


trunco, donde se confunden dioses tan disímiles como Shiva y
Poseidón o Shiva y Satanás, su Génesis III es, de hecho, un delirio
ufológico a toda regla, donde hasta las mismas ánimas se sabotean
entre sí para alcanzar la conquista absoluta del universo, como si
habláramos de una tira cómica de Marvel. En otra parte de su
informe dice lo siguiente (las negritas son de Malanga):

“Además, no se le habrá escapado al atento lector,


que mientras que nosotros vamos a ellos, ellos no
vienen a nosotros por el temor a la experiencia de la
vida —en términos de resistencia—, donde se vive,
se muere, se nace y se sufre.

Para un sujeto con el que trabajamos tiempo


atrás, este ángel también le dijo que ellos estaban
interesados en darnos consejos para salvarnos de los
aliens, porque todo lo que nos sucede, a continuación
se refleja en su (visión fractal del universo virtual) y,
si ganara el alienígena, el universo estaría en manos
equivocadas.

Nosotros, por lo tanto, seríamos aquellos que hacen


Génesis III † 75

la guerra por ellos, ya que ellos no tienen cuerpo, así


que no habría siquiera los extraterrestres. Nosotros
en cambio, menos afortunados en este plan,
deberíamos hacer las batallas por todos, sea para
salvarnos de los aliens, y ellos de la experiencia de
la vida con la muerte y el sufrimiento físico.

En resumen, nosotros seríamos “ellos” así como


“ellos” serían como nosotros, solo que ellos no han
tenido el valor de venir a este nivel para realizar la
experiencia. ¡Aquí está lo que somos y de dónde
venimos! Pero aquí se reveló también el verdadero
interés de estos ángeles, estos sujetos que de ángeles
comunicativos tienen más bien poco.

Una vez que ganáramos sobre los extraterrestres y


adquiriéramos la conciencia total de lo que somos,
pasaríamos a ser —para estas figuras angelicales—
el verdadero problema, porque tendríamos las
llaves del universo.

Un universo que el ángel quiere mantener en este


status quo, en busca de una forma alternativa de
realizar las experiencias del mundo sólido, sin
ensuciarse las manos.

Así que, por una parte, el ángel de la nueva era quiere


ser bueno y protector, y por otra, decide explotar
la progenie humana luchando para eliminar a los
Génesis III † 76

extraterrestres, pero bloqueando la evolución, para


evitar el sufrimiento.”

Es interesante destacar la relación existente entre esta idea de


Malanga y las ideas de Charles Darwin y de Adam Smith, en
cuanto a que los humanos deben “evolucionar” pero que esa
evolución debe hacerse, forzosamente, con “sufrimiento”.

Esta coincidencia ideológica no es “casual” pues son los síntomas


de su parasitación.

El lector tal vez conozca mi posición respecto a las ideas darwinistas


y liberales, y que no es para nada positiva. Tanto el darwinismo
como el liberalismo económico son ideologías satánicas.

En la teoría darwinista, la vida es, en sus orígenes, primitiva.


Sólo logra desarrollarse y perfeccionarse en el largo proceso de
evolución. Lo curioso de esto es que esta evolución, según Darwin,
se hace a costa de una lucha constante entre las especies por la
“supervivencia”. Esta lucha carece de “reglas” pues lo único que
importa es sobrevivir. De esta forma, el sufrimiento y la crueldad
es, para esta teoría, una condición necesaria para alcanzar el
perfeccionamiento de la vida. Si las especies se negaran a luchar
y a matarse entre ellas en pos de un “altruismo biológico”, la vida
caería en un estatus quo y el proceso evolutivo se detendría.

Luego, en la teoría económica liberal, el desarrollo de las naciones


se alcanza mediante la libre competencia entre los individuos. En
esa libre competencia, la “mano invisible” del mercado es la que
decide quién gana y quién pierde. Los que pierden, se reincorporan
Génesis III † 77

a la fuerza del trabajo (proletariado) y los que ganan se enriquecen


y siguen estando en el juego. Los liberales reconocen que el libre
mercado genera cosas como la “explotación a los trabajadores”
y la destrucción de muchas empresas. Incluso la destrucción de
la naturaleza. Pero afirman que ese “sufrimiento” es necesario
para que las naciones se vuelvan prósperas. Así, negarle a los
individuos la posibilidad de enriquecerse, aún a costa de los
demás, es, para el liberalismo, retrasar y estancar la sociedad.

Se habrá dado cuenta el lector que, entre el liberalismo y el


darwinismo (ambas, ideologías inglesas) hay un notable punto en
común, y este es que el perfeccionamiento del ser humano (tanto
biológico como económico) se alcanza exclusivamente mediante
un proceso “evolutivo” (de tiempo prolongado) donde la “lucha”
y el “sufrimiento” de los humanos son necesarios y positivos.

El liberalismo y el darwinismo nos vienen a decir, al fin de


cuentas, que nuestros juicios estéticos están equivocados y que
lo que nosotros juzgamos como “cruel” y “detestable” es, en
verdad, “noble” y “hermoso”.

La idea de Malanga parece ir en el mismo sentido que estas


ideologías de origen alienígena cuando afirma que el sufrimiento
del Alma es “necesario” para adquirir Conciencia.

En la psicología hay algo que se conoce como “lenguaje


inconsciente”. El lenguaje inconsciente es cuando una persona
intenta decir una cosa pero, inconscientemente, termina diciendo
otra (la que en verdad quería decir). Por ejemplo, si un muchacho
(que en sus gestos es muy amable con las mujeres) invita a su
Génesis III † 78

novia a comer en un restaurante y le dice cosas como: “Vamos


a sentarnos en esa mesa”, “Mejor deja colgada la cartera en esa
silla”, “¿Qué quieres comer? Acá hacen un asado excelente…”
“Yo siempre vengo a comer aquí…”

No es difícil darse cuenta que el muchacho, si nos atenemos a lo


que he escrito, más allá de que intente ser amable con la joven y
quererla mucho, tiene con ella una conducta dominante.

“Vamos a sentarnos en esa mesa”, no es lo mismo que decir “¿En


qué lugar quieres que nos sentemos?”

“Mejor deja colgada la cartera en esa silla”, es tratar a la mujer de


inútil (un hombre no puede saber mejor que una mujer en dónde
debe dejar su cartera)

“¿Qué quieres comer? Acá hacen un asado excelente…”, ¿Acaso


le está sugiriendo, sutilmente, lo que él quiere comer?

“Yo siempre vengo a comer aquí…”, ¿Invitó a la joven a ese lugar


para “alagarla” o porque él tenía ganas de comer allí?

Corrado Malanga, quien es un conocedor de cosas como la


PNL, y que por ende está al tanto de cosas como el “lenguaje
inconsciente” escribe, en su Génesis III, en el capítulo “El método
angelical”, su visión sobre estas ánimas rebeldes usando unos
términos, cuanto menos, “sospechosos”. Veamos (las negritas son
mías):

“¿Cuál sería la estrategia puesta en marcha por los


seres del plano de arriba?
Génesis III † 79

Una estrategia simple, no pueden impedir que el


hombre salga vencedor contra los extraterrestres,
pero pueden tratar de convencer al hombre de que
evolucione para salir de este lugar y refugiarse en
una jaula dorada de su nivel existencial.

De hecho, cuanto más personas evolucionadas


permanecen aquí, más se expande entre los demás,
la enfermedad del conocimiento de la conciencia.

La única manera de bloquear la conciencia de los seres


humanos —hacia un camino que inevitablemente
nos llevará a la conciencia absoluta y la dolorosa
experiencia de la vida en 3D—, es eliminar las células
cancerosas, es decir, a los seres evolucionados,
trabajando fomentando su ego y haciéndoles creer
que si han aceptado su paraíso, será porque es un
elegido y no un cualquiera.”

Analicemos el texto desde la óptica del lenguaje subconsciente:

En el cuarto párrafo el profesor define a los seres evolucionados


como “células cancerosas”. Los seres evolucionados son las
almas que han aceptado “bajar” para adquirir “conciencia”.
Anteriormente, en el párrafo tres, el profesor se refiere al proceso
de adquisición de conciencia como una “enfermedad”.

Este último término entra en consonancia con el anterior, porque


el “cáncer” es una “enfermedad”.
Génesis III † 80

Desde la óptica del discurso metafórico, es legítimo “jugar con


las palabras” con el objeto de despertar en el lector un mayor
interés por la lectura. Un marxista podría decir que el socialismo
es el “cáncer” del capitalismo, y ningún colega se tomaría eso
como una falta de respeto a su ideología. De hecho que el mismo
Marx se refería al comunismo como un “fantasma que recorría
Europa”. Lo curioso es que el mismo Malanga, quien hace alarde
de la importancia de la adquisición de la conciencia y que es un
experto en PNL, utilice un lenguaje tan “poco feliz” para referirse
a su ejército de “valientes” (las almas que están adquiriendo
conciencia en la Tierra).

¿Se habrá expresado en un lenguaje “metafórico” o es que se


expresó el alienígena que lo interiere?

En el segundo párrafo el profesor usa la frase “jaula dorada”, y


en el quinto y último párrafo usa la frase “paraíso”, en referencia
a dicha jaula.

El profesor, en esta parte, reconoce que el lugar en donde viven


los “ángeles” (aquellas ánimas que no han bajado) es un lugar de
felicidad. En verdad que esos lugares paradisíacos existen y el
lector los puede conocer si leyó (por ejemplo) el libro del doctor
Eben Alexander, “La Prueba del Cielo”. Sin embargo, como
el profesor se opone a que el Alma humana elija la felicidad a
cambio de la “gnosis”, usa el término “jaula” en un intento de
desmerecer esos lugares. Es lo mismo que cuando una feminista
dice que el matrimonio es la “jaula” de la mujer creada por el
patriarcado para que ella no sea “libre” y se “realice como
Génesis III † 81

persona”. El término “jaula”, en este ejemplo, es usado por la


feminista en el sentido despectivo.

El problema de este “desmerecimiento” de Malanga al referirse


al paraíso como una “jaula” es que, inoportunamente, puede
aplicarse también al mundo de “abajo”, que es otra “jaula” como
el cielo pero no “dorada” sino “infernal”.

El mundo material también es una “jaula”, y es por eso que


muchos la llaman “Matrix”. La “Matrix” es esa jaula diabólica en
donde los humanos viven como animales de granja.

La moraleja es que ese “desprecio” que el profesor tiene por el


mundo angélico, también podría tenerse por el mundo material
que él mismo deiende.

Demás está decir que cualquier lugar del universo virtual puede
ser comprendido como una “jaula”, no en un sentido despectivo
sino en la de ser una “Matrix cerrada” donde el alma hace sus
experiencias. El alma, luego de un tiempo, puede elegir irse a
vivir a otros espacios matriciales, que serán cerrados como el
anterior y por lo tanto “jaulas” también. Lo que tiene que tener
en cuenta el alma es que, esté en la “jaula” que esté, viva libre y
feliz. Que esa jaula sea “su jaula” y no una jaula de “otros” (como
el planeta Tierra).

Aquí tenemos otra evidencia del lenguaje subconciente, en donde


el alienígena que parasita a Malanga se mofa del mundo angélico
cuando habla de “jaula dorada” omitiendo, y contradiciéndose,
de que su propia jaula alienígena para adquirir “conciencia” es
Génesis III † 82

mucho peor.

No quiero extenderme más en esto de mostrar las insensateces


filosóficas de Malanga, que luego de realizar un gran trabajo
en sus primeros años de investigación, cayó con el tiempo en
la parasitación, probablemente por el conocido fenómeno del
“transfer contra transfer”.

El fenómeno del “transfer contra transfer” es algo muy conocido


en la psicología y psiquiatría, y que se da en una persona cuando,
al interactuar con otro sujeto para transferirle sus pensamientos
o manipularlo con sus ideas o preguntas, termina siendo
él el manipulado por el otro, quedando “reprogramado” o
“influenciado” por aquél.

Una suerte de “cazador cazado”.

Los psicólogos suelen padecer eso cuando pasan mucho tiempo


psicoanalizando a pacientes psicópatas que tienen un nivel
intelectual importante. También en los sacerdotes que efectúan
exorcismos y en los hipnotizadores como Malanga y Weiss que
interactúan con seres de otro plano. El psicópata, el demonio y
el alienígena, conscientes de que están siendo escrutados, echan
mano a las mismas técnicas de reprogramación para sabotear el
trabajo del otro.

Yo nunca he realizado hipnosis ni tampoco me he visto tentado


a hacerlas, pero al investigar mucho en estos temas “esotéricos”
(ovnilogía, brujería, espiritismo…) me he dado cuenta que es
necesario tener, aparte de una mente despierta, un fuerte vínculo
Génesis III † 83

con la parte anímica para no caer en los peligros que conlleva


internarse en esas actividades. Es sabido el problema en el ojo
izquierdo que dejó a Malanga casi ciego, y su confesión de que
eso se debió a que él marginó a su parte anímica, en cuanto a
no permitir que ella se expresara en su existencia terrenal. Así,
Malanga se abocó a la ardua tarea de meterse en el corazón de la
“madriguera de los aliens” sin tener una fuerte conexión con su
Ánima para poder afrontar el desafío sin sufrir las consecuencias
de ello. Esto hizo que el Hombre Primigenio (el autor de este dogma
religioso de que para adquirir Conciencia hay que “sufrir”; la ley
del karma del hinduismo) se adelantara a los planes de Malanga
y viendo que éste estaba saboteando sus planes con su brillante
trabajo con los abducidos, pero viendo también que el profesor
tenía un problema personal con su “sicigia” (que no es Adriana
Balbarrey sino su propia parte anímica), puso en marcha su plan
de parasitación para que el profesor aceptara la vieja idea bíblica
de la serpiente de que el comer de la “fruta del conocimiento del
bien y del mal” hace que el alma humana alcance la inmortalidad
y conocimiento supremo del universo, convirtiéndose en su
propio Dios.

Astuta trampa la del Hombre Primigenio, que ha convertido a


Malanga en su mejor discípulo (el falso profeta bíblico), porque
lo que el profesor ignora son tres cosas fundamentales (y esto lo
desarrollaremos con detalle en el siguiente capítulo):

Primero: Que el HP no puede ser destruido por el HS (nosotros)


porque el primero está metido en los genes del segundo. Así, la
destrucción del HP llevaría a la inevitable destrucción del HS.
Génesis III † 84

Segundo: Que HP no tiene ningún interés en destruir ni a los


humanos ni a los alienígenas (como supone Malanga); sólo quiere
que su Alma no abandone el mundo material.

Tercero: Que no es cierto que el aumento de la Entropía del


universo se vincula con el incremento de la Conciencia. La
Entropía del universo es un proceso natural exclusivo de los
sistemas arcónticos; sistemas que son el resultado de una
Conciencia disociada de Ánima. Los sistemas físicos asociados
a una Conciencia colectiva integrada, al contrario de las otras,
carecen de entropía pues no son materiales y el suministro de
energía se autorenueva.
¡Buen trabajo
serpiente!

Dáat

En la Cabalá, la fruta prohibida del


Jardín del Edén es la qlifá Nehemoth,
siendo la sefirá Dáat el sendero ocul-
to para acceder a ella. En “Génesis
II”, Corrado Malanga asigna a esta
sefirá el nombre de “Conocimiento
o Conciencia” (foto de la izquierda).
Dado que en la filosofía del profesor
es necesario que la parte anímica
“deba adquirir Conciencia”, opina
que Eva hizo bien en escuchar la voz
de la serpiente, desoyendo la adver-
tencia del Creador del peligro que
corría si comía esa fruta.
Satán, el ángel caído adorado por la maso-
nería, se corresponde con la qlifá Thaumiel,
cuyo símbolo es el águila bicéfala. Esta qlifá
gobierna el mundo material, quien obliga al
hombre a seguir el camino del sufrimiento.
El libro “El Mundo Feliz” del profesor
Corrado Malanga, con la sospechosa
portada masónica
Génesis III † 88

El Ángel caído

La parasitación del profesor Malanga hizo que reflexionara sobre


un sinfín de cuestiones mientras escribía esta tercera parte de
Génesis. Tuve que releer algunos párrafos de mi libro Nuevo Árbol
de la Vida para abordar este nuevo capítulo. No hay dudas de que
él ha sido influenciado por la tradición judeo cabalística, pues los
conceptos filosóficos que profesa encajan en esa visión. En este
caso particular, el profesor se ha inclinado por el “camino de la
mano izquierda” (defendida por la masonería), mientras que yo
he preferido hacerlo por el “camino de la mano derecha”, amén
de que me haya visto en la necesidad de descender al infierno
(inframundo) para ayudar a las almas.

En el Génesis bíblico, como sabemos, se habla de la existencia


de dos árboles; uno es el Árbol de la Vida y el otro es el del
Conocimiento del bien y del mal. En el Capítulo 3 de dicho libro,
luego de que Adán y Eva pecaron, existe un párrafo que en su
momento, cuando escribí Nuevo Árbol de la Vida, no alcancé a
entender. Este párrafo es el siguiente:

“¡He ahí al hombre que ha llegado a ser como uno de


nosotros por el conocimiento del bien y del mal! ¡No
Génesis III † 89

vaya ahora a tender su mano y tome del Árbol de la


Vida, y comiendo de él viva para siempre!”

La parte que no entendí no fue la que hace referencia al “nosotros”,


pues Yahvé, según algunas líneas gnósticas, era el líder de los
Elohim.

Los Elohim son manifestaciones poderosas de la Conciencia


divina que tienen la facultad de crear.

Lo que no entendí fue la prohibición que le hace Yahvé al


Hombre Primigenio de no comer del Árbol de la Vida luego de
haber comido del Árbol del Conocimiento. Esto se debe a que al
principio de la historia, el Hombre sí podía comer del Árbol de
la Vida (y de otros árboles más) teniendo sólo la prohibición de
comer del Árbol del Conocimiento.

Dado que el Hombre, al fin, comió del Árbol del Conocimiento,


Yahvé levantó una nueva prohibición de no comer del Árbol de
la Vida. Es como que el Hombre puede comer de uno u otro,
separadamente, no de ambos a la vez. Pero antes de seguir con
esto miremos la secuencia bíblica que lleva al Hombre Primigenio
a su caída:

Capítulo 2, 9:

“Hizo Yahvé Dios germinar del suelo toda clase de


árboles agradables a la vista y apetitosos para comer,
además del Árbol de la Vida, en medio del jardín, y
el Árbol de la Ciencia del bien y del mal.”
Génesis III † 90

Aquí habla del Árbol de la Vida que está ubicado en el medio


del jardín, o sea en el “centro” (recordemos que el jardín es una
superficie). El “centro” no es un lugar cualquiera sino que está
indicado que es un lugar de gran relevancia, es decir, capital.

¿Estará también, en el centro, el Árbol del Conocimiento? Por


supuesto, pero no lo dice en este versículo sino mucho más
adelante. Rodeando a los dos árboles cabalísticos (que están en el
centro) están los restantes árboles “menores” repartidos por todo
el jardín.

Capítulo 2, 15-17

“Tomó, pues, Yahvé, al hombre y le puso en el jardín


de Edén para que lo cultivase y guardase. Y dio al
hombre este mandato: Puedes comer de todos los
árboles del jardín, más del Árbol de la ciencia del
bien y del mal no comerás en modo alguno, porque,
el día en que comieres, ciertamente morirás”.

En este versículo la Biblia dice expresamente que el Hombre


Primigenio puede comer del Árbol de la Vida, pues dice “de
todos” los árboles del jardín “menos” del árbol qlifótico. Y el
“todos” incluye al Árbol de la Vida. También dice que si el HP
come del árbol qlifótico, morirá. Esto significa que, hasta ese
momento, el HP vivía eternamente (era inmortal). Está claro que
esa inmortalidad la obtenía comiendo de la fruta del Árbol de la
Vida.
Génesis III † 91

Capítulo 3, 1-5

“La serpiente era el más astuto de todos los animales


del campo que hiciera Yahvé Dios. Y dijo a la mujer:
«¿Es cierto que os ha dicho Dios: no comáis de todos
los árboles del jardín?». La mujer respondió a la
serpiente: «Nosotros podemos comer del fruto de los
árboles del jardín. Sólo del fruto del árbol que está
en medio del jardín nos ha dicho Dios: No comáis
de él, ni lo toquéis siquiera, de otro modo moriréis».
Entonces la serpiente dijo a la mujer: «¡No, no
moriréis! Antes bien, Dios sabe que en el momento
en que comáis se abrirán vuestros ojos y seréis como
dioses, conocedores del bien y del mal»

En este versículo se revela lo que yo he afirmado anteriormente:


que el Árbol qlifótico también está en el centro (el medio) del
jardín, o sea a “metros” del Árbol de la Vida. Esto se debe a que el
árbol qlifótico es la sombra (en lenguaje psicoanalítico) del árbol
sefirótico. También se comprueba la mentira de la serpiente en
“asegurarle” de que si come de la fruta prohibida “no morirá”
cuando, efectivamente, conoció la muerte luego de haber probado
la fruta.

Luego del versículo 1-5 viene el siguiente 6-7.

Capítulo 3, versículo 6-7:

“Vio entretanto la mujer que el árbol era apetitoso


Génesis III † 92

para comer, agradable a la vista y deseable para


adquirir sabiduría. Tomó, pues, de su fruto y comió;
dio también de él a su marido, que estaba junto a
ella, y él también comió. Entonces se abrieron sus
ojos y conocieron que estaban desnudos; cosieron
unas hojas de higuera y se hicieron cinturones.”

La frase “vio entretanto” está indicando que, mientras Eva y la


serpiente mantenía su diálogo, el Árbol qlifótico estaba al alcance
de ella y su marido (Adán), o sea que la frase “vio entretanto”
es un vinculante entre el párrafo anterior y el actual, ocurriendo
ambos en el mismo tiempo. Esto nos lleva a suponer que la
serpiente, mientras hablaba con Eva, estaba enroscada en una
rama del árbol o ubicada al pie del árbol, aguardando a que Eva
se acercara, lo que significa que el árbol qlifótico es el hábitat
natural en donde vive la serpiente, y esto tiene un claro sentido
arquetípico.

Luego de comer de la fruta, Adán y Eva descubren que están


desnudos y, llenos de vergüenza, cubren sus partes sexuales con
hojas de higuera. Este pasaje de la Biblia tiene un significado
metafórico que la mayoría de los teólogos no saben interpretar,
por lo que yo se lo explicaré al lector gracias a mis estudios
cabalísticos:

No es que al comer de la fruta prohibida el humano “se tapó”


porque “tomó consciencia de su desnudez”. Eso es falso. Adán y
Eva ya sabían con antelación que sus cuerpos estaban desnudos
mientras vivían en el jardín del Edén (en la Biblia no dice que
Génesis III † 93

Adán y Eva eran “ciegos”). Y además estaban al tanto de la


existencia del bien y del mal, ya que Dios les había hablado de
eso cuando hace mención a dicho árbol.

Lo que Adán y Eva desconocían, en el contexto mítico, era la


lujuria (claramente vinculada a la desnudez) y aquí aparece la
importante figura de Lilith; sombra arquetípica de Eva.

Tener sexos diferenciados implicaba, para la pareja, la posibilidad


de hacer con el cuerpo cosas “obscenas” a los ojos de Dios. Esa
obscenidad corporal va más allá de lo meramente sexual (la
evocación a la “lujuria” es metafórica). La obscenidad del cuerpo
significa todo lo malo que podemos hacer con él: la gula, la pereza,
la vanidad, las pasiones exacerbadas, la importancia personal, la
lujuria desde luego también…

Y el pecado del cuerpo introduce otras cosas como la identificación


del sujeto con su cuerpo y el amor a él, lo que genera cosas como
el “orgullo”, la “soberbia”, la “ira”, etc.

La fruta prohibida, promovida por la serpiente, inyecta en


la Conciencia humana el “conocimiento” de todo esto (un
conocimiento, hasta ese momento, desconocido por los padres de
la humanidad), y como “conocer” no implica sólo “saber” sino
“saber y experimentar lo sabido”, Adán y Eva, al comer de esa
fruta, pasan a experimentar esas cosas oscuras que Dios les había
prohibido conocer.

Los avatares que están siendo usados para experimentar esas


pasiones oscuras somos nosotros, los hijos de Adán (que en
Génesis III † 94

nuestro esquema es el Hombre Segundo). Por lo tanto, el evento


bíblico en donde Adán y Eva están comiendo la fruta prohibida,
y conociendo el pecado, está ocurriendo ahora mismo, no hace
miles de años…

Recordemos que el tiempo es un presente continuo y que los


mitos relatan toda la historia, de principio a fin, no solamente lo
que “pasó”, como ya hemos enseñado.

Ahora entendemos mejor por qué, una vez que Adán y Eva
comen de la fruta prohibida, se avergüenzan de verse desnudos y
se tapan con hojas de higuera. Dicha “vergüenza” no es causada
por “verse desnudos” (como enseña el saber popular) sino por
comprender que ahora tienen la conciencia sucia y de que no
encuentran manera alguna de mirarse mutuamente con respeto…

Una vez que el Hombre Primigenio pierde la pureza de su


Conciencia (se vuelve un inmundo) la expulsión del paraíso es
inevitable.

Al final del Capítulo 3, del Génesis, viene una nueva prohibición


(que es la que vamos a descifrar).

Capítulo 3, 22

“¡He ahí al hombre que ha llegado a ser como uno de


nosotros por el conocimiento del bien y del mal! ¡No
vaya ahora a tender su mano y tome del Árbol de la
Vida, y comiendo de él viva para siempre!”
Génesis III † 95

El descubrimiento de esta prohibición divina la obtuve releyendo


Génesis III de Malanga (relectura que tuve que hacer para escribir
este libro). Malanga me dio la clave.

Al darme cuenta que el Hombre Primigenio (no el inocente sino


el pecador) estaba usando a Malanga para llevar a cabo su plan
maléfico, y al ver la insistencia del profesor sobre la necesidad de
bajar a Nehemoth (desoyendo a los “ángeles anunciadores”) para
adquirir el conocimiento del bien y del mal, y luego de adquirir
el conocimiento, retener a nuestra Ánima con nosotros para que
la humanidad toda pueda quedarse para siempre en el mundo
material y decidir, cada uno, qué quiere hacer con su vida (la
propuesta de Evideon y El Mundo Feliz), ya la respuesta estaba
dada.

Quiero aclarar, para despejar dudas, que Malanga no dice


expresamente que Ánima se va a quedar a vivir para siempre en
el “mundo material”. Al mundo material él le llama “realidad
virtual”. Yo no uso ese término pues para mí, como saben, la
realidad virtual puede ser material o no. Cuando Malanga usa
el término “realidad virtual” es siempre para referirse a este
mundo o universo material. Repasando la teoría de Malanga,
éste explica que la experiencia de la materia (o realidad virtual)
es algo necesario para adquirir “conciencia”. Luego de vivir esa
experiencia, siempre dolorosa y angustiante, todas las almas
integradas regresarán a la “realidad real” donde no existe la
dualidad. Una vez reunidas en dicha “realidad real”, las almas
decidirán libremente qué camino quieren seguir, pudiendo
volver al “universo virtual” (es decir “material”) para tener
Génesis III † 96

nuevas experiencias o quedándose en la “realidad real” (donde


no se puede hacer nada), pero ya con la ventaja de saber quiénes
son. Esto —según Malanga—permitirá a los seres álmicos crear
su propio mundo feliz como si fueran auténticos dioses. Esto lo
confiesa en el último capítulo de Génesis III (las negritas son mías).

“Para obtener conocimientos debes desearlo a través


de un fuerte acto de voluntad. En este contexto, el
abducido que no quieren realizar la experiencia de
su liberación, no se libera nunca, ni de su abducción
física ni de su secuestrador no corpóreo, ni de
aquellos que lo han creado e incluso de aquellos del
plano superior, los verdaderos artífices del engaño…
(el Primer Creador con sus ángeles anunciadores_
nota mía).

Este artículo concluye con una exhortación a realizar


la experiencia. No confíe en quien le habla y vaya
usted mismo a verificarlo.

Pídale a su conciencia que lo lleve a donde está la


realidad y obsérvela directamente. En ese momento,
usted verá cosas que siempre había conocido, y
recordará volver a Ser lo que es.

Al final, sin embargo, todo el mundo va a entenderlo


y, en ese momento, toda la conciencia, como en
una inmensa reunión del condominio, decidirá su
futuro. Pero habrá discusiones interminables sobre
Génesis III † 97

qué hacer o no hacer: crear otro universo, destruir


este, volver a la fuente... Todas las conciencias, de
hecho, han adquirido las mismas experiencias e,
inevitablemente, van a pensar de la misma manera.

Decida construir su mundo feliz, un universo


virtual, incluso todo lo que quiera, pero al menos
hágalo de la manera que quiera y no como algunos
quieren que lo haga, ignórelos porque: para ellos
no habrá más espacio existencial.

¿Por qué no empezar ahora a trabajar con nuestro


conocimiento y nuestra conciencia, para la realización
de nuestro mundo futuro feliz? Después de todo, lo
que hemos discutido hasta ahora...

Si lo hace, usted se manifiesta y existe, si no lo hace,


usted no existe.”

Si Ánima decide quedarse en el mundo material para siempre,


los humanos moriríamos igual, o tendríamos una inmortalidad
no garantizada como la tiene la turritopsis nutricula. Incluso
como los mismos dioses-alienígenas, que también pueden vivir
indefinidamente como lo hace la turritopsis. Pero dado que
Ánima puede renovar la energía del universo material y puede
prolongar la vida de sus criaturas ilimitadamente, sus experiencias
en el plano material podrían hacerse eternas, haciendo que sus
criaturas, junto a Hombre Primigenio, vivan para siempre.

De esta manera los humanos abríamos “conquistado” el Árbol


Génesis III † 98

de la Vida, a la vez que seguiríamos reteniendo en nuestro poder


el Árbol del Conocimiento del bien y del mal (necesario, como
sabemos, para la existencia del mundo material).

Lograr esto significa, en términos arquetípicos, que le habríamos


arrebatado, al menos desde lo “simbólico”, el Alma a nuestro
Creador. Y este es el objetivo último del Ángel caído; quedarse
con las almas de Dios para eternizar su poder en la Tierra.

La turritopsis nutricula (para los que no saben) es una pequeña


medusa de colores muy llamativos que tiene una inmortalidad
como la tienen los vampiros de las películas. Un vampiro vive
eternamente siempre y cuando no lo asesinen y beba sangre
periódicamente. La turritopsis, al igual que el vampiro, puede
vivir eternamente siempre que no le falte el alimento y no se
enferme o sea devorada.

El ejemplo de la turritopsis nos enseña que no existe la


inmortalidad en el mundo material. Se puede vivir sin límites
de tiempo bajo ciertas condiciones necesarias, es decir tener un
sucedáneo de la inmortalidad, como la turritopsis, pero siempre
correremos el riego de morir si la suerte no nos acompaña.

¿Quién será el que regirá la suerte de los humanos “seudo


inmortales” una vez que la humanidad ponga su mano en el
Árbol de la Vida y lo plante en la Tierra?

Obviamente el Hombre Primigenio. Alias Satán, Lucifer, Ángel


caído.
Génesis III † 99

El Creador, muy conocedor de la criatura que creó y de sus


numerosos puntos débiles, ya se ha adelantado a todo lo que
viene para abortar el plan del Adán caído (donde Malanga parece
ser su profeta).

“¡He ahí al hombre que ha llegado a ser como uno de


nosotros por el conocimiento del bien y del mal! ¡No
vaya ahora a tender su mano y tome del Árbol de la
Vida, y comiendo de él viva para siempre!”

El Hombre no vivirá para siempre. El Hombre morirá tal como


está escrito.
Génesis III †100

El falso Profeta

Toda la filosofía de Malanga gira en torno a su obsesión con el


mundo material. Para Malanga existe una sola creación: la del
mundo material o qlifótico. No otra.

Es por eso que ha enarbolado esa “cruzada” contra todos los dioses
del universo (incluyendo a los “dos” Creadores iniciales, según su
modelo: Shiva y Vishnú), afirmando que son nuestros “parásitos”
y como tal no piensan en otra cosa que en manipularnos. Esto lo
deja claro en sus dos primeros Génesis (las negritas son mías):

“El HP no quieren ayudar al hombre a salvarse de


los alienígenas, porque saben bien que si el hombre
vence a los alienígenas, él representará el futuro
del universo. De hecho, el hombre tiene respeto por
su alma (que luego es también la de HP) y desde
hace tiempo ha aceptado la idea de morir y no
desea atrapar su propia alma. El hombre sabe que
sólo existe la muerte del cuerpo físico, que además
es totalmente falso, virtual, no vivo, al no tener
conciencia.

Obligar a la parte anímica a ser bloqueada dentro de


Génesis III † 101

su contenedor, quiere decir bloquear la conciencia,


congelar el universo. El hombre es el futuro del
universo: no HP.” (Génesis)

“…demostrándonos, una vez más y partiendo de


supuestos todavía diferentes, que los alienígenas
son nuestros Dioses y demonios, que cometieron
graves errores en sus procesos evolutivos y son ellos
los que cometieron el pecado original, es decir, la
pretensión de llegar a ser como Dios.

La lección final que deriva de esto, es sólo una, más


allá de la presencia o de la ausencia del fenómeno
alienígena: el resultado de esa investigación
adicional consiste en que, el que crea en cualquier
Dios, inevitablemente, será condenado a la
estupidez eterna: católico, judío, hindú, cristiano,
musulmán, budista, sintoísta, masónico, o lo que
quiera que sea:

Ten cuidado con tu Dios: él vive a través de ti y en


el fin de los tiempos, después de haberte usado, te
tirará en el vacío.” (Génesis II)

Haciendo un resumen de su teoría, Corrado Malanga establece


lo siguiente:
Génesis III †102

1_La Conciencia creó el universo solamente para hacer la


experiencia de la muerte, y el único que tuvo el valor de aceptar
ese “desafío” fue el Hombre Segundo (HS) no otro. Así, todos los
alienígenas (dioses) sólo intentan aprovecharse del conocimiento
que adquiere el hombre al pasar por la experiencia de la muerte,
para luego, una vez arrebatada nuestra ánima por medio de
engaños, eternizarse en el universo virtual dejándonos a nosotros
en el cubo de basura: sin conciencia y sin ánima.

2_Dado que el Hombre Segundo tuvo el valor de aceptar la


muerte, padeciendo la existencia material junto a su Ánima, es el
único que está cumpliendo con el plan inicial de la Conciencia, por
lo que el Hombre Segundo es el único que está realmente “vivo”,
en el sentido completo del término. De esta manera los otros
dioses, al negarse a sufrir y morir, no están vivos “realmente”
sino que viven a través del Hombre Segundo, alimentándose
de su energía y pensamientos. Esta aceptación de la muerte por
parte del HS cambia el mapa del universo, pues los que están
tomando la posta, ahora mismo, es el Hombre Segundo, que pasa
a ser un sujeto activo (vivo) en el proceso de creación cósmica,
dejando en un segundo plano a los alienígenas, que quedan en
un rol pasivo por negarse a morir y adquirir conciencia. De esta
forma, los alienígenas, lejos de ser semejantes al HS o superiores
a él, pasan a ser creaciones mentales del Hombre Segundo, ya que
todas sus formas y actividades están moduladas por la Conciencia
interferida del humano; único que está creando realmente la
realidad virtual. De esta manera se comprende que el Hombre
Segundo es el verdadero Dios del universo, el verdadero creador,
Génesis III †103

siendo los dioses alienígenas creaciones deformes del humano


interferido y por ende falsos dioses, ya que no están creando
nada.

3_Cuando el Hombre Segundo integra su Conciencia, pasa a


eliminar a los alienígenas y a todo el universo dual, por lo que
el plan de la Conciencia absoluta (Ain Sof) acaba cumpliéndose,
pasando a estar en condiciones de iniciar un “nuevo plan” de
creación, ya que ha adquirido “conciencia de sí”.

4_En esta nueva creación, los humanos, ya libres de alienígenas


y falsos dioses, podrán vivir en el universo virtual pero ya no
experimentando el sufrimiento como antes sino la felicidad. De
esta forma, el que quiera ser músico será músico y el que quiera
vivir en la riqueza vivirá en la riqueza. Aquellos que quieran
emparejarse con bellas señoritas así lo harán, y las mujeres que
quieran encontrar al hombre de su vida, como en las películas
románticas, también lo encontrarán (lo que se llama “almas
gemelas”). Cada ser humano vivirá como quiere y hará lo que
quiere, sin tener que estar sometido a la voluntad restrictiva o
manipuladora de nadie. En definitiva “Un Mundo Feliz”.

Obsérvese cómo, en la filosofía de Malanga, hay implícito un


constante “elogio” a la condición humana, poniéndola por
encima de todas las demás condiciones (antropocentrismo), y
una valoración exacerbada del concepto de “libertad”, pues la
vincula estrictamente con algo que es muy importante para los
humanos: la felicidad.
Génesis III †104

En el “Mundo Feliz” de Malanga cada persona hace lo que quiere.


Libertad y Felicidad son “sinónimos“.

También existe una identificación entre el Hombre y la divinidad,


cuando afirma que “el Hombre es Dios y es el creador del
universo”.

Pero dado que el profesor sostiene que cada hombre, en ese


“Mundo Feliz”, podrá hacer real sus sueños, cada hombre será
entonces su propio Dios, por lo que no habrá “un solo Dios”
sino “muchos Dioses”. De esta forma Malanga, adquirida la
Conciencia, inaugura el triunfo del politeísmo por sobre el
monoteísmo (que no es otra cosa que el mundo de los paganos).

Todos estos conceptos de Malanga están contenidos en el Génesis


bíblico (Capítulo 3, 1-5) en donde Eva (el Ánima) escucha la
propuesta de la serpiente (la Inteligencia dual) respecto de
desobedecer a Dios y elegir el camino de la libertad individual,
donde el Hombre no obedece a nadie salvo a sí mismo, y en esa
elección individualista convertirse, supuestamente, en Dios, amo
y señor de su propio destino:

“Entonces la serpiente dijo a la mujer: «¡No, no


moriréis! (si coméis de la fruta prohibida). Antes
bien, Dios sabe que en el momento en que comáis
se abrirán vuestros ojos y seréis como dioses,
conocedores del bien y del mal»

La serpiente le dice expresamente que ella y su marido seréis


Génesis III †105

como “dioses”, pero… ¿qué es eso de que seréis como “dioses” si


el Hombre Primigenio es uno solo?

Pareciera que la serpiente no se dirige a la parte holística del


anthropos (vinculada a Yahvé y de género andrógino) sino a la
multitud de experiencias humanas en el plano físico (vinculadas
al Hombre Segundo, o sea a nosotros, y otras razas antropomorfas
ya extintas) que Hombre Primigenio puede tener.

Recordemos que la “experiencia de la muerte” sólo puede


hacerse si la criatura se disocia de su subconsciente y se identifica
plenamente con la experiencia del cuerpo. Y recordemos también
que el mito no relata lo que pasó “antes” sino lo que está
ocurriendo ahora.

En efecto, la serpiente se dirige al ego humano, al hombre corporal,


limitado en el espacio y el tiempo, que puede tener una existencia
sexual diferenciada o no. Lo seduce y lo endulza cuando le dice:
seréis (ustedes, las experiencias humanas) como dioses.

¡Es el Mundo Feliz de Malanga!

Cuando la Conciencia adámica está integrada, todos los HS


se reconocen entre sí como “uno en Dios” (monoteísmo), pero
cuando la Conciencia está desintegrada, cada HS se reconoce a
sí mismo como su “propio Dios” (politeísmo), lo que provoca
que cada HS vea a los “otros Dioses” como sus “socios” o sus
“rivales”, y esto necesariamente desemboca en una puja por
el poder, y en un conflicto de intereses, porque los dioses son
criaturas “orgullosas” que gustan de imponer su voluntad.
Génesis III †106

Este conflicto que se da entre los dioses queda bien plasmado


en los mitos paganos, donde los dioses pelean entre ellos en una
búsqueda inefable por la “felicidad”. Los ángeles anunciadores
de Malanga (primeros prototipos de HS o “humanos luz”) son
los que se negaron a participar en ese proyecto (se quedaron
“arriba”). Por eso insisto en que la filosofía de Malanga es de
corte “luciferino”, muy acorde a las propuestas de la masonería y
de muchas otras sectas satánicas.

La relación existente entre la experiencia adámica (HS) y la


conciencia (colectiva) adámica (HP) será tratada con más detalle
en el Libro 10 “Fractales de Conciencia y dualidad”.
Génesis III †107

Adán Jekyll y Satán Hide (parte 1)


“En el comienzo”

Ahora vamos a pasar a otra parte de este estudio, donde voy a


intentar demostrar, esta vez con mayor detalle, la relación entre
el Anthropos caído (Adán) y el Ángel caído (Satanás), que son
virtualmente lo mismo. Esto lo vengo repitiendo hace rato pero
ahora lo desglosaré mejor, ya que en el imaginario colectivo la
figura de Satán se distingue de la de Adán. Adán, supuestamente
es la “víctima” y Satán el “victimario”.

Supongo que el lector habrá asimilado ciertos conceptos de la Física


moderna y de la Cabalá, como de algunos de los mitos tratados
en mis anteriores libros, además del modelo de Conciencia de
Malanga (los tres ejes de la Conciencia y del universo virtual).

En la Biblia católica, la historia de la humanidad comienza con el


Génesis y acaba con el Apocalipsis. El Génesis relata el “comienzo”
y el Apocalipsis relata el “final”. En el Génesis, todo comienza
con la creación del mundo, del hombre y su posterior caída. En
el Apocalipsis, se relata la destrucción definitiva del maligno y la
liberación del pueblo de Dios gracias a la venida del Mesías. Sin
embargo, existe una parte del libro en donde habla del origen de
Lucifer y su caída del cielo, luego de una batalla entre los ángeles
Génesis III †108

mucho antes de que fuera creado el Hombre. Veamos este párrafo


del Apocalipsis que alude a esta batalla angélica, ya que la caída
del Hombre la mostramos en el capítulo anterior:

Apocalipsis; 12, 7-9

“Entonces se libró una batalla en el cielo: Miguel y


sus Ángeles combatieron contra el Dragón, y éste
contraatacó con sus ángeles, pero fueron vencidos y
expulsados del cielo. Y así fue precipitado el enorme
Dragón, la antigua Serpiente, llamada Diablo o
Satanás, y el seductor del mundo entero fue arrojado
sobre la tierra con todos sus ángeles”

Esta parte del Apocalipsis (que no habla del “final” de los tiempos
sino del “comienzo”) se vincula con los primeros versículos del
Génesis:

Génesis; 1, 1-5

“Al principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra era


soledad y caos, y las tinieblas cubrían el abismo, pero
el espíritu de Dios aleteaba sobre las aguas. Entonces
Dios dijo: Haya luz, y hubo luz. Vio Dios que la luz
era buena y la separó de las tinieblas, y llamó a la luz
día y a las tinieblas noche. Así hubo tarde y mañana:
Día primero”

Parece claro entender que el mito del Apocalipsis que refiere a la


Génesis III †109

“batalla entre los ángeles” es un subcapítulo del capítulo inicial


de la creación. ¿En qué parte del Génesis está “injertado” este
subcapítulo?

En: “Vio Dios que la luz era buena y la separó de las tinieblas”

Antes de abordar este versículo con la profundidad que creo


necesaria es oportuno recordar que la “luz” está vinculada con
la energía. Y la energía es lo que da “sustancia física, perceptible
y tangible” a las cosas. Sin energía (shakti) no hay universo
físico (sólo una “idea” de universo). Otra cosa que hay que decir
es que la luz, en el contexto teológico, no es sólo energía; el
término luz nos refiere, principalmente, a “todo lo que se vincula
con la Conciencia de Dios”. Así, la “luz” no es sólo lo que nos
ilumina físicamente (fotones) sino también lo que nos ilumina
espiritualmente, mentalmente y anímicamente.

Cuando la luz divina se proyecta sobre el Espíritu, éste se fortalece


y adquiere valor. Cuando se proyecta sobre la Mente, ésta ve más
claras las ideas y su razonamiento se vuelve más ágil y preciso. Y
cuando se proyecta sobre el Alma (o Ánima) ésta se llena de amor
y de gozo, expresando devoción por todo lo creado.

Entendido esto, el paso siguiente es entender que, si la Conciencia


(Dios) es lo real, la luz que emana de Dios, en el universo creado,
es también lo “real”.

La luz representa (no es que lo sea) la esencia divina en el


universo.
Génesis III † 110

De esta forma, la “oscuridad” debe ser entendida como “ausencia


de luz” y por ende el representante de la “irrealidad”, de lo falso,
de lo “no consciente”.

La oscuridad genera, en el Espíritu, debilidad y cobardía, en la


Mente, ideas falsas y engañosas, y en el Alma, odio, celos, miedo,
tristeza, angustia y dolor.

Dado que la oscuridad no representa a lo real, carece de existencia


propia y siempre retrocede ante el avance de la luz.

¡La oscuridad no tiene Fuerza!

Por lo tanto, la oscuridad y las tinieblas avanzan sólo, y siempre


sólo, cuando la luz retrocede.

Esta verdad es lo que ha hecho que las hipnosis de Malanga


funcionen.

La luz y la oscuridad forman parte de la dualidad. Esta relación


es inevitable:

Si la Mente piensa en la «luz», por contraposición, también piensa


en la «oscuridad», pues el pensar en la existencia de la luz implica
la posibilidad de no pensar en ella, o en dejar de pensar en ella
una vez que la hemos pensado. Luego, el decidir crear la luz
implica también la decisión de no crearla (libre albedrío).

En la Conciencia real (Ain Sof) no existen la luz y la oscuridad,


pues la Conciencia no es dual. Esto significa que Dios (el
verdadero) está más allá del bien y del mal.
Génesis III † 111

Este saber es lo que ha llevado a Malanga a creer, erróneamente,


que la Conciencia “no sabe lo que es lo bueno y lo malo” y que
por eso creó un universo “sin reglas éticas o morales”, justamente
para saber qué es eso (el bien y el mal). De esta forma (razona
Malanga), negarse a la experiencia del “sufrimiento” (devenido
del mal) es negarse a la posibilidad de adquirir Conciencia.

“En este punto la Conciencia decide que debe


experimentarse a sí misma: debe saber, además de
verse en el espejo, debe conocerse, tocarse, se podría
decir. En este instante la Conciencia emana, con su
acto de voluntad, el deseo de tener experiencia y
decide tenerla sin limitaciones. El pensar esto en ese
instante, produce la invención del dualismo.”
(Corrado Malanga, Génesis)

Pero Malanga se olvida que la Conciencia real tiene Ánima. Y


no un Ánima “cualquiera”; la Conciencia real es la única, entre
todo lo existente, que puede considerarse como verdaderamente
anímica.

Al Ánima del Creador se le llama, alegóricamente, “Ánima


Mundi”, y en las distintas religiones del mundo es venerada
como la diosa universal y madre de todas las criaturas, incluido
los dioses.

Dado que Ánima se vincula con el disfrute de la Conciencia y por


ende de las criaturas que emanan de ella, y dado que ese goce
aumenta en la medida en que la parte anímica está más integrada
Génesis III † 112

(o sea menos dividida en pequeños fractales y más asociada a


Mente y Espíritu), se comprende que la Conciencia de Dios tiene
más conciencia del goce y la felicidad que cualquier otra criatura.

Tal es así, que, aunque parezca increíble, Dios ama hasta los
mismos demonios, ya que le resulta imposible no experimentar
ese estado único y excepcional de la Conciencia (el amor es su
esencia). Aquí no debemos confundir a Dios (la Conciencia real)
con Yahvé (un elohim).

Por lo tanto, si bien es cierto que en la Conciencia de Dios el bien


y el mal no son cosas “separadas” (en ese punto Malanga tiene
razón) sí hay en ella conciencia de la felicidad y de la necesidad
de felicidad de las criaturas (porque tiene Ánima). Por ende,
al crear el universo, Dios era perfectamente “sapiente” de que
la oscuridad produce infelicidad y la luz, felicidad, amén de
que esa “sapiencia” no sea lo mismo que “conciencia”, pues,
como sabemos, la conciencia del sufrimiento implica pasar
necesariamente por la experiencia del dolor, algo imposible para
Dios pues está fuera del plano de las acciones (universo virtual).

Es una tontería pensar (como afirma Malanga) que el humano


debe “experimentar el dolor” para “saber qué es el dolor”. Esa
afirmación es, incluso, hasta anticientífica (Malanga es químico).
Ningún humano, hoy en día, necesita pasar por la “experiencia”
de mudarse a vivir al espacio exterior para “saber” que allí se va
a morir de hipotermia y de asfixia. Le basta con “saber” que en el
espacio exterior no hay oxígeno y que las temperaturas están muy
por debajo del cero grado centígrado para estar seguro que si está
Génesis III † 113

allí, flotando en el espacio, sin abrigo térmico y sin provisión de


oxígeno (como los astronautas), la va a pasar horrible.

Esta es la razón por la que Dios, al crear el Universo, eligió el


camino de la “luz” en vez de la “oscuridad” (Capítulo 1, 3-4),
pues deseaba sabiamente la felicidad completa de sus criaturas
y, con ello, la felicidad de sí mismo, ya que en esas criaturas está
metida su propia Conciencia, anímica y sintiente, y eso también
lo “sabía”.

“Entonces Dios dijo: Haya luz, y hubo luz. Vio Dios


que la luz era buena y la separó de las tinieblas”

Las tinieblas hacen referencia a un estado particular del espacio


físico en donde la luz y la oscuridad se confunden. La comparación
más aproximada a este estado físico es cuando estamos metidos
en medio de una “neblina”. En la neblina, los cuerpos físicos se
observan pero con mucha dificultad, y sólo si están próximos. Esto
se debe a que las partículas del aire, que absorben y difractan la
luz, obstaculizan nuestra observación. Las partículas materiales
son como “vampiros de luz”, por que absorben la luz, y esa
absorción de la luz genera en nuestros ojos la oscuridad. Por lo
tanto (y volviendo al mito), si al principio de la creación existían
las “tinieblas” es porque la luz y la oscuridad estaban mezcladas.

El razonamiento que tenemos que hacer es que, si la luz y la


oscuridad estaban “mezcladas”, no deberíamos definir entonces
a la luz como “luz” y a la oscuridad como “oscuridad”, ya que el
término “tinieblas” hace referencia a un estado de “indefinición”.
Este estado de indefinición en la que se encontraba el universo
Génesis III † 114

(luz–oscuridad) indica que al principio de los tiempos no existía


la dualidad.

De esta manera se entiende que el universo virtual, al principio,


existía en un estado de integración, ya que sus componentes
virtuales estaban integrados, y esto tiene sentido pues sabemos
que el universo es siempre un espejo de la Conciencia, y la
Conciencia, hasta ese momento, estaba integrada.

Lo interesante de esta integración en la que se encontraba el


universo al principio de los tiempos es que, al estar integrado,
carecía de existencia física. Un universo integrado es un universo
vacío, que posee una existencia potencial y tiene infinitas líneas
de tiempo en donde ninguna de ellas está definida.

En este estado de “indefinición”, la Conciencia (Dios) tiene


que hacer una elección. Sabe que puede elegir crear un
universo altamente “ordenado”, donde la luz y la oscuridad se
autoexcluyen, o uno en donde la luz y la oscuridad interactúen,
de tal forma que el desorden y el orden “coexistan”.

Este universo “semicaótico” ofrece una multitud de posibilidades


(gradiente), que van desde el “bastante ordenado” al “muy
desordenado”. Un universo “muy desordenado” es muy
parecido a un universo “desintegrado”, por lo que a medida
que la oscuridad avanza, la muerte se va cerniendo sobre el
cosmos y las almas van iniciando su regreso a casa (se integran
en el Ain Sof). Según el mito bíblico, la Conciencia-Dios eligió
comenzar su obra creando un universo “altamente ordenado”,
Génesis III † 115

por lo que tuvo que hacer a un costado el segundo proyecto de


universo (el semiordenado o semicaótico). Para hacerlo, no tuvo
más remedio que separar la luz de las tinieblas, por lo que la
oscuridad (implícita en las tinieblas) se hizo evidente frente a la
luz (por contraste entre una cosa y la otra) quedando apartada de
la creación y en consecuencia, arrojada al abismo…

“Vio Dios que la luz era buena y la separó de las


tinieblas…”, Génesis

“Y así (luego de la separación) fue precipitado


el enorme Dragón, la antigua Serpiente, llamada
Diablo o Satanás, y el seductor del mundo entero fue
arrojado sobre la tierra (que era desolación y caos)
con todos sus ángeles”, Apocalipsis

El Dragón se precipita a la tierra porque Dios, desestimando el


proyecto de Lucifer Malanga, elige el camino de la mano derecha
(representado por Miguel Lapazano) haciendo que el Hombre
Primigenio inicie su existencia en el Paraíso (Mundo Feliz),
eludiendo el camino del Conocimiento del bien y del mal que
conduce al sufrimiento y la muerte. Esto significa que, si el mito
del Génesis-Apocalipsis se cumple, la propuesta de Corrado
Malanga ya fracasó, los “ángeles anunciadores” triunfaron, las
Almas escaparon de la Matrix y el mundo material, con todos sus
demonios, fueron arrojados al Abismo.

Cuando en la Biblia dice que la tierra era un “caos” no quiere


decir que estaba “desorganizada” sino que tenía una existencia
Génesis III † 116

“potencial”, “increada”, “informe”, que estaba a la “espera” de


ser formada por Dios, es decir ser tierra propiamente.

Al ser una tierra “increada”, no existían criaturas viviendo allí


(estaba desolada).

Capítulo 1, 1-2

“Al principio creó Dios el cielo y la tierra. La tierra


era (antes de ser creada) soledad (no existían seres
«conscientes» habitándola) y caos (carecía de
«forma» terrenal), y las tinieblas (luz-oscuridad)
cubrían el abismo (lo que ahora se llama «campo
cuántico» y antiguamente se llamaba «éter», una
sustancia inmaterial vacía que podía ser llenada con
materia y energía)…”

Caos, tinieblas, soledad, abismo… nos hablan de un universo “en


formación”. Un “pre-universo”.

Dado que el Dragón y sus ángeles son precipitados al caos


terrenal, sin almas y poblado de tinieblas, pierden su existencia
en la primera creación, lo que significa que fueron destruidos. El
Diablo es barrido del universo junto a todo lo malo que representa,
para dar paso a los ángeles de Dios y a la luz.

Así fue creado el Árbol de la Vida, morada de los ángeles y del


primer Hombre (HP).

Sin embargo, pese a que Satán había sido destruido, el pecado del
Génesis III † 117

Hombre Primigenio hizo que esa región del universo (la de los
demonios) inesperadamente reapareciera….

De esta forma, la lucha entre Miguel y el Dragón, qua había


concluído al principio de los tiempos, ahora ¡se ha reeditado!

Todo el drama que sufre la humanidad actualmente, no es


otra cosa que la reedición de esa antigua lucha entre la luz y la
oscuridad. Lucha que puede interpretarse como la “duda inicial
de Dios” (la que tuvo al momento de elegir).

Este estado dual de luz y oscuridad, de duda divina, se llama


estado qlifótico.

Aun así, aunque esa antigua lucha se ha reeditado, confiamos en


que Miguel volverá a ganarle al Diablo porque el Alma humana,
hecha a imagen del Alma de Dios, una vez que ha adquirido la
gnosis y descubierto que había sido engañada, siempre va a elegir
la felicidad de sus experiencias humanas, como lo fue al principio
y como lo será siempre.

La propuesta luciferina de Malanga de “hacerle caso a la serpiente


para ser como dioses” será arrojada, de nuevo, al abismo.
Estados del Universo
y su relación con la Conciencia

Universo Universo Universo


INTEGRADO UNITARIO DUAL

VACIO Onda-Partícula Onda y Partícula


CUANTICO (energía) (materia)

Tinieblas LUZ LUZ y OSCURIDAD

Nirvana Felicidad Felicidad e


Infelicidad

Conciencia Fractal Fractal


INTEGRADA INTEGRADO DESINTEGRADO

Huevo Cósmico Arbol de la Vida Arbol de la Ciencia


del bien y del mal
Génesis III † 119

Adán Jekyll y Satán Hide (parte 2)


“Detrás de la máscara”

Satán, que en el Apocalipsis es representado como el Dragón, es el


príncipe de los ángeles caídos. Satán es la primera manifestación
consciente emergida del Abismo, que es la nada absoluta.
Tenemos entonces, en términos cabalísticos, que Dios es la
Conciencia real o Ain Sof, y Yahvé es su primera emanación o
avatar (Kéter), mientras que el Abismo es la Inconciencia absoluta
o la Nada, y Satán su primera emanación (Thaumiel).

El Abismo es llamado también “Lago (o Estanque) de Fuego”,


pues todo lo que cae allí desaparece de la creación.

Apocalipsis 20, 14-15

“La muerte y el hades fueron arrogados al estanque


de fuego: el estanque de fuego es la segunda muerte.
Y el que no fue encontrado escrito en el libro de la
vida fue arrojado al estanque de fuego” (del Capítulo
“El Juicio Final”)

Los ángeles caídos no son otra cosas que las distintas


manifestaciones de la Conciencia satánica, aunque en realidad
habría que decir “Inconciencia satánica”, pues Satán es lo opuesto
Génesis III †120

a Dios; la verdadera Conciencia. Dado que la conciencia satánica


no admite disidencias (es tremendamente ególatra), los ángeles
caídos viven sometidos a la voluntad de su jefe Satán (quien no
admite por respuesta un «no»).

Si Satán es la cabeza de los ángeles caídos, Yahvé es la cabeza


de los ángeles celestes. Yahvé (para la Cabalá) no es exactamente
Dios sino el “gestor” de los mundos de luz (paradisíacos). Es casi
idéntico a Dios, y por eso se le llama Creador (yo también lo llamo
así). Yahvé es el jefe de los elohim, que son los ángeles celestes.

Antes de continuar es necesario aclarar que, si nos atenemos a


la Biblia, Yahvé pareciera que fuera siempre la misma figura,
actuando junto a sus ángeles tanto en el cielo como en la
Tierra, pero esto no es realmente así. El Yahvé que aparece en
el Génesis no es el mismo Yahvé que guía al pueblo judío a la
tierra prometida. Yahvé es una figura apropiada por el Adán
caído para tener controlada a la humanidad, ya que sus criaturas
(HS), al perder la gnosis pero estar, todavía, poseídas de Ánima,
se vuelven necesarias para mantener la inmortalidad de éste...

“Puedes comer de todos los árboles del jardín (le dijo


Yahvé a Adán), más del Árbol de la ciencia del bien y
del mal no comerás en modo alguno, porque, el día
en que comieres, ciertamente morirás.”

Y Adán, desobedeciendo, comió.

Sin duda Yahvé es nuestro dios Creador, como lo es Brahma y


otros tantos creadores, pero Yahvé nunca interactúa directamente
Génesis III † 121

con el HS sino con el HP. En los capítulos 1, 2 y 3 del Génesis, se


relata el vínculo entre el Hombre y Yahvé, las buenas y malas
que tuvieron juntos y la triste separación tras el pecado. En los
posteriores capítulos del Génesis la cosa cambia y se empieza a
hablar de la historia del pueblo judío (HS), con Yahvé a la cabeza
guiándolo, hasta llegar al patriarca Moisés. Es allí en donde
comienzan las guerras entre judíos y paganos donde Yahvé, contra
todos los pronósticos, toma parte de esa contienda (incluso hasta
exigiendo ridículos sacrificios de sangre a su pueblo; el anatema
y la vida del primogénito). Esto, claramente, resulta un absurdo
pues Yahvé es una esfera de Conciencia extremadamente alta
que, por su nivel de frecuencia, no puede descender físicamente
a Nehemoth.

Por supuesto que Yahvé está al tanto de todo lo que pasa aquí,
viendo el desarrollo de los acontecimientos, pero Yahvé no puede
bajar a Nehemoth sin el uso de un avatar (que para los cristianos
sería Cristo y para los judíos debería ser el Mesías).

Además Yahvé no tiene porqué bajar a la Tierra y darnos


“instrucciones”, pues el Hombre Primigenio decidió, por el
pecado original, alejarse de él para labrar su propio destino. Por
ende, los ángeles del Viejo Testamento que se dicen “siervos de
Yahvé” y maquinan todas sus truculencias no son otros que los
demonios alienígenas comandados por el Hombre Primigenio;
el Dios impostor. El Hombre Primigenio, a diferencia de Yahvé,
sí puede “bajar” a la Tierra y hablar personalmente con sus
criaturas, pues es un ser de baja frecuencia que quedó atrapado
en la dualidad material. Para completar su engaño, les habla a sus
Génesis III †122

criaturas de la existencia de Satán; el ángel caído, sin contarles


que todo lo que hace Satán viene de la mano de él mismo, y que
el único que se cayó del cielo es él.

Volviendo a nuestro tema, en el Apocalipsis se dice que el ángel


que luchó contra el dragón fue Miguel (“quién como Dios”).
Según la teología cristiana, Miguel (que es un arcángel) es el más
noble de todos los ángeles.

Una vez que Dios optó por eliminar el mal de su creación,


procede a crear el paraíso. Para ello utiliza un avatar que no es
otro que Yahvé (que ya sabemos que no es el Demiurgo). Dado
que Yahvé es un avatar, no es Dios exactamente sino “Dios
puesto en acción”. Esta condición especial hace que Yahvé exista
y opere dentro del universo creado, lo que lo fuerza a entrar en
la dualidad. Por lo tanto, por cada cosa que Yahvé piense o haga,
crea automáticamente una imagen negativa de él. Y como esas
cosas negativas están asociadas a una Conciencia, esa Conciencia
asociada pasa a ser la opuesta a Yahvé.

Esta Conciencia negativa o “anti-Conciencia” se llama Satán.

Una Conciencia negativa puede ser comprendida como una “anti-


Conciencia”, “Conciencia escasa” (en cantidad), “Conciencia
pobre” (en calidad), “Conciencia maligna” (poseedora de anti-
valores).

Negaverso: El origen de la dualidad

Los ángeles, como sabemos, son las distintas manifestaciones de


Génesis III † 123

la Conciencia de Yahvé. Si bien carecen de cuerpo, tienen una


naturaleza más física que Yahvé. Fueron estos ángeles, o elohim,
los que, bajo la dirección de Yahvé, crearon al Hombre Primigenio.
El HP tiene Ánima, por lo que el “anti-HP” carece de ella (es un
desalmado). Dado que el HP, por tener Ánima, es andrógino, el
anti-HP es masculino y potencialmente misógino.

Esta característica desalmada del anti-HP hace que su Mente


tenga una arquitectura masculina, siendo esa arquitectura la
que origina el patriarcado universal (tanto a nivel humano como
divino-alienígena).

Supongo que está demás decir que los anti-ángeles (ángeles


negativos) son los ángeles caídos o demonios alienígenas.

En el modelo de Corrado Malanga existe, como sabemos, un anti-


Ánima. Esta Ánima negativa es la del Segundo Creador (C2). Yo
no trabajo con ningún “Segundo Creador”, por lo que no voy a
considerar la existencia de un “anti Ánima”. Para mí existe una
sola Ánima que es, en el esquema cabalístico, la de Yahvé, y a
esa “Ánima Mundi” los cabalistas le llaman Shekiná. Sin embargo,
aunque Ánima carece de un anti-Ánima, tiene una suerte de
“anti-Ánima” que podemos considerarla como el Alma negativa
de Satán. Esta anti Ánima es una forma espiritual que carece de
aquellos atributos que definen a Ánima (maternidad, sensibilidad,
altruismo…), pero matizada de otros atributos que la hacen
parecer femenina. Estos otros atributos femeninos pertenecen a la
parte anímica, pero son derivados de los “primarios” por lo que
podemos considerarlos “secundarios” (emotividad, sexualidad,
Génesis III †124

estética).

Algunos de estos atributos, por causa de la dualidad, suelen


aparecer distorsionados en esta imagen femenina negativa
(resentimiento, posesividad, inseguridad).

Dado que estos atributos duales no echan raíces en los primarios,


la imagen femenina que se forma es completamente superficial y
tóxica.

En la Biblia, el Alma de Dios o Shekiná es la matriz con la que se


creó Eva. Eva es la primera mujer, por lo que su imagen negativa
es Lilith.

Lilith, la concubina de Satán, es el anti-Ánima.

Luego tenemos que el Hombre Segundo también tiene una imagen


negativa: el anti-Hombre Segundo. El anti-HS es el antropoide o
desalmado (en la cual yo le dediqué un libro).

Tanto el anti-HS, el anti-HP, el anti-Yahvé Satán y el anti-


Anima Lilith son criaturas que, más allá de las apariencias, son
esencialmente masculinas.

Dado que el anti-Ánima es masculina, Lilith (la madre de los


demonios) odiaba el ejercicio de la maternidad y amaba la
promiscuidad sexual, teniendo sexo —según el folclore judío—
con todos los mortales y demonios que le atraían. No es difícil
comprender que el tener hijos y no dedicarse al cuidado personal
de ellos, como hace una mamá, y además ser liberal en el sexo,
picoteando de aquí para allá, es un rasgo típico de la masculinidad
Génesis III †125

y por lógica natural en los hombres. Además a Lilith le gustaba


ostentar el poder (lo mismo que a su homólogo sumerio Inanna
o la babilónica Ishtar), y el poder, como ostentación egocéntrica,
es también una cualidad masculina (militares, empresarios,
banqueros, políticos y clérigos dan cuenta de ello). Es por esto que
yo digo que todos los demonios femeninos no son otra cosa que
demonios masculinos “travestidos”. Dado que estos demonios
femeninos carecen de la luz anímica de la Shekiná, tienen que
inventarse para ellos una feminidad ficticia.

Contrariamente a los demonios, los ángeles sí son femeninos. Al


ser, también, hijos de la Shekiná, poseen todas las cualidades de
la mujer. Por eso su apariencia física (bien representada por los
artistas) es hermosamente andrógina y extrañamente etérica. De
esta forma podemos decir, con justeza, que los ángeles tienen la
belleza de las mujeres y los demonios la fealdad de los hombres.
Y además, que la oscuridad del mundo material se corresponde
con la fealdad del ser masculino que lo creó (el Demiurgo).

Acá tenemos una clave oculta (de las tantas) para entender la
relación existente entre el Adán pecador y Satán. En efecto; la
tradicional falta de belleza física y gracia del cuerpo masculino,
recubierto, en muchas ocasiones, con una vellosidad casi simiesca,
es un triste recordatorio arquetípico de haber perdido la parte
anímica, fruto del pecado original. La mujer, en contraposición
al hombre, pese a ser pecadora también, pudo preservar su
belleza física porque es la que representa arquetípicamente la
parte anímica en nuestra especie (se salvó por “ley arquetípica”).
Obsérvese que los simios (supuestos antecesores de los humanos
Génesis III †126

en la teoría darwinista), no expresan en sus cuerpos peludos estas


diferencias físicas de género tan normales en nosotros. Un varón
con bastante vellosidad y con su espalda algo encorvada por
una sifosis puede parecerse, en su cansino andar, al chimpancé
macho o al gorila macho. Pero una mujer con un cuerpo “bien
formado”, aunque no sea una perfecta “modelo”, no se parece en
nada en su aspecto físico a la mona Chita o a la gorila Patricia. Son
completamente diferentes.

Si ponemos a la mona Chita a desfilar en tanga por una pasarela,


sería, para todo el mundo, una auténtica risotada. Pero si ponemos
a un hombre peludo sentado en un tronco rascándose la cabeza,
nadie tendría dudas en compararlo, seriamente, con un “mono”.

Sin dudas el hombre desciende del “mono” (como dicen los


científicos), pero la mujer debe tener otros orígenes…
Hombre y gorila (arriba)
Vikingo y Demonio (abajo)
Mujer vestida como “Hada Madrina” y Ángel de la guarda (arriba)
Ángel de la guarda y Mujer embarazada con vestido de novia (abajo)
“Ángeles, Hadas Madrinas y
pequeñas princesas”
Lucifer, el Ángel
Caído (arriba)
Hombre Segundo,
representante de Adán
en la Tierra (abajo)
Ambos, arquetipos
de la masculinidad
blasfema.
En el famoso film vampírico “Fright Night II” (La Hora del Espanto, 2da parte),
la bella protagonista de la película, Regine (interpretada por Julie Carmen,
arriba), pierde su belleza femenina cuando, al ser atacada en un ascensor, se
ve obligada a transformarse para hacer uso de todo su poder. Esto la lleva
a tener que mostrar su verdadero aspecto físico (abajo), en donde, dada su
horripilancia, pasa a quedar desposeída de toda su anterior feminidad (arriba)
Mujer convertida en
vampiro (arriba) y David
(abajo), el muchacho
vampiro interpretado por
Kiefer Sutherland, en la
película “Lost Boy”
(Los Chicos Perdidos,
del director Joel
Schumacher).
Los demonios, tanto
masculinos como
femeninos, son
drenadores de energía y
además masculinos en su
esencia.
Regan McNeil (Linda Blair) la protagonista del célebre film “El Exorcista”
poseída por el demonio (arriba) y Jerry Dandrige (Chris Sarandon) el
protagonista vampírico del film “Fright Night” (Noche de Miedo, abajo). Los
parcidos estéticos son notables pese a las diferencias de género.
“Frente a tanta fealdad arcóntica, aparece la belleza de la mujer...
como si fuera un triste recordatorio de un pasado edénico ya perdido”
Génesis III † 135

La estrella del Amanecer

Una vez que Yahvé creó a los ángeles procedió a crear al Hombre,
su última obra. El Hombre, tal como muestra el Árbol de la Vida,
es la sefirá más baja (Maljut).

Que el Hombre sea una sefirá, y además Maljut, significa dos cosas:
que el Hombre es un eón y que está hecho de todos los elementos
de las sefirot restantes (cada una le aporta sus atributos).

Un eón no es otra cosa que un ángel, que al estar en Maljut tiene


el poder de corporizarse. Al contener todas las “cadenas de adn”
del Árbol de la Vida (a diferencia de los ángeles superiores que
sólo tienen una cadena) Adán es, de alguna forma, el “ángel más
bello de todos”, pues es el único que se asemeja al Creador.

Sabemos cuál fue el destino de este ángel; perdió su luz cuando


quiso ser como Dios (el pecado original).

La “luz” es el componente anímico.

Al perder su luz, el ángel más bello, casi idéntico al Creador, se


desprendió del Árbol de la Vida y se precipitó a la desolada Tierra
(Nehemoth), convirtiéndose en un ángel caído.

Adán, al final de cuentas, no es otro que Lucifer, también llamado


“Estrella del Amanecer”.

Esta idea de que Adán es “Lucifer” queda bien representado en


Isaías: 14, 13-14:
Génesis III † 136

“¿Cómo caíste del cielo, lucero brillante, hijo de la


aurora? ¿Echado por tierra, el dominador de las
naciones?”

Esta frase se completa con el siguiente verso:

“Tú, que decías en tu corazón: Subiré a los cielos; en


lo alto, sobre las estrellas de Él, elevaré mi trono; me
instalaré en el monte santo, en las profundidades del
aquilón. Subiré sobre la cumbre de las nubes y seré
igual al Altísimo. Mas tú derribado eres hasta el Seol,
a los lados del abismo. Se inclinarán hacia ti los que
te vean, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel
varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba
los reinos; que puso el mundo como un desierto, que
asoló sus ciudades, que a sus presos nunca abrió la
cárcel?”

En esta parte de la Biblia no se hace, como creen los cristianos,


una alusión directa a Satanás. Razón por la cual muchos creen
que Lucifer no es el ángel caído. Isaías (en el contexto bíblico)
se refiere particularmente al rey de Tiro (Babilonia), caído en
desgracia. Pero Babilonia, que aparece en el Antiguo Testamento
y también en el Apocalipsis, es la representación arquetípica de
la opulencia material de Nehemoth, como lo podría ser EE.UU
ahora, Europa o la antigua Roma. Quizás en un futuro China.

En Nehemoth gobierna el Adán pecador, y sus reyes son


Génesis III † 137

los representantes de su ego inflado. Así, el rey de Tiro está


representando, en el pasaje bíblico, a Adán (HP) en la Tierra, con
sus ínfulas de “dios encarnado” y todos los demonios apoyándole.

Veamos lo que dice la Biblia en Ezequiel: 28, 12-19 (las negritas


son mías):

“Hijo de hombre, levanta endechas sobre el rey de


Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el Señor: Tú eras el
sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado
de hermosura. En Edén, en el huerto de Dios
estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura;
de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice;
de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores
de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados
para ti en el día de tu creación. Tú, querubín grande,
protector, yo te puse en el santo monte de Dios,
allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te
paseabas. Perfecto eras en todos tus caminos desde
el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti
maldad. A causa de la multitud de tus contrataciones
fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo
te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre
las piedras del fuego, oh querubín protector. Se
enalteció tu corazón a causa de tu hermosura,
corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor;
yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te
pondré para que miren en ti. Con la multitud de tus
Génesis III †138

maldades y con la iniquidad de tus contrataciones


profanaste tu santuario; yo, pues, saqué fuego de en
medio de ti, el cual te consumió, y te puse en ceniza
sobre la tierra a los ojos de todos los que te miran.
Todos los que te conocieron de entre los pueblos se
maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre
dejarás de ser.”

Si reemplazamos al “rey de Tiro” por “Adán” y “querubín” por


“ángel” (ya que los querubines son ángeles), y lo trasponemos al
texto bíblico marcado en negritas, el texto queda casi idéntico a la
expulsión de Adán del paraíso:

“Así ha dicho Jehová el Señor: Tú, Adán, eras el sello


de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de
hermosura. En Edén, en el huerto de Dios estuviste.
Tú, ángel grande, yo te puse en el santo monte de
Dios, allí estuviste. Perfecto eras en todos tus caminos
desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en
ti maldad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte
de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh
ángel protector (de mi Edén). Se enalteció tu corazón
a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a
causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra.”

El pecado original de Adán “activa” el Árbol qlifótico desechado


por Dios al principio de los tiempos, por lo que la expulsión de
Adán del paraíso hace que la expulsión de Lucifer en el cielo deje
Génesis III † 139

de ser algo “alegórico” para pasar a ser un hecho “histórico”.

Apocalipsis: 12, 9-12

“Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente


antigua, que se llama diablo y Satanás, el cual
engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra, y
sus ángeles fueron arrojados con él.”

Vemos claramente cómo, al momento de caer Adán a la Tierra,


cae simultáneamente Lucifer, con toda su corte infernal de
“extraterrestres”. Ahora Adán y Lucifer, (ambos ángeles caídos)
se encuentran juntos en la Tierra. Pero ya sabemos que “juntos”
tiene un sentido alegórico.

Tú, yo, nosotros, Yo

Fue con Corrado Malanga donde descubrí que Satán era el


mismo Hombre. Resulta que el jefe de los demonios no era un
macho cabrío sino un anciano con barba y túnica. Algo así como
un patriarca milenario. Este revelador descubrimiento me obligó
a revisar mis esquemas teológicos. Algo se me había escapado
y quería saber qué era. Luego, cuando estudié Cabalá, todo me
quedó más claro.

Dado mis conocimientos sobre biología pude descubrir porqué


los alienígenas-dioses tienen el aspecto de los animales (reptiles,
felinos, aves) en vez de parecerse a nosotros o alguna otra cosa
horrenda. Nadie sabe explicar esto. Ni siquiera los “popes” de la
Génesis III †140

ufología. Mucho menos los antropólogos o arqueólogos que no


saben nada ni de ufología ni de Cabalá.

La razón por la cual los alienígenas adoptan la forma de los


animales, sintiéndose incluso a gusto con ello, tal como demuestran
las hipnosis, es que cada especie alienígena representa una parte
genética del Hombre. Y esto es así porque el universo material
está hecho con los mismos elementos del Hombre Cósmico: el
Adam Kadmon.

En la Cabalá, y como ya hemos explicado, el Adam Kadmon no es


una “figurilla de barro” sino la Conciencia humana que modera y
compone el universo físico.

Si observamos los genes de los animales (peces, reptiles,


mamíferos, aves…) y de los vegetales (árboles y plantas),
veremos que muchos genes presentes en cada uno de ellos están
presentes, también, en el propio humano (HS). El humano es la
única especie que contiene genes de todas las demás especies más
algunos en particular que no los tiene nadie salvo él mismo. Así,
el ADN humano bien puede considerarse una biblioteca genética
bastante completa de nuestra biósfera. Recombinado mucho de
nuestros genes podríamos reconstruir especies enteras y hasta
otras tantas desconocidas…

Contrastando a la Biología con la Física, podríamos decir que el


humano es como la luz blanca y los animales, plantas y bacterias,
los distintos colores del espectro lumínico (amarillo para las
bacterias, verde para las plantas, rojo para los reptiles, celeste
para las aves, azul para los mamíferos, violeta para los primates
Génesis III † 141

etc.).

Los alienígenas, en sintonía con los animales, representan la


“fauna” del universo qlifótico que modera a Nehemoth. Al igual
que los animales de la Tierra, ellos viven en su propio ecosistema.
Si sumamos los genes de los alienígenas obtenemos al Hombre
Primigenio (Satán).

Los alienígenas se cansan en decirnos que los humanos (HS) son


una especie única que fue creada mediante la combinación de los
genes de casi todas las razas aliens. Dicen que somos una reserva
genética y que por eso ellos nos estudian tanto. Por lo tanto aquí
está explicado la misteriosa forma animal de los alienígenas: ellos
son al Hombre Primigenio (en el plano astral) lo que los animales
son a nosotros (en el plano terrenal). Es como una regla de tres
simple.

Y luego, gracias a esta regla, deducimos otra regla: el Hombre


Segundo puede someter a los alienígenas por la misma razón
que puede someter a los animales, pero en cambio no puede
conquistar y someter al Hombre Primigenio porque no puede
conquistar y someter a su ego. Para vencer al HP primero hay
que vencer al propio ego (ley del nahual).

Ya habíamos hablado de que al separarse Adán de Eva (el


versículo bíblico de la costilla) la parte anímica del anthropos
siguió un camino distinto. Esta desintegración de la Conciencia
fue la causa del pecado original, pues llevó al Hombre Primigenio
a volverse esclavo de la dualidad. La marca del pecado quedó
grabada en los cuerpos del Hombre Segundo, que expresan la
Génesis III †142

forma contradictoria de un varón “fuerte y feo” y una mujer


“agraciada y débil”.

Los animales también se vieron afectados por esta terrible


“mutación”, pues, más allá de que muchos de ellos nos sigan
pareciendo “hermosos”, se ven obligados —por causa del
pecado— a tener que comerse entre ellos para sobrevivir: el
insecto a la planta, el reptil al insecto, el felino al reptil, el pez
grande al pez chico, el águila a los pequeños mamíferos, y así
sucesivamente. Todo es comestible en Nehemoth.

Hombre Primigenio nos dio la ciencia y también la religión.


Con la ciencia entendimos la naturaleza y con la religión, algo
sobre nuestros orígenes. No tiene sentido seguir buscando
(como esperan los científicos) alguna raza “extraterrestre” que
nos superen en ciencia y tecnología. Tampoco seguir creyendo
que somos unos “simios racionales” que apenas sabemos algo
del universo. Los extraterrestres ya los encontramos y no son
superiores a nosotros. Podrán dispones de más tecnología, pero
nosotros tenemos otras cosas que ellos no tienen y codician. Dado
que el universo fue creado por nuestra Conciencia y dado que
el anthropos es una criatura hecha a imagen y semejanza del
Creador, tenemos en nuestra prodigiosa Mente todo el saber
científico que necesitamos.

Como el ser humano tiene acceso al saber divino y está dotado de


un poder extraordinario (amén de que pocos echen mano a ese
poder) no es difícil entender que el único enemigo del hombre es
el hombre mismo.
Génesis III † 143

Por supuesto que al hablar de “humanos” descartamos a los


desalmados, ya que esos tienen poca Conciencia.

Yendo ahora a la religión, los creyentes se la pasan pidiéndole


cosas a “Dios” pero resulta que “Dios”, extrañamente, los escucha
pocas veces. Esto se debe a que el creyente, normalmente, no cree
que Dios subyace en lo más hondo de su Conciencia sino que es
una entidad externa a él mismo que lo puede salvar o ayudar. El
creyente piensa:

“Yo soy un ser insignificante incapaz de hacer algo


por mí mismo, pero Dios es más poderoso que yo y
es el único que puede salvarme. Si Dios no me ayuda
¡Estaré perdido! Por lo tanto ¡Ayúdame Dios!”

Resulta que, cuando el creyente piensa eso, invalida a su propia


Conciencia y habilita a cualquier entidad del astral que considere
oportuno “ayudarle”. Los astrales nunca te ayudan sino que hacen
transferencia de energía. Les sacan a algunos para darles a otros,
y de paso se quedan con un resto ya que necesitan energía para
vivir. El astral más poderoso de todos es el Hombre Primigenio.
Cuando el religioso le pide al Dios supremo, le está pidiendo al
Hombre Primigenio.

Entonces al final comprendemos que Dios nunca nos “abandonó”


sino que nosotros (pecado mediante) lo abandonamos a él por
seguir a nuestro ego. Al pedirle al Hombre Primigenio le estamos
pidiendo a nuestro ego. Y como nuestro ego se desconectó de la
Fuente, no puede ayudarnos en nada. Este ego no hace otra cosa
que sabotearnos.
Génesis III †144

Tengo más cosas que decir sobre el Hombre Primigenio y


nuestra relación con él pero no las quiero adelantar porque las he
reservado para el próximo libro. Lo importante es señalar que lo
que está en los textos gnósticos, en la Biblia y en el Mahabhárata,
coincide plenamente con lo que enseña la Cabalá y con los trabajos
ufológicos del profesor Malanga, respecto a esto de que Satán no
es otro que el Hombre Primigenio. Y HP es nuestro Álter Ego
disociado de su parte anímica y reconvertido en falso Dios.
“Como es arriba es abajo”

Plano Astral Plano Material

El Hombre Primigenio El Hombre Segundo


y su fauna alienígena y su fauna terrestre

Arbol de la Ciencia
del bien y del mal
Génesis III †146

A la sombra de Satán

En el Árbol de la Vida —donde la Conciencia está integrada— el


ego humano se deja conducir sabiamente por la Conciencia. Esto
sería como decir que el subconsciente gobierna al consciente. O
que Dios gobierna al ser humano. En el Árbol del Conocimiento
ocurre todo lo contrario. Al estar la Conciencia del anthropos
desintegrada, el ego humano intenta gobernar a la Conciencia,
por lo que Dios se pone al servicio del hombre y el consciente se
disocia de la Conciencia.

Cuando la energía divina se pone al servicio del ego de la


criatura, el orden natural de las cosas se invierte y esto da origen
el Satanismo.

La Conciencia, en el plano de las acciones, no es ni buena ni mala.


Su Alma obviamente es buena, pero la energía que inyecta en
el universo puede obrar para bien o para mal. Las criaturas, al
vivir en la creación, sí pueden ser buenas o malas según sean sus
intenciones. Yahvé es un creador bueno, orienta la energía hacia
fines positivos, pero Yahvé toma la energía de la Conciencia, y esa
energía, una vez liberada, puede obrar en sentido contrario a lo
dispuesto por sus leyes.
Génesis III † 147

La figura de Satán surge como consecuencia de un crecimiento


del ego del anthropos, situación que hace que la energía divina
se desvincule de la dirección de Yahvé y se ponga al servicio del
ego humano. Cuando esto ocurre, el Árbol de la Vida sufre un
desbalance y esto activa, en el universo virtual, la aparición de
las qlifot.

Dios no puede dejar de emanar energía pues, si lo hace, el universo


se extingue. Al no dejar de emanar (en su afán de preservar a
sus criaturas), la energía apropiada por el anthropos comienza a
producir líneas de tiempo conflictivas. La armonía universal se
pierde y comienza a gobernar la desorientación y el caos. Del caos
emerge todo lo negativo y eso hace crecer al Árbol de la Muerte;
la sombra del Árbol de la Vida.

Esta energía caótica pero poderosa, igual a como si fuera un “Dios


negativo”, tampoco deja de emanar. Va alimentando al Árbol de
la Muerte y éste va creciendo y extendiendo sus ramas por la
Mente del anthropos cósmico, lo que hace que su Conciencia se
disocie y sus pensamientos se vuelvan confusos y contradictorios.
Si el proceso de contaminación no se detiene, si el anthropos
permite que el ego lo domine, sus acciones se vuelven perversas
y su Alma empieza a sufrir. Esto acaba, al final del proceso, con el
anthropos cósmico arrojado fuera del paraíso, lugar donde reina
las tinieblas y la ausencia casi completa de Dios.

El Hombre Segundo se conecta con Dios por medio del anthropos


cósmico (HP). Pero este anthropos se ha vuelto “Dios de sí mismo”
y no permite esta conexión con Dios, gobernando el mundo
Génesis III †148

tiránicamente. El Hombre Segundo, asaltado por las penurias,


eleva sus oraciones a Dios, pero dado que su conciencia religiosa
es ególatra, sus pensamientos acaban en el Dios humanizado, y
éste le ayuda según su conveniencia. Esto explica el fracaso de las
religiones.

Entre Dios y el anthropos cósmico existe una miríadas de ángeles.


Estos ángeles, guiados por Yahvé, componen el Árbol de la Vida
(sefirot). Puesto que este anthropos, dada su soberbia, se ha
convertido en Dios, una miríada angélica equivalente debe existir
entre él y el Hombre Segundo. Estas huestes angélicas no son otros
que los demonios alienígenas, que ya no estarán para ayudarnos
sino para manipularnos. Así, pecado mediante, hemos llegado a
construir una nueva estructura cósmica (árbol) compuesta por el
anthropos autoconvertido en Dios (HP), los demonios alienígenas
al servicio de este Dios, y el anthropos corporizado (HS) haciendo
sus experiencias en la penosa Tierra (Nehemoth).

Es importante destacar que Satán no tiene una existencia


como Yahvé. No es una entidad concreta como Él o el Hombre
Primigenio. Satán es una proyección imaginaria creada por el
ego del anthropos. El poder de Satán es el mismo poder de Dios
puesto en contra de Dios. Dicha Conciencia, diminuta y exigua,
se mantiene a la sombra de la Conciencia adámica gracias a la
escisión de ésta, tal como si habláramos de una doble personalidad.
Dado que el anthropos, anclado en su ego, se la pasa inventando
enemigos imaginarios producto de su Conciencia escindida, la
energía de Dios, lejos de ayudarle, sigue creándole conflictos,
poniendo en el anthropos interminables cadenas. Esto deriva en
Génesis III †149

que el anthropos crea que un Dios negativo lo está esclavizando.

Dr. Jekill
& Mr. Hyde

En el Árbol de la Vida, el Hombre Segundo es consciente de que


proviene del Hombre Primigenio. El consciente y el subconsciente
se reconocen, por lo que el referente divino es Yahvé. Pero en el
Árbol de la Muerte, la Conciencia humana está disociada, por lo
que el Hombre Segundo desconoce que proviene del Hombre
Primigenio. No es consciente que los humanos están “creando”
la realidad virtual. Esta situación atípica hace que su referente
divino ya no sea Yahvé sino su Álter Ego: el HP, quien queda
operando en un plano “superior”, que es dual y autárquico
respecto de Yahvé. Este Álter Ego dual ya no es el Adán edénico
sino el Adán terrenal autoconvertido en Dios creador (Demiurgo).
La Conciencia escindida ha creado un “Adán bueno” y un “Adán
malo” enfrentados mutuamente.
Génesis III †150

Esta sombra del “Adán bueno” (que es casi tan poderoso como
Dios) es, para el Hombre Segundo, Satán.

Cuando el anthropos adquiere la gnosis y logra integrar su


Conciencia, Satán —otrora poderoso— desaparece como por arte
de magia. Nehemoth da paso a Maljut.

El agente suprafísico que le aporta la gnosis al Hombre Segundo


(quien opera como “templo del Alma”) es Cristo. Por esta razón
Cristo (que no hay que confundirlo con Jesús) es el enemigo
antonomástico de Satán. Satán quiere que las Almas humanas se
queden a vivir para siempre en Nehemoth. Pero Cristo, como un
buen ladrón, quiere llevarse las Almas al cielo.
Génesis III † 151

El fuego interminable

Yo, en una época, pensaba que la sociedad tenía alguna posibilidad


de mejorar. Esa idea la plasmé en mis primeros libros, hace
aproximadamente diez años. Luego, cuando fui adquiriendo
más conocimientos, fui perdiendo la fe en el progreso humano.
Todavía sigue existiendo mucha gente que cree que la sociedad
puede ser mejorada. Muchos trabajan para lograr esto intentando
organizar a la gente. Y se cuelgan miles de videos por día en
YouTube, donde expertos en geopolítica, conspiraciones o platillos
volantes nos explican lo que pasa en el mundo y por qué tenemos
que estar preocupados. Una total pérdida de tiempo, porque lo
único que debemos hacer, y que puede dar buenos resultados,
es preocuparnos por nosotros mismos y acrecentar nuestra
Conciencia. Si logramos hacer eso, estaremos mejor preparados
para afrontar la próxima vida, e incluso ésta.

Dejemos un rato de lado los conceptos expuestos en este libro


y hagamos un repaso rápido por la historia de la humanidad,
partiendo de Sumeria hasta hoy, ya que Sumeria fue la primera
civilización según la ciencia oficial. Todo lo que voy a poner a
continuación es de público conocimiento, así que si el lector no
sabe algo puede chequearlo en Internet.
Génesis III †152

En una época yo pensaba que la sociedad vivía esclavizada


porque existía una burguesía poderosa que sometía al resto de
los mortales. Era el pensamiento pregonado por los intelectuales
de izquierda. Luego me di cuenta de dos cosas que me hicieron
cambiar de opinión: una era que muchos de los de clase alta
tenían un pasado socioeconómico semejante a los de clase baja.
Ellos, sus padres, o sus abuelos, habían sabido lo que era trabajar
y sacrificarse.

¿Qué había pasado con ellos? ¿Se habían vuelto ricos y olvidado
de sus raíces?

La otra era que la clase dominada, en sus propios espacios, tenían


los mismos patrones de conducta de la clase dominante. No era
que los pobres eran más “buenos” con los de su misma clase de
lo que lo eran los ricos. Esto cualquiera lo puede comprobar (más
aquellos que nacieron pobres, como el autor que escribe estas
líneas). Esto me llevó a la conclusión de que el problema no eran
los “poderosos” o los “ricos” sino la misma sociedad.

La sociedad, por arriba y por abajo, estaba llena de ignorancia y


egoísmo, y ese parecía ser el problema.

Entonces mi análisis filosófico pasó a centrarse en el tema de la


“educación”. Propuse que si la sociedad estuviera mejor informada
y educada, eso iba a solucionar problemas como la guerra o la
desigualdad. Así, los poderosos eran malos porque no sabían que
les convenía ser buenos. Y lo mismo los gobernados; no debían
ellos intentar imitar al poderoso sino ser mejores personas. Una
vez que todos entendieran eso, ricos y pobres, fuertes y débiles,
Génesis III † 153

se unirían en un abrazo fraterno y crearían el “Mundo Feliz”.

Esta es la teoría oficial de la sociología y pregonada desde los


medios masivos: el mundo se puede cambiar mejorando las leyes
y la educación.

Pero ese fue otro error. Había cosas que no había calculado.

Me di cuenta que la gente que tenía acceso a la mejor educación


(normalmente las clases más acomodadas) no eran mejores
personas que aquellas clases menos educadas. Veía a empresarios
y profesionales que tenían a sus empleados en negro y que solían
quejarse si un gobierno les ponía un impuesto para ayudar a
los pobres. Los países más desarrollados en leyes y en cultura
científica, como EE.UU, Europa o Japón, promovían guerras
por todos lados y saqueaban a los países subdesarrollados
aprovechando su poder económico. Dicho patrón no era nuevo
en la historia: lo había tenido Gran Bretaña en las épocas de la
colonia, Roma en la época del Imperio, los persas en los tiempos
de conquista y Babilonia en su era dorada. Así, todo pueblo que
alcanzaba su apogeo en ciencia y educación, se convertía tarde o
temprano en el verdugo de los pueblos más débiles.

Entonces cambié de estrategia y plantee que el problema no era


la falta de “educación”, de “leyes” o de “cultura científica” sino la
falta de “espiritualidad”. La gente era poco solidaria porque era
“materialista” y “ególatra”. Había entonces que trabajar desde lo
espiritual. Acercar el hombre a Dios.

Otro error.
Génesis III †154

La teoría de la espiritualidad es la que pregonan las religiones. Las


religiones nos dicen que todos los humanos podemos alcanzar
la espiritualidad si ponemos en práctica las enseñanzas de los
grandes místicos y santos. El problema es que los místicos (incluso
los artistas, que también han sido un canal para trasmitirnos la
espiritualidad y el amor) nos vienen hablando desde hace rato
de la necesidad de ser mejores personas. Desde Krishna a Jesús,
pasando por Platón y Sócrates. Luego San Agustín, Tomás Moro,
Krishnamurti. La poesía mística de Kahlil Gibrán y de Anthony
de Mello. El misticismo no es un fenómeno nuevo sino tan viejo
como el mismo hombre. Pero nada. La espiritualidad pregonada
por los maestros, por “siglos” y “siglos” y “siglos”, parece calar
en muy pocas almas y nada indica que esto pueda cambiar.

Por lo tanto concluí concienzudamente que las teorías anteriores


eran falsas. La izquierdista, que le echa la culpa a los ricos; la
sociológica, que le echa la culpa a la falta de educación; y la
religiosa, que le echa la culpa a la falta de espiritualidad.

Descubrí, luego de meditar, que aquellas teorías presuponen


la idea de una sociedad que “evoluciona en el tiempo”. Había
omitido en mi análisis el importante concepto de “evolución”. Tal
vez 7.000 mil años es poco tiempo y la sociedad necesita 7.000
años más para cambiar…

La izquierda nos decía que el comunismo era el resultado de un


proceso evolutivo. Tarde o temprano los explotados (que son
amplia mayoría) iban a saber organizarse hasta desbancar al
primitivo capitalismo. Luego, si la gente se educa (y aquí entramos
Génesis III †155

en la teoría sociológica), era cuestión de tiempo en que ese saber


se masifique hasta terminar transformando completamente a esta
sociedad paleolítica. Y la vieja teoría religiosa, con su insistencia en
el “trabajo místico”, también se montaba alegre sobre el concepto
de evolución… porque si los místicos seguían machacando, a
lo largo del tiempo, con eso de ser más bueno, la humanidad,
cansada de sufrir, depondría su egoísmo y abrazaría a Dios.

El Tiempo parecía haberse vuelto el opio de los optimistas pues,


frente a tanto fracaso, el tiempo podía esperar. “Algún día…
algún remoto día… el mundo cambiará y será mejor”. Y como el
Tiempo es igual a los banqueros, basta que tú quieras esperar, el
Tiempo te sigue dando más crédito, y tú pagas con tu sufrimiento
y la historia-deuda no se termina nunca.

Cuando comprendí que el problema era el Tiempo y su misteriosa


relación con la Conciencia, abordé la problemática humana desde
un ángulo diferente.

¿Por qué 7.000 años de existencia humana deben ser considerados


escasos para que una sociedad evolucione espiritualmente?
¿Sobre qué parámetros racionales nos apoyamos para definir qué
es más o menos “escaso” para la Conciencia? ¿Cómo es posible
que con todo los que nos pasó en 7.000 años de civilidad todavía
la humanidad, en lo espiritual, no haya aprendido NADA?

La chicana de la teoría darwinista no sirve en este ejemplo porque


la inteligencia y el saber humano no necesita miles de años para
acrecentarse (sino miremos lo que pasó en Occidente en los
últimos 200 años de desarrollo técnico y científico), y mucho
Génesis III †156

menos la espiritualidad, que en muchas personas parece darse


espontáneamente. Yo, personalmente, aprendí muchas cosas
en los últimos 10 años de vida, y mi Conciencia dio un salto
importante desde mi adolescencia hasta hoy.

No. No es que “falte tiempo”.

La realidad de esto es que a la mayoría de la gente no le interesa


ser mejores personas, no le interesa aprender, no le interesa
conectarse con algo “superior”, no le interesa mejorar el mundo
en que viven. A la mayoría de la gente sólo le interesa comer y
matar el tiempo. Ganar dinero y gastarlo. Vivir igual (y hasta
peor) que los animales. Y eso nunca cambió.

¡La Conciencia no tiene Tiempo!

Dado que la Conciencia no tiene tiempo, tampoco puede


“evolucionar”. No existe evolución en la Conciencia.

Ahora retomemos las ideas expuestas en este libro y el lector verá


como todo comienza a tener sentido. Sabemos que el tiempo no
está dividido en pasado y futuro sino que es un presente continuo.
Por ende, la historia de la humanidad está ocurriendo ahora y el
pasado o el futuro son conceptos relativos. Y sabemos, además,
que la Conciencia del anthropos es una sola y que está fractalizada
en la línea de tiempo dentro de millones de contenedores. Esto
significa que si en el “pasado” están habiendo desigualdades
sociales, en el “presente”, por causa del pasado, también las
están habiendo, y si en el “presente” reina el capitalismo, en el
futuro también está reinando el capitalismo, o algún otro sistema
Génesis III † 157

económico que genere las mismas desigualdades (corporativismo,


plutocracia, oligarquía, monarquía…). De esta forma no
necesitamos ser “futurólogos” para saber lo que ocurrirá en el
futuro; basta conocer nuestra dolorosa historia para adivinar lo
que “vendrá”.

El futuro ya llegó. Y es un palo…

El “Mundo Feliz”, en la Tierra, es una utopía promocionada por


los arcontes para que las almas sigan reencarnando en el universo
con la promesa de un futuro mejor. No hay solución para los
problemas humanos porque la Conciencia está experimentando
el conflicto. No es que el mundo “está al revés”; el mundo es al
revés. La guerra, las desigualdades sociales, la muerte, todos
ellos sazonados con pizcas de misticismo y altruismo aislados,
son el tipo de experiencias que hemos venido a experimentar.
En Nehemoth no hay esperanzas de cambio, porque la fruta
prohibida es, literalmente, la experiencia del Infierno.

Conclusiones

Aquí, en estas últimas líneas, acaba esta larga “saga” llamada


Génesis. En los tres artículos he abordado el mito de la creación,
en referencia a la presencia de especies alienígenas en nuestro
planeta. Apoyándome en los trabajos del profesor Malanga, pero
distanciándome de su enfoque cosmogónico, he identificado el
origen, la forma, la procedencia, los vínculos con la historia de
este planeta y del mito. Eché mano al mundo de los arquetipos
para poder identificar el futuro y construí un mapa de la creación
Génesis III †158

haciendo uso de los dos árboles cabalísticos.

También creo haber refutado algunos conceptos de Malanga


respecto a la naturaleza de los dioses hindúes, e incluso de la
misma Conciencia. La insólita apelación a “no ayudar”, o su
visión de los “ángeles anunciadores”, entre otros temas, también
fueron abordados.

Todo esto pretende responder a la cuestión de por qué estamos


aquí y por qué el universo se comporta manifestándose en un
eterno presente, donde el tiempo es como una dimensión espacial,
es decir que el pasado y el presente “están allí”.

Ahora será evidente para todos que el hombre no puede prescindir


de sus tres componentes, el anímico, el mental y el espiritual,
porque si decidiera prescindir de uno de ellos, impediría el
camino hacia la adquisición de la Conciencia Integral y, por ese
impedimento, convertirse en un verdadero humano.

Después de varias décadas de estudio y aplicación del método


de hipnosis, la percepción del fenómeno de abducción
definitivamente se ha modificado. Al principio, se pensó que
el fenómeno de abducción era un fenómeno puramente físico,
donde el hombre era la víctima inocente de un alienígena muy
tecnificado y malo. Poco a poco, a la abducción tecnológica se
le añadió la abducción extracorpórea, con fuertes elementos
esotéricos, donde alienígenas sin cuerpo, bajo la apariencia de un
demonio de la antigüedad, le robaba la energía al sujeto.

En la búsqueda de los autores intelectuales de esta situación, nos


Génesis III †159

encontramos que detrás de los demonios alienígenas se hallaba el


verdadero y único instigador de este plano universal, y este es el
Hombre Primigenio.

Descarto la hipótesis de Malanga de la existencia de “dos


Creadores”, y de que éstos también son parásitos al igual que
los alienígenas. Tampoco adhiero a la idea de catalogar a los
“ángeles anunciadores” como cuasi parásitos, ya que son grupos
de ánimas que están realizando sus experiencias en otros planos
de Conciencia. Estas ideas fallidas de Malanga se explican por la
posible parasitación del Hombre Primigenio, ya que el profesor,
mientras realizaba su trabajo con los abducidos, no se integró
a su parte anímica y eso permitió su parasitación. Esta falta
de integración con su parte anímica derivó en la pérdida de la
visión de uno de sus ojos, tal como confesó valientemente en una
entrevista que le hicieron.

La parasitación del Hombre Primigenio es la más peligrosa y


sutil de todas, ya que él forma parte integral de la Conciencia del
Hombre Segundo, como si habláramos de una parte de nuestro
ADN o de las neuronas que forman nuestro cerebro. Esto explica
por qué el Hombre Primigenio nunca pudo ser eliminado en el
SIMBAD o por algún otro método de simulación mental.

Así se llega al fondo del asunto, para entender que el problema


de las abducciones extraterrestres contenía dentro de sí mismo —
como cajas chinas interminables—, otros problemas, incluyendo:
la estructura dual del universo, la física cuántica, el concepto de
nosotros como fractales de Dios, el descubrimiento del Alma,
Génesis III †160

la Mente y el Espíritu como partes integrantes de una primera


Conciencia Integrada y del orden cósmico, generadora de todos
los fractales, y en cómo estos fractales de Conciencia deben
reconocerse a sí mismos como partes de esa Conciencia Eterna
para evitar caer en la dualidad del mundo material, es decir en el
Árbol de la Ciencia del bien y del mal de la que hablan la Biblia
y la Cabalá.

Así, el verdadero problema de las abducciones y de todo tipo de


parasitaciones y sufrimiento humano no es el problema de cómo
sacar a los alienígenas o demonios de la existencia humana —
ese fue el punto de partida—. El verdadero problema es cómo
hacer tomar conciencia a los individuos de que no son realmente
“criaturas” sino una única Conciencia cósmica haciendo la
experiencia de miles de criaturas, como si habláramos de una
colmena universal.

Al descubrir este gran paradigma, gracias al trabajo de Malanga,


mi perspectiva de la existencia cambió.

Así, no debíamos salvar a la humanidad de los alienígenas sino


salvarla de sí misma, de la parte aún no desarrollada del Ser.
Los alienígenas y los mismos illuminati, al fin y al cabo, son los
agentes virales de una Conciencia insana. Dado que para obtener
conocimientos es necesario hacer un fuerte acto de voluntad, el
abducido que no quiere realizar la experiencia de su liberación,
no se libera nunca. Y dado que soy de los que piensan que
“la letra se escribe con sangre”, yo ya estoy en mi propia vida
aplicando los conceptos que difundo. Esto significa que a futuro
Génesis III † 161

puede que publique ciertos artículos en relación con mis propias


experiencias en este eterno viaje de la Conciencia.

No creo —como afirma Malanga— que las almas, al final de esta


era, se juntarán en una reunión de condominio, todo ello para
decidir su futuro. No habrá discusiones de ningún tipo porque
no hay nada que discutir. Lo que ocurrirá —y apuesto a esta
hipótesis— es que las almas se irán integrando en una sola Alma,
a medida que sus fractales obtengan la gnosis, y “despertará” un
día de esta pesadilla hasta encontrarse en su plano original, ya
divorciada del Hombre Primigenio y unida a su nueva pareja: el
niño divino integrado a ella.

También puede que los fractales de Ánima se retrotraigan a una


línea de tiempo pretérita, como le ocurrió al doctor Alexander, el
cirujano que escribió “La Prueba del Cielo” (algo muy parecido
a la “parábola del hijo pródigo” del Nuevo Testamento). En esa
línea de tiempo pretérita están las almas que no han bajado al
mundo material para sufrir y han preferido quedarse en una
región del universo más segura.

Todo puede pasar.

Esta Ánima reintegrada (quien debería corresponderse con Eva)


podrá elegir si desea hacer nuevas experiencias en el universo
o no. Puede que también el Creador (a quien yo prefiero llamar
“la Creador”) la reequipe con nuevos atributos para que sus
experiencias virtuales sean mejores. Ponerle un “airbag” para
que no se choque, o unos buenos frenos ABS. Esto no lo sabemos.
Génesis III †162

Pero es seguro que nadie, individualmente y como quién se corta


solo, va a decidir por sí mismo qué experiencia puede hacer o no.
Pensar eso es creernos “dioses” y esa creencia fue lo que nos llevó
aquí. Entonces la experiencia de la muerte se reeditará como en
los “viejos tiempos”.

La ilusión de una existencia individual en donde cada uno crea


su propio universo, es la promesa del Hombre Primigenio para
engañar al Alma y tenerla atrapada. La estrategia del galán
machista que seduce a la dama con una joya preciosa. Si creemos
eso, si compramos la joya, tendremos un mundo propio, sí… pero
con el Hombre Primigenio gobernándonos.

Nunca estamos solos en el universo, pues, aunque no lo


recordemos, pertenecemos a una CONCIENCIA COLECTIVA. El
evento de recuperar ese recuerdo será como un “volver a casa”.
Serie de libros
ESTUDIOS MALANGA
“Conciencia”
LIBRO 1

“Las Arenas del Tiempo”


LIBRO 2

“Arquetipos”
LIBRO 3
“Huevo Cósmico”
LIBRO 4

“Nuevo Arbol de la Vida”


LIBRO 5

“Materia y Espíritu”
LIBRO 6
“Génesis”
LIBRO 7

“Génesis II”
LIBRO 8

“Génesis III”
LIBRO 9
En preparación:

“Fractales de Conciencia y Dualidad” LIBRO 10

“Ánima Mundi” LIBRO 11


El profesor Corrado Malanga revolucionó el
mundo de la Ufología cuando, tras años de
investigación, publicó su artículo Génesis. En él,
el profesor hacía una interpretación nueva del
Génesis bíblico, vinculando los textos sagrados
con la información dada por los abducidos. En
dicha interpretación, propuso que los ángeles
de Yahvé no eran otros que los alienígenas, y
que el cuerpo humano había sido creado para
mantener al Alma atrapada en la tierra. Yahvé,
según Malanga, no sería Dios sino el mismo
Adam Kadmon, que luego de dejar el paraíso
puso en marcha un plan maestro para que su
Alma inmortal no le abandonara…

Ya confinado en la tierra, el Adán pecador debe


atravesar la experiencia de la muerte, pero no
se rendirá tan fácilmente y se las ingeniará para
ponerle trampas a su Ánima.

¡Comienza la lucha por la vida eterna!

En esta nueva entrega, titulada Génesis III, el


autor pone punto final a esta larga y apasionante
trilogía, donde se analiza la situación actual
de las almas en el universo, y las perspectivas
de elección que estas puedan tener frente al
eterno juego de los dioses.

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