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Protección Radiológica

DISPERSION DE MATERIALES RADIACTIVOS

EN LA ATMOSFERA

INTRODUCCION

Los fenómenos de transporte de masa, debido a los movimientos que se producen en

la atmósfera terrestre, son el medio de dispersión de los efluentes gaseosos que
contienen radionucleídos emitidos por instalaciones nucleares o radiactivas, ya sea
durante la operación normal como en el caso de producirse un accidente.

El fenómeno de dispersión produce una distribución espacial de la concentración de

radionucleídos en la atmósfera (cantidad de masa por unidad de volumen) en un
amplio rango, cuyos valores máximos se establecen en las cercanías del punto de
emisión y que pueden disminuir hasta valores varios ordenes de magnitud inferiores, a
medida que aumenta la distancia desde dicho punto. Es evidente entonces, que el
impacto radiológico en el hombre y en el medio ambiente también disminuye a medida
que aumenta la distancia a la fuente de emisión.

Las instalaciones nucleares y otras que manipulan materiales radiactivos están

diseñadas, y se operan, de modo de que los radionucleidos que lleguen al hombre a
través de la atmósfera lo hagan en concentraciones tan bajas como resulte
razonablemente posible. Esto es, el diseño y la operación de las instalaciones debe
ser tal que los valores de las dosis que reciben los individuos de los grupos críticos de
población sean los óptimos y en ningún caso superen los límites establecidos para el
público.

El conocimiento de la fenomenología de la dispersión atmosférica es fundamental para

evaluar las condiciones del emplazamiento de las instalaciones, así como para calcular
las dosis individuales y colectivas que causarán los efluentes radiactivos por la
operación de las mismas.

El presente capítulo describe los fenómenos y los modelos teóricos básicos que
permiten evaluar la dispersión atmosférica, así como los métodos para evaluar las
dosis debidas a la operación de las instalaciones. El lector puede profundizar la
información básica presentada en este capítulo en las publicaciones [1], [2]. [3] y [4] de
la bibliografía recomendada.

EL FENOMENO DE LA DISPERSION ATMOSFERICA

Cuando los radionucleidos son emitidos a la atmósfera se ven afectados por el campo
de movimientos de la misma. Por un lado, el viento predominante en el momento de la
emisión los transporta desde el punto de emisión en la dirección y sentido del viento,
fenómeno que se conoce como advección de contaminantes.

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Por otro lado, por tener una capa límite turbulenta, la atmósfera produce una efectiva
difusión conocida como difusión turbulenta. Esta difusión es tridimensional,
homogénea en la horizontal y homogénea en la vertical. La combinación de la
advección y la difusión se denomina dispersión atmosférica. Se genera entonces una
nube radiactiva a baja altura, con forma de penacho para las emisiones continuas y
forma de puffs para emisiones muy cortas.

Otros fenómenos como:

el ascenso de los contaminantes debido a su flotabilidad respecto al aire del
entorno,
la limitación del movimiento y la difusión vertical debido a las inversiones térmicas,
las reflexiones de los contaminantes en las superficies del suelo o en la capa de
inversión térmica,
la remoción de los contaminantes de la atmósfera por depósitos secos y
húmedos, y
el decaimiento radiactivo

deben tenerse en cuenta a la hora de intentar modelar lo más acertadamente posible

el complejo fenómeno de la dispersión en la atmósfera, o al menos ser considerados a
la hora de evaluar los resultados obtenidos.

En la figura 1 se puede observar un esquema de los procesos básicos de la dispersión

atmosférica.

Figura 1 - Procesos básicos de dispersión atmosférica

El modelado de los complejos procesos de dispersión atmosférica se puede realizar

con distinto grado de profundidad dependiendo del fin para el que se llevan a cabo los
estudios. Con el propósito de realizar evaluaciones de protección radiológica
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asociadas a las emisiones atmosféricas, se aplican modelos sencillos con numerosas
simplificaciones y postulaciones elementales.
Sin embargo, son de difundida aplicación en un sin número de otras industrias
similares, y la precisión en los resultados hace que sean aceptados por la comunidad
internacional para este tipo de evaluaciones. Las publicaciones [1] a [4] de la
bibliografía recomendada constituyen una consistente guía para el estudio y aplicación
de dichos modelos.

Los modelos que se describen aquí son indicados para ciertas condiciones particulares
de la emisión de radionucleidos, como ser:
fuentes puntuales
gases emitidos a temperaturas levemente superiores o iguales a la ambiental
velocidades verticales mínimas
condiciones atmosféricas estables en el tiempo, por al menos una hora, y en el
espacio hasta la decena de kilómetros
suelos de rugosidad pequeña y orografía suave.

La aplicación de los modelos presentados debería restringirse a aquellas situaciones

reales, equivalentes a las descriptas en el párrafo anterior o con pequeñas diferencias.
A la hora de evaluar los resultados deben ser tenidas en cuenta las perturbaciones que
introducen dichas diferencias para su correcta ponderación.

MODELOS DE DISPERSION ATMOSFERICA

Teoría del penacho gaussiano estacionario

El modelo basado en la teoría gaussiana de la dispersión atmosférica estacionaria es

el de mayor aplicación para realizar evaluaciones con fines de protección radiológica.
Se aplica en las condiciones antes mencionadas y para distancias desde el punto de
emisión hasta las decenas de kilómetros. El modelo satisface la solución de la
ecuación de transporte aplicada a la atmósfera en ciertas condiciones prefijadas,
siendo algunas de las mas importantes:
velocidad y dirección del viento constante
condiciones de los parámetros que caracterizan las propiedades dispersivas de la
atmósfera constantes
suelo uniforme y plano

Es también una solución particular de las dos teorías básicas usadas en el estudio de
la dispersión turbulenta: La teoría gradiente y la estadística. La primera establece
que los parámetros de difusión turbulenta en las ecuaciones de transporte de masa
son proporcionales al gradiente de la concentración. Esta teoría se conoce también
como K-gradiente, o Fickiana, por su analogía con las aplicaciones de la Ley de Fick
de la difusión. La teoría estadística se basa en las propiedades derivadas del
movimiento aleatorio de las partículas debido al campo de movimientos turbulento.

Las propiedades turbulentas de la atmósfera son dominantes para la contribución al

ensanchamiento en la horizontal y en la vertical del penacho. Para derivar las fórmulas

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que permiten calcular la concentración, los parámetros de dispersión que representan
dichas propiedades se postulan inicialmente como constantes.
Debido a que dichos parámetros, tanto en la aproximación por la teoría gradiente
como en la estadística, son efectivamente variables en el espacio, luego de derivadas
la fórmulas se aplican parámetros dispersivos que dependen de la distancia o el
tiempo desde la emisión, los cuales se obtuvieron empíricamente a través de
experiencias de dispersión atmosféricas.

La denominación de gaussiano de debe a que la concentración presenta una

distribución normal (o gaussiana) para los cortes verticales y horizontales
perpendiculares a la dirección en que el penacho es transportado.

En la figura 2, se observa un esquema que representa el modelado que produce la

teoría gaussiana de pluma estacionaria.

Figura 2 - Esquema representativo del modelado que produce

la teoría gaussiana de pluma estacionaria

A pesar de todas las aproximaciones y simplificaciones, el modelo gaussiano es

físicamente consistente por ser una solución particular de la ecuación de transporte en

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la atmósfera. Además, está soportado por una extensa validación experimental lo que
lo hace apropiado y adecuado para las evaluaciones que nos convocan.
Otros modelos

Existe una gran variedad de modelos de aplicación en la evaluación de la dispersión

atmosférica. Muchos de ellos son adaptaciones de la teoría gaussiana,
fundamentalmente teniendo en cuenta la variación del viento espacio-temporal. Otros
resuelven numéricamente la ecuación diferencial del transporte en la atmósfera. Es
importante tener en cuenta que en la medida que un modelo se hace más detallado,
en relación a la cantidad de fenómenos y situaciones que intenta modelar, los datos
que requieren son cada vez más numerosos y precisos los que no son en general de
fácil obtención.

Emisión de radionucleídos
Las emisiones de material radiactivo a la atmósfera, producto de la operación normal
de instalaciones que trabajan con dichos materiales, se efectúan por los lugares
habituales de emisión de cada instalación como ser chimeneas o venteos, pudiéndose
considerar en la gran mayoría de los casos como fuentes puntuales. En general estas
emisiones se producen a temperaturas iguales o levemente superiores (algunos
grados) a la del exterior de la instalación. Asimismo, las velocidades verticales iniciales
de los gases emitidos son bajas.

Prácticamente, las emisiones pueden considerarse como continuas en el tiempo, ya

sea en descargas continuas a lo largo de un año o, en el peor de los casos, en eventos
de algunas horas de duración. La emisión puede expresarse en términos de la
actividad total liberada en un período de tiempo especificado (en Bq) o como una tasa
de emisión (en Bq/s). Los radionucleidos suele expresarse en forma individual o por
grupos, es decir agrupaciones de radionucleidos que por sus propiedades
fisicoquímicas se comportan en forma similar en la atmósfera, por ejemplo: gases
nobles, iodos, particulados, etc.

Efecto de los edificios

Los edificios de cierta importancia por su tamaño, como en general lo son las
instalaciones nucleares o radiactivas relevantes, producen un efecto de estela a
sotavento (por donde se va el viento). Esta estela crea una envolvente donde se
incrementa la turbulencia y pueden existir circulaciones cerradas de los contaminantes.
En general la magnitud de la estela y sus efectos es proporcional a la superficie
perpendicular que presentan los edificios al viento. Existen correcciones, para las
fórmulas usuales de dispersión atmosférica, que contemplan los efectos de estela así
como fórmulas que permiten evaluar los incrementos de concentración, que en
circunstancias particulares se pueden producir dentro de las estelas de los edificios y
que pueden afectar localmente a las mismas instalaciones.

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Ascenso del penacho

Le emisión de contaminantes puede hacerse con un cierto momento vertical. Este

momento, como vimos, se puede deber al empuje vertical debido a la diferencia de
temperatura del gas emitido-atmósfera. Por otra parte, algunas instalaciones tienen
ventiladores que le imponen una velocidad vertical elevada a los gases con el objeto
de alejar los contaminantes del suelo.
Este momento vertical se va diluyendo por un proceso de mezcla con la atmósfera
exterior que reduce e iguala la temperatura de los gases a la de la atmósfera. Dicho
proceso de mezcla también intercambia la velocidad vertical de las emisiones con la de
la atmósfera, reduciendo y anulando la diferencia (en general los movimientos
verticales de la atmósfera suelen ser despreciables). Esta perdida de momento vertical
produce que la nube, luego de ser emitida, se horizontalice rápidamente una vez que
alcanza lo que se denomina altura efectiva. Existen diversas fórmulas para el cálculo
de la altura efectiva de la nube radiactiva lo que permite la corrección de altura en las
fórmulas usuales de dispersión atmosférica.

Transporte por el campo de vientos

La nube radiactiva se transporta en la dirección y sentidos principales del viento. El

viento es en general muy variable en dirección e intensidad pero tiene valores medios
suficientemente estables si se promedia durante algunos minutos (por convención de
utiliza 10 minutos). Se desprecian de este modo las variaciones de alta frecuencia
propias de la turbulencia. La persistencia de esos valores medios depende del sitio del
emplazamiento, llegando desde algunas horas hasta semanas o meses en sitios como
valles orientados. A pesar de esta cierta estabilidad en la dirección promedio, por
encima de la variabilidad turbulenta existe una variabilidad de unos 5°, 15° y hasta 30°
que se observa si uno mide el viento en promedios cada diez minutos y a lo largo de
algunas horas. Esta variabilidad produce que la nube radiactiva simule los meandros
de un río, en forma variable, en su desplazamiento, lo que produce un incremento en
el ancho efectivo de la nube. Esto debe ser considerado en los parámetros
horizontales de dispersión que uno utilice para calcular la dispersión atmosférica.

Parámetros de dispersión atmosférica

La atmósfera se caracteriza por tener propiedades dispersivas debido a su movimiento

turbulento en la capa límite cercana a la superficie del suelo en los primeros 1000 a
1500 metros de altura. El fenómeno de la turbulencia, lejos de estar matemáticamente
definido, es un complejo fenómeno de difícil descripción. Su consecuencia directa es la
variabilidad aleatoria de alta frecuencia en los parámetros atmosféricos tales como
velocidad y dirección del viento, temperatura, presión, etc.

La difusión molecular es muy poco eficiente. Por el contrario, la difusión turbulenta es

altamente efectiva. Atmósferas muy turbulentas serán muy dispersivas de los
contaminantes mientras que atmósferas poco turbulentas serán poco dispersivas.
Debido al escaso conocimiento teórico de la turbulencia, así como a la dificultad en la
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medición de sus consecuencias directas, la caracterización del estado turbulento, y por
ende dispersivo, de la atmósfera, se hace algo complicado.

La turbulencia atmosférica muestra dos orígenes: turbulencia de origen mecánico

(poca amplitud en la variabilidad) y térmico (mayor amplitud). La turbulencia resultante
es una combinación de las dos anteriores.
En la teoría gaussiana la propiedad de la turbulencia de la atmósfera queda expresada
en términos de parámetros de dispersión. Dichos parámetros son función de la
distancia (ó tiempo de viaje de la nube) y dependen de la condición turbulenta del
momento de la emisión. Esa condición turbulenta está clasificada en categorías de
estabilidad atmosférica y los coeficientes se tabulan para cada una de esas
categorías. La determinación del tipo de categoría que está ocurriendo en la atmósfera
se pude determinar con indicadores indirectos de la turbulencia, como ser tipo de
suelo, velocidad del viento y la cantidad de radiación incidente en el suelo.

Método de Pasquill
Pasquill propuso un sistema para clasificar la dispersión turbulenta. Definió entonces
Categorías de Estabilidad, de la A a la F con la siguiente definición:

Categoría de Definición
estabilidad
A extremadamente inestable
B moderadamente inestable
C ligeramente inestable
D neutra
E ligeramente estable
F moderadamente estable

Dicha categorías están asociadas a las condiciones dispersivas de la atmósfera,

función de la turbulencia, y no al estado del tiempo (lluvias, viento, tormentas, etc.)

Como se mencionó, la turbulencia depende esencialmente de la radiación que recibe

la superficie del suelo y del viento. Cuando no hay nubosidad la primera depende de la
altura del sol sobre el horizonte. La nubosidad disminuye la radiación durante el día
pero la aumenta durante la noche por re-emisión . Por lo tanto, la cobertura nubosa
modifica la cantidad de radiación incidente. Es así que cada una de estas categorías
está asociada a condiciones de velocidad del viento y radiación imperante para lo cual
se postuló la siguiente tabla:

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Velocidad del viento DIA NOCHE
radiación solar cielo
(m/s) fuerte moderada débil cubierto ligeram. cub.
<2 A A-B B D despejado
E F
2-3 A-B B C D E E
3-5 B B-C C D D E
5-6 C C-D D D D D
>6 C D D D D D

Para la radiación solar se utiliza una clasificación simplificada que tiene en cuenta el
ángulo de elevación del sol desde el horizonte, como sigue:

Altura del sol, h Radiación Solar

h 60° fuerte
35° h 60° moderada
h 35° débil

Existen modificaciones para esta tabla que contemplan los distintos grados de
cobertura nubosa durante el día. En el caso de cielos completamente cubiertos, se
considera una categoría Pasquill D.

Este esquema presentado es sencillo y de fácil aplicación. En la actualidad hay una

gran variedad de métodos alternativos para la categorización de la estabilidad
atmosférica. La mayoría usa la misma definición que las categorías de Pasquill de la A
a la F. Todos se basan en indicadores de turbulencia y poseen distintos grados de
resolución y precisión. Si bien existen diferencias menores, cualquier sistema de
clasificación es válido y permite utilizar los correspondientes parámetros de difusión
turbulenta que se aplicarán en las fórmulas de cálculo.

Para la determinación de los valores de los parámetros de dispersión atmosférica,

función de la distancia y las Categorías Pasquill, se pueden utilizar, por ejemplo, las
siguientes curvas propuestas por Gifford, publicación [5] de la bibliografía.

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Distancia (km) Distancia (km)

Remoción de radionucleidos de la atmósfera

Los procesos básicos que producen la disminución de la concentración de los

contaminantes radiactivos, además de su dispersión, son:

Decaimiento radiactivo
Deposito seco
Deposito húmedo
El decaimiento radiactivo se contempla en los cálculos con expresiones propias de la
ley exponencial de decaimiento, para cada radionucleido, respetando sus distintas
vidas medias.

El depósito seco se produce por el contacto e interacción con las superficies del suelo
(terrenos, vegetación, edificios. Etc.) Debido a distintos procesos de foresis
(mecánicos, electrostáticos, químicos), la porción de la nube radiactiva que toma
contacto con las citadas superficies deja en las mismas un rastro de radiactividad y por
ende va disminuyendo su concentración. La tasa de deposición por foresis en dichas
superficies se expresa en términos de velocidades de depósito. El nombre de
velocidades deriva de sus unidades, sin embargo, son realmente coeficientes de
transferencia. Estas velocidades varían según la composición química y estructural de
los gases, vapores y aerosoles, siendo nula por ejemplo para los gases nobles y de
algunos centímetros por segundo para radionucleidos como el cesio y los iodos. La
magnitud del depósito seco se expresa en Bq/m2 y es proporcional a la concentración
multiplicada por la velocidad de depósito.

El depósito húmedo se origina debido al lavado que produce la lluvia cuando atraviesa
una nube radiactiva y su consecuente arrastre, y depósito de contaminantes en el
suelo. La intensidad del depósito húmedo está entonces directamente asociada con la
intensidad de la lluvia y es invariante para cualquier tipo de contaminante radiactivo
(exceptuados los gases nobles). La magnitud depositada será resultante de la
integración del volumen de la nube atravesado por la lluvia, multiplicado por un

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coeficiente proporcional a la tasa de lluvia. Esa operación permite definir una velocidad
de depósito húmedo

Los depósitos seco y húmedos producen una acumulación de radionucleidos en las

superficies que se incrementa durante el pasaje de la nube y luego permanece como
remanente, decayendo con las leyes de decaimiento radiactivo y, mucho después, por
los procesos de weathering que relocalizan los radionucleidos en el medio ambiente
(efectos de las precipitaciones y el viento).

La consecuencia general de estos dos fenómenos de depósito es la contaminación

radiactiva remanente luego del pasaje de la nube de las superficies de los edificios
(techos paredes, pisos), los suelos y los productos agrícolo-ganaderos, llegando, en
los casos de emisiones importante coincidentes con lluvias, a ser las situaciones
radiológicamente más comprometidas.

MODELO GAUSSIANO PARA LA DISPERSIÓN ATMOSFERICA

Concentración evaluada en el corto plazo

El penacho gaussiano estacionario para la concentración instantánea se representa

entonces por la siguiente ecuación:

2
Qi y2 z- H z + H2
CA x , y , z exp - 2 exp - exp -
2 i z u 2 y 2 z2 2 z2
donde:

CA(x,y,z) concentración en el aire (Bq/m3) en el punto (x,z,z);

x distancia viento abajo (m);
y distancia transversal al viento (m);
z altura desde el suelo (m);
Qi tasa de emisión del radionucleido i-esimo (Bq/s);
y, z parámetros de dispersión (m) función de la distancia x, y la estabilidad
atmosférica (categoría Pasquill);
u velocidad media del viento (m/s);
H altura de emisión (m).

H es en general la altura de la chimenea o punto de emisión, salvo en los casos en

que haya efectos de ascenso como los descritos, en los que se calculará una altura
efectiva. Los parámetros de difusión son función del la distancia y se encuentran
tabulados (o en expresiones matemáticas interpoladas). Ellos representan las distintas
condiciones dispersivas de la atmósfera, (categorías Pasquill).

La concentración integrada, para este caso estacionario, resulta de integrar la

expresión anterior en el tiempo.

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Concentración media a largo plazo

En los casos donde se necesita evaluar las dosis integradas a un año, debido a la
operación de una instalación relevante, el principio para esta evaluación es la de
subdividir a año en los períodos de la validez del modelo gaussiano (horas) y sumar
entonces todas las contribuciones de, por ejemplo, cada una de las 8760 horas
anuales. Para facilitar esta operación se simplifica la ecuación básica de la
concentración, se postula que la emisión en un año fue constante y se realiza un
análisis estadístico de los datos meteorológicos, de modo de obtener la función de
distribución de probabilidad (o frecuencias) tridimensional conjunta de la dirección,
clase de estabilidad Pasquill e intensidad de viento. La concentración instantánea
promedio en una dirección resulta como sigue:

- h2
Nj exp 2 Nk
2 N p Qi 2 zj Ppjk
CA
2 x j i zj k 1 uk

donde:

CA concentración promedio anual (Bq/m3) a la distancia x en la dirección p

Qi tasa de emisión promedio anual del radionucleido i (Bq/s);
Np número de divisiones de la rosa de vientos, (8 ó 16);
Ppjk frecuencia tridimensional conjunta de la dirección de viento en el sector
p, categoría Pasquill j (1 a 6), velocidad de viento en el intervalo k
uk velocidad de viento del k-esimo intervalo (m/s);
zj coeficiente de difusión vertical (m) de la categoría j.

Nuevamente de integrar esta concentración en el tiempo, todo resulta una constante

pudiéndose directamente multiplicar por los segundos de un año.

PARAMETROS METEOROLOGICOS

En general, las instalaciones nucleares se ubican en sitios aislados donde

básicamente se podrá obtener un solo conjunto de datos directamente de la torre
meteorológica ubicada en la proximidad de la instalación. Dicho conjunto se obtendrá
con una frecuencia horaria o algunos minutos, dependiendo del instrumental y el
sistema de adquisición con que se cuente. La validez de la extrapolación de los datos
de dicha medición no podrá extenderse más halla de los 10 a 20 Km, dependiendo de
la geografía de cada sitio. Los datos obtenidos de una torre meteorológica, de
aplicación para la evaluación de la dispersión, serán la dirección y velocidad de viento
(a una altura: 10 metros, o a varias), la temperatura, la precipitación y algún indicador
de la turbulencia (como ser: radiación solar incidente, temperatura en varios niveles,
desviación standard de la velocidad horizontal del viento, etc.). Estos últimos datos se
utilizarán para confeccionar la clasificación de la atmósfera en términos de las
Categorías Pasquill de estabilidad atmosférica.

Los datos, debidamente almacenados, se podrán utilizar para evaluaciones en corto

plazo (calculo de la distribución de concentraciones debido a emisiones de hasta

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algunas horas de duración) o para evaluaciones de la dispersión a largo plazo
(generalmente anual).

BIBLIOGRAFIA

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NUREG/CR - 3332, RNTL-5968 (1983).

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Radiological Assessment: Predicting the Transport, Bioaccumulation, and Uptake by
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National Council on Radiation Protection ad Measurements, NRCP Report No. 76,
Bethesda, MD 20814, March 1984.

[5] F. A. GIFFORD, Turbulent Diffusion - Typing Schemes: A Review, Nuclear Safety,

Vol. 17. 197

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