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APROVECHAMIENTO ENERGÉTICO MEDIANTE PROCESOS DE

GASIFICACIÓN CON AIRE DE RESIDUOS BIOMASICOS.

A. Marcos* J. Gañán*J.F. González*, J. Turégano**, A. Miranda***, S.


Correira**

*Escuela de Ingenierías Industriales de Badajoz. Universidad de Extremadura


(España)
**Escola Superior de Tecnología e Gestao de Portalegre. Área de Engenharia
(Portugal).
***Departamento de Engenharia Electromecânica. Universidade da Beira Interior
(Portugal).
Telf. 924-289600, email: jogomez@unex.es

Resumen
Este trabajo tiene como objetivo desarrollar un análisis del potencial energético
de biomasa generado en la Comunidad Autónoma de Extremadura, centrándose
principalmente en el estudio de los procesos de gasificación de determinados elementos
como la cáscara de arroz, la cáscara de nuez, el pino o eucalipto. Para ello, antes de
evaluar los resultados obtenidos en el proceso de gasificación se procedió a su
caracterización mediante análisis elemental, análisis inmediato y P.C.S.

El proceso de valoración constituye una serie experimental de registros de los


distintos procesos de gasificación de la biomasa, utilizando para ello un caudal de aire
de 200 ml/min a una temperatura de 800 ºC. Las muestras programadas para estos
supuestos se distribuyen de la siguiente forma: 5.41 g para la cáscara de arroz, 16.91 g
en el caso de la cáscara de nuez, 10 g para el residuo del pino y 9.1 g para el eucalipto
(en función de las densidades).

De las fases obtenidas en el proceso se calculó su rendimiento para los cuatro


experimentos, centrando nuestro estudio en las fases sólida y gaseosa. En referencia a la
fase sólida, cabe destacar que se llevó a cabo una caracterización de los carbones
obtenidos mediante análisis inmediato y P.C.S.

Por otro lado, la fase gaseosa, se procedió a su cuantificación y caracterización


mediante cromatografía de gases, con el objeto de obtener datos sobre el potencial
energético de los residuos.

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1. Introducción

El aprovechamiento de los residuos biomásicos como fuente de energía se ha


venido realizando por el ser humano desde la antigüedad, siendo un uso especialmente
característico en pequeños hornos y calderas particulares. Su utilización en España, y
por tanto en Extremadura, ha sido muy extendida a lo largo de la historia, si bien se
puede detectar un importante retroceso de esta técnica a partir del establecimiento
generalizado de la explotación de los derivados del petróleo.

Por tanto, tras este momento, el uso de la biomasa como combustible pierde
notoriedad y su práctica se convierte en un procedimiento casi residual. No obstante, en
la actualidad podemos hablar de un resurgimiento del interés por la reutilización
energética de residuos biomásicos, promovido en gran medida por la atención que las
Administraciones Públicas (tanto nacionales como internacionales) están prestando a la
legislación medioambiental. En este sentido cabe destacar, por un lado, el Plan de
Fomento de las Energías Renovables (I.D.A.E., 1999) o las referencias recogidas en la
Política Energética de la Unión Europea (Libro Verde, 2002). En ambos casos, aparece
explícitamente la intención de aumentar la utilización de la biomasa con fines
energéticos. Así, según el Plan anteriormente citado, las fuentes de energía renovables
deberán cubrir un consumo en el año 2010 de 16.639 ktep, de los cuales el volumen
aportado por la biomasa ha de ser aproximadamente 9.500 ktep, lo que equivale a un
58% de los objetivos energéticos fijados en dicho plan. Sin duda, este motivo evidencia
la necesidad de incrementar recursos para la investigación sobre el aprovechamiento
energético de biomasa, lo cual puede verse reforzado por otros dos factores positivos: el
desarrollo que podría generar esta actividad en zonas rurales proveedoras de los
residuos utilizados como biomasa, por un lado; y por otra parte la contribución de estos
procesos al desarrollo sostenible y a la reducción de impactos medioambientales. Esta
última afirmación se argumenta en la reducción de emisiones de agentes contaminantes
respecto a la generación energética de combustibles fósiles.

El aprovechamiento de la biomasa como combustible necesita de unos procesos


previos de transformación de la materia prima, que podrían englobarse en tres grandes
grupos: procesos físicos (trituración y secado), procesos bioquímicos (que abarcan la
fermentación alcohólica y la digestión anaerobia), y por último procesos termoquímicos

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realizados a altas temperaturas. Dentro de los procesos termoquímicos podemos
distinguir los procesos de combustión, pirólisis y gasificación. De la pirólisis y
gasificación se obtiene una fase sólida del residuo (carbón), una fase líquida
(alquitranes) y una fase gaseosa de bajo-medio poder calorífico. Nos centraremos en el
proceso de gasificación por ser el objeto de este estudio.

La gasificación se puede definir como la oxidación parcial de un residuo a


elevada temperatura. Básicamente consiste en hacer reaccionar un residuo con un
agente gasificante, como aire, CO2, vapor de H2O, H2, etc. En este trabajo se ha
utilizado como agente gasificante el aire.

En este proceso se obtiene un residuo sólido con alto contenido en carbono, un


gas combustible con un poder calorífico medio, y una fase líquida en menor proporción.
El contenido en carbono de la fase sólida suele superar el 76% (González et al., 2003),
por lo que dicha fase puede ser aprovechada para la fabricación de briquetas tipo A o
como combustible en calderas de vapor. La fase líquida puede utilizarse como
combustible en calderas, turbinas de gas o motores diesel, ya sea para la producción de
calor o generación de energía eléctrica. Por otro lado, la fase gaseosa es utilizada
fundamentalmente para la generación de calor y de electricidad mediante su combustión
en motores de combustión interna o turbinas de gas (Dasappa et al., 2003), aunque
también encuentra aplicación para su uso como gas de síntesis en la producción de
metanol y amoníaco (Wieck-Hasen et al, 2000).

Con todo, debe reseñarse que el rendimiento y composición de estas fases


depende del agente gasificante utilizado, el tiempo de residencia en el reactor, las
características del reactor, la velocidad de calentamiento, la temperatura final alcanzada
y el tipo de residuo utilizado. Teniendo en cuenta lo anteriormente descrito, podemos ya
concretar el objetivo de este trabajo como la evaluación del potencial energético de la
cáscara de arroz, cáscara de nuez, el pino y el eucalipto a través de procesos de
gasificación. Con ello, intentaremos determinar si el gas emanado de dichas actividades
puede ser utilizado en una planta de gasificación para la producción de energía eléctrica.

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2. Instalación experimental. Procedimientos.

En primer lugar se procedió a la cuantificación de los residuos en Extremadura


(región al Suroeste de España). Una vez cuantificados, fueron caracterizados mediante
análisis inmediato, análisis elemental y P.C.S. En el análisis inmediato la determinación
del contenido en cenizas se ha desarrollado siguiendo la Norma Española UNE/32-004-
844: “Combustibles Minerales Sólidos. Determinación de Cenizas”, de diciembre de
1984. Por otro lado, la determinación de humedad obedece a la Norma Española
UNE/32-001-84: “Hulla y Antracita: Determinación de la Humedad Total”, de
noviembre de 1981; por último la determinación de volátiles se ha realizado en función
de lo dispuesto en la Norma Española UNE/32-019-84: “Combustibles Minerales
Sólidos. Determinación del contenido en Materias Volátiles”, de noviembre de 1984. El
análisis elemental se practicó utilizando un analizador Carlo Erba EA 1108. Finalmente,
determinamos el P.C.S. mediante una bomba calorimétrica modelo Parr Model 1351.

El estudio de la gasificación con aire con miras a la obtención de gases de poder


calorífico bajo/medio se ha llevado a cabo variando el caudal de aire (100-200 ml/min)
y una temperatura de reacción de (650-800 ºC). Una vez determinadas las condiciones
óptimas del proceso, 800ºC y 200 ml/min, se procedió a los ensayos de los cuatro
residuos. La instalación experimental se muestra en la figura 1. Dicha instalación consta
de los siguientes elementos: un reactor, un sistema de calefacción y control de
temperatura, un sistema de alimentación de gas, un sistema de condensación y recogida
de alquitranes y, por último, un sistema de recogida de muestras gaseosas, para su
posterior análisis en el cromatógrafo de gases.

La cuantificación y caracterización de los gases producidos en el proceso se ha


realizado en un cromatógrafo de gases, que se corresponde con un equipo KONIK-
HRGC-400-A, provisto de un detector TCD y válvula de inyección automática.

A la vista de los resultados obtenidos en el proceso experimental, se determinará


el potencial energético del residuo y la viabilidad de su utilización en una planta de
gasificación para la producción de energía eléctrica.

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Figura 1.- Instalación experimental de gasificación.

3.- Resultados y discusión

Los rendimientos de las fases obtenidas en este proceso se recogen en la tabla I.


Se puede observar que la fase gaseosa es la que presenta un mayor rendimiento para los
cuatro residuos a estudiar (superior al 72%). Si comparamos estos resultados con los
obtenidos por González (González et al., 2003) y por Cuellar (Cuellar, 2003), en el caso
del cálculo de rendimiento de las fases para el hueso de cereza y sarmiento de vid
respectivamente, se ve que los cuatro residuos estudiados tienen un porcentaje de la fase
gaseosa mucho mayor (en torno a un 20% más). Si estos resultados los comparamos con
los calculados por Piskorz (Piskorz et al., 1998) para la caña de girasol, esta diferencia
aumenta mucho más, debido en parte a que este último experimento está realizado a 500
ºC frente a los 800 ºC utilizados en este trabajo. El aumento de la fase gaseosa, es
debido al fuerte craqueo que sufre la fase líquida a partir de los 500 ºC, originándose
una disminución de esta fase y un aumento de la gaseosa.

Los resultados que se han obtenido del análisis elemental, inmediato y del P.C.S.
se muestran en la tabla II. En el análisis inmediato se puede observar que los residuos
presentan altos porcentajes de volátiles, superior al 65% en todos los casos, lo que nos

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indica el potencial de los mismos en procesos de gasificación. No existen grandes
diferencias con los datos obtenidos por Pérez (Pérez, 2003) para corteza de cáscara de
almendra y por Cuellar (Cuellar, 2003) para sarmiento de vid. Se observa que los
porcentajes de carbono fijo son muy similares a los de sarmiento de vid y corteza de
cáscara de almendra.

Tabla I . Rendimientos de las fases y P.C.S del carbón.


Residuos Prod. (t/año) Sólida (%) Líquida (%) Gaseosa (%) P.C.S. carbón (MJ Kg-1)

Cáscara de arroz* 9000 13,49 13,3 73,2 21,2

Cáscara de nuez** 5600 16,2 5,677 78,12 25,4

Pino*** 4800 9,3 6,3 84,4 29,7

Eucalipto*** 7100 9,28 9,39 81,82 30,2

Hueso de cereza**** - 20.1 32.3 47.6 32

Sarmiento de
87.725 21.6 33.1 53.1 26.9
vid*****
Cáscara de
2.772 19 12,1 68,9 21,1
almendra******

* Valores estimados según datos suministrados por cooperativas arroceras.


** Valores estimados según datos suministrados por industrias dedicadas a comercialización de nuez.
*** Valores estimados según datos suministrados por serrerías y fabricas de muebles de los residuos.
**** Resultados obtenidos por González (González et al., 2003).
***** Resultados obtenidos por Cuellar (Cuellar, 2003).
****** Resultados obtenidos por Pérez (Pérez, 2003).

En su análisis elemental se puede observar el bajo contenido en Cl, S y N


respecto al que presentan los combustibles fósiles tradicionales, esto lo hace muy
interesante desde el punto de vista energético, ya que los óxidos del cloro (ClO2), azufre
(SO2) y nitrógeno (NOx), afectan negativamente a la instalación y al medio ambiente.
Los ClO2 representan el principal agente destructor de la capa de O3, y los SO2 y NOx
contribuyen a la formación de la lluvia ácida. No obstante, la posibilidad de formación
de NOx en los experimentos de gasificación que pretendemos realizar en este estudio es
prácticamente despreciable, debido a la temperatura a la que se realiza la gasificación
(800oC), temperatura que limita la posible formación de estos compuestos. Comparando
estos resultados con los obtenidos por otros autores (Cuellar, 2003; Pérez, 2003) en el

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análisis elemental de diferentes materiales, podemos observar como los valores
obtenidos en el estudio de sus residuos biomásicos son similares a los obtenidos en
nuestro trabajo

Los P.C.S. de los residuos biomásicos son similares a los obtenidos en otros
experimentos. El P.C.S. de nuestros residuos oscilan entre 13’1 y 18’1 MJ Kg-1 mientras
que para el hueso de cereza de González (González et al., 2003) el P.C.S. es de 22’5 MJ
Kg-1, para el sarmiento de vid de Cuellar (Cuellar, 2003) es de 16’62 MJ Kg-1.
Claramente se ve que para el hueso de cereza es sensiblemente superior que para el
resto de residuos biomásicos.

Tabla II. Análisis inmediato, elemental y P.C.S. de los residuos.


Residuos A. Inmediato (%) A. Elemental (%) PCS (MJ Kg-1)
Ce Hu Vo CF C H N Cl S
Cáscara de arroz 19,2 2,3 65,3 13,2 37,8 4,7 0,4 0,03 0,02 13,1

Cáscara de nuez 0,55 4 79,2 16,25 6,9 6,9 0,25 0,06 0,025 18,1

Pino 0,43 10 73,76 15,71 6,8 6,8 0,9 0,05 0,031 17,9

Eucalipto 0,9 10,8 72,9 15,4 7,9 7,9 0,22 0,05 0,029 18,01

Hueso de cereza* 0.2 - 73.9 25.9 51.1 6.5 0.38 - 0.02 22.5

Sarmiento de vid** 3.7 10.21 71.4 14.6 41.8 5.9 0.72 0.13 0.01 16.62

Corteza de
3.59 6.27 75 15.14 43.1 5.6 3.3 0.01 0.008 16.2
almendra***

* Resultados obtenidos por González (González et al., 2003).


** Resultados obtenidos por Cuellar (Cuellar, 2003).
*** Resultados obtenidos por Pérez (Pérez, 2003).

Para conocer mejor las propiedades de los carbones obtenidos, se le realiza a


cada uno de ellos un análisis inmediato y P.C.S., y cuyos datos se recogen en la tabla 5.

De los análisis inmediatos de estos carbones, la característica más significativa


es un porcentaje mucho mayor de carbono fijo (superior al 74%) que los residuos sin
pirolizar, debido a que su contenido en volátiles es inferior. Si comparamos estos

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resultados con el hueso de cereza de González (González et al., 2003) y para el
sarmiento de vid de Cuellar (Cuellar, 2003), se ve que son similares.

Tabla III. Análisis inmediato y P.C.S. de los residuos pirolizados


Residuos A. Inmediato (%) PCS (MJ Kg-1)
Ce Hu Vo CF
Cáscara de arroz 20,3 0,87 4,4 74,4 21,2

Cáscara de nuez 2,8 1 3,3 92,9 25,4

Pino 2,2 0,71 6 91,1 29,7

Eucalipto 2,7 0,9 5,6 90,8 30,2

Hueso de cereza* 3 - 3 94 32

Sarmiento de vid** 2.78 - 3.2 91.2 26.9

* Resultados obtenidos por González (González et al., 2003).


** Resultados obtenidos por Cuellar (Cuellar, 2003).

El P.C.S. de los carbones de los residuos a estudiar, si los comparamos con los
resultados de Gañán (Gañán, 2004) y de Cuellar (2003) se observa que son parecidos,
en torno a 21-25 MJ/Kg.

Con respecto a la fase gaseosa obtenida, en las figuras 2 y 3, a modo de ejemplo,


se muestra la evolución de la concentración del H2 y del CH4 (mol/l) frente al tiempo,
para los cuatros residuos a estudiar. En las figuras 4 y 5 se muestran los moles
acumulados de H2 y de CH4 a lo largo del tiempo. Claramente se puede observar como
se produce un máximo de las concentraciones obtenidas entre los minutos primero y
segundo. Además, teniendo en cuenta la generación de gases, se puede observar como la
evolución del gas acumulado es de forma ascendente, estabilizándose para tiempos
mayores.
En la tabla IV se recogen, para cada uno de los residuos biomásicos, la
producción de cada uno de los gases generados en el proceso de gasificación. Si
comparamos estos resultados con los obtenidos por González et al.(2003) y Cuellar
(2003), para hueso de cereza se obtienen unos valores similares, mientras que para
sarmiento de vid, los resultados son sensiblemente mayores.

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Cáscara de arroz
Cáscara de nuez
0,006
Pino
0,005
Eucalipto

0,004

0,003

0,002

0,001

0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45

T i e mpo ( mi n)

Figura 2.- Concentración de CH4 (mol/l) a 800 ºC

Cáscara de arroz
Cáscara de nuez
0,0035 Pino
Eucalipto
0,003

0,0025

0,002

0,0015

0,001

0,0005

0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45

T i e mpo ( mi n)

Figura 3.- Concentración de H2 (mol/l) a 800 ºC

Cáscara de arroz
Cáscara de nuez
Pino
0, 018
Eucalipto
0, 016

0, 014

0, 012

0, 01

0, 008

0, 006

0, 004

0, 002

0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45

T i e mp o ( mi n )

Figura 4.- Moles acumulados de CH4 frente al tiempo.

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Cáscara de arroz
Cáscara de nuez
0, 035 Pino
0, 03
Eucalipto

0, 025

0, 02

0, 015

0, 01

0, 005

0 5 10 15 20 25 30 35 40 45

T i e mp o ( mi n )

Figura 5.- Moles acumulados de H2 frente al tiempo.

Teniendo en cuenta los resultados obtenidos en las condiciones de 800 ºC, se


procede al cálculo del potencial energético de los cuatro residuos en el proceso de
gasificación, anteriormente descrito, considerando los resultados obtenidos de la serie
experimental de 8 minutos, debido a que prácticamente la totalidad de los residuos se
producen en este intervalo de tiempo, como indican las figuras 2, 3, 4 y 5.

Tabla IV. Producción de gases y P.C.S


Producción de gases (mol Kg-1) P.C.S.
Residuos
H2 CO CO2 CH4 C 2H 2 C2H4 C2H6 (MJ/m3N)

Cáscara de arroz 0.00236 0.00651 0.00717 0.00209 6.2E-05 0.00076 0.00011 11,11

Cáscara de nuez 0.00485 0.00788 0.00477 0.00293 4.9E-05 0.00061 0.00021 14,55

Pino 0.00529 0.00722 0.00505 0.00272 0.00012 0.00081 1.7E-05 14,68

Eucalipto 0.00275 0.00712 0.00380 0.00316 2.6E-05 0.00055 0.00015 13,41

Hueso de cereza* 0.006389 0.00668 - 0.00371 0.00103 0.00217 0.00173 -

Sarmiento de vid** 0.01404 0.02378 - 0.00641 0.00199 0.00088 0.00121 11,41


* Resultados obtenidos por González (González et al., 2003).
** Resultados obtenidos por Cuellar (Cuellar, 2003)

En primer lugar determinaremos el volumen (ml) producido en el reactor en las


condiciones óptimas de operación, considerando los caudales de gases medidos (3000
ml/min entre el primer y el tercer minuto, 300 ml/min entre el tercer y quinto minuto y
230 ml/min entre el quinto y octavo minuto de reacción), una muestra de 5.41 g para

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cáscara de arroz, 16.91 g para cáscara de nuez, 9.05 g para eucalipto y 10 g para pino y
un caudal de aire de 200 ml/min.

Para determinar el potencial energético de los gases producidos, tomamos los


valores obtenidos en el cromatograma, así a modo de ejemplo, en el caso del CH4 se ha
obtenido, en las condiciones óptimas, un área de 85.226, que teniendo en cuenta el
factor de conversión, nos da un volumen de CH4 de 0,056 ml.

Si la cantidad de gas inyectada en el cromatógrafo de gases fue de 0,5 ml y se


han obtenido 0,056 ml de CH4 en las corrientes gaseosas citadas anteriormente entre el
primer y octavo minuto de reacción, el volumen de CH4 obtenido ha sido de 733,75 ml

Con este volumen de CH4, sabiendo que la muestra en la reacción ha sido de


5.41 gr, y que el total de cáscara de arroz producido en Extremadura al año es de 9.000
t, hallamos el volumen total de CH4 en Extremadura al año, que será de 1.220.656’2
m3N /año.

Si multiplicamos este volumen por el PCI del CH4 (8.536 Kcal/m3N), y


teniendo en cuenta la conversión de Kcal/año a KW, se obtiene el potencial energético
generado por el CH4 que será de 1381’075 KW para la muestra de cáscara de arroz.
Para el resto de gases, del resto de residuos biomásicos se procede de la misma manera.

Utilizando la ley de Doulong, que establece que el calor producido por un


combustible es igual a la suma de los calores desprendidos en la combustión de los
elementos que lo forman, y pasando los resultados a MW, tenemos que para cáscara de
arroz se obtiene una potencia total de 4’4 MW. Procediendo de la misma forma, para los
restantes residuos se obtienen 3’56 MW para cáscara de nuez, 2’975 MW para pino y
4’032 MW para eucalipto.

Considerando un rendimiento global del proceso de conversión del 20%, y una


vez obtenidas las potencias totales de los cuatro residuos biomásicos, se podrían instalar
plantas de gasificación con unas potencias de 0’88 MWe para cáscara de arroz, de 0’66
MWe para cáscara de nuez, 0’595 MWe para pino o 0’8064 MWe para eucalipto. O
bien se podrían instalar más de una planta por cada residuo, con lo que aumentaría el

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radio de trabajo. Como ejemplo de este tipo de instalación tenemos la Planta de
Gasificación de cáscara de almendra situada en Mora D’Ebre (Tarragona), que genera
una producción de 2,4 GWh al año, con un consumo de 2.150.000 Kg. de cáscara
(Energía Natural de Mora SL, 1997).

Respecto a la fase sólida (13’49% cáscara de arroz, 16’2% cáscara de nuez,


9’3% pino y 9’28% eucalipto), y contando con la producción anual de cada uno de los
residuos biomásicos objeto de estudio, se obtienen 1214’1 t/año de carbón de cáscara de
arroz, 907’2 t/año de carbón de cáscara de nuez, 446,4 t/año de carbón de de pino y
658’88 t/año de carbón de eucalipto. Este carbón producido podría ser utilizado, bien
para la fabricación de briquetas tipo A en el caso de que su rendimiento fuera superior al
76% o como combustible de una caldera de vapor estableciendo un ciclo combinado
para la producción de energía eléctrica.

Para hallar el potencial energético de los carbones obtenidos, multiplicaremos su


producción anual por su P.C.S., recogida en la tabla III, y sabiendo que el rendimiento
global es del 20%, se obtienen 0’16 MWe para carbón de cáscara de arroz, 0’14 MWe
para carbón de cáscara de nuez, 0’08 MWe para carbón de pino y 0.13 MWe para
carbón de eucalipto.

Finalmente, se podría considerar el posible uso de estos carbones en ciclos de


combustión con carbón mineral sin necesidad de preparación previa de la biomasa
(Mory and Zotter, 1998).

4.- Conclusiones.

Los residuos biomásicos estudiados reúnen características adecuadas para su


utilización en la producción de energía mediante procesos de gasificación, debido a
bajos contenidos en Cl, S y N y a altos contenidos en materias volátiles.

Los rendimientos obtenidos para los distintos residuos están en torno al 12-15%
para la fase sólida, 8-10% el de fase líquida y 80% el de fase gaseosa, destacando el
rendimiento de la fase gaseosa del pino con un 84.4%.

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Respecto al P.C.S. de los carbones obtenemos valores sobre 25 MJ Kg-1,
teniendo un valor máximo de 30’2 MJ Kg-1 para el eucalipto. La energía aportada por
la oxidación de estos residuos carbonosos será la encargada de mantener la temperatura
de operación del gasificador.

En el proceso de gasificación a 800ºC (valor óptimo de temperatura según


trabajos previos realizados) observamos que las mayores concentraciones de gases se
obtenían para tiempos en torno a 1-2 minutos, descendiendo dichas concentraciones a
medida que aumentaba el tiempo.

Las potencias obtenidas a partir de los gases que intervienen en el proceso de


gasificación son de 0’88 MWe para la cáscara de arroz, 0’71 MWe para la cáscara de
nuez, 0’595 MWe para el pino y 0’8064 MWe para el eucalipto, teniendo en cuenta un
rendimiento global del proceso del 20%

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