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Universidad de Costa Rica

Sede Rodrigo Facio

Facultad de Derecho

Derecho Constitucional lll

Profesor: Ronald Salazar Murillo.

Tema:
Análisis jurisprudencial sobre los temas de legitimación para la participación
ciudadana en asuntos de interés público y análisis doctrinario sobre el debido
proceso legislativo y su vínculo con la jurisprudencia constitucional.

Estudiantes:
José Picado Cambronero

Adrián Portuguez Guzmán

Luandra Torres Araya

Grupo 01.

I ciclo lectivo 2020.


1. Jurisprudencia sobre el derecho de participación establecido en el
artículo 9 de la Constitución Política.

La participación democrática representa una de las bases de la democracia


costarricense, una de las principales razones de ello, es que, por medio de esta, el
ciudadano puede exponer su criterio en diferentes ámbitos, un ejemplo de esto
son las audiencias públicas para exponer su negatividad al aumento de precios de
algunos servicios, un ejemplo de esto se presenta en la Resolución Nº 10708 -
2010 de la sala constitucional, en el cual versa lo siguiente sobre participación
ciudadana:

“La participación de los ciudadanos en la toma de decisiones públicas se


encuentra prevista en el artículo 9 de la Constitución Política, por lo que adquiere
el rango y la fuerza de un derecho constitucional de carácter fundamental. No se
trata de una des constitucionalización del principio de legalidad de la
Administración Pública, aunque sí por supuesto, de una forma de gobierno más
democrático, que amplía los foros de debate sobre diferentes temas que le afectan
a la colectividad, y que, por virtud de ello, quedan abiertos a la intervención y
opinión ciudadana. Estamos, pues, ante una opción ya muy aceptada en la
evolución del concepto de democracia y este amparo ofrece una magnífica
oportunidad de darle clara y efectiva vigencia, para que no se quede en el mero
discurso. El precepto comentado, entonces, recoge el principio citado a través del
acceso a la información de que se dispone y a la divulgación de ella, para que la
toma de decisiones no se circunscriba a un limitado grupo de intereses. De esta
forma, y de conformidad a nuestro sistema democrático, el ARESEP se encuentra
en la obligación de convocar a tal audiencia, particularmente para garantizar el
derecho de defensa y el acceso a una información que atañe a todos y cada uno
de los habitantes de nuestro país, de manera que las decisiones no se tomen
sorpresivamente para los interesados afectados". (2010)

Ya teniendo en cuenta la importancia de la participación democrática, lo prudente


antes de continuar es ver de dónde es que esta viene, este derecho se encuentra
en el artículo 9 de la constitución política, el cual dice lo siguiente:

“ARTÍCULO 9º-El Gobierno de la República es popular, representativo,


participativo, alternativo y responsable. Lo ejercen el pueblo y tres Poderes
distintos e independientes entre sí. El Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial.
Un Tribunal Supremo de Elecciones, con el rango e independencia de los Poderes
del Estado, tiene a su cargo en forma exclusiva e independiente la organización,
dirección y vigilancia de los actos relativos al sufragio, así como las demás
funciones que le atribuyen esta Constitución y las leyes.”
Ahora conociendo su origen e importancia, no es de extrañar el de que para que
este derecho se cumpla, se hayan creado una serie de medidas para protegerlo, el
principal exponente de esto es el ya muy conocido recurso de amparo, es cierto
que este en su base es únicamente un recurso para la población en caso de que
se violenten sus derechos en general, sin embargo este ha resultado uno de los
principales métodos usados por la población como medio de participación
democrática para demostrar descontento y oposición cuando se encuentran en el
supuesto ya mencionado de que se violenten sus derechos.

El articulo 9 de la Constitución Política, ha sido mencionado en jurisprudencia


sobre el tema de participación ciudadana en temas relacionados al medio
ambiente, en los cuales los ciudadanos se ven preocupados por algunas
resoluciones que pueden afectar el medio y las personas que coexisten en el
mismo, por lo cual las comunidades se ven en la situación de interponer ciertos
recursos para ser escuchados, esto deja en evidencia lo importante que se
vuelven los medios que hacen posible la participación, tal como se explica en la
Resolución Nº 18665 - 2012 de la cual se puede extraer lo siguiente:

“Violación del derecho constitucional a la participación ciudadana y al Principio


Democrático. El procedimiento seguido por el Poder Ejecutivo para dictar la norma
cuestionada en la presente acción vulneró lo establecido en el párrafo primero del
artículo 9 de la Constitución Política. Lo anterior implica que, de ahora en
adelante, la Administración Pública (en sentido amplio) tiene el deber ineludible de
crear mecanismos eficaces y generar las condiciones necesarias para que
dicha participación pueda darse, así como de cumplir con la aplicación de los
mecanismos ya existentes. Antes de la entrada en vigencia de esta modificación al
artículo 9 constitucional, el incumplimiento e incluso la omisión de las autoridades
en la aplicación de los instrumentos de participación vigentes habían sido
considerados como problemas de mera legalidad. Sin embargo, dicha situación
cambió radicalmente a partir de la entrada en vigor de la mencionada reforma
constitucional, tal y como lo ha reconocido la Sala Constitucional en su
jurisprudencia más reciente”. (2012)

• Legitimación de asociaciones en amparos ante Sala Constitucional


para reclamar, falta de agua en cantones, por ejemplo, o temas
relativos a los Planes reguladores.

Para comenzar este subtema se debe hablar sobre la legitimación en los recursos
que nos da el Derecho para poder intervenir en los procesos judiciales.
La legitimación colectiva es la que nos compete analizar para el tipo de amparos o
planes regulatorios de este tema.
“Resulta necesario diferenciar, por un lado, los bienes colectivos indivisibles y
no fraccionables, como el derecho a un ambiente sano, que pertenecen a toda la
comunidad y no admiten por tanto exclusión alguna. En estos casos el afectado,
resulta ser el grupo y no un individuo en particular. Esa lesión a un bien colectivo
da lugar a una acción colectiva, en la que se altera la situación de personas ajenas
al proceso judicial. Sin importar quien la ejerza, la sentencia expande sus efectos
sobre todos los titulares. El interrogante es cuál es el mejor remedio, otorgar
legitimación genérica a asociaciones de usuarios y consumidores, o legislar sobre
acciones de clase. Para el caso de intereses colectivos, también debe
comprobarse alguna afectación, aunque fuere indirecta o refleja, para admitir la
legitimación del accionante, ya sea por ser usuario de un servicio o por su calidad
de vecino ante un daño ambiental. Por lo cual, para la tutela de cualquier derecho
de incidencia colectiva, debe acreditarse un interés razonable y suficiente, para
ser considerado legitimado para accionar” (Negre)

Ante situaciones de descontento popular, como lo pueden ser la falta de agua en


un cantón o la explotación de recursos naturales de forma negativa afectando los
intereses colectivos de la comunidad es normal que la población busque ser
escuchada por medio de la legitimación de sus problemas, para esto se puede
recurrir a diversos métodos, que se van a mencionar y a ejemplificar a
continuación usando como medio las siguientes resoluciones, en las cuales se
ejemplifica cuando por medio de un Recurso de Amparo se pueden proponer
planes reguladores en bienestar del ambiente y la ciudadanía, los cuales tal como
se ve en la Resolución Nº 13073 - 2009 fungen como medio para esto.

“Además, al establecer la obligación de incluir los caminos públicos que se


proponen en los Planes Reguladores dentro de los mapas que determinan el
Patrimonio Natural del Estado y al otorgarle a las Municipalidades la potestad de
solicitarle al MINAE la inclusión de los caminos públicos propuestos en los Planes
Reguladores dentro de dichos mapas, se está desafectando aquellos terrenos del
Patrimonio Natural del Estado sobre los que pasarían dichos caminos. Los
espacios que constituyen el Patrimonio Natural del Estado son bienes de dominio
público por estar afectados a los fines de protección ambiental establecidos en la
Ley Forestal y en otra legislación conexa como la Ley Orgánica del Ambiente.”
(2009)

• Legitimación en Audiencias realizadas por APM Terminals

Sobre este particular, se tiene la resolución de la Sala Constitucional Nª17305-2013


de fecha 20 de Diciembre del 2013 y tramitado bajo expediente 13-013068-007-CO,
correspondiente al Recurso de Amparo interpuesto por la ciudadana Myrna Ivette
Pierre Dixon (habitante de la provincia de Limón) por considerar que la Secretaría
Técnica Nacional Ambiental (SETENA) lesionó su derecho de participación
ciudadana durante la audiencia pública del 09 de Noviembre del 2013 realizada en
el marco de la tramitación del expediente administrativo DI-7968-2012-SETENA
para el proyecto “Nueva Terminal de Contenedores de Moín”. Lo anterior, debido a
que no se le permitió a ella ni a otros (as) ciudadanos(as) el uso de la palabra (tal
como lo había planteado el oficio SG-UE-DEA-146-2013) en la supra indicada
audiencia pública en el gimnasio Eddy Bermúdez del cantón central de Limón el día
09 de Noviembre del 2013 (finalizada por altercados en el inmueble), lo cuál fue
refutado a su vez por la Secretaria General ad hoc de SETENA al señalar en escrito
(recibido en la Secretaría de la Sala Constitucional el 3 Diciembre 2013) al señalar
que a la recurrente (así como a todas las personas que asistieron a la audiencia
pública) se le brindó la posibilidad de formular consultas escritas según el
procedimiento establecido.

Es importante mencionar el artículo 9 de la Constitución Política (CP), donde se


tutela el carácter participativo de la gestión pública como una forma de valorización
de las acciones de los(as) ciudadanos(as) para el resguardo de sus intereses y del
régimen democrático como un todo. En lo que atañe específicamente a la cuestión
ambiental, la resolución supra indicada de la Sala Constitucional alude también al
artículo 50 de la CP y al artículo 6 de la Ley Orgánica del Ambiente.

En consideración de lo anterior, la Sala Constitucional declara con lugar el


recurso de amparo (con voto salvado negativo de 3 Magistrados) al considerar
que SETENA afectó el derecho de participación ciudadana al dar por finalizada
la audiencia pública ante el altercado en el inmueble, siendo que lo que
correspondía era la suspensión de ésta y su consiguiente reprogramación para
culminarla debidamente.

Debe señalarse que esta resolución de la Sala Constitucional no desarrolla


directamente aspectos vinculados a la legitimación (o falta de legitimación)
de la recurrente y esto es así tanto para aquellos(as) Magistrados(as) que
declaran con lugar el recurso como para aquellos(as) que no lo hicieron. Es
decir, no es puesta en entredicho la legitimación de la ciudadana para
presentar el recurso, ya que inclusive la normativa no establece lineamientos
restrictivos respecto a quién puede acudir a la defensa de un medio
ambiente sano y equilibrado.

• Legitimación para participar en Asambleas de Asociaciones


solidaristas y cooperativas

Para el abordaje de este subtema se hará referencia a la resolución de la Sala


Constitucional Nª09214-2012 de fecha 17 de Julio del 2012 y tramitado bajo
expediente 10-004480-007-CO, correspondiente a la Acción de
Inconstitucionalidad interpuesto por los ciudadanos OBS y OMA (en su condición
de miembros de la Comisión de Integración de la Asamblea de Trabajadoras y
Trabajadores del Banco Popular y de Desarrollo Comunal) contra los Decretos
Ejecutivos Nª35687-MTSS (Gaceta Nª3 del 6 Enero 2010) y Nª 35717-MTSS
(Gaceta Nª21 del 1 Febrero 2010) que reglamentan el inciso c del artículo 14 bis de
la Ley Orgánica de dicha entidad bancaria (sobre los requisitos y criterios para la
acreditación de delegados y delegadas sectoriales a la Asamblea de Trabajadoras
y Trabajadores del Banco Popular y de Desarrollo Comunal).

De grosso modo, las principales observaciones de los recurrentes se dirigen a una


extralimitación de las potestades que la normativa supra indicada le otorgan al
Poder Ejecutivo en cuanto a la designación de delegados(as) de sectores diversos
que componen la Asamblea (por ejemplo del sector cooperativo o del sector de
Asociaciones de Desarrollo) y que con ello se vulnerabiliza el principio de autonomía
funcional del Banco Populay de Desarrollo Comunal. Asimismo, señalan aspectos
indeterminados en cuanto a la “fecha de corte” para la acreditación de
delegados(as), en cuanto al órgano o funcionario competente para la acreditación
de la validez de los nombramientos que potencialmente estaría haciendo el Poder
Ejecutivo, en cuanto a quién preside la Asamblea, en cuanto a la conformación del
quorum y en cuanto al procedimiento para recurrir los actos jurídicos acaecidos
durante ésta, entre otros.

Sobre los aspectos de legitimación para recurrir el asunto controvertido, los


accionantes aluden a una resolución del 4 Marzo 2010 dictada en el recurso de
amparo Nª 10-002220-007-CO que les confería plazo para interponer la acción de
inconstitucionalidad contra los decretos ejecutivos supra indicados.

Resulta de interés traer a colación el pronunciamiento de la Procuraduría General


de la República (PGR) ante consulta de la Sala Constitucional cuando señala que
los accionantes carecen de legitimidad para invocar una presunta violación de los
decretos ejecutivos a la autonomía funcional del Banco Popular y de Desarrollo
Comunal ya que esto de todas formas sería una cuestión que tendría que dirimirse
en el ámbito de la legalidad supra constitucional y especificamente en sede
contenciosa-administrativa.

Precisamente, ese planteamiento de la PGR es coincidente con lo resuelto


finalmente por los Magistrados de la Sala Constitucional, ya que se considera que
los accionantes carecen de legitimidad para la defensa de los intereses de la
entidad bancaria, siendo la figura del Gerente General en ejecución de
acuerdo de la Asamblea de Trabajadores y Trabajadoras -órgano superior- que
le habilite para ello (al tenor del artículo 14 párrafo 1ª de la Ley Orgánica del
Banco Popular) al tener dicho funcionario dentro de sus funciones la
representación judicial y extrajudicial de la entidad. En efecto, redacta
textualmente el Magistrado Jinesta
“la defensa de la autonomía de un ente público reside en sus órganos de
gobierno y administrativos que lo representan formalmente. Personas físicas
determinadas no pueden arrogarse la legitimación para la defensa de la
autonomía de una entidad pública”
Precisamente por ello, consideró la Sala Constitucional que dada la falta de
legitimidad de los accionantes resultaba innecesario resolver el mérito de lo
planteado y por ello declararon sin lugar la acción

• Legitimación para participar en audiencias publicas de Aresep para la


fijación de tarifas.

La Aresep es la Autoridad Reguladora de los Servicios Públicos en Costa Rica.


Como se ha mencionado con anterioridad la participación ciudadana puede ser
realizada de diversas formas, una de ellas se trata de las audiencias públicas, en
las cuales las personas de la comunidad pueden conocer diversos trámites que
está llevando a cabo la entidad que en este caso se trata de la Aresep, en las
mismas las personas pueden discutir o externar su aprobación o su negatividad a
los planes que se presentan, la Aresep permite que los ciudadanos por medio de
un escrito en un plazo determinado plasmen si están a favor o en contra de la
fijación de las tarifas.

Según el dictamen 207 del 26/07/2001 para que una audiencia esté legitimada se
necesita los siguientes pasos de la convocatoria.

“Artículo 36 de la Ley de Aresep (Convocatoria): Para los asuntos indicados en


este artículo, la Autoridad Reguladora convocará a audiencia, en la que podrán
participar las personas que tengan interés legítimo para manifestarse. Después de
la publicación se convocará a una audiencia, dentro de un plazo de treinta días
naturales para la presentación de oposiciones con base en estudios técnicos. Las
oposiciones habrán de formularse por escrito y se sustentarán oralmente con las
razones de hecho y de derecho que sean pertinentes. En esta audiencia, podrán
hacer uso de la palabra quienes hayan formulado las oposiciones, según lo
estipule el reglamento …". (el énfasis no es del original). Debe aclararse que la
audiencia pública tiene como objeto permitir el derecho de participación de la
ciudadanía de previo a la toma de decisiones que, como la imposición tarifaria, le
afecta directamente. En tanto que mecanismo de participación, esa audiencia
tiene un significado y efecto completamente diferente al derecho de audiencia y de
comparecencia que forman parte del procedimiento ordinario establecido en la Ley
General de la Administración Pública. No debe olvidarse, al efecto, que el
procedimiento tarifario es un procedimiento especial (sentencia N. 2883-98 de la
Sala Constitucional), que no se rige por las reglas del procedimiento ordinario de
dicha Ley General.” (Ley de la Aresep)

2. El debido proceso legislativo en la jurisprudencia constitucional. Tiene


que ver con los principios que rigen la actividad legislativa. Principio
democrático, de representación, de pluralismo político, de publicidad,
tramitación reposada de las leyes.

El debido proceso legislativo es una parte sustancial del sistema de pesos y


contrapesos que rigen el funcionamiento de los Supremos Poderes de la
República así como la interrelación entre éstos y la ciudadanía.
Una definición del principio democrático se encuentra en el artículo 1 de la
Constitución en el cual versa lo siguiente:
“Costa Rica es una República democrática, libre, independiente, multiétnica y
pluricultural.”

En la Resolución Nº 12219 - 2019 se habla sobre lo importante que son los


principios en los procesos legislativos y la manera en las cuales repercuten en la
via legal, un ejemplo:

“Sobre el principio democrático, en el plano del Derecho Parlamentario, el


principio democrático tiene importantes repercusiones, en el tanto se condiciona
no solo el contenido de las leyes, sino también el procedimiento legislativo, por
cuanto no se legisla de manera antojadiza. Ello implica que todo el conjunto
normativo, deba ser interpretado conforme a los principios que informan el sistema
de vida democrático, tal y como lo ha advertido la Sala Constitucional en el Voto
N°1207-02. Es por ello, que, en el procedimiento legislativo, debe imperar el
respeto al principio democrático en general, o bien a sus diversas
manifestaciones, como por ejemplo el pluralismo político, o el principio de
publicidad, al igual que el principio de seguridad jurídica. La Sala Constitucional
también ha dicho que, del principio democrático, como fuente legitimadora de la
función legislativa, emanan tanto el derecho de iniciativa, regulado en la
Constitución Política, como el derecho de enmienda, regulado por el Reglamento
Legislativo, en cuanto al derecho de los diputados para presentar las llamadas
mociones de fondo y forma.” (2019)

• Derecho de iniciativa, enmienda y conexidad: hay abundante jurisprudencia


sobre este tema.

El ciudadano, no como miembro de una colectividad, sino como un ser individual,


posee el derecho de presentar iniciativas de proyectos al gobierno, sin tener que
ser representante de un partido político, a esto es lo que se le conoce como el
derecho de iniciativa, por otro lado, también están los diputados, a ellos se les
adjudica el derecho de enmienda, el cual según la Resolución Nº 03445 - 2016
dice lo siguiente:
“El derecho de enmienda deriva del principio democrático y está regulado,
expresamente, por el Reglamento de la Asamblea Legislativa. A través de este
los diputados participan en el proceso de formación de la ley, de manera que
pueden influir en el contenido definitivo de ésta a través de la presentación de
mociones tendentes a modificar el contenido del proyecto original.”

Según la Resolución Nº 01163 - 2017 un ejemplo de derecho de iniciativa es:


“En la dimensión política o de gobierno, el tema se desarrolla a través de
instrumentos como la regulación de los procesos de elección popular, el
referéndum legislativo y la iniciativa popular en la formación de la ley. En el plano
estrictamente administrativo, el principio de participación de los administrados
debe ser desarrollado de manera paulatina y según la materia y sector, por
cuanto, no toda decisión administrativa fundamental, debe estar, necesariamente,
precedida, de participación ciudadana, puesto que de ser así se ralentizaría la
gestión administrativa que debe ser, por aplicación de los principios
constitucionales de eficacia y eficiencia, fluida y dinámica.”

Por último, según la Resolución Nº 12219 - 2019 la definición del principio de


conexidad es:
“Recuérdese que tal principio alude al hecho de que, el texto de una ley no
puede distar sustancialmente del texto del proyecto de ley inicialmente
presentado. Ello por cuanto, no puede aprovecharse la enmienda para excluir de
raíz la materia a la que el proyecto se refiere bajo la particular concepción de su
proponente legítimo, ya fuere que se intente o no usurpar las ventajas de un
proceso ya avanzado.”
Bibliografía
Constitución Política de Costa Rica
Resolución Nº 13073 - 2009 (Sala Constitucional 19 de Agosto de 2009). Obtenido
de : https://nexuspj.poder-judicial.go.cr/document/sen-1-0007-497904
Resolución Nº 10708 - 2010 (Sala Constitucional 18 de Junio de 2010). Obtenido
de: https://nexuspj.poder-judicial.go.cr/document/sen-1-0007-484140
Resolución Nº 18665 - 2012 (Sala Constitucional 21 de Diciembre de 2012).
Obtenido de: https://nexuspj.poder-judicial.go.cr/document/sen-1-0007-
577975
Resolución Nº 03445 - 2016 (Sala Constitucional 09 de Marzo de 2016). Obtenido
de: https://nexuspj.poder-judicial.go.cr/document/sen-1-0007-659767
Resolucion Nº 01163 - 2017 (Sala Constitucional 27 de Enero de 2017).
Resolución Nº 12219 - 2019 (Sala Constitucional 03 de Julio de 2019). Obtenidp
de : https://nexuspj.poder-judicial.go.cr/document/sen-1-0007-944236
Ley de la Aresep, Articulo 36.
https://nexuspj.poder-
judicial.go.cr/search?nq=&q=legitimacion%20en%20audiencias%20realizadas%20por%20
APM%20Terminals%20

https://nexuspj.poder-judicial.go.cr/document/sen-1-0007-544828//1/_score/undefined/7
Negre, C. G. (s.f.). LA LEGITIMACIÓN DE LAS ASOCIACIONES Y LAS
ACCIONES COLECTIVAS — LAS ACCIONES DE CLASE.
Universidad de Costa Rica

Facultad de Derecho

Derecho Constitucional III


Dr. Ronald Salazar Murillo

El debido proceso legislativo en la jurisprudencia


constitucional y los principios que rigen la actividad
legislativa

Maiquel Acosta Cambronero B70048


Celin Bonilla Cortés B51127.
Estefania Venegas Carvajal B67687

I Semestre, 2020.
Introducción

Costa Rica es un Estado Social de Derecho, como tal, dentro de este se manejan
garantías y principios jurídicos, que buscan velar porque todo se tramite conforme a
derecho vigente, apegándose a este y procurando que no sean irrespetados.

Uno de los lineamientos más importantes (por no decir el más importante) que nuestro
país debe seguir, es aquel que se encuentra en nuestra carta magna. Y dentro de
esta, es importante resaltar que si bien todo el articulado es fundamental, aquellos
artículos que manejan y dirigen la creación de las demás normas de nuestra sociedad
son trascendentales para que el Estado Social de Derecho siga creciendo cada vez
más fuerte, a la misma vez que respeta su precepto más vital el cual es la Constitución
Política.

Abordándose desde ésta perspectiva, con respecto al tema de Los Poderes del
Estado, se desarrollará en este trabajo, “El debido proceso legislativo en la
jurisprudencia constitucional y los principios que rigen la actividad legislativa”, como
parte del procedimiento legislativo.

Esto para entender la manera en que nuestro órgano legislativo funciona, saber las
bases de su accionar, las reglas a seguir y los límites que puede encontrar a la hora
de crear nuevas normas jurídicas.
El Debido Proceso Legislativo

En el Título IX de la Constitución Política de la República de Costa Rica, en el capítulo


I, se indica desde el artículo 105 al artículo 120: La organización de la Asamblea
Legislativa; en el capítulo II, desde el artículo 121 al artículo 122: Atribuciones de la
Asamblea Legislativa; y en el capítulo III, desde el artículo 123 al artículo 129:
Formación de las Leyes. Sin embargo, a pesar que este capítulo de la Constitución
Política es amplio en cuanto respecta a la actividad legislativa, no indica lo que para
efectos de análisis de este trabajo requiere: Los controles dentro del mismo poder
para garantizar que no haya arbitrariedades

Por tal motivo, se crea el Reglamento de la Asamblea Legislativa, incluso este ha


pasado por reformas, al haber inconsistencias por ciertas interpretaciones que
tergiversaron el fin del mismo.

Con respecto al debido proceso legislativo en la jurisprudencia constitucional, en la


opinión jurídica 043 del 12/05/2015, se indica que:

“Al efecto, debe tenerse presente que el debido proceso legislativo constituye una
ordenación necesaria y preestablecida – en la Constitución Política y en el
Reglamento de la Asamblea Legislativa -, de una serie de actos sucesivos dirigidos a
materializarse en una decisión final, que es la aprobación del proyecto de ley; y que
en un sistema democrático, como el que nos rige, está impregnada por principios
básicos que son indispensables y que deben tenerse en cuenta, al momento de
evacuar estas consultas. La Sala concuerda con la más destacada doctrina del
Derecho constitucional, que la decisión legislativa final requiere del tiempo necesario
para que la voluntad parlamentaria se forme por completo. “

Según lo indicado anteriormente, lo que el debido proceso legislativo procura es, que
la actividad legislativa, más allá de un hacer rápido y de urgencia, sea realizado
apegándose a los criterios de calidad y de verdadera reflexión.

El doctor en derecho Alex Solis F (1995) en “El control parlamentario”, reconoce que
la Asamblea Legislativa ha tenido falencias, fomentado por la ineficiencia, la
politiquería y el ausentismo. Sin embargo, menciona que muchas de las críticas que
se le achacan a la actividad legislativa, es porque se desconoce sobre las diferentes
funciones que esta tiene, como el control parlamentario y político que se le ha
conferido. Además menciona que “un correcto y bien entendido ejercicio del control
parlamentario podría rescatar la importancia y la dignidad del parlamento, tan
desmejoradas ambas en la actualidad”.
Sin embargo, en el documento CON-050-2011 J - del departamento de servicios
técnicos de La Asamblea Legislativa para la Licenciada Flor Sánchez Rodríguez Jefe
de Área Comisión Permanente Especial de Consultas de Constitucionalidad
menciona que, quedan ciertos vacíos normativos ya que ni la Constitución Política en
su Titulo IX ni el reglamento de la Asamblea Legislativa, regulan el procedimiento para
declarar la nulidad de ciertas actuaciones y omisiones parlamentarias. Por lo que en
materia de derecho público la Ley General de la Administración Pública (LGAP) regula
varios tipos de nulidad y el Tribunal Constitucional, ha señalado cuáles son los vicios
que pueden lesionar el derecho de la Constitución dentro del trámite del proceso
legislativo.

Para comprender todo lo que engloba el debido proceso legislativo, se analizarán en


esta siguiente parte, los principios que rigen la actividad legislativa:

“...el procedimiento legislativo es uno de los más esenciales del funcionamiento de la


democracia, e involucra, entre otros, la obligatoria publicidad y discusión de cada
norma que llegue a tener el carácter de ley, precisamente para garantizar la efectiva
aplicación del principio democrático...” (Sala Constitucional VOTO NO.0786-94)

En los artículos 9, 11, 105 y 106 de nuestra Constitución Política, se derivan el


principio democrático; pues los diputados son elegidos por el pueblo mediante el
sufragio y el principio de representación; pues una vez electos tienen la
responsabilidad de legislar para el bienestar de la ciudadanía, ellos son los
representantes de los diferentes grupos que componen la población costarricense.

En relación con los 2 anteriores tenemos el principio de la tramitación reposada de


las leyes, que hace alusión a “...las puertas del diálogo, de la discusión pausada,
reposada, con apertura, pues de lo contrario, correríamos el riesgo de caer en una
“tiranía democrática”...” según la Sala (Res. No. 2007-002901). Es decir que el
procedimiento se debe desarrollar con calma, con cautela, teniendo en claro que se
legisla para el bienestar del país y esto no debe tomarse a la ligera.

Sobre el principio de pluralismo político, el artículo 98, indica que “Los partidos
políticos expresarán el pluralismo político, concurrirán a la formación y manifestación
de la voluntad popular y serán instrumentos fundamentales para la participación
política.” Esto se acompaña de lo escrito en el 106, segundo párrafo, sobre la
repartición de diputaciones por provincia. En la Resolución Nº 2015012497 de la Sala
Constitucional se amplía el concepto, aplicándolo también las comisiones legislativas:

“El cuerpo legislativo como tal tiene un doble carácter representativo nacional y plural,
así debe responder a la siguiente lógica: lo mismo que el cuerpo legislativo, in toto,
las comisiones legislativas deben tener una integración de carácter nacional y, sin
embargo, plural. En consecuencia, en su conformación las comisiones Legislativas –
incluyendo las especiales- deben reflejar la composición plural de la representación
nacional. Se debe integrar en la medida de lo razonable, de manera proporcional,
obviamente nacionalmente, en la Asamblea.”

Durante el procedimiento legislativo también debe estar presente el principio de


publicidad, este a su vez se puede ligar a otros principios como la participación
ciudadana o la rendición de cuentas. En el VOTO NO.0786-94 la Sala plante que este
principio sirve “para garantizar la efectiva aplicación del principio democrático, a tal
punto, que los vicios sustanciales en ese procedimiento producen nulidad, declarable
por esta Sala”

Los principios funcionan como un conjunto, no son excluyentes entre sí, sino que
entre ellos garantizan la seguridad del debido proceso legislativo. Además de los
principios, también encontramos derecho en el procedimiento legislativo:

● Derecho de iniciativa:

Para empezar a analizar y describir el Derecho de Iniciativa es importante indicar que


este es un derecho constitucional el cual se ubica en el artículo 123 de la constitución
Política el cual dice:

“Artículo 123.-Durante las sesiones ordinarias, la iniciativa para formar las leyes le
corresponde a cualquier miembro de la Asamblea Legislativa, al Poder Ejecutivo, por
medio de los ministros de Gobierno y al cinco por ciento (5%) como mínimo, de los
ciudadanos inscritos en el padrón electoral, si el proyecto es de iniciativa popular.

La iniciativa popular no procederá cuando se trate de proyectos relativos a materia


presupuestaria, tributaria, fiscal, de aprobación de empréstitos y contratos o actos de
naturaleza administrativa.

Los proyectos de ley de iniciativa popular deberán ser votados definitivamente en


el plazo perentorio indicado en la ley, excepto los de reforma constitucional, que
seguirán el trámite previsto en el artículo 195 de esta Constitución.

Una ley adoptada por las dos terceras partes del total de los miembros de la
Asamblea Legislativa, regulará la forma, los requisitos y las demás condiciones que
deben cumplir los proyectos de ley de iniciativa popular.” (Constitución Política, 1949)

En resumidas cuentas, este derecho nos dice que solo la Asamblea, el ejecutivo y al
menos el 5% de la ciudadanía pueden tomar la iniciativa para crear las leyes en
nuestro país. La Asamblea mediante cualquier miembro, el Ejecutivo mediante sus
ministros y los ciudadanos sólo cuando alcanzan la cifra ya mencionada.

Solo es importante aclarar que el artículo en su inciso segundo prohíbe que ciertos
temas pueden tener base en una iniciativa popular, esto porque la importancia en
sectores como presupuestarios, tributarios fiscal, entre otros, son de tanta magnitud
para el país y su futuro que dejar esto al pueblo puede ocasionar problemas por un
choque de lo que la sociedad quiera pero que no sea lo correcto jurídicamente. Esto
además se ve más fuertemente plasmado porque la iniciativa popular tiene una ley
que dirige su proceso la cual es la Ley 8491 que regula la iniciativa popular.

Si bien se habla de un derecho de iniciativa plasmado en el artículo 123 de la


constitución política también hay que mencionar que es un deber que la creación de
la ley se haga bajo estos tres supuestos, es decir sola la asamblea, el ejecutivo y la
ciudadanía pueden ejercer este derecho, que otro grupo de personas o instituciones
por algún u otro motivo intenten crear alguna ley es absolutamente nulo, pues se
estará faltando a la misma constitución y se entenderá como un vicio formal no
subsanable, tal como lo dice la sentencia de la sala constitucional número 05404 de
fecha de 25 de Junio de 2003, donde se entiende que de faltar a lo dicho en los
artículos 123, 124, 170 y 190 de la constitución se cae en un vicio.

Ahora de forma concreta y a manera de resumen la sala primera nos dice lo siguiente
acerca del artículo 123 y el derecho de iniciativa:

“El sistema jurídico descansa sobre la base de una jerarquización de las distintas
categorías de normas, en la cual la posición ocupada por cada una está determinada
por el origen, el grado de generalidad y el ámbito de aplicación de ellas. Se trata de
una conjunción orgánica, en donde las disposiciones del estamento superior
establecen la forma y los límites de producción de las de inferior categoría, siendo
indispensable para el mantenimiento del ordenamiento jurídico la observancia del
principio de conexión interna. Se entiende por tal, la relación existente entre una
norma y otra, con arreglo al orden jerárquico correspondiente, para encontrar ahí la
fundamentación de su validez. La formación de la ley se fundamenta en preceptos de
producción contenidos en la Constitución Política; a su vez, la ley debe contener las
pautas de producción para la formación de normas de menor rango, y así
sucesivamente. La Constitución Política en sus artículos 123 y siguientes, establece
la forma y límites en los que la Asamblea Legislativa puede proceder a la formación
de la ley, y las materias en que puede legislar.” (Sala Primera de la Corte, número
00149, de 29 de agosto de 1991)

Lo anterior claramente nos enuncia que la constitución es la norma superior y que


todo debe estar de acuerdo a ella para tener validez y es aquí donde el principio de
iniciativa cobra tanta importancia, ya que este derecho al estar contenido
directamente en un artículo constitucional lo hace un derecho, regla y principio
superior el cual debe ser observado por todo el ordenamiento y como se dijo
anteriormente el no observar o irrespetarlo es una falta directa al orden constitucional
y por lo tanto a la Constitución la cual es la norma que dicta el camino a seguir.

● Derecho de Moción

Lo primero que hay que precisar acerca de este es que el concepto de moción o de
derecho de moción no se encuentra en la constitución política, por lo que hay que
recurrir a otras normas para encontrar su origen normativo, por lo que gracias al
Reglamento de la Asamblea Legislativa encontramos la figura ya mencionada en su
artículo 234 bis, adicionado mediante Acuerdo número 6231 del 8 de marzo de 2005.

Este se puede definir con de la Sala Constitucional:

“El derecho de enmienda deriva del principio democrático y está regulado,


expresamente, por el Reglamento de la Asamblea Legislativa. A través de este los
diputados participan en el proceso de formación de la ley, de manera que pueden
influir en el contenido definitivo de ésta a través de la presentación de mociones
tendentes a modificar el contenido del proyecto original.” (Sala Constitucional número
03445 del nueve de marzo de 2016)

Es decir, es mediante este derecho que los diputados pueden modificar el contenido
de algún proyecto de ley vía mociones, con el fin de que la norma que nazca de ese
proyecto posea la influencia de los diputados que propusieron sus mociones.

Este derecho y el de iniciativa guardan una profunda relación ya que, el principio de


iniciativa da el marco sobre el cual, el derecho de moción va a trabajar, de manera
que, uno no puede existir sin el otro. Uno de ellos demuestra la manera legítima de
incentivar la formación la ley mientras que el otro legitima la manera de influir dentro
de un proyecto de ley.

Una violación en alguno de los derechos provoca la inconstitucionalidad de la norma


por lo que ambos derechos presuponen un parámetro de constitucionalidad.

Lo que nos hace concluir que los dos derechos deben coexistir y compartir
importancia de manera igual.

“La necesidad de respetar y armonizar el derecho de iniciativa y el de enmienda


permite rechazar mociones de fondo que desvirtúen la orientación original del
objeto del proyecto. Es de la relación entre ambos derechos que surge el
principio de conexidad, de creación jurisprudencial. Este principio permite que un
proyecto pueda ser modificado, adicionado o complementado, siempre y cuando los
cambios no sean sustanciales y no afecten la esencia misma del proyecto.” (Sala
Constitucional número 16335 del 29 de septiembre de 2010).

● Derecho de Conexidad:

El derecho o principio de conexidad nace para que el derecho de moción no se salga


de control y que al mismo tiempo se respete la base que fue aceptada bajo el derecho
de iniciativa con lo que así se tiene un balance entre principios y derechos que dirigen
la labor legislativa.

Podemos definir el principio de conexidad como el que dice que “… el texto de una
ley no puede distar sustancialmente del texto del proyecto de ley inicialmente
presentado. Ello por cuanto, no puede aprovecharse la enmienda para excluir de raíz
la materia a la que el proyecto se refiere bajo la particular concepción de su
proponente legítimo, ya fuere que se intente o no usurpar las ventajas de un proceso
ya avanzado…” (Sala Constitucional Sentencia número 012219 del 2019)

Es decir, no se puede mediante enmiendas cambiar de manera total o mayoritaria el


proyecto de ley que por medio del derecho de iniciativa fue aceptado y ahora
discutido, si en la hipótesis de que las mociones cambiaran el proyecto originalmente
aceptado se rompería el principio de conexidad tachando a la norma en discusión
como inconstitucional

Esta inconstitucionalidad descansa en como dice la de nuevo la Sala Constitucional,


“que ninguno puede tiranizar al otro. Así, por ejemplo, no puede aprovecharse la
enmienda para excluir de raíz la materia a la que el proyecto se refiere bajo la
particular concepción de su proponente legítimo (ya fuere que se intente o no usurpar
las ventajas de un proceso ya avanzado). Pero tampoco puede pretenderse que la
iniciativa impone a la Asamblea el deber de aprobar el proyecto o rechazarlo, sin
posibilidad de reformarlo con arreglo a los diversos puntos de vista de los diputados.”
(Sala Constitucional Sentencia Número 3513 de 1994)

Nótese que si bien se limita el derecho de moción de los diputados también es cierto
que esto no significa que el proyecto no pueda ser modificado o influenciado para que
algunas partes de este se moldean de manera distinta, esto porque como ya vimos el
derecho de moción es inherente a la función de diputados y negar o limitar de manera
muy profunda el derecho de moción afectaría el sistema constitucional.

Para concluir se puede decir que la función legislativa se promueve o inicia mediante
tres agentes, descritos constitucionalmente en su artículo 123, esto provoca que de
manera legítima un nuevo proyecto de ley ingrese al torrente legislativo (derecho de
iniciativa), lo que involucra que los diputados puedan modificar o/u influenciar el dicho
proyecto (derecho de moción), pero siempre manteniéndose dentro del marco o tema
que se impulso en su iniciativa porque si este se cambiara de manera radical mediante
mociones estaríamos enfrente de una inconstitucionalidad por cambiar la base
original del proyecto (principio de conexidad).
Bibliografía

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José: Imprenta Nacional, 1978. Titulo IX, artículos 9 - 129.
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PALABRA, 12 de mayo de 2015. Recuperado de
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(2015). Recuperado de: https://nexuspj.poder-judicial.go.cr/document/sen-1-
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● Solis, A. (1995) El Control Político, San José, Costa Rica, Asamblea
Legislativa, Centro para la democracia (Serie PRODEL), recuperado de
http://www.asamblea.go.cr/sd/Publicaciones_T_C/El%20control%20parlamen
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● Resolución número 00149. San José, Costa Rica. Sala Primera de la
Corte(1991). Recuperado de: https://nexuspj.poder-
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● Resolución número 3445. San José, Costa Rica. Sala Constitucional (2016).
Recuperado de:https://nexuspj.poder-judicial.go.cr/document/sen-1-0007-
659767
● Resolución número 16335. San José, Costa Rica. Sala Constitucional (2010).
Recuperado de: https://nexuspj.poder-judicial.go.cr/document/sen-1-0007-
487284
● Resolución número 12219. San José, Costa Rica. Sala Constitucional (2019).
Recuperado de:https://nexuspj.poder-judicial.go.cr/document/sen-1-0007-
944236
● Resolución número 3513. San José, Costa Rica. Sala Constitucional (1994).
Recuperado de:https://nexuspj.poder-judicial.go.cr/document/sen-1-0007-
83689
Universidad de Costa Rica

Facultad de Derecho

Derecho Constitucional III

I Examen Parcial:

Veto Presidencial

Estudiantes:
Antonio Aburto Carrión - B80033
Josué Cabalceta Cruz - A71199
Cristina Herrera - B83860

Docente:
Dr. Ronald Salazar Murillo

I Ciclo 2020
Introducción
Tanto en el Poder Ejecutivo, como el Poder Legislativo, recae el carácter
gerencial y representativo que les otorga la elección popular. De ahí que entre ellos
se establece una dinámica de cooperación y a la vez control mutuo, a través de
distintos procesos. Entre estos procesos destaca la potestad que recae en el Poder
Ejecutivo de vetar proyectos de ley aprobados por la Asamblea Legislativa, según lo
que establece la Constitución Política de nuestro país, en los artículos 125 y 126. Esta
función de vetar proyectos de ley se le atribuye al Poder Ejecutivo por razones de
conveniencia y oportunidad, así como por razones de inconstitucionalidad.
Dicha potestad y su regulación se encuentran estipuladas en la misma
Constitución Política, dada que su condición se inscribe en la separación de poderes
estatales que la Carta Magna establece, y es por ello que, a pesar de ser propio del
proceso de formación de leyes, no corresponde a un acto legislativo, y más bien es
abordado como un acto político que solo el Poder Ejecutivo puede ejercer, en virtud
de un control jurídico-político. Así mismo puede constituirse como un acto de
conveniencia y oportunidad para éste.
Cuando se veta un proyecto de ley, éste queda suspendido, y le tocará a la
Asamblea Legislativa dar el resello, o al mismo Poder Ejecutivo, levantar dicho veto.
Este acto de levantamiento del veto presidencial que funda un problema con distintas
interpretaciones y abordajes, reflejado en la forma en la que la Sala Constitucional
argumenta las distintas resoluciones sobre este tema.
Es a partir de este problema que este trabajo pretende examinar la figura del
veto presidencial, atendiendo a la doctrina que explica su función y a la normativa que
lo regula. Posterior a ello, se revisan tres resoluciones de la Sala Constitucional, con
los respectivos criterios encontrados de los magistrados constitucionales, como lo son
la sentencias 3004-92, referente a la Ley Derechos de Autor, la sentencia 12250-15
sobre la Desafectación del uso público de la Calle 13, y la sentencia 12251-15 sobre
Reforma Procesal Laboral.

Doctrina y normativa.
Nuestra Constitución Política atribuye al Poder Ejecutivo la facultad de
oponerse a proyectos de ley de la Asamble Legislativa por razones de oportunidad o
inconstitucionalidad, esto lo hace a través de la creación de la figura del veto, pero,

1
¿Cómo se ha definido el veto? ¿Cuáles son sus alcances, el plazo o procedimiento a
seguir? ¿Qué dice la doctrina, la normativa y jurisprudencia acerca de esta figura?
Esas son preguntas que buscaremos cómo darles respuesta en este documento.
Empecemos definiendo a través de la doctrina y normativa un concepto de lo que se
debe entender por veto y sus características. Según palabras del profesor Rubén
Hernández, éste se define como “la potestad que tiene el Poder Ejecutivo para
objetar, por razones de oportunidad o de inconstitucionalidad, proyectos de ley
aprobados por la Asamblea Legislativa." (p. 107-108, 1978)
Esta potestad se ve sustentada en los artículos artículos 125 y 140.5 de la
Constitución Política:

● Artículo 125. Si el Poder Ejecutivo no aprobare el proyecto de ley votado por la


Asamblea, lo vetará y lo devolverá con las objeciones pertinentes. No procede
el veto en cuanto al proyecto que aprueba el Presupuesto Ordinario de la
República.
● Artículo 140.- Son deberes y atribuciones que corresponden conjuntamente al
Presidente y al respectivo Ministro de Gobierno:
5) Ejercer iniciativa en la formación de las leyes, y el derecho de veto; por tanto
para su validez se necesita el trabajo conjunto del presidente de la república y
el ministro de ramo.

Para Hernández, "esta competencia del Poder Ejecutivo (...) constituye uno de los
controles inter órganos más importantes en el Estado moderno, pues permite que el
Poder Ejecutivo participe activamente en el procedimiento legislativo” (pp.105, 1978).
Ahora, adentrándonos en la naturaleza propia del veto, nos encontramos que
puede tener una naturalez política producto de la relación entre el órgano legislativo
y el ejecutivo, pero en cambio para la fundamentación nos encontramos con otros
motivos, uno por conveniencia y otra por inconstitucionalidad, el primer criterio tiene
una esencia política y el segundo una esencia normativa. Sin embargo, Hernández
Valle menciona que "consecuencia de su naturaleza política, el veto está regulado
directamente por la Constitución y sometido a ella" (pp.105-106, 1978).
Atribuyendo la naturaleza política a los motivos de constitucionalidad y su
regulación en la Constitución Política de Costa Rica, este debate entre la naturaleza
política o jurídica del veto, aún continúa. Esta potestad puede ser ejercida bajos

2
circunstancias específicas; con respecto a razones de inconstitucionalidad pueden
ser por vicios formales o sustanciales, nos dice el texto de Charpentier Acuña (1992):

(...) en cuanto a los vicios formales, cuya comprobación es más fácil, el


Ejecutivo está obligado a interponer el veto (...) En cambio, respecto de los
vicios sustanciales, el veto sólo se debe interponer cuando el contraste entre
la Constitución y el proyecto sea evidente y manifiesto, puesto que
normalmente la inconstitucionalidad de las normas solo puede captarse al
momento de su aplicación y no en abstracto (p. 47).

Así, el veto funge como un medio de regulación que impida la entrada en vigor de una
ley contraria a las normas supremas del país y que pueda dar paso a la violación de
derechos ya adquiridos. Por otro lado, cuando se habla de razones de oportunidad
nos referimos a conveniencia política, así en cambio, bajo esta fundamentación se
puede vetar un proyecto por, falta de recursos, ausencia de la adecuación de los
intereses sociales (interés público), errores en la planificación o la posible existencia
de efectos adversos.
Junto a las características de su fundamentación es importante recalcar el
proceso y los plazos para la interposición del veto. Estos últimos se establecen en el
artículo 126 de nuestra Constitución Política:
● Artículo 126.- Dentro de los diez días hábiles contados a partir de la fecha en
que se haya recibido un proyecto de ley aprobado por la Asamblea Legislativa,
el Poder Ejecutivo podrá objetarlo porque lo juzgue inconveniente o crea
necesario hacerle reformas; en este último caso las propondrá al devolver el
proyecto. Si no lo objeta dentro de ese plazo no podrá el Poder Ejecutivo dejar
de sancionarlo y publicarlo.

Por su parte, el artículo 181 del Reglamento de la Asamblea Legislativa detalla


el trámite para interponer el veto:

● Artículo 181. Cómputo del plazo para la interposición del veto De conformidad
con lo dispuesto en el artículo 126 de la Constitución Política, el término dentro
del cual se deben atender los decretos legislativos, se fija en la siguiente forma:

3
1. Los diez días a que hace referencia el artículo 126 de la Constitución Política,
han de ser hábiles para el despacho en la Asamblea Legislativa y en el Poder
Ejecutivo concurrente.
2. El término a que se hace referencia en el aparte anterior comenzará a correr
a partir del día hábil en que se reciba, por parte del Poder Ejecutivo, el decreto
correspondiente. (Así reformado el inciso anterior mediante acuerdo 6488-11-
12 del 27 de febrero del 2012)
3. Los días se entenderán reducidos a las horas de despacho en ambos
Poderes.
4. Para cómputo de días en cuanto a la Asamblea Legislativa, no interesará
que la misma esté en receso, siempre que sus oficinas administrativas estén
abiertas al despacho.
5. Si el día final de un término es feriado o de asueto, para cualquiera de ambos
Poderes, se tendrá por prorrogado hasta el día siguiente hábil, y el vencimiento
se operará en el instante en que deba cerrarse el despacho ordinario de las
oficinas.

El artículo 182 del Reglamento de la Asamblea Legislativa ofrece más


información sobre este trámite:

● ARTÍCULO 182. Tramite en general Cuando el Poder Ejecutivo objetar algún


proyecto de ley, el Presidente de la Asamblea lo pasará a la misma comisión
que conoció del asunto a que se refiere, para que vierta el informe del caso. Si
el informe propusiera el resello, se aprobará o rechazará en una sola sesión.
Si el informe aceptare las reformas propuestas por el Poder Ejecutivo y fueren
aprobadas, se someterá a los dos debates de ley y la resolución final se
sujetará en un todo a lo que dispone el artículo 127 de la Constitución Política;
si, por el contrario, el dictamen no aceptare las objeciones ni propusiera el
resello y lo aprobare la Asamblea, se dará por concluido el asunto

Análisis de jurisprudencia
● Sentencia 3004-92 sobre la Ley de Derechos de Autor
La recurrente M. E. Murillo interpuso una acción de inconstitucionalidad en la
cual se pronunció, entre otras cosas, sobre la aparente inconstitucionalidad de la ley

4
número 6883 sobre derechos de autor. Según el criterio de Murillo, la ley 6883 da por
sentada la aplicabilidad de un procedimiento de retiro del veto que no está autorizado
en nuestro sistema de formación de leyes, ya que la tramitación de un veto, una vez
que ha sido interpuesto por el Poder Ejecutivo, corresponde exclusivamente a la
Asamblea Legislativa.
La representación del Ministerio Público alegó que conforme al inciso 5 del
artículo 140 de la Constitución Política1, el veto es una facultad discrecional conferida
al Poder Ejecutivo, y en consecuencia ese Poder está facultado para reconsiderar y
retirar un veto por las razones que estime oportunas. Por su parte, el Procurador
General de la República señaló que el retiro del veto “... resulta posible, por la propia
naturaleza jurídica del veto, ya que se trata de una competencia exclusiva y
excluyente que le ha sido otorgada al Poder Ejecutivo y que el procedimiento
legislativo sólo pretende permitir que el legislador decida sobre la necesidad o no de
aprobación de una ley”. Así pues, no debe considerarse como problemático que el
tipo sea abierto, ya que el veto es un acto político de relación entre poderes “... no
susceptible de ser regulado por la ley”.
En sentencia, el magistrado Rodolfo Piza Escalante reiteró que el veto es una
forma de participación del Poder Ejecutivo en el procedimiento legislativo, y señaló
que el carácter abierto del artículo 140.5 no excluye la posibilidad de que el Poder
Ejecutivo retire un veto por razones de oportunidad. Así como el Poder Ejecutivo
puede objetar un proyecto de ley, así también puede reconsiderar esa objeción y
retirar el veto, consolidando con ese acto la voluntad del órgano legislativo.
La acción de inconstitucionalidad que dio pie a esta sentencia es una que nos
enfrenta, en última instancia, a preguntas esenciales acerca de la relación que
guardan o deberían guardar entre sí los poderes de la República; por ejemplo, ¿cómo
deben y cómo pueden relacionarse entre sí los Poderes? ¿Debemos concebir el
Estado como un ente esquizofrénico, opuesto perpetuamente contra sí mismo? ¿En
qué medida puede imponer su voluntad una rama del Estado, y cuándo pueden o
deben las otras ramas limitar dicho ejercicio de la voluntad?
En su sentencia, el magistrado Piza se refirió al veto como “una forma de
participación del Poder Ejecutivo en el procedimiento legislativo”, y señaló que dicha

1
ARTÍCULO 140.5- Son deberes y atribuciones que corresponden conjuntamente al Presidente y al
respectivo Ministro de Gobierno: 5) ejercer iniciativa en la formación de las leyes, y el derecho de
veto.

5
participación encuentra amparo en los artículos 125, 126, 127 y 128 de la Constitución
Política. Los artículos citados establecen la extensión y los límites del derecho a veto
del cual goza el Poder Ejecutivo; en ellos, el veto se perfila como una prerrogativa
que efectivamente puede caracterizarse como discrecional, pero no como absoluta.
Prueba de ello es que si bien el artículo 126 confiere al Poder Ejecutivo la libertad de
interponer el veto por razones de oportunidad2, la Asamblea Legislativa también está
facultada, en virtud de los artículos 127 y 128, para adoptar las modificaciones
propuestas o desecharlas y consolidar su voluntad a través de una nueva votación.
Esta es la “participación en el procedimiento legislativo” a la cual se refería Piza en su
sentencia, y es en virtud de ella que el Ejecutivo también es libre de retirar o
reconsiderar un veto si lo estima conveniente.
A la hora de examinar la estructura del Estado, cabe recordar siempre que la
separación de poderes fue concebida desde un inicio como un sistema de frenos y
contrapesos, es decir, como una estructura dentro de la cual los poderes de la
República actúan por separado en la medida necesaria para equilibrarse unos a otros
e impedir que el poder se concentre en manos de una sola rama. Dentro de esta
concepción, el levantamiento del veto por parte del Poder Ejecutivo es una
ramificación de esa capacidad participativa a la cual se refirió el magistrado Piza. Esta
capacidad encaja de forma natural en una concepción de separación de poderes que
no plantea la creación de un Estado “esquizofrénico”, sino de uno unitario cuyas
ramas se regulan o limitan mutuamente con el fin de impedir abusos y facilitar el
funcionamiento del Estado como un todo. Por lo tanto, siempre que se practique con
apego a los límites temporales establecidos por la Constitución, el levantamiento del
veto constituye una extensión racional del papel que juega el Poder Ejecutivo dentro
del sistema en cuyo servicio ejercita sus funciones y sus facultades.

● Sentencia 12250-15, sobre Desafectación del uso público de la Calle 13


El 7 de agosto de 2015, la Sala Constitucional anula, a través de esta
sentencia, el levantamiento del veto de Calle 13 y Ley N.8758, ya que cuando el Poder
Ejecutivo habría levantado el veto, esta acción ya habría sobrepasado el plazo de

2
ARTÍCULO 126.- Dentro de los diez días hábiles contados a partir de la fecha en que se haya
recibido un proyecto de ley aprobado por la Asamblea Legislativa, el Poder Ejecutivo podrá objetarlo
porque lo juzgue inconveniente o crea necesario hacerle reformas; en este último caso las propondrá
al devolver el proyecto. Si no lo objeta dentro de ese plazo no podrá el Poder Ejecutivo dejar de
sancionarlo y publicarlo.

6
cuatro años establecido por el Reglamento de la Asamblea Legislativa, por lo que
resultaba ser un acto improcedente.
Entre los criterios de los magistrados vemos puntos de encuentro y
desencuentro, pues el Magistrado Jinesta Lobo anula el levantamiento del voto por
considerar el levantamiento de todo veto presidencial como una potestad ilegítima del
Poder Ejecutivo, pues considera que no se le confiere constitucionalmente por no
venir considerada expresamente en la Constitución Política. La Magistrada
Hernández López y el Magistrado Salazar Alvarado defienden el levantamiento del
veto, siempre y cuando se atenga a ciertas limitaciones, pero en este caso específico
concuerdan que ya habría caducado el plazo correspondiente. Por otro lado, los
magistrados Armijo Sancho y Cruz Castro salvaron el voto, declarando sin lugar las
acciones de inconstitucionalidad por diferentes razones, como que no había ninguna
decisión legislativa donde se declarara el proyecto como caducado, que el retiro del
veto se puede hacer siempre que el Pleno de la Asamblea Legislativa no haya emitido
aún ningún pronunciamiento, que en la Constitución Política no se expresa que el veto
se resuelva por simple caducidad del trámite, y que el Plenario Legislativo ha sido
omiso en pronunciarse sobre los vetos, y que esta omisión atribuye potestad al
Ejecutivo de levantar el veto.
Ante esta diferencia de criterios se puede ver manifiesta la discusión doctrinal
sobre si la Constitución Política debe ser vista como una norma meramente positiva,
o si se pueden encontrar en ella reglas, principios y valores que son deducibles y
elásticos a la adaptación del contexto ante el cual se necesite hacer frente, según las
necesidad sociales y políticas propias y específicas de ese contexto. Así, se ve en
discusión el problema sobre el principio de discrecionalidad con el que cuenta el Poder
Ejecutivo.

● Sentencia 12251-15, sobre la Reforma Procesal Laboral


El Poder Ejecutivo, durante la Administración de la Presidenta Laura Chinchilla,
interpuso el 09 de octubre de 2012 un veto al Decreto Legislativo N° 9076 "Reforma
Procesal Laboral", por razones de inconstitucionalidad y de oportunidad y
conveniencia. Para el 20 de mayo de 2013, la presidenta realizó el retiro del veto por
razones de inconstitucionalidad, pero sostuvo las razones de oportunidad y
conveniencia. Fue a partir de los artículos 377 inciso c), 379, 382, 383, 384 y 394 que
se habría realizado el veto, tomando especial relevancia el tema sobre la huelga en

7
los servicios esenciales, y la prohibición para contratar personal temporal para
sustituir a los trabajadores en huelga. El texto había sido impulsado por la Corte
Suprema de Justicia y había sido puesto en constante negociación entre los sectores
sindicales y empresariales, junto con el Poder Ejecutivo, ya que se habría vuelto
necesaria una nueva regulación en materia procesal laboral. A partir de un constante
proceso de análisis, en el que participó la Sala Segunda de la Corte Suprema de
Justicia, diversos jueces y juezas de trabajo, así como personal del Ministerio de
Trabajo y Seguridad Social, y demás profesionales expertos en la materia, se logró
un proyecto de ley que contemplaba el consenso entre distintos sectores. Además,
dichas reformas se mantuvieron concordantes concordantes con las exigencias
internacionales suscritas por Costa Rica, atendiendo también al modelo constitucional
de un Estado respetuoso de los derechos laborales y garante del acceso efectivo a la
justicia.
El levantamiento de este veto presidencial fue objeto de discusión en la Sala
Constitucional, con diversos criterios encontrados. Mientras que para el Magistrado
Jinesta Lobo, el levantamiento del veto resulta un acto inconstitucional, para el
Magistrado Rueda Leal, se trata de un acto discrecional del Poder Ejecutivo, y éste
tiene la posibilidad de retirarlo, siempre y cuando cumpla con ciertos límites a los que
se encontraría sujeto, por razones de seguridad jurídica (como cumplir con el plazo
del art. 119 del Reglamento de la Asamblea Legislativa, o que el Pleno de la Asamblea
no se haya pronunciado aún). En el caso de la Magistrada Hernández López y el
Magistrado Salazar Alvarado, ambos vetos, el de oportunidad y conveniencia, y el de
constitucionalidad, se encontrarían regulados con criterios distintos. Los Magistrados
Armijo Sancho y Cruz Castro habrían salvado el voto, y no declararon ningún vicio
constitucional, pues queda a discreción del Poder Ejecutivo determinar dicha acción,
pero evidentemente no tomaron en cuenta que el levantamiento efectivamente tiene
ciertos límites que el Poder Ejecutivo debe respetar. Por último, el Magistrado Castillo
Víquez declaró sin lugar la inconstitucionalidad, pues asumió que el veto, en su
carácter meramente político, puede ser retirado cuando sea, mientras la Asamblea
Legislativa no haya tomado ya acciones frente a éste.
Ante esta situación se puede ver que no hubo un consenso libre de
discrepancias respecto a la acción tomada por el Poder Ejecutivo de levantar el veto,
pero que en términos generales, se asumió como un poder discrecional con el que
cuenta el Poder Ejecutivo dentro de sus potestades intrínsecas deducibles de la

8
Constitución Política. Esto, siempre y cuando, respete ciertos límites y encuadre
respecto a los otros Poderes, como el plazo cuatrienal establecido por el Reglamento
de la Asamblea Legislativa después del cual el proyecto se encontraría archivado, o
que el Plenario Legislativo ya hubiese tomado acciones para resolver favorable o
desfavorablemente posterior a dicho veto, o, por último, cuando haya recibido, por
parte de la Asamblea Legislativa, una resolución de inconstitucionalidad sobre el
proyecto de ley, ya que cuando hay una presunto vicio de inconstitucionalidad, los
magistrados deben atender y resolver.

Conclusiones

En resumen, el veto es una facultad con rango constitucional que solo puede
ser ejercida por el Poder Ejecutivo. Dicho Poder puede vetar un proyecto de ley por
razones de inconstitucionalidad y razones de oportunidad durante los 10 días hábiles
a partir de que la Asamblea Legislativa lo apruebe. Puesto que el veto es una facultad
discrecional del Poder Ejecutivo, nuestra jurisprudencia constitucional ha aceptado
que el Poder Ejecutivo retire o reconsidere el veto interpuesto, consolidando así la
voluntad del Poder Legislativo.

Bibliografía
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Costa Rica. Número 4.
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Normativa
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9
Recuperado de:
http://www.pgrweb.go.cr/scij/Busqueda/Normativa/Normas/nrm_texto_completo.aspx
?param1=NRTC&nValor1=1&nValor2=871&nValor3=101782&strTipM=TC

Jurisprudencia
Sala Constitucional, Resolución Nº 3004 - 1992 del 09 de octubre del 1992.
Costa Rica. Recuperado de: https://nexuspj.poder-judicial.go.cr/document/sen-1-
0007-80510

Sala Constitucional, Resolución Nº 12250 - 2015 del 07 de agosto del 2015.


Costa Rica. Recuperado de: https://nexuspj.poder-judicial.go.cr/document/sen-1-
0007-644962

Sala Constitucional, Resolución Nº 12251 - 2015 del 07 de agosto del 2015.


Costa Rica. Recuperado de: https://nexuspj.poder-judicial.go.cr/document/sen-1-
0007-644963

Sitio Web

Centro de Información Jurídica en Línea de la Universidad de Costa Rica,


(2013). El veto judicial. Recuperado de https://cijulenlinea.ucr.ac.cr/2013/el-veto-
judicial/

10
UNIVERSIDAD DE COSTA RICA
FACULTAD DE DERECHO

Derecho Constitucional III

El estado seglar

Profesor:
Ronald Salazar Murillo

Grupo:
03

Estudiantes:
Adriana Alpizar Córdoba B80267
Carolina Guardado Dávila 941593
Jessica Villegas Zambrano B88597

I Ciclo 2020
San José, Ciudad Universitaria Rodrigo Facio

Introducción
En la siguiente investigación nos enfocaremos en el estudio de la figura que
prohíbe acceder a cargos públicos para aquellas personas que no pertenezcan al
estado seglar.

Para comenzar ahondaremos en el significado de estado seglar, tomando en


cuenta la definición de la Real Academia Española y el estudio de algunas sentencias
de la sala que se refieren al tema.

Además del análisis de las razones por las cuales se puede intuir que exista
este requisito aunado al estudio de los artículos de la Constitución Política de Costa
Rica donde se establece el requisito citado anteriormente.

Se analizará la trascendencia que tiene a nivel internacional el derecho de elegir


y ser electo analizando la Convención Americana de Derechos Humanos, a la luz de
la Constitución Política de Costa Rica. En especial atención a lo que se refiere a la
posición internacional en cuanto al estado seglar.

Finalmente se estudiará el fallo N*18643-2014 de la Sala Constitucional, en el


que se resuelve una acción de inconstitucionalidad sobre el nombramiento del
Ministro Luterano.

En esta sentencia servirá para aclarar las posiciones de la Sala sobre la


interpretación del vocablo “estado seglar” y el conflicto entre lo establecido en la
Constitución Política y el Derecho Internacional de Derechos Humanos.

1. Analizar la figura, que prohíbe acceder a cargos públicos a quienes no son del
Estado Seglar.

Desde el principio de los tiempos la religión ha sido un pilar fundamental en la


vida de los seres humanos, se puede considerar incluso para algunos creyentes
como el centro de sus vidas y lo que les da las fuerzas para continuar cada día. Es
por eso que algunos países adoptan ciertas religiones como la oficial para el pueblo.
Ese es el caso de Costa Rica que ha adoptado la religión católica como la oficial
según lo establecido en la constitución en el artículo 75, el cual dice así:

“La religión Católica, Apostólica, Romana, es la del Estado, el cual contribuye


a su mantenimiento, sin impedir el libre ejercicio en la República de otros cultos que
no se opongan a la mora universal ni a las buenas costumbres”

Aunado a eso la Sala Constitucional en su sentencia número 04575 del 2 de


abril de 2014 lo refuerza al dictar:

“(…) Sobre el particular, es conocida la referencia expresa del artículo 75 de la


Constitución reconociendo la vigencia, aplicación y protección de la libertad religiosa
en el ámbito interno costarricense. En efecto, esta norma señala con absoluta
claridad, que si bien la religión Católica, Apostólica y Romana es la del Estado, ello
no impide el libre ejercicio de otros cultos”

Estado seglar según la Real Academia Española se define en primer lugar


como lo perteneciente a la vida, estado o costumbre del siglo o mundo y en su
segunda definición como aquel estado que no tiene órdenes clericales. Tomando en
cuenta la segunda definición y partiendo de la definición de la RAE, entendemos
clero en su primera definición como conjunto de clérigos y en la segunda definición
como clase sacerdotal de la iglesia catolica.

Cabe destacar que el hecho de que una persona pertenezca al estado seglar
no significa que no posea ningún tipo de fé en Dios, mucho menos que no participe
en la religión. Lo que significa más bien es que independientemente de las creencias
espirituales que posea no lleve a cabo su vida pública bajo la religión (Chacón
Rodríguez y Sibaja Muñoz, 2015).

La Sala Constitucional se ha mantenido bajo la tesis de que estado seglar es


dirigido únicamente a líderes de la iglesia católica, este caso se ejemplifica mejor
cuando se declaró sin lugar la acción de inconstitucionalidad promovida por Álvaro
José Orozco Carballo, donde se buscaba la declaración de inconstitucionalidad de
el Acuerdo Presidencial número 001–P del 8 de mayo de 2014, publicado en el
Alcance Digital número 15 de La Gaceta número 88 de 9 de mayo de 2014, en lo
que respecta al nombramiento del Ministro de la Presidencia. Esto se verá con más
detalle posteriormente.

En la Constitución Política de Costa Rica se enuncia cuales son los cargos que
tienen como requisito ser parte del estado seglar, los cuales se detallan a
continuación:
❖ Artículo 131: Para ser presidente o vicepresidente de la República se requiere
[...] 2). Ser del estado seglar
❖ Artículo 142: Para ser ministro se requiere
[…] 3).Ser del estado seglar
❖ Artículo 159: Para ser magistrado se requiere
[…] 3).Pertenecer al estado seglar

Ahora bien, después del estudio de la figura de pertenencia al estado seglar


nacen ciertas interrogantes.

¿Por qué la importancia de este requisito para el cumplimiento de ciertos cargos?


La respuesta puede encontrar fundamento en la necesidad de que quien sea el o la
encargada de estos puestos políticos debe ser necesariamente una persona capaz
de dirigir bajo una mirada clara, sin injerencias religiosas, ya que muchas veces y
como es de conocimiento para todos y todas la religión se ha usado para cometer
injusticias y crímenes atroces.

Los presidentes, ministros y magistrados llevan en sus hombros un poder muy


grande, pero este poder conlleva una gran obligación, una obligación de velar por el
cumplimiento de las leyes, el avance del país y la dirección del mismo. Para esto se
necesitan dirigentes sin injerencia alguna, que no vayan a abusar de su poder ni
mucho menos excusarse bajo un tema tan controversial y con gran capacidad de
persuasión como lo es la religión.

2. Hacer relación con lo que dice la Convención Americana, sobre el derecho de


elegir y ser electo y de acceso a los cargos públicos.

De acuerdo a lo que señala la Convención Americana de Derechos Humanos,


en su artículo 23...
1. Todos los ciudadanos deben gozar de los siguientes derechos y
oportunidades:
a) de participar en la dirección de los asuntos públicos, directamente o por
medio de representantes libremente elegidos;
b) de votar y ser elegidos en elecciones periódicas auténticas, realizadas por
sufragio universal e igual y por voto secreto que garantice la libre expresión de la
voluntad de los electores, y
c) de tener acceso, en condiciones generales de igualdad, a las funciones
públicas de su país.
2. La ley puede reglamentar el ejercicio de los derechos y oportunidades a que
se refiere el inciso anterior, exclusivamente por razones de edad, nacionalidad,
residencia, idioma, instrucción, capacidad civil o mental, o condena, por juez
competente, en proceso penal.”
Analizando el texto encontramos que hay un conflicto entre la Constitución
Política y la Convención Americana de Derechos Humanos. Sin entrar a analizar aún
si es válido o no el derecho de elegir o ser electo y de acceso a los cargos públicos y
su conveniencia dentro del sistema político costarricense por el solo hecho de
pertenecer o no al estado seglar.

Primero es necesario establecer cuál de los dos documentos tiene prevalencia


en el tema ya que la CADH no incluye dentro de las posibles limitantes para acceder
a un cargo público razones de credos religiosos.

Si establecemos, que la CADH es la que debe respetarse por ser un convenio


internacional, debemos aceptar que nuestra Constitución debe actualizarse para estar
de acuerdo con el derecho a que hace referencia el artículo 23 CADH, pero si es lo
contrario, debe permanecer invariable, sin embargo sería necesario actualizar dicho
concepto ya que el estado pluriconfesional suele configurarse como un modelo
intermedio entre el abandono de la confesión y la evolución hacia la laicidad. En
ocasiones la pluriconfesionalidad surge cuando los estados aplican el principio de
igualdad entre un grupo privilegiado y los demás, pero en vez de equiparar a los
grupos no concediendo privilegios a ninguno (esto sería coherente con el estado laico)
extienden los privilegios a varias confesiones religiosas.

De esto podemos extraer que lo que se debe buscar es una evolución de los
valores constitucionales que permitan solventar las diferencias con la CADH

Siendo la representatividad política el resultado de una selección social, donde


los individuos ceden su confianza a un cierto grupo de personas para que estas
defiendan y velen por los intereses que le son comunes, debemos considerar la
evolución en los rasgos socio políticos y económicos por lo cual, es imperativo, tratar
de satisfacer el principio de adaptación al cambio, para producir una evolución en la
estructura básica de la representación política.

Una vez que se ha establecido o se ha considerado la importancia de la


jerarquía entre la CADH y la CP así como el conflicto que representa el considerar
que las personas que pertenecen a la estructura religiosa formen parte de la
estructura política, se puede continuar en considerar que en nuestro sistema legal la
Constitución prevé la limitante hacia el derecho de elegir y ser electo en los cargos
públicos a las personas del estado clerical mediante el Principio de Reserva de Ley
como vehículo para limitar las posibilidades del aprovechamiento insano o abusivo de
individuos que pertenecen a la estructura religiosa mediante temas de fe, tratando de
evitar manipulaciones. Se trata de salvaguardar los principio de Imparcialidad y de
Objetividad que deben imperar en la función pública evitando enfocar la promoción
de sus creencias en detrimento del Principio de Igualdad y lesionando garantías de
otros ciudadanos. Hay que recordar que las iglesias por sí mismas tienen sus propios
intereses que defender.
Hay que considerar que la idiosincrasia costarricense tiende a considerar de
forma errónea como un sinónimo la relación entre democracia y catolicismo, y el no
considerar la supremacía de la religión católica (la del Estado) con una discriminación
y violación de los derechos democráticos, lo cual representa una distorsión de los
conceptos de democracia ya que no representa un beneficio para la colectividad y se
viola la independencia total del estado en la toma de decisiones.

Las decisiones políticas deben alcanzar también a los grupos minoritarios y sus
derechos no pueden ser anulados ni comprometidos ya que son titulares de estos.

La apreciación de que las persona clericales no participen de los puestos


públicos busca que las personas no hagan de su religión su estilo de vida oficial y
pública.

La Convención Americana no señala de forma expresa que se deba pertenecer


al estado seglar para tener acceso a un cargo público.

Si bien hay una realidad jurídica que es la existencia de la Convención


Americana de Derechos Humanos donde se establecen las pautas de las
posibilidades de elección a cargos públicos, existe un segunda realidad jurídica como
es la Constitución política que establece excepciones, también hay una tercera que
es la realidad política, donde se da una serie de juegos de fuerza con muy variados
intereses donde la aplicación de los postulados o principios contenidos en la
Convención pueden llegar a ser tergiversados o llevar a resultados falaces, de
acuerdo a los intereses de los participantes sociales como son los grupos de poder,
esencialmente económico revestidos de intereses religiosos.

3. Estudiar el fallo constitucional sobre un Ministro Luterano que nombró el


expresidente Solís.

Con respecto a la resolución N* 18643-2014 emitida por la Sala Constitucional,


en ella se resuelve la acción de inconstitucionalidad interpuesta por el nombramiento
del Ministro de la Presidencia Melvin Jiménez Marín, adoptado en el Acuerdo
Presidencial número 001–P del 8 de mayo de 2014.

La cual se plantea por la condición de Obispo de la Iglesia Luterana y al


establecer que este no pertenece al estado seglar (lo cual es un requisito exigido en
la Constitución Política).

La parte accionante considera el hecho contrario a los artículos 28, 33, 50, 56,
74 y 75 de la Constitución Política, vinculados con el principio de igualdad y libertad
religiosa, así como lo dispuesto en el inciso 3) del artículo 142 del Texto Fundamental.
De los puntos debatidos se encuentra la interpretación del artículo 142 en el
cual se establecen los requisitos para poder ejercer el cargo como Ministro. Y más
específicamente el inciso 3 de dicho artículo, que estipula como requisito el
pertenecer al estado seglar.

Con respecto al requisito de pertenencia al estado seglar, debido a que este


es un derecho fundamental su interpretación está regida por principio de
hermenéutica ius constitucional, el cual es recogido de jurisprudencia de la CIDH, por
lo que su interpretación debe ser de forma restrictiva.

Además, debido a que este inciso representa una restricción del derecho de
participación asuntos públicos, se establece que estas condiciones deben basarse en
el principio favor libertatis, es decir, “que deben ser entendidas en el sentido que
menos limite la posibilidad de las personas de acceder a ese tipo de cargos” Sentencia
18643-2014

¿Cómo interpretar “estado seglar”? A lo largo de la sentencia se encuentran


varios argumentos. Sin embargo, en el considerando la Sala Constitucional se acoge
al método subjetivo o voluntarista encontrado en las resoluciones No. 0566–E–2005
y No. 7504–M–2012, en las cuales El Tribunal Supremo de Elecciones discutió los
alcances del vocablo “seglar" en el seno de la Asamblea Nacional Constituyente y
establecieron que “hay una tendencia a identificarlo históricamente con la clase
sacerdotal y religiosa de la Iglesia Católica (acta n.o 65). Sin embargo, el método
subjetivo o voluntarista no conduce a una solución concluyente”

Debido a que el anterior no es suficiente se debe emplear el método literal


gramatical, en la cual se establece como base la vigésima segunda edición del
Diccionario de la Real Academia Española, en donde “se indica para la palabra
“seglar”, como segunda acepción:
“Que no tiene órdenes clericales”; y para el vocablo “clero”: “2.m. Clase
sacerdotal en la Iglesia católica.”. De este modo, resulta claro que la
inteligencia restringida de lo clerical atañe solamente a los religiosos de
la Iglesia Católica y, en atención a las consideraciones de
convencionalidad ya indicadas, relacionadas con el derecho de acceso
a los cargos públicos en condiciones de igualdad, así como a la
interpretación necesariamente restrictiva de las limitaciones a los
derechos humanos” Sentencia 18643-2014

Con respecto a la aplicación del Derecho Internacional de los Derechos


Humanos, la jurisprudencia de la Sala Constitucional ha establecido varias reglas
hermenéuticas. En la sentencia número 1992-3550 se establece, con repecto al
alcance de la restricción del artículo 142 inciso 3) constitucional, que se debe “vincular
con los principio pro persona y pro libertad, y la interpretación particular de que se
debe dar en ese sentido”

Otra jurisprudencia sustancial es la número 2002-4153, en la cual se establece


que Costa Rica:

“ha asumido una serie de compromisos en materia de derechos


humanos, mediante la firma y aprobación de instrumentos
convencionales y por la manifestación de su voluntad soberana en actos
meramente declarativos. Apuntan que de los artículos 1° y 2° de la
Convención Americana sobre los Derechos Humanos se desprenden
tres deberes esenciales para todo Estado parte de la Convención
referida, el respeto de los derechos reconocidos, la no discriminación y
la implementación de medidas internas que permitan la vigencia del
Pacto.”

Ademas, es importante mencionar las sentencias números 1992-3805, 1993-


5759, en las cuales:

“Sostienen que para decidir acerca de la validez del acto impugnado,


debe tenerse en cuenta que el artículo 23 de la Convención Americana
sobre Derechos Humanos, que protege el derecho humano a la
participación en el gobierno y de acceso igualitario a las funciones
públicas, es taxativo al disponer en qué casos puede darse,
válidamente, una diferenciación en esta materia. Arguyen que dentro de
las únicas excepciones que contempla el artículo citado y que justifican
imponer restricciones de acceso a cargos públicos, no están las de
orden espiritual o religioso.”

Con respecto al bloque de convencionalidad, la sala resuelve que su


acatamiento es obligatoria para las Salas y Tribunales Constitucionales, para así
lograr plena eficacia de los derechos humanos. Sobre el acceso a cargos publicos en
condiciones de igualdad sus parametros son establecidos por el articulo XX de la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y el articulo 23 de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos.

En relación con todo lo expuesto anteriormente, la Sala en su resolución N°


2014-018643 resolvió acción de inconstitucionalidad tramitada y dispuso que: "Por
mayoría, se declara sin lugar la acción. Los Magistrados Armijo Sancho, Jinesta Lobo,
Cruz Castro y Castillo Víquez dan razones adicionales y separadas. El Magistrado
Rueda Leal salva el voto y rechaza de plano la acción en todos sus extremos. La
Magistrada Hernández López y el Magistrado Salazar Alvarado salvan el voto y
declaran con lugar la acción." Sentencia 18643-2014
Conclusión

Al finalizar esta investigación encontramos algunos aspectos interesantes, entre


ellos que actualmente hay una disyuntiva entre sí pertenecer al estado seglar se
refiere únicamente a la religión católica o abarca a cualquier otra religión. Este aspecto
es debatido actualmente por muchas personas y desde muchas perspectivas. Sin
embargo, la Sala Constitucional en la sentencia estudiada deja clara su posición en
torno al tema, inclinándose hacia la religión católica como única limitante.

Además se logró obtener una mejor comprensión de los artículos que explican
cuáles son los cargos que necesariamente deben de cumplir con este requisito,
además de entender cuán importante es que este requisito exista para evitar ciertas
conflictos o injusticias que puede llegar a causar la injerencia de la religión en temas
políticos que nos afectan a todos como colectividad.

Al analizar el derecho de elegir y ser electo visto desde la óptica internacional


en cuanto al ser o no ser del estado seglar, como lo señalado en la Convención
Americana de Derechos Humanos y la realidad de la Constitución Política de Costa
Rica, se es necesario recurrir por el Principio de Reserva de Ley a un mecanismo de
defensa para evitar el abuso de individuos que por temas de religión y fe, pierdan la
objetividad a la hora de gobernar, ya que quien es electo no representa sólo a un
sector de la población sino a un grupo infinito de ciudadanos que podrían ver
compelidos sus derechos por el favoritismo de su representante al abogarse a los
intereses de una minoría.
Además se llega a la conclusión que hay una diferencia entre las realidades
jurídicas que pueden verse desde el punto la Convención Americana de Derechos
Humanos, la Constitución Política de Costa Rica y una realidad jurídica seudo
religiosa disfrazada que lo que busca es beneficiar intereses económicos y sociales
de particulares.

Finalmente con respecto al los parámetros del Derecho Internacional de


Derechos Humanos, la Sala establece en su sentencia la aplicación de estas. Tanto
en su interpretación del artículo 142, inciso 3, que realizan de conformidad con el
principio de hermenéutica ius constitucional y en la aplicación del principio favor
libertatis en la restricción del derecho de participación asuntos públicos.

Referencias bibliográficas

Chacón J, & Sibaja R (2015). “La necesidad de establecer el requisito de pertenencia


del estado seglar para acceder a cualquier cargo público de elección popular,
como concepto aplicable a todo credo religioso en relación de injerencias de
dogmas religiosos en materia política (tesis de grado). Universidad de Costa
Rica, San José, Costa Rica.
CIDH. Honduras: Derechos Humanos y Golpe de Estado. VII, P.55 30 de diciembre
2009
CIDHA. Observaciones Preliminares de la Comisión IDH sobre su visita a Honduras
realizada en mayo 2010. Doc. 68, 3 de junio de 2010
https://www.oas.org/dil/esp/tratados_b-
_convencion_americana_sobre_derechos_humanos.htm
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión
23.3 en línea]. Disponible en: https://dle.rae.es/clero?m=form [01/05/2020].
REAL ACADEMIA ESPAÑOLA: Diccionario de la lengua española, 23.ª ed., [versión
23.3 en línea]. Disponible en https://dle.rae.es/seglar [01/05/2020].
Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, Resolución No. 2014004575 de
las 14:30 horas del dos de abril de dos mil catorce.
Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, Resolución No. 2014018643 del
doce de setiembre de 2014.
UNIVERSIDAD DE COSTA RICA

FACULTAD DE DERECHO

DERECHO CONSTITUCIONAL III

GRUPO 003

PROFESOR: RONALD SALAZAR

ALUMNOS:
MARÍA FERNANDA ANGULO ​ ​B60447
FELIPE ESQUIVEL CHACÓN B72771
MAURICIO GATGENS B62887

INDEPENDENCIA JUDICIAL

ANÁLISIS DE LO OCURRIDO CON LA LEY PARA EL FORTALECIMIENTO DE LAS


FINANZAS PÚBLICAS

15 DE MAYO DEL 2020


Mediante el Voto 18–019511, realizado sobre consulta en relación con la ley
de fortalecimiento de finanzas públicas, la Sala Constitucional deja clara una
preocupación por la situación fiscal del País. A su vez el pronunciamiento de la
Sala aprueba la Ley de Fortalecimiento Fiscal como solución razonable.

Se refleja claramente en el Considerando IV, donde la redacción de Sala


intenta diagnosticar la situación nacional y analizar el fondo, de forma similar al
planteamiento del Gobierno y sus diputados:

“…​la decisión de las autoridades competentes de definir y


​ ptas para paliar o solucionar el problema
aplicar medidas a
no sólo resulta razonable, sino que, aún más, ​es
insoslayable​…” (​ folio 135)

“…En el expediente legislativo n.° 20.580 constan


criterios técnicos e informes de varias autoridades con
competencia en la materia que, a los efectos de este
proceso, constituyen prueba suficiente para concluir que
merced al irrespeto al principio constitucional del equilibrio
financiero, cobijado en el artículo 176 de la Constitución
Política, nuestro país presenta una situación fiscal tan
deteriorada que amenaza la sostenibilidad financiera del
Estado…” (​ folio 131).

A partir de estos argumentos, la Sala expresa el convencimiento de la


necesidad del proyecto de Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas
presentado por el Poder Ejecutivo, y la necesidad “insoslayable” de su

2
promulgación por parte del Legislativo, alegando que estas medidas son aptas para
solucionar el problema fiscal.

Aquí hay controversia con respecto a las funciones de un juez constitucional y


de cómo un pronunciamiento de este calibre afecta su calificación. Un artículo en
ElPais.com escrito por Walter Antillon inclusive llega a proclamar que “estamos
exactamente ante algo que el juez constitucional no puede hacer, sin descalificarse
como juez” que es la valoración (y en este caso la aprobación) de política
financiera y laboral tomadas por el Gobierno, desde una óptica que no parece ser la
del valor constitucional de la Ley. El mismo pronunciamiento de los magistrados
intenta tocar este tema alegando lo siguiente:

“en cambio, a la Sala le toca el control constitucional, es


decir: “…velar porque las soluciones se adopten…” sin
violentar los Derechos Humanos ni “…las cualidades
esenciales del régimen político del País…”. Labor que la
Sala realizaría mediante “un ejercicio de ponderación y
optimización de los diversos principios, derechos y valores
constitucionales en juego.” Y en ese terreno, corresponde
entonces a la Sala hacer “…una interpretación armoniosa
del principio de equilibrio presupuestario y el Estado Social
de Derecho…”(folios 135/6).

Pero con respecto a esto, se debe comprender que la labor de los jueces de
un tribunal constitucional implica hacer prevalecer los principios supremos de la
Constitución ante las leyes de menor jerarquía, actos normativos del Estado y los
de otros entes públicos. Una corriente de pensamiento dicta que el juez

3
constitucional, en función de operador judicial, está limitado a identificar e
interpretar la norma jurídica que aplicará a determinado caso. extrayéndose de
textos normativos preexistentes (la Constitución, la ley, etc.). Distinto de lo que
estaría facultado para hacer un operador político (Diputados)

El juez no puede tratar de resolver los problemas sociales: políticos,


económicos, criminológicos… cómo suyos. La función judicial no es actuación sino
conocimiento imparcial, que se utiliza para la resolución de casos. El juez que
prescinde de su imparcialidad para sumarse al “politiqueo” no esta incurriendo en el
correcto uso de su función y cómo tal, está faltando al ordenamiento jurídico.

Por otro lado, en el artículo ‘’Página quince: Desconocer el Estado de derecho


es dar la espalda a la ciudadanía’’, publicado en La Nación por el actual presidente
de la Corte Suprema de Justicia, don Fernando Cruz, éste se refiere a la necesaria
obediencia al principio de separación de poderes cuando se enfrenta a
cuestionamientos en relación con dicha ley; y a la necesidad de no ceder a
presiones de distintos órganos o poderes que busquen pasar por encima de esta
organización. Encuentra la necesidad de aclarar la cronología que ha sufrido el
proyecto de ley, y los procedimientos realizados con el fin de enfrentar las
imprecisiones que se habían dado por parte de algunos medios informativos, así
como aclarar cuestionamientos hechos por distintos sectores con respecto al
proyecto.

En dicho artículo también se refiere a la remisión por parte de la Asamblea


Legislativa del expediente legislativo 20580, de dicha ley, al Poder Judicial en tres
ocasiones distintas. En la primera ocasión, esta consulta es devuelta por el
Presidente de la Corte en ese momento, el Dr. Carlos Chinchilla Sandí,
fundamentándose en el siguiente texto constitucional:

4
‘’Artículo 167.-Para la discusión y aprobación de proyectos
de ley que se refieran a la organización o funcionamiento del
Poder Judicial, deberá la Asamblea Legislativa consultar a la
Corte Suprema de Justicia; para apartarse del criterio de
ésta, se requerirá el voto de las dos terceras partes del total
de los miembros de la Asamblea’’.

Según este artículo, el fundamento para devolver el proyecto de ley enviado


por la Asamblea sería que el texto consultado no se refería a la organización o
funcionamiento del Poder Judicial, que serían los supuestos bajo los que podría
consultarse a la Corte Suprema de Justicia y que requerirían su pronunciamiento.
Posterior a dicha pronunciación del presidente de la Corte, el proyecto es enviado
en dos ocasiones más a consultar.

En la segunda ocasión, se puntualiza que no es oportuno referirse al


proyecto, fundamentándose en el artículo constitucional ya citado; sin embargo, se
hace la observación de que el proyecto no es idéntico al aprobado por la Comisión
de Asuntos Hacendarios en 2018, sino que ha sufrido cambios sustanciales.

Más adelante se refiere a un conflicto con la Contraloría, en el que se da una


discrepancia que requiere de aclaración por parte de dicho órgano, que emite un
mandato sin conocer de una acción de inconstitucionalidad admitida, con respecto
a dicha orden.

Este conflicto se dio debido a que, en el acuerdo adoptado por la Corte


Plena en la sesión 11-2019, se determinó que las reformas a dedicación exclusiva,
la prohibición, la base de cálculo para incentivos y otras compensaciones y

5
beneficios para empleados solo aplicarían para nuevos funcionarios, no así para los
empleados actuales del Poder Judicial. Por esto, la Contraloría ordenó a la Corte
asegurar que el Título III de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas,
‘’​Modificación de la Ley N°2166, Ley de salarios de la Administración Pública, de 9
de Octubre de 1957’’​, el cual adiciona capítulos y disposiciones con respecto a:
sistema remunerativo y de auxilio de cesantía, dedicación exclusiva y prohibición,
remuneraciones para quienes conforman el nivel jerárquico superior del sector
público (...), rectoría y evaluación del desempeño de los servidores públicos, y
disposiciones generales; en las condiciones, términos y plazos establecidos en
dicha norma fuera aplicado para la totalidad de los funcionarios del Poder Judicial,
no solamente los nuevos ingresos.

Cruz afirma en un artículo para la página 15 del periódico La Nación que:


“La presidencia de la Corte Suprema no puede ignorar la autoridad de la
Contraloría, pero sí es posible ejercer los recursos que autoriza la ley ante el propio
órgano que emite el mandato’’.​ Una vez aclarada dicha situación, se debería
continuar con el acatamiento de la ejecución del mandato contralor.

Relativo a su derecho de respuesta, don Fernando Cruz Castro había


comentado previamente en la reunión anual organizada por el propio Poder Judicial
acerca de los salarios y pensiones, además de la estrechez presupuestaria. Una
noticia publicada por este mismo periódico, indicaba que Fernando Cruz había
achacado a los diputados las complicaciones presupuestarias, esto basándose en las
declaraciones que había realizado el presidente de la corte en esta reunión.

Este artículo tuvo tres partes tratados por don Fernando Cruz en su derecho
de respuesta, el primero fue el anteriormente tratado, el segundo fue de conformidad
con la afirmación: ​“La Corte se opuso a la reforma por considerar que atentaba contra
su presupuesto, pero el tribunal constitucional resolvió que el Poder Judicial no está

6
​ sto es desmentido por don Fernando Cruz por
exento de la realidad nacional”. E
medio de la sentencia n° 19511-2018 de la Sala Constitucional, en la que se resuelve
que las normas pertenecientes a la Ley Orgánica del Poder Judicial, la Ley de
Salarios del Poder Judicial y el Estatuto del Servicio Judicial no se ven afectados ante
la reforma, ya que por el Principio de independencia que posee el Poder Judicial
puede dictar sus propios salarios base o escala laboral. Esto da a entender que el
proyecto contempla regulación de todo el aparato estatal pero que el Poder Judicial
mantiene un alto grado de autonomía para su autorregulación salarial.

Finalmente en un tercer aspecto en el artículo se escribe que el Ministerio de


Hacienda recortó en ₡250 millones el presupuesto del Poder Judicial para el año
2020. Don Fernando Cruz responde a esto con:

“El presupuesto del Poder Judicial para el ejercicio


económico del 2020 presenta un %0.56 menos, con cero
crecimiento de plazas. Se tomaron una serie de acciones
que comprendieron reajustes en materia de sustitución de
personal en los diferentes programas presupuestarios y en
la partida de remuneraciones para acatar las disposiciones
que en su momento emitió Hacienda”. (Fernando Cruz,
2019)

La Contraloría General de la República (CGR) es, como se define en su


propia página web: ​“​La CGR es la institución encargada de vigilar el uso de los
recursos públicos que utilizan las instituciones del Estado.” Creada en la
Constitución de 1949 como uno de los pilares para la función administrativa estatal

7
al tener injerencia directa en la fiscalización de los dineros que utiliza el Estado
costarricense y su administración pública en general.

Dentro de las formas de protección de la constitucionalidad del gobierno y


del resguardo de la democracia y una adecuada utilización de recursos públicos se
encuentra la existencia de las finanzas estatales por medio de la Contraloría.

Ante la amenaza de una utilización inadecuada de los recursos que el


Estado posee se vio en 1949, de manera visionaria, que se necesitaba una entidad
independiente a la administración centralizada, que prácticamente por su
importancia y autonomía se desempeñara como un quinto poder de la República
(contando los tres originales de la concepción de ​Charles Louis de Secondat).

De la misma página de la Asamblea podemos desgranar sus funciones, que


nos llevan al entendimiento de porqué esta es relevante para el trabajo que
estamos realizando.

Funciones como:

● la aprobación de presupuestos (de empresas públicas, fondos públicos,


instituciones autónomas y municipalidades, la administración central se
encarga del resto
● La revisión de los contratos que firman las instituciones públicas.
● Estudios al desempeño del presupuesto estatal otorgado a instituciones
públicas, dando esto como resultado corregir el malgasto de dinero o iniciar
investigaciones.
● Luego de proceder con estas investigaciones encontramos la función
sancionatoria de la Contraloría al comprobarse que los recursos han tenido
una mala utilización.

8
A continuación por medio del aporte de una breve entrevista con la egresada
del doctorado de Derecho de la Universidad de Salamanca, Ileana González
Chaverri, la cual actualmente labora en la Contraloría General de la República, se
tratará de establecer la relevancia que tuvo dicho Órgano Contralor con respecto
promulgación de la Ley de Fortalecimiento de Finanzas Públicas:

● ¿Qué papel jugó la CGR en el proceso de la ideación e implementación de la


Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas?
○ “Esta pregunta tiene dos verbos, la tenemos que dividir en “ideación” e
“implementación”. El papel que jugó la Contraloría en la ideación y
aprobación de la Ley de las Finanzas Públicas fue una asesoría técnica
a los señores Legisladores. En ese sentido, se daba el criterio técnico
sobre diversos temas a la Asamblea Legislativa (ya fuera los asesores
de los Diputados o a los propios Diputados). Ello implicó participación
en audiencias por parte de compañeros e incluso de la Señora
Contralora General donde se explicaban pro o contras del proyecto ley.
Además se preparaban insumos que requerían previo a la aprobación
de la ley. Algo importante que aclarar, es que no hubo ningún tipo de
injerencia porque la decisión final quedaba bajo responsabilidad de los
señores Diputados. En cuanto a la implementación, es muy importante
el rol que tiene la CGR, pues la ley le da la atribución de fiscalizar la
aplicación de la regla fiscal en la Administración Pública. Además, que
la propia CGR debe de cumplirla tal y como lo estipula la norma.

● De acuerdo con la función de fiscalización de la CGR, ¿tiene esta alguna


injerencia en cómo se aplica esta ley? Si es así, ¿Cómo?
○ La función otorgada legalmente a la CGR, no es ni menos que el
fiscalizar el cumplimiento de la regla fiscal. Producto de esta

9
fiscalización CGR señala si la misma es cumplía o no por la
Administración Pública. Un ejemplo claro de esta fiscalización fue
cuando la CGR le indicó al Poder Judicial que no estaban cumpliendo
con la regla y hasta hace unos pocos meses después de un proceso de
recursos, el Poder Judicial acata la aplicación de la regla por la llamada
de atención de la Contraloría.

● ¿Cuál es la importancia de que la CGR tenga un grado de independencia para


supervisar la utilización de dineros del Estado?
○ El mismo Constituyente en los artículos 183 y 184 de la Constitución
Política establece la independencia funcional y administrativa de la
CGR respecto a las demás administraciones. A veces se cae en el error
de decir que pertenecemos a la Asamblea Legislativa, lo que somos es
un órgano auxiliar, somos los que le damos ese apoyo técnico a la
Asamblea Legislativa, pero tenemos una autonomía de primer y
segundo grado. Esto es importante porque nadie nos dice como deben
de salir los informes, que auditorías tenemos que hacer, que auditorías
no tenemos que hacer y a que denuncias investigar1.

● ¿Cuál es la importancia de que en el tema de presupuestos la CGR no tenga


la potestad de aprobar la totalidad de los presupuestos sino unos cuantos
solamente?

1
Como verificación del espíritu de la creación de la CGR, se nos recomendó dentro de la entrevista comprobar lo que dijo la
Asamblea Constituyente al momento de la creación de este órgano: ​“La Asamblea Constituyente ​evaluó las funciones del Centro de
Control y determinó la necesidad de que existiera un órgano que vigilara permanentemente la inversión, procedencia, manejo
financiero, económico y legal de los fondos públicos. Es así como como se incluyó en la Constitución Política actual un capítulo que
creó a la Contraloría General de la República, entidad que tendría la finalidad de ser el freno y contrapeso legislativo en la
ejecución y liquidación de presupuestos.”​ (Página de la CGR)

10
○ La importancia de que sea la CGR la que haga la aprobación o
improbación de presupuestos de la administración descentraliza y
municipalidades es que fiscaliza que esos fondos sean utilizados de
una manera eficiente y eficaz, buscando que se cumpla el interés
público, y que esta función igualmente se haga de manera eficiente y
eficaz. Cabe indicar, que esta potestad constitucional es considerada
atípica respecto a otros órganos de fiscalización, pero para nuestro
Constituyente era vital que esta función de aprobar o improbar
presupuestos estuviese en un órgano independiente como lo es la
CGR.

11
Bibliografía

● Antecedentes históricos. 13 de mayo del 2020, de Contraloría General de la


República Sitio web:
https://www.cgr.go.cr/01-cgr-transp/antecedentes-historicos.html
● Antillon, W. (2019) El magistrado Rueda y «un fallo» de la Sala Constitucional.
ElPais.cr.
● Cruz Castro, Fernando. (2020) Página quince: Desconocer el Estado de
derecho es dar la espalda a la ciudadanía. 13 de mayo del 2020, de Periódico
La Nación (Costa Rica) . Obtenido de:
https://www.nacion.com/opinion/columnistas/pagina-quince-desconocer-el-esta
do-de-derecho-es/C4WFWLJB7NFBTE7BZT4X74QARY/story/​.
● Cruz Castro, Fernando. (2019). Derecho de respuesta: sobre las
declaraciones dadas a la prensa. 13 de mayo del 2020, de Periódico La
Nación (Costa Rica) Sitio web:
https://www.nacion.com/opinion/foros/derecho-de-respuesta-sobre-declaracion
es-dadas-a/LTAPHTUQH5DQRENSEDEHDO2CRI/story/.
● Ley N° 9635: Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas.
● Página de la Contraloría General de la República:
https://www.cgr.go.cr/01-cgr-transp/acerca-cgr.html​.
● Rueda, P. (2018) Resolución Nº 19511 - 2018, Sala Constitucional, expediente
18-016546-0007-CO.
● Sentencia n° 19511-2018 de la Sala Constitucional.

12
UNIVERSIDAD DE COSTA RICA

FACULTAD DE DERECHO

DERECHO CONSTITUCIONAL III

PROFESOR: RONALD SALAZAR

INDEPENDENCIA JUDICIAL

INTEGRANTES:

Caleb Josué Chinchilla Corella B62026

Mariana Rodríguez Araya B76417

María Jesús Vindas Salas B78424

INDEPENDENCIA JUDICIAL
En este trabajo de investigación se plantea el tema de independencia judicial en forma
general y también se analizan los diversos pronunciamientos que ha tenido la Sala
Constitucional, relativos a los jueces por aplicación del régimen disciplinario y por
actividad de Inspección Judicial.

En primer lugar, se debe tener claro el significado de independencia judicial. Esta


definición se encuentra bien desarrollada en “Los Principios de Bangalore sobre la
conducta Judicial” del 2002 que menciona que “La independencia judicial es un requisito
previo del principio de legalidad y una garantía fundamental de la existencia de un juicio justo.
En consecuencia, un juez deberá defender y ejemplificar la independencia judicial tanto en
sus aspectos individuales como institucionales.”1

En los Principios de Bangalore, cuando se habla de la independencia, no se refiere a


un privilegio sino a un derecho. Procura reflejar la responsabilidad que tiene con las
funciones jurisdiccionales. Además, estos Principios de Bangalore hacen mención a
la aplicación que los jueces deben tener, exponiendo así: “… partiendo de su valoración
de los hechos y en virtud de una comprensión consciente de la ley, libre de cualquier influencia
ajena, de instigaciones, presiones, amenazas o interferencias, sean directas o indirectas,
provenientes de cualquier fuente o por cualquier razón.” 2

Igualmente, en los Principios de Bangalore se expone que un juez independiente no


debe ser influido ni por los Poderes del Estado (Legislativo y Ejecutivo) ni por la
opinión de las masas, como los medios de comunicación, aunque estos generan una
gran presión. Sin embargo, es importante recalcar que es difícil para los jueces
aislarse de la sociedad, ya que están inmersa en ella. En muchas ocasiones
sucumben ante amenazas, sobornos y contradicciones de aquellos que se ven
afectados por eventuales resoluciones judiciales. Esto genera un cierto grado de
desconfianza a la población sobre la transparencia y objetividad con la que se llevan
algunos procesos judiciales.

Lo expuesto anteriormente se ve reflejado en Los principios de Bangalore que


menciona3:

1
Los Principios de Bangalore. Viena, Naciones Unidas.
2
Los Principios de Bangalore. Viena, Naciones Unidas.
3
Los Principios de Bangalore. Viena, Naciones Unidas.
- “Un juez deberá ser independiente en relación con la
sociedad en general y en relación con las partes particulares
de una controversia que deba resolver como juez.”

- “Un juez no sólo estará libre de conexiones inapropiadas


con los poderes ejecutivo y legislativo y de influencias
inapropiadas por parte de los citados poderes, sino que
también deberá tener apariencia de ser libre de las anteriores
a los ojos de un observador razonable.”

La independencia del juez es de vital importancia para el correcto funcionamiento de


los órganos judiciales, pues no se trata de un derecho subjetivo, sino más bien de una
garantía al buen desempeño de sus labores, permitiéndoles prestar principal atención
a los fundamentos legales, criterios normativos, los hechos ocurridos y las pruebas
que aportan las partes. Según expone el profesor argentino Néstor Pedro Sägués,
“La independencia judicial es un derecho de la ciudadanía y es un deber del juez”.
Esta independencia les permite moverse dentro de sus competencias.

- “Al cumplir sus obligaciones judiciales, un juez será


independiente de sus compañeros de oficio con respecto a
decisiones que esté obligado a tomar de forma
independiente.”

- “Un juez deberá fomentar y mantener salvaguardas para


el cumplimiento de sus obligaciones judiciales, con el fin de
mantener y aumentar la independencia de la judicatura.” 4

Por otro lado, debemos saber que los jueces son independientes entre ellos mismos,
por esto no debe existir ninguna jerarquía porque ningún juez es superior de los otros
jueces de menor categoría por ello, no pueden interferir en sus decisiones entre ellos,
por eso todos cuentan con los mismos derechos y deberes y así actuar de igual forma
en las funciones que les corresponden. Por último, los Principios de Bangalore
menciona al respecto sobre esto que:

4
Los Principios de Bangalore. Viena, Naciones Unidas.
- “Un juez exhibirá y promoverá altos estándares de conducta judicial, con el fin de
reforzar la confianza del público en la judicatura, que es fundamental para mantener
la independencia judicial.” 5

De esta forma podríamos decir que todo lo anterior se puede ver reflejado en la
sociedad y en la confianza que poseen en los sistemas jurisdiccionales, por ello, todos
los jueces deben procurar la aplicación correcta de procedimientos, para que sean
normas correctas, que se respeten los derechos humanos y siempre sean justos, para
así seguir fortaleciendo nuestro Estado Social de Derecho.

En nuestro ordenamiento jurídico se ve reflejada la independencia judicial en diversas


normativas, algunas de ellas son:

- El artículo 8 de la Convención Americana de Derechos Humanos que habla


específicamente de las garantías judicial.

- El artículo 2 de la Ley Orgánica del Poder Judicial que dice “El Poder Judicial
sólo está sometido a la Constitución Política y la ley. Las resoluciones que dicte,
en los asuntos de su competencia, no le imponen más responsabilidades que las
expresamente señaladas por los preceptos legislativos. No obstante, la autoridad
superior de la Corte prevalecerá sobre su desempeño, para garantizar que la
administración de justicia sea pronta y cumplida. (Así reformado por el artículo 1°
de la Ley No. 7728 de 15 de diciembre de 1997).”

- El artículo 5 del Código Procesal Penal que trata sobre la “Independencia Los
jueces sólo están sometidos a la Constitución, el Derecho Internacional y
Comunitario vigentes en Costa Rica y a la ley. En su función de juzgar, los jueces
son independientes de todos los miembros de los poderes del Estado. Por ningún
motivo, los otros órganos del Estado podrán arrogarse el juzgamiento de las
causas, ni la reapertura de las terminadas por decisión firme; tampoco podrán
interferir en el desarrollo del procedimiento. Deberán cumplir y hacer cumplir lo
dispuesto por los jueces, conforme a lo resuelto. En caso de interferencia en el
ejercicio de su función, el juez deberá informar a la Corte Suprema de Justicia

5
Los Principios de Bangalore. Viena, Naciones Unidas.
sobre los hechos que afecten su independencia. Cuando la interferencia provenga
del pleno de la Corte, el informe deberá ser conocido por la Asamblea Legislativa.”

- Los artículos 9 y 45 de la Constitución Política también mencionan la


independencia que posee el Poder Judicial y cito:

Artículo 9- El Gobierno de la República es popular,


representativo, participativo, alternativo y responsable. Lo
ejercen el pueblo y tres Poderes distintos e independientes entre
sí. El Legislativo, el Ejecutivo y el Judicial. Ninguno de los
Poderes puede delegar el ejercicio de funciones que le son
propias. Un Tribunal Supremo de Elecciones, con el rango e
independencia de los Poderes del Estado, tiene a su cargo en
forma exclusiva e independiente la organización, dirección y
vigilancia de los actos relativos al sufragio, así como las demás
funciones que le atribuyen esta Constitución y las leyes. Notas:
Reformado el artículo 9 por la Ley n.° 8364 de 1 de julio de 2003,
publicada en La Gaceta n.° 146 de 31 de julio del 2003.
Adicionado el último párrafo del artículo 9 por la Ley n.° 5704 de
5 de junio de 1975, publicada en el tomo IV de la Colección de
Leyes y Decretos de 1975.

Artículo 154.- El Poder Judicial sólo está sometido a la


Constitución y a la ley, y las resoluciones que dicte en los asuntos
de su competencia no le imponen otras responsabilidades que
las expresamente señaladas por los preceptos legislativos.

Nombramientos de la Corte Suprema de Justicia

La independencia Judicial está estrechamente relacionada con el Poder Judicial, ya


que en nuestra Constitución Política en el artículo 9 antes mencionado habla
específicamente de que los tres Poderes del Estado son distintos e independientes
entre sí.
Así pues, el país se basa en el concepto de división de poderes para tener un mejor
Estado Democrático, sin embargo, hoy esta definición ha evolucionado y se entiende
más como una división de funciones del poder. En el sentido que se someten a un
control recíproco entre los tres poderes para generar pesos y contrapesos.

Hemos dicho anteriormente que la independencia judicial, es un principio de gran


relevancia y que su función primordial es garantizar las libertades de este poder como
sistema, así como las libertades individuales; todo esto con ciertas reglas o acuerdos
que se deben respetarse. Esta independencia Judicial se compone de tres tipos que
son la económica, la política y la funcional.

Sin embargo, aunque si existe independencia política, hay un tema específico que ha
generado polémica, ya que se relaciona con el nombramiento de sus Magistrados de
la Corte Suprema de Justicia, por esta relación no se considera que haya una
verdadera y auténtica independencia judicial, porque de alguna forma la
independencia funcional se va a ver afectada por la política ya que sus miembros son
elegidos por parte de la Asamblea Legislativa.

El hecho de que el órgano competente para el nombramiento de los Magistrados, sea


la Asamblea Legislativa y su función es predominantemente política, abre la
posibilidad de que los Magistrados sean escogidos, más que por su capacidad para
administrar la justicia, por razones que el partido político pueda verse beneficiado con
el nombramiento. Por ello, puede llamársele que esta función es un acto de gobierno
que a su vez es un acto político que producirá efectos políticos.

En el artículo 121 inciso 3 habla que además de las atribuciones que le confiere la
Constitución, también le corresponde exclusivamente a la Asamblea Legislativa
“Nombrar los Magistrados propietarios y suplentes de la Corte Suprema de Justicia”
y en el artículo 124 menciona cuales son los lineamientos que se deben seguir para
que un proyecto se convierta en ley.

Como podemos notar el nombramiento de Magistrados y la formación de las leyes


tienen diferentes propósitos, el artículo 124 trata de un acto meramente legislativo con
un carácter general y obligatorio mientras que el art 121 inciso 3 no es un acto con
carácter general y obligatorio, sino un acto puntual e individualizado, por lo que no lo
convierte en una ley, sino, como bien se ha dicho anteriormente, en un acto con
carácter político.

En conclusión, se podría decir que el nombramiento de los Magistrados de la Corte


Suprema de Justicia no es ni acto de control ni mucho menos de fiscalización que
genere contrapesos entre los Poderes del Estado, sino más bien solo se trata de un
acto de contenido político lo que hace que se vea afectada la independencia judicial
política del Poder Judicial.

Materia Presupuestaria

En el año 2019, el Ministerio de Hacienda anunció el recorte presupuestario del Poder


Judicial en ¢2.500 millones, por no acogerse a la regla fiscal (Nuñez, 2019). Algunas
normativas, como la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas, buscan establecer un
orden hacendario que no es precisamente compatible con la autonomía que debe
primar en el supuesto ideal del funcionamiento de la independencia judicial. Algunos
funcionarios de la Corte Suprema de Justicia exponen que la reducción en el
presupuesto conlleva a tener que reducir los salarios, exponiendo a operarios de la
justicia a sobornos y a que se abra una puerta a la corrupción. Si bien tienen
correlación, también es incorrecto pensar que para combatir esta problemática se
deben dar a jueces y magistrados salarios excesivos y pensiones de lujo.

Existen criterios sobre autonomía financiera del Poder Judicial (Bermúdez, 2018)
tales como los Principios básicos de Naciones Unidas relativos a la independencia de
la judicatura, la Carta europea sobre el estatuto de los jueces y el Estatuto del Juez
Iberoamericano-, concluye que “Un requisito adicional con relación a la autonomía
financiera establece que el poder judicial debe ser autónomo para decidir cómo
asignar los recursos. Al respecto, todas las demás instituciones deben abstenerse de
interferir con la forma en que el poder judicial dispone de los recursos que le son
asignados. A pesar de que el modo en que gastan los recursos es un asunto interno
del poder judicial, esa rama del poder es responsable ante las demás mediante el
sistema de frenos y contrapesos.”

La independencia judicial como garante de DDHH


Para empezar a investigar sobre el fundamento normativo que posee este derecho
que poseemos todos los ciudadanos de nuestro país, se puede empezar a buscar
desde lo más alto de la jerarquía de normas, para observar desde donde fluye en
nuestro sistema jurídico. Por lo que, se puede iniciar haciendo alusión al artículo 10
de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, al artículo 14.1 del Pacto
Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y citando las primeras palabras del
artículo 8.1 de la CADH6, el cual dice: “1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con
las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal
competente, independiente e imparcial…”
Además, existe aplicación de esta última norma en una sentencia de la CIDH, donde
se puede observar como entonces el mismo Derecho protege de manera fundamental
esta garantía judicial, incluso ante el mismo Estado (al menos, en los Estados
miembros de la CADH como lo es Costa Rica).
Esta sentencia fue un extraordinario precedente de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, al condenar al Estado de Perú durante la presidencia de
Fujimori, al este destituir cuatro magistrados del Tribunal Constitucional Peruano por
no alinearse a sus ideas políticas. La Comisión analizando esta situación del caso,
nota que en Perú como en muchos de los Estados de Derecho, está vedado para el
Congreso interferir en las revisiones jurisdiccionales del Tribunal Constitucional, por
lo que este concluyó que esa actuación era un desvío y abuso de poder, que atentaba
contra el principio de independencia, autonomía judicial y los derechos humanos,
contenido en su respectiva Constitución y la CADH.7

Principios que tutelan la independencia judicial

A través de esta empieza a transitar por todo el sistema jurídico nacional la


independencia judicial, pues como se posee conocimiento, los D.U.D.H, el P.I.D.C.P
y la CADH (a través del Art.7 de la Const.Pol), poseen autoridad superior a las leyes;
además, al ser Costa Rica un Estado miembro de la CADH, la sentencia
supramencionada es vinculante hacia el ordenamiento y desde allí se empieza a
proteger la independencia judicial en el país, al menos de manera ideal-formal.

6
Art. 8.1, Convención Americana de Derechos Humanos

7
CIDH. Caso del Tribunal Constitucional Aguirre Roca, Rey Ferry y Revoredo Marsano vs Perú.
Sentencia de 31 de enero de 2001.
Se desprende luego que el principio en estudio se estipula en la Constitución Política
a través de los artículos 9 y 154, donde se establece el principio de división de poderes
y el hecho que Poder Judicial sólo está sometido a la Constitución y la ley, como
también se establece en el artículo 5 del Código Procesal Penal que, además, afirma
que ningún otro poder podrá arrogarse el juzgamiento de las causas ni interferir en el
desarrollo de procedimientos; en el artículo 4.1.2 del Código Procesal Civil se
establece como una garantía de las partes que intervienen en un proceso que el
tribunal sea independiente; y por último pero no menos importante, en el artículo 2
de la Ley Orgánica del Poder Judicial, se estipula lo mismo que en el 154 de la CP, y
5 del CPP, pero además, se agrega un punto muy importante: la autoridad superior
de la Corte prevalecerá sobre su desempeño, en el cumplimiento del principio de
celeridad de la justicia.
Esto puede verse como una amenaza, analizándolo de manera más profunda si se
complementa con el artículo 59.21 de la LOPJ, cuando menciona que la Corte
Suprema de Justicia puede determinar mediante directrices el alcance de las normas,
lo que además, genera una antinomia con el artículo 2.6 del Código de Ética Judicial,
donde al contrario se prohíbe la participación de un superior en la toma de decisiones
sino es mediante recurso. Aunque esto último debería resolverse de mejor manera
mediante el régimen disciplinario establecido a partir del artículo 174 de la LOPJ.
Inspección Judicial

La necesidad de fiscalización continua e integral del accionar de los operarios


judiciales fue lo que llevó a los legisladores a depositar esta necesidad (consagrada
en el artículo 184 de la Ley Orgánica del Poder Judicial) en la Inspección Judicial. Las
personas aspirantes a la carrera judicial deben pasar por un proceso de selección
riguroso, pero después de haberse considerado como candidatos aptos para llevar a
cabo la esta función, se ven sometidos a un escrutinio mediante el cual se regulan
sus comportamientos y que estos estén siempre en total concordancia y apego al
marco normativo que les concierne.

Los servidores judiciales, mediante el uso de la Ley Orgánica del Poder Judicial por
parte de los legisladores, es que son sometidos a los instrumentos y mecanismos de
regularización de la función judicial.
En una entrevista del Diario Extra a la presidenta del Tribunal de Inspección Judicial,
se expuso que la Inspección Judicial es el órgano que por ley tiene el deber y potestad
de ejercer y aplicar el régimen disciplinario en el Poder Judicial. Le corresponde
ejercer la potestad disciplinaria a fin de establecer la responsabilidad administrativa,
como consecuencia de la trasgresión de las obligaciones administrativas o
funcionariales, es decir, el quebranto al deber impuesto a todo funcionario o
empleado.

Según el Poder Judicial costarricense delimita las funciones del Tribunal de la


Inspección Judicial y lo establece como el órgano encargado de aplicar el régimen
disciplinario en el Poder Judicial; dado que la Ley Orgánica le otorga potestad
disciplinaria a los jefes de oficina para que impongan sanciones hasta de un máximo
de quince días de suspensión, también actúa como órgano de segunda instancia en
los casos en que aquellos apliquen correcciones disciplinarias.

La existencia de este Tribunal es muy pertinente pues, este sistema permite mantener
la estabilidad de los puestos de quienes son nombrados como jueces. Se dice que
una vez nombrado un juez, la permanencia en su puesto es solo revocada en caso
de una falta grave realizada en su función. La tipificación de las conductas que pueden
ser causa de su sustitución. Es importante que no son sancionables las decisiones de
los jueces en vista del respeto de la independencia judicial (estas son indicadas en
las leyes procesales correspondientes a cada materia), sino como se reitera, aquellas
que han sido previstas por el órgano de Inspección Judicial.

Jurisprudencia sobre aplicación del régimen disciplinario


En la jurisprudencia de la Sala Constitucional se logra delimitar de mejor forma los
alcances del régimen disciplinario, tal como lo menciona el voto 5891-93, el cual dice
que el hecho de imponer una sanción disciplinaria al funcionario que haya tenido
inobservancia de sus deberes inherentes no significa que el Tribunal de Inspección
Judicial se esté adjudique facultades; sino, está determinando si el funcionario
sancionado está actuando negligentemente en su labor o ha ejercido indebidamente
su facultad.
Además, el voto 765-94, limita al Tribunal de Inspección Judicial a solo llevar a cabo
el régimen disciplinario de los servidores judiciales, pero niega que sea competencia
de este entrometerse en la valoración de las sentencias emitidas por los jueces, pues
violenta el principio de independencia judicial constitucional, a no ser, como menciona
el voto 5795-98, que sea para valorar la actividad genérica del juez y determinar su
idoneidad en el puesto, pero recalca que no puede incidir en un caso concreto, pues
este Tribunal lejos de ser jurisdiccional, es administrativo.8
Entonces se puede observar como en la realidad ningún juez entonces se ve obligado
a seguir órdenes de un superior en la aplicación e interpretación de una norma,
siempre y cuando cumpla con los parámetros del principio de legalidad de su puesto,
y el principio de justicia pronta y cumplida, es decir, a un juez solamente se le puede
imponer una sanción o suspenderlo del puesto, más no se le puede hacer cambiar de
opinión en su criterio interno en el cual se basa su independencia; pues eso ensuciaba
gravemente los derechos de los ciudadanos de tener solo un órgano decidiendo el
desenvolvimiento del proceso y pronunciar su propio criterio bajo fundamento.
Violentaba todo el marco normativo que se ha mencionado en el presente trabajo, y
no le garantiza verdaderamente una justicia lo más objetiva posible desde solo un
punto de vista (o varios si es un tribunal colegiado), y por ende, vulneraría sus
Derechos Humanos como individuo deseoso de un proceso justo, rápido,
independiente e imparcial. Esto puede verse reflejado en el artículo 199 de la LOPJ,
la cual habla sobre lo anteriormente mencionado.

Bibliografía

Bermúdez, C. (2018). La independencia del Poder Judicial es tanto subjetiva como


institucional. Recuperado 13 de mayo de 2020, de https://delfino.cr/2018/10/la-
independencia-del-poder-judicial-es-tanto-subjetiva-como-institucional

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Rica. Investigaciones Jurídicas, S.A

Dobles Ovares, V. (2008) La independencia Judicial en Costa Rica. Escuela Judicial,


Heredia, Costa Rica.

8
La independencia Judicial en Costa Rica. Escuela Judicial, Heredia, Costa Rica.
Ley Orgánica del Poder Judicial. (2018) San José, Costa Rica. Investigaciones
Jurídicas, S.A.

López González, J. (2019) Código Procesal Civil. San José, Costa Rica. Editorial
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https://semanariouniversidad.com/pais/independencia-judicial-se-desdibuja-en-
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Bangalore. Viena, Naciones Unidas. Recuperado el 27 de abril del 2020, de
https://www.unodc.org/documents/ji/training/19-03891_S_ebook.pdf

Poder Judicial Costa Rica. (s. f.). Tribunal de Inspección Judicial. Recuperado 15 de
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Investigaciones Jurídicas, S.A.

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de https://pj.poder-judicial.go.cr/index.php/historia-organizacion-funcionamiento

(2020). Recuperado el 11 de mayo del 2020, de


http://www.asamblea.go.cr/ca/Reglamentos%20de%20la%20Asamblea/Reglamento
_de_la_Asamblea_Legislativa.pdf
CONSTITUCIONAL III

RONALD SALAZAR

GRUPO 7

Tema: Las consultas legislativas obligatorias, a entidades u otros poderes


previstas en la Constitución, previa la aprobación de leyes.Ver jurisprudencia
constitucional

INTEGRANTES
● Steven Briones
● Luis Mendes
● Jose Esquivel
Las consultas legislativas obligatorias, a entidades u otros poderes previstas
en la Constitución, previa la aprobación de leyes.Ver jurisprudencia
constitucional

La asamblea legislativa bajo el sentido de la triada de poderes de


Montesquieu, es el poder que reside del pueblo, esto mediante la delegación de
poder que le brinda el ciudadano al ser elegidos mediante el voto, por eso se le
considera “la cuna de la democracia”1, lo cual se evidencia en el artículo 105 de la
Carta Fundamental
Como bien lo indica el artículo 121 inciso 1, la principal atribución de este órgano es
dictar las leyes, reformarlas, derogarlas…, por lo que se puede interpretar que al
encargarse de la realización de leyes, no puede ni conoce sobre la totalidad de
todas las materias que regula, por lo que es evidente la necesidad de consultas o
ayuda de expertos en estos temas, no solo por necesidad, si no también porque la
misma constitución los obliga a hacerlos en distintos temas para limitar su poder,
esto se presenta en los ​artículos 88, 97, 121 incisos 17, 167 y 190 de la CPCR
Existen dos tipos de consultas, las preceptivas que son las que se hacen de
maneras obligatoria antes de la aprobación de una ley y las facultativas, en las
cuales existe la posibilidad de enviar un texto a consulta a alguna organización o
ente que interese a los diputados, pero este no es tema de este trabajo.

Consultas obligatorias al Tribunal Supremo de Elecciones


Art 97 de la constitución, En el artículo art 177, 126 y 157 del reglamento de
la asamble legislativa se evidencia que al tramitarse un proyecto de ley en materia
electoral se debe “otorgar audiencias obligatorias a las instituciones autónomas, al
Poder Judicial, a las municipalidades, en materia electoral al Tribunal Supremo de
Elecciones, etc”. Debido a que este órgano al tener total independencia de los otros
poderes, según el artículo 9 de la Constitución, tiene de manera exclusiva todos los
temas relativos al sufragio, esta consulta obligatoria en proyectos de ley en materia
electoral tiene que hacerse antes de los seis meses y cuatro posteriores a la

1
Asamblea Legislativa República de Costa Rica. Costa Rica Cuna de la Democracia,
http://www.asamblea.go.cr/DYD/Fracci%C3%B3n_Liberaci%C3%B3n/Lists/Noticias_PLN/DispForm.a
spx?ID=13&ContentTypeId=0x0100383252359E1484438D26CF0E58F8296B​ Consultada
(24/4/2020)
celebración de alguna elección popular, ni tampoco emitir leyes donde este Tribunal
se encuentre en desacuerdo con lo postulado. En opinión de uno de los miembros
de este trabajo, esta vinculatoriedad de criterio es excepcional para todos los
proyectos de ley en materia electoral, esto porque al ser el ente encargado de esta
materia, debe tener más peso al ser especialistas, parecido al de la Sala
Constitucional con la Constitución. Los diputados no son expertos para poder
llevarle la contraria o poder apartarse de la opinión de los magistrados, en algún
proyecto de esta materia. Esta función electoral-legislativa del TSE se encuentra en
el artículo 102.3

Jurisprudencia 978-E-2007

Consultas Obligatorias a la Sala Constitucional


Las consultas obligatorias en el poder judicial “son el mecanismo que se
prevé de oficio para el directorio de la Asamblea legislativa, realice las consultas de
aquellos proyectos de reforma de la Constitución Política….Tratados
Internacionales”2
Entre la Sala Constitucional y la Asamblea Legislativa existe una relación de
dependencia, ya que una depende de la otra, la primera se encarga de los
problemas de las leyes que vayan en contra de la Constitución y la segunda de
crear las leyes que vayan en pro de la Constitución, por lo que tienen que trabajar
de la mano, a pesar de pertenecer a dos poderes distintos, además de que “...la
Sala Constitucional sin la designación de los magistrados por parte de la Asamblea
Legislativa no podría ejercer sus funciones…”3 según el artículo 121 inciso 3 de la
Constitución, esto por el sistema de pesos y contra pesos que tiene la triada de
poder, la cual busca que entre esos poderes se limiten y ninguno pueda tener una
absolutez de poder como la tenía el ejecutivo alrededor de 1850.
Según el artículo 8 de la Ley de Jurisdicción la Sala deberá actuar de oficio en estas
consultas legislativas. Además, en la misma ley, el artículo 96 indica:

2
Centro de Información Jurídica en Línea Colegio de Abogados. P.4
3
Francisco Saborio, Las relaciones jurídicas entre la Asamblea Legislativa con el Tribunal Supremo
de Elecciones, el Poder Ejecutivo y la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. P.126
Por la vía de la consulta de constitucionalidad, la jurisdicción constitucional ejercerá
la opinión consultiva previa sobre los proyectos legislativos, en los siguientes
supuestos:
a) Preceptivamente, cuando se trate de proyectos de reformas
constitucionales, o de reformas a la presente ley, así como de los tendientes a la
aprobación de convenios o tratados internacionales, inclusive las reservas hechas o
propuestas a unos u otros.
b) Respecto de cualesquiera otros proyectos de ley, de la aprobación
legislativa de actos o contratos administrativos, o de reformas al Reglamento
de Orden, Dirección y Disciplina Interior de la Asamblea Legislativa, cuando
la consulta se presente por un número no menor de diez diputados.
c) Cuando lo soliciten la Corte Suprema de Justicia, el Tribunal Supremo de
Elecciones o la Contraloría General de la República, si se tratare de
proyectos de ley o de mociones incorporadas a ellos, en cuya tramitación,
contenido o efectos estimaren como indebidamente ignorados, interpretados
o aplicados los principios o normas relativos a su respectiva competencia
constitucional.
ch) Cuando lo solicite el Defensor de los Habitantes, por considerar que
infringen derechos o libertades fundamentales reconocidos por la
Constitución o los instrumentos internacionales de derechos humanos
vigentes en la República.
Y el demás procedimiento de la Sala recibida la consulta son los artículos siguientes
hasta el 101, hasta que la Sala Constitucional de el visto bueno se puede aprobar
una ley de la república, es el fiscalizador de la constitucionalidad del proyecto que
se está realizando

Jurisprudencia: 1084-1993 / 9685-2000


Consultas Obligatorias en cuanto a temas de competencia de la Universidad de
Costa Rica y demás instituciones de educación superior
Este tema va en cuanto a la consulta hacia los entes de educación superior
en temas que le competen con el fin de que estos no se vean afectados de manera
que puedan dar su consentimiento o no previo a la aprobación de una ley.
Sobre este tema han habido un gran cantidad de casos rondando en cuanto a temas
de educación superior, dado que siguiendo el artículo 84 y 85 constitucional se dota
a las Universidades y entidades de educación superior independencia administrativa
en cuanto a la función de sus labores en cuanto a presupuesto como
funcionamiento, por lo que de presentarse un proyecto de ley en el cual puedan
verse afectadas las funciones de sus labores, estas deben ser conocidas y
aprobadas por las mismas entidades afectadas siempre y cuando se vean en la
competencia de hacerlo.
Siguiendo la línea de normativa presente en cuanto a consultas a entidades de
educación superior se encuentra en el artículo 88 y cito:

Para la discusión y aprobación de proyectos de ley relativos a las materias puestas


bajo la competencia de la Universidad de Costa Rica y de las demás instituciones
de educación superior universitaria, o relacionadas directamente con ellas, la
Asamblea Legislativa deberá oír previamente al Consejo Universitario o al órgano
director correspondiente de cada una de ellas.

Con esto se hace alusión a la competencia e importancia que recae en la necesaria


consulta legislativa previa a una aprobación de ley en afectación a la Universidad de
Costa Rica y demás entes de educación superior. Siguiente a esto nuestra
constitución también menciona la consulta a cualquier institución autónoma en
cuanto a que esta se vea en una posible afectación, artículo 190:
Para la discusión y aprobación de proyectos relativos a una institución
autónoma, la Asamblea Legislativa oirá previamente la opinión de aquélla.

Ejemplo de cumplimiento:
4

También se cita la jurisprudencia de Hacienda donde se hace alusión al


presupuesto universitario en cuanto a que este previo a la aprobación de este se
maneja un consulta y su debida aprobación debido a la afectación que se le
presentaría a la Universidad de Costa Rica:

Jurisprudencia de Hacienda DGT-089-20195


Proyecto de mejoramiento Institucional
Este afectando tanto a la UCR como las demás instituciones de educación superior
como el TEC, UNA y UNED planeaba reforzar temas de infraestructura y demás, fue
aprobado por la ley número 9144 donde en su publicación en el 2013 se dio a
conocer el documento llamado “Alcances” sobre el cual versaba temas de consultas
realizadas a la Universidad de Costa Rica

Consultas obligatorias por parte de la Asamblea Legislativa a las municipalidades:

4
Universidad de Costa Rica, Consejo universitario ​http://www.cu.ucr.ac.cr/inicio.html​ consultada
(26/4/20)
5
Sistema Costarricense de información jurídica, Constitución Política, ficha de artículo 88 sobre
jurisprudencia de Hacienda.
https://scij.hacienda.go.cr/scij_mhda/docjur/mhda_docjur.aspx?nBaseDato=1&nDocJur=18894
consultada (26/4/20)
Como ya se ha mencionado, en lo que a la distribución de potestades conferidas por
la Constitución Política se refiere, la Asamblea Legislativa es un poder que cuenta
con muchas atribuciones, pero hay ocasiones, además de las anteriormente
mencionadas, en las cuales este poder del Estado tiene que someterse ante otros
entes o instituciones del Estado ya sean centralizadas o descentralizadas, como lo
es el caso de las municipalidades.
Establecido así, en la ley número 77946 mejor conocida como “Código Municipal”,
definiendo a las Municipalidades como, segun su articulo 1: ​“El conjunto de
personas vecinas residentes en un mismo cantón, que promueven y administran
sus propios intereses, por medio del gobierno municipal”, y​ definiendo su
importancia y carácter esencial en su artículo número 2: “La municipalidad es una
persona jurídica estatal, con patrimonio propio y personalidad, y capacidad jurídica
plenas para ejecutar todo tipo de actos y contratos necesarios para cumplir sus
fines”.
Por lo que esta capacidad jurídica plena, aunada a su autonomía administrativa le
permite a las municipalidades disponer de sí mismas de la creación del presupuesto
que considere oportuno para una realización más eficaz de sus fines establecidos
en el ordenamiento jurídico, y asimismo del cobro de impuesto referentes a las
comunidades que dentro de esta municipalidad se encuentren.
Ahora, si bien es cierto estas potestades municipales anteriormente mencionadas
emanan de la constitución política y mediante una reforma de estas podrían
modificar, actualmente si la Asamblea Legislativa desea crear un proyecto de ley
referente a estas potestades propias de las municipalidades tales como imponer o
crearles sus presupuesto o establecer como debe ser el manejo administrativo del
cobro de sus impuestos, tuteladas por la Constitución Política para garantizar el
cumplimiento de sus fines, esta debe no solo realizar una consulta de carácter
preceptiva antes las municipalidades o la municipalidad en específico, sobre la cual
se quiera dirigir el proyecto, sino que también ante la negativa de estas no podrá
proceder con el proyecto, hasta que la posición de las municipalidades cambie o la
ley se reforme.

6
Ley n.° 7794, publicada en La Gaceta n.° 94, San José, Costa Rica, 30 de abril de 1998.
Así mismo con las contrataciones que realicen las municipales aunque si bien es
cierto, hay ciertos criterios reglados con los que se deben cumplir, la escogencia
final es una facultad discrecional con la que cuenta la administración municipal en
este caso, y no de imposición por parte de la Asamblea en caso de que así lo
quisiera establecer mediante un proyecto de ley.

Jurisprudencia 5445-99

Consultas obligatorias al poder judicial


En el artículo 167 de la Constitución Política se nos dice que para la
discusión y aprobación de proyectos de ley que se refieran a la organización o
funcionamiento de la del Poder Judicial, deberá la Asamblea Legislativa consultar a
la Corte Suprema de Justicia.
Si la Asamblea Legislativa quiere omitir o rechaza la opinión de estos, se
requiere el voto de dos terceras partes del total de los miembros de la Asamblea
Por ejemplo: La Corte Suprema de Justicia conforme al proyecto de ley
20.873 busca prevenir y sancionar ​el  acoso  laboral  en  el  sector  público  y  privado, 
pero  la  Sala  en  sus  críticas  establece  bajo  la  magistrado  Orlando  Aguirre  quién 
señaló  que  a  su  criterio  la  afectación a la independencia judicial se da porque incide 
en  la  organización  del  Poder  Judicial,  al  establecer  en  el  sector  público  un  único 
procedimiento  para  llevar  a  cabo  las  investigaciones  y sanciones a los funcionarios, 
por  lo  que  se  devolvió  a  la  Asamblea  y  que  requerirá  38  votos  en  la  Asamblea 
Legislativa  para  ser  aprobado,  o  que  en  la  Asamblea  Legislativa  hagan  las 
modificaciones al proyecto sugeridas por la Corte7

Jurisprudencia : ​https://nexuspj.poder-judicial.go.cr/document/act-1-0003-3839-9

7
Delfino, 2020. Corte Plena: Proyecto de ley para prevenir y sancionar el acoso laboral . Recuperado
de:
https://delfino.cr/2020/03/corte-plena-proyecto-de-ley-para-prevenir-y-sancionar-el-acoso-laboral-afec
ta-independencia-judicial
Consecuencias del desacuerdo de una consulta realizada por la Asamblea a
Poderes u otras Instituciones
Al ser un trabajo de poca extensión, tomamos solo los siguiente dos
ejemplos:
Materia del Poder Ejecutivo
Siguiendo el artículo 125, si este no aprobara el proyecto de ley votado por la
Asamblea, este podrá vetar y devolver el proyecto a la Asamblea. El veto en estos
casos no procede en Presupuesto Ordinario de la República. Dado esto tendrán 10
días hábiles a partir de la fecha en que se recibe el proyecto de ley aprobado por la
Asamblea Legislativa, artículo 126. La Asamblea puede o no hacer caso a las
aclaraciones del Poder Ejecutivo y este debe de ser nuevamente aprobado por dos
tercios del total de sus miembros , quedará sancionado y se mandará a ejecutar
como ley de la República. Si se adoptaran las modificaciones, se devolverá el
proyecto al Poder Ejecutivo, quien no podrá negarle la sanción. Y de ser
desechadas, y de no reunirse los dos tercios de votos para resellarlo, se archivará y
podrá ser considerado sino hasta la siguiente legislatura, artículo 127. Si el veto se
funda bajo razones de inconstitucionalidad no aceptadas por la Asamblea
Legislativa, ésta se enviará a la Sala indicada en el artículo 10 de la Constitución
dando 30 días hábiles. Se darán lugar a las disposiciones inconstitucionales y se
tomarán las demás se enviarán a la Asamblea Legislativa para la tramitación
correspondiente, artículo 128.
Dadas estas disposiciones se puede entender que el veto del Poder Ejecutivo no
siempre es vinculante, siendo este que en materia constitucional se enviará la
revisión a la Sala seguido por el artículo 10 constitucional y de no serlo, la Asamblea
tomará sus disposiciones y verá si procede o no su opinión tomando la votación
correspondiente.
Materia Electoral
Asimismo, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 1578 del Reglamento de la
Asamblea Legislativa en materia de consultas institucionales, en el caso del Tribunal

8
Constitucion Politica de Costa Rica, 7 de noviemre de 1949, recuperado de
https://www.tse.go.cr/pdf/normativa/constitucion.pdf
Supremo de Elecciones según lo que dicta el artículo 9 9de la Constitución Política
son los temas referentes a materia electoral, en el supuesto de que la Asamblea
Legislativa pretenda realizar un proyecto de ley en dicho asunto y no haga las
consultas obligatorias, en este caso al TSE, dice el artículo 157 mencionado
anteriormente que, “se suspenderá el conocimiento del proyecto, procediéndose a
hacer la consulta correspondiente. Si transcurridos ocho días hábiles no se recibiere
respuesta a la consulta a que se refiere este artículo, se tendrá por entendido que el
organismo consultado no tiene objeción que hacer al proyecto. En caso de que el
organismo consultado, para este tema en específico el Tribunal Supremo de
Elecciones, dentro del término dicho, hiciera observaciones al proyecto, éste pasará
automáticamente a la comisión respectiva, si la Asamblea aceptara dichas
observaciones. Si ésta las desechare, respetando lo que determina la Constitución
Política, el asunto continuará su trámite ordinario”.
Debido que por disposición constitucional, el Tribunal Supremo de Elecciones tiene,
entre sus potestades concedidas la de interpretar en forma exclusiva y obligatoria
las normas de rango constitucional y legal sobre materia electoral, cualquiera que
sea el proyecto que pretenda llevar a cabo la Asamblea de ver tener el visto bueno o
las observaciones pertinentes por parte del Tribunal Supremo de Elecciones, pero
en caso contrario la misma Constitución Política en su artículo 97 establece que,
para apartarse de lo que dictamine el TSE, se necesitará el voto de las dos terceras
partes del total de sus miembros, sin embargo, también establece este artículo que
no podrá la Asamblea Legislativa crear leyes sobre materia electoral en la cual el
TSE se haya manifestado en desacuerdo ni seis meses antes ni cuatro meses
después de la celebración de una elección popular.
Por lo que, aun cuando es preceptiva la consulta que debe realizarse ante el TSE, la
Asamblea Legislativa no está compelida a someterse ante dicha observación, eso sí
siempre y cuando cuente con la votación de dos terceras partes de sus miembros
como se establece constitucionalmente.

9
Reglamento de la Asamblea Legislativa, Acuerdo Legislativo N.° 399, San José, Costa Rica, 29 de
noviembre de 1961.
Conclusiones

Como primera conclusión del trabajo, podemos ver que la importancia que
presentan estas consultas obligatorias va de la mano con el tema de la división de
poderes del artículo 9 de la Constitución Política, y al mismo tiempo la dependencia
que tienen los tres poderes de la República y otras instituciones, debido a que estas
consultas viene a ser como un freno o límite al exceso de facultades, que pueda
causar un órgano sobre otro, como lo vimos históricamente con el monopolio de
poder con el que contaba el poder ejecutivo cerca de 1850.
Estas consultas son respaldadas por la Sala Constitucional en su
jurisprudencia, mediante la resolución N°91-99 en la cual se le da la competencia al
Directorio Legislativo, emitiendo al órgano o institución necesaria el expediente, con
el proyecto, de acuerdo al debido proceso.
Finalmente se puede tener en cuenta que estas consultas pueden ir de la
mano con un factor de necesidad dando entrada a una visión más amplia como lo
es establecido en el artículo 1 constitucional acerca de una nación demçocratica,
multiétnica y cultural, esto debido a la participación activa de la población,
incluyendo pueblos minoritarios, con el fin de que estos no se vean perjudicados en
cuanto a la promulgación de leyes. Dado esto se puede ver que la creación de las
leyes trae consigo un factor importante, el cual es la consulta, dando con esto a una
visión general reflejada en nuestra normativa.
Universidad de Costa Rica
Facultad de Derecho
Derecho Constitucional III
Prof. Ronald Salazar Murillo

Autonomía de la Caja Costarricense del Seguro Social y


la Universidad de Costa Rica

Estudiantes:
Andrés Pereira Pantoja
Gabriel Gónzalez Cerdas
Paula Pastor Cordero

15 de mayo, 2020
Introducción:

Le corresponde al capítulo XIV de la Constitución Política el definir


generalidades de la institucionalidad autónoma, sin embargo, acaba por ser un
tema expresado ambiguamente, por lo que los cuestionamientos con respecto al
alcance de dicho carácter siguen presentando una amplia gama de discusiones,
contradicciones y sentencias relacionadas a ello. Claro ejemplo de ello, es el
artículo 188 del mismo origen normativo, pues señala que “​las instituciones
autónomas del Estado gozan de independencia administrativa” ​pero, de manera a
como se apreciará posteriormente en esta investigación, dicha premisa ha dado
inicio a confusiones jurídicas, donde solo algunas de ellas han sido resueltas por
la Sala Constitucional. Una de las situaciones en las que más alegada ha sido la
investidura de la “autonomía”, ha sido en cuanto se plantean proyectos afines a las
universidades estatales, a pesar de que el artículo 84 del cuerpo constitucional en
cuestión, no le otorga dicha categoría, sino que lo cubre bajo el manto de ser “​una
institución de cultura superior que goza de independencia para el desempeño de
sus funciones y de plena capacidad jurídica para adquirir derechos y contraer
obligaciones, así como para darse su organización y gobiernos propios”, lo cual
tiene un enorme parecido con la autonomía con la que gozan las municipalidades,
acorde al artículo 170. Sin embargo, la pregunta de cuáles atribuciones se le
otorgan a los municipios, y a las universidades no, suscita conflictos entre los
jerarcas de la educación superior pública, y figuras tales como la Procuraduría
General de la República, la Asamblea Legislativa y su respectiva Contraloría, la
Fuerza Pública, entre otros, de manera tal en como se ha visto anteriormente y,
sobre todo, en el año 2019.

Sobre la Caja Costarricense del Seguro Social

El 1 de noviembre de 1941, por medio de la Ley N 17, promulgada en el


gobierno de Rafael Ángel Calderón Guardia nace la Caja Costarricense del
Seguro Social. Sería hasta dos años después con la reforma de la llamada Ley
Constitutiva de la Caja Costarricense del Seguro Social, que se emanciparía esta
institución de su previo estatus como ente semiautónomo.

El artículo primero de este cuerpo normativa dota a dicha institución de su


autonomía y consagra su propósito como la encargada del gobierno y la
administración de los seguro sociales. En este mismo artículo el legislador,
especificó puntualmente los alcances de dicha autonomía:

“Excepto la materia relativa a empleo público y salarios, la Caja no está


sometida ni podrá estarlo a órdenes, instrucciones, circulares ni directrices
emanadas del Poder Ejecutivo o la Autoridad Presupuestaria, en materia de
1
gobierno y administración de dichos seguros, sus fondos ni reservas. "

Asimismo, su creación, funcionamiento y su especialidad en materia de


seguridad social encuentran sustento constitucional en los artículo 73, párrafo
segundo.

De esta manera la legislación describe una llamada autonomía de segundo


grado, al otorgar autonomía de la parte administrativa y de gobierno. Esta última
función por medio de su presidencia ejecutiva, designada por el Poder Ejecutivo,
puntualmente por Consejo de Gobierno. La persona que desempeñe este cargo,
cumplirá como jerarca y presidirá la Junta Directiva de dicha institución. La ley
habilita su remoción del cargo, únicamente por Consejo de Gobierno. El resto de
la Junta Directiva será compuesta por dos representantes del Estado, tres
representantes del sector patronal y tres representantes del sector laboral.

En cuanto a los servicios que deberá cumplir la CCSS, el artículo 57 de la


anterior ley estipula una gran amplitud en el ámbito de discrecionalidad en cuanto
a la prestación de servicios:

1
Ley Constitutiva de la Caja Costarricense del Seguro Social - 1943.
Artículo 57.- Mientras no se hayan establecido de modo definitivo los
servicios de la Caja, ésta gozará de una amplia libertad de acción en cuanto
al orden y época en que deba asumir los riesgos, y queda autorizada para
limitar la prestación o prestaciones a las zonas de territorio y categorías de
trabajadores que estime convenientes, en atención a los recursos con que
cuente, facilidades para el establecimiento de los servicios, población que
gozará de ellos, desarrollo económico de cada región, medios de
comunicación y cualesquiera otras circunstancias que puedan influir en el
2
buen resultado del implantamiento de los seguros sociales .

La Universidad de Costa Rica:

Con el antecedente de la Universidad de Santo Tomás, el 26 de agosto de


1940 fue integrada por vía de la ley N 362, la Universidad de Costa Rica. Se crea,
según el artículo primero de la Ley Orgánica de la Universidad de Costa Rica,
como: “una institución docente y de cultura superior que tendrá por misión cultivar
las ciencias, las letras y las bellas artes, difundir su conocimiento y preparar para
el ejercicio de las Profesiones liberales“.

La renombrada ​autonomía universitaria le es otorgada a la institución por


medio del artículo cuarto de esta ley la cual consagra lo siguiente:

Artículo 4- La Universidad será autónoma y gozará de capacidad jurídica


plena para adquirir derechos y contraer obligaciones. Será de su
incumbencia exclusiva, por consiguiente, adoptar programas y planes de
estudio, nombrar personal docente y administrativo, otorgar grados
académicos y títulos profesionales, disponer de su patrimonio y dictar los
reglamentos necesarios para el gobierno de sus escuelas y servicios, todo
de acuerdo con las leyes que la rijan.

2
Ibídem, página 5
Siguiente en la ley, el legislador reconoce las instancias que ejercen el
gobierno de la Universidad de Costa Rica: Asamblea Universitaria, el Consejo
Universitario y la Rectoría. La Asamblea Universitaria, entre ellas, se erige como la
máxima autoridad y está integrada por la Secretaría de Estado en el Despacho de
Educación Pública, encargado de presidir; docentes de las seis unidades
académicas, los miembros del Consejo Universitario y de las Juntas Directivas de
las Asociaciones de Egresados y una persona representante de los alumnos de
cada una de las escuelas.

El Consejo Universitario estará, a su vez integrado por la Secretaría de


Educación Pública, la Rectoría, las Direcciones de las Escuelas Universitarias, la
Secretaría de la Institución y dos representantes de los estudiantes.

Los medios institucionales de la Universidad de Costa Rica hacen especial


hincapié en la transparencia y rendición de cuentas como requisito fundamental de
la autonomía que goza esta institución.

La autonomía universitaria ​no significa evadir la rendición de


cuentas a los entes gubernamentales correspondientes o la creación
de territorios soberanos.

Las universidades deben tener un ejercicio transparente de sus


funciones​. Para ello poseen instancias internas que participan en la toma
de decisiones, así como procesos internos de control y de rendición de
cuentas, ese quizás es el principal aporte de la Reforma de Córdoba. que
3
sigue aún vigente, luego de cien años de historia .

Su organización y funcionamiento es consagrado en los artículos del 84 al 89


constitucionales.

3
Autonomía Universitaria. (2020). Ingresado 13 May 2020, from https://www.ucr.ac.cr/autonomia/
Desarrollos Recientes

Para comprender más a fondo el significado y alcance de dicho carácter


autónomo para las universidades, resulta fundamental la resolución ​N°
1993-01313 de la Sala Constitucional, la cual ha sentado cantidades enormes de
precedentes sobre qué debe comprenderse como tal término. Sin intención de
limitar la totalidad de dicho aspecto, la Sala indica que “​lo que se entiende que
quiso y plasmó el Constituyente en la Ley Fundamental es que la universidad,
como centro de pensamiento libre, debe y tiene que estar exenta de presiones o
medidas de cualquier naturaleza que tiendan a impedirle cumplir, o atenten contra
ese, su gran cometido.”, ​refiriéndose a que dicho cometido es el de defender los
“valores fundamentales de la identidad costarricense”, a como es el caso de la
democracia, el estado social de derecho, la dignidad del ser humano, el sistema
de libertad, entre otros. A pesar de esto, nuevamente se obtiene que no se ha
logrado demarcar claro el territorio dentro del cual esto se efectúa, al igual que el
“cómo”, lo cual ha impulsado argumentos, tales como el del ex-rector del Instituto
Tecnológico de Costa Rica, el señor Julio César Calvo Alvarado, el cual se refirió a
dicha autonomía como “completa en el ámbito administrativo y financiero” (así se
encuentra redactado en la resolución número 12747-2019), pero, de forma en
como se suele apreciar cada año, esas afirmaciones no son del todo ciertas al
presentarse casos, como el presupuesto del año 2020, donde la Contraloría
General de la República rechaza el manejo financiero de dichas instituciones y les
limita su monto girado a ser igual que el del año anterior, por no adherirse al
manejo que consideraban acorde al derecho, según la ley de fortalecimiento de las
finanzas públicas y su derivada “regla fiscal”. Con respecto a dicha disputa, el
constitucionalista Rubén Hernández señala que “los artículos 191 y 192 de la
Constitución son muy claros en que absolutamente todos los empleados estatales
—incluidos los funcionarios de las universidades y de la CCSS— están sujetos al
régimen de empleo público.” y, adicionalmente, que “Según el artículo 182 inciso 2
de la Constitución, corresponde a la Contraloría General de la República aprobar o
desaprobar los presupuestos de las instituciones descentralizadas, concepto que
engloba tanto a la CCSS como a las universidades estatales.”.

Por otro lado, ambas instituciones luchan por reafirmar su carácter cuasi
independiente, citando palabras tales como las de uno de sus fundadores, don
Carlos Monge Alfaro, al decir que la autonomía universitaria se encuentra
íntimamente asociada “a la concepción de vida y al régimen democrático de un
país”, por lo que debe garantizarse. Asimismo, se emplean argumentos contrarios
a los expresados por don Rubén, a como es el caso de un comunicado especial
del CONARE, redactado por su expresidente, don Marcelo Prieto, que trae a
discusión nuevamente el voto 1993-1313, señalando que “​Esa autonomía, que ha
sido clasificada como especial, es completa y por esto, distinta de la del resto de
los entes descentralizados en nuestro ordenamiento jurídico (regulados
​ demás,
principalmente en otra parte de la Carta Política: artículos 188 y 190)”. A
dicho voto ejemplifica que, entre otros, una de sus posibilidades autónomas para
autorregulación es la de “establecer sus planes, programas, ​presupuestos​,
organización interna…”

Ambas posiciones altamente debatientes, demuestran no más que una


urgente necesidad por redefinir no solo el concepto, o régimen, autónomo sino los
alcances específicos dentro de los cuales posee jurisdicción, con la finalidad de
acabar con discusiones sumamente relevantes para el país y sus finanzas, como
la forma en que las universidades públicas poseen libertad para ejercer su
administración.

Los temas relativos a la autonomía dada por la constitución a las


universidades públicas y a las instituciones autónomas, reina entre estas la Caja
Costarricense de Seguro Social, han demostrado ser cuando menos polémicos;
tanto a nivel social, cada tanto convirtiéndose en uno de los temas divisivos del
momento, como a nivel doctrinario, pues la comunidad jurídica nacional tiene
interpretaciones sumamente variadas de lo que esta autonomía implica. La
naturaleza conflictiva del tema y el rango constitucional del principio que se discute
tienen por efecto que el asunto de la autonomía de estas instituciones es de curso
relativamente frecuente en la jurisdicción constitucional de Costa Rica, generando
así una gran riqueza de jurisprudencia constitucional que viene a aclarar y definir
mejor lo que la autonomía de estas instituciones implica, pudiendo encontrar una
solución de la Sala Constitucional para muchos de los problemas que pueden
surgir de las interpretaciones encontradas de la comunidad jurídica nacional.

Un ejemplo relativamente reciente de la Sala Constitucional fallando


favorablemente a una interpretación amplia de la Autonomía Universitaria,
específicamente de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica, fue
el caso de la Resolución Nº 02419 – 2016. En este caso, el Dr. Oliver R. Gassiot
impugna el artículo 8 de la Ley Orgánica del Colegio de Abogados de Costa Rica,
que dispone que para ser profesor universitario de Derecho debía estar inscrito en
dicho colegio profesional. El accionante alega, entre otros argumentos que no son
relevantes para los efectos de este trabajo, que esta disposición viola la
autonomía constitucionalmente consagrada de la Universidad de Costa Rica,
puesto que no existe ninguna norma que imponga este requisito, y el legislador no
tiene autoridad para imponer criterios de contratación a la Universidad; siendo este
tema competencia de sus reglamentos internos. El representante judicial del
Colegio de Abogados propone una interpretación más restrictiva de la Autonomía
Universitaria, alegando que esta se limita a garantizar que la universidad sea un
centro de enseñanza libre y a impedir que se ejerza presión sobre esta libertad de
enseñanza. La Procuraduría General de la República, como agente imparcial del
Estado, se manifiesta de acuerdo con la argumentación del accionante, y recuerda
a la sala que ya se había anulado una norma similar en un caso relacionado al
Colegio de Profesionales en Ciencias Económicas.

El tribunal declara con lugar la acción, anulando el primer párrafo del


artículo 8 de la Ley del Colegio de Abogados de Costa Rica. Sobre el tema de la
autonomía, el tribunal se remontó al caso anterior, donde se determinó que “​debe
indicarse que las facultades reconocidas a los colegios profesionales, en la
jurisprudencia de la Sala, sobre todo en cuanto al control y fiscalización del
ejercicio de la profesión, no pueden tener la virtud de lesionar la autonomía que la
4
propia Constitución ha conferido a las universidades estatales ”. Así, la Sala
Constitucional reafirma la autonomía de las universidades públicas en sus asuntos
internos, como lo es la contratación de su personal docente.

En lo que concierne a la Caja Costarricense de Seguro Social, es


importante analizar la Resolución Nº 04797 – 2017. En este caso, la Presidenta
Ejecutiva de la CCSS plantea una acción de inconstitucionalidad contra el Decreto
Ejecutivo #36042 “Oficialización de las Normas de Acreditación de la Discapacidad
para el Acceso a Programas Selectivos y de Salud” (10/05/2010). Explica la
accionante que entre las medidas que este decreto manda -específicamente la
imposición de labores administrativas, la dirección de recursos, y la creación de
una oficina financiada por la Caja- lesionan la autonomía que le concede la
Constitución Política a la Caja Costarricense de Seguro Social en los artículos 73,
188 y 189, al constituirse en una injerencia del poder ejecutivo en temas de la
administración interna de la Caja, que al ser esta una institución autónoma,
escapan de su competencia. La Procuraduría General de la República y el
entonces Ministro de Salud Fernando Llorca Castro, a quien se le concedió
audiencia, argumentan que la acción debe rechazarse de plano igual que una
acción anterior sobre el mismo tema, presentado por el director jurídico de la Caja.
Sin embargo, la procuraduría reconoce que el decreto impugnado lesiona la
autonomía que la Constitución otorga a la Caja.

El tribunal constitucional aprecia que los mandamientos del decreto


ejecutivo cuestionado son violatorios de los artículos 73, 188 y 189 de la
Constitución Política, como lo afirman la accionante y la Procuraduría. En cuanto
al tema de la autonomía de la caja, la Corte Constitucional afirma que: “​Las
expresiones empleadas son suficientemente contundentes y sobre ellas la Sala ha

4
Resolución Nº 02419 – 2016, Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia
tenido oportunidad de manifestarse en distintos momentos, siempre manteniendo
5
una línea inalterable respecto de la forma de interpretar y aplicar dicha norma ”,
refiriéndose al artículo 73 en especial, en el que el constituyente dio el manejo de
los seguros a la Caja Costarricense de Seguro Social, al mismo tiempo que la
declara autónoma. Por tanto, se declara con lugar el recurso, y se tiene por
anulado el decreto objeto de la acción.

Es de suma importancia destacar que ambas sentencias utilizadas para


efectos de ejemplificar los desarrollos jurisprudenciales recientes de la doctrina de
la autonomía de rango constitucional tuvieron votos salvados, lo que nuevamente
deja de manifiesto lo dividida que están las opiniones jurídicas con respecto a este
tema.

Conclusión

El carácter autónomo dotado constitucionalmente a este par de


instituciones estudiadas, fundamentales para el desarrollo del progreso social, es
una clara señal del carácter democrático y social del Estado costarricense.

En el caso de la Universidad de Costa Rica cabe la alusión al Movimiento


de Córdoba de 1918, el cual fungió como catalizador de la Reforma Universitaria,
la cual forjó el rumbo actual de la educación superior pública y estatal en América
Latina. Este movimiento conformado por estudiantes, luchó en la defensa de sus
derechos como la autonomía universitaria como principio rector de la
administración de la educación pública universitaria, la educación laica y la libertad
de cátedra.

Lejos de ser solamente una característica fundamental de la


descentralización administrativa, la autonomía de instituciones como la
Universidad de Costa Rica y la Caja Costarricense del Seguro social constituye un
esfuerzo esencial para separar servicios esenciales como lo son la educación y la
seguridad social de la tendencia cambiante del poder político y la amenaza
populista, que azota con especial violencia la región. La constitución y la normativa
delegan entonces, el gobierno de estas instituciones en la idoneidad de los
funcionarios que desempeñen cargos directivos; en sus conocimientos técnicos y
en su compromiso con el progreso de Estado costarricense.

5
Resolución Nº 04797 – 2017, Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia
Universidad de Costa Rica

Facultad de Derecho

Curso: Derecho Constitucional III

Tema: La autonomía Municipal.

Profesor: Dr. Ronald Salazar Murillo.

Integrantes:

Melany Castro Marín B81853


Ronald Fernández Chacón B82890
Julieta Gargollo Chiapponi B83213

Semestre I, 2020.

Introducción.
Las municipalidades son instituciones autónomas del Estado, con rango constitucional,
que representan gran importancia para el país, ya que en ellas se delegan una serie de potestades
que hacen satisfacer intereses de los ciudadanos de una manera más fácil y rápida además de
específica, puesto que según su localidad cumple con las necesidades que esta tiene. Cada
municipalidad tiene un alcalde, el cual se explicará en este trabajo la referencia de una figura
tan importante, ya que estos, si bien son elegidos por medio del sufragio, van a ser aquellos
representantes directos de los ciudadanos tratando de cumplir todas las promesas que hicieron,
delegando las funciones de una manera correcta y digna para hacer respetar la democracia
costarricense.

Debemos recordar que las municipalidades de cada cantón tienen a su cargo, diversas
actividades que le hacen al Estado una disminución importante de funciones, por ello y por
mencionar algunas debemos saber que estas se encargan de la limpieza y el aseo en los
diferentes cantones, arreglo de vías municipales, y además deben de promover de manera
adecuada el fomento de actividades recreativas, así como el mantenimiento de parques para un
buen desarrollo integral por parte de la comunidad.

La autonomía se manifiesta como un poder que el Estado le otorga a diferentes


instituciones, mencionando aquí a las Universidades públicas, y enfocándonos al tema que nos
atañe que son las municipalidades, las cuales tienen a su cargo las funciones mencionadas
anteriormente y aún más que de acuerdo a su autonomía deben de decidir el camino correcto o
el mejor de los caminos para lograr el fin que buscan que es el bienestar de la población
cantonal.

Es por ello, que este trabajo desarrolla un análisis conceptual, normativo y


jurisprudencial para poder entender mejor sobre esta capacidad tan grande de actuar que tienen
las instituciones de nuestros cantones, hablando de una autonomía no sólo constitucional, sino
normativa, política, administrativa y financiera.

I Parte: Conceptual.
Concepto de autonomía municipal
Al buscar una definición de lo que podría ser la autonomía municipal, el Dr. Jorge
Enrique Romero Pérez catedrático de la Universidad de Costa Rica en su artículo “La
Autonomía constitucional de las municipalidades” nos desglosa dos tipos de definiciones : La
gramatical y La Jurídica.

Gramaticalmente, autonomía es la potestad que dentro del Estado pueden gozar


municipios, provincias, regiones u otras entidades de él, para regir intereses peculiares de su
vida interior, mediante normas y órganos de gobierno propios.

Lo que querría decir, es que por medio de las municipalidades y esa autonomía se le
otorga a cada cantón la oportunidad de desarrollarse de manera integra, de manera individual
respondiendo a los intereses de mayor importancia para la comunidad a la que representan.

Por otro lado está la definición Jurídica y nos dice que esta autonomía debe ser
entendida como la capacidad que tienen las municipalidades de decidir libremente y bajo su
propia responsabilidad, todo lo referente a la organización de determinada localidad (el
cantón).

Y con relación a esta concepción, queda claro que la misma autonomía le permite a las
municipalidades decidir, sobre la importancia y el orden para atender los asuntos que las
comunidades le vayan haciendo a lo largo de su gobierno.

Esta autonomía municipal implica, la libre elección de sus propias autoridades, libre
gestión en las materias de su competencia y la creación, recaudación e inversión de sus propios
ingresos, como por ejemplo, la recaudación del impuesto sobre la renta. Por ello el Voto 3278-
93 de la sala constitucional dice que los planes y programas del Estado no pueden ser impuestos
a las municipalidades. Si es posible su adhesión libre y voluntaria, pero no son de acatamiento
obligatorio.

Concepto de Alcalde Municipal.

Denomínase alcalde municipal al funcionario ejecutivo indicado en el artículo 169 de


la Constitución Política: La Administración de los intereses y servicios locales en cada cantón,
estará a cargo del Gobierno Municipal, formado de un cuerpo deliberante, integrado por
regidores municipales de elección popular, y de un funcionario ejecutivo que designará la ley.(
Constitución Política de Costa Rica, 7 de noviembre, de 1949)

Pero al querer aterrizar un poco más este concepto decimos que alcalde es aquel, que
ocupa la máxima autoridad de un municipio o ayuntamiento. El alcalde, de este modo, es el
funcionario público de mayor rango en una administración municipal.

II Parte: Normativa Jurídica.

Cuando nos referimos a la normativa jurídica, debemos de entender por normativa


aquella que haya sido establecida mediante un procedimiento adecuado, además que haya
pasado por los diferentes filtros que el ordenamiento le obliga para que se convierta en ley de
la república y pueda ser de acatamiento obligatorio de manera general.

Por ello la autonomía municipal, no pudo surgir de la nada, y a raíz de esto se han
desarrollado en diversos artículos de diversas leyes de nuestro país el concepto y su referente,
es por ello que se van a mencionar algunas de las más importantes leyes que rigen el tema de
la autonomía municipal.

A) Constitución Política.

La Constitución Política de Costa Rica establece en el título XII todo lo relacionado al


Régimen municipal y en 8 artículos ( del 168 al 175) define todo lo relacionado a su
funcionamiento, alcances y limitaciones.
El artículo 168 de la Constitución Política establece que: “Las municipalidades
pertenecen al grupo de entes de descentralización constitucional. Para los efectos de la
Administración Pública, el territorio nacional se divide en provincia; éstas en cantones y los
cantones en distritos. La ley podrá establecer distribuciones especiales”. Este artículo le da una
posición de institución autónoma.

El artículo 169 Constitución Política dice que: “La Administración de los intereses y
servicios locales en cada cantón, estará a cargo del Gobierno Municipal, formado de un cuerpo
deliberante, integrado de regidores municipales de elección popular, y de un funcionario
ejecutivo que designará la ley” Este artículo le da autonomía política que implica el mayor
grado de independencia, y provoca una profunda dilución de los poderes de dirección y
orientación del Poder Ejecutivo, reduciendo significativamente los ámbitos de injerencia de la
Administración Central y ampliando los poderes de decisión y acción del ente descentralizado.
Esto le da a su vez, una autonomía administrativa, normativa y financiera.

Quizá el artículo de mayor interés para efectos del presente trabajo es el artículo 170
que dice “las corporaciones municipales son autónomas. En el Presupuesto Ordinario de
República, se les asignará a todas las municipalidades del país una suma que no será menor al
10 % de los ingresos ordinarios calculados para el año económico correspondiente. La ley
determinará las competencias que se trasladan del poder ejecutivo a las corporaciones
municipales y la distribución de los recursos indicados.”. Este artículo convierte a las
municipalidades en instituciones autónomas y da la posibilidad constitucional de crear una ley
para el correcto funcionamiento de estas.

B) Reglamento del régimen municipal ( Código Municipal).

En este apartado se va a analizar el Código Municipal, Ley número 7794 de 30 de abril


de 1998. Es menester desarrollar lo establecido en la propia legislatura encargada de regir los
municipios para tener un panorama amplio de lo que a ellas se confieren.

Primeramente la razón de esta ley, es definir tanto el concepto de municipalidad como


sus funciones. Las municipalidades son entes territoriales, encargados de administrar los
intereses locales del cantón. Cabe destacar que no existen otros entes a otro nivel provincial o
regional. El artículo 1 del Código Municipal establece que: “el municipio está constituido por
el conjunto de vecinos residentes en un mismo cantón, que promueven y administran sus
propios intereses por medio del gobierno municipal”.

Seguidamente, tenemos la potestad que se le confiere a las municipalidades en su


artículo 2, delegando un grupo de potestades y además características de persona jurídica
estatal, con patrimonio propio y personalidad, capacidad jurídica plena para ejecutar todo tipo
de actos y contratos necesarios para cumplir sus fines. “La municipalidad es una persona
jurídica estatal, con patrimonio propio, personalidad, y capacidad jurídica plena para ejecutar
todo tipo de actos y contratos necesarios para cumplir sus fines”. (Artículo 2 del Código
Municipal). Este artículo viene a dar un respaldo a las actuaciones municipales siempre y
cuando estas se encuentren en el ámbito de lo lícito que el ordenamiento jurídico exige.
Por otra parte, el artículo 3 define su jurisdicción en donde van a desenvolver sus
funciones el cual dice: “la jurisdicción territorial de la municipalidad es el cantón respectivo,
cuya cabecera es la sede del gobierno municipal. El gobierno y la administración de los
intereses y servicios cantonales estarán a cargo del gobierno municipal”.

El artículo 4 le da a esta entidad la autonomía política, administrativa, normativa y


financiera que le confiere la Constitución Política. Dentro de sus atribuciones se incluyen dictar
los reglamentos autónomos de organización y de servicio, así como cualquier otra disposición
que autorice el ordenamiento jurídico, acordar sus presupuestos y ejecutarlos, aprobar las tasas,
los precios y las contribuciones municipales, así como proponer los proyectos de tarifas de
impuestos municipales.

Además, este mismo artículo le permite percibir y administrar, en su carácter de


administración tributaria, los tributos y demás ingresos municipales, -como las patentes por
ejemplo- concertar, con personas o entidades nacionales o extranjeras, pactos, convenios o
contratos necesarios para el cumplimiento de sus funciones, así como convocar al municipio a
consultas populares, para los fines establecidos en esta Ley y su Reglamento.

Por último, pero no menos importante este artículo le confiere a las municipalidades la
capacidad y deber de promover un desarrollo local participativo e inclusivo, que contemple la
diversidad de las necesidades y los intereses de la población impulsando políticas públicas
locales para la promoción de los derechos y la ciudadanía de las mujeres, en favor de la
igualdad y la equidad de género.

Este artículo refleja de manera expresa y de manera amplia, lo que se relaciona con las
potestades que esta organización va a desarrollar a lo largo de su campaña, que pueden ser
desde la parte financiera, hasta promover en las comunidades un desarrollo local y amplio.

C) Ley general de la administración pública

El artículo 103 de la Ley General de la Administración Pública, en el desarrollo de los


principios constitucionales de descentralización administrativa, prevé la potestad del órgano
jerárquico supremo de “organizar… mediante reglamentos autónomos de organización y de
servicio, internos o externos, siempre que, en este último caso, la actividad regulada no
implique el uso de potestades de imperio frente al administrado.
D) Ley General de transferencia de competencias del Poder Ejecutivo a las
Municipalidades

Ley General de transferencia de competencias del Poder Ejecutivo a las


Municipalidades (ley N.º 8801), la presente ley tiene como objetivo establecer los principios y
las disposiciones generales para ejecutar lo dispuesto en el artículo 170 de la Constitución
Política, con el fin de transferir recursos del presupuesto de ingresos y gastos de la República
y la titularidad de competencias administrativas del Poder Ejecutivo a los gobiernos locales,
para contribuir al proceso de descentralización territorial del Estado costarricense.

Ley especial de la Transferencia de Competencias: Atención Plena y Exclusiva de la


Red Vial Cantonal (ley N.º 9329), la presente ley tiene como finalidad transferir a los gobiernos
locales la atención plena y exclusiva de la red vial cantonal regulada en la Ley General de
Caminos Públicos (Ley N.º 5060) en cumplimiento del mandato establecido en el artículo 170
Constitución Política y las disposiciones contenidas en la Ley N.º 8801.

III Parte: Análisis Jurisprudencial.

Sentencia de la Sala Constitucional 2002-063779

“Existe descentralización administrativa cuando las personas jurídicas públicas,


-con personalidad jurídica plena- que buscan fines públicos específicos, tienen aptitud
legal para administrarse a sí mismas. En la Constitución Política encontramos como
ejemplos de descentralización administrativa las instituciones autónomas y
semiautónomas y las primeras requieren para su creación de una votación de dos tercios
de la Asamblea Legislativa (artículo 189 de la Carta Política), lo que obliga al consenso
para desprender el órgano constitucional Poder Ejecutivo, competencias típicamente
administrativas, que adelante serán ejecutadas por el ente autónomo… La
descentralización administrativa conlleva traslado de competencias del Poder Ejecutivo
hacia el nuevo ente creado, el que, en punto a las tareas encomendadas, recibe
competencias normativas limitadas, esto es, la posibilidad de dictar reglamentos
autónomos de organización. El artículo 103 de la Ley General de la Administración
Pública, en el desarrollo de los principios constitucionales de descentralización
administrativa, prevé la potestad del órgano jerárquico supremo de “organizar…
mediante reglamentos autónomos de organización y de servicio, internos o externos,
siempre que, en este último caso, la actividad regulada no implique el uso de potestades
de imperio frente al administrado”.

En esta sentencia de la Sala Constitucional, se afirma que las municipalidades son


instituciones autónomas, es decir, que poseen una descentralización constitucional y por ello,
tienen competencias que les han sido trasladadas. Las municipalidades tienen autonomía
política, administrativa, normativa y financiera. Cabe destacar, que esta última, pese a que en
el artículo 170 de la Constitución Política se estipule una parte del presupuesto anual, cuentan
con una autonomía financiera puesto que generan una gran parte de sus ingresos con los
impuestos y patentes municipales.

Conclusiones.
Teniendo en cuenta cada uno de los aspectos que hemos analizado podemos concluir
en la importancia que las municipalidades tienen como ente autónomo para los ciudadanos,
podemos apreciar aquí la fuente de su creación que respalda jurídicamente todas sus funciones
pero que también rige sus limitaciones, entendemos gracias a ello el funcionamiento que tienen,
sus divisiones territoriales que indican su capacidad de actuar, podemos analizar
detalladamente a que se refiere la importante figura del alcalde como encargado electo
popularmente, de un territorio delimitado dentro de un país autónomo, libre e independiente y
como las distintas funciones realizadas de limpieza, mantenimiento, entretenimiento, seguridad
etc son un descargo de tareas para el gobierno del país.

Las distintas normas analizadas nos permiten ver aspectos que normalmente omitimos
sobre el alcance de la autonomía y su importante valor constitucional para los habitantes de
cada cantón que perciben desarrollo, orden, seguridad y demás aspectos que son dados gracias
a los municipios que tiene vida propia por el importante concepto constitucional denominado
Autonomía.
Bibliografía.

Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica.(7 de noviembre 1949).Constitución


Política de Costa Rica. La Gaceta. Recuperado de:
https://pdba.georgetown.edu/Parties/CostaRica/Leyes/constitucion.pdf.

Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica.(28 de abril 2010).Ley General de


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Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica. (02 mayo 1978). Ley General de
administración Pública (Ley N° 6227). La Gaceta. Recuperado de:
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Romero-Pérez, J. E. (18 al 20 de febrero del 2004.). LA AUTONOMÍA CONSTITUCIONAL


DE LAS MUNICIPALIDADEs. Ponencia al Congreso Internacional de Estudios
Municipales., 132-134. Recuperado de:
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Sentencia de la Sala Constitucional 2002-063779
Universidad de Costa Rica

Facultad de Derecho
Escuela de Derecho

Derecho Constitucional III

Prof. Ronald Salazar


Grupo 03

La Potestad Tributaria de las Municipalidades

Grupo 10:
Daniela García, B83191
Mariana González, B83368
Mariela Sanabria, B87274

Mayo, 2020
I Ciclo

I. Las Municipalidades y su autonomía:


Las municipalidades son instituciones descentralizadas del Estado que gozan
de independencia administrativa y están sujetas a la ley en materia de gobierno. Sus
directores responden por su gestión (artículo 188 de la Constitución Política). La Sala
Constitucional ha afirmado la autonomía municipal, respaldando el artículo 170 de la
Constitución Política. Dicho artículo hace referencia a la autonomía de las
municipalidades, el presupuesto asignado para éstas (que constituye un monto no
inferior al 10% de los ingresos ordinarios calculados para el año económico
correspondiente) y la determinación de la ley de las competencias que poseen y la
distribución de los recursos que perciban.
Respecto a la Autonomía Municipal, resulta de importancia hacer referencia a
la sentencia 005445-99 de la Sala Constitucional, que señala lo siguiente: “En Costa
Rica el régimen municipal es una modalidad de la descentralización territorial[...].
[...]los artículos 169 y 170 de la Constitución Política que señalan, en lo que interesa,
que la "administración de los intereses y servicios locales estará a cargo del Gobierno
Municipal formado por un cuerpo deliberante de elección popular y de un funcionario
ejecutivo que designa la ley"[...]; es un "sistema corporativo que goza de autonomía
y de recursos económicos propios (competencia presupuestaria)". [...] autonomía
debe ser entendida como la capacidad que tienen las Municipalidades de decidir
libremente y bajo su propia responsabilidad, todo lo referente a la organización de
determinada localidad”. Esto implica la autonomía política que constituye la libre
elección de sus propias autoridades mediante elecciones democráticas y
representativas, dando origen al autogobierno (Artículo 169 de la Constitución
Política); la autonomía normativa que brinda a las municipalidades la potestad de
dictar su propio ordenamiento, lo cual se refiere únicamente a la potestad
reglamentaria para la organización de la corporación y los servicios que presta; la
autonomía tributaria que implica que la creación, modificación, extinción o exención
de los tributos es una labor de las municipalidades; y la autonomía administrativa que
abarca la capacidad de crear su propia normativa y la autoadministración, es decir,
las municipalidades cuentan con independencia frente al Estado para la toma de sus
decisiones fundamentales. A raíz de lo anterior se rescata lo siguiente: las
municipalidades operan de forma descentralizada, cuentan con autonomía
consagrada constitucionalmente y son entes territoriales de naturaleza corporativa y
pública no estatal (tal y como lo señala la sentencia 11406-2017 de la Sala
Constitucional al indicar que “los municipios son una corporación territorial encargada
de la administración y gestión de los intereses y servicios locales”) lo cual implica su
independencia para autogobernarse y para su funcionamiento. La autonomía
municipal abarca la libre elección de sus autoridades, la libre gestión de los temas
que sean de su competencia y la creación, recaudación y distribución de sus ingresos.

II. La potestad tributaria de las Municipalidades:


Es especialmente relevante resaltar la autonomía tributaria de las
municipalidades costarricenses, y su fuerte conexión con el principio de
corresponsabilidad fiscal. El principio de corresponsabilidad fiscal está fundamentado
en la necesidad política de descentralizar los ingresos públicos y por ende
descentralizar el gasto público (Serrano Antón, 2013). Dicho principio demanda la
participación de las municipalidades en el establecimiento y fijación de tributos, a
través de la soberanía legislativa, con el fin de evitar caer en el paternalismo y
fomentar la coordinación entre los entes del gobierno. De tal manera, las
municipalidades deben aportar su propio esfuerzo fiscal con el fin de financiar sus
propios bienes y servicios públicos.
Respecto a los tributos, el Voto 1631-91 de la Procuraduría General de la
República indica que las municipalidades crean los impuestos, mientras que la
Asamblea Legislativa los autoriza o aprueba. Establece que: “Dispone el artículo 170
de la Constitución Política que las corporaciones municipales son autónomas. De esa
autonomía se deriva, por principio, la potestad impositiva de que gozan los gobiernos
municipales, en cuanto son verdaderos gobiernos locales, por la que la iniciativa para
la creación, modificación o extinción de los impuestos municipales corresponden a
esos entes, ello sujeto a la autorización legislativa establecida en el artículo 121 inciso
13 de la Constitución Política, la cual es, por su naturaleza, más bien un acto de
aprobación, pero ambos casos, tanto la autorización como la aprobación, se tratan de
una actividad tutelar.” Es decir, la autorización emanada del Poder Legislativo de los
impuestos municipales que establece el inciso 13 del artículo 121 de la Constitución
Política constituye un acto de autorización tutelar. Dado que su potestad es
únicamente la aprobación, el acto objeto de ésta es propio de la competencia del
órgano del que fue emanado. El Poder Legislativo puede autorizar o rechazar una
propuesta respecto a un impuesto municipal, más no puede modificarlo o crear uno
nuevo, dado a que la autonomía municipal amparada constitucionalmente se lo
impide. El artículo 4 inciso e) del Código Municipal establece que “La municipalidad
posee autonomía política, administrativa y financiera que le confiere la Constitución
Política. Dentro de sus atribuciones se incluyen las siguientes: e) Percibir y
administrar, en su carácter de administración tributaria, los tributos y demás ingresos
municipales.” Asimismo, el artículo 77 del Código Municipal dispone que “La
municipalidad acordará sus respectivos presupuestos, propondrá sus tributos a la
Asamble Legislativa[...]. Solo la municipalidad previa ley que la autorice podrá dictar
las exoneraciones de los tributos señalados”.
El gobierno municipal está compuesto por el Concejo e integrado por regidores,
un alcalde y su suplente. Todos elegidos popularmente (Artículo 12 del Código
Municipal). El artículo 13 inciso b) del Código Municipal señala dentro de las
atribuciones del Concejo “Acordar los presupuestos y aprobar contribuciones, tasas y
precios que cobre por los servicios municipales, así como proponer los proyectos de
tributos municipales a la Asamblea Legislativa.” Es decir, es el Concejo el ente que
envía a la Asamblea Legislativa los proyectos de tributos para su aprobación. Una vez
que el proyecto llega a conocimiento de la Asamblea Legislativa, la Comisión de
Asuntos Municipales y Desarrollo Local Participativo está encargada de promulgar los
dictámenes de los proyectos de tributos municipales (Artículo 85 respecto a
“atribuciones” inciso b) del Reglamento Legislativo). Los tributos entrarán en vigencia
cuando, tras haber sido aprobados por la Asamblea Legislativa, son publicados en la
Gaceta (Artículo 81 del Código Municipal).
A su vez, el artículo 4 inciso d) del Código Municipal señala dentro de las
atribuciones de la municipalidad la facultad de “Aprobar las tasas, los precios y las
contribuciones municipales, así como proponer los proyectos de tarifas de impuestos
municipales.” En nuestro país hay dos tipos de impuestos, los nacionales y los
municipales. Los impuestos municipales son creados por el Concejo de cada uno,
ejercitando una potestad tributaria derivada; y son posteriormente enviados a la
Asamblea legislativa para su autorización. El destinatario de estos impuestos lo
constituye el gobierno local para costear los gastos de la prestación de servicios
locales.

III. Tributos municipales:


Para entender con más profundidad la potestad tributaria de las
municipalidades, es especialmente relevante entender los tributos impuestos por las
municipalidades y el fin que cumplen. Conociendo los distintos ingresos que reciben
la municipalidades como resultado de estos tributos, podemos entender la
corresponsabilidad fiscal que ejercen las municipalidades.
Existen tres maneras de acercarse a la actividad económica como objeto de
gravamen: (i) Desde la perspectiva del consumo, donde se pueden gravar las ventas
realizadas dentro de una localidad; (ii) Desde la perspectiva de la renta, manifestada
a través de los beneficios empresariales o bien, gravando los ingresos percibidos por
los ciudadanos; y (iii) Desde la utilización de factores productivos, que puede ser
recogido a través de tipos diferenciados como el impuesto a la propiedad, el gravamen
de las nóminas de empresas, o al gravar los factores productivos utilizados
(Monasterio Escudero et al, 1996). Nuestras municipalidades se atienen al modelo de
gravar el consumo y la utilización de factores productivos. Según la sentencia 2197-
92 de la Sala Constitucional, se justifica el impuesto de las actividades económicas o
patentes de la siguiente manera: “la principal justificación teórica para imponer [el
tributo] es la ya tradicional en el ámbito del Derecho Municipal, que lo define como la
imperiosa necesidad de sufragar el costo de los servicios públicos que el particular
recibe de la Municipalidad; es decir, que los negocios comerciales o las actividades
lucrativas, según la nomenclatura que utiliza nuestro Código Municipal, se ven
altamente beneficiados con la seguridad, el orden, el aseo y la actividad municipal en
general, por lo que deben contribuir con el Gobierno local”. Dicha sentencia ilustra la
correlación directa y con fin simbiótico de gravar las actividades comerciales y
lucrativas a cambio de las condiciones de beneficio que le ofrecen las
municipalidades.
En virtud de lo anterior, los principales impuestos utilizados por las
municipalidades son: el impuesto sobre las actividades económicas, también
conocidos como las patentes, el impuesto de construcciones, los impuestos de bienes
inmuebles, las tasas municipales, y como medio adicional, las contribuciones
especiales.
El impuesto sobre las actividades económicas, o las patentes, establecen el
impuesto que grava a todas las personas físicas o jurídicas que se dediquen a ejercer
cualquier actividad lucrativa dentro de los cantones (Torrealba, 2014). Luego, existe
el impuesto de construcciones. Este impuesto está muy relacionado a la potestad de
las Municipalidades para planificar el desarrollo urbano dentro de los límites de su
territorio conforme al concepto constitucional de intereses y servicios locales, según
el artículo 169 de la Constitución. Por ende, las Municipalidades utilizan herramientas
como la licencia municipal o permiso de construcción para regular y fiscalizar toda
obra que se realice dentro de su jurisdicción territorial. Adicionalmente, se utiliza el
impuesto a las construcciones con una finalidad extrafiscal relacionada con el control
sobre las construcciones que se realizan en los diferentes sectores del país
(Torrealba, 2014).
En cuanto al impuesto sobre los bienes inmuebles, este impuesto es de
especial importancia, ya que la Ley del Impuesto sobre Bienes Inmuebles, No. 7509
del 9 de mayo de 1995 marcó un antes y un después en cuanto a la autonomía de las
Municipalidades, transfiriendose el hasta entonces impuesto territorial creado por el
Estado central (Torrealba, 2014). Según el artículo 1 de dicha ley, el hecho generador
de este impuesto es la titularidad de derechos de goce y disfrute sobre bienes
inmuebles dentro de los cantones.
Por último, las tasas municipales se establecen en el artículo 74 del Código
Municipal. Las tasas municipales son una contraprestación por la prestación de un
servicio público por parte de las Municipalidades, como por ejemplo el servicio público
de la recolección de basura.

IV. Análisis del sistema tributario municipal costarricense:


Es posible encontrar la realidad aplicada de esta potestad de las
municipalidades en las distintas sentencias dictadas tanto por la Sala Constitucional
así como por el Tribunal Contencioso Administrativo. Dentro de las sentencias
encontramos algunos conflictos desarrollados de esta potestad. Por ejemplo en la
Sentencia Nº 00079 - 2014, del Tribunal Contencioso Administrativo menciona, como
argumento para justificar la suma establecida por la Municipalidad en sus impuestos
de renta por patentes: “De lo dispuesto en el artículo 170 de la Constitución Política,
se deriva la autonomía de segundo grado o de gobierno de las municipalidades,
concepto y principio del cual emana el poder impositivo o tributario municipal para
procurarse los ingresos necesarios para sufragar el costo de los servicios públicos
que el particular recibe de las corporaciones locales. Ello lo puede hacer siempre que
cumplan con los procedimientos legales necesarios, y se manifiesten en tributos que
se sujeten a los principios constitucionales propios de esa materia; de modo tal que,
en esta materia, la Asamblea Legislativa únicamente emite en esta materia un "acto
de autorización típicamente tutelar ".” Asimismo menciona el Artículo 121, inciso 13
de la Constitución Política el cual establece la posibilidad de las municipalidades de
establecer o modificar sus impuestos libremente. Esta sentencia también menciona
que esta potestad es desarrollada bajo el precepto de la Administración Tributaria, la
cual se encuentra definida en el Código de Normas y Procedimientos Tributarios en
su Art. 99: “Se entiende por Administración Tributaria el órgano administrativo
encargado de gestionar y fiscalizar los tributos, se trate del fisco o de otros entes
públicos que sean sujetos activos, conforme a los artículos 11 y 14 del presente
Código. Dicho órgano puede dictar normas generales para los efectos de la aplicación
correcta de las leyes tributarias, dentro de los límites fijados por las disposiciones
legales y reglamentarias pertinentes. Las normas generales serán emitidas mediante
resolución general y consideradas criterios institucionales. Serán de acatamiento
obligatorio en la emisión de todos los actos administrativos y serán nulos los actos
contrarios a tales normas.” De esta manera se encuentra sustentado la potestad
tributaria municipal en distintos códigos y normas, dándole un mayor apoyo Estatal a
prevalecer los tributos impuestos por las Municipalidades.
En el voto N 1631-91 de la Sala Constitucional se menciona que se dispone
del Art. 170 de la Constitución Política y de la autonomía municipal, establecida en el
Código mencionado, que se deriva de la potestad impositiva que poseen las
municipalidades, ya que se consideran gobiernos locales. De esta potestad impositiva
es que se desarrolla el poder de que por iniciativa municipal se pueda dar la creación,
modificación o extinción de los impuestos municipales. En esta misma sentencia se
habla sobre la aprobación de la Asamblea Legislativa, estableciendo que: “no es sino
un acto de autorización típicamente tutelar, consistente en la mera remoción de un
obstáculo legal para que la persona u órgano autorizado realice la actividad
autorizada, actividad de que es titular ese órgano autorizado y no el autorizante. La
Asamblea tiene potestad únicamente para autorizar los impuestos municipales.” De
esta manera reduce la aprobación a un mero trámite y no a un requisito esencial del
proceso de la fundamentación de los tributos. Asimismo menciona que la Asamblea
Legislativa no posee potestad alguna sobre este proceso ya que su única función,
textualmente, es aprobar y que esto no implica potestad para hacer alguna
modificación. La Resolución Nº 18874 - 2008 sustenta esto cuando establece que “se
debe entender que esa autonomía tributaria municipal está referida a la exclusividad
de la iniciativa, sin que pueda el legislador introducir reformas o variaciones, o lo que
es lo mismo, no tiene poder de enmienda, por cuanto se trata de un acto autorizatorio
de parte del órgano parlamentario (a través de la ley), como bien lo ha considerado
este Tribunal en su jurisprudencia” De esta manera fortalece en la realidad práctica la
autonomía que poseen las Municipalidades y la potestad de establecer impuestos a
su conveniencia.
Consideramos que el sistema tributario municipal presenta una gran cantidad
de ventajas y desventajas. Es de suma importancia la autonomía municipal,
especialmente considerando el estatus de las municipalidades como instituciones
descentralizadas del Estado. Su independencia administrativa y tributaria le permiten
evitar caer en comportamientos de un Estado paternalista o excesivamente
centralizado, permitiendo además un cierto nivel de soberanía y control a los
residentes de cada cantón. Sin embargo, al estudiar el sistema tributario municipal
actual, salen a brillar aspectos del sistema en que carece la coordinación y buena
comunicación entre las municipalidades y el Estado.
De igual manera, existe fuerte disparidad entre ciertas municipalidades, debido
a la riqueza o bienes de las que algunas gozan. Dentro del la Gran Área Metropolitana,
algunos cantones se favorecen de tener importantes carreteras, universidades,
museos, o en general mejores condiciones de vida, entonces existen mayores
aglomeraciones de personas dentro de ellos, concentrando riqueza. En áreas rurales,
los cantones que contienen lugares de destino turístico o de vacaciones se favorecen,
usualmente concentrado alrededor de las costas, mientras que los cantones más
alejados de tal se ven perjudicados por su ubicación. La autonomía tributaria de estas
municipalidades puede interferir en ciertos momentos con la igualdad entre las
diferentes secciones de nuestro país.
Dicho lo anterior, los diferentes sectores del país están en constante cambio y
revolución, con cantones tomando cada vez mejores medidas para sus residentes.
Existe un largo camino adelante en cuanto a participación ciudadana en temas
municipales y mejor coordinación dentro del gobierno, sin embargo, el actual modelo
tributario es la ideal base para estos avances.
BIBLIOGRAFÍA
NORMATIVA
De la Constitución Política artículos:
● 188
● 170
● 169
● 121

Del Código Municipal artículos:


● 77
● 12
● 13
● 81
● 4

Del Reglamento Legislativo artículos:


● 85

Del Código de Normas y Procedimientos Tributarios:


● 99

Ley del Impuesto sobre Bienes Inmuebles

JURISPRUDENCIA
1. SALA CONSTITUCIONAL. Voto No. 2311-95 de las 16:12 horas del 9 de mayo
de 1995
2. SALA CONSTITUCIONAL. Resolución No. 00467-1998 del 26 de enero de
1998
3. SALA CONSTITUCIONAL. Resolución Nº 02197 - 1992 del 11 de Agosto del
1992
4. PROCURADURÍA GENERAL DE LA REPÚBLICA. Sentencia No. 1631-91 de
las 15:15 horas del 21 de agosto de 1991
5. SALA CONSTITUCIONAL. Resolución No. 03450-1995 del 4 de julio de 1995
6. SALA CONSTITUCIONAL. Sentencia No. 0055445-99 de las 14:30 horas del
14 de julio de 1999
7. SALA CONSTITUCIONAL. Resolución No. 11406-2017 del 19 de julio del 2017
8. OPINIÓN JURÍDICA. OJ-131-2000 del 27 de noviembre del 2000
9. TRIBUNAL CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO. Resolución Nº 00079 - 2014 del
30 de Mayo del 2014
10. SALA CONSTITUCIONAL. Voro Nº 1631--91 del 21 de Agosto de 1991
11. SALA CONSTITUCIONAL. Resolución Nº 18874 - 2008 del 19 de Diciembre del 2008

OTRAS FUENTES
ROMERO, Jorge. (2004) La Autonomía Constitucional de las Municipalidades
Ponencia al Congreso Internacional de Estudios Municipales. San José, Costa Rica.

SERRANO ANTÓN, Fernando. (2013) El principio de corresponsabilidad fiscal:


fundamento y límites de los ingresos en la Constitución española. Quito, Ecuador.

MONASTERIO ESCUDERO, Carlos y SUÁREZ PANDIELLO, Javier. (1996) Manual


de hacienda autonómica y local. Editorial Ariel, Barcelona. p. 163-164, 187.

TORREALBA, Adrián. (2014) Visión General del Sistema Tributario Municipal. Costa
Rica.

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