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Asaltando al Corazón

Edward and Bella


Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 1
Asalto

Bella POV 

Me encontraba como todos los fines de mes, camino hacia el supermercado. Ya era una
costumbre así que al llegar tome un carrito y saque del bolso la lista de las cosas que
necesitaría. Me encamine al pasillo de frutas y verduras pero este estaba muy
congestionado por lo que decidí ir por un cereal. Mientras escogía entre el sabor a fresas o
chocolate. Escuche los gritos de las personas.

-Esto es un asalto- gritó un hombre que tenía un pasa montañas sobre el rostro.

Todas las personas empezaron a gritar histéricas, por mi parte sólo solté el carrito y mire a
los asaltantes. Cuando unos penetrantes ojos verdes me atraparon. Nos quedamos unos
minutos así mirándonos olvidándonos de nuestro alrededor. También tenía su rostro
cubierto por el pasa montañas. Desvió su mirada.

-No se muevan- hablo por vez primera. Su voz de terciopelo inundo el lugar.- Vamos
busquen los malditos papeles y la caja- dijo en tono autoritario.

Tres de los asaltantes se dirigieron a las oficinas y los demás junto con él, se quedaron con
el resto de los presentes. Un joven camino hacia ellos y él soltó un disparo. Caí al piso de la
impresión, cuando levante la vista para encontrarme con lo peor, el joven que se acerco a
ellos estaba en su antigua posición.

El hombre de ojos esmeraldas volvió a mirarme y le susurró algo a uno que se encontraba
junto a él. Este asintió y me miro.

Caminó hacia a mí a paso lento, al quedar frente a mi. Se agacho y me susurró al oído.

-Espera mi señal- se aclaro la garganta- Si no lo haces date por muerta. Gritare ya y


caminarás atrás de ese Stand hacia nosotros- me miró a través de sus ojos oscuros- Sabes lo
que te pasará si no lo haces.

Se levanto y caminó hacia donde su jefe o eso suponía por el tono autoritario que el
hombre de ojos verdes tenía.

- Ya está Jefe- dijo unos de los hombres que envió a la oficina. Los otros dos venían con
unos sobres y una bolsa negra.

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-Nadie se mueva hasta que estemos fuera- dijo el chico de ojos oscuros- Y saben los que le
va a pasar si hablan- soltó un disparo al aire- Van a morir.

Luego me miró y dijo.- Ya....

Me levanté a paso torpe. Tropecé dos veces con mis propios pies. Pero logre salir por
donde el me indico al llegar el estaba ahí, le indico algo al chico de ojos oscuros y este le
sonrío.

-Sígueme- me dijo y lo seguí hasta una camioneta- Entra- dudé un momento - Sabes lo que
te ocurrirá si no lo haces ¿Cierto?- y entre.

El viaje duró aproximadamente 30 minutos estaba sentada entre dos hombres enormes. El
chico de ojos oscuros se quito el pasa montañas y me miró. Su rostro era como el de un
niño grande su cabello era rizado oscuro del mismo tono que el de sus ojos.

- El Jefe quiere hablar contigo- lo mire aterrada ahora si tenía miedo. No sabia que quería
él de mi- Tranquila- me dijo- No te va hacer daño claro si cooperas.- No le respondí, sólo
deje escapar un sollozo.

- Ya llegamos- dijo- Bájenla- les ordenó a los grandulones. Estos me ayudaron a bajar de la
camioneta y cada uno se coloco a un lado mío.

-Vamos- dijo y camine con la mirada en el suelo. Cuando por fin tuve el valor de ver a
donde habíamos llegado me quede impresionada. Era una casa de tres plantas, de un
blanco elegante, afuera de esta había un gran jardín y muchos árboles que la rodeaban.
Cuando estábamos justo al frente de la puerta está se abrió y salió una mujer que parecía
miss universo. Era alta de un cuerpo de revista, de ojos azules como el mar y cabello rubio
que le llegaba hasta la cintura. Corrió hasta el grandulón y lo beso.

-Emmett- gritó eufórica- Has llegado- y le plantó otro beso.

-Sí- afirmó este- Aquí estoy amor.

La rubia lo abrazó, y fue en ese instante que se dio cuenta de mi presencia. Se separó de él
y lo miro ceñuda.

-¿Quién es ella Emmett?- preguntó enojada.

-Mejor porque no se lo preguntas a tu hermano- le respondió.

-La secuestraron Emmett- dijo la chica histérica- Están locos. -gritó.

-Tranquila Rose - le dijo- No creo que esté por mucho tiempo.


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La chica lo ignoró. Y camino hacia mí. Me observo y sonrío.

-Hola soy Rosalie Cullen- me extendió su mano.

-Bella Swan- le dije y estreche su mano. No sé porque pero ella me inspiraba confianza.

-Ven- dijo y tomó mi mano.- Te mostraré la casa- dude y el grandulón asintió.

Entramos a la estancia era mucho más hermosa que por fuera. Estaba pintada de colores
claros que contrastaban con los muebles. Subimos al segundo piso y entramos a una
recámara que era como el tamaño de mi pequeño departamento. Me indico que me sentará
y asi lo hice pues estaba hecha un charco de nervios.

-Tranquila Bella- me dijo- No dejaré que te suceda nada- aseguró- Es más no creo que mi
hermano sea capaz de hacer algo que tu no quieras.- sonrío.

Sólo pude asentir. Si no quisiera hacerme daño no me hubiera secuestrado. pensé.

-Cuéntame de ti - dijo Rosalie con un sonrisa- Sabes no tengo amigas a parte de Alice, y me
gustaría que tú fueras mi amiga.- me sonrío.-¿Estudias?-.preguntó.

-No. Por ahora trabajo en una biblioteca-le sonreí- Es el trabajo perfecto.

Me miró ceñuda. Había confusión en su rostro.

-Es que me encantan los libros- le explique- Algún día quiero llegar a ser una gran
escritora- sonreí al pensar en eso. Era mi sueño desde pequeña.

-Que bien eres una persona soñadora. Espero comprar tu Saga- dijo y sonreímos.

-Espero autografiarlos - le dije y nos reímos más.

Toc, Toc, Toc....

Tocaron a la puerta y Rosalie fue a abrirla.

-Pasa- dijo entre dientes.

-Rosalie debemos irnos- dijo Emmett en tono serio.- Tu hermano ha llegado y quiere
hablar con la chica.

-No la pienso dejar sola Em - dijo Rosalie.

-Tranquila preciosa, él no le hará daño sólo quiere conversar con ella.

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-¿Seguro Em?- le pregunto Rose.

-Sí amor. Crees que te mentiría.

-Bueno te creo, pero tomare medidas.- se giró hacia mí- Ten Bella- me dio un celular- Si el
estúpido de mi hermano se llega a pasar me llamas Ok.

-Esta bien Rosalie- le respondí tomando el celular.

-Rose, sólo Rose - me sonrío- Aprieta el número 1 y estarás llamando a mi casa si lo llegas
a necesitar. Nos Vemos Bella- se acercó y me dio un beso en la mejilla.

-Adiós Rose- me despedí agitando mi mano ya que ella se encaminaba a la puerta.

-Bella- habló el grandulón- Ve al tercer piso a la habitación de la derecha. - asentí- Él


hablara contigo allí.

Cerró la puerta. Caminé hacia la gran ventana de cristal que daba a fuera de la casa. Vi a
Rosalie y Emmett subirse en una hummer. Me armé de valor y subí las escaleras, abrí la
puerta de la recámara y no había nadie.

Sobre la cama habían bolsas de Victoria Secret´s, Guess, Gucci y marcas reconocidas. Pero
ni siquiera las mire. Me senté en la cama a esperar a que él se dignara en venir.

La puerta se abrió. Y desvié la mirada. No tenía ganas de verlo.

-Hola- susurró- Espero que estés cómoda. Podrías mirarme por favor- pidió.

-No quiero- le dije con mucha valentía.

-Por favor.... suplicó con su voz de terciopelo. Qué tramposo quien no iba a ceder con una
voz así. Giré lentamente para encararlo. Y me quede paralizada.

Era el hombre más hermoso que había visto en mi vida. Alto de tez lívida y pómulos
sonrosados, sus ojos eran verde esmeralda y su pelo cobrizo alborotado. Su cuerpo era la
tentación, era musculoso y sus brazos se veían fuertes.

-¿Cómo te llamas?- preguntó.

-No te importa- le respondí. Y desvié la mirada.

-Si que eres valiente- se acercó- Pero si me importa demasiado, como te llamas.- se agacho
y rozo mi mejilla con el dedo pulgar. Sentí como mi estómago se lleno de mariposas y
miles de choques eléctricos traspasaron mi piel.

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-Bella- le dije- Mi nombre es Isabella pero prefiero Bella.

-Pues Bella será preciosa- dijo y volvió a tocar mi rostro.- Mi nombre es Edward Cullen.

-¿Qué quieres de mi?- le pregunte.

- Te quiero a ti- respondió.

-Eso no va a pasar- dije y me pare de la cama- Nunca voy a ser tuya.

-Nunca digas nunca pequeña- murmuro en mi oído. Eso me hizo estremecer y el rió bajito.

-Déjame irme- le supliqué- Por favor.

-Tienes familia - pregunto furioso.

-No- respondí

-Entonces no me pidas eso- me tomo por la cintura- Te acostumbrarás te lo juro.

Y sin más preámbulo me beso. Cuando sus labios hicieron contacto con los míos no me
pude controlar, le respondí a ese beso con amor. Era la primera vez que alguien me besaba
y me sentí en el cielo, aunque el que me besara fuera mi secuestrador. Paso su lengua por
mi labio inferior pidiendo permiso y se lo concedí. Nuestras lenguas danzaron como si
fueran una sola. Nos separamos cuando necesitamos aire y lo abrasé. Parece loco, pero
nunca me había sentido tan protegida y tan bien con alguien. No importaba que este fuera
mi secuestrador. Sentía algo muy fuerte por Edward, ahora era yo la que no lo podría
dejar.

-¿ Te quedarás?- preguntó con el rostro desencajado- No voy a obligarte a nada.

-Sí- respondí segura de lo que decía- Me quedare contigo.

Me beso en la frente y me condujo hacia la cama. Me recosté en su pecho y caí en un


profundo sueño.

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Capítulo 2
Alice

 Desperté algo desorientada, cuando sentí unos fuertes brazos sujetar mi cintura, imágenes
de lo ocurrido el día anterior inundaron mi mente. Sonreí aunque parezca loco, reír
después de ser secuestrada no era normal, pero aunque él me secuestro eso no importaba.
Para ser sincera si él me lo hubiera pedido, feliz hubiera aceptado.

Lo mire yacía completamente dormido, parecía un ángel. Acaricie su rostro se movió un


poco y me apreté más a él, aspirando su delicioso olor. Estaba acostada al lado del hombre
más hermoso del universo y él me tenía abrazada. Era más de lo que podía pedir. Como
podía un hombre como él tener negocios sucios-pensé.

-Buenos días- me dijo al oído. Me sobresalte ya que no sabía que estaba despierto.

-Buenos días dormilón- lo besé- Hace cuanto despertaste- le pregunté.

-Lo suficiente para verte sumida en tus pensamientos-dijo y su semblante se volvió triste-
¿En que pensabas Bella quieres irte?- dijo en un susurró.

-Claro que no tontito- le dije y lo abrasé- Yo quiero estar a tu lado Edward- le aseguré.

-Yo también Bella, pero en esta vida corres mucho peligro amor- me dio un besó en la
frente- Si quieres quedarte conmigo debes aprender a protegerte- dijo en tono serio.

-Aprenderé lo que sea necesario para estar contigo amor- le dijé.

-Luego hablaremos sobre eso.- me sonrío- ¿Qué quiere hacer hoy pequeña?- preguntó.

-Mmm...-dije y el rió- No lo sé, déjame pensar.

-Claro pequeña- me besó con pasión yo le respondí con la misma, sentía que me quemaba
la piel. Estábamos disfrutando nuestro beso cuando su celular empezó a sonar.

-Demonios- exclamó y cuando vio el identificador de llamadas sonrío.-Hola Alice ¿Cómo


estas?.- soltó una carcajada y se alejó de la cama.

¿Quién demonios era la tal Alice? ¿Por qué Edward tenía risa de tonto al ver el
identificador? ¿Será su novia o quizá prometida? Estúpida, estúpida me repetí
mentalmente como puedes ser tan absurda de pensar que él siente algo por ti. Lo único
que quiere es acostarse contigo y tu de boba se la pones fácil.

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Camine hacia el baño y di un portazo al entrar. Estaba molesta por ser tan idiota de creer
que él sentía algo. Vamos Bella deja de pensar boberías.

-Bella ¿estás bien?- preguntó al otro lado de la puerta.

-Sí - respondí enfurruñada.

-Porque no sales amor- me pidió.

-No quiero- le dije .

-Vamos amor que alguien quiere conocerte- dijo

-¿Quién?-pregunte.

-Alice- me dijó- Es mi hermana Bella quiere conocerte y nos invito a desayunar a su


departamento.

Alice su hermana... bravo Bella me dijo una voz ya desconfiabas de él y sólo es su


hermana.

Le abrí la puerta y el me abrazo tiernamente.

-En el closet hay algo de ropa, después puedes ir de compras. En 20 minutos nos vamos
cielo- me beso la punta de mi nariz. Y salió de la recámara.

Tomé un relajante baño y busque entre las bolsas que estaban en el closet. Había ropa
finísima, pero opte por un vestido sencillo de flores que me llegaba a medio muslo. Y unos
zapatos de bailarina. Deje mi cabello suelto y me coloque algo de brillo en los labios.

Baje las escaleras animadamente. Edward se encontraba al pie de estas y al verme casi se le
salen los ojos. Sólo pude sonreír por su reacción.

-Estoy lista- dije cuando estuve al frente de él.

-Estas hermosa amor- dijó- Tendré que cuidarte si sigues optando por vestir esos vestidos
que sólo cubren lo necesario.- me sonroje por su comentario. -Vámonos.- me ofreció su
mano y la tome sin dudar.

Llegamos al garaje y nos subimos a un Volvo C80.

-¿Es tu auto?- le pregunte.

-Sí- respondió con una sonrisa.

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-No le molestara a tu hermana que lleves a alguien- le dijé insegura por la reacción de la
tal Alice.

-Por supuesto que no pequeña- me acaricio la mejilla- Estoy seguro que le caerás bien.

-Ya llegamos- anunció. Y bajo para abrirme la puerta. Entramos al edificio tomados de la
mano.

-Señor Cullen.- lo saludó una rubia que salía del ascensor. Y lo miró como si él fuera un
postre.

-Señorita Laurent- la saludó en tono educado. Ella asintió y salió del ascensor.

-¿Quién es?- le pregunte hecha una fiera. Por como lo miró la tal Laurent.

-Es una vecina de Alice.- sonrío-¿estás celosa?- pregunto inocente.

-Sí- le dije furiosa- Y espero que no te vuelva a mirar así porque quedara sin su hermosa
cabellera.

-Eres una fiera- dijo sorprendido- Mi mujer tiene carácter.

-Pues que bien que lo sepas- le dije amenazadoramente- Porque si llegas a mirar a
cualquier chica no importa quien sea te las veras conmigo- el sonrío y se le escapo una
carcajada que parecía una hermosa melodía- No juego Edward Cullen.-le dije seriamente y
dejó de reírse.

-Ya entendí pequeña- me dijó como asustado.

Salimos del asensor y yo seguía enfurruñada por lo ocurrido con la rubia oxidada.

-Bella- me dijo- Me perdonas- Hizo un puchero- Por favor, di que ¿si?

-JAJAJAJAJAJA wao.....- dijó un hombre alto felino de cabellos dorados y ojos azules
iguales a los de Rosalie- Una bella dama manda al gran Edward Cullen- y siguió riendo.

-Basta Jasper- le dijó una chica pequeña de cabello negro como el carbón que salia en todas
las direcciones. Parecía un duendecillo por sus facciones. Avanzó hacia donde nos
encontrábamos Edward y yo, sus andares eran gráciles parecía una bailarina.

-Tú debes ser Bella ¿Cierto?- preguntó la bailarina.

Asentí.

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-Soy Alice Cullen- se presentó y me abrazo, le respondía a su abrazo.- Pasen adentro esta
Rose y Em.

Edward me abrazo y pasamos al departamento. Rose y Emmett veían televisión. Rose


volteo al oir la puerta cerrarse y corrió hacia mi y me abrazo.

-Bella- exclamó- Que alegría verte- me dijó con una gran sonrisa.

-Hola Rose- le dije sonriendo-¿Cómo has estado?-le pregunté.

-De maravilla- contestó.

El grandulón se acerco y me sonrío. Le devolví la sonrisa, avanzo y me dió un abrazo que


me dejo sin aire.

-Bájala ya Emmett - lo amenazo Edward. Y me bajo. Edward me tomó entre sus brazos.

-Tranquilo Ed - le dijó Em- Verdad que no te enojaste por el abrazo hermanita- me dijó.

-No- le dijé y soltó una carcajada.

-Bueno Edward porque no la sueltas para poder desayunar- le dijó riendo- O será que
todavía tienes ganas de hacerle cositas sucias- le golpeo juguetonamente el brazo- No fue
suficiente anoche.

-Cállate Em- le dijo Edward- No paso nada ok.

Emmett rió con fuerza. Y Jasper tosió para disimular la risa.

-Te tienen a dieta Ed- dijó Emmett entre risas. Y todos reímos por su comentario, menos
Edward que estaba furioso.

Desayunamos entre risas por los comentarios que hacía Emmett.

-Bella mañana iremos de compras. ¿Te unes?- me preguntó.

-Claro- le dije.

-Acabas de firmar tu sentencia de muerte Bella- me dijo Jasper y todos empezaron a reir.

-¿Por qué?-

-Alice es una compradora compulsiva - respondió Edward entre risas.

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Quedamos en vernos por la mañana, ella iria a recogerme ya que Edward tenía algunos
negocios muy importantes que atender.

El resto de la tarde Edward se la paso hablando por celular, atendiendo algunos negocios.
Y yo decidí recorrer la casa. Era muy grande me perdí unas cuantas veces.

Mientras preparaba algo para cenar, sentí unos fuertes brazos apretar mi cintura.

-¿Qué cocinas?- preguntó con voz seductora.

- Pollo en salsa blanca. ¿Te gusta?- le pregunté.

-Me fascina el pollo, aunque creo que más apetitosa esta la cocinera- dijó mordiéndome la
oreja. Sonreí como una tonta.

Cuando estábamos cenando, me atreví a preguntarle algo que me estaba dando vueltas en
la cabeza toda la tarde.

-Edward- le dije y dude un momento- ¿Eres jefe de alguna mafia o trabajas para ellos?.

-Mi padre es el jefe yo sólo estoy a cargo de ciertos negocios. Es un imperio grande y me
estoy preparando para cuando llegue la hora de dirigirlo.

-O sea- no sabía como preguntarle, pero pude-¿ Ya asesinaste a alguien?.

-No, todavía no amor, pero si fuera necesario lo haría- dijo serio- Para proteger a mi
familia.

-Ah- fue mi genial respuesta.

-¿Te da miedo que sea un asesino?-preguntó.

-No- respondí sinceramente- Sólo era simple curiosidad. Claro no me gustaría que
estuvieras matando como un sicario.

-Claro que no amor eso es trabajo de otros- dijo tranquilo.

Esa noche volví a dormir en los brazos de Edward. Por la mañana cuando desperté
Edward no estaba. Pero había dejado una nota en la mesita de noche.

Buenos días preciosa. Disculpa por no despertar a tu lado, pero debía atender unos negocios. Espero
que disfrutes tu día de compras. Te espero en la noche para cenar.

Edward Cullen.

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Me bañe y vestí con ropa deportiva. Al terminar de desayunar una de las empleadas me
aviso que Alice había llegado y me esperaba a fuera. Tome mi bolso y salí.

-Hola Alice- la saludé.

-Hola Bella ¿Lista para ir de compras?

-Si.- conteste. Y me percate de los dos carros que estaba atrás de un Mercedes que me
imagine era el de Alice- ¿Y esos autos?- le pregunté.

-Son tus escoltas Bella- me dijó como si fuera obvio.

-Alice no necesito escoltas- le dije y ella hizo una mueca- Se cuidarme sola, además no
tengo enemigos.

-Pues tendrás que acostumbrarte ahora que eres la mujer de Edward Cullen-declaró.

-No es necesario Alice- dije frustrada por tener que soportar que me siguiera.

-Ya te dije acostúmbrate. Ahora que estas con Edward quizás tengas muchas enemigas-
dijó riendo.- Ya vámonos o las tiendas se llenaran.

Y partimos al Centro Comercial. Al llegar dos hombres nos siguieron, por lo menos nos
dejaban caminar ya poco le faltaban para cargarnos.

Mientras Alice me escogía un bolso, para agregar a los diez que ya había comprado, una
chica de cabello rubio rojizo se acercó.

-Hola Cuñadita- le dijo a Alice.

-No soy tu cuñada Tanya- dijo Alice en tono molesto.

-Pues eso no lo piensa Edward- repuso la tal Tanya.

-Que risa me das Tanya - le dijo Alice- Si tengo una cuñada esa es Bella- me señaló- Ella si
es la novia de Edward.

-Oh no me digas- dijo y se volteó para encararme- Así que tu eres la zorra de turno de
Eddie.

-La zorra eras tú Tanya que ni siquiera a querida llegaste- le dijó una voz conocida- Por tu
bien vete ahora mismo, sino quieres que tu linda cara operada tenga un pequeño
desperfecto- la amenazó Rosalie.

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Y la muy cobarde se fue. Rosalie y Alice empezaron a reír. Pero a mí me comían los celos
por dentro que tuvo que ver ella con Edward. Tenía que preguntárselo.

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Capítulo 3
Celos y Enfrentamiento

Después de la gran tarde de compras. Alice me llevo a la casa. Afuera estaba estacionado
el volvo de Edward. Tire las bolsas en la sala y me dirigí a su despacho echando humo de
la rabia que me consumía. Ni siquiera toque, abrí la puerta de un tirón.

-¿Quién diablos es Tanya?- le pregunté gritando ya que ni Alice y menos Rosalie hicieron
ningún comentario sobre ella. Al oír mi gritó, se paró de su silla y caminó hacia mi.

La rabia me estaba cegando y cuando se acerco me aleje.

-¿Qué pasa Bella?- dijo preocupado- ¿Por qué estas tan alterada pequeña?

-Y me lo tienes que preguntar- grité- Te hice una pregunta Edward Cullen respóndeme- le
espeté.

-Fue una de mis aventuras Bella- se acercó a mí y yo retrocedí un paso por su avance-
Cálmate pequeña- dijo tratando de acercarse.- Pasó hace mucho tiempo.

-Qué me calme- exclamé- Ahora tengo que soportar que tus ex me digan que soy tu zorra
de turno- le grité aún más fuerte- Oh si cálmate Bella- le dijé ahora llorando.

Cruzó en dos zancadas el espacio que nos separaba, me tomó en brazos y me besó con
furia, trate de alejarlo pero fue en vano. Sus besos me volvían loca y sólo con el contacto de
sus labios quería más y más. Nos separamos por aire y él empezó a besar mi cuello con
ternura, mientras yo acariciaba su cabello.

-Te quiero Bella- dijo con voz entrecortada- Te quiero y eso es lo único que debe importar-
susurró contra mi piel y me hizo estremecer.- Yo no tengo nada con ella. Sólo te quiero a ti
amor.

-Yo también Te quiero Edward- le dije- Perdóname por gritarte así.

-No hay nada que perdonar- me dijo y sus labios se encontraron con los míos.

El resto de la noche cenamos y vimos algunas películas. Me dormí en sus brazos, antes del
final de la segunda película.

Al despertar Edward se encontraba a mi lado. Lo besé y salí de la cama en silencio. Fui


hasta la cocina y prepare ensalada de frutas, emparedados y un poco de café. Subí con el
desayuno en manos. Al entrar en la habitación todavía seguía dormido, deje el desayuno

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en la mesita de noche. Y empecé a besarlo, se removió un poco y abrió los ojos. Las
esmeraldas más hermosas del mundo.

-Buenos días amor- dijo aún soñoliento. Me jaló y me colocó arriba de él- ¿Por qué no
despertaste a mi lado?- preguntó entre enojado y juguetón.

-Te quería sorprender- le dije y señale el desayuno. Sonrío

-Eres maravillosa- dijo y sentí mis mejillas arder.

Desayunamos en la cama, entre besos y bromas sobre todo lo que Alice compró. Edward y
yo llegamos a la conclusión que sólo Alice podría mantener a todas las tiendas del Centro
Comercial. Su celular sonó y él se dirigió a contestar.

-Hola papá- dijo en tono serio- Claro estaré allí en una hora y te presentaré a alguien
especial- me ruborice al escucharlo.- Nos vemos- concluyó.

-¿ A donde iremos?- le pregunte levantándome de la cama.

- Tengo que aclarar un asunto con mi padre, te llevare a las oficinas- dijo besando mi
hombro- Te espero en 30 minutos en la sala amor.- y salió de la recámara.

Iba a conocer a su padre. Y también iba a conocer sus negocios, no pensé mucho en eso y
me dispuse a arreglarme opte por un pantalón negro, una camiseta blanca con rayas
negras y un chaleco negro. Tuve que utilizar tacones aunque estos me hicieran más torpe
de lo habitual. No me maquille sólo utilicé labial, tomé mi bolso y salí a encontrarme con
el amor de mi vida que me esperaba con una gran sonrisa en la sala.

-Estas hermosa- me dijo y me ruborice.

-Gracias- dije.

-Vamos- tomó mi mano y salimos directo a las oficinas. Durante el camino nos
mantuvimos en silencio, no era un silencio incómodo, al contario no hacían falta palabras
para expresar lo feliz que estábamos por tenernos el uno al otro.

De repente Edward paro el carro y salió de él. Salí tras de él y me percate de tres
camionetas que se estacionaron tras nosotros.

Un hombre alto musculoso de pelo negro, bajó de una de ellas y le sonrío de una manera
arrogante a Edward.

-Vaya Ed al fin nos volvemos a ver- le dijo riendo.

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-¿Qué quieres perro?- gritó Edward muy alterado. Apreté su mano, pero no se relajaba.
Mientras trataba de calmarlo, él hombre de pelo negro sonrío.

- Que hermosura te conseguiste Ed- dijo mirándome con lujuria- Por qué no la
compartimos.

-Cállate maldito perro- le gritó Edward, soltó mi mano y avanzo hacia él.- No vuelvas a
hablar de ella en ese tono o no vivirás para contarlo- lo amenazó.

-Sí como no- dijo el hombre y sacó su pistola. Edward en un movimiento veloz hizo lo
mismo.- Puedo hacer mía a tu mujercita cuando quiera- dijo a carcajadas.

- Te lo advertí Félix- dijo Edward y lo apuntó. El tal Félix hizo lo mismo y varios hombres
bajaron de las camionetas.

Estaba aterrada, quería ayudar a Edward pero no sabía como hacerlo. Saque mi celular y
llamé a Alice.

-Alice- grité desesperada

-¿Qué ocurre Bella?- me dijó.

-Un hombre esta peleando con Edward- dije sin respiración- llama a Jasper rápido.

-¿Dónde estas Bella?- era la voz de Emmett

-No lo se- respondí.- Sólo sé que íbamos camino a las oficinas de su padre.

-Sabes con quién es la pelea Bella- preguntó Emmett

- Es un tal F..Félix vengan rápido Emmett- dije sin aliento.

-Maldito bastardo- exclamó Emmett- Tranquila Bella ya vamos en camino y colgó.

Edward seguía discutiendo y los hombres de tal Félix apuntaban hacia nosotros. Uno se
deslizó cuidadosamente para golpear a Edward, pero yo actúe más rápido tomé mi tacón
y le pegué con todas mis fuerzas en la cabeza y este cayó al piso jadeando de dolor.

-Bien Bella- me felicitó Edward. Le sonreí. Pero de pronto se escuchó un disparó y Edward
cayó al suelo.

-!No! Edward- grité histérica y corrí hacia él.

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Capítulo 4
Doctores

Edward yacía en el suelo sangrando. Estaba desesperada por ayudarlo, pero no sabía
como. Cuando un hombre alto y rubio apareció y jaló cuidadosamente a Edward detrás
del auto. Sólo se escuchaban los sonidos de las balas, estaba demasiado asustada, no por
estar en medio de una balacera de mafiosos. Sino por Edward aún no reaccionaba. Y si a él
le pasaba algo, mi vida ya no iba a tener sentido.

-B...Bella- dijó Edward y volví a la vida al escucharlo.

-Aquí estoy mi amor- le respondí besando su frente.

-¿Estas bien?-preguntó preocupado.

-Yo tendría que preguntar eso Cullen- le espeté y el rió bajito.

-Hijo ¿estás bien?-preguntó el hombre rubio.

-Sí papá- respondió Edward y tomó mi mano- La bala sólo rozo mi hombro.

-Emmett se está encargando de ellos junto con los muchachos- le dijo y Edward sonrío.

-Quiero a ese maldito perro muerto papá- dijo furioso.

Yo lo mire asombrada, pues aunque sólo tenía días de conocerlo, jamás había hablado así
delante de mí. Él notó mi mirada y rozó mi mejilla con la yema de sus dedos. Cerré los
ojos ante el contacto.

-Lo siento Bella- dijó- No quería hacerte pasar por esto.

-No importa amor- lo besé y alguien carraspeó.

-¿Esta chica hermosa es tu novia Edward?- preguntó su padre.

-Sí papá- respondió Edward con su sonrisa torcida- Te presento a mi Bella.

-Mucho gusto joven- dijó el padre de Edward- Lamento que tengamos que conocernos en
estas circunstancias- extendió su mano y yo la estreche- Carlisle Cullen.

-Bella Swan un placer señor Cullen- le dijé algo apenada.

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-Solo Carlisle hija- dijó en tono paternal. Le sonreí.-¿Por qué inció la pelea Edward'-le
preguntó.

-Ese perro me provocó papá- dijó Edward demasiado furioso.

-No te alteres- dijó Carlisle- Tengo que desinfectar tu herida hijo. Emmett apareció con
pistola en mano. Lo miré aterrada y la guardó.

-Tranquila hermanita que no voy a matarte- rió escandalosamente.-¿Cómo estás Ed?-


preguntó un tanto serio.

-Bien- respondió Edward- ¿Dónde esta ese miserable?- preguntó furioso.

-En una de las bodegas. No quedo ninguno de sus hombres- dijó un frío Emmett.

-¿Qué quieres hacer con él hijo?- preguntó Carlisle.

-Podemos hablarlo después- dijó mirándome- Necesito cambiarme de camisa.

-Claro- dijó Carlisle y ayudó a Edward a entrar a un mercedes negro. Y abrió la puerta
para que entrará.

Llegamos a un gran edificio como de 15 pisos, que tenía en negritas CORPORACIÓN


CULLEN.

Carlisle bajó a Edward con cuidado, y los seguí hasta el elevador. Estábamos en el décimo
piso y entramos a una gran oficina. Carlisle ayudó a Edward a sentarse en un sillón,
mientras salía en busca de algo para curar su herida. Yo no podía dejar de llorar. Edward
me jaló para quedar sentada en sus piernas. Y limpiaba delicadamente mis lágrimas que
caían a cantaros por mis mejillas.

-Lo siento tanto Bella.- dijó apenado- No quería que pasarás por esto pequeña, -tomó mi
rostro entre su manos y me besó.- No debes temerme pequeña jamás te haré daño- me
besó la nariz.

-No seas tonto- le dijé y pegué juguetonamente a su hombro, a lo que él soltó un jadeo de
dolor- Lo siento Edward, lo siento no quise lastimarte- dijé apenada por pegarle donde le
rozó la bala.

-No importa pequeña- dijó y besó mi frente.

-No te temó Edward, al contrario nunca me había sentido tan segura en mi vida- me miró
como si estuviera loca- No me importa lo que ocurrió hace un momento. Si tengo que estar
todos los días en una balacera, no me interesa, si tengo que aprender a utilizar una pistola
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Asaltando al corazón
Edward and Bella

no me importa. Quiero estar contigo, no me importa lo demás. No quiero perderte- le dijé


sorprendida de mi sinceridad.

-Bella- dijó mirándome con adoración- No te merezco.

-No vuelvas a decir eso Cullen o conocerás mi furia- lo amenacé.

-Creo que ya la conozco- sonrío y lo besé.

La puerta se abrió, sobresaltando. Una mujer de baja estatura y de ojos verdes como
Edward corrió hacia él. Me levanté para que pudiera abrazarlo.

-!Oh! Edward- sollozo- ¿estas bien?-preguntó.

-Si madre - respondió Edward besándole sus cabellos- Estoy perfectamente bien.

-Debes limpiar tu herida hijo, puede infectarse- le repusó, se giro y su mirada se encontró
con la mía. Y me sonrío de forma maternal.- Disculpa linda- me abrazó- estaba tan
desesperada por Edward que no te salude- sonrío apenada- Eres más hermosa de lo que
me comentó Alice- dijó sonriente y yo me ruboricé apenada.

-Gracias señora- le dijé.

-Esme- dijó- Llámame Esme linda.

Asentí. Carlisle entro con un maletín y se dispuso a curar la herida de Edward. Lo miré
sorprendida, ya que todo lo hacía con movimientos precisos parecía un...

-Doctor- dijó Edward y me sobresalté.

-Oye-le recriminé- No leas mi mente.

-Es tu expresión Bella- dijó divertido- Mi padre es médico.

Mi boca se formó en una "O" y los tres rieron.

-Crees que los mafiosos no estudian Bella- dijó Carlisle en tonó divertido.

-Claro que no- dijé apenada- Sólo que me tomó desprevenida que esa fuera tu carrera.

-No te ha contando Edward que estudió- dijó Esme sonriendo. Negué con la cabeza.
Edward miró el piso repentinamente apenado.

-¿Qué estudiaste Edward?- le pregunté.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Ginecología- dijó.

-!Oh!- dijé sorprendida y se rieron de mi expresión.

-No te ha revisado todavía hermanita- dijó Emmett entrando a la oficina, le saque la


lengua y rió a carcajadas.

-Emmett- lo regaño Esme pero no soporto más y se unió a sus risas.

-Bien basta de que se rían a mis costillas- les dijo Edward.

-Edward te importaría dormir hoy en casa- le dijó Esme- Así no estaré preocupada por tu
herida.

-Claro que no mamá- sonrío.

-Tú también estas invitada Bella- dijó Esme.

-Gracias- dijé un tanto apenada.

Subimos a un Cadillac CTS, y Edward me dejó conducirlo, ya que no podía por su hombro
vendado.

Era la primera vez que conducía un auto decente. Edward miraba a través de la ventana,
mientras yo seguía el auto de Carlisle. Se veía pensativo.

Aparcamos afuera de una casa de tres plantas como la de Edward, pero está era más
grande. Estaba cubierta por grandes árboles que le daban un toque muy original.

Esme me guió hasta la habitación de Edward, mientras éste conversaba con su padre
supuse que sobre el tal Félix.

Me bañe y vestí con la pijama que me dió Esme que me quedaba muy bien.

Al salir del baño, Edward estaba recostado en la cama. Caminé hacia la cama, al llegar
gatee hasta él y le besé el hombro donde se encontraba su herida. Suspiró y me sentó en
sus piernas.

-Bella-dijó serio- Necesito que hagas algo por mí.

-Lo que sea Edward - le dijé.

- Es que es un poco arriesgado, pero necesito que lo hagas para estar un poco tranquilo-
dijó besando mi nariz. Cada vez que me tocaba perdía el hilo de mis pensamientos.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-¿Qué es?-dije con dificultad.

-Necesito que aprendas a utilizar un arma Bella- dijó serio.

-¿Cómo?- pregunté sorprendida.

-Debes tomar clases amor, por si se vuelve a repetir algo como lo de hoy- dijó.

-¿Cuándo empiezan mis clases?- pregunté animada. Parecía divertido lo de las armas.

-No pensé que lo tomarías tan positivo- dijó besando mi cuello- Mañana mismo.

-¿Quién será mi instructor?-pregunté.

-Yo- dijó mordiendo mi mentón

-Claro que no Edward Cullen tú estás lastimado- sentencie.

-Quién más podría enseñarte pequeña- reprochó.

-Emmett- dijé con una sonrisa.

-Esto hay que verlo- dijó riendo.- Será divertido- rió.

Me acomodó en la cama mientras él se subía encima de mi apoyando su peso en sus


brazos. Atacó mis labios ferozmente y yo envolví mis manos en su cabello. Beso mi cuello
y acaricio mis piernas. Mi estómago parecía explotar por las sensaciones que sentía. Casi
por instinto desabroche su camisa con mis temblorosas manos y recorrí con la yema de
mis dedos las líneas de su esculpido pecho. Volvió a besarme pero esta vez fue más tierno
y dulce, nuestras lenguas danzaban juntas.

-Me vuelves loco Bella- dijó hundiendo su rostro en mi cabello- Pero quiero que hagamos
esto cuando este preparada-dijó serio- Y no en la casa de mis padres- rió contra la piel de
mi cuello.

-Te quiero Edward- le dijé.

-Y yo a ti Bella más que nada en el mundo.- me acomodó en su pecho. Y caí en un


profundo sueño.

Mañana sería otro día, donde entraría al mundo de la mafia. Todo por el gran amor que
sentía por Edward Cullen.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 5
Entrenamientos y Baile

 Entramos a una oficina llena de armas. Edward tomó dos y abrió una puerta que daba
acceso a un sala de práctica de tiro. Emmett se encontraba charlando con un chico en
cuantos nos vió, se acerco con una gran sonrisa.

-Hola hermanita, Ed- saludó- Lista para ser una mafiosa hermanita- preguntó riendo.

Edward puso los ojos en blanco y sonrío.

-Lista Em- respondí algo animada.

-Bien vamos primero con una  sig-Sauer P220.  - me tendió la pistola.

Emmett me explicó como utilizar la pistola; insertar las balas y apretar bien el gatillo con el
dedo índice, al principio fue difícil ya que estaba algo nerviosa y mi mano no dejaba de
temblar. Y esto era motivo de risa para Emmett y Edward aunque este último dejo de reir
cuando le lance una mirada envenenada.

-Tira a los globos que tienes al frente Bella- dijó Em- Concéntrate piensa que son tus
atacantes.

Utilicé toda mi concentración y los explote a todos.

-Maravilloso- exclamó Em- Se ve que tienes puntería hermanita- sonrío- Será que ya tienes
práctica con otro tipo de pistolas- dijó y rió escandalosamente- Me sonroje por su
comentario y Edward lo miró y sonrío. - Vaya Ed le estás dando clases privadas a Bells-
dijó riendo más fuerte.

-Basta Emmett- le grité y lo apunté. Se sorprendió por mi movimiento.

-Tranquila Bellita- dijo serio- Si que eres ruda.

-No me molestes- le dijé y Edward no paraba de reír.

-Ahora vamos al siguientes paso- dijó mi instructor- Trae los chalecos Ed- Edward salió un
momento y regreso con dos chalecos anti-balas y se los tiró a Em- Ten Bellita póntelo y
toma esa pistola de allá- me indicó una mesa- Es de pintura, te atacaré y tú responderás
Ok.

Asentí.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Me coloque el chaleco y Emmett me hizo señas de que me escondiera y así lo hice.

El ataque inicio Em parecía un animal a punto de atacar, pero yo utilicé toda mi


concentración y gatee por detrás de su posición, lo tomé desprevenido mirando a un
costado y le disparé.

-Bien Bella- exclamó Edward feliz y corrió a besarme. Em se deslizó para tomarme
desprevenida y atacarme pero yo fui más rápida quite a Edward del caminó y volví a
dispararle a Emmett.

-SÍ....- grité feliz.

-Maldita sea- gritó Em furioso- Quiero la revancha Bella- me retó.

-Cuando quieras Em- dije presumida.

Escuché risas a mis espaldas eran Alice, Rose y Jasper que disfrutaban la derrota de
Emmett. Les sonreí. Alice y Rose se acercaron para saludarme.

-Vaya Edward- dijó Jasper- Tu chica es peligrosa.

-Cuídate de no hacerla enojar Jasper o te pasará lo de Em- dijó Edward riendo.

-¿Qué los trae por aquí?-preguntó Edward.

-Hoy nos vamos de fiesta y no acepto un no por respuesta Bella- me dijó Alice.

-No iba a decir "no" Alice- y reí.

-Bien Bella cámbiate debemos ir al Centro Comercial y después a tu casa a arreglarnos-


dijó Rose.

-Sí- exclamó Alice- sólo tenemos cuatro horas para arreglarnos- todos reímos por su
comentario.

Tomé a Edward de la mano. Y lo acerque.

-¿Vienes amor?- le pregunté haciendo un puchero.

-Claro pequeña- me dijó dándome un beso.

-Te quiero- le dijé.

-Yo también-dijó besando la punta de mi nariz.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-!Wao!- exclamó Em- Por fin te atraparon.-apuntó a Edward- Edward Cullen


acompañando a las chicas al Centro Comercial. Esto si que tiene que ser un día histórico-
dijó riendo. A lo que Rose le dió un codazo en las costillas- Auch!-se quejó y reímos- Sólo
dije la verdad.

-No molestes a mi hermanito- bromeó Rose. Y Edward le envió un besó que ella atrapo y
se lo llevó al corazón.

-Mucho drama por hoy- dijó Alice- Es hora de irnos.

El resto de la tarde nos la pasamos comprando y riendo de las ocurrencias de Emmett. Por
fin sentía que tenía amigos, y que encajaba en un rompecabezas. Edward era el hombre de
mi vida.Por muy absurdo que parezca, el amor a primera vista existe. Y yo lo descubrí
aquella tarde en aquél supermercado, cuando esos ojos verdes se cruzaron con los míos.
Ni siquiera importo que me forzara a irme con él , eso no importaba porque con sólo verlo
me sentí perdida. Al fin encontré mi lugar en esta vida.

-¿Qué tanto piensas Bella?- preguntó Rose.

-En como la vida te puede cambiar en un instante- le respondí

-Lo dices por ti y Edward ¿Cierto?- interrogó mientras planchaba mi cabello.

-Sí-contesté.

-Aquí esta tu vestido Bella- dijó Alice, giré para verlo y quedé helada.

Era un diminuto vestido que tapaba lo necesario, cubierto de brillantes lentejuelas doradas
con un pronunciado escote.

-Alice- me quejé- Eso sólo cubre lo necesario.

-Esa es la idea Bella-lo dijó como si fuera obvio.

Terminamos de vestirnos a eso de las 8:00 p.m. Ya los chicos nos esperaban para ir a una
discoteca llamada Media Luna, propiedad de un tal Peter uno de los mafiosos de la
organización.

-Bajemos- anunció Alice. Rose y yo la seguimos.

Los chicos se encontraban en el recibidor esperándonos. Alice corrió hacia Jasper y este la
besó apasionadamente, mientras Rose y Emmett sólo se observaban.

Edward cortó la distancia entre los dos, y paso sus brazos por mi cintura.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Estas demasiado apetecible-susurró y me estremecí- No te alejaré de mi vista esta noche.

-Celoso Cullen - le dijé riendo.

-Para nada Swan.

La discoteca tenía una decoración muy ostentosa para mi gusto. Pero aún así tenía
ambiente. Uno de los de seguridad del local nos acompañó hasta la zona VIP donde
habían sillones muy cómodos. Rosalie y Emmett fueron a la zona del karaoke, mientras
Alice y Jasper charlaban en un sillón contiguo al de nosotros.

Me senté en las piernas de Edward, y este me acariciaba los muslos trazando círculos con
su dedo índice.

-Vamos a bailar- gritó un eufórico Em. Edward se levantó del sillón.

-¿Bailas?-preguntó Edward.

-No- le dijé- Pero tu te arriesgas a un pisotón. Él se carcajeo con aquella melodiosa risa.

 Mientras bajamos a la pista de baile. Empezó a sonar Ven Bailalo de Khriz y Ángel. Las
personas gritaron eufóricas aunque era una canción de años anteriores sonó en sus
tiempos. Edward me tomó de la cintura y me acercó más a él. Empecé a moverme, y se
tensó.

-¿Qué pasa Cullen?- le pregunté pegándome más a él y bailando sensualmente.

-Sabes que muchos hombres te miran por tu baile Swan- dijo envenenadamente.

Mordí mi labio y y me colgué de su cuello. Y comencé a descender pegada a su cuerpo,


llevándome por el ritmo de la canción.

-Woo hermanita - gritó Em- No sabía tus habilidades en el baile, estas matando al pobre
Ed.

-Cállate Emmett- le dijó Edward sonriendo.

Bailamos tres canciones más, me estaba divirtiendo a lo grande. Por lo bien que me salía
bailar con Edward y los alocados pasos de Emmett y Alice.

-¿Quieres algo de tomar?- preguntó Edward.

-Sí- respondí- Agua por favor.-pedí

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Claro amor- dijó con su sonrisa torcida que me dejaba sin aliento- Ya vuelvo. Y se dirigió
a la barra.

Miré a mi alrededor, la gente se la estaba pasando muy bien. Sentí unas manos en mi
cintura, me giré pensando que era Edward, pero me equivoque.

Era un chico alto, tan musculoso como Emmett de piel morena rojiza. Tenía una melena
negra sujetada en una coleta. Traté de que quitará sus manos de mi cintura, pero fue
imposible pues me sujetaba fuerte y me estaba lastimando.

-Suélteme- le dijé.

- Y si no quiero- dijó desafiante.

-Por favor- casi rogué- Suélteme.

-Eres divina mujer- dijó mirándome- Por que tendría que soltarte.

-Por que quiero que me suelte- dijé y él sonrío. Y su agarre se hizo más fuerte.

-¿Y quién me lo va impedir?- inquirió sarcástico.

-Yo- dijó una voz de terciopelo.- La dama te dijó que la soltarás- dijó Edward furioso.

Él hombre volteó su rostro y logré salir de su agarré.

-Cullen- dijo en un tono molesto. Mirando a Edward.

-Black- dijó Edward ácidamente.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 6
Pelea

-¿Por qué defiendes tanto a esta preciosura Cullen?- preguntó mirándome. Yo apoye mi
cabeza en el pecho de Edward buscando protección- Vaya pero si es tu chica, no déjame
pensar tu prostituta de la noche- se rió- Por eso está tan buena.

Edward me apartó cuidadosamente y en un abrir y cerrar de ojos le propino un ganchazo


al chico que lo dejo sangrando en el piso.

-No vuelvas a referirte así de mi mujer- lo miró lleno de odio- Entiendes Black.

El chico se levantó limpiándose la sangre de los labios mirándolo con odio, y se lanzó a
darle un golpe a Edward. Lo único que se escuchaba eran los gritos de las personas.
Edward le propino un golpe al tal Black y este se volvió a parar. En ese momento llegó
Emmett junto con los demás Rose y Alice trataron de apartarme pero no quería dejar sólo
a Edward.

-Perro- gritaba Edward- En tu vida te vuelves a meter con ella- y le pegó más fuerte.

-Basta Edward- le dijo Jasper tratando de calmarlo, lo tomó a la fuerza para alejarlo del
tipo que estaba tirado en el piso sangrando.

-Suéltame Jasper- gritó Edward furioso y luchando para que Jasper lo soltará- Ese infeliz
me las va a pagar.

-Calma Edward- pidió Emmett Piensa en Bella está muy asustada- Fue en ese momento,
que Edward se giró para mirarme. Nuestras miradas se encontraron, y yo estaba llorando
como una magdalena por temor a que algo le pasara. La mirada no duro mucho porque se
escucharon disparos.

-Al pasó- gritó Emmett.-Toma Bella- me tiró un arma- Cuida a las chicas confío en ti-
sonrío.

-¿Quiénes son?- preguntó Rose.

-Los hombres de Black.-respondió.-Bella confió en ti- me miró y se fue.

-¿Qué hacemos?- preguntó Alice nerviosa. Y se escucharon más disparos.

-Síganme y no se separen de mí- les dije seria- Fíjense si alguien nos sigue OK- las dos
asintieron.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Corrimos entre la gente que trataba de salir de la discoteca. Nos escondimos detrás de la
barra. Alice estaba nerviosa y Rose vigilaba para ver si alguien nos encontraba.

-Busquen a esa perra- dijo Black- La quiero para mí.

Los hombres buscaban por toda la discoteca.

-Creo que nos encontraron- dijo Rose.

-Que vamos hacer- dijo Alice llorando.

-Mantener la calma-les dije.

-Están detrás de la barra- gritó un hombre.

-Bien corran- les dije- ya.

Corrimos hasta la puerta trasera de la discoteca, llegamos al estacionamiento tres hombres


nos seguían pero Emmett les disparó.

-Escóndanse detrás del auto- les grite.

Edward salió de la discoteca seguido de Jasper cubriéndole la espalda, luego Jazz volvió a
entrar a la discoteca. Cuatro tipos salieron de una camioneta Edward le disparó a dos de
ellos y era mi momento de actuar. Deje a un lado los nervios que me consumían y le
dispare a un tipo en la pierna, este cayó en el piso quejándose de dolor.

-Buen tiro Bella- gritó Emmett que venia saliendo con Jasper del lugar y le disparó al otro
chico.

-Alice- le grité- Llama a Carlisle y dile lo que ocurre- está estaba hecha un manojo de
nervios- Hazlo ya - le dije. Alice sacó su celular pero estaba desesperada. Por lo que Rose
lo tomó y marco a Carlisle.

-Ya vienen Bella- dijo Rose. Emmett y Jasper entraron a la discoteca dejando a Edward
solo.

-Bella- gritó Alice- Ese hombre va a dispararle a Edward.

No tuve tiempo de pensar me pare del suelo. Y le disparé en el pecho, este cayó al piso
pero a diferencia del otro hombre no gritaba de dolor lo que significaba que estaba
muerto.

-Lo mate- grité histérica- Lo mate- volví a gritar.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Tranquila Bella- dijo Rose- Era él o Edward.

-Soy una asesina Rose- grité llorando- Lo mate.

Edward se acercó a nosotras. Y me abrazó.

-Tranquila pequeña- dijo yo no paraba de llorar por lo que acababa de hacer- Tranquila-
volvió a repetir.

Llegaron dos camionetas y más de diez hombres bajaron. Solté a Edward y los apunté.

-Son de los nuestros Bella- dijo Edward con una risita.

-¿Cómo están?- preguntó Carlisle.

-Bien papá, gracias a Bella- respondió Alice.

-¿Bella?-dijo Carlisle confundido y observó la pistola que llevaba.

-Sí papá- dijo Edward- Bella me salvó de que un tipo me disparará.

-No sabía que supieras disparar Bella- dijo serio.

-Está tarde fue que aprendió- dijo Rose.

-Entren a las camionetas- ordenó Carlisle.

Mis piernas no reaccionaban. Había matado a un hombre estaba aterrada.

-Bella vamos- dijo Edward. Yo no dejaba de mirar al tipo que le dispare.

-Tranquila hermanita-gritó Emmett- este cachorro sigue vivo- Pero tienes buena puntería.-
soltó una carcajada.

Suspire tranquila. No lo había matado gracias a Dios.

Edward me cargó hasta la camioneta, y salimos de ahí seguidos por tres carros más.
Llegamos a la casa de los padres de Edward.

-¿Qué fue lo que sucedió?- preguntó Esme alterada.

-El perro de Black ofendió a Bella- respondió Edward.

-¿Estás bien pequeña?- me preguntó Esme en tono maternal.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Sí- respondí.

-Bella fue la que nos salvó mamá- dijo Alice emocionada.

-¿Cómo?- preguntó Esme. En eso entro Carlisle seguido por Emmett y Jasper.

-Bella ya eres una mafiosa- se burló Em- Mañana recibirás tu certificado de graduación. A
lo que todos rompieron a carcajadas.

-¿Cómo es eso de que ya eres de la mafia Bella?- preguntó Esme.

-La hubieras visto disparar mamá, parecía que tuviera años de experiencia- dijo Edward
riendo- Hasta calculaba los movimientos y donde tenía que apuntar. Estaba tan
concentrada en lo que hacía que por poco mata a los nuestros- y rompió a reír. Yo me
ruborice ya que Esme me veía asombrada.

-Bella- me llamó Rose- Con lo que viviste hoy, deberías escribir tu primer libro.

-¿Quieres ser escritora Bella?- preguntó Carlisle.

-Sí- respondí apenada.

-Bella trabajaba en una librería- explicó Rose- Su sueño es ser una reconocida escritora- se
acerco me dio una cálida sonrisa y paso su mano por mis hombros, brindándome apoyo.

Edward me miraba sorprendido, a decir verdad creo que ni sabía mi edad. Estos días que
habíamos pasado juntos habían ocurrido tantas cosas que no conversamos sobre los que
nos gustaba. Sólo necesitábamos mirarnos para saber que nos necesitábamos el uno al
otro. Eso era suficiente. Ya habría tiempo para hablar. Así pasamos la noche en una
conversación amena sobre lo bien que disparaba y los posibles nombres de los
protagonistas de mi primer libro.

EDWARD POV

Los días que estaba pasando con Bella, eran los mejores de mi vida, a pesar de los
contratiempos que habíamos tenido ella seguía ahí para mí. Hasta arriesgo su vida por mí.
Era la mujer más maravillosa que conocía, hermosa, sencilla, divertida, inteligente y
valiente. Me acepto a pesar de tomarla sin permiso de obligarla a irse conmigo. Bella sin
duda era lo más hermoso de mi vida. Y yo iba a hacerla feliz.

-Emmett- lo llamé mientras los demás estaban entretenidos.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-¿Qué pasa Ed?- preguntó.

-Necesito que me ayudes- le pedí.

-Con lo de Black- dijo.

-No.

-Entonces con ¿Qué?- dijo pensativo.

-Necesito que averigües donde trabajaba Bella- le dije.

-Porqué no se lo preguntas-dijo.

-Quiero darle una sorpresa hermano.

-Claro mañana trabajo en eso- afirmó.

-Gracias Em.- le dije y sonrío.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 7
Preparativos

EDWARD POV

Había acordado con Emmett encontrarnos en la corporación, pues él ya tenía la


información que le pedí.

-Buenos días Señor Cullen- me saludó Ángela la recepcionista.

-Buenos días- salude cordialmente.

-El señor Emmett lo espera en su oficina- avisó.

-Gracias- conteste. Tome el ascensor y me dirigí a mi oficina.

-Hola Emmett. ¿Cómo estás?- lo salude al entrar.

-Bien Ed- respondió- Aquí esta lo que me pediste- extendió un sobre amarillo.

-¿Donde trabajaba?- pregunte.

-En una librería - contesto con una mueca- Tengo entendido que es muy inteligente y
sueña con estudiar Literatura.-hizo otra mueca. A Emmett no se le daba muy bien eso de
estudiar- Edward con todo respeto pero estoy sorprendido, tu novia apenas tiene
dieciocho años y tiene ese cuerpo- dijo admirado- Es increíble.

-¿Qué?- grite. Dieciocho años. Por Dios.

-Tranquilo Ed sólo comente que es hermosa- se defendió Emmett.

-Emmett ¿Estas seguro que tiene esa edad?- pregunte

-No lo sabías hermano- reprocho Em. Negué con la cabeza.- Sí Ed a penas tiene esa edad.

-¿Qué más sabes de ella?- pregunte curioso.

-Su madre murió hace tres años y de su padre no se mucho en realidad. Vivía sola antes de
estar contigo y se la pasaba trabajando- dijo Emmett.

-Tiene amigos.

-Creo que no- respondió.- ¿Qué sorpresa querías darle Edward?- pregunto.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Algo que la haga feliz- dije pensativo- Tengo una idea Emmett pero tomara mucho
tiempo.

-¿Qué es?- pregunto.

-Si a Bella le gustan tanto los libros quiero regalarle una librería- le dije con una sonrisa de
tonto. La verdad esa sonrisa me acompañaba desde que Bella estaba en mi vida.

-Pareces tonto cuando sonríes Ed- se burlo Emmett- Pero te tengo una buena noticia amigo
los dueños de la librería donde trabajaba tu amada se van del país y quieren venderla.

-Genial- exclamé- Habla con ellos Emmett y dile que la compro no importa el costo- dije
feliz.

-Claro Ed voy a llamarlos- dijo levantándose- Te aviso cuando este todo listo.

-Gracias Emmett- le dije.

-Por nada para eso estamos los hermanos- sonrío y salió de la oficina.

Mientras revisaba algunos documentos sobre un nuevo negocio de la organización.


Emmett entro a la oficina.

-Ed los dueños de la librería están aquí- anuncio.

-Vamos a la sala de juntas- le dije.

Cerramos el negocio. La librería iba a ser reinaugurada con otro nombre. Tenía que hablar
con Bella para saber que nombre le gustaba, claro omitiendo el detalle que así se llamaría
su sorpresa. La llame para invitarla a almorzar, nos encontraríamos en un restaurante de
comida italiana.

-Hola amor- saludó sentándose en la mesa.

-Hola pequeña- le sonreí y entrelace nuestras manos.

-A que debo su invitación Cullen- dijo en tono empresarial- Quiere negociar.

-Has adivinado Swan- le seguí el juego- Bella- me miró- Sé que no he hecho las cosas bien
contigo y quiero disculparme-tome aire y seguí- No debí obligarte a entrar así en mi vida,
si pudiera regresar el tiempo atrás te hubiera conquistado, pero como sabes no puedo. Y
espero me perdones porque no me arrepiento de haberte obligado a entrar a esa
camioneta, cambiaste mi vida. La pusiste de cabeza, nunca me había sentido tan
agradecido con la vida.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-No tengo que perdonarte nada Edward, estoy feliz con lo que paso con lo que estoy
viviendo estoy feliz porque gracias a ese asalto te conocí- dijo mirándome a los ojos. Bella
era maravillosa.

-Debo admitirlo Bella me avergüenza pero no se nada sobre ti- dije apenado.

-¿Qué quieres saber Cullen?- dijo.

-Todo sobre tu vida Swan- dije.

-Soy de Forks mi madre murió cuando tenia quince años o sea hace tres fue muy duro,
pero mi padre me apoyo. Pensé en estudiar pero no podía pagar mis estudios y no quería
depender de mi padre, así que me vine a vivir aquí y conseguí trabajo en una librería para
poder ahorrar y pagar mi universidad- dijo con una hermosa sonrisa.

-Eres una mujer independiente- le dije.

-Eso decía mi madre- suspiro- que más quieres saber Cullen - dijo sonriendo.

-Tu color favorito, las cosas que te gusta hacer- pregunte interesado. Bella era tan sencilla y
desinteresada.

-Mi color favorito es el verde por tus ojos- dijo sonrojada- Me gusta escribir, sueño con ser
una gran escritora. Adoro escribir a la hora del crepúsculo- dijo fascinada.

-¿Te gusta el crepúsculo?- pregunte repentinamente interesado. Era un buen nombre.

-Lo adoro- contesto sonriendo.-Ya sabes mucho de mi Cullen quiero saber de ti- dijo
inclinándose en la mesa apoyando sus codos sobre el mantel.

-Estudie Ginecología no ejerzo mi carrera por falta de tiempo, trabajo en la corporación


que tiene negocios limpios. Como lo sabes mi familia es la mejor de la mafia del país.-
sonreí- Amo la comida italiana y últimamente mi color favorito es el café- Bella se
ruborizo.- Y adoro leer- termine con una sonrisa.

-Edward- dijo y se removió incomoda en la silla- Sabes que soy independiente y quería
comentarte que voy a buscar un trabajo, no quiero depender de nadie.

-Amor no hace falta que trabajes-le dije.

-No Edward si hace falta- dijo haciendo un lindo puchero- Por favor quiero trabajar.

-Este bien- acepte.

33 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Gracias- dijo y se inclino para darme un beso.

-Bella mañana por la tarde quiero llevarte a un lugar especial- le dije ideando mi plan.

-¿A donde?-pregunto con interés.

-Es una sorpresa pequeña.-dije.

-Odio las sorpresas- dijo enfurruñada.

-Estoy seguro que esta te va a encantar- dije riendo.

Deje a Bella en el departamento de Alice quien la había invitado a una tarde de chicas. Fui
directo a la oficina donde me esperaban Emmet y Jasper para preparar la sorpresa.

-Hola chicos- los saludé-

-Hola Ed- saludaron ambos.

-Ya tienes el nombre- pregunto Jasper.

-Sí-afirme- Crepúsculo.

-Bien- dijo Emmett- Llamare para que lo instalen lo antes posible.

-Nadie más sabe esto- pregunte.

-Nadie- aseguro Jasper.

-Mañana puedes comentárselo a Alice- le dije a Jasper- Necesito invitar a unas veinte
personas a la inauguración.

- Ángela puede encargarse Ed- dijo Emmett.

-Claro- sonreí.

-La quieres- afirmo Jasper.

-Como nunca imagine amar a alguien Jasper- dije seguro de mis palabras.

-Cuídala Ed- dijo Emmett- Esa chica es única y sino lo haces te partiré la cara- me
amenazo.

-Claro que la cuidare- les asegure a ambos- Y voy a ser muy feliz. Sonrieron.

34 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Cambiando el tema Edward- dijo Jasper pensativo- ¿Qué hiciste con Félix?- preguntó.

-Esta en una de las bodegas- dije- No he decidido que hacer todavía.

-Y que tal si le damos una visita- dijo Emmett sonriendo.

-Pues vamos- les dije.

Fuimos directo a la bodega donde tenia al infeliz de Félix.

-Hola perro- le dije

-Maldito- gritó- Donde esta la puta de tu mujer.

-Cállate perro- lo golpeé.

-Es una zorra- grito.

No me pude contener y me lance sobre él le di tantos golpes al miserable que no podía ni


levantarse.

-Ya Edward- dijo Jasper- Esta bien por hoy.

-Vámonos Ed- dijo Emmett- Tenemos que prepararnos para mañana.

-OK.- dije. Y salimos de la bodega, directo a nuestras casas.

A la mañana siguiente, Bella seguía dormida. Me levante con cuidado y le marque a


Emmett para saber si todo estaba listo.

-Hola Ed- respondió.

-Hola Emmett. ¿Todo listo hermano?-pregunte.

-Todo listo- afirmo.

-Nos vemos a las dos de la tarde- dijo.

-Allí estaré- respondí y colgué.

Todo estaba listo para la sorpresa de mi pequeña. Quería recompensarla por todo lo que
ella me había dado a cambio de nada. Se que las cosas materiales son lo que menos le
importa a Bella, pero quería hacerla feliz.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 8
¡Sorpresa!

Bella POV

Cuando desperté eran las ocho de la mañana. Edward estaba en el balcón hablando por
celular. Se veía tan hermoso, era mi dios griego personal, todo en él era perfecto su voz, su
rostro, su cuerpo glorioso y su olor.

-¿Con quién hablabas?- le pregunté cuando termino su llamada.

-Emmett- dijo restándole importancia.

-Ven- lo llame palmeando un lugar en la cama.

-Es una orden Swan- dijo sonriendo.

-Claro que es una orden Cullen- le dije con una sonrisa.

Camino hacia la cama y se acomodo a mi lado. Recorrió mi rostro con la yema de sus
dedos, cada caricia era una descarga eléctrica que enviaba a mi piel.

-Eres perfecta Bella- susurró contra la piel de mi cuello. Me estremecí.

Edward seguía con sus caricias ahora por mi cuello. No resistí más y lo bese al principio el
beso fue tierno pero luego se volvió apasionado. Se coloco sobre mí con cuidado y me beso
nuevamente, mientras yo acariciaba su espalda. Descendió hasta mi cuello dejando besos
mojados y con una de sus manos acariciaba mis piernas.

-Edward- gemí cuando acaricio uno de mis senos.

-Tranquila pequeña sólo quiero que sientas- dijo en mi oído.

Bajó lentamente besando mi mentón, mis hombros y luego mis pechos por encima del
camisón. Gimió cuando los beso. Lentamente bajo los tirantes de mi bata y acaricio mis
hombros, estaba perdiendo la cabeza porque no quería que dejara de tocarme. Capturo
mis labios y yo lleve mis manos a su cabello. Mordí su labio inferior y gimió en mi boca.
Cuando se disponía a bajar mi bata su celular sonó.

-Maldita sea- gritó molesto y se incorporo para contestar. Miró el identificador y gruñó.-
¿Qué quieres Alice?-casi gritó- Esta bien, nos vemos- se despidió.- Bella- dijo aclarándose
la voz- Alice esta en camino viene para arreglarte.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-¿Para qué?- pregunte.

-Hoy es la sorpresa pequeña- dijo- Voy a tomar una ducha fría- dijo y se retiro hacia el
baño.

Este hombre me estaba volviendo loca. Me pare y prepare algo de desayunar, estaba en la
cocina desayunando cuando oí a Alice discutir algo con Edward, pero no le preste mucha
atención ya que vivían discutiendo.

-Hola Bella- me saludo dándome un beso en la mejilla- Sólo tenemos tres horas para
arreglarte, así que vamos señorita- me jaló- Bueno- dijo pensativa- No tan señorita- y se
río.

-Alice por favor- la regaño Edward.

-Tranquilo Ed- dijo riendo- Ya no eres un niño tienes veinticinco años no debes
avergonzarte. Además no quiero saber sobre tu vida sexual.

Esas tres horas fueron de tortura. Alice me coloco más de 5 mascarillas, rizo mi cabello y
pinto mis uñas de un rojo sangre. Maquillo mi rostro con un tono suave y me coloco un
vestido straple azul marino con un escote en forma de corazón que se pegaba a mi cintura
y me llegaba hasta la mitad de los muslos. Las sandalias eran una trampa mortal, eran de
tacón de punta con cintas negras que se colocaban en el tobillo.

-Ya estas lista- dijo con una gran sonrisa.

-Gracias Alice- dije mirándome en el espejo.- No parezco yo.- me reí.

-Bien nos vemos más tarde Bella- se despidió y salió corriendo de la habitación. No me dio
tiempo de preguntarle a donde nos veríamos.

Baje con mucho cuidado las escaleras, de dos en dos ya que podría perder el equilibrio en
cualquier momento con los tacones.

-Ya esto lista- le dije a Edward que se encontraba al pie de las escaleras de espaldas a mí.
Se giró lentamente y me miró de arriba abajo con los ojos como platos.

-Estas hermosa pequeña- dijo asombrado.

-Gracias- conteste sonrojada.

-Lista para tu sorpresa- dijo animado.

-Lista- dije con una sonrisa.

37 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Cuando entramos al garaje uno de los escoltas sacó un Peugeot 308. Y le lanzo las llaves a
Edward.

-Bien Bella- dijo- Debo vendarte los ojos.

-¿Por qué?- pregunté enfurruñada.

-No puedes ver el camino hacia donde vamos- dijo riendo.

-OK- acepté.

Edward deslizo la cinta por mis ojos y la apretó delicadamente. Me tomo de la mano y me
ayudo a entrar al carro. El camino fue silencioso, hasta que Edward encendió el estéreo.

-¿Linkin Park?- pregunte con una sonrisa.

-Sí- dijo- Es una de mis bandas favoritas.

-También es una de las mías- le dije.

El resto del camino nos la pasamos coreando What I've Done de Linkin Park. Era gracioso
escuchar a Edward cantar pues no cantaba nada mal.

-Ya llegamos- anuncio y detuvo el auto.

Me ayudo a bajar del auto y me detuvo.

-Bella voy a quitarte la cinta, espero y no hagas trampa- dijo

-No la hare- le prometí.

-Bien- dijo. Y desato la cinta.- Abre los ojos Bella.- dijo emocionado.

-!Sorpresa!- gritaron todos. Estaba en shock no podía ser cierto. Edward me había
comprado la librería donde antes trabajaba esto era demasiado.

-Edward- dije con lagrimas que corrían por mi rostro- No debiste esto es demasiado.

-Te mereces esto y mucho mas mi vida- dijo abrazándome.

-¿Cómo sabias que quería que se llamara así?- dije al ver el titulo. Crepúsculo.

-Ayer me comentaste que te encantaba leer cuando estaba el crepúsculo y pensé que era el
nombre adecuado- dijo con una sonrisa. Lo bese.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Dejen los arrumacos tortolitos- dijo Emmett y me dio un abrazo que me dejo sin aire- Te
gusto la sorpresa hermanita- pregunto

-Claro- dije emocionada.

-No llores más Bella- dijo Alice desesperada- Se correrá el maquillaje.

-Bella estoy tan feliz- dijo Rose abrazándome.

-Rose ¿Trabajas?- le pregunte. Me miro sorprendida.

-No- respondió- ¿Por qué la pregunta?-inquirió.

-Porque quiero que trabajes en la librería- su rostro se ilumino y mostró una gran sonrisa.

-Gracias Bella- dijo abrazándome.

-Entremos- dijo Carlisle- Los invitados esperan que la dueña corte el listón -dijo sonriendo.

Al cortar el listón, estallaron los aplausos. Habían personas que jamás había visto, pero
imagine que todas eran conocidas de los Cullen.

-Bella- me llamo Edward- Quiero presentarte a algunos invitados- dijo.

Nos acercamos a un señor alto de pelo negro, vestido muy elegante.

-Aro- lo saludo Edward- Quiero presentarte a la propietaria de la librería y de mi corazón-


dijo con un sonrisa torcida esas que me dejaban sin aliento. Me sonrojé por su comentario.

-Un placer- dijo Aro besando mi mano.-Es usted una mujer muy hermosa Isabella.

-Sólo Bella señor Aro- le dije.

-Aro pequeña- sonrío.

Un hombre de pelo negro más alto que Aro se acerco a nosotros.

-Marco- exclamó Edward y estrecho la mano del hombre- No pensé que vendrías- le dijo.

-Como faltar a una velada tan espectacular- dijo Marco sonriendo.

-Marco te presento a mi Bella- dijo Edward sonriendo.

-Vaya amigo- exclamo Marco- Por fin te han atrapado.- palmeo el hombro de Edward.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Sí- dijo Edward - Es la mujer de mi vida- dijo mirándome.

-Un placer bella dama- dijo Marco.

-El placer es mío- le dije.

-Bella- dijo Edward- Marco y Aro pertenecen a la organización, y son de la familia- dijo
sonriéndoles.

-Un placer conocerlos- les dije.

-El placer es nuestro bella dama- dijeron ambos.

-Con su permiso- dijo Marco- Debo hablar con Carlisle.

-Te acompaño- le dijo Aro.

La música lleno el lugar y los invitados tomaron a sus parejas para bailar. Sonaba
Everything de Lifehouse. Una de mis bandas favoritas.

-¿Bailas hermosa?- preguntó Edward.

-Claro guapo- dije tomando su mano.

Poso sus manos en mi cintura, y me atrajo hacia él, recosté mi cabeza en su pecho.
Danzamos al ritmo de la canción.

-¿Te gustó la sorpresa?- susurró en mi oído.

-Me encanto- le dije- Pero no debiste- puso un dedo en mis labios.

-Ya te lo dije Bella mereces esto y mucho más- dijo besando mi cuello- Si pudiera comprar
el mundo y ponerlo a tus pies lo haría.

Rozo nuestras narices y me beso tiernamente, lamió mi labio inferior pidiendo acceso a mi
lengua, gustosa se lo concedí. Nuestros alientos se mezclaron, nuestras lenguas danzaron
juntas. Cuando nos falto aire nos separamos uniendo nuestras frentes. No hacían falta
palabras para saber lo felices que estábamos.

-! Qué románticos!- exclamó una voz que no quería oír.

-¿Qué demonios haces aquí?- le dije.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 9
Te Amo

BELLA POV

-¿Qué demonios haces aquí?- le dije.

-No lo ves- dijo riendo- Estoy invitada a la apertura de la librería de la pequeña zorra.

-Lárgate- inquirí.

-Quién me lo va a prohibir tu- dijo señalándome y riendo-! Wao! Eddie en el tiempo que
estuvimos juntos nunca me regalaste algo tan costoso.

-Tanya si no quieres que pierda la poca paciencia que me queda es mejor que te vayas- dijo
Edward ácidamente.

-Vamos Eddie no me digas que esta niña es mejor que yo en la cama- lo miro y empezó a
reír. !Rayos! Edward no sabía que responder porque no lo habíamos hecho aún.

-Bella es mejor que tu en todo Tanya- dijo Edward.

-Hasta en la cama Eddie si a penas es una principiante no creo que grites su nombre como
yo te hacia gritar el mío- dijo riendo.

-¿Qué hace esta zorra aquí?- preguntó Rose molesta.

-Si llego una de tus defensoras- dijo Tanya riendo.

-Vete de aquí zorra o me darás el gusto de trapear el piso con tu cabello- la amenazo Rose.

-¿Quién invito a esta perra?- casi grito Alice.

-Vaya pero si se reunió toda la familia a defender a la pequeña zorra- dijo riendo. No
aguante más y le di una bofetada con todas mis fuerzas. Iba a lanzarme a pegarle pero
Edward me sujeto.

-Calma señoritas- dijo Jasper- Los invitados pueden darse cuenta de lo que ocurre- miro a
Tanya- Es mejor que te vayas Tanya.

-Esta bofetada me la vas a pagar- me amenazo.

-!Ay! que miedo- exclame burlándome.- Lárgate- le dije y se fue.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Olvidemos lo ocurrido- dijo Jasper con una sonrisa- Y sigamos disfrutando la velada.

Y así lo hicimos converse con algunos invitados que estaban interesados en adquirir libros
y revistas mensualmente. Nos tomamos fotos casi más de ochenta gracias a Alice que
quería fotos de todos los ángulos y traía vuelto loco al fotógrafo. Mientras conversaba con
Rose y Alice la música se detuvo.

-Felicidades a Bella por la inauguración de su librería Crepúsculo- dijo el Dj y estallaron


los aplausos. Mi cara se volvió un poema- Bella un chico se acerco y me dijo que si le
hacías el honor de concederle esta pieza- dijo animadamente- Para ti Bella You and Me de
Lifehouse de parte de Edward Cullen.

Los invitados hicieron un círculo y Edward se colocó en el centro, extendió su mano hacia
mí. No lo dude y la tome. Tomo mi cintura y unió nuestras frentes, yo coloque mis manos
alrededor de su cuello jugando con su cabello.

-Estoy feliz- le confesé mientras nos movíamos al ritmo de la canción.

-Yo también- dijo mostrando su sonrisa torcida.-Tengo otra sorpresa para ti.

-Otra- inquirí sorprendida.

-Recuerdas el auto en el que vinimos- dijo.

-Sí- dije.

-Es tuyo-dijo sonriendo.

-Esto es demasia....- puso sus dedos en mis labios.

- Ya te lo dije Bella te mereces esto y mucho más- dijo besando mi cabello.

La apertura culmino a eso de las once de la noche, poco a poco se fueron retirando los
invitados entre felicitaciones y asegurando su próxima visita para adquirir libros. Sólo
quedaban la familia, Aro y Marco.

-Queridos- nos llamo Esme- Marco y Aro nos han invitado a un viaje- dijo con una gran
sonrisa.

-¿A donde?- preguntó Edward.

-A Panamá- respondió Aro- Es un lugar muy hermoso, y podríamos conocer el canal.


Tengo una residencia allí- dijo sonriendo.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Es realmente divino el país también podríamos visitar algunos sitios turísticos- dijo
Marco sonriendo.

-¿Te gustaría ir Bella?- pregunto Rose.

-Claro- dije emocionada.

-En una semana saldríamos- dijo Aro- Nos vamos en mi avión, ya que yo invito- dijo
mirando a Carlisle.

-Gracias por la invitación amigo- dijo Carlisle palmeando el hombro de Aro.

-Por nada amigo ustedes son mi familia- dijo con una gran sonrisa- Felicidades Bella por
tu librería- se acerco y beso mi mejilla.- Espero tengas mucho éxito- sonrío.

-Gracias Aro- le dije.

-Adiós bella dama- se despidió Marco.

-Adiós un placer conocerlos a ambos- les dije sinceramente.

-Nosotros también nos retiramos- dijo Esme- Felicidades pequeña- me dijo y me dio un
cálido abrazo.

-Adiós hermanita- dijo Em sonriendo- No hagas cositas malas- soltó una carcajada.

Cerramos la librería y salimos directo a la casa, el camino fue silencioso yo no podía estar
más feliz. Al entrar a la casa me sorprendí mucho, las luces estaban apagadas y la casa solo
la alumbraban hermosas velas aromáticas, había un camino de rosas rojas por la escalera y
velas en cada escalón.

-¿Qué es todo esto Edward?- le pregunté.

-Otra sorpresa amor- dijo sonriendo.

-Es hermoso- dije admirando la decoración.

-Sigue el camino de las rosas Bella- pidió.

Lo seguí, conducía a nuestra habitación al abrir la puerta por casi grito de la sorpresa. En
la cama había un corazón hecho de pétalos de rosas rojas y en el piso de la habitación
decía; "Te amo Bella" también con pétalos de rosas pero de color blanco. La habitación
estaba llena de velas y sonaba un lindo instrumental de Debussy.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-¿Claro de Luna?- pregunte sorprendida.

-Te gusta Debussy- dijo. Asentí.

-Te amo Bella- dijo acercándose- Te amo más que a la vida misma- mi corazón iba a salir
de mi pecho de tanta felicidad. Me amaba tanto como yo a él. Estaba más que feliz.

-Yo también te amo Edward- le dije y esas palabras bastaron, para que me tomara entre
sus brazos.

Con cuidado me coloco sobre la cama, con la yema de sus dedos recorrió mi rostro, mi
cuello y luego mi escote. Me beso llevándose mi alma en ese beso. Descendió dejando
besos por mi cuello, me alzo y bajo mi vestido dejándome semi-desnuda pues lo único que
me tapaba eran mis braguitas que por cierto eran diminutas. Poco a poco le quite la camisa
con mis temblorosas manos. Acaricie su esculpido pecho. Desabroche su pantalón y él me
ayudo a quitárselo quedando solo en boxer.

-Te amo Bella- me dijo mordiendo el lóbulo de mi oreja. Gemí.

-Te amo Edward- logre decir casi sin aliento, eran demasiadas las emociones que sentía.

 Acaricie su espalda hasta llegar a sus boxer tome el elástico y se los baje, él marco un
camino de besos por mi cuello cuando llego a mis pechos mordió uno de ellos, no pude
evitar gritar, este hombre iba a ser mi perdición. Después de jugar con mis pechos, beso mi
vientre y me quito las braguitas dejándome completamente desnuda.

-Eres perfecta- susurro mirándome. Y beso mis piernas, mi vientre, mi pecho hasta llegar a
mi boca.

-Edward- dije en un susurro.- no puedo más- casi suplique. Acaricio mis piernas y casi por
instinto las abrí. Se posesionó en mi entrada.

-¿Estas segura?- preguntó. Asentí no me salían las palabras.

Entro en mi al principio grite de dolor y clave mis uñas en su espalda, pero poco a poco el
dolor se fue y se convirtió en un hormigueo. Moví mis caderas y él avanzo dentro de mí.

Los gemidos cada vez eran más altos Edward no dejaba de gritar mi nombre y yo no
dejaba de gritar el suyo, agradecí no tener vecinos, porque sino llamarían a la policía de
tantos gritos.

-Dios mío- gritó Edward con voz ronca.

-Más Edward-pedí y así lo hizo se movió más rápido dentro de mí.


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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Edward- grité cuando sentí que explotaba.

-Bella- gritó él al mismo tiempo. Y llegue a la cima del cielo junto a él.

Se bajo de encima de mí y me giro para que recostara mi cabeza en su pecho. Nuestras


respiraciones estaban agitadas, pero lo que acababa de ocurrir era maravilloso. Me había
entregado a Edward en cuerpo y alma al fin era completamente suya. Beso mi cabeza y
sentí mi corazón latir desbocado.

-Te amo- me dijo.

-Yo también te amo- le dije antes de caer en un profundo sueño.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 10
Un nuevo Cullen

BELLA POV 

Los días pasaron muy rápido. La librería cada día prosperaba más ya teníamos clientes
regulares, hasta lanzamientos de libros programados. Rose y yo estábamos muy felices
que nuestro trabajo se viera reflejado. De vez en cuando Esme iba a ayudarnos. Hoy no
iría a la librería ya que Edward quería que lo acompañara a una reunión con unos clientes.

 -¿Qué clase de clientes son Edward?- le pregunte mientras me colocaba un poco de brillo.

-Tranquila pequeña no son de la organización- respondió sonriendo.

-Sabes que eso no me importa- le dije sonriendo-¿Por qué cancelaron el viaje a Panamá
amor?- le pregunte.

-No lo hemos cancelado pequeña- me abrazo- Sólo lo atrasamos dos semanas porque hay
unos pequeños problemas en la organización.

-Son graves- inquirí preocupada.

-no te preocupes pequeña, todo tiene solución- dijo.

-Ya estoy lista- anuncié con una gran sonrisa.

- Te había dicho que eres hermosa- dijo con su sonrisa torcida.

-Todos los días más de cinco veces- dije riendo. Cuando caminé hacia su Volvo me tomó
de la cintura.

 -¿A donde vas?- pregunto juguetonamente.

-A tu auto- le dije.

-No vamos ahí- dijo mordiendo el lóbulo de mi oreja- Vamos en una camioneta blindada.

-Ah- fue mi genial respuesta.

 El camino fue silencioso a excepción de Edward que tatareaba una melodía desconocida,
mi vista iba clavada en el paisaje. Al dar una curva note tres camionetas que seguían un
auto blanco. Sabía que esas camionetas las había visto pero donde pensé... Claro el tal
Black.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

 -Para el auto Edward- ordene.

-¿Qué pasa?- preguntó.

-Detente- dije.

Edward estaciono el carro en una orilla.

-¿Qué sucede Bella?- pregunto preocupado.

-Esos autos que están allí- le indique- No son los del tal Black.

-Perro- dijo Edward furioso- Va a matar a las personas del auto blanco.

-Hagamos algo- dije

-Llamare a Emmet- dijo y saco su celular.

 Los hombres bajaron de las camionetas estaban armados, rodearon el auto blanco y lo
golpearon hasta que un hombre alto y una mujer salieron. Los hombres apuntaron al chico
alto y la mujer gritaba histérica pidiendo auxilio cargaba un bultito en sus manos y lo
sujetaba con fuerza. ! OH! por Dios era un bebé... y si no hacíamos algo iba a morir.

 -Edward- dije histérica- La mujer tiene un bebé.

-Tranquila Bella- dijo- Emmett viene en camino con nuestros hombres.

-Dame tu arma- dije

-¡Estas loca!- exclamo.

-Edward por favor- suplique- Si no vamos el bebe puede morir. No sabia que me ocurría
pero necesitaba salvar a ese bebé, él no tenía la culpa de nada.

-Esperemos a Emmett- dijo

-No hay tiempo- dije - Dame la maldita arma o voy sin nada- lo amenace.

-Ten- me tendió un arma-¿Qué piensas hacer?- pregunto.

-Voy a caminar detrás de los arbustos nadie me vera ya que soy pequeña, llegare justo
detrás de la mujer. Le disparare al tipo que tiene al frente y le diré que corra con el bebé.

-Y sino funciona- dijo

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Claro que funcionara Cullen- dije

-Te acompaño- dijo

-No tienes arma- espete.

-Sí tengo- dijo y saco un arma de su maletín.

-Vamos- inquirí.

 Bajamos del auto y corrí lo más rápido que puede detrás de los arbustos, gracias a Dios mi
torpeza no me acompaño. Edward me seguía sólo que él si tenía que agacharse. Llegamos
a donde estaba la mujer le indique a Edward que no se moviera. Los hombres amenazaban
al tipo, y la mujer no paraba de llorar y sostener a su pequeño.

 -Vas a morir- grito uno de los tipos y le disparo en la cabeza al hombre que cayo en el
piso.

-Mi amor- grito la mujer desesperada.

-Cállate perra- le dijo el tipo-  Tu también morirás igual que tu bebé- se burlo.

 El hombre apunto al bebé.

-Edward dispárale- dije

 Edward salio y le disparo. En ese momento llegaron dos camionetas comenzaron a


disparar y corrí al lado de la mujer y el bebé. Esta no paraba de llorar y no podía sostener a
su hijo por lo que lo tome en mis brazos. Mientras tome al bebé uno de los hombres del
Black le disparo a la mujer y esta cayo al piso.

 -Cuida a mi bebé- dijo con voz débil. Me hinqué a su lado- Cuídalo como si fuera tuyo sé
que estará bien contigo- me acaricio la mejilla y no pude contener mis lagrimas.

-No te pasara nada- dije sollozando.

-Prométeme que lo cuidaras- dijo- Y serás como su madre.

-Lo prometo- dije.

-Se llama Nahuel tiene seis meses es un niño sano. Cuídalo mucho, quiérelo y dale el amor
que yo no le podré dar- dijo y cerró los ojos.

-No- grite llorando apreté al pequeño en mi pecho.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-¿Qué pasa Bella?- pregunto Edward.

 Miro a la mujer y me abrazo fuerte.

 -Tranquila pequeña- dijo abrazándome- Ya paso.

-No los pudimos salvar- dije llorando.

-Salvaste al bebé Bella- me dijo.

 El pequeño Nahuel yacía dormido en mis brazos, gracias a Dios no presencio la muerte de
su madre. Edward me ayudo a levantarme del suelo y caminamos hacia la camioneta,
abrió la puerta para que entrara con el bebé.

Fuimos a casa de los padres de Edward. A fuera nos esperaban Esme, Carlisle y Rose.
Cuando aparcamos el auto. Esme y Rose corrieron hacia mí.

 -¿Cómo están?- pregunto Esme.

-Bien- dijo Edward.

- Y ese bebé- dijo Rose señalando al pequeño.

-Entremos y les explicare lo ocurrido- dijo Edward.

 Edward explico detalladamente lo sucedido. Carlisle estaban sorprendidos de mi empeño


por salvar el bebé.

 -¿Qué piensan hacer con el pequeño?- preguntó Carlisle.

-Pienso quedarme con él- dije segura- Le hice una promesa a la madre y me quedare con
Nahuel.

-Ya tiene nombre- dijo Rose.

-Sí- afirme- Su madre me dijo que ese era su nombre, pero de ahora en adelante se llamara
Nahuel Cullen Swan- dije sonriéndole al pequeñín que ya había despertado.

-Un nuevo Cullen- dijo Carlisle alegre.

-Es un pequeñín hermoso- dijo Esme emocionada- Soy abuela- sonrío.

-Soy tía -dijo Rose- Es genial- sonrío- ¿Puedo cargarlo?- preguntó.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Claro- dije y le entregue al bebé.

 Mientras Carlisle y Rose le hacían mimos a Nahuel, Esme llamo a Alice para que
comprara todo lo necesario para un bebé.

Edward estaba recostado en la ventana que daba vista a la alberca. Me acerque


silenciosamente, algo lo preocupaba.

 -¿Qué sucede Edward?- le pregunte. Se giro a encararme y en su rostro había tristeza.

-No quieres al bebé- dije en un susurró con miedo a que no lo quisiera.

-No es eso Bella- dijo serio.

Sentí un alivio cuando lo dijo.

-Entonces, ¿Qué es?- insistí.

Desvío su mirada y tome su rostro entre mis manos para que me mirara.

-Dime Edward- le pedí.

-Pienso que no te merezco Bella- dijo- Eres demasiado buena para mí.

-No vuelvas a decir eso Cullen- dije- Vuelves a decirlo y conocerás mi furia- lo amenace.-
Edward te amo- dije mirándolo intensamente- Y eres lo más hermoso que me ha pasado-
le asegure.

-Te amo Bella- dijo- Perdóname por ser tan idiota. Ahora somos una familia- dijo-
Tenemos que cuidar a nuestro bebé. Mi corazón se hincho al escuchar aquellas palabras.

 Sonreí. Nahuel Cullen Swan nuestro hijo, nunca imagine que iba a ser madre a los
dieciocho años. Pero eso no importaba quien dijo que hay un año específico para ser
madre. Nahuel iba a recibir todo el amor del mundo de eso me encargaría. De amarlo y
protegerlo como una fiera.

 -¿Quieres cargarlo?- le preguntó Rose a Edward. Este asintió y tomó entre sus brazos a
Nahuel nuestro hijo.

 Por el pequeño rostro de Nahuel bailo una sonrisa al ver a Edward y este le sonrío. No
pude evitar llorar.

 -¿Por qué lloras amor?- preguntó Edward.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Es que estoy emocionada- dije sollozando- Soy madre- casi grite.

 Y todos rieron a carcajadas de mi pequeño grito. A Nahuel le pareció gracioso verme


llorar pues no paraba de mirarme y sonreír. Era el bebé más hermoso que había visto en
mi vida y no porque fuera mi pequeño.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 11
Mi pesadilla

 Habían pasado cinco días desde que el pequeño Nahuel vivía en casa, la familia estaba de
lo más contenta con el bebé. Carlisle y Esme estaba orgullosos de su pequeño nietecito,
Rose, Emmett y Jasper de su sobrina y Alice de poder comprar ropa y juguetes de bebés.
Edward se encargo de los papeles para reconocerlo como nuestro hijo. Ya no trabajaba
todo el día en la librería, pues pasaba toda la tarde cuidando a Nahuel.

Eran eso de las tres de la madrugada cuando el sonido de un! BUAAA...! por el monitor
me exaltó. Mientras me levantaba sentí una mano en mi hombro.

-Yo voy- dijo Edward. Asentí.

El sonido de una hermosa melodía inundo la casa. Camine cuidadosamente si hacer ruido
hasta donde provenía el sonido. No pude contener mis lágrimas al ver a Edward tocando
el piano con Nahuel en sus brazos, el bebé sonreía al ver los dedos de Edward pasar por
las teclas. Edward recargo al bebé en su hombro, y este al verme agito sus bracitos.

-Pasa mamá- dijo Edward.

-¿Cómo sabías que estaba aquí?- le pregunté. Sentándome a su lado.

-Lo sabía porque es imposible no reconocer tu olor, y Nahuel estaba desesperado lo que
significa que andabas cerca- dijo. Sonreí.

-Pequeña debo salir por cuatro días tengo que atender algunos negocios en Canadá- dijo.

-Te voy a extrañar- dije acariciando su mejilla. Odiaba el hecho de que Edward viajara,
pero tendría que acostumbrarme a vivir con ello.

-Yo también amor- dijo dándome un beso.

-¿Cuándo te iras?- pregunte triste.

-A las once de la mañana sale el vuelo. Jasper y Emmett irán conmigo, es un negocio
grande- dijo pensativo.

No le pregunte que clase de negocios, pues estaba segura que era algo de la mafia. Y
prefería no oírlos.

52 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Acostamos a Nahuel en su cunita y fuimos a dormir un poco. El despertador sonó a eso de


las ocho de la mañana. Edward ya no estaba a mi lado se encontraba preparando la maleta
de su viaje. Cuatro días sin Edward esto iba a ser una tortura. Lo extrañaría montones.

-Buenos días amor- dijo con una sonrisa.

-Bueno días- conteste bostezando- ¿Y Nahuel?- pregunté.

-Ese pequeño travieso sigue dormido- dijo.

-! Que extraño!- exclamé. Nahuel casi siempre despertaba a las siete de la mañana.

-Sí- afirmó Edward.

-¿A qué hora te vas al aeropuerto?- pregunte.

-A las diez- respondió, mientras cerraba la maleta.

Fui a la recámara de Nahuel quien ya estaba despierto lo bañe y vestí. Estaba en la cocina
dándole leche a Nahuel, cuando entro Edward.

-Ya me voy amor- dijo.

-Te extrañare- dije haciendo un puchero.

-Yo más- dijo y me dio un apasionado beso. Camino hacia Nahuel que estaba en su sillita
de comer y le dio un beso en la frente- Cuídala campeón la dejo en tus manos.- el bebé
sonrío.

-Adiós amor- dijo y salio de la cocina.

Pasaron los dos días más largos de mi vida, sin la compañía de Edward. Lo único que me
reconfortaba era hablar con él y estar con mi querido bebé. Era un día regular en la
librería. Rose no estaba pues tenía que atender unos pendientes, y Esme se ofreció a cuidar
al pequeño, así que me quede a cargo. Me encontraba colocando algunos libros infantiles
cuando escuche la voz de mi peor pesadilla...

-Cuanto tiempo Isabella- dijo.

-¿Cómo supiste donde estaba?- le pregunté enojada.

-Seguirte el rastro es muy fácil Isabella- dijo acercándose.

-¿Qué quieres?- le pregunte.

53 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

- Tú sabes lo que siempre he querido- dijo tomando un libro- Veo que Cullen te trata bien-
dijo ácidamente- Ya se cual es tu precio- dijo riendo.

-Cállate- le dije- Sabes que nunca me ha importado el maldito dinero.

-Si te importa- dijo- Te importa demasiado porque sino te importara, estuvieras conmigo y
no con él.

-Yo nunca te ame- dije- Creo que siempre te deje claro que éramos sólo amigos.

-Sí- dijo- Pero yo te dije a ti que nunca dejaría de intentarlo.

-Dime en realidad. ¿Qué es lo que buscas?- le exigí.

-A ti- dijo y se acerco, yo retrocedí por su avance- No creo que te hayas enamorado de
Cullen.

-Pues si me enamore- dije y sonreí- Como una loca. Edward es lo mejor de mi vida.

-Y estás segura de que él te ama- dijo riendo.

-Estoy segura de Edward- dije furiosa.

-Vamos Isabella- dijo y me tomo de la cintura- Él nunca te querrá como yo.

-Suéltame- le grite y forceje.

-Quita tus asquerosas manos de mi mujer- siseo Edward.

EDWARD POV

Mi estancia en Canadá fue de lo más aburrida. Trate de cerrar los negocios lo más pronto
posible. Necesitaba estar con Bella, la extrañaba de una forma irracional.

-¿Qué te pasa Edward?- me preguntó Jasper.

-Es que estoy preocupado por dejar a Bella sola- le dije

-Edward la dejaste con más de veinte escoltas- dijo.

-Sí- dije- Pero no sé que me pasa estoy preocupado.

54 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Pues ya deja la preocupación Ed- dijo Emmett- Ya esta todo listo. Está misma tarde
llegaremos a casa.

-Gracias a Dios- exclamé. Y rieron.

Durante el viaje me dormí. No sabía que me ocurría, pero estaba realmente preocupado
por Bella era como un presentimiento.

-Ya llegamos Ed- anunció Emmett.

-OK- dije y bajamos del avión.

-Anda a ver a Bellita- dijo Emmett riendo- Y salúdala de mi parte.

-También de mi parte- dijo Jasper.

-Claro- les dije.

Quería darle una sorpresa así que iría directo a la librería. Compre un ramo de rosas en el
camino, al llegar vi el establecimiento vacío. Pero al abrir la puerta vi a mi pequeña
tratando de zafarse del agarre de un estúpido que cada vez la apretaba más.

-Quita tus asquerosas manos de mi mujer- siseé.

-Tranquilo Cullen- dijo el muy cobarde soltando a Bella, quien corrió a mis brazos.

-Lárgate de una buena vez- le dijo Bella.

-Ya me iba- dijo el miserable y salió de la librería.

Bella me abrazó y la sentí temblar, estaba asustada. Debía averiguar quien era el estúpido
ese para mandar a borrarlo del mapa.

-¿Quién era ese tipo Bella?- le pregunté controlando la voz. Sentía que mi sangre hervía.

-James- dijo en un susurró. Y su abrazo fue más fuerte.

-¿De dónde lo conoces?- pregunté y se estremeció-¿Por qué estás tan asustada pequeña?

-E...Edward- dijo y empezó a llorar.

-¿Quién es Bella?- la presioné- Porque estas así- le dije y sollozo más- Dime de una maldita
vez quien es él Bella- casi grite. Ella me miró asustada.

55 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Él es mi pesadilla Edward- dijo hipando por el llanto- Tengo mucho miedo amor- susurró
y me abrazó.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 12
Volando

EDWARD POV

-Él es mi pesadilla Edward- dijo hipando por el llanto- Tengo mucho miedo amor- susurró
y me abrazó.

-Tranquilízate Bella- le dije. Trace círculos con mi dedo índice en su espalda para que se
calmara.

-Tengo miedo Edward- volvió a decir.

-¿Por qué le temes tanto pequeña?- le pregunté.

-Te lo diré en casa- dijo y cerramos la librería.

Cuando llegamos a la casa llame a mi madre para que se quedara con el bebé esta noche
estuvo de acuerdo, le dije que necesitaba hablar con Bella. Fui hasta la cocina y le prepare
un poco de té para que se calmara. Me senté junto a ella en el sillón, apoyo su cabeza en mi
pecho después de tomarse el té. Así que decidí hablar.

-Ya estamos en casa- dije. Me abrazo muy fuerte y beso mi pecho.

-James es hijo de un amigo de papá- dijo- Cuando cumplí catorce años el se mudo a Forks,
al principio me caía bien era realmente divertido- suspiró pesadamente- Luego se volvió
pesado no dejaba de perseguirme y eso me molestaba. Pero cuando murió mamá él me
brindo su apoyo siempre estuvo ahí para mí y nos volvimos amigos- se removió en mi
pecho- Así paso un año pero cada día se tornaba más posesivo y le dije que si seguía con
esa actitud de parecer mi dueño, era mejor dejar de ser amigos.

-¿Qué tan posesivo era?- pregunté curioso.

-Quería mandarme siempre. Escoger a mis amigos me molestaba que Charlie lo apoyara-
dijo en tono enfadado- Odiaba con todas mis fuerzas que quisiera gobernar mi vida.

-Cuando le dijiste que dejaran de ser amigos, ¿Qué te dijo?- inquirí.

-Se alejo de mí por un tiempo. No me llamaba y en el colegio ni me hablaba. Me sentí un


poco mal por ser tan dura, pero era libre.

-Solo por un tiempo- le dije.

57 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Sí- dijo y empezó a llorar.

-Tranquila pequeña- susurré besando sus cabellos.

- Una noche me quede hasta muy tarde en la biblioteca terminando un trabajo, y cuando
salí.- guardo silencio, suspiro.- Un chico me seguía, intenté correr pero caí, la noche estaba
demasiado oscura así que no podía ver su rostro. Empezó a besar mi cuello, grité como
una loca pero nadie me escucho, así que tome una piedra que estaba muy cerca de mí, le
pegue en la cabeza y salí corriendo de allí.

-Ese chico fue ¿James?- le pregunté. La sangre me hervía, mataría con mis propias manos a
ese maldito.

-Sí- dijo y levanto su rostro para mirarme- Estoy segura, al día siguiente fue al colegio con
la cabeza vendada. En la cafetería casi y me mata con la mirada. Desde ese día no
volvimos a hablarnos más. Él tenía terror de que le contará a Charlie lo ocurrido.

-¿Por qué no se lo dijiste a tu padre Bella?- inquirí.

-No quería preocuparlo- me dijo.

-Debiste decirlo Bella- le reproché.

-Lo sé- dijo- Pero eso paso hace mucho.

Los días pasaron volando, cada día había más negocios. A Bella le iba de maravilla en la
librería estaba muy feliz. Mamá, Rose y Alice la ayudaban a cuidar al bebé quien estaba
enorme. Al maldito de Félix lo envíe para el otro mundo, quizá se esta quemando en el
infierno. Me encontraba estudiando un nuevo proyecto. Cuando mi celular sonó. Era un
número privado.

-Edward Cullen habla- respondí.

-Amigo- hablo Aro- ¿Cómo has estado?- preguntó.

-Bien -dije- ¿Y tú?- inquirí.

-Muy bien amigo- dijo riendo- Te llamaba para decirte que en dos días salimos para
Panamá.

-Perfecto- le dije- Te llamare para ultimar detalles.

-De acuerdo, adiós- se despidió.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Llame a mi amada Bella para informarle lo del viaje se mostró feliz, pues nunca había
salido del país. Me causo ternura, de ahora en adelante la llevaría a recorrer el mundo
entero.

BELLA POV

Edward me había avisado que en dos días salíamos a Panamá. Al darle la noticia a Alice
casi se desmaya según ella dos días era poco tiempo para empacar. La verdad ella estaba
muy loca. Estaba de lo más feliz, por fin iba a salir del país, y por lo poco que sabía
Panamá era un país muy hermoso. El pequeño Nahuel nos acompañaría, cada día ese bebé
estaba más hermoso y por cierto muy mimado. Lo amaba demasiado. Por fin hoy
saldríamos hacia Panamá. Estaba terminando de empacar, cuando sentí a Edward
presionar sus labios en mi cuello. Me estremecí y el rió bajito.

-Lista- le dije cerrando la maleta.

-Bien- dijo y sonrío- Vámonos.

Salimos tomados de la mano. A fuera se encontraba Esme y Carlisle con el pequeño


Nahuel, Alice y Rose peleando sobre a que Mall irían. Mientras que Em, Jasper y Edward
charlaban tranquilamente sobre la adquisición de su próximo auto. Aro sonrío eufórico al
vernos llegar al aeropuerto con él se encontraba Marcos y una chica rubia de ojos azules
con un chico alto de pelo castaño, supuse que eran familia de Aro.

-Bienvenidos- dijo Aro con entusiasmo- Pueden pasar al jet- indico.

-Gracias por la invitación Aro- dijo Carlisle. Este sonrío y se acerco a conversar.

Ya cuando todos estábamos en el avión, la chica se acerco.

-Tú debes ser Bella. ¿Cierto?- pregunto sonriendo.

-Sí- le dije y sonreí.

-Soy Jane la hija de Aro- sonrío y apunto al chico de cabello castaño- Él es Demetri mi
esposo.

-Mucho gusto en conocerte Jane- le dije de corazón. Parecía una persona muy agradable.

-El gusto es mío Bella- dijo y se fue a sentar.

-Por favor abrochar sus cinturones que vamos a despegar- dijeron por la alta voz.

59 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Cuando despegamos, todos tomaron sus almohadas y se durmieron. Lo únicos despiertos


éramos Edward y yo.

-Ven amor- dijo parándose y tomando mi mano- Acompáñame.

Lo seguí hasta el baño del avión.

-¿Qué hacemos aquí?- le dije al verlo cerrar el pestillo de la puerta.

-¿Qué tu crees?- inquirió con una sonrisa picara.

-Edward estamos volando- le dije bajito.

Mostró su sonrisa torcida. Se me escapo una risita tonta. En ese momento se apodero de
mis labios y se me escapo un gemido de placer. Me cargo hasta el aparador del baño y yo
rodeé su cintura con mis piernas. Empezó a besar mi cuello y poco a poco me quito la
blusa, beso mis senos por encima del sostén, mientras yo acaricie su cabello. Bajo mi falda
con mucha delicadeza y se quito su pantalón quedando en boxer. Desabrocho mi sostén y
empezó a lamer mis pechos. Gemí y enrede mis manos en su cabello, dejo besos por mi
vientre y me quito las braguitas con los dientes. Me mordí el labio y arqueé mi espalda.
Introdujo un dedo en mí y empezó a bombear, no pude evitar gritar.

-Edward- susurre sin aliento- Ya para por favor... Necesito...- dije casi llorando.

-¿Qué necesitas Bella?- preguntó con voz ronca.

-A ti- dije.- Ya-ordené- ahora, por favor- casi suplique.

Siguió bombeado por un momento luego choco sus labios contra los míos. Lo abrase y baje
su boxer. Dejándolo completamente desnudo.

-Te amo Bella- dijo y entro en mí- Eres mi vida- susurro contra mi cuello y emitió un grito
cuando nuestros cuerpos chocaron.

Sus movimientos eran rápidos y lentos, de pronto sentí que iba a explotar.

-Edward- grité sin aliento.

-Te amo Bella- gritó él.

Y explotamos juntos. Llegamos como uno solo a la cima del universo.

-Fue maravilloso- dijo besando mi cuello.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Te amo- le dije.

Me miró por unos instantes y sonrío de mi manera favorita.

-Yo también te amo Bella- dijo y me beso.

Sentimos un golpe a la puerta del baño.

-AHHHH!- gritó el intruso. Mientras yo trate de esconderme en el pecho de Edward.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 13
Miraflores

-Emmett- gritó Edward furioso- ¿Qué demonios haces aquí?

-Venia al baño, pero veo que esta ocupado- dijo riendo- Vaya Ed tus pompas son muy
lindas, tienes que darme el secreto para mantener las mías así- y río escandalosamente.

-¿Qué pasa Em?- inquirió Rose-! OH!- casi gritó al vernos desnudos.

-LARGUENSE- gritó Edward quien tenía el rostro rojo de lo furioso que se encontraba.

-¿Qué sucede? preguntó Esme.

! Por Dios! hasta mi suegra me tiene que ver...

-Bella- dijo asombrada- Edward... Salgamos de aquí chicos- susurró conteniendo una
carcajada.

Abrasé a Edward con fuerza, y empezamos a reírnos...

-Viste la cara de Emmett- dijo Edward con una sonora carcajada.

-Hubieras visto la de Rose- dije riendo.

-Te amo preciosa- me dijo

-Y yo a ti- le dije acariciando su perfecta nariz.

-Vamos- susurró- Antes de que Emmett piensa que estamos en el segundo round. Reí por
su comentario.

Nos vestimos rápidamente, al salir todos habían despertado. Em, Rose y Esme nos
miraban divertidos. Me dormí en los brazos de Edward el resto del viaje.

-Bella despierta- susurró en mi oído- Ya hemos llegado amor.

Bajamos del avión, todos estábamos muy emocionados. Se sentía un calor abrazador y el
sol brillaba a montón.

-Bienvenidos a Panamá- dijo Aro sonriendo.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Subimos a unas camionetas que nos esperaban afuera del aeropuerto de Albrook. El
paisaje era muy hermoso rodeado de naturaleza. Las calles estaban un poco transitadas, y
por ellas circulaban distintos tipos de autos, hasta que vi unos buses que me llamaron
mucho la atención se veían antiguos, pero aún así estaban decorados con dibujos
encendidos.Llegamos a una gran casa de tres plantas, lo que escuche es que el lugar se
llamaba Clayton Áreas Revertidas de la Zona del Canal.

-Quiero una habitación del segundo piso- le dijo Alice a Aro, este sonrío.

-Hay siete habitaciones querida. Y me he tomado el atrevimiento de asignarlas- dijo


riendo- Las de la primera planta son la mía, Marco, Carlisle, Esme y el pequeñín.- les
sonrió- La segunda planta de Emmet y Rosalie, Alice y Jasper, y Jane con Demetri- estos
asintieron- Y la tercera planta la de Bella y Edward, así no causaran tanto ruido, y no se
oirán sus gritos por toda la casa- soltó una carcajada. A la cual los demás acompañaron,
incluso Edward.

Escondí mi rostro en su pecho. Estaba avergonzada... o sea que todos nos escucharon en el
avión... Tan escandalosos éramos se formo una sonrisa tonta en mi rostro. Subimos a
nuestra habitación, acomode la ropa mientras cantaba una de mis canciones favoritas,
estaba tan feliz que sentía que el corazón iba a salirse de mi pecho. Bajamos a ver que
hacían los chicos. Mientras caminábamos a la sala tomados de la mano escuchamos a
Emmett murmurando algo muy bajito.

 -Chicos, cuando estaba fuera del baño Él gritaba Siii.......Bella te amor por Dios Bella....-
dijo- Y ella! OH! Edward Dios sii..... Más.... no pares......- imitó mi voz.

! Wow! yo grite todo eso, en realidad ni cuenta me daba. Estaba concentrada en otras
cosas.

-Cuando gritaron a la par creo que lo escucharon hasta los pilotos- dijo Jane...

-Sí- estuvo de acuerdo Marco.

-Yo estaba dormida y el; Edward..... Me despertó- dijo Alice riendo.

-No puedo creer que Edward tenga unas pompas así- dijo Em en tono preocupado.

-¿Cómo las tiene?-preguntó Alice.

-Redondas y paraditas, ese maldito tiene que decirme su secreto. Para volver loca a mí
Rose- dijo y los demás rieron.

63 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Me alegro que Aro les diera la habitación de la tercera planta, así no tendré que ir al
psicólogo con tanto grito- dijo Jasper.

Edward me jalo para entrar a la sala.

-Así que les molestan nuestros gritos- dijo de lo más normal.

Todos voltearon a verlo incrédulos. Emmett tenia los ojos como platos, mientras Alice,
Jane y Demetri lo veían divertidos.

-E...Edward- articulo Em.

-No te preocupes Emmett- dijo Edward- Ya no escucharan nuestros gritos, creo que ahora
que estamos ubicados en la tercera planta, no se escucharan tanto.

-La cena esta servida- anuncio Aro.

Nos dirigimos al comedor. La cena paso divertida, Emmett de vez en cuando hacia
comentarios por lo ocurrido en el avión, y todos reían. Acordamos ir a visitar las exclusas
de Miraflores, o sea El Canal de Panamá donde transitaban los cruceros y barcos más
importantes del mundo. Fui a darle el beso de buenas noches a mi pequeño Nahuel y subí
a encontrarme con Edward en nuestra habitación. Estaba ansiosa quería terminar lo que
habíamos empezado en el avión. Al entrar a la habitación, escuche el sonido de la ducha.
Edward se estaba bañando, de tan solo imaginar su hermosa piel cubierta por las gotas de
agua me hizo jadear. Mientras me dirigía al baño deje caer mi ropa por el camino.

Entre y si estaba igual o más sexy de lo que había imaginado. Se giro y sonrío, me tomo de
la cintura atrayéndome hacia él. Me dio un tierno beso, y me estrello cuidadosamente en la
pared, tomo el jabón y lo paso por todo mi cuerpo.

Acaricio mi espalda, mis muslos hasta que llego a mi centro. Solté un gemido cuando me
toco, introdujo un dedo y luego otro y empezó a bombear. Me desconecte del mundo, solo
podía sentir placer y poco a poco alcanzaba la cima del cielo. Sentí un hormigueo y me
vine en su mano. Se apresuro a unir nuestros labios, y los separe para dar paso a su lengua
la cual exploro hasta el último rincón de mi boca. Masajeo mis pechos con la palma de su
mano, bajo su rostro hasta ellos y los mordió.

-Edward- gemí. Lo necesitaba tanto.

-Te adoro Bella-dijo besando mi cuello succionándolo.

Acaricie su rostro memorizando cada parte y baje besando su esculpido pecho.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Bella...- susurro con voz ronca. Llegue a su erección y la atrape con mis manos.

-Por Dios Bella...-gritó mientras lo masajeaba.- Ven aquí pequeña- dijo y me alzo, enrede
mis piernas en su cintura. Él apretó sus manos en mis nalgas y entro lentamente en mí.

Empujo dentro de mí y una sensación fascinante me inundo. Sus movimientos eran


rápidos, mientras besaba mi nariz, yo apreté más mis piernas a su cintura, quería sentirlo
más. Acelero el ritmo y sabia que muy pronto terminaría, moví mis caderas para ayudarlo.
Y explotamos.

-Bella...Oh... eres mi diosa- gritó y enterró su rostro en mi cuello.

-Edward....Te Adoro- grite recargando mi cabeza en su hombro.

Salió de mí con cuidado. Me tomo en brazos y me acostó en la cama, donde caí en un


profundo sueño. En la mañana cuando bajamos al comedor, todos se encontraban
desayunando. Y al vernos soltaron unas risitas. No le tomamos mucha importancia y nos
sentamos a desayunar. A eso de las once de la mañana nos dirigimos a las Exclusas de
Miraflores. La pasamos muy bien, estaba de lo más feliz.

Alice, Rose, Esme y hasta Emmett se emocionaban mucho cada vez que pasaba un barco
por el canal. Emmett gritaba de la emoción al ver como se abrían las compuertas y bajan
los barcos para después seguir su rumbo. Las personas que ocupaban los barcos nos
saludaban eufóricos al pasar, era muy lindo. Un empleado de la autoridad del canal de
Panamá nos explico el funcionamiento de este y los beneficios que le brindaba al país.

Las personas del país eran realmente amables y cariñosas. Una señora que tenia un puesto
de ventas me regalo una pulsera que tenía un enmarcado de madera que decía Panamá.
Cuando íbamos directo a un Mall llamado Multiplaza que según Alice era uno de los
mejores, Edward desvío el auto.

-¿A donde vas?- pregunte. Me preocupe pues no conocíamos bien el lugar y podíamos
perdernos.

-Te voy a llevar a un lugar especial- murmuro con una sonrisa traviesa. Esas de las que me
quitaban el aliento.

-Edward- me queje- Dime por favor...- le pedí, haciendo un puchero.

-No- dijo.

65 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Y doblo a un camino lleno de árboles. La vista era maravillosa, estaba encantada con el
país. Más a delante le diría a Edward que hiciéramos otra visita. Aparcamos en una
residencia. Edward me ayudo a bajar del auto.

 La casa era especial. De una sola planta pero inmensa, tenia árboles que la rodeaban y
plantas a su alrededor. Sus ventanas eran grandes y su color amarillo la hacia verse como
la casa de verano deseada por cualquiera persona.

-De quien es la casa- inquirí.

-Tuya- susurró. Y mordió el lóbulo de mi oreja.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 14
Césped

-No puedo aceptar esta casa- le dije.

-Ya es tuya- dijo.

-Edward esto es demasiado- le dije- Sabes que odio los lujos.

-Lo sé- dijo riendo- Eres rara Swan.

-Sí- acepte.

-Pero también se que te encanta este país y quiero que puedas venir las veces que quieras.
Y tener algo tuyo aquí.- dijo con su sonrisa torcida.

-Gracias Edward- dije. Sabía que no iba a ganar esto.

La casa era hermosa, tenía cuatro habitaciones una cocina inmensa cubierta con madera
fina y una sala que era como del tamaño de mi antiguo departamento. Salimos al jardín
que estaba cubierto por flores exóticas de diversos colores y árboles inmensos que daban
sombra. Edward se acostó en el césped y me invito a sentarme junto a él. Se veía tan
divino, con su cabello bailando alrededor de su rostro, estaba sonriente, se sentía feliz. Y
yo me sentía la mujer mas afortunada del universo por tener a ese dios griego sólo para
mí.

Todo esto había sucedido tan deprisa, nunca imagine enamorarme a primera vista. Estaba
locamente enamorada de él. De su increíble personalidad, de su forma de tratar, de todo
de él. No me importa que fuera un mafioso no me interesa como nos conocimos. Lo amo y
eso es suficiente.

-En que piensas- inquirió.

-En ti- confesé.

Me halo hacia el y me coloco encima de su pecho. Mi corazón latía desbocado parecía que
fuera a salir volando de mi pecho. Su aliento me golpeaba como el aroma más fresco y
agradable del mundo. Nuestras respiraciones se entrelazaban, como si fuera una sola.

Acaricio mi frente, mis ojos, mis pómulos y mis labios con las suaves yemas de sus dedos.
Me beso despacio sin desesperación fue un beso tierno donde nos demostramos amor,
respeto, fidelidad, sinceridad y muchas otras cosas más.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Enrede mis manos en su cabello y beso mi cuello tiernamente como si me fuera a romper.
Me volteo cuidadosamente para quedar en el césped y él encima de mí. Se froto sobre mi
cuerpo y yo solté un gemido. Cuidadosamente me quito el vestido y yo su camisa. Beso el
centro de mis pechos con tanto amor que quise llorar, luego bajo a mi vientre y lo mordió.
Solté un grito. Yo recorrí su pecho y su espalda acariciándolo lentamente, desabroche sus
pantalones y los baje. El ataco mis labios y los mordió, lleno de besos mojados mi cuerpo
hasta llegar a mis braguitas las cuales quito con los dientes. Sentir sus dientes rozar con mi
piel me hacia gemir su nombre sin parar.

Subió y me quito el sostén, beso, lamió y mordisqueo mis pechos, mientras yo me retorcía
de placer. Alzo mis piernas y las coloco en sus hombros. Grite su nombre cuando sus
labios hicieron contacto con mi sexo, beso y lamió mi punto de placer mientras sentía que
me llevaba al mismo cielo.

-Edward......- grite- Para por favor....- Si seguía haciéndolo no lo iba a soportar.

-¿Te gusta?- pregunto.

-! OH! Sí... Edward- grite cuando su lengua presionaba con fervor.

-Quiero que digas mi nombre Bella- me ordeno.

-Edward...- dije sin aliento.

-Otra vez amor- pidió.

-Edward- grite cuando sentí que llegaba el orgasmo.

-Eso fue excelente- dijo.

Se quito el boxer mientras yo recuperaba el aliento.

-Hazme tuya Edward- le pedí.

-Ya eres mía Bella- dijo y entro en mí.

Comenzó a moverse y yo me moví al mismo ritmo que él.

-Bella- gimió y beso mis pechos.

-Más rápido- le pedí.

-Como ordenes- dijo y sus movimientos se hicieron rápidos.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Te amo Edward- dije mordiendo su hombro.

- Dios... Bella yo te amo más- susurró.

-Edward- grite cuando lo sentí muy cerca.

-! Oh! Bella- grito y sentí mi interior partirse en pedacitos. Era uno de los mejores
orgasmos que había tenido, por no decir el mejor. Y todos me los había dado él. El único
hombre en mi vida de todas las maneras posibles. Me alzo para quedar acostada en su
pecho y nos dormimos.

Sentí una fría brisa y poco a poco abrí los ojos, ya era de noche y estaba desnuda a lado del
hombre más maravilloso del mundo, bueno o por lo menos del mío. Besé su pecho y
acaricie su rostro.

-Hummm.....- dijo soñoliento.

-Despierta amor, debemos irnos- le dije.

-No- dijo y rió.

-Abre los ojos Edward- le pedí.

Los abrió y me beso apasionadamente. Me senté y le tendí la mano para que él hiciera lo
mismo, gire a buscar mi ropa pero no la vi por ninguna parte.

-Edward- lo llame.

-¿Qué?- dijo besando mi espalda.

-Donde esta la ropa- pregunte.

Miro a todos los ángulos del patio y gruño.

-No esta- dijo.

-Dios- exclame- Estamos desnudos Edward.

-Lo se- dijo riendo.

-No es gracioso- espete.

-Tranquila Bella- acaricio mis labios- Llamaremos a Alice, para que nos traiga un poco de
ropa.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Si- dije frustrada- Y vendrá Emmett a burlarse de nosotros.

Edward se carcajeo. Y yo me levante del césped y camine hacia la casa. De pronto escuche
el grito de alguien.

-Es una diosa- gritaba- Dios que preciosa bajo del olimpo.

Me gire y era un joven como de unos quince años que me observaba desde la casa de a
lado. Me ruboricé y entre corriendo a la casa. Edward me siguió, venia diciendo una sarta
de palabras. Tomo su celular y llamo a Alice.

-Vienen en quince minutos- dijo y sonrió.

-OK-dije.

Quince minutos después, tocaron el timbre. Fui a esconderme en la recamara principal.

-Hola Edward- escuche decir a Alice-! Dios! pero si estas desnudo- dijo riendo.

-Sí- dijo Edward con tono ácido.

-¿Qué le sucedió a tu ropa?- pregunto carcajeándose.

-La perdimos- respondió Edward.

-Como la van a perder en su casa- dijo

-La perdimos en el jardín- dijo Edward

-! WAO!- grito...Emmett! OH! por Dios Em- Descubren nuevos horizontes- dijo y soltó una
carcajada.

-Deja de molestarlos- dijo Rose- Toma Edward aquí esta la ropa.

Oí los pasos de Edward.

-Abre Bella- dijo.

Abrí la puerta y entro rojo de la vergüenza. Empecé a reírme...

-¿De qué te ríes?- preguntó.

-De lo que paso- le dije y se unió a mis risas.

70 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Salimos a encontrarnos con Emmett, Rose y Alice quien parecía estar muy divertida.

-Vámonos- cantó Alice y salimos de la casa.

Los días pasaron muy rápido para mi gusto. Panamá era un país espectacular visitamos
muchos Mall y encontramos grandes baratillos. Alice se volvió loca comprando. En las
noches fuimos a varias discotecas donde bailamos hasta el amanecer. Tomamos un poco
de sol y nos bañamos en playa venado. Visitamos museos y dimos un paseo en barco
debajo del puente de las Américas. El viaje fue fabuloso, quedamos tan encantados que
planeamos visitarlo pronto.

Al llegar a casa acosté a Nahuel quien estaba dormidito. Desempaque mientras Edward
atendía algunas llamadas, pues había descuidado un poco sus negocios. Luego de
desempacar, baje a ver que hacia el amor de mi existencia.

-¿Qué haces amor?- le pregunte al entrar a la cocina.

-Pechuga de pollo a la crema de limón- dijo con una sonrisa torcida.

El olor de la comida me golpeo con fuerza y sentí un asco y unas nauseas horribles. Corrí
al baño de visitas.

-¿Qué sucede Bella?- pregunto Edward preocupado.

Le respondí vomitando nuevamente. Después de vomitar todo lo que tenia en el estomago


y lo que no tenia también, me lave la cara y tome un poco de agua.

-Amor voy a llamar a un médico- dijo Edward angustiado- Estas muy pálida.

-No- le dije- Sólo fue un vomito- sonreí para calmarlo- Algo debió haberme caído mal.

-Esta bien- susurro- Pero prométeme que iras mañana- pidió.

-Te lo prometo- susurre.

71 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 15
Análisis

Fui al médico como le prometí a Edward. El doctor me envío una serie de análisis, para
ver si había adquirido algún virus. Al salir del consultorio pase por una sala llena de niños
y jóvenes, le pregunte a una enfermera y me comento que era la sala de niños con
leucemia. Me dio mucha curiosidad y entre. Charlé con ellos un poco, y me di cuenta que
eran personas luchadoras con ganas de vivir.

Pase por la recepción y pregunte sobre alguna fundación, gracias a dios había una. Pero les
prometí que los iba a ayudar, por lo que enviaría un porcentaje de dinero de las ganancias
de la librería para la fundación. Se mostraron muy felices por un nuevo donador, y yo
estaba contenta de poder ayudarlos.

Mientras me dirigía al estacionamiento del hospital, sentí que alguien me miraba, voltee a
ver y no había nadie. Un repentino escalofrío sacudió mi cuerpo, tenia miedo y por
primera vez me arrepentía de no haber salido con los escoltas. Mire el suelo y vi una
sombra pasar tras de mí. Entre en pánico y abrí el auto, cuando entre lo encendí y lo puse
en marcha a toda velocidad. Dos camionetas grises me seguían y del susto y a la velocidad
que iba, pase varios semáforos, se que costaría muchas multas pero no importaba. Logre
desviarlas y acelere tanto que en cinco minutos estaba en casa. Al llegar estaba el auto de
Edward estacionado, trate de regular mi respiración, pues lo que menos deseaba era
formar una batalla.

Sabía que las camionetas que me seguían eran de los hombres de Black. Por dios es que ese
hombre nunca nos iba a dejar en paz. Decidí que no le comentaría nada a Edward. Corrí a
su despacho, tenia algunas horas de no verlo y ya lo extrañaba como si hubieran sido
meses.

-Mi amor- grite y me lance a sus brazos.

-Pequeña- susurro con ternura y beso mis cabellos-¿Por qué has demorado tanto?-
preguntó...

-Es que el doctor me atendió tarde- mentí.

-Bella no sabes mentir- dijo acariciando mi mejilla- Tus análisis han llegado y dices que
acabas de salir- reprocho. Baje mi cabeza odiaba mentirle a Edward, pero no sabía si le iba
a agradar mi idea.

-¿Qué estabas haciendo Bella?- preguntó conteniendo el enojo.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-E...Es...-tartamudeé- Es que le brinde mi apoyo a una fundación de niños con leucemia-


solté.

El rostro de Edward se suavizo y apareció una hermosa sonrisa torcida. No me dio tiempo
ni de parpadear cuando tenia sus labios sobre los míos. Nos separamos por la falta de
oxígeno.

-Eres maravillosa- susurro contra la piel de mi cuello- Te amo Bella.

-Yo también te amo Edward- le dije con el corazón latiendo a mil. Tomo mi mano y se
dirigió al sofá. Yo me senté en su regazo.

-Amor ¿Cuánto dinero donaras por mes?- preguntó.

-Es cada seis meses- expliqué- Y donaré parte de las ganancias de la librería, también
pondré alcancías para que los clientes den su aporte.

-Yo te ayudaré- dijo.

-No es necesario- espete.

-Es mi última palabra- dijo.

-Esta bien - dije.

-Pequeña- susurro- Deberías mostrarme tus análisis a ver que tal estas- inquirió.

-Claro- dije- Ábrelos y me explicas. Me pare y camine hasta la mesita donde estaba el
sobre blanco, se lo tendí y él lo tomo con una sonrisa.

-¿Qué es lo que tengo doctor Cullen?- bromeé mientras él leía el contenido del sobre.

Edward se quedo quieto al leerlo, parecía que ni respiraba. Estaba en shock. Dios será que
estoy enferma, no puede ser.

-Tengo algo malo- susurre casi al borde de las lágrimas. Se paro del sillón y camino hacia
mí. Tiro los papeles al suelo y me alzo y giro por el aire.

-¿Qué pasa?- pregunte mientras me giraba y el reía.

-Estas embarazada-grito eufórico.

-Embarazada. -Gracias a dios pensé.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Un bebé de Edward y mío, un pedacito de ambos. Un pequeño niño de ojos verdes, piel
nívea y cabello cobrizo. Era la mujer más feliz del mundo. Tenía al amor de mi vida, a su
familia, al pequeño Nahuel y ahora a mi bebé.

-Bella- dijo bajándome al piso- Vamos a ser padres- sonrió.

-Sí mi amor- dije y lo bese con todo el amor que sentía, y con el corazón latiendo
desbocado.

-Bella eso no es todo- dijo.

-Hay algo mal- dije asustada.

-No cariño- dijo acariciando mi nariz- Vamos a tener gemelos- gritó riendo.

-Dos bebés.... Por Dios...Empecé a reír como loca.

-¿Qué celebran?- preguntó Carlisle entrando con Esme al despacho.

-Estamos embarazados- grito Edward eufórico. Carlisle y Esme sonrieron. Carlisle abrazo
a Edward, mientras Esme me abrazaba.

-Voy a ser abuela nuevamente- susurro entre lágrimas.

-Mamá son dos bebés- le dijo Edward, y Esme corrió a abrazarlo.

-Felicidades Bella- dijo Carlisle abrazándome.

-Gracias- dije llorando.

Esme nos invito a pasar la tarde en su casa. Les dimos la noticia a los demás quienes
estaban muy felices. Alice ya estaba pensando decorar el cuarto de los gemelos y Esme la
apoyaba. Rose no paraba de llorar diciendo que otros bebés eran maravillosos. Y Emmett
se paso toda la tarde burlándose de la buena puntería que había tenido Edward. Jasper por
su parte sólo me felicito y me dijo que quería ser padrino de uno de los gemelos.

Paso un mes de lo más rápido. Nahuel cada día crecía más, ya tenía ocho meses y era un
bebé muy hermoso. Edward y Carlisle estaban ocupados con algunos negocios, según me
contaba Edward eran negocios limpios, eso fue un alivio, porque cada vez que los
negocios eran sucios me alteraba por temor a que le sucediera algo. Esme, Alice y Rose se
la pasaban en tiendas escogiendo lo necesario para la decoración de la habitación de los
bebés. Jasper y Emmett hacían apuestas a ver si serian niños o niñas.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Y yo estaba más gordita aunque Edward decía que estaba igual que no parecía que fuera a
tener gemelos, ya se me notaba el bultito en mi vientre, y eso me hacía muy feliz. Me
encontraba jugando con Nahuel en su cuarto, cuando Edward entro y mostró una sonrisa
traviesa.

-¿Qué planeas Cullen?- le pregunté moviendo mis cejas. El rió.

-Raptarte esta noche- susurró.

-Hummm..... suena tentador- dije sonriendo.

-Te voy a llevar a cenar a un lugar que te va a encantar- dijo.

-Y quién cuidara a Nahuel- inquirí.

-Ya hable con mi madre y lo vendrá a buscar en unos minutos- dijo.

-Ok- dije. Y me levante para arreglar a Nahuel.

-Bella- me llamo, volteé a mirarlo- Eres la criatura más extraordinaria que he conocido, te
amo- susurró con ternura. Lágrimas de felicidad cayeron por mis mejillas, por sus sinceras
palabras.

-Yo también te amo Edward- susurré. Sonrió.

-El chofer te llevara al restaurante- aviso y salio de la habitación.

Vestí y prepare el bolso de Nahuel, quien muy feliz fue a dormir con sus abuelos. Luego
tome una ducha para relajarme. Me puse un vestido corto extrapole celeste con detalles
bordados en negros y una cinta abajo de los pechos. Deje mi cabello suelto en rizos y me
coloque unas sandalias altas negras.

El chofer abrió la puerta trasera de un BMW para que entrara, nunca antes había visto el
carro a lo mejor era la nueva adquisición de Edward. En el camino vi una heladería, me
entraron unos antojos de un helado de chocolate y le pedí al chofer que se había
presentado como Seth que aparcara en la heladería. Baje casi a la carrera y compre el
helado y lleve uno para Seth. Cuando iba a entregarle el helado a Seth sentí que alguien
me sujetaba con fuerza, grite y Seth corrió a ayudarme pero lo golpearon.

Trate de zafarme del agarre, pero mi atacante me tapo la boca con un pañuelo y todo se
volvió negro.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 16
Secuestrada

Me sentía débil y confundida. La cabeza me daba vueltas, y las imágenes de lo ocurrido


inundaron mi mente. Empecé a desesperarme, necesitaba proteger a mis bebés.

-Auxilio-grité desesperada. -Ayúdenme por favor-suplique. Escuche a alguien acercarse y


abrir una puerta.

-Quítale la venda- ordeno una voz ronca.

-Sí señor- respondió su acompañante. Quito la venda de mis ojos, pero estaba tan asustada
que no me atreví a abrir los ojos.

-Abre los ojos Isabella- ordeno la voz ronca.

Los abrí lentamente y frente a mí, se encontraba Jacob Black el peor enemigo de la
organización, y él hombre que quería hacernos daño a como diera lugar.

-¿Qué quieres de mí?- le grite enojada.

No sabía de donde sacaba tanto coraje, cualquier persona estuviera aterrada. Pero no había
tiempo para tener miedo, lo único que importaba era proteger a mis bebés.

-Te quiero a ti- dijo caminando hacia mí- Tienes agallas para gritarme, ya entiendo porque
le gustaste tanto a Cullen. -Respire profundo no era momento de descargar mi rabia, eso
no le hacia bien a mis niños. -Bien- dijo- En una semana salimos del país, veras lindura te
acostumbraras a mi y te tratare como a una reina, mucho mejor que el estúpido de Cullen.

-Yo que tu no lo daría por hecho- lo rete.

-Eres valiente- inquirió- Me estas retando- se acerco a mi- Piensas que puedes contra mi- se
rió- Isabella eres demasiado frágil.

-Quizás tengas razón- le dije conteniendo la rabia- Pero Edward me buscara hasta debajo
de las piedras y cuando te encuentre te dará caza. Perro- grite.

-Cállate- grito frustrado.

-No quiero- dije- Tu me lo piensas impedir- lo rete.

-Te dije que te callaras- grito y alzo su brazo para abofetearme, pero me miro a los ojos y lo
bajo.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Jared- grito. Un chico como de mi edad entro a la habitación- Quédate con ella- le ordenó.
El chico asintió y se paro en la puerta de la habitación.

Jacob salio enojado iba diciendo una sarta de incoherencias. No entendí porque no me
golpeo, tuvo la oportunidad de hacerlo, estoy sola y desprotegida, pero aun así no lo hizo.
Observé con detenimiento al chico, se veía nervioso y me miraba preocupado. Estaba
segura que realizaba el trabajo por necesidad, no porque le gustara. Por eso decidí pedirle
ayuda a ver que decía. Nada perdía nada con intentarlo.

-Jared-lo llame, el chico me miro con los ojos abiertos como platos.

-¿Qué necesita?-preguntó con la mirada clavada al suelo.

-Ayúdame a salir de aquí- dije- No te pasará nada, solo consigue un arma y te juro que
saldremos de aquí.

-!Esta loca!- exclamó sumamente nervioso.

-Consigue el arma y de lo demás me encargo yo- dije.

-¿Y que planea?- inquirió acercándose.

-Debes prestarme tu celular- susurre- Yo llamare a alguien que nos sacara de aquí. Te juro
que no trabajaras mas para la mafia, te daré un trabajo decente.

-Es muy arriesgado- dijo.

-Sabes quien es Edward Cullen- inquirí.

-Si- dijo- Es hijo de uno de lo más grandes, por no decir el más grande. Muchos le temen.

-Él es mi novio- le dije. Jared dejo de respirar por un instante, y luego su respiración se
hizo acelerada.

-!Dios!- exclamó.

-Ayúdame por favor- le pedí- Sé que eres una buena persona y sé también que haces esto
por necesidad, pero por favor- volví a suplicar- Necesito salir de aquí por mis bebés.

-Esta embarazada- dijo asombrado.

-Sí- afirme- Ayúdame, te juro que nada pasará. Confío en dios de que esto va a salir bien.
Lo pensó un momento.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-La ayudare- dijo.

-Gracias- dije con el corazón en la mano.

-Tenga- me tendió el celular- Llámelo yo le daré la dirección. Tome el celular y marque


rápidamente el número de Edward.

-Edward Cullen habla- respondió con voz apagada.

-Edward mi amor- dije.

-Bella- grito-¿Donde estas mi vida?- preguntó.

-El maldito de Black- dije ácidamente.

-Lo voy a matar- grito- Dime la dirección Bella- rogó.

-No lo sé- dije- Te pasare a alguien para que te la de.

-Confías en esa persona Bella- inquirió.

-Si- le asegure. Le pase el móvil a Jared y le dio la dirección a Edward.

-Claro- termino Jared y me dio el móvil.

-Bella debes seguir las indicaciones de Jared- dijo- Cuídate mucho amor, pronto estaremos
juntos.

-Sí- dije conteniendo las lágrimas que amenazaban por salir.

-Los amo pequeña- dijo con voz ahogada por la emoción.

-Y yo a ti Edward- dije. Y la llamada terminó.

Una traicionera lágrima se deslizó por mi mejilla. La seque no había tiempo para llorar.
Debía escapar de este lugar. Por mis bebés y por Edward. Teníamos que ser felices, y sabia
que dios no me fallaría y me ayudaría a salir de aquí.

-¿Cuál es el plan?- le pregunté a Jared.

-Saldremos en una hora cuando él salga a arreglar unos negocios, los hombres de tu novio
van a rodear la casa y cuando salgamos atacaran a los de Black. Y cuando ataquen
correremos a la parte trasera donde nos esperara Edward.

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Edward and Bella

-Ya- dije. Pensando como cooperaría.

-Voy a buscar tu arma- dijo- Y un chaleco anti-balas.

Salió de la habitación. Me removí incomoda en la cama. Tenia unas nauseas horribles... La


puerta se abrió para dar a ver a la persona más desagradable, y más nauseas se
acumularon.

-Estas pálida- dijo Black- ¿Quieres algo de comer?- pregunto.

Cuando mencionó la comida no lo soporte más. Mi estomago se revolvió y hice intento de


vomitar. Él corrió a desatarme los pies y yo corrí a una puerta que supuse era el baño.
Efectivamente era el baño, y descargue mi estomago en el inodoro. Al terminar de vomitar
me lave la boca y el me jalo para que me sentará en la cama.

-Estas embarazada- afirmó.

Asentí. Ya que más daba le había dado pruebas suficientes, además que el bultito se me
notaba para los observadores.

-Así que tendrás un bastardo de Cullen- dijo.

-Nunca te vuelvas a referir así de mis hijos- le grite llena de rabia.

-Hijos, así que son dos- dijo en tono burlón- Tendré que acostumbrarme a los niños. Si se
parecen a ti los voy a querer, pero si salen a él los enviare a un orfanato- soltó una
carcajada malévola el muy imbécil.

-Primero tendrás que pasar por mi cadáver- dije.

-Wao- exclamo- Eres una leona- dijo riendo. Jared se asomo por la puerta.

-Señor- dijo- Ya esta todo listo para que salga.

-Bien- dijo Black- Nos vemos luego preciosa. Se inclinó para besar mi frente, pero baje la
cabeza. Me miró furioso y salio como alma que lleva el diablo de la habitación.

-¿Qué le dijiste que esta tan furioso?- preguntó Jared con una sonrisa.

-Se enfureció porque se dio cuenta de mi embarazo y porque lo rechazo- respondí.

-Ten- me tendió un chaleco anti-balas-¿Sabes utilizar una de estas?- preguntó señalando


un arma.

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Edward and Bella

-Con quien crees que estas hablando- dije con una sonrisa presumida.

-Vaya que eres de tomar armas- dijo divertido. Sonreí. Me coloque el chaleco y tome el
arma. Mientras la examinaba el celular de Jared sonó.

-Ya estamos listos- dijo y colgó.

-¿Lista?- me preguntó.

-Claro que sí- respondí.

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Edward and Bella

Capítulo 17
Huida

Corrimos por el pasillo y bajamos las escaleras como si estuviéramos participando en un


maratón. Había dos hombres en la entrada de la casa. Jared me indico que me escondiera.

Hablo con ellos y en un abrir y cerrar de ojos ellos estaban en el suelo desmayados. Lo
mire incrédula, como hizo eso tan rápido. Abrí la boca para preguntarle, pero el fue más
rápido y respondió.

-Años de práctica- sonrió presumido.

Afuera de la casa se encontraban como veinte hombres más. Iba ser muy difícil que no nos
notaran. Jared se volteó a mirarme.

-Voy a dar la señal-anunció.

Solo asentí y me aferré al arma. Jared corrió y dio un disparo al aire. Los hombres de Black
se alarmaron, pero Jared fue rápido me tomo en brazos y corrió hasta escondernos detrás
de unos árboles. En ese momento aparecieron más de veinte hombres disparando sin
piedad. Entre los hombres divise a Emmett que voló la cabeza de más de cinco y se veía
muy entretenido.

No veía por ningún lado a Edward, teníamos que encontrarlo rápido, porque Black podría
llegar en cualquier momento y ahí si se armaría. Ya que Edward no descansaría hasta
verlo muerto.

-Mira-indico Jared- No es ese Edward.

Mi corazón dejo de latir por un instante y luego se volvió desbocado. Edward estaba en la
parte trasera de la casa, se veía ansioso y miraba a todos los lados. Quise correr hacia él,
pero era muy peligroso.

-Si es él- dije sonriendo como tonta.

-Bien-dijo- Ahora vamos.

Empezamos a correr tras los árboles. Las balas eran el único sonido que se escuchaba a
nuestro alrededor. Jared me cargo nuevamente para cruzar una fuente y corrí con todas
mis fuerzas hacia él amor de mi vida.

-Edward- grité emocionada llegando a él.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Pequeña- gritó él y corrió hacia mí.

Me alzo en vilo y me estrecho entre sus brazos con fuerza. Beso mis cabellos y suspiro. Lo
mire a los ojos y pude ver que ya todo estaba en su lugar, mientras estuviera junto a él. No
concebía mi vida sin Edward. Haría hasta lo imposible para estar con él.

-Pero que románticos- exclamo…Jacob Black. Edward me coloco con cuidado en el suelo, y
me posiciono tras de él, para protegerme.

-Perro- gritó Edward con furia. -Creíste que te saldrías con la tuya. Jacob sacó su arma y lo
apuntó. Edward hizo lo mismo.

-Dámela Cullen- dijo Jacob- Nadie saldrá herido si me la devuelves.

-Ella no es ningún objeto- espetó Edward.

-Devuélvela- dijo Jacob acercándose a nosotros- Y podrás salir bien librado de esta. Por allí
te conseguirás una puta, hasta pueda que sea mejor que ella en la cama.

-Maldito perro- gritó Edward.

Y Jacob se acerco a nosotros. Edward trato de bloquearme pero mi torpeza hizo su


aparición, me enrede con mis pies y caí de espaldas.

-Bella- dijo Edward preocupado-¿Estás bien?- preguntó y se inclinó a ayudarme.

Black pateó la pistola de Edward y lo tomó por el cuello alejándolo de mí. Me apuntó. Si
Edward realizaba el mínimo movimiento Black me dispararía.

-Vamos- dijo Jacob riendo- Estas desprotegido Cullen. ¿Quieres que lo mate Isabella?-
preguntó.

-Suéltalo- le grite parándome del suelo.

-Si lo mato, tú y yo seríamos felices- dijo sonriendo.

-Yo jamás voy a estar contigo- le grite furiosa.

-Hummm.....- dijo pensativo- Lo voy a matar- dijo jalando poco a poco el gatillo de la
pistola.

Quede petrificada. Edward no podía moverse porque sino lo asesinaba. Piensa... Piensa
Bella me repetí. Fue cuando vi la pistola de Edward en el suelo. Recordé que yo también
llevaba una. La saque cuidadosamente de mi chaleco. Black no paraba de reír.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Dile tus últimas palabras Cullen- dijo y soltó una carcajada.

-Porque no las dices tú infeliz- le grite apuntándolo.

Lo tomo desprevenido, porque abrió los ojos como platos y su estúpida sonrisa
desapareció de su rostro.

-Suéltalo- grité.

-Crees que tengo miedo de ti Isabella- dijo riendo- Apenas eres un dulce niñita.

Hizo intentó de disparar. No soporte la desesperación y le dispare. Se oyeron más


disparos y Black cayo al pavimento. Parecía un colador. No sabía si fui yo quien le propino
tantos disparos, de lo nerviosa ni cuenta me di. Corrí hacia Edward. Y lo bese con fuerza.
Gracias al cielo él estaba bien, había salido ileso.

-¿Estás bien?-me beso-Te Amo- nuevamente me beso-Eres mi vida-continuo besándome.


-Te Amo Bella gracias por salvarme la vida-susurró y me beso con cariño. Emmett y Jasper
se acercaron a nosotros. Jasper se agachó a lado de Black.

-Está muerto- dijo.

Por todos los cielos lo había matado. La desesperación se estaba apoderando de mí y


empecé a temblar en los brazos de Edward.

-Tranquila pequeña- susurró dulcemente- Ya pasó.

-¿Lo maté?-pregunte aterrada.

-No- dijo una voz conocida- Lo mate yo.

Volteé mi cabeza y allí se encontraba Jared sonriendo.

-Tú solo le distes en la pierna, fui yo quien lo mate- dijo.

-Te debo la vida hermano- dijo Edward.

-A tú mujer también- dijo Jared sonriendo.

-Gracias por todo Jared- dije agradeciéndole de todo corazón. Asintió.

-¿Qué tal si nos vamos a la casa?-inquirió Jasper- Esme esta con el alma en hielo.

-Claro- dijo Edward.- Vamos Jared tenemos que conversar muchas cosas.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Caminamos a unas camionetas que estaban estacionadas al frente de la mansión Black. En


el camino hacia la casa, Emmett y Jasper estaban muy animados por haber quitado del
mapa a una de las peores calañas de la mafia. No presté mucha atención a su celebración.
Edward me llevaba en su regazo y hacia círculos con su dedo índice en mis brazos,
estábamos metidos en nuestra burbuja.

-Llegamos- anunció Emmett.

Jasper y Jared lo siguieron. Edward me guío hasta la parte trasera de la casa, se sentó en
una banca y yo me acurruque encima de él.

-Bella- susurró- No sabes lo mal que la pase. Pensar que podía perder..... Posé un dedo en
sus labios.

-Ya estoy aquí amor- dije acariciando su rostro.

-Estaba desesperado pequeña- dijo pensativo.-No supe cuidarte. De pronto recordé al


chico que iba a llevarme al restaurante. El chofer.

-¿Y Seth?-pregunté.

-Debe estar en su casa- respondió.

-¿Esta bien?-inquirí.

-Sí pequeña- susurró- Siempre preocupándote por los demás.

Me encogí de hombros y el rió suavemente. Coloque mi rostro en su cuello y aspire su


aroma, como lo había extrañado me embriague de el, hasta que Edward hizo que lo
mirara. Me perdí es sus hermosos orbes verdes.

-Bella, mi pequeña-susurró con tanta ternura que lloré. Las hormonas ya estaban haciendo
de las suyas.

-¿Por qué lloras amor?-preguntó preocupado.

-Son las hormonas- dije y él soltó una sonora carcajada. Eso me irrito tanto.

-Deja de burlarte de mí Cullen- dije enojada.

-No me estoy burlando de ti- se defendió.

-Si lo haces- espete.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Ok-dijo- No me reiré más. Lo prometo Swan.

-¿Y Nahuel?-inquirí.

-Debe estar con Esme, te ha extrañado- dijo bajito.

Sonreí tenía muchas ganas de ver a mi bebé. Permanecimos en silencio, aspirando el


aroma del otro. Sobraban las palabras en estos momentos. Al fin estaba en mi lugar en el
mundo ese era a lado de él. Creo que el secuestro hizo que me diera cuenta que mi vida no
era vida sin Edward, aunque en realidad eso ya lo sabía. Pero jamás imagine que la
necesidad fuera tanta.

-Bella- gritaron Esme, Alice y Rose a la vez. Les sonreí. Esme corrió a abrazarme.

-Gracias a dios estas bien linda- susurró Esme y empezó a sollozar.

-No llores Esme- le dije si seguía llorando yo también iba a llorar.

-Bella- dijo Alice con los ojos cristalinos. Ver a Alice llorando, hizo que rompiera en
lágrimas.

-¿Qué les pasa?- preguntó Emmett que venía con Jasper y Carlisle.

-Cosas de mujeres- respondió Edward. Él sabía que si decía algo como; están histéricas
sabría quien es Isabella Swan.

-Lloronas- dijo Emmett en tono burlón. Me enoje tanto que me deshice del abrazo y le
propine un manotazo.

-!Auch!-gritó-¿Por qué estás violenta Bellita?-inquirió fingiendo dolor.

-Cállate- le dije. Todos rieron del puchero que Emmett hizo a continuación.

Luego de relatar todo lo sucedido durante mí secuestro. Las mujeres entramos a la casa a
preparar la cena. Bueno ellas la prepararían ya que yo iba a tomar una ducha y a ver a mi
pequeño Nahuel a quien extrañaba a montones. Mientras los chicos se quedaron en el
jardín platicando un poco.

 EDWARD POV

-¿Qué piensas Ed?-preguntó Jasper con curiosidad.

-En como pedirle a Bella que se case conmigo- respondí perdido en mis pensamientos.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Pero ya eso no lo tenías planeado para la noche del secuestro - dijo.

-Sí-dije- Pero ahora quiero que sea especial e inolvidable. Quiero algo mágico, que nunca
lo olvide.

-La amas-afirmó.

-Más que a la vida misma- susurré.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 18
Película

BELLA POV

Los días habían pasado volando ya tenía dos meses de embarazo. Me sentía gorda y no
podía parar de llorar porque las hormonas me afectaban demasiado.

-Hola gorda- me saludó Emmett. Comencé a llorar como una magdalena.

-Vez lo que provocas Emmett- le dijo Esme dándole un manotazo en la cabeza.

-!Auch! mamá Esme- se quejo Emmett como niño chiquito.

-No te molestará más Bella- me dijo Esme.

-Bellita- me llamó Emmett- Si sigues así- dijo señalando mis pechos- Vas a parecer una
vaca lechera. Soltó una carcajada.

Por mi parte no podía dejar de llorar. A lo mejor por eso Edward tenía semanas que no me
tocaba porque pensaba que estaba gorda como una vaca.

-¿Por qué lloras Bella?- me preguntó Rose. Señale a Emmett.

-Emmett-gritó Rose furiosa-¿Qué le dijiste a Bella?-le preguntó.

-Que parece una vaca lechera con esos pechos tan gigantes- respondió.

-Corre por tu vida Emmett- gritó Rose.

Emmett salto del sillón al oírla y salió corriendo de la casa seguido por Rose hecha una
fiera.

-¿Qué les paso a esos locos?-preguntó Edward con una sonrisa.

-Emmett me dijo vaca- le respondí. Edward se tensó.

-Si vuelve a decirte eso lo matare-dijo enojado.

-¿Tú no lo piensas?-le pregunté.

-Claro que no pequeña- susurró sentándose a mi lado en el sillón- Eres la mujer más
hermosa que conozco. No importa si estas embarazada o no. Te ves preciosa.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-¿Y por qué ya no quieres estar conmigo?-pregunte bajito. Se removió incomodo en el


sillón.

-Es que- murmuro y suspiro- Bella si tenemos sexo pienso que puedo hacerle daño a los
bebés. Me reí de su ocurrencia.

-Bella- dijo en tono desaprobatorio- Eso no es gracioso.

-Lo es- dije riendo más fuerte. La verdad que Edward me asombra era tan perfecto,
tratando de proteger a mis pequeños.

-Bella podrías dejar de reírte- dijo serio.

-Sí-dije entre risas. Acaricie su hermoso rostro.

-Edward-susurre- Tener sexo no le causara daño alguno a los bebés. Lo deberías de saber
eres ginecólogo.

-Sí lo sé- murmuro- Pero quiero protegerlos hasta de mí.

-Te necesito- confesé.

-Me tendrás lo prometo. Yo también te necesito tanto Bella- susurró y me abrazó con
fuerza.

-Puedes tenerme ahora-dije bajito mordiéndome el labio inferior.

-Maldita sea Bella-dijo-Debemos esperar hasta la noche, juro que valdrá la espera.

-¿Y a donde iremos?-pregunté curiosa.

-Es una sorpresa-dijo.

-Edward- me quejé.

-Por esta vez haremos las cosas a mi manera. ¿Si?-dijo.

-Esta bien- dije besándolo.

-Tengo que irme- dijo.

-¿A donde?-pregunte.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Ahora que Black esta muerto, el negocio esta más calmado. Pero de todos modos
realizaremos una reunión para posibles enemigos.

-Cuídate mucho amor-dije.

-Claro-susurró besando mi frente-Dale un beso de mi parte a Nahuel.

-Por supuesto-le dije- No tarda en despertar.

Sonrío y salió de la casa. Mientras cantaba y preparaba un mousse de banana. Recordé a


mi madre, aquellos días donde bailábamos sin parar por toda la cocina sólo para
divertirnos de los extraños pasos que inventaba papá. Sólo Dios sabía cuanto la extrañaba.
Me la arrebataron de la forma más cruel, ni siquiera pude despedirme de ella y poder
decirle cuanto la amaba.

Ya habían pasado muchos años desde lo que paso aquel día, pero aunque pasarán cien
años nunca lo olvidaría. Por eso me fui de Forks no soportaba los recuerdos y ver como
cada día mi padre se deprimía más, y yo no lo podía apoyar porque verme a mí era como
ver a mamá y él lo tenía que superar aunque sea un poco.

Nunca había sido una persona rencorosa, pero si algún día supiera quien fue el
desgraciado que le arrebato la vida a mi madre lo odiaría a él y a todo su alrededor. No
descansaría hasta que pagará.

-¿Qué piensas Bella?-preguntó Esme y salte de la impresión. No sabía cuanto tiempo


llevaba mirándome.

-En mi mamá- le respondí con un nudo en la garganta.

-Pequeña la extrañas mucho verdad-inquirió.

-No te imaginas cuanto Esme- respondí entre lágrimas. Acortó la distancia que nos
separaba y me abrazo. Coloque mi cabeza en su hombro y deje salir todo mi dolor.

-Yo también perdí a mi madre muy joven Bella-susurró sollozando- Y han pasado muchos
años pero todavía me duele y la recuerdo como si fuera ayer.

-¿Cómo murió tu madre Esme?-pregunté.

-De cáncer pequeña-dijo.

-Tú por lo menos pudiste despedirte yo no pude- susurré llorando más alto.

-¿Por qué no?-inquirió.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-A mi mamá la mataron Esme- dije. Su abrazo se hizo más fuerte y se lo agradecí porque
sentía que me iba a derrumbar.

-Lo siento tanto Bella- dijo Alice llorando desde la puerta de la cocina. Esme dejo de
abrazarme y Alice corrió hacia mí y me envolvió en sus pequeños brazos. No sé cuanto
llore pero me parecieron horas.

-Ven- dijo Alice cuando me calmé- Debes arreglarte en una hora llega Edward.

-Ok-dije.

Alice se paso una hora arreglándome. Al final lleve un pantalón de maternidad por mi
abultado vientre y una blusa lila que le daba una formita muy linda a mi barriguita. Al
bajar las escaleras de la mansión Cullen. Me encontré con Edward quien no dejaba de
mirarme.

-¿A donde vamos?-le pregunté.

-Al cine- respondió.

Sonreí ya hacía años que no pisaba un cine. Cuando llegamos al cine Edward me dijo que
ya había comprado las entradas para ver una película romántica. La sala del cine estaba
vacía me pareció muy extraño.

-¿Por qué no hay nadie?-le pregunté.

-No lo sé- respondió restándole importancia.

Nos sentamos en la zona VIP. Recosté mi cabeza en el hombro de Edward. Los avances de
las nuevas películas empezaron a circular por la pantalla. De pronto sonó Addicted de
Enrique Iglesias.

Play.

Apareció Edward sentado en la cama de nuestra habitación. Estaba sorprendida de que se


trataba esto.

-Bella- susurró- Todavía recuerdo el día que te asalte el corazón. Esa fue la única misión de
la organización en la que me siento orgulloso de haber participado.

Pausa.

Estribillo de la canción.

90 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-No sabía como hacer esto-murmuro- Y creo que esta fue la manera más original y
romántica que se me ocurrió.

En la pantalla pasaron fotos del día que conocí a Alice, las de la apertura de la librería, con
Nahuel, el viaje a Panamá y muchos otros momentos.

-Te Amo Isabella Swan más que a la vida. Y quiero despertar cada mañana contigo y
dormir todas las noches contigo.-suspiró y se rió nervioso.-Quiero cuidar de ti y mis
pequeños todos los días de mi vida. Clavó una rodilla en el suelo y sacó una cajita negra.
La abrió y mostró un hermoso anillo.

-Isabella Swan. ¿Quieres ser mi esposa?-preguntó.

Estaba atónita. Mi corazón latía a mil. Miré a Edward que ahora se encontraba en el suelo
del cine, inclinado como en la pantalla.

-¿Quieres ser mi esposa Bella?-preguntó Edward con el anillo en sus manos.

-Sí- respondí.

Deslizo el anillo en mi dedo corazón. Beso mi vientre y se paro del suelo para besarme.
Amaba tanto a este hombre, y de una manera milagrosa el me amaba a mi también.

-Vamos a casa- dijo y salimos del cine.

El camino hacia la casa estuvo lleno de besos y caricias. Cuando llegamos a la cama de
nuestra habitación. Empezó a besar mi cuello y saco la liga que sostenía mi cabello
dejándolo caer alrededor de mis hombros. Me quito la blusa y desabrocho mis pantalones,
los bajo y se coloco encima de mí. Chocó sus labios contra los míos. Y como pude me las
arregle para quitarle su camisa y el pantalón dejándolo sólo en boxer.

Rompió mis braguitas e introdujo dos dedos dentro de mí, empezó a bombear con fuerza.
Apreté mis piernas en su cintura. Podía sentir el hormigueo dentro de mí. Bombeo con
fuerza y me vine en su mano. Grite su nombre cuando alcancé el cielo. Me besó con fuerza
saboreando cada parte de mi boca. Lamió mis labios y yo mordí los suyos. Jadeé en el
momento que entro en mí.

-Eres mía Bella-susurró.

-Solo tuya Edward-le dije.

91 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Besó mis labios, mis mejillas, mi barbilla y mi nariz. Llego hasta mis pezones y los
mordisqueo y jugo con ellos, haciendo que perdiera el control y olvidara hasta mi propio
nombre.

-Edward-grité mientras succionaba uno de mis pezones.

-Vuelve a gritar mi nombre Bella-pidió con voz entrecortada. Embistiéndome más fuerte.

-Edward...-susurré con dificultad.

-Más fuerte Bella-exigió.

-Edward-grite llena de placer.

Sus movimientos se hicieron más fuertes. Sentí el ya conocido hormigueo recorrer mi


cuerpo y mis paredes contraerse a su sexo. Pronto llegaría. Edward pareció darse cuenta
de eso porque entro más en mí e hizo más rápidas sus embestidas. En el último empuje
llegamos al paraíso y danzamos en él.

-! Oh! Bella-gritó cuando alcanzo el paraíso.

-Edward te amo-grite al mismo tiempo. Nos abrazamos.

-¿Cuándo quieres que sea la boda Bella?-preguntó.

-En dos meses-respondí.

-En dos meses será entonces-dijo.

Había pasado ya una semana desde que Edward me pidió matrimonio de la manera más
maravillosa del universo. Alice, Esme y Rose estaban como locas con los preparativos de la
boda. Estaba enviando un e-mail a un importante editor. Cuando sentí a Rose hablar con
alguien.

-Bella-me llamó Rose.

-¿Qué pasa Rose?-pregunté.

-Te buscan-anunció.

Salí de la oficina que habíamos creado Rose y yo en la librería. Camine hacia la estantería
de libros de historia donde Rose me indico que se encontraba la persona que me buscaba.

92 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Allí de espaldas a mí leyendo el título de un libro, se encontraba una de las personas más
importantes de mi vida.

-¿Papá?-inquirí. Volteó su rostro y camino hacia mí.

-Bella-susurró.

-Papá te extrañe tanto-confesé abrazándolo con fuerza, y lágrimas empezaron a caer por
mis mejillas.

-Yo también te extrañe mi bebé-susurró besando mis cabellos.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 19
Asesino

-¿Papá?-inquirí.

Volteó su rostro y camino hacia mí.

-Bella-susurró.

-Papá te extrañe tanto-confesé abrazándolo con fuerza, y lágrimas empezaron a caer por
mis mejillas.

-Yo también te extrañe mi bebé-susurró besando mis cabellos.

-¿Qué haces aquí?-le pregunté.

-Podemos tomar un café-pidió.

-Claro-dije con una sonrisa- Espera, voy por mi bolso. Fui por mis cosas y le avise a Rose
que tomaría un café con mi padre.

-Vamos-le dije extendiendo mi mano, la tomo y salimos a una cafetería. Cuando ya


estuvimos sentados y pedimos el café decidí hablar.

-¿Cómo has estado?-pregunte con un nudo en la garganta.

-Te he extrañado tanto Bells-dijo- Pero creo que bien por lo menos no estoy enfermo.
Sonrío.

-Yo también te he extrañado papá, me has hecho mucha falta-dije.

-Pequeña-susurró- Vine a buscarte porque tengo algo que has deseado por años.

-¿Qué cosa papá?-pregunté.

-Hija-susurró y suspiro-Ya sabemos quien mató a tu madre.

Respire profundo. Al fin se iba a ser justicia, ya podría gritarle todas las cosas que guarde
tantos años al maldito que me la arrebato. Ahora sí iba a descargar todo mi odio y hacerlo
pagar por haberme quitado una parte de mí.

-¿Quién fue papá?-pregunte.

94 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Bella no quiero que te ilusiones con que podamos atraparlo va ser muy difícil hija.-dijo.

-¿Por qué?-pregunte enojada-Papá ese maldito tiene que pagar.

-Lo sé Bells yo también deseo que pague, pero es difícil él es el jefe de la mafia del país.

Mi mundo se detuvo. Sentí como si hubieran arrancado una parte de mi pecho y me dolía
tanto que hasta me costaba respirar.

Él es el jefe de la mafia del país... las palabras de mi padre se repetían en mi mente como
un CD rayado. Tomé aire, lo que preguntaría cambiaría para siempre mi vida.

-¿Cuál es su nombre papá?-inquirí.

-Carlisle Cullen- respondió ácidamente. No, no, no, no... no podía ser cierto.

-¿Estás seguro?-inquirí.

-Si-respondió.

Mi vida y todo lo que había logrado construir en estos meses se derrumbo. Porque él había
tenido que arrebatarme a mi madre. Porque el padre de Edward.

-¿Cuándo vuelves a Forks?-le pregunté.

-Mañana-respondió.

-Me voy contigo- le dije.

-¿Por qué hija?-preguntó incrédulo.

-Cuando este preparada para contarte la verdad sabrás porque me voy papá. -Asintió.

-Mañana nos encontramos aquí. ¿A qué hora sale el vuelo?-inquirí.

-A las ocho en punto.

-Estaré aquí a las siete- le informe.

-Este bien- dijo.

-Tengo que irme- le dije levantándome. Charlie se levanto y me abrazo.

-Cuídate mucho y cuídalo-susurró tocando mi vientre.

95 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Vamos a estar bien papá-le dije- Ahora que estaremos contigo vamos a estar bien.

Sonrío. Salí lo más rápido que pude de la cafetería. Maneja como una loca por las calles
hasta llegar a la mansión Cullen. Allí se encontraba mi antigua ropa, sólo me llevaría lo
que pague con mi dinero, no quería nada que viniera de ellos. Del dinero sucio de ese
asesino. Entre corriendo a la casa. No soportaría estar cerca de ellos.

-Bella. ¿Qué te pasa?-inquirió Alice.

La ignore y subí a la habitación de Edward. Saque mi maleta del clóset y empecé a tirar mi
ropa en ella, no era mucha por lo que no tardaría tanto.

-¿Qué sucedió Bella?-me preguntó Jasper.

-Me largo de aquí -le grite- No soporto vivir con asesinos como ustedes. -Alice se apoyo de
la puerta y empezó a llorar.

-Bella porque dices esas cosas-dijo entre sollozos.

-No es eso lo que son- le dije acercándome a ella- Son unos mafiosos lo que significa; que
son unos malditos asesinos- grite llena de rencor.

-Jasper llama a Edward y a mi papá eso no le hace bien-dijo Alice. Sí que llamara a su
papá. Quería gritarle sus verdades al asesino de mi madre.

-Ya vienen en camino Alice- le dijo Jasper.

-¿Qué sucede?-pregunto Esme- Porque los gritos.

-Es Bella mamá- le dijo Alice llorando- Está alterada, no sé que le sucede.

-Bella- me dijo Esme-¿qué tienes pequeña?-se acercó a mí y retrocedí.

-No se atreva a tocarme-le dije.

-Cálmate Bella-me pidió Jasper. Lo ignore y seguí empacando mis cosas. Esme y Alice no
paraban de llorar.

-Bella- dijo Edward.

Quería correr y abrazarlo y decirle lo que sentía, pero no, él era el hijo del asesino de mi
madre y por mucho que lo amará. Tendría que asimilar esto primero. Tomé la maleta y
salí de la habitación a la carrera con todos pisándome los talones.

96 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-¿A donde vas Bella?-me preguntó Rose entre lágrimas.

-Bella- dijo Carlisle- Mantén la calma eso no te hace bien. ¿Por qué estas así?-inquirió. Deje
la maleta en el suelo y lo mire con todo el odio que guarde estos años.

-¿Quieres saber que me pasa?- le dije desafiante. Él asintió. Edward y Esme se colocaron a
cada lado de él. Para poder mirarme.

-Bien te lo diré, o mejor dicho se los diré -grite- Estoy así porque me enteré que tú-lo
señale- Asesinaste a mi mamá.

Sus caras eran de sorpresa y dolor. Edward me miraba consternado, mientras Esme no
paraba de llorar y Carlisle estaba perdido en sus pensamientos.

-Eres el asesino de mi madre- le grite llorando.- Mataste a la persona más importante de


mi vida, me la arrebataste sin compasión.

-Bella yo...-dijo.

-Cállate- le grite-La mataste y ya no puedes devolvérmela.

-Bella mi amor- dijo Edward llorando.-Lo siento tanto.

-No quiero su lástima- les dije- Sé que nunca vas a pagar por lo que le hiciste a mi madre,
pero los peores castigos vienen de dios y de él si espero que te castigue de la peor forma.

Traté de tomar mi maleta, pero antes de que lo hiciera Emmett quien por primera vez
estaba serio me la entregó. Me giré para encarar a Rosalie quien tenía el rostro bañado en
lágrimas.

-Rose por favor-le pedí- Puedes traerme a Nahuel.

-Claro Bella-dijo y salió en busca del pequeño seguida de Jasper.

-Bella no te vayas por favor-me pidió Edward.

-Como quieres que conviva con el asesino de mi madre Edward- le dije sollozando.
Carlisle tenía la mirada clavada en el suelo.

-Bella por favor-volvió a pedir -Debemos aclarar las cosas.

-No- dije.

97 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Rose trajo a Nahuel quien estaba dormido y Jasper traía las bolsas del pequeño. Me
entregó al bebé y lo acurruqué en mis brazos.

-Cuídate mucho Bella- dijo Rose abrazándome- Lo siento tanto amiga-susurró.

-Te quiero Rose-susurré-Sabes que siempre serás mi amiga. Asintió.

-Bella escúchame- dijo Edward con el rostro desencajado. Me partió el alma verlo así pero
no podía consolarlo, no en este momento.

-Emmett- lo llamé mirando la maleta y las bolsas de Nahuel.

Las tomó y se paró a mi lado. Salí de la casa y escuche a Edward maldecir tras de mí.
Profirió un grito ahogado, que me desgarro el alma.

-¿Quieres que te lleve?-me preguntó Emmett serio.

-No- le dije-Sólo quiero un taxi- le pedí.

Emmett le marco al taxi y en cinco minutos estuvo ahí. Sé que todos me observaban pero
no quise mirar ya no había vuelta atrás. Entre al taxi y acomode las bolsas de Nahuel
quien yacía dormido en mi pecho.

-Al aeropuerto- le dije. Asintió.

En el camino al aeropuerto reserve los pasajes. Gracias a dios había un vuelo en dos horas,
le llamé a Charlie y estuvo de acuerdo en irnos esta noche.

-Papá- lo llamé cuando lo vi observando unas de las vidrieras.

-Bells-susurró con una sonrisa. Que se le congelo al ver a Nahuel-¿Quién es este


pequeñín?-inquirió.

-Es Nahuel-le dije- Una larga historia papá. En Forks te la contaré.

-Con que abuelito no-dijo.

-Vas a tener tres nietos papá-anuncié. Me miró incrédulo. -Yo voy a tener gemelos- le dije.

-¿Quién es el padre Bella?-preguntó serio. Una holeada de dolor me atacó con más fuerza
del que sentía.

-Luego papá-dije.

98 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Ok-dijo y me miró como diciendo que no lo iba a olvidar. Nos sentamos en una de las
salas.

-Pasajeros con destino a Port Ángeles, por favor abordar la terminal cuatro.

-Vamos Bells-dijo Charlie tomando las maletas.

Apreté a Nahuel en mi pecho y me encamine al comienzo de una nueva vida. Sin Edward.

99 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 20
Visitas

Había pasado los cuatro peores días de mi vida. No dejaba de llorar. Y sentía que la vida
se me iba a cada segundo. Mi papá no hizo preguntas del porque volví a Forks. Sólo le
conté la historia de como Nahuel entro a mi vida evitando mencionar a Edward Cullen.

Edward lo extrañaba tanto…porque la vida tenía que ser tan injusta con nosotros no podía
ser otra persona quien hubiera matado a mi madre. Tenía que ser Carlisle Cullen el padre
de la razón de mi existencia. Sacudí mi cabeza tratando de alejar aquellos pensamientos.
No era momento de pensar en esas cosas. Debía hablar con Charlie. No sé como se lo
tomaría mi padre, pero ya era hora que supiera quien es el padre de mis hijos y porque huí
a Forks.

Cuando mi padre llegó a casa serví su comida y subí a acostar a Nahuel. Baje directo a la
cocina y limpie un poco el reguero de la comida. Luego me encamine a la sala a hablar con
Charlie. Al verme entrar a la sala apago el televisor y me palmeó un lado del sillón para
que me sientara.

-Papá voy a contarte todo- le dije- No me interrumpas por favor, puedes decir lo que
piensas cuando termine de hablar-le avisé.

-Está bien Bella-dijo.

-El padre de mis hijos es Edward Cullen-Charlie abrió los ojos como platos- Vivía con él
hasta hace cuatro días. Sabía que son de la mafia pero no me importo en lo absoluto
porque lo amo, hasta aprendí a disparar y todo-confesé recordando aquellos días donde
todo era felicidad en mi vida. La cara de mi padre no tenía precio.

-Mira- le enseñé el anillo que aun adornaba mi dedo- Me pidió que me casara con él y
acepte. Lo amo demasiado papá, lo amo más de lo normal. Ni siquiera puedes llegar a
imaginarte lo que significa él para mí. Mi padre movió la cabeza como tratando de aclarar
sus pensamientos.

-Todos estos días que he estado sin él-susurré- Me siento como si hubieran arrancado una
parte esencial de mí, me cuesta hasta respirar. Sé que él no tiene la culpa de lo que hizo su
padre, pero necesito asimilarlo. -Trague en seco.

100 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-No lo pienso alejar de sus hijos, sé que mi mamá nunca hubiera deseado que hiciera algo
así- suspire pesadamente- No te imaginas cuanto lo necesito papá- dije llorando- Sé que es
difícil que lo comprendas, pero él no tuvo la culpa de nada y cuando este lista si es que él
ya no ha venido a buscarme yo misma iré por él, no quiero que mis hijos estén sin su
padre.- Charlie parecía una estatua.

-Pero te aclaro que estar con él no quiere decir que trate al asesino que tiene como padre-
dije ácidamente.-Termine- anuncie.

-¿Cómo te arriesgaste a estar metida en el centro de la mafia?-preguntó enojado.

-No lo sé-confesé-A lo mejor porque estoy irremediablemente enamorada de él.

-Hija-dijo suspirando-Apenas tienes dieciocho años eres una bebé. No sabes lo que es
amar.

-Y tú si lo sabías- le grité irritada- Tú también te enamoraste de mi madre cuando tenias mi


edad y hasta la embarazaste.

-No es lo mismo-dijo.

-Claro que sí-dije- Yo lo adoro papá y estoy completamente segura que él a mi también.

-Bella-susurró-Son unos asesinos.

-Él no papá-dije sollozando.

-¿Estás segura?-preguntó.

-Sí-dije- Y se acabo esta conversación.

Subí las escaleras a la carrera y al llegar a mi cuarto me acomode a lado de Nahuel. No


soportaba que mi padre dijera esas cosas de Edward, cuando él había sido tan maravilloso
conmigo. Concilie el sueño después de haber llorado casi toda la noche.

La lluvia me despertó muy temprano, los ojos me ardían y la cabeza me pesaba un


montón. Mire el lado de Nahuel en mi cama para darle un beso y no lo vi. Empecé a
desesperarme, lo busque por todo mi cuarto y baje a ver si Charlie lo tenía. Pero al bajar
las escaleras quede petrificada. Nahuel yacía en los brazos de Rosalie quien le hacia
mimos. Lágrimas se derramaron por todo mi rostro, y corrí a abrazar a mi amiga.

-Rose- susurré llorando- Te he extrañado.

-Yo también Bella-dijo llorando.

101 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Me llevare al pequeño, para que puedan hablar-dijo Charlie. Tomó a Nahuel y se
encamino a la cocina. Rose se sentó en el sillón y yo la imité.

-Bella no sabes lo mal que la estamos pasando-susurró.

-Lo siento-dije.

-No tienes porque hacerlo-dijo-Te entiendo yo hubiera hecho lo mismo en tu lugar.

-Fue muy doloroso saber la verdad Rose- dije.

-Lo sé- susurró pensativa- Sé que en estos momentos debes sentir un rencor muy grande
hacia Carlisle y no es que lo este defendiendo pero él la está pasando fatal. Fruncí el ceño.

-Cuando le gritaste asesino no lo podía creer-susurró- Carlisle pensé, el hombre que me


había recogido de la calle quien nos salvo a Jasper y a mí de que nos matarán igual que a
nuestros padres- suspiro- Un asesino aquel hombre que le había enseñado a sus hijos a
herir pero no matar.- Suspire y cerré los ojos con fuerza.

-Ver que no se defendió cuando lo acusaste -sacudió su cabeza-No quiso responderle


ninguna pregunta a Edward- al pronunciar su nombre sentí que dejaba de respirar- Y se
fue de viaje sin ninguna excusa. -Rosalie tomó aire.

-Todo eso me hace pensar que él trata de esconder quien mató en realidad a tu madre
Bella- dijo seria- Estoy segura que él no fue.- No dije nada, al fin de cuentas era su padre.
Tenía que creer en él. ¿No?

-¿Qué piensas hacer ahora?-me preguntó.

-Necesito reponerme de esto-susurre evitando llorar.

-¿Y Edward?-inquirió.

-Él no tiene porque pagar por los errores de los demás- le dije- Lo amo y nunca lo voy a
separar de sus hijos.

-Gracias-susurró Rose abrazándome.

-Lo amo Rose no concibo mi vida sin él- confesé.

-Él tampoco Bella- dijo. Trate de sonreír, pero creo que lo que salió fue una mueca.

-Bella hay alguien que vino conmigo y quiere verte- dijo Rose. -Edward... pensé ilusionada
y mi corazón palpito con fuerza.

102 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-¿Quién?-le pregunté.

-Yo Bella- respondió Alice saliendo de la cocina.

Así que todo el tiempo había estado aquí. Mi corazón se rompió de nuevo si es que era
posible después de todos los golpes que había sufrido últimamente, al ver que no era
Edward quien había venido con Rosalie.

-Perdóname Bella-dijo Alice aventándose para abrazarme.

-Tú no tienes la culpa Alice- le dije- Perdóname tú por haberte tratado tan mal.

-Te comprendo-dijo-Yo hubiera actuado igual o peor que tú.

-No sabes el odio que he sentido todos estos años-confesé- Y al enterarme por fin quien fue
no pensé que iba a desatar más dolor del necesario.

-Lo siento tanto Bella-dijo abrazándome más fuerte- Yo no tengo excusa para el
comportamiento de mi padre.

-Lo sé- le dije.

-Bien-dijo sonriendo- Traje ropa de invierno para ti y Nahuel, ya que aquí llueve a diario.
Sólo Alice podía pensar en esas cosas en momentos como estos.

-Voy por ella- anunció y salió danzando hasta afuera.

-¿Cómo esta Esme?- le pregunté a Rose.

-Muy mal-dijo con pena- Carlisle no le da explicaciones de nada, y ella esta segura que
trata de proteger a alguien, pero no tiene idea de quien sea.

-Ah-fue lo único que dije.

-Quería venir a verte, pero la última vez tú le dejaste claro que no se acercara a ti- dijo. Me
sentí mal por ser tan injusta con Esme.

-Yo la quiero ver-le dije a Rose.

-¿En serio?-inquirió sorprendida.

-Sí-dije.

-Bella-gritó Alice- Eres la persona más linda que he conocido en mi vida.

103 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Eres muy noble Bella vales oro-dijo Rose.

-Esme es como una madre para mí- me límite a decirles. Me abrazaron con fuerza.

-!Oh! Cuidado y matan a Bellita con esos abrazos-dijo Emmett sonriendo- Recuerden que
ella es tan frágil como una pluma de vaca.

-Emmett las vacas no tienen pluma-le dije. Miró el techo por un momento tratando de
analizar mis palabras.

-Es cierto Bellita-dijo riendo- Bueno, ere tan frágil como las plumas de un pavo real.
Sonreí.

- Con que las vacas tienen plumas. Emmett debería ver más Animal Planet...

Caminó hacía mí y me cargo como un costal de papas, me giró varias veces, hasta que
empecé a marearme.

-Bájala ya Emmett- lo regañó Jasper a quien no había visto llegar.

Emmett me bajó y tuve que recostar la cabeza en su gran pecho para que se me pasara el
mareo. Todos habían venido menos él..........

Alice se puso como loca a sacar toda la ropa que había comprado, probándole cada juego a
Nahuel, hasta para Charlie trajo ropa. Ella si que estaba loca.

Emmett, Rose, Jasper y Alice miraban un partido de béisbol junto a Nahuel que se
encontraba entretenido por las caras graciosas que Emmett le hacía.

-Bella- me llamo Alice- Podrías ir a mi auto a buscar una bolsa que tiene unas camisas que
compré para tu padre-pidió.

-Claro- le dije. Salí de la casa, y caminé hacia el Porche de Alice mirando mis converse.

-Deberías mirar al frente puedes caerte- susurró una voz aterciopelada.

Levanté lentamente mi rostro. Y frente a mí se encontraba él ser más maravilloso del


universo y la razón de mi vida. Acortó la distancia que nos separaba y choco sus labios
con los míos. Era tanta la necesidad de estar cerca que me cargó y yo enrede mis piernas
en su cintura.

Su aliento calido lo había extrañado y añorado tanto. Mordí su labio inferior y él gimió en
mi boca. Nuestras lenguas danzaban felices explorando cada rincón como si fuera la
primera vez.

104 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Toque cada parte de su hermoso rostro, para cerciorarme que él estaba aquí y no era parte
de un sueño. Nos tuvimos que separar por falta de aire. Apoyo su frente contra la mía y
rozo mis mejillas con las yemas de sus dedos.

-Perdóname Bella-susurró llorando.

-No tengo nada que perdonarte- susurré entre sollozos- Te Amo Edward-dije volviéndolo
a besar.

-Te Amo Bella-murmuro contra mis labios.

105 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 21
Dolor

Alguien carraspeo. Edward me bajo al suelo, sonrío y volteamos a ver quien era. La sangre
empezó a hervir por mis venas, como se atrevía a presentarse en mi casa como si nada
hubiese pasado.

-¿Qué haces aquí papá?-preguntó Edward molesto.

-Vine a hablar con Bella-respondió.

-Eso quieres Bella-inquirió Edward.

-Sí-dije- No te vayas muy lejos- le pedí.

-Como quieras corazón estaré en el auto de Alice- anunció. Asentí.

-¿Quieres hablar en mi auto?-me preguntó Carlisle.

-Donde sea- me límite a responder. Se encamino a su auto y me abrió la puerta del


copiloto. Subí y me acomode para encararlo, haber que tenía que decir.

-Bella-murmuro-Yo no asesine a tu madre.

-No seas mentiroso- le dije irritada- Si no fuisteis tú, entonces ¿quién fue?-inquirí.

-Lo que ocurrió aquel día fue muy confuso- dijo perdido en sus pensamientos.

-¿Qué sucedió?- pregunté.

-Aquel día se perdió un gran cargamento de droga, y nos avisaron que las personas que lo
robaron lo habían trasladado a Forks. Decidimos venir a enfrentarlos, pero no
esperábamos a la policía en aquel almacén.

Suspiró pesadamente.

-Al llegar comenzó el enfrentamiento, las personas que se encontraban en el almacén


estaban desesperadas. Uno de los policías me reconoció y les gritó a los demás donde me
estaba escondiendo. Tropecé con tu mamá, recuerdo su rostro y ahora más ya que tú eres
como ella, pero en una versión más hermosa.

Carlisle se removió incomodo en el asiento.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Me pidió que no la matará, me dijo que su hija la esperaba en casa- susurró Carlisle con
lágrimas en sus ojos- Le dije que no iba hacerlo. ¿Por qué matarla? ella no había hecho
nada, sólo estaba en el lugar equivocado.

Mi mamá suplicó no morir por mí. No quería dejarme sola. Esto era tan doloroso.

-Aunque no lo creas, yo nunca he matado a nadie. Es verdad soy un mafioso pero eso no
quiere decir que sea un asesino que mate a quien sea por capricho. Ese trabajo es de otros,
por eso les he enseñado a mis hijos a herir, pero no matar si no es necesario.

-¿Quién la mato entonces?- pregunte en un susurró. No tenía fuerzas para hablar.

-Bella-dijo- Yo salí del país para hablar con un amigo quien estaba presente aquel día. Él
sabía quien había sido el policía que le disparó a tu madre.

-¿Cómo paso?-inquirí.

-El policía llego adonde me encontraba, y miró a tu madre asombrado y me apuntó. Pero
sus manos le temblaban tanto que la pistola se giró sin que él se diera cuenta. Trate de
quitar a tu madre de la dirección, pero él pensó que yo iba a matarla, soltó un disparó y
alcanzo a tu madre.

Tenía una pena tan honda, era un pozo sin fondo. No sé como no había entrado en shock
con tantas malas noticias.

-Carlisle- lo llamé al borde de empezar a gritar- Sabes. ¿Cuál es el nombre de ese policía?-
le pregunte.

-Sí Bella- dijo.

-¿Quién es?-le pregunté gritando.

-Charlie Swan- respondió.

No Dios mío. ¿Por qué?... Mi papá no podía ser cierto, era una mentira. Él jamás hubiera
sido capaz de hacerle daño a mi madre. Y si hubiera sido el me lo diría.

-Noooooo- grité y salí del auto corriendo hacia la casa.

-Bella espera- me gritó Carlisle.

-¿Qué le dijiste papá?- le preguntó Edward. Empuje la puerta de la entrada con fuerza y
corrí a la cocina. Allí estaba él tomando un vaso de agua de lo más tranquilo.

107 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-¿Por qué la mataste?-le grité. Charlie volteó a mirarme y tenía el rostro desencajado.

-Contéstame-le exigí.

-Bella quien te dijo eso- dijo.

-Papá dime por favor- le pedí- Dime que es mentira- le rogué clavando mis rodillas en el
suelo- Dime que no es cierto.

-Bebé- susurró llorando y arrodillándose al frente de mí-Perdóname.

-La mataste- afirmé. Asintió.

-No lo quise hacer Bella, yo la quería proteger. Fue un error- me dijo llorando.

-¿Por qué no dijiste la verdad?- le pregunté.

-No podía Bella- susurró- Nunca ibas a perdonarme.

Proferí un grito de dolor. Él la había matado. Mi propio padre, esto era una maldita
pesadilla. Esto no me podía estarme pasando a mí. Me levanté del suelo.

-Perdóname Bella- suplicó.

-Cállate- le grité con un odio que me desgarraba el alma.

-Hija, por favor- volvió a pedir.

-Yo no soy tu hija- le dije.

Y salí de la cocina a buscar mis cosas, para irme y no volver nunca. Sentí un brazo
sujetarme y era mi padre. Me solté de su agarre.

-No quiero que me vuelvas a tocar- le grité mirándolo a los ojos- Nunca entendiste.

Corrí a mi habitación a tomar mis cosas, y me desmorone en el suelo.

Mi mente estaba en blanco. No había palabras para describir la gran angustia que sentía.
¿Por qué? ....nunca habría una respuesta.

Me sentía tan frágil, tan incapaz.... La magnitud de mi dolor ni siquiera yo la conocía.

-Bella amor- me llamó Edward.

108 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Abrázame por favor- le suplique y él lo hizo.

No sé cuanto tiempo llore en los brazos de Edward, creo que eso no importaba. Era en el
único lugar donde me sentía segura. Donde no había engaños, ni mentiras.

Lo miré y el tatareaba una melodía para tranquilizarme.

-Edward- le dije acariciando su rostro- Mi papá fue quien la mató-solloce.

No entendía como seguía respirando si sentía que con cada segundo que pasaba la vida se
me iba.

-Tienes que ser fuerte Bella- susurró- Hazlo por ti y por los bebés, les hace mucho daño
que este así. No creo que a tu madre le gustaría verte de esta manera.- beso mi nariz.

-Llévame al cementerio por favor- le pedí.

Asintió.

Me tomó en brazos y salimos de la casa. Ya afuera todos nos miraron. Carlisle se veía tan
triste. Le debía una disculpa.

-¿Quieres que recojamos tu ropa Bella?- me preguntó Alice, mientras le pasaba a Nahuel a
Jasper.

-Si- le dije.

Asintió y entro a la casa seguida de Rosalie.

El camino al cementerio de Forks, fue silencioso. Edward me miraba por el rabillo del ojo,
asegurándose de que estuviera tranquila. Sabía que él me estaba dando tiempo para poder
recuperar fuerzas y asimilar las cosas.

Al llegar Edward me abrió la puerta del copiloto. Un escalofrío recorrió mi cuerpo al bajar
del auto, esa siempre era mi reacción cada vez que visitaba a mi madre.

Llegue a su lapida y me arrodille junto a ella. Edward poso una mano en mi hombro, para
brindarme su apoyo.

No sé que hubiera sido de mí, sin el apoyo de Edward.

-Mamá-susurré entre sollozos- Te extraño tanto, me haces tanta falta-tomé aire- Hoy me
enteré de todo, y siempre dije que cuando supiera quien te había hecho esto lo haría pagar,

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

pero no puedo-Edward apretó mi hombro- Saber quien fue el que te aparto de mi lado, fue
más doloroso de lo que alguna vez imagine.

Trate de aclarar mi garganta.

-Perdóname mamá- dije abrazando la lápida como si ella estuviera allí-Pedón pero yo no
puedo cumplir la promesa que te hice. No puedo enviar a la cárcel a mi papá- me tape la
boca para no gritar.-Sé que tu nunca lo aprobarías y yo no podría hacerlo. Pero tampoco
puedo perdonarlo, para eso voy a necesitar mucho tiempo.

Me acurruque encima de la lápida.

-Te Amo mamá-susurré- Te extraño demasiado...Yo sé que me estas escuchando, y donde


quiera que te encuentres me cuidas. Fuiste y siempre serás la mejor madre del mundo. Ni
siquiera yo creo poder llegar a igualarte algún día.

Grite con todas mis fuerzas, necesitaba sacar un poco el dolor que me estaba consumiendo
por dentro.

-Mamá- murmure- Necesito tanto de tus consejos, tus abrazos y tus bromas. Como
quisiera volver a escuchar; Te has vuelto a caer Bella, ten cuidado pequeña. Me gustaría
que estuvieras aquí y compartieras conmigo la experiencia de ser madre. Me hubiera
gustado tanto que conocieras a mis hijos a tus nietos, que me acompañaras el día de mi
boda.

Toque las letras de la lápida, donde se encontraba escrito su nombre.

-Te adoro mamá-susurre- Te amare por siempre, cada día de mi vida te recordare, jamás te
olvidare; porque fuiste y serás lo mejor que Dios me dio en el mundo. Cuando tenga a mis
hijos, siempre les hablare de ti y les diré que fuiste la mejor madre del universo. Y que los
quisiste aun sabiendo que faltarían años para que llegaran.

Suspire y contemple el cielo.

-Estoy segura que donde te encuentras estás en paz, y quiero que sepas voy a buscar
terminar mi cuento de princesa como me lo pediste. Ya tengo a mi príncipe mamá y hasta
a unos principitos que están por llegar.-me mordí el labio y acaricie mi vientre- Siempre te
voy a amar mamá.

Me levanté y me gire para encarar a Edward, quien camino hacia mí y me abrazo con
fuerza. Aspire su delicioso aroma y besé su pecho.

-¿Quieres irte hoy?- me preguntó.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-No-le dije-Quisiera que los chicos conocieran un poco el pueblo, así no habrían realizado
el viaje por nada.

-Bella-murmuró- Ellos sólo vinieron a buscarte.

-Lo sé- le dije- Pero no tengo ánimos de viajar hoy, aunque tendríamos que buscar un
hotel.

-Bella mi padre tiene una Residencia en Port Ángeles, allí nos quedaremos- dijo.

-Está bien-dije.

El trayecto a Port Ángeles, estuvo lleno de lágrimas por mi parte, mientras Edward
dibujaba círculos con su dedo índice sobre mi mano para calmarme. Necesitaba llorar,
ahogar el dolor de algún modo. Esto llevaría tiempo para sanar. Pero la visita que hice al
cementerio me ayudo un poco. Mi madre estaba bien donde se encontraba.

Al llegar a la residencia Alice se abalanzo a abrazarme. Y llore otra vez en su hombro. Ella
y Rose me llenaron de palabras de consuelo. Después de hablar con ellas. Decidí hablar
con alguien, necesitaba que me perdonara por tratarlo tan injustamente. Se encontraba
parado a un costado de un gran ventanal que daba vista a calle.

-¿Carlisle?-lo llamé. Volteo su hermoso rostro y me brindo una sonrisa.

-Lo siento- susurré entre lágrimas abrazándolo.

-Tranquila hija, te entiendo-murmuro depositando un beso en mis cabellos.-Te quiero


mucho Bella-susurró.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 22
Accidentes

Ya nos encontrábamos en nuestra casa, la estadía en Port Ángeles fue corta ya que en la
organización se presentaron una serie de problemas. Me preocupe un poco, pero Edward
me tranquilizo diciéndome que no era nada grave.

Estaba en casa ya que mi ginecólogo me prohibió trabajar porque mi embarazo era


múltiple y también por los últimos hechos, lo dijo tan nervioso que estoy segura que
Edward lo amenazo que si no me decía eso le haría algo, lo deje pasar porque sabía de
sobra como mi dios griego me protegía.

Después del secuestro tenía mas de tres tipos tras de mí, por suerte hoy se había quedado
Emmett en la casa lo que era bueno ya que no estaban los escoltas como mis sombras, y
malo porque sólo se la pasaba haciendo bromas.

Me encontraba en la cocina preparando un rico dulce de chocolates con relleno de


almendras, tenía ese antojo y ya que Edward no estaba y si le decía a Emmett que lo
comprara se burlaría, mejor lo preparaba. Mientras colocaba el pastel en el horno, mi
querido hermanito Emmett entro por una manzana. Venía muy alegre cantando algo, pero
no lograba escuchar muy bien que por lo que me senté en una silla del pequeño comedor
de la cocina para escucharlo mejor.

-Siniestro muuu...... y las vacas gordatomicas- cantó Emmett y propino una sonora
carcajada-Siniestro Muuuu... y las vacas…- me miró y se rió aún más fuerte-
Gordatomicas.

Vaca eso parecía, me mire y estaba enorme, mi vestido de novia no me iba a entrar y Alice
me mataría. Estaba gorda... empecé a llorar.

-¿Qué te pasa Vaca?- me preguntó Emmett y llore más- Perdón Bella- rectificó.

-¿Estoy enorme verdad?- le pregunté entre sollozos.

-No tanto- respondió pensativo- Te pareces más a una linda vaquita que a un hipopótamo.
Más lágrimas.

-Eso es algo no- dijo alzando las cejas.-Bellita no es que estés Gorda......, sino que tus
pechos son enormes, con tanta leche que debe haber en ellos puedes darle de comer a un
ejercito de bebés- dijo con los ojos como platos- Pero a pesar de todo para tener un
embarazo múltiple sigues conservando tu linda figura- me guiñó el ojo.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-¿Seguro?-inquirí.

-Claro vaquita- respondió.

-Emmett- le reproche llorando.

-Ya deja de llorar Bella por favor- me pidió.

-Deja de decirme vaca por favor- le dije.

-Ok-dijo.- ¿Qué estas preparando?- preguntó.

-Un pastel de chocolate con almendras- respondí.

-Ummm......-murmuro lamiéndose los labios- Quiero un trozo. Pidió.

-Claro Emmett- le dije.

-Bellita-dijo con una sonrisa-Quieres acompañarme al centro comercial, necesito comprarle


un regalo a Rose.

-Sí- le dije con una sonrisa- Voy por mi bolso.

-¿Y el pastel?-inquirió.

-Para después- le dije y me encamine a mi habitación por mi bolso.

Recorrimos más de cinco tiendas buscando algo que le gustara a Rose y a Jasper. No
encontrábamos nada especial, debíamos darnos prisa ya que el pequeño duendecillo había
organizado una fiesta en la casa de sus padres.

-Bella- me llamó Emmett.

-Dime-le dije.

-Voy a esa tienda- señaló- Creo que encontré algo perfecto para Jasper.

-Ve- le dije- Yo también creo que encontré algo para Rose.

Observe el lindo dije que se encontraba en la vidriera de una fina joyería, me costaría un
montón pero el precio era lo de menos. Rose era mi mejor amiga y se lo merecía.

-Vaya...Vaya- dijo una voz conocida- Pero miren a quien me vengo a encontrar, a la
pequeña Zorra.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Me voltee para ver a la mujerzuela de Tanya. Su mirada se enfoco en mi vientre y sus ojos
se abrieron como platos.

-Eres más inteligente de lo que supuse-dijo- Mira que embarazarte para amarrarlo es una
buena jugada.

-Yo no necesito de jugadas para tener a Edward conmigo- le dije y eso pareció enfurecerla.

-Ay niña- dijo- En cualquier momento te cambiará por otra, ni siquiera eres más que su
novia.

-Pues lamento decirte que eso no es cierto - le dije con una sonrisa y mostrándole mi anillo.
Se atraganto y su rostro se torno rojo de la ira que la embargaba.

-Perra- me gritó y me dio un empujón que si no me apoyaba de la vidriera me estampaba


tremendo golpazo.

-Eso serás tú- le dije y le estampe mi mano en su rostro. Le pegué tan fuerte que la mano
me ardía.

-Te odio- me gritó, y se me abalanzó.

Caímos en el suelo ella debajo y yo encima de ella, era una lucha campal le jale con fuerzas
su cabellera mientras ella hacia lo mismo. Jale con todas mis fuerzas y en mi mano
quedaron pedazos de extensiones de cabellos. Me reí. Y la muy imbécil aprovecho y me
mordió el brazo, pero fue rápida y le propine una bofetada que nunca la olvidaría. Siguió
jalándome el cabello y yo le arañe en la mejilla.

-Maldita- me gritaba mientras le jalaba el cabello.

-No me vuelvas a tocar- le dije.

-Zorra- me gritaba- Tus hijos van a ser unos bastardos.

Eso basto para acumular toda mi furia, me levante y no le di tiempo ni de respirar cuando
jale su cabello y empecé a arrastrarla por el centro comercial. La muy estúpida gritaba de
dolor. Sentí unos brazos sujetarme y alejarme de la muy perra, forceje para abalanzarme
encima de ella y seguir dándole su merecido por haber llamado así a mis bebés.

-Cálmate Bella- me pidió Edward. ¿Cuándo había llegado Edward?

-No- le dije y como pude me zafe de su agarre. La estúpida ya se había levantado por lo
que le propine dos bofetadas una en cada mejilla.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Esto es para que en tu miserable vida te vuelvas referir así de lo que es mío- le dije-
Vuelves a hablar así de mis hijos y me las pagaras- la amenace.

Mi comportamiento era extraño nunca en mi vida había peleado. Pero esa zorra llamo
bastardos a mis bebés, y eso no se lo permitiría jamás a nadie. Nunca iba a permitir que
alguien ofendiera a mis hijos.

-Bella cálmate por favor- me pidió Edward mientras salíamos del centro comercial
seguidos por Emmett quien venía muy divertido.

-Como quieres que me calme- inquirí irritada- Si llamo bastardos a mis bebés.

-Tranquila pequeña- susurró y me ayudo a entrar al auto.

Al llegar a la mansión Cullen, baje del auto sin esperar a Edward, estaba tan irritada
necesitaba romper una vajilla completa para quitarme un poco la rabia.

-¿Qué le paso a tu cabello?- me preguntó Alice alarmada.

-Se peleo con Tanya- respondió Edward.

-Bella eso fue muy arriesgado- me regañó Esme.

-Lo sé, pero no iba a permitir que ofendiera a mis bebés- le dije.

Dormí el resto de la tarde, ya entrada la noche el duendecillo me despertó para arreglarme


ya que solo faltaban dos horas para la fiesta.

-Alice- me queje- No pienso usar ese vestido sin ropa interior.

-Bella si usas ropa interior se te marcará y te veraz gorga- me dijo.

-Este bien- le dije.

Lo que menos deseaba era verme gorda. Quería que Edward me viera hermosa. El vestido
en el que me había metido Alice era tan diminuto que sólo cubría mi trasero, esperaba que
no se notara que andaba sin ropa interior.

Baje las escaleras animadamente la música que inundaba la casa era muy buena, pude ver
a Rosalie y Jasper recibir a los invitados, y Alice dando brinquitos con Emmett. Pero no
veía a Edward por ninguna parte.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Al llegar a la pista de baile que había creado Alice. Un chico alto de pelo negro y ojos
grises se acerco a mi y me sonrío, tenia una sonrisa muy linda, le correspondí a su sonrisa
se sentía bien estar cerca de él irradiaba confianza.

-Hola- me saludó y sonrío.

-Hola- le dije y le sonreí.

-Mi nombre es Alec- se presentó y extendió su mano.

-Bella- le dije y estreche su mano.

-Un placer Bella- dijo.

-Lo mismo digo- le dije.

-Esta muy divertida la fiesta ¿no?-inquirió.

-Si la música esta excelente- le dije con una sonrisa.

-¿Quieres bailar? me preguntó y empezó a sonar Infinity, la canción me gustaba mucho.

-Claro- le dije con una sonrisa.

Tomo mi mano y nos colocamos casi en el centro de la pista de baile. Mi comportamiento


era extraño me sentía como una adolescente, para los demás era una adolescente por mi
edad. Quería bailar y liberarme sentirme joven por un momento y no tener miles de
responsabilidades.

La música inundo mis sentidos y por primera vez no tuve miedo a bailar. Alec bailaba
muy bien y poco nos pegamos, trate de que mis movimientos no fueran tan insinuantes.
Cuando gire para dar una vuelta, me percate que los invitados nos habían hecho un
círculo para vernos bailar. Sentí mi cara arder.

-Wuuuuuuuu... eso hermanita- gritaba Emmett.

-Bien Bella- grito Alice eufórica.

Rose y Jasper sólo reían, mientras Esme y Carlisle acompañaban con los gritos a Emmett.
El que no se veía por ningún lado era Edward.

La canción termino y sonó All up to you, Alec me tomó de la cintura y me pego a su


cuerpo y empezamos a movernos al ritmo de la canción. Se sentía bien bailar con él, era
todo un caballero.

116 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-¿Cómo te la estas pasando?- me preguntó.

-Genial- le respondí.

-Ya somos dos- me dijo.

-Bella....-oí que me llamaban pero la música estaba tan fuerte y la canción tan buena que
ignore mi nombre.

-Bella- me jalaron del brazo con fuerza.

-Auch- me queje. Voltee a ver quien era y me quede helada. Edward estaba enojado tenia
la mandíbula tensada y se apretaba el puente de la nariz para calmarse.

-Podemos hablar- dijo entre dientes, enviándole una mirada envenenada a Alec.

-Claro- le dije- Mira Edward te presentó a A....

-Ya nos conocemos Bella- me interrumpió.

-Nos vemos Bella- dijo Alec caminando hacia la barra. Agite mi mano para despedirme.

-Hablemos en el jardín- dijo Edward. Asentí.

Cuando llegamos al jardín la piernas me temblaban, estaba muy asustada. Edward estaba
más que enojado y lo entendía yo me había pasado con mis bailecitos. Pero quien lo
mandó a llegar tarde a la fiesta. Wao! yo dije eso no entendía mis continuos cambios de
humor.

-Bella- dijo suspirando- ¿Por qué tuviste que bailar con él?- inquirió.

-Él me invitó a bailar y como yo no tenía con quien, bailé con él, además me cayo bien - le
respondí con sinceridad.

-¿Te gusto?- me preguntó. Eso me irrito tanto, como se le ocurría algo así. Yo lo amaba y
no tenía ojos para nadie más. Él era mi todo... mi vida.

-Claro que no - le grite enojada- Como se te ocurre pensar eso.

-Te hubieras visto como bailabas con él- dijo

-Sólo era un baile Edward, los demás no hallaron nada malo- le dije.

- Un baile- gritó y se acerco a mí- Parecías una.....

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Dilo- le grite.- Dilo una prostituta.

Era tanta la rabia que no medí mis actos, lo abofeteé tan fuerte que sentí que me quebraba
por dentro. Salí corriendo de la casa, no podía estar cerca de él. No cuando desconfiaba así
de mí. Al salir a la calle lo oí gritarme y corrí con todas mis fuerzas, pero al cruzar la calle,
sólo escuche el chirrido de unos neumáticos. Sentí un fuerte golpe y un dolor insoportable
en mi vientre.

-¡Bella! No...-gritó Edward.

Y todo se volvió negro......

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 23
Perdóname

EDWARD POV

No había tenido tiempo de avisarle a Bella que llegaría un poco tarde a la celebración. Me
encontraba ocupado arreglando algunos papeles para poder ejercer mi carrera y ayudar a
Bella a traer a nuestros pequeños al mundo. Nuestros bebés. Nunca hubiera creído que iba
a tener una familia. Yo quien solía decir que el amor no existía, por lo menos para mí,
ahora estaba perdidamente enamorado de la mujer más maravillosa del universo.

-Todo listo Edward- me dijo Laurent un viejo amigo de la universidad.

-Gracias- le dije.

-Solo debes estudiar las últimas de la ciencia- dijo.

-Lo haré- le dije.

Llegue a la casa de mis padres que estaba encendida. Se sentía el buen ambiente, el
duendecillo diabólico es la mejor organizando fiestas.

Me dirigí a la sala y busque a Bella pero no la encontraba. De pronto todos los invitados
hicieron un círculo en medio de la pista de seguro alguien estaba bailando. Me giré para ir
a mi recamara a cambiarme cuando escuche a todos corear.

-Bella... Bella- repetían una y otra vez los invitados.

-Wuuuuuuuu... eso hermanita- gritó Emmett.

-Bien Bella- grito Alice eufórica.

Empuje a varios de los invitados para ver que era lo que tanto alboroto causaba. La sangre
empezó a hervirme cuando vi a Bella bailando con el imbécil de Alec quien la sujetaba por
la cintura.

Lo que más rabia me dio fue ver que Bella estaba feliz en los brazos de ese tipo. Tenía
tantas ganas de matar a ese miserable por tocarla, pero debía controlarme por Bella
además habían muchos testigos. Camine hacia ellos lo más calmado posible.

-Bella... - la llamé pero pareció no escucharme. Suspire.

-Bella- le dije y la tome del brazo con más fuerza de la necesaria.

119 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Auch- se quejo y volteó a mirarme. Abrió los ojos como platos al verme.

-Podemos hablar- le dije y mire a Alec.

-Claro-dijo- Mira Edward te presento a A...

-Ya nos conocemos Bella- la interrumpí.

-Nos vemos Bella- le dijo el muy imbécil. Bella agito su mano despidiéndose.

-Hablemos en el jardín- le dije. Asintió.

Al llegar al jardín estaba muy enojado. Quería decirle tantas cosas a Bella. ¿Por qué había
tenido que bailar con ese tipo? Debió esperar a que yo llegara.

No me molesto tanto que bailara con él. Lo que me enfureció fue como la miraba, no
porque la mirara con lujuria al contrario la veía como cuando un ciego ve por primera vez
el sol, con adoración. Eso me enfurecía. Bella era mía solo mía. La amaba demasiado y no
me daría el lujo que el imbécil ese fuera su amigo.

-Bella- dije suspirando- ¿Por qué tuviste que bailar con él?- inquirí.

-Él me invitó a bailar y como yo no tenía con quien, baile con él, además me cayó bien - me
respondió.

-¿Te gusto?- le pregunté. Preparándome para la respuesta que fuera.

-Claro que no - me grito enojada- Como se te ocurre pensar eso.

-Te hubieras visto como bailabas con él- le dije.

-Sólo era un baile Edward, los demás no hallaron nada malo- dijo.

- Un baile- grite y me acerque a ella- Parecías una.....- Me detuve jamás la ofendería. Estaba
perdiendo la cordura no sabia ni lo que decía. Los celos me estaban volviendo
completamente loco.

-Dilo- me gritó.- Dilo una prostituta.

Estampó su mano en mi rostro, en una muy rápida bofetada. Que dolió. Corrió hacia la
salida de la casa. Iba demasiado alterada y eso no le hacia bien ni a ella ni mucho menos a
los bebés. Salí corriendo tras Bella estaba enojada y podía desmayarse en cualquier
momento. Eres un maldito estúpido Edward como pudiste tratarla así. Me regaño mi
subconsciente. Lo sabía era un reverendo Idiota.

120 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Bella......- la llamé, pero como era de suponer corrió más rápido.

Cruzo la calle y escuche el chirrido de unos neumáticos. Todo pasó muy rápido; el auto le
pego a Bella y está callo en la calle sangrando.

-! Bella! No...- grité desesperado. La tome entre mis brazos, estaba inconciente y salía
mucha sangre de su cabeza.

-Ayuda- grité y volteé a ver a la persona que la había arrollado. En medio de la calle con
una ancha sonrisa se encontraba la miserable de Tanya...

-Se murió tu estúpida noviecita Eddie- me dijo riendo.

-Cállate- le grite.

Quería matarla con mis propias manos. Pero yo era un caballero y no me rebajaría a eso,
ya habría tiempo de que alguien se encargara de ella. Me concentre en Bella. Estaba
jodidamente desesperado, mi ángel no reaccionaba. Escuche a alguien correr.

-¿Qué le sucedió?- pregunto Emmett.

-La atropellaron- le dije al borde de las lágrimas.

-Fuiste tú maldita desgraciada- le gritó Rose a Tanya.

-La muy idiota se metió en mi camino dos veces- dijo Tanya.

-Perra-le gritó Rose y le propino un puñetazo tan fuerte que dejo a Tanya inconciente en el
suelo.

-Llévensela a una de las bodegas- ordenó Emmett a los hombres.

-Bella por dios- gritó Alice que venia junto a Jasper.

-Llamen una maldita ambulancia- exigí.

-Ya vienen en camino Edward- me dijo Jasper.

-Dios- gritó mi madre hecha un mar de lágrimas.

La ambulancia llego y los paramédicos le colocaron un cuello ortopédico a Bella, se veía


muy mal y yo estaba aterrado. El viaje al hospital se me hizo eterno, no deje de sujetar su
mano ningún momento, no quería separarme de ella.

121 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Al llegar al hospital nos esperaban cinco médicos supuse que Carlisle los había llamado.
Los paramédicos llevaron a Bella a la sala de operaciones.

-Joven después de aquí no puede pasar- me dijo una enfermera.

-Necesito estar con ella- le dije.

-Lo siento pero no puede- me dijo. Solté la mano de Bella y besé su frente.

-Vamos a la sala de espera hijo- me dijo Carlisle. Asentí.

Por mi culpa a Bella la habían atropellado. Si no hubiera tenido esos celos absurdos, ella en
este momento estaría bien. Me odiaba por causarle daño a la razón de mi existencia. Si
algo le pasaba no se que sería de mí. Tienes que ser positivo Edward me repetí
mentalmente, nada le va a pasar a ella ni a los bebés, iban a estar bien, tenían que estar
bien. Bella no podía dejarme solo.

-Edward- me llamó Alice- Todo va estar bien.

-Yo tuve la culpa Alice- le dije y llore como nunca en mi vida lo había hecho.

Llore porque necesitaba sacar todo el dolor que sentía. Dios me tenía que ayudar, ella tenia
que estar bien. Mi vida sin ella no tenia sentido.

-Nadie tuvo la culpa hermanito- me decía Alice mientras me abrazaba.

-Fue mi culpa Alice- dije sollozando- Por mis estúpidos celos.

-Tranquilo hermanito todo saldrá bien- me dijo.

Las horas se me hicieron eternas. Nadie daba noticias del estado de Bella y los bebés.
Estaba desesperado, me sentía impotente sin poder hacer nada por ella. Sólo le pedía a
dios que los protegiera y que si alguien tenía que pagar. Ese fuera yo. Bella no se merecía
pasar por tantas cosas malas en la vida. Ella era un ángel y como tal no debía de sufrir,
debía ser feliz.

Isabella Swan es la persona más maravillosa de mi mundo. Sencilla, hermosa, inteligente,


compasiva y muchas otras cosas más. No entendía que había hecho para merecerla. Pero
estaba tan agradecido con dios de tenerla. Mi pequeña, la mujer más valiente que había
conocido. La que luchaba con uñas y dientes para proteger lo que era suyo. Ella quien
siempre estaba brindándote una hermosa sonrisa. Y hacia tu vida más feliz. No podía
sufrir. La amaba tanto que ni con un millón de palabras podría expresar lo que siento por
ella. Bella era mi aire, mi todo...

122 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Familiares de Isabella Swan- inquirió un médico. Todos nos acercamos rápidamente a


donde se encontraba el doctor.

-Soy su prometido- le dije.

-La señorita Swan esta fuera de peligro-dijo y suspire- Gracias a dios los bebés no
sufrieron daño alguno, sólo les pido que tenga más cuidados en su embarazo. De ahora en
adelante no puede realizar esfuerzo alguno es muy delicado.

-Claro doctor- le dijo mi padre.

-Presentara contracciones a lo largo de la semana, pero no hay que preocuparse. Es normal


luego del golpe que se dio- dijo. Bella y los bebés estaban bien... gracias dios mío......

-Usted es Edward- inquirió el médico.

-Sí- le dije.

-La señorita no ha dejado de llamarlo- me informó.

-¿Puedo verla?- le pregunté.

-Si- dijo- Acompáñeme.

Lo seguí hasta la habitación 105. Al entrar a la habitación quise que alguien me matara. Me
partió el alma ver a Bella conectada a tantos aparatos y con la cabeza vendada. Estaba así
por mi culpa... Me acerque a ella con cuidado y tome su mano y la besé. Necesitaba tanto
ver sus ojos, escucharla....Quería saber de sus propios labios que se encontraba bien.

-Edward....-musitó aun con los ojos cerrados.

-Estoy aquí amor- le dije y ella apretó mi mano. Abrió sus ojos lentamente y me miró. Su
mirada esta cargada de tristeza...Me sentía el peor hombre del universo.

-Mis bebés- dijo con dificultad toco su vientre y se desespero- Mis bebés- volvió a decir
ahora llorando.

-Tranquila pequeña- le dije- Están bien.- acaricie su rostro y cerro los ojos. Nos quedamos
en silencio por unos minutos, un silencio incomodo. Bella estaba dolida eso lo sabia.

-Bella- le dije- Perdóname- susurré con los ojos llenos de lágrimas.-Fui un estúpido...
Incline mi rostro y bese su vientre. Ella enredo sus dedos en mi cabello.

123 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-No tengo nada que perdonarte Edward- susurró- Tú no tuviste la culpa de lo que ocurrió
bebé.

-Si la tuve, sino te hubiera dicho esas cosas, no estuvieras aquí-susurré.

-Nadie tuvo la culpa Edward- me dijo.

-Te amo Bella- susurré y la besé con desesperación.

-Yo también Te amo Edward- susurró contra mis labios.

La puerta de la habitación se abrió, mostrando a Alec. Trate de calmarme, pero su


estúpida sonrisa no abandonaba su rostro cada vez que miraba a Bella.

-¿Cómo se encuentra mi paciente favorita?- le preguntó a Bella. Un momento. Su paciente


favorita, así que el imbécil este fue quien atendió a Bella.

-Bien- le respondió Bella con una media sonrisa- No sabia que eras mi doctor- dijo
sorprendida.

-Pues si- le dijo él sonriendo. - Debes guardar reposo, no puedes hacer esfuerzos, puesto
que será muy peligroso.

-Claro- dijo Bella.

-Te daré de alta mañana- le avisó.

-Gracias- dijo mi ángel.

-Es mi trabajo Bella- le dijo él tomando su mano. Quería arrancarle esa mano, pero debía
mantenerme calmado. Sino Bella se enojaría.

-Gracias de todas formas- le dijo mi ángel. El asintió.

-Vendré por la noche para una nueva revisión- dijo y salió de la habitación.

-¿Estás bien?- me preguntó mi pequeña.

-Si bebé- dije. Acaricio mi rostro con suavidad.

-Vaquita....-gritó Emmett y corrió a abrazar a Bella. -Estaba tan asustado- le confesó.

-Te quiero osito- le dijo Bella.

124 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Yo también Vaquita- le dijo Em.

-¿Y para nosotras no hay abrazo?-preguntaron Rose y Alice.

-Claro-le dijo mi ángel. Las chicas corrieron a abrazarla.

-Ay Bella- dijo mi madre llorando- Gracias al cielo que estas bien.

-Si gracias a dios- dijo mi padre.

Era el momento indicado para el siguiente paso. No soportaba un minuto más sin hacer
nuestra relación formal.

-Alice- la llamé y ella volteó a mirarme.

-¿Si? Edward- inquirió.

-Estas dispuesta a organizar nuestra boda para dentro de unas semanas- le dije.

-Claro que si- gritó- Yupi...Yupi... Yupi...- gritaba dando saltitos por toda la habitación.

-Te amo- me dijo Bella bajito solo para mí.

-Yo también Te Amo- susurré solo para ella.

125 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 24
Dedicaciones

BELLA POV

Una semana en cama, esto ya era demasiado. Sabía que tenía que recuperar fuerzas por
mis bebés, pero me sentía como una completa inútil. Y lo peor de todo era mi enfermero...
Emmett se había ofrecido a cuidarme o mejor dicho a molestarme el tiempo que Edward
no pudiera estar a mi lado.

Miraba la película Marley & Me, tan triste no podía dejar de llorar...Mientras secaba mis
lágrimas, Emmett entro a la habitación con un tarro de helado y se sentó junto a mí.

-¿Qué ves vaquita?-me preguntó llevándose a la boca una gran cucharada.

-Marley & Me- respondí sollozando.

Miramos la película juntos, sentí un sollozo y no era yo, por lo que mire a Emmett por el
rabillo del ojo y vi como una lágrima corría por su mejilla.

-¿Osito estás llorando?-inquirí.

-Claro que no vaquita- dijo secándose la lágrima disimuladamente.

-Ok-le dije. Y mordí mi labio para no reír.

Luego de ver Marley & Me, Emmett decidió ver El Aro, así que me puse a divagar antes de
vomitar. Alice, Rose y Esme me traían loca la última semana con los preparativos de la
boda. Que si los vestidos, los manteles, las servilletas, el salón, la música, los invitados,
todo...Venían a diario para que escogiera y estuviera enterada de todo. Por otro lado mi
Edward se estaba encargando de unos negocios de la familia, y no se de que otra cosa que
mantenía oculta.

-¿Qué hacen?-preguntó mi dios griego entrando a la recamara.

-No lo ves Ed, vemos una peli- contestó Emmett llevándose la mitad de la vasija de
palomitas que había ido a buscar, a la boca.

-¿Cómo estas amor?-le pregunté intentando pararme de la cama, pero él no me lo


permitió.

-Bella que te he dicho de eso- me reprocho.

126 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Lo sé- le dije irritada.

-Debes guardar reposo pequeña por tu bien y el de los bebés- susurró dulcemente.

-Si van a ponerse con sus arrumacos mejor me voy -dijo Emmett.

-No Emmett, tienes que quedarte a cuidar a Bella el resto del día- dijo Edward.

-¿Por qué?-preguntamos Emmett y yo a la vez.

-Hoy cerraremos el trato con Cayo- dijo.

-¿Qué?-gritó Emmett.

-¿Quién es él?- pregunté preocupada.

-Es uno de los grandes de Europa- dijo Emmett pensativo- Edward por favor no puedo
perderme ese encuentro.

-Debes cuidar a Bella por favor- le pidió Edward.

-Edward- susurre aterrada- No vayas por favor- le suplique.

-Debo ir pequeña- me dijo.

Beso mi frente y salió de la recámara. Él no podía ir a ese encuentro, si las cosas salían
mal... y si lo lastimaban. Respire varias veces, y me levante de la cama. Emmett estaba tan
perdido en su mundo que ni se dio cuenta. Baje con cuidado las escaleras, ya que cada
escalón enviaba un dolor insoportable a mi vientre.

-Edward no vayas- le pedí llorando.

-Bella estás loca- gritó furioso.- Pudiste lastimarte.-reprocho.

-No vayas por favor- le rogué bajando los dos últimos escalones.

-Ya hablamos de esto pequeña- dijo tomándome en brazos.

No tenía fuerzas para discutir con Edward, y sabía de sobra que él tenía la pelea ganada.
La noche paso muy lenta para mi gusto, cada dos minutos el oso y yo mirábamos el reloj,
no teníamos noticias de lo que estaba ocurriendo y los dos estábamos muy impacientes.
Oímos a un auto estacionarse y Emmett me tomó en brazos para bajar a ver quien era.

-Al fin- exclamó Emmett al ver a Edward-¿Qué paso?- le preguntó.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Cerramos el negocio- dijo Edward feliz.

-Maravilloso hermano- gritó Emmett emocionado y empezó a dar vueltas conmigo en su


regazo.

-Basta Emmett si sigues Bella te vomitara- le dijo Edward.

-Gracias amor- le dije a Edward, quien me tomó en brazos.

-Nos vemos vaquita- se despidió Emmett.

-¿Estás bien?- le pregunte a Edward.

-Sí preciosa- respondió besándome.

Me encontraba soñando con Edward.... cuando oí a alguien llamándome.

-Bella despierta- decía Alice.

-Tengo sueño- me quejé.

-Vamos necesitamos ir de compras- dijo.

¿De compras? O sea que por fin podría salir. Abrí los ojos de golpe, y la abrase.

-Me fascinan esos ánimos- dijo Alice riendo- Anda a vestirte te espero en la cocina.

-Ok-le dije y camine a paso tortuga a arreglarme. Al salir de la recamara me encontré a


Jared en mi puerta.

-¿Qué haces aquí Jared?- le pregunte.

-Soy tu guardaespaldas Bella- respondió divertido.

-Hummm......- dije- Tienes que estar afuera de mi recamara también- inquirí.

-Debo ayudarte a bajar las escaleras- dijo.

-Este bien- le dije y me llevo a la cocina.

Camine con cuidado hasta donde se encontraba Nahuel, quien comía muy entretenido una
banana.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Hola mi amor- le susurre y lo tome en brazos con mucho cuidado. Cada día crecía más-
Con que desayunando sin mamá- le dije juguetonamente.

Posó su pequeña manito en mi mejilla, y la acaricio con cuidado. Cerré los ojos, era tan
hermoso.

-M...Ma....maaa.....-susurró Nahuel.

Lo miré asombrada con lágrimas que corrían por mi rostro. Su primera palabra fue
llamarme mamá. Llene su rostro de besos y le hice cosquillas, a las cuales respondió con
sonoras risotadas.

-Te amo pequeñín- le susurre abrazándolo.

-Mamaaa....- susurró él.

-Dios- gritó Alice entrando a la cocina- Ya habla.

-Sí- dije con una gran sonrisa y bese a Nahuel.

Pasamos el resto de la mañana y entrada la tarde en el centro comercial. Alice me obligo a


probarme más de quince vestidos.

-Alice- me queje. Íbamos para la décima tienda.

-Tranquila Bells es la última- me dijo.

-¿Para qué necesito un vestido nuevo?-le pregunté.

-Ya lo veras-respondió.

Alice se paso tres horas arreglándome en la casa de sus padres. Habíamos escogido un
lindo vestido blanco straple, con un cinturón rosa decorado con piedras preciosas que iba
a la cintura, mi cabello iba suelto y tenía un maquillaje ligero.

-Estás lista- exclamo con una sonrisa.

-¿A dónde vamos?- le pregunté.

-A ningún lado- respondió.

-Vamos- dijo y salimos de su habitación.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Jared volvió a ayudarme a bajar las escaleras y al llegar a la sala quede asombrada. La sala
la habían transformado en una especie de discoteca, hasta tarima incluida tenía. Su
iluminación estaba perfecta, pero llamo mi atención el gran cartelón que estaba en el
centro de la tarima; Baile de Compromiso...Edward y Bella...

En la fiesta se encontraban a demás de mi familia; Aro, Jane, Demetri, Marco, Ángela y


Ben a quienes había conocido en las oficinas de los Cullen y se habían vuelto mis amigos,
Jared junto con una chica que imagine era su pareja y un señor que nunca antes había
visto.

-Estas lindísima hermanita- me dijo Emmett.

-Muy linda- coincidió Rose.

-Gracias- les dije.- Ustedes también.

-Vayamos a sentarnos Bella- dijo Rose.

Nos sentamos en la mesa principal, allí ya se encontraban; Carlisle & Esme junto con
Nahuel y Jasper. Trate de buscar a Edward pero ellos me lo impidieron.

-Su atención por favor- pidió Alice por las micrófono.-Buenas noches, hoy la familia
Cullen celebra la cena de compromiso de Edward Cullen e Isabella Swan.

Se oyeron los aplausos y los chiflidos de Emmett.

-Estamos agradecidos de contar con su presencia, en una ocasión tan especial para
nosotros- dijo Alice y le hizo una seña a la banda que se encontraba en la tarima- Bueno
como acto de entrada de esta noche que decidimos enfocar en el Karaoke tengo el placer
de presentarles al novio o sea Edward Cullen quien nos deleitara con un tema de Marc
Anthony dedicado especialmente para la razón de su existencia Bella Swan.

Los invitados aplaudieron, las luces de la sala se apagaron y la música inundo el lugar.
Edward apareció en el escenario con un lindo traje negro que se acentuaba a su musculoso
cuerpo. Me sonrió y comenzó a cantar.

Desde el día en que te conocí,

Me enamoré de ti.

En ti vi. todo lo que siempre imaginé.

Pronunciaste mi nombre y yo,

130 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Supe por fin que así,

Comenzaría un cuento que no tiene fin.

CORO:

OH baby! Te amaré (para la eternidad),

Yo te amaré (será pura lealtad),

Yo te amaré (nunca negaré que te amaré).

Nada importa más que tu amor,

Y solo dios sabrá,

Que tan enorme es la pasión que existe en mí.

Moriría en tus brazos hoy,

Sabiendo que tu mi amor,

Abrazaras tu alma en tu interior.

CORO:

OH baby! Te amaré (para la eternidad),

Yo te amaré (será pura lealtad),

Yo te amaré (nunca negaré),

Que te amaré.

Edward se acerco a mí y bailo sensualmente. Emmett y Jasper no paraban de reír.

Niña tu amor afecta mi cuerpo,

Cuando ríes parezco volar,

Es la magia que sale de tu interior,

Me rindo ante tu mirar y quisiera gritar que te amaré.

CORO:

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Te amaré (para la eternidad),

Yo te amaré (y mi esposa serás),

Yo te amaré (cásate con tu amado mi amor),

Te amaré.

X2.

Al terminar la canción todos aplaudimos. Esme lloraba de felicidad y de repente le


propino un manotazo a Carlisle.

-¿Qué te sucede?- le preguntó Carlisle.

-Nunca has sido tan romántico conmigo- dijo entre sollozos.

-Sabes que Te Amo corazón- le susurró Carlisle, y juntos entraron a su mundo.

-¿Te gusto?-me preguntó Edward.

-Me fascino- le respondí con una sonrisa.

-Es tu turno para cantar Bella- canturreo Alice.

-Ok- le dije y camine directo a la tarima.

Subí a la tarima y le dije a la banda la canción que iba a cantar. Me deje inundar por la
melodía y canté cada letra de la canción con mucho sentimiento. La canción expresaba
todo lo que Edward me hacia sentir.

Las caras de los presentes no tenían precio, me miraban sorprendidos a medida que
cantaba. Edward me miraba maravillado, ya que él no conocía ese talento. La verdad la
única que sabía que cantaba era mi madre a quien le fascina que lo hiciera para poder
alegrar más sus días.

Cuando termine de cantar, todos los invitados se pararon de sus puestos para poder
aplaudirme. Me teñí de rojo. Aro, Carlisle, Marco, Emmett y Jasper gritaban eufóricos.

-Cantas precioso, mi amor- me susurró Edward al oído. Sólo reí.

-Bailemos- me pidió.

-Claro Cullen- le dije.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Empezamos a girar en la pista de baile bajo la melodía de Como yo de Juan Luis Guerra,
nunca pensé que iba a bailar tan bien el merengue.

-Me dejas bailar con tu futura esposa Edward- pidió Jasper.

-Claro hermano- le dijo Edward quien fue a bailar con Alice.

-Estoy muy feliz por ustedes- me dijo Jasper.

-Gracias Jasper- le dije con una sonrisa.

La música cambio a un reggetón.... El ritmo no perdona de Daddy Yankee.

Jasper se fue a bailar con Alice, mientras yo me guinde del cuello de Edward, le di la
espalda y empecé a mover mis caderas al ritmo de la canción.

-Bella me quieres asesinar- susurró Edward con voz ronca.

-Quizá- le dije pegándome más y bajando un poco con cuidado de no lastimarme.

-Bella- casi gritó cuando frote mi trasero con su erección.

-¿Qué pasa?- pregunte inocente.

-Te necesito- dijo con voz entrecortada.

-Vamos al jardín- susurre.

-Como te gusta el césped Bella- susurró.

Salimos al jardín, y Edward me cargo para poder besarlo mejor, a lo que aproveche para
envolver mis piernas en su cintura. Llegamos a una banca detrás de un gran árbol.
Edward se sentó conmigo en su regazo. Me coloque a horcadas encima de él, mientras él
besaba mi cuello. Su mano viajo debajo de mi vestido.

-Estas sin ropa interior- susurró.

-Alice dijo que así se vería mejor el vestido-le dije.

-Amo a Alice- dijo sonriendo.

Baje mis manos al cierre de su pantalón y lo desabroche de un jalón.

-Quítatelo- le ordené parándome.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Como ordene mi ama- dijo y se quedo en boxer.

-Todo- le dije con una sonrisa picara.

-Listo- dijo al quitarse los boxer, y se volvió a sentar en la banca.

Volví a sentarme encima de él y entro en mí sin aviso. Gritamos al unísono por la


placentera sensación.

-Bella...¡Oh! Me quieres matar- gritó Edward.

-Edward....eres maravilloso- grite mientras él empezaba a embestirme con más fuerza.

Mordió mi cuello, mientras yo mordí su nariz. Apretó mis nalgas con fuerza y sentí mis
paredes contraerse, dio dos embestidas más y alcanzamos un maravilloso orgasmo.

-Bella...te amo-gritó con voz entrecortada.

-Edward.....-alcance a gritar. Oímos a alguien acercarse, pero ya era muy tarde para
vestirse.

-¡Hey! Salvajes- gritó Carlisle.- Vuelvan a la fiesta.

Escondí mi rostro en el cuello de Edward. ¡Por Dios! ¡Que Vergüenza! Carlisle lo había
escuchado todo..............

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 25
Strippers

La fiesta de compromiso transcurrió entre bailes y los vergonzosos comentarios por parte
de Emmett, ya que al parecer Carlisle había comentado la aventura en el patio.

Los días pasaban a la carrera, y ya sólo faltaban dos días para la boda. Al fin seria la
señora de Cullen, Bella Cullen. No sé como agradecerle a dios por tanta dicha, por darme
el hombre perfecto, a unos hijos y una familia que me adora.

-¿En qué piensas Bella?- me preguntó Alice mientras le daba los últimos retoques a mi
vestido.

-En lo feliz que soy- le respondí con una gran sonrisa.

-¡Yupi!-gritó animada- Hoy celebraremos tu despedida de soltera- me avisó.

-Alice- me queje- Sabes muy bien que Edward se molestará.

-No me importa- dijo dando por terminada la conversación.

Después de más de diez pruebas de peinado y maquillaje, por fin Alice se calmó y yo
estuve segura del adecuado para la boda.

-Estoy muerta- me queje echándome al sillón más cercano de la mansión Cullen.

-No fue para tanto Bells- me dijo Alice dando brinquitos.

-No fue para tanto- reproche- Estuve dos horas sentada frente a un espejo, mis pies los
traigo hinchados.

-Eso es del embarazo- dijo- Ahora me voy debo comprar nuestros atuendos para tu
despedida.

Salió danzando de la sala, tatareando una canción, dejándome sin poder decir
absolutamente nada. Edward tenia razón Alice puede ser aterradora cuando se lo
propone.

Tome el control de la televisión para ver en que me entretenía, mientras llegaba Edward.
Para mi muy mala suerte pasaron una noticia de Forks.

-No piensas perdonarlo- susurró Carlisle. Me sobresalte, ya que no tenía idea de que
estaba en la sala.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Aún no estoy lista- le dije con un nudo en la garganta.

-Bella- susurró paternalmente sentándose a mi lado- Él no tuvo la culpa de lo ocurrido.

-Quizá- susurre-Pero no le perdono la mentira Carlisle.

-A lo mejor estaba desesperado- me dijo.

-Nada lo justifica Carlisle- le dije recordando todas las mentiras.

-Piénsalo hija- me dijo antes de levantarse y darme un beso en la frente. Y salió de la sala.

Charlie...había mentido para poder proteger su falta, quizá no me doliera tanto sino
hubiera dañado mi felicidad por un momento, pero hasta eso fue capaz de hacer me alejo
del amor de mi existencia, para poder tener un poco su conciencia limpia. No sé en que
momento me dormí en el sillón, cuando oí que me llamaba una hermosa e inigualable voz
aterciopelada.

-Bella durmiente despierta- susurraba la voz aterciopelada, tan suave como una caricia.

Dios que hice para merecer a este hombre.

-Bella despierta pequeña-susurró- O el pequeño demonio te echará agua fría.

-Muy cierto- casi gritó la voz cantarina de Alice.

-Está bien-susurre abriendo los ojos.

Sabía que si no abría los ojos Alice cumpliría su amenaza. Alice estaba al pie del sillón
dando brinquitos con unas bolsas en las manos. ¡Oh! ¡Oh! En el diccionario de Alice,
Bolsas: Tortura.

-Vamos dormilona- gritó jalándome- Es hora de prepararse para ver chicos guapos.

Edward le dio una mirada asesina. Y luego giró su rostro para verme y estaba rojísimo de
la rabia. Sabía que esto no era una buena idea.

-¿Que?-gritó Edward furioso.

-Veremos chicos guapos- grito Rose bailando- Vámonos ya Bella. Más leña al fuego.

-Están dementes las dos si piensan que Bella saldrá de esta casa a ver hombres- gritó
caminado de un lado a otro por la sala.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Basta Edward Cullen- le gritó su madre entrando a la sala- Bella irá y ni una palabra más.

-Pero mamá- dijo.

-Nada- le dijo Esme seria.

-Tranquilo Ed- dijo Emmett- Nosotros también disfrutaremos.

No entendía absolutamente nada. Alice y Rose me llevaron a rastras a la recámara.

-Ahora sí te vamos a arreglarte Bella- dijo Alice eufórica.

-¿A dónde iremos?-pregunté.

-Descubrí que los chicos van a ir a un bar donde las mujeres se desnudan y no lo podemos
permitir- respondió Rose.

-Claro que no- dije furiosa.

-Por supuesto-coincidió Esme.

-¿Cuál es el plan?-pregunté.

-Llame al bar y pude hablar con las chicas, les pague el doble de lo que le iba a pagar
Emmett y ellas aceptaron.

-¿Qué haremos?-inquirí.

-Nosotras seremos las que bailaremos para ellos- dijo Rose con una sonora carcajada.

-Muy buen plan -la felicite. Ni loca permitiría que una tipa le bailara a mi Edward.

Alice me obligo a usar un vestido blanco pegado al cuerpo con un escote que no dejaba
nada a la imaginación, ya que lo mostraba todo. El vestido era tan corto que mostraba el
inicio de mis pompas. También me obligo a usar unos tacones de aguja y unos guantes
que estaban a juego con el vestido y un lindo antifaz blanco.

Por su parte Alice, Rose y hasta Esme llevaban diminutos vestidos muy pegados a sus
cuerpos, con sus respectivos antifaces. La más provocativa de todas era yo, me sentía
como una prostituta, pero todo sea por Edward. No permitiría que otra le bailara, la única
que tenía derecho a eso era yo.

-Te ves preciosa Bella- me dijo Esme entregándome un abrigo para cubrir el vestido.
Sonreí avergonzada.

137 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Andando- chilló Alice- Es hora de convertirnos en strippers.

Esme y Rose chiflaron por el comentario y no pude evitar reírme. Al bajar las escaleras nos
encontramos con los chicos, quienes estaban muy bien vestidos.

-Wuuuuu...-gritó Emmett eufórico- Veremos chicas guapas.

-Bella te imaginas a esos chicos en unas diminutas tangas- me dijo Alice. Le seguí el juego.

-Se me hace agua la boca- chille emocionada- Vámonos.

Edward me miraba atónito, y a Jasper le salía humo por las orejas al escuchar nuestros
comentarios.

-Debemos irnos los chicos nos esperan- gritó Esme.

Carlisle se atoro con la manzana que comía. Salimos apresuradas de la casa y al llegar al
auto rompimos en risas.

-Viste la cara de Jasper- dijo Rose.

-Peor estaba Edward- dijo Alice carcajeándose.

-Pobres no saben lo que les espera- dijo Esme encendiendo el auto.

La discoteca tenía una iluminación muy buena. De pronto se me ocurrió una idea...

-Oye- llame a un mesero.

-Dime preciosa- dijo con una sonrisa picara.

-Puedes conseguirme una silla- le pedí con una sonrisa.

-Lo que tu quieres mi reina- me dijo y fue en busca de la silla.

-¿Para que necesitas una silla?-inquirió Alice.

-Ese será mi elemento para el espectáculo- respondí.

-Sabes bailar con una silla- dijo Rose.

-Lo intentaré- les dije.

-Aquí esta preciosa- me dijo el mesero.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Colócala en el escenario... Por favor- le pedí guiñándole un ojo.

-Claro....-tartamudo.

-Bien- dijo Alice- Ya es hora.

Nos escondimos tras el escenario la primera en salir sería Alice que le bailaría a Emmett y
luego a Jasper.

La música empezó a sonar y Alice salió a bailar Illusion de Benny Benassi. Vimos como
gritaba Emmett quien estaba más que animado.

Alice se acerco bailando sensualmente a Emmett quien se paro de su asiento y bailo junto a
ella, mientras Jasper, Carlisle y Edward chiflaban para darle porras.

Si Jasper supiera quien le bailaba a Emmett....

Luego se acerco a Jasper y se le sentó en las piernas a lo que Jasper abrió los ojos como
platos... En el momento en que Jasper la iba a levantar para bailar con ella, se alejo y
pudimos reír de la cara de decepción de Jazz.

Rose entro bailando junto a Esme y ambas se dirigieron a bailarle a Carlisle quien se
encogía en su asiento y sus ojos parecían que iban a saltar mirando perdidamente a Esme.
Rose por su parte se dirigió a bailarle a Emmett quien dio un grito de emoción, y bailo
junto a ella.

Las Chicas dieron unos pasos más y los dejaron solos, por lo que Emmett y Carlisle tenían
caras de decepción.

Satisfaction de Benny Benassi lleno el lugar y las luces se apagaron. Salí al escenario con
pasos marcados y bailando sumamente sensual como nunca en mi vida lo había hecho.

Tomé la silla y la gire para sentarme con las piernas a los lados sobre ella, poco a poco subí
hasta quedar trepada encima de ella bailando al ritmo de la canción, el vestido cada vez se
me subía más.

Mire a Edward y estaba hipnotizado mirándome al igual que los demás, me baje de la silla
y la pateé para que cayera debajo del escenario.

Baje las escaleras y me pare al frente de Jasper quien estaba más pálido de lo normal, le
baile por unos segundos y me dirigí a buscar la silla. La coloque en el centro de ellos y
señale a Edward para que se sentara, él sin dejar de mirarme lo hizo.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Me senté encima de él y empecé a bailarle. Él parecía de piedra pues no se movía, sólo me


miraba. Lamí mis labios y me acerque a su oreja y se la mordí, él sólo se estremeció.

Le envíe un beso imaginario antes de dirigirme a los camerinos, dando por terminada mi
presentación.

-¡Wao!-gritó Alice- Eso fue genial Bella- me abrazó. No pude evitar reírme, quien diría que
podía bailar así.

-No conocía esas facetas Bella- dijo Esme con una sonrisa.

-Ese vestido es perfecto Bella ni se nota tu embarazo por lo que estoy segura Edward no
tiene ni idea que seas tu- dijo Rose.

-Viene la segunda parte del plan- les dije.

-¿Cuál segunda parte?-preguntó Alice.

-Llama al mesero Rose- le pedí. Ella asintió y salio a buscarlo.

-Diga señorita-inquirió el mesero.

-Vaya a la mesa de los chicos y diríjase al de cabello cobrizo y dígale que lo esperan en un
salón privado. El mesero asintió y salió en busca de Edward.

-Estoy impresionada Bella-dijo Alice. Sonreí.

Al llegar a la sala privada, ya Edward se encontraba sentado en el sillón. Prendí el estero


que se encontraba allí y me deje llevar por el ritmo de la música.

Moví mis caderas al ritmo de la canción árabe, me acercaba y me alejaba.

Edward tenía sus ojos fijos en mí, lo cual me ponía más nerviosa. Mis pies se movían por
instinto y al dar una vuelta sentí los fuertes brazos de Edward en mi cintura atrayéndome
hacia él.

EDWARD POV

Emmett había insistido en realizar una despedida de soltero y lo peor era que mi padre y
Jasper lo apoyaban. Y para acabar de rematar mi Bella iría a una despida de soltera con
tipos encuerados. De tan sólo pensar en que ella estuviera en uno de esos lugares, hacia
que mi sangre hirviera.

140 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Cuando llegamos al lugar que el loco de Emmett había reservado, un mesero nos indico
donde sentarnos.

El show inició con una chica que le bailo a Emmett y Jasper quienes estaban realmente
emocionados, luego salieron dos chicas que se dirigieron a Emmett y a mi padre. Por
último las luces se apagaron para volverse a encender y mostrar a la chica más hermosa
que había visto.

Traía un diminuto traje blanco que casi no le cubría nada y un antifaz del mismo color que
tapaba su fino rostro. Bailaba de una forma demasiado sensual, ya que mi amigo al
instante ya estaba duro. Tiro la silla donde había bailado, y eso sólo sirvió para excitarme
más...

Bajo del escenario y me indico que me sentara en la silla que había empujado y así lo hice.
Se sentó encima de mí y mordió mi oreja, lo que me hizo estremecer. Termino con su
sensual baile y me tiro un beso y se adentro a lo que imagine eran los camerinos. Mientras
los chicos charlaban muy animados sobre cual de las chicas les había parecido la más
atractiva, un mesero se acerco.

-Disculpe- dijo dirigiéndose a mí. Lo mire esperando a ver que decía.- La bailarina del traje
blanco lo esta esperando en un privado- me aviso. Asentí.

-Ya vuelvo- les dije a los chicos y camine hacia el privado.

El salón se encontraba vacío por lo que me senté en el sillón que allí se encontraba.
Cuando apareció ella, todavía con el antifaz tapando su rostro. Encendió el estero y sonó
una música árabe, la cual bailo a la perfección. Bailo provocándome casi toda la canción.

Hubo un momento en que mi erección se hizo dolorosa, aproveche que se giro para
remenear más sus caderas, y la tome de la cintura atrayéndola hacia mí. Saltó de la
impresión cuando la coloque sobre mí. Estaba seguro de como se sentía. Mordí el lóbulo
de su oreja y ella gimió.

-Quítate las braguitas-le ordene. Ella me miró atónita, pero lo hizo.

-Siéntate sobre mí- le volví a ordenar, mientras me quitaba los pantalones.

Se sentó a horcada sobre mí, coloque la punta de mi erección en su entrada y ella bajo sin
aviso.

-Bella- grite lleno de placer cuando sus paredes envolvieron mi miembro.

-Edward-gritó ella.- ¿Cómo sabías que era yo?- me preguntó asombrada.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Te Amo Bella- respondí.- Es imposible no reconocerte. Sonrió estampando sus labios
contra los míos.

-Pensé que te ibas a acostar con otra- me dijo riéndose.

-Jamás podría hacer algo así- murmuré mordiendo su clavícula.

Bella colocó sus manos en mi hombro y empezó a bajar y subir en movimientos circulares.
Está mujer me quería matar de tanto placer..... Mordió mi hombro cuando empecé a lamer
uno de sus pezones. Echo su cabeza hacia atrás para darme acceso a su cuello, el cual lo
bese y mordí con convicción.

-Te amo Edward Cullen, eres mi vida.

No aguante más la maldita tortura que me estaba haciendo pasar, me levante todavía
dentro de ella y la acomode en el sillón. Mordí con fuerza sus grandes pechos, ya que se
habían vuelto más grandes con el embarazo y empecé a embestirla con fuerza.

-Edward- gimió jalándome el cabello.

-Bella estás tan deliciosamente buena- le dije con voz ronca.

-Más rápido Edward- pidió y la complací.

Ocho embestidas más y alcanzamos el clímax... La acomode en mi regazo aún sin salir de
ella. Acaricie sus cabellos con adoración. ¡Oh! dios mío como amo a está mujer! pensé.

-Te Amo Bella- susurre.

-Te amo Edward- susurró acariciando mi brazo.

-Sólo falta un día para que seas completamente mía- le dije con una sonrisa de tonto.

-Sólo un día- murmuro ella.

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Edward and Bella

Capítulo 26
Escapadita

BELLA POV

-Bella-gritó Alice molesta.

-¿Qué sucede Alice?-inquirí asustada por su gritó.

-Cuando pretendes probarle el traje a Nahuel- me dijo.

-Lo olvide- murmure apenada.

-Vamos- me jalo- No hay tiempo.

Nahuel jugaba en los brazos de Carlisle al entrar a la recámara, y cuando sus ojitos se
posaron en mí empezó a agitar sus bracitos para que lo cargara.

-Maaamaaa-murmuro Nahuel.

-Hola bebé- le dije tomando en brazos.

-Te adora Bella- comentó Carlisle.

-Como yo a él- le asegure.

Luego de probarle más de dos veces el traje de gala a Nahuel, este se estreso tanto que le
propino un manotazo a Alice a lo que todos rompimos en carcajadas, menos Alice quien
estaba más que seria. Pasamos toda la tarde llamando para confirmar que todo estuviera
listo para el gran día como canturreaba Alice. Mientras leí la lista de invitados a los cuales
solo conocía como a cincuenta de los trescientos de la lista, sentí unos fuertes brazos
posarse en mi cintura.

-¿Qué haces?-preguntó Edward.

-Veo que no conozco ni a la mitad de los invitados-respondí con una sonrisa.

-Alice exagero con la lista-comento.

-Te oí Edward Cullen-gritó Alice.

-Monstruito diabólico- murmuro Edward bajito.

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Edward and Bella

-Amor-susurre- La mayoría de los invitados son mafiosos-inquirí restándole importancia.

-No todos-dijo pensativo-Te da miedo que se forme un enfrentamiento. Se carcajeo.

-No- le dije.

-Hummm...quiero que duermas conmigo- dijo bajito.

-Claro que no-gritó Alice entrando a la sala.-Bella dormirá hoy conmigo, no debes tener
ojeras mañana-sentenció. Asentí.

-Estamos castigados Ed- dijo Jasper palmeando el hombro de Edward.

-¡Oh no!....-gritó Emmett trágicamente- Están a dieta chicos-profirió una sonora carcajada.

-Tú también Emmett- le gritó Rose.

-Bebé- se quejo Emmett.

-Nada o estarás a dieta por una semana- le dijo seria. Emmett asintió haciendo un puchero
muy divertido. No pude evitar reírme.

-No te rías de mi vaquita- me acuso.

-Ah no- lo rete- ¿Y por qué?-inquirí riendo más fuerte.

-Porque mañana el traje no te va a quedar por gorda- respondió carcajeándose. Las


lágrimas se acumularon en mis ojos sin permiso.

-Emmett-gritó Rose furiosa- No dormirás en mi cama por un mes.

-Bebé por favor...-le pidió Emmett arrodillándose-No molesto más a la vaquita.

-Cállate mejor- le dijo Rose seria.

-Sí bebé-dijo Emmett a punto de llorar. Edward y Jasper no paraban de reír por la escena
que estaba dando Emmett.

-Bien mucho chiste por hoy- dijo Alice- Hora de dormir, mañana nos espera un gran día.
Todos asentimos.

-Te voy a extrañar-susurró Edward dándome un casto beso.

-Yo también-susurré.

144 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Basta conejitos- dijo Alice separándome de Edward.

Subimos a la recámara y a penas pusimos la cabeza en la almohada nos quedamos


dormidas. Sentí una sacudida y poco a poco abrí los ojos.

-Bella despierta-susurraba una voz aterciopelada.

-Edward-susurre bajito-¿Cómo entraste?-inquirí recordando que Alice había cerrado la


puerta con llave.

-Por la ventana-respondió con una sonrisa torcida.-Vamos antes que el duendecillo


despierte-me apuro, ayudándome a pararme.

-Por donde saldremos- le dije.

-Aquí tengo las llaves- dijo.

-¿Entonces por qué no entraste por la puerta?-le pregunte.

-El duendecillo se podía despertar-respondió.

-Ok-dije.

-Es una escapadita amor- dijo.

Me reí. Y salimos con mucho cuidado del cuarto. Ya afuera Edward me atrajo hacia él y
empezó a besar y morder mi cuello.

-¿A dónde vamos?-le pregunté.

-A mi recámara-respondió con una sonrisa torcida.

-Edward- susurre fingiendo estar cansada-En realidad tengo un poco de sueño- bostece
para hacerlo más creíble.

-Bella- casi se arrodillo- El grandullón Ed o sea- se señalo a su ya gran despertado


amiguito- Ya esta listo para ti- me sonroje al máximo- No me hagas esto- se arrodillo
suplicándome. Tuve que morder con fuerza mis labios para no reírme.

-¡Oh! Bella por favor.....-suplicaba.

-Tengo sueño-dije conteniendo una carcajada.

-Por favor- susurró mordiendo mis muslos.

145 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Tramposo-susurre y me tomo en brazos.

Me recostó con mucho cuidado en su cama. Siempre tratándome como si fuera una
muñeca de porcelana que se puede romper. Lo amaba tanto... Trazo una línea con la yema
de sus dedos desde mi frente hasta mi ombligo haciéndome vibrar. Quito mi pijama con
cuidado dejándome desnuda ya que últimamente trataba de no usar nada apretado por los
bebés.

-Eres hermosa....-susurró.

Lo atraje hacia mí para besarlo y el descendió hasta mis pechos besándolos con adoración.
Baje su pantalón de dormir de un sólo tirón y me di cuenta que no llevaba boxer y una
sonrisa picara se pinto en mi rostro. Edward empezó a morder mis pechos haciéndome
gemir alto...Gire mi cabeza y vi un envase de sirope de chocolate, y se me ocurrió una
genial idea. Empuje a Edward y gire para quedar encima de él.

-Cierra los ojos- le ordené.

Y lo hizo. Tome el sirope y trace una línea con el por todo el pecho de mi Edward.

-¿Qué haces Bella?-inquirió riendo.

-Nada-respondí. Esbozo una sonrisa.

-Abre los ojos- le dije cuando empecé a absorber el sirope.

-Bella-gimió.-Eso me encanta-gritó cuando le mordí su esculpido pecho.

-Te encanta...-le dije y volví a morder su pecho.

-Deja de jugar Bella- susurró cuando ya había terminado de lamer todo el sirope.

-Hummm......-murmure.

-Te lo advertí- dijo y me tomo en brazos para él quedar encima. Y entro en mí sin aviso.
Haciendo que me retorciera de placer.

-Edward-gemí al sentirlo.

-Bella- gimió- Estás tan deliciosa-dijo mordiendo uno de mis pechos.

Y empezó a embestirme con fuerza, el sonido del choque nuestros cuerpos al encontrarse
era como música para nuestros oídos.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Edward-grite cuando sentí mis paredes contraerse.

-Bella..¡Oh! dios estoy tan cerca- dijo.

-¡Oh! Edward-grite.

-Bella, mi vida-gritó él... Y llegamos al clímax. Permanecimos abrazados en silencio para


relajar nuestras respiraciones.

-Edward-lo llame luego de unos minutos.

-Dime-susurro

-Debo irme- le dije.

-Cierto-coincidió-El duende puede despertar y me matara si no estas allí- se levanto para


ponerse el pantalón de dormir.

-¿Te gusta lo que ves?-preguntó con una sonrisa engreída, cuando se percato de mi
mirada.

-Eres un engreído-lo acuse y me reí-Pero lo admito me encanta lo que veo- respondí


mordiéndome el labio.

-Bella...-susurró-Sabes como me pongo cuando te muerdes ese labio.

-Ah si-dije y me seguí mordiendo el labio.

Y en un abrir y cerrar de ojos lo tenía sobre mi besándome. El beso empezó cariñoso y a


medida que pasaban los segundos se volvió ardiente. Lo separe contra mi voluntad.

-El duende se puede despertar- le dije. Y él asintió a regañadientes.

-!Oh!...................-oímos un gritó de la duende.

-Maldita sea- casi grite poniéndome la pijama- Alice se despertó.

-Vamos-dijo Edward nervioso.

Al duende todos le temíamos. Caminamos apresurados hasta la habitación de Alice y al


llegar a la puerta nos percatamos que los gritos de la duende no tenían que ver con
nosotros.

147 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-¡Si! Jazz...............así ¡Oh! Mi caballero.......-gritaba Alice. Edward tenía los ojos como
platos.

-Vamos peque tu eres la mejor-gritaba Jasper.

-Si.....si la mejor-gritó Alice.

-Así que el duendecillo no nos deja dormir juntos en cambio ella si puede hacer cositas con
Jasper-dijo Edward a punto de carcajearse.

Los gemidos de Alice y Jasper inundaban la casa. Oímos unos pasos y nos volteamos para
encontrarnos con la risa de Emmett y Rose, y más atrás la sonrisa pícara de Esme y la furia
de Carlisle.

-Por piedad que se callen- dijo Carlisle.

-¡Oh! Jasper ¡Uh! Si.....-se escucho otro gran grito de la duende.

No lo soportamos más y rompimos en carcajadas incluido Carlisle. Esperamos unos


minutos más y la puerta de la recamara se abrió mostrando a un muy despeinado Jasper.
Al vernos se ruborizo y sus ojos parecían que se le iban a salir de las órbitas.

-Tu eres la mejor-cantó Emmett imitando a Alice con un baile muy divertido. Los demás
reímos.

-¿Qué sucede?-preguntó Alice a quien por primera vez la vi despeinada.

-¡Santo cielo!-exclamó al vernos a todos fuera de la recamara.

-Alice-dijo Carlisle-Te agradeceríamos que no hicieras tanto alboroto cuando tienes sexo
con Jasper, pues los demás si necesitamos dormir-dicho esto se retiro.

-Vamos a dormir Bella-dijo visiblemente avergonzada.

-Ni loca duermo en esa cama- dije tratando de esconder una sonrisa.

-Tranquila Bella-me dijo Esme- Puedes dormir conmigo. Carlisle dormirá con Edward.

-Ok-dije y la seguí hasta su recamara. Carlisle nos deseo buenas noches tomo su almohada
y se fue a dormir con su hijo.

-Hasta mañana Bella- me dijo Esme con una sonrisa.

-Hasta mañana Esme- dije y me dormí.

148 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 27
El Gran Día

Dice un escritor famoso que; "Quien ama vence al mundo, no tiene miedo de perder nada.
El verdadero amor es un acto de entrega total."...

Y aquí me encontraba yo. Isabella Swan con un lindo vestido blanco straple que se
acentuaba a mi cintura y resaltaba mis pechos, bordado de lindos detalles que brillaban a
la luz del sol proveniente de la ventana, y con una linda rosa azul marino a un costado de
mi cadera...y una envoltura de una tela transparente de un encaje que lo hacia verse más
grande. Vestida como una princesa para por fin poder sellar mi cuento de hadas, y ser
oficialmente ante todos de él.

No llevaba velo por razones obvias, ya iba a recibir la mayor bendición de la vida. Un
hijo... Y está vez por partida doble.

Tenía tantas y tantas cosas que agradecerle a la vida; primero por haber encontrado a un
ser tan maravilloso como Edward y una familia tan unida como la de él, la cual compartió
conmigo. También tenia que agradecerle por Nahuel a quien confío especialmente a mí, no
sé con que cometido, pero el tiempo me lo descifrará. Agradecerle por bendecirme con los
dos pequeños que llevaba en mi vientre y que llegarían en unos meses a alumbrar más
nuestras vidas. Agradecerle por permitirme amar y que me amaran...Por darme la
capacidad de soñar y realizar mis sueños...

Sé que sonará egoísta de mi parte, pero no me sentía del todo completa. Necesitaba tanto
la sonrisa de mi madre, diciéndome que todo estaría bien y que era la novia más linda del
universo, pero sabía más que nadie que eso era imposible ya que no podemos revivir a los
muertos. Pero en el fondo de mi corazón se que donde quiera que este, está que no puede
con la alegría de al fin verme cumplir mi sueño:

Casarme... Entregarme a alguien y compartir mi vida con él.

-Ya es hora Bella- susurró Alice, quien vestía un traje azul oscuro que era el color oficial de
la boda y de las damas.

Asentí y baje las escaleras con mucho cuidado. El jardín estaba decorado de detalles
blancos con azul marino y los invitados ya se encontraban sentados bajo la carpa, donde
de encontraba el sacerdote y él esperándome para unir nuestros corazones ante dios.

El sonido de el piano inundo el lugar; Alice, Rose y Nahuel quien llevaba los anillos
andaron casi en coreografía hasta el pequeño altar que habíamos creado con la ayuda del
padre.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Carlisle me ofreció su brazo y la tome con una sonrisa. Sí él sería quien me entregaría a su
hijo, extraño si... lo sé, pero no tuve la valentía ni la nobleza suficiente para llamar a
Charlie y decirle que deseaba que él me entregue y que ya nada importaba, y que lo
perdonaba.

Caminamos a paso lento dejándonos llevar por la música. Y lo vi a él...al hombre de mi


vida y quien se había convertido en la razón de mi existencia. Mi príncipe azul... Quién me
había tomado aquella tarde en el supermercado sin permiso...

Edward Cullen quien me había Asaltado el corazón..., robándoselo para cuidarlo y amarlo
siempre. Me sonrió, aquella sonrisa torcida que amaba tanto y que hacia mis días alegres,
le devolví la sonrisa mostrándole con ella lo feliz que me sentía.

Dimos dos pasos más y quede frente a él. Ya las miradas de los invitados no me
importaban, ahora sólo éramos Bella y Edward en nuestro pequeño pero grandioso
mundo.

-Cuídala con tu vida- le dijo Carlisle. Y él asintió esbozando una sonrisa a su padre, este le
palmeo el hombro y le entrego mi mano.

Nos miramos unos segundos y sonreímos como unos tontos, por fin todo iba ser más real
y que mejor testigo que dios, los dos nos arrodillamos frente al sacerdote observando la
imagen de Jesús crucificado quien nos amo tanto que dio la vida por nosotros... Y aquí
estábamos nosotros agradeciéndole un poco de todo el amor que entrego haciendo nuestro
amor más fuerte a través de él.

El sacerdote dio inició a la ceremonia y nos explico a todos lo que es capaz de hacer el
amor quien no tiene límites. Edward me miro con adoración esbozando una sonrisa y yo
apreté su mano.

-Edward Anthony Cullen. Aceptas por esposa a Isabella Marie Swan para amarla
respetarla y adorarla en la salud y en la enfermedad en las alegrías y en las tristezas para
el resto de tu existencia-inquirió el sacerdote.

-Acepto-pronunció Edward con una sonrisa.

-Isabella Marie Swan. Aceptas por esposo a Edward Anthony Cullen para amarlo,
respetarlo y adorarlo. En la salud y en la enfermedad, en las alegrías y en las tristezas para
el resto de tu existencia.-inquirió nuevamente el sacerdote.

-Acepto- respondí con lágrimas de felicidad.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Si hay alguien en este lugar que tenga motivos para impedir este enlace que hable ahora o
callé para siempre-pronunció el sacerdote.

-Yo-gritaron y todos volteamos para ver de quien era la voz

Permanecí helada al verlo, tenía los ojos llenos de lágrimas que se desbordaban por sus
rosadas mejillas. Ni siquiera lo pensé y corrí hacia él, al llegar lo abrase con fuerza no
quería que se fuera necesitaba que estuviera acompañándome en un día tan importante en
mi vida.

-Bella-susurró con voz quebrada-Perdóname-pidió.

-No tengo nada que perdonarte- susurre y bese su mejilla-Te quiero papá-le dije con una
sonrisa.

-Yo también te amo hija- dijo y me abrazo.

Los invitados aplaudieron y no pude más que sonreír. No sabía quien le había avisado a
Charlie de mi boda, pero estaría eternamente agradecida con esa persona. Pues me hizo
ver todo el amor que le tengo a mi padre y también que todos cometemos errores y
merecemos una segunda oportunidad.

-Padre. ¿Puedo llevar a mi hija al altar?-inquirió Charlie.

El sacerdote asintió sonriendo. Mi papá me tomo de la mano y me llevo hasta Edward.

-Sino cuidas a mi bebé yo mismo te delatare y te haré puré- lo amenazo Charlie.

-No se preocupe Jefe Swan la adorare el resto de mis días- le dijo Edward. Charlie asintió y
se dirigió a sentarse con Esme y Carlisle.

-Ahora si- dijo el sacerdote- Los declaro marido y mujer- nos bendijo- Puede besar a la
novia- le dijo a Edward.

Edward tomo mi rostro entre sus manos y me beso con tanto amor y ternura que casi lloro,
tuvimos que dejar de besarnos porque una personita le jalaba el saco a Edward.

-Mi amor- le dije y lo tome en brazos. Los presentes estallaron en aplausos.

-Les presento a Edward e Isabella Cullen-dijo el padre.

Saludamos a nuestra familia y a los invitados. Debo admitir que los mafiosos presentes
eran personas muy educadas.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Bueno su atención por favor-pidió Alice- Es la hora del primer baile de los novios.

-Vamos-me dijo Edward y nos colocamos en el centro de la pista de baile creada por la
fantástica Alice.

-Es un resumen de lo que tu significas para mí- me susurro Edward al oído- No es nada
para todo lo que siento por ti Bella, pero al menos me gusta y quiero dedicártela. Te amo...

Una traicionera lágrima rodó por mi mejilla. Me apretó más a él y comenzó a cantar la
canción:

-Te amo Edward- le dije.

-Como yo a ti-susurró- Soy el hombre más feliz del universo- dijo riendo.

La canción termino y Charlie me tomo en sus brazos para bailar. Era cómico ver a mi
padre bailando un pie le pedía permiso al otro para dar un movimiento.

-Eres la novia más hermosa del universo entero- dijo Charlie.

-Gracias papá- le dije- Te amo.

-Yo también Bells- me dijo.

-Déjame bailar con mi nuera-pidió Carlisle. Mi padre asintió avergonzado, imagine que
era por lo que había causado.

-Estoy tan feliz por ustedes-dijo Carlisle sonriendo.

-Gracias-le dije.

-No hija, gracias a ti por aparecer en nuestras vidas-dijo. Dimos unas vueltas más hasta
que sentí que alguien me cargaba como un costal de papas.

-Eres la novia más vaquita del mundo-gritó el osito haciéndome girar.

-Bájala ya Emmett-le gritó Alice.

-Ok. Duende- le dijo Emmett. Y empezamos a girar por la pista al ritmo de una salsa.

Bailarlo de Tito El Bambino inundo el lugar y los presentes empezaron a menear las
caderas. Edward se acerco a mí con sexys movimientos y prácticamente me arrebato de los
brazos de Emmett quien corrió en busca de Rose que bailaba con un chico pelinegro.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Hoy es uno de los días más felices de mi vida- comento.

-¿Uno?-inquirí.

-Otro es el día que te conocí en el supermercado- dijo con una sonrisa.

-Me raptaste-lo acuse. Asintió riendo.

-Pero te amo por eso- le dije.

-Y yo a ti mi vida- me dijo besándome con pasión.

-¡Hey! Conejos-gritó Jasper- Hagamos un tren para bailar.

Bailamos en un trencito riéndonos de los alocados pasos de Emmett, Alice, Edward y hasta
Carlisle.

Baile con muchos invitados que ni conocía. Edward me presento a muchos miembros de la
organización, quienes sabían de mis hazañas en el arte de disparar, y me pidieron que los
ayudara si se presentaba algún enfrentamiento.

Cortamos el pastel de cinco exagerados pisos y Edward me quito la liga y por casi lo
hacemos delante de todos gracias a mis locas hormonas. Los presentes no paraban de reír
por el espectáculo. Tire el ramo y cayo en las manos de Jane quien estaba más que feliz.
Estaba bailando con mi esposo, cuando Alice llego dando brinquitos.

-Ya es hora de irse-canturreo.

-Un poco más Alice-pidió Edward.

-No. Llegaran tarde- dijo.

Edward asintió a regañadientes. Y me fui con Alice a cambiarme. Me ayudo a quitarme el


lindo vestido y me metió en un minivestido ya que cubría lo necesario color azul marino,
hermoso por cierto.

-Gracias Alice- le dije dándole un abrazo.

-No hay de que Bella- me dio un beso en la mejilla y acaricio mi vientre- Ya eres
oficialmente mi hermana.

-Sí-coincidí.

-Bella-gritó Rose y me abrazo.-Te voy a extrañar.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Yo también- les dije ya que Esme también se había unido al abrazo.

-Fue la mejor boda del mundo. Gracias- les dije. Sonrieron.

-¿Puedo?-inquirió mi padre en el marco de la puerta. Asentí.

-Nos vemos abajo- dijo Esme y salieron dejándome sola con Charlie. Charlie avanzo hacia
mí y me abrazo.

-Gracias por perdonarme- me dijo.

-Olvidémoslo- le dije y lo bese- Te amo y eres el mejor papá del mundo.

-Espero que la pases genial en tu luna de miel- dijo riendo.

-Papá- lo señale-¿Quién te dijo lo de la boda?-inquirí.

-Tu marido Bella-respondió. Así que había sido Edward...

-Ok- le dije y volví a abrazarlo.

-Vamos que ya te están esperando- dijo jalándome.

Asentí y bajamos. Me despedí de los invitados y de mi pequeño Nahuel al igual que de


toda mi familia. Al llegar al auto decorado con un lindo listón azul, comenzó la lluvia de
arroz.

-Te amo Bella-gritó Edward mientras conducía al aeropuerto.

-Te amo mi vida- le dije. Y él sonrió.- ¿A donde vamos?-le pregunte ya que no tenía idea
del destino de la luna de miel.

-Es una sorpresa- respondió.

-Edward...-me queje haciendo un puchero.

-Te ves muy linda así, pero no te diré-dijo riendo.-Sólo sé que te va a encantar.

Asentí no quise seguir insistiendo. Estaba en mi lugar feliz con el hombre de mis sueños.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 28
Isla Cullen

Al llegar al aeropuerto nos esperaba el piloto oficial de la familia Cullen.

-Ben te presento a mi esposa- le dijo Edward con una sonrisa.

-Mucho gusto Señora- dijo Ben besando mi mano.

-Un placer Ben- le dije- Y llámame Bella por favor- le pedí.

-Claro Bella-dijo con una sonrisa.

-Todo listo Ben-dijo Edward.

-Todo listo-dijo Ben y nos invito a pasar.

Subimos al avión y en menos de veinte minutos ya habíamos despegado. Me sentía un


poco cansada y los pies los tenía completamente hinchados.

-Mira mis pies- le dije a Edward. Los miro y se rió.

-¿Qué tienen?-preguntó.

-Están gigantes-respondí- Imagínate cuando tenga más meses.- le dije acariciando mi


vientre.

-Estoy ansioso por conocer a nuestros hijos- dijo sonriendo.

-Yo también- le dije.

-¿Estás cansada?-preguntó.

-Algo-respondí.

-Duerme amor- me dijo y recosté mi cabeza en su pecho. Aspire su aroma y cerré los ojos,
y decidí dormir un poco.

-Bella durmiente... Despierta- susurro Edward. Abrí los ojos de golpe.

-¿Ya llegamos?-inquirí.

-Sí amor-respondió dándome un tierno beso.-Dormiste muchas horas.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Vamos- le dije animada por conocer el lugar.

Cuando bajamos del avión quede asombrada, ya que nos encontrábamos en una hermosa
isla.

-Bienvenida a Las Isla Cullen-dijo mi esposo con una sonrisa. Mi esposo.... que bien se oía.

-Es divina-comente.

-No más que tú- me dijo.

-¿Es de tus padres?-inquirí.

-Era- dijo y fruncí el ceño- Ahora será de nuestros hijos. Papá dijo que a su primer nieto se
la regalaría.

-¡Ah!- dije sorprendida.-Es un lugar turístico.-comenté.

-Sí- dijo con una sonrisa- Tenemos varias distracciones. Sonreí. Mis bebés no habían
nacido y ya tenían una isla.

-Ven-tomo mi mano- Iremos a nuestra casa-dijo.

-¿Nuestra casa?-inquirí frunciendo el ceño.

-Sí mande a construir una casa para vacacionar con nuestros hijos-respondió tocando mi
vientre.

Sonreí. Edward era más que perfecto. La casa era realmente hermosa tenia una gran
terraza con vista al mar. Tenía cuatro grandes habitaciones, su sala era enorme y la cocina
perfecta.

-Gracias amor- le dije abrazándolo.

-No Bella, gracias a ti por amarme así- susurro besando mi cuello.

-Hummm.......-murmure-¿Quieres jugar?-le pregunté.

-Si usted me lo permite Señora Cullen-respondió mordiendo el lóbulo de mi oreja.

-Siempre-le dije. Me tomo en brazos a estilo novia y me llevo a nuestra habitación.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Ya en la cama beso mis pechos por encima del vestido y empezó a quitármelo lentamente,
me estaba torturando..., ya lo necesitaba dentro de mí. Las hormonas estaban haciendo de
las suyas. Subió y beso el hueco entre mis pechos y arquee la espalda por la sensación y él
aprovecho para desabrochar mi sostén, el cual quito y no se en que parte de la habitación
quedo.

Lamió mis pezones erectos y mordisqueo uno mientras que al otro lo masajeaba, yo no
hacía nada mas que estremecerme, este hombre era el mejor. Me frote con él y propinamos
un grito al sentir el roce de nuestros sexos. Beso mi vientre y mi sexo por encima de las
braguitas.

-¿Puedo?-pregunto tomando los extremos de mis braguitas para romperlas.

Asentí. Y las rompió. Abrí mis piernas y el coloco sus manos a cada lado de mis caderas y
introdujo su lengua moviéndola afuera y adentro, cada vez más rápido y profundo. Esto
era el mismísimo paraíso.

-Edward-gemí estremeciéndome de placer, estaba muy cerca. Como si pudiera leer mi


mente fue más adentro con su lengua.

Por todos los cielos. Este hombre quería matarme, era realmente maravilloso. Acaricie su
cabello y él trazo un círculo con su lengua en mi labio inferior o superior.... creo que fue en
el inferior, la verdad es que no lo sé, estaba tan metida en mi paraíso que no se a cual fue,
pero eso sólo hizo que me viniera en su boca. Él limpio todos mis jugos y luego me sonrío.

-Sabes deliciosa- dijo y me ruborice.

Lo empuje y quede sobre él. Empecé dándole besos mojados por todo su glorioso pecho
hasta llegar a sus boxer, los cuales quite con mis dientes.

Tome su miembro en mis manos y lo masaje. Edward no asía más que gemir y gritar mi
nombre, lo metí en mi boca y empecé a lamerlo como si fuera un rico caramelo y es que
Edward tenía un sabor tan embriagador que me volvía loca.

Lo lamí cada vez más rápido, ya que Edward masajeaba mi cabello y gritaba de placer,
sabia que estaba muy cerca.

Yo era una inexperta en esto todavía así que hice algo que no sabia si le gustaría, pero me
atreví; le mordí la punta y eso fue suficiente para que él gritara como un animal y se
viniera en mi boca. Lo trague todo era un sabor entre dulce y salado pero sabia bien.
Limpie los restos que quedaron en su miembro. Me lamí los labios y él me jalo para
besarme.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

El beso fue demasiado erótico, el sabor de cada uno mezclado era fascinante. No sé en que
momento quede abajo de él, pero apreté mis piernas en su cintura. Él empezó a besar y
morder mi cuello y yo me moví para encontrarme con su erección.

-¡Bella!-exclamó excitado cuando lo hice.

Sonreí, me fascinaba saber que le producía tanto placer. Entro en mí con mucho cuidado
besando y mordisqueando mis pezones, mientras yo acariciaba su espalda y su hermoso
cabello. Lo necesitaba más adentro así que apreté con fuerza mis piernas en su cintura y
gritamos de placer.

Empezó a moverse fuerte dentro de mí. Sus embestidas se hacían más fuertes cada
segundo que transcurría y el choque de nuestros sexos, era tan excitante. No dejábamos de
gemir y gritar nuestros nombres. Hacer el amor con Edward, era tan maravilloso...La
mejor experiencia de mi vida.

-¡Oh! Edward.............dios-grite llena de placer.

-Eres mía Bella-gritó él.

Y me embistió con fuerza, mordió mi hombro y yo el suyo. Y nos liberamos llegando a un


maravilloso orgasmo. Edward se desplomo encima de mí y yo acaricie su cabello cobrizo
tratando de volver a recuperar la respiración.

-Te Amo Señora Cullen- susurró acomodándome en su pecho.

-Te amo Señor Cullen-susurre besando su pecho.

Y con eso nos quedamos dormidos. Me desperté muy temprano, y observe a Edward
dormir. Se veía tan maravilloso parecía un ángel. Bese su pecho y lo sentí moverse.

-Buenos días amor- susurró.

-Buenos días mi vida- susurre besando su pecho.

-Golosa- me dijo juguetonamente. Me reí.

-Vamos a desayunar- le dije parándome de la cama.

-Bella....-siseó- Sabes lo que le provocas al gran Ed-dijo.

-No lo sé- dije inocentemente viendo su gran erección. Era tan grande no tenía idea como
cabía dentro de mí. Lo vi levantarse y corrí hacia la cocina, ya allí me acorralo entre sus
brazos.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Gracias al cielo no hay vecinos- dije riendo.

-¿Por qué?-preguntó levantando una ceja.

-Que pensarían al vernos desnudos corriendo por la casa- dije.

-Nada- dijo besando mi hombro.- Estoy seguro que envidiarían el amor que nos tenemos.

-Estás loco- le dije.

-Por ti- dijo con una sonrisa- Tomemos una ducha, luego desayunamos e iremos a la playa.
¿Te parece?-inquirió.

-Sí me parece- le respondí besando su desnudo pecho.

Nos duchamos y desayunamos entre risas, recordando lo maravillosa que había sido
nuestra boda. Todavía no podía creer que era Isabella Cullen, me parecía un hermoso
sueño. Estaba tan agradecida con la vida, casi la mayoría de mis sueños se habían
cumplido, ahora sólo faltaba esperar a que nacieran mis pequeños y mi familia estaría
completa.

-¿Qué piensas amor?-me preguntó Edward mientras acomodaba nuestras toallas sobre la
arena.

-En que te amo- le respondí con el corazón en la mano.

-Te Amo Bella- susurró besando mi mano. Sonreí como tonta.

-¿Vamos al agua?-inquirió jalando mi mano. Negué con la cabeza.

-Vamos amor- dijo e hizo un lindo puchero. Rayos. Él siempre ganaba, no podía resistirme
si hacia eso.

-Ok-dije y caminamos hacia el agua.

Ya dentro de la playa, jugamos a guerra de agua, lamentablemente perdí. Pero es que los
fuertes brazos de Edward me lanzaban tanta cantidad que no podía hacer nada con mis
pequeños bracitos.

-Tú ganas- grité derrotada. Se carcajeo.

-No te rías de mí- lo amenace irritada. Malditas hormonas.

-Tranquila pequeña- me dijo acariciando mi nariz.- Vayamos a comer algo. ¿Si?-sonrió.

159 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Asentí. Y me trepe en su espalda para salir del agua. Me acomodo en la toalla y se dispuso
a sacar algunos alimentos de una canasta.

-¿Quieres un emparedado de atún?-inquirió.

-Claro- respondí. Me entrego el emparedado y lo devore en menos de cinco minutos.


Estaba realmente hambrienta.

-Mis hijos están hambrientos- comentó Edward con una sonrisa.

-Sí- le dije quitándole la manzana que iba a morder.

-¡Hey!-gritó cuando le di un mordisco a la manzana. Le saque mi lengua como una niña


pequeña.

-Pareces una niña- me dijo riendo. Volví a sacarle la lengua.

-Te voy a morder esa lengua si sigues- me dijo con una sonrisa pícara.

No pude evitar reír. Terminamos de almorzar y tome un poco de sol, mientras Edward
nadaba. Vi como una chica lo miraba casi babeando cuando salía del agua. La sangre
empezó a hervirme y quise agarrarle su cabello de trapeador y arrastrarla por toda la
arena de la playa.

-Amor.........-le grité a Edward.

La chica volteó a verme con los ojos como platos. Le sonreí con superioridad dejándole
claro de quien era ese hombre. Edward corrió hacia mí con una sonrisa radiante en su
perfecto rostro, le sonreí de vuelta y me arroje a sus brazos cuando llego a mi lado.

-Sucede algo pequeña-inquirió curioso observando como le enviaba miradas envenenadas


a la chica.

-Nada amor- le dije besando su cuello y mordiéndolo levemente. Él emitió un gemido


audible y la chica se alejo.

Reí como loca por varios minutos, disfrutando la cara de la chica parecía decepcionada.
Edward me miraba con un signo de interrogación en su frente.

-Te ves tan sexy con ese traje- me dijo mirando el trajecito que no recordaba haberlo
comprado, pero me imagine que al igual que toda la nueva lencería en mi maleta, el
duendecillo diabólico lo había comprado.

-¿Quieres quitarmelo?-le pregunte mordiéndome el labio inferior y ruborizándome.

160 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Claro que sí-respondió eufórico con su sonrisa torcida.-Vayamos a la casa-dijo tomando


mi mano.

-No- le dije sacudiendo la cabeza negativamente.-Quítamelo aquí- le ordene.

-Alguien nos puede ver-dijo nervioso.

-No me importa- le dije.

-¡Oh por dios!- dijo.

-Recuéstate en la toalla- le pedí y él lo hizo.

Mordí mi labio inferior y eso pareció excitarlo porque gimió. Me fascinaba ver lo que
provocaba en mi marido. Lentamente me coloque a horcadas sobre él y mordí su cuello.

Lamí todo su pecho hasta llegar a su ombligo y morderlo, él gimió bajito. Coloque mis
manos sobre sus hombros y estimule mi pelvis frotándome con él.

-!AH!.....Bella-gritó un excitado Edward.

-Edward- gemí.

Me senté en su pecho y él me quito mi vestido dejando mis pechos expuestos. Se


sorprendió al verme así, y comenzó a acariciarlos. Mientras el acariciaba mis pechos, le
baje su traje de baño dejándolo completamente desnudo. Pude observar su gigante
erección, me incline y él mordió uno de mis pezones haciéndome arquear la espalda, lo
deje jugar con ellos un rato. Los lamía y mordisqueaba y creaba círculos con su lengua,
haciéndome gemir y gritar su nombre.

Estaba tan entretenido que tome su miembro en mis manos y entre en él, haciendo que
gritáramos alto.

-Bella...-gimió embistiéndome lentamente.

-¡Oh! Edward- gemí moviéndome arriba y abajo, tratando de torturarlo.

-Eres la mejor- me dijo pellizcando mis pezones.

-Te amo Edward con toda mi alma.

-Me estás torturando-dijo retorciéndose de placer.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Sujeto mis caderas con fuerza y empezó a embestirme, no deje de gritar su nombre, era
adicta a Edward Cullen.

-¡Uh!....Bella.....-decía Edward entre embestida.

-Te Amo-susurre besando tiernamente sus labios.

Se sentó de golpe y lo abrasé fuerte mis paredes no dejaban de contraerse alrededor de su


miembro, estaba muy cerca. Seis embestidas más y explote sentí como dentro de mi toda
caía en pedacitos, a los segundos Edward se desplomo encima de mí besando el hueco de
mi cuello.

-Acabamos de tener sexo sobre la arena de una playa que es concurrida- me dijo al oído
haciéndome estremecer. Asentí sonriendo. -Es usted muy traviesa Señora Cullen-dijo
juguetonamente besando mi nariz.

El resto de la increíble luna de miel en las mañanas nos la pasábamos nadando y


comprando obsequios en las tiendas para nuestra familia. Por la tardes yo no hacia más
que tragar y ver películas. Y en las encantadoras noches hacíamos el amor, tocándonos el
alma.

Pasamos un mes en la isla. Nuestra isla, la verdad que me faltaba mucho por descubrir
acerca de la organización, porque eso de tener islas en varios lugares del mundo, era
demasiado ostentoso. Sólo imaginarme el número de billetes que le costaba me estremecía.

Mi vientre cada vez se abultaba más. Edward no dejo de acariciarlo durante todo el viaje
de regreso a casa. Ya en nuestra casa, subimos a nuestra habitación y nos dormimos
exhaustos por el largo viaje. Sentí una caricia en mi espalda y abrí los ojos para
encontrarme con el hombre más maravilloso de la tierra.

-Hola- le dije aclarando mi garganta.

-Hola pequeña-dijo besando mi nariz mientras acariciaba mi mejilla con el más suave de
los roces. Cerré los ojos por la sensación.

Como amo a este hombre.........pensé. Edward se recostó en la cabecera de la cama,


colocándome en su regazo. Acariciaba mi vientre, trazando círculos.

-Hola bebés- le hablo a mi vientre-¿Cómo amanecieron hoy?-preguntó. Sentí unas


pataditas. Y Edward tenía una sonrisa brillante en su rostro.

-Bella.-susurró emocionado- Me escucharon. Asentí sonriendo. -Sin son niñas como las
llamaremos- dijo pensativo.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

No había pensado en los nombres y no sabíamos los sexos, pues no quería hacerme un
ultrasonido. Me negaba rotundamente a saber el sexo de mis bebés.

-Si son niñas yo escojo los nombres- le avise.

-Si son niños los escojo yo- dijo con una sonrisa. Pose mi mano sobre la suya y él las
apretó.

-Sólo faltan cuatros meses-susurró con una voz cargada de emociones.

-Sabes que Te Amo- le dije. Él rió.

-Lo sé- dijo besando mis cabellos.

-Creído- le dije en broma.

-Eres mía Isabella Cullen- susurró. E hicimos el amor.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 29
Baby Shower

Ya tenía ocho meses de embarazo. Estaba enorme. Me parecía más a un hipopótamo que a
una vaca como decía Emmett.

Estaba un poco nerviosa por la llegada de los bebés. ¿Sería buena madre?, ¿Cometería
errores criándolos? Edward se la pasaba diciendo que era la embarazada más hermosa y
que sería la mamá más maravillosa del universo. Y eso me hacia feliz. Ninguna madre es
perfecta, sabía que cometería mis errores, pero los amaría como ha nadie.

Otra cosa que me preocupaba es como quedaría luego del embarazo. ¿Gorda o normal?
Estaba hecha una elefanta ese era el termino apropiado, hipopótamo era quedarse corto.
Pero eso a Edward no parecía preocuparle, ya que aunque mi pancita estuviera enorme
podía seguir teniendo el mejor sexo con mi marido. Por el embarazo nos aventuramos a
practicar el sexo en otros ángulos y cada vez nos iba mejor. Edward era fantástico en la
cama y en todo lo que hacía. Ya casi me sabía el Kamasutra entero y eso que nos faltaban
muchas poses. Llegamos a un acuerdo; después de que pasaran los meses necesarios para
recuperarme del parto volveríamos a practicar nuevas posiciones.

-Ya deja de pensar cochinadas- dijo Alice con una sonrisa. Me ruborice dando por hecho
que era cierto lo que había dicho.

-Hummm.....-murmuro Rose.-Con esa panza todavía tienes energía amiga-comento con


picardía.

-Un embarazo no es impedimento para unas fantásticas noches de sexo- le dije.

-Listo-exclamo Alice con una sonrisa- Ya estamos listas para el Baby Shower.

-¿Dónde están los chicos?-pregunte mientras observaba mi anillo de bodas.

-Deben estar arreglándose- respondió Rose retocándose.

Unos toquecitos en la puerta nos hicieron girar a ver quien era. Sonreí al ver a la persona
que había entrado. Con mucho esfuerzo me puse de pie y camine a abrazarla.

-Bella que linda estas-dijo.

-Tu también estas muy linda Jane- le dije.

-Bueno y a mí no piensas darme un abrazo- dijo Rose.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Claro- dijo Jane y fue a abrazarla.

-Me siento excluida- dijo Alice con un puchero y Jane soltó a Rose para abrazarla.

Luego de los abrazos nos sentamos un rato a platicar sobre los viajes de Jane en los últimos
meses y salió el tema de unas bodegas de la organización. Jane permaneció callada unos
instantes y luego cambió rápidamente de tema. Me pareció algo muy extraño.

-¿Qué pasa con las bodegas?-le pregunte.

-Nada-respondió nerviosa.

-Sabes que puedes confiar en nosotras- dijo Rose.

-Temo que Bella se altere- dijo con voz temblorosa.

-¿Qué sucede?- le pregunte y luego añadí:-Te prometo que no me alterare.

-Esta bien-dijo tomando aire- En una bodega de la organización tienen a Tanya desde que
te atropello. -La mire asombrada llevaba todos esos meses encerrada. Por dios que
calvario. Pobre...

-¿Y qué piensan hacer con esa desgraciada?-preguntó Rose.

-No lo saben-respondió Jane.- Los hombres no han dicho ni hecho nada para no tener que
preocupar a Bella.

-Debemos hacer pagar a esa maldita lo que hizo sufrir a Bella-dijo Alice con odio.

-Yo también lo pienso-dijo Jane.-Pero estoy segura que nuestros maridos no nos dejaran.

-Lo haremos-dijo Rose.

-¿Cómo?-preguntó Alice animada.

-Sabes donde se encuentra la bodega ¿Jane?-inquirió Rose y está asintió-Bien yo me


encargo de lo demás-declaro con una sonrisa malévola.

-Están locas-exclame- No somos ningunas matonas.

-No mataremos a nadie Bella-me aseguro Jane.

-Sólo le daremos su merecido a la zorra esa, el cual jamás olvidara-dijo Rose. Negué con la
cabeza.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Edward se enojara- les dije.

-No lo hará y tampoco tiene porque enterarse-dijo Alice.

-Vamos Bella sólo le daremos un poco de su propio chocolate, además recuerda que por su
culpa tu estuviste en peligro de perder a los bebés- me recordó Rose.

Eso era cierto por su culpa estuve a punto de perderlos y eso hacia que mi sangre hirviera.
A mis hijos los protegería como una leona.

-Ok-les dije y sonrieron encantadas.

-¿Listas?-inquirió Esme entrando a la recámara.

-Sí-dijimos al unísono.

-Estás muy linda hija- me dijo acariciando mi pancita.

Sonreí y salimos rumbo al jardín. Al llegar al jardín de la mansión Cullen quede anonada
por la excelente decoración. Había arcos de globos de color amarillo y un globo gigante en
forma de biberón, era tan tierno que una lágrima corrió por mi mejilla. Las mesas estaban
adornadas con biberones y chupetes, y la mesa principal tenía una fotografía que mostraba
mi gran pancita. En la foto se podía observar la felicidad que reflejaba el rostro de mi
marido y el mío; estaba parada con el vientre expuesto sonriendo y Edward hincado
dándole un beso a mi gigante pancita.

-Es la fotografía más linda que tenemos-me dijo mi marido abrazándome.

-Si...-susurre sonriendo.

-Nadie quería perderse el Baby Shower aquí están todos los invitados-comento Edward
con una sonrisa.

-Hummm.....-murmure- A tu hermana sólo le falto invitar al presidente- le dije riendo.

-No creas Bella lo invite- dijo Alice. Edward se carcajeo.

-¡Oh! Alice no sabía que estabas aquí-le dije ruborizada desde la frente hasta la raíz de mi
cabello.

-Tranquila Bells- me dijo dándome unas palmaditas a mi espalda y danzo hacia Jasper
quien estaba muy entretenido conversando con Demetri.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Recorrimos todo el jardín saludando a los invitados, quienes estaban encantados con la
decoración y con el hecho de que iba a ser madre por partida doble, mientras hablábamos
con Aro el osito se acerco e hizo el comentario de la buena puntería de Edward haciendo
que ambos nos sonrojáramos provocando unas carcajada de Aro y él.

Seguimos recorriendo el jardín hasta encontrarnos con la mesa de mi padre que se


encontraba muy entretenido con su acompañante; una mujer menuda de piel rojiza y de
cabello corto de un color negro azabache, muy guapa por cierto. Papá la miraba con ojos
soñadores como un hombre enamorado y me alegraba mucho por él, ya era tiempo de que
volviera a vivir y no se estancara en el pasado. Estaba segura que mamá se encontraba
feliz de que por fin volviera a rehacer su vida.

Mientras Edward me daba trozos de chocolate en la boca, llego Alice danzando y jalando a
Edward.

-¿Qué pasa?-preguntó Edward.

-Llegó el momento de los juegos-anunció la duendecilla.

Rodeé los ojos. Comenzaba la tortura. Edward tomo mi mano y nos dirigimos a la pista
que Alice había creado con el propósito de que los invitados bailaran y también que los
juegos no faltaran.

Cuando nos coloco en el centro de la pista haciendo que todos los invitados voltearan a
mirarnos. Sonrió y tomo el micrófono para anunciar a los presentes los juegos que
realizaríamos. Había una cunita donde estaban revueltos los nombres de los invitados y
yo como hada madrina tenía que sacar uno al azar haciendo que mi mano se convirtiera en
la barita mágica y ese invitado realizaría el juego que indicaba la lista.

No sé como demonios deje que Alice organizara la fiesta. Me recrimine al ver la mirada
asesina de Edward. La duendecilla vio cuando vacilaba y me empujo para que sacara un
papel, cuando por fin lo hice sonrío maliciosamente.

-El invitado es... Charlie Swan- anunció con una sonrisa.

¡Bravo Bella! me regañe, de todos los invitados tenías que sacar el nombre de tu padre.
Mire a papá y estaba completamente ruborizado, Sue su acompañante lo empujo para que
caminara hacia nosotros.

-Bien Charlie- dijo Alice conteniendo una carcajada- Te ha tocado ponerle un pañal al
futuro papá.

La cara de mi padre estaba llegando al púrpura. Y Edward estaba rojo de la rabia.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Alice como se te ocurren esos juegos- le susurro Edward a su hermana


amenazadoramente.

-Aquí tienes el pañal y los alfileres- le dijo Alice a Charlie, ignorando por completo la
protesta de Edward quien gruño frustrado

Los invitados trataban con todas sus fuerzas de no reírse y eso que apenas empezaba el
espectáculo. Al principio me pareció una manera muy divertida de manejar el shower con
los juegos, pero ahora me parecía locamente descabellada. Sólo a mí se me ocurría seguir
las locuras de Alice "La Duendecilla" de Hale.

Alice hizo que Edward se acostara en una gran colcha que ella había decorado con
animalitos y le indico a mi padre que realizara el cambio de pañal. Mi papá se puso a la
altura de Edward y le indico que se parara un momento para colocar el pañal y luego
volvió a acostarse mi papá rápidamente coloco el pañal y los alfileres. Y se escucharon los
aplausos de los presentes y la sonora risa de Emmett, quien se la estaba pasando a lo
grande.

Un fotógrafo capto todos los momentos desde que papá llego a la pista hasta que termino
de colocarle el pañal a Edward. Y encima de eso, Alice nos obligo a tomarnos una foto o
cinco no lo recuerdo con Edward aún con el pañal. Hasta Jasper, Emmett, Rose, Jane y
Demetri se unieron a la pequeña sesión fotográfica que traía a mi padre y a Edward
muertos de rabia, mientras los invitados reían sin parar.

Volví a tomar otro papelito estaba vez teniendo cuidado de meter la mano al fondo para
no sacar a uno de mis amigos. Se lo entregue a la duendecilla quien lo abrió y al leerlo se
formo una gran sonrisa en sus labios.

-El siguiente invitado es Emmett- dijo riéndose.

Emmett quien sonreía con malicia esperando al próximo motivo de risa se congelo al
escuchar a Alice pronunciar su nombre y todo rastro de sonrisa se borro al instante.

-Vamos Em- lo llamo Alice.

Tuve que toser varias veces para disimular las carcajadas que se avecinaban. Edward no
paraba de reírse y eso no me ayudaba mucho.

-Bella debe darte ese biberón- señalo Alice un biberón gigante lleno de leche.- Y te lo
tomaras todo.

-Ok-dijo Emmett como robot totalmente avergonzado.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Vamos bebé-gritó Rose eufórica y Emmett se sonrojo y no pude soportarlo más y me solté
a reír como una loca, ganándome una mirada envenenada de parte del osito.

Trate de tranquilizarme y me senté en una silla y Emmett se ubico en mis pies tratando de
alcanzar el biberón ya que con lo grande que estaba mi pancita ni siquiera podía mirarme
los pies.

Los presentes comenzaron a gritar; "que se lo tome" y estaba segura que para el
grandullón de Emmett ese biberón no era problema, ya que en menos de cinco minutos se
lo tomo todo. La duendecilla nos obligo a tomarnos más fotos con el afortunado bebé
grande o sea Emmett quien no estaba nada feliz.

-Bueno señoras y señores- dijo Alice- La futura mamá sacara los últimos tres nombres para
el concurso de gateo.

Las risas de los presentes inundaron el jardín. Nuevamente saque tres papeles más y se los
entregue a la duendecilla.

-Los gateadores son... Carlisle, Jasper y Aro- anunció con una sonrisa.

El primero en acercarse fue Aro quien parecía muy animado, seguido de Carlisle que
venia dispuesto a ganar y por último Jasper quien fulminaba a Alice con la mirada.

Edward quien se convirtió en un buen animado asistente de Alice les coloco a los
participantes unas gorritas de bebés diseñadas por la duende y unos chupetes en la boca.

-Por favor caballeros pónganse en posición de gateo- les dijo Alice. Y Edward me arrastro
al final de la pista.-Ahora deben de gatear hasta la futura mamá, el primero en llegar será
el ganador.

La duendecillo silbó y los bebés grandes empezaron a gatear Jasper y Carlisle se chocaron
dándole una ventaja a Aro quien llego de primero.

-Wuuu........-gritó Jane quien estaba muy feliz por el triunfo de su padre.

Nos tomamos más fotos y fuimos a sentarnos. Luego de descansar un poco y probar casi
toda la comida fui a bailar con Edward. En la pista ya se encontraban los demás, bailamos
reggetón y música electrónica ya que mi pancita no me permitía bailar música pegada,
porque cuando hacia el mínimo movimiento empujaba a Edward.

El resto del Baby Shower no las pasamos charlando y riendo con los locos comentarios de
Emmett.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Mi padre y Esme compartieron anécdotas de nuestra infancia. Donde descubrí que a


Edward le fascinaba pasearse desnudito por la casa y no le gustaba bañarse ni peinarse,
bueno lo último todavía no le gusta hacerlo pero su cabello despeinado lo hace verse más
sexy.

A mi papá se le ocurrió contar mi adicción por jugar y comer tierra de pequeña


provocando muchas carcajadas, trate de esconderme tras Edward pero me fue imposible.

Abrimos los regalos de los invitados quienes se mostraron muy animados de buscar sus
regalos y llevármelos para que los abriera. Fueron regalos muy lindos estaba muy feliz.

-Te había dicho que eres la embarazada más hermosa- me dijo Edward. Asentí.

-Te amo- dijimos al mismo tiempo.

Ya entrada la madrugada todos se fueron retirando, luego de felicitándonos por la buena


fiesta y ansiando la llegada de los bebés Cullen Swan.

Cuando no quedo nadie nos despedimos de los demás y nos dirigimos a nuestra casa. Al
llegar Edward me cargo hasta la recamara y me ayudo a ponerme una pijama beso mi
vientre, me acostó y me abrazo donde nos quedamos completamente dormidos.

Me desperté a eso de las nueve de la mañana, Edward aún seguía dormido le di un beso
en la frente, tome una rápida ducha y me vestí rápidamente con un traje que me llegaba
hasta las rodillas y unas sandalias bajas. Arregle mi bolso y me hice una coleta, cuando me
disponía a salir de la habitación sentí los brazos de mi marido rodearme.

-¿A dónde vas tan temprano?-inquirió.

-Eh....-murmure. No sabía que demonios decirle. Vamos Bella algo se te tiene que ocurrir.

-Voy de compras con Alice-dije tratando de sonar convincente.

-Más compras- dijo Edward frunciendo el ceño.

-Es que necesitamos ropa para el hospital- le dije y eso pareció convencerlo.

-Ok amor- me dijo dándome un tierno beso- No demores.- dicho esto se dirigió a tomar
una ducha. Sonreí y baje para encontrarme con las chicas.

-Pensé que nunca llegarías- dijo Alice cuando subí al auto. Jane encendió el auto.

-¿Qué vamos hacer?-les pregunte.

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Edward and Bella

-Ya lo veraz- respondió Rose pensativa.

Llegamos a una bodega muy alejada de la ciudad. Unos chicos quien supuse eran los
cuidadores me ayudaron a bajar del auto, Rose y Jane les ordenaron algo y nos dejaron
pasar. La bodega era un lugar húmedo y muy oscuro. Jane abrió una puerta y entramos a
una habitación.

-Maldita perra- gritó Tanya abalanzándose sobre mí, pero Rose actúo más rápido y le
propino una bofetada que la dejo en el piso.

-Aquí la única perra eres tú- le dije.

-¿Qué demonios quieren?-gritó.

-Hacerte pagar lo que le hiciste a Bella-respondió Jane en tono malévolo.

-Entren las cosas- ordenó Rose a los chicos que nos habían seguido.

Los chicos colocaron un gran tanque azul lleno de agua en el centro de la habitación. No
tenía ni idea que locura iban hacer las chicas. Tanya quien estaba con ropa sucia y el pelo
hecho una maraña me veía con ojos asesinos, corrió para tratar de golpearme pero Alice la
tomo del cabello y la arrastro a donde estaba Rose justo al frente del gran tanque.

-Ahora Tanya empezó la diversión- dijo Rose y le jalo con fuerza el cabello haciéndola
jadear de dolor y le hundió la cabeza en el tanque.

-Pídele perdón a Bella- dijo Jane. Rose volvió a sacar la cabeza de Tanya.

-Jamás-gritó escupiendo el agua. Volvieron a hundirle la cabeza.

-Pídelo- le grito Rose y le saco la cabeza.

-Nunca- me grito mirándome con odio- Esa maldita me quito a Edward y eso jamás se lo
perdonare.

-Bella no te quito a nadie porque Edward jamás fue tuyo- dijo Alice. Nuevamente Rose le
hundió la cabeza en el agua. Y la volvió a sacar.

-Maldita- me gritó- Te odio a ti y a los estúpidos bebés que llevas en el vientre. -Eso saco
mi lado malo, porque en unos tres pasos estuve a lado de ellas y le propine una bofetada.

-Con mis hijos no te metas- la amenace- Te lo he dejado muy claro. Jane la tomo del cabello
y la hundió con todas sus fuerzas en el agua.

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Edward and Bella

-Las estas pagando Tanya- dijo Alice con odio. Oímos unos pasos. Y a personas hablando.

-Basta- dijo Carlisle entrando a la habitación.- Ya fue suficiente. Jane la soltó y la empujo a
una esquina de la habitación.

-¿Qué piensan hacer con ella?-preguntó Rose.

-Enviarla donde su padre- dijo Jasper.

-No-gritó Tanya.

-Es eso o te mueres- le dijo Emmett.

-Tu padre ya sabe que te tenemos- dijo Carlisle- Y te quiere en su país.

-¿Qué dices Tanya?-inquirió Jasper.

-Ok-respondió.

Entraron unos hombres y se la llevaron. Edward me tomo de la mano y me condujo a su


auto. Ya dentro manejo con mucho cuidado, pero todo el camino se mantuvo con el rostro
inexpresivo y sin hablar. Al aparcar fuera de la casa no se movió ni yo tampoco. Sabía que
estaba muy enojado.

-Lo siento- susurre con lágrimas corriendo por mis mejillas.

-Sabes que estaba muerto del miedo de que te pudiera ocurrir algo- susurro.

-Lo siento mucho...-volví a decir.-Perdóname Edward- rompí en sollozos.

-Tranquila- dijo tomando mi rostro entre sus manos- No quiero que vuelvas a cometer una
locura por favor...-me pidió. Asentí. Inclino su cabeza y unió nuestros labios en un beso
lleno de amor.

Las semanas pasaron volando y ya estaba en mi última semana. Había tenido pequeñas
contracciones pero apenas las sentía. Me encontraba sentada en una de las sillas de la
piscina, esperando que Edward terminara su reunión con su equipo de la corporación. Mi
amado marido había trasladado todas sus reuniones a nuestra casa ya que no se quería
separar de mí.

Con mucho esfuerzo me pare de la silla para ir a la cocina a tomar agua y sentí un gran
dolor. Era una tremenda contracción. Camine lo más rápido posible hasta el despacho de
Edward. Ya que cada vez se hacía más dolorosa.

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Edward and Bella

Toque la puerta y nadie me abrió, y me salto una contracción y la empuje con todas mis
fuerzas haciendo que todos giraran a mirarme.

-Maldito Edward Cullen si no me llevas en este mismo instante al hospital te mato con mis
propias manos- le grite sosteniéndome el vientre para soportar una nueva contracción. Y
sentí como corría agua por mis piernas.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Capítulo 30

Nuevas Vidas

Edward me miro atónito y los ejecutivos permanecieron en un total silencio.

-¿Qué demonios esperas?-le grite. Corrió a mi lado y me llevo al pie de las escaleras.

-Espera un momento amor- me dijo y corrió hacia nuestra habitación. Bajo con las bolsas y
las cosas de los bebés.

-Vamos Bella tranquila- me dijo tomando mi mano y conduciéndome hasta el auto.


Guardo las cosas en el maletero y entro encendiéndolo rápido y manejo como un loco.

-Quieres que nos matemos- le grite.-Ahhhhhhhh.......-me queje por una nueva contracción.

-Tenemos que llegar pronto- dijo mirándome.

-Mira a la maldita carretera Cullen- le grite.

-Pequeña-susurro- Estoy siendo cuidadoso- volvió a mirarme.

-Quieres que nos matemos- grite tan fuerte que Edward miro al frente todo el resto del
camino.

-Respira hondo amor, trata de tranquilizarte- me pidió tratando de no mirarme.

Como si fuera tan fácil, pensé. Al fin conocería a mis bebés, estaba más que feliz, pero el
dolor de las contracciones era insoportable. Trate de respirar como me lo pidió Edward y
para mi sorpresa surgió efecto, me tranquilice un poco y las contracciones se me hacían
más llevaderas. Llegamos en cinco minutos al hospital. Un tiempo record para ser exactos.

Aparcamos en el área de urgencias y una enfermera llego con una silla de ruedas. Edward
estaba tan nervioso que le tiro todas las bolsas a la enfermera y agarro la silla de ruedas
como si estuviera participando en una carrera.

Al llegar al ascensor que estaba totalmente repleto, mi marido se exalto tanto que saco a
todos de allí por sus gritos y una rabia que se sentía en el ambiente.

-¡Ah...! dios- grite por una muy fuerte contracción. Mucho peor que las anteriores.

174 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Ya hemos llegado- exclamo Edward.

Me llevaron a una sala y me hicieron acostarme en una camilla y extender los pies. Fue
demasiado embarazoso cuando Edward metió la mano en mi sexo para saber cuantos
centímetros tenía. Les dio indicaciones a las enfermeras y estas salieron en un parpadeo.

-Te crees el dueño del hospital- bromeé, mientras lo veía colocarse unos guantes y se vestía
como todo un doctor. Se veía muy sexy.

-Lo soy- dijo restándole importancia.-Sólo faltan unos minutos para que mis hijos lleguen
al mundo- susurró con voz tierna- Te amo...

-Yo también te amo corazón- le dije.

-Todo saldrá bien- prometió.

-¡Oh dios!-grite cuando no pude soportar la contracción.

-Respira amor.

-Pequeña- susurro Esme entrando en la habitación.

-Esme gracias por estar aquí- agradecí de corazón, ya que ella si entendería mi dolor, no
como Edward que sólo sabía decir; respira. Parecía un loro.

-No tienes que agradecer nada, tú eres mi hija Bella- susurro.

-¿Quién está con Nahuel?-inquirí preocupada. Esperaba que mi pequeñito se encontrara


bien, ya iba a tener con quien jugar.

-Alice, no te preocupes- respondió.- Gracias por estar en nuestras vidas Bella. Las lágrimas
se desbordaron de mis ojos.

Lágrimas de felicidad por haber encontrado al amor de mi vida, un bebé precioso, una
familia con quien poder compartir felicidad y tristeza y sobre todo feliz porque me habían
concedido la dicha de llevar el milagro de la vida en mi vientre, y está vez por partida
doble.

Ser madre es lo que siempre había soñado desde pequeña, formar una familia, era extraño
ir al colegio y oír a mis compañeras hablando sobre las carreras que estudiarían y lo
mucho que soñaban con triunfar, yo en cambio siempre soñé con encontrar al hombre de
mi vida y poder llenar mi casa de hijos, para poder así estar llena de amor.

175 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

Hoy en día lo tenía, y estaba tan agradecida con dios y con la vida, que no había palabras
suficientes para poder expresar toda mi dicha.

-¡Oh!....dios- susurre posando una mano en mi vientre, respire hondo.

-Respira amor- susurro Edward tranquilamente.

-¿Qué respire?-explote- Cuando tenga a mis bebes en mis brazos y me recupere te los
cortare y los tiraré en la playa- le grite furiosa.

Edward se puso pálido y se alejo de mí. Mire a la puerta de la habitación y todos me


miraban atónitos.

-Maldito Cullen por tu culpa tengo estos dolores, pero cuando me recupere si no te los
corto y los hecho a los leones.- tome un poco de aire- Estarás a dieta por dos años- lo
amenace.

-Pobre Eddie- murmuro Jasper riéndose a lo que los demás lo acompañaron.

-Vaquita cálmate- me pidió Emmett tratando de contenerse una carcajada.

-Que me calme... no lo hare si tu sintieras este dolor. Cuídate Edward que los trituraré y se
los echaré a los tiburones.

-No creo que le guste-murmuro Alice con una risita.

-Yo creo que les fascinara como a mí- susurre con una risita picara.

-Entonces no debes quitárselos Bella- rió Carlisle y los demás rieron.

-Lo pensare- cerré los ojos.-No puedo más- grite con todas mis fuerzas.

Edward apretó un botón y apareció todo un equipo médico, me trasladaron al quirófano.


Mi familia se quedo en la sala de espera. Ya dentro del quirófano me prepararon. No veía
a Edward por ninguna parte y estaba muy nerviosa, lo necesitaba junto a mí, al que
tampoco veía era al ginecólogo. Me lleve una gran sorpresa cuando mi marido se coloco
entre mis piernas ya preparado para el parto.

-Tu vas a....-susurre conteniendo las lágrimas. Él asintió.

-Bien compañeros- dijo al equipo médico- Empecemos.

Sentí el pequeño corte de unas tijeras y mi esposo alzo la cabeza.-Puja Bella...Con todas tus
fuerzas- me ordenó.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

Y puje con todas las fuerza que me quedaban y cuando trate de recuperar el aliento
escuche el sonido más hermoso del universo, el llanto de mi primer bebé.

-Es una niña- canturreo Edward emocionado.- Prepárate Bella ya viene nuestro segundo
hijo, respira y puja.

Lo hice puje tres veces más que la anterior y oí otra vez más aquel hermoso sonido que
inundaba la estancia.

-¡Oh! amor es un niño- susurro mi esposo llorando, mientras cortaba el cordón umbilical
de nuestro hijo.

Las enfermeras se encargaron de limpiar a mis hijos y mi esposo los tomo en sus brazos, se
acerco a mí los coloco en mi pecho y los acurruque mientras Edward besaba mi frente.

-Te amo... gracias Bella- susurro acariciando cada una de las mejillas de nuestros hijos.

-Yo también te amo- susurre.- Los amo...- rectifique mirando a mis hijos.-Tenemos que
presentarle a Nahuel sus hermanitos. Asintió sonriente.

-¿Cómo los llamaremos?- preguntó mi esposo mirando maravillado a las criaturas más
hermosas que jamás haya visto.

-Yo escogeré el nombre de la niña y tú el del niño.- Sonreí- Dilo tú primero.

-Damon Anthony Cullen Swan- susurro orgulloso.

-Está pequeñita se llamará Renesmee Carlie Cullen Swan- bese la pequeña cabecita de
ambos.

-Disculpen- interrumpió una enfermera de rostro amable-Debo llevarme a estos angelitos


para que usted descanse.- tomo a mi pequeña. Edward asintió y otra enfermera se acerco
para tomar a mi pequeño en brazos.

-Te llevaran a tu habitación, para que puedas descansar. Beso mi cabeza.

Estaba tan cansada que no recuerdo en que momento me dormí. Desperté por el sonido
del llanto de uno de mis bebés. Abrí un ojo y observe como Edward acurrucaba a ambos
en sus brazos, mientras trataba de calmar a la pequeña Renesmee.

-Hola- salude con una sonrisa.

-Amor ¿Cómo te sientes?-inquirió mi marido.

177 | P a g e
Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Mejor que nunca- respondí enderezándome en la cama. Damon empezó a llorar.

-Creo que estos pequeñines tienen hambre. Se acerco a mi cama. Extendí los brazos para
amamantar a uno.

-Damon está muy hambriento- murmuro riendo mientras me lo entregaba.

Lo acomode para poder alimentarlo, su pequeña boquita buscaba desesperado mi pezón


cuando por fin lo encontró empezó a succionarlo con una fuerza inimaginable para ser tan
pequeño. Hice una mueca.

-Es incómodo ¿Cierto? -Dijo Edward

Asentí y acaricie el mentón de mi bebé. Era idéntico a su padre cabello cobrizo y esperaba
que sus ojos fueran verdes, ya que compartía las mismas facciones de Edward, parecía que
yo no había participado en su concepción pues no había nada en esa hermosura que fuera
mío.

-Damon es igual a ti.

-También la pequeña Renesmee.

Era cierto ambos eran iguales a su padre. Le pase a Damon y amamante a Renesmee quien
tenía mucha energía para ser tan joven.

El toque de la puerta me sobresalto, mi esposo la abrió y todos entraron como en una


avalancha. Alice, Jasper, Emmett, Rose, Esme, Carlisle, Aro, Jane, Demetri, Marcus y
Charlie. La habitación a pesar de ser grande con todos ellos dentro se veía pequeñísima,
haciéndole mimos a los bebés felicitándonos, bromeando sobre la puntería de Edward y
muchas otras cosas.

No pude evitar sonreír allí se encontraba mi familia. Grabe esa imagen en mi mente para
recordarla toda la vida.

Quince Años Después...

RENESMEE POV

Observe con cuidado mi reflejo frente al espejo. Mi vestido era hermoso; consistía en un
corcet rosa pálido y un faldón de flecos rosa chillón. El peinado en rizos estaba más que
perfecto y el maquillaje simple no me gustaba mucho maquillarme me daba una flojera.

-Vamos Renesmee todos nos esperan- casi grito mi gemelo.

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

-Ya estoy lista- Sonreí.

Damon estaba guapísimo con un esmoquin que le quedaba a la medida y una corbata de
seda del color de mi vestido. Era la imagen de mi padre al igual que yo sólo que en versión
chica. Compartíamos todo a parte del parecido, cada vez que nos pasaba algo lo sentíamos
y eso era realmente bueno pues estábamos muy unidos.

Hoy celebrábamos nuestros quince años. Mejor dicho mís quince años ya que Damon
estaba enojado porque la tía Alice lo había obligado a participar como si también fuera una
quinceañera y él decía que los quince sólo son de las niñas. Me reí internamente
recordando la cara que puso cuando la tía le entrego su corbata.

-Ya es la hora- gritaron los cuatrillizos Nico, Lysander, Molly y Tallie de siete años, mis
hermanos eran maravillosos. Los niños idénticos a mi madre y las niñas a mi padre. ¡Ay!
como adoraba a esos mal portados tan irresistibles.

Recuerdo como si hubiera sido ayer cuando mi padre descubrió que iban a tener
cuatrillizos y se desmayo en el hospital, fue demasiado gracioso a parte de que tuvo que
soportar las bromas del tío oso todo el embarazo de mamá.

-Estás hermosa...-susurro mi madre con lágrimas resbalando por su mejilla.

-Mamá- susurre y la abrase de forma incomoda, pues su vientre de cinco meses de


gemelos nuevamente estaba muy grande.

-Por aquí están todos hermosos.- dijo mi padre y todos sus hijos corrimos a abrazarlo.-Los
Amo saben- susurro y reímos.

-Rápido- gritó la tía Alice seguida de sus dos hijos Nataniel de catorce y Alex de diez.

Mi hermano me ofreció su mano y la tome sonriendo. Al ritmo del piano tocado por la tía
Rosalie entramos a la gran sala sonriendo y sonaron los aplausos.

Mientras bailaba el Valls con Lysander sentí unas manos conocidas rodear mi cintura. Un
escalofrío recorrió mi espalda, era imposible o me lo estaba imaginando.

-Lysander me permites bailar con mi hermana.- susurro.

Mi hermanito asintió sonriendo.

Voltee para encontrarme con mi hermano mayor Nahuel. Alto imponente a donde fuera y
increíblemente guapo. Una sonrisa se extendió por mi rostro y llore a lágrima suelta, tenía

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Asaltando al corazón
Edward and Bella

mas de cinco meses que no lo veía, ya que estudiaba en el extranjero cosa que mi madre
nunca apoyo, pero tuvo que aceptarlo.

-Te extrañe- susurre abrazándolo.

-Yo también hermanita- beso mi cabello.

Bailamos más de cuatro canciones contándonos lo que habíamos hecho los últimos meses.
Nahuel sorprendió a mi madre dándole la noticia de que volvía al país y terminaría la
escuela allí porque nos extrañaba a todos. Mi papá estaba que desbordaba alegría y ni se
diga el tío Emmett que ya planeaba una carrera de autos y se hacia el ganador por
adelantado. Lo dudaba mucho una de las tantas cualidades de Nahuel es ser unos de los
mejor corredores de autos.

La fiesta estaba sorprendente, baile con mis amigos del colegio y con toda mi familia y
allegados. A la hora de las palabras mi padre por casi llora de la emoción y el súper macho
de Damon tenía los ojos rojos por las lágrimas, es que las palabras de mi papi fueron lo
máximo.

Los abuelos nos regalaron un crucero a Damon y a mí. Gritamos alegres porque también
vendría Nahuel, Nataniel y mi mejor amiga Leola quien se traía su enredo con Damon
esos dos se amaban, pero por tonterías no se daban por enterado.

-Familia es la hora de la foto- declaro mi abuelo Carlisle.

Nos colocamos en el escenario de la sala; mis abuelos en el centro de lado de mi abuela, las
tía Alice y Rose con su familia y del lado de mi abuelo nuestra familia que era bastante
extensa.

-Digan whisky.- gritó Jane quien tomaba la foto.

-Whisky- gritamos al unísono y el flash alumbro.

Esa foto la llevaríamos en nuestros corazones toda la vida...

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