Se sabe que una subestación tiene la función de transmitir energía eléctrica
de un sistema a otro, y que cada componente de la misma cumple funciones únicas relativas a ese equipo, por lo tanto, en caso de ausencia de un componente, no será posible reemplazarlo u obviarlo para continuar la transmisión de energía, ya que esto podría llevar a fallas mayores o paradas del sistema. Esto lleva a buscar la confiabilidad de una subestación; para lograr esto deberá buscarse la disponibilidad de los equipos, ya que “Equipos disponibles cumplen su función, y por lo tanto el sistema será confiable”. La gestión de mantenimiento deberá observar al mantenimiento preventivo, englobando al mantenimiento predictivo, para revisar con cierta frecuencia el estado de los equipos, al mantenimiento correctivo para reparaciones o reemplazos preventivos y al mantenimiento proactivo para el análisis y revisión periódica de la gestión, y para la evolución del mantenimiento y sus procedimientos.
Orientar el mantenimiento hacia la disponibilidad de equipos es lo más
ajustable a los requerimientos y características de este componente del sistema de potencia. Esta orientación debe basarse en argumentos más utilizables de la filosofía del mantenimiento productivo total (TPM) y del mantenimiento basado en la confiabilidad (RCM).
El TPM exige calidad total en el trabajo de mantenimiento, no es difícil de
obtener, pero exige que en los sistemas en los que se aplica, se llegue al nivel “Cero Fallas”. El RCM se basa en la confiabilidad, es decir que el sistema en el que se aplica el RCM debe continuar con su trabajo normal a pesar del surgimiento de alguna falla o de la falencia de algún componente del sistema productivo, sin importar si este reemplazo es similar o no, en el sistema debe mantenerse un ritmo de producción.
El mantenimiento en subestaciones se convierte en una función importante
dentro de las empresas del sector eléctrico, debido a que un correcto mantenimiento, y de la reducción de fallas mediante la prevención, dependerá la continuidad del servicio eléctrico. No se podrán reducir a cero las fallas de un sistema eléctrico, pero lo importante será evitar la mayor cantidad de fallas posibles. El mantenimiento preventivo, se encargaría de prevenir estas consecuencias. En caso de presentarse un incidente que requiera le intervención del mantenimiento correctivo, deberá efectuarse de manera ordenada y eficiente, para evitar retrasos por imprevistos y lograr reestablecer el servicio lo antes posible, por eso se debe planificar el mantenimiento correctivo. Aunque no se puede planificar cuando y donde podría presentarse una falla, si se puede planificar como estar preparados para tal eventualidad. El mantenimiento no es estático, debe estar en constante evolución, allí es donde entra el mantenimiento proactivo, mediante herramientas de toma de decisiones, procedimientos para análisis de problemas y proposición de soluciones, en la formación de grupos de trabajo, o mediante la función de Planificación y Desarrollo de Mantenimiento, sirven para este fin , la evolución del Mantenimiento. Todos estos mantenimientos deben estar interrelacionados entre sí, formando así al Mantenimiento Integrado.
El mantenimiento correctivo se presenta cuando existe una falla o avería
grave en algún o algunos equipos de la subestación (estas averías se presentan por causas ajenas a los responsables, son debidas a factores externos, tales como condiciones climáticas, daños de terceros, etc) El mantenimiento preventivo programado es una actividad correctiva, que consta en la reparación y reemplazo de piezas de carácter preventivo, ya que en función de las condiciones del equipo o de ciertos parámetros se efectúan las reparaciones con el fin de anticipar daños mayores que afecten la disponibilidad del equipo.