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DAÑOS Y MEDIDAS PARA LUCHAR CONTRA LA CONTAMINACIÓN EN

EUROPA
La combustión de carbón nos está matando. Las gigantescas centrales de
carbón esparcidas por toda Europa están envenenando el aire y el agua,
ganando dinero mientras nosotros nos ahogamos. La contaminación no
entiende de fronteras: el aire que se respira en Francia puede contener gases
venenosos procedentes de Alemania o Reino Unido [1].
Para acabar con esta situación, debemos actuar unidos desde todos los
rincones de la UE. Ahora tenemos la oportunidad de dar un gran paso hacia
una Europa más limpia y menos contaminada por el carbón.
Tras años de demoras, dilatadas consultas con todas las partes interesadas y
miles de muertes innecesarias causadas por la contaminación ambiental, la
Comisión Europea ha propuesto una nueva normativa sobre contaminación,
que obligaría a la industria del carbón a limitar la emisión de gases tóxicos. Si
hacemos que todas las centrales térmicas de carbón en Europa utilicen
tecnología existente desde los años 80, podríamos evitar el 85% de muertes
causadas por la contaminación [2].
Si suficientes gobiernos votan a favor de la nueva normativa para limitar la
contaminación en la sesión del comité permanente de la UE sobre emisiones
industriales el próximo 28 de abril, podríamos obligar a los colosos
contaminantes -como Alemania o Polonia- a limitar sus gases tóxicos. Pero los
poderosos grupos de presión de la industria están coaccionando a países
cuyos votos son clave para lograr la mayoría [3], con el consiguiente riesgo de
que no se apruebe la tan necesaria regulación.
Cada día, la contaminación atmosférica provocada por la combustión de carbón
mata a 63 personas en Europa y provoca asma o enfermedades coronarias y
pulmonares crónicas a otros miles de personas. No podemos permitirnos más
retrasos. Es inaceptable que se siga quemando carbón cuando ya existen
energías más limpias, seguras, baratas y respetuosas con el clima.
Luchar contra la contaminación es un objetivo universal que marcó el Programa
de Naciones Unidas para el medio ambiente. En Europa los diferentes estados
miembros han puesto en marcha planes estratégicos donde reducir la
contaminación por tráfico rodado es la meta.
Reducir la contaminación por tráfico rodado en las grandes ciudades es un
objetivo universal. En Europa las principales ciudades como Madrid o Paris ya
han puesto en marcha protocolos de actuación concreta encaminados a
conseguir una mejora del medio ambiente.
Las etiquetas medio ambientales para los coches, incentivos para comprar
coches ecológicos o las zonas restringidas al tráfico para vehículos de
combustión, son habituales en todos ellos, no solo en la capital española.
La Agencia europea del Medio Ambiente no deja lugar a dudas. En todas y
cada una de sus recomendaciones recuerda a los estados miembros que
reducir la velocidad y restringir el tráfico en las grandes ciudades son las dos
grandes medidas para reducir de forma efectiva la emisión de contaminantes.
Políticas contra la contaminación en diferentes capitales europeas:
 España no es una excepción en este tipo de políticas, si bien en otras
ciudades europeas se han tomado medidas que posibilitan alternativas a
aquellas personas afectadas por las restricciones. Algunas de las más
destacadas son las siguientes:
 Londres: La capital del Reino Unido establece un impuesto de más de
800 euros en la compra de todos los nuevos coches diésel que se
compren. Por otro lado, se incentiva con descuentos la compra de
coches con cero emisiones. Además, el tráfico en el centro de la ciudad
está restringido y existen peajes para todos aquellos vehículos que
deseen acceder a la ciudad. Se aplican desde 2004 y tienen un coste
superior a los 8 euros, y tiene un horario, entre las 7.00 horas a las
18.00 horas de lunes a viernes.
 Atenas: posee circulación alterna (por matrículas pares e impares)
desde el año 1982, siendo ésta suspendida entre julio y septiembre,
cuando gran parte de sus ciudadanos se van de vacaciones.
 París: prohibición de circular a los coches más antiguos en los
protocolos de contaminación y los coches diésel, además de circulación
alterna según la matrícula. La capital francesa combina las prohibiciones
a los coches con medidas para fomentar el transporte público, que es
gratuito en las situaciones excepcionales.
 Bruselas: es la capital europea con más peatones. Además de tener
prohibida la circulación, siempre, a todos los vehículos que contaminen
por encima de 200 microgramos, las autoridades limitan la velocidad a
50 km/h.
 Berlín: posee una zona ecológica en la que sólo pueden circular
aquellos coches que menos contaminan y que poseen una determinada
pegatina de color verde. Es la capital europea considerada por la
European Environmental Bureau como la mejor ciudad que lucha contra
la contaminación en Europa, ya que la mayor parte de su población
utiliza la bicicleta como transporte habitual.

Además, hay otras ciudades con planes mucho más elaborados e inclusivos, y
que no se conforman con limitar la presencia de coches en los casos
excepcionales, sino que complementan su estrategia con planes a largo plazo.
Destacan las siguientes:
 Copenhague: la capital danesa, al igual que todo el país, aspira a
convertirse en libre de combustibles fósiles en 2050, y a día de hoy es
líder en conceptos como la limpieza de residuos, el empleo de energías
alternativas para generar electricidad (eólica especialmente) y un
sistema de calefacción eficiente y por distritos. Respecto a la movilidad,
se ha integrado el ciclismo en el planeamiento urbano y se ha invertido
en transporte público eficiente.
 Ámsterdam: también pone el foco en los sistemas de calefacción, y
pretende prescindir al 100% del gas natural en 2050. Desde 2017 todas
las viviendas públicas de nueva construcción van acompañadas de
sistemas de calor con instalación central y reparto por tuberías. La
capital de Holanda es un gran emblema de las bicicletas, y es que su
carril bici se acompaña de energía fotovoltaica para producir energía.
 Tallín: la capital de Estonia tiene transporte público gratuito, algo que ha
aumentado su uso en varios puntos porcentuales.
 Oslo: reducirá a la mitad sus emisiones de gases de efecto invernadero
en apenas cuatro años, e impedirá el acceso de vehículos privados al
centro de la ciudad en 2019.
Por otro lado debemos recordar que ciudades como Madrid, Atenas, París y
Ciudad de México tienen un plan para prohibir en 2025 todos los coches diésel
en sus ciudades.
DAÑOS Y MEDIDAS PARA LUCHAR CONTRA LA CONTAMINACIÓN EN
AMERICA

La EPA anunció una nueva norma para reducir contaminación al trabajar con
las plantas viejas de energía eléctrica.

Algunos estados de Estados Unidos y compañías de electricidad tendrán que


comenzar a pagar más, para eliminar los contaminantes que son lanzados al
aire por viejas plantas productoras de electricidad. La Agencia para la
Protección Ambiental (EPA, por sus siglas en inglés) anunció el jueves, 7 de
julio una nueva norma que requerirá que 27 estados trabajen con las
compañías de energía eléctrica para reducir las emisiones por millones de
toneladas al año, comenzando en 2012.

La Agencia indicó que el cambio está diseñado para hacer más fácil y menos
costoso cumplir con los estándares ambientales, para los estados que no están
produciendo contaminantes.

Bajo la vieja norma, se ha requerido a los estados del este del país que limpien
el aire y el daño ambiental emergente de las plantas que producen electricidad.
El cambio requiere que las plantas en las partes central y occidental del país
hagan más para evitar que elementos contaminantes lleguen al aire.

La administradora de la EPA, dijo que “la contaminación que cruza fronteras de


estados pone un peso mayor sobre otros estados y los hace responsables por
los daños de otro”.
También explicó que la nueva norma le costará a las compañías eléctricas
unos $800 millones de dólares anuales. Pero añadió que eso va a ser
compensado por aproximadamente $280 mil millones de dólares al año, que se
ahorran en costos relacionados con el cuidado de la salud.

Para 2050, podrían reducirse un 45 % las emisiones de metano a través de


seis intervenciones en cuatro sectores:

 la producción y distribución de petróleo y gas, mediante la recuperación


y el uso de los gases liberados en la producción de petróleo y gas.
 la gestión de residuos, gracias a la separación y el tratamiento de los
residuos sólidos municipales biodegradables. 
 la minería del carbón.
 la agricultura, a través de la recuperación del biogás del estiércol del
ganado.

Con respecto a las emisiones de carbono negro, pueden reducirse más de 80


% de aquí a 2050 en la mayoría de los países si se hace hincapié en:

 Las iniciativas encaminadas a modernizar las cocinas y las estufas.


 La adopción de normas equivalentes al estándar Euro VI sobre
vehículos diésel.
 La incorporación de filtros de partículas diésel en los vehículos.
 La eliminación de los vehículos con altas emisiones.
 El cumplimiento de las prohibiciones de quema de residuos agrícolas a
cielo abierto.

Para la misma fecha se podría suprimir el empleo de hidrofluocarbonos:

 Mediante el uso de alternativas amigables para el clima en los equipos


de refrigeración y climatización.

Helena Molin Valdés, Jefa de la Secretaría de la Coalición Clima y Aire Limpio,


manifestó que el informe constituye una oportunidad para los Estados y una
invitación a que estos fortalezcan las iniciativas nacionales y la cooperación
regional a fin de reducir este tipo de contaminantes.

“El informe describe las esferas en las que los países pueden y deben actuar
de manera más ambiciosa para reducir el calentamiento global y mejorar la
calidad del aire a corto plazo”, comentó Molin Valdés.

“Unas políticas públicas más exigentes y un mayor control de la contaminación


pueden impulsar los incentivos económicos y los beneficios para la acción
climática, la salud, la agricultura y el desarrollo sostenible. Resulta esencial
actuar con rapidez”, añadió Molin Valdés.

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