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CARTILLA

JURIDICA

PRESUPUESTOS SUSTANCIALES DE
ALGUNAS ACCIONES CIVILES Y EL OBJETO
DEL LITIGIO

#4
Diego Fernando Enríquez Gómez
Juez 15 de Familia de Medellín
CONTENIDO

I.- PRESUPUESTOS SUSTANCIALES DE


ALGUNAS ACCIONES CIVILES

1.- Acción de constitución de servidumbre


(confesoria)
2.- Acción de declaración de pertenencia
3.- Acción de impugnación de actos o decisiones de
asambleas de accionistas y de juntas directivas o de
socios de sociedades civiles o comerciales.
4.- Acción de nulidad de acto o contrato
5.- Acción de rendición de cuentas
6.- Acción de resolución de contrato de compraventa
7.- Acción publiciana
8.- Acción reivindicatoria o de dominio
9.- Acción revocatoria o pauliana
10.- Acciones posesorias
11.- Acción divisoria
12.- Acción monitoria

II. LA FIJACIÓN DEL OBJETO DEL LITIGIO EN


RELACIÓN A LOS PRESUPUESTOS
SUSTANCIALES

III. MATRIZ AUDIENCIA INICIAL Y DE


INSTRUCCIÓN Y JUZGAMIENTO (ARTS. 372 Y 373
DEL CGP)

1
I.- PRESUPUESTOS SUSTANCIALES DE ALGUNAS
ACCIONES CIVILES

1.- ACCIÓN DE CONSTITUCIÓN DE SERVIDUMBRE


(CONFESORIA)

1. Concepto:

Con esta opción, se pretende la declaratoria en proceso


jurisdiccional, de la constitución del derecho real de servidumbre 1,
que el código civil en su artículo 879 define como un gravamen
impuesto sobre un predio, en utilidad de otro predio de distinto
dueño.

De acuerdo al tratadista ARTURO VALENCIA ZEA, “en derecho


romano, las servidumbres se clasificaban en personales y
prediales; en las primeras, una cosa producía utilidades para una
persona distinta del propietario, como sucedía con los derechos de
usufructo, uso o habitación; en las segundas, un predio producía
utilidades para otro predio de diferente dueño. Mas este concepto
unitario de las servidumbres ha desaparecido en derecho
moderno, en el cual las servidumbres personales han tomado

1 Código Civil Artículo 665

2
nombres específicos (usufructo, uso o habitación); por lo tanto, el
nombre de servidumbre se reserva exclusivamente para las
prediales” 2

Por su parte, el autor ALFONSO MARÍA BARRAGÁN ha definido


la servidumbre como “un derecho real accesorio limitativo del de
dominio, que consiste en la facultad que tiene su titular de
aprovechar de la utilidad de un predio ajeno o de imponer la
abstención de actos ilícitos inherentes a la propiedad, en beneficio
de su propio predio o de la comunidad”3

A su vez, el código civil ha clasificado las servidumbres de acuerdo


a tres criterios (Artículo 888): serán naturales, esto es, aquellas
que provienen de la natural situación de los lugares, legales;
legales cuando son impuestas por la ley y voluntarias cuando son
constituidas por la voluntad del hombre.

Doctrinariamente, se han hecho otras clasificaciones de acuerdo


a las mismas disposiciones legales, así por ejemplo, el Dr. LUIS
GUILLERMO VELÁSQUEZ4JARAMILLO, ha realizado la
siguiente clasificación: De acuerdo a su ejercicio, las servidumbres
pueden ser continuas o discontinuas (Artículo 881 Cód. C.),

2Arturo Valencia Zea, Derecho civil, derechos reales, tomo II, 7° ed., Bogotá. Editorial TEMIS, 1983,
pág. 437
3 Alfonso María Barragán, op. Cit., pág. 229
4 Luis Guillermo Velásquez Jaramillo, Bienes, 12° ed., Bogotá, Temis, 2010, pág. 416

3
“Servidumbre continua es la que se ejerce o se puede ejercer
continuamente, sin necesidad de un hecho actual del hombre,
como la servidumbre de acueducto por un canal artificial que
pertenece al predio dominante; y servidumbre discontinua la que
se ejerce a intervalos más o menos largos de tiempo y supone un
hecho actual del hombre, como la servidumbre de tránsito”.

De acuerdo a la carga del predio sirviente, serán positivas o


negativas (Artículo 882 Cód. C.), y por las señales de su existencia
serán bienes aparentes o inaparentes, “Servidumbre positiva; es,
en general, la que sólo impone al dueño del predio sirviente la
obligación de dejar hacer, como cualquiera de las dos anteriores;
y negativa, la que impone al dueño del predio sirviente la
prohibición de hacer algo, que sin la servidumbre le sería lícito,
como la de no poder elevar sus paredes sino a cierta altura. […]

Servidumbre aparente es la que está continuamente a la vista,


como la del tránsito, cuando se hace por una senda o por una
puerta especialmente destinada a él; e inaparente la que no se
conoce por una señal exterior, como la misma de tránsito, cuando
carece de estas dos circunstancias y de otras análogas”.

2. Presupuestos sustanciales:

Los requisitos que han de acreditarse para obtener sentencia


favorable a la declaración de constitución de una servidumbre

4
legal, pueden extraerse de las mismas normas que rigen la
materia, establecidas en el código civil y otras disposiciones, a su
vez, el desarrollo de los mismos ha sido en su mayoría, obra de la
doctrina.

2.1existencia de dos predios inmuebles con relación material


que haga posible la comunicación de ambos

Tal y como se advirtió, en la legislación colombiana, el concepto


de servidumbre, solo es aplicable a inmuebles y así lo estipuló el
legislador en el artículo 879 del código civil.

Sobre el particular, ha dicho el Dr. VALENCIA ZEA, citando a


ROTONDI, que: “Es necesario que entre los fundos exista una
relación material que haga posible la comunicación de aquel
servicio o utilidad”, agregando que “no se requiere que los predios
sean colindantes o vecinos, pues se comprende que un predio
puede obtener el derecho de sacar agua de un predio vecino, sin
necesidad de someter a servidumbre el predio intermedio o
colindante” 5

Ahora bien, “si dentro de un mismo predio existen porciones


afectadas por una carga o gravamen, esta situación no sería más

5Arturo Valencia Zea, Derecho civil, derechos reales, tomo II, 7° ed., Bogotá. Editorial TEMIS, 1983,
pág. 437

5
que un servicio interno carente de los elementos de
servidumbre” 6, por lo que es indispensable que se trate de dos
heredades perfectamente diferenciadas, cada una identificada con
su respectiva matricula inmobiliaria y demás elementos que la ley
dispone para su singularidad.

De acuerdo a la disposición 880 del código civil, se denominará


predio “sirviente” el que sufre el gravamen y “dominante” el que
se beneficia de la constitución de la servidumbre.

2.2 Que se trate de predios de diferentes propietarios

Esta exigencia también se desprende de la definición del artículo


879 del CC, esto en concordancia con el principio de derecho
romano nemini rea sua servit.

En este sentido, ha sido irreflexiva la postura del legislador,


puesto que, en el mismo código, en su artículo 943 numeral 3,
consagra como causal de extinción de la servidumbre, la
confusión, esto es, que ambos predios sean de la titularidad de un
mismo propietario; Así pues, si de manera expresa se consagró

6 Luis Guillermo Velásquez Jaramillo, Bienes, 12° ed., Bogotá, Temis, 2010, pág. 410

6
como causal de terminación del gravamen, con más razón se erige
como prohibición para constituirla.

Son varias las críticas que ha merecido esta disposición legal, por
ejemplo, el tratadista VALENCIA ZEA, expresó en su obra que:
“Ningún inconveniente de orden lógico existe para que la
servidumbre se establezca entre dos predios que pertenecen al
mismo propietario, especialmente cuando los dos predios no
pueden refundirse en razón de encontrarse separados por la vía
pública, por una corriente de agua de uso público, o por otros
predios de distinto dueño” 7

A esta crítica, se ha unido el Dr. VELÁSQUEZ JARAMILLO,


advirtiendo que, en varias legislaciones europeas, no es menester
este presupuesto, e indica que “permitir por el solo hecho de la
confusión, la desaparición del gravamen, es vivir del recuerdo
romano de las servidumbres personales”.8

A modo de ejemplo, el mismo autor ha planteado diversos


supuestos en donde se evidencia que no hay impedimento fáctico
para que se pueda constituir servidumbre entre predios que
comparten un mismo propietario, así: “Si adquiero el predio

7 Arturo Valencia Zea, Derecho civil, derechos reales, tomo II, 7° ed., Bogotá. Editorial TEMIS, 1983,
pág. 438
8 Luis Guillermo Velásquez Jaramillo, Bienes, 12° ed., Bogotá, Temis, 2010, pág. 412

7
vecino que soporta una servidumbre de tránsito ¿qué razón
práctica existe para que desaparezca la servidumbre? Cada predio
tiene una función económica independiente, además de tener un
folio real que lo identifica”, agrega además que “distinto sería el
caso de que por decisión del propietario los dos predios se
conviertan en uno (englobe), caso en el cual la servidumbre
anterior se transformaría por la existencia de un solo folio real en
un servicio interno”.9

Pese a la coherencia de las tesis expuestas por los dos autores


anteriores, es claro que, en cumplimiento a la ley, se requerirá la
existencia de dos propietarios distintos respecto a los distintos
fundos.

2.3 Que su constitución cree alguna utilidad para la mejor


explotación del predio dominante

Sobre el particular, “las servidumbres deben su razón de ser al


principio general de que los derechos son reconocidos por las
normas jurídicas para que puedan ejercerse mediante una
explotación económica; de donde se sigue, como consecuencia
natural, que quien respecto a un inmueble es titular de la
propiedad, debe disponer de los medios necesarios para explotarlo

9 Ibídem

8
convenientemente.”10Esto en concordancia con el artículo 879 del
código civil y el principio romano praedio utilitas.

Agrega además “debe tenerse en cuenta que, dada la naturaleza


o situación de los inmuebles o predios, en ocasiones puede ocurrir
que sea imposible su explotación, sin extraer utilidades o servicios
de inmuebles vecinos”, de tal manera que “todas las ventajas o
servicios que puedan extraerse de un predio en favor de otro,
constituyen servidumbre, y solo se requiere que se trate de una
utilidad digna de protección jurídica. El derecho de extraer aguas,
arenas, leña, pastos y cualquier otro fruto orgánico e inorgánico,
el derecho de transitar, de conducir animales […] son utilidades o
ventajas que integran el contenido de una servidumbre, si tiene
por finalidad el mejor goce o disfrute de un predio dominante” 11

Como ya se indicó, se exige que la utilidad sea para el predio


dominante, así que “no constituye servidumbre las utilidades
extraídas de un fundo que no repercuten directamente en un
mejor aprovechamiento de otro fundo. Si alguien permite
transitar por su finca, aunque sea en forma permanente, este
derecho no es servidumbre, pues el tránsito no repercute en
utilidad de otro predio. Otra cosa sucede cuando el vecino me
permite transitar por su predio, en mi carácter de dueño de un

10 Arturo Valencia Zea, Derecho civil, derechos reales, tomo II, 7° ed., Bogotá. Editorial TEMIS, 1983,
pág. 438
11 Ibídem

9
predio cerrado, para explotar el mío. Este tránsito sí es
servidumbre” 12

Por último, refiere el mismo autor, que “la doctrina exige que el
gravamen del predio sirviente no sea superior a la real utilización
o aprovechamiento del predio sirviente”13

2.4 El predio sea susceptible de ser gravado con servidumbre

De acuerdo al autor VELÁSQUEZ JARAMILLO, los bienes de uso


público no podrán ser gravados con servidumbre, salvo la natural
derrame de aguas.

“Las servidumbres legales y voluntarias no pueden gravar los


bienes de uso público, aspecto que las diferencia de las
servidumbres administrativas, que pueden gravar tanto a los
bienes de uso público como los privados”14

De los presupuestos para la constitución de servidumbre de


tránsito:

12 Arturo Valencia Zea, Derecho civil, derechos reales, tomo II, 7° ed., Bogotá. Editorial TEMIS, 1983,
pág. 441
13 Arturo Valencia Zea, Derecho civil, derechos reales, tomo II, 7° ed., Bogotá. Editorial TEMIS, 1983,
pág. 442
14 Luis Guillermo Velásquez Jaramillo, Bienes, 12° ed., Bogotá, Temis, 2010, pág. 419

10
Este tipo de servidumbre legal, está contemplada en el artículo
905 del código civil, y son tres los presupuestos que vía
jurisprudencia15, se han establecido para constituirla.

(I) Que el predio se encuentre incomunicado de la vía pública


más cercana

Se trata pues de la circunstancia fundamental que da origen a la


necesidad de la constitución de servidumbre de tránsito en favor
del predio incomunicado.

(II) Que la incomunicación sea por la interposición de otros


predios

Ésta exigencia en razón de que dada la existencia de otros predios


que imposibiliten el acceso a la vía pública más cercana, no puede
predicarse el que hayan más posibilidades para el predio sirviente
de obtener acceso a la misma, de manera que la única solución
viable y jurídica es el establecer el gravamen en cuestión respecto
al o los bienes que sí tienen dicho acceso.

15 Sentencia de Tutela 342 de 2014

11
(III) Que el acceso al camino público sea indispensable para el
uso y beneficio de su predio.

Sobre el particular, expresó la corte constitucional en la sentencia


de constitucionalidad C 544 de 1997 que “es lógico inferir que un
bien que no tiene comunicación con las vías públicas no puede ser
adecuadamente explotado o usado, con lo que se afecta el interés
colectivo que implica la correcta utilización de la tierra”

3. Prescripción:

Adquisitiva para las servidumbres continuas y aparentes: 10


años, de acuerdo al artículo 939 del código civil.

Extintiva, por haberse dejado de gozar durante 10 años (Artículo


942 n°5) y tal término comenzará a contarse a partir de que hay
dejado de gozarse, para las servidumbres discontinuas y desde
que se haya ejecutado un acto contrario a la servidumbre, en el
caso de las continuas.

12
2.- ACCIÓN DE DECLARACIÓN DE
PERTENENCIA

1. Concepto:

De acuerdo con el autor Luis Guillermo Velásquez Jaramillo, el


juicio que se adelante en aras de la declaratoria de pertenencia
“no es más que la reafirmación de la adquisición del derecho por
prescripción adquisitiva o usucapión” 16

Por su parte, el máximo tribunal de la jurisdicción ordinaria ha


manifestado en no pocas ocasiones, que tal acción podrá ser
intentada por "todo aquel que pretenda haber adquirido el bien
por prescripción […]” 17

Es pertinente hacer referencia pues, brevemente a la


prescripción, que en términos del artículo 2512 del código civil, “es
un modo de adquirir las cosas ajenas, o de extinguir las acciones
o derechos ajenos, por haberse poseído las cosas y no haberse
ejercido dichas acciones y derechos durante cierto lapso de
tiempo, y concurriendo los demás requisitos legales”. Son dos
pues, las clases de prescripciones, una adquisitiva y otra
extintiva.

16Luis Guillermo Velásquez Jaramillo, Bienes, 12° ed., Bogotá, Temis, 2010
17C. S. de J., sent. 21 septiembre 2001, exp. Núm. 5881, magistrado ponente: Jorge Antonio Castillo
Rugeles

13
Sea de precisar, que en lo que concierne a la acción en estudio,
importa la adquisitiva, que de acuerdo al artículo 2518 ibíd, se
gana a través de ésta: “el dominio de los bienes corporales, raíces
o muebles […]”, y será condición indispensable, “que quien la
alega haya poseído el respectivo bien”18

La prescripción adquisitiva, de acuerdo al artículo 2527 puede ser


a su vez, ordinaria o extraordinaria, a según del tipo de posesión
que le preceda; será ordinaria cuando se trate de posesión regular,
y por el contrario, se estará ante usucapión extraordinaria en
tanto exista posesión irregular; diferenciación que se precisará
más adelante.

Ahora bien, resulta pertinente hacer referencia a la naturaleza


declarativa y no constitutiva de ésta acción; la misma corporación
expresó en ese sentido, que el accionante que resulte avante en
sus pretensiones: “se hace dueño del bien, per se y con
independencia del pronunciamiento judicial, porque la sentencia
que en estos casos se profiere (...) se limita a verificar y declarar
la existencia de la determinada situación jurídica atributiva del
derecho de dominio, como hecho consumado (...)" 19

18 C. S. de J., sent. 21 enero 2002, exp. Núm. 5995, magistrado ponente: Nicolás Bechara Simancas

19 Cas. Civ. G.J. T. CCLVIII, sent. de 6 de abril de 1999, pág. 320

14
En providencia anterior, sobre el particular, expresó la misma
corte: “Del hecho de que los arts. 758 y 2534 del C.C. den el
carácter de título y de la escritura pública a la sentencia
registrada que declara una prescripción adquisitiva, no se
desprende que no pueda alegarse en juicio la prescripción fundada
en los hechos que la generan, ya que la posesión pacífica, pública
y no interrumpida por determinado número de años, es el
fenómeno que engendra el título y no la decisión judicial. Es
injurídico sostener que la prueba del dominio del prescribiente
dimana exclusivamente de la sentencia declarativa registrada a
que se refieren los arts. 758 y 2534 del C.C.” 20 .

En conclusión, “la sentencia judicial en estos casos se instituye


como puramente declarativa, por cuanto se limita a declarar la
existencia de la determinada situación jurídica atributiva del
derecho de dominio, como hecho consumado”21

2. Presupuestos sustanciales:

Reiteradas han sido las oportunidades en las cuales, La Corte


Suprema de Justicia ha precisado tales requisitos, que en

20 Sentencia de 28 de febrero de 1955, G.J. LXXIX, 565


21 C. S. de J., sent. 30 julio 1996, exp. Núm. 4514, magistrado ponente: Fernando Ramírez Gómez

15
palabras de Edgar Guillermo Escobar22 los mismos pueden ser
decantados en los siguientes:

2.1 Posesión material.

El legislador colombiano, en el artículo 762 del código civil, ha


definido a la posesión como la tenencia de una cosa determinada
con el ánimo de señor o dueño, sea que el dueño o el que se de por
tal, tenga la cosa por sí mismo, o por otra persona que la tenga en
lugar y a nombre de él, y además que el poseedor es reputado
dueño mientras otra persona no justifique serlo.

En atención a la calificación de “tenencia”, hecha por la ley, para


autores como el Dr. Luis Guillermo Velásquez, la posesión en
sentido jurídico se trata pues de un hecho, que debido a las
consecuencias jurídicas que produce cuenta con mecanismos de
amparo, los cuales contempla la misma legislación, baste con
mencionarse, la existencia de interdictos posesorios, destinados a
repeler disturbios a dicha posesión.

Ahora bien, son dos los Elementos que estructuran la posesión “el
animus y el corpus, significando aquél, elemento subjetivo, la
convicción o ánimo de señor y dueño de ser propietario del bien

22Edgar Guillermo Escobar, procesos cognoscitivos civiles, 4° ed., Medellín. librería jurídica Sánchez
R, 2014, pág. 156

16
desconociendo dominio ajeno; y el segundo, material o externo,
tener la cosa, lo que generalmente se traduce en la explotación
económica de la misma, con actos o hechos tales como levantar
construcciones, arrendarla, usarla para su propio beneficio y otros
parecidos. Tales elementos - cuerpo y voluntad - cuya base legal
sustancial es fundamentalmente el artículo 762 del Código Civil
al decir que “la posesión es la tenencia de una cosa determinada
con ánimo de señor y dueño”, son los que permiten de inmediato
distinguir esta institución de la tenencia prevista en el artículo
775 de este ordenamiento, según el cual, es “la que se ejerce sobre
una cosa, no como dueño, sino en lugar o a nombre del dueño” 23.

La posesión como hecho, admite una clasificación, que el mismo


código civil precisa, y esto es, que puede hablarse de la existencia
de dos clases de posesiones: Regular e irregular, y es el artículo
764 de la misma obra, junto con extensa jurisprudencia 24 el que
precisa que, será regular la que procede de justo título y ha sido
adquirida de buena fe, aunque ésta no subsista luego de adquirida
la posesión.

Por su parte, el artículo 770 indica que será posesión irregular


aquella que carece bien de buena fe o justo título, o incluso con
carencia de ambos requisitos, tal como lo precisa también el

23 C. S. de J., sent. 5 noviembre 2003, exp. Núm. 7052, magistrado ponente: Cesar Julio Valencia
Copete
24 C. S. de J., sent. 23 septiembre 2004, exp. Núm. 7362, magistrado ponente: Cesar Julio Valencia

Copete

17
artículo 2531; adicional a ello, agregó la Corte Suprema, la falta
de cadena de títulos en la demostración de la suma de
posesiones25, si es del caso.

Así las cosas, la diferencia entre una posesión y otra es la


existencia o no de dos elementos lo suficientemente determinados:
por una parte, la buena fe, para el particular, en términos del
artículo 768 supone la conciencia de haberse adquirido el dominio
de la cosa por medios legítimos exentos de fraudes y de todo otro
vicio; A su vez, el justo título es el constitutivo o traslaticio de
dominio según el artículo 765 ibíd, pero la jurisprudencia ha sido
más precisa al indicar: “recibe el nombre de justo título traslaticio
el que consistiendo en un acto o contrato celebrado con quien tiene
actualmente la posesión, seguido de la tradición a que él obliga
(inc. 4° artículo 764) da pie para persuadir al adquirente de que
la posesión que ejerce en adelante es posesión de propietario 26

Es menester pues concluir que, siendo una u otra posesión, agota


éste primer presupuesto sustancial en aras de invocar pretensión
de pertenencia, distinguiéndose solo por los términos de
prescripción, tal y como se precisará más adelante.

25 C. S. de J., sent. 18 noviembre 2004, exp. Núm. 7276, magistrado ponente: Cesar Julio Valencia
Copete
26 C. S. de J., sent. 21 junio 2002, exp. Núm. 6889, magistrado ponente: Manuel Ardila Velásquez

18
2.2 Posesión ejercida dentro del término indicado por la ley.

Es en este aparte donde cobra importancia el tipo de posesión


ejercida sobre el bien, sea mueble o inmueble, pues si se trata
de una posesión regular, el término que exige la ley, de
posesión efectiva, de acuerdo al artículo 2529 modificado por
la ley 791, art. 4° es de tres (3) años para muebles y cinco (5)
años para los bienes inmuebles, hablamos pues, de una
prescripción ordinaria.

Si por el contrario, la posesión de que se trata, se ajusta a una


de tipo irregular, el término de posesión efectiva que exige la
legislación al usucapiente, será de 10 años, tanto para bienes
muebles como para bienes raíces, en los términos del artículo
2532 del código civil, modificado por la ley 791, art. 6°.

2.3 Posesión ininterrumpida

Éste hecho jurídico, no podrá presentar solución de continuidad,


sea natural, sea de tipo civil, así lo indica el artículo 2522 del
código civil.

¿Cuándo se podrá hablar de una interrupción de tipo natural?


Pues el artículo 2523 consagra dos supuestos: cuando ha sido

19
físicamente imposible el ejercicio de actos posesorios, sin que haya
mediado obstrucción de otros sujetos, en este supuesto, advierte
la misma disposición, que el efecto adverso que deberá soportar el
poseedor del bien es la pérdida del tiempo en que no haya
realizado tales actos; el segundo evento hace referencia ya a la
intervención de un tercero, que por haber entrado a poseer el bien,
impide la posesión del primer individuo, en este supuesto, el
sujeto despojado perderá todo el tiempo de la posesión, sin
perjuicio pues del ejercicio de acciones posesorias que le permitan
recobrar la que venía ejerciendo.

En cuanto a la interrupción civil, ésta se efectúa con la presencia


de una demanda instaurada ante la jurisdicción, pero cabe
aclarar, que la jurisprudencia de la Corte Suprema, ha enfatizado
que: “no cualquier demanda relacionada con el bien objeto de la
prescripción conlleva la interrupción del término para prescribir.
La demanda debe estar referida a la posesión encaminada a
eliminar la posesión del bien y como consecuencia destruir una de
las condiciones necesarias para que tena lugar la prescripción
adquisitiva”27

2.4 La cosa o derecho sobre la cual se ejerce la posesión sea


susceptible de adquirirse por prescripción

27C. S. de J., sent. 7 marzo 1995, exp. Núm. 4332, magistrado ponente: Carlos Esteban Jaramillo
Schloss

20
Sea del caso precisar, tal como lo indica el artículo 2512 del código
civil, que resulta fundamental, que los bienes respecto a los que
se pretende alegar la prescripción, sean ajenos, lo cual resulta
apenas lógico debido a que, si se ostenta el dominio sobre un
determinado bien, carecería de toda lógica buscar por la vía
judicial tal declaratoria a través de un modo distinto.

Ahora bien, ¿qué tipo de bienes ajenos pueden adquirirse por este
modo? Precisa el artículo 2518, que lo serán los derechos reales,
bienes corporales, muebles o inmuebles que se encuentren en el
comercio humano; Y es en relación a este último requisito donde
se debe precisar qué tipo de bienes no serán pues comerciales,
bien en razón a su naturaleza misma o por expresa prohibición
del ordenamiento jurídico.

Indica el Dr. Luis Guillermo Velásquez 28 que los derechos


personalísimos, los políticos, las cosas indeterminadas, alta mar,
las nubes, entre otros, no podrán ser adquiridos por usucapión en
razón a su naturaleza misma. Pero también es posible, como ya
se advirtió, que hayan derechos o bienes con el carácter de no
comerciales sólo por disposición de normas jurídicas, así,
encontramos que el código civil en su artículo 2519 advierte de la
imprescriptibilidad de los bienes de uso público, sobre el

28 Luis Guillermo Velásquez Jaramillo, Bienes, 12° ed., Bogotá, Temis, 2010, pág. 376

21
particular, ha precisado la Corte Suprema de Justicia: “la
declaración de pertenencia no procede respecto de bienes
imprescriptibles o de propiedad de las entidades de derecho
público”29. Así mismo, el decreto 1333 de 1986 manifestó que los
terrenos ejidos que se encuentren en los municipios del país, no
estarán sujetos a la prescripción pues son bienes de uso público,
así mismo, la constitución política contiene disposiciones
prohibitivas al respecto: el patrimonio arqueológico y los bienes
culturales que conforman la identidad nacional (artículo 72), el
espectro electro magnético (artículo 75), los parques naturales, las
tierras comunales de grupos étnicos y tierras de resguardo
(artículo 63).

De acuerdo a lo anterior, se concluye pues la importancia de


conocer la naturaleza de la cosa respecto a la cual se ha ejercido
posesión y se pretende adquirir por usucapión pues son muchas
las restricciones que sobre el particular ha estipulado nuestro
ordenamiento jurídico.

3. Prescripción:

En este punto, los términos que se indican se refieren al lapso que


el accionante deberá demonstrar para salir avante en su

29C. S. de J., sent. 28 febrero 2001, exp. Núm. 5597, magistrado ponente: José Fernando Ramírez
Gómez

22
pretensión y no un término perentorio en el que culmina la
oportunidad para impetrar la acción.

- Ordinaria: tres (3) años para muebles y cinco (5) años


para los bienes inmuebles de acuerdo al artículo 2529
modificado por la ley 791, art. 4°
- Extraordinaria: diez (10) años tanto para bienes muebles
como para bienes raíces, en los términos del artículo 2532
del código civil, modificado por la ley 791, art. 6°.

23
3.- ACCIÓN DE IMPUGNACIÓN DE ACTOS O
DECISIONES DE ASAMBLEAS DE ACCIONISTAS Y DE
JUNTAS DIRECTIVAS O DE SOCIOS DE SOCIEDADES
CIVILES O COMERCIALES.

1. Concepto:

Para efectos de la presente pretensión, el término


impugnación, se torna genérico, afirmación que encuentra
asidero en lo estipulado por el código de comercio en su artículo
190, cuando contempla, la posibilidad de que sean distintas las
finalidades que se persiguen cuando se ataca una decisión
emitida bien por una asamblea de accionistas, junta directiva,
o bien por la junta de socios de una sociedad de carácter civil o
comercial.

De acuerdo al referido artículo del código de comercio, podrá


pretenderse, la ineficacia de las decisiones en comento, esto es,
que se deje sin efecto alguno lo materialmente estipulado en el
acto decisorio.

Adicional a ello, la segunda pretensión que puede invocar el


interesado, es que sea declarada la nulidad de la decisión
originada en el órgano de administración respectivo, por haber

24
ésta sido, contraria a las leyes o a lo prescrito por los estatutos
de la sociedad en cuestión.

Por último, el tercer pedimento posible mediante esta acción,


es la declaratoria de inoponibilidad de lo resuelto por asamblea
de accionistas o junta directiva o de socios, es decir, que tal
decisión no produzca ningún efecto, pero en relación a
determinados sujetos, que por supuesto, habrán de estar
legitimados en la causa.

2. Presupuestos sustanciales:

De las mismas disposiciones contenidas en el Código de


Comercio, en el artículo 181 y subsiguientes, es posible
dilucidar cuáles han de ser los requisitos de derecho objetivo
que deberán acreditarse para obtener sentencia favorable a las
pretensiones; Tales requisitos, de acuerdo al Dr. Edgar
Guillermo Escobar Vélez 30, son sintetizados de la siguiente
manera:

30
Edgar Guillermo Escobar, procesos cognoscitivos civiles, 4° ed., Medellín. librería jurídica Sánchez R,
2014, pág. 267

25
2.1 Que el acto o decisión provenga de una sociedad, sea de
carácter civil o comercial, o de una corporación de carácter
cultural.

Sea del caso indicar, que de acuerdo al artículo 98 del código de


comercio, una sociedad es una especie de contrato, por medio del
cual dos o más personas se obligan a hacer un aporte a la misma,
bien en dinero o en otros bienes apreciables en dinero, con la
finalidad de repartir las utilidades que con la actividad social se
obtengan. Ahora bien, la sociedad será de carácter comercial, si
su objeto es el de llevar a cabo los actos mercantiles a los que se
refiere el artículo 20 del mismo código, de lo contrario, será de
naturaleza civil tal como lo estipula el artículo 100 ibidem.

Así las cosas, las decisiones que, para el desarrollo del objeto
social, determine una sociedad, son el objeto de este medio de
control judicial.

2.2 Que el acto provenga de la Asamblea de accionistas, Junta


directiva o de socios.

Tanto la asamblea de accionistas, como la junta directiva o de


socios, son órganos supremos y directivos de la sociedad,
respectivamente.

26
Así las cosas, quedan excluidos de control jurisdiccional por medio
de esta acción, los demás actos que sean proferidos por otras
autoridades societarias.

2.3 Que el acto sea contrario a la ley o los estatutos de la


sociedad.

Es el artículo 190 del código de comercio, el que estipula


expresamente cuáles son las situaciones puntuales que
derivarían en la ineficacia, invalidez o inoponibilidad.

De acuerdo a la disposición en mención, podrá pretenderse la


declaratoria de ineficacia en los supuestos que plantea el artículo
186 del mismo código: Si las reuniones sociales no se realizan en
el domicilio social y con sujeción a la convocación y quorum legal
y estatutario, atendiendo a los casos en los que sea necesario
mayorías especiales. Es importante no perder de vista, que el
artículo 897 del código de comercio indica que “cuando en este
código se exprese que un acto no produce efectos, se entenderá que
es ineficaz de pleno derecho, sin necesidad de declaratoria
judicial”.

27
Sobre el punto anterior, la doctrina ha indicado, que, pese a esta
disposición, este tipo de decisiones que se consideren como
ineficaces, sí producen efectos hasta tanto no se logre una
sentencia judicial o sean los mismos socios quienes modifiquen a
las mismas.

Por su parte, podrá lograrse la nulidad absoluta las decisiones que


se tomen sin el número de votos exigidos por los estatutos y las
leyes, o excediendo los límites que el contrato social.

Por último, se puede intentar la declaratoria de inoponibilidad de


las decisiones que no sean de carácter general, pero solo para los
socios ausentes o disidentes, esto es, sólo éstos se encuentran
legitimados por activa para solicitar que tales actos no
desplieguen sus efectos sobre ellos.

El legislador ha cualificado a los sujetos que están legitimados


para interponer este medio de control, y es que según el artículo
191 del mismo estatuto mercantil, serán los administradores,
revisores fiscales y los socios ausentes o disidentes según sea el
caso.

28
3. Prescripción:

El inciso segundo del artículo 191 del código de comercio,


otorga dos meses a los interesados para impugnar las
decisiones en comento, término que será contado a partir de
la fecha en la que se haya tomado la decisión por la
asamblea de accionista, junta directiva o junta de socios,
pero en el caso de que se trate de aquellas decisiones que
deban inscribirse en el registro mercantil, los dos meses se
contarán a partir de la fecha de inscripción.

29
4.- ACCIÓN DE NULIDAD DE ACTO O CONTRATO

1. Concepto:

La acción de nulidad, se ha concebido como un medio de control


jurisdiccional para atacar la validez de actos y contratos, cuando
éstos carecen de algunos requisitos que la ley ha consagrado en
general para todo negocio jurídico, y en ese sentido lo ha
establecido el legislador en el artículo 1740 del código civil al
expresar que:

“es nulo todo acto o contrato a que falta alguno de los requisitos
que la ley prescribe para el valor del mismo acto o contrato según
su especie y la calidad o estado de las partes. La nulidad puede
ser absoluta o relativa” (original no subrayado).

Resulta pertinente aclarar, que “Los presupuestos de validez del


negocio jurídico son distintos de sus elementos esenciales, se
disciplinan de manera abstracta para todos los negocios y, además
de los generales, en veces para ciertas categorías típicas” 31. Así
las cosas y de acuerdo al artículo 1502 del código civil, para que
surjan obligaciones a partir de un acto o declaración de voluntad,
cualquiera que sea, deberán concurrir los siguientes elementos:
capacidad, consentimiento exento de vicios, objeto y causa lícita,

31C. S. de J., sent. 01 julio de 2008, exp. Núm.2001-00803-01, magistrado ponente: William Namén
Vargas

30
y adicional a ello, las solemnidades o requisitos esenciales para la
validez del acto o contrato de acuerdo con su naturaleza

Ahora bien, como ya se indicó, el objeto de la acción bien será un


acto o bien un contrato; es pertinente pues, indicar que es acto
jurídico toda manifestación proveniente de la voluntad humana y
que encuentra trascendencia en el mundo jurídico; siendo el
contrato una especie de acto jurídico, que el mismo estatuto civil,
en su disposición 1495, define como un “acto por medio del cual
una parte se obliga para con otra a dar, hacer o no hacer alguna
cosa […]”.

En relación al examen de legalidad al que puede ser sometido todo


acto o contrato, la Corte Suprema de Justicia ha expresado que
un negocio jurídico existente “es susceptible de juicios de valor en
sentido positivo o negativo, según su conformidad o disparidad
con el ordenamiento jurídico, para cuyo efecto, se analiza, coteja
y confronta in concreto desde el punto de vista axiológico con la
disciplina normativa general y particular. La reacción al
quebranto de los dictados legales ex lege es la invalidez del
negocio jurídico.” 32

Por su parte, la corte constitucional, ha expresado en relación a la


pretensión principal de la acción, la declaratoria de nulidad, que
ésta “constituye un castigo o sanción civil que se impone por la

32
C. S. de J., sent. 01 julio de 2008, exp. Núm.2001-00803-01, magistrado ponente: William Namén
Vargas

31
omisión de los requisitos que la ley considera indispensables para
la validez de los actos o contratos. La nulidad se identifica con la
invalidez del acto o contrato” 33

En conclusión, la declaratoria de tal invalidez, “constituye una


modalidad de ineficacia entendida en sentido general, como una
sanción o reacción al acto contrario a los dictados del
ordenamiento, comprende la nulidad absoluta y relativa
(anulabilidad), destruye, resta, merma o disminuye íntegros o
algunos efectos del negocio jurídico, restituye las cosas al statu
quo antiguo, siendo total o sólo de la parte afectada no esencial si
parcial, deshaciendo los efectos producidos e impidiendo la
generación de los pendientes, se previene en texto expreso de la
ley (numerus clausus) y como toda sanción es restrictiva, limitada
y de estricta aplicación, excluyendo la analogíaiuris o legis y la
interpretación amplia y extensiva a casos análogos, conexos o
próximos”.34

2. Presupuestos sustanciales:

En relación a los requisitos que deben probarse para efectos de


lograr sentencia favorable a las pretensiones, deberá precisarse
pues que éstos dependen del tipo de nulidad que se esté alegando,
pues los presupuestos tanto de la absoluta como la relativa

33
Corte Constitucional, Sent. C-597 del 21 de octubre 1998. M.P. Carlos Gaviria Díaz
34
C. S. de J., sent. 01 julio de 2008, exp. Núm.2001-00803-01, magistrado ponente: William Namén
Vargas

32
difieren totalmente, y así lo consagra el artículo 1741 del código
civil:

“La nulidad producida por un objeto o causa ilícita, y la nulidad


producida por la omisión de algún requisito o formalidad que las
leyes prescriben para el valor de ciertos actos o contratos en
consideración a la naturaleza de ellos, y no a la calidad o estado
de las personas que los ejecutan o acuerdan, son nulidades
absolutas.

Hay asimismo nulidad absoluta en los actos y contratos de


personas absolutamente incapaces.

Cualquiera otra especie de vicio produce nulidad relativa, y da


derecho a la rescisión.”

2.1 De la nulidad absoluta.

En sentencia de constitucionalidad, el máximo tribunal


constitucional indicó que su declaratoria “se dirige a proteger el
interés público o general de la sociedad, pues está destinada a
castigar lo ilícito, es decir, lo contrario a la ley, las buenas
costumbres y el orden público” 35

35 Corte Constitucional, Sent. C-597 del 21 de octubre 1998. M.P. Carlos Gaviria Díaz

33
Son cuatro las causales para alegarla en sede jurisdiccional:
Incapacidad absoluta de la persona que emite el consentimiento,
objeto ilícito, causa ilícita y la omisión de algún requisito o
formalidad que las leyes prescriben para el valor de ciertos actos
o contratos; bien pueden ser concurrentes, pero con la sola
demostración de alguno de ellos, será suficiente para para la
declaratoria de invalidez del acto.

2.1.1 Incapacidad absoluta de la persona que emite el


consentimiento

Antes de indicar quiénes se consideran incapaces para contraer


obligaciones, resulta pertinente precisar cuál es el concepto
imperante sobre la capacidad en el ordenamiento jurídico
colombiano, y ha sido la corte constitucional, quien la ha
precisado como “la facultad que tiene la persona para adquirir
derechos y contraer obligaciones. Pero esta capacidad, de acuerdo
con el artículo 1502 del Código Civil, puede ser de goce o de
ejercicio. La primera de ellas consiste en la aptitud general que
tiene toda persona natural o jurídica para ser sujeto de derechos
y obligaciones, y es, sin duda alguna, el atributo esencial de la
personalidad jurídica. La capacidad de ejercicio o capacidad legal,
por su parte, consiste en la habilidad que la ley le reconoce a
aquélla para poderse obligar por sí misma, sin la intervención o
autorización de otra. Implica, entonces, el poder realizar negocios

34
jurídicos e intervenir en el comercio jurídico, sin que para ello
requiera acudir a otro”36

De acuerdo al artículo 1503 del código civil, toda persona se


presume capaz hasta que no sea declarada como incapaz. En
relación a quiénes son incapaces de manera absoluta, el artículo
1504 ibídem, indica que lo serán: “Son absolutamente incapaces
los impúberes. Sus actos no producen ni aún obligaciones
naturales, y no admiten caución. Son también incapaces los
menores púberes. Pero la incapacidad de estas personas no es
absoluta y sus actos pueden tener valor en ciertas circunstancias y
bajo ciertos respectos determinados por las leyes. Además de estas
incapacidades hay otras particulares que consisten en la
prohibición que la ley ha impuesto a ciertas personas para ejecutar
ciertos actos.” Norma que ha quedado modificada en virtud de la
Ley 1996 de 2019, que define el régimen de la capacidad legal de
las personas mayores de edad con discapacidad.

El artículo 6º de la Ley 1996 de 2019 establece que “Toda la


persona con discapacidad son sujetos de derechos y obligaciones,
y tienen capacidad legal en igualdad de condiciones, sin distinción
alguna e independientemente de si usar o no apoyos para la
realización de actos jurídicos.”

36 Corte Constitucional, Sent. C-983 del 13 de noviembre 2002. M.P. Jaime Córdoba Triviño

35
Por consiguiente, en virtud de la citada disposición, la
incapacidad mental ya no corresponde a una categoría jurídica
taxativa que sea causante de nulitar un negocio jurídico de
manera absoluta.

Tratándose de impúberes, el código civil en su artículo 34,


consagró que se tendrían por tales, “el varón que no ha cumplido
catorce años y la mujer que no ha cumplido doce”, pero tal
distinción fue eliminada de nuestro ordenamiento jurídico
mediante la sentencia de constitucionalidad C-534 del 24 de mayo
de 2005 en la cual la corte constitucional observó que tal
distinción no encontraba asidero o respaldo, indicando que “ las
instituciones de incapacidad por impubertad y de nulidad de actos
jurídicos celebrados en esta condición, son instituciones
protectoras de menores de edad, dispuestas por la legislación civil
[…]” y que tal distinción “vulnera la prohibición de asignar
distinta protección jurídica según el género, pues la distinción no
busca favorecer a las mujeres”. Así las cosas, se tendrán por
impúberes los hombres y mujeres que no hayan alcanzado la edad
de catorce años.

Así las cosas, todo acto que celebren las personas que de acuerdo
al ordenamiento jurídico colombiano se consideren incapaces
absolutos, será susceptible de anulación. Pero de acuerdo al
artículo 1742 del código civil, este tipo de irregularidad en un acto
o contrato, podrá ser saneada por la ratificación de las partes, que,

36
para el particular, podrá efectuarse mediante la persona que
funja como representante legal del incapaz (Art. 1505 ibíd.)

De acuerdo al artículo 1745, inciso 2°, las corporaciones de


derecho público y las personas jurídicas, deberán actuar por
medio de sus representantes legales, tal como las personas que se
encuentran bajo la figura de la curaduría, de lo contrario, los actos
que en contravención a ello se celebren, serán susceptibles de
anulación.

2.1.2 Objeto ilícito

De acuerdo al artículo 1517 del Código Civil, “toda declaración de


voluntad debe tener por objeto una o más cosas, que se trata de
dar, hacer o no hacer. El mero uso de la cosa o su tenencia puede
ser objeto de la declaración”. De acuerdo a lo anterior, el objeto
bien es la prestación como tal y la cosa sobre la cal recae, y que de
acuerdo al artículo 1518 del mimo código, no solo serán aquella
que efectivamente existan al momento de celebrar el acto o
contrato, pero que en todo caso se encuentren dentro del comercio,
que estén determinadas a lo menos en cuanto a su género y en
caso de ser un hecho, que éste sea posible.

37
Por su parte, el artículo 1519 ibídem, expresa que habrá objeto
ilícito en todo lo que contraviene al derecho público de la nación
[…]”. Habrá objeto ilícito igualmente en todo contrario que esté
prohibido por las leyes (Art. 1523 Cód. C.), sobre el particular son
múltiples los supuestos en donde el código civil estipula la
prohibición de contratar atendiendo al objeto, por ejemplo:
enajenar, transmitir el derecho de pedir alimentos (Art. 424),
enajenación de cosas que no están en el comercio, derechos
personalísimos, bienes embargados sin perjuicio de autorización
del acreedor (Art. 1521), capitulaciones en donde el menor
renuncia a gananciales, se obliga a enajenar bienes inmuebles o
gravarlos con hipoteca o servidumbre (Art. 1777) entre otros.

2.1.3 Causa ilícita

En los términos del artículo 1524, no podrá existir obligación sin


una causa real y lícita, y que “se entiende por causa el motivo que
induce al acto o contrato; y por causa ilícita la prohibida por la
ley, o contraria a las buenas costumbres o al orden público”.

De acuerdo a lo anterior, los motivos que llevan a un sujeto o a las


partes a contratar, deben estar acorde al ordenamiento jurídico.
El mismo artículo consagra que “la promesa de dar algo en
recompensa de un crimen o de un hecho inmoral, tiene una causa
ilícita”.

38
2.1.4 la omisión de algún requisito o formalidad que las
leyes prescriben para el valor de ciertos actos o
contratos

Este presupuesto para la validez de los contratos, no se predica


de todos los tipos contractuales, sino de aquellos que la ley ha
llamado como solemnes, que de acuerdo al artículo 1500 del código
Civil, están sujetos a la observancia de ciertas formalidades
especiales, “de manera que sin ellas no produce ningún efecto civil
[…]”

Ha dicho la corte suprema, que “No se trata entonces de la


ausencia de cualquier formalidad, sino de aquella que la propia
ley consideró como un complemento necesario de la voluntad, al
estimar que ésta por si sola no era idónea o suficiente para
producir el correspondiente efecto jurídico. De manera que esa
formalidad tiene que ser exigida por la propia ley, que además
debe asignarle el carácter ad sustantiam actus, pues sólo así se
estaría frente a un requisito cuya desatención generaría la
nulidad absoluta del acto o contrato, dado el régimen de reserva
y taxatividad que en materia de nulidades consagra el Código
Civil”37

37C. S. de J., sent. 24 mayo de 2000, exp. Núm.5267, magistrado ponente: José Fernando Ramírez
Gómez

39
2.2Nulidad relativa

Este tipo de nulidad está orientada a la protección de intereses


jurídicos de índole meramente personales, y es por ello, que de
acuerdo al artículo 1743, solo estarán legitimados por activa
aquellas personas que se beneficiarían con su declaratoria, sus
herederos o cesionarios, y en todo caso podrá sanearse bien por la
ratificación de las partes o por el lapso del tiempo.

Atendiendo a lo dispuesto por el artículo 1741 del código civil, son


dos las causales que dan lugar a la declaratoria de nulidad
relativa: Incapacidad relativa de quien brinda su consentimiento
y consentimiento viciado (error, fuerza o dolo).

2.2.1 Incapacidad relativa de quien brinda su


consentimiento

Es menester recurrir al artículo 1504 del código civil, para efectos


de identificar quiénes son incapaces de forma relativa, en tanto
que “sus actos pueden tener valor en ciertas circunstancias y bajo
ciertos respectos determinados por las leyes”.

40
Son incapaces relativos, los púberes, esto es, “los menores entre
los 14 y los 18 años independientemente de si es varón o mujer,
para todos los efectos civiles” 38

Sin embargo, para contraer matrimonio, en virtud del artículo 117


del código civil, los menores podrán celebrar matrimonio con
permiso expreso de los padres, pero pese a la necesidad de dicha
autorización, el artículo 140 numeral 2° del mismo código
establece la nulidad para los matrimonios cuando uno o los dos
contrayentes sean menores de 14 años, de manera que el púber
de 14 o años o más, aun cuando contraiga matrimonio sin el
permiso de sus padres, aquél se conservará válido. Fue la
jurisprudencia39, la que precisó la edad de 14 años tanto para
hombres como para mujeres para contraer nupcias.

La ley 1996 de 2019,en sus artículos 19, 39 y 50 consagra de


manera taxativa como causal de nulidad relativa el supuesto de
llevar a cabo los actos jurídicos especificados en la sentencia de
adjudicación o los acuerdos de apoyo sin utilizar los apoyos allí
estipulados.

38Corte Constitucional, Sent. C-597 del 21 de octubre 1998. M.P. Carlos Gaviria Díaz
39Corte Constitucional, Sent. C-507 del 25 dde mayo 2004. M.P. Manuel José Cepeda
Espinosa

41
2.2.2 Vicios en el consentimiento

De acuerdo al artículo 1508, son vicios del consentimiento: el


error, la fuerza y el dolo.

Respecto al error, ha dicho la jurisprudencia, que “consiste en la


falta de correspondencia entre la representación mental del sujeto
y la realidad, es decir, en el conocimiento no verdadero o falso de
la realidad. Se distingue de la ignorancia, en cuanto ésta consiste
en la ausencia de conocimiento”40 Error que a su vez puede ser de
derecho o de hecho, el primero, “se refiere a la existencia,
naturaleza o extensión de los derechos que son objeto del negocio
jurídico y el error de hecho, que concierne a modificaciones del
mundo exterior”.41

Ha dicho el mismo alto tribunal, que “ambos tipos de error


configuran un vicio de la voluntad. No obstante, en el campo
jurídico su regulación no es uniforme, en cuanto en los
ordenamientos de algunos Estados se les concede por igual el
carácter de vicios del consentimiento y, en cambio, en los
ordenamientos de otros Estados, como es el caso del colombiano,
sólo se otorga dicho carácter al error de hecho, con exclusión del

40 Corte Constitucional, Sent. C-993 del 21 de octubre 2006. M.P. Carlos Gaviria Díaz
41 Ibídem.

42
error de derecho” 42 tal como lo consagra el artículo 1509 del código
civil.

En atención a lo anterior, el estatuto civil, consagra diversos


supuestos en los cuales, un error de hecho puede tener la entidad
suficiente para viciar el consentimiento a la hora de suscribir un
acto o contrato:

Artículo 1510: “El error de hecho vicia el consentimiento cuando


recae sobre la especie de acto o contrato que se ejecuta o celebra,
como si una de las partes entendiese empréstito y la otra
donación; o sobre la identidad de la cosa específica de que se trata,
como si en el contrato de venta el vendedor entendiese vender
cierta cosa determinada, y el comprador entendiese comprar otra.

Artículo 1511: “El error de hecho vicia asimismo el


consentimiento cuando la sustancia o calidad esencial del objeto
sobre que versa el acto o contrato, es diversa de lo que se cree;
como si por alguna de las partes se supone que el objeto es una
barra de plata, y realmente es una masa de algún otro metal
semejante”

42 Ibídem.

43
Advierte la misma disposición que: “El error acerca de otra
cualquiera calidad de la cosa no vicia el consentimiento de los que
contratan, sino cuando esa calidad es el principal motivo de una
de ellas para contratar, y este motivo ha sido conocido de la otra
parte”

Por último, señala el artículo 1512 sobre el error que recae sobre
la persona: “El error acerca de la persona con quien se tiene
intención de contratar, no vicia el consentimiento, salvo que la
consideración de esta persona sea la causa principal del contrato.

Teniendo en cuenta que “en este caso la persona con quien


erradamente se ha contratado tendrá derecho a ser indemnizada
de los perjuicios en que de buena fe haya incurrido por la nulidad
del contrato.”

El segundo evento con entidad suficiente para viciar el


consentimiento de un acto o contrato y por tanto, hacer
susceptible de declaración de nulidad relativa el acto en cuestión,
es la fuerza, que de acuerdo al artículo 1513 “todo acto que
infunde a una persona un justo temor de verse expuesta a ella, su
consorte o alguno de sus ascendientes o descendientes a un mal
irreparable y grave”, así pues, “la fuerza no vicia el
consentimiento sino cuando es capaz de producir una impresión
fuerte en una persona de sano juicio, tomando en cuenta su edad,
sexo y condición”

44
Resulta importante precisar, que no será necesario que quien
ejerza la fuerza sobre la persona o uno de los contratantes sea
quien se beneficie con ella (Artículo 1514)

Por último, el dolo es otra hipótesis sobre la cual puede intentarse


la declaratoria de nulidad relativa de un acto o contrato, que de
acuerdo al artículo 63 inciso 6°, es “la intención positiva de inferir
injuria a la persona o propiedad de otro” y en atención al artículo
1515 del código civil, tendrá la entidad suficiente para viciar el
consentimiento cuando es obra de quien se beneficiaría de él y
“cuando además aparece claramente que sin él no hubiera
contratado”

Por regla general, el dolo debe probarse, y solo en los casos


expresamente señalados por la ley se presumirá (Artículo 1516).
Un ejemplo claro de la presunción de dolo por parte de la ley, es
el caso planteado en el artículo 2284 “Hay dolo en el que hace la
apuesta, si sabe de cierto que se ha de verificar o se ha verificado
el hecho de que se trata”.

Por último, en relación a la declaratoria de una u otra nulidad, ha


expresado la corte suprema de justicia, que “La demanda de
nulidad de un contrato comprende tanto la nulidad como la
relativa, si no se indica expresamente e la parte petitoria cuál se

45
trata. El calificativo de absoluta que accidentalmente le haya
dado el actor de la demanda no es obstáculo para que el juzgados
pueda declarar la nulidad relativa de dicho contrato, si ésta es en
verdad la naturaleza de los hechos en que la controversia se
funda”43

3. Prescripción:

Nulidad absoluta: prescripción extraordinaria (10 años)

Nulidad relativa: cuatro años (Artículo 1750 código Civil),


término que empezará a contarse de acuerdo a las siguientes
reglas: En el caso de violencia, desde el día en que ésta hubiere
cesado; En el caso de error o de dolo, desde el día de la celebración
del acto o contrato; Cuando la nulidad proviene de una
incapacidad legal, se contara el cuatrienio desde el día en que
haya cesado esta incapacidad; A las personas jurídicas que por
asimilación a los menores tengan derecho para pedir la
declaración de nulidad, se les duplicará el cuatrienio y se contará
desde la fecha del contrato; Todo lo cual se entiende en los casos
en que las leyes especiales no hubieren designado otro plazo.

43
C.J., T.X:, pág. 288

46
5.- ACCIÓN DE RENDICIÓN DE CUENTAS

1. Concepto:

En términos generales, se trata de una acción por medio de la


cual, (I) una persona exige de otra que ha llevado a cabo una
gestión administrativa la rendición de cuentas comprobadas de
dicha gestión; o bien, (II) la acción mediante la cual una persona
que considera se encuentra en el deber de rendir cuentas de una
gestión realizada a favor de otra desea efectuar dicha rendición
sin que haya sido requerido previamente para tal efecto. La
primera modalidad, es denominada rendición provocada de
cuentas y la segunda, rendición espontánea de cuentas.

De acuerdo a lo anterior, sea lo primero precisar, que la acción de


rendición de cuentas presenta dos modalidades las cuales han
sido claramente distinguidas por el legislador en los artículos 379
y 380 del código general del proceso respectivamente.

Respecto al objeto de este proceso, ha indicado la Corte Suprema


de Justicia que “el objeto final de todo juicio de cuentas, es saber
quién debe a quién y cuánto; cuál de las partes es acreedora y cuál
es deudora. Por tanto, para que el juicio de cuentas llene su objeto
debe terminar precisamente, o deduciendo que las partes están
entre sí a paz y salvo, cuando tal cosa resultare de los autos, o

47
declarando un saldo a favor de una de ellas y a cargo de la otra, lo
cual equivale a condenarla a pagar la suma deducida como
saldo”44

Para la Corte Constitucional, este proceso “persigue dos fines


claramente determinados: a) Inmediato: constituido por las
cuentas, esto es los ingresos y egresos, con sus respectivos
soportes, de la actividad desarrollada por quien se ha encargado
de administrar bienes o negocios de otra persona, sea que su
origen esté en un acto de voluntad de las partes, como acontece
con el contrato, o de una situación contemplada en la ley, como en
el secuestre o el albaceazgo. b) Mediato: consiste en establecer
quién debe a quién y cuánto, o sea, cuál es el saldo que queda a
favor de una parte y a cargo de otra, llámese demandante o
demandado.”45

2. Presupuestos sustanciales:

Los requisitos de orden sustancial, que deben ser acreditados


para obtener decisión favorable a las pretensiones del actor,
dependerán de la modalidad de rendición de cuentas.

44Tomado de: Ramiro Bejarano Guzmán, Procesos declarativos: civiles, agrarios, de familia,
arbitramento, acciones populares. Ley de conciliación, 4a ed., Bogotá, Temis, 2008

45 Sentencia C- 981 de 2002. Magistrado ponente: Alfredo Beltrán Sierra.

48
Así, si se trata de rendición provocada de cuentas, corresponderá
a quien se crea con derecho a exigirlas, que:

2.1.1 Encargo de gestión administrativa de origen contractual


o legal sobre bienes o negocios

Se requerirá entonces, demostrar que efectivamente a la persona


que se demanda, y de quien se exige la rendición de cuentas, esto
es, balance y relación de ingresos, egresos, estados de cuenta o
suma de dinero, se le haya conferido la responsabilidad de
administrar bien sea bienes, muebles o inmuebles o bien de
negocios.

Tal encargo, puede surgir en virtud de un contrato, como en el


contrato de sociedad, y es la ley 222 de 1995 la que indica quiénes
son administradores: “Artículo 22. administradores. Son
administradores, el representante legal, el liquidador, el factor,
los miembros de juntas o consejos directivos y quienes de acuerdo
con los estatutos ejerzan o detenten esas funciones.”

En virtud de un contrato de fiducia: “Artículo 1226. Concepto


de la Fiducia Mercantil. La fiducia mercantil es un negocio
jurídico en virtud del cual una persona, llamada fiduciante o
fideicomitente, transfiere uno o más bienes especificados a otra,

49
llamada fiduciario, quien se obliga a administrarlos o enajenarlos
para cumplir una finalidad determinada por el constituyente, en
provecho de éste o de un tercero llamado beneficiario o
fideicomisario.”

2.1.2 Que existe el deber de que se le rindan cuentas de la


gestión administrativa realizada

“En los contratos de cuentas en participación, en el mandato, en


la comisión, en la agencia comercial, en la preposición, en el
corretaje, en el contrato de seguro, en el de fiducia, en el de
edición, en el contrato estimatorio, en el depósito, en la quiebra,
en el contrato de sociedad, en los casos de los albaceas, secuestres
y guardadores, en el fideicomiso, en estos eventos y en otros más
en los que se administren bienes o se adelanten actividades y
traducibles monetariamente, de manera permanente o habitual,
en nombre o representación o por cuenta de otro, se requiere
rendir cuentas” 46

Son varias las disposiciones en nuestra legislación, en las que se


expresa el deber de rendir cuentas:

46Edgar Guillermo Escobar, procesos cognoscitivos civiles, 4° ed., Medellín. librería jurídica
Sánchez R, 2014, pág. 293

50
En la Ley 222 de 1995: Articulo 45. rendición de cuentas. Los
administradores deberán rendir cuentas comprobadas de su
gestión al final de cada ejercicio, dentro del mes siguiente a la
fecha en la cual se retiren de su cargo y cuando se las exija el
órgano que sea competente para ello. Para tal efecto presentarán
los estados financieros que fueren pertinentes, junto con un
informe de gestión.

En el código de comercio:

Contrato de mandato: ARTÍCULO 1268. DEBER DE


INFORMACIÓN. El mandatario deberá informar al mandante
de la marcha del negocio; rendirle cuenta detallada y justificada
de la gestión y entregarle todo lo que haya recibido por causa del
mandato, dentro de los tres días siguientes a la terminación del
mismo.

En el contrato de fiducia: ARTÍCULO 1234. OTROS


DEBERES INDELEGABLES DEL FIDUCIARIO. Son
deberes indelegables del fiduciario, además de los previstos en el
acto constitutivo, los siguientes:

[…]
8) Rendir cuentas comprobadas de su gestión al beneficiario cada
seis meses.

51
ARTÍCULO 1236. DERECHOS DEL FIDUCIANTE. Al
fiduciante le corresponderán los siguientes derechos:

[…]

4) Exigir rendición de cuentas;

Contrato de edición:

ARTÍCULO 1362. RENDICIÓN Y CONTROL DE


CUENTAS. Siempre que el propietario o autor deba recibir
periódicamente pagos por derechos de autor, podrá pedir que se
le rindan cuentas semestrales y se le cancele lo debido.

En la ley 1306 de 2009:

ARTÍCULO 105. RENDICIÓN ANTICIPADA DE


CUENTAS. Cuando el Juez lo estime conveniente, de oficio o por
solicitud de alguno de los interesados, solicitará la rendición
anticipada de la cuenta.

Al término de la guarda, el curador deberá rendir cuentas a su


sucesor o al pupilo mayor o rehabilitado y hacer entrega de los
bienes.

La entrega de los bienes deberá hacerse dentro de los plazos


fijados por el Juez.

52
2.1.3 Que como consecuencia de la gestión, se le adeude o por el
contrario deba pagar una suma de dinero

Este requisito se compadece en relación a uno de los fines de


incoar acción de rendición de cuentas, y es el establecer quién
debe a quién y cuánto, o sea, cuál es el saldo que queda a favor de
una parte y a cargo de otra, llámese demandante o demandado.

Por ello, el artículo 379 del código general del proceso, establece
en el numeral 1, que el demandante deberá estimar en la
demanda, bajo juramento, lo que se le adeude o considere deber.

Tratándose de rendición espontánea de cuentas, corresponderá al


actor acreditar:

2.2.2 Deber de rendir cuentas de una gestión administrativa


realizada a favor de otra persona.

Cuando quien incoa acción de rendición de cuentas es una persona


que por disposición contractual o legal considera que se encuentra
obligado a la rendición de cuentas por haber ejecutado gestiones
administrativas en relación a bienes o negocios y no ha sido
requerido por quienes tienen derecho a exigirle tal rendición,

53
tendrá la carga de aducir que efectivamente la parte pasiva de su
pretensión se encuentra obligado a recibirle las cuentas producto
de sus gestiones.

Naturalmente que el propósito del accionante de este proceso,


será por regla general, obtener a remuneración que por sus
gestiones administrativas tiene derecho.

3. Prescripción:

El término de la prescripción indicado en el artículo 2536 del


código civil. Modificado por la ley 791 de 2002, art. 8°, esto es,
Diez (10) años.

54
6.- ACCIÓN DE RESOLUCIÓN DE CONTRATO DE
COMPRAVENTA

1. Concepto:

El sustento normativo de la acción resolutoria se encuentra en


el artículo 1546 del código civil, al manifestar que en los
contratos bilaterales va envuelta la condición resolutoria en el
evento de incumplimiento de las disposiciones contractuales
por parte de uno de los contratantes.

Vía jurisprudencia, La Corte Suprema de Justicia ha dicho al


respecto: “es la que tiene el contratante que cumplió o se allanó
a satisfacer las obligaciones para demandar el rompimiento del
vínculo cuando el otro, dentro del plazo previsto, no acató las
que tenía a si cargo; mecanismo legal este que trae como
inexorable consecuencia la circunstancia de que, de acaecer esa
ruptura contractual, las cosas necesariamente deben volver a
como se encontraban con anterioridad al negocio” 47 esto es, que
“por quererlo así el legislador, las partes interesadas deben
quedar colocadas en la misma situación en que se encontraban
antes de contratar, vale decir, como si el contrato jamás se
hubiera realizado”48

47 C. S. de J., sent. 28 junio 2005, exp. Núm. 03169, magistrado ponente: Julio Valencia Copete
48
G. J., t. CCXIX, pag.249

55
En relación a la pretensión de resolución de una compraventa, ha
indicado la misma corporación: “si el negocio es de venta, ha de
restituirse al comprador la parte que hubiera pagado del precio”49

Así mismo, precisan los artículos 1930 y 1932 del mismo código,
el derecho para solicitar la resolución de este tipo de contrato
junto con indemnización de perjuicios y otras prerrogativas tales
como la retención de arras, restitución de frutos y el precio que
haya sido pagado.

2. Presupuestos sustanciales:

Los requisitos de tipo sustancial que han de acreditarse para


legitimarse como sujeto activo en la acción en comento han sido
decantados vía jurisprudencia por la Corte Suprema de Justicia 50

2.1Existencia de un contrato bilateral válido.

De acuerdo al artículo 1602 del estatuto civil, los contratos


legalmente celebrados son ley para las partes, y en palabras de la
Corte Suprema de Justicia, “su voluntad las vincula entre sí a tal

49 G. J., t. LVII, pag.491


50
C. S de J., sent. 8 febrero 2002, exp. Núm.6735, magistrado ponente: Jorge Santos Ballesteros

56
grado que solo pueden liberarse de las obligaciones surgidas del
contrato mediante la ‘prestación de lo que se debe’”51

Éste presupuesto de tipo sustancial presupones pues, que el


objetivo de la acción a impetrar no es discutir respecto a la falta
de algún elemento que dota de legalidad al negocio jurídico –
compraventa- sino una situación de tipo fáctica que afecta la
eficacia o ejecución de este tipo contractual, que como se indicará,
es imputable a una de las partes.

2.2incumplimiento total o parcial del demandado de las


obligaciones generadas con el pacto.

Atendiendo a que la acción de resolución en estudio se encuentra


enfocada al contrato de compraventa, resulta ineludible hacer
referencia a las obligaciones principales que asumen las partes,
vendedor y comprador, que de acuerdo al código civil en los
artículos 1880 y 1928 son las de entrega o tradición más el
saneamiento de la cosa vendida y el pago del precio convenido
respectivamente. Así pues, en el caso de que alguno de los sujetos
eludiera alguna de ellas, legitimará al otro contratante para
acudir a la jurisdicción e interponer la acción de resolución a la
luz de los artículos 1546, 1930 y 1932.

51 C. S de J., sent.10 julio 1995, exp. Núm. 4540, magistrado ponente: Pedro Lafont Pianetta

57
La corte Suprema ha manifestado: “Como es suficientemente
conocido, la declaración judicial de resolución de un contrato por
incumplimiento de una de las partes, apareja como consecuencia
ineludible el regreso a la situación anterior a la celebración del
contrato que se aniquila”

En el caso particular del comprador incumplido:“ De tal suerte que,


en virtud de retrotraerse las cosas al statu quo anterior, en caso de
incumplimiento del comprador en su obligación de pagar el precio,
"se producen en general los efectos que corresponden propiamente
al cumplimiento de toda condición resolutoria, restituyéndose las
partes mutuamente todo lo que han recibido o percibido por motivo
del contrato, en las condiciones y con el alcance especialmente
determinado en el artículo 1932 del C.C.", como lo dijo esta
Corporación, entre otras, en sentencia de casación de junio 17 de
1941 (G.J. tomo LI, pág. 570)”.52

2.3 El demandante haya cumplido los deberes que le impone


la convención o al menos que se haya allanado a cumplirlas
en la forma y tiempo debidos.

Ha sido contundente el máximo tribunal de la jurisdicción


ordinaria al afirmar:

52 C. S de J., sent.21 marzo 1995, exp. Núm. 3328, magistrado ponente: Pedro Lafont Pianetta

58
“solamente el contratante cumplidor de las obligaciones a su
cargo, nacidas de un acuerdo de voluntades, o por lo menos que se
haya allanado a cumplirlas en la forma o tiempo debidos, puede
pedir la resolución del contrato y el retorno de las cosas al estado
anterior con indemnización de perjuicios, cuando la otra parte no
ha cumplido las suyas”53, lo cual traduce “que si el demandante
de la resolución de un contrato se halla en mora de cumplir alguno
de los compromisos que del pacto surgieron para él, carece de
derecho para obtenerla, puesto que precisamente la ley autoriza
el ejercicio de esta acción resolutoria a la parte que ha cumplido
contra el contratante moroso” 54

En ocasión anterior indicó el mismo tribunal: “el contratante


cumplido puede válidamente ejercitar las acciones alternativas de
que trata el artículo 1546 del Código Civil, la jurisprudencia de la
Corte55 ha precisado que paralela a la acción de cumplimiento (por
la vía ejecutiva o la ordinaria, según el caso), el contratante
cumplido, o que estuvo presto a cumplir, tiene en su haber -frente
al contratante incumplido y a su arbitrio- la posibilidad de acudir
al juez para que declare la resolución de la respectiva negociación,
en orden a satisfacer su legítimo derecho a que no preserve su
vigencia dicho negocio jurídico bilateral, ni por eso, a permanecer
sujeto indefinidamente a las obligaciones contraídas en virtud de
su celebración. Por consiguiente, como efecto de la citada

53 G.J., T. CXLVIII, 1ª parte, pág. 202


54 C. S de J., sent. 16 junio 2006, exp. Núm. 7786, magistrado ponente: Cesar Valencia Copete

55v. gr. G.J. CLIX, primera parte, p 306; CCXXXIV, p 678; XLIX, p 315; sentencia 023 del 7 de marzo de
2000, exp. 5319

59
disposición legal, sólo al contratante cumplido o allanado a
cumplir, incumbe decidir si ejerce o no la acción en comento” 56

Ahora bien, en un contrato de compraventa, ¿cuándo es posible


afirmar el cumplimiento de una de las partes intervinientes? En
cuanto al sujeto vendedor, cuando ha efectuado básicamente la
tradición y el saneamiento de la cosa vendida, en los términos del
artículo 1880 del código civil, y naturalmente las demás que la ley
ordena y que las partes convienen en referencia a la
particularidad de cada negocio; así mismo, se podrá predicar el
cumplimiento del comprador cuando efectúe el pago del precio
acordado en el lugar y tiempo estipulado en el contrato de acuerdo
a los artículos 1928 y 1929 ibíd.

Si uno de los sujetos en mención no ha cumplido con tales


obligaciones, no se encontrará pues legitimado por activa para
acudir a la jurisdicción y elevar pretensión de resolución de
compraventa.

3. Prescripción:

En materia de prescripción de la presente acción, aplica la


disposición general del artículo 2536 del código civil – 10 años

56C. S de J., sent. 22 octubre 2003, exp. Núm. 7451, magistrado ponente: Carlos Ignacio Jaramillo
Jaramillo

60
7.- ACCIÓN PUBLICIANA

1. Concepto:

Es el artículo 951 del código civil, el que preceptúa la presente


acción, indicando que es la que podrá invocar quien haya
perdido la posesión regular de la cosa y que además, se
encontraba a puertas de adquirirla por prescripción.

Sobre esta acción ha dicho la Corte Suprema de Justicia:


“Por su parte, en sentencia de casación, la corte suprema
ha indicado que “Se trata de una acción real recuperatoria
de la posesión, distinta de las acciones posesorias para
cuyo ejercicio, en el evento de la perdida de la posesión, se
le otorga la legitimación sustancial únicamente al poseedor
regular que se encuentra en vía de ganar la propiedad por
usucapión” 57.

Ahora bien, es la misma disposición legal, la que advierte que se


trata de una acción reivindicatoria, indicando por supuesto, que la
diferencia sustancial con la acción consagrada en el artículo 946 –
propiamente reivindicatoria - radica en que el sujeto legitimado
por activa, no es quien tiene el dominio sobre la cosa que se

57C. S de J., sent. 3 diciembre 1999, exp. Núm. 5291, magistrado ponente: Silvio Fernando Trejos
Bueno

61
pretende reivindicar sino un poseedor regular, esto es, quien tenía
el animus y el corpus de la cosa, de buena fe y con justo título.

2. Presupuestos sustanciales:

Al advertir, que se trata de una acción reivindicatoria especial,


en términos del Dr. Edgar Guillermo Escobar Vélez, los
requisitos de tipo sustancial que deberá acreditar quien la
invoque, serán los mismos como si se tratara de la acción del
artículo 946, de manera que se hará referencia a los elementos
que la distinguen.

2.1 El accionante ha de ser poseedor regular

Será poseedor regular, quien tenga en su poder una cosa


determinada con ánimo de señor y dueño, sin serlo (art. 762
Código civil), pero con la condición de que a dicha posesión, le
preceda, de acuerdo al artículo 764 ibíd, justo título y buena fe.

Respecto al justo título, la jurisprudencia de la Corte Suprema


de Justicia, ha dicho que: “recibe el nombre de justo título
traslaticio el que consistiendo en un acto o contrato celebrado
con quien tiene actualmente la posesión, seguido de la tradición
a que él obliga (inc. 4 del art 764 del código civil), da pie para
persuadir al adquirente de que la posesión que ejerce en

62
adelante es posesión de propietario […]”58 y en relación a la
buena fe, es el artículo 768 del mismo código, el que preceptúa
que será la conciencia de haberse adquirido el dominio de
manera legítima y libre de vicios, y en el caso de un título
traslaticio de dominio, la convicción de haberlo recibido de quien
tenía facultad para enajenar.

De manera que el poseedor irregular, no está legitimado para


impetrar esta acción, en caso de pérdida material del bien sobre
el que recae tal posesión.

2.2 El poseedor regular ha perdido la posesión

Este requisito, supone el hecho fáctico de la pérdida material de


la cosa que se posee de manera regular, esto, es, el accionante ha
sido despojado del corpus, pero continúa con la convicción de ser
el dueño de la misma –animus-.

2.3 El poseedor regular ha de estar cerca a la adquisición del


derecho real de dominio

Sobre el particular, el mismo tribunal, ha indicado que se trata de:


“un reconocimiento ficticio (actio fictitia), pues se presume que
aquél ha cumplido cabalmente los requisitos para obtener por vía
de la prescripción adquisitiva la propiedad del bien, pero que, antes
de la respectiva consolidación, ha sido desposeído del mismo,

58 C. S de J., sent. 21 junio 2002, exp. Núm. 6889, magistrado ponente: Manuel Ardila Velásquez

63
(corpus) evento que le permite iniciar la reivindicación
correspondiente […]”59

Es clara pues la presunción de la que goza el poseedor regular


despojado en cuanto a la expectativa y cercanía en términos de
tiempo para la adquisición del derecho real de dominio sobre la cosa
que estaba en su posesión, pero naturalmente, en el respectivo
proceso le corresponderá probar las condiciones en las que se
encontraba antes de ser despojado del bien que se reclama.

2.4 El sujeto pasivo no podrá ser el verdadero dueño o un


poseedor con igual o mejor derecho.

Ésta expresa prohibición la consagra el miso artículo 951 del


código civil en el segundo inciso. L corte suprema, en
jurisprudencia reiterada, ha hecho claridad en que si bien hay
una diferencia sustancial entre la acción reivindicatoria y la
publiciana en la legitimación por activa “no sucede lo mismo por
el aspecto pasivo de ella, porque aquí, como allá, siempre será
el poseedor el llamado a resistir la pretensión […]se acierta al
afirmar que en esta clase de juicios la contienda se desarrolla
entre poseedores: el actor, que alega haber perdido la posesión
regular del bien; y, el demandado, que es el actual poseedor del
mismo.”60

59C. S de J., sent. 6 agosto 2007, exp. Núm. 15001 31 03 001 1998 00480 01, magistrado ponente:
Pedro Octavio Munar Cadena

60 C. S de J., sent. 16 febrero 2000, exp. Núm. 5388, magistrado ponente: Manuel Ardila Velásquez

64
Así las cosas, será en todo caso improcedente adelantar acción
publiciana en contra de quien ostenta el dominio del bien cuya
posesión material se ha perdido, toda vez que es indudable la
precaria posición jurídica en la que se encuentra respecto al
primero; de manera pues que, si bien el ordenamiento jurídico
otorga herramientas legales al poseedor turbado o desposeído,
éstas o podrán ser utilizadas en contra de quien tiene una mejor
posición en consideración a la cosa.

3 Prescripción

Es menester, atender a lo dicho por el artículo 2538 del código


civil “toda acción por la cual se reclama un derecho, se extingue
por la prescripción adquisitiva del mismo derecho”; así las cosas,
el término perentorio que le otorga la ley al demandante –
poseedor regular – estará sujeto a la prescripción adquisitiva que
pueda alegar el demandado por haber cumplido con los requisitos
que señala la ley.

A según del tipo de posesión que ostente demandado, el término


será de: tres (3) años para muebles y cinco (5) para inmuebles,
tratándose de prescripción ordinaria (artículo 2529 código civil,
inc. 1° modificado Ley 791 de 2002, art. 4°) y diez (10) años tanto
para muebles como inmuebles para la prescripción extraordinaria
(artículo 2532 código civil, modificado Ley 791, art. 2°)

65
8.- ACCIÓN REIVINDICATORIA O DE DOMINIO

1. concepto:

El legislador, preceptuó en el artículo 946 del código civil, que “es


la que tiene el dueño de una cosa singular, que no está en su
posesión, para que el poseedor de ella sea condenado a
restituirla”.

Por su parte, la sala civil del alto tribunal de la jurisdicción


ordinaria ha precisado que:” se trata de una acción real para cuyo
ejercicio está legitimado todo propietario que se halla despojado
de la posesión material a que tiene derecho, para obtener éste del
poseedor a quien demanda con ese fin”61

El Dr. Guillermo Velásquez Jaramillo, en su obra se refiere al


origen etimológico de esta pretensión, compuesta por dos
términos, por un lado “res”, que significa cosa, y “vindicatio” como
reclamo. Agrega, además, en relación a su origen en el derecho
romano, que: “En Roma, quien era desposeído de una cosa
recurría al magistrado para recuperarla [reivindicatio], tocándola
con una varita denominada vindicta y con la pronunciación de las
siguientes palabras: “esta cosa es mía según el derecho

61C. S. de J., sent. 21 agosto 2001, exp. Núm. 6108, magistrado ponente: Carlos Ignacio Jaramillo
Jaramillo

66
quiritario”. El derecho quiritario era el aplicable a los ciudadanos
romanos, que tenían unos modos de adquirir la propiedad
reservados exclusivamente para ellos”62

Así, es posible indicar pues, que se trata de una facultad que


otorga la ley a la persona cuyo bien no se encuentra
materialmente en su poder, pero que jurídicamente ejerce el
derecho real de dominio, bien de manera absoluta o nuda o
fiduciaria para recuperar dicha cosa.

2. Presupuestos sustanciales:

En no pocas ocasiones, la sala civil de la Corte Suprema de


Justicia ha enunciado cuáles son los elementos indispensables
para que prospere la pretensión de reivindicación63

2.1 El demandante sea el titular del derecho de dominio

Sobre el particular, el código civil en su artículo 950, es claro al


indicar que la titularidad de la acción le corresponderá a quien
tenga la propiedad plena del bien a reivindicar, o esté gravado con

62Luis Guillermo Velásquez Jaramillo, Bienes, 12° ed., Bogotá, Temis, 2010, pág. 485
63C. S. de J., sent.12 diciembre 2001, exp. Núm. 5328, magistrado ponente: José Fernando Ramírez
Gómez; C. S. de J., sent. 8 febrero 2002, exp. Núm. 6758, magistrado ponente: Jorge Santos
Ballesteros.

67
usufructo, esto es, que ostente la nuda propiedad o se trate de un
propietario fiduciario.

En jurisprudencia de la honorable corte Suprema, ha dicho que


“quien establece acción reivindicatoria no está obligado a pedir
que se le declare dueño de la cosa que reivindica, sino que le basta
probar que lo es; el carácter de propietario es más materia de un
hecho que de una petición en la demanda” 64. Entonces, bastará
con aportar al libelo demandatorio, prueba idónea de la
titularidad, esto es, el certificado de la oficina de registro de
instrumentos públicos vigente.

Recuérdese que la finalidad clara de la pretensión es la


RESTITUCIÓN, cuyo presupuesto insoslayable es la titularidad
sobre la cosa.

2.2 El demandado ha de ostentar la posesión material sobre el


objeto de reivindicación.

Sobre este requisito en particular, el legislador ha hecho algunas


precisiones de acuerdo a varias hipótesis que podrían
presentarse.

64 C. S. de J., sent.23 agosto 2004, exp. Núm. 7515, magistrado ponente: Edgar Villamil Portilla

68
En el artículo 952 del código civil, contempla que la acción de
dominio debe dirigirse al actual poseedor de la cosa que se
pretende recuperar. Si quien tiene en su poder el bien a
reivindicar, se reconoce a sí mismo como mero tenedor, estará
obligado a indicar nombre y residencia de quien se reputa como
poseedor, en términos del artículo 954 ibíd.

Ahora bien, si quien se reconoce a sí mismo como poseedor, sin


serlo, actuando así de mala fe, estará en la obligación de pagar las
indemnizaciones de los perjuicios que a raíz de su conducta haya
ocasionado al accionante (art. 954)

Otra situación particular que puede darse, es la existencia de


herederos poseedores, evento en el que el artículo 956 dispone que
la acción se intentará en contra de aquellos, pero solo respecto a
la parte que posean, así mismo, serán imputables a tales
herederos, a prorrata las prestaciones a que hubiese estado
obligado el poseedor en razón de los frutos o deterioros que le
fueran imputables.

Ahora bien, aunque el presupuesto estructural en estudio


requiere la posesión material del accionado, es el mismo código,
de acuerdo al artículo 957 el que autoriza al propietario del bien
para intentar la acción en contra de quien fue poseedor de mala
fe y por su culpa dejó de poseer. Dispone el mismo artículo que

69
“De cualquier modo que haya dejado de poseer, y aunque el
reivindicador prefiera dirigirse contra el actual poseedor, respecto
del tiempo que ha estado la cosa en su poder, tendrá las
obligaciones y derechos que según este título corresponden a los
poseedores de mala fe, en razón de frutos, deterioros y expensas”.

Otra hipótesis en la que se puede impetrar la acción en estudio


contra persona que en la actualidad no detente la posesión del
bien, es la que contempla el artículo 955, y es cuando la cosa se
haya enajenado, y que por este hecho sea imposible o difícil la
persecución, el accionado será pues quien enajenó el bien y la
finalidad de la acción será la obtención de lo que se recibió por la
cosa. Además, si se tenía conocimiento de que era ajena, la acción
será además para la indemnización de perjuicios.

2.3identidad entre el bien poseído por el demandado y el


pretendido por el accionante.

Al respecto, la Corte Suprema de Justicia, en pronunciamiento


del año 1955 sostuvo que “tratándose de hacer efectivo el
derecho, se ha de saber con certeza cuál es el objeto sobre el
cual incide, pues si el bien poseído es otro, el derecho no se ha
violado, y el reo no está llamado a responder” 65

65
Sentencia del 27 de abril 1955

70
La exigencia de este elemento estructural de la acción, se muestra
apenas lógico, en la medida en que en todo proceso litigioso la
discusión gira alrededor de un mismo objeto, bástese con
imaginar que el accionante pretenda la reivindicación de un
predio rural, y el accionado acuda al proceso para defender su
calidad de poseedor, pero de la posesión material que ejerce sobre
un predio urbano, habrá entonces total disparidad pues no se
tratará del mismo objeto y la fijación de un litigio sería inocua.

Entonces, para garantizar la identidad del objeto, que se trate de


uno y no otro, se exige al demandante identificar el bien, sea
mueble (calidad, especie y demás que garanticen su unicidad) o
inmueble (área, linderos, matrícula inmobiliaria, dirección) o un
derecho cuota proindiviso (singularidad del objeto proindiviso),
esto es, todos aquellos elementos que den la certeza de la
coincidencia entre el bien sobre el cual se tiene el dominio y el que
posee materialmente el demandado, de manera pues que no hay
exigencias concretas en materia probatoria para la plena
identificación del objeto.

En los eventos en el que el bien que se pretenda reivindicar sea


inmueble, ha precisado la corte: “cuando el demandado en la
acción de dominio, confiesa ser el poseedor de inmueble en litigio,
esta confesión tiene virtualidad suficiente para demostrar a la vez

71
la posesión del demandado y la identidad del inmueble que es
materia del pleito”66

2.4que se trate de una cosa singular reivindicable o una cuota


determinada proindiviso sobre una cosa singular

Este requisito, lleva a consultar, en la legislación qué tipo de cosas


pueden ser objeto de reivindicación, y es el artículo 947 el que
indica que podrán reivindicarse las cosas corporales, raíces y
muebles.

La misma disposición hace referencia a que no podrán ser


reivindicados los muebles que se posean luego de haberse
comprado en una feria, tienda u otro almacén u otro
establecimiento industrial en que se vendan cosas muebles de la
misma clase. Esto en razón de que no será obligado a restituir el
objeto hasta que no se le desembolse el precio que haya pagado o
lo que haya gastado por concepto de reparaciones.

Pero no solo los bienes corporales serán el objeto de la acción en


estudio, pues es el mismo legislador, quien contempló la

66C. S. de J., sent.12 diciembre 2001, exp. Núm. 5328, magistrado ponente: José Fernando Ramírez
Gómez

72
posibilidad de que derechos reales sean reivindicables, a
excepción del derecho de herencia, que tiene su propia acción.

En relación a la cuota proindiviso sobre una cosa singular, es el


artículo 949 el que dispone que pueda ser objeto de la acción,
recuérdese, que la propiedad indivisa es, en palabras del Dr. Luis
Guillermo Velásquez, “aquella ejercida por varias personas sobre
una misma cosa, sin determinación física o material de la cuota
ideal”.

Sobre el particular, la Corte Suprema67, ha indicado que el


comunero que pretenda reivindicar, por supuesto que solo podrá
pretender su declaración respecto a la cuota que le corresponde,
la cal debe determinar el bien sobre el cual recae su cuota.

Por último, sobre la singularidad de la cosa a reivindicar, en


palabras de la sala civil de la Corte Suprema “ella se traduce en
la determinación objetiva del bien materia de reivindicación, lo
que permite individualizarlo y distinguirlo de los demás, requisito
éste que, tratándose de un inmueble, se concreta en el
señalamiento de su ubicación, linderos, nomenclatura demás
circunstancias que lo identifiquen, sin que a su identidad se
opongan las variaciones ni los cambios de nombres de los dueños

67
Sentencia de 30 de junio 1989, magistrado ponente: Hector Arin Naranjo

73
de los predios colindantes, ni los cambios en la nomenclatura de
vías68

3. Prescripción:

Se trata, de acuerdo a la naturaleza de la acción, de una


prescripción extintiva, pues el propietario negligente está
sometido a que el poseedor material de la cosa proponga la
excepción de prescripción – adquisitiva – por haber cumplido con
el tiempo y demás requisitos que la ley exige para la adquisición
de acuerdo a este modo.

Así pues, cabe aclarar que el derecho de dominio como tal, no


prescribe ni caduca, pero habrá perentoriedad en los términos de
la acción pues habrá un poseedor con expectativas de propietario.

- tres (3) años para muebles y cinco (5) años para los
bienes inmuebles de acuerdo al artículo 2529 modificado
por la ley 791, art. 4° Si se trata de una posesión regular.
- diez (10) años tanto para bienes muebles como para
bienes raíces, en los términos del artículo 2532 del código
civil, modificado por la ley 791, art. 6° para el supuesto
de posesión irregular.

68C. S. de J., sent.20 junio 2001, exp. Núm. 6069, magistrado ponente: Carlos Ignacio Jaramillo
Jaramillo

74
9.- ACCIÓN REVOCATORIA O PAULIANA

1. Concepto:

Fue “el edicto de Pretor Romano que creó esta acción revocatoria,
pasando por las instituciones seculares del Derecho Español (Leyes
7ª y 8ª, Titulo 15, partida 5ª ) y por el Código de Napoleón (artículo
1167) hasta su consagración en el Código Civil chileno, del que la
recibiera el colombiano, cuyo artículo 2491 es trasunto del 2468 de
su modelo […]”69

Así pues, expresa el código civil en su artículo 2491: “En cuanto a


los actos ejecutados antes de la cesión de bienes o a la apertura
del concurso, se observarán las disposiciones siguientes:

1. Los acreedores tendrán derecho para que se rescindan los


contratos onerosos, y las hipotecas, prendas* y anticresis*70 que
el deudor haya otorgado en perjuicio de ellos, siendo de mala fe el
otorgante y el adquirente, esto es, conociendo ambos el mal estado
de los negocios del primero.

69
Sent. del 22 de agosto 1967 .J., T. CXIX, pág. 197
70 Por 'prenda' y 'anticresis' entiéndase 'garantía mobiliaria' según lo dispuesto en la Ley 1676 de 2013,
'por la cual se promueve el acceso al crédito y se dictan normas sobre garantías mobiliarias', publicada
en el Diario Oficial No. 48.888 de 20 de agosto de 2013.

75
2. Los actos y contratos no comprendidos en el número
precedente, inclusos las remisiones y pactos de liberación a título
gratuito, serán rescindibles, probándose la mala fe del deudor y el
perjuicio de los acreedores. […]”

Vía jurisprudencial, ha sido la Corte Suprema de Justicia, la que


se ha encargado de desentrañar la naturaleza de esta acción, de
manera pues, que en cuantiosas ocasiones se ha permitido indicar
no solo los presupuestos de derecho sustancial indispensables
para que la misma prospere, sino que ha prestado especial
atención al espíritu de ésta herramienta judicial.

Ha indicado pues, que la acción revocatoria o Pauliana:


“esencialmente constituye uno de los medios que la ley otorga al
acreedor para defender sus derechos contra las actividades
fraudulentas de su deudor, dándole manera de impedir que mengüe
de mala fe el patrimonio que le sirve de prenda general” y que
“[j]urisprudencialmente se ha acrecido el ámbito de aplicabilidad
de esta acción revocatoria, libertándola de la condición de que el
deudor haya hecho cesión de bienes o haya sido concursado, a que
en un principio se la sometió con excesivo ceñimiento a los términos
literales del artículo 2491 del C.C. […]”71 esto último a lo dispuesto
por la disposición normativa referida.

71 G.J., T. LXV, pág. 328

76
Como se indicó en líneas anteriores, la corte Suprema en su sala
civil, a lo largo de los años, ha ido atribuyéndole especiales
calificativos de relevancia jurídica a la acción Pauliana, entre
ellas, la de gozar de ser una función “por lo disuasiva que debe
resultar, frente a posibles enajenaciones fraudulentas, la
posibilidad de que excepcionalmente sean privadas de efectos por
ese medio”, agrega demás, que “su misión es ‘eminentemente
ética o moralizadora, como quiera que va destinada a sancionar el
fraude o mala fe con que actúan los deudores en sus negocios
jurídicos respecto de sus acreedores’72

Así mismo, ha sido la corporación clara en afirmar que se trata de


una herramienta con un carácter excepcional, y esto es en aras de
la preservación del principio de seguridad jurídica en todas las
actuaciones de las personas, en tanto que adquieran relevancia
para el derecho, de tal manera que han de respetarse preceptos
básicos tales como “el de preservación de los negocios y la
presunción de buena de fe que ampara a los contratantes” 73.

Esa excepcionalidad se puede percibir, en la carga probatoria que


asume el accionante, pues deberá demostrar el fraude en los actos
que lleve a cabo el deudor, intención dañina que dista de la exigida

72
G.J. t. CLXXVI, pág. 93
73 Ibíd.

77
en el dolo como vicio del consentimiento y constitutivo de causal
de nulidad del acto o contrato, pues en la acción que se estudia, la
pretensión no va dirigida a cuestionar la legalidad de los actos o
contratos, sino a evitar que los mismos produzcan sus efectos, es
decir, no es cuestión de validez sino de oponibilidad.

Entonces, si lo pretendido es dejar sin efectos el acto o contrato


celebrado, “la acción equivale así a un proceso de reintegración del
patrimonio del deudor, en favor de los acreedores que éste tenía en
el momento de realizar el acto que produjo su insolvencia o que
contribuyó a aumentarla en que ya se encontraba”74

2. Presupuestos sustanciales:

Los mismos, han sido decantados en distintos pronunciamientos


de la Corte suprema de Justicia, sala civil 75

74 Sent. del 22 de agosto 1967 .J., T. CXIX, pág. 197


75 Sent. 14 de marzo 1984

78
2.1Existencia de un crédito.

Naturalmente un crédito en favor de del demandante – acreedor-


, esto es, que tenga un interés jurídico protegido por la ley, que
haya sido desconocido por el deudor en el acto que se ataca.

Sobre el particular, ha dicho la Corte Suprema: “No es cualquier


acreedor el que tiene derecho a ejercitar la acción que se viene
estudiando, que no está condicionada a un concepto eventual, sino
que para que prospere, el interés jurídico debe ser actual, o sea que
se debe tratar de un interés protegido por la ley, que es burlado o
desconocido por la colusión entre el deudor y el tercero”76

En relación a ese interés jurídico, en jurisprudencia reciente, se ha


precisado, que éste se encuentra limitado, esto es, no puede
invocarse la acción en comento respecto a todo tipo de acto o
contrato que celebre el deudor, toda vez que al asumir obligación en
alguno de ellos, no está privado de celebrar otros, de tal manera que
en “los negocios jurídicos que en tal sentido realice, por regla
general, están excluidos del reproche de sus acreedores, quienes,
como es lógico entenderlo, al no haber sido parte en los mismos,
carecen de interés para cuestionarlos, de conformidad con el

76 Sent. 26 de agosto 1938

79
principio res inter allios acta, que en el ámbito patrio se infiere del
artículo 1602 del Código Civil”77

Se precisa, además, un aspecto que ha de tenerse en cuenta y es en


relación a la exigibilidad del crédito: “al hablar de intereses
protegidos por la ley, deben entenderse no solamente aquellos
concretados en derechos exigibles, como sería una deuda de plazo
vencido, sino también aquellos constituidos por derechos claros y
concretos aun cuando no eran actualmente exigibles, como sería
una deuda cuyo plazo no se hubiera vencido”78

2.2 Que el acto o negocio celebrado por el deudor haya propiciado


o aumentado la insolvencia del deudor y, por ende, produzca
daño a los acreedores.

En este punto, la corte ha sido contundente al indicar que se


configura cuando: “se haya producido un desequilibrio entre el
activo y el pasivo del patrimonio del deudor que le impida pagar sus
obligaciones. Si el deudor es solvente o tiene bienes con que
satisfacer la acreencia del actor, la acción revocatoria no puede

77 C. S. de J., sent. 1 noviembre 2013, ref. 08001-3103-008-1994-26630-01, magistrado ponente: Arturo


Solarte Rodríguez
78 Sent. 26 de agosto 1938

80
prosperar porque no se configura el eventus damni y sin este no hay
interés en la acción”

De lo anterior se colige, que, por el hecho de que el deudor enajene


uno o varios de los bienes que componen su patrimonio, no se
legitima para impetrar la acción aunque en su parecer, el acreedor
considere que el pago de su crédito pudiese haberse satisfecho con
tales bienes, toda vez que en tanto hayan otros que tengan la
capacidad para hacer frente al crédito, no habrá elementos
suficientes para probar el perjuicio causado, que se requiere para
que prospere la acción.

Se reitera pues, que el perjuicio ha de ser la base de la acción, “Por


lo tanto, la acción Pauliana supone que el acto impugnado ha
convertido al deudor en insolvente, o ha aumentado su insolvencia
anterior. De esto se desprende que los jueces deben rechazar la
acción dirigida contra un acto del deudor, aun cuando se haya
realizado con intención fraudulenta, si se deduce de las
circunstancias ampliamente apreciadas por el juzgador, que tal
acto, aunque fraudulento, no causa perjuicio alguno al acreedor”79

En distinto pronunciamiento, respecto a este presupuesto


estructural, se estableció que le corresponderá al accionante, “[…]

79 G.J., T. LXIX, pág. 535

81
establecer, también plenamente que el acto acusado lo perjudica,
por cuanto en virtud de él queda en incapacidad para hacer efectivo
su derecho, por no poseer el obligado otros bienes”80

El daño se ocasiona pues, a raíz de que el deudor, al enajenar los


bienes que se encuentran en su patrimonio, despoja a sus
acreedores de la garantía que representa el patrimonio de aquél
para la satisfacción de sus créditos.

2.3 Que el deudor al celebrar el acto lo haga en fraude de sus


acreedores, el cual se da cuando aquel tiene conocimiento del
mal estado de sus negocios.

Esta exigencia, es la que representa mayor carga probatoria para


el acreedor accionante, toda vez, que la corte ha precisado que, si lo
que se busca es que la pretensión que encierra la acción salga
avante, “imprescindible deviene tener claro que el fraude pauliano
no se identifica con el dolo instituido como vicio del
consentimiento de los actos o contratos, ni con el dolo de la
responsabilidad civil, contractual o extracontractual” 81

80 G.J., T. XLIX, pág. 71


81 G.J. LXIX, pág. 535

82
Se precisa, además, que “el legislador patrio, siguiendo la
tradición romanista, en este específico caso tiene configurado el
fraude cuando el deudor ‘conociendo’ el mal estado de sus
negocios, ejecuta actos o contratos en ‘perjuicio’ de sus acreedores
(artículo 2491 del Código Civil)”

Es contundente pues, el máximo tribunal del a jurisdicción


ordinaria cuando afirma “no es la simple demostración del ánimo
preconcebido del otorgante lo que agota la carga probatoria dicha,
sino el discernimiento que tiene sobre el daño que va a irrogar con
el negocio, porque debido a los quebrantos patrimoniales que lo
aquejan, va a tornar nugatorio el derecho de tales acreedores” 82

Es esa exigencia, la que justifica el carácter de excepcional que se


le ha dado a la acción en estudio, pues se trata de una “situación
del espíritu” de ocasionar un perjuicio a determinados sujetos –
acreedores .

2.4 Complicidad del tercero si se trata de un acto oneroso.

Este presupuesto encuentra asidero en la primera regla que


expresa el artículo 2491. Tal complicidad se traduce en mala fe -

82 G.J. LXIX, pág. 535

83
consilium fraudis-, la aquiescencia y conocimiento del tercero
contratante de la situación actual del deudor, esto es, que al llevar
a cabo tal acto ocasionará perjuicio a sus acreedores.

La sala civil de la Corte Suprema ha expresado sobre el particular


que: “cuando el acreedor solicita la revocación de un acto
fraudulento a título oneroso, no sólo trata de evitar su propio
daño, sino que a la vez le va a causar un perjuicio al tercero
adquirente, como quiera que éste se verá obligado a restituir el
bien recibido del deudor. En tales circunstancias, se debe proteger
al tercero que está de buena fe’ 83 y es por ello, por el riesgo al que
se ve expuesto el tercero que haya adquirido onerosamente, que
se exige demostrar el conocimiento que éste tenía del estado de
los negocios del enajenante.

Por el contrario, y en atención al numeral segundo del artículo


2491, cuando los actos se efectúen a título gratuito, bastará con
dar cumplimiento a los anteriores presupuestos, pues no
adquiere relevancia la buena o mala fe del tercero que haya
adquirido de manera gratuita, de manera que cuando se invoca
ésta acción revocatoria,” se está tratando de evitar un daño, sin
que la revocación implique para el tercero adquirente un

83 G. J. CLXXVI-95. sentencia del 14 de marzo 2006, Núm. Exp. 1100131030272001-00601-01

84
perjuicio, sino la privación de un lucro; por tanto, nada interesa
la buena o mala fe con que actuó este último” 84

3. Prescripción:

De acuerdo al numeral tercero del artículo 2491del código civil, la


acción pauliana o revocatoria tiene un término de (1) un año,
contado desde la fecha de la celebración del acto o contrato

84 Ibídem.

85
10.- ACCIONES POSESORIAS

1. Concepto:

El artículo 972 del código civil, consagra las acciones posesorias


como instrumentos jurídicos que tienen por objeto, bien conservar
o bien recuperar la posesión ejercida sobre bienes inmuebles o
derechos reales que se hayan constituido sobre ellos.

A propósito del origen de estas acciones, el Dr. Luis Guillermo


Velásquez85 recuerda, que en el derecho romano, del cual se nutre
gran parte de nuestra legislación civil, estas acciones eran
conocidas como recuperandae possessionis y retinendae
possessionis. La primera, tenía como objeto recuperar la posesión
que se había perdido, bien a causa de actos que implicaban
violencia física o moral (vis); logar la restitución de muebles que
debían ser entregados por el tenedor y éste no lo hacía (precario)
y la que se otorgaba al poseedor privado de su posesión en forma
oculta (clandestina).

En relación a la segunda de estas acciones, se pretendía proteger


la posesión respecto de turbaciones hechas por terceros, respecto

85 Luis Guillermo Velásquez Jaramillo, Bienes, 12° ed., Bogotá, Temis, 2010, pág. 485

86
a bienes muebles (de utrubi) e inmuebles (uti possidetis), y es en
este tipo de acción posesoria.

Tales acciones, encuentran asidero en nuestra legislación civil, en


los artículos 977, cuando indica el derecho que le asiste al
poseedor, para “pedir que no se le turbe o embarace su posesión o
se le despoje de ella, que se le indemnice del perjuicio que ha
recibido, y que se le dé seguridad contra el que fundadamente
teme” (retinendae) y 982, cuando otorga la posibilidad al que ha
sido privado de la posesión injustamente, para que se le restituya
lo despojado junto con la respectiva indemnización de los
perjuicios originados.

Sea oportuno precisar, que nuestro código civil no adoptó tales


acciones posesorias en relación a bienes muebles, como sí lo
consagraron los romanos; sobre el particular se precisará más
adelante.

El título XIV del código civil, consagra acciones posesorias que


considera como especiales, tales como: la dirigida a impedir la
construcción de obra en el suelo donde ejerce posesión, la que se
instaura para lograr el derribe de edificio en ruinas o modificar
obras que impliquen desviación, detención, derrame de aguas,
entre otros; supuestos que bien pueden ser ubicados dentro de las
acciones posesorias retinendae, pues todas ellas están rentadas a

87
proteger de una forma u otra, la posesión tranquila e
ininterrumpida que se viene ejerciendo.

2. Presupuestos sustanciales:

Los requisitos del orden sustancial, son extraíbles de las


disposiciones del código civil, los mismos que la doctrina 86 ha
decantado claramente, al menos los presupuestos más generales
en aras de que la pretensión salga avante.

2.1La posesión material

Este es quizá el requisito indispensable para legitimarse en la


acción que se estudia, toda vez que el objeto de la misma es
precisamente otorgar protección a ese hecho jurídico, que sin ser
un derecho real, el legislador ha brindado herramientas a quien
se encuentre en dicha posición, por demás precaria, si se compara
con a condición de propietario, por ejemplo, y que de acuerdo al
artículo 762 del código civil, se trata la “tenencia de una cosa
determinada con ánimo de señor y dueño […]” y que de acuerdo a
la misma disposición normativa, quien posea, será reputado
dueño mientras no se demuestre situación contraria.

86Edgar Guillermo Escobar, procesos cognoscitivos civiles, 4° ed., Medellín. librería jurídica Sánchez R,
2014, pág. 282

88
A propósito, en sentencia de la Corte Suprema de Justicia, en
relación a las acciones posesorias, ha indicado que “en los juicios
posesorios lo importante es el hecho de la posesión que alegue el
demandante. El título de la propiedad puede tenerse en cuenta no
para decidir la cuestión de la propiedad, sino para conocer la
naturaleza de la posesión controvertida” 87. En igual sentido,
expresa el artículo 979 que “en los juicios posesorios no se tomará
en cuenta el dominio que por una o por otra parte se alegue”
adicional a ello, indica el mismo artículo, que si se poseen títulos
de dominio, solo serán exhibidos para efectos de comprobar la
posesión, y solo aquellos que puedan probarse de forma sumaria.

Así las cosas, queda claro que en este medio de control en


particular, el hecho de la posesión resulta ser el eje central.

Ahora bien, no puede perderse de vista, que el artículo 972 ibídem,


otorga las acciones posesorias no solo al poseedor material de un
bien inmueble, sino que estarán legitimados de igual forma,
quienes sean titulares de derechos reales que recaigan sobre
bienes raíces, es por ello, que en la disposición 978 del mismo
código, se expresa que: el usufructuario, usuario y el titular del
derecho de habitación podrán instaurar acciones posesorias,
inclusive en contra del propietario del inmueble, quien por demás,

87 G., t. LV, pág. 480

89
en caso de provenir las perturbaciones de terceros, se encuentra
obligado a prestar auxilio a los afectados.

Por último, lo indicado en el artículo 984 del código civil, merece


particular atención, toda vez que parece ampliar las condiciones
bajo las cuales se puede intentar la protección de la tenencia que
se ejerce sobre un bien inmueble, cuando expresa que “todo el que
violentamente ha sido despojado, sea de la posesión, sea de la
mera tenencia […] tendrá sin embargo, derecho para que se
restablezcan las cosas al estado en que antes se hallaban […]”
(Original sin cursiva) pero cabe advertir, que no se trata de una
acción posesoria especial, sino una especie de acción de despojo.
Pero tal y como se mencionó, la importancia de lo dispuesto en
este artículo, es que otorga un instrumento jurídico a la personas
no poseedoras, orientado a la protección de la tenencia que venían
ejerciendo.

2.2que se trate de posesión sobre bien inmueble

En este punto en particular, tal como se indicó en líneas


anteriores, nuestra legislación se alejó de la concepción originaria
de estas acciones, pues los romanos no excluyeron como objeto de
las mismas, a los bienes muebles. Pues bien, de acuerdo al Dr.
Arturo Valencia Zea88, esto se debe a que el ilustre Andrés Bello,

88
Arturo Valencia Zea, Derecho civil, derechos reales, tomo II, 7° ed., Bogotá. Editorial TEMIS, 1983,
pág. 103

90
tomó como referencia el sistema francés, y que sobre el particular,
otros autores89, han manifestado, en relación a la legislación
francesa sobre el particular, que “la verdadera razón de la ley
consiste en que sería excesivo, para objetos que tienen escasa
importancia, someterlos a dos debates sucesivos: el posesorio y el
petitorio […] Si tal es el motivo de la ley, es necesario reconocer
que se encuentra mal justificado, cuando se trata de muebles de
gran valor, como navíos. Ninguna razón explica la diferencia que
la ley establece entre muebles e inmuebles” 90. Es así pues, que
gran parte de la doctrina no encuentra motivos para no incluir a
los bienes muebles como objeto de estas acciones.

2.3 Se trate de bien prescriptible

De manera expresa, el Código Civil en su artículo 973 consagra la


prohibición de instaurar las acciones posesorias sobre bienes que
no pueden adquirirse por prescripción, naturalmente, se exige que
se trate pues de bienes raíces que se encuentren en el comercio
humano (2518 Cód. C.), exceptuándose por ejemplo, los bienes de
uso público (2519 Ibíd.), las servidumbres inaparentes o
discontínuas.

Así mismo, la constitución política contiene disposiciones


prohibitivas al respecto: el patrimonio arqueológico y los bienes

89
Colin, Capitant y De La Morandiere.
90 RIPERT y BOULANGER (en PLANIOL), I, núm. 2803 – Ob. Cit., t. I, núm. 1053

91
culturales que conforman la identidad nacional (artículo 72), el
espectro electro magnético (artículo 75), los parques naturales, las
tierras comunales de grupos étnicos y tierras de resguardo
(artículo 63).

2.4 Posesión tranquila e ininterrumpida durante un año

Tales exigencias, encuentran asidero en el artículo 974, adicional


a ello, en relación a la duración (un año), hay que observar lo
indicado en el inciso final del artículo 976, que permite, la
aplicación expresa de lo dispuesto en los artículos 778, 779 y 780
del mismo código, esto es, para efectos de reunir el tiempo exigido
por la ley, ésta autoriza la sumatoria de posesiones, de tal manera
que si unas persona no ha completado un año ejerciendo posesión
sobre un inmueble, y la misma no es originaria, podrá agregar las
posesión de su antecesor o antecesores a la suya para cumplir con
el requisito de tiempo.

Si por el contrario, quien posee actualmente no ha cumplido un


año entero en posesión, y no le es posible agregar posesiones a la
suya, bien por ser originaria o bien por otras circunstancias, solo
podrá instaurar la acción de despojo (Si ha sido efectivamente
despojado) consagrada en el artículo 984 Cód. C. y así tener
derecho a que se restablezcan las cosas al estado en el que se
encontraban, sin que pueda excepcionar el demandado

92
clandestinidad o despojo anterior, y el término de prescripción de
tal acción será de 6 meses.

2.5 El acto de despojo o de la perturbación o las simples


circunstancias que determinen el temor de que éstas se
produzcan.

En este supuesto, se plantean pues varias situaciones, la primera


de ellas apunta a que efectivamente hubo despojo material del
bien, y corresponderá probar al pretendiente de acuerdo a su
situación concreta, el que efectivamente fue despojado de la
posesión material del bien raíz, y estaremos frente a la
denominada recuperandae possessionis o acción de recuperación,
consagrada en nuestra legislación civil en el artículo 982, la cual
legitima al que ha sido privado injustamente de la posesión, para
solicitar la restitución del bien junto a una indemnización por
concepto de los perjuicios ocasionados.

Es pertinente, referirse a la calificación de “injustamente” a que


se refiere el artículo mencionado, sobre el cual, ha precisado el Dr.
Valencia Zea que “Una persona es privada injustamente de la
posesión de un inmueble, cuando alguien la roma en contra de su
voluntad”, encontrando su génesis en el derecho romano, por ello
precisa que “no debe perderse de vista que el sistema del Código
Civil no ha hecho otra cosa sino recoger los viejos interdictos de

93
los romanos: el interdictum de vi, o sea cuando una persona se le
despoja mediante el empleo de la violencia (C.C. arts. 772, 773 y
774), y el interdictum de clandestina possessione, es decir, cuando
se toma una cosa sin consentimiento del poseedor y se le oculta
(art. 774, parte final)” 91

Importante resulta la precisión que hace el artículo 983 de la


misma ley, pues la acción posesoria podrá dirigirse no solo en
contra del que ha despojado al poseedor, sino en contra de toda
persona que detente el bien gracias al usurpador, sin importar el
título. De tal manera pues, que el sujeto pasivo de la acción se ve
ampliado.

Por el contrario, cuando el poseedor actual de un inmueble, se


encuentre efectivamente turbado en su posesión (Ruidos, malos
olores, etc.) sin que haya sido despojado aún, pero temeroso de que
ello ocurra, tendrá derecho a que tales perturbaciones cesen, que
se le otorgue seguridad en el mismo sentido, esto es, se le
garantice su posesión y adicional ello podrá exigir indemnización
el caso de haberse generado perjuicios con ocasión de tal situación,
esto en términos del artículo 977 del código civil.

91Arturo Valencia Zea, Derecho civil, derechos reales, tomo II, 7° ed., Bogotá. Editorial TEMIS, 1983,
pág. 107

94
Agrega el Dr. Valencia Zea, que “la acción posesoria de
conservación tiene un acentuado carácter real, y se ejerce contra
l perturbador; pero si la causa de la perturbación se encuentra en
el mismo inmueble (por ejemplo, una herrería instalada en el
fundo vecino que causa excesivos ruidos, o un edificio que
amenaza ruina, etc.), la acción se dirige contra el actual poseedor,
haya sido o no el autor de los hechos que ocasionan la
perturbación”92

3. Prescripción:

Son varias las reglas que según las circunstancias particulares


consagra el código civil en su artículo 976 para contabilizar los
términos de prescripción:

- Para la acción posesoria de conservación es de un (1) año


contado desde el acto de molestia
- Si se trata de acción de recuperación es de un (1) año contado
desde el despojo
- Si la nueva posesión ha sido violenta o clandestina, será de
un (1) año contado desde el último acto de violencia o desde
que haya cesado la clandestinidad.

92Arturo Valencia Zea, Derecho civil, derechos reales, tomo II, 7° ed., Bogotá. Editorial TEMIS, 1983,
pág. 108-109

95
11.- PROCESO DIVISORIO

1. Concepto:

El proceso divisorio, es aquel que se instaura con el objeto de


poner término a una comunidad y así obtener la partición o
división de la cosa común.

En relación a los antecedentes históricos de ésta pretensión,


encontramos que “en el derecho romano, a partir de la época de
los Severos, (siglo III), se encuentran referencias específicas a la
actio communi dividendo, que consistía en el derecho que tenían
los copropietarios a la división del bien comunitario, cualquiera
que hubiera sido la causa de la comunidad”93. “Esta acción […] en
el derecho romano se otorga por el legislador al comunero
integrante de la comunidad ordinaria, por la razón especial de
considerarse dicho estado jurídico como incómodo y provisional.
Siempre existe la posibilidad de dividir o dar por terminado ese
derecho de propiedad o de comunidad compartida” 94

93 Nelson Mora. Procesos especiales. 2da edición. Temis, Bogotá. 1979, págs. 194 y 195
94 Luis Guillermo Velásquez Jaramillo, Bienes, 12° ed., Bogotá, Temis, 2010, pág. 232

96
Nuestro código civil, estipula en su artículo 2340 cuáles son las
formas de terminación de una comunidad, entre ellas, la división
del haber común.

“Entre los derechos que las leyes civiles otorgan a los comuneros
se encuentra el de no estar obligado a permanecer en la indivisión,
es decir, cada comunero conserva su libertad individual”95 Y es en
aras de dar cumplimiento a tal principio es que se da la facultad
a todo comunero de solicitar la división del bien.

2. Presupuestos sustanciales:

Los requisitos de orden sustancial que se exigen para lograr


sentencia que decrete la división de un bien que se posee en
comunidad son extraídos de la legislación civil de orden sustancial
(Arts. 2322 y s.s) y procesal (Arts. 406 y s.s).

2.1 Existencia de comunidad sobre cosa universal o singular

Expresa el artículo 2322 del Código Civil que, la comunidad de


una cosa universal o singular, entre dos o más personas, sin que
ninguna de ellas haya contratado sociedad, o celebrado otra

95 Sentencia C 791 de 2006

97
convención relativa a la misma cosa, es una especie de
cuasicontrato.

El Dr. VELÁSQUEZ JARAMILLO, indica en su obra que la


comunidad puede surgir de un hecho, como en la herencia (C.C.,
art. 1013); de un acto jurídico, cuando varias personas adquieren
en conjunto un bien; de la ley, como en la propiedad horizontal
(ley 675 de 2001) frente a los bienes comunes; y del acto del juez
o del notario, en el primer caso cuando se aprueba un trabajo de
partición y en el segundo cuando se firma por dicho funcionario la
escritura pública correspondiente”96

“Para que exista comunidad es indispensable que los comuneros


estén unidos por un mismo derecho. No hay comunidad entre el
nudo propietario y el usufructuario, ni entre el arrendador y el
arrendatario, ni entre el acreedor y el deudor prendario” 97

Respecto al mismo concepto de comunidad, ha expresado la Corte


Suprema98 de Justicia, citando a fuentes doctrinarias, que “la
comunidad se define como la propiedad que ostentan dos o más
personas sobre un mismo bien, la cual, según lo establecido en el
artículo 2322 se puede ejercer sobre una cosa universal o una
singular. La primera de ellas la que generalmente se ejerce sobre

96 Luis Guillermo Velásquez Jaramillo, Bienes, 12° ed., Bogotá, Temis, 2010, pág. 232
97 Ibídem. Pág. 228
98 Manual de Civil Bienes Y Derechos Reales. Ignacio Alhipio Gómez pag 182 Editorial IGO

98
acervos jurídicos como ad exemplun la herencia, per differentiam,
si el bien sobre el que se proyecta es “una especie o cuerpo cierto
y determinado, como un edificio, se hablará de copropiedad o
condominio, puesto que la cuota o dominio de cada uno de los
partícipes está radicada en una cosa determinada y para liquidar
la copropiedad se procede a la indivisión material o a la venta, si
aquella es física o materialmente posible” 99

Sobre esta especie de comunidad denominada copropiedad ha


precisado la doctrina que “por definición nos estamos refiriendo a
un derecho de propiedad que pertenece a varios; también el
mismo concepto de propiedad nos ha enseñado que se trata de un
derecho exclusivo que permite a su titular gozar y disponer de la
cosa en forma total. Si se sostiene este punto de vista, el cual es
necesario defender a fin de construir un técnica jurídica con
nociones claras, debemos concluir que sobre una misma cosa solo
es posible un derecho de propiedad; mas este derecho puede ser
ejercido por varios sujetos,...” 100

2.2 Que se tiene cuota parte sobre la cosa cuya división se


pretende

99 C. S. de J., sent. 10 noviembre 2011, exp. Núm. 41001 31 03 004 1999 00483 02, magistrado
ponente: Edgar Robles Ramírez
100 Derecho Civil Tomo II Derechos Reales, Arturo Valencia Zea Pag 214 Editorial Temis

99
De acuerdo a la concepción romana de comunidad, que es la
acogida por la legislación colombiana, “el comunero o
copropietario tiene sobre el bien una cuota ideal no concreta o
identificable física o materialmente, de modo que puede
enajenarla, hipotecarla, darla en prenda, etc. Sin que para ello
requiera la aceptación de sus demás compañeros. La comunidad
así establecida es un estado temporal que puede terminarse
mediante la acción de partición denominada actio conmuni
dividendo”101

2.3 La cuota parte consiste en el derecho real de dominio

Tal presupuesto no es otra cosa, que demostrar la titularidad de


un derecho real que ejerce junto con otros sujetos sobre una cosa
singular o universal, pero no se trata pues de cualquier tipo de
derecho real, será solamente procedente cuando se trate del
derecho de dominio, y en esos términos lo exige el legislador en
el artículo 406 del código general del proceso al indicar que
“[…]la demanda deberá dirigirse contra los demás comuneros y
a ella se acompañará la prueba de que el demandante y los
demandados son condueños […]”

3. Prescripción:
Imprescriptible

101 Luis Guillermo Velásquez Jaramillo, Bienes, 12° ed., Bogotá, Temis, 2010, pág. 229

100
12.- PROCESO MONITORIO

1. Concepto:

De acuerdo al artículo 419 de la ley 1564 de 2012, se trata de un


proceso por medio del cual se pretende el pago de una obligación
dineraria, de naturaleza contractual, que esté determinada y sea
exigible.

Ahora bien, sea pertinente indicar que se trata de un proceso


declarativo especial, y especial por las particularidades que lo
caracterizan; principalmente el objetivo que con él se persigue,
esto es, la constitución de un título, toda vez que pese a la
existencia fáctica del crédito cuyo pago se pretende, no se
encuentra soportado en un título que facilite su cobro.

A propósito del origen de este proceso, que si bien reciente en


nuestra legislación, “El génesis del procedimiento monitorio 102 se
da de manera concomitante con el desarrollo económico, marítimo
y comercial de las ciudades italianas en la edad media” 103. En
relación a la finalidad del proceso, indica el profesor J.P CORREA
DELCASSO, que “el proceso monitorio servía a la rápida creación
de un título ejecutivo en aquellos casos en los que el acreedor no

102 Que sirve para avisar o amonestar. Definición del diccionario de la Real Academia Española.
103
José Alejandro Gómez Orozco, Jurisprudencia civil, comercial y de familia – Autos y sentencias –
extractos primer semestre 2015 , 1° ed., Medellín, Librería jurídica Sánchez R Ltda, 2015, pág. 9

101
disponía, entre sus medios de prueba, de un instrumentum
executivum para fundamentar su derecho.”

Doctrinariamente, el proceso monitorio ha sido objeto de


clasificaciones: puro, documental, limitado e ilimitado. El
primero, se caracteriza porque quien acude a la jurisdicción no
cuenta con ningún soporte probatorio que contenga información
sobre el crédito cuyo pago se pretende, por ello solo se encuentra
fundamentado en el dicho de quien se identifica como acreedor.
Será documental cuando la existencia del crédito pueda ser
probado mediante soporte documental. Por último, será limitado
o ilimitado cuando el ordenamiento jurídico que lo consagre
establezca o no límites a la cuantía del crédito cuyo pago se
pretende.

En cuanto a la finalidad y razón de ser, ha expresado la corte


constitucional que “el proceso monitorio persigue una finalidad
esencialmente social, orientada a garantizar que las
transacciones dinerarias informalmente celebradas por los
ciudadanos, cuenten con una resolución pronta y sin dilaciones
injustificadas. De esta manera, el proceso monitorio se constituye
en un procedimiento de acceso a la justicia para acreedores de
obligaciones de mínima cuantía, que en la costumbre informal de
sus transacciones dinerarias no documentan sus créditos en
títulos ejecutivos, sin que por ello se les deba someter a un proceso

102
judicial extenso y formal que desvanezca la eficiencia de la
administración de justicia.”104

2. Presupuestos sustanciales:

Los requisitos de tipo sustancial que deberá acreditar el


demandante para efectos de obtener sentencia favorable, son
extraídos directamente del código general del proceso (Artículos
419 a 421), por ser la única norma de la legislación civil
colombiana que consagra este proceso.

2.1 La obligación sea de naturaleza contractual

En principio, una obligación es un vínculo jurídico, mediante el


cual un sujeto, llamado deudor, adquiere un deber, también de
naturaleza jurídica de realizar determinada prestación (dar,
hacer o no hacer) en relación a otro sujeto que se identifica como
acreedor, el cual tendrá la facultad de exigir el cumplimiento del
deber jurídico referido.

Ahora bien, una obligación puede surgir de diversas fuentes, así,


el artículo 1494 del código civil expresa que “las obligaciones
nacen, ya del concurso real de las voluntades de dos o más

104 Sentencia C- 726 de 2004

103
personas, como en los contratos o convenciones […]”. Por su parte,
el artículo 1495 del mismo código define al contrato o convención
como un “acto por el cual una parte se obliga para con otra a dar,
hacer o no hacer alguna cosa. Cada parte puede ser de una o de
muchas personas”

Así las cosas, el primer requisito de orden sustancial exigido para


adelantar un proceso monitorio es que la suma de dinero cuyo
pago se reclama haya tenido origen en un contrato, en un acuerdo
de voluntades; así como cuando en una compraventa, se ha
estipulado fecha cierta para pagar el valor del objeto del contrato
y el comprador deudor no lo efectúa.

2.2 Trate de obligación dineraria determinada y exigible

Respecto al dinero, “es la unidad de medida del valor patrimonial


de las demás cosas y servicios y, por tanto, de un valor ideal y
abstracto que se concreta materialmente bajo la forma de
moneda, representativa de aquella unidad o poder patrimonial, al
darse o recibirse funciona como medida de valor económico, de
instrumento de cambio y como objeto de pago, porque en todo
momento es depósito y titular de una cantidad” 105

105Abelardo Poveda Perdomo. Manual del proceso monitorio, el modelo documental español. Primera
edición. Bogotá, 2006. Pág. 124

104
A propósito, la prestación que del deudor se reclama, no es más
que la de entregar una suma de dinero, y que, en palabras de
LASARTE ÁLVAREZ, es “aquella obligación pecuniaria en la cual
la prestación debida por el deudor coincide con una suma de
dinero precisa y determinada por referencia a un conjunto de
unidades determinadas” 106

Por su parte, el artículo 319 del código general del proceso, indica
de manera expresa que ha de tratarse de una suma determinada,
esto es, una cifra real que pueda ser exigida de manera concreta
al deudor.

Por último, la obligación ha de ser exigible, esto es, que el acreedor


se encuentre facultado para valga la redundancia, exigir el pago
por parte del deudor, así por ejemplo, “el incumplimiento genera
la exigibilidad de la prestación debida, es decir, si la prestación no
es satisfecha en la oportunidad correspondiente, el acreedor tiene
la facultad de reclamarla ante los órganos jurisdiccionales, y para
ello, como no cuenta con un título ejecutivo, debe constituirlo a
través del proceso”107

106Carlos Lasarte Álvarez. Principios de Derecho Civil, t. segundo,…op. Cit., pág. 111
107Abelardo Poveda Perdomo. Manual del proceso monitorio, el modelo documental español. Primera
edición. Bogotá, 2006. Pág. 126.

105
En el caso de que la obligación de pagar la suma de dinero se
encuentre sometida a condición, expresa el código civil en su
artículo 1542, que no podrá exigirse el cumplimiento de la
obligación condicional sino verificada la condición totalmente.; en
el mismo sentido se expresa el artículo 1553 cuando indica que las
obligaciones sometidas a un plazo, no podrá exigirse antes de
expirar el plazo.

2.3 El monto de la suma reclamada no supere la mínima


cuantía

Es este requisito, el que permite identificar, que según la


clasificación doctrinaria del proceso monitorio, la legislación
colombiana optó por uno limitado, pues el monto de la obligación
dineraria que se reclama, no puede sobrepasar la mínima cuantía.
El código general del proceso en su artículo 25, indica que los
procesos serán de mínima cuantía cuando las pretensiones
patrimoniales, en este caso, la suma de dinero, no excedan al
equivalente de 40 salarios mínimos legales mensuales vigentes.

De tal manera, que si la cifra cuyo pago se pretende, excede de 40


SMLMV, no podrá adelantarse proceso monitorio.

106
2.4 Que el pago de la suma reclamada no depende de una
contraprestación a cargo del acreedor.

Esta particular circunstancia la consagra el numeral 5 del


artículo 420 del código general del proceso cuando enuncia los
requisitos que deberá contener la demanda. Bastará con la
manifestación clara y expresa de tal situación.

El accionante podrá acreditar posteriormente este presupuesto,


cuando la naturaleza del contrato que dio origen a la prestación
que reclama, bien es de aquellos que la ley denomina como
unilaterales, en donde solo uno de los sujetos que expresa su
voluntad ha adquirido un deber jurídico para con otro que no
contrae ninguna obligación (Art. 1496 Cód. C.), tal como los
contratos gratuitos, o bien siendo unilateral, cuando ha cumplido
la prestación a su cargo.

3. Prescripción:

El término será de 10 años (Art. 2536 Cód. C) que es el lapso


consagrado para la prescripción de la acción ordinaria.

107
II.- LA FIJACIÓN DEL OBJETO DEL LITIGIO EN
RELACIÓN A LOS PRESUPUESTOS SUSTANCIALES

Todo abogado litigante al interior del proceso tiene como misión


el conocer, con antelación, cuáles son las tesis que se presentan
en un asunto determinado; esto es, su tesis y la antítesis de la
parte contraria.

Para lograr este objetivo, el abogado debe plantear correctamente


el objeto del litigio, aún antes de que se lleve a cabo la audiencia.
Es primordial comprender el escenario al que se enfrenta, saber
con antelación cuál será el eje central del debate, la génesis del
asunto, el quid que ha de ser resuelto en la sentencia. En la gran
mayoría de los casos, la práctica enseña que tanto los abogados
como el juez saben definir el o los problemas jurídicos que suscitan
la controversia en el caso concreto, una vez se ha definido la
relación jurídico procesal entre la demanda y la contestación. Por
ello, el litigante que acuda a la audiencia preparado en este
sentido lleva la delantera, o, al menos, ahorrará mucha energía
para concentrarse de manera enfocada en aquello que merece la
pena hacerlo. Desde la conciliación, la estrategia en su
interrogatorio, hasta la forma en que planteará sus alegatos,
estará centrado en lo que se conoce procesalmente como “Fijación
del Objeto del litigio”.

108
En términos de estrategia de guerra, la ganancia de una batalla
puede estar en el detalle de conocer el terreno, en descubrir sus
puntos débiles y en advertir el punto que mayor dificultad
generará la confrontación. Este conocimiento previo hará posible,
si bien no cantar victoria desde el inicio, si estar lo más preparado
posible para lograrlo.

La audiencia, lugar donde se enfrentan los argumentos, la


dialéctica, las emociones, las estrategias y las posturas jurídicas
sustanciales, procesales o probatorias, es el escenario que debe ser
conocido por quienes acuden a él. La polémica central en disputa
ha de ser previamente identificada, estudiada y con alternativas
de respuesta.

Es entonces, la fijación del objeto del litigio, una de las fases de la


audiencia donde se recopila aquello que tanto abogados como juez
ya pudieron previamente identificar. Por supuesto, sin desconocer
que, y en muy excepcionales casos, como resultado de un
interrogatorio de parte o de la confesión provocada o espontánea
es posible que el eje central del debate se altere en plena
audiencia.

De ahí la importancia que debe merecer el ejercicio de lograr


extraer el sustrato del litigio, aún desde la elaboración de la
demanda.

109
Para lograr este propósito, la construcción de la tesis jurídica del
demandante ha de fincarse en el desarrollo de los elementos que
estructuran la PRETENSIÓN de toda demanda, estos son:

(i) LOS PRESUPUESTOS SUSTANCIALES DE LA


ACCIÓN – (ii) LOS HECHOS – (ii) LAS PRUEBAS

Es a partir de la conjugación sistemática, coherente y consistente


de estos tres elementos que un accionante pueda tener un mínimo
de probabilidades para que un juez acoja su pretensión. Contrario
sensu, la falla en alguno de estos ejes le permitirá a su contraparte
edificar su defensa.

Grafica 1. Diagrama: los tres ejes de la pretensión

110
Entendamos lo anterior con un ejemplo: Para todo proceso de
divorcio, cuya causal sea la 8ª del artículo 154 del Código Civil,
que corresponde a “la separación judicial o de hecho por más de
dos años”, los tres elementos de la pretensión, en cualquier
asunto de esta naturaleza y causal específica, serían los
siguientes:

Grafica 2. Ejemplo de demanda de divorcio causal 8ª art. 154 del


CC

Un abogado demandante, al momento en que desee iniciar una


acción de divorcio con esta específica causal, necesariamente ha
de identificar plenamente cuáles son los presupuestos
sustanciales, los hechos que podrían sustentarlos y las pruebas en

111
que ellos se basan, para que luego proceda a identificarlos y
describirlos atendiendo el caso concreto. Veamos siguiendo el
ejemplo:

Grafica 3.- Ejemplo en caso concreto

Grafica 4. Diagrama de la pretensión de divorcio en el caso


concreto

112
Supongamos en nuestro ejemplo, que la parte demandada ha
contestado la demanda y propone como excepción de mérito la que
denominó: “INCUMPLIMIENTO DEL PRESUPUESTO
SUSTANCIAL DE NO SUPERAR EL TIEMPO DE LOS DOS
AÑOS. La funda en que es cierto que hubo una separación de
cuerpos, pero el demandante permanece en casa de su esposa una
vez al mes, el fin de semana, por lo tanto, no ha habido una
separación definitiva.

Grafica 5. Ejemplo de formulación de excepciones de mérito

113
El objeto del litigio o eje central del debate podemos identificarlo
claramente en siguiente gráfica:

Grafica 6.- Diagrama del objeto del litigio

Tengamos presente que el objeto del litigio al interior de la


audiencia se desprende de los hechos que se encuentran probados
y de los hechos que han de ser objeto de prueba, como bien pude
observarse a continuación:

114
De ahí que la identificación de los presupuestos sustanciales,
extraídos de las normas sustanciales, deban ser plenamente
reconocidos claramente en el litigio. Los mismos casi siempre
están explicados e interpretados por la jurisprudencia y la
doctrina, como fuentes auxiliares del derecho. Por consiguiente,
una tarea obligada de todos los sujetos procesales será la de
estudiar a profundidad estos presupuestos axiológicos para de allí
poder construir su tesis jurídica.

En el ejemplo que hemos adoptado, el abogado accionante ha


debido ilustrarse plenamente del contenido sustancial,
jurisprudencial y doctrinario de la causal 8ª del artículo 154 del
Código Civil, y, por ende, saber el alcance de la norma.

115
Por consiguiente, la construcción metódica de la audiencia inicial
y de instrucción y juzgamiento, prevista en los artículos 372 y 373
del CGP, tiene una comprensión jurídica, en la medida en que el
demandante, así como demandado, realicen la imperiosa labor de
fundar sus pretensiones y excepciones de mérito con pleno
conocimiento de los elementos sustanciales, seguido de los hechos
que puedan demostrarlos a través de las pruebas lealmente
pertinentes, conducentes y útiles.

116
MATRIZ AUDIENCIA INICIAL Y DE INSTRUCCIÓN Y
JUZGAMIENTO (ARTS. 372 Y 373 DEL CGP)

Se pone a consideración una matriz del desarrollo de las


audiencias previstas en los artículos 372 y 373 del CGP, que
facilita tener un panorama lo suficientemente claro de lo
acontecerá en cada fase procesal dentro de la audiencia

AUDIENCIA INICIAL (ART. 372 DEL CGP)

FECHA: HORA: RADICADO:

JUZGADO: ASUNTO:

DEMANDANTE: DEMANDADO:

CONCILIACION (PROPUESTAS)

INTERROGATORIOS DE PARTE
Demandante: Hechos que Demandado: Hechos que
demuestra o demuestra o
confiesa : confiesa:
1-2-3-4-5-6-7-8-8-10-11-12-13-14-15-16-17- 1-2-3-4-5-6-7-8-9-10-11-12-13-14-15-16-17-
18-19-20 18-19-20
1.- 1.-
2.- 2.-

117
3.- 3.-
4.- 4.-
5.- 5.-
6.- 6.-
7.- 7.-
8.- 8.-
9.- 9.-
10.- 10.-

FIJACION DEL OBJETO DEL LITIGIO

HECHOS PROBADOS O CONFESADOS HECHOS POR PROBAR

OBJETO DEL LITIGIO:

PROBLEMAS JURIDICOS:

DECRETO DE PRUEBAS

118
DE LA PARTE DEMANDANTE DE LA PARTE DEMANDADA

PRACTICA DE PRUEBAS

PARTE DEMANDANTE

Testigo: Relación con el proceso:

Preguntas:
1.-
2.-
3.-
4.-
5.-
6.-
7.-
8.-

HECHOS QUE DEMUESTRA:

-. Refiere sobre el tiempo

-. Afirma que con el esposo no tuvieron relaciones después del 2008

119
MINUTO:

Testigo: Relación con el proceso:

Preguntas:
1.-
2.-
3.-
4.-
5.-
6.-
7.-

HECHOS QUE DEMUESTRA:

MINUTO:

Testigo: Relación con el proceso:

Preguntas:
1.-
2.-
3.-
4.-
5.-
6.-

120
7.-
8.-

HECHOS QUE DEMUESTRA:

MINUTO:

PRUEBA DOCUMENTAL

DOCUMENTO VALOR PROBATORIO

PRACTICA DE PRUEBAS

PARTE DEMANDADA:

Testigo: Relación con el proceso:

Preguntas:
1.-
2.-
3.-
4.-
5.-
6.-
7.-

121
8.-

HECHOS QUE DEMUESTRA:

MINUTO:

Testigo: Relación con el proceso:

Preguntas:
1.-
2.-
3.-
4.-
5.-
6.-
7.-
8.-

HECHOS QUE DEMUESTRA:

MINUTO:

Testigo: Relación con el proceso:

122
Preguntas:
1.-
2.-
3.-
4.-
5.-
6.-
7.-
8.-

HECHOS QUE DEMUESTRA:

MINUTO:

PRUEBA DOCUMENTAL

DOCUMENTO VALOR PROBATORIO

ALEGATOS
1.-COMO SE FIJO EL OBJETO DEL LITIGIO – PROBLEMAS JURIDICOS A RESOLVER

2.- ANALISIS PROBATORIO

3.- CONCLUSION:

123
REPAROS DEL RECURSO DE APELACION – SOLICITUD DE ADICION O CORRECCION
DE LA SENTENCIA:

RECURSOS DE APELACION PENDIENTES DE CONCESION:

124

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