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NOVENA NAVIDAD 2021

NOVENA DE NAVIDAD
Preparar el camino del Señor
El camino es una realidad siempre abierta, nos invita a mirar hacia
adelante, hacia lo que nos espera.
En este tiempo estamos invitados a caminar en novedad de vida, a
emprender cosas nuevas, no basta con abandonar un camino equi-
vocado de violencia, de indiferencia incluso frente a Dios y a los her-
manos que más nos necesitan, sino descubrir proyectos positivos de
renovación en la familia, en la Iglesia, especialmente con la vivencia
del Sínodo y en la sociedad, para apoyarlos y compartirlos con otros.
El tiempo que se abre ante nuestros ojos está lleno de la obra de Dios:
es tiempo de salvación, nuestra vida es un camino que se extiende
entre la esperanza, que está en las manos de Dios, y nuestra respon-
sabilidad con los dones del Señor, que están en nuestras manos. La
esperanza despierta y sostiene la corresponsabilidad de todos, como
Iglesia y la responsabilidad hace realidad la esperanza.
Si lo queremos, Jesús que recorre el camino de la Encarnación para
venir a nuestro encuentro, entrará en nuestras vidas y nos convertirá
en mensajeros de alegría, de paz, de esperanza y fraternidad por los
caminos complejos del mundo.
Depende de cada uno y de todos, como pueblo de Dios, si este año
es o no Navidad, Dios viene al encuentro de nosotros y quiere llegar
a otros a través de nuestros brazos abiertos y de la disponibilidad de
nuestro corazón.
Es una bella oportunidad, que se nos concede una vez más en esta
Navidad. Dejémoslo entrar en nuestro corazón; en nuestra familia,
en nuestra comunidad eclesial. Abrámosle la puerta, pues Navidad
no es un recuerdo del pasado, acontece hoy.
Feliz, y Santa y comprometida Navidad…

Monseñor Oscar Urbina Ortega


Arzobipo de la Arquidiócesis de Villavicencio
ARQUIDIÓCESIS
DE VILLAVICENCIO
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ESQUEMA DE LA NOVENA

1. Se inicia en el nombre del Padre ...


2. Villancico pag. 15
3. Oración para todos los días pag. 2
4. Reflexión
5. Gozos pag. 4
6. Oraciones a la Virgen María, A San José y al Niño Jesús pág. 3
7. Villancicos pag. 15.

Oración para todos los días

Benignísimo Dios de infinita caridad, que tanto amaste a los hom-


bres, que les diste en tu Hijo la prenda de tu amor, para que hecho
hombre en las entrañas de una Virgen naciera en un pesebre para
nuestra salud y remedio; en nombre de todos los mortales, te doy in-
finitas gracias por tan soberano beneficio. En retorno de él te ofrezco
la pobreza, humildad y demás virtudes de tu hijo humanado, supli-
cándote por sus divinos méritos, por las incomodidades en que nació
y por las tiernas lágrimas que derramó en el pesebre, que dispongas
nuestros corazones con humildad profunda, con amor encendido,
con tal desprecio de todo lo terreno, para que Jesús recién nacido
tenga en ellos su cuna y more eternamente. Amén.
(Gloria al Padre).

ARQUIDIÓCESIS
DE VILLAVICENCIO
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Oración a la Virgen María
Soberana María que por tus grandes virtudes y especialmente por tu
humildad, mereciste que todo un Dios te escogiera por madre suya,
te suplico que tu misma prepares y dispongas mi alma y la de todos
los que en este tiempo realicen esta novena, para el nacimiento espiri-
tual de tu adorado Hijo. ¡Oh dulcísima madre!, comunícame algo del
profundo recogimiento y divina ternura con que lo aguardaste tu,
para que nos hagas menos indignos de verle, amarle y adorarle por
toda la eternidad. Amén.
(Avemaría).

Oración a San José


¡Oh santísimo José, esposo de María y padre adoptivo de Jesús!
Infinitas gracias doy a Dios porque te escogió para tan soberano
ministerio y te adornó con todos los dones proporcionados a tan
excelente grandeza. Te ruego, por el amor que le tuviste al Divino
Niño, me abrace en fervorosos deseos de verle y recibirle sacramental-
mente, mientras en su divina esencia le veo y le gozo en el cielo. Amén.
(Padrenuestro).

Oración al Niño Jesús

Acuérdate, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la venerable


Margarita del santísimo Sacramento, y en persona suya a todos tus
devotos, estas palabras tan consoladoras para nuestra pobre huma-
nidad agobiada y doliente: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los
méritos de mi infancia y nada te será negado”. Llenos de confianza
en tí, ¡oh Jesús!, que eres la misma verdad, venimos a exponer toda
nuestra miseria. Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir
una eternidad bienaventurada. Concédenos por los méritos infinitos
de tu infancia, la gracia de la cual necesitamos tanto. Nos entregamos
a tí, ¡oh Niño omnipotente!, seguros de que no que dará frustrada
nuestra esperanza, y de que en virtud de tu divina promesa, acogeras
y despacharas favorablemente nuestra súplica. Amén.

ARQUIDIÓCESIS
DE VILLAVICENCIO
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Gozos VI
¡Espejo sin mancha, santo de los
santos, sin igual imagen del Dios
soberano! ¡Borra nuestras cul-
Dulce Jesús mío, mi niño adorado pas, salva al desterrado y en for-
¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no ma de niño, da al mísero amparo!
tardes tanto! VII
I ¡Rey de las naciones, Emmanuel
¡Oh, Sapiencia suma del Dios preclaro, De Israel anhelo Pastor
soberano, que a infantil alcance te del rebaño! ¡Niño que apacientas
rebajas sacro! ¡Oh, Divino Niño, con suave cayado ya la oveja arisca,
ven para enseñarnos la prudencia ya el cordero manso!
que hace verdaderos sabios!
VIII
II ¡Ábranse los cielos y llueva de lo
¡Oh, Adonai potente que Moisés alto bienhechor rocío como riego
hablando, de Israel al pueblo dis- santo! ¡Ven hermoso Niño, ven
te los mandatos! ¡Ah, ven pron- Dios humanado! ¡Luce, Dios estre-
tamente para rescatarnos, y que lla! ¡ Brota, flor del campo!
un niño débil muestre fuerte el
brazo! IX
III ¡Ven, que ya María previene
¡Oh, raíz sagrada de José que sus brazos, do su niño vean, en
en lo alto presenta al orbe tu tiempo cercanos! ¡Ven, que ya José,
fragante nardo! Dulcísimo Niño con anhelo sacro, se dispone a
que has sido llamado Lirio de los hacerse de tu amor sagrario!
valles, Bella flor del campo. X
¡Del débil auxilio, del doliente am-
IV paro, consuelo del triste, luz del
¡Llave de David que abre al des- desterrado! ¡Vida de mi vida, mi
terrado las cerradas puertas de dueño adorado, mi constante ami-
regio palacio! ¡Sácanos. Oh Niño go, mi divino hermano!
con tu blanca mano, de la cárcel
triste que labró el pecado! XI
¡Ven ante mis ojos, de ti enamora-
V dos! ¡Bese ya tus plantas! ¡Bese ya
¡Oh, lumbre de Oriente, sol tus manos! ¡Prosternado en tie-
de eternos rayos, que entre las rra, te tiendo los brazos, y aún más
tinieblas tu esplendor veamos! que mis frases, te dice mi llanto!
Niño tan precioso, dicha del cris-
tiano, luzca la sonrisa de tus dul- ¡Ven Salvador nuestro por quien
ces labios. suspiramos Ven a nuestras almas,
Ven, no tardes tanto!
ARQUIDIÓCESIS
DE VILLAVICENCIO
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DÍA PRIMERO
“Eres Tú el que ha de venir o esperamos a otro” (Lc 7,19)

“ En el camino, es bueno acoger”


1. En el nombre del Padre...
2. Villancicos (pag.15)
3. Oración para todos los días pag. 2
4. Reflexión
Navidad nos invita a acoger a Dios y a los hermanos. A quienes
lo acojamos, nos hará capaces de vivir como hijas e hijos de Dios.
Un hijo es libre en su casa, por eso el Señor que en el Bautismo nos
proclama hijas e hijos amados nos da la libertad. Libertad es acoger
a Cristo, abrir nuestro camino al suyo, el que el Señor recorre por
amor, para revelarnos la verdadera gracia que procede del corazón
del Padre.
Libertad es rechazo o aceptación. Hoy comentamos y está en las re-
des, el mal que hay en la sociedad, en las familias, en nosotros mis-
mos. Hay tantas víctimas cada día. Todos esos males nacen de no
querer acoger a los hermanos, ni siquiera a nosotros mismos, el ser
indiferentes ante Dios y ante los demás.
La búsqueda del bien, es la acogida que le damos a Cristo, pues al
hacerle sitio en el corazón, en la familia, en la sociedad, le damos
espacio a los demás.
“Vayan y digan a Juan lo que han visto y oído: los ciegos recobran la
vista, los cojos andan, los leprosos quedan limpios, los sordos oyen,
los muertos resucitan, los pobres reciben la alegría del Evangelio. Fe-
lices los que no se sienten defraudados por mí” (Lc 7, 22-23).
Navidad es entonces abrir las puertas a Cristo y vivir sus mismos
sentimientos y amar con Él y en Él, a todo ser humano, a todos los
grupos, las razas, los pueblos, asumir su postura de perdonar, re-
conciliarse y construir Paz. Es no crear divisiones en la Iglesia, sino
contemplarla desde el corazón de Cristo, que se entregó por ella en la
Cruz, amarla y abrazarla como Jesús la ama.
5. Gozos pag. 4
6. Oraciones a la Virgen María, a San José y al Niño Jesús pág. 3
7. Villancicos (pag.15)
ARQUIDIÓCESIS
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DÍA SEGUNDO
“Yo envío mi mensajero, delante de ti, para que prepare el camino”
(Lc 7,27)

“Preparar el camino”
1. En el nombre del Padre...
2. Villancicos (pag.15)
3. Oración para todos los días pag. 2
4. Reflexión

Un camino nuevo, es vida nueva en Cristo. Es la Navidad que en-


tra en nuestras vidas, Jesús nace para todos, para los que creemos y
los que afirman que no creen, nace para el que trabaja, lucha, sufre,
espera construir un mundo mejor y para todos los que se sienten
cansados, desilusionados, excluidos, y viven perdidos y angustiados,
es posible acoger la Palabra de Dios hecha carne. Todos podemos
abrir caminos para volver, en Jesús Hijo del Padre, a vivir como hijas
e hijos amados de Dios que no nos abandona.
Así, esta Navidad puede cambiar en verdad nuestras vidas. No nos
reunimos sólo para recordar algo del pasado. Vivimos Navidad si de-
jamos que la Palabra nos envuelva con su luz a nivel personal, fami-
liar, social y eclesial. Preparémonos a nivel personal viviendo nues-
tra existencia con sobriedad, luchando contra el egoísmo; a nivel
familiar rescatando los valores del amor, la ternura, la solidaridad, el
perdón, el diálogo; a nivel social, buscando la justicia y viviendo la
fraternidad y preocupándonos por el bien de los demás; a nivel ecle-
sial, caminado juntos, oyendo la voz del Espíritu que nos encamina a
ser una Iglesia Sinodal que sale a anunciar, testimoniar y servir a los
hermanos, como lo hizo el Señor. Así rectificaremos el camino.

5. Gozos pag. 4
6. Oraciones a la Virgen María, a San José y al Niño Jesús pág. 3
7. Villancicos (pag.15)

ARQUIDIÓCESIS
DE VILLAVICENCIO
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DÍA TERCERO
“Todas las generaciones de Abraham a David son catorce, de David
hasta el destierro a Babilonia, desde el destierro de Babilonia hasta el
Mesías, catorce” Mt1,17.
“Dios camina con su Pueblo”
1. En el nombre del Padre...
2. Villancicos (pag.15)
3. Oración para todos los días pag. 2
4. Reflexión
Hoy, al escuchar la lista de la genealogía de Jesús, descubrimos cómo
en la historia del pueblo, Dios camina con él. Y nos ayuda a ver que
por su sangre humana corrió sangre de personas justas y pecadoras,
y que su salvación es concreta, llena de vida que camina. Dios recoge
las luces y las sombras de nuestro camino y las integra en la historia de
Salvación.
Jesús, verdadero hombre, será consciente de esta realidad, como Pala-
bra eterna de Dios, y como persona histórica. En sus palabras y ges-
tos revelará el rostro amable de Dios, viviendo, sufriendo y muriendo
como ser humano y como Hijo de Dios. Jesús, superará, vencerá y re-
parará todos los daños causados por el pecado personal, social y de la
historia. Se hizo uno de nosotros, al entrar en el camino oscuro y lleno
de ruinas del mundo, para hacer de nosotros uno con Él. Esta es la Na-
vidad, un acontecimiento cósmico histórico, universal, comunitario y
a la vez íntimo personal, porque para cada uno de nosotros el Verbo de
Dios se insertó en la historia para salvarnos y librarnos de las tinieblas.
Dios es tan grande que nos ama hasta el punto de hacerse niño para
compartir hasta el fin, nuestra suerte, pues compartir es la forma su-
prema del amor. El Señor sigue siendo caminante, viene a nosotros en
esta Navidad, sigue y seguirá sembrando su Palabra, ofreciéndonos su
luz, la única que disipa las tinieblas del pecado y nos hace caminantes
responsables de edificar una sociedad justa, fraterna y en paz.
5. Gozos pag. 4
6. Oraciones a la Virgen María, a San José y al Niño Jesús pág. 3
7. Villancicos (pag.15)
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DÍA CUARTO

“José, hijo de David, no temas en recibir a María como esposa tuya, pues
la creatura que espera es obra del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo a quien
llamarás Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados” (Mt 1, 20-21)

“Dios camina con cada familia”


1. En el nombre del Padre...
2. Villancicos (pag.15)
3. Oración para todos los días pag. 2
4. Reflexión

Dios anuncia a la pareja de José y María, el nacimiento de Jesús. La


vocación se dirige al esposo y a la esposa, dentro del matrimonio, al
hombre justo y a la Virgen, abre un camino para un mundo nuevo
dentro de la pareja, protagonista de la vida nueva y del amor. Dios
camina con las familias, en las casas, en el diálogo, en los dramas,
en las crisis, en las dudas, en parejas ya formadas donde hay verdad
y amor. Dios no le quita espacio a la familia, pide y busca el doble
“SÍ” que es creativo porque es compartido, donde suman dos cora-
zones, muchos sueños y gran corresponsabilidad.
La comunión en familia es fuerza creadora, porque es imagen de
Dios, que es comunidad Trinitaria. La pareja es bendición para el
mundo. La casa es el lugar donde Dios se hace prójimo, cercano,
que camina a nuestro lado y envía ángeles, como a María y sueños
y proyectos como a José. Los que viven con nosotros son los prime-
ros mensajeros del Señor, confiados a nuestro amor.

5. Gozos pag. 4
6. Oraciones a la Virgen María, a San José y al Niño Jesús pág. 3
7. Villancicos (pag.15)

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DÍA QUINTO
“María se levantó y se puso en camino, y se dirigió apresuradamente a la
montaña, a un pueblo de Judea. Entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel”
Lc 1,39-40)

“El camino compromete a servir a


los hermanos”
1. En el nombre del Padre...
2. Villancicos (pag.15)
3. Oración para todos los días pag. 2
4. Reflexión
María nos enseña a acoger al Señor, colocarlo en el centro de nues-
tra vida. Para acogerlo es necesario ampliar el corazón para servirlo,
alabarlo y comunicarlo. María se pone en camino, va de prisa, pues
el Espíritu Santo la llena de libertad y creatividad. La mueve el deseo
de servir a su prima ya anciana y que está en el sexto mes de emba-
razo. Dos mujeres que se ayudan mutuamente. María comprende el
plan de Dios con Isabel y es comprendida en el misterio que guarda
también ella.
Acoger a los otros, que caminan con nosotros en la familia, el traba-
jo, el estudio, la sociedad y la Iglesia, implica también acoger lo que
Dios realiza en los demás, su vocación, su misión en el mundo. Pero
sólo los acogeremos si hemos acogido a Dios.
Las dos mujeres, María e Isabel que se acogen porque han acepta-
do el plan de Dios, nos muestran que Dios viene como vida, como
alegría, viene a nuestro encuentro en las relaciones auténticas entre
nosotros, en los encuentros, en los diálogos, en los abrazos, en los
trabajos y el anuncio que hacemos juntos.
Felices si creemos como María e Isabel, en Dios que viene como vida,
a abrazar a toda existencia, a llenar de alegría la historia y enrutarla
en su sueño, de esperar que nos amemos de verdad.
5. Gozos pag. 4
6. Oraciones a la Virgen María, a San José y al Niño Jesús pág. 3
7. Villancicos (pag.15)
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DÍA SEXTO
“Entró el ángel donde estaba María y le dijo: Alégrate, llena de gra-
cia, el Señor está contigo” (Lc 1,28)

“El Señor está contigo”, el secreto


para reconocer el camino.

1. En el nombre del Padre...


2. Villancicos (pag.15)
3. Oración para todos los días pag. 2
4. Reflexión

Dios, a través de María, nos dice a todos y a cada uno de nosotros: En


todos tus caminos te encontraré, por muchos que ellos sean, por más
lejos que vayas, a donde quiera que vayas, siempre estaré contigo.
Dios acontece en nuestra vida, en nuestra casa, en los caminos que
recorramos personales y eclesiales. Esto nos llena de alegría, pues
Dios nos ama tierna y gratuitamente. Por eso, “no tengamos miedo”
a los nuevos caminos de Dios. A nosotros nos toca hoy ayudar a
Dios, como María, a hacewrse visible en nuestro mundo, en nuestra
historia, a estar presente por medio de nuestro amor y servicio.
“No temas” es el pan del corazón para el camino. Dios vive en no-
sotros y transforma nuestra vida, si dejamos que su Palabra tome
cuerpo en nosotros, mueva nuestras manos, impulse nuestros gestos,
haga avanzar nuestros pies y nuestros ojos de manera nueva, ligados
con la paz, la justicia, la no violencia, la misericordia, la ayuda a los
más desprotegidos. Dios está en nuestra vida, como capacidad de
creer, esperar, amar, servir. Somos como María, sus siervos. Somos
parte del sueño y el proyecto de Dios.

5. Gozos pag. 4
6. Oraciones a la Virgen María, a San José y al Niño Jesús pág. 3
7. Villancicos (pag.15)
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DÍA SEPTIMO
“Los dos, Zacarías e Isabel, eran justos a los ojos de Dios y llevaban
una vida intachable… sin embargo no tenían hijos” (Lc 1,1, 6-7)

“El camino del Señor, siempre


es camino de vida”

1. En el nombre del Padre...


2. Villancicos (pag.15)
3. Oración para todos los días pag. 2
4. Reflexión
Todo el camino de Salvación que Dios nos ofrece parte de la pareja
humana. La primera fue Adán y Eva, luego Abraham y Sara y cuando
el camino atravesará del Antiguo al Nuevo Testamento, Dios escoge
a Zacarías e Isabel, que llevaban una vida intachable, sin embargo, no
tenían hijos y ya eran ancianos. Escondían el drama de toda persona,
que por sí sola no puede dar vida. Oraban al Señor y un día se pro-
duce el milagro que une el poder de la oración y la disposición de la
Divina Providencia.
Así, quien será llamado a ser el último profeta antes de Jesús, viene
de una familia irreprensible y nacerá en el contexto de una extraor-
dinaria intervención divina. Dios es en verdad el Señor de la vida,
capaz de hacerla florecer donde y cuando quiere y por eso es sagrada,
y nosotros estamos llamados a defenderla, cuidarla y promoverla.
La pareja tiene la tarea de acoger, engendrar y ayudar a crecer el
niño. Hoy somos llamados a interrogarnos sobre nuestra disponi-
bilidad para hacer la voluntad de Dios y a descubrir lo que el Señor
quiere en este momento del camino familiar y hasta dónde nos deja-
mos sorprender por las intervenciones divinas o como Zacarías nos
llenamos de dudas o más bien como Isabel alabamos al Señor por lo
que hace con nosotros.
5. Gozos pag. 4
6. Oraciones a la Virgen María, a San José y al Niño Jesús pág. 3
7. Villancicos (pag.15)
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DÍA OCTAVO
“María dijo: Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi es-
píritu en Dios mi Salvador, porque ha mirado la humildad de su sierva
y en adelante me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso
ha hecho obras grandes por mí, su nombre es Santo” (Lc 1,46-49)

“La esperanza es la fuerza


para caminar juntos”
1. En el nombre del Padre...
2. Villancicos (pag.15)
3. Oración para todos los días pag. 2
4. Reflexión
El canto de María, después de recorrer el camino de la acogida, es
la celebración del cumplimiento de las promesas de Dios. Las pala-
bras de la Virgen describen la ruta del mundo que nace, no son una
crónica del pasado. La esperanza no se equivoca si apuesta desde el
comienzo a la victoria del Señor. María cree en las promesas de Dios
antes que Él actúe. La esperanza camina de la mano de la fe y del
amor, nace al caminar juntos, como María e Isabel y Jesús y Juan que
las acompañan en sus entrañas.
Dios aparece pequeño o grande en nuestra vida de acuerdo con el
espacio pequeño o grande que le ofrezcamos y del tiempo que le de-
diquemos. Un poco de tiempo y un poco del corazón para que Dios
muestre su grandeza. Dios está solamente donde lo dejemos entrar
y actuar.
Cuando le abrimos la vida, ya no podremos cerrar las puertas. Dios
ama los caminos y cada paso de nuestro peregrinar juntos. Los cris-
tianos, como María, somos creadores de caminos, de senderos abier-
tos a la luz, que nos conducen los unos a los otros y juntos hacia Dios.
María nos invita, en este tiempo que vivimos a ser mujeres y hom-
bres de esperanza, pues en los verbos que tejen su cántico, uno se
refiere a todas las generaciones que la llamarán dichosa, tres a ella:
glorifica al Señor, se alegra, y las obras grandes que hizo el Señor,
y los demás se refieren a Dios que es Santo, su misericordia llega a

ARQUIDIÓCESIS
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todos, desplegó la fuerza de su brazo, deshizo los planes de los orgu-
llosos, derribó a los poderosos, elevó a los humildes, llenó de bienes
a los hambrientos, despidió con las manos vacías a los ricos, ayudó
a su servidor Israel, se acordó de su misericordia y de la promesa
hecha a Abraham y su descendencia.
Así María nos enseña que en el camino del cristianismo lo que cuen-
ta es lo que Dios hace por nosotros, no lo poco que podemos hacer
por Él. Primero está el don y la gracia de Dios y la invitación a soñar
sus sueños, a dar vida a sus gérmenes de vida. Así podremos creer lo
que logremos esperar.

5. Gozos pag. 4
6. Oraciones a la Virgen María, a San José y al Niño Jesús pág. 3
7. Villancicos (pag.15)

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DÍA NOVENO
““Para Isabel se cumplió el tiempo del parto, dió a luz un hijo”
“Qué va a ser de este niño, porque la mano del Señor lo acompañaba”
Lc 1,57-66
El camino empieza con el nacimiento
que es designio de amor.
1. En el nombre del Padre...
2. Villancicos (pag.15)
3. Oración para todos los días pag. 2
4. Reflexión
“Juan es su nombre”. El nombre indica la persona, su valor, el presa-
gio de su misión. Juan significa: regalo de Dios. Su identidad como la
nuestra es ser un “don” para los demás.
Zacarías había quedado mudo por su incredulidad. El que será la voz
que clama en el desierto, es hijo de un mudo. Pero esto no detiene
los caminos de Dios. Nuestras limitaciones, nuestros defectos, nuestra
poca fe no detienen el camino de la historia de la Salvación. La palabra
estaba dentro de Zacarías, hasta que la esposa fue madre, “entonces se
le soltó la lengua y se puso a hablar bendiciendo a Dios”. Reconoció la
identidad del hijo: se llamará Juan. Los hijos no son propiedad nuestra,
son ante todo de Dios, pertenecen a Él, a ellos mismos, a su vocación,
a la humanidad.
En su corazón los dos ancianos sienten que el pequeño hijo pertenece
a una historia más grande que su secreto, está más allá de él, por eso
bendicen a Dios, pues bendecir es vivir el camino de la vida como una
deuda que se cancela sólo dando alegría a otro.
Todos somos potencialidades de bondad, de ternura, somos hambre
de paz, justicia, solidaridad, de amar y ser amados. Así en el caminar
juntos cada uno damos testimonio que nuestro secreto no se agota en
nosotros, está más allá. Juan Bautista no era más que una voz, la Pala-
bra es Jesús cuyo nacimiento nos llenará de mayor alegría, esperanza
y fuerza para recorrer juntos el camino de la Iglesia en este momento
de historia, en el que ella redescubre ser un Pueblo Sinodal, un Pueblo
que camina.
5. Gozos pag. 4
6. Oraciones a la Virgen María, a San José y al Niño Jesús pág. 3
7. Villancicos (pag.15)
ARQUIDIÓCESIS
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VILLANCICOS
VAMOS PASTORES, VAMOS LOS ZAGALES Y ZAGALAS
Vamos pastores, vamos,
vamos a Belén, Los zagales y zagalas
a ver en aquel niño al niño vamos a ver
la gloria del Edén. con piticos y tambores
mostrándole gran placer (bis).
Ese precioso Niño
yo me muero por Él ¿Por qué tan doliente lloras?
sus ojitos me encantan, ¿Por qué, mi niño, por qué?
su boquita también. Si quieres venir a mi alma,
El padre lo acaricia ven que yo te arrullaré,
la madre mira en él, si quieres venir a mi alma,
y los dos extasiados ven que yo te arrullaré.
contemplan aquel ser (bis) Al niño recién nacido
Todos le traen un don,
Yo pobre pastorcillo, Yo soy pobre y nada tengo
al niño le diré, le traigo mi corazón”.
no la buenaventura: TUTAINA
eso no puede ser.
Le diré me perdone Tutaina tuturumá
lo mucho que pequé tutaina tuturumaina
y en la mansión eterna tutaina tuturumá turumá
un ladito me dé (bis). tutaina tuturumaina
NOCHE DE PAZ
Los pastores de Belén
Noche de paz, noche de amor vienen a adorar al Niño
la Virgen y San José
Llena el cielo un resplandor los reciben con cariño.
En la altura resuena un cantar,
Os anuncia una dicha sin par, Tres reyes vienen también
Que en la tierra ha nacido Dios con incienso, mirra y oro
Hoy en Belén de Judá. a ofrendar a Dios su bien
como el más grande tesoro.

Noche de paz, noche de amor, Vamos todos a cantar
Todo duerme en derredor; con amor y alegría
Solo velan María y José, porque acaba de llegar
Duerme el niño y durmiendo se de los cielos el Mesías
vé Todo el cielo en su faz.
ARQUIDIÓCESIS
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ZAGALILLOS DEL VALLE ANTON TIRULIRULIRU
Zagalillos del valle venid
Pastorcitos del monte llegad Anton tiruliruliru, anton tiru-
la Esperanza de un Dios pro- lirurá Anton tiruliruliru, anton
metido ya vendrá, ya vendrá, ya tirurilurá Jesús al pesebre vamos
vendrá. (bis) a adorar (bis).

La esperanza, la gloria y la dicha Duérmete niño chiquito
la tendremos en Él ¿quién lo Que la noche viene ya
duda? desdichado de aquel que Cierra pronto tus ojitos
no acuda con la fe que les debe Que el viento te arrullará.
animar.
Duérmete niño chiquito
Nacerá en un establo zagala Que tu madre velará
Pastorcillos venid adoremos Cierra pronto tus ojitos
hoy venimos y luego volvemos Porque la entristecerás
Y mañana nos puede salvar
MI BURRITO SABANERO
CAMPANA SOBRE CAMPANA
Campana sobre campana, Con mi burrito sabanero
voy camino de Belén (bis)
y sobre campana una, Si me ven, si me ven..
asómate a la ventana, voy camino de Belén (bis)
verás al Niño en la cuna.
Con mi cuatrico voy cantando
Belén, campanas de Belén, mi burrito va trotando (bis)
Si me ven, si me ven,
que los ángeles tocan voy camino de Belén (bis)
¿qué nueva me traéis?
Tuqui, tuqui, tuqui, tuqui,
Recogido tu rebaño tuqui, tuqui, tuqui, ta
¿a dónde vas pastorcillo? apúrate mi burrito
que ya vamos a llegar.
Voy a llevar al portal
requesón, manteca y vino. Tuqui, tuqui, tuqui, tuqui,
tuqui, tuqui, tuqui, tu
Campana sobre campana, apúrate mi burrito
y sobre campana dos, vamos a ver a Jesús.
asómate a esa ventana,
porque está naciendo Dios.

ARQUIDIÓCESIS
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A LA NANITA NANA EL TAMBORILERO

A la nanita nana, nanita nana, El camino que lleva a Belén


nanita ea, mi Jesús tiene sueño, baja hasta el valle que la nieve
bendito sea, bendito sea. (bis) cubrió. Los pastorcillos quieren
ver a su Rey, le traen regalos en
Fuentecilla que corres clara y su humilde zurrón al Redentor,
sonora ruiseñor que en la selva al Redentor ha nacido en un
cantando lloras calla mientras la portal de Belén el niño Dios.
cuna se se balancea a la nanita
nana, nanita ea. Yo quisiera poner a tu pies
algún presente que te agrade
Pimpollo de canela lirio en capu-
llo, Duermete vida mia mientras Señor, mas Tú ya sabes que soy
te arrullo; Duerme mientras la pobre también, y no poseo más
cuna se balancea, a la nanita que un viejo tambor. (rom pom
nana nanita ea pom pom, rom pom pom pom)
En tu honor frente al portal
PASTORES VENID, tocaré con mi tambor!
PASTORES LLEGAD
El camino que lleva a Belén
En el portal de belén yo voy marcando con mi viejo
hay estrellas, sol y luna tambor, nada mejor hay que te
la Virgen y San José pueda ofrecer su ronco acento
y el niño que está en la cuna es un canto de amor (rom pom
Pastores venid pom pom, rom pom pom pom)
pastores llegad Cuando Dios me vio tocando
A adorar al niño ante El me sonrió.
A adorar al niño SALVE REINA Y MADRE
que ha nacido ya (bis)
Salve Reina y Madre
Ábreme tu pecho niño Salve dulce amor
ábreme tu corazón Del jardín del cielo
que hace mucho frío afuera La más bella flor. (bis)
y allí solo hallo calor
En una colina
Al niño miró la Virgen con la nieve fría
a la Virgen San José Reposa en la noche
al niño miran los dos la Virgen María.
y se sonríen los tres
La malvada mula
con sus finos dientes
Le comió la paja
ARQUIDIÓCESIS al niño inocente.
DE VILLAVICENCIO
18
ORACIÓN PARA BENDECIR LA CENA DE NAVIDAD

Gracias Señor por venir a nosotros y bendecirnos con tu misericor-


dia. En esta Noche Santa, permítenos contemplar tu nacimiento con
la humildad necesaria para reconocerte vivo y presente en nuestros
hermanos, especialmente en quienes más necesitan de nuestro cora-
zón misericordioso.

Señor Jesús, haz que al compartir esta cena, comprendamos que nos
invitas a servir a todos como Tú, que en Belén, naciste para servir a
la humanidad. Ayúdanos a ser artesanos de la paz y constructores es-
forzados del Reino para que tu justicia y amor, transformen nuestros
corazones y seamos misericordiosos como quiere nuestro Padre del
Cielo. Amén.

ARQUIDIÓCESIS
DE VILLAVICENCIO

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