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CODIGO MILITAR POLICIAL

PROMOCION: CULMINACION

ALUMNO:
EDWIN EFRAIN ALAVE ESCOBAR

DOCENTE:
CAPITAN PNP ARTURO DAVID SILVA ROBLES

2021
INDICE

EVOLUCION HISTORICA DEL CODIGO DE JUSTICIA MILITAR Y


TENDENCIAS INTERNACIONALES...................................................................3
1.Introducción....................................................................................................3
2. Piérola y la misión francesa..........................................................................3
3. Proyecto del primer Código de Justicia Militar peruano...............................4
4. Promulgación del código de justicia militar...................................................5
5. Vigencia del código de justicia militar...........................................................5
¿Hay justicia en el fuero Militar Policial peruano?............................................6
Justicia Militar en América Latina......................................................................7
Conclusiones:....................................................................................................7
EVOLUCION HISTORICA DEL CODIGO DE JUSTICIA
MILITAR Y TENDENCIAS INTERNACIONALES

1.Introducción
El 20 de diciembre de 1898 se promulgó el primer Código de Justicia
Militar. Hasta entonces continuaban rigiendo en el Perú, con leves
modificaciones, las Ordenanzas Militares Españolas de Carlos III, de 22
de octubre de 1768. Habían transcurrido 77 años de vida republicana y
hacía falta al ejercito un instrumento para mantener su disciplina y orden.

2. Piérola y la misión francesa


Nicolás de Piérola y Villena tomó el poder el 8 de setiembre de 1895. En
el plano militar, se empeñó, particularmente, en la reorganización del
ejército, con ayuda de Francia. Siendo Ministro de Guerra y Marina el
coronel José R. de la Puente, el “16 de setiembre de 1896 se suscribió
en París el contrato que permitió la venida de la primera Misión Militar,
que llegó al Callao el 7 de noviembre de ese mismo año. “Estaba
compuesta por el capitán de Artillería y oficial de Estado Mayor Pablo
Clément, jefe de la misión, asimilado en nuestro Ejército con el grado de
coronel.

En 1897, el coronel Clément presentó al gobierno un informe sobre las


necesidades orgánicas de la fuerza militar, materializándose en las
comisiones conjuntas con destacados oficiales peruanos que elaboraron
los proyectos de ley aprobados por el gobierno sobre las materias
siguientes: Servicio Militar, Organización del Ejército, Situación Militar,
Gastos Militares, Código de Justicia Militar y se publicaron, además, los
nuevos reglamentos de táctica para las armas. Su misión de instrucción y
doctrina se amplió posteriormente a la de comando.”

3. Proyecto del primer Código de Justicia Militar peruano


Luego del informe presentado por  el coronel Pablo Clément, “sobre las
necesidades orgánicas de la fuerza militar”, el gobierno emitió la
resolución suprema de 20 de julio de 1897, disponiendo: “1°.- Nombrar
tres comisiones, encargadas de preparar  dichas ordenanzas
separadamente para cada uno de los asuntos siguientes: Primero.-
Reclutamiento y Justicia Militar; Segundo.- Organización del Ejército y
Servicio Interior de Cuerpos de tropas y guarniciones; y, Tercero.-
Condición de los militares (ascensos, garantías…), gastos y
administración militar…”

El 20 de setiembre de 1897, se resolvió designar a los “miembros de las


Comisiones encargadas de preparar las nuevas ordenanzas militares…”,
recayendo la designación, para el tema de “Reclutamiento y Justicia
Militar”, en los coroneles Pablo Clément y Julio Jiménez; teniente coronel
Eduardo Dogny de Lusan; y los doctores Alfredo Gastón Ugalde y Miguel
Antonio de la Lama Urriola.

La Comisión Permanente de Historia del Ejército dice que “El proyecto


sobre Justicia Militar fue de adopción inmediata y el más indispensable;
debido a la necesidad de hacer efectivo el cumplimiento de las leyes y
lograr una completa disciplina en el Ejército. Expresaba la composición
de los tribunales militares, sus competencias y las reglas a las que se
sujetarían sus procedimientos. Señalaba las penas en materia de delito y
crímenes; finalmente, establecería el correspondiente Código Penal
Militar.”

Basadre afirmaba que “La base del proyecto fueron las disposiciones del
Código militar francés, sus leyes modificatorias y decretos reglamentarios
hasta el 31 de agosto de 1878 y el Código español de justicia militar
promulgado el 27 de setiembre de 1890. Al lado de sus normas introdujo
otras que fueron consideradas adaptables a las condiciones del Perú.”

4. Promulgación del código de justicia militar


El proyecto de Código de Justicia Militar fue remitido por el Poder
Ejecutivo al Congreso de la República y se hizo ley. Una publicación
oficial del Ejército dice que “En 1898 se promulgó el primer Código de
Justicia Militar, elaborado por el doctor Miguel Antonio de la Lama, fiscal
del Consejo Supremo de Guerra y Marina.”

Si bien el doctor de la Lama fue participante trascendental durante los


primeros años de la historia de la nueva Justicia Militar, esa afirmación
resulta excesiva, al estar demostrado que fue una comisión la que
redactó el proyecto. De otro lado, no fue sino hasta el 17 de marzo de
1899 en que el doctor de la Lama fue nombrado Fiscal del Consejo
Supremo de Guerra y Marina. Podríamos dudar, tal vez, de los
conocimientos jurídicos (más no de la experiencia castrense) de
Clément, Jiménez y Dogny, pero no de la capacidad jurídica de Gastón,
“Auditor General del Ejército” por muchos años, incluso durante la guerra
con Chile, en la que cayó preso y sufrió prisión en San Bernardo, tras el
descalabro militar del Alto de la Alianza, el 26 de mayo de 1880.

5. Vigencia del código de justicia militar


El código de 1898 se mantuvo vigente hasta 1939, año en que se
promulgó el segundo Código de Justicia Militar, durante el gobierno de
Oscar R. Benavides. Tuvo una duración de 40 años y en ese transcurso
sufrió tres modificaciones sustanciales. El 27 de octubre de 1906 se
promulgaron las leyes 272, sobre “Competencia entre la jurisdicción
común y la de guerra” y 273 sobre “Jurisdicción de la Corte Suprema en
las causas del fuero militar y Consejo de Oficiales Generales”, que le
dieron a la jurisdicción de guerra una visión distinta. En esa misma línea,
el 8 de setiembre de 1917 se promulgó la ley 2442, que restringía la
jurisdicción militar drásticamente, tanto que el Poder Ejecutivo se abstuvo
de promulgarla.

¿Hay justicia en el fuero Militar Policial peruano?


Hoy, 120 años después de la promulgación del primer Código de Justicia
Militar, si bien ha sufrido profundos cambios en su organización. Los
Tribunales Militares Policiales, por ejemplo, están hoy integrados por
abogados con grado militar, miembros del Cuerpo Jurídico Militar Policial,
no pudiendo intervenir en la administración de “Justicia Militar” los
oficiales de armas, como ocurrió hasta los primeros años de la década
pasada. En lo procesal, desde el primero de enero de 2011 se sigue un
modelo acusatorio, que respeta el debido proceso y todos los principios
judiciales que la Constitución Política del Estado y las Convenciones
sobre Derechos Humanos exigen, que han sido recogidos en el Código
de Justicia Militar de 2010, que hoy está vigente. Habría que preguntarse
si se puede hallar justicia en el fuero militar policial ya que la justicia
militar acompaña a todos lados al policía y militar en el cumplimiento de
combatir el crimen organizado, el narcoterrorismo y la delincuencia
común. Su acción es de alto riesgo donde están expuestos a situaciones
extremas y debiendo observar reglas estrictas para proteger la vida del
ciudadano, el estado de derecho y defender el suelo patrio.

En mayo del 2012, herido de un balazo en la mejilla por los terroristas, el


suboficial PNP Millones fue abandonado a su suerte y sin atención
médica adecuada retirándose del hospital de policía para luego acudir a
un medio de comunicación y hacer pública su denuncia por el maltrato
sufrido por la institución que él representa y también poner en evidencia
en las deficientes condiciones en las que fueron enviados a realizar la
operación antisubversiva en la que fue herido.

Otro caso el de los suboficiales PNP Vilca y Astuquillca siendo el primero


de estos encontrado, sin vida y en restos, por su padre en la selva; y
Astuquillca que estuvo perdido en la selva por diecisiete días a su suerte
logrando salvar su vida sin ayuda, donde se ve una mala planificación de
la operación por parte de sus superiores, para ser más explícitos, de los
oficiales PNP a cargo.

¿Algún alto mando policial fue procesado por el fuero militar? Como
siempre todos se escondieron y solo juzgaron al pobre policía que hablo
con la prensa para denunciar los abusos.

Justicia Militar en América Latina


Al hacer una evaluación de la justicia militar en América Latina, se
encuentran un conjunto de normas que se han visto impedidas de ser
actualizadas manteniendo viejas prácticas de tipicidad, procedimiento y
juzgamiento militar alejadas de los estándares internacionales y de
respeto a los derechos humanos.
Conclusiones:
1. De otro lado, y considerando la distinta naturaleza de las instituciones
militares respecto de las policiales, también en el marco de una reforma
constitucional debería sustraerse de la competencia de la justicia militar
a los miembros de la Policía Nacional, tal como lo ha propuesto la
Comisión para la reestructuración integral de las fuerzas armadas, y
teniendo en cuenta el proceso de reestructuración que se ha iniciado
respecto de la Policía Nacional del Perú
2. Se necesita una voz autorizada, sin censuras, ni tapujos, sin procesos
en el fuero militar policial; una voz que permita denunciar abusos,
maltratos, deficiencias en el equipamiento y logística del personal
policial, actos de corrupción, por una policía mejor pagada, equipada y
respetada.
3. Debe insistirse en la integración del orden penal militar en el orden
jurisdiccional común a toda la República, de manera que la Corte
Suprema, mediante una Sala Especializada en lo penal militar pueda
conocer en última instancia casos sentenciados por tribunales
castrenses.
4. La Justicia Militar Policial jamás será autónoma si está sujeta, en primer
lugar, a los clásicos tres elementos fundamentales de la organización
militar: la obediencia, la subordinación y la disciplina, que son los pilares
insustituibles en los que se apoya el ordenamiento castrense, que por
cierto siguen los jueces militares por ser tales; y, en segundo lugar, si los
jueces forman parte estructural de las Fuerzas Armadas.

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