Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
evolución y crecimiento
del gigante
del vídeo
Hoy en día Google es la propietaria
de YouTube, pero sus raíces se
remontan más atrás en el tiempo.
En este artículo recorremos la
historia de la plataforma de vídeo
online por excelencia
HISTORIA
Hace unos once años nadie se imaginaba que la revolución de los medios de comunicación,
de cómo la gente consume contenido audiovisual y de cómo repercutiría eso en los tiempos
venideros llegaría a través de Internet. Como mucho se intuía que la red podría jugar un papel
en ello, si bien nadie todavía se atrevía a aventurar cómo nos afectaría a los usuarios o quién
daría el primer paso. Eso del vídeo en streaming no era un concepto nuevo: ya se podían ver
contenidos online de diversa índole, aunque las velocidades de transferencia y las calidades
no eran algo de lo que se pudiese estar muy orgulloso.
Por esas épocas recuerdo haber estado hablando con amigos míos en el tristemente
desaparecido (y nunca suficientemente añorado) Messenger de Microsoft. Las conversaciones
solían girar en torno a música, y antes de que pudiera darme cuenta pasamos de enviarnos
archivos MP3 a recibir enlaces a una cosa llamada YouTube. Ese fue el primer uso que le
dimos en mi círculo, descubrirnos música. Corría el año 2007, aproximadamente.
Nada hacía presagiar entonces que YouTube acabaría convirtiéndose en un monstruo, un
gigante de la comunicación plagado hasta arriba de normas y regulaciones, que incluso
estrangularía a la comunidad de creadores que con sus contenidos acabaron insuflándole una
vida que necesitaba desesperadamente.
Sin embargo, nos estamos adelantando a los acontecimientos. En este artículo queremos
repasar la evolución de YouTube a lo largo de los años: su nacimiento, su transformación, su
presente y, si podemos dilucidarlo, hacia dónde se dirige. Únete a nosotros en este viaje al
pasado.
Al parecer todo el mundo estaba hablando de estos dos eventos, pero no se podían encontrar
clips de vídeo que los documentasen en Internet. Y en lo que respecta al tsunami, Karim dijo
creer que existían horas de material grabado del desastre, pero que no existía una forma
directa de acceder a esas imágenes.
En aquella época muchas voces de la industria audiovisual empezaban a abogar
por distribuir vídeo online y por buscar mejoras no sólo para la distribución, sino también
para cómo aparecían esos contenidos en la red. En pocas palabras, cómo subir esos vídeos a
Internet.
Sin embargo, según se recoge en medios como Mashable, es muy difícil establecer el origen
exacto de YouTube debido a que cada uno de sus fundadores tiene una versión distinta. Por
si fuera poco, la actitud de estas personas también difiere mucho entre sí. Steve Chen decía lo
siguiente en una entrevista con la revista Time en 2006 sobre este tema:
Chad y yo somos más modestos, y Jawed ha intentado aprovechar cada
oportunidad para colgarse el mérito.
En lo que sí están de acuerdo es en la fecha de inicio de YouTube: el 14 de febrero de 2005.
En el día de San Valentín de este año se registraba el nombre del dominio, pero el trabajo de
verdad empezó antes de esa fecha. En algún punto anterior en el tiempo, los tres ingenieros se
plantaron delante de una pizarra en blanco llena de posibles nombres antes de decidirse por el
que todos conocemos.
A Chen el nombre no le hacía mucha gracia, pero cuando vio el logo diseñado por Chad
Hurley adquirió muchísimo sentido para él. También ayudó que el nombre del dominio
estuviese disponible. Sin embargo, la inspiración para el diseño de la web vino del más
improbable de los lugares: una web de citas llamada HotOrNot, que ponía a sus usuarios en
una escala del 1 al 10 en función de su atractivo.
Jawed Karim dijo en aquellas declaraciones a Time estar “altamente impresionado con
HotOrNot”, por ser la primera vez que alguien diseñaba una web donde cualquiera podía
subir contenido que cualquier otro podría ver. En su momento esto suponía un nuevo
concepto, ya que hasta entonces los dueños de las webs eran quienes decidían qué podían ver
los usuarios y qué no.
¿Usa
flash?
¿Aloja
contenido de larga duración o profesional?
Karim contesto que sí a todas las preguntas. Keith Rabois dijo que quería ver más, con lo que
fueron a la habitación del anfitrión de la fiesta y encendieron su ordenador. Después vieron
todo el contenido que YouTube tenía entonces, lo que llevó una media hora
aproximadamente. Después de esa media hora el inversor decidió, impulsivamente, que
invertiría en YouTube. Rabois es un hombre cauto que no suele lanzarse a la piscina:
Sólo ha habido dos ocasiones en las que he hecho eso. La otra es Airbnb.
Para Keith Rabois, que YouTube utilizase flash era un factor importante. Un año antes de
esto el ya mencionado CTO de PayPal, Max Levchyn, declaró que Flash era el futuro. Y si
Levchyn lo decía, había que invertir en ello. Eso era lo que quería hacer este ejecutivo:
buscaba desesperadamente algo que usase Flash para meter dinero en ello.
Sin embargo, en 2005 Jawed Karim dejaba el proyecto para seguir un curso de posgrado en
la Universidad de Stanford. Se trataba sólo de un dolor de cabeza más para los creadores de la
plataforma: había al menos 10 personas más en plantilla que no cobraban ni un duro por sus
servicios.
Con la inversión por parte de Keith
Rabois y Khosla Ventures se
acabaron parte de los problemas
económicos de YouTube, que no
terminarían hasta que el propio
Rabois escribió a Roelof Botha
(entonces en la inversora Sequoia
Capital), quien tenía vídeos en su
disco duro que no había podido
compartir y que enseguida percibió
YouTube como algo muy útil.
Con los mandos de la nave en manos
de Steve Chen y Chad Hurley, los
dos fundadores restantes siguieron adelante. Los números fueron creciendo, con YouTube
pronto colocándose como uno de los 35.000 sitios web más populares de Alexa. No fue lo
único que cambió.
Este era el aspecto de YouTube en noviembre de 2005 / Wayback Machine / Internet Archive
Hasta ese momento los trabajadores de la empresa (incluyendo a los propios Chen y Hurley)
habían operado desde sus hogares, pero en verano de 2005 y tras una pequeña inversión por
parte de Sequoia Capitals el equipo se trasladó a sus primeras oficinas situadas en el cuartel
general de la empresa de inversión. Por algo se empieza.
YouTube seguiría allí hasta noviembre de 2005. En ese mes se mudaron a un espacio en San
Mateo, encima de una pizzería. Fue su primera oficina propia, con una pega que nadie
esperaba: estaba infestada de ratas. Otro problema al que se enfrentaron en estos primeros
años fue que, al no poder permitirse construir paredes, tuvieron que usar cortinas para separar
los distintos espacios de trabajo.
Solventado todo esto, quedaba aún otro problema que resolver: había que convertir a
YouTube en una compañía rentable. Hacía falta hacerla atractiva para anunciantes,
monetizar la web y, en definitiva, que todo el mundo se llevase su parte. Para solucionar el
asunto de la rentabilidad se contrató a Julie Supan, quien tomó las riendas como jefa de
marketing en septiembre de 2005. De las reuniones de la especialista en mercadotecnia con
Roelof Botha, Steve Chen y Chad Hurley salió finalmente el leit motiv de la web: una
especie de cadena de televisión para todo el mundo.
Con lo que Supan, los inversores y los fundadores de YouTube no contaban es que ya
existían otros servicios para compartir vídeo que llegaron antes que ellos (unos 280 según
medios como Mashable), lo que los colocaba en una posición difícil:
Fuimos los últimos en llegar al mercado. No hubo ningún otro servicio de
este tipo que se lanzase después de que llegase YouTube (Julie Supan).
Y sin embargo, consiguieron tener éxito e imponerse gracias a la simplicidad de su
plataforma. Comparados con otros servicios similares, YouTube mostraba una facilidad
mucho mayor para que los usuarios pudiesen subir vídeos. Steve Chen, de hecho, se aseguró
de que se pudiesen agregar vídeos en cualquier formato, eliminando muchas limitaciones.
Después, los propios ingenieros se encargaban de hacer que funcionasen como un vídeo
flash.
Otras facilidades que ayudaron a colocar YouTube en la cresta de la ola fueron la facilidad
para compartir enlaces cortos (una característica en la que se hizo mucho énfasis en los
primeros años de la plataforma) y la colocación de un contador de visitas en cada vídeo.
Como Twitter descubriría años más tarde, las métricas públicas pueden ayudar a hacer que
una marca crezca, algo que desde el sitio de vídeo se aprovechó al máximo desde el minuto
cero. La última gran aportación al éxito de YouTube fue la facilidad para incrustar vídeos,
algo que los usuarios de MySpace (la gran red social de por entonces) hacían mucho.
Sin embargo, la clave del triunfo de YouTube está, para Julie Supan, en que el
reproductor siempre ha funcionado. Hay una premisa básica en lo que todo usuario desea:
sea cual sea el servicio o aplicación que esté utilizando, lo que le importa de verdad (en
ocasiones incluso por encima de la calidad del servicio) es que lo que está usando funcione.
Un crecimiento imparable
YouTube llega a más personas que la televisión
A pesar de todo esto YouTube seguía consiguiendo atraer la atención de los usuarios. En
junio de 2006 conseguía tener 80 millones de visitas únicas a diario. La atención de la
prensa hacia la plataforma de vídeo también ayudó. Chad Hurley apareció en la conferencia
de prensa anual de Allen & Co. en Sun Valley. En dicha conferencia el directivo destacó que
en aquel momento el 60% de los vídeos que se veían en Internet los servía YouTube,
mientras que el competidor más cercano servía el 17%. Dicho competidor no era otro que
Google.
YouTube en cifras
Se estima que usuarios y creadores suben más de 500 horas de vídeo por minuto.
Cuenta con 88 versions locales para diferentes países y su versión web se puede
explorar en 76 idiomas.
Gangnam Style fue el primer vídeo en superar la barrera del 1.000 millones y
2.000 millones de visitas.
Este mismo año Taylor Swift ha batido el record del vídeo con más visitas en 24
horas gracias a su videoclip Look What You Made Me Do con más de 43 millones
de visualizaciones en 1 solo día.
No se puede negar que la plataforma de vídeo ha cambiado mucho desde sus inicios, y que
hoy en día ha creado una forma de entender la web que hace doce años era impensable. Los
datos demográficos de la plataforma muestran que el sector de la población que más lo usa es
el de los jóvenes entre 18 y 34 años, y que sólo en su versión móvil llega a más millones de
personas que cualquier canal de televisión en Estados Unidos. No en vano, más de la mitad
de las visitas que recibe la plataforma proceden de dispositivos móviles.
Como decíamos antes, YouTube es una gran máquina de hacer dinero. No sólo para la propia
plataforma y Google en sí, sino también para los creadores de contenido que trabajan a
diario para subir vídeos. En total, la empresa ha pagado ya más de 2.000.000.000 de dólares
en concepto de dinero generado por los vídeos monetizados.
Y además, hoy en día YouTube ya no es sólo de los usuarios. Los grandes grupos de
comunicación (cadenas de televisión, estudios de cine y sellos discográficos entre
otros) tienen presencia en la plataforma. Incluso tienen control directo sobre sus contenidos
por los acuerdos con la empresa que mencionamos antes.
YouTube ha crecido tanto, tanto, que a día de hoy es un gigante imparable que sirve más
horas de vídeo que ninguna otra plataforma. Todo lo que sube tiene que bajar en algún
momento, si bien cuesta creer que pueda aparecer algo que pueda siquiera hacerle sombra.