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ESPECIALIZACION EN INSPECCION DE SOLDADURA ®

HISTORIA DE LA NORMALIZACION:

En este capítulo se hace una breve historia de la normalización y que tiene por objeto poner en conocimiento
cómo es que surgió la normalización y la importancia que tiene en todas las actividades que desarrollamos,
fundamentalmente en la técnica.
Detrás de cada cosa que nos rodea seguramente hay una o múltiples normas que fijan y definen las
características de ese elemento. Sería muy difícil vivir sin patrones de referencia. Pensemos en un simple
enchufe si cada fábrica y cada país tuviera distintas medidas, si no existieran normas que fijan las medidas de
todos los elementos que se usan en las olimpíadas sería imposible poderlas realizar. No podríamos escuchar
música si todos los CD no tuvieran las mismas medidas y los mismos métodos de grabación. Para definir y fijar
las características de cada uno de estos elementos están las normas.
La normalización no se creó en el siglo XX, lo que se hizo en ese siglo fue establecer técnicas para su
realización y crear organismos para orientarla.
Tecnificándose así una actividad que en forma empírica e instintiva es tan antigua como la humanidad. La
naturaleza misma nos da pruebas de la normalización. Elementos afines se unen según ciertas prescripciones,
según ciertas leyes, o según ciertos patrones. En suma según ciertas normas para constituir los seres y las
cosas.
Regla es sinónimo de norma al igual que ley o patrón. Los seres vivientes poseen un instinto que los empuja a
actuar según determinados patrones que es lo mismo que decir según ciertas normas.A medida que el hombre
acrecienta su dominio, trata de aprovechar todo lo que le ofrece la naturaleza con el menor esfuerzo posible, y
no comete el error de fabricar herramientas desproporcionadas o en forma irracional,
Instintivamente crea herramientas, que ha pesar de ser rudimentarias tienen una utilidad definida y apropiada
para el fin previsto.
Luego el hombre, se las ingenia para que cada una de las herramientas que fue creando le sirva para la mayor
cantidad de usos posibles.
Es así que diseña el hacha para poder usarla en los cultivos, en la construcción de sus casas, en la caza, etc.
Aquí nace uno de los principales principios de la normalización como es el de crear y mejorar los productos
que se utilizan satisfaciendo el mayor número posible de necesidades, acondicionándolos cada vez más, a
especificaciones de materiales, formas, tamaños, peso, etc. según al uso al que se destinen o dicho de otra
manera; tratar de satisfacer el mayor número posible de usos con el menor número posible de tipos de
productos.
En nuestros días este es un aspecto fundamental principalmente para aquellos países de menores recursos,
pero paradójicamente esta disciplina en normalización la manejan muy bien los países desarrollados y muy poco
los países en desarrollo que son los que más la precisan.
Siguiendo con la historia de la normalización, el hombre a medida que se afianza va constituyendo núcleos
humanos. La vida en sociedad fue creando la necesidad del intercambio en especies lo que lo empuja a
establecer equivalencias, para normar el comercio.
De allí nacieron las rudimentarias unidades de medidas que en principio fueron parte de su propio cuerpo. Los
dedos los empleaban para representar los números, la palma de mano fue tomada como una medida, la longitud
de los brazos fue otra, o el ancho de los dedos otra.

Fue aquí donde surgió el primer caos como concepto de lo que significa fijar parámetros sin que los mismos
estén consensuados. Esto se explicará con mas detenimiento mas adelante. Volvamos a la problemática de
aquel tiempo.
Las distintas conformaciones orgánicas originaban unidades de medida distintas.

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El curso ha sido registrado como marca comercial según ley 22.362.. El material bibliográfico se encuentra protegido en el Registro de la Propiedad
Industrial (Acta N°2719152) y es de uso exclusivo para los participantes del curso. Su uso indebido será penado por la ley.
Entonces ¿como solucionar esto? Crease o no, en aquel tiempo aquellos seres humanos pusieron en marcha
otros de los principios básicos de la normalización, tal como es el de “poner orden en el caos”.
En nuestros días esto ocurre con frecuencia ya que sea cual fuere el mercado que uno analice se encuentra una
unificación de criterios, de productos, de medidas, de métodos de ensayo, etc. y aquí es donde la normalización
bien entendida, bien hecha y bien aplicada, pone orden en el caos.
Y fue así que crearon el pie real, que fue particularmente, según cuentan, el de Carlos Magno. Un poco más
equitativo fue el pie sajón que lo definieron como el promedio de la longitud formada por el pie derecho de 16
individuos puestos el fila uno detrás del otro. Otra unidad de medida que normaron fue la yarda que es la
distancia entre la punta de la nariz y la punta de los dedos extendidos de la mano con el brazo también
extendido y en este caso, según cuentan, fue la del rey sajón Enrique I.
La pulgada tan usada en nuestros días fue la medida del ancho de la primer falange del pulgar, de allí el nombre
de “pulgada”
Muchas otras fueron las unidades de medida que surgieron de manera similar.
Esto que se cuenta tal fácilmente, fue muy difícil de lograr tal como ocurre en la actualidad cuando existen
intereses muy diversos que pueden ser genuinos, pero sin su unificación atenta contra los intereses generales
de un país de una región. Este concepto también lo ampliaremos mas adelante.
El SI llamado el Sistema Internacional de Unidades, derivado del Sistema Métrico Decimal, al que están
adheridos la mayoría de los países del mundo, fija el conjunto de unidades de medida científicamente
concebidas u coordinadas técnicamente.
De allí surge por ley nacional, el SIMELA Sistema Métrica Legal Argentino que solamente permite el uso de las
unidades métricas con sus correspondientes múltiplos y submultiplos.
¡Que importante sería y cuantos perjuicios y pérdidas de dinero se evitarían si en todo el mundo se usara un
único sistema de medidas!
Por otro lado debería tomarse como base en la enseñanza, empezando desde el preescolar hasta los niveles
superiores.
Volviendo a la antigüedad, esas mismas necesidades colectivas de relación e intercambio originaron el
establecimiento de reglas comunes para la evaluación y transacción, apareciendo la moneda y los patrones
(modelos de referencia).
Cuenta la historia que en 1793 A. H. Whitney logra que todas las piezas de un arma puedan ser reemplazadas
por otras de repuesto; en 1841 el Ing. Whitworth creó una solución al problema del paso de los tornillos, tuercas
y pernos que aún perdura; 5 años más tarde (1846) se unifica la separación entre los rieles de los ferrocarriles,
en los enganches de los vagones y en los sistemas de freno, Este fue un impacto altamente positivo para la
economía de Europa, ya que permitió unir todo la región con una red ferroviaria que no necesitaba cambiar de
tren al cambiar de país para el traslado de mercaderías y pasajeros, abaratando los costos y reduciendo tiempos
de transporte hasta ese momento impensado.
Además permitió la fabricación de todo tipo de material ferroviario en cualquier parte, aumentándose el
intercambio y la integración industrial. Recordemos que fue sucedió poco antes del 1800.
Posteriormente se normalizaron los perfiles doble T y demás productos siderúrgicos para después continuar con
este mismo camino, la industria mecánica y la de máquinas herramientas.
La evolución de un nuevo concepto sobre normalización nace con el comienzo del proceso industrial, ya que su
escala de complicación creciente hizo que el intercambio de servicios y productos se rigiese por criterios
cambiantes que indefectiblemente amenazaban con el caos
Es por ello que el hombre debió establecer las bases para superar esta situación. En los países desarrollados se
comenzaron a constituir Asociaciones Técnicas que se encargaban de hacer las normas a nivel sectorial,
particularmente en el campo de la mecánica y de la electricidad.
Pero el proceso era más complicado, por lo que surgió la necesidad de crear los Institutos de Normalización, que
aunque en un principio se generaron en su mayoría por iniciativa privada, poco a poco fueron recibiendo el
apoyo del estado en cada uno de los países con el objetivo de que las normas fuesen el resultado del consenso
de todas las partes interesadas en cada problema técnico específico.

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Industrial (Acta N°2719152) y es de uso exclusivo para los participantes del curso. Su uso indebido será penado por la ley.
Es así, que a partir de 1909 se crean los institutos pioneros de la normalización BSI (British Standards Institution)
en Inglaterra, AFNOR (Association Francaise de Normalisation) en Francia y DIN (Deustcher Normenausschuss)
en Alemania.
En general podemos resaltar la frecuente coincidencia entre el nacimiento de estos organismos de normalización
y una movilización económica nacional, ya sea militar o pacifista. Esto se explica fácilmente puesto que la
normalización permite obtener el máximo rendimiento de las fuerzas productivas de un país.
Podemos igualmente hacer notar que la creación de estos institutos en los países desarrollados es anterior a la
primera guerra mundial, mientras que en los países en desarrollo fue un poco posterior a la segunda guerra
mundial.
No obstante, entre los países que ya contaban con normas nacionales, la situación no dejaba tampoco de
presentar dificultades, debido a que cada país tenía normas propias que, no solo no guardaban relación con las
de otros países, sino que muchas veces establecieron requisitos diferentes e inclusive, unidades de medida muy
diversas.
Esto trajo como consecuencia lo que se dio en llamar barreras técnicas, es decir, obstáculos a la libre
circulación de los productos, no como resultado de impuestos, sino de la no adaptación de los productos a las
exigencias en vigencia en los mercados, como por ejemplo, aparatos eléctricos de 110 V 50 ciclos destinados a
los países de 220 V 60 ciclos.
Estos inconvenientes y trastornos al comercio internacional fueron los que motivaron que los Institutos de
normalización, fundaran en 1926 la Federación Internacional de asociaciones Nacionales ISA. Esta Federación
realizó desde 1926 a 1936 una labor pionera e importante.
Sin embargo quedó inoperante durante la segunda guerra mundial, lo que motivó su disolución y su trabajo fue
continuado y ampliado por ISO (Organización Internacional de Normalización) fundada en 1924 y que tiene
su sede en Ginebra, Suiza, y que en la actualidad agrupa a más de 90 países colaborando con ella, a través de
sus correspondientes Comités Técnicos Especializados.
En nuestro país se funda en 1935 el IRAM, llamado Instituto Argentina de Racionalización de Materiales y que
hoy se llama Instituto Argentino de Normalización y que por Decreto 1474 es la única Institución nacional
reconocida por el estado como organismo nacional de normalización y representar al país frente a ISO,
COPANT (Comisión Panamericana de Normas Técnicas) y AMN (Asociación Mercosur de Normalización).
Las normas que publican estas instituciones garantizan, al establecer requisitos iguales para productos iguales
manufacturados en diversas partes del mundo, ampliándose el mercado a todos los países, facilitándose el
intercambio comercial de productos en beneficio de la humanidad.
La normalización significó una profunda transformación en las condiciones y formas de producción y en los
ámbitos del consumo.
Conforme se fueron desarrollando y mejorando los mecanismos los sistemas y mecanismos a través de los
cuales se fiaban las normas técnicas para la producción, se permitió un mayor flujo de intercambio comercial y
un abastecimiento más adecuado para los consumidores.
En los centros productivos en los que existen normas técnicas que son aplicadas, se han logrado efectos
benéficos sobre la estructura de la producción y, además, el consumidor ha tenido oportunidad de comparar
niveles de calidad en función del precio y poder realmente contar con la garantía de un mecanismo, el de
normalización que le asegura que el producto que adquiere, debidamente normalizado, es aquel que responde a
sus necesidades.
Por ello el siglo XX, en que se ha producido una profunda transformación en el campo tecnológico y un
desarrollo notable de nuevos artículos para atender a nuevas necesidades, el concepto de la normalización y
racionalización ha estado inherentemente unido a la evolución de la economía y de la actividad productiva,
marcando hondamente el comportamiento de los centros de consumo y producción.

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