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Oración de apertura propia:

Y así reconoceremos a las Fuerzas de la Luz, guía, dirección, y coraje para conocer la Verdad,
en tanto ésta se revele por nuestro mayor bien y el mayor bien de todos los que están
conectados con nosotros. Oh, Espíritu Santo de Dios, protégeme de toda forma de
egocentrismo, y dirige mi atención al trabajo que tengo entre manos.
Ayúdame a conocerme a mí mismo a la Luz de los Registros Akásicos, para poder verme a
través de los ojos de los Señores de los Registros, y para que comparta la sabiduría y la
compasión que mis Maestros, mis Profesores y mis Amados sienten por mí.
Los Registros están ahora abiertos, los Registros están ahora abiertos, los Registros están
ahora abiertos.

Oración de apertura para terceros:


Y así reconoceremos a las Fuerzas de la Luz, guía, dirección, y coraje para conocer la Verdad,
en tanto ésta se revele por nuestro mayor bien y el mayor bien de todos los que están
conectados con nosotros, Oh Espíritu Santo de Dios, protégeme de toda forma de
egocentrismo, y dirige mi atención al trabajo que tengo entre manos.
Ayúdame a conocer a “nombre” a la Luz de los Registros Akásicos, para poder ver a
“nombre” a través de los ojos de los Señores de los Registros, y para que comparta la
sabiduría y la compasión que los Maestros, Profesores y Amados sienten por (él/ella)
Los Registros están ahora abiertos, los Registros están ahora abiertos, los Registros están
ahora abiertos

Oración de clausura (en voz alta):


Me gustaría darles las gracias a los Maestros, los Profesores y los Amados por su amor y su
compasión. Me gustaría darles las gracias a los Señores de los Registros Akásicos por su
punto de vista. Y me gustaría darle las gracias al Espíritu Santo de Luz por todo el
conocimiento y la sanación.
Los Registros están ahora cerrados. Amén
Los Registros están ahora cerrados. Amén
Los Registros están ahora cerrados. Amén
DECRETO
Por el poder de Dios en la tierra, Por el poder de los hombres y las mujeres, Por el poder del
amor y de la voluntad divina del que soy y siempre seré una parte y un todo, una luz y un
maestro, Desde mi divina presencia yo soy, Yo (tu nombre completo), Decreto y afirmo,
desde la luz y por la luz, que disuelvo, anulo y cancelo todos y cada uno de los contratos,
acuerdos, sometimientos, dolor y culpa, necesidades, anhelos y energías karmáticas con
(nombre), con Todos los seres de mis vidas pasadas, presente y futuras, aquí en la tierra y
en cualquier lugar del universo infinito, Ahora y para siempre yo me libero y les libero, y
Solo hay luz y nada más que Luz.
Así es, Así es, Así es, hecho está, hecho está, hecho está.
Desde el cielo con amor y luz. Por siempre y para siempre Es. El infinito se abre a mis pies y
me libero.
Yo me limpio y libero de todos mis miedos traumas dolor y sufrimiento de todas mis vidas
pasadas presentes y futuras. Yo decreto que la vida para mi y todos los seres sea desde
ahora y para siempre dulce, feliz, amorosa, fácil y ligera, fluida y maravillosa.
Así es, Así es, Así es, hecho está, hecho está, hecho está.
Meditación de apertura: El Pilar de Luz
Siéntese con las plantas de los pies en contacto con el suelo, y deje que la silla mantenga su
espalda erguida y le sustente. Tome conciencia de dónde está y dónde está su cuerpo…
Después, frótese las manos y comience a atraer energía desde el núcleo de la Tierra.
Extráigala desde el mismo centro del planeta, a través de las plantas de los pies, y deje que
recorra su cuerpo… que suba por sus piernas… ascendiendo por el tronco… hasta llegar al
cuello… y, aún más arriba, hasta la cavidad del cráneo. Sienta cómo la energía ejerce
presión en las paredes internas de su cráneo.
Mientras sigue frotándose las manos, quizás perciba que la energía ha ido bajando por sus
brazos hasta llegarle a las manos. Para entonces, deberá tener las manos calientes. Haga
uso de ellas para limpiarse el aura, el campo de energía que rodea su cuerpo. Cepíllese
físicamente el cuerpo, desprendiéndose de toda vibración que haya en usted o alrededor de
usted que no sea suya.
Envíe todas esas vibraciones a la tierra, para que las absorba y las transmute. Después,
cuando haya terminado, pose las manos con las palmas hacia arriba sobre su regazo, o bien
sobre los reposabrazos de la silla.
Ahora, tome conciencia de la infinitamente poderosa y amorosa fuente de Luz que está
siempre ahí, flotando a unos 45 centímetros por encima de su cabeza… A medida que toma
conciencia de ella, la Luz se activa más y más, y desprende algo parecido a una lluvia que
cubre su cuerpo, por delante, por detrás y a ambos lados. La Luz limpia en usted o su
alrededor todo cuanto pueda interferir con su capacidad para experimentar su propia
bondad fundamental.
A medida que la Luz desciende desde la cabeza hasta los dedos de los pies, sentirá que se va
acumulando en sus pies y que comienza a rebosar, creando una plataforma de Luz que le
sustenta en este lugar, en ese instante del tiempo.
La Luz no le sujeta los pies, sino que les proporciona apoyo y sustento.
Después, la Luz comienza a llenar su campo de energía. Se trata de un espacio con forma de
huevo que se extiende a su alrededor, alrededor de 45 centímetros en todas direcciones,
hacia delante, hacia atrás y a ambos lados. La Luz comienza a llenas ese espacio… sube por
sus tobillos… por sus rodillas… por las caderas… recorriendo su cuerpo hasta los hombros y,
más arriba, hasta la cabeza, de tal modo que se halla ahora sentado dentro de un pilar de
Luz.
Tómese unos instantes para dejar que la Luz haga su trabajo en usted. En primer lugar, y
gracias a sus propiedades magnéticas naturales, la Luz extraerá de usted todo aquello que
no le sea de ayuda: cualquier dolor físico, cualquier tensión o angustia que se halle
presente; cualquier turbulencia emocional, preocupación o caos; y de su mente, cualquier
pensamiento que pueda estar intimidándole o haciéndole sentir mal. La Luz puede extraer
todo eso de usted.
Puede extraer cualquier cosa que esté interfiriendo desde dentro con su experiencia de la
siempre presente paz interior. No necesita decirle a la Luz que haga eso. La Luz es una
inteligencia infinita que sabe exactamente lo que usted necesita en este momento.
Simplemente, deje que haga su trabajo. Y mientras la Luz extrae de usted todo eso merced
a su naturaleza magnética, sienta que, al mismo tiempo, y gracias a su naturaleza radiante,
la Luz se irradia en su interior. Sienta cómo se irradia dentro de usted desde todos los
ángulos posibles (por delante, por encima, por debajo…), cómo atraviesa las fronteras de su
piel, y sienta cómo la Luz se convierte exactamente en todo aquello que necesita; de tal
modo que, si lo que necesita es coraje, la Luz se convierte en coraje. Quizás necesite usted
consuelo; y la Luz se convertirá en consuelo.
Ábrase y observe la Luz mientras se convierte en lo que usted necesita, mientras satisface
cualquier necesidad que pueda tener en este momento. Tómese unos instantes para dejar
que esto ocurra…
Llegado este momento, debería de estar en un estado de equilibrio razonable, listo o lista
para seguir avanzando. Vuelva a situar su atención en este mismo instante, y luego continue
leyendo

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