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D´Elia, Cintia Mara

DNI 28127315
Perspectivas acerca de los sujetos de la Educación
Tramo 2 -Psicología del sujeto-
Examen final
La ESI como un derecho
“El rosa es de nena, el celeste de nene; las chicas juegan con muñecas y los chicos a la pelota.
Existen roles, actividades y juegos diferenciados para hombres y mujeres, que una mujer quiera jugar
al futbol todavía despierta críticas, y es tildada de ´marimacho´ o ´machona´, y hasta de lesbiana”.
Me resulta imposible dejar pasar por alto estos comentarios que creía anticuados y
pasados de moda pero que escucho que se replican una y otra vez, en cada clase y en cada
aula de las diferentes escuelas que tránsito a diario. ¿Tiene que ver con la cuestión de origen
de estos y estas estudiantes, o, con la idiosincrasia adolescente?, ¿Cuánto avanzamos desde
que la Ley nacional 26150/06 creó e implementó en los tres niveles de enseñanza el
Programa de Educación Sexual Integral, un programa obligatorio que todas las instituciones
educativas -tanto públicas como privadas- tenían que acatar? ¿En qué fallamos como
docentes responsables de su implementación para que estas falsas creencias sigan cobrando
viva voz entre nuestros alumnos y alumnas?
La educación sexual integral (ESI) es un derecho que tienen todas las niñas, niños y
jóvenes de todas las escuelas del país, en todos sus niveles de enseñanza, de acceder a una
educación sexual integral. Sexualidad entendida desde el punto de vista cultural, como una
de las dimensiones constitutivas de los individuos, relevante para su despliegue y bienestar
durante toda la vida, que abarca tanto aspectos biológicos, como psicológicos, sociales,
afectivos y éticos; tal como lo sostiene la Organización Mundial de la Salud (OMS) y se
explicita en la ley mencionada. De esta manera, se incluye como contenido el desarrollo de
saberes y habilidades para el conocimiento y cuidado del propio cuerpo; la valoración de las
emociones y de los sentimientos en las relaciones interpersonales; el fomento de valores y
actitudes relacionados con el amor, la solidaridad, el respeto por la vida, la integridad y las
diferencias entre las personas, la identidad de género; y el ejercicio de los derechos
relacionados con la sexualidad. Conlleva propuestas que apuntan a generar aprendizajes de
tipo cognitivo, más allá de lo corporal. Implica no sólo acercar información científicamente
validada, acorde a cada etapa de desarrollo, sino también, el conocimiento de derechos y
obligaciones, y el trabajo sobre los prejuicios y las creencias que sostienen actitudes
discriminatorias, como, por ejemplo, los estereotipos de género y las falsas creencias como
la mencionada al comienzo.
La ESI, de esta manera, contribuye a desarrollar la potencialidad vincular del sujeto, y a
construir y conquistar las categorías de vínculo y de alteridad, tal como plantea Mariana
Soler, para que el encuentro del sujeto con el otro sea saludable, ya que esta implica una
D´Elia, Cintia Mara
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Perspectivas acerca de los sujetos de la Educación
Tramo 2 -Psicología del sujeto-
Examen final
capacidad, un recurso, con que cuenta para no definir el vínculo por lo anterior, lo
preestablecido; sino que aloja a la subjetividad naciente como un sistema abierto,
descompleto que está por-venir en cada encuentro vincular. Para ello, es necesario entender
al cuerpo del sujeto como un cuerpo sexuado vincular - visión integral del cuerpo- y no como
objeto - visión biologicista-.
En este sentido, resulta también importante comprender la importancia del contexto
sociocultural en el desarrollo de esta subjetividad por-venir y en el afianzamiento de la
identidad del adolescente. Principalmente de la familia, como núcleo primordial y primero
de pertenencia como refieren Bourdieu, o Margulis y Urresti o Inés Robasco.
Mas precisamente, Margulis y Urresti plantean que es en la familia donde se define el
lugar real e imaginario de cada categoría de actores dentro del entorno del parentesco. La
familia es la institución principal en la que se define y representa la condición de joven, el
escenario en el que se articulan todas las variables que la definen.
Robasco plantea que la tarea primordial de la adolescencia consiste en establecer una
identidad dominante del YO, para lo cual cobra importancia ese grupo de origen -la familia-
en que debe arraigarse ese YO para desarrollarse favorablemente. Así, la constitución
subjetiva del niño establece que, éste al nacer ya se encuentra en un espacio otorgado por el
grupo social al que pertenece, el cual, crea una dialéctica donde le imponen sus enunciados
(como la diferencias entre hombres y mujeres arraigadas en las creencias patriarcales). A su
vez, la relación que existe entre la constitución subjetiva con el grupo de origen de los
sujetos es esencial (sobre todo a la horade transitar la escuela), ya que cualquier comentario
despectivo a su historia, cultura o color de piel va a provocar un acto violento hacia su
subjetividad e identidad, creándole un sentimiento de protección hacia su familia y los
suyos.
Siguiendo la misma línea, Mariana Soler explica que las funciones parentales anticipan un
cuerpo para el niño aún antes de nacer, imaginando un nombre y proyectando un modo de
ser. Sin embargo, agrega que, al llegar a la adolescencia, el cuerpo sexuado del joven no es
anticipable ni por los padres, ni por los pares, y ni siquiera por el mismo adolescente. Es el
mismo joven quien se vinculará con su cuerpo de acuerdo a cómo haya construido en su
infancia el vínculo con sus padres. Si impero la violencia primaria, este será capaz de
investirlo, tatuarlo, pintarlo, disfrazarlo, y vivenciarlo con placer porque, aunque esta
transformación genere extrañeza y susto en lo familiar, el adolescente podrá contar con su
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Examen final
apoyo y con el del grupo de pares que oficiará de soporte de la función del espejo: otros en
quienes reconocerse e identificarse.
Esto demuestra cómo la ESI como un derecho acompaña al desarrollo tanto físico como
psíquico de las niñas, niños y adolescentes, y contribuye al desarrollo y fortalecimiento de su
identidad. Además, vemos cómo postula el fortalecimiento de los procesos de construcción
de autonomía, que posibilitan el respeto por la diversidad de identidades sin prejuicios
derivados de la orientación sexual, la identidad de género, la apariencia física, las diferencias
étnicas, culturales, entre otras. Es decir, es en este punto que la ESI da lugar a la tolerancia y
a la aceptación del otro como sujeto autónomo, como un actor social completo y con
características propias, tal como lo plantea Mariana Chaves, para poder construir con él, con
ese otro como un otro legítimo, en la diferencia, la diversidad y la desigualdad en pos de la
igualdad social.
Chaves plantea, a su vez, que esta identidad es dinámica, pues no es una “cosa” con la
cual se nace y se permanece toda la vida, sino que se construye. Se transforma a lo largo de
los años tanto en la historia individual –la biografía- como en la historia social. Y, además, es
situacional, se hace uso de las identificaciones según la situación.
No debemos olvidar que la escuela secundaria recibe a adolescentes en el momento de
mayor peso en la constitución de sus identidades y nuevas modalidades vinculares.
Como docentes de nivel secundario en contacto diario con los adolescentes, tenemos la
responsabilidad y, a la vez, la gran oportunidad de enseñar ESI en las escuelas, para que
estas falsas creencias que mitigan la identidad de género y corrompen la subjetividad plena
del adolescente sean revertidas por la libre elección que implica el derecho a una educación
sexual integral. Como vimos, la ESI es importante para que los niños, niñas y jóvenes puedan
construir su propia subjetividad, desarrollar pensamientos libres de prejuicios a los gustos de
cada uno, y que puedan expresarse mejor, en el reconocimiento de la diferencia, el respeto
a la diversidad y la lucha contra la desigualdad.
El verdadero desafío para trabajar con los adolescentes es que puedan transformar sus
relaciones de objeto en vínculo. Para ello, es necesario focalizar en el saber hacer, donde se
promueve la adquisición de prácticas tales como la posibilidad de decir “no” , el
fortalecimiento de conductas de respeto y cuidado personal y colectivo de la salud, y,
también, de habilidades psicosociales, como propiciar el diálogo, lograr acuerdos, expresar
sentimientos y afectos, y revertir estas falsas creencias, para que las nenas puedan elegir el
D´Elia, Cintia Mara
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Perspectivas acerca de los sujetos de la Educación
Tramo 2 -Psicología del sujeto-
Examen final
celeste y jugar libremente al futbol, y los nenes el rosa, cocinar, bailar o patinar sin ser
tildados de maricas.

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