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ISSN 0718-0195
Centro de Estudios Constitucionales de Chile Universidad de Talca
“Cosa Juzgada Constitucional Sui Generis y su Efecto en las Sentencias del Tribunal
Constitucional en materia de Inaplicabilidad e Inconstitucionalidad”
Emilio Alfonso Garrote Campillay
I. Introducción
Nuestro modelo de justicia constitucional en virtud de la Ley de Reforma
Constitucional de 2005, sufrió modificaciones sustanciales. De un sistema
* Alumno regular del programa de Doctorado en Derecho de la Universidad de los Andes. Dirección
Postal: San Carlos de Apoquindo 2200. Las Condes, Santiago, Chile. Becario Conicyt para estudios de
Doctorado en Chile. Email: egarrote@uandes.cl - emilio.garrote@uda.cl. Un agradecimiento especial
al profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes Dr. Luis Alejandro Silva Irarra-
zabal, por sus observaciones y comentarios. Artículo presentado el 30 de enero de 2012 y aprobado
el 20 de junio de 2012.
1
Ríos (2002), p. 40; Martínez (2005), p. 466.
2
Nogueira (2002), p. 74.
3
Ríos (2005), p. 76.
4
Bajo el actual modelo de jurisdicción constitucional, el Tribunal Constitucional tiene potestad para
pronunciarse sobre la aplicación de las leyes respecto de gestiones radicadas en tribunales ordinarios o
especiales, a objeto de determinar su inaplicabilidad o inconstitucionalidad, pero no tiene facultades para
resolver el conflicto o interpretar la ley.
5
Zuñiga (2005), p. 490.
6
De la Oliva (1991), p. 17
7
Couture (2010), p. 326.
8
Sentencia Corte Suprema, 05 de noviembre de 1970, RDJ, t. 67, sec. 1ª, p. 505.
9
Sentencia Corte Suprema, 06 de abril de 1939, RDJ, t. 37, sec. 1ª, p. 1.
10
Nogueira (2004), pp. 112 y ss.
11
Nogueira (2004), p. 113.
12
Tribunal Constitucional, Rol Nº 558 (590)-2006-INC, de 05 de junio de 2007. Rol Nº 681-2006
13
Zúñiga (2009), p. 16.
14
Tribunal Constitucional, Rol Nº 1173-2008-INC, de 16 de abril de 2009.
15
Tribunal Constitucional, Rol Nº 1254-2009-INA, de 29 de julio de 2009.
16
Fernández y García (1989), p. 186.
17
Nieva (2010), p. 33.
18
Nogueira (2005), pp. 421 y ss.
19
Aldunate (1993), pp. 355 y ss.
20
Soto (1982), pp. 284-300.
21
Errázuriz y Otero (1989), pp. 195-2009.
22
Zapata (2008), p. 365.
23
Ríos (2010), p. 61.
24
Pica (2010a), pp. 254 y ss.
25
Pica (2010b), p. 98.
cosa juzgada sustancial y absoluta, con efecto erga omnes; por lo tanto, lo resuelto
no puede volver a debatirse”26.
Por mi parte estimo que no existe una cosa juzgada constitucional en
el sentido técnico procesal de la institución. Las sentencias emanadas del
Tribunal Constitucional no producen cosa juzgada material, sino que en el
ámbito constitucional existe una cosa juzgada sui generis. Ésta no responde a
las características y principios que fundamentan la cosa juzgada en general.
Se aparta de las categorías tradicionales del Derecho en general y del proce-
sal civil en especial, por las razones que pasamos a exponer en el siguiente
apartado.
a) Vacío normativo
26
Colombo (2005), p. 285.
Cuyo texto refundido, coordinado y sistematizado se encuentra en el D.F.L. Nº 5 de fecha 10 de
27
b) Dinamismo y flexibilidad
c) Jurisprudencia constitucional
28
Tribunal Constitucional, Rol Nº 979-2007-INA, de 29 de noviembre de 2007.
29
Rubano (1997), p. 110.
30
Véase Tribunal Constitucional, Rol Nº 591-2006-RINC, de 11 de enero de 2007.
31
Casal (2004), p. 306.
32
Aldunate (1993), p. 355.
33
Aldunate (1993), pp. 355-359.
34
Casal (2004), p. 307.
Por ejemplo en España, donde además de los procesos de amparo ante los tribunales ordinarios,
35
extraordinaria por la Sala Constitucional del Tribunal Supremo, lo mismo sucede en Colombia, quedan
sujetas a la revisión por parte de la Corte Constitucional.
37
Casal (2004), p. 308.
38
Hernández (2004), pp. 45-60.
“Los fallos que la Corte dicte en ejercicio del control jurisdiccional hacen tránsito a cosa juzgada
39
constitucional”.
“La sentencia del Tribunal que declara la inconstitucionalidad de una norma se publica en el Diario
40
particulares, si los hubiere. Tiene el valor de cosa juzgada a partir del día siguiente de su publicación y
no cabe recurso alguno contra ellas. Las que declaran la inconstitucionalidad de una ley o de una norma
con fuerza de ley y todas las que no se limiten a la estimación subjetiva de un derecho tienen plenos
efectos frente a todos”.
42
Fernández y García (1989), p. 186.
43
Zúñiga (2010), p. 267.
44
Verdugo (2011), p. 1.
45
Sentencia Corte Suprema, Rol Nº 4518-2011, de 30 de noviembre de 2011. Sentencia Corte Ape-
laciones Valparaíso Rol Nº 300-2010, de fecha 06 de mayo de 2011, Tribunal Constitucional, Rol
Nº 1801-2010-INA, de 12 de abril de 2011.
Tribunal Constitucional, Rol Nº 608-2006- INA, de 02 de octubre de 2007 - Rol Nº 623-2006- INA,
46
de 10 de septiembre de 2007.
Tribunal Constitucional, Rol Nº 781-2007- INA, de 27 de septiembre de 2007 - Rol Nº 535-2006-
47
i) Naturaleza incidental
Si se analiza la cuestión desde el punto de vista procedimental, el proceso
constitucional debiera constituir un incidente respecto de la gestión pendien-
te. En tanto es de la esencia de la cosa juzgada que la sentencia que adquiere
dicha calidad resuelva el asunto, el objeto del proceso. En definitiva que se
pronuncie sobre el fondo de la litis. Si bien la inaplicabilidad la podemos
calificar como acción, a diferencias de las acciones en general, ésta tiene una
dependencia directa de la gestión pendiente. Da origen al proceso constitu-
cional de inaplicabilidad, pero lo hace a propósito de una gestión pendiente.
Luego, la sentencia pareciera que no produce cosa juzgada al no pronunciarse
sobre el fondo como sucede en materia de acciones procesales. Entendida esta
última como derecho público subjetivo destinada a provocar el ejercicio de
la actividad jurisdiccional para la aplicación del derecho a un caso concreto
con eficacia de cosa juzgada 50.
48
Martínez (2011), p. 383.
49
Gómez (2005), p. 669.
50
Romero (2002), p. 23. Ha sostenido que: “Para que las sentencias interlocutorias firmes produzcan cosa
juzgada, se debe exigir un pronunciamiento sobre el fondo del asunto o sobre alguna situación jurídica
equiparable al pronunciamiento sobre el fondo”.
51
Casal (2006), pp. 243 y ss.
Para poder entender de mejor manera las particularidades de esta cosa juz-
gada sui generis, o cosa decidida, previamente realizaré algunas observaciones al
nuevo modelo de justicia constitucional implementado a partir de la reforma
de 2005. Se dará cuenta en términos generales del tratamiento a nivel de doc-
trina de los efectos de las sentencias emanadas del control constitucional. Se
analizan algunas instituciones muy cercanas a la cosa juzgada, destacando sus
diferencias, como por ejemplo, la preclusión, la inadmisibilidad y el precedente
constitucional. Finalmente me aboco a los efectos de cosa juzgada sui generis
en las sentencias emanada del control constitucional nacional a propósito de
la acción o cuestión de inaplicabilidad e inconstitucionalidad.
Para algunos autores es de la esencia de todo proceso que los efectos de la
sentencia que le pone término se traduzcan en una verdad jurídica indiscutible
e inamovible, o sea, que produzca cosa juzgada. Que las sentencias emanadas de
los procesos que tienen por objeto declarar la inconstitucionalidad de una ley o
de un decreto de competencia de los Tribunales Constitucionales producen cosa
juzgada sustancial y absoluta, con efecto erga omnes. Por lo tanto, lo resuelto
no puede volver a debatirse54. El propio TCCh sobre la materia no ha tenido
52
Aldunate (1993), p. 356.
53
Colombo (2002), p. 66.
54
Colombo (2005), p. 285.
un criterio uniforme. Éste no alude a la cosa juzgada, sino que utiliza otros tér-
minos para referirse a ella. Como por ejemplo, declaración de inadmisibilidad,
preclusión. En otros casos atiende a la naturaleza del proceso constitucional
como tendremos la oportunidad de analizar más adelante.
55
Casal (2004), p. 300
56
López (2000), pp. 14 y ss.
57
Véase Legarre y Rivera (2006), pp. 109 y ss.
58
Véase Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, vigésima segunda edición 2001.
59
Vallines (2004), p. 33.
60
Muerza et al. (2001), p. 605.
61
Sentencia Corte Suprema, Rol Nº 12.684, de 4 de mayo de 1990.
62
La confusión emana de la máxima según la cual la cosa juzgada cubre lo deducido y lo deducible, la
sola expresión cosa juzgada, demuestra que la máxima es errática, en efecto, resulta un contrasentido
afirmar que hay cosa juzgada sobre “lo no juzgado”. Técnicamente es más correcto sostener que hay cosa
juzgada sobre lo deducido y juzgado, en tanto que, sobre lo no deducido y, por ende, no juzgado, pero
deducible, existe preclusión.
63
Tribunal Constitucional, Rol Nº 1311-2009- INA, de 2 de abril de 2009.
64
Tribunal Constitucional, Rol Nº 1311-2009- INA, de 2 de abril de 2009.
65
Gandulfo (2009), p. 131.
66
Tribunal Constitucional, Rol Nº 1311-2009 INA, de 2 de abril de 2009.
67
Gandulfo (2009), p. 179.
68
Legarre y Rivera (2006), p. 109.
69
Nogueira (2006), p. 169.
70
Nogueira (2006), pp. 119-121.
71
Romero (2011), pp. 932-933.
72
Carreño y Jaraquemada (2010), p. 408.
aplica a un caso análogo o donde se deben considerar las mismas normas, salvo que
el Tribunal que lo dictó lo enmiende fundadamente”73.
En un orden político y social el precedente permite dar consistencia y
previsibilidad a la interpretación del ordenamiento jurídico constitucional y
cumplir con los estándares de razonabilidad y universalidad en la aplicación del
Texto Constitucional. Contribuyendo a la certeza jurídica, así conjuntamente
con la cosa juzgada tendríamos también una cosa interpretada 74. El profesor
Humberto Nogueira, comentando el Proyecto de Reforma Constitucional ma-
terializado en la Ley Nº 20.050, participa de la idea de establecer que la ratio
decidendi debería ser al menos criterio auxiliar para la aplicación del derecho
por todos los órganos del Estado. Mientras dichos criterios no sean modificados
por el TCCh. Distinguiéndose de los obiter dicta, los que no tienen el mismo
carácter. Por lo que no constituyen precedentes. Ni deben ser seguidos por los
tribunales inferiores75.
Sin embargo, no debemos confundir este efecto con el de cosa juzgada. El
efecto de cosa juzgada implica que la certeza declarada en la sentencia impide
una decisión de fondo sobre el mismo juicio. Tampoco debemos confundirlo
con los efectos emanados de la parte resolutiva de la decisión adoptada. O con
el efecto erga omnes de la declaración de inconstitucionalidad que provoca la
invalidación de la norma viciada y que obliga a toda persona, grupo y órgano
del Estado. No obstante, el precedente participa de la cosa juzgada de la que
goza la parte resolutiva de la sentencia y se beneficia del efecto erga omnes del
fallo de inconstitucionalidad.
Discrepo de la doctrina nacional que al hablar del sentido y alcance de la
interpretación constitucional o efecto de los fallos del TCCh lo hacen utili-
zando la expresión precedente constitucional, especialmente en el caso de la
inaplicabilidad. Dado que en el caso de la inconstitucionalidad, los efectos se
producen por la invalidación de la norma del sistema jurídico. El precedente
constitucional implica que las decisiones del órgano de justicia constitucional son
de observancia obligatoria para los distintos poderes públicos y los ciudadanos.
En el Sistema Anglosajón o del Common Law los tribunales y jueces inferiores en
el caso inglés, se encuentran sometidos rígidamente a los precedentes judiciales.
Constituyéndose así en una verdadera Fuente del Derecho.
73
Fernández (2006), p. 137.
74
Carreño y Jaraquemada (2010), p. 409.
75
Nogueira (2005), p. 28.
76
Harol (2001), p. 180.
77
Martínez y Zúñiga (2011), p. 209.
señale expresamente que las sentencias del TCCh tienen el valor de precedente
constitucional.
La norma creada por esta magistratura no tiene la virtud de incorporarse
al derecho objetivo, con alcance general y vinculante para todos los poderes
públicos. La inobservancia de sus decisiones no se considera como una vul-
neración al Derecho vigente. Con todo, estimo que se trata en definitiva de
una jurisprudencia con escaso valor persuasivo conforme al modelo actual de
justicia constitucional, mientras no se realizan las modificaciones normativas
en el sentido arriba señalado.
78
En la Comisión de estudios de la Nueva Constitución, Sesión 251, el Ministro de la Corte Supre-
ma José María Eyzaguiirre propuso que existiendo tres declaraciones de inaplicabilidad en el mismo
sentido, lo decidido tuviera efectos generales, propuesta que no prosperó, la misma idea fue objeto de
debate en el Senado durante la tramitación de la Reforma Constitucional de 2005, ante la Comisión
de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, propuesta por los Ministros del Tribunal Cons-
titucional señores Colombo y Valenzuela, la que también fue rechazada.
79
Martínez (2011), p. 381.
80
Zapata (2008), p. 145.
81
Hormazábal (2006), p. 36.
Véase voto concurrente Ministro Correa Sutil. Tribunal Constitucional, Rol Nº 810-2007-INA, de
82
24 de enero de 2008.
83
Tribunal Constitucional, Rol Nº 976-2007- INA, de 26 junio de 2008.
Tribunal Constitucional, Rol Nº 480-2006- INA, de 27 de junio de 2006 - Rol Nº 546-2006 INA,
84
de 17 de noviembre de 2006.
de su aplicación resulta compatible con la Ley Suprema, sólo en ese caso será
inconstitucional.
g) Acción de inconstitucionalidad
A diferencia del anterior, estamos frente a un control jurisdiccional represivo
y “abstracto” de normas legales. El conflicto gira en torno a la Ley Suprema y el
precepto legal declarado previamente inaplicable y cuya sentencia estimatoria,
produce efectos temporales ex nuc; efectos personales generales o erga omnes y
anulatorios. Invalidado el precepto legal, éste dejará de formar parte del ordena-
miento jurídico. En efecto, el TCCh ha señalado “el juicio de inconstitucionalidad
expresa una comparación abstracta de dos normas de distinto rango, para constatar
su manifiesta incompatibilidad. La ilegitimidad constitucional del precepto legal
emana de su propio enunciado, sin referencia a una situación singular”85.
Conforme al artículo 93 numeral séptimo de la CPRCh el Tribunal sólo puede
declarar inconstitucional un precepto legal ya declarado inaplicable. Posterior-
mente, no puede extender su declaración de inconstitucionalidad más allá de lo
resuelto previamente en las sentencias de inaplicabilidad. Sólo puede considerar
las causales en que se sustentó la declaración previa de inaplicabilidad. Es decir,
considerar los vicios de inconstitucionalidad que motivaron específicamente la
declaración de inaplicabilidad. Lo que se desprende de la expresión “declarado
inaplicable de conformidad a lo dispuesto en el numeral anterior”.
Sin pretender ahondar sobre el punto, ya que no forma parte de nuestro
estudio, se hace difícil pensar en la práctica cómo se puede efectuar un control
abstracto, sin tener en consideración los argumentos de la inaplicabilidad
ya declarada, sin entrar a consideraciones sobre el fondo de la gestión pen-
diente. Teóricamente, es abstracto, pero todo parece indicar que es mucho
más concreto de lo que pareciera ser. Ambos controles deben proyectarse a la
argumentación y hermenéutica constitucional que se desenvuelve en el pro-
ceso y se expresa en definitiva en la sentencia de término. Sin embargo, como
muy bien anota entre otros Francisco Zúñiga, en general la jurisprudencia del
TCCh en sede de inaplicabilidad y de la cuestión de inconstitucionalidad no
se aprecia argumentos y uso de reglas que distingan el juicio de legitimidad.
No obstante se trata de acciones de distinto alcances 86. El TCCh en virtud
85
Tribunal Constitucional, Rol Nº 1254-2009-INC, de 29 de julio de 2009.
86
Zúñiga (2009), p. 36.
87
Tribunal Constitucional, Rol Nº 993-2007-INA, de 13 de mayo de 2010.
88
Verdugo (2008), p. 253.
Conclusiones
la revisión de la aplicación del derecho realizada por los jueces, sino sólo si esa
aplicación se adecua a la Ley Fundamental.
4.- La sentencia estimatoria de inaplicabilidad no produce efecto alguno en
la gestión pendiente que se sigue ante un tribunal ordinario o especial. Dado
que el precepto legal impugnado en el evento que se acoja, no es aplicable. El
efecto lo produce en el juicio de inaplicabilidad seguido ante el TCCh. Situa-
ción que queda aún más patente cuando se trata de la sentencia estimatoria de
inconstitucionalidad. Ya que la norma cuestionada es invalidada, dejando de
formar parte del ordenamiento jurídico.
5.- La declaración de inconstitucionalidad provoca la invalidez del precepto
legal declarado previamente inaplicable por haberse omitido alguno de los requi-
sitos para la validez de las actuaciones de los órganos del Estado, no la derogación
del precepto legal. La facultad de declarar la inconstitucionalidad de una ley
con efectos generales y obligatorios para todas las autoridades constituye una
interferencia al poder legislativo. La facultad legislativa, creadora de Derecho,
es exclusiva del pueblo o sus representantes debidamente electos. Ellos son los
llamados a hacer las normas con sustancia legislativa y efectos erga omnes. Son
la máxima institución representativa del pueblo dentro de un Estado y tienen
la calidad o estatus de constituyente derivado.
6.- Nuestro modelo de justicia constitucional separado del Poder Judicial
carece de reglas claras que regulen la jerarquía y relaciones entre la judica-
tura constitucional y la ordinaria, lo que genera criterios muy dispares entre
sus fallos. En efecto, de la simple lectura de las sentencias que resuelven la
gestión pendiente, habiéndose pronunciado el TCCh, ya sea acogiendo o
desestimando la inaplicabilidad, en ninguno de los considerando se hace la
más mínima alusión a los fundamentos y razonamientos tenido en cuenta
por el Intérprete Constitucional. Incluso fallándose en sentido contrario a
la determinación del Intérprete Supremo. Cuestión que se produce no sólo
a propósito de requerimientos de inaplicabilidad a petición de parte sino
también de oficio por el juez que conoce del asunto. Sea que se trate de un
tribunal ordinario o especial, dejando en entredicho la fuerza vinculante y el
efecto de sus sentencias.
Bibliografía Citada
Aldunate Lizana, Eduardo (1993): “Jurisdicción Constitucional y Cosa Juz-
gada Constitucional”, en Revista Chilena de Derecho, (Vol. 20 Nº 2-3),
pp. 355-359.
Jurisprudencia Citada
Sentencia Corte Suprema, 6 de abril de 1939, RDJ, t. 37, sec. 1ª, p. 1.
Sentencia Corte Suprema, 5 de noviembre de 1970, RDJ, t. 67, sec. 1ª,
p. 505.
Sentencia Corte Suprema, Rol Nº 12.684, de 04 de mayo de 1990.
Tribunal Constitucional, Rol Nº 480-2006 INA, de 27 de junio de 2006.
Tribunal Constitucional, Rol Nº 546-2006 INA, de 17 de noviembre de
2006.
Tribunal Constitucional, Rol Nº 591-2006-INC, de 11 de enero de 2007.