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El cobre, por sus características, es sin duda el metal más apropiado para la
fabricación de tubos para toda clase de aplicaciones, tanto en la construcción como en
la industria. Como materia prima se utiliza cobre desoxidado al fósforo, Cu-DHP, con
una pureza de cobre más plata ≥99,90%.
Como características más destacadas del tubo de cobre, se pueden reseñar las
siguientes:
Alta resistencia a la corrosión.
Pequeñas pérdidas de carga, debido a una superficie interior lisa.
Inalterable con el paso del tiempo, en sus características físicas y químicas.
Permite montajes rápidos y fáciles, utilizando diversos tipos de accesorios,
tales como los soldados por capilaridad, a compresión, y uniones en frío.
Excelente comportamiento con la gran mayoría de los materiales de
construcción habituales y de los fluidos a transportar.
Soporta elevadas presiones interiores, permitiendo el uso de tubos de pared
delgada. Como consecuencia de sus peculiares características, el tubo de
cobre presenta las siguientes ventajas respecto a otros materiales:
Garantiza un caudal constante debido a su pared interior completamente lisa
(rugosidad: 0,0015 mm).
Menor dimensión de las instalaciones frente a igualdad de flujo transportado
Permite fácilmente su empotrado.
Permite montajes exteriores debido a su alta resistencia a la corrosión y a su
inalterabilidad frente a los rayos ultravioleta.
Además, el cobre ofrece una completa impermeabilidad frente al oxígeno,
protegiendo así la instalación frente a corrosiones.
Por su alta resistencia al ataque de los materiales empleados en la
construcción (cemento, yeso, escayola, etc.), está especialmente indicado para
instalaciones empotradas. Sin embargo, se ha de tener precaución con los
aditivos incorporados a cementos y hormigones que contengan productos
amoniacales, a los que el cobre es vulnerable.
Debido a su espesor uniforme y medidas exactas, y sobre todo a su pared
interna lisa, presenta unas pérdidas de carga muy reducidas en comparación
con tubos de otros materiales.
Gran ahorro en las instalaciones realizadas con uniones en frío, por la facilidad
y rapidez en su ejecución.
Debido a su elevada conductividad térmica es el material idóneo para
instalaciones basadas en energías alternativas (solar, biomasa, térmica y
geotérmica) y de calefacción (suelo radiante).
Reducido peso por metro lineal de tubería, lo que abarata el transporte, facilita
la manipulación y resulta ideal para la prefabricación en serie de instalaciones
tipo.
Protege el medio ambiente al ser reciclable en su totalidad, permitiendo así un
importante ahorro energético y de los recursos naturales del planeta. Después
de reciclado, el cobre mantiene intactas sus propiedades.
Gran elasticidad que le permite soportar altas presiones.
Universalidad. Todos los componentes de una instalación con tubo de cobre se
fabrican en medidas estándar; por ello, no habrá problemas de incompatibilidad
de componentes entre los distintos fabricantes y se tendrá garantía de
suministro durante muchos años.
Resistencia al fuego: el cobre no se quema, resiste altas temperaturas sin
fundirse y no desprende gases tóxicos. La clasificación que corresponde al
tubo de cobre según el sistema europeo euroclases es: “A1” (cumple los
requisitos exigibles –no inflamable– sin necesidad de realizar ensayos). No
existe propagación exterior ni penetración de fuego.
Gran resistencia frente a la combinación de presiones altas y temperaturas
elevadas que permite un óptimo tratamiento contra la legionela.
Bajo coeficiente de dilatación, tanto lineal como transversal, garantizando la
estabilidad de las instalaciones.
Material bacteriostático, frena la proliferación de bacterias.
Su denominación de material criogénico lo hace resistente a las bajas
temperaturas.
Inmune a la acción de roedores.
Permite instalaciones vistas más estéticas.
Elemento natural, presente en la naturaleza, y esencial para el organismo
humano.
Constancia en sus características. El tubo de cobre permanece inalterable con
el paso del tiempo.
2.1. FUNDICIÓN
La materia prima de un tubo de cobre se compone de:
Cátodos de cobre: la pureza de su composición es auditada.
Todos estos elementos se funden en un horno entre 1 100 y 1 200 ºC, bien de gas o
eléctrico, para lograr una mezcla homogénea.
2.2. EXTRUSÓN
2.6. EMBALADO
Las tuberías de cobre para gas natural deberán ser conforme a la NTP 342.052, o
ASTM B 88, con referencia principalmente a las tuberías tipo A y B (tipo K y L
respectivamente), o norma técnica equivalente.
Las tuberías de cobre de tipo G deberá cumplir con lo establecido en la NTP 342.525 o
ASTM B 837 o norma técnica equivalente.
5.1.1. Los accesorios unidos con soldadura fuerte por capilaridad cumplirán con
lo establecido en la NTP 342.522-1; con referencia a dimensiones en
milímetros.
8.1 El código de color para las tuberías de acero y cobre que conducen gas
natural seco es el amarillo ocre, con referencia en la NTP 399.012.
A menor diámetro, mayor altura alcanza el líquido. Esto es, el diámetro está en
proporción inversa a la ascensión capilar del líquido.
Igualmente, si se sustituye el tubo pequeño por dos tubos encajados el uno dentro del
otro con una holgura muy pequeña, se observa que el líquido sube por el espacio
entre ambos tubos. Esta es la situación que se da en la unión entre un tubo y un
accesorio.
Este fenómeno de capilaridad que se produce con el líquido, es el mismo que el que
tiene lugar con los metales en estado de fusión; su aplicación práctica constituye la
soldadura por capilaridad.
ELEMENTO DE APORTE
El elemento de aporte es la aleación de metal que al fundirse propiciará la unión de las
tuberías. Su aleación tradicionalmente se compone de 50% de estaño (Sn) y 50% de
plomo (Pb) con un punto de fusión aproximado de 183 °C a 216 °C.
También es de uso frecuente la aleación de 40% de estaño y 60% de plomo con un
punto de fusión aproximado de 183 °C a 238 °C. Hoy han sido remplazadas por
aleaciones sin plomo (antimonio), debido a las restricciones medio ambientales que
regulan su presencia en el agua.
La soldadura blanda libre de plomo disponibles en el mercado actualmente contiene
un alto porcentaje de estaño (95%) aleado con un segundo metal (plata 5%) que se
agrega para mejorar las propiedades de resistencia mecánica.
La soldadura blanda comercialmente se encuentra en carretes y varillas. Los carretes
pesan aproximadamente 0.5 kg. cada uno. Estos carretes desarrollan una longitud de
7 m. con un diámetro de soldadura de 3 mm, éste es el diámetro más común para
instalaciones de agua y gas.
Para aplicaciones que requieren mayor resistencia o que tengan que soportar
grandes temperaturas de trabajo (hasta 167° C) se utilizan soldaduras capilares de
bronce. Asimismo, es la aleación preferida en tuberías para refrigeración.
ELEMENTO DE APORTE
La soldadura fuerte de tubos de cobre, se encuentra en el mercado, en forma de
varillas desnudas o revestidas de fundente y en dos clases:
Aleación con elevados porcentajes de plata (Ag)
Aleación cobre-fósforo (Cu-P)
La primera clase de aleaciones de Cu, Ag, Zn, Cd o en su defecto Ag, Zn tiene una
temperatura de fusión entre 600 °C a 775 °C.
La segunda clase de aleaciones de Cu, AgP, CuP tiene una temperatura de fusión
entre 650 °C a 820 °C.
La plata aleada con otros materiales puros produce aleaciones de aporte que sueldan
con seguridad y confiabilidad a una baja temperatura de trabajo.
Las aleaciones con porcentajes de plata y temperatura de trabajo son las siguientes: