La etica aplicada
Rev. Eno, hos UGA.
a
BOMILLA Alterra (1998). La ebro apltods
El reconocimiento de responsabilida-
des que exceden el ambito del saber
puro por parte de los cientificos, la
aparicién de nuevos modelos de cien-
cia que dan lugar a los valores y a las
exigencias de esclarecimiento y de
orientacion por parte de la sociedad
global hacen pensar que en este mo-
mento resulta mas adecuada la deno-
minacion de giro ético, como expresi-
va también de un proyecto de convi-
vencia nuevo, de otras costumbres y
habitos de pensamiento y de accion,
de un lugar propio (ethos) construido
por y para todos los hombres.
Si bien en este trabajo se aclaran diversas
dificutades que ofrece fa nocién de ética aplica-
da en su empleo actual y se exponen algunos de
Jos problemas te6ricos y pricticos vinculados con
tal uso, la existencia de hecho de un giro ético
‘contemporéneo! y la justificacién de su necesidad
constituirin la hipétesis principal. En consecuen-
cia, en las paginas que siguen la ética aplicada ha
de aparecer como parte sustantiva de tal giro éti-
co y la problematicidad particular de aquélla no
resultard ajena a la evidenciada por éste.
La expresi6n giro ético, en principio, pue-
de legitintarse de modo provisorio con argumen-
tos de autoridad que provienen de dos fuentes:
a) la aparicién temprana de la frase misma en al-
‘gunos textos de Edmund Husserl, el fundador de
la fenomenologia; y b) el empleo generalizado
de la palabra turn en las ciencias humanas y so-
ciales contempordneas y en la filosofia.
a) Hans-Reiner Sepp divide en tres etapas
el desarrollo de la doctrina ética de Husserl y se-
fala que en escritos de la mas tardia se alude con
frecuencia a un “giro ético-religioso". Esta frase
hace eco a ideas que el fildsofo manifestara tres
Alcira B. Bonilla’
décadas antes, en el pasaje introductorio La i
nomenologia como ciencia estricta (1911), segin
el cual, ademas de "satisfacer a las maximas ne-
cesidades teéricas", dicha ciencia debe "posibili-
tar, en una perspectiva ético-religiosa, una vida
dirigida por normas puras de la raz6n". Va mas
allé de una mera coincidencia casual, entonces,
que tal expresion haya sido relevada por Sepp en
textos de los afios treinta. En efecto, toda vez que
Husserl se ha referido a la fenomenologia en sen-
tido fuerte ha empleado términos que en el len-
guaje habitual se utilizan para describir procesos
de cambio existencial global, como los de una
conversion religiosa, por ejemplo. Sin embargo,
en numerosos textos Husserl indica la limitacién
subyacente a la sujecién a potencias superiores
que toda conversi6n religiosa implica. La trans-
formacién ético-filos6fica por él propugnada, en
cambio, rebasa ese limite. La conversién se da,
en este caso, a través de un pensamiento y de un
obrar que transcurren por vias cada vez més ele
vadas de autocomprension y de autorresponsa-
bilidad y \a referencia a lo religioso en este Glti-
mo contexto solo remite al caricter existencial y
global que el giro ético entrafia. La adopcion de
Ja frase husserliana en este articulo no significa
acuerdo alguno con la perspectiva trascendenta-
lista desde la que fuera formulada. La memoria
de Husserl no va més allé de una apropiacion