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a. ¿A qué se conoce como multiculturalidad?

b. ¿Cómo se aplica en nuestra sociedad? ,


c. ¿Ves restos culturales de estas tribus en nuestra cultura?
d. Investigá sobre los intercambios culturales de los aborígenes
latinoamericanos y las sociedades actuales.

a. ¿A qué se conoce como multiculturalidad?

Multiculturalidad es la existencia de varias culturas que conviven en un


mismo espacio físico, geográfico o social. Abarca todas las diferencias que se
enmarcan dentro de la cultura, ya sea, religiosa, lingüística, racial, étnica o de
género.
La multiculturalidad es un principio que reconoce la diversidad cultural
existente en todos los ámbitos y promueve el derecho a esta diversidad.
Según la sociología o la antropología cultural, la multiculturalidad es la
constatación de que coexisten varias culturas en un mismo espacio geográfico
o social, pero no implica necesariamente que exista una influencia o
intercambio importante entre ellas.
Es por ello que la multiculturalidad puede verse en la formación
comunidades aisladas como, por ejemplo, los barrios italianos, chinos o
palestinos que existen en algunas grandes ciudades, sin o con muy poco
contacto con la comunidad local.
Cuando las comunidades logran mantener un intercambio en respeto y
tolerancia los expertos lo llaman multiculturalismo.

La multiculturalidad se caracteriza por:


 Promover el respeto y la tolerancia por las diferencias.
 Desterrar prejuicios y estereotipos asociados.
 Generar una convivencia armoniosa.
 Crear intercambios entre los diferentes grupos.
b. ¿Cómo se aplica en nuestra sociedad?
En Argentina, existen al menos 35 pueblos indígenas. Cada uno con su
propia identidad cultural, historia y presente. Cada uno con su propio proceso
de autorreconocimiento y lucha por sus derechos.
Los datos del Censo Nacional de Población 2010 indican que en el país hay
un millón de personas que se reconocen como indígenas, es decir el 2,38 por
ciento del total de la población argentina. Según datos del Registro Nacional de
Comunidades Indígenas (Re.Na.C.I) del INAI, esos pueblos viven en 1590
comunidades asentadas en todo el país.
Los pueblos originarios fueron históricamente reprimidos, invisibilizados y
marginados, y fueron sometidos al despojo de sus territorios. Recién en 1994,
el movimiento de derechos indígenas logró que la reforma constitucional, en su
artículo 75, reconociera la preexistencia étnica y cultural de los pueblos
indígenas y garantizara el respeto a su identidad y el derecho a una educación
bilingüe e intercultural.
El mismo artículo establece el reconocimiento de la personería jurídica de
las comunidades y el derecho a la propiedad comunitaria de las tierras que
tradicionalmente ocupan. Asegura también la participación de los pueblos
originarios en la gestión referida a sus recursos naturales y a los demás
intereses que los afecten.
Con este mandato constitucional, reglamentado a través de diversas leyes,
el INAI desarrolla todas sus políticas, las cuales están organizadas en tres ejes
de acción:
1. Derecho al territorio: a través de la Dirección de Tierras y Registro
Nacional de Comunidades Indígenas, el INAI lleva a cabo el
relevamiento de tierras indígenas establecido en la Ley 26.160, que
declara la emergencia en materia de propiedad de la tierra y suspende
los desalojos de las comunidades de los territorios que habitan. También
realiza las inscripciones de comunidades en el Registro Nacional de
Comunidades Indígenas (Re. Na.C.I.), y de organizaciones indígenas en
el Registro Nacional de Organizaciones de Pueblos Indígenas
(Re.N.O.P.I.).
2. Desarrollo comunitario: a través de la Dirección de Desarrollo de
Comunidades Indígenas, el INAI diseña e implementa, conjuntamente
con organismos nacionales, provinciales y municipales, programas
destinados al desarrollo integral de las comunidades indígenas,
incluyendo planes de salud, de educación intercultural bilingüe, de
difusión del patrimonio cultural, de vivienda, y ayuda social a los
miembros de las comunidades. Promueve también la capacitación
laboral y brinda apoyo a proyectos productivos y de comercialización de
sus producciones.
3. Participación y consulta: a través de la Dirección de Afirmación de
Derechos Indígenas, promueve la participación de las comunidades en
los procesos generadores de políticas públicas que los afecten. También
brinda asesoramiento y acompañamiento jurídico a las comunidades.
El INAI coordina tres espacios de intercambio y cooperación para desarrollar
políticas en conjunto entre el Estado y la sociedad civil.
 Consejo de Participación Indígena : formado por dos miembros de cada
pueblo indígena de cada provincia, elegidos por las propias
comunidades.
 Consejo de Coordinación: integrado por un representante de cada
pueblo indígena, y un representante de cada ministerio con incidencia en
la temática.
 Consejo Federal Indígena: un espacio de intercambio y cooperación
integrado por funcionarios nacionales y provinciales de áreas de
gobierno a cargo de políticas indígenas.

Por otro lado, la  cultura de Argentina está marcada por el carácter


multiétnico y multicultural de su población, en la que se conjugan, no sin
conflictos, muchas identidades étnicas y un sentido de pertenencia a las
culturas europeas y latinoamericanas, con algunosaportes asiáticos y africanos.
El escritor argentino Ernesto Sábato ha reflexionado sobre la naturaleza de
la cultura argentina del siguiente modo:
“Fracturada la primitiva realidad hispanoamericana en esta cuenca del
Plata por la inmigración, sus habitantes venimos a ser algo dual, con todos los
peligros, pero asimismo con todas las ventajas de esa condición: por nuestras
raíces europeas vinculamos de modo entrañable el interior de la nación con los
perdurables valores del Viejo Mundo; por nuestra condición de americanos, a
través del folclore interior y el viejo castellano que nos unifica, nos vinculamos
al resto del continente, sintiendo de algún modo la vocación de aquella Patria
grande que imaginaron San Martín y Bolívar”.

Sin embargo, a pesar de las legislaciones, la realidad parece ser otra: En


2016, el relator especial de la ONU sobre el racismo instó a la Argentina a
tomar medidas urgentes para hacer frente a la marginación que sufren los
pueblos indígenas, uno de los grupos más vulnerables del país.
El experto reconoció que el país cuenta con un marco jurídico amplio para la
eliminación de la discriminación racial y la igualdad de derechos para todos sus
habitantes. Sin embargo, indicó que la aplicación de las leyes es deficiente y
persisten importantes desafíos.
Añadió que “la situación de los pueblos indígenas en ciertas áreas es
terrible, ya que viven en la extrema pobreza, en un aislamiento socio-cultural y
sin acceso a servicios básicos como la salud, una vivienda decente e incluso el
agua potable”.
Asimismo, señaló que es alarmante la represión que se hace en distintas
partes del Estado de las movilizaciones de grupos indígenas para reclamar sus
derechos, a la vez que destacó la impunidad de la que gozan las fuerzas de
seguridad en los casos de discriminación racial y subrayó que la ausencia de
una política eficaz de integración de los migrantes contribuye aún más a la
marginalización de este grupo.
Tenemos que destacar también los problemas sufridos durante la pandemia:
en particular, las comunidades aborígenes del noreste y noroeste, sufrieron por
el agravamiento de problemas históricos como la falta de acceso al agua
potable, a los servicios de salud y a los medicamentos y la persistencia de los
desalojos. Además, tuvieron que enfrentar nuevas dificultades, como la
exigencia de cumplir protocolos que entraban en contradicción con sus modos
de vida y prácticas culturales.
Frente a esta situación, las autoridades ignoraron la necesaria participación
de las comunidades en los asuntos que las afectan e, incluso, permitieron los
desalojos, la represión, el hostigamiento, la detención de sus referentes, su
criminalización y estigmatización.
Los centros de servicios de salud pública de los territorios comunitarios no
tienen los recursos e insumos suficientes. La mayoría de las comunidades del
Pueblo Diaguita y Lule de Tucumán, por ejemplo, solo tienen acceso a
servicios de salud primarios o de baja complejidad (CAPs), con recursos
limitados para hacer frente a la pandemia.

c. ¿Ves restos culturales de estas tribus en nuestra cultura?

En realidad, en nuestro entorno cotidiano no vemos muchas


manifestaciones de la cultura de los pueblos aborígenes. En algunas
provincias, las lenguas de los pueblos originarios han influido marcadamente
en su forma de hablar. Por ejemplo la lengua quechua en el norte argentino.
También las culturas indígenas han dejado sus rastros en las comidas
tradicionales: de los tehuelches, hoy, la carne de choique y la de guanaco
forman parte de la cocina patagónica, por ejemplo, se hacen lasañas de ñandú
y charqui de guanaco.
Los guaraníes tenían más de cien recetas de cocina que se fueron
transmitiendo de boca en boca. Los criollos adoptaron muchas de ellas, que
hoy forman parte del recetario argentino. Por ejemplo, el choclo hervido o
asado, el pochoclo (o pororó), la polenta, las batatas o mandiocas asadas, el
chipá, el puré de zapallo y las sopas paraguayas, que se hacen con harina de
mandioca (o “fariña”). A su vez, los guaraníes también agregaron a sus recetas
nuevos ingredientes que conocieron a través de españoles y criollos. Por
ejemplo, la carne de vaca y cerdo o la cebolla y el ajo.
La creación de un “patrimonio nacional” por parte del Estado de los restos
culturales de los pueblos originarios, la propiedad intelectual de las
instituciones académicas sobre las colecciones y sitios arqueológicos y el
énfasis de la historia nacional en la educación formal y los museos fueron
recursos usados por el Estado para desposeer a las poblaciones indígenas de
su pasado, excluyendo a las comunidades de sus tradiciones, paisajes y
patrimonio con el fin de asimilarlos a la identidad nacional.
Cerca de nuestra localidad encontraron pinturas rupestres en un sector de
la Reserva Natural Sierras Grandes.   Las pinturas pasarán a formar parte
del Patrimonio Cultural.

d. Investigá sobre los intercambios culturales de los aborígenes


latinoamericanos y las sociedades actuales.

 El caso del intercambio de productos en las comunidades indígenas de


Tarapacá en la Amazonía colombiana

La actual forma que han adoptado los pueblos y comunidades


amazónicas para apropiarse de espacios urbanos y ejercer actividades
de comercio e intercambio, es descrito por varios autores como una
estrategia mixta de las comunidades para adaptarse a sistemas de
intercambio que responden a una lógica de redistribución y reciprocidad,
a la vez que se orientan hacia la acumulación y la ganancia. La
producción de las chagras hacia el mercado, la reducción de espacio
para sembrar, ha hecho que los sistemas productivos indígenas se
modifiquen en abundancia y diversidad de especies sembradas ya que
los criterios de siembra varían en parte por la demanda del mercado
local.
En Tarapacá, las familias practican la agricultura de roza tumba y
quema, se sustentan en gran parte gracias a un sistema productivo, de
intercambio y autoconsumo que integra los ciclos agroecológicos y
climáticos a las relaciones de reciprocidad. Estos sistemas han sido
interrumpidos en gran parte por las economías extractivas que han
operado históricamente en la región, y que han sometido a la población
indígena a economías de endeude, pérdida de agrobiodiversidad, y
desestructuración de sus modos tradicionales de vida.
Por tal razón,  organizaciones indígenas de mujeres comenzaron a
intercambiar y comerciar con productos de la agrobiodiversidad presente
en chagras, ríos y selvas. Se produjo la promoción de Ferias de
Chagras, como espacios urbanos para el intercambio y venta de
productos, y una forma de vincular la producción en chagras a los
circuitos locales de comercialización.
Los modos de vida indígena de los pueblos del Trapecio Amazónico, ha
llevado a mucha población indígena a una vida urbana, transformando
sus formas tradicionales de intercambio basadas en la redistribución y la
reciprocidad, por relaciones comerciales mediadas por dinero. Las
interacciones de las economías de los pueblos indígenas con las
economías de mercado, dan cuenta de una compleja adaptación que
reinterpreta el lugar de las relaciones de reciprocidad con respecto a
procesos más amplios como la pluriculturalidad y la economía
globalizada.

 En Argentina, se implementó el Proyecto Formativo Ocupacional y


Derechos Sociales y Laborales, con el objeto de “hacer foco” en la
situación y problemática de los pueblos indígenas; en especial respecto
de aspectos identitario que los atraviesan y al conocimiento de la
legislación nacional y los tratados que protegen sus derechos
individuales y colectivos.
En muchos municipios y localidades de nuestro país, un porcentaje de
su población pertenece a pueblos indígenas, quienes a menudo
presentan dificultades adicionales para insertarse en el mercado laboral,
acceder al sistema educativo formal o recibir formación profesional que
les permita mejorar su empleabilidad. Sufren situaciones de
discriminación y exclusión. Por ello, construir espacios de respeto y
reconocimiento de las diferencias étnicas y culturales, fortalece los
procesos de integración intercultural. La intención es ofrecer
herramientas conceptuales y propuestas didácticas que permitan a
docentes y talleristas incluir en el desarrollo de los encuentros esta
problemática.

 Desde hace algunos años cada vez más movimientos aborígenes


latinoamericanos se valen de los avances tecnológicos para fomentar un
diálogo intercultural. Mientras observan y participan de este fenómeno
globalizador, sostienen al mismo tiempo la necesidad de reforzar sus
identidades. Actualmente, los grupos que durante siglos fueron
marginados reclaman un lugar reivindicador, que les confiera los
derechos negados durante siglos. Del mismo modo en que en otros
tiempos recurrieron a diversas estrategias para hacer oír sus voces, hoy
se valen de los avances tecnológicos para el mismo fin. Saben que es
necesaria una reconfiguración simbólica de sus propios saberes,
tradiciones y costumbres, para revertir el proceso que históricamente los
marginó.
En este contexto, el resurgimiento del movimiento indígena en América
Latina, se halla influido por el uso de las TIC, que les ofrecerá un nuevo
canal de integración y defensa de sus identidades.

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