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1. Si haces bizco y te da un aire, te quedas así por siempre.

 Estar
“bizco” es una condición visual conocida como estrabismo, donde uno, o
ambos ojos, se desvía. El aire no tiene ningún efecto negativo en los
músculos extra oculares, así que podrías estar en un tornado y hacer
bizcos sin ningún otro riesgo más que el de salir volando por los aires.

Eso sí, la única forma de forzar los ojos para conseguir la mirada
estrábica es aplicar el método de los antiguos mayas que se colocaban
una figura entre los ojos durante MUUUCHO tiempo para conseguirlo,
pues ellos lo consideraban como un signo de estatus social… pero eso ya
es otra historia.

2. Caminar (y no correr) bajo la lluvia hace que te mojes


menos. Si eres de los que va “hecho la mocha” para evitar que el agua
arruine tu peinado de salón y todos se burlan de ti por ello, muéstrales
el video que te presentamos a continuación:

3. Ver la televisión durante un buen tiempo te daña la vista. Ah,


las abuelas. Éste es un clásico para evitar que te la pases aplatanado
frente a la televisión y te hagas pato para lavar los platos. Sin embargo,
tememos decirles que esto es más falso que un billete de 600 pesos. Si
acaso ganarás algunos kilos por permanecer inmóvil todos los días
frente a la caja tonta, pero ello no significa que te quedarás ciego. Lo
que sí ocasiona es fatiga ocular que causa visión borrosa y dolores de
cabeza.

4. Ponerte un hilo rojo en la frente hace que se te quite el


hipo. Ja, por favor. Ni siquiera tenemos que dar una explicación al
respecto.

5. Si comes chocolates, te saldrán muchos granos. Si bien es cierto


que la alimentación tiene un papel muy importante para cuidar el cutis,
el cacao puro no tiene efectos negativos en la piel. Sin embargo, es
importante evitar incluir en exceso azúcares y grasas que podrían,
efectivamente, perjudicar la piel.
6. Si te tragas un chicle, se pegará a tu intestino. Si te tragaste un
chicle porque venía tu jefe con cara de pocos amigos a hablar contigo,
no temas, no se quedará pegado en las paredes de tu estómago o de tus
intestinos. Nuestro sistema digestivo se encarga de procesarlo y
desecharlo por la vía convencional.

7. Debes esperar, por lo menos, una hora después de comer para


meterte a nadar. El tiempo pasaba lentamente en tus vacaciones
después de comer. Sólo podías ver la alberca sin meterte y debías
esperar UNA HORA para poder remojar tu cuerpecito. Tu abuelita (o tu
mamá) te decía que podía darte un calambre, así que lo mejor era
evitarlo.

Esto se debe a que se cree que la sangre se va al estómago para


favorecer la digestión y que no habría suficiente flujo sanguíneo en el
resto del cuerpo, lo cual favorecería la presencia de los calambres. Sin
embargo, el cuerpo humano cuenta con la suficiente sangre para cubrir
todos los procesos. Lo cierto es que si te empacas una hamburguesa
doble con queso y unas papas fritas grandes, te sentirás tan lleno que el
ejercicio te podría provocar el vómito. Y eso no sería nada agradable.

8. Salir con el cabello mojado hace que te enfermes de


gripe. Tener el cabello mojado no te convierte en presa fácil del virus de
la gripe. Por el contrario, que alguien te estornude en la cara, sí. Lo que
sí es cierto es que las temperaturas bajas favorecen la presencia del
virus, tal como lo comprobó un estudio de la Escuela de Medicina de la
Universidad Monte Sinaí. El descenso de temperatura y de la humedad
ambiental hacen que estos virus se pongan fortachones.

9. Comer espinacas te hace lucir como Popeye. Esta frase iba


dedicada a aquellos que odiaban las espinacas. El culpable de este mito
es Erich Von Wolf, pues al redactar sus descubrimientos sobre la
cantidad de hierro que tenían las espinaca les adjudicó 10 veces más del
que en realidad tenían por un error decimal. Así es, en vez de decir que
100 gramos de espinacas poseen 3.5 miligramos de hierro, omitió el
punto y lo dejó en 35 miligramos. Una barbaridad.

10. Ver a un perro haciendo sus gracias hace que te salgan


perrillas en los ojos. Quizá te lo decían para que le dieras un poco de
privacidad a esa pobre criaturita, sin embargo, si osas desafiar a la
madre naturaleza no hay mayores consecuencias en tus ojos.

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