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UNIDAD 1: CONCEPTOS BÁSICOS.

 Ecología, ciencia de lo global y lo complejo. Ecología y Derecho.


 Medio Ambiente, Ambiente Urbano, Ambiente Natural, Ambiente Rural.
 Elementos y recursos naturales.
 El nacimiento de un nuevo paradigma: EL PARADIGMA AMBIENTAL.

ECOLOGÍA, CIENCIA DE LO GLOBAL Y LO COMPLEJO. ECOLOGÍA Y DERECHO. Para regular la


naturaleza es preciso comprender sus ritmos, sus ciclos, sus equilibrios, su facultad de regeneración, las
potencialidades de reconstitución de sus recursos y saber dónde están sus límites críticos de irreversibilidad.
En 1866, un biólogo y zoólogo se refirió a la importancia de la relación del animal con su medio, tanto orgánico, como
inorgánico introduciendo por primera vez el término “ecología”.
DEFINICIÓN DE ECOLOGÍA: La ecología es la ciencia que estudia las relaciones de los seres vivos entre sí y con
su hábitat.  Haeckel la define como “la ciencia de las relaciones de los organismos con el mundo exterior, en el cual
nos podemos reconocer como factores de lucha por la existencia”. Entre estos factores, son incluidas las
características físicas y químicas del hábitat, el clima, la calidad del agua, la naturaleza del suelo, así como el conjunto
de las relaciones favorables o desfavorables de unos organismos para con otros.
La ecología, en el siglo XX ha estado muy vinculada con las ideologías de las ciencias políticas. Por ello no podemos
estudiarla idealizándola como un saber lineal, infalible e imparcial. Así, la ecología fue progresivamente imponiendo
una visión integrada y dinámica de las relaciones entre las especies, incluyendo la especie humana y el ambiente.
Se destacan dos ideas esenciales: la globalidad y la “procedimentalidad”.

1. GLOBALIDAD: La ecología utiliza conceptos que se caracterizan por ser “englobantes” y abarcativos:
* BIOCENOSIS: una comunidad de vida, vegetal y animal que prospera, se reproduce y auto genera en un espacio
determinado (generalmente un área restringida);
* BIOTOPO: ambiente abiótico de la comunidad de vida, es decir la luz, la atmósfera y el agua.
* ECOSISTEMA: sistema funcional formado por la interacción de la biocenosis con su biotopo.
* BIOSFERA: subiendo un grado de generalidad más, este concepto trata de conceptuar toda la vida terrestre como
una única y misma totalidad.
En definitiva, podemos afirmar que la globalidad constituye un eje central y lo vemos, por ejemplo, en el concepto
de clima que brinda la Convención de Río sobre Cambio Climático: “Por "sistema climático" se entiende la totalidad
de la atmósfera, la hidrosfera, la biosfera y la geosfera, y sus interacciones” 1.

2. PROCEDIMENTALIDAD: Esta idea se refiere a las transformaciones físicas, químicas, energéticas y biológicas
que tienen lugar en los ecosistemas y entre éstos, con el fin de mantener su integridad, su diversidad y su potencial
evolutivo. Esta idea ha sido receptada, por ejemplo, en la definición de diversidad biológica que brinda la
Convención de Río en la materia, ratificada por Ley N° 24.375, a saber: “la variabilidad de organismos vivos de
cualquier fuente, incluidos, entre otras cosas, los ecosistemas terrestres y marinos y otros ecosistemas acuáticos y los
complejos ecológicos de los que forman parte; comprende la diversidad dentro de cada especie, entre las especies y
de los ecosistemas ”2.
De esta representación dinámica de los fenómenos naturales se derivan las ideas de ciclo, de reversibilidad, de
equilibrio, etc. Las representaciones cíclicas de los cambios naturales se presentan en todos los aspectos de la
ecología: el ciclo del agua, del carbono, la fotosíntesis, etc. Toda la naturaleza parece funcionar como una fábrica de
reciclaje y tratamiento de la energía y de materia.
Esta certeza sugiere la imagen tranquilizadora de la reversibilidad: va a volver siempre a lo mismo. Y se piensa que
la misma intervención humana se inscribe también en esta lógica y por ello no debería preocuparnos. Sin embargo, no
es tan cierto: las intervenciones humanas, cada vez más fuertes y concentradas en el tiempo, interrumpen los ciclos
naturales y por sus efectos acumulativos, nos aproximan a los límites de la irreversibilidad.
Incluso sin tener en cuenta las intervenciones humanas, la ciencia ecológica sostiene que existe una irreversibilidad a
largo plazo de la naturaleza.
También la idea de equilibrio debe ser cuestionada. Durante mucho tiempo, los procesos naturales fueron pensados
según un modelo de equilibrio. Se consideraba que por autorregulación los diferentes componentes de los ecosistemas
se ajustaban recíprocamente hasta alcanzar un punto ideal de estabilización. Esta teoría es hoy nuevamente
cuestionada.
Todas estas situaciones de fragilidad del objeto de estudio y de complejidad de la teoría que lo explica, hace que la
idea de incerteza haga su aparición. Globalidad, procedimentalidad, complejidad, irreversibilidad, incerteza...

¿Cómo podrá el Derecho estudiar la ecología? El derecho podrá realizar una especie de traducción del lenguaje
científico de la ecología, al lenguaje normativo de los juristas. Para marcar el límite entre lo permitido y lo prohibido,
asignar responsabilidades, identificar responsables y determinar campos de aplicación de las reglas en tiempo y
espacio, el Derecho necesita definiciones con contornos nítidos y criterios estables. Mientras, la ecología reclama
conceptos englobantes y condiciones evolutivas.

¿Cómo integrar estas ideas de globalidad y procedimentalidad a la complejidad del funcionamiento del


derecho? Para ello deberemos superar dos desafíos:
El primer desafío es el que plantea la “globalización”. Este es claramente rechazado por el legislador, quien ante la
explosión de diferentes regímenes normativos (relativos a la protección de la naturaleza, al agua, al ruido, a la
contaminación ambiental), opone intentos de codificación del Derecho Ambiental –o, al menos, una progresiva
definición de principios generales que puedan inspirar un poco de coherencia en la materia– o bien ante el trazado
nacional de los esfuerzos de protección de los medios naturales, procura sobreponer una vocación supranacional. Paso
a paso, el Derecho va aprendiendo a mirar desde un punto de vista global. ¿Pero ha habido una evolución durante el
último siglo?
Desde un punto de vista antropológico, se ha pasado a una mayor toma de conciencia de la lógica natural en sí misma,
la evolución ha sido bastante significativa. Evolución que va también desde el punto de vista local al punto de vista
planetario y desde el punto de vista concreto y particular (tal flor, tal animal) a la exigencia abstracta y global (detrás
de tal flor o animal, el patrimonio genético).
El segundo desafío que enfrenta el Derecho Ambiental es el de la “complejidad”. Como decíamos, el paradigma
ecológico se caracteriza por la procedimentalidad compleja, la cual es incierta. Es una tarea del Derecho transformar
esta “incerteza ecológica” en “certeza social”. La solucion es continuar siendo un derecho rígido y estable que se
verá siempre desbordado por la realidad, o bien transformase en un derecho blando puramente simbólico y desprovisto
de todo efecto coercitivo. Pero los principios de legalidad y seguridad jurídica se pondrían en peligro debido a este
emblandecimiento de la norma. Los ejemplos de este Derecho Ambiental casi experimental abundan: 
1) El concepto de estado de conservación: los instrumentos jurídicos relativos a la salvaguarda de la vida salvaje
suelen estar acompañados de listas de las especies a proteger y, para atenuar la rigidez de este recurso, se suele
subordinar la protección jurídica al “estado de conservación” de la especie. Este estado del cual depende la intensidad
de la intervención jurídica también es definido en base a criterios ecológicos: la dinámica de las poblaciones
controladas, la fluctuación del área de repartición de la especie y la estabilidad de los hábitats naturales indispensables
para su supervivencia. La aplicación de la norma jurídica está –así– subordinada a un seguimiento de la evolución de
las especies. 
2) Los estudios de impacto ambiental: destinados a evaluar los potenciales impactos negativos de proyectos o
actividades que, en un sentido amplio, no se limitan solo al examen previo del proyecto. Deben acompañar y proseguir
su ejecución a fin de que pueda ser ejercido un control continuo, no solo preventivo sino también correctivo en caso
de ser necesario. 
3) La reparación de los daños ambientales: el autor de un perjuicio debe pagar una indemnización por las pérdidas y
daños ocasionados a las víctimas siempre que se reúnan tres condiciones: un acto u omisión negligente, un prejuicio
actual o futuro aunque siempre cierto y un vínculo de causalidad entre la falta y el daño. Ninguna de estas tres
condiciones se configura fácilmente en materia de daño ambiental.
Todo esto conduce a una cierta “ecologización del derecho”. Una ecologización que significa que las soluciones
jurídicas estarán más adaptadas a las especificidades de los medios a proteger que son globales, complejos y
dinámicos, aunque de ninguna manera es bueno que el Derecho renuncie a su propia especificidad. Entonces, hay que
luchar también por una cierta “juridización de la ecología”: por ella entendemos la imposición en este dominio, como
en cualquier otro abordado por el Derecho, de los valores y garantías que corresponde promover, el respeto a los
procedimientos y a las reglas preestablecidas, a la publicidad y a la transparencia de las decisiones. Sólo desde el
derecho se pueden multiplicar las ocasiones de debate público, luchar contra la práctica del secreto administrativo y
comercial que opaca la toma de decisiones públicas y facilitar recursos a particulares y asociaciones de defensa del
medio ambiente.
El ambiente, que sin duda es un objeto de la ciencia, es antes que nada y sobre todo una cuestión democrática. Y el
jurista está ahí para recordarlo.
MEDIO AMBIENTE, AMBIENTE URBANO, AMBIENTE NATURAL, AMBIENTE RURAL. Podríamos
decir que hablar de medio ambiente, es una redundancia, ya que el concepto “ambiente” integra la definición de
“medio”. Segun Enrique Leff3 “El ambiente no es la ecología, sino la complejidad del mundo” y consecuentemente
incluye al medio, entendiendo a este como es el sustrato donde se desarrollan los seres vivos. El ambiente es uno solo,
complejo, sistema dinámico e integrado que tiene un punto natural de equilibrio (no es una mera acumulación de
elementos). Condicionado por 5 factores:
1- el medio,
2- abióticos (agua, aire, luz, temperatura),
3- flora,
4- fauna,
5- hombre (individual y/o colectivamente), con todas las actividades que desarrolla, los recursos naturales que utiliza,
los productos que elabora, los desechos que genera a lo largo de la cadena productiva, etc.
Podemos encontrar muchos CONCEPTOS DE AMBIENTE:
 si acudimos a la Real Académica Española diremos que es el conjunto de factores o elementos físicos (tierra,
agua, aire, clima..), biológicos (flora, fauna, suelo…) y socioculturales (asentamientos y actividades humanas, uso
y disfrute del territorio, formas de vida, patrimonio artístico y cultural, salud de las personas…) así como la
interacción entre los factores o elementos indicados, que integran el entorno donde se desarrolla la vida del ser
humano y de la sociedad4.
 La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente en Estocolmo (1972) lo define como:  “Medio
ambiente es el conjunto de componentes físicos, químicos, biológicos y sociales capaces de causar efectos directos
o indirectos, en un plazo corto o largo, sobre los seres vivos y las actividades humanas”
 Por su parte la Corte Internacional de Justicia en su opinión consultiva sobre la legalidad de la amenaza o el
empleo de armas nucleares ha dicho “el medio ambiente no es una abstracción sino el espacio en el que viven los
seres humanos y del que depende la calidad de su vida y su salud, inclusive de las generaciones futuras” 5.
En el punto 29 de dicho documento reconoció que el medio ambiente está sujeto a amenazas cotidianas y que el
empleo de armas nucleares podría constituir una catástrofe para el medio ambiente. La Corte reconoce, también,
que el medio ambiente no es un concepto abstracto, sino que representa el espacio viviente, la calidad de vida y la
salud misma de los seres humanos, en particular, de las generaciones venideras. La existencia de la obligación
general de que los Estados velen por que las actividades realizadas dentro de su jurisdicción o bajo su control no
dañen el medio ambiente de otros Estados o zonas que estén fuera de su jurisdicción nacional forma parte ya del
corpus de normas internacionales en materia de medio ambiente.
Si bien podemos sostener que el ambiente es único, la realidad es que la problemática ambiental se presenta de modo
diferente atendiendo al entorno, los usos, el modo de gestionarlo.
En el siguiente cuadro esquematizaremos esas dimensiones:

Es aquel referido a una forma particular de ocupación del espacio por una población, es decir, la
aglomeración resultante de una fuerte concentración y de una densidad relativamente elevada,
tendría como correlato previsible, una diferenciación funcional y social cada vez mayor. El mismo
incluye:
AMBIENT
1) el ambiente natural – elementos físicos de la naturaleza (relieve, clima, aire, suelo, agua, etc)
E URBANO
2) el ambiente construido – formado por la estructura del espacio que son resultantes de la
dinámica social sobre el territorio urbano (casas, comercios, rutas, vías férreas, aeropuertos, etc.)
3) la sociedad que habita en ese conglomerado, con sus productos culturales (nivel de ingreso,
acceso a la educación, acceso a los servicios de salud, impacto de la contaminación s/ la salud, etc)
AMBIENT Es el ambiente donde predominan las actividades primarias (agricultura, ganadería, minería). Son
E RURAL ambientes modificados, ya que su evolución o variación ha sido producto de la actividad humana.

ELEMENTOS Y RECURSOS NATURALES: Muchas veces se suelen confundir estos dos conceptos, pero no son
lo mismo. Los elementos naturales están dispuestos en el universo sin que el hombre haya hecho nada para ello. Entre
estos elementos podemos destacar el agua, el aire, la flora, la fauna, el suelo, las fuerzas de la energía. Ahora bien,
cuando estos elementos son aprovechados por el hombre para la satisfacción de sus necesidades, se convierten en
recursos y de su uso adecuado dependerá mantener o no el potencial productivo para las futuras generaciones.
En síntesis: para que un elemento natural se convierta en recurso, será necesario que sus cualidades para satisfacer
necesidades sean reconocidas. Sólo a partir de ello podrá haber un aprovechamiento en el que, sin lugar a dudas,
tendrá un rol preponderante el uso de la tecnología y así introducirse en el mercado.

CLASIFICACIÓN DE LOS RECURSOS NATURALES: Muchas son las clasificaciones que podemos efectuar
respecto de los recursos naturales, según optemos por su origen, por su disponibilidad, etc. En este momento y
tendiendo a demostrar la necesidad que tiene el ser humano de estos elementos para su vida diaria, hacemos la
siguiente:
1)  Perpetuos, básicos o permanentes: aquellos utilizados por la sociedad, cuya cantidad es tan grande y su renovación
tan constante que en la práctica son inagotables. Por ejemplo: luz solar, la radiación de la tierra, el agua en sus
distintas formas, el aire, el viento. Se denominan básicos porque, además de ser perpetuos (pero no inmutables, como
el agua), son indispensables para vida misma del hombre.
2) No renovables o recursos de existencia fija: son aquellos que tienen su origen en procesos de tipo geológicos, su
formación se realiza en un tiempo muy diferente al que le lleva a la sociedad utilizarlos (minerales de tipo metalíferos,
carbón, petróleo).
3) Los renovables (o de flujo): son aquellos de origen biológico y que son capaces de reproducirse en un tiempo
socialmente aceptable. Están en constante renovación, sean o no utilizados por el hombre, aunque la renovación
natural es mucho más rápida si éste no interviene (bosques, fauna ictícola).
4) Los potenciales: son elementos naturales que teniendo en cuenta el avance tecnológico pueden llegar a
transformarse en recurso en algún momento, por ejemplo, el uranio, el petróleo.

EL NACIMIENTO DEL PARADIGMA AMBIENTAL. El estudio del derecho tradicionalmente estuvo signado
por la protección de las personas y sus bienes. Si uno sigue la tradición del Derecho Francés, del que abreva nuestro
Derecho Civil, habremos de concluir que, desde ese punto de vista, los recursos están destinados a ser destruidos.

Usus, factus abusus, las tres putas de la trilogía clásica del derecho máximo de la sociedad capitalista, justifican que
un dueño pueda degollar un animal, envenenar un estanque, destruir un bosque: desde este punto de vista “poco
importa la manera, poco importa la razón: tiene el derecho a destruir” 6
El Derecho Privado ha puesto cierta cuota a este modo de ejercer el derecho de propiedad desde hace más de
cincuenta años, tratando de que ese uso no afecte el bienestar inmediato de la sociedad. Pero el Derecho Ambiental va
mucho más allá: implica un cambio de actitud ya que “lo que está en juego ya nos es solamente la preservación de los
intereses corporales o materiales de los seres humano afectados por la degradación del medio natural, sino la
preservación del medio en sí mismo, aunque ningún interés humano esté directamente en juego”. 7
Esta irrupción del Derecho Ambiental es fruto de una evolución que, como nos lo explica Ricardo Lorenzetti, va de
una primer etapa retórica a la etapa del Paradigma Ambiental que vivimos en nuestros días.

VISIÓN PARADIGMÁTICA DEL DERECHO AMBIENTAL Y BIENES COLECTIVOS (Lorenzetti): Hoy


todos hablamos de desarrollo sustentable, pero esta noción no existía hace tantos años atrás. Esto se debe a que las
ciencias han podido comprender que el ambiente está en peligro, en el ámbito jurídico se han elaborado leyes
ambientales, TTII, y las CN han comenzado a reconocer el cuidado del medio ambiente. Ha sucedido un cambio de
paradigma en el modo de ver la economía, la cultura, la filosofía, las ciencias exactas y el derecho. Hoy comenzamos
a ver todo desde un paradigma ambiental: la naturaleza se volvió un recurso escaso y la actividad humana ha influido
mucho en esta situación. La capacidad de la acción humana sobre el mundo natural ha transformado notablemente los
elementos de la naturaleza. Es por esto que se establece el PRINCIPIO IN DUBIO PRO NATURA: hay que proteger la
naturaleza. Se establece a la naturaleza como sujeto vulnerable y como recurso escaso. En caso de duda, las
controversias deberán ser resueltos de manera tal que favorezcan la protección y conservación del medio ambiente,
dando preferencia a las alternativas menos perjudiciales.

BIENES COLECTIVOS: Lorenzetti nos habla de una nueva categoría de bienes, los BIENES COLECTIVOS,
categoría que fue constitucionalmente introducida con la reforma de 1994 y también en legislaciones especiales; que
coexiste con la de los tradicionales bienes individuales. Ahora bien: el disfrute de estos dos tipos de bienes sin lugar a
dudas puede llevar a tensiones y conflictos. Compatibilizar este tipo de intereses es posible y es una función del
derecho, y el nuevo Código Civil y Comercial se ha encargado de articular un mecanismo de gobernanza de estos
intereses en juego. Es tradicional que los Códigos Civiles regulen los bienes por su pertenencia al dominio público o
privado. En los últimos años ha surgido una categoría de bienes que no pertenecen al Estado ni a los particulares en
forma exclusiva, y que no son susceptibles de ser divididos en partes que permitan afirmar sobre ellas la titularidad
individual de un derecho dominial.

CARACTERÍSTICAS DE LOS BIENES COLECTIVOS:


1) Indivisibilidad de los beneficios: el bien no es divisible entre quienes lo utilizan: Este "carácter no distributivo"
impide la concesión de derechos subjetivos, ya que éstos presuponen que la titularidad se ejerce sobre una porción
identificable o claramente delimitada. No hay derecho de propiedad ni posesión individual que permita adquirirla, y
sólo se conceden derechos de actuación bajo la forma de la legitimación para obrar difusa o colectiva. En el mismo
sentido, la transacción es limitada, porque nadie puede disponer, renunciar o efectuar reconocimientos sobre un bien
del que no puede disponer.
2) Uso común sustentable: el bien puede ser usado por todos los ciudadanos: Pero el uso común produce lo que se
denomina la "tragedia de los comunes", es decir, la ausencia de incentivos individuales para protegerlos y evitar el
sobreuso. La masividad en el uso de bienes colectivos frecuentemente lleva a su agotamiento o destrucción, por lo que
se requieren reglas limitativas que definan el uso sustentable. Ello significa que el uso del bien debe ser hecho de tal
modo que no comprometa las posibilidades de otros individuos y de las generaciones futuras.
3) No exclusión de beneficiarios: todos los individuos tienen derecho al uso y por lo tanto no pueden ser excluidos:
Ello constituye una diferencia muy importante respecto de los bienes individuales que admiten derechos subjetivos
oponibles "erga omnes". El titular de un derecho de propiedad puede excluir a terceros que pretendan apropiarse del
bien sobre el cual se asienta el derecho; en cambio, los bienes colectivos no otorgan esas facultades. No siendo posible
la exclusión, la carga argumentativa pesa sobre quien decida limitar su acceso. Por ejemplo, puede haber un interés
público, pero debe ser fundado sobre razones legítimas.
4) Estatus normativo: el bien colectivo tiene reconocimiento legal: es necesario que sea calificado como un bien, es
decir, un interés genérico merecedor de tutela. La existencia jurídica de un bien colectivo se identifica por el hecho de
que su protección debe estar ordenada. Una vez que se admite que el derecho puede establecer bienes colectivos,
corresponderá determinar si es necesario que el bien esté reconocido por ley para que exista como tal, o bien puede
surgir de la mera costumbre. Ello permite distinguir entre bienes colectivos típicos (reconocidos por ley) y atípicos
(que podrían surgir de la costumbre). En materia ambiental existen tratados internacionales y leyes nacionales que
reconocen toda clase de bienes.
5) Calificación objetiva: la calificación de un bien como colectivo surge de una designación normativa objetiva y
no subjetiva: De modo complementario con el elemento definido en el punto anterior, cabe señalar que un bien no es
colectivo con el sólo hecho de que a una persona le impresione como tal (calificación subjetiva), porque debe
trascender la mera subjetividad de cada ciudadano. Como todos los datos normativos, debe ser susceptible de una
manifestación exterior. También corresponde diferenciar los bienes colectivos de los fenómenos de co-titularidad
subjetiva. Un bien puede pertenecer a varias personas, como ocurre con el condominio sobre inmuebles, o propiedades
coparticipables, o una sociedad de múltiples socios, y en todos estos casos el individuo puede identificar la proporción
que le corresponde porque no se disuelve en la totalidad. En cambio, en los bienes colectivos el individuo no puede
identificar su parte, porque no le pertenece.
6) Legitimación para obrar difusa o colectiva: estos bienes son protegidos mediante una amplia legitimación para
obrar: La protección de estos bienes no se deja en manos exclusivas del Estado, como ocurría en el pasado. Esta
concentración no dio los resultados esperados ya sea por falta de acción pública, o por influencia excesiva de los
grupos de presión, o porque los bienes trascienden las esferas nacionales. Por esta razón el espectro de sujetos
legitimados incluye siempre a un representante del sector público, como el defensor del pueblo, pero no es exclusivo,
ya que se amplía a las organizaciones no gubernamentales que representan un interés colectivo, y a los afectados, que
invocan un interés dífuso.
7) Precedencia de la tutela preventiva: para proteger estos bienes la prevención-precaución deben aplicarse de
modo prioritario a la reparación: El bien de incidencia colectiva puede ser lesionado, restringido, alterado o
amenazado. Esta acción debe ser antijurídica, ya que debe existir "arbitrariedad o ilegalidad" de un acto emanado de
una autoridad pública o particular (art, 43CN). En general, el legislador establece la precedencia de la tutela
preventiva, es decir, primero prevenir, luego restituir y finalmente, si no quedan opciones, reparar el daño causado.
Esta secuencia es imperativa, a diferencia de lo que no ocurre con la mayoría de los bienes individuales, sobre los
cuales el titular tiene la opción voluntaria entre la restitución in natura y el resarcimiento. Esta regla obedece no sólo a
una opción valorativa, sino también a una razón económica, ya que son de difícil apreciación económica (no son
monetizables).
8) Resarcimiento a través de patrimonios de afectación: cuando hay resarcimiento, no hay una indemnización que
se traslade al patrimonio de una persona, aunque ella sea titular de la legitimación procesal: La suma de dinero que
se otorgue, o los bienes sustitutivos, son gestionados por alguien al que se le adjudica esa función, pero al igual al bien
al que subrogan, estos montos no tienen un dueño particular.
9) Ubicación en la esfera social: estos bienes pertenecen a la esfera social de tutela : Los derechos humanos dieron
origen a la protección de la persona mediante obligaciones de no hacer que son parte de una esfera íntima o de
privacidad; la interacción entre individuos da lugar a relaciones jurídicas intersubjetivas cuya resolución pertenece a la
esfera privada. Los bienes colectivos pertenecen a la esfera social, es decir, el conflicto no es un ataque al individuo,
ni entre personas, sino una relación entre los bienes transindividuales y los sujetos. Esta afirmación es importante,
porque en el primer caso tiene precedencia la protección del individuo, en el segundo es un problema de ponderación
equilibrada de derechos de valor semejante, mientras que en el tercero es una relación entre el derecho subjetivo y el
colectivo. Entre la esfera pública y la privada hay una esfera social donde ubicamos a los bienes colectivos, lo cual
instaura una regla de precedencia lógica en el caso de los conflictos entre bienes colectivos e individuales.

GUÍA DE ESTUDIO  UNIDAD I:


1) ¿Cuáles son las dos ideas centrales de la ecología y como impactan en el derecho?
2) ¿En qué consisten los desafíos de “globalización” y “Complejidad”?
3) ¿De qué hablamos cuando nos referimos a la idea de medioambiente?
4) ¿Que diferencia podemos señalar entre elemento y recurso natural?
5) ¿Cuáles son las etapas de la evolución del pensamiento ambiental?
6) ¿A que hacemos referencia cuando hablamos de una visión paradigmática del derecho?
7) ¿Que impacto tiene para el derecho el hecho de que la naturaleza sea un bien escaso?
8) ¿Que son los bienes colectivos, que diferencias tienen con el resto de los bienes?
9) ¿Cuáles son las características de estos tipos de bienes y en que consiste cada una de ellas?

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