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1.? Especialista de II Grado en Bioquímica Clínica. Investigadora Agregada.

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a vitamina E pertenece al grupo de vitaminas liposolubles ampliamente distribuida en


los alimentos. Su principal función descrita es como antioxidante natural que reacciona
con los radicales libres solubles en los lípidos de las membranas, también desempeña
una función fisicoquímica en el ordenamiento de las membranas lipídicas, estabilizando
las estructuras de membranas. Su absorción es relativamente pobre y va unida a los
lípidos de la dieta. Se ha descrito neuropatía que comienzan a partir del daño en la
membrana axonal y decursa hacia una axonopatía distal que afecta las fibras
mielinizadas de gran calibre. as deficiencias de vitamina E son particularmente
importantes en los recién nacidos prematuros por sus deficientes reservas corporales y
deterioro de la absorción de las grasas. a mayoría de las secuelas secundarias a la
deficiencia de vitamina E son subclínicas, se han estudiado afectaciones en el sistema
inmunológico relacionado con la deficiencia de la vitamina E en la proliferación celular
y su función fagocítica. En las enfermedades crónicas no transmisibles y,
particularmente, las cardiovasculares y el cáncer, se han estudiado las relaciones entre
las vitaminas antioxidantes y sus fisiopatologías, no existiendo resultados consistentes y
las fuerzas de asociación encontradas no son elevadas, ya que existen muchos factores
de riesgo que son comunes a ambas enfermedades y modifican su aparición.

^  ^u VITAMINA E/fisiología; DEFICIENCIA DE VITAMINA


E/fisiopatología; ENFERMEDAD CRONICA.

Desde que en el mundo desarrollado predominan las enfermedades crónicas no


transmisibles, y entre ellas las enfermedades cardiovasculares y los tumores como las 2
primeras causas de muerte, han sido muchos los factores de riesgo que se han asociado
con su desarrollo, invocándose entre otras causas la acción de las sustancias oxidantes
en su patogénesis.

El estrés oxidativo y su asociación con trastornos neurológicos, ha desviado la atención


a un conjunto de sustancias a las cuales anteriormente no se les reconocía su
importancia. a vitamina E es una de ellas, considerándose como un factor protector en
estas enfermedades por sus acciones fundamentales como agente antioxidante y en el
mantenimiento de la integridad de las membranas.

a vitamina E pertenece al grupo de vitaminas liposolubles y está conformada por un


grupo de 8 vitámeros. Su estructura consta de 2 partes primariasu un anillo complejo
cromano y una larga cadena lateral. Estos 8 vitámeros se dividen en 2 grupos
fundamentalesu los 4 tocoferoles (TF) y los 4 tocotrienoles (TT) que se diferencian en la
saturación de la cadena lateral; los tocoferoles tienen una cadena saturada y los
tocotrienoles una insaturada con 3 dobles enlaces (figura 1).
FIGURA 1.    
        
Dentro de cada grupo los vitámeros difieren en el número y posición de los grupos
metilo en el anillo cromano, designándose como a , ,  y  (figura 2).

FIGURA 2.     


    

a vitamina E se encuentra en gran variedad de alimentos y es una de las vitaminas de


más amplia distribución. Sus fuentes fundamentales son los aceites de soya, maní,
algodón y girasol; los guisantes secos como chícharos, garbanzos y lentejas; el trigo, la
avena y el arroz integral; la mantequilla y el huevo. Sus recomendaciones nutricionales
oscilan entre 3 y 4 mg para lactantes, hasta 8 mg en la mujer y 10 mg en el hombre.1

os TF y TT son importantes constituyentes de las membranas de los cloroplastos en las


plantas verdes. os TT son productos menos ampliamente distribuidos en la naturaleza;
tienen una actividad biológica más baja que los TF y, por lo tanto, menor importancia
nutricional.2

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Si tenemos en cuenta que las vitaminas participan en diferentes reacciones catalíticas


acopladas a diversas enzimas, en el caso de la vitamina E, no se conoce que participe
con alguna enzima en reacciones metabólicas. Se ha considerado que actúa como un
antioxidante natural que reacciona con radicales libres solubles en lípidos de
membranas. Su sitio activo se localiza en el grupo -OH en la posición 6 del anillo
cromano.3

El ataque oxidativo que sufren los ácidos grasos poliinsaturados (AGPI) por los
radicales OH. y - O2. produce radicales alquilperóxido, que perpetúan la cadena de
reacciones de oxidación de los lípidos con daños similares a proteínas y ácidos
nucleicos (figura 3).
FIGURA 3. c
 
  


os compuestos fenólicos pueden romper la cadena de reacciones por atrapamiento de


radicales con la formación de productos no radicales estables y radicales feroxil, los
cuales son relativamente no reactivos. os radicales feroxil pueden reaccionar con otros
radicales alquilperoxil para dar productos no radicales o pueden ser reducidos de nuevo
al fenol inicial por reacciones con agentes reductores solubles en agua; por lo tanto,
cada tocoferol reacciona con 2 radicales peróxido por medición estequiométrica de la
reacción.4

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Dentro de los agentes reductores de la vitamina E se han descrito, principalmente, el


ascorbato y el glutatión. Por análisis cinético y estudios de regeneración de tocoferol, en
un sistema donde se produjo desnaturalización de las proteínas, se reveló que el
ascorbato regenera la vitamina E por una vía no enzimática, mientras que el glutatión
utiliza una vía enzimática. Se ha sugerido que la interacción con la vitamina C ocurre
entre moléculas solubles en agua y lípidos de las membranas en la interfase membrana-
citosol, lo cual pudiera funcionar también   para la reparación de la vitamina E
unida a la membrana.5

El radical tocoferoxil puede ser reducido a tocoferol por reacción con el glutatión
catalizado por una isoen- zima específica de la membranau la hidroperóxido glutatión
peroxidasa selenio dependiente. Así el selenio, además de su papel como antioxidante
en la eliminación de productos de la peroxidación de los lípidos, tiene un papel directo
en el reciclaje de la vitamina E2,6 (figuras 4 y 5).
FIGURA 4.    
    
  

FIGURA 5.    


      
En las membranas mitocondriales el radical tocoferoxil puede también ser reducido por
un sistema enzimáticoligado a la cadena de transporte de electrones, en el cual el
NADH+H+, succinato o citocromo c reducido se oxidan para dar TF.2

Se ha señalado que la membrana del eritrocito contiene actividad NADH-citocromo c


reductasa significativa, así como citocromo b5 que pudiera participar en el reciclaje de
la vitamina E.7

c`  ` `  

El a TF muestra, a niveles fisiológicos, una considerable mayor retención que cualquier


otro vitámero; presumiblemente resulta, en gran medida, de los requerimientos estéricos
para la incorporación de la vitamina a la membrana lipídica.

Se ha propuesto que además de su función antioxidante puede desempeñar una función


fisicoquímica específica en el ordenamiento de las membranas lipídicas, especialmente
de los fosfolípidos ricos en ácido araquidónico.
a cadena lateral fitil puede interactuar estrechamente con el doble enlace cis,
interrumpido por metileno, del ácido araquidónico y otros AGPI de cadena larga,
estabilizando así la estructura de la membrana. Esto la protegería de la oxidación y
minimizaría su susceptibilidad al ataque de la fosfolipasa; por lo tanto, el a TF
preservaría la impermeabilidad de las membranas.2

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Estudios en animales de laboratorio han mostrado que dosis suplementarias de vitamina


E por encima de la ingestión usual, provee protección contra diversos metales tóxicos
(plata, mercurio, plomo) así como compuestos hepatotóxicos (tetracloruro de carbono,
benceno, cresol y varias drogas). En la mayoría de los casos la toxicidad de los
compuestos extraños es por medio de los radicales libres generados en el proceso de
detoxificación por el organismo. a deficiencia de vitamina E en los animales aumenta
la susceptibilidad a los efectos tóxicos del O3, NO2 y también O2 hiperbárico.

a vitamina E está asociada con el deterioro del metabolismo oxidativo y con la


actividad deteriorada de oxidasas de función mixta dependientes del citocromo P450
mitocondrial y, por tanto, con el metabolismo de los xenobióticos. No hay evidencias de
que tenga ningún papel específico en el transporte de electrones en la mitocondria o
microsomas.8

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a absorción de la vitamina E es relativamente pobre, se ingiere unida a los lípidos de la


dieta y sólo del 20 al 40 % de la dosis probada es absorbida. El TF esterificado es
previamente hidrolizado a TF libre en el lumen del intestino y la mucosa. Su absorción
se incrementa por la presencia de triglicéridos (TG) de cadena media y es inhibida por
los AGPI. Este último efecto puede ser el resultado de la interacción química entre el
TF, los AGPI o sus productos de peroxidación en el lumen intestinal; es probable que
los AGPI ocupen relativamente más espacio en las lipoproteínas (P) y así desplazan
los TF o impiden su unión a éstas.2

a absorción también está en dependencia de la capacidad de digerir y absorber las


grasas. os estudios en animales y humanos han mostrado que la bilis es esencial para
su absorción, ya que para que la lipasa pancreática pueda hidrolizar los TG tiene que
existir una excreción biliar normal que facilite su emulsión, además de una adecuada
secreción pancreática.8

Ya que la vitamina E es transportada en las P, la concentración plasmática depende en


gran medida de los niveles de lípidos plasmáticos.

os eritrocitos también parecen ser un transporte importante ya que hay relativamente
gran cantidad de la vitamina en sus membranas, la cual se mantiene en equilibrio con la
vitamina E plasmática.

El TF circulante es acumulado lentamente por los tejidos. No hay un solo órgano de


almacén de vitamina E, pero en términos de cantidad absoluta tienen mayor cantidad de
TF el tejido adiposo, el hígado y el músculo. A cualquier dosis que se administre,
después de pocas semanas, hay una concentración constante o muy poca tasa de
incremento de TF en la mayoría de los tejidos, excepto en el tejido adiposo en el cual la
concentración se incrementa linealmente.

Existen 2 mecanismos para su incorporación hísticau

1.? Hidrólisis de los TG de quilomi-crones y VD por la lipasa lipoproteica.


2.? Toma de vitamina E unida a las D por medio de su receptor.

Su retención hística es dependiente de la proteína transportadora y de su actividad


biológica.

Se ha identificado una proteína transportadora de TF en el hígado. En estudios con ratas


se ha encontrado que existe homología estructural con la proteína que une al
retinaldehído celular presente sólo en el tejido visual.9,10 En el hombre es una proteína
de 36,6 kDalton de peso molecular,11 que se encuentra en el citosol de las células y
parece que funciona transportando la vitamina hacia el interior de las membranas.

En el hígado el 75 % del TF se localiza en las células parenquimatosas.3 En el tejido


adiposo la vitamina E se encuentra en la masa lipídica del adipocito,12 donde pudiera
mantenerse para proteger el almacenamiento de ácidos grasos insaturados de la
oxidación.

Cuando la vitamina E se elimina de la dieta de las ratas la tasa de movilización hística


varía considerablemente, siendo más rápida su liberación del plasma, hígado y músculo
cardíaco e inferior en el músculo esquelético, y manifiestamente baja en el tejido
adiposo, cerebro y riñón.13

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En modelos de experimentación animal se ha observado que la deficiencia de vitamina


E en el embarazo produce la muerte y reabsorción del feto. a atrofia testicular y la
degeneración del epitelio germinal de los túbulos seminíferos son también hallazgos
frecuentes en la deficiencia de tocoferol. No hay evidencias concretas de que el déficit
de vitamina E tenga efecto similar en la fertilidad humana.

a vitamina E es esencial para el hombre. Su deficiencia no es frecuente aun en


personas que viven con dietas relativamente pobres de esta vitamina, pudiéndose
desarrollar en casos de severa malabsorción de las grasas, fibrosis quística, algunas
formas de enfermedad crónica del hígado y abetalipoproteinemia congénita.2

El recién nacido, fundamentalmente el prematuro, es particularmente vulnerable a la


deficiencia de vitamina E a causa de sus deficientes reservas corporales, pobre
ingestión, deterioro de la absorción y disminución de la capacidad de transporte
sanguíneo por la baja concentración de D en el feto y el niño al nacer;14 por otra
parte, los radicales libres han estado implicados en la patogénesis de la fibroplasia
retrolental, la displasia broncopulmonar, la anemia hemolítica del recién nacido y la
hemorragia intraventricular.15

   
a necrosis del sistema nervioso central (encefalopatía nutricional) y la distrofia axonal
han sido observadas en animales mantenidos por tiempo prolongado con dietas
deficitarias en vitamina E. a neuropatía comienza a partir del daño a la membrana
axonal y decursa hacia una axonopatía del tipo distal y muerte retrógrada (
   !),
la cual afecta las fibras mielinizadas de gran calibre.16 Aparece edema por el paso de
plasma de los capilares al tejido subcutáneo, aparentemente como resultado de una
permeabilidad capilar anormal y hemólisis eritrocitaria. a mayoría de los efectos de la
deficiencia de vitamina E pueden ser atribuidos al daño de la membrana por
acumulación de lisofosfatidil colina, la cual es citolítica.2 a mayoría de las secuelas
secundarias a la deficiencia de vitamina E son subclínicas. Se han descrito alteraciones
neuropatológicas y miopáticas en pacientes en riesgo y las manifestaciones más
frecuentes son diversos grados de arreflexia, trastornos de la marcha y de la
propiocepción, disminución de las sensaciones vibratorias y oftalmoplejía.

os cambios neuropatológicos incluyen distrofia neuroaxonal que afecta, primaria y


bilateralmente, al núcleo gracili del bulbo raquídeo, siendo observada también en
segmentos cervicales y torácicos de la médula espinal pero no en las lumbares y sacras.8

El sistema nervioso periférico también muestra una pérdida selectiva de los axones
sensoriales mielinizados de gran calibre, la cual es más severa en los segmentos distales
del axón, como tiene lugar en los nervios ulnar y sural.

os síntomas neurológicos presentes en pacientes con desórdenes crónicos de la


absorción de grasas, generalmente atribuidos al déficit de vitamina B12, pueden ser la
consecuencia de un déficit prolongado de vitamina E.

El modo preciso de acción de la vitamina E en el tejido nervioso no ha sido establecido,


pero se conoce que es esencial en el mantenimiento de la integridad y estabilidad de la
membrana axonal.14

    

a inmunodeficiencia informada en individuos desnutridos puede ser el resultado de la


carencia de vitaminas y minerales.

a deficiencia de vitamina E en animales de laboratorio ha producido una disminución


de la hipersensibilidad retardada, la respuesta linfocitaria y la producción de
inmunoglobulinas. Este efecto no está relacionado con su propiedad antioxidante, sino
quizás, se produce por inducción de la proliferación celular. as células linfoides
almacenan vitamina E y el incremento de su ingestión incrementa la respuesta celular,
incluyendo la reacción de hipersensibilidad retardada y la actividad de depuración de las
células reticuloendoteliales.17

a vitamina E disminuye la producción de prostaglandinas en las células inmunes y


aumenta la inmunidad mediada por células en animales de laboratorio, tanto jóvenes
como adultos.18

Se ha descrito que la alteración entre la relación de la función fagocítica y la


biodisponibilidad de a TF puede ser el principal regulador de la tasa de fagocitosis. En
ausencia de O2 o en presencia de vitamina E, la tasa de fagocitosis aumenta pero a
expensas de una disminución de la muerte bacteriana por un decremento de la
disponibilidad de H2 O2. a producción de peróxido sin un adecuado control puede,
teóricamente, ocasionar una autoxidación y deterioro de la capacidad de fagocitosis y,
bajo circunstancias normales, el peróxido puede ser un modulador de la tasa de
fagocitosis.8

a vitamina E puede afectar la respuesta inmune por su interacción con el ácido


araquidónico de las membranas de los macrófagos.

 


a relación de la vitamina E con enfermedades cardiovasculares se ha estudiado a partir


del establecimiento de una asociación entre la peroxidación de los lípidos y tales
enfermedades, y constituir éstas la primera causa de muerte en los países desarrollados.
Se han realizado extensos estudios sobre la oxidación de las D y la capacidad
protectora de la vitamina E sobre los lípidos que se transportan en estas lipoproteínas.

El colesterol D también es oxidado durante las modificaciones de las D, el cual
puede así aumentar su citotoxicidad y aterogenicidad. as D modificadas por
oxidación (no las nativas) son potentes quimioatrayentes de los monocitos humanos
circulantes, siendo a la vez potentes inhibidores de la motilidad de los macrófagos
residentes.

Para que se incremente la toma de las D modificadas por los macrófagos, éstas deben
alcanzar la última fase de descomposición lipídica.19 Se ha señalado que la unión de
aldehídos a los grupos amino libre de las ApoB constituyen una modificación
importante para la internalización por los macrófagos; esto se sostiene por el hallazgo
de que anticuerpos contra D modificadas por aldehídos son capaces de reconocer
D oxidadas en las lesiones ateroescleróticas.

Estudios epidemiológicos y de laboratorio sugieren que los antioxidantes (tanto la


vitamina E como los carotenos) protegen contra la aparición de estas enfermedades. os
resultados fueron obtenidos después del análisis de factores de riesgo conocidos y de
haber controlado estas variables, aunque existen resultados poco consistentes y las
fuerzas de asociación encontradas no resultan elevadas.20-24

   

as tumoraciones constituyen la segunda causa de muerte en la mayor parte de los


países desarrollados y también en Cuba. as principales evidencias de una asociación
entre la vitamina E y el riesgo de cáncer en humanos se describen a partir de estudios
epidemiológicos longitudinales, donde se han controlado diversos factores de riesgo
tales como el sexo, la edad, tabaquismo, niveles de colesterol séricos y otros.

Se ha postulado que cerca de un tercio de todas las muertes por cáncer pueden deberse a
factores dietéticos pero faltan evidencias definitivas.25 También los informes han sido
contradictorios en cuanto al aspecto protector de la vitamina y la aparición del cáncer,
no encontrándose, en general, asociación.26-28 En los casos donde se ha informado
asociación causal, la fuerza de esta asociación entre el a TF y el riesgo de cáncer varía
para las diferentes localizaciones de éste.29
a malignización de los tejidos del pulmón, mama y colon ocupa un lugar sobresaliente
en casi todos los estudios epidemiológicos realizados.

Se ha descrito la posible relación fisiopatológica entre el cáncer y la ateroesclerosis por


las alteraciones encontradas en ambas enfermedades del metabolismo de los lípidos,
peroxidación lipídica, asociación con el tabaquismo y afectación del sistema inmune. a
interrelación cáncer-ateroesclerosis está centrada en el transporte y metabolismo de las
sustancias lipídicas y xenobióticos organosolubles y en la respuesta inmunológica que
puedan desencadenar esas estructuras.30

En la actualidad se insiste en lograr un medio ambiente adecuado para el mantenimiento


de la salud, ya que la contaminación ambiental ha sido un factor relacionado con el
aumento de la incidencia del cáncer y también, aunque en menor medida, de la
enfermedad ateroesclerótica. Está demostrado que muchos contaminantes, entre ellos el
ozono, pueden ser factores causales de ambas enfermedades mediante la formación de
radicales libres; además, el benzopireno y otros hidrocarburos aromáticos, que son
contaminantes am-bientales ampliamente difundidos y de actividad cancerígena
comprobada, han estado directamente relacionados con el agente causal de la
ateroesclerosis.

Realmente son muchas las propiedades positivas que se le atribuyen a las vitaminas
como antioxidantes. Aunque los estudios epidemiológicos realizados no sean capaces de
apoyar las hipótesis planteadas acerca del déficit vitamínico y su relación con las
enfermedades crónicas no transmisibles, ya que son muchos los factores de riesgo
involucrados en la aparición de este tipo de enfermedades, no debemos restarle
importancia a la función de las vitaminas en su prevención. Si tenemos en cuenta las
propiedades químicas que le han sido atribuidas a la vitamina E y la fisiopatología que
se conoce de estas enfermedades, resultan muy atrayentes la investigación y desarrollo
de este campo, lo cual contribuiría a incrementar la esperanza de vida en la mayor parte
del mundo desarrollado y en Cuba.

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