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Cuestion Lin Piao
Cuestion Lin Piao
Mao Tsetung nos ha enseñado: “Frente a cualquier cosa, los comunistas tienen
siempre que preguntarse el porqué y utilizar su propia cabeza para examinar
minuciosamente si corresponde a la realidad y si está bien fundada; no deben en
absoluto seguir ciegamente a otros ni preconizar el servilismo. (Rectifiquemos el
estilo de trabajo en el Partido, O.E. tomo III, p. 46, Pekín 1968)
En el proceso de estudio e investigación respecto a diversos aspectos y cuestiones de
la experiencia histórica de la dictadura del proletariado y la historia y desarrollo del
movimiento obrero y comunista internacional, la cuestión de Lin Piao merece una
especial atención. En esta tarea ha prevalecido el principio de buscar la verdad en los
hechos. Como señalara Mao Tse-tung: Por “hechos” entendemos todas las cosas que
existen objetivamente; por “verdad”, la ligazón interna de las cosas objetivas, es
decir, las leyes que las rigen, y por “buscar”, estudiar. (Reformemos nuestro estudio,
O.E. tomo III, p.19, Pekín 1968).
Lin Piao fue uno de los dirigentes más destacados de la Revolución china y en 1969
los Estatutos del Partido Comunista de China (PCCh) aprobados en su IXº Congreso le
definieron como “el íntimo compañero de armas y sucesor de Mao Tsetung”.
¿Verdadera y realmente quiso Lin Piao asesinar a Mao Tsetung a través de un golpe
de estado contrarrevolucionario apenas dos años después? ¿Acaso fueron verdaderas y
ciertas las acusaciones que sobre Lin Piao recayeron tachándole de “arribista burgués,
intrigante, elemento de doble faz, renegado y traidor”, como le calificó Chou En-lai en
1973 en el Xº Congreso del PCCh y la posterior infamante y tergiversadora campaña de
crítica que sobre él se lanzó en China –ligando su nombre al de Confucio- añadiendo a
los anteriores calificativos los no menos oprobiosos de payaso, terrateniente, estafador
político, vendepatria, caudillo militar y embaucador político que no leían libros,
periódicos ni documentos, déspota, perro faldero de la burguesía, parásito, escoria,
elemento nocivo, lujuriosos, disipado, superespía, imbécil, cobarde, etc., etc.?
A la luz de los hechos e investigación realizada por Gran Marcha Hacia el
Comunismo, la acusación que la dirección del Partido Comunista de China desde
1972 y hasta la actualidad ha vertido sobre Lin Piao calificándole como un
contrarrevolucionario que quería capitular ante el socialimperialismo soviético
resulta completamente falsa. Esta acusación fue asumida de forma seguidista por la
brumadora mayoría de los partidos y organizaciones integrantes del movimiento
marxista-leninista-maoísta de la época (1). Transcurridas más de tres décadas, y pese a
la documentación que ha aparecido a lo largo de este tiempo que echa por tierra las
acusaciones de la dirección del PC de China contra Lin Piao desde 1972 hasta la
actualidad (2), la mayoría de los partidos que se declaran marxistas-leninistas-maoístas
–como los que integran o apoyan al Movimiento Revolucionario Internacionalista
(MRI), no sólo no han hecho una valoración científica del papel de Lin Piao y los
motivos que llevaron a su asesinato sino que persisten en sus ataques contra él ajenos al
principio de buscar la verdad en los hechos.
Aquellos que niegan la actividad revolucionaria de Lin Piao y que ven solo aspectos
negativos –lo que califican como “linpiaoísmo” o sinónimo de militarismo, de dar más
importancia a lo militar que a lo político (3) se equivocan. Si de verdad existió un
“linpiaoísmo” esta nada tiene que ver con los ataques e injurias vertidos sobre Lin Piao
sino que se referiría a la defensa del maoísmo, la lucha por defender las conquistas de la
Gran Revolución Cultural Proletaria, la lucha contra el imperialismo yanqui y el
socialimperialismo soviético, etc. Es necesario que Lin Piao sea, de una vez por todas,
correctamente apreciado.
Notas
1. A saber, sólo un puñado de organizaciones como la Liga Marxista Leninista de Italia
(que tenía su base en Brescia y editaba el periódico “Lotta di classe”) o el Partido
Comunista de la India (Marxista-Leninista), liderado por Mahadev Mukherjee tras el
asesinato de Charu Mazumdar, continuaron defendiendo a Lin Piao después de 1972. En
España no parece que ninguna organización de ideología maoísta mantuviera esta
misma posición. La actitud de los partidos y organizaciones alineados ideológicamente
con el PC de China entonces siguieron una postura seguidista y acrítica respecto a éste
en la cuestión de Lin Piao.
2. Ver, por ejemplo, Livio Maitan, El Ejército, el Partido y la Masas en la Revolución
China, Akal Editor, Madrid 1978; Richard Wich, La crisis política chino-soviética,
Fondo de Cultura Económica, México 1983; Yao Ming-Le, Conspiración y muerte de
Lin Piao, Editorial Argos Vergara, Barcelona 1984; Chen Jian, La China de Mao y la
Guerra Fría, Ediciones Paidos Ibérica, Barcelona 2005.
3.No ayuda al avance y fortalecimiento ideológico de los partidos y organizaciones
marxistas-leninistas-maoístas seguir presentando en la actualidad a Lin Piao como un
renegado junto a Liu y Teng y negar la responsabilidad que tuvo Mao Tse-tung en el
cambio de orientación en la política del PC de China a principios de los años 70 del
siglo veinte estableciendo una alianza con Nixon y el imperialismo norteamericano
-como hizo por ejemplo el Partido Comunista de Nepal (maoísta) cuando afirmaba en su
IIª Conferencia de Febrero de 2001: “Algunas personas no comprenden la complejidad
de la revolución cultural y culpan a Mao por una serie de compromisos en el periodo
más tardío, lo que es completamente erróneo” (Some Important Documents of
Communist Party of Nepal (Maoist), p. 57, Janadisha Publications, Nepal 2004).
4. No olvidemos que el propio Mao Tsetung en su conversación con Edgar Snow en
1965 declaró que era necesario más culto a la personalidad; que Chou En-lai en el IXº
Congreso del PCCh ensalzó el desarrollo del marxismo-leninismo por Mao con los
calificativos “con genio y de forma creativa”. Kang Sheng en un discurso pronunciado
el 21 de enero de 1967 se refería “al Presidente Mao que imprime al marxismo-
leninismo un impulso fecundo, a él el jefe supremo de los pueblos del universo, y a su
genial pensamiento”. También en 1968, Chiang Ching proclamaba en un discurso “…es
la voz de nuestro gran jefe, el presidente Mao! Larga, larga vida al Presidente Mao!”
(Pekín Informa 68/37 de 17 de septiembre de 1968) y Yao Wen-yuan en un artículo
publicado en Pekín Informa 68/35, de 3 de septiembre de 1968, se refería a Mao
Tsetung como “el gran jefe de la clase obrera”, etc., etc.
5. Robinson Rojas, China: una revolución en agonía, Ediciones Martínez Roca,
Barcelona 1978, pp. 282-283.
6. Ibid., p. 293
7. Ibid., p. 291
8. K. S. Carol, La segunda revolución china. Seix Barral, Barcelona 1977, pp. 476-477.