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JESÚS GARCÍA ORDOÑEZ 1° DE FILOSOFÍA PBRO.

EDUARDO

FUNDAMENTOS ANTROPOOGICOS DE LA FIDES ET RATIO:

En este pequeño escrito trato de poner por manifiesto algunos de los puntos
centrales de la carta encíclica “fides et ratio " con respecto a algunos fundamentos
antropológicos que marca de la persona del hombre, así como la importancia que
tiene como ser intelectual-racional y hombre de fe-religioso.

Menciona la encíclica, (al hombre, cuanto más conoce la realdad y el


mundo y más se conoce a si mismo en su unicidad, le resulta más urgente el
interrogante sobre el sentido de las cosas y sobre su propia existencia… así como
desde antiguo se le exhortaba al hombre a conocerse así mismo, hoy en día es el
principal reto para poder conocer lo que nos rodea y así poder testimoniar una
verdad fundamental que debe ser asumida como la regla mínima por todo hombre
deseoso de distinguirse, en medio de toda la creación, calificándose como
“hombre” precisamente en cuanto “conocedor de si mismo”).

En esto se le invita al hombre a conocerse así mismo para poder empezara


conocer un mundo nuevo que aguarda tranquilamente que el hombre despierte de
su sueño profundo de ignorancia personal, para poder compartir la riqueza de la
sabiduría que le rodea.

Como menciona Juan Pablo II en su carta (El hombre tiene muchos medios
para progresar en el conocimiento de la verdad, entre estos se destaca la filosofía,
que contribuye directamente a formular la pregunta sobre el sentido de la vida y a
trazar la respuesta).

Ya se decía en épocas primeras que sin el asombro, el hombre caería en la


repetividad y, poco a poco seria incapaz de vivir una existencia verdaderamente
personal, obligándose así mismo a copiar aspectos y actitudes de otros.

Dentro de la fides et ratio se dice que (la filosofía y las ciencias tienen su
puesto en el orden de la razón natural, mientras que la fe, iluminada y guiada por
el espíritu, reconoce el mensaje de la salvación la “plenitud de gracia y de verdad”.
La verdad profunda de Dios y de la salvación del hombre que transmite dicha
revelación, resplandece en Cristo, mediador y plenitud de toda la revelación) como
fundamento primero del hombre se tiene Dios en quien el hombre encuentra su
plenitud, para poder acceder al conocimiento tanto de la razón que es iluminada
por Dios y a la fe que es don del mismo Dios.

A lo largo de la vida del hombre l misterio de la revelación se ha ido dando


poco a poco para que el hombre sin correr pueda ir asimilando el como es que
existe alguien que lo creo y que le dio inteligencia y religiosidad “fe” para poder
acceder al conocimiento pleno de la verdad;
JESÚS GARCÍA ORDOÑEZ 1° DE FILOSOFÍA PBRO. EDUARDO

como se comenta en la carta encíclica (la verdad que Dios ha comunicado al


hombre sobre sí mismo y sobre su vida se inserta, pues, en el tiempo y en la
historia; la historia es pues el lugar donde podemos constatar la acción de Dios a
favor de la humanidad).

Esta es una verdad ofrecida al hombre y que él no puede exigir; otro de los
fundamentos que se muestran al hombre, es que es el mismo (Dios que siempre
ha sido considerado por la iglesia como un momento de elección fundamental, en
la cual esta implicada toda la persona. La persona, al creer, lleva a cabo el acto
más significativo de la propia existencia; la libertad y la certeza de alcanzar la
verdad).

De esta manera, puedo ir concluyendo que la razón y la fe que el mismo


Dios nos ha otorgado a cada uno de los hombres es, por lo tanto una relación que
no se pueden separar sin que se llegue a reducir la posibilidad del hombre de
conocer de modo adecuado tanto a Dios, al Mundo como así Mismo..

El documento redactado por Juan Pablo II intenta concluir que (Si el


hombre, con su inteligencia, no llega a reconocer a Dios como creador de todo, se
debe al impedimento puesto por su voluntad libre y su pecado. En definitiva el
hombre, con la razón, alcanza la verdad porque, iluminado por la fe, descubre el
sentido profundo de cada cosa, y en particular, de la propia existencia), puesto
que como ya mencione renglones arriba, la razón y la fe están unidas por un lazo
irrompible que es lo único que nos puede dar el acceso pleno hacia la verdad.

Finalmente, me gustaría terminar este escrito como se hace mención en la


encíclica definiendo pues al hombre como el único se creado que puede y a mi
parecer debe buscar la verdad; en palabras de Juan Pablo II: (se puede definir,
pues, al hombre como aquel que busca la verdad, verdades de carácter filosófico y
de carácter religioso. El hombre se encuentra en un camino de búsqueda,
humanamente interminable: búsqueda de la verdad y búsqueda de una persona
de quien fiarse. La fe cristiana lo ayuda ofreciéndole la posibilidad concreta de ver
realizado el objetivo de esta búsqueda).

Y solo me resta concluir, como tal vez es ya muy sonado pero muy cierto
que, así como la sal le corresponde al mar, como el aire a la creatura, así es, a mi
parecer, que la razón y la fe le pertenecen de suyo al hombre.

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