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Reseña película ”el viaje”

Juan Felipe Uribe Cifuentes


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Me parece adecuado que antes de hacer una reseña frente a esta obra, es
nuestro deber indagar un poco mas sobre el tema en el que se desarrolla la
misma, es necesario entender lo que se están jugando ambos politicos.
Irlanda del Norte es una nación que pertenece al Reino Unido, y está situada en
Irlanda. Más o menos es como si, París, no fuese de Francia sino de Luxemburgo.
En 1921 el parlamento de Reino unido tuvo la idea de fraccionar Irlanda en dos: la
del Sur y la del Norte. El problema empieza a desarrollarse en que en 1922 el sur
de Irlanda proclamó el Estado Libre Irlandés (en el 1949, pasó a llamarse
República de Irlanda) y los del norte dijeron que ellos preferían quedarse con los
británicos. En esto se basa el problema. Cabe resaltar que el siglo anterior fue una
batalla campal entre unionistas y republicanos, y teniendo en cuenta que en 1968
empezó una época de violencia, que no se resolvió hasta décadas más tarde
mediante esa compartición de poder gubernamental entre católicos y protestantes
y mediante la firma del Acuerdo de Viernes Santo del 98. Estos años fueron
llamados ‘El conflicto’ (‘The Troubles’). El enfrentamiento en el que ambos bandos
recurrieron a las armas en vez de al diálogo.
Para dialogar se necesitan dos, pero también una oportunidad para hacerlo. Esta
película es sobre esa oportunidad histórica que podía acabar con una guerra civil
de cuatro décadas en Irlanda del norte. La premisa inicial es muy básica: poner a
conversar a dos enemigos, y la acción lo es más todavía: comparten un viaje de
tan solo 84 kilómetros en un carro, y aun así, el director logra un relato dinámico,
tenso, complejo y reflexivo.
Es el año 2006. Ian Paisley, ministro protestante y líder del Partido de la Unión
Democrática, y Martin McGuiness, ex combatiente y líder del Partido Republicano
Sinn Fein, son dos extremistas con una posición irreconciliable sobre al conflicto,
sus razones y su odio frente al otro. Si bien estaban sentados en la mesa de
negociaciones, estas poco o nada avanzaban ante los radicalismos de ambos
bandos. Solo un arriesgado plan, mediado por el gobierno inglés, podía ser la
esperanza para algún acercamiento.
El viaje que emprenden estos dos hombres no solo es el recorrido hacia un
aeropuerto, sino también hacia las diversas posibilidades de un diálogo entre dos
opositores que, de entrada, ni siquiera quieren conversar. Así que son las palabras
y los argumentos donde se encuentra el drama, la acción, la construcción de
personajes y el contexto de esta historia. Una interlocución que va desde la
negación de la comunicación, pasando por la hostilidad y las recriminaciones,
hasta la eventual empatía y la circunstancia de poder ver en el otro a un hombre
con sus razones y no a un enemigo mortal.
El accidentado diálogo entre los dos líderes consigue exponer las distintas
posiciones y puntos de vista de este conflicto, incluso reconstruir los momentos
más críticos de esta confrontación. Es posible entender el radicalismo del
predicador que reprocha todos los actos de violencia y terrorismo ejecutados por
el IRA; así mismo, la necesidad de los insurgentes de obtener su libertad y
derechos pagando el precio moral que exige una guerra; pero también, y sugerido
con sutileza, la secreta urgencia de ambos por acordar la paz por el bien de todos.
En realidad, los dos eran tan intransigentes y tan poco dados a conceder nada
que se reconocían en el otro.
El problema principal se resume en que básicamente Ian Paisley , y Martin
McGuiness, no tenían nada en común en cuestiones políticas ni religiosas, pero
sí en su absoluta determinación de conseguir lo que creían que era correcto.
“Estamos en el borde de algo que el resto del mundo aplaudirá, pero nuestra
propia gente va a odiar.” Sin embargo, ninguno de los dos estaba dispuesto
abandonar por un momento su orgullo político y sus ideologías para escuchar
al bando contrario, y que por el hecho de negarse a comunicarse entre ellos se
habían hasta cobrado vidas humanas. sin entender en que ambos tenían un
mismo fin, el cual era la paz del pueblo al cual ambos representaban.
un gran reflejo de la sociedad y lo que repercute la falta de comunicación entre las
personas, la comunicación es uno de los pilares básicos en los que se apoya
cualquier tipo de relación humana y es provechosa en prácticamente todo, muchas
veces todos tenemos un mismo fin, una misma meta, tenemos muchas más cosas
en común que diferencias, pero nuestras creencias y ataduras al pasado no nos
dejan avanzar hacia un futuro mejor, no nos dejan comunicarnos y compartir que
queremos, no nos deja unirnos y mejorar, y esto ocurre en todos los lados ya sean
políticos, trabajadores, familia, amigos, etc. Todos somos seres diferentes con
referencias distintas acerca de la convivencia, con creencias distintas y eso influye
en que, en nuestras relaciones más personales, no siempre sepamos conciliar
nuestros desiguales modos de entender la realidad. Una de las dificultades más
habituales se debe, precisamente, a nuestras inapropiadas formas de
comunicarnos, escucharnos, entendernos, ponernos en el lugar del otro y poder
realmente entender lo que él o ella piensa.
Pero como se observó en la película si somos capaces de comunicarnos
correctamente, si podemos detenernos por un momento y escuchar otros
puntos de vista distintos a los que creemos totalmente reales, si realmente
razonamos la opinión de los demás nos podemos dar cuenta que hasta los
opuestos se atraen siempre y cuando tengan un mismo fin, así lo estén
haciendo por caminos distintos, podemos unirnos y forjar un camino mejor

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