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S Nº 1
TURNO: Vespertino.
27/11/2014
CONSIGNAS
1
“Desde el día en que tú hablaste, desde el tiempo en que luchaste con el acerado y sanguinario español, desde
el instante en que le escupiste a la cara; desde cuando tu hirviente sangre se derramó sobre la hirviente tierra, en
mi corazón se apagó la paz y la resignación. No hay sino fuego, no hay sino odio de serpiente contra los demonios,
nuestros amos.”
1
1- En base a los textos de Stern, Thomson y Serulnikov, elabore una explicación
acerca de las causas y alcances de las rebeliones andinas de 1780.
2- Analice las distintas interpretaciones que la historiografía ha realizado en torno a
estos fenómenos.
3- Establezca una comparación entre los movimientos liderados por Tupac Amaru en
Perú y Tomás Katari en Charcas.
1-
2
A continuación se explicaran las causas y alcances de las rebeliones andinas de
1780, tomando como base el análisis de los textos de Stern2, Thomson3 y Serulnikov4.
2
Stern, S., “La era de la insurreccion andina, 1742- 1782: una reinterpretación”, en Resistencia, Rebelion
y Conciencia Campesina de los Andes, Madrid, Alianza, 1988.
3
Thomson, S., “Solo nosotros gobernaremos…. Recuperando la variedad de proyectos anticoloniales
entre campesinos andinos ( La Paz, desde 1740 a 1781)”, en Colonial Latin American Review, Vol. 8, N°
2, 1999.
4
Serulnikov, S., “Su verdad y su Justicia”. Tomas Katari y la insurreccion de Chayanta, 1777-1780, en
Cuadernos del Instituto Ravignani N° 6, Facultad de Filosofia y Letras, UBA, Buenos Aires, 1994.
5
Serulnikov, S., “Su verdad y su Justicia”. Tomas Katari y la insurreccion de Chayanta, 1777-1780, en
Cuadernos del Instituto Ravignani N° 6, p. 11.
3
porcentaje de forasteros, migrantes desplazados y alienados de sus ayllus y
comunidades ancestrales.
Los proyectos anticoloniales, fueron los que desafiaron los fundamentos del
orden político colonial, la soberanía española y la subordinacion política indígena. Estos
proyectos no implicaban necesariamente el repudio al monarca español, concediendo a
los indígenas un status equivalente, no siempre estaban acompañados de un
antagonismo explicito hacia la corona.6
4
“En Peru la insurrecion dejo como legado una ataque a la memoria del pasado
incaico, una reorganización de los mecanismos de control social del periodo colonial
tardio, un amargo endurecimiento de las tenciones y los miedos sociales y una
tendencia de los criollos a alinearse con los realistas durante las Guerras de
Independencia.”7
“La identificación de las clases, de las castas y de las culturas surgida durante
la guerra, la aniquilación de la nobleza indígena y de la clase media indígena
procedente del campo durante la rebelión y después de ella, la liquidación organizada
de las tradiciones del Estado incaico y la hispanización obligatoria así como la
comprensión por parte de los criollos de que sin ayuda de los españoles no estában en
condiciones de mantener su situación, son factores que han tenido consecuencias de
larga duración, consecuencias que se reflejan incluso en el presente. El Perú se
convirtió en un bastión de la lealtad a España. La clase media, diezmada durante la
rebelión se rehizo, pero en condiciones nuevas. Para pertenecer a ella no sólo había
que cambiar de profesión y tener una situación material adecuada. Ante todo había
que cambiar de cultura y renunciar a todos los vínculos familiares, culturales, etc.
con los indígenas y convertirse en criollo y si esto era imposible, entonces, por lo
menos en mestizo. No fue hasta la segunda mitad del siglo XIX que reaparecieron en
el Perú los embriones de una clase media formada en el campo y del campo
procedente, fenómeno que nuevamente originó insurrecciones en distintas zonas del
país bajo las consignas de recuperar las tierras perdidas (hallpaykuta kutichimuway)
y de restaurar el Estado incaico, sólo que ninguna de aquellas insurrecciones logró
alcanzar la dimensión de la revolución de 1780 – 1781 ya que no existía el lazo sólo
que unía a las comunidades: aparato administrativo indígena y élite indígena
compuesta por los caciques. La eliminación de los caciques propició el surgimiento de
latifundios criollos en el siglo XIX. Por último la españolización de la clase
gobernante habida durante la rebelión, su postura hostil hacia la cultura y lengua del
campesinado indígena (qhichwa y demás lenguas ) y la abolición de todas las
instituciones que de manera organizada cultivaban la lengua y las tradiciones
incaicas, no sólo impidieron el surgimiento de una cultura peruana sino que
consolidaron la división cultural en dominante y dominada, la cultura de la Costa y
la de la Sierra. La asimilación de los elementos de la cultura europea por parte de la
sociedad peruana fue detenida y reemplazada por la asimilación de la sociedad
7
Stern, S., “La era de la insurreccion andina, 1742- 1782: una reinterpretación”, p. 51
5
peruana por parte de la cultura europea. Como las transformaciones descritas de la
conciencia social abarcaron todo el territorio afectado por la represión – es decir,
de acuerdo con la sentencia de Areche todos los territorios habitados por los indios y
no sólo los que habían sido escenario de la revolución – se puede arriesgar la tesis de
que en los años 1780 – 1781 fue liquidado el Tawantinsuyu éxistente bajo el cetro de
los reyes españoles y en su lugar surgíeron sociedades neocoloniales que hoy
evolucionan en el Perú, Bólivia y Ecuador.”8
2-
8
Szeminski, J., La insurrección de Tupac Amaru II: ¿guerra de independencia o revolución ?,en
Estudios Latinoamericanos 2 ,1974.
6
Tanto Thomson como Stern, sostienen que trabajos de la historiografia mas
reciente, de las décadas de 1970 y 1980, politicamente críticos de la búsqueda de las
bases populares de la independencia criolla y quizás influidos por tendencias
metodológicas recientes en historia social y cuantitativa, han ofrecido una vision mas
precisa de las causas y la dinámica interna de la insurreccion. Por un lado,
investigaciones observan meticulosamente los hechos mismos de la rebelión para
indagar sus multiples tenciones ideologicas, su precaria compasicion multiétnica, sus
patrones de organización y liderazgo, su oposición andina y no andina y los cambios al
interior de la propia guerra civil, conforme se desarrollaba. Tambien investigaciones de
la dimensión ideologica de la insureccon andina aplicaban especulaciones referidas a
una nocion de contenidos miticos de un levantamiento cósmico y una renovación
histórica cíclica, el significado simbolico del Inca y la anticipacion de su retorno y de
una poderosa aspiración a la identidad colectiva como el motivo latente de la historia
andina.
Stern sostiene que para indagar con mayor precisión la Era de la Insurecion
Andina, tendremos que revisar nuestras herramientas metodológicas.
“Metodológicamente necesitamos avanzar en dos direcciones, primero, demostrar
mayor interés por la interaccion de diferentes niveles de análisis: estructural,
coyuntural y episódico. Es esta multiplicidad de escalas temporales y niveles de
causalidad la que puede ayudarnos a entender la erosion de la autoridad colonial, en
el largo plazo, sobre un area andina bastante amplia que incluia la mayor parte del
territorio de peru-bolivia; las variaciones de tiempo y lugar que crearon
“minicoyunturas” dentro de la coyuntura insurreccional mayor de 1742-1782; y la
trasformación, en determinados momentos, de serias amenazas insureccionales en
hechos insurrecionales, revueltas o conspiraciones abortadas o “no hechos”
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bloqueados. Un segundo correctivo metodológico consistiría en otorgar mayor
atención a la interaccion entre explotación o penurias materiales, por un lado, y
conciencia o indignación moral, por otro. Es la memoria moral, o mito, de un orden
social alternativo de base andina, una memoria cultural alimentada y sostenida por las
poblaciones andinas durante un periodo mas temprano de “adaptación y resistencia” a
la autoridad colonial, la que explica en parte por qué el saqueo económico no condujo
solo a revueltas locales, ni siquiera a conspiraciones insurrecionales bajo banderas
milenaristas hispano-cristianas, sino mas bien a soñar bajo auspicios nativistas o neo-
incas”.9
3-
9
Stern, S., “La era de la insurreccion andina, 1742- 1782: una reinterpretación”, p. 91
8
El ultimo arresto de el líder aymara, el 10 de junio de 1780, abriría un ciclo de
enfrentamientos que en pocos meses derivarían en una completa subversión de las
relaciones de poderes locales: los caciques mestizos fueron obligados a abandonar sus
cargos, la Audiencia forzada a otorgar titulo de cacique a Katari. Entre septiembre y
diciembre de ese mismo año, las comunidades andinas ejercieron un control casi
completo de la provincia. Katari continuo intentando reconstruir los vínculos entre los
ayllus y la el estado colonial. En el mes de diciembre, es nuevamente capturado y luego
de un “confuso” accidente, es asesinado. La muerte del líder indígena, sumado a la
expansión de la revolución tupamarista y el levantamiento de Oruro llevo al movimiento
de Chayanta a su fase final, fue un periodo signado por la persecusion y matanza de de
los complices del asesinato del líder y el sitio en La Plata.
El Inca, Tupac Amaru II, en Tinta y los hermanos Katari en Chayanta, ya desde
1777 aproximadamente, desarrollaron una amplia acción contra el aumento de los
impuestos, contra el reparto, la mita y los abusos de la administración. En ambos casos
a través de las audiencias los asuntos fueron planteados a los Virreyes e incluso a
España. Ambos dirigentes, Tupac Amaru II y Katari, tenían el respaldo de algunos de
los dignatarios estatales.
9
BIBLIOGRAFIA
Serulnikov, S., “Su verdad y su Justicia”. Tomas Katari y la insurreccion de Chayanta,
1777-1780, en Cuadernos del Instituto Ravignani N° 6, Facultad de Filosofia y Letras,
UBA, Buenos Aires, 1994.
Stern, S., “La era de la insurreccion andina, 1742- 1782: una reinterpretación”, en
Resistencia, Rebelion y Conciencia Campesina de los Andes, Madrid, Alianza, 1988.
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Szeminski, J., La insurrección de Tupac Amaru II: ¿guerra de independencia o
revolución?, en Estudios Latinoamericanos 2 ,1974
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